A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

José Martinez Azorín

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NUESTRO MAR DE CASTILLA [Mi poema]
Consuelo Tomás Fitzgerald [Poeta sugerido]

MI POEMA... de medio pelo

 

Mancharon nuestra honra, robaron nuestros barcos
en una tarde infausta preñada de emociones,
la sangre succionando brotando a borbotones,
piratas sin clemencia dejándonos los charcos.

¡Qué pena, mar del norte, ya no eres de los nuestros!
¡maldito hoy te diría, qué pronto te olvidaste!
no sabes ya de aperos a los que antaño amaste
ni lloras, pues que ignoras de un día a tus ancestros.

Feliz mar de Castilla, Cantabria hoy te llamaron,
que desmembrado fuiste, y al árbol le hizo astilla,
y hoy veo en la mirilla tus olas que lloraron.

Guardian hoy en el puerto de un faro que no existe,
al que un fuerte aguacero le convirtió en arcilla
dejar debo constancia que un día nuestra fuiste.
©donaciano bueno

#Políticos! Lo que unos consiguen con la lucha, otros lo deshacen de un plumazo? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Consuelo Tomás Fitzgerald

El Campeón de Boxeo

El gesto fue reventado a golpes
(ahora no podría saberse si te ríes
o es el dolor que te contrae el rostro)

pero luces jubiloso tu músculo invencible

tu cerebro es ataúd de células y cuna de neuralgias

pero elevas jubiloso tu corona de violencia

la fanaticada delira de gozo por el triunfo
y te prepara la mortaja y un dispositivo de olvido
a la primera derrota.

Dicen que has matado al contrincante.

La Actriz en el Camerino

Con el lápiz labial
borra el último beso del hombre que amó.

Delinea el ojo que retuvo la lágrima
hasta el último momento
con lentejuelas viste el cuerpo
abandonado.

El polvo de las mejillas
cubre la palidez de tristeza
y el espejo se burla mostrando con descaro
a la que en un momento
cantará agonizando
sonreirá agonizando
hará la venia agonizando
y finalmente
recibirá flores
no para la actriz que triunfa
sino
para la mujer que acaba de morirle
al sentimiento.

El Mendigo en la Plaza

Ya no tiene cuerpo
solo mirada con legañas
párpado y odio rancio.

Ya no tiene ropa que le cubra
solo pedazos de historia recortada
que nadie supo nunca y al fin y al cabo
a nadie le importa.

No será invitado al banquete
ni irá al cielo.

Ya no tiene cuerpo
sólo una mano extendida
en la que no caen monedas
sino
gotas del último aguacero.

El Payaso

Detrás de su cara de colores
está el hombre
para producir la risa
porque la risa reivindica

Detrás de sus gestos inventados
está el hombre
enredando hilos e historietas
enhebrando pájaros globos piruetas
asombros inverosímiles
planetas.

Encima de sus zapatos enormes
está el hombre
y sus caídas de mentira
para construir catedrales
con sonrisas infantiles
está
el hombre.

El Beso Del Leproso

Un beso llagoso
lleno de pus
enrojecido.

Un beso doloroso
maloliente duro.

Un beso asustado
sin labio apenas sostenido.

Un beso desangrado
roto carcomido.

Un beso desigual
mordido ansioso desteñido.

Un beso desahuciado
el beso del leproso
pero apasionado
humanamente
vivo.

La Novia Plantada

Las lágrimas se han secado en la mejilla
antes de caer con el hábito fatal del
desencanto
naturaleza muerta pareces ahí sentada
con la burla de la gente sobre ti
y tu pobre dolor apenas comprendido
estás cayendo al abismo de tu asombro

estás cayendo
blanca oscuridad de posible monasterio
derrota de mujer al pie del mito.

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(El Poder de la Palabra) Azorín

" No puede ver el mar la solitaria y melancólica Castilla. Está muy lejos el mar de estas campiñas llanas, rasas, yermas, polvorientas; de estos barrancales pedregosos; de estos terrazgos rojizos, en que los aluviones torrenciales han abierto hondas mellas; mansos alcores y terreros, desde donde se divisa un caminito que va en zigzag hasta un riachuelo. Las auras marinas no llegan hasta esos poblados pardos de casuchas deleznables, que tienen un bosquecillo de chopos junto al ejido. Desde la ventana de este sobrado, en lo alto de la casa, no se ve la extensión azul y vagarosa; se columbra allá en una colina con los cipreses rígidos, negros, a los lados, que destacan sobre el cielo límpido. A esta olmeda que se abre a la salida de la vieja ciudad no llega el rumor rítmico y ronco del oleaje; llega en el silencio de la mañana, en la paz azul del mediodía, el cacareo metálico, largo, de un gallo, el golpear sobre el yunque de una herrería. Estos labriegos secos, de faces polvorientas, cetrinas, no contemplan el mar; ven la llanada de las mieses, miran sin verla la largura monótona de los surcos en los bancales. Estas viejecitas de luto, con sus manos pajizas, sarmentosas, no encienden cuando llega el crepúsculo una luz ante la imagen de una Virgen que vela por los que salen en las barcas; van por las callejas pinas y tortuosas a las novenas, miran al cielo en los días borrascosos y piden, juntando sus manos, no que se aplaquen las olas, sino que las nubes no despidan granizos asoladores."

