A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

UN NIÑO ES UN RENACUAJO [Mi poema]
Emilio Bobadilla [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Un niño, renacuajo es incipiente
de un ser que puede ser que salga rana,
o pase por la vida con desgana,
o siga con galbana la corriente,
le zurren la badana.

Que llega aquí a ejercer algún derecho
consciente no haber hecho los deberes,
de innata tentación a los placeres
y clara convicción que a lo hecho pecho
según sus pareceres.

Un niño es como el plátano inmaduro
le pegas un bocao y sabe a quina,
después cuando madura, gasolina,
ignora qué deparará el futuro,
pues nadie lo adivina.

Y así pasa los días a la espera
que venga alguien que sepa y se lo cuente,
y empieza allí a dudar si es que alguien miente.
El niño fue una rana anteriormente,
y hoy una calavera.

©donaciano bueno

#Renacuajos somos...todos, o no? Share on X

MI POETA SUGERIDOEmilio Bobadilla

La hierba mala

Bajo el agua y la nieve gimen en las trincheras
de reúma y de anquilosis los míseros soldados;
y con graznido lúgubre las aves agoreras
promulgan el fin hórrido de dramas ignorados.

Solitarios los pueblos, llenos los hospitales
?amputación de piernas y brazos a porrillo?;
en los campos miseria, luto en las capitales;
las iglesias en llamas y saqueado el castillo.

Ni la nieve, ni el agua, ni el dolor, ni la ruina
a tu ambición y tu odio, hombre cruel, ponen freno;
que en ti demoledora propensión predomina.

Exterminar al hombre tu sevicia no espere.
¿A la verdad acaso eres, di, tan ajeno
que no ves que eres malo y lo malo no muere?

Cuadro lúgubre

Las frutas amarillas de los árboles cuelgan;
el oro de los trigos llamea en la llanura;
los arados, las tierras estériles no amelgan;
y cual torrente invade los valles la espesura.

Los barcos en la orilla del río cabecean,
el velamen plegado, los remos inactivos;
las chozas solitarias, al despertar, no humean.
Es un mundo de muertos con andares de vivos.

Su curva plañidera de tarde en tarde el gallo
sobre el paisaje alarga, cual soñolienta cinta.
Por los campos no ambula ni un hombre, ni un caballo,

¡Es la guerra, es la guerra! ¡Mientras todo solloza,
bajo una luna en olas de sangre humana tinta,
el hombre en fratricida tragedia se destroza!

Combatiente empedernido

Somos de pulpa y hueso, componentes bien frágiles,
y en atómico polvo al fin nos convertimos:
somos como los tigres, carnívoros y ágiles,
y nos vencen a ratos el amor y los mimos.

Y el hombre contra el hombre, su hermano, inventa meDios
de destrucción: cañones, dinamita, fusiles…
Con que pone a su vida y su riqueza aseDios,
a rendirse obligándole en condiciones viles.

Los placeres olvida; lo que su ingenio un día
creó de grande y noble, destruye convulsivo
en sus horas frenéticas de fiebre y anarquía.

¡Y su carne resiste sangrando y no se abate
y hasta en el mismo campo ?su odio siempre vivo?
le sorprenden los siglos en el mismo combate!

Tout passe!

¿Pasará la tormenta ?¿qué no pasa a la postre?
El cañón será bronce que convoque a los fieles,
y aquel que los anhelos de reposo no arrostre,
beberá en cáliz negro de odio, negras hieles.

En el cielo a las nubes eléctricas los cirros
sucederán; las flores a los cardos huraños:
y ya no habrá en la sombra hipócritas esbirros
cazando al inocente con pérfidos amaños.

La casa derruída por el cañón aleve,
el bosque calcinado, la huerta sin legumbres,
recobrarán su pristino color y su relieve,

y el arado su surco irá abriendo entre cráneos,
¿anónimas reliquias de locas muchedumbres?
¡héroes que fueron ídolos de sus contemporáneos!

¡no haya paz!

En los hogares tristes, sin hermanos, sin padres,
en los hogares tristes que mutiló la guerra,
donde lloran las viudas, donde lloran las madres,
¿qué paz va a celebrarse? ¿Es que hay paz en la tierra?

En los campos sin árboles, en los campos desiertos,
que agostó la metralla, que afligió la sevicia,
campos ayer fecundos, hoy montones de muertos,
¿qué paz va a celebrarse que ampare la justicia?

¡Que siga la matanza, sigan los desvaríos
y siga el espectáculo de enconos tremebundo
y que todo se anegue en purpurinos ríos.!

¿Qué más da el campo rojo, qué más da el campo verde?
¡Que la lucha se extinga cuando cansado el mundo,
no haya ni quién se queje, ni haya quién recuerde.!

¡es la guerra!

Un cielo heterodermo, álgido el aire;
los campos dormilentos y vacíos;
una luna tamaña de un albaire,
sin labriegos los tristes caseríos.

La noche, como un tigre, paso a paso
se acerca; ya la luna se perfila
y la arboleda, a su fulgor escaso,
la ruta melancólica vigila.

¡Ni un canto, ni una risa, ni un ladrido.!
De la aldea, del pueblo y las montañas,
los hombres y las bestias han huído.

Reina una paz de cementerio agreste.
¡Es la guerra, la guerra sin entrañas,
hermana del incendio y de la peste!

¡así es la vida!

Truena el cañón; en lucha venatoria,
como espigas, inerme el hombre rueda
y a la luz de una luna sin memoria
todo en silencio legendario queda.

En la penumbra del hogar vacío
la vieja al viejo cuenta sus dolores
y amortiguado el odio, el caserío
lento se va poblando de rumores.

Ya el campanario roto da la hora,
vuelve el arado a socavar la tierra
que el sol de Mayo paternal decora;

vendrán las noches largas; con sentida
voz hablará el recuerdo de la guerra;
vendrá el olvido luego. ¡Así es la vida!

¡al fin!

¡Al fin tu sueño se realiza, Francia:
vuelven a ti la Alsacia y la Lorena,
vencida del tudesco la arrogancia!
¡Patriótico entusiasmo tu alma llena!

¡Cuánto luchar y cuánto sacrificio
y cada vez más lejos la quimera!
Y hoy, rota en sol, aromas y bullicio,
te prodiga sus dones primavera.

Tierra de amor lascivo y poesía
?tu cielo dulce y plañidero canta
de las cosas la irónica elegía?

tus triunfos saborea, aunque te atriste
tanto luto: en el Rhin tienes la planta,
¡tú que la planta del teutón sufriste!

Vanitas!

Imperio poderoso de militar empuje
que aspiras al dominio del mundo en cruel batalla
y no dejas que nadie tu vigor sobrepuje,
so pena de arrojarle torrentes de metralla.

¡Cómo el triunfo te embriaga y tu sable sangriento
da tajos y mandobles sin piedad ni medida!
Agita tus banderas, como una tromba, el viento
y corres a la muerte deificando la vida!

Músicas y festejos, luminarias, banquetes
?apoteosis del daño que tu sevicia fragua?,
y hay arengas y versos y flores y cohetes.

Imperio, de dominio tu ambiciosa quimera
es la grandeza efímera de una montaña de agua
en que el sol de la tarde fastuoso reverbera.

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PLEGARIA (sin más) [Mi poema]
José Cercas [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Si mi Dios nunca existiera,
si el que a mi me han enseñado,
al que tanto yo he rezado
sin mostrarse aquí hoy siguiera.

Si mentira todo fuera
o es verdad que Dios existe
¿por qué el mismo se resiste
a que alguna vez lo viera?

Si con una me valiera
para más ya no insistir
¿qué me tiene que decir

que a la duda tranquilice?
Le agradezco lo matice
pues que debo ya morir.
©donaciano bueno

A qué andarse con tantos rodeos...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  José Cercas

 Así comenzó el olvido

Te busqué en la leve soledad de un sueño,
en el bosque callado de las libélulas,
en la escarcha que se ríe del hielo,
en la callada por respuesta.
Busqué tus ojos y una isla al poniente
y un barco que, a lo lejos,
arrullara la voz del mar.
Busqué una calle donde pronunciar tu nombre
y una esquina donde besar tu nombre
y unos labios donde verter tu nombre.
y unos ojos donde reflejar tu nombre.
Te busqué con la vehemencia del enamorado.
y no hallé tu voz antigua:
ni tus adjetivos desnudos sobre la cama,
ni tu melancolía,
ni tu casta pupila donde llora la quimera,
ni tu nombre.
Así fue como comencé a olvidarte.

Laura no ha venido

Ya, el naranjo, frunció su ceño de azahar,
la flor surge de nuevo sobre el tiempo.
Ya, la tierra, boca y pestañas de la flor, pregunta:
¿Laura no ha venido?
De la flor primera del naranjo surge una lágrima,
no siente bajo sus pétalos el tacto de la vida,
ni el vocablo que advierte su condición nívea.
¿Laura no ha venido?
No arropan las sombras del naranjo padre,
el contorno de la sombra de Laura, ausente y viajera.
La hoja se aferra al tronco, a la vida que le dona,
esta luz primera de la tierra, del surco, del agua,
del tronco natal. del viejo árbol.
¿Laura no ha venido?
Sombra y luz por las esquinas,
luz y sombra, como lenguas por el suelo,
pues… Laura no ha venido a recibirla esta mañana.

Humanidad

Algo muy bueno puede suceder,
un humano vestido de humanidad
está mirando a otro humano que tiene hambre,
a un humano con la boca y las manos del hambre,
a un humano con sudor en el hambre,
a un humano manchado de la salitre del hambre,
a un humano de sangre y hambre.
Le mira a los ojos, pero…
una columna de agua cristalina, le detiene,
un pan de espuma y vida, le detiene.
Le detiene la sombra y el sombrero,
el cuello de la camisa y la corbata,
la ley de los ricos para los pobres, le detiene.
Algo muy grande pudo haber sucedido,
pero un humano vestido de miedo,
dejó de mirar a los ojos del hambre
y siguió su camino…
y ya nadie, le detiene,
y ya nadie, le detiene,
y ya nada ni nadie, le detiene.

NO ESTÁS CONMIGO

Miro a mi lado y no estás conmigo
cuando apenas dejo de escribir tu nombre,
cuando retorno al verbo que se hunde en mis labios,
cuando abre el silencio sus abismales sombras,
cuando pienso en la última tarde del beso,
en la última noche de tu cuerpo sobre el mío.
Miro a mi lado y ya no estás conmigo
en esta sala donde se agita la soledad,
donde la vista se vuelve brisa y acaricia los olivares,
donde los relojes danzan y tintinean en los cerros del horizonte,
donde los ojos buscan la longitud de tu sonrisa,
donde los labios emprenden el vuelo
y aterrizan en paredes húmedas, en muros de sílice;
cuando miro al frente y no estás conmigo.
Que no calle el perro, que maúlle el gato de la sementera,
que ruja la lluvia es los acantilados del lamento,
que un pasillo de pámpanos acaricie tus manos de nieve,
y que llore este invierno si así se acaba la tarde.
Danza tu nombre en los arrabales,
se acaba este retiro,
la pena vuelve a su jardín de cenizas,
los ojos parpadean, llorosos, bajo las escarcha,
porque tu no estás conmigo,
porque tu ya no estás a mi lado.

Cuando la noche

Cuando la noche se acerque,
cuando la noche caiga,
cubrirá el horizonte y se alejará
en apenas un suspiro.
Cuando boca arriba, amanezca,
la voz del iracundo,
cuando el pájaro del exterminio
se pose en tu ventana,
caerán, por su propio peso,
el llanto y los adjetivos;
caerán, sobre la tierra estéril,
las bocas del trueno,
las calles del hallazgo.
La luz cubrirá de otoños los diciembres
y la llamada del verbo amar sobre la cama.
Yo dejaré, en ese instante,
que las sábanas me escriban poemas de amor,
que me lleven hacia el frío,
que me busquen el sabor de la cellisca,
la ausencia terrible, la última gesta.
Cuando dejes de mirarme,
cuando te escriba el último poema
a la luz del fuego que me consuma,
yo dejaré de ser, cuando tú no estés,
cuando la tarde temple su olvido.

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LA FUENTE DE LA VIDA [Mi poema]
Luisa de Carvajal y Mendoza [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Debajo mi ventana hay una fuente
y un caño que echa el agua y la bendice,
escucho como suena persistente,
me encanta oír si el eco se desdice.

Hay veces, cuando estoy adormilado,
que empiezo a meditar, pienso en la vida,
dudando entre escucharla de buen grado
o echarme a navegar a la deriva.

Sus gotas que resuenan persistentes
del cerco en su brocal me desperezan,
con signo de tristeza, balbucientes,
en lucha el bien y el mal cuando tropiezan.

Mas sepan que  una noche apareció
y el ruido se apagó, llegó la calma.
Fue entonces que la fuente se secó.
Con ella se apagó la que era su alma.
©donaciano bueno

#Nada dura eternamente...? Pregunta de Perogrullo Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Luisa de Carvajal y Mendoza

De sentimientos de amor y ausencia profundísimos.

¿Cómo vives, sin quien vivir no puedes?
Ausente, Silva, el alma, ¿tienes vida,
y el corazón aquesa misma herida
gravemente atraviesa, y no te mueres?

Dime, si eres mortal o inmortal eres:
¿Hate cortado Amor a su medida,
o forjado, en sus llamas derretida,
que tanto el natural límite excedes?

Vuelto ha tu corazón cifra divina
de extremos mil Amor, en que su mano
mostrar quiso destreza peregrina;

y la fragilidad del pecho humano
en firmísima piedra diamantina,
con que quedó hecho alcázar soberano.

A la ausencia de su dulcísimo Señor en la Sagrada Comunión.

¡Ay, soledad amarga y enojosa,
causada de mi ausente y dulce Amado!
¡Dardo eres en el alma atravesado,
dolencia penosísima y furiosa!

Prueba de amor terrible y rigurosa,
y cifra del pesar más apurado,
cuidado que no sufre otro cuidado,
tormento intolerable y sed ansiosa.

Fragua, que en vivo, fuego me convierte,
de los soplos de amor tan avivada,
que aviva mi dolor hasta la muerte.

Bravo mar, en el cual mi alma engolfada,
con tormenta camina dura y fuerte
hasta el puerto y ribera deseada.

De deseos de martirio

Esposas dulces, lazo deseado,
ausentes trances, hora victoriosa,
infamia felicísima y gloriosa,
holocausto en mil llamas abrasado.

Di, Amor, ¿por qué tan lejos apartado
se ha de mí aquesta suerte venturosa,
y la cadena amable y deleitosa
en dura libertad se me ha trocado?

¿Ha sido, por ventura, haber querido
que la herida que al alma penetrada
tiene con dolor fuerte desmedido,

no quede socorrida ni curada,
y, el afecto aumentado y encendido,
la vida a puro amor sea desatada?

Soneto a un hombre que cayó en la culpa y se reduce a penitencia.

Infeliz hora, desdichado punto,
tiempo sin tiempo, vida no, mas muerte,
cruel prisión, y la cadena fuerte,
hierros que me enlazaron en un punto.

Parezco vivo, mas estoy difunto;
a un tiempo todo se acabó; mi suerte
desdicha fue, y plegue a Dios acierte
a recobrar lo que he perdido junto.

Lágrimas, suspirar, amargo llanto,
gemir del corazón, cruel azote,
dolor profundo con intensa pena,

desde agora será mi dulce canto,
con que, pagando el miserable escote,
pueda seguir mi dulce Filomena.

Para una señora grave

¿Cómo, di, bella Amari, tu cuidado
estimas en tan poco, que, olvidada,
de quien con tanto amor eres amada,
te empleas en el rústico ganado?

¿Háte la vana ocupación comprado?
¿qué nigromántica arte embelesada
te trae, y de tu bien tan trascordada?
¡Ay, alevosa fe! ¡ay, pecho helado!

Vuelve, Amari; repara que perdiendo
vas de amor el camino; digo, atajo.
Y ese que llevas, ancho y deleitoso,

suele mañosamente ir encubriendo
entre las florecillas, y debajo
de verde hierba, el paso peligroso.

Sobre sentimientos de ausencia de Nuestro Señor.

Dulce y fiel esperanza,
mi Cristo, mi Señor y mi deseo:
¿qué bienaventuranza,
qué gusto o qué recreo
podrá haber para mí do no te veo?

Encerrado en mi pecho,
de ausencia y del amor, fuego tan fuerte,
me ha puesto en tal estrecho,
que un punto de no verte
me es de mayor dolor que el de la muerte.

Porque sin ti, mi vida
queda cual la del pez sin su elemento,
hasta que socorrida
de tu presencia, siento
vuelto en deleite y gloria mi tormento.

¡Baste, mi bien, te ruego!
No te tardes ya más en socorrerme,
pues ves, Señor, que llego
a un extremo, que en verme
se juzgará que baste a deshacerme.

Rompe esta tenebrosa
nube que de mil modos me atormenta,
con tu vista gloriosa,
y apaga la sedienta
congoja que me aflige y desalienta.

