A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

LA MISMA MELODÍA [Mi poema]
Isabel Bernardo [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

En cosas muy banales yo me fijo,
de un papel que hay asido al firmamento
cogido por los pelos por el viento,
en una lagartija y su escondrijo.

Me fijo en ese banco arrinconado
de alguno que se sienta allí a la espera,
la mosca tan molesta, cojonera,
que sigue y te persigue a cualquier lado.

Observo mientras voy a paso lento
a una niña del brazo de su abuela,
el suave replicar de alguna suela
que grita repicando en el cemento.

Y miro a los humanos y a los canes,
las plantas y los pájaros, los coches,
y a estrellas que relucen por las noches
las niñas que presumen cual faisanes.

Yo observo lo que cambia cada día,
pues que aquí me intereso en lo que veo,
de aquello que me encuentro en el paseo,
siempre atento a la misma melodía.
©donaciano bueno

La #vida es una pura #rutina no? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Isabel Bernardo

Y ELLA (MI PERRA) SE MARCHÓ EN LUNA DE INVIERNO

ME HABLA ESTA TARDE EL BOSQUE azul
que guarda a mi perra, y los pájaros blancos
me envían trinos de aire
desde allá arriba.
Ancha se derrama la luz en la sombra vacía del jardín,
junto a las pequeñas lavándulas que planté
para velar su tierra de muerte.

El invierno me obligó a sepultarla bajo el hielo,
las manos y las patas recogidas
al regazo de su vientre, para no matarla
de frío.

Una y otra noche,
el cielo descendía sobre ella,
como lienzo de escarcha donde quise soñarla dormida
en un nido templado
de muníficas estrellas.

Ni las más cerradas noches pudieron ensombrecer
tan aterida soledad. Ni los más opacos silencios
lograron intimidar la débil voz
del perro yerto.

Dichoso y dorado ha llegado este sol de retoños de marzo
que fértil cae sobre tréboles de lluvia.

Y corre mi perra tras los pájaros
que ensayan inseguros sus primeras voladas.
Y luego hunde su resuello en la hoya fresca
de la fuente, la lengua rosada sorbiendo
el velo en flor transparente del agua, los ojos,
dos preciosas gallaritas que me buscan
con el color de los quejigos
que traban las laderas cercanas de la sierra.

Y canta la primavera en la enramada alta del jardín
silenciando las larvas que en la fosa muerden
los huesos de mi perra muerta.

¡Ah, alma que te elevas sobre la soledad fría del nicho
como ave celeste
hacia los bosques azules de Dios!

Y yo que te creía aun, ahí abajo,
respirando helmintos y cenizas
de perra vieja.

Ladra, ladra, mi perra, a esta tu casa
desde más allá del sol.
Ladra y ven en tu voz de aire
como vienen en la atardecida las retamas
en la brisa amarilla.

Ladra, perra, ladra
a esta memoria tuya que vengo llorando de rodillas,
vencida, sobre la piedra.
Levántame al perfume delicado de las rosas,
a la libertad del río, al vuelo transparente
del gorrioncillo blanco
que canta tu ausencia
sin lágrimas.

RAMA DESNUDA

IRÉ A HACERME RAMA desnuda
en la luz dulce del almendro.
Invierno tras invierno, esperaré
que alguien me despierte en su memoria
con las primeras yemas de febrero,
cuando los ríos aun sean un sueño
bajo el hielo que corona el horizonte
de la espesura de mi dehesa.
Tal vez los pájaros nuevos pernoctarán
sobre mi nombre. Tal vez
solo yo habré de soñarlos
cantando en mis oídos de aire.
Nada quiero que se detenga
en esa eternidad sagrada que hoy
parezco tocar con los dedos.
Todo de mí se me hace un hermoso poema
donde ni siquiera la muerte
me es ajena.

MUJERES DEL FUEGO

Chris Hani Baragwanath Hospital
(3.200 camas. El hospital más grande del mundo)
Johannesburgo (Sudáfrica)
Septiembre 1989

NO, LAS MUJERES NO SE ATREVIERON
a respirar sus nombres; ni siquiera,
a esconder sus pechos
–negros, agrietados, al aire–
derramándose impúdicos
en las bocas desnudas de sus vástagos.
Recostadas en sus lechos
ellas me observaban: el pensamiento oculto
en las pupilas, los ojos con el pulso sostenido,
y un silencio en los labios que zahería,
de tan ancho,
de tan callado.

Yo venía del otro lado de la ciudad, de allí
donde las jacarandas ardían
en una hermosa metáfora de libélulas
y amatistas titilantes,
que el viento deshojaba,
delicadamente,
en el suelo.
Yo venía de los espejos que mistificaban
la metrópoli,
de las orillas de sus noches de argento,
donde los blancos
–los blancos, solo los blancos–
celebraban el sol, y el temblor
de los atardeceres.

Al sur de aquel paraíso, Soweto
amparaba en pequeñas casas,
la negra soledad de las mujeres del fuego.
Afuera, junto a las puertas, las latas
de benzina.
Afuera, junto a las puertas, los niños
descalzos.
Afuera, las mujeres negras y los árboles mudos.
Porque nadie quería oír, escuchar
sus adentros.
Solo beber, huir, vaciar
litros de alcohol en la garganta
hasta encender la sangre;
disputarse el sol, el aliento; el beso
del negro y su virilidad entre las sábanas…;
arrojarse el combustible y perderse en el grito negro
y sin eco, de su raza; en la urgencia
amarilla de la ambulancia.

Yo era blanca y las mujeres
no se atrevieron a respirar sus nombres,
o su vergüenza.
Yo venía de las flores del fuego
y ellas venían del fuego
de los silencios.
Cuando la poesía y la ignominia se miran
frente a frente,
dejan de existir el aire
y las palabras.

(Del poemario: Flores del fuego)

El 2 de febrero de 1990, Frederik de Klerk, en su discurso de apertura del Parlamento, anuncia que comienza el proceso de eliminación de leyes de discriminación racial. Comienza a desmantelarse el apartheid. En abril de 1994, la población negra ejerce su derecho a sufragio por vez primera en la historia de Sudáfrica, y Nelson Mandela resulta elegido presidente por una amplísima mayoría.

LISBOA AZUL

NO ACIERTO A DESCUBRIR las lágrimas
de la vieja saudade
en tan dilatado cauce de luz.
Aguas abajo, esta mañana arrastra el Tajo
un océano de cielos infinitos
que, en bajeles de cristal, delicadamente
zarandea el aire.
En algún más allá de esta Lisboa azul
el azul abrirá las mañanas de otro mundo
y alguien escribirá nostalgias en una esquina
con la garganta escocida
y el corazón roto.
Cierro los ojos
y rompe el fado en mis oídos
con la lejana tristeza de hombres y mujeres
de los que no conozco el nombre.
Acaso soy yo la que canto.
Acaso sea solo el eco de esa música
a la que mi alma niega
desde hace tiempo
la melancolía inconsolable de su voz.

DÓNDE ESTÁS, LIBERTAD

TE ESCRIBÍ, LIBERTAD, verde
sobre el silencio de los campos de mayo,
desangrándote sin dolor en las amapolas del trigo
y en el rocío
más apacible de la mañana.
Eras un don en mis manos y te hacías pájaro
en cada letra sobre el papel.

Te llevé a todas partes,
de la meseta a la colina, de la colina al horizonte,
como una dulce brisa que apenas rozaba el aire
o inquietaba los sentidos.

Te escribí grácil y transparente
sobre el lecho del río, voluptuosa y desnuda
como una náyade que me cantaba al oído
las pasiones ocultas en los juncos,
mientras te contorneabas y mecías sobre los cálices
abiertos de los lotos, hermosamente desfallecida,
al mirar del sol.

En otras horas, libertad, eras madero;
una cruz apuntalando la noche de mis sin-silencios
más callados.
Un astro sin luz engendrado en la oscuridad
donde yo ocultaba mis temblores
y mis miedos.

Ni siquiera necesité pronunciar tu nombre
para saberte ahí. Ni siquiera
adelantar los brazos hacia tu regazo de aire,
porque tú eras mía, libertad, mía
como un bien resignado y obediente
al que yo subyugaba a mi capricho
con la misma ambición y tiranía
del que niega la libertad a su propia libertad.

Y así comencé a hacer de ti
una contenida libertad incandescente.
Más allá de defender mis rebeldes llamas
tú eras solo un fuego cautivo
que apenas osaba despuntar en la intemperie de la lluvia.
Y aun cuando el viento arrostraba,
frente a frente, tus iras,
tú te abatías en tu sombra, pequeña y desvaída,
como si nada en ti de aquel gigante
pudiera haber sido.

Dime, libertad, ¿dónde estás que no te siento?
Todo mi alrededor se ha vuelto distante
como un horizonte inalcanzable. Todo
incierto y hostil, peligrosamente,
enmudecido y salvaje.
¿Dónde estás, libertad…?
¿Dónde?

Y mi grito se hace un cuchillo en el aire,
de norte a sur, de esta a oeste,
que hiende la ciudad, las aguas y los campos.
De norte a sur, de este a oeste,
entre hombres, mujeres y niños sin techo
y sin destino.
De norte a sur, de este a oeste…,
desgarrado en el viento, un eco
que apenas puede abrirse paso
en estos cielos sin Dios
y sin pájaros.

LA VIDA ME PESA, PADRE

Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido.
Fray Luis de Granada

LA VIDA ME PESA, PADRE,
mientras pasa.

Por los caminos voy cayendo y dejando
parte de lo que soy.
No sé qué o quiénes
guardarán mi memoria. Si acaso,
mis restos quedarán inertes en la tierra,
como una pavesa
que muere,
al rozar el rumor salobre de la mar.

Cada vez hallo menos fuerzas
para levantarme de mi costumbre.
Me inquietan los pesados indicios de mis pasos
cuando caen
y se hincan de rodillas en la memoria tranquila del camino,
como culpas que amputan las flores,
como sombras que mancillan,
la transparente amanecida de ese manantial
donde se mira el tilo.

Y aún así, Padre, con los sentidos
ya viejos y malheridos,
esta mañana me he despertado cantándole
a esa hoja de otoño que, el parque,
ha dejado sacudiéndose en fuego
bajo mi ventana.

(Del poemario: Para que calle el viento. XXXIV Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística)

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TU MIRADA EN MIS RENGLONES [Mi poema]
Brenda Ríos [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Proyectas tu mirada en mis renglones
cual luna por la noche al mar proyecta
la luz que va sembrando sensaciones
y al alma y al espíritu lo inyecta.

Tus ojos se convierten en mirones,
tus bocas se mantienen entre-abiertas,
tan pronto acechan negros nubarrones
como olas son que van al mar inciertas.

Quisieras descubrir mis emociones,
rascando con tu mente cada letra,
la esquina y el rincón, y en mis blasones
oler de mi ese aliento que perpetra.

Yo mismo no sabría hoy explicarte
qué digo, lo que escribo, lo que pienso,
no entiendo, pues, que pueda entusiasmarte,
ahorra el perfumarme con tu incienso.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Brenda Ríos

LA LUZ

cuando padre murió
aprendí a dejar las luces encendidas
de cada cuarto
aun si no fuera a entrar por horas
dejé de cuidar el dinero
y lo tiraba por ahí en objetos innecesarios
son tan bellos
justo esos
los que no sirven de nada
una alfombra de piel de conejo cuesta una fortuna
juegos de sábanas estampadas
toallas finas
porcelana azul y blanco, detalles dorados
cubiertos de acero inoxidable con mangos de madera:
una delicia
un frutero de cristal sólido
cosas
muchas cosas
llené la casa de cosas que nunca habría aprobado padre
tan austero
cerrado en gesto mitad asombro mitad rictus
de niño no aprendió a sonreir
decir gracias
no lo tocaron mucho, sus padres
su mayor gesticulación del amor
era poner su mano de basquetbolista en la cabeza
él creía que con eso decía todo
pero no

la casa es, pues, la más iluminada de la cuadra
se ve a lo lejos
como un rostro encendido de rubor
un sol naciente
un túnel de conexión en el aeropuerto
una sala de hospital vamos
donde nada puede ser colocado a oscuras
ni los cuerpos
ni los bisturís
ni esas madrecitas rezando en la sala de espera

en un hospital uno encuentra a Dios
en esas máquinas de café malo y triste pero hirviente
uno encuentra a Dios
en los dobles turnos de enfermeras alimentadas de carbohidratos y grasas
ay
hay granjas de cerdos mejor nutridas que ellas
sus ojos
necesitan toda la luz posible
y yo se las envío
desde la sala de mi casa
desde mi cocina
desde el cuarto solo al final del pasillo
desde todos los rincones con focos
les mando esta luz auténtica, luz de whats
de presencias amarilloblancuzcas
les mando esta luz con el amor invisible
de lo que no se dice
de los objetos
de las palabras
para llenar sus ojos a toda hora, día o noche,
en el mayor cansancio,
que tengan luz esas pobres mujeres
que reciben cuerpos destinados a morir
y ellas ahí, técnicas, limpias,
eficientes;
les mando esta luz de vida
luz artificial
como el tiempo en que nos toca estar
dispuestos
mirando los objetos más dóciles e inútiles
mirando con la capacidad de ver
nunca es tarde para decir gracias
qué tiempo hace, ¿no cree?
deberíamos considerar mudarnos a otra parte
pero -sabe? uno es animal de pocos hábitos
y uno es animal fiel
una estampa pegada en el álbum de fotos
si nos despegan queda la marca añeja del adhesivo
donde estaba nuestro rostro

COSAS QUE HIERVEN

no tuve hijos
tampoco duré más de cuatro meses en un empleo;
cansancio por lo mecánico
justificaba.
lo de los hijos parecía algo así:
el acto de cuidar no es para todos
y hay que cuidar por mucho tiempo
aun si uno tiene hambre o sueño
hay que cuidar

me senté en la arena hirviente a mirar el mar
eso hice. eso hice mucho, mucho tiempo.
al caer la tarde llegaba a casa y listo,
tomaba un café hirviente
un sandwich plano
y miraba algo en la tele antes de dormir.

la vida pasa, me decían.
mientras sudaba a mares mirando el mar
agua que regresa ahí mismo
perdía peso mirando el mar
el calor es un hijo propio

las barcas de los pescadores están a unos 300 metros
de la orilla y ellos también contemplan el mar
esperan
y con esa espera llegará el alimento

días, noches, días, noches
hermosas y repetitivas
como rutinas de oficina

incluso hay sombras de ojos que asemejan el color del mar
o de una alberca
colores para labios como puestas de sol rojizas
eso lo saben las secretarias, aun las de nuevo ingreso:
traen un mar en la cara, una puesta de sol tímida:
sirenas sonrientes, conocedoras de atajos administrativos
sonríen, sonríen, mastican con la boca abierta
así, hasta que se jubilan,
y se irán a pasar su tiempo de abuelas
limpias de la cara
en casa, haciendo los complicados guisos que el trabajo no les permitía hacer;

miro el mar y él me mira de vuelta
podemos estar así horas
nos gustamos, nos caemos bien
no tenemos que hablar
sólo vernos
comprender que su cuerpo está ahí hecho de agua
justo, cierto, extenso, como el mío
y ambos hervimos, como agua para té,
a punto de hacer explotar la tapa de la olla.
del libro La luz artificial de las cosas, próxima aparición.

Poema de los atrapamientos

Porque he dormido en el cuerpo de un hombre y he visto amaneceres en su piel.
porque he dormido con sus piernas en las mías y he tenido el peso de la cercana humanidad en mí.
porque sus manos me han buscado cuando duermen
y mi espalda recibe sus palabras humeantes.

porque he dormido junto a hombres que no he tocado, hermanada en ellos.
porque he dormido conmigo.
porque he tenido mañanas sin extrañar nada ni a nadie y me he sentido libre y desapasionada,
porque he tomado el desayuno sola tantas veces que aprendo:
he hecho la vida.
en zigzag.
pero me he llegado.

Porque sé todo esto y varias cuestiones más: el árbol de blancas flores suelta jugos al anochecer y toda la cuadra se moja en el almíbar liberado.
Porque he visto la reproducción de los peces
fuera de mi iglesia
no deberíamos llorar Magdalena cuando se agoten los hombres delgados.
sé fuerte, aguanta, como hacemos todos.
no podemos andar por ahí en llantos interminables sujetándonos a las piernas
del único,
no es posible, y sí agotador.
porque hablarán de ti Magdalena, dirán cosas,
la biblia es una vecindad de viejas que reprochan
y no pasarás de una mujer voluble.
Tú, la sensual perfumada, no dejes que te vean en los desmoronamientos.
porque los actos de la subversión no puede ser tan sólo
lo humanamente posible
de no amar al prójimo
cuando las mujeres desciendan de los barandales de las antiguas casas
y los hombres escondan los ojos los manos las palabras
porque no sabemos elegir
ni amar
ni pedir de rodillas por nadie.
Porque extrañar es una llamita que empieza dentro y sale fortalecida a morder lo exterior, a adormecerlo todo con su ventisca digna y ferviente.
Porque he plantado en ti y en mí
sombras
que no tienen nada que hacer
salvo mirarnos
los dos al fondo de la sala quitándonos la ropa
porque el cuerpo define contornos
entre los dientes.

Extrañar es amanecer con un nudo en la garganta, una resaca de saldo blanco.
Porque me he levantado en la punta de los pies para besar a un hombre
para decirle adiós en los labios en las puertas
nadie de nosotros porque los amantes que se abrazan son todos los amantes que se abrazan
suelta el abrazo
mi pecho pide refugio político al suyo sin consultarme,
pide amparo; huye de mí
porque he llegado a pensar que su boca se lleva la mía cuando vuelvo callada a mi habitación
no hay nada más que ver por hoy
juguemos a esto: el que se enamore pierde un país.
Pongamos orden de una vez por todas.
Digamos algo, sí, no, algo, para que no parezca que flotamos entre ires y venires,
en desaciertos.
He aprendido: hay que arrojarse, hay que ser capaz de arrojarse si queremos un buen día
entender lo que significan
los atrapamientos…
después de todo las guacamayas se aparean en el vuelo.
Porque he bañado un hombre de pies a cabeza y me he detenido
en ciertos lugares a mirar
y toco
para cerciorarme de que el cuerpo
es incesante, áureo,
tan de mí.
Pareciera arrojado por el oleaje
y bienlanguidece
en el terreno de la toalla.
Porque era yo y no otra
quien desnudaba al ebrio equilibrista
lo metía a la cama
y le ponía la sábana hasta la barbilla.
La última frialdad del día se cierra
en él y en mí,
no hay refinamientos: la dureza de su aliento
se posa en mi nuca como una piedra.
Soñamos los dos sombras que rodean
y una distancia entre la cama y el cielo protector.

Porque era yo y no otra
quien dormía en tu pecho
y sentía el latido acompasado
de tu voz en el pelo
aguardábamos el pulpo del sueño, la mandrágora de la noche
sin nada que nos proteja
cerramos los ojos y decimos sí
a esto que se abre
estamos ya en la balsa, en el agua desconocida.

Porque dices árbol y yo siento en el bosque sumergirme en eucaliptos.

Porque dices agua y la veo romperse en formas y silencios, en goteos imprecisos como de un lagrimar de ciego.

Porque dices noche y se me llega el sueño para dormir contigo no sin ti; la noche es mi estación: este cuerpo desperezado tuyo es primavera. y yo ando en él, descalza ando en él, en los corredores amplios de su casa húmeda.

Porque tiemblas cuando duermes
te rodeo por la espalda sin traicionarte nunca,
y el agua de tu piel
resbala en la mejilla.

Porque dices Dios y lo veo agitarse entre nosotros.
Porque dices vaso y me llega la sed y el ardor, porque yo digo nada para poder escucharte,
tu voz es en mí la galería más amplia.

