A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

CUANDO HABLO CONMIGO [Mi poema]
Vicente Quirarte [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Cuando hablo conmigo, me miro a los ojos,
suspiro y las penas las pago conmigo,
repito insistente y ni sé lo que digo
y entre esa maraña de hierba y abrojos
al cielo maldigo.

Cuando hablo conmigo y escucho a mi mente
resuena insistente y recojo el testigo
y así de repente mis ansias abrigo
bajo los auspicios de un ser indigente
ya nada coligo.

Cuando hablo conmigo y a mi no me escucho
no quiero, conozco, digo o no hago caso,
soy vaso vacío, quizás no soy vaso,
suena una campana, se afila un serrucho,
en ruido me abraso.

Cuando hablo conmigo y el viento se esconde
y ya la azotea se acerca al ocaso
no se reconoce, no da el primer paso,
se siente perdido y aun no sabe dónde
convierte en fracaso.

Cuando hablo conmigo me siento un payaso
Cuando hablo conmigo
©donaciano bueno

Dicen que hablar con uno mismo es de #locos, o no? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Vicente Quirarte

Los bares del Sur

De gitana los ojos;
las ojeras, victoria de la noche.
De renovado mármol la epidermis.
Mascarones de proa, los dos pechos
navegan por el mar de los sargazos
entre ardidos, piratas y sedientos.
Los zapatos celestes, grande y honda la herida
del taconear ligero y de la falda
que, igual al escote de la blusa,
busca el ojo cerrado del ombligo.
Y esa risa alevosa, envolvente, cantarina,
chorro de luna llena
en el sol con muletas de los antros.
Engalanada para la sed del Viernes,
tomas posesión. A los peones ordenas
el trópico en un vaso
y ese ron que comienza el tiroteo
inunda de llamas dulces tus entrañas.
Mides, con regla de señora, tu dominio,
reina de los plebeyos de la barra,
ángel entre los torvos y sirenas.
Estela de los bares, tú no esperas:
veinte cerillos prenden tu cigarro
cuando ya lo ha prendido tu bocaza,
en pie de alta guerra tus carmines.
Acódate y acábame. En tu primer cigarro,
une a todas las divas de mi infancia.
Concédeme la gracia
de guardar en mis ojos tu antebrazo
donde quince lunares se congregan
para trazar la forma del caballo
donde espero llevarte
a cabalgar la noche.

Que después la mañana nos disuelva.

Encuentro con la nieve

Nevó toda la noche y amanece
la tierra inmaculada.
Quién pudiera decir que bajo el manto
prepara su verdor la primavera.
Si la pureza existe,
qué semejante es a la nieve:
hoja blanca cedida por el mundo
para probar que nada permanence.

Belleza del astrónomo

El Sol que nos alumbra
no es un sol presente:
ocho minutos tarda
en llegar a la Tierra.
Cuando dejas la casa
la hermosura prospera:
tu perfume en la cama
lentamente madura
como un sol generoso
que en presente redime
la pequeña hecatombe
de la alcoba desierta,
la memoria viviente
de dos planetas solos
que entre veinte millones
se encontraron.

Razones del samurai

Para mi madre y mis hermanos

Nada que no tuviera
el antiguo sabor de la derrota:
el inútil trabajo del incendio
o la mitad del bosque;
la cólera tejida de la espuma
—corona, un solo instante,
del encaje del mar sobre la roca—,
espejo aliado fue de sus acciones.

Por eso sus victorias
tuvieron el estrépito
de lo que nace próximo al desastre:

el idiota que atreve un ‘yo deseo ‘,
la lluvia que se viene en el verano
para encender la sed con más violencia,
de la niñez el vuelo interrumpido
cuando la fiesta apenas comenzaba.

I
A las tres de la tarde
de aquel trece de marzo,
la voz de mi hermano Ignacio en el teléfono:
‘¿Puedes regresar?’
Y yo que quería contarle
del alba en California;
del cartel de la ballena jorobada
—cuarenta toneladas de energía
saltando en algún lugar de Alaska—;
del libro sobre la ballena spermacetti,
la Moby Dick que acometió al Pequod
y echó a pique los sueños
de su capitán alucinado;
del café que estrenaba las mañanas
con su campana oscura;
de las rubias empleadas de las tiendas
que en mi sed de comprar reconocían
las huellas del amor recién nacido.

¿Padre, hubieras querido que tu primer hijo
diera la mala nueva de que ya éramos menos?
En tus treinta minutos de agonía,
con el pie en el estribo de otro tren,
¿te acordaste de sus primeros pasos
cuando al pie de las sillas de montar
posaba como un pequeño Buda,
grave y solemne como los niños tristes?

