A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

GLORIA FUERTES

GLORIA FUERTES

Inicio » Archivo de GLORIA FUERTES

LA INÚTIL VUELTA AL PASADO [Mi poema]
José María Romero Martínez [Poeta sugerido]

MI POEMA ...de medio pelo

 

Dicen que fue ayer, no lo recuerdo,
tampoco si es verdad que sucediera,
no quiero sospechar que no estoy cuerdo,
que en hechos del ayer hoy ya me pierdo
ni reo, en cobardía me perdiera.

Ni siquiera hoy ya sé si la memoria
debiera bucearse en el pasado
¿a qué sirve volver atrás la historia?
Si uno el signo ha de hacer de la victoria
mientras otro de escoria renegado.

Cada cual va arrimando a su sardina
las ascuas y explicará los hechos.
A más lejanos son, más se adivina,
se corre o se descorre esa cortina
dejando socorridos o maltrechos.

Que la historia, manida, es argumento
de las filias y fobias del que escribe
que finge es la verdad, como en un cuento
donde se echa a volar al pensamiento
y asido a sus renglones sobrevive.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  José María Romero Martínez

A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD

Desde esta noble tierra de la Gracia
donde reluce el agua del gran río
bajo la paz de los olivos verdes,
elevemos a Dios una plegaria
por que concluya pronto esta tragedia
que ha destrozado el corazón de Europa.

A LA REINA DE LOS JUEGOS FLORALES

«Señora, que sois rosa y sois lucero
y en la Ciudad gloriosa de la Gracia
sois entre todas las mujeres reina;
pedid a Dios que para siempre acabe
este triste reinado de la Muerte.
Que al inundarse vuestros claros ojos
con el trémulo brillo de las lágrimas,
el corazón airado de los hombres
se llenará de nobles pensamientos;
y volverá de nuevo a ser el mundo
aquel reino de buenas voluntades
que anunciaron los coros del Empíreo
en el milagro de la Noche-Buena»

LAMENTACIONES

Han talado los árboles del bosque;
arrasaron las mieses coronadas
con el rubio esplendor de las espigas;
encendieron el agua de los ríos
con el tono siniestro de la sangre;
en la noche, con trágicos incendios
ocultaron la luz de las estrellas,
y entre roncos lamentos de agonía
una gloriosa juventud fecunda
ha descendido al polvo de la muerte.

INVOCACIÓN A LA PAZ

¡Oh fruto del divino Paracleto!
ven a apagar el fuego que ha encendido
en el alma del hombre la locura.
Hermana del amor y la armonía,
que renazca la dicha en el espíritu
y el corazón airado ame de nuevo
las serenas palabras fraternales;
que tu ramo de oliva dulcifique
esta inquietud mortal de la discordia
y que triunfe en el alma el pensamiento
de que todos los hombres son hermanos.

EVOCACION DE LA DICHA PERDIDA

En el valle florido parecía
la blancura de nieve de la aldea
un plumaje de cándidas palomas.
¡Oh los días de fiesta, por la tarde!
Pasaban por las calles las muchachas
coronados de flores sus cabellos
y llevando en sus ojos luminosos
el corazón radiante de ventura.
Bajo el beso del sol, en primavera,
los ancianos humildes recordaban
el vigor de sus años juveniles,
y mirando las fértiles campiñas
pensaban en los báquicos lagares
cuando en el suelo vierten sus topacios
los racimos maduros de las vides.
El Angelus rasgaba el rojo cielo;
al són de las campanas vesperales
los hombres regresaban del trabajo
buscando calma en el hogar tranquilo,
y erraba por el aire el eco alegre
de una dulce canción, donde latía
el corazón ingenuo de la infancia.

CARTA A ROGELIO BUENDÍA (Fragmento)

Rogelio, esta mañana de otoño he deseado
recordar las mañanas del otoño pasado
cuando fuimos, glosando una misma harmonía
con el ritmo y la luz de nuestra poesías
por este luminoso parque primaveral
donde nunca se pone amarillo el rosal

Todo el pasado - Gloria Fuertes

Todo el pasado se quiere apoderar de mí
y yo me quiero apoderar del futuro,
me dislocan la cabeza para que mire atrás
y yo quiero mirar adelante.

No me asustan la soledad y el silencio,
son los lugares preferidos de Dios
para manifestarse.

Mi eterna gratitud a los que me quieren,
siempre les recordaré a la hora del sol.

No puedo detenerme,
perdonad, tengo prisa,
soy un río de fuerza, si me detengo
moriré ahogada en mi propio remanso.

NIÑO, NI SE VE NI SE TOCA [Mi poema]
Belisario Porras [Poeta sugerido]

MI POEMA... de medio pelo

 

A todos cuando niños nos dijeron
mira bien qué es lo que haces, que está mal,
deberías presentarte al natural,
siguiendo los consejos que te dieron,
que fueras un buen chico y muy formal.

Que sabiondo no parezcas, ni holgazán,
y aun menos cual Vicente un repelente,
recuerda que es preciso que la gente
-que al suelo no se tira, coge el pan-
no tiene qué comer si es indigente.

No seas acusica ni repipi,
y tampoco un estirado ni empollón,
ni ese niño beato y resultón,
excusa que el beber pone piripi,
no seas como Pepe del montón.

No digas palabrotas, no se pega,
que todo aquí se ve mas no se toca,
no hagas ruido, no grites que sofoca,
a un señor di de usted, nunca colega,
si masticas, favor, no abras la boca.

No pises en los charcos que te ensucias,
sé ordenado, deja ya de preguntar,
si comes nunca debes de cantar,
¿fechorías? no vengas con argucias,
que el dedo en la nariz has de sacar.

Recuerda, lo decimos por tu bien,
se trata de mostrar que te queremos.
Fuimos niños, nosotros fuimos buenos,
pues debimos tragárnoslo también
y aún así comportarnos no sabemos.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Belisario Porras

El Desengaño

Caminaba en la senda de la vida,
al despertar, y de esperanzas llena,
audaz el Alma en la eternal faena,
buscando el Bien en la extensión perdida.

Más al seguir el rumbo dilatado,
el silbo de las penas poderoso
la arrastraba iracundo al engañoso
sendero do los vicios han vagado.

Allí, de todo matorral cercano
sentía ardiente la acerada espina;
y allá del monte densa la neblina
el paso la cerraba sobrehumano!

Ora la negra noche asaz impía,
con los temores que su manto lleva,
en mil congojas que el error renueva,
al Alma infortunada sumergía;

Ora el rugir de tempestad lejana,
la misma soledad del bosque umbroso
las horas inquietaban y el reposo
a la viajera excelsa soberana!
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Viajaba así, viajaba perseguida
sin encontrar las formas de su anhelo;
allá, rasgando de la sombra el velo,
cayendo aquí, por el dolor herida!

Empero al sucumbir a tanto daño
omnipotente JOVE a su criatura
el grito al escuchar de la amargura
le dio por compañero al Desengaño.

Entonces ¡Oh Virtud! Virtud deseada
te vio lucir gallarda el Alma ansiosa
a través de una lágrima ardorosa
que de sus ojos ¡ay! brotó callada…

Que el Desengaño ¡Juez de la Conciencia!
enseña misterioso al peregrino
de la Virtud el eternal camino
trazado por la augusta Providencia!

Favio

En estos campos del Istmo que circundan
colinas verdes que del llano brotan
y los cimientos en que bellos flotan
los lirios rojos que en el valle abundan;
Aún toca Pan la flauta seductora,
los mitos y ficciones evocando.
El eco infeliz la voces remedando
Encanta al pueblo que la ciencia ignora.
Y aquí no lejos Favio! de este muro
de las Nereidas en la mar cercana
aún se oye el canto melodioso y puro
que en dulces ritmos de la gruta emana
que su furor detiene el alto muro.
Allí en las fuentes mansas admiradas
que llevan su caudal al mar lejano
oigo a Nereidas y Ninfas jugueteando
levantando en los cauces de la espuma
sus blancos copos transformados en bruma
y escucho la candencia de aguas cristalinas
dó tu imagen, Oh!, Favio se refleja y se empina
al mágico clamor que en soledad me abruma…

El Nuevo Rosal

En la mañana de un abril florido,
al asomar del sol los resplandores,
una tras otra deshojar las flores
te vi gozosa del rosal querido.

Las hojas antes bellas, marchitadas,
envueltas por el aire en torbellino,
rodaron al recodo del camino
y en polvo allí quedaron sepultadas…

Llegó la noche. Al extender su manto,
la lluvia de los cielos regalada,
a la tierra del huerto afortunada,
cayó propicia, cual copioso llanto.

Y al fecundar el suelo del camino,
donde las hojas fueron sepultadas,
de aquellas lindas flores arrancadas
nuevo un rosal apareció divino.

Que nunca la semilla misteriosa
muere en la flor que deshojada fuere.
Cual la virtud proscrita, nunca muere,
y brota en nueva planta prodigiosa.

Sin un amigo

A Montesinos

Ha tiempo que vago sollozando
en pos de una ilusión,
buscando un ser que sepa consolarme,
con quien poder a solas desahogarme
y abrirle el corazón.

¡Y irá lento, después apresurado
ya alcanzo mi ilusión!

Y como aquel que corre al horizonte,
creyendo unido el cielo con el monte,
os sirvo de irrisión!

Y incansable prosigo tras mi dicha
y avanzo con ardor.

Ya la distingo… Vedla, ya me espera…
y engañosa, cual sombra pasajera,
Me deja en el dolor.

Y de tanto buscar, al fin encuentro
que es loca mi ambición;
que en este mundo de olas y vaivenes,
de amigos, ¡ay!, el hombre solo tiene
su propio corazón.

La Adultera

Tienes como Luzbel, formas tan bellas,
que el hombre olvida, al verte enamorado
que son tus ojos negros dos estrellas,
veladas por las sombras del pecado.

Y no turbes hipócrita, el reposo
del pobre hogar que con tu falta escudas,
porque a besar te atreves al esposo
como besaba a Jesucristo Judas.

¡Y aún sus flores te dan las primaveras,
y ya tienes el alma envilecida!
Ya llegarás a ver aunque no quieras
el horizonte obscuro de tu vida.

Desdeñas los sagrados embelesos
del casto hogar, de la mujer honrada
y audaz ostentas al vender tus besos,
las llamas del infierno en tu mirada.