Porque quiero florecer en ti,
en el interior de ti,
en el fuego blanco

Era por ti que quería una casa
para habitarte todo,
llenarte de mí como si yo fuera el sol
y tú el patio, el jardín, el zaguán, las paredes,
abrazar las esquinas, poner las piernas los brazos los dientes de luz
en ti,
llenarte de mí en tu boca.

Porque dices mi nombre y ya siento las caléndulas en mí
la penumbra tiembla
el ángulo de tu hombro se inclina
por fin en la gruta
toco tierra
y no es de mí de quien hablan las baladas del marino.

Por este modo lento de irnos perteneciendo,
sin agotarnos nunca
un ejercicio de fe es el amor que se inventa
donde antes había la amplitud cerrada.

Por este andar a ciegas titubeante
que desliza en mí y en ti
sin que seamos muy conscientes de ello
un empalagoso
acaso hirviendo
crepúsculo de luces

Porque estabas hecho como se hace un hombre
llego a tu conformación
sin recelos

me pongo en ti perfecta
en el vaso de agua el tallo de la flor sacrificado.

Porque camino en ti
sudo la libertad que echa a andar
Lázaro resucita
abre los ojos
y mira el mundo nuevo:
los crisantemos amarillos
respiran aliviados

Porque llegabas tarde siempre tarde
y tu tiempo entra en el mío
en una calidez de pasmo
me suspendes
y soy yo y no otra
la que derrama en tu piel
el aceite virgen
de mis ojos.

Porque en la boca resta un amargo
crepitar de sal

tu lengua entra en mí
y son de mí las palabras
tintineantes

galope constante
el crujido de las sombras
tu cuerpo es el mar abierto,
el mar de los sargazos;
sé mi Pacífico,
el Atlántico
el frío mar del norte,
el mar que separa para que pueda nacer en nosotros el imaginar
las diferencias.

Ven en mí
a mí
a decirme del agua y la luz
y de toda materia que vive.

CUANDO CUMPLA 33

ORACIÓN POR LOS BUENOS

a Ceci y a Héctor, por tantas cosas…

Dichosos aquellos que se tienen a sí mismos
y logran escapar de la soberbia,
dichosos porque están llenos de sí,
corazón de madre nueva,
como frutos maduros:
hay una pulpa suave
que cede al tacto;
son engañosamente débiles
y hay ilusos que se burlan de su bondad,
pero al final son ellos los que resisten
las jornadas,
las catástrofes,
los noticieros del televisor,
el tráfico denso,
los cambios de clima,
ellos son los fuertes
porque hay fe en los elementos de agua,
de fuego,
de aire viciado,
una fe que conmueve porque ya pasó de moda:
dicen sin más palabras compasivas,
y detrás de las ventanas los ojos miran amorosos
la niña que juega,
el hombre cansado,
la fatiga del pobre.
Dichosos aquellos que cantan sin tristeza,
porque entonces pueden evocar nostalgias verdaderas,
sin hacer caso de simulacros depresivos, diagnosticados, psiquiátricos.
Sonríen sin dobles intenciones,
aman así, a lo gratuito,
el azar de una palabra que regresa, diminuta,
a devolverles la gracia de la amistad infinita.

EL AMOR QUE NO SIRVE

Guardé el amor que tenía en una bolsa
para golpearlo contra la pared,
y deshacerlo en una rabia callada,
casi humilde; romperlo como bloque de vidrio,
insecto que se aplasta.
Caminar con su materia desmoronada en la suela del zapato,
para no verlo más;
lo arrojo al río como un cadáver,
lo tiro como se tiran los desechos
o los presagios.
En una bolsa negra que nadie viera
el bulto sanguinario
imperdonable,
que nadie viera este amor que no sirve
que se alimenta de sí mismo
que se reproduce como bacteria;
el amor presa de sí
cae al agua
ruido compacto
desde el puente homicida
y los amantes en la orilla oscura
en la rivera
sienten un viento
que refresca
la urgente necesidad del abrazo.

PARA NO SER DE TI

Para no ser de ti
para no rendirme
oculto la sombra de mi corazón en llamas
bajo el árbol
en el patio
donde nadie sospeche
el perro descubre
en la tierra
removida
que alguien oculta
un pájaro cegado

DEMOLICIONES

Me construyo,
uno a uno, piso sobre piso, me construyo alta.
miles de obreros traen en sus manos ladrillos como si fueran libros,
el edificio será ojo y monumental,
pero no lograré terminarlo,
porque ha llegado la orden de la demolición,
tengo que desalojarme sin prórroga;
la máquina está esperando
–como perro entrenado, paciente y babeante: alerta–
para hacer su labor también dedicada,
las instrucciones fueron dadas,
yo me salgo de mí
para ver cómo destruyen las paredes,
y hacen trizas puertas y ventanas,
los vecinos salieron de sus casas para ver el espectáculo de miseria ajena,
los obreros observan sentados, sobre ladrillos desempleados,
con un dejo de indiferencia que bien podría confundirse con pena
o solidaridad,
cómo se viene todo abajo.
Hay una polvareda en el lugar que era morada.

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ADIVINA ADIVINANZA [Mi poema]
Pedro Casamayor [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Todos hablan de él, debe ser cierto,
no paran de alabar sus cualidades,
unos dicen han visto el cielo abierto
hay a otros que curó todos los males.

Prolijo es comentar de sus virtudes,
qué triste es el sufrir de su carencia,
su halago y sus amables actitudes
¡qué pena caminar sin su presencia!

Le suben al altar cuando es intenso
que es la culminación de que ha incubado,
todos lo alabarán, lo echan incienso,
¡maldita sea la suerte si ha fallado!.

Seguro alguna vez lo habrás sentido
para poco después ser descuidado,
¡benditas sean las horas que has vivido!,
nunca perdonarás se haya marchado.

Que todo en cuatro letras se resume
y el signo de una flecha que han clavado,
de una rosa está hecho ese perfume,
magenta es el color imaginado.
©donaciano bueno

El amor es esa palabra mágica que todos desean, muchos manosean o confunden, otros muchos traicionan y algunos, como el que escribe, cree sería una parte de la solución de todos los males.

MI POETA SUGERIDO:  Pedro Casamayor

ELEGÍA ANTICIPADA

Entra en la cuenta atrás
o arriésgate a perderte.

10, el tiempo lastima
como una trampa a punto de saltar.
9, la indiferencia puede ser un refugio
dispuesto a no soltarte.
8, la soledad
simulará hacerte compañía.
7, es mejor llegar a la verdad
de golpe, equivocándose.
6, no intentes seguir al dios creador,
desea que lo olvides.
5, se acerca el fin con cuentagotas
anticípate al cese en el gotero.
4, cuando abandones el paisaje
sentirás un vacío en la palabra.
3, solo hay una máxima:
no intentes retocar tu imperfección.
2, se acerca el inicio
de ese minuto cruel que llaman muerte.
1, abraza este aire de partida,
mesa la barba y deja crecer tu pelo negro.
0, empieza la música
como una hipocondríaca invitada de honor.
Sospecho que Satán es su aliado.

Declaración de principios

Me proclamo rebelde,
entristecido cuarzo de intifada,
osado agitador de mariposas,
regente del silencio de mis gallos.
En la cartera sólo dos afanes:
librar a los insectos dormitados en el ámbar
y conducir el grito de la tierra
que todos cosechamos.
Astrónomo de versos
sin más mesías
que las manos abiertas
a la tinta cargada de dolor.
Porque el hombre que piensa este poema
ama el agua alejada
del temblor de las sombras,
llora cuando las hojas desnudan a los árboles,
silencia su ignorancia
en la voz que dormita en las canciones.
Nadie me representa en este drama
de diamante, corona y malas hierbas.
El indulto vendrá a mis posesiones,
aislado de demonios rezaré
hasta que mis rodillas se acomoden
a la urgente belleza del rubí.

I. Limaduras del corazón

Un lugar
Me retiro
Confesiones
Soy la crin del viento
En el fondo
Contradicción
Y ahora
En dos mitades
Mi canción
Consejos
Al mar grité
A casa
Segundos
Lo puro
En medio, un río
Vientres tatuados
Ávalon
Se abre el telón
Aburrimiento
A esos cuerpos
En invierno
Esperares
Corazón latente
Pasaje
Primera conjugación
Dicen, que dicen
Azul
Siete puertas
Saturación
Tardes de pasteles
Mi niñez
Adiós tristeza
Antiguos naufragios
Dedicatoria

II. Docena y media de amor

Quiero un amor
A esa hora
Papeles para amar
Luna y tierra
¡Vete!
Sólo a ti
Venus velota
A un par
Tu boca
Tratados de amistad
Sentir morir
Quiero llorar
A ti unido
Enséñame
Por amor
Sigo temblando
Latidos
Amor callado
Ahora que te veo
Tenderetes

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MI POETA INVITADO: Javier Martín Lázaro (Jotamar)

ADENTRO, LA MONTAÑA

Cuando los malos tiempos
cubran el horizonte de tu mirada,
busca en tu interior la montaña,
asciende por su ladera,
atraviesa las nubes que en ella buscan cobijo,
y no trates de allanar el terreno,
no te allanes;
solo sube.

Corona en silencio la cima
y desciende enseguida,
deslizándote por la pendiente
como si tu cuerpo hubiera perdido su peso
y abajo, en el valle,
te esperan unos labios de leche y fuego.

Si haces esto,
cuando vuelvas a abrir los ojos,
es posible que los malos tiempos sigan ahí,
pero ya no ocuparán el horizonte todo de tu mirada.
De la vuelta al mundo

DE POLÍTICOS Y MAFIOSOS [Mi poema]
Rei Berroa [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

En memoria de don Fernando Villavicencio

Ya nunca se sabrá, Villavicencio
de nombre don Fernando, que aquí el don
es algo que no admite discusión,
pues fuiste como un grito en el silencio
luchando contra toda corrupción.

Un hombre bueno, leal, otro valiente
capaz de confrontarse a la maldad,
dotado de una gran ingenuidad,
pues pronto la maldad se hizo presente
mostrando su venganza y crueldad.

En Quito te mataron. Yo aun recuerdo
la bella capital del Ecuador,
saliendo a pasear, su resplandor,
su paz, tranquilidad con que hoy me pierdo
y siento su tristeza y su dolor.

Añoro hoy aquel año en que vagara
feliz por esa zona colonial
sintiéndome ser libre sin igual.
¡Quién fuera que a tu cuerpo arrebatara
linchaba allí al país ¡vil criminal!
©donaciano bueno

Qué #triste final para quien busca luchar contra la #corrupción? Share on X

A solo 10 días de las elecciones presidenciales anticipadas, Ecuador sufrió este miércoles la trágica pérdida del que era uno de los aspirantes al cargo, un luchador contra la corrupción, en un acto de violencia que conmocionó al país. ¿Quién fue el autor intelectual? Acuérdense del atentado de Atocha en Madrid.

MI POETA SUGERIDO:  Rei Berroa

Berroa

¿Qué peso es
el que lleva en la camisa
este berroa *
que se ha puesto
la cabeza del revés?

¿Cómo piensa que va a encontrarse así
en esta edad de partido y oficina?
Y si viene y nos cuestiona
sobre el mundo o sobre el aire,
¿qué le vamos a decir al pobre iluso?
¿Cómo indicarle que no debe preguntar
si es que ya sabe?

Y al venir y plantarse a nuestra vera
con su olor a vino y carcajada,
¿por qué se rasca
el corolario de la vida,
llega tarde a sus reuniones,
se olvida de pagar sus hipotecas,
sus deudas surrealistas,
y el abrazo que le debe a Lautréamont?

Pequeño funcionario que imagina,
no sabe este burócrata
qué parte del horario sólo existe
de la noche al esqueleto
y cuál otra le podría
dejar la mañana boquiabierta,
temblando de rocío,
como un dios que va a pecar.
* berroa = “pequeño zarzal en el campo” o también “el que quiere ser bueno” en lengua vasca.

Como piedra

Perdido he de mi cuerpo la color.
Desvencijado ando como piedra
que tantos bienes proporcionó al humano
-casa y cobijo, seguridad y reflexión-
pero nunca supo sus orígenes o la raíz
de su dureza impenetrable y de su yerma sequedad
y ahora hasta ha extraviado su dirección
con el moverse impreciso y desquiciado
de los ejes o las capas de la tierra
en Puerto Príncipe o Santiago,
en Yakimoto o Israel.

Perdido he mi estatura o dimensión o sueño dilatado
de ser alguna vez puerta luminosa
que abre mundos sorprendentes
donde quepan todos los que anhelen
cualquier bien que beneficie a su vecino
o indivisible túnica que pueda ponerse todo el mundo
para aliviar el miedo que a veces nos ocupa
cuando la idea nos embarga
del ser o del noser.

ACID RAIN

Me meto en esta orilla del terráqueo globo
donde arguyen los que saben y especulan sobre el tiempo
que el clima va templado.

Indago alrededores:
)Qué es esto digo
si pregunto por el aire
y me llegan hediondeces
que transmutan y envenenan los sentidos
o me quitan la flor de la memoria
y al asfalto me lo ponen contra el pie
contra la grama?

)Dónde están las plantas
el árbol de follaje
que lechos producía para el agua?
)Dónde el pájaro o el pasto?

)Qué fue del caminante aquel
que el hacha sobre el hombro
anduvo investigando
por dónde se llegaba a las raíces de esta lluvia
que reduce lentamente
el porvenir y mi pulmón?

Ni encuentro al caminante
ni puedo tocar el pasto sin herirme.
Y en vez de los follajes y del agua
sólo un ruido de motores que trae el viento
y en vez de aquella brisa y el paisaje
un vago olor a desperdicios y bencina
herida gravemente la verdad por el político
y calvo el pájaro.

GALLO DEL ALBA

Lo prendieron por exceso de futuro,
por la furia de su cresta distinguida,
por la vaina de su boca al hueso vivo,
por sus piernas indecentes y agrietadas
y el aplauso de la gleba enmudecida.
Lo prendieron porque aireaba con su canto
que el vacío de la noche terminaba,
que la luz de un llanto sobrio establecía
sus vibrantes espectros juveniles
en la piel de la mañana.
Lo prendieron por exceso de alegría,
por hacer que el hombre tienda a su estatura
y cruce a cada paso nuevos puentes,
y levante polvaredas de guitarras
sobre el musgo desprendido del camino.
Lo prendieron, ya se sabe, a todas horas,
le violaron su aparente inocencia florecida,
la mordieron sus bordes impacientes, su rocío,
mas tuvieron que dejarle repetir el hechizo de sentirse
pregonero de la aurora en el corral de las pestañas.

EL JUICIO DE SÓCRATES PASADO POR LA TELE

Hacía muchos años que llevábamos incrustadas sus preguntas bajo las costillas.
Medio muerto traíamos el sueño de justicia, cuando en mitad de la pantalla
apareció el viejo Sócrates ya cicutado su silencio y su verdad a solas
después de explicar en silogismos convincentes que jamás
había pronunciado algunos de los juicios que el joven
Aristocles (Cabezotas o Platón, eran sus motes)
había escrito en sus memorias, publicadas
día a día, en diversas páginas de la guía
de la tele que todos leían y miraban
en una gran pantalla tipo plasma
puesta en el ágora de Atenas
por los que odiaban
la mayéutica.

Fue así como
llegamos a saber,
sin casi darnos cuenta,
que el loco a quien todos
envidiábamos, pues podía decir
lo que quisiera sin haber jamás escrito
nada y no tener, por tanto, nadie pruebas
contundentes que pudieran llevarlo al tribunal,
tenía leales seguidores en todas las escuelas del Estado,
menos en su casa, donde Jantipa lo había puesto en su lugar
más de una vez, pues no quería higienizar los fondillos de sus hijos
sin antes preguntarles si era posible conocer la virtud sin antes practicarla.
Dicen que también testificó contra el marido porque éste no le servía para nada.

NO LE PARECE APROPIADO AL PARECER
EL MOTE DE SEGUNDÓN QUE LE HAN COLGADO

Todos me han tenido siempre de segundo.
Sus intenciones claramente definidas,
me han mirado cuando menos de reojo,
sospechando de mí no sé qué cosas
-“engañan las apariencias,” dicen-
y me ponen en la lista de lo prescindible,
como si el vestido, el rostro, los modales,
sólo fueran ocasiones de un minuto
y el resto de la hora hubiera que entregárselo
a mi némesis, el Ser,
que nunca tuvo que hacer nada
para llegar a ser el hijo predilecto
del humano y sus asombros
(al menos así me lo parece).

Hubo sí ocasión fugaz,
débil esperanza de mi medro
-si hubieran visto qué alboroto
en el mundo desvirtuado de lo que aparenta-
cuando logró por fin Descartes señalar
-perdonen el empaque dieciochesco-
que el oficio del pensar mayéutico
estuviera por encima del Ser estático
o de la inanidad del Estar,
envés de su moneda.

Pensé yo entonces que el partero
de esta modernidad que desde entonces nos apremia,
amigo de reinas, algo galileante, y por ello
sospechado del romano tribunal, daría
otro salto en el método de examinar las apariencias,
haciendo vital la instancia de la idea
de que lo que aparece
puede también ser si yo lo pienso.

Pero el pobre se murió de frío relativo
en una cama nada cogitante de Estocolmo
y yo he tenido que seguir aquí de segundón,
acostumbrado a los axiomas
de la fe, de la filosofía, y deseando vivamente
que un músico quizás,
tal vez algún poeta del Índico o el Caribe,
me ponga en mi lugar, mejor,
espero, del que aquí me asigna Rei Berroa,
me saque oportunamente
de este estado segundino
del que estoy ya bien cansado
y me eleve a la condición
que me tengo, creo yo, bien merecida,
después de tanta espera.

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MI POETA INVITADO: Manuel Cortijo Rodríguez

PALABRAS

A Davina Pazos

¿Palabras? Sí, de aire,
y en el aire perdidas.
Octavio Paz

Advienen de una herida desangrada,
casi siempre de un daño por decir
(voz antes que palabra), desde el aire
y en el aire perdidas,
las palabras viajables al poema.

Necesitan un alma en que dolerse,
un pecho que quemar por vez primera,
una lágrima en vivo que las viva,
una sola emoción, una lanzada
triunfal en hervidero de música o diluvio.

Vienen nuevas de sol y lunas albas,
como gotas ardientes, ya solícitas
de vida que termina siendo propia:
solar de infinitud
no pronunciada, pero oída a tiempo
allí donde salvamos lo más puro.

Vienen ya de un vivir al verso las palabras,
sí, de aire fugacísimo y en aire,
a construir el ritmo o el amor,
a sostener el mundo
en escalas de luz que se hace canto.

ENTRAR EN LAS PALABRAS

A Victoria Díaz

Entrar en un sentir como se entra en un sueño
que pudo o que no pudo suceder,
como se entra en una nube
a por agua precisa,
a un fluir que nos da su lluvia o lo que quema,
lo escapado del aire,
lo que suena y es aire en el que estamos
queriendo ser nosotros
tan propios al hacer de la sintaxis.

Así sólo podremos alguna vez decirnos,
alguna vez oírnos tan solo en lo que puede
caer desde el idioma y ser semilla,
entrar en las palabras y crecer,
dejar que lo sembrado nos pronuncie
en la otra claridad, la única
que no niega su origen, ni aun el nuestro,
la que ahora nos lleva a contemplar
el misterio que alienta en toda luz
como si cada
luz fuese nueva y nueva su pureza.

Así puede saberse
dónde va la emoción a arrodillarse
hasta llegar a hacerse lumbre,
paraíso de fuego en el poema,
fiebre alta del poema, pero
¿dónde va la emoción si no hay palabras
que encontrar en la luz?
¿Acaso sólo
pueden ser las palabras como flores
nacidas con la Muerte que cantó Mallarmé
pour le poète las que la vie étiole?

Si yo supiese ahora qué alianza,
qué luz tomar para decir que estoy
empezando a nacer en lo que escribo,
entrar en las palabras y quedarme
sus sílabas de luz, las de allí dentro,
aún podría ser
que mi vida valiese lo que vale
la vida de un poema.

