A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
LA VIDA DE SOSLAYO [Mi poema]
Isabel de Vega [Poeta sugerido]
MI POEMA... de medio pelo |
Pensé tomar la vida de soslayo No la quise tocar pues me quemaba, Y fue así que anduve divagando, Y ahora que la edad me viene dando |
MI POETA SUGERIDO: Isabel de Vega
Soneto de D. Y.d. v. a esta copla
Si muero por servirte estando ausente
ablanda tu dureza matadora
y aquella pertinaçia que en ti mora
cuando vivo me tienes y presente.
Dexa torcer el braço tan valiente
con que me derrocaste en sola un ora
y venza la razón en ti, señora,
al desamor que reina ynjustamente.
Después de muerto yo y tú arrepentida
si a la razón quisieres sujetarte
ternás dolor por ser desconocida.
Mas yo, que viviré siempre en amarte,
quando el pesar te tenga y entristezida
huyr desearé por consolarte.
Soneto de Y. D. V.
Deçidme los leales amadores
que buscáis en amor contentamiento
si por ventura os toman por descuento
los males que sufrís y los dolores.
Que está corto conmigo en dar favores
quanto largo en matar y dar tormento
líbrame una esperança allá en el viento
y a trueco de un placer da mil temores.
Mal aya quien le vusca y quien le sigue,
mal aya quien se çeva de sus vienes
pues salen a los ojos de contino.
Al más firme amador más le persigue:
pues sea el necio amante fino
y un noble pecho no sufra desdenes.
Soneto de la mesma
Mi sentimiento está tan ocupado
en contemplar el bien que en mi alma mora
que no escucha ni entiende, mi señora,
de los agenos males el traslado.
Y tan contento en tan felize estado
está mi corazón con lo que adora
que no puede creer que sola un ora
a nadie tenga amor tan enojado
Que amor al gusto da desabrimiento
no más de por provar nuestra paçiençia
y quien mejor merezca sus favores.
Después conforme a nuestro sufrimiento
usando con nosotros de clemençia
alívianos la pena y los dolores.
Otro de la mesma
Dizen que es muy cruel yniqüa y dura
la ley, que en general no comprehende,
mas no lo haze amor, que si se enciende
es más que pestilencia su locura.
Pues ved mi triste suerte y mi ventura
que siendo de los que este crudo offende
no alcança a mí la ley que los defiende
amando más que amó jamás criatura.
Razón y amor en esto están a una
y dizen que según lo que merezco
me contente con ser de vos amado.
Mas que notando bien lo que padesco
en todo el mundo ay cosa sino una
que es vuestro amor con que este sea pagado.
Canción con Glosa
Tanto puede la afición
cuando con fe perservera,
que donde premio no espera
de allí saca galardón.
GLOSA
De una herida mortal
que sólo amor pudo dalla
quedó mi sentido tal,
que ni vive con el mal
ni bien con el bien se halla,
y cuando más sin remedio,
más contento en su pasión,
entonces de compasión
el mismo amor le dio medio;
tanto puede la afición.
Tanto puede la afición
que en justo lugar se emplea,
que con muy justa razón
palma sin contradicción
llevará el que así pelea;
mas guárdese de mudanza
el que tal victoria espera;
susténtese en su esperanza;
que cualquiera bien se alcanza,
cuando con fe persevera.
Cuando con fe persevera
el que en bien amar se gasta,
finge contento aunque muera,
y al fin hace de manera
que poco favor le basta,
y es tan acepto este amar,
que aunque sin pena pudiera,
quiere mucho más penar
que tal victoria alcanzar
donde premio no se espera.
Donde premio no se espera
de los servicios y amor,
un corazón de una fiera
no pienso que resistiera
el sentimiento y dolor;
mas no desmaye el penado
ni le venza la pasión,
que si tal es el cuidado,
de sólo haber bien amado
de allí saca galardón.
Glosa de la misma a este villancico
Nunca más vean mis ojos
cosas que le den placer
hasta tornaros á ver.
Si pudiese con la vida
recobrarse el bien perdido,
yo la doy por bien perdida,
que el morir no es á medida
del dolor que he padecido;
y pues veros apartar
fué causa de mis enojos,
pues no queda que mirar
ni lágrimas que llorar,
nunca más vean mis ojos.
¿Qué puedo ya ver, señora,
habiéndote visto en mí?
que el que te vido y te adora
no puede vivir un hora
más que cuando vive en ti;
mas pues que con mis gemidos
no puedo ya detener,
no se acabe el padecer,
ni suenen á mis oídos
cosas que les den placer.
Cuando me atormenta amor
con temor, ausencia y muerte,
tengo yo por buena suerte
vivir con tanto dolor
á trueque de esperar verte;
pero porque de sufrir
no se canse el padecer,
finge mi mal un placer
qu’es imposible sentir
hasta tornaros a ver.