‘¿Puedes regresar?’ Me dijo Ignacio.
Debajo de sus palabras se anunciaba e
l valeroso miedo de ser débil,
la rabia por no soltar la brida del caballo.

Era, como en los Viernes Santos,
la hora en que llegó la quinta herida,
en aquel cuarto oscuro de Los Ángeles
donde Ignacio quería decirme, dijo, me decía
que a la tribu por ti capitaneada
la diezmaban de tajo,
que te ibas de plano, y nosotros contigo.
Y mientras yo pensaba que la vida
era para mi sed un mar pequeño,
te tirabas —sereno— de aquel puente
para dar comienzo a las preguntas.

II
Atrás quedan la luz, el mar, las nubes
más brillantes después de la tormenta.
A diez mil metros de altura
regreso a la ciudad monstruosa
donde tú ya no esperas mi retorno.

III
A veces, cuando nada
pareciera librarnos del desastre,
estas ganas de ser maleducado
y de abrir, como tú, la puerta grande.
Pero afuera del baño de cantina,
mis amigos me esperan: su alegría
tras una selva negra de botellas.
Mira, siempre podemos engañarnos:
Que tus libros, tu huella, tus alumnos.
Lo cierto es que tus manos ya no cogen,
Que tus labios no inventan otra boca
y no orinas, soltando, lo que bebes.
Por eso llamaré —capricho de borracho—
a la Carmen que va no conociste
y le diré las cosas que me vuelven
más vivo que este ruido y este antro.
Y mi cuerpo saldrá de la cantina
y el aire de la noche será frío
y habrá más todavías, mañanas y más tardes.
¿Qué pensaste —carajo—, qué sentiste,
al volar por segundos, convencido
de que abajo la red no te esperaba?

IV
Don Emigdio, el abuelo, fabricaba
las sillas de montar más allá de la noche.
El café, la pobreza, los desvelos
desbocaron la yegua que no tuvo.
Cuando fuiste al hospital a recogerlo
—luego supe que se llamaba manicomio—
te entregaron su ropa aún mojada.
A nosotros, por niños, nos dijeron:
‘Su abuelo murió ahogado en una alberca’.
Pero una voz más honda nos decía:
‘La lima despertaba su otra sangre
y afilaba navajas en su carne.
El agua donde su cuerpo navegaba
en las manos sin cuenco de la muerte,
le ganó la partida a la locura’.
¿Qué diremos de ti que no te turbe,
qué diremos de ti para que nada
interrumpa tu sueño?

V
Larga y lenta canción de la desdicha:
quien apuesta a su incierto pentagrama
traza su propia trampa y la sonrisa
de una doncella coja a quien invitan
al baile de palacio.
No hay canciones felices: lo que duran
es aire para vivir los otros días,
fruto de la amargura cotidiana,
asfixia de la hoguera en la semilla.

VI
El arrayán sacudido por la abuela,
el único árbol de su patio,
era un hermano más: solitario, tristón,
sostenido en pequeñas alegrías.
Como los terremotos, imprevistos,
cuando el padre y la abuela se enfrentaban
era el tiempo de huir, de refugiarse
a la sombra del árbol,
jugar a la soledad con los mosaicos,
contemplando la hierba que crecía,
igual que mi tristeza, a lo salvaje.
Más tarde, además de juguetes, tuve libros.
En los cursos de invierno repetí ‘La robe est verte′
verde como los ojos de la niña
que maduraba tigres en mi sangre.
Refugiado en su luz y su perfume
miraba el ciclo oscurecerse y me sentía
como ese arrayán que en casa de la abuela
era el hermano ausente,
desmelenado y solo, orgulloso y viril,
al fondo de la casa.

VII
Entonces también era diciembre
y lima y tejocotes era el aire.
En uno de los equípales tapatíos
que saben ser eternos, nos dijiste:
Sentarse aquí para esperar la muerte’.
recuerdo con rabia y te imagino
sacando a la Catrina de la greña
cuando no te tocaba,
a las tres de la tarde de tu trece de marzo.

VIII
Escribo de este lado del espejo:
no ignoro que respiro, que mi cuerpo
es un buen animal que me soporta
por la ciudad en ruinas, tu dominio.
Y no olvido que hablo de la muerte
como el niño que burla a un toro ciego.
Al hallar las palabras que te buscan,
la verdad es que hablo de lo mío,
de lo que soy por ti, de lo que tengo
para encender la hoguera
cuando pienso que estás doliendo menos,
para que no te olviden la prudencia,
el sentido común, el tiempo curandero.
¿Creerás que mis palabras
quisieran ser el diálogo,
un desquite a destiempo
por todos esos puentes
que dejamos tendidos en el aire?