Que cuando reverbera
la rutilante luz de tu hermosura,
mi invierno en primavera
se trueca, y su secura
en dulce y amenísima frescura.

A Cristo Nuestro Señor

Cristo dulce y amado,
sin quien vivir un punto no podría;
süave y regalado gozo
del alma mía,
mi bien, mi eterna gloria y alegría.

Mi puerto venturoso,
do Silva de mil males amparada
queda, y del mar furioso
la braveza burlada,
cuando más pretendió verme anegada.

Las olas hasta el cielo,
de tan divina roca rebatidas
quedaron por el suelo,
sus trazas destruídas,
y tus promesas fieles bien cumplidas.

Que nunca me has faltado
en los encuentros fieros y espantosos
del tigre denodado,
y leones furiosos,
sedientos de mi sangre y codiciosos.

Porque para leones
eres fuerte león de mi defensa;
y a armados escuadrones
del infierno en mi ofensa
en polvo los volvió tu fuerza inmensa;

y el dragonazo horrendo
que, de la boca, infame, emponzoñada,
su ancho río vertiendo,
de su furor cercada,
como en lazo pensó verme encerrada.

Y sólo con mirarme
(cuando a ti me volví), con esos ojos
soberanos librarme
pude de mis enojos,
quedando victoriosa y con despojos.

A los divinos ojos de Nuestro Señor

Al alma que te adora
vuelve los ojos claros, Cristo amado,
que más que en sí, en ti mora,
y todo su cuidado
en sólo tu mirar está cifrado.

Ojos restauradores
de vida, que la dan de amor matando;
absolutos señores
de cuanto están mirando,
inmensa majestad representando.

Puro y vivo traslado
de todo el bien que encierra el alto cielo,
que tras el delicado
disfraz de humano velo,
hacen rico y dichoso a todo el suelo.

Sacros soles dorados,
cuya amable presencia poderosa
los males desterrados
deja, y su victoriosa
luz deshace la niebla tenebrosa.

Rara y suma lindeza,
y el «Nihil ultra» de la excelsa mano,
adonde con destreza
juntó un mirar humano
con un mirar divino y soberano.

Depósitos divinos
do está toda mi gloria atesorada,
espejos cristalinos,
vista dulce, agraciada,
dorado día, aurora arrebolada.

Jardines celestiales,
ameno paraíso deleitoso,
luceros orientales,
refugio venturoso,
puerto en la tempestad maravilloso

En esos ojos bellos
todo su bien librado el alma mía
tiene, y colgada de ellos
vive, que no podría
de otro modo vivir ni un solo día.

¿En cuánto me ha importado,
que para mí no son, o no hayan sido?
¿o, qué en ellos buscado
de bien he, o pretendido,
que vano o engañoso haya salido?

Decid, luces serenas,
¿quién de ese dulce revolver mirando
lazos hizo y cadenas,
con que el alma enlazando,
sutilmente la van aprisionando?

Las hazañas famosas
de amor, y sus victorias no imitadas
siempre, más venturosas
fueron, y señaladas
desde ese Alcázar Real ejecutadas.

De tanta hermosura
la fuerza intensa, aun no experimentada
con dichosa ventura,
en mirarla ocupada
viene a quedar suspensa y trasportada.

Y habiendo Amor robado
mi corazón, que en nada resistía,
le vi que, remontado,
por el aire subía,
y en tus ojos con él se me escondía,

por alcaide celoso,
en medio el pecho, en su lugar dejando
un afecto fogoso,
que en llamas abrasando
le está, y el homenaje a Amor guardando.

QUINTILLAS

1
¡Cuán dado, mi Dios te diste,
pues, por darte al alma amada,
la aleve y desmesurada
llegar a ti permitiste,
con bondad no imaginada!

La sagrada Comunión
recibiendo cada día,
siete veces la escondía,
y con perversa traición
a un moro infiel te vendía.

El cual un escudo daba
por ti, en que eras apreciado,
y para hechizos comprado;
que para ellos no ignoraba
ser tú, mi gloria, apropiado.

Pero, ¿cómo no entendió
el infamísimo avaro,
si riqueza pretendió,
que tesoro inmenso dio
vendido en sólo un ducado?

¡Tan barato te vendía,
mi bien, estando yo aquí!
¡Ay, si me encontrara a mí,
y diérale, sin porfía,
hacienda y vida por Ti!

Quien te vendió me lastima,
y también quien te compró,
pues ninguno conoció
el gran respeto y estima
que a tu persona debió.

¡Oh hechizos! cuán venturosa
fue el alma a quien hechizastes!
Decidme, ¿no la dejastes
hecha una celestial diosa,
si a dicha en gracia la hallastes?

Que si así fue, empíreo cielo
vuelta, sin duda, quedó,
mientras en sí os poseyó;
que el no pensado consuelo
y eterna vida se halló.

En fin, hechizos se hicieron,
con que bien enhechizado
de amor quedó el que ha tomado
tales hechizos, pues fueron
hechos del Verbo encarnado.

Que, en hechizos, yo no dudo,
Hostia sacra, que ese amor
hechice con tal primor,
que ni supo Dios ni pudo
hacer hechizo mejor.

2
Llora Silva, y su Pastor,
se alegra de su pesar:
¡hasta aquí pueden llegar
las trazas que tiene amor
para su fuego aumentar!

En las niñas de los ojos
dice el Pastor que le ofende
quien en dar a Silva entiende
aun muy pequeños enojos,
y que su furor enciende.

Y viéndola él afligida
y llena de desconsuelo,
la vuelve de plomo el cielo,
y su luz oscurecida,
y de metal todo el suelo.

3
No es mal remedio el sereno
y estar en portal sin casa
para pecho que se abrasa
y que está de fuego lleno.

Y ya que eso no ha bastado
a templar la ardiente llama,
tener el suelo por cama,
y estar temblando de helado.

Mas fuego que al hielo ataja,
y que pone-en tal estrecho
al Niño,¿como no ha hecho
ceniza el heno y la paja?

Sin duda es el fuego, a quien
figuró la llama ardiente,
que vio tan resplandeciente
entre la zarza Moisén.

Y siendo amor, su potencia
no asesta en pajas ni en heno,
sino en el pecho terreno
do busca correspondencia.

Que una rústica serrana
fue quien su pecho encendió,
desde el punto que la vio
en su idea soberana.

Herido me han los amores
del Niño, y sus gracias mil;
parece un florido Abril
cuando derrama sus flores.

Toda me quiero vender
por sus llamas al amor;
que no habrá trueco mejor,
y eso debe él pretender.

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VIENTRES DE ALQUILER [Mi poema]
Juan Díaz Rengifo [Poeta sugerido]New

MI POEMA…de medio pelo

 

Él es hijo que no parió su madre,
fruto asido de un vientre de alquiler.
La madre que lo tuvo sin querer
preñada fue del semen de su padre
o vete tú a saber.

Qué aquí todo se ignora o no se sabe
quién fuera el que pusiera la semilla,
y el padre no hace al caso. Si hay arcilla
el niño nacerá. Esta es la llave
cual Eva a una costilla.

Avances de la ciencia y del mercado,
adios a la cigueña y a París.
¿Un niño, dos…, decid qué requerís?
Si el hecho no resulta es abortado.
jugando otro parchiss.

Que así pasen los años parirán
las madres a esos niños por encargo,
si son ricas, molestias se ahorrarán
en tanto otras angustias sufrirán
viniendo a hacerse cargo.

Los padres que no tienen descendencia
e incluso los que son homosexuales
podrán ya consultar con los manuales
en donde hay opiniones de la ciencia
con pelos y señales.
©donaciano bueno.

Por fin he podido comprender el Misterio de la Virgen María, madre, y el ignominioso papel de San José.

Acaso esto es pura #imaginación...? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Juan Díaz Rengifo

Guarda mundo tu flaca fortaleza

Guarda mundo tu flaca fortaleza,
fortaleza de carne no la quiero,
quiero servir a Aquel, en quien, si espero,
espero hará de roble mi flaqueza.

Flaqueza en la virtud es gran vileza,
vileza no consiente un caballero,
caballero en la sangre, no en dinero,
dinero, que oscurece la nobleza,

nobleza verdadera en Dios se halla,
hállala el que, a sí mismo despreciando,
preciando solo a Dios, en él se honra.

Honra Dios a los suyos, cuando calla,
calla porque en silencio está ayudando,
dando paciencia y honra en la deshonra.

A la circuncisión de Cristo Nuestro Señor

¿Jesús circuncidado? ¿Dios herido?
La vida con prenuncios de la muerte?
de sangre el soberano Sol teñido?
Sagrado el sano enflaquecido el fuerte?

Subjeto el libre, el vencedor rendido?
Con suma dignidad tan baja suerte?
Herrado el Rey, el siervo esclarecido?
O Dios, porque así quieres deshacerte?

Sin duda humana fuerza no bastara
juntar en uno extremos tan distantes:
mas aquestas tan heroicas hazañas

descubren el ardor de tus entrañas,
que para amar mil mundos son bastantes,
y aun de ellas infinito amor sobrara.

A la sabiduría

Pluguiera a Dios, que en ti, Sabiduría
(Guía del alma, y celestial lumbrera)
hubiera yo empleado el largo día,
la fría noche, el tiempo, que perdiera.

Tuviera con tu dulce compañía
alegría en lo adverso, y paz entera:
viera lo que no vi cuando creía,
que veía, lo que ver jamás quisiera.

Vencido de ignorancia, pobre, y ciego
entrego a ti el ingenio envejecido
despedido del ocio y vano juego,

ruégote le recibas, que aunque ha sido
perdido por su gran desasosiego,
sosiego ha de hallar a ti rendido.

Soneto con estrambote

Este granDioso Túmulo erigido,
fúnebre pompa de cristiano afecto,
al más hermoso, y al mayor sujeto
que injusto triunfo de la Parca ha sido,

este consigo mismo competido,
de lealtad, y de amor piadoso efecto
funesto Ocaso es hoy del más perfecto
sol, que gozar España ha merecido.

Con un golpe mortal, en breve instante
al gran Philipo, su divina Aurora,
la Lis francesa, la beldad galante,

quitó, llevó la Muerte robadora:
Mas si en eterno imperio brillante,
tantos de gloria grados atesora.

Para que España llora
a Isabel de Borbón, que muerta yace,
si al Cielo Fénix inmortal renace.

Soneto continuo

Ceniza espiritada, vil mixtura,
hombre de polvo, y lágrimas formado,
por ley divina a muerte condenado:
¿por qué no pones freno a tu locura?

Comienza ya a llorar con amargura,
lo mucho que a Dios tienes enojado,
la mala vida, el tiempo malgastado,
si no te quieres ver en apretura.

Llamándote está la sepultura,
lugar estrecho, do será enterrado
deleite, honra, mando y hermosura,

y cuanto en esta vida es estimado:
El alma es inmortal, y siempre dura,
en sola ella emplea tu cuidado.

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CEMENTERIO CARTESIANO [Mi poema]
Antonio Orihuela [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

De libros, cementerio cartesiano,
destino donde van a reposar
mentiras y verdades sin parar
cogidas todas juntas de la mano.

Lugar donde se excluyen las disputas
ni existe prevalencia de algún bando,
que allí todas a misa y repicando
sin miedo a si son castas o son putas.

Pues todas forman parte del montón
conscientes que el gritar no viene al caso,
los gritos ya no tienen solución.

Los sueños de acceder hasta el Parnaso
se fueron a llorar al paredón,
del libro el cementerio es su fracaso.
©donaciano bueno

El fin del fin, no es así...? Share on X

MI POETA SUGERIDOAntonio Orihuela

UNA IDEA DE LIBERTAD

Cuando más cogido por los huevos me tienen,
busco la ventana por donde se ve más lejos
y me quedo allí
con la nariz aplastada
esperando siempre
unos pájaros
que nadie ha visto
que sé existen,
pero que no vienen.
***
Cuando este año entres en clase
tira la escuadra y el cartabón.
Diles
que nada de esto sirve para nada
si se dejan robar sus sueños.
Y sigue
guardando bien guardado
el tuyo.
***
Donde no llegan las medicinas
llega Coca-Cola,
bébete las chispas de sus vidas

y eructa.

WAY OUT

a Manuel Vilas

La poesía dejará de ser una cosa triste
cuando empiece a tener que ver con la vida de la gente,
cuando la gente vuelva a ser la que decida qué hacer
con sus vidas y con las palabras,
mientras tanto
todo esto que hacemos seguirá siendo
literatura.

GRACIAS, MUJERES

Fuisteis
la llovizna virgen del azúcar de todas mis torpezas,
piezas de un puzle desparramado sobre la cama,

misterio no revelado
al que solo se me ocurría garabatear himnos
al tiempo que os volvíais densas, cerradas, oscuras,

efímeras mariposas somnolientas
en el primer y el último día del mundo,

rojo mordisco de sandía fresca
en el hambre amontonada de las noches,

jugosa pulpa del desorden de mi vida,
rostros puros de mi gastado deseo,

solitario sollozo
del ciclista que pedalea en el fondo de un pozo,

luna de cartón
en mi hogar de leña y estrellas árticas,

hermosa claridad perseguida a través del tiempo
en el laberinto de mi mente,

voz de Ella Fitzgerald cantando This love of mine
en el mundo que se mece,

princesas en la torre, fulgor del primer encuentro,
gran viaje y partido terminado,

canción de los días desperdiciados
y las noches sin dormir, santo fracaso,

preguntas y pensamientos fúnebres,
perseguido refugio de lo perdido,
encendido tacto del sueño incandescente,

error de mi ceguera, promesa devastada,
frontera de lo eterno, silencio fijo de la luz inventada.

En el mundo que construí fuisteis lo que no sucede,
lo fugitivo que no se toca,
el instante obstinado de lo que se va,
el amor que derrotará al tiempo de la forma más pura,

gracias, mujeres que guardaré en mi corazón
hasta el último latido.

M

aut quam sidera multa, cum tacet nox
CATULO

Las moscas no te comían el culo
porque tú eras una mosca,
los escorpiones no te picaban
porque tú eras un escorpión,
el viento no te molestaba
porque tú eras el viento,
y la arena, y la noche, y la duna
y el cuerpo a tu lado que no había antes.

Tú eras, a base de no ser,
todas las cosas.

Te dije que siempre había fantaseado
con que aquellos cristales que te ofrecía
fueran los mismos que tomaron Tristán e Isolda,

que nuestro mágico encantamiento había hecho,
de las negras ciénagas de la razón,
una blanca landa
en la que bañados por el sol,
éramos belleza y brillo en honda identidad,
cuerpo y sentimiento unidos,
no dos, círculo
hasta el borde lleno de amor.

Lovendrin,
vin herbé,
mdma,
cuántos nombres tiene mi embriaguez,
mi enajenación,
mi devoción por ti.

Creíste que el amor era una montaña,
un sacrificio, una ilusión, un problema,
pero ahora sabes que el amor
es el más sincero y profundo de los vínculos,
por eso todos huyen de él.

LOJA CHINES ZHANG

—aberto todos os dias de 9 a 23—

para Joaquín Campos

En la isla de Sal los muertos entraban al hotel nada más llegar
y salían cuando iban a coger el taxi que les llevaba hasta el avión.

Aunque habían llegado atraídos por los panfletos en cinemascope
de las aguas turquesas y su olor a libertad,
a los pocos días habían terminado añorando su jaula sin barrotes
y su trozo de lechuga en la cadena de montaje.

La meta del viaje era para ellos volver indemnes del viaje,
que haya zumo de naranja en el desayuno,
aunque tengan que traerlas
desde tres mil trescientos treinta y ocho kilómetros,
y que el cajero de la rua 1 de Junho funcione en medio de un océano
donde nadie con la piel poco clara quiere vivir.

Esta podría ser una isla para poetas,
si a alguien le diera por contemplar las geometrías de la luna llena
una noche clara sobre el rumor de la vaciante en Ponta de Fragata,
o reflexionar sobre la luz rosa que muere en la tarde
dentro del exoesqueleto de un erizo de mar,
o la infinita sabiduría que contiene el blanco maxilar
de una gaviota encontrada entre las dunas de Ponta Preta,
pero solo hay chinos que no saben ni dónde está el mercado municipal,
aunque sí en qué balda de qué pasillo de qué esquina
de qué oscuro rincón de su tienda están las latas de sardinas.

Nosotros habíamos navegado hasta Cabo Verde
buscando el perfume de la flor herida del Dondiego,

fue antes del tiempo de las lágrimas saladas,
cuando el amor era una certeza y tú eras dulce
como los helados de la tienda de Gira Mundo.

EL PAYASO DE LAS BOFETADAS Y EL PESCADOR DE CAÑA

con León Felipe

Me gustaba estrenar cosas contigo,
una huida, un amanecer, una cama,
el brillo de todo lo que éramos capaces de inventar.

Alguien debió matar a alguien, o tal vez fue
que pisamos el acelerador de la belleza hasta el fondo en aquella curva fatal.

