A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

ENVIDIA COCHINA [Mi poema]
Pedro Garfías [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Yo tengo una ilusión, irme del mundo
a ver o descubrir nuevos planetas,
haciendo al que abandono cuchufletas
así sin dedicarle ni un segundo
dejándole pudrirse con su grietas.

Ansiando descubrir a otros mejores
que al menos el vivir sea más cristiano,
y a Dios se le contemple más cercano
-allí donde las obras sean amores-,
más sano, más florido y más lozano.

Mas debo precisar son los humanos,
aquellos, los que a mi más me molestan,
consciente como sé que ellos apestan
al verlos arrastrarse cual gusanos
que gritan, desgañitan y protestan.

De nuevo a visitar y a dar envidia,
después, cuando lo encuentre, volvería
¡no puedo soportar cómo sería!
gozando al contemplar que les fastidia
Y henchido de emoción, ya moriría.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Pedro Garfías

Romance de la soledad

Homenaje a Góngora

Aquí estoy sobre mis montes
pastor de mis soledades.

Los ojos fieros clavados
como arpones en el aire.

La cayada de mi verso
apuntalando la tarde.

Quiebra la luz en mis ojos
la plenitud de sus mármoles.

Tiene el tiempo en mis oídos
retumbos de tempestades.

Mi corazón se acelera
sobre el volar de las aves.

Vibra mi sien al zumbido
de los vientos y los mares.

Y aquí estoy sobre mis montes
pastor de mis soledades.

Capitán Ximeno

Mirada azul de Ximeno
en cara de niño bueno.
Mirada de azul cuajado,
de azul acero templado
tan inocente
bajo la paz de la frente.

Dicen, Ximeno, que fuiste
bandolero y que supiste
de la fuga por los montes
hacia aquellos horizontes
donde nadie sabe dónde
un tibio rincón se esconde
para el hombre como el ave
sediento de libertad.
Y quién sabe
si fue mentira o verdad.
Yo te he visto Capitán
en el frente cordobés:
del Batallón de Garcés.
Valiente, serio, callado,
gran soldado
sobre tu caballo alzado
qué buena estampa tenías
tu mirada, como el cielo
desperezando su vuelo
sobre lentas lejanías.
Y ahora irás por las veredas
y entre breñas y jarales
—no por blandas alamedas
ni por caminos reales—
a la muerte. Buen Viaje.
Tu pistola sin reposo
y tu caballo nervioso
serán tu sólo equipaje.
Y tu silencio y tu afán
desolados…
Capitán
de bandidos y soldados.
Y a mi qué
si yo siempre te veré
con la muerte terca enfrente
y tu mirada inocente
mirándola fijamente.
¡Ay, Ximeno, Capitán
del Batallón de Garcés;
Capitán
de la cabeza a los pies!

Asturias

Asturias, si yo pudiera,
si yo supiera cantarte…
Asturias verde de montes
y negra de minerales.
Yo soy un hombre del Sur;
polvo, sol, fatiga y hambre,
hambre de pan y horizontes
¡Hambre!
Bajo la piel resecada
ríos sólidos la sangre
y el corazón asfixiado
sin venas para aliviarle.
Los ojos ciegos, los ojos
ciegos de tanto mirarte
sin verte, Asturias lejana,
hija de mi misma madre.

Dos veces, dos, has tenido
ocasión para jugarte
la vida en una partida,
y las dos te la jugaste.
¿Quién derribará este árbol
de Asturias, ya sin ramaje,
desnudo, seco, clavado
con su raíz entrañable
que corre por toda España
crispándonos de coraje?

Mirad, obreros del mundo
su silueta recortarse
contra ese cielo impasible
vertical, inquebrantable,
firme sobre roca firme,
herida viva su carne.

Millones de puños gritan
su cólera por los aires,
millones de corazones
golpean contra sus cárceles.

Prepara tu salto último
lívida muerte cobarde
prepara tu último salto
que Asturias está aguardándote
sola, en mitad de la Tierra,
hija de mi misma madre.

Madrid

I
Déjame mirarte bien
con mis dos ojos abiertos,
Madrid de las casas rotas
y del corazón entero.
Déjame mirarte bien
con un mirar largo y lento
que te recorra la piel
y te penetre los huesos
Que cada herida en tu carne
abra una herida en mi pecho.
Que cada lágrima tuya
fluya por mis ojos ciegos,
ciudad abierta a la muerte
por la tierra y por el cielo.
Déjame mirarte bien
que quiero llevarme dentro
para mil eternidades
tu recuerdo.

II
Bajo la metralla bullen las mujeres
Bajo la metralla los hombres trabajan,
bajo la metralla descansan los viejos
y los niños juegan bajo la metralla.

Graves, sobrios, serios
bajo la metralla.

Sin miedo ni alardes,
sin prisas ni pausas,
con el ritmo justo,
con la cotidiana
razón de su vida —razón del destino—
bajo la metralla.

III
Quinientas noches en vela
como montaña de plomo
pesando sobre sus párpados
que ha enrojecido el insomnio,
tiene a Madrid en pie
sobre un pedestal de escombros
sólo con la muerte enfrente
y con la vergüenza en torno.
Qué tranquilo su ademán,
qué transparentes sus ojos
que ya no velan los sueños
y no fatiga el reposo.
De pie sobre sus entrañas,
que no hay cimiento más sólido,
mira el bullir de sus hijos
en un despertar glorioso.
Derrama París su llanto
demagógico.
Londres arropa en su niebla
los deslumbres de su oro.
Madrid espera y espera,
sobre un pedestal de escombros,
sin sus collares de luces
y entre sus mármoles rotos
espera y espera y mira
por encima de sus hombros.

A mi padre

¿Por qué no hablamos nunca, largamente,
tú y yo padre, cuando esto era posible,
como dos hombres, como dos amigos
o dos desconocidos que se encuentran

en el camino y echan un cigarrillo
y se sientan al borde de la vida
mirando pasar la tarde y el camino
y hablan, hablan y callan, pausas de humo,

miradas vagas, las palabras caen
y se quedan flotando en el silencio,
a veces dicen su verdad primera,

el origen, la fuente, y se desnudan,
las palabras desnudas amanecen,
por qué no hablamos nunca, solos, largo?

Cuando me tiro de noche

Cuando me tiro de noche
en el ataúd del lecho
que es menos duro que el otro
porque ya sabe mis huesos,
me pongo a mirar arriba
los astros de mis recuerdos.

Aquél que se abrió de pronto
cuando todo era misterio.
El otro que se apagó
antes de sentirse abierto.

A veces grito iracundo:
aquí me falta un lucero,
aquí me sobra una estrella.
¿Quién hizo este firmamento?

Una voz piadosa dice
que no es cielo sino techo.
—Por mi vida, grito yo,
dejadme saber mi sueño.
Donde yo pongo los ojos
todo es cielo—.

Por el aroma roto de un recuerdo

Por el aroma roto de un recuerdo,
como por un incienso mutilado,
brotas de la memoria en que me pierdo,
cristal sin luz, metal acongojado.

Contigo traes el llanto de la encina
y la cinta sin mácula del hielo.
Contigo el ronco viento de la esquina
y el tierno y largo jadear del suelo.

Contigo traes, a tu costado atado,
el mar de ancho pulmón y duro acento,
y a la húmeda sombra del costado
el río soñador y soñoliento.

La brisa que fue ala sollozante,
el cielo que fue verde praderío,
el trabajado lirio de diamante
y la oliva viajera por el río;
el toro inmóvil, la veloz espiga
contigo traes, de mi memoria brotan
y en un dulce atropello sin fatiga
por la corriente de mis hombros flotan.

Dejadme a mí, dejadme a la ventura
andar, llorar sin voz, mirar en vano
hasta caer sobre la tierra oscura
con la frente en el cuenco de mi mano.

Porque te siento lejos

Porque te siento lejos y tu ausencia
habita mis desiertas soledades,
qué profunda esta tarde derramada
sobre los verdes campos inmortales.

Ya el Invierno dejó su piel antigua
en las ramas recientes de los árboles
y avanza a saltos cortos por el prado
la Primavera de delgado talle.

Por el silencio de pendiente lenta
rueda la brisa en tácito oleaje
y apunta la violeta su murmullo
al pie del roble y de la encina grave.

En las aguas inmóviles del lago
anclan nubes y luces vesperales
y tiende el bosque sus flexibles redes
al vuelo prodigioso de tu imagen.

El sol azul con cuidadosas manos
rayos y brumas teje en noble arte
hasta dejar de tu color, amada,
la piel inmaculada de la tarde.

Te miro recostada sobre el césped,
agua verde y verdor claro tu carne,
tu rumoroso pelo embravecido
y el bosque de tu risa palpitante.

Alrededor de tus tobillos breves
ciñe la luz minúsculos collares
y abrazan a tus brazos poderosos
los tallos y las ramas verde antes.

Pulsan las finas cuerdas del silencio
tus voces y los pájaros locuaces;
el cielo en plenitud abre sus venas
de calurosa y colorada sangre

¡y alza mi corazón su pesadumbre
como un nido de sombras un gigante!

Intermedio

Llanto sobre una isla

Ahora
ahora sí que voy a llorar sobre esta gran roca sentado
la cabeza en la bruma y los pies en el agua
y el cigarrillo apagado entre los dedos…
Ahora
ahora sí que voy a vaciaros ojos míos, corazón mío,
abrir vuestras espitas lentas y vaciaros
sin peligro de inundaciones.
Ahora voy a llorar por vosotros los secos
los que exprimís vuestra congoja como una virgen sus
pechos
y por vosotros los extintos
que ya exhaláis vapor de hieles.
Ahora voy a llorar por los que han muerto sin saber por qué
cuyos porqués resuenan todavía
en la tirante bóveda impasible…
Y también por vosotras, lívidas, turbias, desinfladas
madres,
vientres de larga voz que araña los caminos.
Un llanto espeso por los pueblecitos
que ayer triscaban a un sol cándido y jovial
y hoy mugen a las sombras tras las empalizadas.

Y por las multitudes
que pasan sus vigilias escarbando la tierra…
Un llanto viudo por los transeúntes
tan serios en el ataúd de su levita.

Ahora
ahora puedo llorar mis llantos olvidados
mis llantos retenidos en su fuente
como pájaros presos en la liga.
Los llantos subterráneos
los que minan el mundo y lo socavan
los que buscan la flor de la corteza
y el cauce de la luz, los llantos mínimos
y los llantos caudales, acudan a mis ojos
y fluyan en corrientes sosegadas
e incorporarse al llanto universal.

Sobre esta roca verdinegra
agua y agua a mi alrededor
ahora sí que voy a llorar a gusto.

Antología poética, Finisterre, México, 1970

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QUÉ TRISTE ES ESTAR TRISTE [Mi poema]
Alicia Saliva [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Que triste es el sentirte incomprendido
y ver se te hace un nudo en la garganta
creyendo que tu sombra al bien espanta,
y así quedarte solo y dolorido
sin nada a que arropar ya sin tu manta.

Pensar que nada aquí se te ha perdido,
vagando como un pollo sin cabeza,
y hacer votos piadosos de pereza
echando perspectivas al olvido
en medio de ese mar que es la tristeza.

Sentir que no eres nadie, no eres nada,
pues todo lo que hiciste fue un fracaso,
mirar si has de dormir al cielo raso
consciente que él te ha dado una patada,
pensando que el futuro es el ocaso.

Y así llegar al fin del recorrido
sufriendo pues que arrecia la tormenta,
dudando si el vivir te trae a cuenta,
que el trozo de la misma te has comido
a solas sin la sal y la pimienta.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Alicia Saliva

Relevé

querer en puntas
de pié
este aleteo
ante la inminencia
este pálpito a destiempo
y el respiro a bocanadas
ante el rumor del regreso
esta fuerza en los talones
leves de gacela
para subir cuestas al mediodía
para atar hermosas tipas de otoño
y girar galerías
ante el asomo leve e incierto
se me inclina el cuerpo
y un atropello de lanzas
suelta su disparo
no las detengas
te atravesarían los ojos
es una tropilla entre pajonales
cuando te intuyo
(De Aleteos)

Víspera en las márgenes del río

Callan las cuerdas.
La música sabía lo que yo siento.
Jorge Luis Borges

el canto espera
se sabe poco lejos de las arpas
que cuelgan sus cuerdas
en ramas de árboles extraños
y la lengua de los sauces
de sus lágrimas
verdes y largas como caricias en el río
hoy dejan que el aire escuche
sólo el roce del viento en el agua
manos tejedoras
mezclaban la canción de sus hilos
-va bien ese rojo estridente sobre la piel apagada-
con tonos soleados
de las cuerdas de las arpas
ahora
en una vera donde la noche trae
oscuro silencio de luces
enmudecieron las agujas
no se oye ni un choque de metales
en el vasto número de los mundos
/que el canto esperan
(De Las veredas del agua)

Las costas

poniéndose detrás, a los pies de él,
comenzó a llorar…
Lc. 7, 36

¿Ves a esta mujer?
no sabe de largos mares ni desiertos
hundimientos, atracos, bonanzas
que trajeron perfumes y frascos de alabastro
ella sólo recibe la abundancia
sus cabellos descuidados
negros como el olor amargo de su vida
enmarañada entre mis pies
sus cabellos que no terminan
tanto deseo
apenas mojado
entre lágrimas y perfumes
ese amor aroma
oferente
¿dónde tuvo crianza, quién pudo nutrirlo?
si lleva siempre la piel vieja y sucia como humareda
ajena el alma y el cuerpo al placer del agua
¿La ves?
cómo no verla
si se entrecierran las ventanas porque huele y grita cuando pasa
sólo el viento se le queda
enredándose un poco con el polvo, el frasco, los cabellos, las sandalias
ella no imagina
no sabe dónde algo le arde
para derramar su deseo fresco
de humedecer la carne y el aire amados
que oliera a nardo y el bálsamo le entrara en el alma
¿Pero no ves a esta mujer?
no,
no viste nada de lo que ella viera
callada como las costas
trae perfumes, collares, cabellos
habla la lengua del infinito
una gota fragante mezclada en su cuello
atraviesa la mata de pelo con que frota el suelo
se escapa del charco de pies y de lágrimas
y no se evapora
ni siquiera entre estos versos
(De Las costas)

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MI POETA INVITADA:  Consuelo Iturraspe

No te escribo

Acaricio perros
en la calle,
les saco fotos
a palomas arrolladas
por un Uber.
Todo lo que me gusta
es pequeño,
está muerto
o tiene un libro en la mano.

Anoche una mujer

que amaste
usó un diminutivo para referirse a vos.
Di vueltas en la cama pensando en el asunto.
Si tu nombre, un animal largo y hermoso,
casi extinto,
se traba en mi boca cada vez que quiero hablarte,
¿cómo hacen las personas importantes de tu vida
para hacer tan sencilla tu aparición?

Santa Fe

Esta es la luna que te trajo, cachorro
y esta es una cerveza
pero podría ser un beso.

Para estar cerca de tu nombre,
voy a volver a esta ciudad
en un cuerpo cada vez más desarmado.

Nadie puede arrancarse de un lugar
donde se preguntó tantas veces
hasta cuándo.

LA SUERTE, SI TE HE VISTO NO ME ACUERDO [Mi poema]
José Ramón Ripoll [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

La suerte siempre está haciendo piruetas,
yo tengo, y me resigno, mala suerte,
me río de ella haciendo cuchufletas,
no importa si me engaña con sus tretas,
y así pienso tratarla hasta la muerte.

La suerte, a que responda, aquí le reto,
comprendo que es cobarde y que se esconde
detrás de algún inmundo parapeto,
perdiendo a quien la quieren el respeto,
la suerte, ¿dónde está? ¡quién sabe dónde!

La suerte, todo el mundo la desea,
mas pocos hay que puedan disfrutarla,
en medio del fragor de la pelea
cual dios impide a nadie que la vea
así que anden dispuestos a besarla.

Yo un día la tenté, puse en aprieto,
sospecho que no estaba nada cuerdo,
me dijo ¿qué hay chaval? tú estate quieto,
mejor ponte a versar, hazme un soneto,
después si ya te he visto, no me acuerdo.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  José Ramón Ripoll

(Ninguna mano escribe)

Ninguna mano me sostiene, ningún aliento
puede ya otorgar un mínimo de flujo,
vibración o señal de que aún persiste
un vínculo secreto entre tu nombre y el mío.
Ninguna luz u oscuridad dan testimonio
de aquella soterrada galería en la que nos amábamos
siendo un cuerpo tan sólo,
una amalgama primitiva entre la carne y el granito.
Incluso entre los turbios pasadizos de la memoria
no habita más que una arenisca, un terco viento
que remueve el recuerdo y lo desola.