Manchas el suelo que tu planta pisa,
tú manchas lo que tocas con tu mano;
Te dio Lucrecia Borgia su sonrisa
y Mesalina su perfil romano.

Brota el deleite de tus labios rojos,
se aparta la virtud de tu presencia
porque negros, más negros que tus ojos
tienes mujer, el alma y la conciencia.

Rosas de abril parecen tus mejillas,
mármol de Paros tu ondulante seno;
más ¡ay! que tan excelsas maravillas
son de barro no más, no más de cieno.

Reina del alma, tienes por diadema
la infancia que con nada se redime
¿El pudor?. Es un ascua que te quema.
¿El deber?. Es un yugo que te oprime.

Tienen las gracias con que al mundo halagas
precio vil en mercados repugnantes,
y te envaneces de cubrir tus llagas
¡con sedas recamadas de brillantes!

En este siglo en que el honor campea,
no te ha de perdonar ni el vulgo necio,
Hieren más que las piedras de Judea
los dardos de la burla y el desprecio.

Mañana, enferma, pobre, abandonada,
de la mundana compasión prescrita,
el honor, cuando mueras humillada,
sobre tu tumba escribirán: ¡MALDITA!

Mosca y mosquito - Gloria Fuertes

Soy una mosca,
me quiero casar
con un mosquito
que sepa volar.

—Soy un mosquito,
me quiero casar
con una mosca
que sepa bailar.

—Soy una mosca
que sabe bailar,
y el violín también sé tocar.

—Ti—ri—ri—rí,

ti—ri—ri—rá;
con mis patitas
yo llevo el compás.

—Soy un mosquito,

ti—ti—ri—rí;
a nadie pico,
y vivo feliz.

Comentario:Sobre mi........ Nací en Las Palmas de Gran Canaria, capital de una isla redondita hermana de otras seis bañadas por el Atlántico. He dado un montón de veces la vuelta al sol subida en un planeta azul bellísimo e inmenso del que tan solo he visto una ínfima parte, Poseo un milagro de 70 latidos por minuto y en la cabeza un universo de infinitas sinápticas estrellas que me permiten ver las que salpican el universo cada noche. Vivo vestida de piel para cubrir un alma que me ha acompañado desde el principio de los tiempos. Respiro y huelo la fragancia de la vida y me nutro de su esencia. Oigo y escucho las voces de los niños, de la gente, la música, saboreo cada segundo que me alimenta y me emocionan todas las miradas que me encuentro en este maravilloso viaje que construyo a cada instante. Cuando vuelva a mi otra casa me llevaré una mochila llena de cosas buenas, ya tengo 188 estaciones,17155 puestas y salidas de sol, las pupilas llenas de miradas, sonrisas, belleza. Se me han llenado los labios llenos besos, la piel de caricias, mi cuerpo de abrazos grandes y chiquitos, las orejas llenas de palabras, de susurros. En un bolsillo también me llevo mis lágrimas, mi dolor, mi tristeza, mi soledad, mi frío, lo amargo, lo áspero, lo estridente porque también me ayudarnos a ser la que hoy está escribiendo que la vida es bella,inmensamente bella, muy bella.

LO NUNCA VISTO [Mi poema]
Liliana Bellone [Poeta sugerido]

MI POEMA...de medio pelo

 

Aunque no lo creáis tengo una fuente
que echa un fluído de blanco virginal.
En verdad, no es una fuente muy normal,
así sea se pare de repente
o aumente su caudal.

Lo que hace diferente a esta chulada
es que el agua no expulsa, que echa leche
y es que más que una fuente es la releche
que la da ¡qué pasada! azucarada
¡qué gusto, que aproveche!

Si la insisto me suelta chocolate,
pues de vaca la leche es merengada
¡ay por dios, oh Jesús qué disparate!
que alguien traiga y me cure este dislate
tiritas y pomada.

Y es que, amigos así me lo han contao
y a escribirlo aquí hoy no me resisto,
que un chiquillo hasta el caño se ha acercao
le ha pedido y le ha echado Colacao
¡esto es lo nunca visto!.
©donaciano bueno

A todos aquellos, y en general a los que se auto-titulan de progresistas, capaces de asimilar sin rechistar cualquier tradición que llegue de fuera e incapaces de respetar las nuestras, en nombre mío y el de mis nietos, aquí les digo, no nos robéis la inocencia, los reyes magos de Oriente son tres, Melchor, Gaspar y Baltasar, y no son reinas, al menos así a mi me lo contaron, de niño lo disfruté y aún hoy a mis setenta y seis años así lo sigo creyendo.

MI POETA SUGERIDO:  Liliana Bellone

LA COSTURA DE HORTENSIA

Cose Hortensia
En la galería con geranios cose y recuerda la tarde
Cuando la llevaron a visitar a su abuela
Una tarde con geranios
Y la abuela cosía con hilos
De colores una alfombra rara
Para volar
En esos años las tardes
Y los días eran largos muy largos
Hortensia cose con hilos blancos
Los volados de su blusa de organdí
Han caído al piso cintas
Puntillas y dedales

Vienen desde el túnel del tiempo
Su tía
Y su bisabuela
Perfumadas
En un coche tirado
Por caballos negros
Un coche extraño que ella veía en un corredor
Donde había otros coches
Pomposos
Porque eran tiempos
De pompa
Y había que inclinarse
Como lo hacía la abuela
Con su sonrisa blanca
Y sus manos como husos
Que cosía y cosía
Junto a Carmen que cosía y bordaba
Con hilos celestes como si fuesen
Hilos de luna
El verano me ha traído un recuerdo
Piensa Hortensia
Pero también
El olor de la tierra mojada
En febrero
Las manos de Crisóstomo
Sobre mis dedos
Que jugaban un anochecer
Crisóstomo
Voy ahora casi azul
Con mis venas de nada
A tu encuentro
Sobre un horizonte de capullos
Pierdo pie y caigo
A la laguna
Donde bogan patos salvajes
¿De dónde llega
Este olor
A tierra mojada?
Hace mucho calor hortensia
En febrero
Hay truenos
El jazmín atribula el aire
Duérmete
Liliana.

JACULATORIAS

Te encontré
Aquella tarde dorada del otoño
Y desde aquella tarde
Todas las tardes
En tu celda
Amada
Jardín cerrado
Dijiste
Y tu voz me enseñó la poesía
Definitiva
De la luz
Encienden las velas
Atardece
Ahora la luz todo lo invade
¿Oyes las plegarias?
Estamos acá aguardándote

PASA EL TIEMPO

I
Qué maravilla: pasa el tiempo
En esa época tu padre era tan joven
Ahora tú eres el que parte a la guerra
Tu pelo de noche
Tus ojos de noche
Y vas a la guerra
Calzas tus sandalias
Tu espada y tu armadura
Te miro desde el lago de mis ojos
Donde cada mañana me sumerjo
Con mis amigas
Y juego a ser garza
Libélula
Cigüeña enamorada
De otra ave zancuda
O de un ser extraño
Y velloso
Como un paquidermo
Con colmillos
Y soy Lina y Cloris
Silvia
A veces Cloe
Y pongo azúcar
En la mano del amante
De Doris
¿Oyes Melibeo?
II
Piso la losa
Que pisaste
Abuela
Pequeña heroína
Del siglo XIV
En aquel ignoto lugar
De los Alpes
Allí viví
En edades de hielo
Y en edades de violetas
Mientras mis descendientes
Caminaban por las galerías
Y sonaban los clarines
Convocando a la guerra.

LO NUMINOSO

I
Es la tarde y el otoño entra en la catedral
Repite hermana tu rosario
Que rezaban los abuelos
Y tu madre en tardes tristes
Nonas
Repite las letanías hija
Como tu madre
Y tu abuela

II
Suena el órgano
Sube a los cielos
Jesús resucitado
Llama a sus apóstoles
Subió a los cielos
E n una nube
Y nadie más lo vio
Pero vendrá de nuevo
De la misma manera
Y repetiremos
Las tardes
Las tardes

ASTILLAS DE LUZ

I
1
Vejez
Te adueñaste de su cuerpo
Compañera inexpugnable
En otro tiempo he de encontrarte
Y he de agradecerte
Lo que hiciste por él
Por nosotros
Por ti
Por ella
Vaciaste sus células
Y sus cabellos
2
Lo había encontrado
Detrás de una columna
En un templo
Porque él volvía de la guerra
Se hallaron a través de los siglos
3
Ninfa total
Vejez
Toma mi cuerpo
Llévame a la luz
II
1
Mientras en un recodo
Cortado entre la osa mayor
Y los gemelos
Eres el primer
Pastor
Y te acuestas con el sol
Entre tus mieses
Y tus cabras
Hace frío afuera
¿Oyes el viento?
2
Miro las flores
Que crecen sobre la escarcha
Mira a los niños que crecen
Mira el día
Y la noche
Luna mía
Estrella delfín rosa
De mar anémona libro
Llave nube
Duérmete sobe mi hombro
Otra vez
3
Labraba la tierra
Sus frutos para entregárselos
A Dios
Su frente se inclinó
Sobre el hombro desnudo
4
En otro rincón del tiempo
Entre el centauro y el can celeste
Creces entre las ninfas
Todo quedará en ti: tu alma
Tu cayado
Tu trigo tu pan tu rosa
Tus ovejas tu cuerpo tu mano
Te habrás salvado
Y yo seguiré
Escribiendo
Sobre tu cuerpo
En el refugio de la Rosa Eterna
Marzo, 2010

Y ENTONCES

Y entonces repetí la dulzura
Del verano las noches del verano
El recuerdo de las noches
Del verano y el relicario de María del Huerto
De Carmela
Entonces repetí
Repetí el bálsamo
Del aire el verano
Repetí el trino de los pájaros
Los grillos
En este recodo de tiempo madre
Van quedando los días
El hálito que respiramos
La porción de nada
La porción de rosa
El chianti que gustaba a mi padre
Sus sueños
El verano
Siempre el verano
Las estrellas
La barca de las estrellas
Las caminatas bordeadas
Por el trébol del verano
Las tormentas de verano
El recuerdo
Las sombras
Luego vendrá la noche helada
Y me disolveré en el viento.