En fin, puestos a estrenar,
también estrenamos el tiempo de las bofetadas
sin ponernos nunca de acuerdo sobre quién iba a ser el que las daba
y quién el que las recibiría,

y así, a base de ostias, nos fuimos alejando,
buscando otro jardín, otra luz,
otra cama en la misma cama
que hiciera más leve los oscuros moratones de nuestro desamor
y todo lo demás que no se puede arreglar,
a menos que llenes la casa de extraños
y pagues al contado el paraíso quebrado
de tu desolación.

Esto es lo que pasa con el miedo cuando el amor nos sobra,
que nos ponemos en manos de cualquiera
y le ofrecemos la boca, el culo, un hueco en la almohada,
lo que sea con tal de esquivar la mala calidad de la realidad
que antes o después envejece, se rompe, te voltea
hasta descubrir al extraño que duerme a tu lado
y le susurras que es hora de ponerse el pantalón de cuero azul, las botas
y sacar la caña.

ALMOST BLUE

—Es curioso, no reconocía tu voz.
—Yo tampoco reconocía tu voz.
EUGÈNE IONESCO. «Rinoceronte»

con Chet Baker

Ahora que todas se parecen a ti
he olvidado cómo eras.

Las fotos que veo no te hacen justicia,
es como si las imágenes
se hubieran cansado
de verte en esas poses disparatadas,
con cara de haber descubierto la electricidad,
cuando solo ocurre que has tenido otro hijo
de esos que se niegan a emanciparse
y tendrás que cobijar y alimentar,

pareces una copia mala de Maya Deren
a la que le hubiera dado el alto la Guardia Civil,
corriendo por la playa en el declinar de la luz
en lo que también fue el declinar de tu amor.

Miro tus fotos y no sé qué veo,
tal vez una perra con pintalabios
instalada plácidamente en el sofá del salón
que acaricia plácidamente a su gato,
feliz porque ha limpiado el plato
y mira con ojos bovinos la televisión
mientras le susurra

mañana, mañana…
El sabor del cielo. Editorial: Huerga & Fierro.

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IMAGINA, MUCHACHA [Mi poema]
Fina García Marruz [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Imagina que el viento es un beso que vuela,
imagina que tú eres una alondra en el mar,
que te dice que te ama y despliega una vela
y cogiendo en volandas que te lleva a su altar.

Imagina que tú eres la paloma que sueña
en subir hasta el cielo, hasta aquel palomar,
y se muestra rendida a tus pies cual cigüeña
que te dice risueña no te puede olvidar.

Imagina que tú eres en el parque una rosa
que de tanto esperarte se cansó de esperar,
del amante su niña, del poeta una diosa,
que tan linda y mimosa te citó en su cantar.

Que hay amores y espinas y hay momentos de gloria
y traiciones y treguas y otra vez a empezar,
y hay dolor y hay suspiros y ese afán de victoria.
Imagina, muchacha, trata de imaginar.
©donaciano bueno

#Así es el amor...quién lo sabe? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Fina García Marruz

Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna

Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna
como a la casa de la infancia, a algunos
días, rostros, sucesos que supieron
recorrer el camino de nuestro corazón.
Vuelven de nuevo los cansados pasos
cada vez más sencillos y más lentos,
al mismo día, el mismo amigo, el mismo
viejo sol. Y queremos contar la maravilla
ciega para los otros, a nuestros ojos clara,
en donde la memoria ha detenido
como un pintor, un gesto de la mano,
una sonrisa, un modo breve de saludar.
Pues poco a poco el mundo se vuelve impenetrable,
los ojos no comprenden, la mano ya no toca
el alimento innombrable, lo real.

Una cara, un rumor, un fiel instante

Una cara, un rumor, un fiel instante
ensordecen de pronto lo que miro
y por primera vez entonces vivo
el tiempo que ha quedado ya distante.

Es como un lento y perezoso amante
que siempre llega tarde el tiempo mío,
y por lluvia o dorado y suave hastío
suma nocturnos lilas deslumbrantes.

Y me devuelve una mansión callada,
parejas de suavísimos danzantes,
los dedos artesanos del abismo.

Y me contemplo ciega y extasiada
a la mágica luz interrogante
de un sonido que es otro y que es el mismo.

Los extraños retratos

Ahora que estamos solos,
infancia mía,
hablemos,

olvidando un momento
los extraños retratos
que nos hicieron.

Hablemos de lo que tú y yo,
por no tener ya nada,
sabemos.

Que esta solitaria noche mía
no ha tenido la gracia
del comienzo,

y entré en la danza oscura de mi estirpe
como un joven tristísimo
en un lienzo.

Mi imagen sucesiva no me habita
sino como un oscuro
remordimiento,

sin poder distinguir siquiera
qué de mi pan o de mi vino
invento.

En el oscuro cuarto en que levanto
la mano con un gesto
polvoriento,

donde no puedo entrar, allí me miras
con tu traje y tu terco
fundamento,

y no sé si me llamas o qué quieres
en este mutuo, extraño
desencuentro.

Y a veces me parece que me pides
para que yo te saque
del silencio,

me buscas en los árboles de oro
y en el perdido parque
del recuerdo,

y a veces me parece que te busco
a tu tranquila fuerza
y tu sombrero,

para que tú me enseñes el camino
de mi perdido nombre
verdadero.

De tu estrella distante, aparecida,
no quiero más la luz tan triste
sino el Cuerpo.

Ahonda en mí. Encuéntrame.
Y que tu pan sea el día
nuestro.

Visitaciones

1
Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna
como a la casa de la infancia, a algunos
días, rostros, sucesos que supieron
recorrer el camino de nuestro corazón.
Vuelven de nuevo los cansados pasos
cada vez más sencillos y más lentos,
al mismo día, el mismo amigo, el mismo
viejo sol. Y queremos contar la maravilla
ciega para los otros, a nuestros ojos clara,
en donde la memoria ha detenido
como un pintor, un gesto de la mano,
una sonrisa, un modo breve de saludar.
Pues poco a poco el mundo se vuelve impenetrable,
los ojos no comprenden, la mano ya no toca
el alimento innombrable, lo real.

2
Uno vuelve a subir las escaleras
de su casa perdida (ya no llevan
a ningún sitio), alguien los llama
con una voz querida, familiar.
Pero ya no hace falta contestarle.
La voz sola nos llama, suficiente,
cual si nada pudiera hacerle daño,
en el pasillo inmenso. Una lluvia
que no puede mojarnos, no se cansa
de rodear un día preferido.
Uno toca la puerta de la casa
que le fue deparada a nuestras manos
mortales, como un tímido consuelo.

3
El que solía visitarnos, el que era
de todos más amado, suave vuelve
a la sala sencilla, cada día
más real y más leve, ya de humo.
¿Cuándo tocó la puerta? No podemos
recordarlo. Estaba allí, estaba!
Y no se irá jamás ni puede irse.
No nos trae la memoria las palabras
del adiós. Sólo podrá volverse
por la puerta de un ruido, de un llamado
de ese mundo que borra, ignora y vence.

4
¿Qué caprichosa y exquisita mano
trazó, eligió ese gesto perdurable,
lo sacó de su nada, como un dios,
para alumbrar por siempre otra alegría?
¿Participarás tú del dar eterno
que dejaste la mano humilde llena
del tesoro? En su feliz descuido
adolescente ¿derramaste el óleo?
¿Qué misterio, fue el tuyo, instante puro,
silencioso elegido de los días?
Pues ellos van tornándose borrosos
y tú te quedas como estrella fija
con potencia mayor de eternidad.

5
Y cuando el tiempo torna impuro su rostro,
una vida que amamos en su hora
cierta de dar, por siempre más reales
que su verdad presente, lo veremos
cuando lo rodeaba aquella lumbre,
cuando el tiempo era apenas un fragmento
de un cuerpo más espléndido, invisible.
Todo hombre es el guardián de algo perdido.
Algo que sólo él sabe, sólo ha visto.
Y ese enterrado mundo, ese misterio
de nuestra juventud, lo defendemos
como una fantástica esperanza.

6
Y lo real es lo que aún no ha sido!
Toda apariencia es una misteriosa
aparición. En la rama de otoño
no acaba el fruto sino la velada
promesa de ser siempre que su intacta
forma ofreció un momento a nuestra dicha.
Pues toda plenitud es la promesa
espléndida de la muerte, y la visitación
del ángel en el rostro del más joven
que todos sabíamos que se iría antes
pues escogía el Deseo su sonrisa nocturna.

7
A aquel vago delirio de la sala
traías el portal azul del pueblo
de tu niñez, en tu silencio abríase
una lejana cena misteriosa.
Cayó el espeso velo de los ojos
y al que aguardó toda la noche abrimos.
Partía el pan con un manto de nieve.
Con las espaldas del pastor huiste,
cuando volviste el rostro era la noche,
todo había cambiado y sin embargo
en la granja dormían tranquilas las ovejas.

8
¿No sentías que ardía tu corazón
cuando nos hablaba de las Escrituras?
(Los peregrinos de Enmaús)

Huésped me fue palabra misteriosa.
Huésped es el que viene de muy lejos,
de algún pueblo que nunca habremos visto.
Huésped es el que viene por la noche,
toca la aldaba de la puerta y todo
el umbral resplandece como nieve.
Huésped es quien se sienta a nuestra mesa
sólo por una noche, y no se acierta
sino ya a oír lo que su boca dijo.
Huésped es el que alegra con su rostro,
y alumbra con sus manos nuestro pan
y no logramos recordar su nombre.
Huésped es el que ha de partir, al alba.

9
There ir a wind where the rose was
WALTER DE LA MARE

Oh vosotras, lámparas del otoño,
más fragantes que todos los estíos!
¿Por qué ha de ser aquel que devenimos
con el tiempo, más real, menos efímero,
que aquel que fuimos a tus luces pálidas?
¿Por qué el polvo desierto, la agonía
junto a las armas bellas, quedan sólo
del resplandor de la victoria? Lejano
es todo vencimiento. En otro espacio
sucede, más allá del moribundo
rostro que hunde la gloria y deja ciego
junto al viento que lleva las banderas
espléndidas que huyen. Fiera es toda victoria.

10
Amigo, el que yo más amaba,
venid a la luz del alba.

Cómo ha cambiado el tiempo aquella fija
mirada inteligente que una extraña
ternura, como un sol, desdibujaba!
La música de lo posible rodeaba tu rostro,
como un ladrón el tiempo llevó sólo el despojo,
en nuestra fiel ternura te cumplías
como en lo ardido el fuego, y no en la lívida
ceniza, acaba. Y donde ven los otros
la arruga del escarnio, te tocamos
el traje adolescente, casi nieve
infantil a la mano, pues que sólo
nuestro fue el privilegio de mirarte
con el rostro de tu resurrección.

11
Since I have walk’d with you through shady lanes…
KEATS

¿Quién no conoce ese sendero en sombras,
ese continuo hablar, interrumpiéndose
el uno al otro amigo, en el gozoso
diálogo hasta la puerta de la casa,
servida ya la cena? ¿Quién no escucha
las nocturnas pisadas en la acera
tornarse más opacas al cruzar por la yerba
que nos trae al amigo, al bien llegado?
¿A quién, ya tarde, no le cuesta mucho
despedirse y murmura generosos deseos,
inexplicables dichas, bajo los fríos astros?

12
qui laetificat juventutem meam…

Sólo vosotras, bestias, claros árboles,
podéis seguir! Mas, eterno es el hombre.
Salvaje privilegio de la muerte,
heredad sólo nuestra, mientras derrama el astro
su luz sobreviviente sobre ese rostro altivo
de ser fugaz, junto a los ciclos fijos,
y ese verdor, eterno! Se fue yendo
la gloria de los rostros más amados,
y tornamos, como ola ciega, al tiempo
del cuerpo incorruptible que esperaste
y no pudimos retener, llorando
en la perdida lámpara, las voces,
lo que encuentro creímos y es partida.
Oh lo real, el mundo en el misterio
de nuestra juventud, que nos aguarda!
Nos ha sido prometida su alegría.
Nos ha sido prometido su retorno.
Eres lo que retorna, oh siempre lo supimos.
Pero no como ahora, amigo mío.

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CON UNA VELA A DIOS [Mi poema]
Félix Grande [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Soñar es ejercicio de villanos
pues sabes lo que ves todo es mentira,
se dice que es tu mente que delira,
soñamos que hoy aquí somos hermanos
y vemos que arrastramos nuestras manos
queriéndolos quemar en una pira.

Soñar, que yo he soñado muchas veces
y siempre al despertar ya no me acuerdo,
y es cierto que he dudado si estoy cuerdo,
me dicen tú tendrás lo que mereces,
olvida de decir ya más sandeces,
¡so lerdo, so ignorante, más que lerdo!

¿Y yo qué voy a hacer si lo he soñado?
¡Cualquiera aquí diría lo hice adrede!
Si el hecho de vivir ya no procede,
pues todo me resulta complicado,
habré de imaginar que algo he logrado
rezando a ver si Dios me lo concede.
©donaciano bueno

#El hombre, que alguien venga y me diga de qué presume? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Félix Grande

Casida de la alta madrugada

Cuando te acuerdes de mi cuerpo
y no puedas dormir
y te levantes medio desnuda
y camines a tientas por tus habitaciones
borracha de estupor y de rabia

en algún lugar de la Tierra
yo andaré insomne por algún pasillo
careciendo de ti toda la noche
oyéndote ulular muy lejos y escribiendo
estos versos degenerados.

Dame ungüento de carne, loba

La prisa despareja con que miro tu piel
la premura apretada con que altero tu cuerpo
y este desasosiego en que empapo mi lengua
para hablarle a tu carne y lamer a tu voz
son como ávidas gotas de estaño compasivo
que busca aminorar las grietas de la muerte

La planta de la edad nos chupa nuestros días
abriéndose como una flor negra, abominable
y en este esplendor de hoy se oculta la simiente
de una desposesión calcinada y perversa
como la del desierto. En el calcio del tacto
hay una lenta caries que nos invade desde
el fin aterrador del tiempo y de la vida

Presuroso y perdido unto en mí tu persona
y soy un bulto de hombre y de loco y de perro
que corre por tu cuerpo y a la vez por un túnel
despavoridamente lamiendo en las tinieblas

Mudo que rompe a hablar

He querido expresarme

Toda mi vida he querido expresarme.
No tengo otro destino, otro afán, otra ley.

Fui actos sucesivos
y el olvido que destilaban
los corroía a ellos ya mí.

Sobre los actos fui palabras
y ellas buscaban una lumbre
que no me calentaba a mí.

Palabras y actos juntos
nada son sin placer del cuerpo.

Ahora regreso de esa vida umbría
buscando siempre calor de mujer.
Palabras y actos sólo allí me expresan.

Tu piel junto a mi piel, eso es lenguaje.

Todo cuanto pretenda enmudecerlo
maldito sea

Vivir a cara o cruz
Carezca yo de ti

y al infortunio suceda la desgracia
y a la desgracia el cataclismo
y a todo ello asistiría
con el desinterés de un muerto.

Estés conmigo tú
y por cada brizna de dicha
que pretendan arrebatarnos
avanzarían desde mi corazón
espléndidos ejércitos de odio.

Tú puedes ser la espalda atroz de mi destino
o mi patria de carne.

El infierno

El bien irreparable que me hizo tu belleza
y la felicidad que se llevó tu piel
son como dos avispas que tengo en la cabeza
poniendo azufre donde consevaba tu miel.

¡Cambió tanto la cena! Botijas de tristeza
en vez de vasos de alba tiene hoy este mantel
y aquel fervor, espero esta noche a que cueza
para servirme un plato de lo que queda: yel.

Rara la mesa está: La miro con asombro,
como y bebo extrañeza y horror y absurdo y pena.
Se acabó todo aquel milagro alimenticio

tras un postre espantoso me levanto y te nombro
que es el último trago de dolor de esta cena,
y voy solo a la cama como quien va al suplicio.

Una postal de nieve

Cuando me tienda en la vejez
como en un mal cerrado sepulcro
maldeciré tu nombre

Sólo porque esta noche
enajenado y absorto en tu cuerpo
he deseado que fueras eterna

y no sabía si pegarte o llorar.

Elogio de la desobediencia

Mientras nos lo prohíben
juguemos, sí, con fuego
Un himno a los que viven
como una brasa el juego

En la ocasión primera
huye del lento hielo y arrójate en la hoguera

Atizarán el fuego mientras bramas
y escupirán al fuego
Mas tu sentido sólo está en las llamas
Para ellos la razón, para ti el juego

En la ocasión primera
devuélveles su frío y arrópate en la hoguera

Únicamente vive lo que arde
Alabado sea el fuego
Abrásate de amor, juega tu juego
Que el amor te preserve y que el fuego te guarde

Y en la ocasión primera
besa humilde las llamas horribles de la hoguera

Calle vacía

A ese a quien no se ve, yo lo conozco.
No está y es evidente como un sueño.
Por la calle vacía,
derramada en la siesta y en el cielo,
con un roce de ayer suenan sus pasos
en perfecto silencio.

A ese a quien no se ve, yo lo conozco.
Va hacia el final o vuelve o está quieto
mientras la calle en sol arde callada,
secreta y clara, enharinada en tiempo.