(Canto y señal)

Canto y señal,
palabra adentro
ciega luz
luciérnaga
que avisas de los muertos
como un fuego
que avivas en la muerte
señala y canta.
(Canto obstinado)
Canto que hieres a la noche
como cuchillo ardiente
allá en lo oscuro.
Canto que ocultas en tu son
la herida
supurante de estrellas apagadas
y de palabras muertas.
Canto que oxidas la memoria
en el intento vano de la profanación.
Canto que sangras y en tu sangre cantas.
Canto, canto obstinado.

(Para que yo me oiga)

Cómo llamarte por un nombre
cuando todas las silabas crepitan
en la hoguera de tu propia materia.
Dime, cómo mentar tu cuerpo
si hasta el silencio arde.
Cuánto tiempo esta lengua
seca y tiznada ha de callar.
Quién ha de hablar por mí
para que yo me oiga.
(Sin lenguaje, Paul Celan)
Sin lenguaje también,
sin lengua,
sin la palabra que otorga nombre al sol
o a la lluvia,
sin signos que den fe
de que pisamos un instante esta playa,
sin el silencio cómplice y proscrito
que conformó tiempo y memoria
-cuerpo mío y tuyo-,
sin el eco del mar:
alma tras alma
sin lengua,
sin lenguaje.

(Nada aparece)

Nada aparece:
ninguna forma ni apariencia,
ningún borrón de tinta,
ninguna mancha,
nada,
ninguna grieta en el dolor,
ningún espasmo que recuerde tu vuelo,
tu hendidura en la noche
como la huella del desgarro,
nada en la noche,
ninguna mano escribe
mi extravío.

(Principio)

Ser en la nada y en principio ser.
Hasta el canto que surge del roce de las lágrimas
con el embozo de las sábanas
es porque sí,
suena antes de que el cuerpo precipite su vuelo
en el espacio de la cuna.

Es sin porqué y ya vive
en la frontera imaginaria
que separa la negación del fuego,
aliento de un azar que se disuelve
entre el sueño y la vela.

Como una mancha en la pared
se escriben los mil signos
que han de configurar este recuerdo:
lengua ambigua y primera,
ritmo en la sien,
logos y azar:
principio.

(Cierro los ojos)

Cae la noche como un glaciar sobre los párpados.
Cierro los ojos
y siempre cae la noche.

Sopla el viento agitando la persiana,
y el metálico golpe de las áncoras
sobre los cascos de los buques
aún trastornan mi sueño.
¿Dónde han de ir?
¿Podré escapar con ellos,
lejos ya de este insomnio
que me muestra el ayer
prendido en el ahora?

Todo está congelado en aquel cuarto:
la turbación y la tiniebla
de un niño que aún esconde su rostro
debajo de la almohada
mientras brillan sus lágrimas
como eternos carámbanos
que en su interior retienen
fragmentos de mi madre.

(Esas mujeres)

Esas mujeres miran y en sus ojos
se refleja el torpe movimiento de un mundo equivocado
que gira y gira del revés:
brazos y piernas que se agitan
en lucha por ser dentro y no ser fuera,
un cuerpo endurecido como una obstinación
donde cupiese todo lo por vivir desde otra norma,
la existencia del otro y no de mí.

Esas mujeres fijan su mirada
en un trozo de carne prematura
que se queja y afirma en su propio dolor.
Me llaman por un nombre que no me pertenece:
entre sus huecas sílabas se trasluce una música
que me repite en el desierto
y acabo respondiendo por el otro.

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DENTRO DE CIEN AÑOS [Mi poema]
Leopoldo Lugones [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

No sé qué pasará dentro cien años,
y dentro de esos cien, en primavera,
si es cierto que yo sigo aquí a la espera.
La vida es un conjunto de peldaños.

Si acaso he de vivir cuando me muera
o debo imaginar que están tasados,
los días de soñar ya descontados.
Quizás ya nadie habrá que a mi me quiera.

Si días ha de haber aun que me aguanten
capaces de seguir perdiendo el tiempo.
Si al cielo he de clamar siempre a destiempo,
las neuras de pensar se me atraganten.

Posible es que yo acuda a la experiencia,
o dado habré a la vida por perdida.
No sé si desangrando por la herida
sirviera recurrir a la paciencia.

Cuando esto acabe y el tiempo ya se vaya
me impida ver, cuando se vaya el tiempo,
¿qué voy a hacer?, si acaso irme a la playa
dispuesto allí a anegar mi sentimiento.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Leopoldo Lugones

Claro fue nuestro amor; y al fresco halago

Claro fue nuestro amor; y al fresco halago
plenilunar, con música indecisa,
el arco vagaroso de la brisa
trémulas cuerdas despertó en el lago.

En la evidencia de sin par fortuna,
dieron senda de luz a mis afanes
tus ojos de pasión, ojos sultanes,
ojos que amaban húmedos de luna.

Con dorado de joya nunca vista,
tu mirada agravaba su desmayo.
y removía su ascua en aquel rayo
la inquietud de león de mi conquista.

El astro propicio

Al rendirse tu intacta adolescencia,
emergió, con ingenuo desaliño,
tu delicado cuello, del corpiño
anchamente floreado. En la opulencia,

del salón solitario, mi cariño
te brindaba su equívoca indulgencia
sintiendo muy cercana la presencia
del duende familiar, rosa y armiño.

Como una cinta de cambiante falla,
tendía su color sobre la playa
la tarde. Disolvía tus sonrojos,

en insidiosas mieles mi sofisma,
y desde el cielo fraternal, la misma
estrella se miraba en nuestros ojos.

Historia de mi muerte

Soñé la muerte y era muy sencillo:
Una hebra de seda me envolvía,
y a cada beso tuyo
con una vuelta menos me ceñía.
Y cada beso tuyo
era un día.
Y el tiempo que mediaba entre dos besos
una noche. La muerte es muy sencilla.

Y poco a poco fue desenvolviéndose
la hebra fatal. Ya no la retenía
sino por un sólo cabo entre los dedos…
Cuando de pronto te pusiste fría,
y ya no me besaste…
Y solté el cabo, y se me fue la vida.

Las manos entregadas

El insinuante almizcle de las bramas
se esparcía en el viento, y la oportuna
selva estaba olorosa como una
mujer. De los extraños panoramas

surgiste en tu cendal de gasa bruna,
encajes negros y argentinas lamas,
con tus brazos desnudos que las ramas
lamían, al pasar, ebrias de luna.

La noche se mezcló con tus cabellos,
tus ojos anegáronse en destellos
de sacro amor; la brisa de las lomas

te envolvió en el frescor de los lejanos
manantiales, y todos los aromas
de mi jardín sintetizó en tus manos.

Amor eterno

Deja caer las rosas y los días
una vez más, segura de mi huerto.
Aún hay rosas en él, y ellas, por cierto,
mejor perfuman cuando son tardías.

Al deshojarse en tus melancolías,
cuando parezca más desnudo y yerto,
ha de guardarte bajo su oro muerto
violetas más nobles y sombrías.

No temas al otoño, si ha venido.
Aunque caiga la flor, queda la rama.
La rama queda para hacer el nido.

Y como ahora al florecer se inflama,
leño seco, a tus plantas encendido,
ardientes rosas te echará en la llama.

DELECTACIÓN MOROSA

La tarde, con ligera pincelada
que iluminó la paz de nuestro asilo,
apuntó en su matiz crisoberilo
una sutil decoración morada.

Surgió enorme la luna en la enramada;
las hojas agravaban su sigilo,
y una araña en la punta de su hilo,
tejía sobre el astro, hipnotizada.

Poblóse de murciélagos el combo
cielo, a manera de chinesco biombo;
sus rodillas exangües sobre el plinto

manifestaban la delicia inerte,
y a nuestros pies un río de jacinto
corría sin rumor hacia la muerte.

A LOS GAUCHOS

Raza valerosa y dura
que con pujanza silvestre
dio a la patria en garbo ecuestre
su primitiva escultura.
Una terrible ventura
va a su sacrificio unida,
como despliega la herida
que al toro desfonda el cuello,
en el raudal del degüello
la bandera de la vida.

Es que la fiel voluntad
que al torvo destino alegra,
funde en vino la uva negra
de la dura adversidad.
Y en punto de libertad
no hay satisfacción más neta,
que medírsela completa
entre riesgo y corazón,
con tres cuartas de facón
y cuatro pies de cuarteta.

En la hora del gran dolor
que a la historia nos paría,
así como el bien del día
trova el pájaro cantor,
la copla del payador
anunció el amanecer,
y en el fresco rosicler
que pintaba el primer rayo,
el lindo gaucho de Mayo
partió para no volver.

Así salió a rodar tierra
contra el viejo vilipendio,
enarbolando el incendio
como estandarte de guerra.
Mar y cielo, pampa y sierra,
su galope al sueño arranca,
y bien sentada en el anca
que por las cuestas se empina
le sonríe su Argentina
linda y fresca, azul y blanca.

Luego al amor del caudillo
siguió, muriendo admirable,
con el patriótico sable
ya rebajado a cuchillo;
pensando, alegre y sencillo,
que en cualesquiera ocasión,
desde que cae al montón
hasta el día en que se acaba,
pinta el cub de la taba
la existencia del varón.

Su poesía es la temprana
gloria del verdor campero
donde un relincho ligero
regocija la mañana.
Y la morocha lozana
de sediciosa cadera,
en cuya humilde pollera,
primicias de juventud
nos insinuó la inquietud
de la loca primavera.

Su recuerdo, vago lloro
de guitarra sorda y vieja,
la patria no apareja
preopación ni desdoro.
De lo bien que guarda el oro,
el guijarro es argumento;
y desde que el pavimento
con su nivel sobrepasa,
va sepultando la casa
las piedras de su cimiento.

LA BLANCA SOLEDAD

Bajo la calma del sueño,
calma lunar de luminosa seda,
la noche
como si fuera
el blanco cuerpo del silencio,
dulcemente en la inmensidad se acuesta.
Y desata
su cabellera,
en prodigioso follaje de alamedas.

Nada vive sino el ojo
del reloj en la torre tétrica,
profundizando inútilmente el infinito
como un agujero abierto en la arena.
El infinito.
Rodado por las ruedas
de los relojes,
como un carro que nunca llega.

La luna cava un blanco abismo
de quietud, en cuya cuenca
las cosas son cadáveres
y las sombras viven como ideas.
Y uno se pasma de lo próxima
que está la muerte en la blancura aquella.
De lo bello que es el mundo
poseído por la antigüedad de la luna llena.
Y el ansia tristísima de ser amado,
en el corazón doloroso tiembla.

Hay una ciudad en el aire,
una ciudad casi invisible suspensa,
cuyos vagos perfiles
sobre la clara noche transparentan,
como las rayas de agua en un pliego,
su cristalización poliédrica.
Una ciudad tan lejana,
que angustia con su absurda presencia.

¿Es una ciudad o un buque
en el que fuésemos abandonando la tierra,
callados y felices,
y con tal pureza,
que sólo nuestras almas
en la blancura plenilunar vivieran?…

Y de pronto cruza un vago
estremecimiento por la luz serena.
Las líneas se desvanecen,
la inmensidad cámbiase en blanca piedra
y sólo permanece en la noche aciaga
la certidumbre de tu ausencia.

ELEGÍA CREPUSCULAR

Desamparo remoto de la estrella,
hermano del amor sin esperanza,
cuando el herido corazón no alcanza
sino el consuelo de morir por ella.

Destino a la vez fútil y tremendo
de sentir que con gracia dolorosa
en la fragilidad de cada rosa
hay algo nuestro que se está muriendo.

Ilusión de alcanzar, franca o esquiva,
la compasión que agonizando implora,
en una dicha tan desgarradora
que nos debe matar por excesiva.

Eco de aquella anónima tonada
cuya dulzura sin querer nos hizo
con la propia delicia de su hechizo
un mal tan hondo al alma enajenada.

Tristeza llena de fatal encanto,
en el que ya incapaz de gloria o de arte,
sólo acierto, temblando, a preguntarte
¡qué culpa tengo de quererte tanto!

Heroísmo de amar hasta la muerte,
que el corazón rendido te inmolara,
con una noble sencillez tan clara
como el gozo que en lágrimas se vierte.

Y en lenguaje a la vez vulgar y blando,
al ponerlo en tus manos te diría:
no sé cómo no entiendes, alma mía,
que de tanto adorar se está matando.

¿Cómo puedes dudar, si en el exceso
de esta pasión, yo mismo me lo hiriera,
sólo porque a la herida se viniera
toda mi sangre desbordada en beso?

Pero ya el día, irremediablemente,
se va a morir más lúgubre en su calma:
y más hundida en soledad mi alma,
te llora tan cercana y tan ausente.

Trágico paso el aposento mide….
Y al final de la alameda oscura,
parece que algo tuyo se despide
en la desolación de mi ternura.

Glorioso en mi martirio, sólo espero
la perfección de padecer por ti.
Y es tan hondo el dolor con que te quiero,
que tengo miedo de quererte así.

LA PALMERA

Al llegar la hora esperada
en que de amarla me muera,
que dejen una palmera
sobre mi tumba plantada.

Así cuando todo calle,
en el olvido disuelto,
recobrará el tronco esbelto
la elegancia de su talle.

En la copa, que su alteza
doble con melancolía,
se abatirá la sombría
dulzura de su cabeza.

Entregará con ternura
la flor, al viento sonoro,
el mismo reguero de oro
que dejaba su hermosura.

Como un suspiro al pasar,
palpitando entre las hojas,
murmurará mis congojas
la brisa crepuscular.

Y mi recuerdo ha de ser,
en su angustia sin reposo,
el pájaro misterioso
que vuelve al anochecer.

LIED DE LA BOCA FLORIDA

Al ofrecerte una rosa
el jardinero prolijo,
orgulloso de ella, dijo:
no existe otra más hermosa.

A pesar de su color,
su belleza y su fragancia,
respondí con arrogancia:
yo conozco una mejor.

Sonreíste tú a mi fiero
remoque de paladín…
Y regresó a su jardín
cabizbajo el jardinero.

TONADA

Las tres hermanas de mi alma
novio salen a buscar.
La mayor dice: yo quiero,
quiero un rey para reinar.
Esa fue la favorita,
favorita del sultán.

La segunda dice: yo
quiero un sabio de verdad,
que en juventud y hermosura
me sepa inmortalizar.
Ésa casó con el mago
de la ínsula de cristal.

La pequeña nada dice,
sólo acierta a suspirar.
Ella es de las tres hermanas
la única que sabe amar.
No busca más que el amor,
y no lo puede encontrar.

HIMNO A LA LUNA

Luna, quiero cantarte
Oh ilustre anciana de las mitologías,
Con todas las fuerzas del arte.

Deidad que en los antiguos días
Imprimiste en nuestro polvo tu sandalia,
No alabaré el litúrgico furor de tus orgías
Ni tu erótica didascalia,
Para que alumbres sin mayores ironías,
Al polígloto elogio de las Guías,
Noches sentimentales de mieses en Italia.

Aumenta el almizcle de los gatos de algalia;
Exaspera con letárgico veneno
A las rosas ebrias de etileno
Como cortesanas modernas;
Y que tu influjo activo,
La sangre de las vírgenes tiernas
Corra en misterio significativo.

Yo te hablaré con maneras corteses
Aunque sé que sólo eres un esqueleto,
Y guardaré tu secreto
Propicio a las cabelleras y a las mieses.

Te amo porque eres generosa y buena,
¡Cuánto, cuánto albayalde
Llevas gastado en balde
Para adornar a tu hermana morena!
[ …. ] Entre nubes al bromuro,
Encalla como un témpano prematuro,
Haciendo relumbrar, en fractura de estrella,
Sobre el solariego muro
Los cascos de botella.
Por el confín obscuro,
Con narcótico balanceo de cuna,
Las olas se aterciopelan de luna;
Y abren a la luz su tesoro
En una dehiscencia de valvas de oro.
[ …. ] Como una dama de senos yertos
Clavada de sien a sien por la neuralgia,
Cruza sobre los desiertos
Llena de más allá y de nostalgia
Aquella luna de los muertos.
Aquella luna deslumbrante y seca-
Una luna de la Meca …

AL JOROBADO

Sabio jorobado, pide a la taberna,
Comadre del diablo, su teta de loba.
El vino te enciende como una linterna
Y en turris ebúrnea trueca tu joroba,
Porque de nodriza tuviste una loba
Como los gemelos de Roma la Eterna.

Sabio jorobado, tu pálida mueca
Tiene óxidos de odio como los puñales,
Y los dados sueltos de tu risa seca
Con los cascabeles disuenan rivales.
Tu risa amenaza como los puñales,
Como un moribundo se tuerce tu mueca.

Sabio jorobado, la pálida estrella
Que tú enamorabas desde una cornisa,
Como blanca novia, como astral doncella,
Del balcón del cielo cuelga su camisa.
Un gato me ha dicho desde la cornisa,
Sabio jorobado, que duermes con ella.

Demanda a la luna tu disfraz de boda
Y en íntimo lance finge a Pulcinela.
Pulula en el río tanta lentejuela
Para esos brocatos a la última moda,
Que en su fondo debes celebrar tu boda
Tal como un lunólogo dandy a la alta escuela.