Mahalta Ediciones

ME ACUSAN POR DOQUIER [Mi poema]
Verónica Zondek [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Me acusan por doquier que escribo triste,
me dicen sin cesar que soy lamento,
un mar lleno de dudas, un mar cruento
que en aguas procelosas se resiste
y acaba entre las babas de un aliento.

Me acusan de temor, de pesimista,
que el cielo que yo veo es ceniciento,
y nunca hallo en estado de revista,
si salgo allí a bailar, entro en la pista,
me voy pues me avergüenzo y tomo asiento.

Me dicen y es verdad que la penumbra
es el mejor ambiente, mi momento,
donde está esa pavesa que no alumbra
nacida de una llama y que deslumbra
y expande su penar sin movimiento .

Pues sé que sólo soy una pelusa
prendida del hilo de un sufrimiento
que vive atormentado en su reclusa
pendiente de encontrar alguna excusa
y en un torpe final lanzarse al viento.

Quizás es que me miro y no me encuentro
no tengo porvenir, no tengo nada,
de mi alma se ha secado el sentimiento,
no encuentro la razón de estar contento,
presiento ya mi vida amenazada.
©donaciano bueno

Todo en esta #vida tiene una #explicación, no? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Verónica Zondek

FUEGO

Toda la carne un fuego.
Fuego el odio y fuego el amor.
Fuego en los hornos y caer en las mientes.
Fuego para el frío, Anguita
en el cocimiento brujeril de medianoche.
¿Cómo salvar del fuego Anguita?
¿Cómo tragar el dolor entre llamas azules
en la infernal hoguera de las Inquisiciones
o en la quema de libros con Torquemada
o en aquella última,
Anguita,
cuando incendiaron libros para sofocar revoluciones?
Y ¿qué de ese otro fuego tan perfecto
ese, el amarillo de Auschwitz,
rasgando carnes tan añejas y tan tiernas
o esas otras llamas
esas, las del Infierno católico ahora abolido?
Todo por nada:
el alma, dice el Papa,
salva siempre
Anguita,
aunque tú no lo alcanzases a saber.
Y ¿qué del fuego rojo que calienta la olla común
o del fuego en los ojos de niños con sed
amuñados de tristeza en la costilla falta de terruño
refugiados en los siglos y a la espera de la espera
abandonados en tanto territorio enemigo?
O del fuego fogón sureño
mariscos todos retorciéndose en su jugo
ellos en su salsa, nosotros comiendo
y del fuego que quema la entraña
y del otro, Anguita
ese que persiste negro en la memoria
que como siempre supiste
aplasta y entorpece la vida
o esos otros
los fuegos artificiales que arden el cielo
o misma yo
quemando papeles propios para evitarte
o mi padre
que también ardió en fuego hasta el humo
marchando en huesal anodino
sobre las aguas habitadas y turbias.

¡Qué fuego ni que fuego!, Anguita.
¿Qué fuego es ese que me amaga?
¡Qué fuego Anguita, que no sofoco
ni el ardor
ni la rabia …!
inédito- POR GRACIA DE HOMBRE

PROGRESO

Lo sé sin traición ni documento.
Esta es mi casa y ya no es.
Hierven los recuerdos de escalón en escalón
y altísimos hasta el piso 15 se pierden en la nada del cielo
gris ahora y no azul del no, ya recuerdo.
Tres peldaños con pisadas y barro en la entrada
una herradura quejumbrosa en un clavo de la puerta
y un aura que defiende el hálito familiar.
Sí, un piso cuadriculado en la cocina
un pulcro tablero y una Clorinda para el buen aseo
un pan que presto se amasa en la memoria
un horno que cuece la torta del barro infantil.
Sí, recuerdo la sombra alternada de los postigos
y el eterno recuento de líneas en desvelo
y las voces celestiales
y también las otras
esas
las que amonestan
las que invaden mi cabeza en reposo pretendido
y obligan la lectura a la luz de una linterna
para que Dios mediante no cunda el pánico.
Sí, una quejumbrosa escalera recibe mis zapatos colegiales
y destapa y ondea esa independencia de pelo en pecho.
Sí, una entonces bravucona y vociferante
una hinchada en llanto y risa y nervios de principiante
una colgada como todos en el ojo del tiempo propio.
Tantos y tantos días errantes en el desierto del hogar
concentrada en el decir aparte de los mayores
llenando el vacío que a ratos hincha
para luego hilvanar una historia en demasía propia
inteligible, por supuesto, en un otrora tan cuerdo
y ese armario con sorpresas en el pasillo
no otra cosa que un mar antañoso con su completo oleaje
encerrado bajo una y siete llaves de cancerbero
silencio y secreto pocas veces entreabierto
baúl de piratas y cueva de duende maldito
deseando la dolencia para violarle el sello
y las albas paredes de adobe
desnudas y sin cáscara en medio de las tembladeras
y los libros que derrumban sobre la cabeza
y la invasión de maestros componedores
y el polvo y el desorden y el silencio arrinconado
y la tremenda molestia del ajetreo.

Vanidad.
Vanidad de la materia que acoge el recuerdo
cual cofre silente entregado a la retroexcavadora.

Progreso
frío y bello como el hielo azul de los glaciares
que pudiendo apenas y con la venia de dónde la carretera
tampoco sabe ni pregunta
y toma la sartén por el mango y entierra bajo el trueno del hacer
el bellísimo pensar y encadenado al fuego
que una vez ya nos fue arrebatado.

REGISTRO DE SANTIAGO

Merodea.
Ronda el ojo en Valle Santiago.
Siente la tibieza casera.
Bajo una nube y sobre la nieve
gravita un fantasma.
Su palabra no resta cielo donde apelar.

En este valle
la preñez es una circunstancia.
La vida es inusitada
y se prolonga en estadísticas.
La muerte se esconde tras paredes gruesas
en bolsa negra y desechable.
Los números funcionan.
El progreso mata todo intento de recuerdo
y sepulta hondo el grito de pertenencia.
La memoria no es deseo.
Crecen los parques domesticados.
Aletea un tren por un valle subterráneo.
Se puebla el campo con casas de cartón reciclado.
Se desafía la lógica.
Se talan los bosques de las riberas.
Se siembran hormonas.

Se muestra.
Se alardea.
Se encumbra alta la seguridad.
Se prevé el avance del desastre.
Se vota la impunidad.
Se estimula el consenso.
Se fumiga con mal de ojo
al contaminado
al que no viste de gris o azul marino
al que mira para otro lado.
Se encierra al animal por salvaje.

Se entona alto la canción nacional.

Fragmentos de un ayer.

Fragmentos de un otro.
Fragmentos de un hoy.
No hay nada ya que devuelva el rostro.

No espejismos
no vidrios
no cristales
no vanidad.

Un solo en el viento.
Un polvo de tiempo.
Un ojo.

Ya la muerte estuvo
y bailó con sus pies huesudos.

La luz se derrama sobre una calla alongada.

Polvo de entrada y polvo de salida.

Restos.
Resistencia en los bordes.
Lucha estática.

El día.
La noche.

La ausencia de palabras.

EL HOMBRE NUEVO O UN COMENTARIO SOBRE EL ARTE EN CHILE

Homenaje a Neruda

“Llegó el hombre. Tal vez llenaron
su miseria de pálido extraviado
del desierto,…”* tal vez con intención pequeña
como nos pasa ahora amigo
vamos de la caricia del árbol a la mano en el bolsillo
del animal al estómago fino
en un todo ‘instant’
en un para uno las sopas
la mano afuera y el dedo
adentro el motor y el para qué
ahorro del tiempo
y eficiencia para enarbolar triunfos
aquí
en este redil
en este nuestro nido a mucha honra
y tan parecido a otros en el saqueo
en la nacional pobreza que viste ropa americana
y en el galardón de la poeta y el poeta
cuando el discurso es emprendedor y revienta feliz
y la prima materia es precio de exportación
y más nacional es nuestro arte cuando más lejos rompe la frontera
y seguro es el anonimato en cara deslavada y triste.

¡Ay, la muletilla y el enlatado producto duradero!
Todo es venta. También las carreteras, el oxígeno que sobrevive,
los bebés sin nombre y el río y las rocas preñadas.
Para eso las vitrinas, las vistosas vitrinas
y entonces vengan, escuchen, miren
pasen los turistas y ciudadanos y niños de Chile
la casa número cuatro del poeta abre sus puertas
el dolor de los desaparecidos se erige en monumento
ARBEIT MACHT FREI dice el campo concentrado y te acoge
respire
súbase
súbase al potro le digo que no hace nada
somos bellos y comandamos el mundo
no quiero feos, maltrechos, babosos e indigentes
no los quiero de mal pensar
sean cultos y traguen el envasado artefacto parlante
digan
te ví en la tele
genial
no olvidemos la página social
el homenaje y el discurso.
Te suplico huachito
no soñemos por escrito
por favorcito
te lo pido
papito.

El mundo era tan citado cuando entonces
y ahora
todo es nuevo siempre
y sólo se compara al césped del vecino
tan en vista y sin atrás
que aquí están tus versos

y nadie tiene ojos.
* del canto XX “Las aves maltratadas” del canto XIV “Gran Océano” del CANTO GENERAL

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ESPERARÉ [Mi poema]
José Pulido Navas [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Te fuiste. Para siempre no te fuiste.
Te fuiste sin decirme adiós siguiera.
Fue un día, como es hoy, otro cualquiera,
de un portazo, no más, nada dijiste.

Y es la pena que al llanto se resiste,
testigo de tu alma aventurera,
que espera a venerarte en primavera
tal cual fueron los tiempos en que huiste.

Y aunque hubiera del hecho me advirtiera
yo nunca lo dudé. Sé que la fiera
siempre torna después de algún embiste.

Y así aun dude si es cierto que viniste,
si fuiste una ilusión, una quimera,
quiero sepas que aún sigo aquí a la espera.
©donaciano bueno

#Hoy el portazo se da en twitter, no? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  José Pulido Navas

Marilyn nos besa en los espejos

Cuando Marilyn dejaba abrir su falda
como una flor, provocando
el cálido aliento de los subterráneos,
descubrió su condición de diosa,
alimento de sueños y de signos,
ideal de esfinges,
antes luna que mujer.
Entró en aquella habitación de hotel,
de la que ya no volvería,
con sus pastillas para dormir
y la cruel revelación de la almohada.
Supo que era Eva y Ava, Rita, Marlene y Joan…
-Flor de seducción
su rasgada lencería
entre los torpes dedos
de King Kong-.
Para la ceremonia
cubrió su cuerpo con un vestido largo
muy ceñido, largos guantes
y zapatos de alto tacón.
El busto erguido, los labios
proclamando inminente su caricia.
Desafiante, abandonó la pasarela
y, al fin sola,
nos besaba, infinita, en los espejos.

EL PÁJARO SOLITARIO

El Pájaro Solitario pone el pico al aire.
Su canto se abre al infinito,
como la música escapa a las redes
del significado y vuela a las alturas
que preceden a la forma,
que albergan en su seno todas las formas.
Prefiere sus tormentas al nido complaciente.
Los chamanes saben que cada persona
tiene un pájaro protector, un gemelo
que habita en esa región más alta,
y solo visitamos en los sueños.
Volar con sus alas es acceder
a la fertilidad del silencio,
penetrar en la noche del Alma,
perderse en una absoluta confusión:
tierra, aire, fuego y agua,
esperar que la Luz se manifieste
y dé razón de lo nunca expresado.

LA CANCIÓN DE LAS ARENAS

Para oir la canción de las arenas
es preciso adentrarse en el desierto
y escuchar: Quizá suenen los violines
histéricos del viento entre las rocas.
Una atenta quietud nos servirá
los dones del silencio, la tersura
carnal de su latido, que resuena,
como un eco en nuestra sangre
y concierta los ritmos de la vida.

Quizá para entonces sea de noche,
los sentidos se afinen extremados
y canten, melodiosas, las arenas.
No habrá otra voz que iguale su dulzura
ni cristal comparable a su armonía:
plenitud que se cumple en su extinción.
Buscaremos el exacto lugar
de este prodigio y será en vano,
espejismo perdido entre la sed
y la ilusión de hipnóticas serpientes.

Las arenas no entregan su canción,
no deciden el premio ni el castigo,
sino que se dan luminosamente
en el misterio, esa realidad
sin códigos ni pactos que la tasen.
Hay en su voz sutilezas de brisa
que desandan la noche de los ecos.
Nos salen al encuentro como el pájaro
que en el cantar declara su sentido.

JOSÉ PULIDO NAVAS Y LAS BODAS DE LA ARAÑA

Un hipopótamo rosa.
Un cocodrilo amarillo.
Un león albino…
Son tan diferentes que parecen condenados
a morir por ello:
El rosa de su piel al hipopótamo
le hace vulnerable a los rayos del sol
y ni las aguas le protegen de su daño.
El cocodrilo amarillo se distingue
en la turbidez de los ríos que a sus hermanos oculta.
La blanca piel del león, su melena de nieve,
le delatan
cuando pretende sorprender a una presa…
¿Qué poder les da su diferencia?

LOS OJOS DEL GATO

Los ojos del gato observan
las criaturas invisibles de la oscuridad,
leen la carta del suicida,
asisten al golpe mortal del asesino.
Por ellos la noche se transforma
y se mira en el espejo de la luna.
El gato trepa las escalas del silencio,
baja al sótano de la pesadilla
y escucha la canción de las tinieblas.
Ilumina a la muerte cuando acecha,
atrapa al vuelo los pájaros del alma
y con ellos alimenta sus siete vidas.

LAGARTOS

Mucho antes que Diógenes el Cínico,
ellos solo piden gozar del sol que les calienta
y hacen, como el Místico, de la inmovilidad
una sabiduría que les une al Universo.
Como ancianos sentados en la calle,
miran a la nada, silenciosos.
El suyo es un tiempo distinto del que les contempla,
vigías de la eternidad a la orilla del polvo y de la muerte
esfinges cuyo enigma no exige una respuesta al caminante.
Si les llegan los dones de la iluminación,
a una larga paciencia pertenecen.
Y no conviene turbar su soledad
porque entonces manifiesta una violencia fulminante,
oculta en un resorte de milenios.
Un arte marcial que solo enseña la quietud.
Lo demás es vanidad.

LUCIÉRNAGAS

Tatúan la piel de la noche.
Dibujan en ella imposibles figuras,
constelaciones fugaces. Escriben
en la tiniebla palabras de luz
que solo un instante de fulgor
hace posibles, revelaciones
de absurda belleza, simetrías
que en su vuelo proponen
como crueles paradojas
si un día llegaran a cerrarse.
Danzan sobre el escalofrío
del abismo
Y se apagan.

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FUGITIVOS [Mi poema]
Raúl Vacas Polo [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Yo creo que merezco mas no creo.
Quizás más que creer sea que dudo,
que siempre en mi garganta se hace un nudo
ante tanta maldad de lo que veo.

Que miro alrededor y no respiro
y sueño que es un sueño, sólo un sueño,
pues no entiendo si el mundo tiene un dueño
tal tragedia contemple y sin suspiro.

Tantas vidas truncadas, tantos niños,
anegados en lágrimas y llantos
tal desesperación, de gritos tantos,

huyendo del terror, barbilampiños.
Sin dios que les ayude en sus quebrantos,
de este siglo veintiuno sois mis santos.
©donaciano bueno

#Apelo a la bondad de un Dios omnipotente Share on X

Ante la tragedia de tantos que huyen de la guerra cavando su tumba en aguas del Mediterráneo. Es posible que dios exista, ¡ojalá!, pero si es así, o no es todopoderoso o dista mucho de ser bondadoso y compasivo.

MI POETA SUGERIDO:  Raúl Vacas Polo

CURSO PRÁCTICO DE LECTURA INTERACTIVA

A Óscar Olivo

Bienvenido al Servicio Internacional de Poesía Interactiva:
Si desea leer un poema de amor pulse la tecla número 2.
Si desea leer un poema triste pulse la tecla número 3.
Si desea llorar amargamente pulse la tecla número 0.
Si desea tan solo suicidarse, pulse el gatillo de una Magnum.
Si desea un poema de risa escríbalo usted mismo por favor
y si no desea nada pulse la tecla número 4 hasta que explote.
Después de la señal puede hacer la selección: Pi.
El número marcado no existe.
Por sobrecarga en la red rogamos vuelva a marcar
dentro de cinco minutos.
Son las 5 horas 25 minutos treinta y siete segundos
treinta y ocho treinta y nueve. Le habla la unidad 5.

ABRE MARÍA

Dios te salve mujer del cielo y de
la tierra,
de los hombres con quien sueñas
por la tarde,
de los perros con quien duermes
por oficio.
Bendita seas por tus pecados
entre todos
los hombres y mujeres
y bendita la tasa de tu cuerpo.
Santa mujer, hija de Dios,
ruega por nosotros, tan cabrones,
ahora y en la hora.

PROCESO DE AMOR

Y si después de tantos años no me amas
procederé contra ti judicialmente

POEMA CON TÍPEX

El m r, la n che os ur
la vi a y l muer e,
Di s.
Mi cor z´n r to sin ti.

PORQUE MIS DEDOS SON DE LA TALLA
DE TU PIEL

Plagio para Helga

Porque mis dedos son como alfileres
y tus caderas son de alta costura
voy a inventarme alguna arquitectura
para albergar tu frío y tus quereres.
Porque mis labios son como tú quieres
y tu pasión es álgebra madura,
no habrá rincón, ni piel, ni comisura
donde el amor no lleve sus placeres.
Porque tus ojos son como una mecha
y tu palabra es novia de mi almohada
voy a dictarte un nombre y una fecha
para quererte líquida y mojada.
Porque tu cuerpo es tierra y es cosecha
voy a invadir tu inútil madrugada.

M, DE MAMÁ

Mi mamá se fue a la mar
en un barco de vapor;
con tinta de calamar
me escribe cartas de amor.

Mi mamá se fue al amor
en un barco calamar
y con tinta de vapor
me escribe cartas de mar.

Mi mamá se fue al vapor
en un barco de la mar;
con la tinta del amor
me escribe en un calamar.

D, DE DOMINGO

Del presi la mujer dente
camina campa hacia el nario.
con su perma nueva nente
un día aniver de sario
Con torpe tacones mente
y cantando abecé el dario
camina dili muy gente
en vecin medio del dario.
Al barren pasar un dero
a la presu mujer mida
le peri silba en un quete,
y con alta gesto un nero
por alu y dándose dida
se colo retoca el rete.

H, DE HELADO

Caminaba el Conde Helado
por la terraza del bar
envuelto en capa de plata
por no se descongelar.
Iba el conde de etiqueta,
la apariencia ha de guardar,
en esto una melodía
de pronto se oye sonar.
El Conde quedase helado
de esa voz al escuchar,
¿quién será la que así canta
con voz de frío polar?
Y derretido en amores,
cuando adentro quiso entrar,
con una tarta Comtessa
el Conde fue a tropezar.
Pronto los fue a separar,
el Conde sirvió de postre
a una niña del lugar
y la tarta de Comtessa
al punto fue a completar
el menú de una familia
de muy noble paladar.
La niña el helado esconde
para bien lo rebañar.
De la Comtessa en el plato
ni el rastro se pudo hallar.
Dicen que han visto de noche
a la niña del lugar
con el hijo de los nobles
tiritando frente al mar.

Un camarero envidioso.

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MI POETA INVITADA: Ophir Alviárez

PRONÚNCIAME

Pronúnciame. Siente mi eco.
Ficciones que aparecen en el vaho de un temor.
Sumérgete en lo extraño de mis líneas:
quiero hacer poemas los besos que no doy.
aviva lo estéril de mi entraña,
presagia tu propóleo en las celdas de mi voz,
y zúrceme los bordes con perpuntes;
anuda mil y un zángano a las faldas de la flor.
En las cuencas de la fragua yace el barro,
son mis dedos albañiles, instrumento y perdición.