Gloria Fuertes

Chiste en verso

El cocinero Fernando,
pasaba el día pensando
-sin pensar en lo que hacía
se le olvida echar la sal,
nunca pela las patatas
y le sale el guiso mal.
La paella sin arroz.
(¡Qué atroz!)
Lo peor fue el otro día…
Encerrado en la cocina,
peló viva a una gallina
y en el horno la metió…
(Pasó un rato…)
Y la gallina gritó temblando:
– Fernando, Fernando,
o enciendes el horno
o me pones las plumas.
¡Que me estoy helando!

ECHAR LA VISTA ATRÁS [Mi poema]
Matilde Bianchi [Poeta sugerido]

MI POEMA... de medio pelo

 

Echar la vista atrás, vuelta al inicio,
creer que en el nacer está el vivir,
soñar, eso es lanzarse al precipicio,
llorar, por qué llorar, por qué sufrir.

Vivir, vivir, vivir, siempre vivir,
penar, a qué penar, fuera el suplicio,
sentir llega el final y presentir
de nada sirven fuegos de artificio.

Dolor, nombrando a dios y resistir,
pensar no existe el drama ni el dolor,
hacer la vista gorda, ir y venir
asiéndose a ese clavo que es amor.

Luchar y así la gloria conseguir
y en fragor de la lucha en alta mar
no encontrar una ayuda a que acudir
y acabar naufragando en el dudar.

Temor, a ir a destiempo y fracasar
hundiéndose en el fango y no subir
al templo del deseo, hasta su altar,
nacer, crecer, vivir, y al fin morir.
©donaciano bueno

Mirar hacia el pasado es algo natural, aunque únicamente sirva de consuelo. Algo es algo.

Todo el pasado se quiere apoderar de mí
y yo me quiero apoderar del futuro,
me dislocan la cabeza para que mire atrás
y yo quiero mirar adelante.
(Gloria Fuertes)

MI POETA SUGERIDO:  Matilde Bianchi

Fábula

Las piedras preciosas escaparon
de la vidriera
y del remate al mejor postor
Aparecieron rodando
en un curioso baile de disfraz.

Aquel muchacho
sentado en la esquina del salón
no pudo resistir el brillo
y se puso la mano en la visera.

«Yo soy la amada eterna»
dijo la turquesa
cubierta de celestes plumas degradée.

La Turquesa se arregló el peinado:
dijo, adiós, adiós,
vio una magnolia
y se fue por las ramas.

«Soy la princesa escapada del mapa»
(Habló la rutilante esmeralda)
«Llegará el momento
que la bella durmiente me despierte
yo bella y ella bella,
beldad y bondad de suave verde,
luz verde como el mago
de la luz de jade.

El muchacho escuchó sobresaltado:

Monsieur Rubí
cantaba una canción.
Se abrió el chaleco
mostró su corazón
a pecho abierto.
La sangre se derramó
sobre la palma de su mano,
en medio de la línea de fuego.
Monsieur Rubí anunció:
«Púrpura, carmín y vermellón
será el regalo
para los que no amaron ni odiaron
porque el hombre
debe amar
y odiar al mismo tiempo.
Quién conoce el límite,
la gratificación
del amor o del odio».
«Yo soy el topacio de capa dorada»
se presentó esta piedra,
entusiasmada
entre fulgores
y fuegos fatuos.
«Quiero seguir al sol
devanando el oro
que cagó el moro»
«Soy la severidad»
dijo con voz ronca el azabache.
Vengo de la caverna:
ahogados terciopelos
me traen y me llevan.
El antifaz esconde mis ojos
y mis labios negros.
Resalto el brillo
donde menos se espera:
el hombre se marea
en la negra noche del alma,
en la confusión de los carbones.

Las negras naves
deben cruzar los cielos y los mares.
Negra es la severidad
y negra será la sentencia»
Me llamo Diamante o Brillante
para servir al Gigante.
Yo vivo,
agregó pavoneándose,
en los cintillos
de los enamorados.
El amor gasta su honrada moneda
en tocas de ilusión.
Déjenme correr
tras la vaga esperanza
que se derrumba
cuando la pobre vieja
en la subasta
empeña el anillito
Luego volverá la esperanza
en otra mano
con el mismo brillo.

El muchacho, cansado,
olvidó la fiesta y el salón.

En la puerta
apareció una piedra dando tumbos.
Era un pedazo de roca
pulido por el mar,
agrisada, agujereada por la lucha
con los cuatro elementos.
«Yo soy la justicia»
dijo en voz baja.
Con ojos de piedra
contempló los cielos:
bajó la cabeza
y miró el horizonte.

Sonsonete

Quiero quedarme así con el silencio
de la memoria de todas esas cosas
que llenaron tu vida y esta vida
que te dieron un cambio de una rosa.
Como la rosa de Martí, tu rosa
fue compañera y franca, a veces roja
en noches de vigilia apasionada
donde el amor pudo cambiar la historia.
En nombre del padre y del clavel
se fue callado aquel único hijo
y en nombre de la rosa atravesamos
la desmesura oscura y no pudimos
trocar aquel amor por este olvido.
Rosa y fervor, afanes y bravura
se ocultaron incluso a los amigos
que nos vieron salir desesperados
y nos vieron volver entristecidos.
Al cabo, pues, de tanto itinerario
quiero quedarme marchitamente rosa
en un jardín pequeño, fabricado,
con estas pobres flores primorosas.
Si al fin me diste el cabo de una rosa
debo decir por la dicha cumplida
que prendí mi pelo al cabo y navegué
como pude, por aguas de esta vida.
Montevideo, agosto de 1988

– I –

Pedro contó con la línea de dicicosa
que separa la fealdad de la hermosura
Lucas contó la historia
de la muchacha que quebró el ánfora
cansada de llevar el cántaro a la fuente
y con el rostro consumido
se bañó en el agua de aquel río.
Santiago considerado de la divina proporción
que viene a ser la relación
entre cabeza y torso,
entre piernas y brazos:
las nubes en el cielo,
la madona y el niño,
el labrador de pie
sobre la tierra.
Marcos se refirió
a la caída de la rama
cargada de frutos.
Un maestro de la Grecia antigua
supo que la muchacha
no se bañó dos veces
en el mismo río.
Cómo buscar el número de oro:
en la lengua que cojo las heridas,
en el timbre de la voz que canta,
en los ritmos del baile,
en el golpe de la espuma
que el hueco de la mano empapa?
Al final, Juan
pronunció estas palabras:
vamos a sonreír
y también a llorar:
vamos a descubrir la flor
escarbando la tierra.
Las estatuas decoradas por siempre
Las avenidas que llegaron
o no llegaron:
Bella es la luna y el poniente.
Hermosa es la bondad
que vive y muere.

– II –

A Ada

Hace no sé cuánto
que pido perdón
por no haber muerto a tiempo.

No se trata de perder la juventud
la cabellera rubia
o las piernas hermosas.

Pido perdón
—yo que lo quise tanto—
por no haberlo querido mucho más.

Pido perdón
por las palabras gastadas
que utilizo en la clase.

Y perdón por decir buen día
cuando debiera despedirme
internarme
entre los médanos y pinos
que amé tanto
camino de mi casa floreada
y mi camino.

Pido perdón a todos:
solo puedo ofrecer
aquellos tornasoles
y esta espuma.

– III –

No escribo para el olvido,
escribo para el amor.
No sé quién se aferrará a mi letra
ni quién me olvidará primero.
De olvido y tierra
preparamos la muerte.
De amor y de terrón
levantamos la vida.
De amor fue el lazo
de la primera blusa
y el brillo
de la primera estrella.
Dijo el poeta:
mi madre trabajó para el olvido.
No se puede negar
que el viento barre
nombres y recuerdos.
Si los poetas
escriben para el olvido
la modestia se cuela antes de tiempo:
De igual manera
la convidada de piedra
llegará a la cita
para el olvido, el odio o el perdón.
(Para lo que quiera Dios)
Con estas letras me despido.
Tiene el natural encanto
del tiempo
sobre el papel en blanco.

DE VUELTA A VALENCIA [Mi poema]
Esdras Parra [Poeta sugerido]

MI POEMA…de medio pelo

 

A mis dos nietos madrileños

Pequeños renacuajos, me despido
me llevo vuestra cara y sus retratos,
los ratos de alegría que he vivido,
relatos de emociones que he sentido
y algunos garabatos.

Traviesos gusarapos divertidos
testigos de la infancia, ese milagro,
expertos en gritar y en hacer ruidos,
presiento hoy añorar vuestros latidos
si digo algún palabro.

Muñecos de peluche revoltosos,
con almas decoradas de payaso,
vosotros, tan ingenuos, tan graciosos,
forjáis los sentimientos amorosos
y nadie os hace caso.

De gestos sin malicia viciosillos
traviesos, vivarachos, fantasiosos,
mostrando al personal vuestros pinillos
saltáis al escenario como grillos
a fuer de ser mocosos.

Adios, good bye, me voy pero no olvido
que os llevo en la pupila de mis ojos,
¡benditos sean los hijos que he tenido,
los nietos que a este mundo me han traído,
e incluso sus antojos!
©donaciano bueno

  • En Madrid, de vuelta a Valencia.

MI POETA SUGERIDOEsdras Parra

Aquí no espero nada y es como si dijera…

Aquí no espero nada y es como si dijera
todo
doy un paso sobre esta ceniza
para justificarme, para extender
mi oscuro rumor dentro de mi sangre
y llevar la tierra hacia ningún lugar
con el tiempo intacto y apretado
a mi alrededor
y esta clave, la claridad que encierra
mi caparazón
hecha del mismo hueso.

Bajo qué zumbido rueda la noche…

¿Bajo qué zumbido rueda la noche?
en
ese despertar que sigue golpeando los ojos
en la tierna madurez del durazno, en la
muralla negra de la página en blanco
en pleno cielo ciego
la noche es una tregua del día
destinada a morir
un acontecimiento perdido por la historia
una melodía resonante que hierve despacio
que mueve los labios para hablar
de los oscuros surcos del escarabajo.

Cada dificultad me condiciona…

Cada dificultad me condiciona
pero cómo evitarlo
cómo cerrar los ojos
y que no me importe morir
que el abismo pregunte por mí
y en cada puerto donde toque tierra
y sé que nada me pertenece
comience mi historia
y que ésta sea un regreso al polvo
a través de hilos oscuros.