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QUERIDO PADRE MÍO [Mi poema]
Fernando Merlo [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Padre mío si estás en los cielos
y verdad es tu cielo aun existe,
y es el mismo, el que tú me dijiste,
hoy te quiero contar mis desvelos.

Te confieso no soy muy creyente,
lo lamento, pues tú me inculcaste
ser amable con Dios. Y afirmaste
que perdona y él es indulgente.

Y es que aun dudo que estés bajo el suelo,
pues pegado anduviste a tu tierra
que supiste salir de una guerra
y con ello ganarte ya el cielo.

O es posible que seas la nada
sumergido entre el barro y el lodo,
sin poder empinar nunca el codo
ni gozar de la lluvia dorada.

Tú que fuiste mi guía y sustento,
a tu forma y pensar me educaste,
y a ser hombre también me ayudaste
cuánto debo decir que lo siento.

Hoy este hijo, el que tanto te añora,
y al que pronto su turno le llega
te suplica el perdón si reniega,
ya estando harto de tanta perora.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Fernando Merlo

A MIS VENAS

Estos cauces que ves amoratados
y de amarillo cieno revestidos,
eran la flor azul de los sentidos,
que hoy descubre sus pétalos ajados.
Besos verdes de aguja en todos lados
hieren la trabazón de los tejidos
y denuncian los brazos resentidos,
la enigmática piel de los drogados.
Las que llevaban vida y alimento
son tibias cobras de veneno breve,
blanco caballo con la sien de nieve.
Trotando corazón y sentimiento
que por las aguas de la sangre vierte
con rápido caudal la lenta muerte.

ACLARACIONES

todo tiene un significado
todo ha sido meticulosamente
preparado para la gran hora
todo está roto a la perfección.

(sin título)

Acostarse es muy fácil, facilísimo
arrojar la esperanza a la basura
cuando, al fin, no se siente ni se suda
amor, y el hombre se congela vivo.
Pero yo, os lo juro, no estoy muerto;
y no les coloquéis a mis poemas:
«Aquí yace F. Merlo, fue poeta
(Poeta, sí, poeta con dos cuernos
enormes, como dos armas en vilo
dispuestas a morder, con agravantes
de chulo, de vulgar, y de asesino
de congéneres cursis, de elegantes
poetisos de salón). Ahí queda el tiro,
y a quien le haya jodido que se aguante.

Aclaraciones

todo tiene un significado
todo ha sido meticulosamente
preparado para la gran hora
todo está roto a la perfección
***
Acostarse es muy fácil, facilísimo
arrojar la esperanza a la basura
cuando, al fin, no se siente ni se suda
amor, y el hombre se congela vivo.
Pero yo, os lo juro, no estoy muerto;
y no les coloquéis a mis poemas:
«Aquí yace F. Merlo, fue poeta
(Poeta, sí, poeta con dos cuernos
enormes, como dos armas en vilo
dispuestas a morder, con agravantes
de chulo, de vulgar, y de asesino
de congéneres cursis, de elegantes
poetisos de salón). Ahí queda el tiro,
y a quien le haya jodido que se aguante.
***
Dos cuchillos
son mi pecho.
Uno blanco
y otro negro.
Ayúdame,
que el blanco se está muriendo.

Desde lejos vinimos acarreando vida osamos abrir el tentáculo del miedo

morir no
hacerse cadaver en la noche aullando
uñas con quietas señales que mascu-
llan clorofila o digieren plasma
entre huellas visibles hasta un abis-
mo un detalle un miembro
me bastarian cinco dedos para asesinar
la mano correre como castigo por de-
tenerla cierro cierras castillos de ace-
ro lejos arena palpitantemente fijos
quietos inmoviles solitarios plomo
gas fusil llegando a esfinge des-
pues aire sol temperatura vertigo
caida y agua
los cristales antes palpitantemente
fijos quietos inmoviles solitarios plo-
mo gas fusil llegando a esfinge
anuncian la venida

Inicio de destrucción (Fragmento)

Marchar a La Suiza por un reloj
que nos marque la hora; así el desayuno,
así el autobús, del baile a la canana nos divertimos.
Con nuestro reloj al corazón del brazo vamos
o por él con la intención idéntica cada cual a sus formas vamos
detrás del reloj enigma sobrepasando enigmas,
¿Quieres venirte al reloj de los versos?
A por el reloj, palabras que marcarán la hora.
Tu reloj que germina en la aorta del país.
Dispárale el segundero. Perdimos años en recordarlo.
Donde pusiste el algodón, donde prestaron
el apartamento y nos olvidaron a ti a mí,
donde la colcha. ¿Dónde estabas?
¿Y dónde un reloj encuentra su cicuta?

Epílogo

porque tengo diecimuchos años
y una densa derrota
nunca volvere a enamorarme en ninguna de sus abstracciones
dije
para condenarte solo una balanza
junto al vertice
cerca de un insecto
untoso ante el martirio
no sirvan esas llamas de apaciguo al fuego
que en una carne habita la respuesta
lo sabes
¿has de esperar entonces la lluvia por el mar?
¿o son tus atardeceres los mios menos lluviosos?
¿vuelves a escribir despues de este teatro?
¿que materia?
quien nada tiene que decir
habla del verso
comienzo a preguntarme que tengo que decir
estoy muerto cansado repudiado consumido.

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EL ÁLBUM DE CROMOS DE LA VIDA [Mi poema]
Manuel Jurado López [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

La vida cromos son que vas pegando
con cola y que ya nunca se despega,
lo mismo que a una planta vas regando
con mimo sin saber quizá hasta cuando
será el día final que ya se riega.

Si alguno se te pierde ya no hay vuelta,
son muchos los que a mi se me han perdido,
son tantos que llevar no llevo cuenta,
quisiera, mas poner no puedo en venta,
tampoco intercambiar, no hay repetido.

Pegados solo están ya en el recuerdo
aquellos, los que fueron de la infancia,
hay otros que al azar ya no me acuerdo,
y muchos demostrando que fui un lerdo
los cuales ya no arriendo la ganancia.

Que mi álbum sabe dios cuando se acaba,
ni yo puedo saber aún cuantos cromos
podré seguir juntando ¡abracadabra!
ni puedo asegurarte, es mi palabra,
tampoco si después ya habrá más tomos.
©donaciano bueno

#Una pena no poder intercambiar los repes! Share on X

MI POETA SUGERIDOManuel Jurado López

(Premio Juan Ramón Jiménez de Poesía)

ABOLIDA la flor del terciopelo,

suave la huella de su cuerpo breve,
de plata tibia -paloma en vuelo-,
voluble, esquiva, vaporosa y leve

huye la amada. Parte hacia una herida
de vegetal ternura, hacia una muerte
más dulce que los mostos. Con la huida
intenta dislocar su antigua suerte.

Desamparado queda el aposento:
arca, cofre, joyero y relicario
huérfanos son de su presencia.
Lento pasa el aire su lengua de sudario.

La túnica, las joyas, las sandalias,
el lazo, los ungüentos, la tristura
del búcaro olvidado de las dalias
memoria sólo son de su hermosura.
(de El viento y las cenizas , 2002)

VEAMOS,

planteemos la cuestión en su punto medio.
Estar en Europa, en Centroeuropa, es como estar subido
en un caballo de cerveza con los ojos de Rhin
y un látigo de carbón contra las nubes.
Para otros, quizás menos propicios al razonamiento,
estar en este bosque de melenas es como andar sobre
la memoria de los bárbaros, como acostarse
con Atila y seguir siendo Virgo lnconsolata.
Pero no seamos imprudentes, no desprestigiemos
al rubio roncador que mece su coleta de godo y se echa
a dormir sobre una piel de vaca suiza,
con un despertador colgado del cielo de la boca,
por si vienen
los ejércitos enemigos.
Estar en Europa es danzar al son que toca el viejo
fusilero de Schafhausen, que disparó su arma solitaria
cuando los alemanes dejaron toneladas de ruinas
en su ciudad por un equívoco injustificable;
pero también puede ser acompañar a la joven dama
del Werther a la presentación en el Parlamento
de una nueva ley contra los refugiados.
Aun así, no os creáis ni la mitad
de lo que os cuenten los ginebrinos sobre su resistencia
contra Napoleón, ni la cuarta parte
de lo que los austríacos os digan sobre la bizarría
del emperador Francisco José;
ni siquiera un poco de lo que los amigos de Zuinglio
os quieran relatar de sus virtudes, y menos aún creáis
a los emigrantes turcos que dejaron Anatolia
sumida en su tristeza de viuda.
Aquí existe sólo la verdad de los números, la fría
mano de las recaudaciones que hiela hasta el sexo
de las vírgenes y el aliento de sus amadores.
(de Manuscritos de Berlín, 1993)

SPINOZA

DICEN QUE A SPINOZA LO QUE LE PERDIÓ
fue su origen de sefardí de Hispania,
su tufo a geometría y lente de visionario,
su desnudez de espíritu.
Incluso se comenta que por cien florines
quisieron sellarle la inocencia
como quien ciega un pozo de agua en el desierto.
Alguno habrá que os lea pasajes de su ética
con la misma soberbia de un príncipe
que monta a caballo
sobre la espalda de los bufones
o sobre los muslos de las muchachas.
Otros preferirán, como los muchachos,
aguardar a que se consuman las llamas
de los candelabros
para encontrarse a solas con su cuerpo.
Dicen que a Spinoza lo que le perdió
fue su nombre de castellano
en un país de herejes;
su constancia de óptico miope, su ética
líneas paralelas y ángulos adyacentes.
Algunos, para condenarlo, ya estarían dispuestos
a jurar que lo han visto en el puerto de Amberes
visitando a las damas de la concupiscencia.
(de Manuscritos de Berlín, 1993)

BOULEVARD DES PHILOSOPHES

¡QUÉ MANERA DE DILAPIDAR EL TIEMPO!, SIEMPRE ENCERRADOS
en la palabra, sosteniendo un edificio de ruinas
y equívocos. No soportáis el olvido y alzáis la voz,
irreverentes, cáusticos, en medio de las aulas
o en los mercadillos de la gloria. Truenos sois
que resonáis en el desierto o ante los ridículos
tenderetes de los maestros callejeros.
Andáis tras el trágico elixir de la sabiduría
y no sabéis que la Vita Vulgaris es un arte difícil
de practicar.
Unas veces ebrios y otras sobrios, vais siempre
urdiendo la trampa de la razón con hilos de niebla
y fuego. Camináis sobre el filo de la navaja,
entre el suicidio y la lucidez, entre el volcán
la lengua de hielo. Hombres, después de todo,
vulgares transeúntes de eso que aún no habéis
podido definir: la vida.
(de Poemas de Ginebra, 1993)

CANTO DÉCIMOQUINTO

¿Qué hace un ángel con alas
de dos años, de manos de la muerte,
por medio de una calle
negra, con lazos y coronas?
¿Qué hace Amir Ayyad
—corazón que nunca tuvo pájaros
ni beso de libélula-—
con la Hoja de Ruta equivocada
plegada entre sus manos?
¿Qué calle pisa, descalzo y suave,
con un sabor de boca a hierba seca,
como un ángel sin arpa
que entona una canción nunca aprendida?
Lleva heridos los pies
por restos de cristales
y de piedras preciosas
que las hondas de David
disparan como salmos.
¿Qué hace allí aprendiendo
una lengua de pólvora y desierto?
¿Qué hacen esos ángeles
adolescentes de Gaza
y Cisjordania con la piedra
en la mano; qué surco,
veneno o primavera
enarbolan; qué nombre gritan
si en sus labios la sangre es una estrella
en forma de granada?
No hay ley de pura geometría
o física magnética o sura,
fatwa o desencanto
que ponga luz de mora en las mejillas
de esos ángeles impunes
que nunca llegarán al reino de los Cielos.
¿De qué nubes cayeron como copos
de almendra o milagro o denuncia?
¿Acaso los rabinos no leen entre líneas
los libros de la Torah?
Si Dios se decidiera a publicar
los viejos manuscritos
de sus Diez Mandamientos
en letras bastardillas…
Aún queda esa esperanza
prendida de alfileres.
(de Oratorio en Gaza, 2005)

PARTISANOS DE «STELLA ROSSA «.

29 DE SETTEMBRE DE 1944

HECHO y deshecho, el hombre es la palabra
que marcha hacia el silencio.
Los hombres llevan una larga historia
junto al fusil de asalto.
Il figlio é giá piú forte
del padre. Son hombres oscuros,
niños prodigiosos, soldados,
hijos de casi nadie,
de casi nada dueños.
La muerte es de los otros,
la muerte es poseer
la eterna soledad que da el silencio,
cruzar al lado
distinto del espejo,
naturaleza muda
con camisas manchadas
de consignas y pólvora.
Duemilia civili
y una nube de lágrimas y sangre.
Hecha y deshecha, la mujer
es la palabra que recoge al hombre
y lo guarda en el cofre de su muerte.
Dorina, Marta, Giuseppina,
Pia Tondi, Amelia Ventura,
Vittorina Lazarini, Fernanda
Migliori, Lea, Antonia…
Duemilia civili!
Hombres, mujeres, niños:
la pólvora indefensa.
No hay muerte transitoria,
la muerte es para siempre,
para siempre el silencio,
la mirada de tierra
y la palabra ausente.
Perdida la batalla,
la paz es una trampa
para tan blanco olvido.
Duemilia civili!
(de La luz es una espada, 2005)

CON LAS ALAS DE PLATA

NADIE recorre impune lejanos territorios,
paraísos perdidos, otro cielo, otro mar,
otros vientos y lluvias sin que se contamine
con el aire viciado de aromas, oraciones
y confusas palabras. El viajero desnuda
sus ojos de paisajes y primeras pasiones
y se viste de arena, de luz de monasterios,
del humo de tabernas o grasa de pescado
en puertos miserables o viejos arrabales.
El silencio le crece por dentro como un ave
con las alas de plata; y estar consigo, a solas,
es como entrar, oculto, en éxtasis derviche.
El viajero no quiere parecerse a los santos,
delgados como juncos, que van en procesiones
a templos desolados para hacer penitencia
y regresar tan limpio como el agua de nieve:
distinto, transparente, con cartas aún no escritas
y plegarias infectas de saliva y murmullos.
El viajero no sabe que el regreso es su meta,
la razón inicial de sus pasos primeros;
rotulación del tiempo, memoria del espacio.
(de El invitado incómodo, 2005)

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NUNCA ACOJAS EN TU CASA A UN ELEFANTE [Mi poema]
Matilde Espinosa [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

La casa que yo tengo es una ruina
pues quise ayer meter un elefante
y nada más entrar tiró un estante,
la trompa quiso usar como bocina
y andaba tan campante.

Le quise reprender mas me miraba
igual que si la casa fuera suya,
si impido un paso dar va y me aturulla,
e incluso me llamó tonto del haba
clavándome una puya.

Y es que él de mi abusó y hoy me arrepiento,
que a veces la bondad va y te traiciona,
le quise allí buscar una tumbona
y el tipo sin pedir consentimiento
encima me sanciona.

Si un día a un elefante te tropiezas
y ves llorando va desconsolado
no pares a ayudar, mira a otro lado,
si dudas, saca fuerza de flaquezas,
te rompe hasta el tejado.
©donaciano bueno

Así te pagan?. No se debe hacer caso a la #piedad? Share on X

MI POETA SUGERIDOMatilde Espinosa

Un día

Un día se borrará el paisaje,
se apagará la luz para mis ojos.
Debajo de la tierra, de la fría tierra,
buscaré otras raíces,
tal vez las venas de un amigo,
tal vez la sangre combatida
de alguien que amé al respirar la brisa
o al mirar el cielo
de promesas inocentes,
el cielo pesado de las lluvias,
o de las nubes, sudario de los pájaros.

Un día, quizá
de campanas luminosas,
alguien dirá cómo se escribe
el nombre de una mujer
que fue un poco, sólo un poco
de ternura dispersa,
de ala clamorosa
pidiendo ser no más viento que pasa.

Nada más cierto

A Luis Carlos Pérez
In memoriam

Nada más cierto
que tu ausencia
y este incansable viento.
Revestido de sombras
el color de los días
se recoge en silencios
los tuyos y los míos
y toco tu pensamiento.

A veces se me quiebra
el mundo entre las manos
y oigo un clamor que se perfila en tu frente.
“¿Dónde caen las horas
sin el terror nocturno?”.

La pregunta se pierde
y los goznes dolidos
de la puerta entreabierta
son pasos misteriosos
de este implacable viento.

Un día sin nombre

¿En qué momento, amor,
se oscureció tu calle
y tu casa fue el blanco
de la sombra?
Una ola de polvo
lloroso y amargo
se estableció en la hora.
Desde entonces el tiempo
madeja silenciosa
va corriendo sus hilos
para la dura tela
que defiende mis lunas
secretas.
Lentos trascienden los días
a donde sólo llega
el temblor de la luz
en el vacío.