IX
También los grandes icebergs se desploman.
También esas montañas como dioses
se rinden a las armas
del tiempo y sus legiones.
Igual que a nuestros dioses, otros dioses
los arrastran, los llevan, los humillan
para hacerlos monarcas en exilio.
Te disuelves, como un iceberg, en el tiempo.
Pero nada convence a la memoria
de que el dolor presente es el comienzo
de los siete dolores
que debajo del mar me están guardados.

X
Pero valió la pena lo bailado:
la caricia del mar,
su azogue estremecido;
falsa estrella que, trémula en la mano,
te pagó por caricias de sirenas
que en tus huesos tatuaron su perfume.
Aunque armas y letras te prolonguen
poco a poco te irás, como se borra
el olor del amor bajo las aguas.
Nadie se queda en el recuerdo.
La mejor de las formas de guardarte
es respirar a puños este aire
encendido de luces y muchachas,
vacaciones, jardines desencuentros
que nos dejan, con sed, en el preludio.

XI
Tú le abriste la puerta. Estoy seguro
de que no te doblaste al enfrentarla,
y en tu vuelo sin alas regresaron
las palabras ardientes del vencido,
con la ciudad a punto de perderse,
al encuentro de un sol de bayonetas.

Pero hay algunas tardes, como ésta,
en que el traje de luces no la viste
y la muerte es pequeña y pobre y pinche,
como un pulpo vulgar, incontinente,
que nos riega de tinta la camisa
y nos quita la entrada de la fiesta.

XII
Te conceda la gracia de las nubes
y de que, inmóvil, mires lo mutable,
y vuelvas en verano, con la lluvia
a inventar la ciudad inagotable.

No el océano que amaste sino el cielo,
más alto que los hombres y los barcos,
te nombrará farero de las nubes,
profesor de sirenas descarriadas.

Contemplarás los blancos paquebotes
esculpidos en luz o ala de ángel,
navegar por canales luminosos
con el sol en sus cuerpos imposibles.

Todo será futuro, sueño ardiente,
y estarás en un cielo más tangible,
el burlador triunfante de tus ansias
cuando diste batalla entre nosotros.

El mundo

Queremos nombrar el centro de las cosas,
el corazón sonoro de las cosas,
el fervor silencioso de las cosas.
Creemos: develar el misterio
nos salva del transcurso
de las horas que gastan la memoria.

Mejor dejar las cosas
tras la tela paciente de la araña,
tras el ala del ángel traicionado
o el camisón que crece en tu hermosura.
El alma de las cosas
es la niebla purísima que deja
adivinar su nombre verdadero.
No buscar los prodigios. Esperarlos:
tu bramido de amor
que sale del espejo que te copia:
esa reconstrucción lenta del mundo
que afirma su materia más durable.

La piel del mar

I
Por mano de varón, sus maravillas.
Los músculos de un hombre levantaron
sus cumbres y sus puentes;
le tensaron la piel sobre los huesos,
la pulieron a fondo entre los muslos,
dura y terrible y nimia en los pezones.
Del talento de un hombre la sustancia
que lubricó su entraña.
Y al final de la hechura,
la mano de varón abrió la herida
que a un tiempo da la luz y trae la muerte.

A tanta perfección, puerta cerrada.
Fue mano de mujer, la curadora.
De sudor de mujer, la aguja de diamante;
de su saliva, el hilo en nudos ciegos;
de sus aceites íntimos, el bálsamo
que extinguió los dolores del naciente.
Con nombre de mujer nació la lluvia.

II
La memoria es un barco de papel
donde puedes guardar una ballena.
Armado en astilleros del pupitre,
lo doblan manos frescas de muchacha,
navega sin que nadie lo bautice
y resiste las peores marejadas.

Con su velamen de papel periódico
y sus jarcias de tinta,
se embriaga como barco adolescente
o asesina gaviotas
como el viejo marino que navega sin rumbo.
Cuídalo del naufragio y no lo turbes:
ese barco navega por los sueños
y si tú lo despiertas
nadie sabrá qué hacer con su locura

tercero

A Ximena Amescua Cuenca

Bienaventurada la mujer que mire una ballena,
la aleta prodigiosa
que es en verdad tan fina,
tan poblada de huesos y tejidos
como los largos muslos
de las hembras terrestres.
Bienaventurada la que sienta,
en la ballena que emerge en pos de aire,
el pulmón de la vida,
el fuelle gigantesco de esa vaca profunda
que igual a las mujeres de la tierra,
siente crecer su cuerpo
y canta las canciones de cuna del nonato.
Bienaventurada quien escuche
el ronco ritual del macho
en vigilia de amores, mar adentro,
y los violines niños del cachorro
afinar el silencio en la bahía.
Bienaventurada la mujer
que en la lengua pulse la sal de la mañana
y ante sus ojos pase
un coro de ballenas con sus nuevos infantes,
grávidas las hembras,
orgulloso el varón de la manada.
Bienaventurada aquella
que al tiempo que su vientre se ilumine,
en el aire que bebe reconozca
que ella también va llena
y es criatura dilecta de los mares,
donde nació su historia.