Cómo encontrar de nuevo esas huellas…

Cómo encontrar de nuevo esas huellas
que me llevaron hacia la resaca
retazos de adornos de los que ya no
puedo desprenderme
signos de otros huesos enterrados en la sal
pero el orgullo se inclina siempre
hacia la izquierda y el fracaso se doblega
ante la dureza de su pulpa

¿tendré que hablar de la intensidad
de un nuevo sol para demostrar que
el abismo se acuesta boca arriba?

Cómo imaginar estas rocas, estas piedras…

Cómo imaginar estas rocas, estas piedras
que llevo sobre mis hombros
desde donde el miedo desciende
y rompe mis costillas
cómo crucificar este día miserable
delgado y con mucha hambre
cuando mi sangre baja hasta los sumideros
y crece el ansia
en mitad de la fatiga.

En esta tierra que llena mis oídos…

En esta tierra que llena mis oídos
donde un pájaro canta
en medio de la luz que florece bajo la brusca nieve
o en el polvo sin origen
veo el pensamiento que se forma en el agua
la huella del oro impresa en el viento
el tiempo que nunca tiene razón
y jamás me revela lo que hace
y derriba mis defensas.

Escribir sobre el silencio…

Escribir sobre el silencio o sobre
sus trozos de vacío, pero volver a
la palabra o hacia su desaparición

volver a la claridad, a la duda,
a una vida sencilla
o a la ardua madurez del hierro

fuera de aquí, anclar en el asombro
esa inocencia del mutismo.

¿He tenido razón en todos mis desordenes?

¿He tenido razón en todos mis desórdenes?
no sabría salir del desconcierto
me ato al corcel que arrastra lo imposible
mientras su barca evade las palmeras y los caminos
de cangrejos

soy el animal lanzado a la aurora
bajo un cielo que arde en purísimas llamas
esas ánforas ya no contienen mi sangre
ese techo sólo corona mi inocencia
y
limpia
mi carrocería marcha sobre ruedas
sobre las flores y las fantasías de este mundo.

Por ese rostro mío tuyo…

a S.

Por ese rostro mío tuyo
que has olvidado
por ese recuerdo me llamas
y ya no es tu boca sino otra boca
y no son tus labios sino el viento
y tocas fondo hasta llegar
al gran problema
aquí bajo este cielo
sin herencia sin alma
aquí sobre esta tierra
sin sueños sin nieve.

Qué violencia la de estas humaredas…

Qué violencia la de estas humaredas
avanzan apretadas
apagadas
descalzas

hay que olvidar la perspectiva del deseo inflamado
la permanencia de la llama compacta
son las herramientas de un recuerdo destruido
empujado hacia el polvo áspero
empujado por el amor al incendio
para complacer a las cenizas
si ese postigo no regresa
así ese calor nos expulsa de la madrugada.

Si el viento sopla más fuerte dentro de mi cabeza…

Si el viento sopla más fuerte dentro de mi cabeza
si mi canto emana del torrente de las piedras
si los puños me atan las manos
y ya no puedo reconocer el fuego que cae del cielo
si alimento mi espinazo con carbones
y lo empujo en una sola dirección
si dejo que mis pies pisoteen su sombra
y el polvo llore a lágrima viva
ay si el silencio calla y la noche abre
una herida oscura en mi costado

dedos os he visto soñar.

Si me apoyo en el desvelo, vuelvo al mayor asombro…

Si me apoyo en el desvelo, vuelvo al mayor asombro
viajo con los pájaros en mi agonía
y dispongo mis defensas en el alud o en los meses febriles
no estoy de paso y no sé vacilar, aunque escucho
bajo mis pies, como un aire subterráneo
el rumor de mi inocencia

soy la transeúnte sin escolta que prolonga el camino.

Sobre qué muros apoyaré mi cabeza…

¿Sobre qué muros apoyaré mi cabeza?
Mi memoria no retiene aún la imagen de esa
casa cerrada prestada al abismo
un botín arrancado a mi ilusión
ahora me apodero de su gracia
mis brazos no tienen fin

¿qué significa para mí el silencio, la apretada mordaza?

lo imprevisible no es presa fácil
enfrento, como siempre, una nueva máscara.

Tú…


que jamás te sacias
ni sabes quién eres
ni existes para la certidumbre
que puedes ser muchos
soñando que estás en lo cierto
o pensando que debes
conquistar esa nada.

Veo en mis sueños cómo el cuchillo corta el polvo…

Veo en mis sueños cómo el cuchillo corta el polvo
o entra despacio en mi corazón
hay ocasiones en que el mundo pierde sus encantos
entonces tomo el camino que me ha sido vedado
y doy albergue a sus más oscuros secretos.

recibe este cuerpo como si fuera nieve.

Gloria Fuertes...el niño que llevamos dentro

EXPLICACIONES [Mi poema]
Leopoldo de Luis [Poeta sugerido]

MI POEMA... de medio pelo

 

Yo escribo por escribir
por placer, no hay más razones,
pues no tengo aspiraciones,
y no quiero competir,
huelgan más explicaciones.

Cojo las flores que encuentro
y en ellas siempre me inspiro
y las plasmo en un papiro
que en mis textos son el centro
de ese fiel que tanto admiro.

Casi todas son silvestres
y con ellas me entretengo.
Hay algunas de abolengo
que son falsas, no rupestres,
y a inspirarme no detengo.

Y aunque a mí nadie me aguante,
yo a discutir no me avengo,
pues por no tener, no tengo
ni a una musa en un estante,
pues ni sé si voy o vengo.

Cual Machado en mi camino,
a mi mismo ando buscando.
No puedo seguir soñando
así borracho de vino
sospeche estoy divagando.

Y es que mi único placer
se asemeja al onanismo,
no creer en uno mismo
y en los otros no creer
ni en la pila del bautismo.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Leopoldo de Luis

Con los míos estoy. He aquí mis cartas…

Con los míos estoy. He aquí mis cartas,
descubro claramente el juego:
miro la realidad y a este costado
se me inclina la voz por donde muero,

por donde el corazón ligeramente
me vence cada día con su peso
y una pequeña herida hacia la tierra
me va sangrando el verso.

Entre estas manos con que escribo cabe
acumulado todo lo que tengo,
todo lo que sostiene el breve mundo
querido que defiendo.

Cada mañana pongo a flote el barco
que se fue a pique en la tiniebla, el lienzo
de las velas coloco… (Cada día
el barco queda un poco más adentro.)

Soporto humanamente, como cada
uno, mi propio muerto,
y procuro que no me toque nadie
el hedor de este triste compañero.

No me resigno a que las cosas vayan
por la tierra peor que por el cielo.
Para cumplir con mi verdad escribo.
(Perdón si soy modesto.)

Cumpleaños

Un año es como un torpe dromedario
y abrimos sobre él otro desierto.
Hemos venido en un camello muerto
sobre el que cabalgamos a diario.

¿Será cada año otra cabalgadura?
¿Cumplir años será algo más que un reto
o será ir descubriendo ese secreto
que nos espera tras la puerta oscura?

Cumplir años es como apostar fuerte
por la lenta derrota de la muerte
y ver que aún sigue abierta nuestra herida.

Miguel Oscar Menassa: todo empieza
de nuevo cuando juegas otra pieza
en el ajedrez rojo de la vida.

El espejo

Con los ojos vendados nos miramos
cada día delante de un espejo
para ser sólo imágenes
nuestras que no veremos.

Desfilamos, retratos fidelísimos,
copias exactas, calcos o reflejos,
resbalamos por aguas espejeantes
como narcisos ciegos.

Debo de ser la sombra, los perfiles,
la refracción de ese cristal o hielo;
debe de ser el doble repetido,
el náufrago en el fondo de ese sueño.

Qué culto extraño ante el cristal, la luna,
de extraterrestre, de astronauta muerto
girando sin sentido
en la órbita cerrada por el pecho.
Qué culto extraño para
sentirnos sólo luminoso eco
de nuestra propia realidad corpórea,
mitología del agonizamiento
liturgia de pantallas sucesivas,
idolatrización de reverbero.

Sólo somos figuras proyectadas
sobre un cristal, pero jamás nos vemos.

El paisaje eres tú

No hay paisaje sin ti. Qué roca oscura,
qué mar de plomo, qué amarillo cielo.
Es sólo tu mirada la que infunde
belleza y claridad. Máquina extraña
que elabora el prodigio del paisaje.

Sólo es rosa la rosa si la miras
y este trozo de tierra abrupta y este
trozo de mar sombrío se revelan
en tus laboratorios cerebrales.
Ah, si fuese verdad tanta belleza.
Pero la verdad nace en los sentidos.
La verdad es tu mano y es tu lengua,
tu nariz, tus oídos, tus pupilas
y tu humana conciencia recogiendo
tanto material presto a la hermosura.

Cuando la bomba aséptica extermine
córneas, tímpanos, lenguas, pituitarias
y piel en forma tuya edificados,
¿qué será de esta pobre geografía
sin el soplo de un dios que la despierte?

El puzzle

Frente a frente y el puzzle en medio. Sé
que pude acertar solo el acertijo
pero es más llevadero buscar juntos
las piezas que completen el diseño.
Nunca damos con todas: huecos hay
porque ignoramos los cartones-guía,
porque no damos con la pieza-clave,
la pieza-madre que clausure el juego.

Tú sabes que encontramos piezas falsas,
quizá piezas que fueran de un tablero
distinto, de otra caja. Parecían
nuestras, mas su perfil no era el exacto.
Apartarlas costó: nunca se juega
sin arrancar un poco de esperanza,
nunca se manipulan los proyectos
sin arañar la piel de la alegría.

Volvamos juntos al rompecabezas.
No tengas miedo de elegir en vano,
siempre vale la pena pretender
dar un poco de amor al jeroglífico.
Poco a poco el enigma se resuelve
aunque se quede un cabo por atar.
Hacer un puzzle es conseguir que todo
concuerde con los límites del sueño.

Porque soñar, jugar, vivir, son sólo
formas de despejar la misma incógnita,
fórmulas variadas de escoger
las piezas y limar sus bordes ásperos.
Tantos años y no hemos hecho nada
más que intentar un poco de armonía
entre las ciegas fichas que nos dieron
por si solucionamos lo insoluble.

Elegía

Con sus alas de plomo va la tarde;
pasa en la piel ceniza de los campos.
Difusamente cunde la penumbra,
vellón de sucia lana en el ocaso.