Llueve

En esta embarcación
sin madrugada
llueven las sombras.
Se derrumban
los reinos del amor
y vuelan las mariposas blancas
como flores silvestres.
Tras la nube más negra
se concentran los vientos
noticiosos, sedientos, llueve.
Desfilan los recuerdos;
historias de pasión con incendios,
temblores o viva muerte.
Mágicas visiones en el aire
ruedan a la tiniebla, llueve.
En esta embarcación sin madrugada
no hay recobro posible;
cerrado el horizonte, llueve.

2004

Con voz de fatiga
golpea la puerta.
Como si nunca se hubiera abierto.
Los sonidos se repiten multiformes
opacos y sombríos.

La cortina cae y el número y la luz
se despiertan y el infinito se da
en una rosa blanca que
amanece temblando.

¡Es tan pequeño el mundo!
«descolgado el corazón»
siguió llamando mas
todo confundido.
Creyó que el arrebol tardío
era el sol de mediodía
y la imprecisa claridad
la pupila de un dios
¡Que se recreaba en la lubricidad
de las estrellas!

Las corrientes humanas
plegadas o en desborde soportan
un aire soterrado que estropea
que fuera pasión o ardiente vuelo.
Se humedecen los ojos, los reflejos
se hunden y el pensamiento
va más lejos.

Llueven las sombras
con la velocidad
un río el mismo río que se levanta
limpia la encrucijada que se gasta
y que a veces nos duele en juego
con la herida.
Enero 16/2004

Multitudes

No por sonoro este brazo de mar
es más profundo. Sus violentas
espumas derretidas al sol
son el paso primario
de los vientos alisios
en cuyos nudos se enreda
el oro de los sueños, el amor,
la desnudez y la esperanza
de un nuevo amanecer.
Nada detiene este andar
de animal recién venido
a la invasión que sólo se deshoja
cuando sorprende el rayo.
No hay memoria feliz
para el que ingresa al
poder uniforme
que derriba las alas y marchita
el rosal para quien ama y sueña.

II

Valga la soledad
cuando despunta el alba
o se inclina
para besar la noche.
El mensaje transita y no
es de multitudes
su esencia, su intención, su delirio
sólo por un instante
o por una eternidad.
Febrero 15/2004

Una voz

No era una queja
tampoco la voz del caracol
en su playa desierta.

Ni el paso de la bestia
por un peñasco oscuro.

Era el presagio que florecía
los ecos y la ráfaga azul
de un juego niño.

Era una voz sin fondo
aérea como el canto.
Si volviera a escucharla
entendería mejor el sesgo
de una voz sorprendida
en la noche.
(De La Tierra Oscura)

Hacia la tarde

Al poeta Winston Morales Chavarro

Un desteñido sol
Recorre conmigo las estancias
Que ya no tienen nombre;
Los pasadizos vueltos hacia la tarde
Solos como los nacimientos
Y ausentes como un grito.

Emergen parecidos distantes
Bajo el ardor de las cenizas.
Se conmueven las frondas
Arrebatadas por los vientos
Sin destino como los sueños.

Lastiman los escombros
De las primaveras enterradas
Y el gemir de los volcanes
En su incandescente agonía.
Y al fondo la esperanza
Medusa desgarrada en busca
De otro mar y otra orilla
Pulsando las arenas
En esta navegación de los olvidos.

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LISTA DE ESPERA PARA NACER [Mi poema]
Aurelia Castillo de González [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Perdona fue imposible, le decían,
lo siento tú no puedes ya nacer,
es triste mas nos tienes que creer,
no cabes ya en el mundo, repetían
por más que se intentó no pudo ser.

Comprende pues tuviste mala suerte
que aquí no han de venir los que quisieran,
inútil fue evitar que otras parieran,
e hicimos lo imposible al detenerte
a espera de que algunos se murieran.

La ley siempre es la ley. Así es la vida.
Debemos empezar por respetarlas.
Si quieren al votar pueden cambiarlas.
En tanto, no te queda otra salida
ni existe otro camino que aceptarlas.

Mejor será le digas a tu madre
que tenga más cuidado y se asegure
que aquí cabe uno más. Y que procure
hacerle carantoñas a tu padre.
Si entiende ha de excitar, pues no se apure.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Aurelia Castillo de González

Máximo Gómez

Alto y enjuto y además severo,
Del enemigo estuvo cara á cara
Con la enseña de Cárdenas y Yara
De los Diez Años en el lapso entero.

“Voy a partir—exclama—mas… ¡espero!”
Y de Baire á la bélica algazara,
Como saeta su corcel dispara
Y la invasión escribe con su acero.

De libertad al delirante grito,
“¡Salve—prorumpe el pueblo—al Presidente!
¡Con flores deja que tu senda alfombre!”

Mas él, formado de inmortal granito.
Dice, indicando al solitario ausente
Con suprema grandeza: “Este es el hombre.”

Agua de tinajón

Agua santa de este suelo
en el que se meció mi cuna,
agua grata cual ninguna,
que bajas pura del cielo.
Yo te beso con anhelo,
casi con mística unción,
pues creo que tus gotas son
de mi madre el tierno llanto
al ver que te quiero tanto,
Camagüey, tu corazón.

José Martí

Del mundo de Colón dos islas bellas
Quedaban en el círculo de acero
Que en él trazara el pelotón guerrero
De férreas almas e indelebles huellas.

Más, bajado de fúlgidas estrellas
Y de la estirpe del insigne Homero
Un poeta se lanza y justiciero
¡Nos escribe una Ilaada con centellas!

Dos nombres le esperaban en la Historia
Para el grupo de grandes redentores
Que han de ser enlazados por la Gloria:

El que sembró en el Norte maravillas,
El que en el sur dejó sus resplandores
Y el que hizo libre á las dos Antillas.

El ruiseñor y el loro

En casa de un famoso pasajero
un lance vi que referirte quiero,
porque algo provechoso me ha enseñado
como verás después, lector amado.

Olvidando que estaba entre prisiones,
cantó un mirlo con suaves inflexiones;
que así los males la inocencia olvida
y su candor feliz presta a la vida.

Al terminar los ecos peregrinos,
de aprobación se oyeron dulces trinos,
y exagerando la alabanza un loro,
—¡Magnífico!, exclamó, ¡qué pico de oro!

Poco después un cuervo macilento
sus lúgubres graznidos lanzó al viento,
y de las aves todas sólo el loro
—¡Soberbio!, prorrumpió, ¡qué pico de oro!

Luego del ruiseñor la voz divina
al silencioso público fascina,
cuando del loro el entusiasmo estalla
y exclamando: —¡Qué pico…! —¡Calla, calla!,
le dice el aplaudido con premura,
¡reserva para el cuervo esa figura!
Y todos los presentes en un coro
a guisa de sermón dicen al loro:
—Alabanzas que a todos se prodigan
ni nada valen ni a ninguno obligan.

¡Victoriosa!

¡La Bandera en el Morro! ¿No es un sueño?
¡La Bandera en Palacio! ¿No es delirio?
¿Cesó del corazón el cruel martirio?
¿Realizose por fin el arduo empeño?

¡Muestra tu rostro juvenil, risueño,
enciende, ¡oh Cuba!, de tu Pascua el cirio,
que surge tu bandera como un lirio,
único en los colores y el diseño!

Sus anchos pliegues al espacio libran
los mástiles que altivos se levantan;
los niños la conocen y la adoran.

¡Y sólo al verla nuestros cuerpos vibran!
¡Y sólo al verla nuestros labios cantan!
¡Y sólo al verla nuestros ojos lloran!

Los Alpes

De un resalto tremendo a otro resalto,
escalan el espacio las montañas,
como en ardiente emulación de hazañas,
van los pétreos gigantes en asalto.
Llegan en confusión; y allá en lo alto,
entre las nubes son nubes extrañas,
mas el agua se filtra en sus entrañas,
burlando la pizarra y el basalto.
Incubadora sin igual, la nieve
como alas tiende sus armiños puros;
ya no se suelta murmurante y leve.
Ya no la bordan los alegres muros;
y, cerrando terrible el horizonte,
de blanco mármol aparece el monte.

Expulsada

‘Te fuiste para siempre. Quedé en el mundo sola.
Mis lágrimas corrieron un año y otro año…
Gritáronme de arriba: ‘!Anda!’, y anduve errante,
Y al fin me vi de nuevo en nuestro hogar de antaño.

Tu espíritu amoroso flotaba en todas partes.
Cantaba con las aves, perfumaba en las flores.
Con el véspero triste me enviaba tu sudario
Y envuelta en él soñaba nuestros dulces amores.

(…)

Y cuando reposaba tranquila en aquel sueño
En nuestro hogar sagrado oí la voz infanda.
Tocaron en mi cuerpo las manos criminales
Y el rencoroso arcángel gritó de nuevo: ‘!Anda!’

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MI POETA INVITADA:  Carmen Palomo Pinel

Cantiga de amigo

Y por qué no apareces.
Y por qué no apareces ahora que tengo la lengua pegada a los pulmones,
ahora que devoro con fruición gramos de hambre
y me ruedan los ojos
ventana abajo
hasta los adoquines.
Y por qué no te vistes de esta tarde fantástica
de luz atenuada
y apareces.
Que tengo un ruiseñor de incertidumbre piándome los dedos.
Que tengo melaza en las pestañas y rabeles en la boca del estómago.
Que se me clavan las puntas de la estrella adentro y se me desnorta la brújula uterina.
Que vuelvo a tener miedo de la muerte.
Que vuelvo a tener miedo de la muerte.
Que de alacrán y ausencia vuelvo a bailar con el hueco que acoge todo hueco.
Dónde estás, meu amigo, dónde estás,
meu amigo salvaje y lleno de desprendimientos,
meu amigo tan lleno de vidrieras góticas tan lleno de salmos voladores
tan de presencia pura.
Meu, meu amigo.
Y dónde te has guardado tu caricia de arcángel, tu devastación de pan de oro.
Y por qué no apareces
si tú no eres pábilo vacilante
si tú no eres
una de las argucias de la noche.
Que eres de sol, amigo, que eres de hiedra polifónica,
que eres suave y planeta, que eres muérdago.
Ay, meu amigo, ay estas manos con hijos del subsuelo, ay este albor de Iseo
la de las manos blancas.
Ay, ay, meu amigo, esta pobreza.
Ay, meu amigo, este animal de verte. Esta rosa de verte. Esta palpitación.
Y por qué no apareces, meu amigo.

Última chica-antorcha en la ciudad de agua

Echar el cuerpo al aluvión
hundirme
apurar mi profunda vocación de atlante
arrojarme a las aguas de un perpetuo diluvio
ser lluvia entre la lluvia

y aún arder.

UN NUEVO DISEÑO (mejorado a ser posible) [Mi poema]
Zoé Valdés [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Volver a nacer. Si eso él pudiera,
su aporte a su proyecto se aplicara,
si Dios en el diseño le dejara
hacerlo como él mismo lo quisiera.

Si acaso en el inicio permitiera
o al menos por pudor le consultara,
dejando que metiera la cuchara
a la hora de trazar su calavera.

La haría de un aspecto más risueño,
más dulce, salerosa y rebonita,
fingiendo aparentar como palpita
así fuera muriendo en el empeño.

Pues sabes la belleza que no abunda
y algunos ya de cara somos feos,
no insistas más mostrando sin rodeos
desnuda esa carcasa tan carcunda.
©donaciano bueno

#Cuesta lo mismo hacerla un poco más aseada, o no? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Zoé Valdés

Nunca antes de la fiesta

A Horacio Oliveira

Te dije nos veremos y no ocurrió,
tú tenías tu piel enferma de vida.
Hay copas manchadas y ceniceros sucios
que también son el amor el recuerdo.
Pero estoy sin gatos en esta ciudad
donde prometimos encontrarnos,
estoy sin poemas
sin necesidad sin mar.
No hay invitaciones,
tanto que me gusta envejecer en los cines.
Te dije nos veremos,
yo con mi vida saludable de piel.
Hay canciones que te estoy buscando sin parar,
algún jazz algún Mozart,
algún caracol para oír las olas.
Pero no ocurre.
A veces me peino para estar hermosa,
en esta sociedad
donde peinarse no hace hermosa a la mujer.
Me peino para ti,
como si fuéramos a una fiesta donde íbamos a estar,
saludables los dos. Me peino para besarte,
y estar en algún amable lugar del mundo
nunca antes de encontrarte.

Breve beso de la espera

Su nombre ya no me es más familiar
El camino ya no es aquel
El de la ausencia
La muerte perdió su sutilidad
de virgen serena
Me arrancó de un piñazo
el vendaje de los ojos
Mis pestañas abiertas
al recuerdo del exquisito
Esclava de un agujero de eternidad

Vagón para fumadores

fragmento

Una carta escrita en papel rosado
y deslizada por debajo de la puerta
puede desbaratar un destino
de eso de ser diosa ni me acuerdo
a ratos besaba el perfume de la otra
en los labios de juramentos tenues
entonces se me descosía el dobladillo
y rezongaba como una búfala recalcitrante …

Castidad, castidad…

Castidad, castidad, qué de crímenes
se cometen en tu nombre.
Jaime Gil de biedma.

Yo nunca fuí casta
regodearnos con el sexo es una hipocresía riquísima
no lo niego
pero yo nunca pude ser hipócrita yo voy al grano
directa y sin límites
sólo las sosas se las dan de interesantes
yo soy inteligente
por eso cuando quiero un hombre no lo pido con melindres
le voy p’arriba y lo asalto y me le aferro
pero por eso también he tenido poca suerte
porque ellos se cansan rápido de las puticas ladillosas
Yo nunca fuí casta
en cuanto cumplí la edad de la pubertad
cuidé mi cutis restregándome con los machos
ni un granito me salió por exceso de masturbaciones
yo a decir verdad no andaba creyendo en virginidades
yo me crié en la calle al garete
y mi sexo iba conmigo
Yo nunca fuí casta zorra sí
nadie me enseñó la malicia yo nací con ella
muy temprano empecé a latir y no masacré mi ritmo
Yo nunca fuí casta ¿para qué sirve ser castos?
Si aunque sea con terror temblando de precauciones
amarnos es lo único que nos queda.

Poemas de la Habana

fragmento

Ella no regresará jamás.
Un día, tu reconocerás su mundo inhabitable,
verás cuadros oscuros pintados por un amigo sin nombre,
el mismo que te dará libros y fotos.
Luego aprenderás a leer
o a aprenderte las palabras de memoria
que es como leen los niños al principio …

El pecador

Escribí en papel de cartucho tu nombre y tus apellidos
lo enrollé y lo amarré con pelos de mi pubis
luego lo molí y lo mezclé con mieles y sudores
no olvidé el buche de café que dejaste en la taza
debí haber agregado un poco de tu semen
de esas gotas que aparecen al otro día
en mis nalgas o en mis encías.
Unté de toda esa crema a mis pezones y a mi clítoris
hice un pase de magia y recé toda la vida.
Pero tú no has vuelto
y menos
tú en mí no te has derramado.

Los espacios imaginarios

Nos nombra
y asistimos al escondite,
al inexistente elemento.

Nos piensa indiferente,
jugamos con su insinuación,
exorcizados.

Nos escucha,
nos pide el cuerpo,
nos devuelve nuestra sombra en mármol.

Ya somos las estatuas del aire.

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EL TIEMPO CORRE QUE SE LAS PELA [Mi poema]
Rodolfo Alonso [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Pasa el tiempo lo mismo que mi aliento,
pasa el tiempo  que a mi me sobrepasa,
pasa el tiempo mas no lo tomo a guasa,
no se para a mimarme ni un momento,
pasa el tiempo que el tiempo raudo pasa.

Y es que el tiempo es espacio entre dos puntos,
donde hay uno que acerca y otro aleja,
-te aprisiona cual reo en una reja-,
no se avienen jamás a vivir juntos
y deshacen cual hilo en la madeja.

Ese tiempo, el que dicen que es de oro,
y que escapa en los dedos de las manos,
el que empieza y te avisa ya nos vamos,
hoy me niego a admitirlo, que al tesoro
aun queriendo, ninguno le tocamos.

Y entre tanto que escribo hoy estos versos
me reprocho si el tiempo lo he perdido,
contemplando que el mismo ya se ha ido
lo he buscado en algunos universos.
Y aun perdiendo, buscándole he seguido.
©donaciano bueno

#El tiempo es como Dios, nadie lo ha visto...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Rodolfo Alonso

Diego y los pájaros

Desde la hierba
mi pequeño
alza los brazos
hace señas
a los pájaros
los llama
entre grandes silencios.

Entre el mar
y nosotros
hay árboles
y viento

Los pájaros son libres
no lo ven
o se hacen
que no pueden verlo
no vienen
pero andan por ahí
de cualquier modo

Entre ellos
y nosotros
brilla el sol
anda el amor
al aire

¡A la salud
de los pájaros
que es la salud
del universo!

