A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
LA AÑORANZA NO HACE DAÑO [Mi poema]
Jesús Ge [Poeta sugerido]
MI POEMA... de medio pelo |
Yo sé que no estoy loco así disfrute Que así que quede lejos yo aun añoro Pues guardo en el cajón de ese recuerdo, Quisiera descubrir que hoy no sé nada |
MI POETA SUGERIDO: Jesús Ge
A
sentada en el vallado
maizal de noche
-cigarros, esputos-
termina la jornada
se olvida de llorar
no recuerda ya la herida
Abre todas las ventanas.
Que se derramen sobre tu pelo
los claros del mediodía
de piedra
que se vuelen
que corran ya los gestos
las torceduras
aúllan aún en las esquinas
que se incendien a la vez
los pozos y la congoja
el cristal cristal y los quebrantos
que gobierne el tornado
pausado
de la voz de una madre
que salgan ya a la plaza
Que jueguen los niños
en el agujerito
de un desierto en el mapa.
VIENTO
Levanta
selvas revueltas
de arena, nubes violentas.
Mueve las ramas
como si quisiera
desquiciar la savia y los floemas.
Los oídos de la princesa
zumban como el pordiosero.
No se calma la locura
dentro del hueco de las cabezas.
Agita el bosque.
Viento de la derrota.
De ‘Pero no el camino’
Se escapa
de los bolsillos
de la urgencia
________________ la risa
Les sorprende
inesperada
cuando se apaga la hoguera.
PATÉTICOS ESTOS POLÍTICOS
Patéticos estos políticos
Patéticos estos políticos
Patéticos estos políticos
Son tan patéticos
estos políticos
siempre mintiéndonos
nunca verídicos
gritan melódicos
falsas encíclicas
y aprueban códigos
deontológicos,
suben los déficits,
matan los ídolos.
Maquillan pálidos
todos los cálculos
y dejan límpidos
nuestros depósitos.
Es todo un clásico
gastar lo público
en faraónicas
obras inútiles
mientras, impávidos,
los pobres cívicos
pierden los créditos,
sus habitáculos,
rompen sus máquinas
y sus teléfonos.
Son tan patéticos
estos políticos
siempre mintiéndonos
nunca verídicos.
Llega el ejército
de los histéricos,
siembran el pánico
con guerras trágicas,
antisemíticas,
musulmanófobas.
Resuelven rápido
todas sus diásporas,
llenan de tóxicos
los campos fértiles.
Vierten sus cánceres
en los escrúpulos
de gente ética.
Son anacrónicos,
pizca de estúpidos,
quieren ser líderes
ultramediáticos.
Vejan los púlpitos,
tan programáticos,
llenan sus pláticas
de burdas trápalas.
Hablan de pérdidas
socioeconómicas
y visten rígidos
trajes “gurtélicos”.
Son tan patéticos
estos políticos
siempre mintiéndonos
nunca verídicos.
Jorge Aulicino
Un poeta griego huye de Londres
Como a los ingleses,
me gustaban los viejos perfumes,
los empapelados y la ropa usada,
pero mi jardín interior decadente
se deshojó cuando las escuadras
clavaron sus bombas en los barrios
obreros y en Holland Park.
Desde las colinas vi la niebla oscura
pegada a las ondas del Támesis,
a los canales y a los setos.
Me dije:
¿cómo la especie logra ensamblar
la pesadilla en lo concreto?
¿Cómo es que ama las trompas
de los bombarderos, las bombas,
lo mismo que la cereza material,
la pelambre del ganado caprino,
la canaleta oxidada,
el musgo de la Navidad?
El poeta extranjero ensaya el idioma local
para hablar de su maestra
Tú, que me diste el regocijo
de mis últimas horas en torno
al antiguo río de muselina,
que me amaste como a un vencejo
cuando vuela en picada hacia la
campiña de Macedonia,
esto es, no vuela,
sino que cae
irremediablemente,
pues su pequeño cuerpo que resiste
mil atmósferas
se estrellará en una piedra,
en el capó de un auto alemán
o en la superficie de un charco,
de pronto tenso y de acero
como una cuerda de piano.