Y puéblame, merma afonías,
quiero hacer poemas las caricias que no doy.
Desvestir de ausencia hasta monólogos
y diluirme en lo alcalino de los tropos aliñados de alta fiebre y vaporón.

Pronúnciame. Siente mi eco.

Pretendo hacer poemas los orgasmos que no doy.

Durante un recital poético.

NOCTURNA MENGUA

Ecos venenosos mutilan mi noche.
Perversas sonrisas en ionesca irreverencia
linchan mis ganas.
Es ácido el aliento, arden los ojos –
—lagrimas calcáreas apagan murmullos
pesa la muerte que no llega y se implora.

Cual caricatura de mujer deseada
me rehogo en mil y un miedos y en sapiente ambigüedad. Merma el resabio de una vida y sus consortes:
rayuela de dos que esculpe un tres.
Pesa el exilio con su escândalo
—trasegado, mortecino—
daga feudal que pesa y pesa.

Augurios y ecos revelan las sombras
se zurcen las ansias, trascienden.

(Y mengua el rescoldo de una era y sus melindres…)

LÍQUIDO PROPICIO

Noche despierta:
bestia insaciable de secretos.
Moraleja sin destino. Laberinto ruin
de ponzoñas y de fiascos.

Líquido propicio, caldo de cultivo.
Detengo mi corazón para escuchar,
sólo el eco de la sangre regurgita.

Mitosis segura, reduzco la calidad
de mi materia. Me desdoblo,
me divido.

Queda conmigo la que soy,
sigue contigo la que anhelo.

Tiembla mi voz.

Tú:
líquido propicio, caldo de cultivo…

Ediciones Kalathos

PUES VETE A HACER GÁRGARAS [Mi poema]
Carlos Salem [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Te vayas a hacer gárgaras, me dijo
un tipo que conmigo dialogaba,
al ver sus argumentos refutaba
obviando pues que Dios no le bendijo.

Ocurre cuando dos no se comprenden
y alguno no se aviene a las razones,
no pueden darse más explicaciones,
las buenas relaciones se suspenden.

Verás, le dije yo, la perra gorda
si quieres para ti, te la regalo,
mas sepas tu argumento que es muy malo
tan malo que lo tiro por la borda.

Me jode este debate de besugos
llevándome tú siempre la contraria,
admite tu actitud simple es precaria,
más propia de indigentes y tarugos.

Olvida ya por fin tus sentimientos
y pon en su lugar a las razones.
No admites ni una mis explicaciones.
Regresa cuando tengas argumentos.
©donaciano bueno.

Hay veces que no sirve de nada #discutir? Share on X

Para ti la perra gorda, vete a hacer gárgaras, vete a hacer puñetas… son unas de tantas expresiones que se utilizan/utilizaban para cortar una conversación por falta de consenso. Se aplica también la sentencia: esto es un diálogo de sordos

MI POETA SUGERIDO:  Carlos Salem

TE HE PEDIDO AMABLEMENTE QUE TE MUERAS

Te he pedido amablemente
que te mueras
te lo he pedido de buenas maneras
pero nunca me haces caso
me acechas
al amparo de las espesas resacas
a salvo del miedo
del amor
de las erecciones matinales
y de la acidez del alma que no se calma con pastillas.

Te he pedido amablemente
que te mueras
con palabras
con hechos
alguna vez a hostias.
Pero nunca te mueres y me sigues
como un puto perro que no conoce la diferencia
entre fidelidad y lealtad.
cono un maldito perro
cojo e inclinado.

No me dejas en paz ni por las noches
y hasta sospecho que te burlas de mis pasos errados
que te tiras a todas mis ex novias
que pateas cachorritos por las calles
o haces gestos obscenos cuando pasa una muchacha
viva
por la acera.

Y eso que llevo años pidiéndote
amablemente
que te mueras.

Pero tu vocación de triste fotocopia
imitación correcta de un tipo incorrecto
tu deforme cabeza
te impiden hacerme ese favor
con todo lo que dices que me quieres.

Te he pedido amablemente
que te mueras
que te disuelvas
que dejes de perseguirme con tu empeño de censor
juez
o policía
con tu espumosa estela de reproches.

Pero como llevo años pidiéndote amablemente
que te mueras
y no obedeces
he pensado en la forma de joderte.

Un día de estos
no diré cual
ni diré cuándo
para que conozcas el terror de las vigilias
pero un día de estos voy a morirme.

Y estoy pensando en cambiar mis últimos deseos
pedir que no me quemen y me tiren al váter
como llevo años pregonando.

Tal vez
después de tantos años
pidiéndote amablemente
que te mueras
un día cualquiera
me muero yo
hago que me planten
a dos metros bajo tierra
y a ver a quién persigues entonces
jodida sombra.

Tus miedos

Toco tus miedos
los acaricio apenas
no les doy de comer
ni los mato de sed.
Tus miedos son bienvenidos
porque vienen contigo.

Beso tus miedos
los devoro entre tus piernas
les escribo un poema
para que no se duerman
y los veo jugar
a olvidarse de asustar.

Trae contigo tus miedos
no los dejes afuera
que compartan el vino y el deseo
que me vean cuidarte dormida
o cantarte al oído
el bolero dichoso
de un amor prohibido.

No te asustes
amor
pero también
me he enamorado de tus miedos.

A mano amada

(Ya escrito el poema, alguien me señaló que estaba
plagiando un título de Ángel González, nada menos.
Pero si el maestro la viera, me perdonaría, estoy seguro.)

Cuando dejas de creer en ti,
algo se apaga en el país de los espejos
que muestran tu verdad.
El resto de los cristales mienten por envidia,
y solo existen si los miras.
No vas comerte el mundo,
quizás,
pero el mundo está esperando tus mordiscos.
Yo también,
por motivos similares y diferentes.
Si ya eres todo lo que eres,
sin saberlo,
cuando sepas,
sólo te frenarán tus propios frenos,
y nada te hará caer, salvo tus zancadillas.
Y allí estaré, con el brazo tendido,
aunque tu tacto queme,
para levantarte de un suelo
que no merece tu caída,
compañera de tanto,
cómplice de este atraco a mano amada
que es la vida
si se vive de verdad,
sin creer en los espejos,
que son siempre
la frontera
de los otros.

«Y senos pasa». (Un poema)

Cada vez que estoy a punto de preguntar por tus penas,
tu risa llega, para vestirnos de espuma de cerveza.
Y ya no hay modo de ejercitar el dramatismo.
No es cuestión de dejarte desnuda -y sin testigos-
en mitad del paso de cebra de un noche madrileña.
o interrumpir el vuelo de colibrí de mi lengua entre tus piernas
para indagar sobre un dolor que en ese instante
no sabe
no contesta.
Y descuidando mi faena de amante canalla
que después te consuela
contigo la nostalgia se convierte en orgasmo
y el sudor se condensa en alguna sabrosa sustancia
que habría que envasar para venderla
a los enfermos del mal de amores
que pasan las noches lamiendo teletiendas.
Es decir que fracaso
cada vez
en mi proyecto
de ser tan tierno como algunas creen.
Porque tus penas se escabullen
como peces del color de las arenas
de aquella playa de Puerto Pirámides
en la que estuve a punto de quedarme
para nunca.
Y nadan inasibles por la catarata de tu espalda,
saltan como Tarzán en las películas
hacia el abismo gemelo de tus culos,
y entonces,
amor de esta noche y las que vengan,
solo queda espacio para todos mis arroyos
inundados de troncos que te nadan
y te llenan
y no hay lugar para tristezas.
Pero si alguna vez
sientes la necesidad de compartir heridas
y llorar a carcajadas
y tenerle miedo a vida que nos mata,
si nos toca llorar de a dos
para justificar tanta alegría inadecuada,
lo haremos sin pudor, pequeña,
hasta la inundar el colchón de sal inesperada.
Lloraremos hasta quedar secos
de las lagrimas que sobran,
hasta empaparnos del recuerdo
de las lagrimas que vengan,
Y no temas que nos quedemos tristes.
Porque después,ya sabes,
como dice el viejo chiste,
follamos
y se nos pasa.

NOSOTROS, NO

Nos enseñaron a sentir en dirección obligatoria
y nos llenaron la vida de semáforos.

Nos dijeron lo que se debe y lo que no
y que siempre quedaríamos debiendo.

Nos firmaron cheques en blanco
con tinta blanca
y esperaron a que les diéramos las gracias.

Nos rogaron que gritáramos sin ruido
amáramos sin furia
muriéramos sin asco
viviéramos sin ganas.

Nos olvidaron.

Nos prometieron el cielo en la tierra
y un paraíso con vídeo-vigilancia.

Nos invirtieron la esperanza a plazo fijo
y cambiamos los deseos por bonos del estado.

Nos vendieron motos
democracias
y consolas
y canciones del verano en pleno otoño.

Nos tiraron del pelo.
Nos cortaron el pelo.
Nos tomaron el pelo.
Y nos salvamos
a veces
por los pelos.

Nos olvidaron.

Nos juzgaron por pensar sin lubricante
Nos condenaron a sentir en látex
Nos metieron en jaulas decoradas
con los rostros de nuestros ídolos muertos.

Y cuando se quedaron sin presupuesto
para pagar las facturas de la cárcel
nos soltaron.

Y nos olvidaron.

Pero nosotros
a ellos
no.

Me temo
que no tendrán tiempo
de arrepentirse.

Gaia

Te veo dormir
en mi/nuestra cama
(se es propietario de aquello que se riega
y nosotros la regamos puntualmente).

En pleno día duermes
como si fueras de noche.

Las piernas abiertas
como una niña cansada de jugar
que al despertar querrá seguir jugando.

Duermes en paz.
A salvo.

Sabes que estoy aquí
pobre muralla de manos y deseos
pobre
pero inexpugnable
para que tu sueño sea seguro
y los monstruos de la supuesta realidad
no se atrevan con nosotros.

Duermes como la primera madre y la ultima hija
con la femenina placidez de los océanos
con tacto de nube y todos los fuegos
dispuestos a encenderse.

Duermes como la vida
cuando la vida está satisfecha.

Duermes aquí
con el peso excesivo de mi pierna como manta.

Oigo tus ríos
tus cataratas de besos
tus risas como tornados
tus vendavales.

Tengo en la boca
la sal que solo florece en tus orillas.

Duermes y rotas sobre tu propio eje
que a veces soy yo
y a veces es la esférica voluntad de tus caderas.

Cuando te veo dormir en paz
en nuestra cama
sospecho
que más que amar a una mujer
amo a un planeta.

No es

NO ES/

No son los gritos que afinan el diapasón de mis oídos cuando gozas,
ni la elasticidad salvaje con que escalas los peldaños de mis ganas.

No es tu aletear por dentro cuando se lanzan al vuelo tus manadas,
ni la gloria de escribirte los poemas que te tocarán cuando te tocas.

No es tu abrazo de koala, que me libera como nunca si me atrapas,
ni el color imposible de tus ojos al correrte con furia de cascada.

No es la espalda en la que tallo con mordiscos mis mejores palabras,
ni siquiera el placer inédito, casi culpable, que me regalan tus mamadas.

No es tu coño, al que dedicarle con la lengua mil sonetos y eso intento,
ni esa forma de abrir las piernas como si llevaran – y me llevan- al cielo.

Es que te duele la tripa y quisiera ser cirujano, curandero y enfermero,
Y hasta deja de importarme la crisis mundial si te lastimas un dedo.

No es sólo que cada vez que entre en ti me sienta nuevo de nuevo,
ni que tenerte boca abajo sea cabalgar sobre un cometa en celo.

Es algo mucho peor,
para lo que no existen pócimas ni placebos,

Lo siento por ti,
querida mía:
pero mucho me temo
que te quiero.

Como la tierra

Tiene los ojos del color de esa camiseta
que te pondrías cada día
y cada día sería un día de fiesta.

Contiene en ellos la mejor de las tormentas,
bandadas de escorpiones de caramelos
y un sinfin de pecaminosas transparencias.

Te mira desde abajo
como si fueras el último helado del desierto
y te preguntas:
«¿Qué hago, vigilándole los párpados,
en lugar de edificarle un palacio de sudores,
una biblioteca de besos alfabéticos,
un orgasmo de pétalos ardientes,
una estación de tren sin desencuentros?»

Y lo haces.
La violamas.
La acaritrozas.
La embistomas.
La mimollas.

Y ella canta, como la tierra cuando el rayo la perfora.

Años después, cuando cesa de terremotear
maremotos coño adentro,
te mira con esos ojos del color de la más bella camiseta
y quieres meter los brazos,
la cabeza
todo el cuerpo.

Y lo haces.
Te quedas a vivir ahí,
y te alimenta de escorpiones de caramelo,
al abrigo de la mejor de las tormentas,
inquilino vitalicio y sin contrato
de todas sus transparencias.

Si eso no es ser feliz, es que ser feliz aun no se ha inventado.

Pero en eso estamos

(Para T.)

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MI POETA INVITADO: Rolando Gabrielli

De edades desconocidas

De edades desconocidas
yo recuerdo ese ritmo
en la frágil aurora,
cuando el cuerpo iba y venía.
La bella fue piel y viento,
de edades desconocidas.

La belleza perdió la cabeza

La belleza
perdió la cabeza,
dejó el viento extranjero,
la nieve,
un puñado de sombras
y se fue al mar.

Devota retórica

Permítame señora
esta devota retórica
beatitud de mi palabra
consagración definitiva del verbo
en su grácil figura
mi confianza absoluta
pongo su inocencia y la mía
sobre una cama
más liviana que las plumas
blanca inmaculada nívea
los cuerpos escriben
pintan vocales sobre sílabas
palabras en llamas,
mi lengua es Babel.

Mujer

Mujer,
el tiempo sigue
siendo redondo
como un naipe francés,
la otra punta del sable.

Tu devoto

A pie de página
sigo orando,
en tu altar
no se me prohíbe
nada,
limpia oscuridad,
comulgo y me confieso
devoto de tu pozo oscuro.

Musa in nube arcaica

Una musa siempre flota
con el cuerpo del delito,
nube arcaica, idioma de cera
arde vela arde,
no te abandones
llama del deseo.
Ahora poesía ahora,
que la llama ignora
el reflejo dorado,
la pulpa desconocida
de la palabra.

El poema

El poema
no es un poema
Todo signo
se explica a sí mismo
Un ruido es el mar
el eco que lo reconstruye
El poema no es fuego
y arde en la luz
que lo refleja
El poema es y no es
una metáfora
la vuelta en sí mismo
una imagen
de lo que nunca fue ni será.

La bitacora de Rolando Gabrielli

AGUA QUE NO HAS DE BEBER [Mi poema]
Francisco Acuña de Figueroa [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Agua que discurre, que brinca y que besa,
que pasa de largo y de pronto se olvida,
que gime y sonríe y se va presumida
diciéndote adiós pues nunca regresa.

Esa que te anima alcanzar su calesa
y cuando lo haces azuza su brida,
que es muy juguetona, no comprometida,
esa, jovencito, jamás te interesa.

Que juega contigo y simula estar presa,
que te hace una finta, después un regate,
esa que es tu dueña, tanto te embelesa,
mas nunca decide darte jaque mate.

Agua de esa fuente que no has de beber
mejor que consigas lanzar al olvido,
nunca te preguntes por qué ella se ha ido.
Pues no te conviene, déjala correr.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Francisco Acuña de Figueroa

Madureces

«Ansioso un higo comía
-cuenta a Gil el viejo Arbelo-
y, ¡tris!, saltó un diente al suelo
de sólo tres que tenía.»

«Es bien raro el accidente
estando maduro el higo.»
Y aquel contestóle: «Amigo,
más maduro estaba el diente.»

He aquí nuestra vida

He aquí nuestra vida: ¡de arena un reló!
En polvo sus horas se ven deslizar,
Leves ondas que el río conmueve
Y una a una desata en el mar,
Que entre dos eternidades,
Del pasado al porvenir,
Punto imperceptible
Marca su existir:
Tal del joven
Que brillo
La vida
Voló;
Si,
Cayó,
¡Oh Pena
Como arena,
Cual río pasó
Hijos y consorte
Dejas, caro amigo, si,
En una patria adoptiva
Que ora gime en pos de ti.
Mil honores debidos viviendo
En este recuerdo amor te dejó,
Ora que no vives, te deja un genido;
He aquí nuestra vida: ¡de arena un reló!

A una flaquísima tuerta

Aquí yace Estefanía,
flaca y aguda mujer,
que bien pudo aguja ser,
pues sólo un ojo tenía.

Momia, esqueleto de alambre,
en torno a sus huesos vanos
yacen también los gusanos,
pues se murieron de hambre.

Adivinanza (Figueroa)

(Esta poesía es en realidad una adivinanza para resolver; la solución al final de la página)

Tomarás primeramente
la cabeza de un marqués,
después la de un duque, y luego
la de tres condes también.
Añadirás la cabeza
o la cola de un lebrel,
y en aritméticas cifras
pondrás en línea a las seis.
Si la metáfora adviertes,
podrás entonces leer
la data en que yo escribí
el enigma que aquí ves.
Solución: MDCCCL

Autorretrato

Era algo trigueño,
de rostro festivo,
de talle mediano,
ni grande ni chico.
De nariz y boca
un poco provisto
y el lacio cabello
algo enrarecido.

Eran apacibles
sus ojos y vivos,
a veces locuaces,
y a veces dormidos.
Su rostro era feo,
mas no desabrido,
sino que inspiraba
confianza y cariño.

Tuvo algunas veces
defectos y vicios,
mas su alma era noble,
su pecho sencillo.
Un lunar tenía
con vello crecido,
fijado en el medio
del diestro carrillo.

Su acento era suave
y asaz expresivo,
mas una dolencia
lo puso ronquillo.
Usaba antiparras,
tomaba polvillo 30
y era con las damas
atento y rendido.

No era su carácter
adusto ni esquivo,
y así era de todos
amado y bienquisto.
Contaba mil cuentos
con sus ribetillos,
dejando lo exacto
por lo divertido.

Formaba renglones
largos y chiquitos
que se le antojaban
versos peregrinos.
No invocaba a Apolo
por ser Masculino
y sólo a las Musas
pedía su auxilio.

El hombre de importancia

Letrilla satírica

No historia, ni poesía,
ni ciencia estudies, Fabio;
quien más charla ese es más sabio,
lo demás es bobería:
en Pomposa algarabía
hable con gran petulancia;
y ya es hombre de importancia.

Órgano de la opinión
llame a cualquier periodista
con mucho de socialista,
luces, progreso y fusión;
carta, y no constitución,
dirá al estilo de Francia;
y ya es hombre de importancia.

No se deje en el tintero
a la clase proletaria,
con lo de accióntrinitaria,
receta y mes financiero;
apanaje y flibustero,
den a su asunto sustancia;
y ya es hombre de importancia.

Retrógrado ha de decir,
statu quo, y feudalismo;
que el siglo marcha al cinismo,
y que es nuestro el porvenir;
sueño de oro ha de embutir,
y talismán y elegancia;
y ya es hombre de importancia.

Fracasar, cotización,
casación y aprendizaje,
masacre, ojivo y carruaje,
adornen su locución;
y en larga lucubración
dé a luz una extravagancia;
y ya es hombre de importancia.

Con aire de quien desprecia,
al drama más bello embista:
hable del protagonista,
prótasis y peripecia,
extasiando a Roma y Grecia
con sarcasmo y con jactancia;
y ya es hombre de importancia.

Elimine con baldón
a Cervantes y Mariana,
descargando su macana
desde Lope hasta Bretón;
¡Anatema! ¡maldición!,
lance en esa turba rancia;
y ya es hombre de importancia.

No hay que una vida, dirá
con galicismo expresivo,
y el mundo definitivo
su diorama aplaudirá;
y de un parque elogiará
la escultural elegancia;
y ya es hombre de importancia.

Mutuasolidaridad,
e impulso emancipatriz
son voces que harán feliz
a una notabilidad;
y en misteriosa ansiedad
haga votos por la infancia;
y ya es hombre de importancia.