Casa rota

no se ha colmado la medida

lo que has dicho lo que has amado
se tiene ahora bajo el sol
para ser despedazo o festejado

no estás todavía del otro lado
se ha dicho que tienes cosas por decir

no se acabo esto
mientras brille implacable la luz que desordena
todo lo que debe decirse o ser amado.

Fronteras

¿Imaginó Machado (‘Si mi pluma
valiera tu pistola’), entre tristes
derrotados que tenían razón
sin embargo, a ese pie
traspasando la línea
ilusoria y real, nítidamente
viva, siendo el mismo
que en Collioure, ahora,
resbala quedamente hacia la tumba
dormida en tierra extraña?

¿O acaso es Walter Benjamín
quien cruje, ante la misma
línea por entonces antípoda
empuñando, en Port Bou, la pistola
capaz de liberarlo, a la vez
de su angustia habitual y los rabiosos
lobeznos de la nada a sus talones?

Uno iba, otro vuelve, y los dos
caen sin verse caer
ante sus vidas rotas,
de espaldas uno y otro
frente a idéntica raya,
pero nosotros vemos, en la misma
frontera los límites del mundo,
la avidez del desierto
roedor y creciente,
los dientes insaciables,
la boca del abismo
indiferente, mudo, seductor.

BUENOS VIENTOS

El amor nuestro fue una belleza incandescente, paseada con
dignidad entre sobresaltos y disculpas.

Lo nuestro creció de golpe, auspiciado por la buena voluntad de
algunos vientos que no supieron sino alterar nuestros caminos,
unificar nuestras distancias, darnos una mano.

Fueron los únicos culpables de esta feroz batalla por la aventura,
recientemente concluida.

FANDANGO

Necesito tu mirada. Y también la cadencia leve de tus pasos
alejándose en el tiempo.

Necesito que me detengas, que hagas de mí uno de tus brazos o de
tus piernas, uno cualquiera de tus órganos.

N.

Si yo te hubiera dicho: el corazón es una fruta enorme. Si te hubiera
cantado con estas palabras de descontento y de traición, si hubiera
abierto una sola de mis llagas, podrías hoy dormir al lado mío.

Pero el cansancio espera y esto es mucho. La vida no da más de lo
que se le pide. Las distancias se agrandan o se rompen.

La tierra tiene un ritmo.

Honor de la vergüenza

Débil fallido humano
Cobarde podrás ser

Pero si la vergüenza
Te honora con su cerco
No todo está perdido

Acercándote estás
A que te quede un resto
circa 2013

¿Sueño yo con Fernando Charry Lara

o es que nomás me acuerdo?
Sé que él estaba
serenamente
acodado en la mesa
donde leí en la Casa
de José Asunción Silva
en Bogotá,
esperándome.
Y estaba también muy sentadito
en la primera fila
cuando en aquella
universidad de Medellín
me invitaron a hablar sobre Oliverio.
Siendo quien era él
me conmovió y me sigue
conmoviendo
tanta sobria y gentil delicadeza
con el recién llegado.

¡Y no habérselo dicho!
16-XI-2013

Al vuelo viendo en la noche

mosquitos luis de granada
hasta los enalteció

como obra de dios granada
gema de su creación

mi padre no había leído
nada de luis de granada

pero aplastaba mosquitos
ahusando en ellos la vista

al vuelo hurgando en la noche
su siseo delator

hoy nadie aplasta mosquitos
espiándolos en el aire

hoy persisten en su ronda
las pequeñas criaturas

donde también vio granada
la maravilla del mundo

inmensa grácil finura
ingeniería del encanto

¿qué vale una picadura
con los cráteres de ozono?
9-IV-2014

Jean Jaurés en Buenos Aires 1911

Una baldosa roja
en el barrio de Abasto

(En el barrio de Abasto
que antes fue legendario)

¿Algún vecino aún
sabrá por qué se llama
su calle Jean Jaurés?

¿O por qué esa baldosa
tiene color de sangre?

¡Cien años ya!

Una baldosa roja
ilumina el futuro

¿Y nadie se da cuenta?
31-VII-2014

La naranja no sabe

La naranja no sabe
que se llama naranja

Como Plutón no sabe
que se llama Plutón

Y yo mismo no sé
bien por qué me han llamado
Rodolfo nada menos

¿Será nomás que el hombre
nombra para los hombres?

¿Por qué mi perro entonces
y hasta mi gato a veces
miran si se los llama?

¿O es que será eso acaso
aquello a que decimos
sutileza?

Madadayo

“¿Todavía aquí?”,
me dice el día.
Y yo le digo: “Ayer
eras un día más joven.”

“¿Todavía aquí?”,
me dice el viento.
Y yo le digo:
“Mañana
serás un día más viejo.”

“¿Todavía aquí?”,
me dice el tiempo.
Y yo le digo: “Sigue
durmiendo.”

“¿Todavía aquí?”,
me pregunto yo mismo.
Y me respondo: “Sí,
por ahora, y luego
volveré a donde estaba
antes de nacer, ¿no
es cierto?”
6-VIII-2014

Sangiorgio

Entre la Poesía y el Horror,
Gerardo,
como luz que no muere.
11-XI-2014

Mx

Ándale, pues,
pájara de volar,
dulce de sombra.

Échale, hueva plena,
manantiales de ardor,
frescos incendios.

Quiúbole, para
que sea mero sueño
esto, sueño de realidad.

Golpe en deseo.

Porque no todo muere
si se lo atiza bien
discreta, animalmente.

Con miradas, silencios,
bienentendidos, roces
de la visión de ver,

de la misión de ver,
de la pasión de ver,
secreta, carnalmente.

Y a la final, espuma.
México, 4-XII-2014

Oda a la resiliencia, 2

Primero un brote
Después el otro

Van asomando
Casi sin verse

Del viejo horcón
Recién tronchado

Por los verdugos
Del municipio

Parecía muerto
Crecía adentro

Muy de a poquito
Como a escondidas

Se puso verde
Fresco y reciente

Brotes y brotes
Ramitas hojas

Se los cortaron
Pero insistió

Bien en silencio
Dando la vida

Un brote aquí
Y otro allá

Se hicieron muchos
Y están creciendo

Temí por ellos
Temí por mí

Aún hay peligro
De que Esos vuelvan
26–I-2015

Lázaro Cárdenas

Honor con honor se paga
Y especialmente las deudas

Deudas de honor son amores
Amores de honor son deudas
23-III-2015

Montevideanos

Supervielle, Lafforgue,
Lautréamont… ¿Pero qué
se habrán creído estos franchutes,
que cualquiera nomás
puede ser rioplatense?

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EL PRINCIPITO [Mi poema]
Antonio Martínez Sarrión [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Saber, lo que es saber, nada he sabido,
e incluso yo ahora ignoro si es que existo,
me suelen responder, lo dijo Cristo,
y siempre por decencia yo les sigo
mas sigo sin creer pues no lo he visto.

Que ayer todos los niños se creían
aquello que dictaban sus maestros,
y hoy deben de entender de que, siniestros,
los mismos no sabían qué decían,
que dios, el que era Dios, no es de los nuestros.

Me tienes que enseñar, cuando podamos
debieras de explicarme a qué he venido,
si debo de pasar inadvertido,
por qué llega tan pronto y nos mudamos
pues ver yo lo quisiera y no consigo.

Tú sabes como yo, todos sabemos
que el mundo no es tan bello, tan bonito,
nosotros, un fenómeno fortuito,
que un día por azar aparecemos
debiendo de estudiar El Principito.
©donaciano bueno

#¿Principios? Cuáles, cuántos...! Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Antonio Martínez Sarrión

A ti, casi innombrable

Tierra que vas a los mares
de sólo tu luz vestida.
Dámaso Alonso

Te llevo en los hondones de mi alma,
aunque, en raros momentos, te asomes a mis labios
que, de niño, me hicieron odiar tu simulacro.
Todos mis sueños llevan tus colores
y, resonantes, vibran en mis oídos siempre
tus acordadas -suaves o bullangueras- notas.
Cada orza de adobo, cada soga de esparto,
cada jarro de vino me regalan tu aroma.
Creo estar sentenciado a aquietarme en tu entraña,
creo que allí, todavía, disuelto en tus terrones,
madre mía siempre agónica, repasaré tus letras,
las seis letras que cifran tu siempre por hacer,
tu mal rehecho o del todo improbable camino.
Mas frotaré ese oro tras pasarle mi aliento,
tras limpiarle, de paso, el rastro de mi huella,
para que su fulgor algún trecho me alumbre.
«Cordura» 1999

Ahora es el momento

en aquellos inicios de la vida discente
el amor: serpentinas
próceres de latón en las altas columnas
por cierto trasnochábamos tila a veces
para el borracho de la tuna rondábamos
amores poco claros
de putas
sí de putas buena idea patios
mojados por el rocío palmeras
azuladas del alba bandurrias o laúdes?
que más daba despierta
niña despierta se distinguía el dorado de los ojos
desde las verjas amazonas
en camisón florido ante la música
y el aroma la melodía salvaje la salvaje
primavera del sur
por las acequias perros aulladores
almendros y naranjos florecidos
diez noches sin dormir seguía la fiesta
la ronda inacabable de las copas
la voz ronca el desmayo al desnudarse
ahora
las lentas tardes las gastadas palabras
los gastados abrazos unas frases cogidas
al vuelo sin nadie ya sin nada
mantas raídas gestos esquivos ya ves
subieron el descuento y el banco no aceptó
traición de la memoria barcos
de papel escorados en el limo

perdidos
«Una tromba mortal para los balleneros» 1970 – 1973

Arqueo navideño 1998

El Preso: Van a matarme… ¿Qué dirá mañana
esa prensa canalla?
Max: Lo que le manden.
Valle-Inclán

¿Cuánto,
antes y luego de las dulces fiestas
-que no es intención de uno alterar digestiones
ni pulsos que belén o árbol adornan-,
vale un niñín inglés o americano?

Mucho, en divisas fuertes.
Mucho, de clase media para arriba.
Mucho, si cuentas lo que su familia
y otras instancias, públicas o no,
invirtieron en él desde el primer vagido.

Ya le gustara, ya, a ese niño iraquí
mutilado o entero, pero aún vivo
(nunca libre, pues sufre a un tirano bestial),
que le fuera asignada, no digo aquella suma:
sólo la millonésima fracción
del coste de un misil «inteligente»
que borró de su lado y para siempre
al tibio compañero de pupitre o estera
cuyo hueco aullará contra nosotros
hasta el fin de los tiempos
exigiendo venganza.
«Cordura» 1999

Arribada

¿Quién habla de una fácil travesía?
Las noches se poblaban de sirenas,
de cuartos donde ardía la revuelta,
de exilios que a tu cuerpo devastaron.
Mi amor fuerte, mi amor loco y profético
con vestidos que el puro azar cosía
y que eran desflecados por la bruma
entre las carcajadas reprimidas
de una Europa siniestra y satisfecha.
Son muchos los agravios, risueña. Pero algo
desatado y veloz, a mí te trajo a flote,
indemne, victoriosa, con el floral tesoro
de tu ternura oceánica, de tus ojos de miel.
Y en la tranquila tarde de este día de mayo
cruzas serenamente por tu sueño y yo velo,
mientras pasan los lentos veleros de la música,
tu tos de fumadora y tu jersey grandón.
«El centro inaccesible» 1975 – 1980

La niña de siete años

La niña de siete años
mira que si estuviera destrozada
si ya fuese leña algún oscuro invierno
la mesa
la mesa de billar ya desechada
donde aquella sirvienta contaba obscenidades
y todos nos reíamos
¿enamorado tú?
¡qué tiempo en la cocina!
el cielo raso lóbrego
corrían los ratones dios qué risa
mi madre; mira mira los ratones
cómo se están volviendo a su agujero
la cortina de trapos amarillos
las cadenas
que oímos una noche de tormenta
tú patinando por aquel casino
con tu cara oriental
y nada que creí morirme
de amor
lo cierto es que te llevo muy adentro

Profecía entre signos

Déjame
Renunciar a mi vida por esta vida, a mi palabra por
la no hablada.
T. S. Eliot

Aquí estarás
-déjame que invente esta tarde sin ti-
entre los utensilios prescindibles, ya de todo segura,
con la casa comida por la sal, y reíamos,
los cielos sofocantes del verano, aquí desnuda y tuya
(y algunos ratos mía) mientras vuelca el sirocco
mariposas quemadas, niños mudos, paladas
de cárdenos claveles -que tirábamos-
porque lo nuestro eran las margaritas pobres,
los caminos sin rumbo por el silente barrio
hasta encontrar el reto de las panaderías,
de las carpinterías con rótulos a mano,
de los atardeceres de color amaranto,
de las piernas sonámbulas y los ahumados pechos.

Aquí estarás, con la sonrisa tuya
entre gorrión mojado y huella del invierno
que de pronto nos abre los caminos de junio,
los fuegos de San Telmo en la ciudad inviable,
mientras, sobre el asfalto, sobre la atroz grisalla
insinúas -no dices- que el dentista es de níquel,
que la conspiración, de algún modo, hace agua,
que tu cuaderno azul se disolvió en el viento,
y que los dos zarpamos -abrazados y huérfanos-
rumbo al sueño, esa orden opaca e imperiosa,
que mañana remite, y allí estás, y aquí yo.

Derecho de conquista

Con qué empeño la luz
quiere arropar, velada, la paz de la mañana
de manso mar y silenciosas calles
y de ese modo levantar el solio
que te encierra y engasta cual zafiro
cuando, al fin, sonriente y despeinada,
pasas revista a la enemiga tropa
y la encuentras conforme a tus designios
en batallones de plumón tan tibio,
en falanges de aljaba tan vacía
que proclamas, sin lucha, la victoria
y el raigón derrotado de mi ejército
cargados de grilletes tras tu carro se arrastra
traidor a su bandera, a su patria, a su dios.

Carpe Diem

Qué dispendioso pulular de nombres,
de ateridas esperas mientras la madrugada
difuminaba taxis en una sucia niebla.
Qué lástima de tiempo barajando
naipes ya de textura ala de mosca
cuando el sol meridiano, más de un punto granado,
no sabe de demoras, admite alistamientos
sin requisito alguno,
por ahogado de sombra que llegue el aspirante,
para entregar a cambio manos como paneles,
ríos de campanillas, zureos de palomas,
terco mundo presente,
que fulgura y se esfuma tan tranquilo,
negándose de plano -y con cuánto derecho-
al deshonesto oficio de pañuelo de lágrimas.

Creciente ilusión inútil

Girar las llaves una y otra vez
con obsesión de orate
a fin, gesto imposible sobre torpe,
de conjurar la fuerza y majestad
de un sordo y ciego Azar que va rigiendo
cuanto en el universo alienta y condiciona,
¿será instalarse en la cúspide misma
de la árida ignorancia,
o ir clausurando, si se quiere así,
esos remansos, no de felicidad,
de sosiego tal vez,
el «chispazo entre dos oscuridades»,
metáfora suprema que condensa
la existencia y afanes de la especie?
«Cordura» 1999

Crónica fabulosa de Fernando Pessoa

murió el oficinista tenía
una hinchazón horrible paperas
de diagnóstico turbio un diván
gayo papeles esparcidos
por todos los alvéolos de su historia
un jijo de cartón grifos corriendo
que erizaban el vello de los brazos
murió fumando erraba ciertas noches
por claveles de tinta por finos mecanismos
guarnecidos de piel por sellos antigripe
acompañados de un certificado inusitadas
pirámides de polvo hallaron
un orinal debajo de su mesa
postales pornográficas de indescriptible alcance
un libro muy oscuro sobre el maestro eckhart
una alcancía llena de coñac
según los más veraces testimonios
solía mirar al alba los enormes delfines
las joyas y los cuernos que trajeron de goa
una rodela del gran navegante botes de humo
mazmorras para herejes los despuntes
del día le cogían en éxtasis se llevaban
su abrigo de mezclilla a su aterrador paraguas
su personalidad que vaya usted a saber
y otra vez -sol muy tibio gaviotas-
lo devolvían a su inútil despacho
mientras doblaban quejumbrosamente
las verdes anclas del almirantazgo.
«Pautas para conjurados»

Cuerpo

Se intentó lo posible, lo imposible:
negarlo, sublimarlo, resaltar su vigor,
su decaimiento.
Soldar la intolerable dualidad,
exaltar en las artes sus más bajas funciones
a fin de redimirlo una vez cuando menos
de los grilletes de la opacidad.

Fue inútil. Ahí está marcando el paso,
imposible es poner cotos a un fundo
lluvioso, soleado, sibilante, en silencio.
Es igual: terco siempre y correoso,
reñido a muerte -sólo ésta fatal-
con cuanto aspire a límite o a cifra.
«Cordura» 1999

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¡AMOR, CUÁNTO HAS CAMBIADO! [Mi poema]
Raquel Salas Rivera [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Los jóvenes de hoy ya no se casan,
se dice que se van a vivir juntos,
que en esto de casarse todos pasan,
si en algo se equivocan, si fracasan,
suturas al amor curan con puntos.