Tú eras también de luna y de paisaje…
Se ha oscurecido el mundo entre tus manos.
Se ha detenido el tiempo, río sordo.
La luz ya es sólo sombra de tus párpados.

Se siente caminar lejanamente.
Alguien cruza en la sombra hacia el pasado.
Nada delante. Olvido. dios en sueños
aún alienta en el alma su amor manso.

Se retorna al recuerdo cual las olas,
una vez y otra vez, con lento paso.
Duele el amor, duele la certidumbre
de saberse de amor y odio poblados.

¿Ves? Somos cual la encina, aquí en la sombra.
Honda raíz, enfurecidos brazos.
Ferviente savia oculta nos abrasa.
La libertad nos nace por el llanto.

como la luz, aquí también morimos,
en el hermoso otoño del ocaso.
Un ascua fugitiva hacia la sombra.
el amor anochece en nuestros labios.

Elegía de otoño

Las hojas del otoño flotan sobre tu brisa
y caen en el estanque solitario del alma.
Un dolor de ser otros parece que nos pesa
como unas rotas alas.
(Acaso nunca el hombre es él mismo.) Escuchamos
la voz honda del tiempo, la palabra
del tiempo que en los labios cobrizos del otoño
pone su dejo antiguo, su amarillez, y pasa.

Escuchamos el tiempo pasar: es un rebaño
invisible que pisa por la hierba mojada;
es una larga ronda de vientos tañedores
entre las flautas rojas de las ramas;

es una herida queja de líquidos metales
por fugitivos corazones de agua.
Escuchamos el tiempo y apretamos los párpados
y sentimos el tiempo en nuestras lágrimas.

El otoño que arde con su lumbre de gloria
presta a las cosas luz misteriosa y dorada;
toda la tierra tiene una triste hermosura
como una dulce evocación de infancia.

También otoño el corazón nos dora
y sus hondos paisajes nos enciende en el alma
y nos sentimos tiempo transitando, fundida
nuestra amarilla cera en las hermosas brasas.

Caminamos pisando un corazón de hojas.
Pisando lentamente una esperanza.
Y miramos al cielo. Y abatimos la frente.
Y decimos: -Mañana.

Es como el agua en gracias generosas…

Es como el agua en gracias generosas
por el frescor humilde de la arena:
un albo deshojar de húmedas rosas,
líquido florecer que de amor suena.

Sencillamente fluyes, te derramas
en amorosa ofrenda por mi orilla.
De agua encendida o de fluyentes llamas
tocada dejas esta humana arcilla.

Como en la húmeda tierra tengo huellas:
sobre mí de tu paso transparente,
y brillantes guijarros, como estrellas,
iluminados bajo tu corriente.

Mira el agua. Contémplate. En el fondo
de mi alma, amor, lo mismo fluyes.
Miro el agua. Te miro. Y en el fondo
del tiempo, acaso, como el agua huyes.

Es como levantarte con los ojos…

Es como levantarte con los ojos,
con las húmedas alas de los ojos,
al imborrable cielo del recuerdo.
Pasan nubes oscuras, tristes pájaros.
Lentamente tu nombre al fin se queda
solo, desnudo, inmóvil, imposible,
como estrella varada.

Y nombrarte es dolor. Reconocerte
después de cada tarde, como el sueño,
es el dolor diario. Cruzo absorto
calles hacia la angustia de la nada,
entro en casas desnudas,
hablo a seres extraños, torpemente.

Reconocerte es triste, como es triste
siempre identificarnos lo más nuestro
inútilmente cerca, naufragando
en la luz impiadosa de los días.
Entramos y salimos de nosotros
abandonando siempre lo que somos,
esa sola verdad que nos habita,
apaleado perro en las veredas
por las que transitamos sordamente.

Sentirte cerca duele, como duele
siempre palpar la herida que no cura.
Sentirte en lenta huida hacia la tarde
con un dolor solar sobre los párpados.

Veo a veces tu cuerpo como un río,
como un río pasando mudamente
el puente de mis años, por mi pecho.
Y en un heroico cielo, siempre inmóvil,
só1o tu nombre, herido de memoria.

En esta soledad me estoy poblando,
haciéndome de bosque y fronda hirviente.

Una renunciación acaso sea
más que segar la pretendida rosa
brotar oscuros árboles de sueño.

Huelen las rosas

Sobre la mesa han puesto un barro humilde
con unas rosas que lo justifican
igual que justifica el hombre
un claro destello, una esperanza, una sonrisa.
Huelen las rosas, y sentir su aroma
también es dar constancia de la vida,
es percibir la realidad que llega
en su increíble y breve maravilla,
huelen las rosas, qué delgado mundo
de fragancia nos llega en su caricia,
qué prodigioso mecanismo se hace necesario
hasta dar con esta mina sutil de olor,
cuántos secretos reinos botánicos,
qué incógnitas provincias de vegetal acción,
desde la tierra suben elaboradas, resumidas,
adelgazadas hasta lo indecible
para ser un milagro entre la brisa de la mañana,
un invisible copo de aroma hacia la tarde,
un terciopelo de perfume solar al mediodía.

Trabajaron obreros diminutos y subterráneos
por las galerías donde la gota de agua
y las substancias germinales se alían.
La nieve puso un dedo entre los labios,
el viento golpeó las ramas niñas,
deshilvanó la lluvia sus collares, y entre tanto,
en la arcilla, porosa y maternal,
manos minúsculas manipulaban
ciegas en la alquimia del delgado perfume de las rosas,
para que al fin se derramara un día
desde esta mesa en la que he puesto un barro humilde,
y nos regale su delicia. ¿Porqué?¿Porqué?
¿Las hemos merecido?
¿Merecemos que sea así la vida tan hermosa y fragante,
que penetre por los sentidos su verdad sencilla
tan misteriosa y generosamente?.
Algo hay que nos responde por las rosas,
una respuesta de perfume, escrita en el aire,
las cosas que manejan nuestra manos
¿porqué han de ser distintas de los rosales?
Con amor ¿por qué no son también aroma concedida?
Vivir no es mas difícil que un rosal,
lo que anula su aroma es la injusticia.»

La extraña amiga

Cuando tú llegues no estaré yo, amiga
extraña, no veré tus ojos tristes.
Nunca podré, contra lo que se diga,
levantar el tapiz con que te vistes.

Sé bien, amiga, que eres sólo invento
de quienes siempre temen a tu nada.
Voy a creerme una vez más el cuento
de que eres una oscura enamorada.

Aún estando tan cerca no nos vemos
y nunca besaré tu boca muda
porque tu tiempo no es el que yo vivo.

Te llamo amiga y no nos conocemos.
Te pienso igual que a una mujer desnuda
y te ofrezco la mano con que escribo.

La mano

Toca mi mano. Apenas es un guante
para el amor y la desesperanza,
apenas en las cosas se afianza,
apenas palpa todo un breve instante.

Toca en mi mano esta sombría tela
para el ansia de asir tanta derrota,
apenas es una tenaza rota,
apenas una rosa que se hiela.

Toca mi mano enjuta de aire triste.
Por las llaves del tiempo aún se desliza
con ademán ansioso de herramienta.

Apenas es ya fragua que resiste
y debajo del guante de ceniza
oculta el hueso su amarilla afrenta.

Gloria Fuertes

Escribo 

Escribo sin modelo
a lo que salga,
escribo de memoria
de repente,
escribo sobre mí,
sobre la gente,
como un trágico juego
sin cartas solitario,
barajo los colores
los amores,
las urbanas personas
las violentas palabras
y en vez de echarme al odio
o a la calle,
escribo a lo que salga.

HUGO EN CIERNES [Mi poema]
Dolores Etchecopar [Poeta sugerido]

MI POEMA...de medio pelo

 

A mi nieto Hugo

Que bebe de la fuente que amamanta
a todo gas tirando de la manta,
y expulsando se aviene a lo que sobra
y a su madre trasmite una zozobra
y un nudo la garganta.

Y aunque ignora, diría no se entera,
este niño en verdad que es la repera,
así sea no tiene el primer diente
es seguro que a ratos ya presiente
al gato y la gatera.

Que aunque todo les suene a chirigota
se arrasca la cabeza ya y se frota
y se muestra sagaz e inteligente
y es capaz de mofarse de la gente
si piensan que es idiota.
©donaciano bueno

Este es, en clave de humor, Hugo, ese nuevo ser que ha aterrizado en este mundo sin haberlo pedido merced al deseo de sus padres, en esta etapa inicial, que es el limbo, a ojos de su abuelo.

MI POETA SUGERIDO:  Dolores Etchecopar

Destino

la verdad ha sido sacudida una y otra vez
en las telas del universo
ahora mi vida custodiada
por el traslado de los cerdos y los cánticos
empuja la música del sol
ahora la muerte es el velo
que esgarran las corpulentas aguas del amor
De «Notas salvajes» pag. 45
Editorial Argonauta, Buenos Aires 1989

El sacrificio

ella murió
pero pudieron salvar
al primer resplandor del océano
que se abría en el iris de sus ojos
De «Notas salvajes» pag. 27
Editorial Argonauta, Buenos Aires 1989

El resplandor

tú en la madera
quiero que vivas en la madera del violín del desierto
alguien da órdenes a la luna
pero nada resplandece
si me muevo es de noche
si no me muevo es de noche
en el silencio están cavando un túnel para matar
no me calma la sonrisa ni su fijeza
en los dientes cada vez más blancos
de las Azafatas y de los Ministros
ciudades amarillas negras me arrastran
de un cuerpo a otro de un tren a otro
de un hospital a otro
(las enfermeras traban mi corazón
y me recortan en forma de mano que grita)
no puedo reunir mi alma
carteles luminosos titilan crímenes
se está borrando del suelo
el leve tatuaje de la aurora
esta ciudad tiene muros
y hombres muertos en la niñez de los árboles
yo me hechizo con los agujeros del fin del mundo
pero tú en la madera
quiero que vivas en la madera del violín del desierto
qué sonido furioso mientras hablo
expulsa al narrador de la pradera
qué lanas durmientes abren ese cuento
comido por la nieve

hablo con el motín de los perros del silencio
y las rodillas nucleares de la aurora
hundidas en el agua de los secretos
pero tú quiero que vivas
en la clarividencia del furor de las hierbas
dotado de alegría
y de un habla de emergencia para calmar
el fondo de la noche
ahora que escuchas a una mujer
que cruza con sus medias de fuego
el aire cada vez más oscuro
ahora que incubas por última vez
el llanto de todos los hombres

a la memoria de Andreï Tarkovski
De «Notas salvajes» pag. 21
Editorial Argonauta, Buenos Aires 1989