Con satánica sonrisa
jure a su virgen amor
con un volcánico ardor
que cruce cual blanda brisa,
y de hinojos ante Elisa
acredite su constancia;
y ya es hombre de importancia.

La toaleta y el buró,
lo de prosaica figura,
y el llamar pastor a un cura,
son de un hombre comm’i1 fó:
dará quitanzas, mas no
recibos, que es cosa rancia;
y ya es hombre de importancia.

Instaure uncomicio y dé
garantías a las masas,
con facultades escasas
al que en la poltrona esté;
y haga profesión de fe
con moderna altisonancia;
y ya es hombre de importancia.

Hable en tono campanudo
al emitir su moción,
comohombre de corazón,
y no estacionario rudo;
y, en fin, sabio y concienzudo
charle con gran arrogancia; 90
y ya es hombre de importancia.

La madre africana

(Oda)

Tairai-je ces enfants de la rive africaine
Qui cultivent pour nous la terre américaine?
Différents de couleurs, ils ont les memes droits,
Vous memes, contre vous, les armez de vos lois!

(Delille, Poema La Desgracia y la Piedad, canto 1º).

¿Y así, cruel pirata, así te alejas,
robándome tirano
los hijos y el esposo? ¿Así, inhumano,
en desamparo y en dolor me dejas?
¡Ay! ¡vuelve, vuelve! En mi infeliz cabaña,
donde te di acogida,
¡ve cual me dejas como débil caña
del huracán violento combatida!

Vuelve, entrañas de fiera,
que por mi mal viniste;
llévame a mí también, y al menos muera
con mis prendas amadas… Mas, ¡ay triste!
ya no espero ablandar tu pecho duro
con lamentos prolijos:
¡tú no sientes amor ni tienes hijos!

¿Y es posible que el sol resplandeciente
que ostenta esa bandera
llegue a estas playas por la vez primera
a autorizar un crimen tan patente?
¡Oh, globo celestial, que esplendoroso
dominas en las cumbres
oscurece tu luz, y al monstruo odioso
sólo sangriento y con horror alumbres!

Mas ¡ay! ¡qué nueva pena
descubren ya mis ojos!
He allí el arco y las flechas, que en la arena
del asalto traidor fueron despojos.
¡Infeliz compañero, tu ignorabas
que esos blancos altivos
proclaman libertad, y hacen cautivos!
De esta suerte la mísera africana

se queja inútilmente,
mientras su nave apresta, indiferente,
el traficante vil de carne humana.
Y truena el bronce y su clamor repite,
que el clamar la consuela;
mas el Águila, en hombros de Anfitrite
suelta las alas, y al estruendo vuela.

Al punto, encadenados,
los cautivos se miran,
y al fondo del bajel desesperados
los lanzan sin piedad, y, ellos suspiran;
mientras que la infeliz desde la peña
se arroja y da un lamento,
que en pos de la alta popa lleva el viento.

Super flumina babilonis

(Salmo)

(Traducción literal)

Sentados a la margen
de babilonio río,
allí, Sión, tu nombre
recordamos llorosos y cautivos.

Y las sonoras arpas,
y címbalos festivos,
tristes ya y destemplados,
de los frondosos sauces suspendimos.

Los que en vil servidumbre
nos llevaban ¡oh, indignos!
por escarnio intentaron
oír nuestras canciones allí mismo.

Ellos que nos trajeron
con ignominia uncidos,
«Entonad», nos decían,
«de Sión los cantares y los himnos».

¡Cantar! ¿Cómo es posible?
¿Cómo infamar, impíos,
el Señor los cantares
en tierra ajena, y en ajenos grillos

No, Sión; y primero
que así te dé al olvido,
y en tu ignominia cante,
me olvide de mi diestra, y de mí mismo.

Yerta mi lengua, y fija
al paladar indigno;
si de ti me olvidare
pásmese inmóvil con letal deliquio.

Sí no te antepusiere,
o si indolente y tibio,
Jerusalén no fuese
de mi alegría el móvil y principio.

Tu ira, Señor, se acuerde
de esos infandos hijos
de Edón, cuando disfrute
Jerusalén su día apetecido.

Ellos son los que dicen,
sedientos de exterminio:
«¡Hasta los fundamentos
asolad, asolad sus edificios!».

¡Oh, hija desventurada
del pueblo aborrecido!
¡Feliz quien te dé el pago
del tratamiento vil que te debimos!

¡Oh, bienaventurado
el que a tus parvulillos
logre alzar con sus manos,
y en la piedra estrellarlos vengativo!

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LA FUENTE Luis Rosales

Ya conozco este son: cuenta la historia
de las cosas que tienen
el alma repartida, el alma rota,
silábica de amor entre la inerme
vida de la creación: es como un bosque
de luces encendidas y en la nieve
que tan sólo alumbraran al reunirse:
como un aroma junto donde duermen
flores del sol antiguo que al mirarse
reviven, con olor, y luego vuelven
a ser en la memoria igual que un eco
de nombres diferentes,
de nombres que agonizan y que aún arden
al pronunciarse juntos, y distienden
el alma hasta que vibra
con este son, con este son, ¡con este
son, en que el ser hombre
va juntando su luz como una fuente!

SIMPLE CURIOSIDAD! [Mi poema]
Jorge Posada [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

De nuevo abrí los ojos tras los años,
-hacía más de cien que andaba muerto-,
curioso por saber vuelvo hoy despierto
a verme allí metido en los rebaños
en medio de un desierto.

Volver a ver el mundo es el motivo
tratando comparar con lo que veo,
que en ello perspicaz yo me recreo
el tiempo de prestado que estoy vivo
y salgo de paseo.

Parece que éste sigue inamovible,
si acaso que hoy existan más fronteras,
el hombre despistado y a por peras,
frecuente va mostrando es corrompible,
o va por peteneras.

Si alguna diferencia aquí he notado
quizás lo que me asombra es que caminan,
cada uno cada cual, a cada lado,
tocando un instrumento ya oxidado
y siempre desafinan.
©donaciano bueno.

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MI POETA SUGERIDO:  Jorge Posada

en la mesa

deshebro
a un animal

rompo sus cartílagos
lo escarbo

tiene el tamaño
del tiempo
que no vi a mis hijos

hijos conservan

un par de juguetes
y libros de mi infancia

el miércoles
mi hija estaba enferma
miraba uno de esos libros
¿dónde está wally?

a su edad
yo busqué al mismo personaje

en la ilustración final
wally llega al país de los wallyes
wally en medio de cientos de wallyes

cada uno perdió sus lentes
zapatos
pantalones
cada uno con acento distinto
con gestos y manías únicas
pero cada uno es wally

después tziranda termina la tarea
e ireneo llega de su entrenamiento
de ciclismo
votamos y vemos constantine

en unos años mis hijos se darán cuenta
igual que wally
que han perdido casi todo
los lentes los zapatos a sus padres
que hay miles de tzirandas e ireneos
buscando objetos
en un cuarto que nadie visita.

tocan la puerta

mi hijo se acerca
pregunta quién es

la voz de un niño
que vende zapatos

mi hijo
responde que ahora no

así es ser padre
estar parado detrás de una puerta
decir algunas palabras
que no se entienden
y oír la misma respuesta
ahora no
regrese mañana

regresar

al departamento
cerrar las persianas
las llaves de gas
ir al cuarto
decir
buena noche
papás
buena noche
hijos
salir

esperar
a que resuciten.

***
en este país lo honrado
es pasar horas en la biblioteca
visitar los fines de semana a tu hijo
coger una o dos veces
ir al jardín botánico
acostarte a las 3 am

actividades
que bajo ningún criterio
puedes incluir en el currículum.
***
los cines fueron los primeros negocios en cerrar

las marquesinas eran imágenes
de un paraíso que no conocimos.
***
provengo de una familia
que no posee nada
cuyo legado
serán las peleas
que sostuvimos
los sábados por la tarde
las puertas
que se disuelven
durante el verano

provengo de una familia
que jamás logró sostenerme
que evita llegue a su casa
durante ciertos lunes
de agosto
donde mi madre
odiaba
los muros de mi cuarto
con fotografías
de actrices porno

provengo de una familia
que esconde
la comida entre los frascos
que me arrebató
la posibilidad
de construir una casa
porque me infundió
el temor de que un hogar es una escopeta
a punto de dispararse.
***
los muertos en el puente: folclor

erratas en el libro de historia
el hombre y su cifra de dientes

una anciana recolecta plástico
10 kilos por un dólar

los soldados detienen a una familia de migrantes
ejecutan a los niños
devaluación: tú médula
de 19 horas de jornada

el salario no da para una comida de tres tiempos
para una vivienda de dos personas

llueven cabezas en méxico
el sistema meteorológico ignora
si la causa es la depresión tropical
o el cambio climático.
***
museo nacional de historia

un solo muro
con familias degolladas
***
la ciudad se llena de perros y militares

los perros me gustan
cuando andan juntos
y se muerden
y se tiran

de los militares no me gusta nada
los he visto subir a esos camiones
donde arropan las armas
como si fueran sus hijos muertos.

airbag

generación que se piensa en una serie televisiva
adultos de los pezones para abajo
pudriéndose en sus diálogos
cuando seamos grandes
cuando renunciemos a la oficina

paranoid android

convertirse en publicidad
¿por qué salir de casa si se regresa?
a los treinta nada mejor que el líquido amniótico del comedor
epifanía encontrar a tu mejor amigo succionando tus condones
expertos en metáforas deportivas
en la frontera buscan una pantalla
para no perderse un capítulo
más angustiados que un diabético
a los treinta su memoria solo recupera diálogos de caricaturas
eruditos en familias norteamericanas
sepultados por las columnas de sus hogares
aceptan compartir a su pareja y a su hija
para no pagar alquiler
para ahorrar 25% de salario
y no contrariar al hombre
que se dedica a coleccionar testículos

subterranean homesick alien

en un círculo naranja aquellos hogares donde los padres sean extraterrestres
en un círculo verde aquellos hogares a favor del aborto inducido en los mandriles
100 horas sin suministro eléctrico
¿cuánto tardaríamos en regresar a las ruinas?
¿cuánto para dejar nuestro paraíso tecnológico?
más importante ¿cuántas personas sobrevivirían a una crisis moderna
no supermercados, no teléfonos?
hace unos días leí una propuesta de lápida
«no terminó ninguno de sus proyectos»
el aire un nudo de cuerpos incinerados
el país un cementerio vertical

exit music (for a film)

melodía para ahogarse en el lavabo
para permanecer en el garage durante semanas
compuesta para un explorador del mar muerto

let down

en 200 años
¿qué significará un andén con cinco mil personas esperando el metro?
¿un atasco de 70 minutos debido a un semáforo?
¿qué mis dientes?
¿mis encías?
un hombre aguarda a que sus padres enfermen para llenar con basura su cuarto
soy los quince minutos en los que consumo cristal

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De qué se ríe – Mario Benedetti

(Seré curioso)

En una exacta
foto del diario
señor ministro
del imposible

vi en pleno gozo
y en plena euforia
y en plena risa
su rostro simple

seré curioso
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe

de su ventana
se ve la playa
pero se ignoran
los cantegriles

tienen sus hijos
ojos de mando
pero otros tienen
mirada triste

aquí en la calle
suceden cosas
que ni siquiera
pueden decirse

los estudiantes
y los obreros
ponen los puntos
sobre las íes

por eso digo
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe

usté conoce
mejor que nadie
la ley amarga
de estos países

ustedes duros
con nuestra gente
por qué con otros
son tan serviles

cómo traicionan
el patrimonio
mientras el gringo
nos cobra el triple

cómo traicionan
usté y los otros
los adulones
y los seniles

por eso digo
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe

aquí en la calle
sus guardias matan
y los que mueren
son gente humilde

y los que quedan
llorando de rabia
seguro piensan
en el desquite

allá en la celda
sus hombres hacen
sufrir al hombre
y eso no sirve

después de todo
usté es el palo
mayor de un barco
que se va a pique

seré curioso
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe.

LA CALLE DE LAS INQUINAS [Mi poema]
Tilsa Otta [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

La calle donde andaban las inquinas
sigue angosta, fingida y peligrosa,
pulula el resquemor por las esquinas
clavándo al que se acerca sus espinas,
no olvida que es odiada y rencorosa.

Allí, cuando la calle se hace oscura
y empieza ya a morir el sol naciente
la sombra con el miedo se conjura
uniéndose al pasar con la basura
del barrio que es su fuente impenitente.

Que llena está de vicios y costuras
cual fuera un arrabal donde las heces
se mezclan en la iglesia con los curas
pidiéndole al Señor que a caraduras
reparta algún trocito de sus mieses.

Tan llena de tabernas y garitos
la calle del que le hablo está en mi mente,
que tiende a la maldad, es muy frecuente,
y a veces con sus bocas pega gritos
logrando que hasta el tímpano reviente.
©donaciano bueno.

El hombre a cuestas siempre con sus inquinas? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Tilsa Otta

Animal definitivo

Oculta tu guante perro lobo
El pueblo te alcanza y las noches son heavys
Susurra distancia en un viento al oído
Encarna sustancia de dios en colmillos
Sal
Deforma la cola del banco
Reeduca a la institutriz
Diseña el castillo lobo perro
No empines el codo
Cierra el hocico estirando la pata
Trasciende la búsqueda anal y salva el día
Concluye el desorden gitano
Compuesto de planos con bobos
Decora el castillo
Aspirando al eco

Perro
Perro
Perro
Tú eres Perro
Lobo Lobo
Nacionalízate Lobo
Recuerda tu origen y escupe la fruta
Escribe tu risa en la piel de la oveja
Roba, caza, aniquila
Copula con perras
Copula con lobas
Mata Mata
Ponte en cuatro
Este es tu himno perro lobo
De canto obligado en liceos salvajes
En tardes peludas que a tientas entrañas
Lobo, Perro
Diablo Pobre
Animal definitivo.

El nuevo cielo

Este poema es un cielo
para que puedan vivir aquí después de morir
con todo mi cariño
si son ateos y no saben a dónde ir
si son cristianos y los estafaron con su terreno
si viven al día y no hicieron ningún arreglo
regresen Aquí
Aquí conocerán a sus bisabuelos
celebrarán reencuentro con todos sus perros
además, encontrarán a los famosos que les gustan en su mejor momento en el plano físico
Aquí Marc Bolan es amigo de Mónica Santa María y cantan canciones infantiles
con la niña de El aro que es linda y dulce
porque encontró al fin el lugar idóneo para descansar en paz
A Carl Sagan le gusta pasar la tarde sentado
observando a Madame Blavatsky
Lord Byron trata de seducirlos siempre
Lxs desconocidxs como nosotrxs somos felices también
Hay puestos de snacks atendidos por niños
porque Aquí no es mal visto que trabajen
y no tienen que ir a la escuela
Los menores están contentos trabajando
incluso la niña del aro
como ya se mencionó
su nombre es Samara, vende cigarrillos y mezcal
La dama de Cao se sigue tatuando y tatúa también a otros
El soldado desconocido hace bailes exóticos a veces
se quita hasta la última prenda y es gratis de ver
El cielo es celeste por lo general
solo descansa un día a la semana
entonces lo cubre otro color
el que se ofrezca de forma voluntaria
Aquí nadie está obligado a nada
Este cielo que diseñé para ustedes con ayuda de los mejores urbanistas es risueño
también puse un dios por si las moscas
en un lugar discreto
para que jueguen a encontrarlo
en este simulacro de eternidad de sesenta y cuatro líneas abiertas para todxs sin distinción
Selena busca a dios en los detalles
Frankie Ruiz y Amy Winehouse en las drogas duras
Severo Sarduy, el verdadero Paul Mccartney, Eduardo Chirinos, la oveja Dolly, Baba Vanga
De pronto todos los muertos se han puesto a buscarlo y se ha producido un silencio que en el hemisferio terrenal es puro vaporwave
Están como locos revolviendo el diseño
como si hubiera un premio
Pero si ya estamos en el cielo
Y dale con eso!
No valoran mi trabajo me resiento
Al menos lo notan y me abrazan me dan besos
Ya todo está bien ya estoy bien ya estoy bien!
Vamos juntxs a enchular este buen cielo nuestro
vamos a agregar unos cuantos cíclopes por aquí y caballitos de mar
luces de navidad una gran piscina de agua de pepino con limón
tiendas de accesorios para nudistas
perros peludos que se desempeñan como nubes rápidas
barcos lejanos que avanzan en nuestra dirección
Y así podemos seguir por siempre
construyendo el paraíso con nuestros caprichos
con nuestros fetiches nuestros amores nuestros vicios
Qué suerte
Los esperamos entonces
No tarden mucho
Separen la página
Aquí estaremos.

Un poema largo

Odio la violencia
Así sea hermosa y moderna
Le temo a la ciencia
Cuando hace realidad mis peores sueños
Observo mi cuerpo mutante
Atractivo al instante
Perecible y perenne
Pero vuelvo al momento
En que me digo al espejo
Con el acento neutro
De ninguna parte
Que sólo el futuro
Perdura
Ahora
En estos tiempos
Cuando apago el despertador
Y lo oigo
Eso es todo lo que odio
También es poco a lo que temo
No podría ser un poema largo
Nada podría serlo.

Manifiesto de la suciedad al son de las ondas sonoras

millones de millones de exploradores vírgenes
descifraban cuentas regresivas sin albores
electricistas,
susurros que recorren tuberías de agua caliente
para lavar a mano
la ropa blanca:
tiende el entendimiento.

yo no sé bien cómo congregar al ganado
qué haría un perito en estos casos?
qué diría la zarza parlanchina?
cómo retener los haces de luz
sin cometer halicidio.
a los miedos no se les debe matar
porque reviven y
nos devoran el cerebro.
a los miedos hay que pastarlos
hasta que les entre la frigidez,
cuando sus sombras que te cuelgan de los actos
se entumecen
los conduces al rancho.
vas a ver qué bien te rinde.

Oráculo

he de fungir de morada de anochecer
para sintonizar el instante donde somos extraños,
sumergiéndome en lagunas de ojos caídos en gracia
para descubrir un tesoro en la orfandad
de los pensamientos.
y si el aire me falta.
despierto a las olas para recuperar
los manotazos de ahogado
que olvidamos en el fondo del mar

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MI POETA INVITADO: José Luis Díaz Granados

El rapto de mis sueños

¿Dónde estoy? Yo despierto
y no encuentro mis cosas.
¿He perdido las llaves
que me inducen al vuelo?
No me encuentro en mis libros
ni veo mi propio espejo
ni la dolida mesa
de los papeles ciegos,
ni las voces de siempre
ni mis zumos terrestres.
No me palpo a mí mismo,
pero tampoco he muerto.
No encuentro mis fantasmas
ni veo mi geografía.
Solo capturo ahora
avenidas inéditas
y una calle sin rumbo
por donde yo me pierdo
sin mis ángeles vivos.
Yo despierto y me duele
el rapto de mis sueños.

La fiesta perpetua

Mi historia está llena de silbidos y júbilos,
de voces, de incesantes preguntas,
de estaciones narradas
para un inventario de cicatrices.
Mi historia es una casa que envejece
con sus recintos intactos. Mi historia
es un cuerpo que habita entre estupores
y una boca que incendia las palabras
cuando bebe el amor. Mi historia debe ser
un banquete,
una fiesta perpetua
donde conviven el duende y el disturbio.
Valparaiso Ediciones

A UN TAL PABLO IGLESIAS [Mi poema]
Robin Myers [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Si tú gobernaras, Pablo,
a España repartirías,
y en cada pueblo pondrías
para tu ego un retablo.

Y a la historia pasarías
como un tonto inconsistente,
un labrador que inconsciente
sembró esperanzas baldías.

Que León se unió a Castilla,
de Castilla nació España
y ahora tú con tu guadaña
vas a hacer del leño astilla.

Y en este afán por crear
esta patria hay muchas vidas,
sueños e idas y venidas,
y lágrimas sin parar

para que vengas tú a dar
lecciones propias de un memo
creyéndote un dios supremo
y vuelta a desencajar.