Y es que ellos ya no se andan con chiquitas
que van como quien va directo al grano,
no saben deshojar las margaritas,
ni esperan impacientes en sus citas
pues cogen lo que encuentran más a mano.

Las mozas ya no acuden a la fuente,
los mozos ya no sufren desengaños,
pues todo está al alcance con apaños,
la vida tiene un tinte diferente,
mas siguen permanentes los engaños.

Vivimos estos tiempos tan convulsos
pensando cómo el tiempo aquí ha cambiado,
tratando no mirar hacia el pasado,
de qué sirve vivir echando pulsos
cada uno ha de aceptar lo que ha tocado.

Nosotros, los que fuimos tan pacatos
haciendo siempre un templo a los altares,
nosotros los que al ansia y los pesares
hicimos el amor soñando a ratos
y a ratos con dolor llorando a mares.

Resulta que hoy te cojo aquí y te mato,
y luego si te he visto no me acuerdo,
no sé si eso es amor, que ya me pierdo,
yo observo aquí al amor pasando el rato
y a veces ya hasta dudo si estoy cuerdo.
©donaciano bueno

El #amor, dicen, mueve el #mundo? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Raquel Salas Rivera

poema político

le quitan el poema a la poesía.
le quitan el poema al poema.
le quitan el poema al poeta.
le quitan el poeta al poema y por ende
le quitan miguel hernández a la cebolla.
le quitan el niño a la cebolla.
le quitan la muerta a la cebolla.
le quitan la historia al poema y por ende
el poema a la historia
no se lo quitan a tiros
(aunque hay tiros)
no se lo quitan con convenio
(aunque hay convenio)
se lo quitan
poniendo
una línea
entre aquí

y allá.

jeva-poema.

primero las criaturas se lanzaron
así vine a ser me identifico
claro con su ineptitud de muertas
claro con sus cuerpos insepultos claro y
ambulantes.

primero se lanzaron y vieron que no volaban
porque en el aire había bombas de feria
y ferrocarriles con vías legales llamadas
físicas (leyes).

ellas no las podían seguir
eran las que menos sabían coserse
las plumas y en general
las que menos sabían de todo.

otros que venían a pedirme entrevistas
no confiaban en mi alegría
cuando luchaba y veía que ganaríamos
sentía siempre la muerte
tras la entrega.

era una mala maestra de las desconfianzas.
no sabía de puñales o de reglas.
en el ajedrez fallo porque no me importa mucho.
como capitalista hubiese quebrado.
como hipócrita termino entregando mis medias.

ya ven, ya entienden.

esto quizás no tanto,
pero un poco. sí. no tuve el vuelo de mi lado
me dieron este nombre
solo grito que lo tengo y no lo quiero
y dicen qué chula.

fragmentos de la cinta

(el barbero pensaba que estaba buena
y permitió que entrara a la barbería
a pesar de la violencia constitutiva del género
mediante la violencia constitutiva
del género)
*
la palabra recursos nos selecciona
de entre pasillos y anaqueles
de entre edificios y apartamentos
diciendo
te necesito amante ornamental del territorio
sigo con mis palabras
por el pasillo y anaquel de la 65 hacia carolina
entre autoparts
liquidaciones y mesones
el cine del viernes los tacos
las camisas planchadas
los nenes en casa de la abuela
la gran tradición del popcorn
y la cerveza más fría
surge con la ola
*
salamandra de colegio
animaldrijo
reptilación cohibilantro
forestemar lamentofósil
femenilador costurerrumbre
tiendilala de jesús

corte de pastelillo
vs
tortolillo

las colas que son culos de rana
sanan entre los dedos de una transformación
le pido paciencia a ceneo
animal por animal
(en)diferente

si el tiempo es cuir/y la memoria es trans/y me duelen las manos en el frío/entonces

hay maneras de doler hoy por hoy
mañana ni saber cómo fue

duele como nunca cuando el siempre es ahora
ahora como nunca se da

no hay manera de mañana ni forma de hoy
sólo como siempre teniendo que ir
desde y hacia un futuro no sé
para nunca mirar de nuevo
al sí

y si el siempre es como nunca pensé
dolerá con dolor de antier
tendrá que tenerme con sí:
todo no da del porqué

es mucha la fe que me dio el vivir
pero más la duda que deshizo al saber

pues es que es seguro el placer
del siempre tener que empezar.

Mediante el acto de circulación óptica, o la metamorfosis inversa para mi corillo cuir

t y j. le entregaron a ochún
cincuenta ciruelas de musgo y una cerveza terciada
para los cincuenta y cinco corazones
– número abierto te amartillo a mí –
nos gusta sonar
el limón acascarado de este pecho

Hoy Mataron un mas Lorcas que ayer
hoy doce de junio
hoy 12 de junio
de Pero igual gm y l. limpiar
y prender sus dildos de cera

en Puerto Rico no habra Agua Limpia
hoy 12 de junio
Hoy doce de junio
de Pero igual Gaddo max y Leona
dedos disminuyeron pecado uñas
limpiando SUS manos en las bocas
ritual de limpieza con sahumerio de la saliva

en puerto rico 177 estaciones hidrológicas
cesarán sus operaciones
pero seguimos operando
jesus de la alteridad
lagrimales de palomas
rindiendo nuestro sucio
para sanar este mundo de su pureza

me baño [con agua] me ajusto la corbata
el liner se me corre mis manos [en el agua] mi lápiz labial [en el agua] no
hay un problema
dado rafael rodríguez
en puerto rico el agua limpia
vendrá quizás como dijo corretjer
ensangrentada o quizás sea que
la sangre nunca limpia nuestra
carga su viscosidad con la rabia
de cincuenta culos
de placer penetrable

mientras escribo este poema
espero que llego a los vivos
a racimarnos a armarnos
(contra el estado) y sus agentes privatizados
y amarnos contra el estado
qué jodienda qué jodienda qué jodienda

Voy a bendecir esta noche con tragos
voy a llegar hasta el trece de junio hasta el
13 de junio sucia y quemar
las banderas confederadas
la bandera americana quemaré
tu programación

mi futuro estar cuir está aquí
mientras j. dice que llega pronto
mientras o.
Dice que llega pronto mientras t. dice que está enfermo
pero llega pronto
mientras s. dice que quiere llorar ante
un edificio con pancarta
mi futuro cuir odia el us geological survey
en inglés y en español la mezcolanza
de este día en mi boca seca
porque sigo escupiendo en la cara
de los que me quieren matar

r. Dados que es demasiado
hoy es demasiado rápido vivir más
rápido morir y matar antes
dejarnos dar van a hacer esto
y defender el agua en todas sus formas
cortaré mi palma para el pacto
entraré para ensangrentarme también
[mis tenis en la orilla brillan como todos
Los objetos que se acumulan
en las orillas de las aguas
no me contienen ni me filtran]

Llegar y llegar mis amigos
también por twitter y whatsapp
juramos al agua ser sucios
ir a las barras y bailar

hoy todas mis perforaciones
proyecciones desmantelan
las paredes compartimos venas
arrepentimos con bombas de agua
qué carajos pal carajo pal fokin carajo
[lléguenle lléguenle ahora
la puerta está abierta]

A través del acto opuesto de circulación, o la metamorfosis inversa.

para mis queerks

t y j. dar a Ochún
cincuenta ciruelas musgo y una cerveza thirded
de manera que la cincuentena de corazones
– Número abierta i martillarán a mí –
se pican brackishly
el hecho de limón cáscara de esta pecho

hoy mataron a más lorcas que ayer
hoy,
12 de junio de hoy, 12 de junio,
pero aún así gm y l. Limpian
y encienden sus consoladores de cera.

En Puerto Rico no habrá agua limpia
hoy, 12 de junio, hoy, 12 de
junio,
pero aún así, Gaddo Max y Leone
disminuyen sus dedos sin dientes
limpiando sus manos en el
ritual de limpieza de la boca con el incienso de saliva de nuestra masa.

en puerto rico 117 las estaciones hidrológicas
dejarán de funcionar,
pero seguimos operando
los jevxs de alteridad
lacrimales de palomas que
giran en nuestra mugre
para sanar este mundo de su pureza

Me baño [con agua] Me ajuste la corbata,
el delineador de ojos se ejecuta mis manos [en el agua] mi lápiz de labios [en el agua] hay un problema,
dice rafael rodríguez
en puerto rico, el agua limpia
vendrá tal vez como corretjer dijo sangrado
o tal vez sea que
nuestra sangre nunca limpia
lleva su viscosidad con la rabia
de cincuenta asnos
de placer penetrable

Mientras escribo este poema,
espero que los vivos lleguen aquí
para agruparnos para armarnos
(contra el estado) y sus agentes privatizados
para amarnos contra el estado
joder joder joder joder

Bendeciré esta noche con (jello) tragos.
Llegaré el 13 de junio
sin el 13 de junio sucio y quemaré
las banderas confederadas. La bandera
americana quema
tu programación.

mi futuro queer está aquí
mientras j. dice que están en camino
mientras o. Dice que llegarán pronto
mientras t. Dice que están enfermos
pero que llegarán antes de las diez,
mientras que s. dice que quieren llorar frente
a algún edificio con una señal de que
mi futuro me odia el estudio geológico
de Estados Unidos en inglés y español el desastre
de este día en mi boca seca,
pero sigo escupiendo en la cara
a todos los que me quieren muerto

r. dice que es demasiado
hoy es demasiado para vivir pero más
para morir y matar antes de
permitirles hacer esto otra vez
y defender el agua en todas sus formas
. Me cortaré la palma para el pacto
. Entraré en él para ensangrentarme. bien
[mis zapatos en la orilla brillan como todos
los objetos que acumulo
en las orillas de las aguas
que no contienen o filtran]

Mis amores llegan y llegan
también en Twitter y Whatsapp
juramos al agua que seremos inmundos,
iremos a bares y bailaremos.

hoy todas mis perforaciones
proyecciones desmantelan
las paredes que compartimos venas
lamentamos con bombas de agua
joder joder, joder, todo esto
[llegar acá, ahora
la puerta está abierta]

mujer, 22 años

lloró sus aguas como últimos años
ascendía su voz
por los talones del calor en su pecho
y por la raíz de su pelo
ascendía la voz del grillo en la piedra

vendía
un trago un pase un diluvio
un colchón destripado
un nido en la noche persistente
una parada sin guagua una espera sin turno
un cómplice sin crimen un suplicante sin cruz una orilla sin una costumbre sin una sola cosa sin un nombre una venta por saberse muerta diez en los ojos muertos entreguenando y entregulando mírala bien mírala mírala no miente como nos mentimos

surgió del río como cantimplora
para preparar la arena de maíz
con canela y alguna vez
alumbró un pasillo

buscaba acariciar las columnas de los templos
cruzaba los pies en demasía
chocaba contra esquinas
y tenía mal manejo
de lo poco que tenía
al fin
nada me quedaba

pero nunca le gustó aunque
nunca
le haya gustado

.era simple
como el fondo de las cosas
era mejunje como el fondo del fondo
si se detiene mucho

quemó sus llagas
vivió por centavos al segundo
diluyó sus recetas entre apio y apio
no sabía suspender el juego
le fue mal
fue le fue como fue uno
fue tanto fue
alimentado como a todos nos vivió.

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LAS CADENAS [Mi poema]
Miguel de Cervantes [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Hay quien piensa que en el mundo las cadenas
solo están para atrapar en las prisiones
donde dicen que se enjugan las condenas,
los pecados se condonan con las penas
olvidando que han de andar con condiciones.

Que hay cadenas con sus muchos referentes,
las que ocultan de la vista la mirada,
las que suelen rodear a nuestras mentes,
las que impiden que seamos más conscientes,
las que dan a la razón una patada.

Las que toman su alimento de otras fuentes
en que el agua nace ya contaminada,
que se dejan seducir por indigentes
con olores putrefactos, malolientes
que recuerdan que ha de haber ropa quemada.

Todas ellas van trenzadas de eslabones,
todas ellas van fingiendo ser seguras,
todas ellas repitiendo sus razones,
que es llevarte a su redil con sus sermones
y dejarte en tu zurrón sus amarguras.
©donaciano bueno

#No hay mayor ciego que...el que no quiere ver...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Miguel de Cervantes

Ovillejos

¿Quién menoscaba mis bienes?
¡Desdenes!
Y ¿quién aumenta mis duelos?
¡Los celos!
Y ¿quién prueba mi paciencia?
¡Ausencia!

De este modo en mi dolencia
ningún remedio se alcanza,
pues me matan la esperanza,
desdenes, celos y ausencia.

¿Quién me causa este dolor?
¡Amor!
Y ¿quién mi gloria repuna?
¡Fortuna!
Y ¿quién consiente mi duelo?
¡El cielo!

De este modo yo recelo
morir deste mal extraño,
pues se aúnan en mi daño
amor, fortuna y el cielo.

¿Quién mejorará mi suerte?
¡La muerte!
Y el bien de amor, ¿quién le alcanza?
¡Mudanza!
Y sus males, ¿quién los cura?
¡Locura!

Dese modo no es cordura
querer curar la pasión,
cuando los remedios son
muerte, mudanza y locura.

Redondilla castellana

Cuando dejaba la guerra
libre nuestro hispano suelo,
con un repentino vuelo
la mejor flor de la tierra
fue trasplantada en el cielo;
y, al cortarla de su rama,
el mortífero accidente
fue tan oculto a la gente
como el que no ve la llama
hasta que quemar se siente.

A la Reina Doña Isabel

Serenísima reina, en quien se halla
lo que Dios pudo dar a un ser humano;
amparo universal del ser cristiano,
de quien la santa fama nunca calla;

arma feliz, de cuya fina malla
se viste el gran Felipe soberano,
ínclito rey del ancho suelo hispano
a quien Fortuna y Mundo se avasalla:

¿cuál ingenio podría aventurarse
a pregonar el bien que estás mostrando,
si ya en divino viese convertirse?

Que, en ser mortal, habrá de acobardarse,
y así, le va mejor sentir callando
aquello que es difícil de decirse.

AL TÚMULO DEL REY QUE SE HIZO EN SEVILLA

¡Voto a Dios que me espanta esta grandeza
y que diera un doblón por describilla!;
porque, ¿a quién no suspende y maravilla
esta máquina insigne, esta braveza?

¡Por Jesucristo vivo, cada pieza
vale más que un millón, y que es mancilla
que esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla,
Roma triunfante en ánimo y riqueza!

¡Apostaré que la ánima del muerto,
por gozar este sitio, hoy ha dejado
el cielo, de que goza eternamente!
Esto oyó un valentón y dijo: ¡Es cierto

lo que dice voacé, seor soldado,
y quien dijere lo contrario miente!
Y luego encontinente
caló el chapeo, requirió la espada,
miró al soslayo, fuese, y no hubo nada.

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MI POETA INVITADO: Llanos Monteagudo

El sueño de Alonso Quijada

Tendrás claro renombre de valiente;

tu patria será en todas la primera
tu sabio autor al mundo único y solo.
Miguel de Cervantes

Se hacen largas las noches
en la estepa manchega,
largas y frías.

Y crujen las piedras y la encina
y los viejos huesos de rodillas
en la amarga tierra.

Se hacen largas de duermevelas,
de delirios de gigantes
y bálsamos de Fierabrás,
de molinos sin viento,
de deseos de amor
y de Aldonza desnuda,
envuelta en tules de dulce amnesia.

Se hacen frías
y el llano exhala incansable
susurros de muerte.

Sin temor el caballero,
dormido pero despierto
en su sueño,
vela su maltrecha armadura.
(Antología “Cervantes. Desde el Parnaso”. Editorial Verbum, 2021)

SI UNO QUEDA, YA SE VENDE [Mi poema]
Roxana Elvridge-Thomas [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Sigue el líquido fluyendo
por el cauce de un vil río,
y la brisa al mar bravío
va a sus olas resistiendo.
Yo a mi casa construyendo
en un medio que es baldío
donde siento que hace frío,
al ayer lento barriendo.

Y esas yerbas dios me ha dado
ya están fofas o marchitas,
pues las lindas y chiquitas
cuando ven me dan de lado.
Solo queda mustio un cardo
entre algunas chirivitas
que otras fueron de rositas
entre un cielo gris bastardo.

Y hoy las luces no son luces
que al paisaje ya no alumbran,
así finjan que deslumbran
van cual potros dando coces.
Y tampoco hoy los arroces
a sus antros ya me encumbran
y a ser justo, si vislumbran,
yo percibo ruido y voces.

