A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
EL CALLEJERO DE MADRID [Mi poema]
Jorge Humberto Chávez [Poeta sugerido]
MI POEMA... de medio pelo |
Pusieron una calle con su nombre pasando a figurar al callejero, Mas poco eso duró. Que otros vinieron Los hombres, ya se sabe, caprichosos La calle siempre atenta al que a ella escribe El juego de los #políticos de poner y quitar, nada qué hacer? Share on X |
Una muestra de las obsesiones de los políticos por la ideología. Unos ponen placas con nombres a las calles y otros las cambian. Para nada piensan ni les importan las molestias que causan a los ciudadanos.
MI POETA SUGERIDO: Jorge Humberto Chávez
EL POEMA DEL VIAJERO SOLO
Así transcurren estas presencias:
padecientes son las ciudades de noche
tristes hombres y mujeres que aguardan sin proferir palabra
tristes mujeres de metal inmóvil
piedras en el soplar de los instantes vacíos
hay algún hotel de amplios pasillos
en la ciudad de Tijuana en Monterrey en Juárez:
rostros limpios sobre un cristal que brilla
muros que te contienen pulidos maderámenes
aquí estoy entre muertos entre vivos que mueren
indescifrables caras que se esfuman
entre el ruido discreto de los pasos
de la conversación de las bocas que exhalan
Labios solos cuerpos solos duración del deseo
mordedura de marcas amables en la fruta
ojos que ven al otro y lo atan a una solitud sin fin
condena feliz de sólo perdurar para el olor y el tacto
de aquello que nos llama desde un amanecer
deshabitado único temible
cuerpos de bruces en camas que no conoce nadie
densos sueños complejamente comunes
secos sueños como la boca azorada del pez
como la garganta del pez al despertar
perplejo en la ciudad extraña e innombrable
todos viajamos de noche
todos avanzamos en dirección a algo
siempre estás acercándote a un nuevo desenlace
aquí por ejemple entre la gente que ríe
que en silencio fuma se gestan las historias
cruzan las épocas transitan las voces
un destino da vuelta ignorado ante tus ojos
ahora estás aquí
y estas miradas que se posan como dedos de pájaros
esta distensión de los labios en las mujeres que beben
y el rumor de las sedas cruzándose en lo oscuro sobre la piel unánime
buscan decir tu nombre te urgen a permanecer entre nosotros
Sale el sol:
hay la certeza del mismo amanecer en todas las ciudades
pero todo sucede ajenamente no pasa
quiero decir que la vida ocurre en otra parte
que es otro el que despierta del sueño a la tibieza
delineando el contorno de la pasión dormida
pero aquí el cuerpo duele y el aliento se rompe
y en sus nevadas manos la calle nos conduce
dentro de si amorosa al centro en que gravita
este mirar
Y aquí aquí aquí aquí
sordamente buscando las claves necesarias
ves que el amor atraca en la mesa contigua
en la alcoba y las manos que no están a tu alcance
ella se levanta y se irá y ha resuelto no volver su rostro
Y ahora responde
si pudiste acercar tu cansancio a la vera del vértigo en las aguas
si te atreviste a meter tu cuerpo en la corriente
en el esperado paso
si fue tu ataque a la resignación certero en la alta espiga de su fronda
si hubo de ti un asalto contra la paz y el miedo
si te negaste al fuego y al abismo
si te negaste a la consumación
si fuiste cobarde ante el reclamo de tu sexo
Oigo arribar el tiempo del retorno
los caminos avanzan y hay horarios
que se cumplen dolorosamente
hay un deslizarse sin fin hacia otro instante
hay un vacío a punto de colmarse y cesar
Yo avanzo también yo levanto mis ojos:
respira el mundo un aire fresco inédito
otro paraje se abre a la revelación
la ciudad quedó atrás.
TAMPICO
No sé qué intentaba
al reunir una palabra con la otra, quizá
significar la vida de lo otro, de los otros
como si fuera importante. O viajar
al fondo de su espejo, pero
jamás tendrá sentido crear sentido,
del nadie al ninguno canta el ave, construir
y decaer es tarea de todos, y con el placer
los llantos son llevados al acorde: es el mundo.
Canta sus idiomas de agua el océano,
gime sus dolores de aire el aire,
y a la poesía la ves
no entiendo qué buscaba al juntar
una palabra con las otras: resignar, resignarse,
pero la música del mundo simplemente sonaba
y nunca nada nos dijo
y también creo que nada nos quería decir.
Final
Canta la ciudad su negro color
y en su hueco grande y hondo se escucha sólo el rumor de la palabra
la vida en su disolución y del amor la pústula
se guardan en la poesía como basuras
La poesía es la tumba de todo
La poesía es el cadáver de la vida que algunos pasan cargando ante tu puerta.
Esto es lo que hay ahora
Hay negros boquerones de crimen en el aire.
Hay una sal tatuada.
Hay una tempestad adentro de un anillo.
Hay un cantar que rueda como una roca de agua.
Hay un atardecer soleando sobre un auto.
Hay un grillo que escribe la palabra paz en el abierto libro de la noche.
Hace mucho, recuerdo, vi un tren de luz pasando por el centro de una nuez.
2006
En el año 2006 mi padre adelgazó tanto
que pudimos meter su cuerpo en una caja
de 1.70 por .65m
yo mismo empecé a perder humanidad
con el demonio muy adentro
86 kilos en febrero 69 en julio
En el 2006 el amor adelgazó tanto
que apenas una brisa lo podía cruzar
al otro lado de la línea fronteriza
En el año 2006 mi país empezó a adelgazar
la calle y la noche más flacas cada vez
la ciudad crecida de cadáveres.
BIOGRAFÍA DE ROXY ZAMGAL
Nació en 1981 en uno de los fines del mundo oh sí
no conoció a su padre porque una troca lo segó como a una hierba
su madre la encargó con los vecinos de enfrente por diez años
fue una larga niña en el tiempo esperando ser mirada oh sí
sus pechos se negaban a crecer y su voz infantil permanecía
no tenía destino sólo un presente indefinido no tenía prisa
de un fin del mundo a otro su cuerpo empezó a extenderse oh sí
parajes secos de Monclova tristes cantinas de Ciudad Acuña
obstinadas raíces revolcándose en la tierra en Ciudad Juárez
estaba de pie mirándome en medio de un aparcamiento oh sí
yo me acerqué y le dije no tiene remedio debes venir conmigo
el presente era difuso y no había un para qué al iniciar la noche
ella me miraba de pie en el centro de un aparcamiento oh sí.
LABERINTO
Esa noche el poeta víctor
bebía un daikirí atento a la voz de su mujer
mi esposa intentaba bailar creo una rumba
frente a los tres músicos que amenizaban el bar
entonces descubrí a ernesto hemingway
servándome claramente ahí
nada bueno que ernie te esté mirando sin disimulo
de pronto estaba junto a mí y dijo: siento
la frialdad del cañón en el hueso de mi frente
y la rememoración de la escopeta entre los ojos
hurgando en el dolor desnuda como un hielo.