Que el derecho a decidir,
ese bulo, esa falacia,
no traerá más que desgracia
a los que amamos vivir

en paz, amor y armonía,
vecinos libres e iguales,
desoyendo a  carcamales
que dicen la tierra es mía.

Que de izquierdas es lograr
un idioma, una bandera,
y aunque sea una quimera
ser marino en alta mar.
©donaciano bueno

Es compatible ser de izquierdas y al tiempo aceptar los privilegios de unos sobre otros? Share on X

Ser de izquierdas es trabajar por un mundo mejor en el que todos los habitantes de este planeta sean libres e iguales sin distinción de raza, nacionalidad o credo. El supuesto «derecho a decidir» no es ni más ni menos que la necesidad que tienen algunas gentes de establecer barreras, diferenciarse de los otros, vamos la vuelta al origen, a las tribus.


MI POETA SUGERIDO:  Robin Myers

Otro intento por decir algo más sobre Jerusalén

Los vecinos lo enterraron de noche.
Los soldados miraban
desde la calle ahí abajo.
Los soldados sostenían las linternas.
Era hijo suyo.
Vos y yo, que nunca los tuvimos,
atravesamos los haces de luz
camino a casa.

Puesto de control en Belén

Yo no soy como vos: para una voz
yo sólo tengo un cuerpo
Louise Glück

Ese soldado se hace el muerto. Miles
de hombres se apiñan en los molinetes.
¿Quién se piensa que es?
¿Morirse ahí, en su puesto,
en hora pico,
a la vista de todos?
Él cree que está muerto.
Los hombres, indignados,
se aferran as las barras
esperando su turno.
El soldado murió
con brazos extendidos
a lo largo de la mesa,
un gesto repentino congelado
en la testarudez
del rigor mortis.
Los hombres se apoderan de su lengua
y gritan
y lo insultan en la de ellos.
Él carece de lengua,
no tiene ojos.
Tiene una calavera que se pudre
adentro de su gorra.
Los hombres despotrican e intentan persuadir
y se cansan y escupen y patean los barrotes
como costillas.
La fila se despliega hasta adentrarse
en las entrañas de la tierra.
El sol se eleva.
Más encumbrado, hasta en la muerte,
que el propio sol, sabe el soldado
que la muerte no alcanza,
que también va a pasar,
que exige un tipo de consentimiento
más absoluto
de lo que su rango
podría pretender.
Y sin embargo, mientras está aquí
se siente bendecido,
no sirve para nada,
no es hombre ni palabra,
un fantasma y un huérfano,
irresponsable,
despojado;
si no absuelto,
al menos eximido.
Hasta que:

¡Hijo de puta!

De repente, un milagro.
Una infracción,
una respiración,
entendimiento:
el soldado oye,
el soldado se mueve,
el soldado levanta la cabeza.
Y levanta la mano.
Y una vez más
junta los cinco dedos
de una forma
que sus huesos recuerdan, apretados
según las órdenes reflejas
de su hogar terrenal,
un gesto que, de todos modos,
articula la jerga
preciosa de su paraíso.

¡Esperen!

Y se muere otra vez.

La metafísica de Pedro el heladero

Según lo veo yo, el cielo es otro mundo, nada más,
y yo no soy de ahí.
Vi un programa en la tele acerca de los peces de las profundidades,
que viven tan profundo que casi no son peces, sino apenas
pinchos y lamparitas que relumbran en un lugar extraño.
Nosotros no podemos bajar tanto, excepto en una máquina.
De intentar respirar, nos ahogaría el agua,
y nos aplastaría la oscuridad. Mientras que aquellos peces
se la pasan nadando por ahí, con sus luces intermitentes y sus dientecitos,
comiendo lo que sea que ellos comen,
todas nuestras palabras y los planes que hacemos no nos sirven de nada;
y todas esas sombras y las cosas que brillan,
junto con la comida invisible de los peces,
tienen bastante más sentido que nosotros.
¿Por qué sería diferente el cielo?
Otro país por el que para entrar tenemos que morir,
y donde ya no importan la tierra ni la sangre ni los huesos,
y hay que aprender a parecerse al aire
después de caminar por tantos años.
Cuando a la noche prendo una vela al costado de mi cama,
eso es lo más que llego a parecerme
a los peces de las profundidades.
Se me voló el sombrero un día de viento;
quizá eso se parezca un poquito a volar
o a tener un espíritu o a ser uno. Jamás volví a encontrarlo.
Quizá llegue a algún lado antes que yo,
quizá me quede donde estoy sin él.

Union Square Station

Después de tanto ardor– tanto tratar
de encontrar las palabras y de tocar la carne,
la tibieza de ambas, o tan sólo
una manera de lidiar con sus efectos–,
después de tanto espacio que nos queda
cuando lo buscamos, sin importar si lo encontramos
o no, pienso, parada en la estación desierta
de subte, mientras un chelista solitario
munido de su arco hace que los armónicos
graves retumben por la cueva,
que debe ser deseo esto también:
dirigirse no al músico
(y sin nada de fuego), sino al tren: Sé, lento,
sé lejano. Dejame que me quede
este zumbido visceral
en los pulmones. Obligame a esperar.
No vengas nunca.

Alejandro en el medio del camino

Soy sensato y estoy decepcionado, y ya no sé qué más
podría ser. Las manos se me están reblandeciendo. Corro peligro de
cumplir cuarenta y tres. Soy terco y, además, inteligente;
me paso todo el día acá sentado, quieto; planto eucaliptos
[en macetas,
y casi como un chiste, siempre crecen.
Aprendo rápido. Ahora mismo estoy aprendiendo francés. Creo que
[me enamoro
una vez por semana, por lo menos, y aun así me paso el día
[acá sentado.
Cada vez más, pongo la cafetera pero me olvido de cargarle el agua.
A la noche me duele la espalda al admitirlo.
Quiero desaprender a manejar. Tendría mucho que decir acerca
de mi casa a las tres de la mañana. Abrazo fuerte a mi hijo
hasta que al fin se duerme, y él me ciega, me para el corazón.
Esto no es una broma, tampoco una amenaza, amar de esta manera.
Quisiera irme, pero ¿cómo podría hacerlo? Tardo en desaprender.
Ahora estoy aprendiendo que mi vida
va a parpadear, apenas, como una llama al viento,
y que no habrá un calor abrasador ni una helada aplastante,
sino que la tibieza que pude conseguir o absorbí de algún lado
o fabriqué yo mismo o entregué seguirá su camino por sí sola,
sin importar si yo lo quiero o no. Lo quiero menos y lo quiero más
[que nunca.
Voy a seguir diciendo estas cosas por siempre. ~
Versión de Ezequiel Zaidenwerg

La exnovia de mi novio me corta el pelo en Belén

Hace mucho, él la amó
y por un largo tiempo.
Toma un mechón de pelo mío en un puño.
Arriba, el cielorraso se arquea
como las costillas de una ballena destripada.
Me siento en una silla en el rellano.
Me dice: “No te va a doler ni un poco.”
Cuando me muevo, una mano entonada por el alcohol
me corrige, sosteniéndome la sien.
Está oscuro. Él espera adentro,
como si siguiese el ejemplo
de la luz. No puedo parar de acordarme
de dónde estoy. Al final de la calle
está la panadería que abre de noche, el negocio de la esquina
con sus estantes llenos de Raid y huevos,
la cueva donde Jesús se atragantó
con sus primeras bocanadas de aire mohoso.
La tijera me tira del pelo
y me lo corta apenas
debajo de los hombros. Shhh, tranquila,
dice ella. Está rapada
al ras. Todavía no sé
contar en su idioma.
Después voy a aprender y a olvidarme de nuevo.
Listo, anuncia con
una brusquedad que es casi ternura.
Mucho mejor. El camión que reparte
las garrafas de gas canta su triste canción.
Empieza a llover. Ella enciende
otro cigarrillo. Adentro,
él me toca la frente,
sonriendo, y parece sorprendido,
el espejo de su cara oculta
si estoy cambiada o estoy
exactamente igual. ~

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Sátira a don Francisco de QuevedoLuis de Góngora

Es un soneto, en el que el objetivo de la sátira es una persona en especial, el escritor Francisco de Quevedo.

Anacreonte español, no hay quien os tope,
que no diga con mucha cortesía,
que ya que vuestros pies son de elegía,
que vuestras suavidades son de arrope.

¿No imitaréis al terenciano Lope,
que al de Beleforonte cada día
sobre zuecos de cómica poesía
se calza espuelas, y le da un galope?

Con cuidado especial vuestros antojos
dicen que quieren traducir al griego,
no habiéndolo mirado vuestros ojos.

Prestádselos un rato a mi ojo ciego,
porque a luz saque ciertos versos flojos,
y entenderéis cualquier greguesco luego.

S. HEALTH [Mi poema]
Manuel López Azorín [Poeta sugerido]New

MI POEMA … de medio pelo

 

Hoy por fin ya he andado diez mil pasos,
lo marca mi teléfono en pantalla,
y es más listo que yo, que es un canalla,
sabe todo de mi, de mis fracasos.

Sabe contar diez mil. Yo nunca he visto,
a nadie que sumando de uno en uno
logre pasar no más de ciento y uno
por mucho que presuma de ser listo.

Y aunque tú no lo creas, sabe idiomas,
y aunque mucho lo dudes va diciendo
y el azúcar de sangre va midiendo
e insiste aconsejarte lo que comas.

De oxígeno los rangos mide en sangre,
el gasto que he de hacer de calorías,
cómo va mi tensión. Y no te rías,
si debiera aguantar cuando tengo hambre.

Y aunque tú no lo creas, sin estudios,
que nunca el susodicho fue a la escuela,
sólo le falta sacarme ya una muela
o hacerme esa función con un serrucho.

Toma nota y observa aunque le duela
pues que él siempre repite lo que sabe
y aunque alguno se oponga a que lo grabe
al que tiene un problema le consuela.

El es ella y le llaman APP
pues tiene un sobrenombre incomprensible,
no pide de comer, y es tan sensible
que a veces creo es dios, todo lo ve.
©donaciano bueno

#Las nuevas tecnologías, nuestro asistente personal? Share on X

S. Health es una pequeña aplicación que mide tu ejercicio y cuida de tu salud y que yo, como diabético ejerciente, la uso a diario.


MI POETA SUGERIDO:  Manuel López Azorín

(Sonetos publicados en Cuadernos del Episcopio. Avila, 2005

I.- VIDA Y EL TODO

Mal si camina el ser –que casi es nada
deseando el entero que lo es todo
y se olvida del todo por ser todo,
por no ser cosa mínima de nada.

El todo en esta vida –que no es nada –
parece lo importante aunque no es todo
pues si es en la entidad el sueño todo,
es muy poco en el alma, casi nada.

Se tiene tanto miedo a no ser nada
que de tanto querer ser, y ser todo,
se convierte la vida en poco o nada.

Por más que aquí se sienta que no es nada,
por más que aquí se piense que es el todo…
vano es sueño que acaba en polvo ¡Nada!

II.- VIDA Y VERDAD

Decir, aseverar que todo es nada
porque la vida llega y nace todo
y crece y lucha y vive en ese todo
sabiendo que al final será la nada…

es tener la verdad; pero no hay nada
ni nadie que la tenga ya que todo
es relativo, prisma, lados todo
de un enigma que no desvela nada.

Si todo es nada ¿Somos sueño de nada,
entidad, espejismo de ese todo
que en carencia absoluta ya no es nada?

Si somos y no somos ¿Todo es nada?
¿Quién puede asegurar que nada es todo,
quién nos puede afirmar que todo es nada?

III.- VIDA, JUEGO, DESAFÍO

Un trabajo baldío: hablar de nada,
jugar con las palabras nada y todo.
Intentar encontrar en ellas todo
Es querer igualar todo con nada.

Si todo, como juego junto a nada,
quiere ser juego de palabras todo,
nada y todo se oponen porque todo
es entero absoluto y nada: nada.

Pretender que el vacío de la nada
se convierta en entero y sea todo
para que todo sea igual que nada

o que todo, absoluto, quite todo
para que ya vacío sea nada…
Desafío es jugar con nada y todo.

Gato

Fue salvaje y es doméstico
-mas sólo después de Grecia-.
Se le odia o se le aprecia
y es más tróqueo que anapéstico.
Para el medievo dantesco
y en el Egipto divino.
Infierno o cielo, su sino
como el del hombre produjo
-Del inquisidor al brujo-
mucha historia y cuento chino.
De la antología Gatos, Gatos Gatos Ediciones Eneida 1999

Saciado de ti vengo, dulce campo

Saciado de ti vengo, dulce campo,
hermosa sierra pobre
repleta de humildad y de belleza.
No de tu voz que llega cuando quiere
a escribirme la vida que contemplo,
la que pienso y que sueño,
la que ansío estos días de verano
cuando te siento cerca
y me dictas palabras que son tuyas;
pero que yo hago mías en este campo-sierra
donde respiro paz y me permite,
con toda la humildad de lo sencillo,
disfrutar del instante:
los árboles, los pájaros, las flores,
este azul de Madrid serrano y limpio
que detiene los miedos y las dudas
con toda la armonía de gentes que se afanan
para obtener su fruto, alto jornal de su trabajo,
teniendo en cuenta, al fin, lo más sencillo.
Saciado de ti sueño
que me abraza tu voz, que me libera.
Te he sentido conmigo y es tu voz el amor
de pronombres, de verbo enfebrecido
como el de los amantes que disfrutan
con adverbios de besos y adjetivos
que califican todo
con el ardor, la llama del deseo,
la luz que los alumbra.
Saciado me dispongo
a librar la batalla de los días.

Hoy contemplo el ocaso

Hoy contemplo el ocaso
y la naturaleza me recuerda
su juventud perenne.
Yo, que tengo ya una edad
semejante a la tarde que se marcha,
puedo observar dolores y tristezas
y algunas alegrías, aunque pocas,
y no solo las mías, de los otros,
sí, vosotros que no me sois ajenos.
Mías también siento las estaciones
este verano que es de fuego y hielo
y recuerdo a Cernuda cuando dijo:
“Los árboles al poniente
dan sombra a mi corazón”
Porque el dolor humano es siempre el mismo
y también la alegría.
Cómo vemos por dentro.
Si no se espera nada y la nada se teme,
todo será vacío,
ni ahora ni mañana saludarán la vida.
He vuelto al campo-sierra
huyendo del desorden y del ruido,
del temor y la duda
para mirar al cielo y regresar
con ganas a la vida.

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MI POETA INVITADA: Carmen Leonor Ferro

La memoria

El primer paso para el olvido
era desenfocar

abrir la mirada

relajar los ángulos

nutrir así el desván
donde los trastos y los tesoros
se confunden

Deshilvanar la memoria
destejer su trama

imaginarlo todo de nuevo
devolver la cinta

rehacer los diálogos
rescatar cada imagen del foso

su pelo rubio recogido
su estilo de vestir

el alcohol de las noches desesperadas
por el desamor

La memoria viaja por terrenos baldíos

husmea en el polvo

se detiene

inesperadamente

en algún punto

revolotea

como una mariposa

tratando de cumplirse

escapar de lo que no tiene forma

No hay una mujer que deshace

el tejido del pasado

ni una narración

que te susurra al oído qué va a pasar
porque ya lo viviste

no hay un desenlace predestinado
ni el barco de la niñez
moviéndose hacia atrás

ni las voces de los invitados ebrios en la cocina
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COMO UN MUERMO [Mi poema]
Luis Muñoz Rivera [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

El cuerpo si está muerto es como un leño,
no siente ni padece,
lo mismo si éste es grande o si es pequeño,
si intenta no morir en el empeño,
merece o desmerece.

Si es bello o fuera feo da lo mismo,
no existen distinciones,
e incluso si en la pila del bautismo
ungido fue por Dios, o el ateísmo
le pisa los talones.

Es obvio que no puede ya opinar,
ni hacer apreciaciones,
y aun menos que él intente criticar,
tampoco haciendo esfuerzo predicar
ni incluso dar lecciones.

Que el cuerpo ya es un tonto redomado,
vestido esté o desnudo,
un muermo que se encuentra adormilado
tan lerdo que aun no sabe qué ha pasado,
amén de sordo y mudo.
©donaciano bueno

#Muermo se dice de una persona aburrida Share on X


MI POETA SUGERIDO:  Luis Muñoz Rivera

EL PASO DEL DÉSPOTA

Yo no soy el juglar de los festines;
yo soy el trovador de la montaña.
(Gautier Benítez)

PLUS QUAM CIVILlA BELLA

Aquí doliente esclava, en medio al oceano,
mirando de las olas el rápido vaivén,
remedio a sus dolores en vano pide, en vano,
del cielo abandonada la dulce Borinquen.

Extrema sus rigores la odiosa tiranía;
el látigo crujiente sacude al opresor;
su espada Themis quiebra, y la sangrienta orgía
preside, ebrio de triunfos, ci genio del terror.

La soldadesca impone, beoda y turbulenta,
el bárbaro suplicio con furia criminal;
la ley es humo leve que arrastra la tormenta;
el pueblo, pobre acacia que dobla el vendaval.

Se llenan de inocentes los negros calabozos;
se acusa en el tormento la victima infeliz;
se escuchan por doquiera gemidos y sollozos,
y todos ante el déspota inclinan la cerviz.

Violado el templo sacro do se elevara augusto
de los hispanos fueros el venerado altar,
altivo se levante, impávido y robusto,
el ciego e implacable imperio militar.

La libertad sucumbe sin compasión herida;
la dignidad se oculta huyendo a la traición,
y siente el ciudadano pesar sobre su vida
perpetuas amenazas de inicua delación.

Y en tanto que el autócrata sereno se presenta
haciendo de sus triunfos ostentación fatal,
a ley es humo leve que arrastra la tormenta;
el pueblo pobre acacia que dobla el vendaval.

MINHA TERRA

Borinquen, pobre cautiva
del mar que sus costas bate;
garza dormida entre brumas
como en lecho de azahares,
no vio nunca en sus collados
el humo de los combates,
ni el somatén en sus villas,
ni el tumulto en sus ciudades.

Borinquen, la pobre tierra
de las angustias tenaces,
de las danzas gemidores,
y de los tristes cantares,
no vengó, loca de furia
como una virgen salvaje
las equimosis del látigo,
las cicatrices del sable.

Borinquen tiene en su escudo
un peñasco entre dos mares
y un cordero solitario
con un pálido estandarte.

Símbolo fiel de su historia
que, a través de las edades,
no escribió jamás en rojas
tintas eL nombre de un mártir.

Borinquen, la cenicienta,
no puede romper su cárcel,
porque faltan, ¡vive Cristo!,
mucho nervio en su carácter,
mucho plomo en sus colinas
y mucho acero en sus valles,
porque en sus campos no hay pueblo;
porque en sus venas no hay sangre.

CUBA REBELDE

Cuba, el país de las cañas,
de las selvas seculares,
de las profundas marismas
y de las vegas feraces,
supo arrojar en sus campos
ardientes lluvias de sangre,
para afirmar sus derechos
y salvar sus libertades.

Cuba, la sílfide indiana
envuelta en níveos celajes,
triste como el sol que muere,
bella como el sol que nace,
se yergue fiera y altiva
al sentir en el semblante,
más que la traza del golpe,
la ignominia del ultraje.

Cuba, la tierra bendita
de los poetas brillantes,
de las mujeres heroicas
y de los dulces cantares,

graba con buril de fuego
en páginas de diamante
las fechas de sus victorias
y los nombres de sus mártires.

Cuba, la esclava orgullosa,
alzándose formidable
con empuje soberano,
romperá un día su cárcel;
porque hay plomo en sus montañas;
porque hay acero en sus valles,
porque en sus campos hay pueblo,
porque en sus venas hay sangre.

A CUALQUIER COMPATRIOTA

Van llegando, por más que no lo creas,
los tiempos en que emigran las ideas.