Que la vida aquí no atiende
a mis ruegos y preguntas,
pues no hay bueyes y no hay yuntas,
que hoy de un hilo todo pende.
Ya el vivir perdió su duende
entre tantos sinsabores,
e inclusive los amores,
si es que queda uno, se vende.
©donaciano bueno

#Pues esto no es lo que me contaron? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Roxana Elvridge-Thomas

MUJER QUE GOZA AL PENETRAR EL HUMO

Vierte al fuego las resinas.
Inunda el claro con vapores de maderos, secreciones, asaduras.
Se pierde en ese pliegue que se horada en la montaña al elegir los animales,
las breas, flores, juncos, pulpas, raíces olorosas.
Danza jubilosa entre el humo.
Aspira.
Impregna los muslos, los pezones.
Siente penetrar por sus resquicios ese aroma que satura su delirio.
Regresa a la aldea cuando se ha extinguido la emulsión.
Pasa al lado de ese hombre que la embriaga aún más que sus mezclas vaporosas
y él se prenda del aliento que la envuelve.
Se entrega, rendido, a ese cuerpo ahumado, perfumado

DOLOR

Si ves el ciervo herido
que baja del monte, acelerado,
buscando, dolorido,
alivio al mal en un arroyo helado
y sediento al piderm se precipita,
no en el alivio, en el dolor me imita.
Juana Inés de la Cruz

Indigno romper de columnas desata su acero sediento y vierte calderas de hiel por aletargados, anatómicos surcos.
Rata enorme, enloquecida, clava colmillos certeros en pez por demás vulnerable.
Ciego látigo.
Perfora con furia resquicios, invierte el código errante, corroe los huecos.
Deslumbra, certero.
Indómito ser inasible, horada la fuerza, tuerce el sentido, aspira el aliento, desarma y se va.

J. BEUYS SE INTERNA EN LA HOGUERA DEL HORIZONTE

La ceniza da cuenta del incendio.
Soy ceniza y soy miel y tres vasijas
que encaminan al ocaso sus señales.
Y soy yo entrando ahora a otra hoguera donde un libro me dicta proteger la flama
y me pregunto cómo cuido aquello que me abrasa.
Y soy yo en el avión envuelto en llamas cayendo por jirones de aire,
después envuelto en grasa y fieltro.
Oruga, invertebrado.
Como el ave que calcina sus emblemas y renace en turbia larva lubricada.
Y soy yo encendido por ese pensamiento que es destreza y es creación,
que inflama mis sentidos y mis obras, y mis manos.
Y soy las tres vasijas donde viajo entre mieles a fundirme, al fin, ceniza con la flama.

TIGRE

Porque lo bello no es nada más que el
comienzo de lo terrible, justo lo que
nosotros todavía podemos soportar.
Rainer María Rilke

Cólera dormida, retráctil alfabeto en llamas.
Peso, brillo, áurea talla.
Amamanta con luz a sus cachorros.
(Vivas llamas en quinqué,
inquietos resplandores custodiados por cristales).
Indómito ángel, cuerpo que es silbido, que es antorcha al penetrar la selva gangrenada, al erigir clamores que calcinan, arrasan, transforman todo cuanto arde con su paso.
Empaña el mercurio con furor de miradas. Iracunda adolescencia -adolece
de sangre.

Su belleza paraliza.
Luego el nombre que encarna en la carrera, en los músculos que abrasan.
Dentellada, como flecha, en la garganta.
Cuando duerme huele a sangre.
(Aunque uno de su raza dijo que el olor era de sexo y carne macerada).
Se escucha el crepitar de sus pulmones, el aire se enrarece de la esencia macilenta de la presa.
Cruel kratofanía.
Gorgona.

Es cautivo por su imagen cuando astuto encantador ofrece a sus ascuas un espejo bañado de alcanfores que invierte el papel del exterminio.
La bestia es seducida.
Su hermosura la destruye en el reflejo.

VERANO

Se esparcen mieles densas por su cuerpo.
Derrama adormecidas infusiones,
espesa la sangre lentamente para luego aletargar a los mortales.
Pasta en los sudores que alienta,
bebe de la sed que explora pieles,
deambula por cordura enardecida.
Es sabio y cruel.
Goza el descaro, la impaciencia, el terror.
Ceba ira
seducciones
luego engulle a los caídos en sus garras.
Es ánfora de aceite donde escalda a los endebles,
Lengua que pasea su sequedad entre los pliegues,
golpe de vapor insospechado,
clamor que graba el aire de candelas al marcharse.
Al cabo de los ciclos volverá.

VOZ

En la roja mordida del viento,
en la arista que punza las yemas,
en la sangre vertida,
en la entraña aromada de incienso,
en el dulce tósigo hirviente,
en el pétalo, en la savia, en la cruel amapola.
En el ritmo que prende furioso,
en el lánguido hablar del oboe,
en el gozo, en el llanto, en el fuete certero,
en el bosque incendiado
llega, palpitante, hambrienta,
la voz que se cuela en el cuerpo,
que inunda memoria y sentidos,
que escuece caminos, que duele.
Que es un enjambre de peces lejanos,
que es parte del aire y la piel y los ojos.
La lengua espera su acero,
el oído pena por ella, muere apartado
de esa voz lejana y dulce,
en tuétano metida.
(Para Fernando Gómez Pintel)

VOZ II

La noche se fundió en la caracola de tu aliento
y la luna
-tu luna cubana-
tejió con hebras luminosas
tu voz.
Caverna donde el mar golpea
ocaso de fuego y sangre
piedras trascendiendo los arroyos
tu voz.
Oscuro lomo del mar
bestia que se curva en tu decir
roble inundado por la brisa
hueso palpando la entretela
tu voz.
Vasija que remonta terciopelos y oquedades
tatuaje calcinando el viento
fuete transido de sombras
profunda campana enlutecida
que encumbra en figura la palabra.
Tu voz.
(Para Carmen Montejo)

ARDE VELO EN LAS ENTRAÑAS

Arde el espacio que no llena la caricia.
Noé Carrillo

Irrumpe en la epidermis
el tósigo que todo lo calcina:
La ausencia de una mano
que anime estos parajes
jardín oscurecido por tu ausencia.
La casa es una herida
mana enjambres de bestias arraigadas
en los muros que arden de vacíos.
El cuerpo que la habita
es enlutecida llama que, absorta,
ve borrarse en la arena de sus palmas
los senderos que llevan al encuentro.
Solo, sí, desquiciado
respirando virutas de abandono
en este espacio que incinera el cuerpo
cuando ciñe con su manto amargado.
Mis dedos se desgajan
cuando avanzan en tiniebla a tu alcance
y sólo tocan humo
paredes encaladas por la sangre
vertida por los ojos desechados.
Las piras de esta cárcel me circundan
sucumbo en ella sin rozar tu torso.
Tu atroz indiferencia me ha abatido.
Fuego. Ira. Soledad.
Se confunden en mi pupila abierta.

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AL AMOR (con mayúsculas) [Mi poema]
Elisa Rueda [Poeta sugerido]New

MI POEMA … de medio pelo

 

(Rima Jotabé)

Amor, el que yo profeso
no exige de algún receso,

que es como fruta madura,
la fe, la buenaventura,
la dicha sin atadura,
y el dechado de ternura,

e ignora haya parangón
tan cerca de la pasión.

Y es que es fuerte como un beso,
limítrofe a la locura,
un dardo en el corazón.
©donaciano bueno.

Ni oficio ni beneficio

El que escribe no es poeta
pues que ha urdido aquí una treta,

que es juntar con alegría
varias letras cada día
con paciencia y empatía
como un monje en su abadía

y volcarlo en un arcón
donde guarda el corazón.

Y llegando hasta la meta
escuchar la sinfonía,
suelta dando a la emoción.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Elisa Rueda

ESPONJA

Absorbo tus palabras como si fuera una esponja.
Absorbo tus caricias como si fuera una esponja.
Absorbo nuestro amor como si fuera una esponja.

A medida que mi volumen va aumentando,
me ovillo en el silencio y cuando me preguntas
por mi película favorita, mi canción preferida, por qué te quiero,
me cuesta encontrar el cabo de la madeja para ir deshilando el agua.

Te quiero esponjosamente.

Llena de ti,
la música que recuerdo es el canon de mis mareas
al chocar contra tu arrecife
y todas las películas quedan veladas en mi recuerdo.

Una esponja solo siente la plenitud del agua.
Si me abrazas, escurrirán todas las respuestas sobre ti.

ENREDADA

Enredada en las noticias del día.
Enredada en la escisión que siempre aparece en los grupos.

Enredada en los márgenes de los plazos que apuro hasta el último trago.
Enredadas tus manos en mi pelo.

Enredada porque tú no puedes dejar de andar y yo no puedo andar.
Enredada en el gris de nubes bajas que ralentizan la espera.

Enredada en la magia pirotécnica de la creación de un poema.
Enredada en el deseo de tus manos.

Enredada en la seguridad de nada.
Enredada en la premonición de anticiclones.

Enredada en el tronco de tu pecho.
Enredada en la torre de observación desde la que descubro la esperanza.

Enredada en la caricatura de la perfecta Eva,
enredada en la costilla del Adán equivocado.

El PIANO

Rosa

Entonces, nada teníamos.
Veníamos de no tener nada,
de ser uno más en la familia,
de salir a flote respirando anfíbiamente.
Los estudios eran para otros
que no tenían que ayudar en casa.
Entonces, teníamos trabajo sin estudios,
teníamos amigos,
teníamos la afición de subir a las montañas.
Pero no teníamos nada.
Según la memoria, que siempre decide
cambiar las historias,
el piano llegó de una casa situada en el pantano.
La mujer que allí vivía tenía miedo a las tormentas
y se encerraba en la cocina,
-todas las persianas bajadas-
hasta que los truenos desaparecían.
Los nuevos cambios
obligaron a desterrar el piano,
que subido entre amigos
llegó hasta un cuarto piso sin ascensor. Mi casa.
¿Por qué meter un piano Maristany serie 11467
de madera negra,
con el teclado de marfil
desprendido en la mayoría de las teclas,
si nadie sabía tocar el piano?
Entonces, nada teníamos,
veníamos de no tener nada,
pero soñábamos con un futuro en el que nuestros hijos
sí podrían descifrar el secreto de los pentagramas.
El piano fue parte de nuestro paisaje de hogar,
sobre él colocaba jarrones de flores,
protagonizados por rosas amarillas,
porque es la flor que amo,
hasta que los cambios en el pequeño salón,
ocupado por su silente y gran presencia
obligaron a desterrarlo.
Bajado entre unos pocos amigos,
ya difíciles de encontrar,
llegó hasta una casa donde el bosque era dueño
de todos los puntos cardinales.
Los hijos ya eran presente.
Descifraron los secretos de los pentagramas
y otros códigos,
pero sus dedos solo jugaron
a palpar el marfil desprendido
de la mayoría de las teclas.
Alguien trajo a la memoria
la verdadera historia del piano,
que no vino -de una casa del pantano donde la niebla despierta al día-,
sino que perteneció a un amigo que no recordaba
qué hacía aquel piano en su casa.
Entonces, nada teníamos,
veníamos de no tener nada,
pero teníamos ante nosotros toda la juventud.
Todo era posible.
¿Qué tenemos ahora?
A los amigos ya no se les puede pedir
que trasladen el piano.
Ese sentido común
-el sentido de que ya casi nada merece la pena-
no permite cambiar nada,
mover nada
que cueste más esfuerzo que el solo hecho de pensarlo.
Hace unos años que el piano y yo
compartimos la casa del bosque.
Alguna vez he intentado desalojarlo del salón,
he pensado regalarlo, pero no he podido.
Centinela del paso de los años, defiende su espacio.
No saldrá música de sus desafinadas teclas de marfil,
pero ha salido victorioso de todos los traslados,
y nadie lo ha podido dominar.
Así que, querido piano Maristany serie 11467
que llegaste de una casa
que iban a derribar junto al pantano,
-prefiero elegir esa historia-
no temas,
decido que me quedaré contigo el resto de mis días.
De vez en cuando, pasaré mis dedos
por tus teclas desgarradas,
te arrancaré sonidos que perfilen
el silencio de esta casa de pueblo
y esperaremos a que alguien
que conozca el secreto de los pentagramas,
algún día, con las yemas de sus dedos,
interprete en nuestros cuerpos su música.
Del libro “Tentación Botánica”

MALDITOS ZAPATOS DE CENICIENTA

Camina inclinada hacia adelante
en un equilibrio confundido.

No está ebria,
son los zapatos.

La miro mientras nos cruzamos en el paso de peatones.
Las sandalias de tacón, desabrochadas,
y las tiras sueltas ya no dañan sus tobillos heridos.

Será un camino eterno hasta llegar a casa.

Lo sé. Yo también me he puesto alguna vez
los malditos zapatos de cenicienta.

QUÍMICA

Hay quien al amor lo llama química,
lo estudia sustancialmente?
y lo define con nombres feroces.

-Revolución psico-hormonal de duración limitada-.

Puede, incluso, que envasado al vacío
la fecha de caducidad se prolongue.

Reivindico la idea del amor,
aunque esté muy usada.
Las mareas de emociones,
aunque sean química.
Las naves pletóricas a toda vela,
aunque naveguen para un solo viaje.
El orgasmo en tu cumbre
aunque solo sea físico.
Y si caduca,?
-como las hojas de las acacias-
¡Que me duela!

VIAJE INTERRUMPIDO

Cuando creo que la planificación
asegura llegar a mi destino,
cuando entro en el túnel desde el que atisbo
el perfume del bosque de laurisilva,
cuando mis sueños asomados a los riscos
se descuelgan para tocar el valle,
cuando las celosías abren sus goznes
y vislumbro el claustro prohibido,

el viaje se interrumpe
y la urgencia por volver al puerto de salida
se convierte en la nueva ruta.

Siempre estoy volviendo.
También la muerte es un viaje de vuelta
lleno de viajes interrumpidos.

CRECE RÁPIDO EL MAÍZ

La tela de araña del estado
que llamaron de bienestar
se deshilacha dejando mordeduras
de hambre y desesperación.

Crece rápido el maíz
en nuestros campos regados continuamente.
Crece rápido el futuro incierto,
las manos huérfanas de trabajo,
los ojos suplicantes,
la angustia de la impotencia,
el desahucio humano,
la educación sesgada,
regados continuamente por días descontados a la vida.
Crecen leyes inyectadas de jugos
que fagocitan la cultura y la educación
convirtiéndolas en sombras erosionadas, ulceradas por el poder.

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MI POETA INVITADO:  Juan Benito Rodríguez Manzanares

Yo soy así

(Rima Jotabé)

Tengo tres verdades y dos mentiras
mi credo y el amor con que me miras.

Tengo una ilusión del todo perdida
y una muy triste canción preferida.
Mi estrella con su bella luz fundida
y mi alma en un triste estante escondida.

Y he de decir, y sin rubor admito
que tengo todo lo que necesito,

incluso la suerte rasgada en tiras,
y una sangrante y olorosa herida
que me inflija su dolor, siempre evito.

Tengo de dudas, un mar infinito
y un busto a mi idiotez hecho en granito.

Tengo unos ojos hartos de mirar
y unos zapatos cansados de andar.
Llevo en mi frente el verbo fracasar
y añoro volver a sentir el mar.

Tengo un sueño que jamás cumpliré
y unas viandas que nunca probaré.

Tengo un nombre muy bello, muy «Benito»,
y algo que nunca quiero recordar
escrito en el terzo de un Jotabé.

Tengo miles de miedos e ilusiones
y una vida jalonada en canciones.

Tengo un viaje que es del todo imposible
y un carácter que me han hecho irascible.
Un patrimonio que es algo risible,
y una visibilidad invisible.

Soy cual los gritos en las bibliotecas
o como las almas de las muñecas,

sólo falacias e imaginaciones,
algo que es totalmente prescindible
como en su día lo fueron las checas.

Mas, tengo un corazoncito dispuesto
bien a vivir o a morir con lo puesto.

Pues con mis ausencias y mis venturas,
mis semejanzas y mis armaduras,
he aprendido a conjugar amarguras
con todas mis esperanzas más puras.

Y sortear las más negras vilezas
con las más emblemáticas noblezas.

Siempre ser amable, justo y honesto
han sido mis metas y mis locuras…
¡Nunca me han hecho falta más proezas!

DICTADORES, NOOOO…! [Mi poema]
Javier Ruiz Taboada [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

«No comparto tu opinión pero daría mi vida por defender tu derecho a expresarla.
Voltaire»

A Efraín, en las antípodas de mi pensamiento político y, sin embargo, amigo.

No puedo comprender que haya personas,
expertas, preparadas y maduras,
que puedan apoyar las dictaduras,
sin mentes que resulten bonachonas
en manos de indecentes caraduras.

Que sigan defendiendo sus prebendas
a hacer lo que les plazca, sin ambages,
y a nadie consultar, sin más peajes.
Los otros simplemente son las sendas
que sirven a gozar de sus brebajes.

Vivir por mor de un «dios», sin voluntad,
cediendo a otro el derecho de pernada,
pasando a ser borrego en la manada,
sin nada que decir, sin libertad,
sumiso es delirar o estar drogada.