Encantamiento

no es ella
pero su pie descalzo
se apoya tan lentamente
bajo la palmera
es su sueño
la buscan en el prado
sus rastros en la hierba indican
que se lleva la parte desconocida de su cuerpo
por el silencio ella puede
arrastrarse hasta el bosque
puede encontrar sus pasos solares
su antiguo cuerpo inclinado
para hechizar el suelo
mucho después ella no habla sabe
las palabras sacrifican el galope
que brilla sobre el abismo
De «Notas salvajes» pag. 53
Editorial Argonauta, Buenos Aires 1989

Epifanía

cuando parece imposible
un potrillo rapidísimo subleva
mi tambor huérfano
De «Notas salvajes» pag. 51
Editorial Argonauta, Buenos Aires 1989

Epílogo I

suenan miles de teléfonos. Atiendes. Del otro lado
es siempre ella: su delicada y funesta isla de pétalos
De «Notas salvajes» pag. 91
Editorial Argonauta, Buenos Aires 1989

Epílogo IV

ella no dijo su nombre
se dejó prender fuego lentamente
con una carta en la mano
De «Notas salvajes» pag. 94
Editorial Argonauta, Buenos Aires 1989

La transmisión del agua de los cuentos

había una vez
hubo un día
había una vez
hubo una mano vacía
había una vez
hubo la transmisión del agua de los cuentos
bosque pequeño bajo la nieve
en las cataratas del silencio
(era de madrugada)
y la mano abría una ventana hacia la nieve
(el silencio estaba en esa mano)
había una vez
hubo alegría iba a empezar
la búsqueda de los tesoros
había una vez
yo buscaba el comienzo
y me dieron los sonidos de un antiguo llanto
(tuve que calmar esos sonidos)
había una vez
pero todas las palabras se acostaron para morir
y hubo nubes y dos percherones atados a un carro
había una vez
hubo viento helado
que arrojaban de una altísima montaña
y niños que preguntaban:
¿cómo es del otro lado del viento?
pero bellas nodrizas se llevaban a los niños
al gran parque oscuro
había una vez
hubo un día
hubo un bosque pequeño
bajo la nieve
bajo el silencio
bajo la mano vacía
bajo los hilos
de la muerte o del sol
De «Notas salvajes» pag. 19
Editorial Argonauta, Buenos Aires 1989

Los cuerpos

Pude haber extraviado tus secretos pero vi
una gran manzana podrida en la cofia del sacerdote.
Mi vientre lleva las cirugías de la luz. Mi hijo
extraviado en mis vidas anteriores, en mis muertes,
en los crujidos del bosque que sangra sobre la nieve.
Luego salen del bosque los hombres que abren las bolsas
y huyen con los furiosos secretos.

* * * * *

Orgía. Hay tantas marcas en tu aliento de un cuerpo que tuve hace mucho.

* * * * *

Entre las reses y las estrellas había tres prostitutas.
La más joven esperaba a la aurora con un revólver entre los pechos.
Pero nadie sabía nada de la aurora. Pero nadie sabía nada de la aurora.

* * * * *

Cobijo a mi madre. Nunca la vi a plena luz. Su vestido de gasa se oscurece en las fotos
y yo la sostengo en el rocío. Corro mi cadáver para que ella pase por el espejo.
Cobijo a mi madre. Quiero ser la esclava de la nieve donde persiste su entornada canción levísima
bajo mis pies. Cobijo a mi madre o su rodilla tabú o su mano tabú o su sonrisa en el borde de otra mujer
que se aleja por los siglos de los siglos. Nodrizas bicéfalas me cuidaron al alba. Levantaron las tazas,
hundieron mi pelo en el agua hasta la orilla del mundo. Cobijo a mi madre por teléfono (del otro lado
ella vuelca mis sonidos en un pozo) . Oh madre mía, oh padre mío, he sido vaciada y he sido colmada.
He sido roída, mimada, tramada, separada, sustituida, succionada, complacida, desalmada, tapiada,
carbonizada. Madre mía, padre mío, he sido vaciada y he sido colmada. Cobijo a mi madre.
Sigo su rastro inmóvil. Ella camina por el bosque adentro de mis pasos. Pero yo no puedo entrar a la casa
de la foto velada. Estoy en el lugar donde algo formula, fabrica, limpia, tritura, ordena, adjudica, requiere,
almacena y desde tan alto lugar me arrojo porque ese lugar esbelto hiere mi cuerpo de abajo, el cuerpo
que se desprende de lo hondo, desfigurado por lo hondo, reverdecido por lo hondo. Cobijo a mi madre.
El aire mueve su rostro en el andén. Alguien vendrá a encontrarla y hará girar en ella el tiempo,
otro tiempo, otro día.
De «Notas salvajes» pag. 47
Editorial Argonauta, Buenos Aires 1989

Madre

mi madre es suave como un campo de maíz
pero a veces se oscurece
entonces me siento sobre una piedra
para que me trague el sol
De «Notas salvajes» pag. 71
Editorial Argonauta, Buenos Aires 1989

Notas salvajes

si tu lengua apoya las cacerías del silencio
sobre mi lengua
hablaré
montaña oscura
madre clavada en la nieve
madre clavada en el ángelus de la caverna
en la vidriera en la rueca de los cuentos
en la tonada de mi tonada puesta del revés
que no puedo sacarme sin muerte
palabras lentas de mi cuerpo en otra parte
palabras fuertes mis enemigas
raspan la noche el sol que me embarazó
sumergida campana que cruza
los caminos y los huesos
me pusieron por nombre una raya roja
en la ingle
alegría
antes que el otoño fusile a las mariposas
estaremos en el fondo de las pudriciones
caballo blanco
tubérculo que brilla en el regazo
y arroja el oro de los muertos
sobre el recién nacido
el sol su cadera móvil y simple
pasará frente al lenguaje
y hablaré
alguien corta los hilos del bosque
y deja los ojos de mi madre
en el suelo oscuro
puestera del silencio
yo vi una luciérnaga
y las llaves que sólo cierran
el alba y los ojos
adiós dije adiós a las palabras
voy a dormir sobre el sexo de un color
el agua que yo tuve en la infancia
está dentro de tu boca
la lentitud abre sus muslos de colores
y me separo de la muerte
con algo que la luna mece en mi cadera

muchacha que saltas a la soga
sobre la vereda caliente
o la caída de las hojas
o el miedo
feroces mandíbulas te educan
puestera del silencio
la camisa planchada y doblada
los ojos de mi madre en el suelo oscuro
adiós dije adiós a las palabras
la basura decora mi piel
como un relámpago
De «Notas salvajes» pag. 39
Editorial Argonauta, Buenos Aires 1989

Precipicio

mi pierna recorre el silencio
donde se forma
tu cuerpo desnudo
ahora todavía
y desde que la muerte introdujo
su intenso vocabulario
nada ha vuelto a suceder
sólo este largo sonido extranjero
sólo la locura ha conectado su jardín
al silencio de la muchacha
que se viste
poco a poco
de hambre
De «Notas salvajes» pag. 35
Editorial Argonauta, Buenos Aires 1989

Redención

una mesa
el ruido de un tren al irse una ciudad
una mano
no sabe cómo se entra
pero abre tus lágrimas
y vuelve con tu rostro a la tierra
De «Notas salvajes» pag. 73
Editorial Argonauta, Buenos Aires 1989

Gloria Fuertes

Cómo se dibuja a un niño -

Para dibujar un niño hay que hacerlo con cariño.
Pintarle mucho flequillo,
-que esté comiendo un barquillo;
muchas pecas en la cara que se note que es un pillo;
- pillo rima con flequillo y quiere decir travieso -.
Continuemos el dibujo: redonda cara de queso.
Como es un niño de moda, bebe jarabe con soda.
Lleva pantalón vaquero con un hermoso agujero;
camiseta americana y una gorrita de pana.
Las botas de futbolista - porque chutando es artista -.
Se ríe continuamente, porque es muy inteligente.
Debajo del brazo un cuento por eso está tan contento.
Para dibujar un niño hay que hacerlo con cariño.

http://www.gloriafuertes.org/

»GLORIA FUERTES

Gloria Fuertes fue una escritora española, nacida en Madrid el 28 de julio de 1917 y fallecida en la misma ciudad el 27 de noviembre de 1998. Colaboró con diversas revistas, como ser la infantil Maravillas (ofreciendo historietas, cuentos y poemas), Chicas, Postismo y Cerbatana.
Entre los libros de su autoría encontramos los poemarios "Isla Ignorada", "Antología Poética", "Aconsejo beber hilo" y "Poemas del suburbio", así como la obra de teatro en verso titulada "Prometeo". Gloria recibió el Premio Guipúzcoa de poesía, el "Lazarillo", la Beca March para Literatura Infantil y fue diplomada honorífica del Premio Internacional Andersen, también por obras para niños. Fundación Gloria Fuertes

LOS POEMAS

 

POBRE BURRO

El burro nunca dejará de ser burro.
Porque el burro nunca va a la escuela.
El burro nunca llegará a ser caballo.
El burro nunca ganará carreras.

¿qué culpa tiene el burro de ser burro?
En el pueblo del burro no hay escuela.
El burro se pasa la vida trabajando,
tirando de un carro,
sin pena ni gloria,
y los fines de semana
atado a la noria.

El burro no sabe leer,
pero tiene memoria.
El burro llega el último a la meta,
¡pero le cantan los poetas!

El burro duerme en cabaña de lona.
No llamar burro al burro,
llamarle “ayudante del hombre”
o llamarle persona.

 

LA PATA METE LA PATA

La pata mete la pata
La pata desplumada,
cua, cua, cua,
como es patosa,
cua, cua, cua,
ha metido la pata,
cua, cua, cua,
en una poza.

-¡Grua!, ¡grua!, ¡grua!
En la poza había un Cerdito
vivito y guarreando,
con el barro de la poza,
el cerdito jugando.

El cerdito le dijo:
-Saca la pata,
pata hermosa.
Y la pata patera
le dio una rosa.

Por la granja pasean
comiendo higos.
¡El cerdito y la pata
se han hecho amigos!