A ese a quien no se ve, yo lo conozco,
o yo lo reconozco, o lo recuerdo,
o lo busco sin fin… ¡Dios lo bendiga,
tan solo como va, tan lejos!

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EL POBRE SER HUMANO [Mi poema]
Clara Janés [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Lleva a cuestas la congoja
del que sabe que ha pecado,
y se encuentra resignado
mas del miedo no despoja.
Repasando cada hoja
de su vida impenitente
ha seguido la corriente
que impulsaba sin mirar
ni tener en qué pensar
expectante y complaciente.

Ese pobre ser humano
el que piensa que es eterno,
y que ignora que el averno
le ha tomado de la mano.
Pobre, el hombre, ese gusano
que se arrastra con cien patas
sobre el cieno en que las ratas
van dejando sus desechos,
exigiendo sus derechos
mendigando siempre a gatas.

Ese mismo, el que conoces,
el que siempre va gimiendo,
protestando y discutiendo,
o el que va tirando coces.
Que disfruta con los roces
cual gallina en el corral
viene el gallo, el rey del mal,
no pregunta a qué has venido
y si estás desprevenido
te la clava el muy animal.
©donaciano bueno

#El mismo que no se entera...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Clara Janés

AMIGA

Te brillaban dos lágrimas
por fin nos despedimos
sin poder compartir el aluvión de noche

pero tú me sabías
rompiéndome en aceras
recorriendo senderos sin gravedad deshechos
alejándome progresivamente
por el vasto universo de veloces esferas
desde aquel chorro negro en cuyo centro
el yo
se quedaba en la ráfaga
el punto
donde nada ni nadie
sólo el deseo con su vientre de lava
la muerte por los brazos cargando pesadez
cargando frío
dejándolos colgar desasiéndose aplastándose
la cabeza también como un cometa dormido rodando
a miles de kilómetros ya la vez
en tus pupilas húmedas
brillantes como estrellas en el agua de la noche
de esa noche
cuando abierto y desnudo el corazón
como las rosas que desnudan su cráter
y el cuerpo les da vueltas
como fuego en racimos
devorador de órbitas elípticas que ensanchan el espacio infinito
dejaba sólo sólo sólo
ese punto
lejano y arraigado
negro insaciable pozo de tortura y destello
que reclama violento
más viento entre los sauces que lloran
más delirio en las cascadas irisadas
más cobijo en las manos de la lluvia
más temblor en el beso de la tierra
y agónico
encuentra nada más el pánico
de miembros desarmados
y se entrega fieramente
al sueño extraño
en la ebriedad y veneno
de un instante de amor
propio
inasible
incomprensible
inexpresable
intransmisible
incomunicable
incompartible
a penas
un ahogo
perecer

y todo
en tu pupila
impregnada de infancia.
Libro de alienaciones 1980

RED 1

Una red
sobre un carro.
Gris.

Una red
sobre un hombre.
Y del alma solamente el recuerdo.

Una red
desde un mástil,
besando tierra,
cerrando vientos.

Hombres, vientos y carro,
tierra y mástil
eternos y concretos
Una red:
almagre oscuro y neto
envolviendo el silencio.

ESTUVE CON UN JOVEN

Estuve con un joven
y supe al fin lo que era
el violento arrebato, la agilidad vibrátil,
cavidades melosas en la carnosa pulpa
suavemente entreabierta
hasta el linde dehiscente,
el perfecto engranaje,
la densidad precisa de jugos derramados,
la inclinación debida,
la posición exacta,
y la sabiduría del mutismo,
la belleza de un glande.

OYES ESA MÚSICA…

¿Oyes esa música
que cruza como luz la oscuridad
mientras la oscuridad gira
y yo con ella?
¡Con qué fuerza
se abre paso
y llega incluso
a mi lugar más remoto
cercado también de sombras!
Pero el latido
que brota allí
nadie lo oye.
Nadie, como yo, sabe
que existo
y creceré
y amaré
como aman estos brazos
que me sostienen
porque no sé andar aún…
Pero escucha, escucha:
todos los árboles se mecen
en la música.
Y en mi interior,
donde un secreto sol
me hace adivinar
el sol secreto
de la oscuridad.

HOMENAJE A GARCÍA LORCA

Se arranca el perro asirio de las sombras
y, a su primer aullido,
luna y estrellas hacia el sueño ascienden
mientras el sol,
aún desde su negra efigie,
inicia el gesto.
Tu viaje nocturno es ya metáfora.
Se pone en pie
la salvaje frescura de la aurora.

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PARECE QUE FUE AYER [Mi poema]
José Toral y Sagristá [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Un día y otro día y otro día,
la vida así es mas larga que parece,
quisiera recordar lo que acontece,
parece que fue ayer, quién lo diría.

Que ayer bajé a la calle y no llovía
y hoy siento la gotera en el tejado;
seguro, si tuviera más cuidado,
el agua al lloviznar no calaría.

Tendrá algo que decir el agua al llanto
que el llanto de sí mismo no supiera
que ruge cuando surge el desencanto.

Ya es tarde para el sueño o la quimera
que el cielo se ha cerrado a cal y canto
negándose a entreabrir una tronera.
©donaciano bueno

Al menos que se entreabra una #rendija, por fa! Share on X

MI POETA SUGERIDO: José Toral y Sagristá

EN LA RENDICION DE MANILA

Mi dulce musa, que el dolor inspira,
hoy entona canción de amargo acento
y pulsando las cuerdas de la lira
triste responde al nacional lamento,
lamento por los aires repetido
que es a la vez plegaria y es gemido.
De España en el pendón, siempre glorioso,
miro negros crespones,
fúnebres galas de terrible luto;
por eso entono triste mis canciones,
por eso rindo amante mi tributo.
Patria del alma, madre bien amada,
hoy con el alma triste acongojada
contemplo tu infortunio y tus pesares;
tu dolor es mi propia desventura
y te envío un saludo de ternura
desde el confín de los remotos mares.
Patria siempre querida:
hoy que lloras vencida,
tu imagen pura y santa
más y más en mi pecho se agiganta.
Y ¿por qué has de llorar? Llora si quieres;
pero no como lloran las mujeres,
lágrimas de dolor, llanto sublime
que al correr de los ojos nos redime;
llora como el león enfurecido
que mezcla a los sollozos el rugido;
llora al romperse el nacional poema,
mientras entonas funerario canto,
poniendo en los raudales de tu llanto
lágrimas de plegaria y de anatema.
…..
Esa enemiga raza americana
te debe su existencia;
de tu inmenso valor y de tu ciencia
por ella hiciste espléndido derroche,
y apareció en la luz de la mañana
de entre las sombras de la obscura noche.
A cumplir tu misión ansiosa vuelas
con atrevida planta.
Tú lanzaste tus raudas carabelas
bajo la mano santa
de tus sagrados dioses tutelares,
y con ardor fecundo
hiciste que surgiera un nuevo mundo
de la revuelta espuma de los mares.
De la fecunda llama que alimentas
llevaste allí tus leyes
e hiciste cultas greyes
de las salvajes tribus turbulentas.
También clavaste allí la cruz sublime,
cruz de la redención, la cruz gloriosa
en que el amor divino reverbera;
la cruz que fortalece y que redime
y que siempre amorosa
del mundo los cadáveres espera.
Hoy esa tierra ingrata
los sacrosantos vínculos desata,
y con los ojos en el lucro fijos
logra que torpes hijos
hagan pedazos tu amoroso seno.
¡Oh, si Colón resucitar pudiera,
de su obra quizá se arrepintiera,
y con dolor profundo
aquel soñado y misterioso mundo
en los abismos de la mar hundiera.
…….
Al dolor inclemente
no te abatas ¡oh Patria! alza la frente.
Tú no puedes morir, tú eres eterna
como el eterno Dios que nos gobierna.
Tú que distes al libro de la Historia
–página eterna de tu eterna gloria–
ejemplos de valor y de constancia,
los héroes de Sagunto y de Numancia;
tú que hiciste temblar al mundo entero;
que enarbolaste tu pendón guerrero
en todos los confines de la tierra
y con valor profundo
agrandaste los límites del mundo;
tú que el lábaro santo
de tu fé peregrina
clavaste en la Alhambra granadina
y en las sangrientas aguas de Lepanto;
tú que alumbraste a la humana historia
con los reflejos de tu inmensa gloria,
no puedes perecer, nación guerrera.
Si hoy te humilla derrota pasajera
mañana te alzarás, más grande y fuerte,
sobre el fantasma de tu infausta suerte.
Cuando quede la tierra aniquilada;
cuando el mundo soberbio, cruel y vano
se sepulte en la nada
y en el profundo arcano;
cuando no reste un hombre,
aún vivirá la fama de tu nombre.
…….
Patria, en la paz reposa
y prepara afanosa
el hierro poderoso de tu lanza
y jura firme en la sangrienta fosa
de tus hijos, tomar cruda venganza.
Valor, España; generosa y fuerte,
prefiere noble muerte
a contemplar tu pabellón manchado;
muéstrate en tu desgracia más gigante
que en tus sangrientas guerras te has mostrado.
Si tu triste derrota es vergonzosa
de tu propia vergüenza, victoriosa
álzate, erguida en pie. ¡Patria, adelante!

AGUAFUERTE

Soy de los hombres que el dolor no abate
ni la implacable adversidad humilla;
luz de esperanza en mis pupilas brilla,
hirviente sangre en mis arterias late.

Me enamoran los lances del combate
y abandono a la mar mi fuerte quilla,
buscando, como el nauta de Castilla,
tierra que ante mis ojos se dilate.

Sueño con peligrosas aventuras,
con el Sol de gloria que mi paso alumbre;
desdeño las monótonas llanuras

y alzarme quiero a la difícil cumbre,
cual águila que vive en las alturas
sin rendirse a ninguna servidumbre.
1917.

SUEÑOS

Sueños de mi niñez: sueños floridos,
que el dolorido corazón añora;
sueños de juventud, sueños de aurora,
de clara luz y de ilusión vestidos.

Sueños de gloria, ya desvanecidos,
¿por qué volvéis a mí tan a deshora?
¿Por qué turbáis mi calma bienhechora
con el loco vibrar de los sentidos?

Ya declina mi vida su carrera
de dolor, de ilusiones y de engaños;
pero, aun soñando, el corazón espera

que a través de sus mismos desengaños
las flores de una nueva primavera
broten entre la nieve de mis años.
1919.

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Anna Cristóbal Lecina

XXXIX Premio Gerardo Diego para Autores Noveles

Aquest amor, difícil
repte de les fronteres
que el glaç petrificava:
contraban de llum.
Maria-Mercè Marçal

que lo que no se nombra no existe mamá

tú lo sabías porque toda mi adolescencia
con la vergüenza en mi lengua y el miedo en mis manos
que lo que ocurre cuando empieza el lenguaje es solo daño mamá
tú lo sabías porque ese día imaginaste
lo que los hombres de la ciudad podrían hacer con mi cara de niña
que lo que no se cuida al nacer acaba pereciendo mamá
tú lo sabías porque hace poco leíste en mi diario de infancia:
si no consigo ser como ellos quieren
un día saltaré desde este séptimo piso
que lo que se mastica con el hambre sin hambre de la ansiedad
es como un amor sin caricias mamá
tú lo sabías porque nunca has olvidado
la mueca de tu amiga de juventud llorando en un baño
ni tu huida con el sol del ocaso
esculpiéndote sus iniciales en el pecho
que lo que se sepulta bajo tierra
en nombre de una idea que apenas puede ser pensada
es una manera de permanecer encadenada al duelo mamá
tú lo sabías porque un día te hablé sudando y sin aire en el pecho
de una mujer a la que no me atreví a besar en una plaza de Viena
y entonces tú empezaste a llorar
que el deseo no puede volverse elipsis mamá
tú lo sabías porque esa tarde no enmudeciste
te avergonzaste de los cuerpos
en los que mis dedos deseaban hundirse

estuviste días meses años sin acariciarme el pelo
sin untar aceites en mi piel atópica
hasta que en un atardecer de verano
a través de la ventana
viste a tu amiga llorando en los ojos de la mía

mi cuerpo sosteniendo una pérdida
que ya te quedaba demasiado lejos

una madre pegando a la suya porque no soporta cuidarla

unos niños arrojando piedras a una paloma
pasándose el cadáver de mano en mano
el llanto de una niña
que podría ser mi abuela
hundiendo su cabeza en mis hombros

yo sigo dibujando con tiza cruces en el patio
a veces también me río y soy yo la primera en señalar
me sumerjo en la fosa donde bucean todos nuestros duelos
leo en una lápida mi nombre y mis apellidos
la hermana que nació pero no vivió tal vez me esté advirtiendo

negar el daño siempre fue una forma de ejercerlo

ACERCA DE LA CERTEZA [Mi poema]
Andrea Cote Botero [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Verás, amigo mío, la certeza
es algo que no existe,
por mucho que tú insistas que lo viste
se encuentra agazapada en la maleza
y a hacerse más visible se resiste.

El mundo en que te mueves, lo que ves,
aquello que percibes,
no es más que la respuesta que recibes
de un hecho, del derecho o del revés,
mas todos a ver mal somos proclives.

¡Lo sé por que lo he visto, estoy seguro,
que aquí la duda ofende!
no creas lo que ves, todo depende
de un dios que nadie ha visto o de un conjuro,
que es falsa mercancía que se vende.

Que nada aquí es verdad, nada es mentira,
y todo es un fracaso,
si dicen que te has muerto no hagas caso
seguro es le interesa o que delira,
mejor sigue soñando al cielo raso.
©donaciano bueno

#Y tú, siempre te crees lo que ves? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Andrea Cote Botero

Desierto

La tierra que jamás quiso tocar el agua
es el desierto que al norte está creciendo como un estrago de luz.
Pero los hombres que han visto el despoblado
—su amplitud sin sobresaltos—
saben que no es cierto que la tierra esté reseca por capricho,
o sin ninguna bondad;
es nada más su manera de mostrar
lo que transcurre bellamente sin nosotros.

Rocio Bolanos

Lección única sobre cosas viejas

Ya dije

no sé quién inventa el olor de las casas,

no sé.

Más aún si lo que te gusta es mirar desde arriba
la vista ruinosa de los tejados
y la pared deslucida
y los muros
y las sucias puertas de las casas viejas de aquí.
Más aún,
si ya no recuerdas que
no es el olor
sino la bondad de las cosas
al exhibir su derrota.

Temo

Temo que el infierno sea tan largo como el silencio de Dios,
que su tiempo esté habitado por el frío de los templos.
Temo que el silencio sea silencio afuera de la muerte,
que luego del tiempo aún conservemos la memoria.
Temo no dormir tampoco en ese sueño eterno
y que hasta allí nos siga la desesperación de los relojes.

Laberintos

Sé que caminamos por vías paralelas
hacia el centro de algo.
Pero mientras anochece en ti y en mí
ya no hay retorno.
No ignoras que para Ariadna
el hilo era una forma de llegar adentro.

La merienda

También acuérdate María
de las cuatro de la tarde
en nuestro puerto calcinado.
Nuestro puerto
que era más bien una hoguera encallada
o un yermo
o un relámpago.
Acuérdate del suelo encendido,
de nosotros rascando el lomo de la tierra
como para desenterrar el verde prado.
El solar en donde repartían la merienda,
nuestro plato rebosante de cebollas
que para nosotros salaba mi madre,
que para nosotros pescaba mi padre.
Pero a pesar de todo,
tu lo sabes,
habríamos querido convidar a Dios
para que presidiera nuestra mesa,
a Dios pero sin verbo
sin prodigio
y sólo para que tú supieras,
María,
que Dios está en todas partes
y también en tu plato de cebollas,
aunque te haga llorar.
Pero sobre todo, María,
acuérdate de mí y de la herida,
de antes de que pastaran mis manos
en el trigal de las cebollas
para hacer de nuestro pan
el hambre de todos nuestros días
y para que ahora,
que tú ya no te acuerdas
y que la mala semilla alimenta el trigal de lo
desaparecido
yo te descubra, María,
que no es tu culpa
ni es culpa de tu olvido,
que es este el tiempo
y este su quehacer.

PUERTO QUEBRADO

Si supieras que afuera de la casa,
atado a la orilla del puerto quebrado,
hay un río quemante
como las aceras.

Que cuando toca la tierra
es como un desierto al derrumbarse
y trae hierba encendida
para que ascienda por las paredes,
aunque te des a creer
que el muro perturbado por las enredaderas
es milagro de la humedad
y no de la ceniza del agua.

Si supieras
que el río no es de agua
y no trae barcos
ni maderos,
sólo pequeñas algas
crecidas en el pecho
de hombres dormidos.

Si supieras que ese río corre
y que es como nosotros
o como todo lo que tarde o temprano
tiene que hundirse en la tierra.

Tú no sabes,
pero yo alguna vez lo he visto
hace parte de las cosas
que cuando se están yendo
parece que se quedan.

LLANTO

María,
hablo de las montañas en que la vida crece lenta
aquellas que no existen en mi puerto de luz,
donde todo es desierto y ceniza
y es tu sonrisa gesto deslucido.