Qué es, en el fondo, el negro despotismo
un fantasma con miedo de sí mismo.

Muchas veces se mira una bandera
protegiendo el cubil de una pantera.

Para ser digno y libre ¿a quién esperas?
Lo serás, si es que quieres, cuando quieras.

Pueblo viril que de su honra cuida,
perdona acaso, pero nunca olvida.

¿Naciste en la colonia? Muy bien hecho,
serás el Jeremías del derecho.

¿Justicia? ¡Qué palabra tan hermosa!
Pero es una palabra y no otra cosa.

¿Derecho? En esta tierra infortunada,
es aire, es humo, es ilusión, es nada.

LAS CAMPANAS

Ya sé lo que dicen
las roncas campanas
cuando en recio y confuso desorden,
agitan con fuerza sus lenguas metálicas.

Anuncian dolientes
la hora del alba,
porque el astro que sube a los cielos
es astro que alumbra vergüenzas y lagrimas.

Al pueblo congregan
y escuchan con rabia
por las naves del templo sombrío
subir a la altura la humilde plegaria,

en tanto que a gritos
exige la patria
ancho muro de pechos viriles,
de pólvora en estruendos y choque de espadas.

Ya sé lo que dicen
las roncas campanas
cuando vibran en brusco desorden:
ya sé lo que dicen: ¡Venganza! ¡Venganza!

TURBA MULTA

Bajo los anchos pliegues de una bandera
invicta en Arapiles y en Ceriñola
una turba se ampara tosca y logrera,
hija degenerada de la altanera
raza española.

Gente que audaz persigue lucro mezquino
que en altos ideales su afán escuda;
que siembra odios eternos en su camino
que de climas remotos hambrienta vino
pobre y desnuda,

y hoy que sus ricas tiendas aquí levanta
del colono pretende mofarse impía;
contemplar en el tajo nuestra garganta
y hacer que en nuestra tierra fije su planta
la tiranía.

Esos no representan al pueblo hispano
noble, viril, altivo, franco y sincero,
convertido, a esta margen del océano,
en montón de burócratas, rudo, inhumano
torpe y artero.

Montón a que los parias rinden tributo;
que en éxitos menguados te pavoneas;
que de tu negra infamia logras el fruto
en días tempestuosos de sangre y luto!
¡Maldito seas!

ALEA JACTA EST

No, no cabe el abrazo de concordia
ni el ósculo de paz:
manando sangre la profunda herida
eternamente está.
Regó el ángel del odio la simiente
que empieza a germinar,
y dijo airado al abatir el vuelo:
¡jamás, jamás, jamás!

Aunque el iris se tienda fulgurante
después del huracán;
aunque recobre su esplendor divino
la santa libertad:
aunque luzcan bellísimas auroras,
lo escrito, escrito está;
porque aún vibra en los aires el fatídico
¡jamás, jamás, jamás!

JUDAS

Eras inquieto, altivo, belicoso,
batallador, resuelto;
a duda, el hondo mal de nuestro
siglo turbaba tu cerebro.

Se desbordaba en ímpetus rebeldes
tu carácter soberbio,
como del Etna se desborda el cráter
en láminas de fuego.

De patrio ardor henchido, no tenía
tu corazón entero,
para el dolor latidos miserables,
ni fibras para el miedo.

Brillaba fulgurante en tus pupilas
la chispa del talento;
alma de tempestad, frente de apóstol
y músculos de hierro.

Y te vendiste… La calumnia infame
manchó tus labios trémulos;
fue un pobre resto de vergüenza ¡el último¡
a sacudir tus nervios;

lo que tienes del Afrecha en la sangre
se sublevó violento;
todo lo que hubo en ti de grande
rodó con brusco estrépito

y en tu obra gozaron los verdugos;
y, de tu hazaña en premio,
a tus pies arrojaron la moneda;
a tu rostro el desprecio.
….
Si no apuraste ya, con firme pulso,
el porno de veneno;
Si respiras aún, traidor… ¿Qué hiciste
de los treinta dineros?

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EL PUNTO DE PARTIDA [Mi poema]
Enrique Amado Melo [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Aun cuando así alguien lo afirme,
yo aquí me niego en redondo,
de ilusiones yo me adorno
y ninguno puede herirme.

Tan seguro estoy, tan firme
que ni el rey puede o su entorno
hacer que sienta bochorno
o el optimismo partirme.

Que tal es mi convicción
tan fuerte, tan asentada,
está a mi tan agarrada,
como está el vino al porrón,

el fuelle al acordeón,
al tubo está la pomada,
se aprieta y no sale nada
o sale algún borbotón.

Mas, si por algún casual,
diera alguna por perdida
diría adiós, me es igual,
vuelvo al punto de partida.
©donaciano bueno

#A eso se dice ser #duro de #mollera? Share on X


MI POETA SUGERIDO:  Enrique Amado Melo

Tacuarembó

Tacuarembó levanta su torre y su campana
y cinco o seis palmeras para que juegue el aire.
Más allá de estas cosas largo a largo se aplana
y cual brazos estira sus barrios con donaire.

El ruido no la aturde ni el humo la sofoca,
respira a tres pulmones el aire oxigenado
y apenas si su paz y su silencio toca
el silbo de los trenes pasando a su costado.

Yo la abordé una tarde de este pasado mayo
cuando el sol empezaba a menguarle su rayo
y la bañaba en lluvia de oros y ceniza.

Y la dejé en octubre blanca y ya calurosa,
alada de palomas, serena y bondadosa,
hendida por la luz y suave por la brisa. [1]

Romance para mi pueblo

Qué bien estás San Gregorio
de azules aguas rodeado,
bajo estos cielos profundos
en medio del suelo patrio.

Tengo para ti estos versos
que han venido madurando
desde que empezó a crecer
esta vocación de pájaro,
desde que empecé a soñar
y a decir cosas rimando.
Por eso mi voz elevo
y te los doy en un canto
sencillo como tu historia
y como tu gente, llano.

El Río Negro corría
canturreando a tu costado.
oliendo a verdes sauzales.
a pitangas y guayabos,
como una suave caricia
eternamente pasando
sobre un camino de piedras,
de fina arena y guijarros.
y un día se desbordó
y fue la tierra inundando;
el agua subió a besar
las ramas de los quebrachos,
de sarandíes y talas.
de arrayanes y guayabos.
Y ya no hubo fronda verde
ni colmenares ni cantos:
ni tortugas en las piedras
bajo el sol, en los remansos;
ni lagartos extendidos
en la hierba dormitando.
Ya todo fue una extensión
de altos árboles ahogados
que emergían de las aguas
esqueléticos y pardos,
negros biguás sosteniendo
sobre sus desnudos brazos;
un mar para nuestros ojos
que estaban acostumbrados
al muro verde del monte
y a retacitos de campo
que nuestro horizonte hacían
más íntimo y más cercano.
Pero tu muerto esplendor
fue por otro reemplazado:
las dunas que siempre fueron
grandes arenales altos,
todos cubiertos de espino0s,
de duro y filoso pasto,
son ahora grandes playas
que hacen gratos tus veranos.
El destino te guardaba
este luminoso estado:
casi isla, silenciosa,
con el agua dialogando,
todo erizado de botes
y chalanas tu costado…
Pueblo mío, San Gregorio.
San Gregorio de Polanco.

Aquí

Aquí todos mis viajes parten de este pueblo
y vengo a él de todas mis ausencias.

El árbol de mi sangre creció sobre este suelo,
y nació de estos aires mi ensueño de poeta.
Girando al grato viento de amores esenciales,
el corazón, aquí, halló su complacencia.

Por una de estas calles desemboqué en la vida,
y por todas anduve, con dicha o con tristeza;
macadanes y asfaltos,
arena y piedras
saben los dos sabores de mis lágrimas,
los rumbos de mis suelas.

Y mi dicha total sólo sería
si Dios me concediera
andar hasta el final en estas calles,
que el descanso de mi alma en ese cielo sea.[3]

Mi mundo no pasaba…
de donde mi madre iba,
y hacía arriba tenía
la altura de mi cometa.
El camino del río
y el lento río transparente
en cuyos remansos
– detrás pececitos y guijarros-
se dormía mi tiempo,
mientras en sus verdes riberas
mi madre envejecía…
El cerco de cinacinas
sombreador de mis siestas,
con su lluvia amarilla de diciembre
que perfumó mis veranos
y trajo mangangaes amistosos
que unían sus monótonos arrullos
a los aleteos de mansas palomitas.
La pelota azul de goma
que nunca iba muy lejos,
porque siempre andaba
entre mi perro y yo.
(Mi perro…Regalo, regalito!
ójitos expresivos y colita ebria-
por quien tuvo noticias de la muerte
y lloré, primera vez,
a un ser querido).

El dolor era viejo entre los míos,
pero yo lo ignoraba;
porque el dolor tenía
la eterna alegría de mi madre
y su palabra tierna.
Y hasta las manos callosas de mi padre
no sé como cortaban
el pan tan suavemente
y leve hacían
aquel diario ademán
de despedida…

En mi pequeño mundo
el amor era eso.
Y lo llenaba.

Mi madre

Viniendo de la huerta
en la mañana
– cesto su delantal de frescas hortalizas-
era la anunciación del buen almuerzo.

Y más temprano aun,
con dos baldes de espumosa leche,
entre cantos de gallos y luz rosada,
era ya la mujer buena
pensando en la existencia de los suyos.

Ella iniciaba la mañana
y la ponía en movimiento;
y era el despertador puntual y grato
que de algún modo
me anunciaba el día
con un trajín de vajilla
y el yis-yis de la escoba
aseando el patio.

Conversé con el árbol y la hormiga

pero más con mi caballo;
acaso porque no vi en los otros
tantos signos de correspondencia
como en las orejas y los ojos
de mi zaino.
No sé de qué le hablaba.
Los temas habrían sido
las cosas familiares del camino
donde habían algunas
que los dos preferíamos:
las sombra de las acacias,
el agua de la cachimba…
^Ponía las orejas tiesas
al escuchar mi voz.
Lo mismo hacía
con el canto de algún pájaro
el bólido entre las ramas.
Hasta me parecía
que sus ojos seguían el paisaje
con un placer igual al mío.[6]
De «Memorias» 1976

Los paraíso s que bordeaban el camino

eran hervor de hojas verdes
si los movía la brisa,
miríada de espejitos
en el aire quieto del verano.
Pero hacia abajo vertían
una sombra espesa y clara
que era cual la lluvia fresca.
Allí el viento del norte
abandonaba su fuego
y al regreso del sembrado
mis padres oreaban sus frentes
antes de entrar en la casa.
Y yo miré, muchos años,
en el fondo del ese túnel fresco y alto
grandes maizales humeando
bajo el cielo implacable.

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MATAR, MORIR [Mi poema]
Roy Sigüenza [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Fue justo que dejaron de matarse
que yo llegué hasta aquí como un turista,
otro más que apuntarse a aquella lista,
posible otro matón para vengarse.

Otro más del montón, otro paisano,
otro más de los suyos, de los nuestros,
destinado a linchar a otros cabestros,
con arma de matar siempre en la mano.

Otro borrego unido a la manada,
otro títere más o marioneta,
al que habrían de darle una escopeta
y enseñarlos a usar sin decir nada.

Que justo fue llegar yo en el cuarenta
y España ya firmaba una amnistía.
En Burgos fue. Y fue en la sacristía
que el agua rezumó sangre sedienta.

Esta es, triste, la vida del payaso
que vino a hacer reír. Y es el sufrir
que acechaba en la estancia a cada paso,
y el ansia por saciar: matar, morir.
©donaciano bueno

El #hombre: existe algún mayor #depredador...? Share on X

Acababa la guerra civil española. Antiguamente, cuando se declaraba una guerra, los Generales se ponían al frente del ejército. Hoy ellos se quedan en la retaguardia con aire acondicionado y envían a sus cabestros, sin preguntarles, a morir.


MI POETA SUGERIDO:  Roy Sigüenza

TODO EL MAR SE PARECE

Si el mar fuera sacudido como una tela
Si comenzara a hablar un día de estos
Es suave su risa por ahora
su grafía se construye en la arena
se borra
Aúlla de pájaros cierta temporada
-el sol se quema como si fuera una pestaña
de fuel oil-,
o muere en las alas desechas de un pelícano caído
Viniendo de él Odiseo aún no llega a Itaca
Penélope confunde el deseo en la urdimbre
del tejido
La ciudad es un avispero de ruidos y un crimen
en la crónica roja de los periódicos de la mañana
Mejor la confusión de los puertos
El mar de Jambelí es el mismo mar que mella los
atracaderos en Ámsterdam
Allí la huella de las embarcaciones con un mismo
significado:
la voracidad

(un corazón vacío
un par de manos heladas

una palabra imposible de decir)

El agua haciendo que la vida corra,
que vacile al filo de la orilla como un desnudo
trozo de mangle;
que vaya a la playa como una deidad poseída
por el furor del nacimiento:
la semilla de la fruta de sal
El agua anunciante de su certeza
Mañana será lo mismo: el mar es un fósil despierto

Escondites

Los hoteles no permiten
parejas de hombres
enamorados en sus cuartos
(aunque presuman de heterosexualidad
el recepcionista siempre tiene sus dudas)
para ellos están las casas abandonadas,
el monte, los parques,
los asientos traseros de los cines,
los autobuses
(las luces apagadas)
hasta donde acude el amor,
los llama y los acoge.

Exilio

Es aquí donde edifico mi reino:
En la orilla de tu cuerpo,
a su sombra dormida ato caballos al sueño
y pongo el mar de la extensión que quiera;
puedo decir estoy solo, despierto,
al costado de la única verdad en la que creo
cuando oigo cantar lo leve de la sangre
y la mano tiene solo un dominio
(los brazos son agua, miel, saliva, esperma
lo que quiera la sed)
¿quién dirá devastación, caída, muerte?
¿quién, en la belleza derramados, dirá el sexo
es una trampa?
si estás a la mano como el silenciar de la piel
–el jardín de oro en el que los dos cosechamos–
Donde bebemos el agua de muerte
y las lenguas van y vienen
suben y bajan
como animales de hambre

Allá que el ruido incendie la granja de cría de
cerdos de la luna –ese niño enfermo–
y el mar eche a volar la más descabellada de sus
aves domésticas

Será un reino fugaz, quizá,
pero ¿a quién le importan las necrologías?

¿oyes ese rumor de llamas cuando lo que silencia llega?

no busques en el nervio de la noche:

a otros se les dio ese don y no han regresado

Un Rousseau

Criaturas que fueron hechas para ser adoradas
se oscurecen de muerte si alguien las mira

El amor es una extraña prevención en el paisaje

Las caricias se pudren

Algo perdido camina buscándose entre la maleza
Roy Sigüenza (Portovelo, 1958)

Abrazadero

Para Ángel P.

Los abrazos de los amantes
propician el verano y el invierno;
a ellos se debe que el agua vaya y vuelva,
que la luz esté ahí, sobre todo en las noches,
y sepamos que nada hemos perdido,
aunque lo hayamos perdido todo.
***
La poesía: un entredicho que se va aclarando
o se zambulle frente a la amenaza del silencio,
de espaldas a la transparencia que se rompe;
un tropiezo que blanquea el hueso de la voz
ante el bullicio de las máscaras que nos maltratan,
una forma de llegar a esa posibilidad
o también de perderla.

Escondites

Los hoteles no permiten
parejas de hombres
enamorados en sus cuartos
(aunque presuman de heterosexualidad
el recepcionista siempre tiene sus dudas)
para ellos están las casas abandonadas,
el monte, los parques,
los asientos traseros de los cines,
los autobuses
(las luces apagadas)
hasta donde acude el amor,
los llama y los acoge.

Caballos

Las patas de los caballos dan vueltas y vueltas
sobre el lodazal de la molienda vueltas y vueltas
como en mi cabeza tu ausencia.

Thriller

A Pier Paolo Pasolini.

Restos de fiebres duras: el rostro es un río
desaparecido,
una letra quemándose en un momento de
tranquilidad

El sueño pace como una vaca en la hierba azul
del mar

Aquí se corrompe un pájaro, cabalga un bello
asesino

La sangre es una mano que cae

No hay trescientos corazones que guarden
tanta respiración defectuosa

Como esa forma del amor que perece
cada vez que alguien
en alguna parte dice:
ámame libremente.
***
Como cuando uno escucha los fantasmas
contándose historias ya desaparecidas,
entre la maleza y el olvido de una casa en ruinas,
así escucho tu voz diciéndole cosas muertas a mi
voz: las de un largo amor destruido.

Agosto

el viento se esparce por las ramas de los árboles
el rostro de mi amado por la hierba.

Pide el mar:

denme un cuerpo
en qué morir.

Piratería

Iré, qué importa.
caballo sea la
noche.

Felicidad

Bebimos cerveza
de a poquito
(tomémosla como si fuera vino,
te propuse)
tú dijiste que la bosta de vaca
elevaba
(la fumamos)

estaba claro que los dos buscábamos
abandonar este mundo.

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¡A LA MIERDA! (con perdón de la mierda) [Mi poema]
Pablo Lorente Muñoz [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Algunos medios toman la mierda,
la diseccionan, la desparraman,
la dan mil vueltas, derecha izquierda,
cuidando siempre que hedor no pierda,
son como buitres que de heces maman.

Son como lapas, son carroñeros,
y la manejan con maestría,
de unos tras otros son prisioneros,
siempre pretenden ser los primeros
a cala y cata de esa sandía.

Cuanta más mugre más hacen caja
que aunque no es juego en él se recrean.
el as es ese de su baraja.
Si la marea vieran que baja
echan más leña y se regodean.

Y aunque no crean moral no tienen
son de esa mina meros esclavos,
que ellos publican si les convienen.
Y al beneficio sólo se atienen,
simples, son siervos de unos centavos.
©donaciano bueno

#Ese fango del que muchos obtienen dividendos Share on X

Para algunos medios de comunicación las tertulias políticas se han convertido en un estercolero en el que sólo hablan de corrupción, dando vueltas una y otra vez al mismo tema intentando que cada vez huela peor. Ese es su negocio. Así de simple. Se dicen periodistas.


MI POETA SUGERIDO:  Pablo Lorente Muñoz

TITULARES

Los miembros del G-8 se reúnen, de nuevo,
para hacerse una foto en algún lugar blindado,
tanto, que no pueden ver lo que pasa
en su país, a su alrededor, ni en sus ordenadores
pirateados por otros miembros amigos y enemigos
tan solo amigos del dinero de la foto.
La selección de fútbol gana en algún país en guerra
de cifras, que no gasta sino en balones,
en estadios faraónicos por unos días
mientras la gente se concentra, asalta, se manifiesta
hartos de que los de arriba decidan por ellos, hartos.

Hartos de que la bolsa se desplome y la de la compra
suba y suba hasta casi no poder alcanzarla,
y los recortes se recorten y las becas se acaben
en una primavera árabe, madrileña, brasileña
o de cualquier otro punto del mundo, unidos todos ellos
por el Google espiado, por el Facebook espiado
por espías que luego se arrepienten de sí mismos.
La democracia mancillada una y otra vez mientras
se nos intenta convencer e intentamos convencer
a otros muchos países de que es lo mejor, o lo menos malo.
Algunas inundaciones en un verano invernal que nos salva
del desierto porque “Winter is coming”, porque el invierno
siempre está viniendo, como el rescate a la banca,
o a todo un país con una cuerda convertida en soga.

Para finalizar noticias alegres de pan y circo:
algún jugador se esfuerza y gana,
otro campeonato, otra liga, millones, l
as fiestas de algún pueblo, un concierto,
un cocinero famoso que nunca nos dará de comer…
¿Quién nos salva a nosotros?

ALGUNA GUERRA EN ALGÚN SITIO

Mira cómo se retuerce entre sus cenizas
y mira al cielo mientras cae la lluvia,
sin reconocer nada de lo que ve
porque no siente nada.
Ni las bombas como granizo en los ojos
ni la muerte de sus amigos,
ni los muchos ladridos de los perros en jauría
que vuelven a la carga para apoderarse de lo que quedó.
Ellos son los únicos dueños ya de este mundo infernal
de aspavientos del dolor y quejidos de nada.