EL COCINERO DISTRAÍDO

(Chiste en verso)
El cocinero Fernando,
pasaba el día pensando
-sin pensar en lo que hacíase
le olvida echar la sal,
nunca pela las patatas
y le sale el guiso mal.
La paella sin arroz.
(¡Qué atroz!)
Lo peor fue el otro día…
Encerrado en la cocina,
peló viva a una gallina
y en el horno la metió…
(Pasó un rato…)
Y la gallina gritó temblando:
– Fernando, Fernando,
o enciendes el horno
o me pones las plumas.
¡Que me estoy helando!

 

LOS DOCE MESES

En enero,
zambomba y pandero.
En febrero,
(San Valentín) di te quiero.
En marzo,
sortija de cuarzo.
En abril,
tararí que te vi.
En mayo,
me desmayo.
En junio,
como una vaca rumio.
En julio,
veo a mi amigo Julio.
En agosto,
mi tío bebe mosto.
En septiembre
(qué buenas notas siembre).
En octubre,
hojas secas el suele cubre.
En noviembre
el aire hace que tiemble.
En diciembre,
la nube nieva nieve.
Y durante todo el año,
que nadie nos haga daño.

 

LOS REYES

El león es el rey de la selva.
El gol es el rey del fútbol.
El sol es el rey del día.
El mosquito es el rey de la noche.
El cocodrilo es el rey del río.
El camello es el rey del desierto.
El tiburón es el rey del mar.
El avión es el rey de las nubes.
El rayo es el rey de la tormenta.
El malo es el rey del tormento.
El astronauta es el rey del cielo.
¡El niño es el rey de la tierra

SE SUICIDÓ LA ESTAMPA DEL DICTADOR

Se suicidó
la estatua del dictador.
La estatua vivía en el centro del estanque.
Una noche de viento
la estatua se lanzó al agua.
La estatua del dictador
murió ahogada.

Sólo las gaviotas la echaron de menos.

 

ISLA IGNORADA

Soy como esa isla que ignorada,
late acunada por árboles jugosos,
en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de nada,
¿sola sólo?.
Hay aves en mi isla relucientes,
y pintadas por ángeles pintores,
hay fieras que me miran dulcemente,
y venenosas flores.
Hay arroyos poetas
y voces interiores
de volcanes dormidos.
Quizá haya algún tesoro
muy dentro de mi entraña.
¡Quién sabe si yo tengo
diamante en mi montaña,
o tan sólo un pequeño
pedazo de carbón!
Los árboles del bosque de mi isla,
sois vosotros mis versos.
¡Qué bien sonáis a veces
si el gran músico viento
os toca cuando viene el mar que me rodea!
A esta isla que soy, si alguien llega,
que se encuentre con algo es mi deseo;
¿manantiales de versos encendidos
y cascadas de paz es lo que tengo?.
Un nombre que me sube por el alma
y no quiere que llore mis secretos;
y soy tierra feliz ?que tengo el arte
de ser dichosa y pobre al mismo tiempo?.
Para mí es un placer ser ignorada,
isla ignorada del océano eterno.
En el centro del mundo sin un libro
sé todo, porque vino un mensajero
y me dejó una cruz para la vida
¿para la muerte me dejó un misterio.

 

TODO EL PASADO

Todo el pasado se quiere apoderar de mí
y yo me quiero apoderar del futuro,
me dislocan la cabeza para que mire atrás
y yo quiero mirar adelante.

No me asustan la soledad y el silencio,
son los lugares preferidos de Dios
para manifestarse.

Mi eterna gratitud a los que me quieren,
siempre les recordaré a la hora del sol.

No puedo detenerme,
perdonad, tengo prisa,
soy un río de fuerza, si me detengo
moriré ahogada en mi propio remanso.

EL CORAZÓN DE LA TIERRA

El corazón de la Tierra
tiene hombres que le desgarran.
La Tierra es muy anciana.
Sufre ataques al corazón
¿en sus entrañas?
Sus volcanes,
laten demasiado
por exceso de odio y de lava.

La Tierra no está para muchos trotes
está cansada.
Cuando entierran en ella
niños con metralla
le dan arcadas.

 

Parejas

Cada abeja con su pareja.
ada pato con su pata.
Cada loco con su tema.
ada tomo con su tapa.
Cada tipo con su tipa.
ada pito con su flauta.
Cada foco con su foca.
ada plato con su taza.
Cada río con su ría.
ada gato con su gata.
Cada lluvia con su nube.
Cada nube con su agua.
ada niño con su niña.
Cada piñón con su piña.
ada noche con su alba..

Los juguetes son para jugar (de verdad)

No para Jugar a Matar (de mentira)
Las pistolas (ni de agua)
El revolver (ni de broma)
La escopeta (ni tocarla)
Los juguetes para todo
Y las armas para nada.

 

En el árbol de mi pecho

En el árbol de mi pecho
hay un pájaro encarnado.

Cuando te veo se asusta,
aletea, lanza saltos.

En el árbol de mi pecho
hay un pájaro encarnado.

Cuando te veo se asusta,
¡eres un espantapájaros!

Al borde

Soy alta;
en la guerra
llegué a pesar cuarenta kilos.

He estado al borde de la tuberculosis,
al borde de la cárcel,
al borde de la amistad,
al borde del arte,
al borde del suicidio,
al borde de la misericordia,
al borde de la envidia,
al borde de la fama,
al borde del amor,
al borde de la playa,
y, poco a poco, me fue dando sueño,
y aquí estoy durmiendo al borde,
al borde de despertar.

Autobiografía

Gloria Fuertes nació en Madrid
a los dos días de edad,
pues fue muy laborioso el parto de mi madre
que si se descuida muere por vivirme.
A los tres años ya sabía leer
y a los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada,
alta y algo enferma.
A los nueve años me pilló un carro
y a los catorce me pilló la guerra;
A los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía.
Aprendí a regatear en las tiendas
y a ir a los pueblos por zanahorias.
Por entonces empecé con los amores,
-no digo nombres-,
gracias a eso, pude sobrellevar
mi juventud de barrio.
Quise ir a la guerra, para pararla,
pero me detuvieron a mitad del camino.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta,
-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo por las noches
y voy al campo mucho.
Todos los míos han muerto hace años
y estoy más sola que yo misma.
He publicado versos en todos los calendarios,
escribo en un periódico de niños,
y quiero comprarme a plazos una flor natural
como las que le dan a Pemán algunas veces.

EL REGALO QUE YO QUIERO

Yo no deseo un reglo
que se compre con dinero.
He de pedir a los Reyes
algo que aquí no tengo:
pido dones de alegría
y la canción de un jilguero,
y la flor de la esperanza
y una fe que venza el miedo.
Pido un corazón muy grande
para amar al mundo entero

Yo pido a los Reyes Magos
las cosas que hay en el cielo:
un vestido de ternura,
una cascada de besos,
la hermosura de los ángeles,
sus villancicos y versos,
y una sonrisa del Niño.
El regalo que yo quiero.

 

CUANDO TE NOMBRAN

Cuando te nombran,
me roban un poquito de tu nombre;
parece mentira,
que media docena de letras digan tanto.
Mi locura seria deshacer las murallas con tu nombre,
iría pintando todas las paredes,
no quedaría un pozo
sin que yo asomara
para decir tu nombre,
ni montaña de piedra
donde yo no gritara
enseñándole al eco
tus seis letras distintas.
Mi locura sería,
enseñar a las aves a cantarlo,
enseñar a los peces a beberlo,
enseñar a los hombres que no hay nada,
como volverme loco y repetir tu nombre.
Mi locura sería olvidarme de todo,
de las 22 letras restantes, de los números,
de los libros leídos, de los versos creados.
Saludar con tu nombre.
Pedir pan con tu nombre.
- siempre dice lo mismo- dirían a mi paso, y yo, tan orgullosa, tan feliz, tan campante.
Y me iré al otro mundo con tu nombre en la boca,
a todas las preguntas responderé tu nombre
- los jueces y los santos no van a entender nadaDios me condenaría a decirlo sin parar para siempre.

LOS PÁJAROS ANIDAN

Los pájaros anidan en mis brazos,
en mis hombros, detrás de mis rodillas,
entre los senos tengo codornices,
los pájaros se creen que soy un árbol.
Una fuente se creen que soy los cisnes,
bajan y beben todos cuando hablo.
Las ovejas me pisan cuando pasan
y comen en mis dedos los gorriones,
se creen que soy tierra las hormigas
y los hombres se creen que no soy nada.

YA VES QUÉ TONTERÍA

Ya ves qué tontería,
me gusta escribir tu nombre,
llenar papeles con tu nombre,
llenar el aire con tu nombre;
decir a los niños tu nombre,
escribir a mi padre muerto
y contarle que te llamas así.
Me creo que siempre que lo digo me oyes.
Me creo que da buena suerte.
Voy por las calles tan contenta
y no llevo encima más que tu nombre.

SOMOS TAN...

Somos tan... crueles
que prefieres estar unas horas con quien quieres
que toda una vida con quien te quiere,
- o al revés -.

 

DESDE QUE NACÍ EN LOS DIARIOS SIEMPRE VIENE UN PARTE DE GUERRA

No sé por qué... recuerdo,
que hace años por la noche,
yo rezaba un padrenuestro
para no soñar cosas de miedo.
Después cuando la guerra,
rezaba para que no sonara la sirena...
Después seguí rezando
para que no nos detuvieran;
luego, para que Equis me quisiera;
para que mi análisis no diera leucemia,
para que se acaben los líos de fronteras,
para que este país... y vuelta y vuelta.
(Desde que nací en los diarios siempre viene un parte de guerra.)
Variando la retahíla,
mezclando personales peticiones con otras peliagudas y extranjeras,
(que si este amor que si la paz que si la pena)
sigo y sigo pidiendo con la fe de una pieza.
Temo tener a Dios cansado de monserga.

H

H es para hortensia.
Hortensia la horripilenta,
la horrible maleducada,
fea glotona, pasmada...
Se comió cuarenta plátanos
en una fiesta invitada.
...Y dejó una alfombra de tonos dorados
para que se escurrieran los invitados.