Votar, ese derecho a decidir
que empieza por poder participar
con riesgo de poderse equivocar,
y nadie que te pueda a ti impedir,
vivir, pensar, soñar y/o progresar.
©donaciano bueno

He de #respetar a todos los que no piensan como yo? Evidente Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Javier Ruiz Taboada

LOS POEMAS DE UN MAL GENIO

Tengo tantos pecados
que en el infierno dudan
si darme un reservado
con otra identidad.
Me siento tan hastiado
que me he comido cruda
la carne del pasado
a medio caducar.
Una mala pasada
me alejó de la duda
y hoy por cualquier mirada
me dejo consolar.
En el cielo han colgado
un cartel, cartón pluma
donde reza: Cerrado
contra mi voluntad.
A este maldito genio,
sin lámpara ni humo,
le debo tres deseos
y tu vas a ser uno.
Hoy que subo una cuesta
que sólo yo percibo
lo único que espero
es quemarme conmigo.
Tengo tantos pecados
que en infierno dudan
si darme por perdido
y dejar de buscar.

CUESTIÓN DE ESPACIO

Hoy cabe la vida en nada.
En un lápiz de memoria.
En un segundo de euforia.
En una larga cambiada.

Hoy cabe la vida entera
en una mala experiencia.
En una simple creencia.
En casi cien primaveras.

Cabe la vida en un verso.
En la luna cuando mengua.
En la punta de la lengua
de un recuerdo en carne y beso.

La vida cabe en un viaje.
En un cambio de sentido.
En el eco de un latido.
En el temor a un chantaje.

La vida cabe en un puente
sobre aguas turbulentas.
En un mapa de tormentas.
En un asunto pendiente.

La vida cabe en un ceño
morbosamente fruncido.
y en los puntos suspensivos
que van detrás de los sueños.
De Gotas de Sol en Contra viento y maneras Ed. Renacimiento.

HAY VIDA

Hay vida más allá de la tristeza,
de ese muro insalvable que recuerda
a la parte de atrás de una nevera.
Hay luz del otro lado de las sombras
que habitan en los labios con cadenas.
Hay latido en la arteria de los males
que acechan en su hueco de escalera.
Hay misterios gozosos que no rezan.
Hay un sol atrapado en los espejos
ansioso por quemar las amapolas.
Hay silencio en el borde de los ruidos.
Hay música detrás de cada llanto.
Hay una rama que sujeta el nido.
Hay una cura para cada espanto,
Una radio encendida en cada casa,
una lección de vida en cada acera.
Hay muchas manos para hacer la masa.
Hay un acto de amor, que no se airea,
mas sirve de colchón para el herido.
Hay puertas para huir de la amenaza
de no encontrarte con un hombro amigo.
Hay un grito de sálvese quien crea.
Hay vida más allá de horizonte
aunque nunca pasemos de su raya.
Hay sures que se juntan con el norte.
Hay versos que no arrojan la toalla.
Hay ecos que recuerdan a sus voces
y palabras que alivian la franqueza.
Hay un gemido para cada roce.
Hay esperanza para la belleza.

TESTAMIENTO

Le regalo al papel mi mala letra.
Al mar mi soledad bien entendida.
Le regalo mi voz a la careta,
callada y de cartón, de mi otra vida.

Le regalo al pincel mis tres paletas.
Al tiempo mi reloj bajo de pilas.
Le regalo mi olor a la indiscreta
manera de abrazar de quien me espía.

Le regalo a la noche mis desvelos.
Al cielo mi oración más descreída.
Le devuelvo al dolor todos sus duelos
y los sollozos de la despedida.

Le regalo al amor todas mis velas.
Al placer el colchón de mis acciones.
A las bajas pasiones la trinchera
para ganar la guerra que proponen.

Le regalo al olvido mis recuerdos.
Al adiós una larga despedida.
Al cansancio le cedo mis esfuerzos
por hacer realidad tu fantasía.

Le regalo al silencio mis temores.
Al eco un diapasón para que afine.
Le regalo una nota a las canciones
cuando mi mala letra las deprime.

Le regalo un condón a los sin dones.
A la piel las caricias que le faltan.
Al deseo ese as de corazones
que se excita en la boca de mi manga.
Le regalo al diablo mis ardores.
A la ternura mi alma desatada.
Le regalo a la vida mis temores.
A cambio, yo, me quedo con las ganas.
(De MAR DE FONDO. Incluido en Contra viento y maneras.
Obra ganadora del XXX Premio internacional de poesía Ciudad de Jumilla).

DC/AC

Cuando lo malo no parece nuevo.
Cuando lo bueno nos resulta raro.
Cuando nadie ve el vaso medio lleno.
Cuando cualquiera pasa por el aro.

Cuando el mejor perfume huele a cieno.
Cuando la luz que guía no es de un faro.
Cuando se pisa a fondo y es el freno.
Cuando comprar barato sale caro.

Cuando nadie conoce los motivos.
Cuando la noche quiere ser el día.
Cuando los crecimientos negativos
dejan desconcertada a la utopía.

Cuando los ojos cierran por derribo.
Cuando pierde su gracia la ironía.
Cuando el futuro espera en el olvido.
Cuando te tienes, hasta tú, manía.

Cuando el pasivo es el mejor activo
Cuando el cuerpo del alma se te enfría.
Cuando por respirar pasan recibo.
Cuando desahucian a la fantasía.

Cuando todo parece estar perdido.
Cuando nadie parece ser consciente
hay que caer en brazos del olvido
y dejarse llevar contracorriente.

TESTAMENTO

Le regalo al papel mi mala letra.
Al mar mi soledad bien entendida.
Le regalo mi voz a la careta
callada de cartón de mi otra vida.
Le regalo al pincel mis tres paletas.
Al tiempo mi reloj bajo de pilas.
Le regalo mi olor a la indiscreta
manera de abrazar de quien me espía.
Le regalo a la noche mis deseos.
Al cielo mi oración más descreída.
Le regalo a la flor un aguacero
para que diga; – sí – cuando me pidas.
Le regalo al amor todas mis velas.
Al placer el colchón de mis pensiones.
A las bajas pasiones mi trinchera
para ganar la guerra que propones.
Le regalo al olvido mis recuerdos.
Al adiós una larga despedida.
Al cansancio le cedo mis esfuerzos
por hacer realidad tu fantasía.
Le regalo al silencio mis temores.
Al eco un diapasón para que afine.
Le regalo un resol a las canciones
para que con sus notas te iluminen.
Le regalo un condón a los sin dones.
A la piel las caricias que le faltan.
Al deseo ese as de corazones
que se excita en la boca de mi manga.
Le regalo al diablo mis ardores.
A la ternura mi alma desatada.
Le regalo a la vida mis temores.
A cambio, yo, me quedo con las ganas.
del libro Mar de Fondo. XXX Premio de poesía Ciudad de Jumilla.
Incluído en Contra Viento y maneras. Renacimiento Editorial

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HERRUMBRES [Mi poema]
Lorenzo R. Garrido [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Mofarse o bien reirse y despreciar
a aquellos de costumbres diferentes
es propio de fulanos, malas gentes,
de envidia, que no paran de llenar
y hedor sus sucias mentes.

Me niego aquí a admitir que hay barra libre
y en nombre del humor, de esa falacia,
se deba de admitir lo que hace gracia
no importa del dolor ni del calibre
que cause una desgracia.

No quiero, no deseo presumir
de ser respetuoso y tolerante,
prefiero no me acusen de pedante
mas pido a quien pretenda hacer reir
que invente algo brillante.

Que humor es más humor si no acrecienta
la burla por los usos y costumbres,
calienta en los rescoldos de otras lumbres,
y al ver causa dolor lo tiene en cuenta,
tan solo son herrumbres.
©donaciano bueno

Acaso en el humor vale todo...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Lorenzo R. Garrido

De qué hablo cuando hablo de amor

Hablo de ti.

A veces no lo hago expresamente
pero sí nombro esta soledad
que devora mi alma, esta ansiedad
que bombardea mis días,
este reino de la angustia
que esclaviza mis pasos.

Tú has cortado los hilos
que me atan a los sueños,
has secuestrado los villancicos
que silbo en la ducha
y me has dejado olvidado
como el árbol que no he puesto,
hablando de que siempre
hablo de ti.

Postal para un año nuevo

Tu ausencia es un viento
que me poda y desgasta,
como si yo fuera un árbol
al que arrancan todas las hojas
y, desnudo y solitario,
viviera en un desierto
sin relojes ni cambios de luz.

Una hebra de esperanza

En los cines y en los bares,
en los parques y conciertos
(Bob Dylan, ¿te acuerdas?),
en los museos que he soñado
y en los que aún no he puesto el pie,
en el espejo roto de los días,
en las calles con sabor a febrero,
en la dulce ignorancia,
en el lento pasillo de los trenes,
cuando llego y nadie espera,
en el laurel deshojado,
en el desorden de la tormenta,
en el silencio de mi cabeza,
a menudo visitado
por aquello que nunca hicimos,
por encima y por debajo
de mi pulso:
tú,
siempre tú,
orgullosa e invencible,
una hebra de esperanza
en el fondo de la noche.

Sin ti

Cae la tarde. Un puñado de pájaros
manchados de luz dibuja en el aire
ecuaciones que no puedo resolver.
Como si alguien hubiera dejado
abiertas las puertas del inframundo,
el pozo susurra palabras
de idiomas que no conozco.
Imagino una sucia galería
de intrigantes seres abisales
dándole vueltas a la marmita
y lanzando más dolor al mundo.
Las nubes me dan la espalda.
La tarde se oscurece más.
Una clamorosa quietud
amplifica la soledad de la casa.
Estoy aquí en el patio
viendo deshacerse el tiempo,
intentando descifrar el misterio
de esta vida sin ti.

Feria del Libro

La Feria es un tobogán
que desemboca en la orilla del verano.

Todas juntas las casetas forman
uno de esos barcos que navegan el Misisipi

bajo un cielo madrileño.

A veces, una brisa arranca de los libros
un rumor azul de hojas.
Otras, un silábico aguacero
nos junta en un azar de tormenta
cuando el relámpago señala
lo que pudo ser y no fue.

Y tiene cada caseta una caldera de libros,
y cada libro un gabinete de maravillas,
y cada gabinete un secreto,
pero ninguno como el que guarda la 343,
como un parque esconde una tarde
y una tarde una pareja
y una pareja un secreto
que dura ya diez años.

Se me hace raro pensar una década.

Se me hace raro que de pronto me llames,
oír detrás de tu voz el cantar de la vida,
el verdor de los libros, la espuma de cerveza
en los árboles, un incierto matiz de comienzo.

Pero la Feria es un tobogán
que desemboca en la orilla del verano.

Y yo quiero confiar en él.
De Noticias del otro lado. Editorial: Reino de Cordelia. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.

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VIVIR ES LO IMPORTANTE [Mi poema]
Santiago Kovadloff [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Vivir es lo importante,
vivir y ser feliz es lo que importa,
gozando de esta vida que es tan corta,
jugando a la alegría a cada instante,
buscando aquí el placer que reconforta.

Vivir así, es soñar,
echando la tristeza a la basura,
haciendo un monumento a la locura,
forzando a la razón a imaginar
que el mundo es lo más cerca a la ternura.

Lanzándote a volar
cual hace al navegar un marinero
sacando a pasear a su velero
sin miedo a que pudiera naufragar,
poniéndote a sus pies con tu sombrero.

Dejar lo intrascendente
haciendo caso omiso a las soflamas,
tratando no salirte por las ramas,
obviando el contagiar por la corriente,
prestando tu atención solo a lo que amas.
©donaciano bueno

#La escala de valores, es necesario...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Santiago Kovadloff

Externo

Puedo ser a veces pura exterioridad.
De pie en oficinas donde tramito mis cosas
o atento a que me llamen,
con un número en la mano,
en bancos, casas de cambio,
en la cola
de los que adeudan la luz,
no leo, no pienso, no recuerdo,
ni siquiera miro a los que me rodean.
Aprendí a aguardar mi turno
sin buscar amparo en nada.
Nunca estuve en tantos sitios
tan desnudo como ahora;
nunca tan entero en una fila
entregado sin más
a la espera con que espero,
gestos, músculos, sudores solamente,
libre al fin de mí, sin más allá,
externo, desasido,
absorto en esa mansa
inconsistencia del instante.

Poesía, cosecha del indigente

Mirándolos se diría
que todos se han resignado a un invierno sin fin.
Replegados en el ‘Café de las dos cruces’,
cautivos, poco menos que hechizados,
abren cada tanto pequeños surcos de luz en las ventanas
que la niebla opaca enseguida
y acceden sin aliento a la nieve que no cesa,
a calles solas, marchitas y encharcadas.
Ha llovido, nieva, nada pasa.
Espera, manos muertas, murmullos sin fe.
Una antigua quietud que gotea de un tiempo sin horas.

Aquí en Botafogo, en cambio,
el sol ciega un mar vencido por la dulce indolencia

del verano.
Desde aquí los imagino,
ante un mar que derrama mansedumbre
sobre los cuerpos desnudos y dormidos;
desde la arena encendida, veo a los hombres cautivos
que abren pequeños surcos de luz en las ventanas.
¿Qué quiero, qué no sé?
¿Qué buscan estas simetrías?
¿Qué esconden desplegándose?
¿Adivino, sueño, escucho?
Vivo atrapado en el lenguaje como un oso en una red.
Él dispara zarpazos, yo imágenes sin rumbo.
No encuentro lo que está donde lo busco.

ROPAS DEL MUERTO

Mis hijos están impresionados
porque una viuda amiga
me ha obsequiado ropa
de su difunto esposo.

A mis hijos les repugna
verme con sus zapatos,
vestir su abrigo,
combinar mis corbatas
con algunas de sus medias.

Yo sin embargo estoy a gusto.
Me parece natural
vestir las ropas del muerto.
Tengo 45 años: la ciudad donde vivo
¿no es acaso ofrenda de los muertos?
¿Y mi casa qué es
sino ofrenda de mis muertos?

Leo a hombres que, en su mayoría,
han muerto. Recurro a sus ideas
como a parte de mí mismo.
Y el cementerio, de a poco,
se va poblando de conocidos.
De El fondo de los días (1991)

EL DÍA

Despertar en la cuadra donde vivo induce a confusiones:
trinan los jilgueros, hay un piano matutino
y el agua mansa de un jardín murmura en la ventana.

Sepultado en ese suelo de ensueño y de pereza,
yace sin embargo el doblez de las palabras,
el áspero cemento en que circulo,
el perfil súbitamente extraño de tu cara.

Bastará abrir los ojos para soltar la jauría.

ASCENSO DE JUAN SEBASTIÁN

La pequeña sonata de Bach busca el sitio donde vivo.
Deja atrás el cuarto piso que brota,
burla una descarga de inodoro,
la voz metalizada de un televisor,
sube y perfora un espeso olor a frito,
paredes plastificadas,
ventanas de blindex,
un cerrojo inoxidable,
y arrastra y barre, en su camino hacia lo alto,
cartas, cuentas, guantes, dudas,
tu lamento de olvidada
y los restos del hombre impuro
que ocupa mi habitación.

IOM KIPUR

Mi hija, Señor, no es como yo la quise
ni yo, Señor, como ella me soñó.

Aun así,
sentados y en ayunas,
los cuatro juntos
miramos televisión.

DE NOCHE EN EL CAMPO

Estalló un madero en la oscuridad.
Fue un quejido seco, claro.
Vino de una pared del ropero
o vino del respaldo de una silla.
No fue un ruido venido de afuera.
No fue el paso de un intruso.
No fue el eco desvelado
de un animal que deambulaba.
Fue un madero.

Crujió y se hizo oír
quizá al cabo de muchas horas
días acaso, meses soportando
la presión de lo indecible.

No hay lugar a confusión: oí un madero.
Un madero que gime como un alma.
Estalló en la oscuridad.

HOGAR

Llueve copiosa, llueve amorosamente.
Pero el bullicio de la radio en la cocina
impide oír la lluvia
con la intimidad que yo quisiera.

Hay en toda la casa
una luz conmovedora, leve y acerada;
luz del día decantado por la fuerza de la lluvia.
Busco entonces la sala
para escuchar llover como quisiera.
Pero en la sala, mi hijo y sus amigos
aguardan jubilosos el almuerzo,
y en el cuarto, mi mujer
ríe y habla por teléfono.

No hay dónde escuchar la lluvia.
Es una pena.
No siempre llueve así, con abundancia,
no siempre con grandiosa plenitud.

Está visto: una casa feliz
no es lugar para oír la lluvia.

AMANECE

Es curioso: oigo llover y a la vez cantan los pájaros.
Podría ser que el agua recién comience a caer
y que los pájaros aún no lo hayan advertido.
O podría ser que los pájaros lo hayan advertido
y estén, en realidad, dejando de cantar.
Pero podría ser también que haya empezado a llover
y que los pájaros lo sepan
y aun así se larguen a cantar,
y que por fin haya nacido el día inesperado.
De Hombre reunido, Poesía 1978-2016, Emecé 2016

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