Allí es Enero el mes de los muertos insepultos
y la tierra es el primer cadáver.
María,
¿No recuerdas?,
¿No ves nada?
Allí nuestras voces son desecas
como nuestra piel
y se nos queman los talones
por no querer saber
de las casas incendiadas.

Hablo María
de esta tierra que es la sed que vivo
y el lecho en que la vida está enterrada.

Piensa niña,
en que esto no es vivir
y la vida es cualquier otra cosa que existe
húmeda en los puertos donde el agua sí florece,
y no es hoguera cada piedra.

Acuérdate, María,
que somos
pasto de perros y de aves,
hombres calcinados,
cortezas vacías
de lo que éramos antes.
¿De qué estás hecha?, niña mía,
por qué crees que puedes coserle la grieta al paisaje
con el hilo de tu voz,
cuando esta tierra es una herida que sangra
en ti y en mí
y en todas las cosas
hechas de ceniza.
En nuestra tierra,
los cuervos lo miran a uno con tus ojos
y las flores se marchitan
por odio hacia nosotros
y la tierra abre agujeros
para obligarnos a morir.

FERVOR DE TIERRA

Que este hambre propio
existe,
es la gana del alma
que es el cuerpo.
Blanca Varela.

Yo digo
fervor de tierra,
y es la maleza
que es el tiempo
y es la maleza
que es Dios
creciendo en descampado,
la maleza de Dios,
que es el cuerpo.

Pero nadie se ocupa del fervor
del sagrado corazón,
sagrado pulmón,
nuca,
falange,
costilla
del sagrado húmero ya no se ocupa nadie.

Yo digo
fervor de tierra
y es la rabia que cosecha el cuerpo
que lo taja
y lo hunde en la maleza de los días.

Tenemos un fervor ufano,
profano,
fervor desde arriba,
desde abajo
y en la tierra que es donde ponemos la herida que nos hizo la mano de Dios:
el cuerpo.

Yo digo
fervor de tierra
y es la maleza
la rabia que nos siembra
en la tierra del fervor.

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YO ESCRIBO EN LAS PAREDES [Mi poema]
Mario García Obrero [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Escribo en las paredes, en el techo,
allí donde está en blanco yo lo pinto
con letras que destilan vino tinto,
que están agazapadas, al acecho,
con pobres latinajos de un desecho
de signo variopinto.

Y allí, cuando mi mente lo permite,
escribo por la noche cuando duermo,
igual que en hospital si estoy enfermo
el ansia de escribir se me repite,
y lo hago si oigo hay alguien que me grite
yo escribo en mi cuaderno.

Que escribo como quiero, cuando quiero
y trato a mi obsesión como a cualquiera,
tumbado en una hamaca en primavera,
del fuego a su calor el mes de Enero,
escribo, que su estado es placentero,
al día en que me muera.

E incluso si no tengo que decir
a veces, cuando estoy algo aburrido,
me pongo a emborronar de un salpullido,
si ignoro en qué pensar, pongo a escribir.
Llegado aquí, yo debo de añadir
que escribo mal, lo sé, si estoy dormido.
©donaciano bueno

#Presumir, pero de qué, por qué no...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Mario García Obrero

Ganador del XIV Premio Nacional de Poesía Joven Félix Grande

Suena la «Sonata Gallega» en un centro comercial de Atlanta

sobre el musgo español que cae de las encinas unos
ángeles románicos discuten el color del cielo en el
estado de Georgia casa del faro de Tybee y de las
cacerolas de gambas con papas y salchicha
aquí como en los charcos de las carreteras caen peces de
terciopelo y claveles rojos

dos novios comen pizza californiana en el suelo de las
tiendas

yo escucho a las madres probándose bañadores y escucho
a las niñas con trenzas de hilo negro

toda esta luz el sabor a nueces de los escaparates la
suciedad dormida bajo la uña de una cajera las cajas
de fresas mohosas poco tienen que ver con la arela
arela es una palabra gallega que significa o desexo moi
forte dunha cousa

pero la arela no es escuchar al camarero del Starbucks
decir Meriou por megafonía

no discutiré si las armas son un derecho de seres
humanos libres o si la sanidad pública es básica para
un país de cowboys que se hace llamar democracia

yo solo vine aquí a buscar unas flores que alguien guardó
bajo las sudaderas rosas

solo vine a afeitarle la barba ignorante a un
arquitecto sumerio

vine con una foto de mi bisabuelo y las Cartas a un joven
poeta

y en la séptima planta del garaje todas gritan
I, too, sing America

y los hombres en tacones esparcen canela y sal del
Himalaya a las cuberterías de segunda mano

mi madre es poeta y mujer

mi madre descorona a las estatuas y da miel con limón a
los niños afónicos

al ver estas estrellas pienso en qué verá ella desde su
habitación

la curvatura ha hecho un sendero de amapolas
machacadas

quizá esté yo en la piel de todos los esclavos y en el
encefalograma que enmarcan las floristas y en las
máscaras que venden a los niños en la feria

quizá esté yo en los que dormidos maquillan la
margarina del desayuno y se alistan a la armada en el
cumpleaños de Abraham Lincoln
quizá esté yo en el Teatro Campesino de Luis Valdez o en
un lago pescando truchas

ese yo que como una sábana recién lavada ondea a las
puertas del granero

el que sentado en la jura de bandera se hace una falda
con mandarinas y plumas de albatros América
transcurre en mí y yo coso aurículas de lana
y todas las jóvenes de Sweet Apple Ohio y los que con
una sonata de guitarra atada al culo cruzan el pasillo
del motel se sientan en el jardín los días cálidos y
aprenden español mientras los recolectores bailan
ballet a la sombra
así mi corazón crece y mis ojos en el olivar como un
mochuelo en las manos del muerto
América transcurre en mí y yo encuentro a Ginsberg
subido a los coches de golf

encuentro a León Felipe mirando al mar con un perrito
caliente y una caja de música

encuentro a Antonio José exprimiendo limones delante
de la escuela cian de la aldea

encuentro a los dos brigadistas taiwaneses cantando el
«Himno de Riego» con una corona de gardenias

me encuentro y hablo a esa yo tumbada de lluvia suave
como el lomo de los corderos

con millones de preguntas y una cerilla

escribiendo ensayos de acceso a la universidad y velando
la legaña de los muertos

mi corazón tiene una lengua donde los herreros acuden
sin darse cuenta

allí las caracolas solo suenan a desierto lleno de peces

desde los acantilados enciendo un poema.

El arroz son pájaros

son pájaros
pájaros.
En el barniz, al otro lado
resuenan las migajas luminosas del domingo
en las plazas verdes
mi bosque
bestiario de caminos los dedos
John Berger levanta su bizcocho de cebolla y la revolución estalla.
Un perro, los pájaros
los pájaros,
pájaros.
Ser poeta
soy poeta
po-e-ta
soy tres sílabas
potae
eopta
soy opeta.
Antes de la incineración
hay ceniza que no se convierte en pájaro
pájaro
pájaro.

«Carpintería de armónicos nace como el canto humano de la gaviota. Surge en mí una necesidad de encontrar las carpinterías donde se fragua la revolución de la juventud. Por ser joven y transitar los senderos de la primavera, busco el estuario lleno de ideas sembradas en los campos nuevos. El lugar donde a lo inconstruible se le da forma de jilguero.

Además de la continua exploración por el olivar inmaduro, es este el sitio de la memoria; nuestra memoria y la de los ancestros que acude a ser desempolvada y tendida como faldas rojas.

El leviatán de un verano queda aquí, en los versos de Carpintería de armónicos. Queda aquí, con el recuerdo del sonido en el maravilloso lugar de los gatos.»

***

He estado sobre los cristales de este mar

tras el inevitable indicio de las gaviotas
una bañera pregona destinos.
Escarabajo negro, amor

un grillo que afina las clavijas agrestes de la palmera
el mar calma la ferviente mirada de hombres y lobos
sobre toneladas de densidad sigue habiendo caracoles.

Era el aire un volcán
y el soneto de lluvia gorgorea en el Olimpo.

Aquellos tan arriba que ni les llueve

solo envían estatuillas de mujer sin mariposas
y la esquela de otoños que guarda el río.

No Nino, el mar es libre desde lo pequeño
follaje sin otoño alguno rompe
cuando empujas un atisbo más de gravedad
la razón de filósofos griegos y poetas románticos recostados sobre París.

El mar es libre de la manera en que un niño comprende astros y cosmos.

Habrá una razón astrológica por la que un músico orbita sobre su instrumento

Igual que Plutón orbita sobre los senderos de naranjos
Ayer soñaron todos los niños y todos los perros
El acordeón que vive en los pecios del Danubio suena más lavandera
Que el trombón titubeante en las nubes del Huang He.
Un señor perdido por las lágrimas del Pas debate de alquimia con el globo lunar.
Hoy la farmacéutica lleva el trapo deshilachado de lavar los ojos de las gallinas
Aquí termina el eterno estuario del enamorado Volga
Un epíteto de granos y palmeras cae sobre los riachuelos de Groenlandia
Pasea en el pequeño madroño del cazador y la lechuza
Saltos de agua por las teclas del Tambre
Objetiva nube que arrastra la acuarela por los robledales y hospicios
Ayer volvieron a soñar los tres violinistas con el tulipán en el cráneo de la cabra
Solo ayer
Los ríos de Manrique se llenaron de espíritus puros como el color de las peras
Vuelven ellos, tres flautines en la tumba de un druida
A ver la caída del firmamento en la cabeza de una atalaya
Ayer, susurro de mi pecho de calandrias besan el suyo terruño
Las tres orillas del petricor.

(Sin título)

Cumplo dieciséis años con unas alpargatas de esparto y el sonido de las cosas escondidas
cumplo dieciséis años como quien apaga las tostadoras del paraíso cada mañana
como un nuevo padre que busca happy birthday en el traductor
las hogueras sobre mis sueños lejanos leen el horóscopo y dibujan caballos con su sangre
no pido grandes desfiles
cumplo dieciséis años pero tampoco es el Día Nacional del Guacamole
comeré cereales y tartas calientes y apio con crema de cacahuete
ataviado con chaleco de perejil y bajo el pestillo de las puertas siento a los pechos temblar
en montones de azúcar
cumplo dieciséis años y noto mi alma crujir como rodillas adolescentes
crezco y me veo tan dentro que los recolectores de azafrán repiten el pretérito imperfecto del verbo connaître
los poetas tienen una caja de lápices que abren cada atardecer mientras lloran en griego
bailo sobre una tierra y pronuncio lentamente mi nombre.

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UN DEDAL CON AGUJERO [Mi poema]
Alberto Cortez [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Que yo vine hasta aquí para hacer bulto
lo mismo que hace el grano en el granero,
tan simple, tan pequeño, tan oculto,
fingiendo estar de córpore insepulto,
y siempre mendigando algún te quiero.

Y vine sin siquiera yo quererlo,
sin nadie adivinara ese acertijo,
y todo sin comerlo ni beberlo,
ignoro si algo urdí por merecerlo,
y aun dudo si fue Dios quien lo bendijo.

Y digo aquí que ignoro a lo que vine
-perdonen si demuestro estar confuso-,
a qué seguir sufriendo este trajine
sabiendo cuando el rédito culmine
habrán de echarme al cubo por desuso.

Pues soy como el cepillo a la viruta
que arrastra con destreza el carpintero,
será quemada así se muestre astuta,
a veces regalada o disoluta,
la vida es un dedal con agujero.
©donaciano bueno

#Un dedal con agujero, absurdo, no...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:   Alberto Cortez

San Cristóbal

Al final, San Cristóbal de las Casas,
de una larga y serpeante carretera
que exhibe con orgullo, cuando pasas,
arboladas sus cumbres y laderas.

Los chamulas son parte del paisaje
las mujeres con trenzas y con sayo,
dan origen de luz con su ropaje
a los geniales rosas de Tamayo.

Es tanta la armonía y tan concreta
de esta villa, su gente y su cultura
que parece un lugar de otro planeta.

Pero aquí está la guerra y es oscura.
un rasgo irracional, una locura.

No hay líneas disponibles

Intento hablar contigo y no me dejan,
me dicen que no hay líneas disponibles.
Exijo una razón y me la niegan;
ignoran que más tarde es imposible.

No saben que mi amor tiene su tiempo,
no se puede esperar con un “te quiero”,
lo tienes que tener antes que el viento
llegue corriendo a dárselo primero.

Lo tienes que tener, no importa el medio,
el asunto es que arribe a tu ribera,
desembarque y se instale sin remedio

en tu alma; arcón de mi quimera,
donde suena “in eternum” mi salterio.

PARTIR

Saldrás a caminar por las estrellas
con tu cósmica tu corte de querubes
echando a la ribera de una nube
tu pena como al mar una botella.

Recogerás el sueño en las violetas
insólitas violetas de la gramas
y te irás lentamente hacia la cama
envuelta en una estela de cometas.

mientras que yo,la quilla a barlovento
te llevo en la bitácora conmigo
y abrigo el corazón con el abrigo
de la mágica rosa de los vientos

Preservando en mis ánforas de tiempo
el tiempo de volver a estár contigo.

A DANIEL, UN CHICO DE LA GUERRA

«A mí los dieciocho
me pasaron de largo,
estrenando opiniones,
intenciones y cantos.
Como todos los chicos,
con el puño cerrado
y en las puertas abiertas
el futuro esperando.

Al tuyo, bruscamente
te lo desamarraron
y te hiciste a la niebla
en el mar del espanto.
Encallaron tus sueños… Daniel
en la turba y el barro.
Fue la muerte bandera…
y la vida un milagro.

Lo mío fue distinto… Daniel…
lo mío no fue nada.
Yo no tengo esa sombra…
que vaga en tu mirada.

Mi batalla fue el riesgo
de un machete escondido
y mi pozo de zorro,
un amor y un olvido.
Mi fusil, las pintadas
en los muros vacíos
y el morir por la Patria,
un discurso florido.

Tu excusa de ser hombre:
algo más que el motivo
de la barba y el porte
y el salir con los amigos,
fue volverte habitante… Daniel
de la lluvia y el frío;
asumir el naufragio
con los cinco sentidos.

Lo mío fue distinto… Daniel…
lo mío no fue nada.
Yo no tengo esa sombra…
que vaga en tu mirada.

Mi asunto fue un asunto
de madre preocupada
que no fuera muy tarde
el regreso a la casa.
De domingo a domingo
me peinaba las alas,
sin andar cada jueves
reclamando su alma.

La tuya, sin embargo,
agotaba hasta el alba
las escasas noticias
de las islas lejanas.
Un indicio cualquiera… Daniel
un rumor que saltara,
por pequeño que fuera…
era ya la esperanza.

Lo mío fue distinto… Daniel…
lo mío no fue nada.
Yo no tengo esa sombra…
que vaga en tu mirada.

El tiempo irá trayendo
la amnesia inexorable.
Habrá muchas condenas
y pocos responsables.
Dirán que fue preciso,
dirán, «»inevitable»»,
y al final como siempre
será Dios el culpable.

La historia necesita
en sus escaparates,
ocultar el trasfondo
de tanto disparate.
No es tuya la derrota… Daniel
no cabe en tu equipaje,
¿Acaso las gaviotas…
otra vez en el aire?

Lo mío fue distinto… Daniel…
lo mío no fue nada.
Yo no tengo esa sombra…
que vaga en tu mirada.»

A DONDE DIABLOS?

¿A dónde diablos
habré metido yo los versos que tenía
sin terminar, sobre mi mesa todavía
aunque no fueran más de cinco o seis vocablos?
¿A dónde diablos?.

¡Es culpa mía!
aunque haya muchos para hablar del mismo tema
eran los justos moradores del poema
que para ti voy escribiendo cada día,
¡Es culpa mía!.

Se han extraviado
quizás al ver que eran metáforas en celo
fue su sonrisa golondrina en pleno vuelo
que sigilosa mis apuntes se ha llevado.

¿Qué diablos digo?
si solamente con abrir una ventana
y ver el sol que en tus cabellos se derrama
regresan prontos del olvido mis olvidos,
¿qué diablos digo?.

Para nombrarte
prefiero usar el corazón al diccionario
porque de siempre es el que lleva el inventario
de tantas cosas con que suelo compararte
para nombrarte.

Sencillamente
te llamo luna, cascabel o caracola
y ya me tienes en la cresta de la ola
buscándote por los espacios transparentes.

Pero…, ¡qué diablos!
si eres la vela que me empuja a mar abierto
eres el debe y el haber de mis aciertos
eres la exacta dimensión de mis retablos,
pero…, ¡qué diablos!.

A la deriva
si no pudiera refugiarme en tu mirada
navegaría mi razón incontrolada
a la deriva, sin timón, a la deriva.

Sería un milagro
si yo encontrara aquellos versos que tenía,
sin terminar sobre mi mesa todavía.
¿A dónde diablos estarán?, ¿a dónde diablos?

A MIS AMIGOS

«A mis amigos les adeudo la ternura
y las palabras de aliento y el abrazo;
el compartir con todos ellos la factura
que nos presenta la vida, paso a paso.

