A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
LA FÁBULA DE DIOS, EL GATO Y EL RATÓN [Mi poema]
Laura García del Castaño [Poeta sugerido]
MI POEMA ...de medio pelo |
Un gato y una rata se miraban El tal gato a conciencia disfrutaba del más fuerte que tú. Que a la sangría |
MI POETA SUGERIDO: Laura García del Castaño
Cautiverio
Esta cueva es mi casa
esta lentitud y esta métrica
para caminar entre las cáscaras
es mi diálogo con el bosque
mi forma de no olvidar el regreso.
El sendero original estará lleno de maleza
Habrán levantado una fábrica, un templo
una antena provisoria
que baje el mundo a las alturas
Soy la bestia en un rectángulo
que podría ser la habitación de un hombre
donde entran él y su cama
y con suerte una silla
Dar el zarpazo a la mosca atraída
por la corpulenta pasividad y el encanto
de la antigua destreza
Pensar en ella como en el salmón
que se entrega manso
lejos del chorro
Pero es tan solo una mosca
disputándome el azúcar
que un niño nos arroja.
Llueve en esta jaula
comida por los hormigueros
El agua del hipopótamo se ha llenado de hojas
Una tortuga ha quedado suspendida
en un alto del cemento
Quien dice que los animales no sufren senilidad
extrañeza, estreñimiento?
Qué hace a este lugar distinto a un hospital
o a una cárcel?
Quien puede asegurar
que esa tortuga a la orilla del piletón
como ese viejo recostado en el arco del geriátrico
no esperan
a costa de ahogarse
la corriente milagrosa
que los devuelva al mar.
Es en la mañana
donde todo puede acontecer
incluso sentada detrás del escritorio
o repasando el plumero en los bancos
puede que esté luchando con el mar
o enterrada en la nieve
o corriendo de mi misma
en un pabellón mental
De una siesta vacía puedo hacer
una jauría de perros
con la misma naturalidad
con que alguien vio venir
en aquella bicicleta
una cabeza de toro
Una nube de polvo se levanta de lo verdadero
Algo invisible descifra los símbolos del día
su plástica en relieve
el filo que crece de la bondad
Las pastillas que derriban a la bestia
con un dardo
ponen en cartel
a la mujer sedentaria y lógica
arrullada por la voz de su demencia
Viene la noche
la galería abierta para sentir
ese fresco muñón de invierno
la devoción a los detalles
el nudo del residuo
esperando tras la puerta
un cuchillo gastado
para destapar el filtro del café
una mano que pliega un sobre
para poner
ese otro dardo
destinado
a la presa.
Así ha sido toda la vida
así es ahora
un día arrojado para voltear a un hombre
y a ti sólo para despeinarte
Luces un espléndido rasguño sobre el rostro
Otro luce un corazón de hierro
Una bondad ortopédica
un tubo de oxigeno, un ojo de vidrio,
la calvicie de una peste
el áspero talón de quien anda por el monte
el cayo de la música
el titilar de un párpado vencido por la máquina febril
la espalda tirante de cargar lo contrario
o tan sólo
el moretón que descubres vistiéndote
y cuyo golpe desconoces
Pero hay quienes no lucen nada
Ni curvatura en la sombra
ni polvo entre los dientes
ni cabellos que se parten al mínimo roce.
Ellos exprimen la fruta sin volcar una gota
Hacen el amor ciñendo los cuerpos
Exigen castigo con la mano del delito
Andan pálidos, súbitos, a sangre fría
Sin prender ningún fuego,
sin sonido de motor, sin sudor,
casi verdaderos,
muertos de quietud,
de escepticismo.
Subsistencia
La mariposa volará toda una tarde
para reunir una gota de miel
Dulce María Loynaz
En Groenlandia un hombre caza aves
escondido en el mismo lugar que sus ancestros
Coloca las aves en una bolsa de piel de foca
cose y unta sus junturas
luego la entierra bajo las rocas
hasta el próximo invierno.
Aquí otro hombre escribe poemas
escondido detrás de sus antiguas visiones
en la misma persistencia
No guardará ni enterrará nada
Escribirá toda una vida para reunir
una gota de silencio.
Se habla cada vez con más certezas
Así,
como el color del humo presume la voracidad del
fuego,
o el cauce de un río su arrebato
por cómo naces se adivina el carácter
por la línea de tu mano los hijos que te esperan
por la forma de tu cráneo la inteligencia
por el ancho de tus huesos tu fortaleza
por tus actos la magnitud de tu entierro
y por tú cadáver
la demora de tu olvido.
Tarde o temprano el amor abre sus ojos
Las manos se gastan, la soledad se dispersa
El deseo se transforma en espiral
finalmente en diente
Cronometrado el viaje de orilla a orilla
Enfriado el caudal
Masticado el espejo que nos enfrentaba
Se deforma el guante
por la mano imperfecta
Decolorado el colchón
Rasgado el misterio
Advertido el polvo de la mariposa en los dedos
Desnucado el ángel
rubio y mentolado
Consumido el horóscopo
Descubierto quien miraba detrás
Quien saltaba
Quien peinaba la mascota disecada en su falda
Tras apagar cada noche
cigarrillos contra una piedra
Tras agazaparnos en la piel de un leopardo
Tras danzar
Tras fotografiar mil veces el original
Muerto el perro guardián
Crispado el lomo del que bailó
y ahora tirita
aniquilada la fe
del que regresa
el amor
abre los ojos
o no los abre.