Comentario (Monóvar, Alicante, 1873 - Madrid, 1967) Escritor español adscrito a la Generación del 98. Sus inicios estuvieron muy marcados por una sensibilidad de carácter anarquista y sus primeros títulos respondían a esa ideología: Notas sociales (1896), Pecuchet demagogo (1898). Durante esos años viajó intensamente por tierras de la meseta castellana, con el propósito de conocer tanto su paisaje como la situación social de sus gentes, que entonces era de extrema miseria. Compartió, junto a R. de Maeztu y P. Baroja, una viva admiración por la obra de Nietzsche, así como doctrinas de carácter revolucionario.En ese momento, su prosa despunta ya con fuerza por una extraordinaria valoración del objeto en sus mínimos detalles, claridad y precisión expositivas, frase breve y riqueza de léxico. Todo ello, en su tiempo, hizo que su obra supusiera una auténtica revolución estética, si se la compara con el grueso de la producción decimonónica.

FuenteBiografías y vidas - Azorín

AZORÍN vs MACHADO [Mi poema]
María Antonieta Flores [Poeta sugerido]

MI POEMA... de medio pelo

 

Ambos dos mis afectos se reparten
habría que decir que hacen un trío,
pues ellos con sus textos hoy comparten,
desde el día en que huí del kindergarten,
las noches del invierno en que hace frío.

Amo la descripción de sus paisajes
-el mismo tren, la misma carbonilla-,
el dolo y la nostalgia que en sus viajes
-posadas, ventas, fondas- sus bagajes,
haciendo van lectura a su cartilla.

Y así sea Azorín que escriba en prosa,
los dos son el anverso y el reverso
que ponen su obsesión en una cosa
plasmada en su experiencia dolorosa
que afecta a su país, que es su universo.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  María Antonieta Flores

rejoneada

padezco bajo las palabras
la astuta vida de los insectos
en las rendijas
y los pájaros buscando rumbo
mientras sucede todo
porque adentro es más exacto
en el corredor de la sangre erecta
me detengo a respirar
tu deseo que me alumbra

auspicioso

buenas hierbas
de olivo el mortero
sal que alimenta mi tierra
coronas que mis manos arman
y alejan los espantos de las puertas
la templanza llega con sus dones
con paciencia se trituran los aromas
mientras oro por ganancia

la parsimonia de mis hombres

sembrados en mis huesos
que a decir horadan
crueles y generosos
de los torpes me aparté
antes de darse ellos cuenta.

La hoyada

un lugar así no te detiene
temblando

pero ha venido esa excitación a tu carne
y la necesidad

de cerrar los ojos
para recordar

cerrarse
para no ver

los cuerpos que se abrazan en sus besos

sabes del ritmo de tu apetencia:
la dura contracción de tu vacío

pero tu instante es breve

pueden asaltarte
una voz se acerca con la mano extendida

la multitud no se apacigua por tu deseo

si tuvieras un rosario
pulirías una de sus cuentas

así lo llevas adentro

es blanco el tejido que te venden
de barato precio
y con prisa

en tus restos de aire
el plomo

insigne la violencia de los pájaros
y un golpe que a tu hombro recuerda

multitud de multitudes

sólo una gota cae
espesa

duelen las membranas

¿detenerte?
te preguntas

sólo buscas de llegar
pasar la llave
soltar los pesos de esta cárcel
desnuda
respirar una mínima seguridad de nada

con un sorbo de agua fría
recoges tus cabellos

atrás el bullicio y la rudeza

el silencio no te llega.

De el señor de la muralla

J) De cómo una dama consciente
entrega sus riquezas y joyas a quien
recorre los campos de guerra
empuñando la aniquilación.

Señor de la Muralla
portadora
alta sobre toda cabeza
imploro un poco de tu fértil riego
Mira este rostro de ágata
promesa de sabias noches
la tolerancia de mis suaves pies
Recíbeme
dame la fuerza
la metamorfosis y la destrucción
Alójame
Hazme engendro de toda noche
Cuervo o ciervo de laderas
Soy cántico de antepasados
un nuevo hechizo
fragmento del cuarzo de los relojes
la de los signos y vientos favorables
el astrolabio
Fela fela
es tu orden
simple promesa del tiempo

O) Se cuenta cómo después de bodas
y celebraciones, la cumplida esposa,
nunca olvidada por el Señor, da el
paso de rigor.