A mis amigos les adeudo la paciencia
de tolerarme las espinas más agudas;
los arrebatos de humor, la negligencia,
las vanidades, los temores y las dudas.

Un barco frágil de papel,
parece a veces la amistad
pero jamás puede con él
la más violenta tempestad
porque ese barco de papel,
tiene aferrado a su timón
por capitán y timonel:
un corazón.

A mis amigos les adeudo algún enfado
que perturbara sin querer nuestra armonía;
sabemos todos que no puede ser pecado
el discutir, alguna vez, por tonterías.

A mis amigos legaré cuando me muera
mi devoción en un acorde de guitarra
y entre los versos olvidados de un poema,
mi pobre alma incorregible de cigarra.

Un barco frágil de papel,
parece a veces la amistad
pero jamás puede con él
la más violenta tempestad
porque ese barco de papel,
tiene aferrado a su timón
por capitán y timonel:
un corazón.

Amigo mío si esta copla como el viento,
adonde quieras escucharla te reclama,
serás plural, porque lo exige el sentimiento
cuando se lleva a los amigos en el alma.»

CUANDO UN AMIGO SE VA

Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío,
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.

Cuando un amigo se va,
queda un tizón encendido
que no se puede apagar
ni con las aguas de un río.

Cuando un amigo se va,
una estrella se ha perdido,
la que ilumina el lugar
donde hay un niño dormido.

Cuando un amigo se va
se detienen los caminos
y se empieza a rebelar,
el duende manso del vino.

Cuando un amigo se va
galopando su destino,
empieza el alma a vibrar
porque se llena de frío.

Cuando un amigo se va,
queda un terreno baldío
que quiere el tiempo llenar
con las piedras del hastío.

Cuando un amigo se va,
se queda un árbol caído
que ya no vuelve a brotar
porque el viento lo ha vencido.

Cuando un amigo se va,
queda un espacio vacío,
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.

La vejez

Me llegará lentamente
y me hallará distraído
probablemente dormido
sobre un colchón de laureles.
Se instalará en el espejo,
inevitable y serena
y empezará su faena
por los primeros bosquejos.

Con unas hebras de plata
me pintará los cabellos
y alguna línea en el cuello
que tapará la corbata.
Aumentará mi codicia,
mis mañas y mis antojos
y me dará un par de anteojos
para sufrir las noticias.

La vejez…
está a la vuelta de cualquier esquina,
allí, donde uno menos se imagina
se nos presenta por primera vez.

La vejez…
es la más dura de las dictaduras,
la grave ceremonia de clausura
de lo que fue, la juventud alguna vez.

Con admirable destreza,
como el mejor artesano
le irá quitando a mis manos
toda su antigua firmeza
y asesorando al Galeno,
me hará prohibir el cigarro
porque dirán que el catarro
viene ganando terreno.

Me inventará un par de excusas
para amenguar la impotencia,
´que vale más la experiencia
que pretensiones ilusas´,
me llegará la bufanda,
las zapatillas de paño
y el reuma que año tras año
aumentará su demanda.

La vejez…
es la antesala de lo inevitable,
el último camino transitable
ante la duda… ¿qué vendrá después;
La vejez
es todo el equipaje de una vida,
dispuesto ante la puerta de salida
por la que no se puede ya volver

A lo mejor, más que viejo
seré un anciano honorable,
tranquilo y lo más probable,
gran decidor de consejos
o a lo peor, por celosa
me apartará de la gente
y cortará lentamente
mis pobres, últimas rosas.

La vejez
está a la vuelta de cualquier esquina,
allí donde uno menos se imagina
se nos presenta por primera vez.
La vejez…
es la más dura de las dictaduras,
la grave ceremonia de clausura
de lo que fue la juventud alguna vez.

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EL MIRÓN [Mi poema]
Salvador Díaz Mirón [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Yo soy un ser curioso, alguien que mira
y observa el horizonte en su azotea,
que siempre en el paisaje se recrea
y ve que la veleta gira y gira,
y sigue a la corriente que delira,
todo ello disfrutando en su platea.

El mismo, el que al pasar abre los ojos
y viendo lo que ve, nunca se asombra,
se pierde en la maraña con su sombra
tratando de esquivar todos los piojos,
de espinas del camino y los abrojos
fingiendo imaginar que es una alfombra.

Que ojea por debajo en la rendija
y allí donde la duda va y escarba,
fisgando incluso abajo de su barba
haciéndose pasar por sabandija
hurgando hasta en el culo la vasija
y bajo de los granos de una parva.
©donaciano bueno

#Y tú, también eres un ser curioso? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Salvador Díaz Mirón

  A BERTA

Ya que eres grata como el cariño
ya que eres bella como el querub,
ya que eres blanca como el armiño,
sé siempre ingenua, sé siempre tú.

El torpe engaño que el vicio fragua
nunca se aviene con la virtud.
Sé transparente como es el agua,
como es el aire, como es la luz.

Que tu palabra —dulce armonía
que tu alma exhala como un laúd,
como una alondra que anuncia el día
presa en la sombra que flota aún—

sea un arroyo sereno y puro
do al inclinarme como un saúz
mire las guijas del fondo oscuro
y las estrellas del cielo azul.

   A ELLA

Semejas esculpida en el más fino
hielo de cumbre sonrojado al beso
del sol, y tienes ánimo travieso,
y eres embriagadora como el vino.

Y mientes: no imitaste al peregrino
que cruza un monte de penoso acceso
y párase a escuchar con embeleso
un pájaro que canta en el camino.

Obrando tú como rapaz avieso,
correspondiste con la trampa al trino,
por ver mi pluma y torturarme preso.

No así el viandante que se vuelve a un pino
y párase a escuchar con embeleso
un pájaro que canta en el camino.

   A GLORIA

No intentes convencerme de torpeza
con los delirios de tu mente loca:
mi razón es al par luz y firmeza,
firmeza y luz como el cristal de roca.

Semejante al nocturno peregrino,
mi esperanza inmortal no mira el suelo;
no viendo más que sombra en el camino,
sólo contempla el esplendor del cielo.

Vanas son las imágenes que entraña
tu espíritu infantil, santuario oscuro.
Tu numen, como el oro en la montaña,
es virginal y, por lo mismo, impuro.

A través de este vórtice que crispa,
y ávido de brillar, vuelo o me arrastro,
oruga enamorada de una chispa
o águila seducida por un astro.

Inútil es que con tenaz murmullo
exageres el lance en que me enredo:
yo soy altivo, y el que alienta orgullo
lleva un broquel impenetrable al miedo.

Fiando en el instinto que me empuja,
desprecio los peligros que señalas.
«El ave canta aunque la rama cruja,
como que sabe lo que son sus alas».

Erguido bajo el golpe en la porfía,
me siento superior a la victoria.
Tengo fe en mí; la adversidad podría,
quitarme el triunfo, pero no la gloria.

¡Deja que me persigan los abyectos!
¡Quiero atraer la envidia aunque me abrume!
La flor en que se posan los insectos
es rica de matiz y de perfume.

El mal es el teatro en cuyo foro
la virtud, esa trágica, descuella;
es la sibila de palabra de oro,
la sombra que hace resaltar la estrella.

¡Alumbrar es arder! ¡Estro encendido
será el fuego voraz que me consuma!
La perla brota del molusco herido
y Venus nace de la amarga espuma.

Los claros timbres de que estoy ufano
han de salir de la calumnia ilesos.
Hay plumajes que cruzan el pantano
y no se manchan… ¡Mi plumaje es de esos!

¡Fuerza es que sufra mi pasión! La palma
crece en la orilla que el oleaje azota.
El mérito es el náufrago del alma:
vivo, se hunde; pero muerto, ¡flota!

¡Depón el ceño y que tu voz me arrulle!
¡Consuela el corazón del que te ama!
Dios dijo al agua del torrente: ¡bulle!;
y al lirio de la margen: ¡embalsama!

¡Confórmate, mujer! Hemos venido
a este valle de lágrimas que abate,
tú, como la paloma, para el nido,
y yo, como el león, para el combate.

A Margarita

¡Qué radiosa es tu faz blanca y tranquila
bajo el dosel de tu melena blonda!
¡Qué abismo tan profundo tu pupila,
pérfida y azulada como la onda!

El fulgor soñoliento que destella
en tus ojos donde hay siempre un reproche,
viene cual la mirada de la estrella,
de un cielo ennegrecido por la noche.

¡Tu rojo labio en que la abeja sacia
su sed de miel, de aroma y embeleso,
ha sido modelada por la gracia
más para la oración que para el beso!

¡Tu voz que ora es aguda y ora grave,
llena de gratitud suena en mi oído
como el saludo arrullador del ave
al sol naciente que despierta el nido!

¡La palabra mordaz y libertina,
en tu boca, que el ósculo consume,
es una flor de punzadora espina,
pero que tiene un mágico perfume!

¡Tu discurso es amargo, licencioso
y repugnante, pero extraño ejemplo!-
tu acento es dulce, arrobador y uncioso,
como el canto del órgano en el templo!

¡Tu lenguaje, a cuyo eco me emociono,
lastima al mismo tiempo que recrea:
es el salmo de un ángel por el tono
y el alma de un demonio por la idea!

¡Tu mano esconde un cetro: el albo lirio,
y fue tallada con primor no escaso
más para la limosna y para el cirio
que para la caricia y para el vaso!

¡Tu cuerpo…! ¡Qué a menudo la locura
rasgó ante mí tus hábitos discretos,
y tu estatuaria y lúbrica hermosura
me reveló sus íntimos secretos!

¡Cuántas veces a la hora del tocado
penetré hasta tu estancia encantadora!
Y en un tibio misterio plateado
por una claridad como de aurora,

te hallé al salir del agua derramando
un rocío de líquidos cambiantes
-escultura de nieve, comenzando
a deshelarse ya verter diamantes-.

Y vi a la sierva que te adorna y peina
ajustar con destreza cuidadosa
tu magnífica túnica de reina
a tu soberbia desnudez de diosa!

. . . .

¿Qué miseria o qué afán o qué flaqueza
te arrojó del Edén, Eva proscrita?
¿Qué Fausto asió tu virginal belleza
y la acostó en el fango, Margarita?

. . . .

¡Inexplicable suerte, buena y mala,
la que a ti me llevó y a mí te trajo!
¡Nuestro insensato amor es una escala
y por ella tú asciendes y yo bajo!

¡Oculta y sola, mi pasión huraña
crece en mi corazón herido y yerto;
oculta, como el cáncer en la entraña;
sola, como la palma en el desierto!

A Piedad

Llegas a mí con garbo presumido,
tierna y gentil. ¡Cuán vario es el orgullo!
Ostenta en el león crin y rugido,
y en la paloma tornasol y arrullo.

Brillas y triunfas, y a carnal deseo
cierras la veste con seguro alarde,
y en el fulgor de tu mirada veo
sonreír al lucero de la tarde.

Hay minutos de gracia, que suspenden
el dolor con alivio soberano,
que de la paz divina se desprenden
para cruzar el infortunio humano.

Virtud celeste a la miseria mía
viene contigo, y en el antro asoma
y entra y cunde como una melodía,
como una claridad, como un aroma.

Al triste impartes, como buena maga,
tregua feliz, y en dulce desconcierto,
bendigo por el bálsamo la llaga
y amo por el oasis el desierto.

Y me vuelvo a mi cítara y la enfloro
y la pulso, y el son que arranco a ella
se va, tinto en la púrpura y el oro
del puesto sol, a la primera estrella.

A ti

Portas al cuello la gentil nobleza
del heráldico lirio; y en la mano
el puro corte del cincel pagano;
y en los ojos abismos de belleza.

Hay en tus rasgos acritud y alteza,
orgullo encrudecido en un arcano,
y resulto en mi prez un vil gusano
que a un astro empina la bestial cabeza.

Quiero pugnar con el amor, y en vano
mi voluntad se agita y endereza,
como la grama tras el pie tirano.

Humillas mi elación y mi fiereza;
y resulto en mi prez un vil gusano
que a un astro empina la bestial cabeza.

A una dama

Bailas por antojo que al mancebo engríe;
y «escotada» luces dos hechizos fuera,
y en el rubio monte de tu cabellera
una flor de grana bruscamente ríe.

¡Pasas, huyes, tornas y el placer deslíe
fósforo combusto que te pinta ojera,
y tu maridazo mira errar la hoguera
y nada barrunta que le contraríe!

¡Y en el rubio monte de tu cabellera
una flor de grana bruscamente ríe!

Al separarnos

Nuestras dos almas se han confundido
en la existencia de un ser común,
como dos notas en un sonido,
como dos llamas en una luz.

Fueron esencias que alzó un exceso,
que alzó un exceso de juventud,
y se mezclaron, al darse un beso,
en una estrella del cielo azul.

Y hoy que nos hiere la suerte impía,
nos preguntamos con inquietud:
¿cuál es la tuya? ¿cuál es la mía?
Y yo no acierto ni aciertas tú.

Canción medioeval

¡Oh tú la de crin rubia, luenga y rizada,
que caída en torrente barre las losas,
y que volando incita las mariposas,
porque así luce aspecto de llamarada!

Linajuda Regina que, por taimada,
finges al viejo duque modelo a esposas,
y de sus canas dices honestas cosas,
más dignas de la espuma de una cascada.

Ven y place al que tiene la voz dorada,
y perennes ortigas y eternas rosas,
y en el talón espuela y al cinto espada.

No ignores que los himnos hacen las diosas.
¡Oh tú la de crin rubia, luenga y rizada,
que caída en torrente barre las losas!

Cleopatra

La vi tendida de espaldas
entre púrpura revuelta.
Estaba toda desnuda,
aspirando humo de esencias
en largo tubo, escarchado
de diamantes y de perlas.

Sobre la siniestra mano
apoyada la cabeza;
y como un ojo de tigre,
un ópalo daba en ella
vislumbres de fuego y sangre
el oro de su ancha trenza.

Tenía un pie sobre el otro
y los dos como azucenas;
y cerca de los tobillos
argollas de finas piedras,
y en el vientre un denso triángulo
de rizada y rubia seda.

En un brazo se torcía
como cinta de centellas,
un áspid de filigrana
salpicado de turquesas,
con dos carbunclos por ojos
y un dardo de oro en la lengua.

A menudo suspiraba;
y sus altos pechos eran
cual blanca leche, cuajada
dentro de dos copas griegas,
y en alabastro vertida,
sólida ya, pero aún trémula.

¡Oh! Yo hubiera dado entonces
todos mis lauros de Atenas,
por entrar en esa alcoba
coronado de violetas,
dejando ante los eunucos
mis coturnos a la puerta.

Con qué dolor, y válgame ser franco…

¡Con qué dolor, y válgame ser franco,
trazo los versos que a mi lado impetras!
Esta cuartilla de papel en blanco
me parece una lápida sin letras.

Tristísimo recuerdo me acongoja
y pienso, visionario como un zafio,
que escribo, no una endecha en una hoja,
sino sobre un sepulcro un epitafio.

No extrañes, no, que mi razón sucumba
a esta ilusión que envuelve algo de cierto
porque, ay, tu corazón es una tumba
desde el instante en que tu amor fue un muerto.

¡Tu amor! Ve el mío que cual ámbar de oro
paréceme que nunca se consume,
que ni siquiera sufre deterioro
aunque despida sin cesar perfume.

Mas ¿a dónde me lleva mi extravío?
Perdona a mi amargura ese reproche.
Por ti puedo decir como el judío:
¡un ángel ha pasado por mi noche!

Por ti en el molde general no cupe;
quise ovaciones, codicié oropeles
y en la tribuna y con la lira supe
ganar aplausos y obtener laureles.

Después… ¡mi gloria huyó con mi ventura
y, como nube tenebrosa, el duelo
ha cerrado en mi alma la abertura
que daba grande y esplendente al cielo!

Adiós. Dejo a tus plantas un gemido
y retorno a la sombra más espesa
pues vuelvo a la que reina en el olvido,
y no hay otra tan negra como ésa.

Confidencias

Una flor por el suelo,
un cielo de hojas empapado en lloro
y encima de ese cielo, el otro cielo
lleno de luna y de brillantes y oro…
Un arroyo que el aura acariciaba;
un banco… sobre el banco
así, como quien flota, se sentaba;
y vestida de blanco,
bella como un arcángel, me esperaba.
Aún flotan en mis noches de desvelo
con la luz de una luna como aquélla,
el verde y el azul de cielo y cielo,
y aura y arroyo y flor y banco y ella.

¿No te acuerdas, mujer, cuántos delirios
yo me forjaba, junto a ti de hinojos,
al resplandor de los celestes cirios,
al resplandor de tus celestes ojos?
¿Te acuerdas, alma mía?
¡Entonces inocente
me jurabas amor y yo podía
besar tu corazón sobre tu frente!