SOY ALEGRE

Soy alegre y afable en el invierno,
en el verano piso por la playa,
en el otoño pliso los visillos,
estoy como una cabra en primavera.
La ciudad me da asco.
No así el río.
Los ojos mudos de los hombres pasan.
Sólo se cose a mí este silencio
que disfruto cuando las bestias duermen.
Soy más bien buen carácter,
y nadie dice
que desde que nací yo duermo sola.

HEMOS DE PROCURAR NO MENTIR

Hemos de procurar no mentir mucho.
Sé que a veces mentimos para no hacer un muerto,
para no hacer un hijo o evitar una guerra.
De pequeña mentía con mentiras de azúcar,
decía a las amigas: "Tengo cuarto de baño"
-mi casa era pobre con el retrete fuera-.
"Mi padre es ingeniero" y era sólo fumista,
pero yo le veía ingeniero ingenioso!
Me costó la costumbre de arrancar la mentira,
me tejí un vestido de verdad que me cubre,
a veces voy desnuda.
Desde entonces me quedo sin hablar muchos días.

AUTOBIO

Nací a muy temprana edad.
Dejé de ser analfabeta a los tres años,
virgen, a los dieciocho,
mártir, a los cincuenta.
Aprendí a montar en bicicleta,
cuando no me llegaban
los pies a los pedales,
a besar, cuando no me llegaban
los pechos a la boca.
Muy pronto conseguí la madurez.
En el colegio,
la primera en Urbanidad,
Historia Sagrada y Declamación.]
Ni Álgebra ni la sor Maripili me iban.
Me echaron.
Nací sin una peseta. Ahora,
después de cincuenta años de trabajar,
tengo dos.

 

EL COTORRO DE CASCORRO

El cotorro de Cascorro
nació en Madrid,
hijo de una cotorra
de Guayaquil.
La dueña del cotorro
de Cascorro
le cortó las uñas
y le hizo un gorro.
El cotorro de Cascorro
era de lo que no hay,
decía:
Contra lo "chungo"
lo "guay".
Contra lo "chungo"
lo "guay".
Así lo dijo,
porque era más chulo
que un botijo.
Cuando llegó a mayor
le metieron una cotorra
en la jaula.
El cotorro feliz dijo:
-Tengo una alumna en el aula.
La cotorra por la jaula
trepa que trepa.
Y el cotorro recitando:
-Viva la Pepa! ¡Viva la Pepa!

EN MI JARDÍN

SOBRE el césped los árboles me hablan
del divino poema del silencio.
La noche me sorprende sin sonrisas,
revolviendo en mi alma los recuerdos.
* * *
¡Viento! ¡oye!
¡espera! ¡no te vayas!
¿De parte de quién es? ¿Quién dijo eso?
Besos que yo esperé, tú me has dejado
en el ala dorada de mi pelo.
¡No te vayas! ¡alegra más mis flores!
Y sé, tú, viento amigo mensajero;
contéstale diciendo que me viste,
con el libro de siempre entre los dedos.
Al marcharte, enciende las estrellas,
se han llevado la luz, y apenas veo,
y sé, viento, enfermo de mi alma;
y llévale esta «cita» en raudo vuelo.
...Y el viento me acaricia dulcemente,
y se marcha insensible a mi deseo...

AUNQUE NO NOS MURIÉRAMOS AL MORIRNOS

Aunque no nos muriéramos al morirnos,
le va bien a ese trance la palabra: Muerte.
Muerte es que no nos miren los que amamos,
muerte es quedarse solo, mudo y quieto
y no poder gritar que sigues vivo.

Adivina, adivinanza...

Adivina, adivinanza...
Adivina, adivinanza...
Adivina, adivinanza:
va montado en un borrico
es bajo, gordo y con panza,
amigo de un caballero
de escudo y lanza,
sabe refranes, es listo.
Adivina, adivinanza...
¿Quién es?
(Sancho Panza)

15 de MAYO

San Isidro, estoy cansada,
Yo te dejo mi herramienta.
Tú, que nunca fatigado estuviste
-ni en tormenta-,
tú, que todo lo rezabas
lo labrabas
lo sembrabas
tú, que hablabas
con los santos
con el trigo
con el ave.
Toma, planta mi bolígrafo,
A ver qué coño son sale.
San Isidro, estoy cansada.

ORACIÓN

Que estás en la tierra, Padre nuestro,
Que te siento en la púa del pino,
En el torso azul del obrero,
En la niña que borda curvada
La espalda, mezclando el hilo en el dedo.
Padre nuestro que estás en la tierra,
En el surco,
En el huerto,
En la mina,
En el puerto,
En el cine,
En el vino,
En la casa del médico.
Padre nuestro que estás en la tierra,
Donde tienes tu gloria y tu infierno
Y tu limbo; que estás en los cafés
Donde los pudientes beben su refresco.
Padre nuestro que estás en la tierra,
En un banco del Prado leyendo.
Eres ese viejo que da migas de pan a los pájaros del paseo.
Padre nuestro que estás en la tierra,
En la cigarra, en el beso,
En la espiga, en el pecho
De todos los que son buenos.
Padre que habitas en cualquier sitio,
Dios que penetras en cualquier hueco,
Tú que quitas la angustia, que estás en la tierra,
Padre nuestro que sí que te vemos
Los que luego hemos de ver,
Donde sea, o ahí en el cielo.

YO EN UN MONTE DE OLIVOS

Como un volcán dormido de mentira
-parezco al parecer tan descansada-.
Un ocio agotador que así me enciende,
Brotan de mi costado las palabras.
Sudo tinta y tengo sed, sed tengo,
Mucha sed de manos enlazadas.
Por la punta del monte de mis senos
Por la punta del lápiz va la lava.
Va balada a tus pies o bien protesta,
En una piedra al sol, arrodillada
Y la pasión del hombre se me representa:
Veo celdas con rejas, hospitales sin camas,
Sabios con atómicas, analfabetos con ayuda de cámara,
Viudas con marido, casos sin casa,
Niños crueles, perras apedreadas,
La traición de un amigo, la destrucción de un alma.
¡No puedo más!... Me levanto y dicen:
-Ahí va Gloria la vaga.
-Ahí va la loca de los versos, dicen,
la que nunca hace nada.

DON PATO Y DON PITO

(Cuento «patoso»)
Don Pato y don Pito
dan un paseíto.
-¡Qué suerte, don Pito,
me encontré este güito!
Y los dos le quiere
y los dos se hieren.
Y todos se extrañan
de ver que regañan.
Y mientras se zumban,
bailando la rumba…
Viene el dueño, otro patito,
y éste se lleva su güito.
¡No discutid, muchachitos,
no discutid por un güito,
para que nunca os suceda,
lo que a don Pato y don Pito!

DOÑA PITO PITURRA

Doña Pito Piturra
tiene unos guantes,
Doña Pito Piturra
muy elegantes.

Doña Pito Piturra
tiene un sombrero,
Doña Pito Piturra
con un plumero.

Doña Pito Piturra
tiene un zapato,
Doña Pito Piturra
le viene ancho.

Doña Pito Piturra
tiene toquillas,
Doña Pito Piturra
con tres polillas.

Doña Pito Piturra
tiene unos guantes,
Doña Pito Piturra
le están muy grandes.

Doña Pito Piturra
tiene unos guantes,
Doña Pito Piturra
¡lo he dicho antes!

LAS TRES TONTAS

Por el pueblo ceniza,
van las tres tontas.
La una lleva una piedra,
un jarro lleva la otra
y la tercera va a misa,
lleva un rosario de moscas.
-Ponerlas la zancadilla-,
los chicos les tiran cosas.
-¿Quieres ser mi novia, Elisa?,
se sonreía la m·s boba.
-Es mentira que me quieres,
dice la m·s habladora,
no podemos ir al baile,
somos tontas.
Van cogidas de la mano,
-a por conchassobre
el río van andando,
las tres tontas.

ELGALLO DESPERTADOR

Kikirikí,
estoy aquí,
decía el gallo
Colibrí.

El gallo Colibrí
era pelirrojo,
y era su traje
de hernoso plumaje.

Kikirikí.
Levántate campesino,
que ya está el sol
de camino.

?Kikirikí.

Levántate labrador,
despierta con alegría,
que viene el día.

?Kikiriki.

Niños del pueblo
despertad con el ole,
que os esperan en el «cole».
El pueblo no necesita reloj,
le vale el gallo despertador.

SUCESO

Marinero sin tierra
náufrago sin velamen
huérfano de puerto
nave sin timón.
Rodeado de agua y sediento
rodeado de pescado y hambriento
rodeado de olas y sin saludos
rodeado de dólares y desnudo.

AUTOEUTANASIA SENTIMENTAL

Me quité de en medio
por no estorbar,
por no gritar
más versos quejumbrosos.
Me pasé muchos días sin escribir,
sin veros,
sin comer más que llanto.

LA GENTE DICE

La gente dice:
«Pobres tiene que haber siempre»
y se quedan tan anchos
tan estrechos de miras,
tan vacíos de espíritu,
tan llenos de comodidad.

Yo aseguro
con emoción
que en un próximo futuro
sólo habrá pobres de vocación.

EN LOS BOSQUES DE PENNSYLVANIA

Cuando un árbol gigante se suicida,
harto de estar ya seco y no dar pájaros,
sin esperar al hombre que le tale,
sin esperar al viento,
lanza su última música sin hojas
¿sinfónica explosión donde hubo nidos?,
crujen todos sus huecos de madera,
caen dos gotas de savia todavía
cuando estalla su tallo por el aire,
ruedan sus toneladas por el monte,
lloran los lobos y los ciervos tiemblan,
van a su encuentro las ardillas todas,
presintiendo que es algo de belleza que muere.

MI CARA

En mi cara redondita
tengo ojos y nariz,
también una boquita
para hablar y para reír.
Con mis ojos veo todo,
con la nariz hago achís,
con mi boca como como
palomitas de maíz

Jesús, María y José

Jesús, María, y José
estaban junto al pesebre.
El niño tenía frío.
María tenía fiebre.
Al Niño Jesús Bendito,
le entretiene un angelito.
Se arremolina la gente,
Vienen los Reyes de Oriente.
Se acercan los mensajeros.
El Niño hace pucheros.
No le gusta el oro fino,
prefiere pañal de lino.
Los pastores van en moto,
y se arma un alboroto,
las ovejas asustadas,
corren hacia las majadas.
Los pastores dan al Niño
bollos y queso, y cariño.
José, María, y Jesús,
nos dan vida y nos dan luz.