Aguardo
lúcida
el amanecer
Si uno cree en cada palabra
Si se ansió y gozó la tenue caricia de un tirano
Si se debe dejar que el aire escape
vuelta ceniza hasta que la hoguera se detenga
hasta la purificación
si así y sólo de ese modo
uno mira al espejo
agota un traje de lino puro
brazaletes y cadenas en los tobillos
todo suspendido
quieto
rico en sombras
las miradas de mis muertos
aplico una última gota de nardo
sueltos los cabellos
Al fin
dislumbro la claridad
frasco mínimo de veneno
Me ve sucumbir
mi frialdad convulsa
las palabras no dichas ni pensadas
el desorden
mi mano arrastrando las sedas
Su pronta furia
Su desnudez brillante no logra detenerme
Sólo diviso el terror de sus manos.

Cazador

Cazador
este reposo que tanto necesitas
este rigor
la carne almibarada
el olor del deseo descansa sobre este aire florecido
Cazador
este encuentro no habla ni da cuenta de la pasión que conmina
da cuenta de tantas debilidades y desazones
este sentarse cimbreando los deseos
las rodillas que se juntan y se frotan por tu nombre
Cazador
entiendo el desespero
entiendo la sorpresa
los nuevos linderos
la amenaza.

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José Martinez Azorín

Ensayista, novelista, autor de teatro y crítico español, nacido en Monóvar, Alicante. Trabajó activamente en política durante los primeros años de su carrera. Fue uno de los escritores que a comienzos del siglo XX luchó por el renacimiento de la literatura española. Fue el propio Azorín quien bautizó a este grupo con el nombre de Generación del 98, como se le conoce en la actualidad. El tema dominante de sus escritos es la eternidad y la continuidad, simbolizadas en las costumbres ancestrales de los campesinos. Obtuvo el reconocimiento de la crítica por sus ensayos, entre los que destacan El alma castellana (1900), Los pueblos (1904) y Castilla (1912). Se le conoce sobre todo por sus novelas autobiográficas La Voluntad (1902), Antonio Azorín (1903) y Las confesiones de un pequeño filósofo (1904). Azorín introdujo un estilo nuevo y vigoroso en la prosa española. Su obra destaca asimismo por la sagaz crítica literaria que realiza en textos como Los valores literarios (1913) y Al margen de los clásicos (1915). Fue el máximo representante de la Generación del 98, movimiento literario que él definió, conceptualizó y defendió.

Antonio Machado

Poeta y prosista español, perteneciente al movimiento literario conocido como generación del 98. Probablemente sea el poeta de su época que más se lee todavía. Nació en Sevilla y vivió luego en Madrid, donde estudió. En 1893 publicó sus primeros escritos en prosa, mientras que sus primeros poemas aparecieron en 1901. Viajó a París en 1899, ciudad que volvió a visitar en 1902, año en el que conoció a Rubén Darío, del que será gran amigo durante toda su vida. En Madrid, por esas mismas fechas conoció a Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y otros destacados escritores con los que mantuvo una estrecha amistad. Fue catedrático de Francés, y se casó con Leonor Izquierdo, que morirá en 1912. En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia Española de la lengua. Durante los años veinte y treinta escribió teatro en compañía de su hermano, también poeta, Manuel, estrenando varias obras entre las que destacan La Lola se va a los puertos, de 1929, y La duquesa de Benamejí, de 1931. Su primer libro es Soledades, de 1903, unos poemas de carácter modernista, en los que destaca la emoción del momento y el sentido oculto de lo que le rodea. Campos de Castilla, de 1912, supone, aparte de una indagación sobre sí mismo, una consideración poética de un paisaje castellano humanizado de -la España que bosteza- junto con la emoción del amor perdido, y constituye uno de sus libros más conocidos y populares. En 1917 se publicaron Páginas escogidas, y la primera edición de Poesías completas. De esa época queda una importante obra en prosa, de tipo filosófico, Los complementarios, publicada póstumamente, que constituye un conjunto de impresiones, reflexiones acerca de lo cotidiano y esbozos. Nuevas canciones, de 1914, continúa la línea sentenciosa y filosófica donde cada vez destaca más la crítica social, sin que desaparezca la resonancia lírica. Hubo nuevas ediciones de Poesías completas, en 1928 y 1933, con la aparición de dos apócrifos, -Juan de Mairena- y -Abel Martín-, más un tercero que se llama como el poeta, que son autores de los nuevos poemas y de comentarios en prosa. También pertenecen a esta época algunos sugerentes desarrollos poéticos del surrealismo. En 1936, publicó un libro en prosa, Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo, que constituye una colección de ensayos que le presentan como uno de los prosistas menos convencionales del siglo XX. La guerra le impulsó a escribir poemas de tipo circunstancial y político, como ocurre en La guerra, de 1937, que no desdicen de su producción anterior. Cuando estalló la Guerra Civil española estaba en Madrid. Posteriormente se trasladó a Valencia, y Barcelona, y en enero de 1939 se exilió al pueblo francés de Colliure, donde murió en febrero