¡Ayer, unos tras otros,
mil delirios así pude fingirme;
hoy no puede haber nada entre nosotros,
hoy tú vas a casarte… y yo a morirme!
¡Y tanto sol y porvenir dorado,
tanto cielo soñado,
en una inmensa noche se derrumba!
¡Hoy me dijiste tú: no hay esperanza;
hoy te digo: en paz goza; y, en mi tumba,
mañana me dirás: en paz descansa!
Nueva York, 1876

Consonancias

A M…*

Tu traición justifica mi falsía
aunque lo niegues con tu voz de arrullo;
mi amor era muy grande, pero había
algo más grande que mi amor, mi orgullo.

Calla, pues. Ocultemos nuestro duelo,
la queja es infecunda y nada alcanza;
agonicemos contemplando el cielo
ya que el cielo es nuestra única esperanza.

No creas que este mal decrezca y huya:
cada vez menos parco y más despierto
imperará en mi vida y en la tuya
«como reina el león en el desierto».

Los años rodarán en el abismo
sin que recobres la perdida calma.
¡Tú siempre llevarás, como yo mismo,
un cadáver en lo íntimo del alma!

El tiempo no es el médico discreto
que, por medio del fórceps del olvido,
saca del fondo de la entraña el feto
muerto allí como el pájaro en su nido.
*Matilde Saulnier

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JUNTO AL RÍO [Mi poema]
Álvaro Pombo [Poeta sugerido]New

MI  POEMA …de medio pelo

 

Andaba divagando junto al río
del cauce que amamanta la ribera
a cuestas con su sueño y su albedrío,
su mente proyectada en el vacío,
filmando con su vista la pradera.

Llevando algún recuerdo en sus espaldas
arrastras, cual lo hiciera un andrajoso,
pasaba aquel camino pedregoso,
buscando convertir piedra en guirnaldas
que hiciera aquel andar más  amoroso.

El agua pizpireta y pinturera
brincaba al ver pasar con un regate,
fingiendo demostrar que le quisiera,
lo mismo que a la mies la sementera,
le invita a repintar color granate.

Pensando lo bonita era la vida,
así que alguna vez sea traicionera,
sintió una desazón, como una herida,
lo mismo que una avispa que, atrevida,
clavara su aguijón en la pernera,

lo que hizo despertara del letargo,
y viera alrededor que no había río,
el campo sin pradera era baldío.
La vida hay que pasar, su trago amargo,
creyendo hace calor cuando hace frío.
©donaciano bueno

#Puesto que hay que pasarla, mejor...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Álvaro Pombo

Hay una traslación de tu leyenda

Hay una traslación de tu leyenda
en calderilla de ficus y de prunus
y terrazas pequeñas
de todo el noroeste de Madrid

Hay una tradición de que venías
y parecía que no llegabas nunca

Hay toda una hermenéutica de labios
y tu pelo castaño
que no podía acariciarlo nadie

Una letrilla popular existe
que dice que tú eras inasible

VIGÉSIMA VARIACIÓN

Sus venas como los ríos son iguales que tú
los dedos de los cristales los nombres escritos en el vaho de los
cristales tu nombre escrito en el polvo de los cristales

Durante todo el verano la sala se detenía en la calma de  las hojas
aquel verano aprendimos las nuevas inclinaciones del cuerpo
y al atardecer llorábamos

Nunca creí que hubiera otras ciudades gentes como nosotros ajenas
a nosotros
aquel verano todo pareció mucho menor y más íntimo
miles de sentimientos que se ahogaban en un vaso de agua

Los árboles coincidían contigo cada tarde la tarde
coincidía contigo cada tarde y el autobús
llegaba tarde cada tarde y tú llegabas tarde cada tarde

Oh amor qué tontería era el amor y sigue siendo!

Los enunciados protocolarios

a Víctor Casanova Abós

Había el río sido hablado antes antes tenido en cuenta y antes
olvidado
No era un río cualquiera sino el nuestro que arrastraba a
conciencia
basura de provincias y ciudades antiguas que habían desertado
de toda pulcritud
y arrojaban al río las cáscaras de huevo, las botellas de plástico
los condones usados
y que nosotros mismos al cruzar por sus puentes apenas
contemplábamos
Sólo un niño delgado apenas discernible entre los sosos sauces
vio el río agigantado
urdido en los neveros con la urdimbre fluyente de los grandes
deseos que agigantan
al hombre
y pensó que aquel río era más que una suma aunque aún no
entendía
qué más se puede ser
¿Es un camino el río o sólo un vertedero donde caben los ojos
de los patos salvajes
que cruzan migratorios los Monegros la Historia?
Te recuerdo esta noche desiertos los costados y la espalda del alma
a la orilla de un río
El silencio es tan claro como tu voz de entonces la tristeza es tan
clara
como mi voz de entonces
Y cuántas veces fuimos a la orilla del río a preguntar si eran
discernibles los mundos
que entonces empezaban
Ha transcurrido el tiempo ha transcurrido el río trabado el
corazón
como un salmón heroico que inconsciente se adentra río arriba
en su muerte
¿Y los significados y las sumas y entonces?
¿Dónde ha quedado entonces
con los juegos de manos la chistera encantada y las agrestes
Ramblas
de otra Barcelona?
Ten piedad de los niños que se adentran adentro y no sabrán salir
¿Y quién sabe salir?
¿Es el río un camino o sólo el vertedero donde acaban los ojos
de los patos salvajes?
Ten piedad de nosotros artífices del alba que no mentimos
nunca
de la muerte pequeña del aura de la vida de los copiosos libros y
los fríos ocasos
de nuestra juventud nuestra vejez ahora.

So sind die Zeichen in der Welt, der Wunder viele

(Así son los signos en el mundo, muchos los prodigios)
El viento en la terraza arrebata los prunus abrillanta los prunus
¿Y nosotros?
También nos abrillanta el viento del Oeste a nosotros del color
de ciruelas
Al filo de la tarde barrida acuchillada liberada del peso de la
muerte
Ahí están las islas, todas las playas y puntales y las islas de
entonces y balandros y radas del recuerdo
¿Qué son esos volantes?
Sus certificados son de origen que garantizan su auténtica verdad
Almacenadas en los almacenes y depósitos francos edificadas al
final de los muelles
Y el viento del Oeste impide discontinuo los sollozos las pausas
Y la melancolía es una hoguera de piñas secas que explotan
asustando a los gatos con su imprevista mala voluntad
Y en las terrazas vacías entra luego la noche de abril
Nubes de los nublados de abril que calan las baldosas de las
solitarias terrazas vacías
Y los toldos amarillos y las sillas blancas y las mesas blancas del
próximo verano
¿Y nosotros?
Altísimo riela el sol marítimo en los pararrayos en los mástiles
Y las antenas de la televisión captan bits y parábolas
de
los
artificiales satélites del
canal digital y el canal venal y del canal venial
Oh lírica televisión que cancaneas como el mar!
¿Ves las dunas ahí el puntal de crestas de maleza canosa que se
adentra en la rada?
Ahí están las islas las playas y puntales los balandros de entonces
las regatas de entonces
¿Y los impresos estos qué son estos volantes?
Son los certificados de origen de las playas habladas las voces
recordadas de la pleamar y el viento
también almacenado en las grandes cisternas al final de los
muelles ya contratado en firme
con sus portes pagados los zapatos atados los pantalones
planchados los responsos cantados!
Y el viento del Oeste impide discontinuo los sollozos las pausas
los misererenobis
y la melancolía será una hoguera pronto de piñas secas que
asustan a los gatos
con su imprevista mala voluntad
El viento en la terraza abrillanta los prunus arrebata los prunus
¿Y nosotros qué? ¿Quién va a volver mañana? Igual nosotros no
Un abuelo imagina que su futuro nieto y él mismo bajarán de
Princesa andando hasta Rosales
Y el viento del Oeste arrebata los prunus abrillanta los prunus
Y el viento del Oeste impide discontinuo los sollozos las pausas
los misererenobis
No habrá lugar a dudas nosotros mismos no seremos ya nada no
habrá lugar a dudas
Y la melancolía sólo será una hoguera de secas piñas que
explotan con imprevista mala voluntad
Y asustan a los gatos
Oh Señor no dejes que la melancolía desmienta el brillo de los
prunus arrebatados por el viento del Oeste!
¿Ves ahí el puntal de crestas de maleza canosa que se adentra en
la rada?
Ahí están las islas la bajamar los balandros las playas de entonces
las regatas de entonces

Las llanuras sin cesar me conmueven
Los barbechos reverdecidos de después de la lluvia
Y el opulento sol blanco del atardecer que encanece los chopos
Las vías semovientes del Talgo como mensajes urgentes de
paralelas encontradizas
La lechada de cal del sol su último discurso
Como un fruto acuoso que se desprende del firmamento
malteado
Que encanece hasta el diluido platino del aire las hileras de
chopos
Mi última victoria!
En la estación de ferrocarril de Medina del Campo he regresado
al cielo encapotado
Las siluetas de los silos y las bandadas rezagadas de tordos otra vez
Preceden al amenazante verdor gríseo de la noche ventosa
He aquí mi juventud secretamente custodiada todavía por los
faros de los automóviles
De las carreterillas comarcales a cuarenta por hora!

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UNA TROLA [Mi poema]
Alejandro Medina Colón [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

La suerte está presente en mis escritos
y siempre agazapada ante la muerte,
la misma, que me impone requisitos,
a cuestas con sus memes y sus ritos,
la muerte siempre trae mala suerte.

Pues cierto es por azar aquí venimos,
y en tanto transitamos, la fortuna
nos va trazando siempre los caminos.
Nosotros cual si fuéramos beduinos
seguimos la instrucción desde la cuna.

Nacer, que aquí se nace por chiripa
y aquello que le sigue es carambola,
fingiendo hacer las veces de guripa,
pendientes de si elcuerpo ya se agripa,
vivir y no morir, es una trola.
©donaciano bueno

#Nacer para #morir qué mala suerte! Share on X

Lo que antaño se decía que era un bulo o una trola, una bola, ahora, por esa manía de imitar todo lo que llega  de allende los mares, EEUU, se dice noticias falsas (fake news). La estulticia humana no tiene límites.

MI POETA SUGERIDO:  Alejandro Medina Colón

¿Qué has soñado hoy?

La gente dice que el sueño
sucede mientras tu cuerpo duerme,
puede que lo mío sea la enfermedad,
puede que no hayan probado a despertarlo,
pero desde entonces no te he dejado de soñar.

Hoy he soñado que caía,
que volvía a tocar el suelo,
que mis alas ya no se abrían
y que andaba entre plumas.
Hoy he soñado que te veía,
que tu mano se despegaba,
que ya no encajaba,
y que poco a poco te perdía.

Hoy he soñado que me levantaba,
que con un ala tapaba el sol,
y con la otra mostraba el firmamento,
que ya no andaba.
Hoy he soñado que te veía,
qué dibujaba una sonrisa,
que te abrazaba y me fundía,
que te quedarías.

Hoy he soñado con poesía.

Refresco de Tamarindo

las muchas cuentas nublan
los quehaceres digo al rato las porfías.
hay que pasar aquí tan poco
y tan de cerca
retrasar al punto así las cumbres o los huecos
dime
que ser así carcome
el no quererse
el darse alguno al nombre sin motivo.
tu que puedes advertir, 
entonces, no sé cuánto las maneras
dime
habrá bastante.

Poesía

las muchas cuentas nublan
los quehaceres digo al rato las porfías.
hay que pasar aquí tan poco
y tan de cerca
retrasar al punto así las cumbres o los huecos
dime
que ser así carcome
el no quererse
el darse alguno al nombre sin motivo.
tu que puedes advertir,
entonces, no sé cuánto las maneras
dime
habrá bastante.

RODEADO POR LA NOCHE

todo negro me da vueltas,
vueltas el conjunto espeso de la noche
donde no queda nada maldecir
para que truene el rayo donde quiera,
ya no húmedo martirio, sino lluvia
sola y solvente lubricando, y brama
el sonido gutural de la corriente
que entrelaza los sueños y las hojas
en un remolino edificante y fresco
que despierta en mí ludibrio de un aroma
delegando en cada gota un árbol nuevo,
ya no más roto, sólo hielo dando jugo
frío en el calor que refrescaba,
todo ese hilo, una alborada, al alba
una paloma en un aparte que enamora
en una lona negra y fría
junto a mí, de nuevo, que rodea
engalanada de luz por cucubanos
en esmero, que hilan un futuro verde
como un fruto frutal enfrutecido
encabalgado y delgado
o delicado nido de serpiente,
boa enorme y densa para mí, de rito nuevo,
si rebasa la lata, el cascabel,
y entrego el alambre que rescato
del escombro de vida que hoy me crece
durando en la loma como un árbol.

LA VOZ DEL FUNDAMENTO

la voz del fundamento vuelve
en el principio a dar la pomarrosa,
a resurgir del bien en las fontanas
en la razón que hallase el infeliz,
el maniatado hastiado por la sed
para el olimpo en faz de lo existente
sin regodeo estéril y podrido,
para mirar rotar la cantimplora
al querer urdir las estrategias
del centro en las noches divagando
sin dejar al fuero errar la cabalgata
en donde vez la cara y la raíz
de lo que fuiste tú dentre los otros,
para que puedas caminar al fin
sin contratiempos, pesadamente
al filo del espejo ahora bajo el sol
querido, hasta ilustrar la fruta
y eludir los males, las arañas,
las verídicas prisiones, los barrotes
de la pared ya sucia y maloliente,
escuchando la sólida palabra
de la voz del viento como un vientre
que vibra envuelto afable mecedora
de lo enorme en el ala de un cuerpo
cuando viene y propone lo que funda.

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ESTE MUNDO ES UN PAÑUELO [Mi poema]
Gaby Sambuccetti [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Se dice de este mundo es un pañuelo,
tan cierto es que hoy me acerco a navegar
y en medio de las olas en el mar
tropiezo con la punta de un anzuelo
que intenta con sus artes atrapar.

Sucede que avanzando en el desierto
a un tipo encuentro hablando sin parar,
le miro y se me acerca a mi a abrazar,
y en ese panorama tan incierto
me quiere con su labia camelar.

Resulta que nadando entre dos aguas
metido en un conflicto intelectual,
-me pasa cuando mezclo el bien y el mal-,
que dudo al arrimarme a algún paraguas
y elijo al que le arrastra el temporal.

Ocurre con frecuencia, a mi me ocurre,
que siento estoy a punto de ahogar
y encuentro que me quiere allí ayudar
un tipo con monsergas que me aburre
que nunca yo lo pude soportar.
©donaciano bueno

#Es un pañuelo para llorar de pena o de alegría? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Gaby Sambuccetti

La pandemia que no vino

Me imagino una pandemia sin televisión:
canales de noticias cerrados,
Netflix cancelado,
Amazon en quiebra.
Me imagino una pandemia sin políticos:
Partidos que se parten.
Fondos sin usar.
Discursos para no manipular.
Me imagino una pandemia sin estadística mundial:
sin divisiones entre países,
sin anotar goles de muertes,
sin utilización de cuerpos para tapar.
Me imagino una pandemia sin redes sociales:
sin batallas de likes,
sin imponer la reacción,
sin esa inútil discusión.
Me imagino una pandemia sin capital:
sin que se pierda la inversión,
sin tener el control,
sin la fragmentación.
Sin estafadores, charlatanes, psicópatas, idiotas, superficiales…

El problema
de esa pandemia
es que el virus no tendría
a quién matar:
Ya no quedaría casi nadie
en esta ensombrecida tierra,
plagada de cuerpos sabios,
y mentes
sin
razón.

Mis sueños

Estoy tan cansada
de la gente que nos llama soñadores
por todo lo que hicimos bien.

Tenemos tantos problemas: las emisiones,
y la tala,

o ambas cosas,

o comer las partes de animales que no necesitamos,

mientras se llenan los periódicos con las caras no tapadas
*Anónimo son siempre los mismos.

El río está hecho de deshechos,
el desierto ya no es el Sáhara:

está en nuestras venas.

Hay una brisa en nuestra garganta

que desaparece lento.
Y la ciencia ya no puede más con nuestro desastre.

Un día soñar con lo que está bien va a ser tan humillante
que ya no nos van a llamar soñadores,
van a buscar nuevas formas de torturarnos.

Cerrar nuestros ojos va a ser tan ilegal,
que no vamos a poder ir a ningún lugar,
ni siquiera con los ojos cerrados.

Nos vamos a ver como una especie de Cristo,

separándose de la astillada cruz:
seremos su premio.
Y nuestros sueños nos van a atravesar las manos
como clavos de oro,
pero la sangre no va a caer esta vez desde esa corona de espinas.

Algo más va a caer.

Algo invisible se derramará.

Pero quién quedará en pie
para sentirlo…
De The Good, the Bad & the Poet (2020)

Mi narciso

Narciso
se
hunde
lento

Y resucita.

Entre

periodistas

desilusionados.

Levanta sus pies

azules,
en el mañana.

Narciso junta los fragmentos.
Arma una luna nueva.

Los mitos son reflejos
calcinados.

Narciso

tiene mil
espejos.

Nada perece. Nada permanece.

Narciso
fuga entre
las alas

de un
rompecabezas

d e s a j u s t a d o.

Y esos niños ciegos no pueden armarlo.

Ese es el final. Oficial
o reciclado.