Y tú que te piensas y te crees mejor que ellos,
sentado en un cómodo sofá con la nevera a rebosar
de mentiras que te llegan con un mando a distancia
que te da un cierto poder, el mandar en algo.
Pero en ese resquicio de poder una advertencia
mira tu alrededor, lee estos informativos y date cuenta
de que no tienes ni idea de nada,
de que no has entendido nada
porque ese poder es como todos,
terrenal y pasajero, el reloj sigue contando
y tarde o temprano te los encontrarás,
todas esas caras de los informativos
te estarán esperando, tarde o temprano.

¿Y ahora, vas a cambiar de canal?

EL AULA SIN MUROS

Todas las mañanas a sangre y hierro con mucha gente,
con la inocencia absurda de pretender enseñarles algo
y sin la certeza de que tenga validez el día de mañana;
el sentido de la frustración, día tras día, en los muros
siempre aburridos, porque si no,
si fuera divertido, les cobrarían una entrada.

¿Para qué? Me pregunto, nos preguntamos.
¿Para que una mentira se convierta en una verdad?
¿Para continuar el ciclo sin tiempo con otra mentira?
Y así van pasando las horas y los días y los meses
hasta que llega el verano y me puedo mentir a mí mismo,
otra vez con tu recuerdo quizá,
con unas vacaciones en algún país bonito,
porque hasta en esas sucursales del infierno
hay lugares bonitos pagados con billetes bonitos,
bonitos porque la gente de sus sitios no saben ni cómo son,
vedado el acceso, como a tu recuerdo.
Tras tanta mentira podemos hacer que la verdad,
—hasta de eso somos capaces—
cambie de cara, a fuerza de ser tan cara.
Con mis mentiras construyo muros perfectos e invisibles.
Por eso, nadie se atreve a cuestionarlos,
porque al que propone destruirlos lo tildamos de loco.
Aunque en el fondo lo envidiamos,
tanto a él como a su suerte,
un ostracismo mítico y prodigioso.
Eso, si con suerte podemos mirar más allá de los muros.

EL FINAL DEL AMOR

Tú me prometiste un cielo azul infinito
poblado de nubes benignas y vientos de amor.
Yo te prometí que cazaría para ti un dragón
con alas de terciopelo y aliento de sándalo
que tú amaestrarías para nosotros y nuestros hijos,
y que las estrellas dibujarían nuestro nombre,
y nuestros hijos nacerían de pasión de luna llena.

Tú me prometiste que el amor no entraría en nuestro hogar
porque sería imposible que cupiera más.
Yo te prometí que amor sería, en mi limitado léxico,

la única palabra de mi vocabulario todos los días, a todas horas.
DEL LIBRO: En tierra de nadie, Sabara editorial (ebook), Zaragoza, 2014.

TERRENO DESESPERANZA

De sus lágrimas de pez
descendía la profundidad del océano,
el frío de los icebergs
y la imposibilidad del perdón.
De su incapacidad de sirena alada,
colgaban algas que descendían
en lugar de cuerdas vocales,
hilos de nácar en su interior.
Su esqueleto convertido
en ramas de sauce derretido,
del color de muerte de grafiosis.
Sus palabras perdidas, ora en perlas,
ora en corales azul infinito,
en palabras sin receptor y sin sonido.
En sus lágrimas de pez,
se leía la incapacidad,
la impotencia
y la frustración negro primavera.
A cada lágrima,
un resquicio desesperanza,
a cada paso,
un anclaje más en el limo del río,
así era su tristeza.

LA FUERZA DEL AMOR

Se dice, se cuenta, se rumorea
que María Laticia Ramolino
besaba todas las noches a su hijo,
Napoleón Bonaparte,
y la furia de su estrategia
no conoció más que el confín del frío.
Se dice que Klara Pölzl arropaba cada noche
a todos sus niños, Adolf Hitler entre ellos,
el mayor creador de imágenes de la Historia,
no las olvidaremos por los siglos de los siglos.
Se cuenta que fue tiernamente criado
en palacio con mimos infinitos,
Vlad III de Valaquia,
durante años y mientras tuvo fuerzas,
bosques kilométricos de empalados
se alzaban en el horizonte.
Se rumorea que el niño soldado
con ojos de selvas impenetrables
y matanzas propias y ajenas,
tras plantar un bosque de minas,
recuerda todavía las caricias paternas,
mientras limpia su AK-47.
Cuánta fuerza el amor.
A Iñaki Ochoa de Olza, Francisco Salgado
Rivera, Antonio Galea Gordillo, José María de
Miguel Renedo, Miriam García Pascual,
Leandro Arbedo, Xavier Ormazábal, Rafael
Guillén, Pablo de Miguel Renedo, Guillermo
Mateo Yeste, Antonio Miranda, Atxo Apellániz,
Félix Iñurrategui, Javier Iturriaga, Manuel
Álvarez, Javier Escartín, Lorenzo Ortiz, Javier
Olivar, Pepe Garcés y tantos otros que murieron
en las alturas mientras intentaban resolver todo
este desbarajuste.

YO HE VISTO

Yo he visto,
salir humo de los campos,
lluvia de cenizas blancas sobre campos
negros,
mientras todo el mundo miraba hacia otro
lado,
donde el dolor gritaba sin saber lo que le
esperaba.
He visto que la luz todopoderosa
de la bomba nuclear, sólo ha servido
para llenar los arsenales de todo el mundo
y gastar más y más de nuestra frustración,
en prepararnos a conciencia para destruirnos.
He visto caer bombas de todo tipo sobre
Sarajevo,
y los efectos en los hospitales, en los
mercados,
en las almas que intentaban salir de su cuerpo
y correr en busca de refugio con suerte
dispar.
He visto destruido el compromiso, destruido el
honor y olvidada la palabra.
He visto una ocupación tras otra,
a los tanques de juguete disparar, destruir,
atropellar,
y la leve resistencia de un alma armada con
nada
y por ello, temiblemente poderosa.
He visto tratados de paz
olvidados antes incluso de firmarse,
como si la foto trajeada de rigor,
pudiera devolver a los hijos la sangre a su
morada,
las lágrimas a los ojos
y detener los ríos rojos con banda sonora de
kalashnikov.
He visto a miles de niños morir de
hambre,
mientras los mayores apostaban sus pieles en
los mercados,
mientras sus gobernantes robaban a manos
llenas
para llenar la cueva de Alí Baba,
y no ser nunca cogido con las manos vacías.
He visto fabricar más y mejores
perfectas herramientas del olvido,
en forma de pastillas, de polvos blancos o
supuestas medicinas,
para facilitar la labor, para hacerlo todo aún
más fácil
y seguir ajeno a toda la existencia del
fracaso.
He visto destruido el compromiso, destruido el
honor y olvidada la palabra.
He visto un asesinato, uno más,
un tiro en la nuca, un fusilamiento
sumarísimo,
un degüello sin gloria y con pena,
un coche bomba hacer añicos una vez más la
esperanza.
Una y otra vez, he visto
a los mejores cerebros de mi generación
fracasar,
una y otra vez,
y levantarse tantas veces como hiciera falta,
cada vez con un golpe en la frente y una
cicatriz en el alma.
He visto a mi pueblo convertido en
hordas de almas en pena,
ilusionados con unas zapatillas,
una televisión gigante o un móvil de última
generación,
buscando elementos que los dignificaran entre
tanto caos,
y equivocándose al desdeñar el caos y no
nombrarlo.
He visto destruido el compromiso, destruido el
honor y olvidada la palabra.
He visto a la mujer más bella del mundo,
envejecida, ajada y desolada por el fracaso,
pensando en sus ancestros, y en sus fracasos
y como tantas otras veces y otras tantas
causas,
no ha importado nada.
He visto, al fin, el final de la luz y la era
sin energía,
iluminada tan sólo por la esperanza de la
palabra.

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MI POETA INVITADA: Dora Gomez Bueno de Acuña

AÑORANZA

Tengo la piel del color
de los duraznos maduros,
tengo en mi boca el dulzor
del guaviyú de los bosques,
cinta de cerros al este,
cinta de cerros al oeste,
de norte a sur las colinas
se visten de gasa verde
un arroyo serpentea
por entre encajes de piedras
hay en sus ondas frescuras
de conciencias siempre puras
hay en su agua transparente
olor a flores silvestres,
gráciles lirios del valle,
enervante flor de caña,
corre en sus ondas celestes
el cielo de la mañana.

La tersa flor de mi cuerpo
se ha aromado en la espesura,
hay en mi carne frescuras
de cantarinas corrientes,
hay en mi acento dulzura
de las palomas silvestres
hay un no sé qué en mi alma
que me araña y que me muerde,
hay algo que me entremete,
que mis ojos humedece…

¡Es la inquietud del recuerdo,
es el dolor de no verte
retratado aquí a mi lado
en el cristal del arroyo
limpio, apacible, silente!

EL AMULETO

Era un dios de ojos verdes,
ojos de extraña luminosidad.

Cruzó todos los mares,
tal vez en un velero innominado
o en una flor de camalote abierta,
y acaso tal vez de esos lugares
bebió en sus ojos el revuelto oleaje
de sus luces cambiantes como un mar.

Fue una luz en mi vida,
fue el fanal de mi alma;
escuché de sus labios
palabras nunca oídas,
y mi nombre en su boca
era como la suavidad de un ruego
que se eleva en plegaria
para morirse luego …

Fue gota de ternura derramada
sobre mi otoño florecido en rosas.

Solo creí yo en él.

Como nave que pierde el derrotero
y se estrella contra la inmensidad,
así mi alma naufragó en su mar.

Por eso, no le olvido …

Y el beso que yo no pude darle
y la caricia que siempre quedó trunca,
hoy me atormentan como nunca … nunca …
Portal Guaraní

HASTA LAS GUITARRAS MIENTEN [Mi poema]
Ánuar Zúñiga Naime [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Que este mundo, señores, no es mi mundo,
y ésta, amigos, la tierra no es mi tierra,
que este entorno hediondo y nauseabundo
anda ausente de fe y de amor profundo
donde, único, el placer se llama guerra.

La virtud no se mira en el espejo
y la luna del cielo se ha ausentado,
amar a los vecinos sueña a añejo
y aunque mires no encontrarás reflejo,
la esperanza en el fango se ha incrustado.

Y ha emigrado al desierto la alegría,
la flor de los jardines se ha secado,
sólo queda el dolor. Melancolía
de aquel sueño, maldita miopía,
por ansia del placer desesperado.

Las lluvias del invierno se resienten,
oscuros se presentan nubarrones,
no hagas caso a los bulos que te cuenten
ni fíes, las guitarras también mienten,
no avienen a tocar nuestras canciones.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Ánuar Zúñiga Naime

Border Line

1
Todo empieza con teléfonos arrancados de la pared,
con maletas hechas de madrugada y platos rotos,
con llorar durante ciertas películas,
tomar café sin azúcar en presencia de más gente
y temerle a las avenidas grandes.

2
He sabido de hombres
que pasan las tardes de los sábados
tirando condimentos del refrigerador;
que pasan las noches
raspando los ojos contra el techo.
Hombres que se aferran por años
a la punta de una mujer
mientras dios tira
desde el otro extremo.

3
El cielo amaneció astillado.
Reviso la alacena y no encuentro
el frasco con lo poco dios que nos quedaba.
El niño está en su cuna tirando dientes
y tú me sonríes catálogos,
hablamos Fisher Price y listas del súper.
El domingo avanza nadando en brea y las manos
[las nuestras]
no nos tocan sin rompernos.

4
¿Tú en cuáles abismos te has caído?
¿En qué pasillos
de luz nublada
jugaste el tazo de tu infancia?
¿En qué charcos fuiste
naúfrago?
¿Máscara
[cáscara]
labios partidos
cerveza tibia
dejada por dios a la mitad?

5
Crecimos
como raíces de árbol
que no rompen el concreto.

Crecimos
ligeramente abajo
de nosotros mismos.
Hacia la humedad enterrada
hacia los gusanos.
Nos quedamos enroscados en las piedras
[y los huesos]
y en toda palabra para decir derrumbe.

Law abiding citizen

Máquina de fumar,
máquina de hacerse pedazos.
Mitad hombre y mitad
ganas de quedarse en la butaca
hasta el final de los créditos.

Se dijo de él
que de pequeño se ponía espejos
en los calzones,
que en el jardín de su abuela, sembró
teléfonos que nunca dieron línea.
Que a escondidas
se creía más que Noel Gallager
quien se creía más que John Lennon
quien se creía más que un carpintero.

La verdad es que
sólo fue rey de focos fundidos
una noche
en una partida de pócar.

Su único talento
fue hablar como caracol,
oficio que ejerció hasta el último cenicero.

Los que lo conocieron,
sabían de su afición
a empolvar los muebles
y depredar a las hormigas.

También es cierto
que durante su adolescencia
tragó rieles como vagón de metro,
fue semáforo de dos luces
y se vestía de balacera
para salir los viernes.

Aquí descansan pues
los restos de Ánuar Zúñiga Naime
probablemente libres
de toda teoría.

Pretty hate caffeine

I
Yo soy el ciudadano promedio
cuando las noches son tibias
como un revolver que acaba de abrir fuego
y las grietas del techo
forman el mapa de la asfixia

Yo soy el ciudadano promedio
y le tengo más miedo
al hambre que al fracaso.
Soy los nudillos que golpean los cristales de los seven eleven
a las cuatro de la mañana
la sensación de vacío después de coger con desconocidos

Escucho el iPod en shuffle porque no me atrevo a controlar nada

Mis padres me enseñaron a no conformarme con ser un perdedor
Mis padres me enseñaron a ser un buen perdedor

Yo soy el ciudadano promedio y le tengo miedo a los perros
que se arrojan contra las rejas de los zaguanes
al escuchar mis pasos
Tengo gingivitis y tengo
doscientos éxitos de los Beatles en formato mp3

Soy el ciudadano promedio
y me siento sospechoso en los bancos
y los aeropuertos.

La casa en la que crecí ahora es una sucursal de Starbucks

Corro al cruzar las calles
obtengo placer de imaginar a mis padres
llorando mi muerte.
Yo soy el ciudadano promedio y tengo un montón de vidas ficticias
para contarle a los taxistas
olfateo los calcetines después de usarlos

Algo tengo de justificante médico
algo
de mono lanzado al espacio.

Yo soy el ciudadano promedio
y no tengo salida de emergencia.

II
En el decimosexto año de mi vida descubrí
que nunca sería Travis en Taxi driver
que a lo mucho sería la luz roja
el semáforo que te hace perder el tiempo

Me di cuenta de que hay que tener
carácter para el heroísmo
o ser demasiado imbécil

Después quise ser como los burócratas y los astronautas
dejar pasar los años
mirar todo a través de un vidrio

pero tengo el metabolismo de los reptiles y me toca
ver las dos caras
de muchas monedas:

soy la malamadre
la malahija del malpadre
y así
porque YOLO
porque el instructivo venía en checo
y somos coches bomba
cediéndole el paso al peatón

III
Dios te ama
porque no vive contigo
porque no tiene que quitarle tus pelos al jabón
cada mañana
en la regadera

Porque no te escucha roncar como una sierra eléctrica
a las 3 de la madrugada
masticar con la boca abierta
porque no tiene que limpiar la tapa meada del escusado
todos los días

Dios te ama
porque solo te ha visto en la tele

IV
todo lo que quisiste ha cambiado
o se encuentra fuera del área de servicio.

Wireless

Te quiero porque tienes los dientes
de un blancor doloroso.
Porque tus pechos caben
exactamente en mis manos,
porque siempre llamas
cuando estoy en la regadera.

Te quiero porque fuiste mi herida más temprana
y tienes la risa de los trapecistas
que saben
que van a caer.

porque eres más contorno
que mirada en el espejo,
porque eres boca toda humo
y hueles a ti.

Te quiero porque octubre nos quedó chico.
Porque eres
la mentira más grande que me he dicho.

We name our children after towns

LADO A
Aprender desde la cuna
que lo único importante
es cuidar de los insectos pequeños
saber de memoria
ciento treinta y cinco frases de Homero Simpson
pasar catorce minutos al día
recargado contra paredes
pintadas con anuncios de clases de kick boxing

LADO B
Guárdame una navaja de papel
una nube de plomo
la palabra motor

Guárdame el susto de una niña
con una abeja en el pelo
una argolla en la lengua
un sueño que no recuerdas como termina

Guárdame un desierto sin fondo
guárdame arena

Guárdame la luz de un foco justo antes de fundirse
canciones que no te recuerden nada

Bautizamos a nuestros hijos como ciudades

LADO A
En la primera fotografía que me diste
Traes puesta una camisa de hombre
no sonríes
líneas negras de cabello te hacen alacranes en los ojos
y miras como los niños
que ensartan animales con alambres.

LADO B
Tendremos días de besarnos pedazos de vidrio
hilos de saliva y después
las horas que casi fueron,
decretar el caos,
no sentir frío,

llorar porque la culpa es algo
que se pega en la garganta
y se encostra
y hace grietas en la voz
y la apaga.

Wir taufen unsere Kinder als Städte

LADO A
La pesadilla es la piel,
el pelo negro en la raíz
y las puntas
como aceite en un charco.

La pesadilla es el olor a nuevo,
preferir las historias cortas,
el timbre del elevador.
No mover un dedo ante una casa en llamas

La pesadilla es humo

La pesadilla es una niña de 14 años
con un vestido de twister

LADO B
Tienen los ojos negros y los pantalones rotos
van a los billares
juegan a que son vampiros
y se ríen para adentro
o escuchan a AC/DC

Hacen ojos de plomo cuando se miran al espejo
comparten los audífonos
o los cigarros
o los lentes de contacto
pero no lloran
porque se les corre el maquillaje

街のように私たちの子供たちを命名します

LADO A
Alfileres plateados como antenas
como cuerpos
que despiertan ensartados
en lo frío de las mañanas

Alfileres en los ojos, en los labios,
en una fotografía con amarre
para el mal de amor
Alfileres para que no se nos caiga la piel

LADO B
Escuchar canciones en idiomas que no conoces
Imprimir docenas de hojas con símbolos
que nunca serás capaz de leer.
Saber que –igual que las puertas de madera–
terminarás desvencijándote.

Batizamos os nossos filhos como cidades

lado a
Pegar envolturas de condones con imanes
en la puerta del refrigerador.
Vivir en casas
que se construyeron a partir de grietas
Dejar un cigarro
sobre una caja de cerillos
sobre un galón de acetona
y esperar

No aceptar nunca
que la piel hace frontera con el mundo

lado b
La ciudad también es los hombres
que miran un cigarro apagarse
dentro de una botella de dosesquis ambar,
película muda,
gente que no cree en el alma.

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MI POETA INNVITADO: Jorge Abarca

Caballos

I
La noche fuma el último hálito de la tarde,
el caballo de Troya en su imponente figura
sobre la tierra encendida de los hombres arde.

Con el fuego en las crines galopa con soltura
y crece con el canto de muerte en movimiento
de filas de guerreros lanzados con locura.

En la ciudad entera arrasada por el viento,
y el silencio en ruinas de las torres implacables
entre la sangre de héroes con gran deslumbramiento:
brilla el potro dorado con su aliento indomable.

II
Desde Troya hasta el imperio de Kubla Khan
trotan los caballos con sus cascos luminosos,
su hermosura es un arma milenaria
en las inmensas praderas de la tarde.

Bellos y en manada, relinchan y piafan
dirigidos por la fuerza de un ejército,
que sueña con desolar ciudades
y hacer del firmamento una Guerra compartida.

III
El dios de los caballos,
surca los infinitos vientos de Ares,
estruendo que crece
para emboscar por la noche al universo.
La tragedia encendida de los hombres, Abriendo Caminos Editores 2019.