Del narciso en diez
televisores
asesinado.

En una
noche
oscura

de ninfas
y bosques
no
identificados.
De la antología Letters on Paper (2013)

Mi guerra

Esta soledad
tiene piel de lobo
y corazón de cordero.

Estoy muerta,
pero tengo este esqueleto
lleno de calcio,
que se va a convertir
en sal,
y esa sal se va a volver burbuja,
y esa burbuja va a desaparecer
justo después de explotar.

La línea oscura en la orilla se secó,
pero yo sigo viva.

Alguna vez compusimos melodías,
pero hoy estamos en la trinchera.
Sé que recibiste un entrenamiento
para olvidar mi nombre
y aniquilarme sin piedad.

Yo me enteré que después de desaparecerme
no te van a dar mis tierras.

Quizás llores como yo cuando lo sepas.

Todos los días vivo tu estrategia
como si fuera el último soldado de esta guerra.

Sé que vas a ganar esta batalla
porque yo no voy a poder superar el shock
de verte apuntándome con un arma.

Me vas a matar antes de encontrarme,
y lo vas a hacer de espaldas.

Pero prefiero morir en la gloria
de esta nevada cordillera
antes que dispararte
en esa estepa seca.

Tengo malas noticias:
tienes un mapa incompleto.

Y además
una
gangrena
que te hace
la sangre
espesa.
Del libro The Good, the Bad & the Poet (2020)

Mis ídolos

Les voy a contar el secreto de muchos artistas consagrados:

Algunos están demasiado deprimidos, demasiado locos,
demasiado blancos,
demasiado ricos,
demasiado egocéntricos.
Incluso demasiado pedófilos o demasiado dealers.

Todos lo saben, pero muchos los siguen consumiendo,
como parejas disfuncionales de un crimen secreto.

Lo siento –No sabía que estaban ahí,

No me crean lo que estoy escribiendo. No es cierto.
Los artistas son talentosos.

Si seguimos usando las palabras correctas.
Si seguimos elaborando discursos perfectos…

Nadie va a ver los cuerpos.
Las piedras en sus manos.
La furia de las moscas.

Voy a tomar esa maldita flor del invierno,
Se la voy a dar a ese nene del metro,
ese que me pide una moneda.

Él vio el disfraz.
Él sabe que esto es falso.
Él sabe.
Del libro The Good, the Bad & the Poet (2020)

Mi final

El final es el corazón de los versos.
Es el arte de bajar el volumen.
Si el espectáculo valió la pena,
deberías estar de alguna forma involucrado:
porque ahora somos amigos,
despidiéndonos.

Espero ser más que una hoja gris de la calle,
caída y pisada,
y a punto de dejar de ser visible en tu vida.

Esto es el final.
Adiós.
Del libro The Good, the Bad & the Poet (2020)

II

Si fuese un político,
me conformaría con cosas pequeñas.

Pero, no.
Los colgados no hacen política.

Marea demasiado esta cosa:

Izquierda, derecha.
Derecha, izquierda, derecha.

Los colgados tienen que acomodarse bien la soga.

Si la manteca
está
en el techo,

Los colgados tienen que sacarla.

Si nos portamos bien:
nos dan más soga.
(de Los vidrios aman quebrarse)

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ELLA ESCRIBÍA VERSOS [Mi poema]
Ernestina de Champourcín Morán de Loredo [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Ella escribía versos en la arena
trazando un garabato con los pies,
la dicha iba juntando con la pena
sabiendo de que ajeno a su condena
la brisa iba a tornarse descortés.

Que siempre sale el sol, ella sabía,
pasada la tormenta siempre escampa;
el ansia por volar que ella tenía
le impuso se acercara a ese tranvía
cayendo así al cruzar en una trampa.

Nadie el hecho sintió. Solo sus versos
llorando se quedaron sin abrazos
sufriendo aquel dolor. Y hoy ya dispersos
aun vagan por distintos universos
penando con su amor hecho pedazos.
©donaciano bueno

#Acaso muerto el autor, mueren sus versos...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Ernestina de Champourcín Morán de Loredo

AMBICIÓN

¡Quisiera ser viento!
Ráfaga tendida
que arrastra en su beso
el polvo y la nube,
la rosa, el lucero…
-No brisa apacible
que finge despechos
y siembra caricias-.
Yo quiero ser fuego,
volcán de aire rojo
que incendie el secreto
de todas las ramas
y todos los pechos;
aquilón desnudo,
huracán de acero,
fragua donde forjan
su actitud los cuerpos.
¡Cuando voy a ti,
quisiera ser viento
para arrebatarte
más allá del cielo!

AMOR

Puliré mi belleza con los garfios del viento.
Seré tuya sin forma, hecha polvo de aire,
diluida en un cielo de planos invisibles.

Para ti quiero, amado, la posesión sin cuerpo,
el delirio gozoso de sentir que tu abrazo
solo ciñe rosales de pura eternidad.

Nunca podrás tenerme sin abrir tu deseo
sobre la desnudez que sella lo inefable,
ni encontrarás mis labios
mientras algo concreto enraíce tu amor…

¡Que tus manos inútiles acaricien estrellas!
No entorpezcan besándome la fuga de mi cuerpo.
Seré tuya en la piel hecha fuego de sol.

CARTA AL VACÍO

Es escribir a alguien
o lanzarse al silencio,
a nadar en lo oscuro,
a encender una llama
aunque ahoguen las dudas.
¿Carta a lo que no existe?
Hay buzones alados
que se disparan solos
y un correo sin pistas
ni trayecto seguro.

Eludir el camino
que todos conocemos.
Seguir hacia adelante
ruta de los que intentan
lo que nunca pensaron
y se sienten felices
porque hay algo distinto,
porque se desvanece
de pronto lo que sobra
y no existe el vacío
si queremos colmarlo.

LAXITUD

La tarde gris y triste me agobia,
tengo sueño;
estiro lentamente
mis dos brazos abiertos
que se prenden al aire;
quieren cazar el tiempo,
aprisionarlo pronto,
robarle su secreto,
deshacer bruscamente sus límites estrechos.
Quiero llorar: no sé;
quiero reír: no puedo.
Los deseos
se estrellan contra la inexorable inercia
del silencio;
sobre mi corazón rueda grávido al peso
de la existencia toda.
Al fin me desperezo.
Logro romper el cerco
del malsano sopor,
pero apenas lo venzo
ya me torna a invadir
quedamente su tedio.
Luego…
Ya no sé más;
suspiro,
me paseo,
exprimo el tormentoso
lagar de mi cerebro,
destilo el elixir de su inquietud
en mi pecho…
Sujeto en mi memoria
repite el pensamiento;
la tarde gris y triste me agobia,
¡tengo sueño!…

Yo Creo Que Morir

Yo creo que morir
es estar es estarse
por fin en lo absoluto
en lo definitivo.
Sorpresa de lo eterno
de lo que ya no cambia
y que es sin embargo
cada vez diferente.

Y en ese estar están
lo humano y lo divino.
Todo lo que se toca
todo lo que se. Siente
y en esos brotes de luz
deslumbrantes, escasos
que arrebatan la vida
y nos la dan de nuevo.

Morir es una rosa
que se nos da de balde
un perfume cuajado
en amor para siempre.

Cuando Llegue La Noche

Cuando venga la noche
quiero habértelo dicho;
quiero haberlo gritado
a través de la tierra.
Hay cosas que no pueden
callarse para siempre
y júbilos secretos
que deshacen un día
los más íntimos nudos.

Cuando venga la noche
quiero haberlo cantado
para que todos sepan
y todos me pregunten.
Silencio prodigioso
que ahora me florece
como un huerto escondido
en lo claro del alma.

Cuando venga la noche
me encontrará dispuesta,
pues lo habré dado todo.
¡Qué dulzura entregarse
en total holocausto,
a sabiendas del grito
que nos roba la herida!

Cuando llegue la noche
donde todo renace,
diré: ‘Vengo, Señor’,
diré… no diré nada…
pues hará mucho tiempo
que se agotó mi canto
y hará siglos, tal vez,
que sellaste mi boca.

Pero antes de esa noche
déjame que les diga…
Déjame dar a otros
la gloria que me abriste.
Es tan hondo el Amor
y hay tantos que lo aguardan.

Cuando llegue la noche,
quiero haberlo cantado.

Búscame En Ti

Búscame en ti. La flecha de mi vida
ha clavado sus rumbos en tu pecho
y esquivo entre tus brazos el acecho
de las cien rutas que mi paso olvida.

Despójame del ansia desmedida
que abrasaba mi espíritu en barbecho.
El roce de tus manos ha deshecho
la audacia de mi frente envanecida.

Navegaré en tus pulsos. Dicha inerte
del silencio total. Ávida muerte
donde renacen, tuyos, mis sentidos.

Ahoga entre tus labios mi tristeza,
y esta inquietud punzante que ya empieza
a taladrar mi sien con sus latidos.

Primavera

¡Toda la primavera dormía entre tus manos!
Iniciaste en un gesto la fiesta de las rosas
y erguiste, enajenada,
esa flecha de luz que impregna los caminos.
¡Toda la primavera!
Fervores del instante transido de capullos,
gracia tímida y leve del perfume sin rastro,
caricias que despiertan el sexo de las horas.
Brotaron de tus palmas en éxtasis gozoso
los trinos y las brisas. Y tu ademán secreto
despertó en rubores la pubertad del mundo.
¡Todo vino por ti! Porque tus manos lentas
ciñeron brevemente mi carne estremecida,
porque al rozar mi cuerpo
despertaste una flor que trae la primavera.

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APRENDE A REPARTIR [Mi poema]
Rafael Muñoz Zayas [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

(Consejo para unos nietos)
A mis tres soles, los que alumbran mis días

Pues duermes en tu cama calentita,
y vas a un buen colegio,
y tienes cuanto el cuerpo necesita,
empieza ya aprender, niña chiquita,
que eso es un privilegio

que vino con tu ajuar cuando naciste
y hoy gozas y disfrutas,
mas nunca has de creer que mereciste.
Los padres y el lugar en que viniste
no admiten de disputas.

Y puesto lo que tienes no has logrado,
no debes presumir
de aquello que pudieras recibir,
si tú con tu sudor no lo has ganado.
Y aprende a repartir.
©donaciano bueno.

#Presumir, pero de qué se debe presumir? Share on X

Plantéate objetivos y lucha por conseguirlos, no tengas miedo al fracaso. Forma parte de la vida. Y disfruta de aquello que lograste a base de tu propio esfuerzo. Ten siempre presente este refrán: el que no se arriesga, no cruza la mar.

MI POETA SUGERIDO:  Rafael Muñoz Zayas

Voyager

He viajado contra ti
Como un ángel desprendido
a la noche
como un asteroide diminuto rompiéndose
en la atmósfera

para tocarte

he viajado hasta ti
como Luzbel solícito

para incendiarme

he viajado por ti
como la luz mortal
que me pavesa

Somos el fuego  (inédito)

Muchos de nosotros no encontramos
la virtud del término medio
preferimos que el fuego robado y su resplandor
guiaran nuestra mirada
que trazaran el correcto apotema
hasta el centro de esta figura
desigual y perfecta
que es nuestra vida

casi no nos dimos cuenta
:
son otras manos las que juegan con ella
otros dedos son los que doblan
y desdoblan sus pliegues
los que aquilatan sus ángulos
los que redondean sus aristas
rellenan sus simas y liman sus cumbres
y requiebran donde mayor resistencia encuentran
nuestra voluntad de papel
para que su forma se amolde
a lo que el mundo espera
en realidad
de nosotros

nosotros
que no llegamos a comprender
que somos el fuego robado
su resplandor
su rescoldo
lo que no dura
más
que este instante.

Credo (versión extendida)

Este credo en el que has sido criado
no era el verdadero

no hablaba del árbol
no palpaba el tronco
no degustaba la hoja
ni contemplaba la rama

ni atendía en sigilo
el discurso del fruto

no era el verdadero

no era un continente
no sabía del límite de la tierra con el mar
ignoraba la natural frontera que nos separa del aire
el vértigo de la sima
el terror del acantilado
cuando nadie mira a tu lado

la inmensidad de la nada en una bañera
mientras te desangras

no era el verdadero

no era el cuerpo
no hablaba de sus manos
no de su cuello
no de su espina dorsal como una carretera
negaba las piernas y negaba su sexo abierto
el abracadabra de un destello apenas vislumbrado
mientras cerraba los ojos
y no proclamaba el cielo del lóbulo extinto
ni la mirada que acompaña al placer
era entonces bendita

no nos daba la creencia exacta
que hace que amar sea algo táctil
la experiencia
el saber
el olfato
todo lo que es humano y no es bello
y es visceral y crudo
insaciable
como tu piel
cuando la noche
y juntos
nos escondemos.

Canción incierta para una mañana de cumpleaños

Todo será pavor, sueños tristes de Flaubert

una mañana sin éxtasis ni flores nuevas
ni manos entintadas desde el amanecer
extinguiendo un oficio de paleontólogos
y sí niñas nombrando el cuerpo humano
—nose, fingers, eye, ears, toes, chest-
mientras el mundo cae por un embudo
y construyo un amor con piezas de lego

pero todo será pavor y sueños tristes
el aire viciado de una mujer
entonando a lo lejos un aria de Verdi
y todo será donde el aire no corre
donde el sol no termina
y cada carretera será un peso
que sostener en cada brazo
al final de la clase

y todo será pavor
todo sueños tristes de Flaubert
mientras fuera
la lluvia persiste
la lluvia que ha venido para devorarnos
que cae sobre ti
para difuminarte
y cae
incansable

sorda

lejana

El verdadero mal (de nuevo)

Eres el mal sobre todas las cosas

el día cuando la noche acaba

una cruz invertida en la casa del padre

eres el río que agota su condición de río
y se da al mar y lo endulza y lo deseca
eres el mal sobre todas las cosas
la que ahuyenta las gallinas
en la noche de san Lázaro
la que siembra los campos
con una muerte dulce
que enloquece a los hombres

pero así es el mal
la ironía del mundo
lo que vuelve al corazón
un kilo de nieve.

hablamos (versión extendida)
(los astronautas de verdad no regresan a casa)

el coche está sucio y huele a colillas
y el suelo, tan lleno de barro,
que a veces creo
que no podré pisar el freno
cuando tomemos una curva
más cerrada de la cuenta

aunque no tengo prisa
y no llego a tener muy claro
si es que importa que lleguemos a algún destino

el viaje se ha hecho largo
los cristales empañados no han dejado
finalmente ver el paisaje

en algún momento hemos parado
para ver un castillo y un puente abandonado
y más tarde hemos caminado muy despacio
por una ciudad pequeña

y después de almorzar
en un restaurante vacío
unas truchas rellenas asalmonadas
y dos botellas de vino blanco
—Chardonnay—
hemos decidido
regresar a casa

no ha habido una palabra
más alta que otra:
todo ordenado
todo perfectamente civilizado

las personas educadas
son capaces de odiarse
sin nada que lo demuestre
podríamos decir que a veces
reside en cada gesto contrariado
en cada palabra no dicha
un resto de cariño agridulce

es la pólvora invisible
en las manos del asesino

pero hablamos mientras conduzco
y el coche avanza como una planeadora por el Estrecho
y la carretera se escora como un barco a punto de hundirse
y el bosque está rizado de marejada
y manojos de flores en los arcenes
recuerdan donde habitan los aparecidos
que se asoman en las noches de tormenta
para asustar a gente perdida
gente perdida como nosotros
de vez en cuando veo
unos ojitos brillantes
que nos acechan
y no puedo evitar sonreírme
mientras pienso en cuando éramos niños
y nos daba miedo lo desconocido
— ya no
me dices
— ahora queremos mover las cortinas
ver qué se esconde tras ese miedo

hoy,
los dos lo sabemos,
lo que nos deja paralizados
es saber del vacío bajo la cómoda
del espacio muerto junto a la ventana
parece que los espejos devuelven una imagen
que no es ya la nuestra

y nos quedamos en silencio

la lluvia
ha desdibujado el futuro gota a gota
hasta hacerlo nada
y el pasado en el cristal trasero
es un limpiaparabrisas roto
incapaz de desplazar al agua sucia
por una superficie cada vez más oscura
y parece que a medida que nos acercamos
a una casa que se desmorona
cae con más intensidad
agua
agua rabiosamente turbia
agua que es pura zozobra
agua que no podrá hacer
que empecemos de nuevo.

NO DEFENSA

Me digo que no más
frente a tu cuerpo abierto como un árbol
frente a tus manos derramando savia
frente a tu cuerpo abierto
frente al tacto de la mano
frente a la mirada limpia
frente al día más y más helado
frente a la noche que cae
y miente de nieve la calle
no queda nada que hacer
solo permanecer quieto
resistir asustado
relatar lo frágil
que es cada momento
y no quedar salvo
y estar dispuesto
como esas piraguas en el margen del río
a alcanzar la orilla de piedra de los rápidos
como nosotros
esperan
desmoronarse y caer
aunque nadie
hable
diga
nombre
ni obedezca al viento
que mueve las cometas.

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