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EURODIPUTADOS [Mi poema]
José Sarria Cuevas [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Aquellos que un buen día os aupasteis al altar
de ese elitista gobierno de la Europa Unida,
que ahora acomodados gozáis su bienestar
sin pudor traicionando ese punto de partida,
que amoldado os habéis a vivir y a predicar
¡cómo habéis de insistir que seamos solidarios!
aburguesados en vuestro rol de criticar
y a que paguemos vuestros pecunios dinerarios.

Atentos, vuestro lema es debéis colaborar
a repartir ecuánimemente los denarios
pues a los más humildes debemos ayudar
y al mismo tiempo coadyuvar con el erario.
¿Con qué argumentos falsos queréis a hacernos creer
que vuestros intereses no son los de una casta?
hartos ya de promesas y aun de ambiciones ser
algún día lograréis que ya digamos basta.

¿Cómo es que vosotros, los euro-parlamentarios,
-vean, pues, qué curioso resulta comprobar-
ahora ya os opongáis y os neguéis a cotizar
los impuestos por vuestros magníficos salarios?
Pues por más que pretendáis otra apariencia dar,
cómodos, convertido os habéis en mercenarios
¡ojo euro-ciudadanos os quieren engañar,
qué políticos, ya todos sois unos falsarios!.
©donaciano bueno

Este texto podría no entenderse si se desconoce que estos eurodiputados, de derecha, centro, izquierdas, da igual, sólo se unen cuando se les trata de meter mano en sus opulentos sueldos y privilegios (de 12.000 euros mensuales en adelante) como se ha demostrado ahora cuando el Ministro de Hacienda pretende obligarles a a que paguen sus impuestos en España y no en otros países en los que éste es sensiblemente más bajo o cuando se les pide que hagan uso de sus trayectos en avión en clase turística y no en primera clase. Como puede verse, predican austeridad pero no dan ejemplo.

MI POETA SUGERIDO:  José Sarria Cuevas

Acércate a mi boca

Acércate a mi boca
como si nunca el tiempo
hubiera edificado
distancias abisales.
No amuralles las horas,
no detengas el pulso de la sangre
con minerales lutos,
no extravíes tu risa
en furtivas distancias
y acércate a mi boca
con la firme certeza
de alcanzar un país
de sigilosas ascuas
que sustenta el fulgor
de remotos veranos.
Mírame con tus ojos,
aquellos que vencieron horizontes
y alcanzaron las cumbres
de otros
labios dorados
y acércate a mi boca
con la misma inocencia
de los primeros besos.

El primer beso

¿Recuerdas aquel beso?
Aún persiste en mi herida
su destello dorado:
la primera inocencia.

Mis versos

Mis versos son gacelas
recorriendo
tu espalda,
buscando la alfaguara
que fluye por tu vientre.

Silencios

«El silencio es la más
elocuente manera de mentir»
(BEBE)
Ella le preguntó
si aún la amaba.
Él traspasó con finos hilos de oro
sus labios para dar
aspecto de hermosura a su silencio.

Sola

Se encontraba tan sola
que ni aún en los días
de intenso sol le acompañaba
su sombra. Con los años
se agravó la dolencia.
Hay quien afirma haberla
visto deambulando
las tardes de domingo
por las calles vacías
de los polígonos.

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MI POETA INVITADA: Valeria Canelas

TOCAR

Nos acostumbramos
a la lógica implacable
de las superficies
incorporamos sus texturas
a nuestro repertorio
de rutinas

ya nada nos asombra
ni los pliegues
ni los restos que se desparraman
ni los contornos

pero de vez en cuando
se instala en nosotros
la sospecha
del tacto
queremos tocar el mar
un pequeño puñado de tierra
removida
el tejido horadado de una camisa
el pelaje de un gato dormido

tocar como si fuera la primera
o la última oportunidad

y llegamos a nuestra piel
cuando ya nada nos separa
del resto
superficie entre superficies
territorio desplegado
objeto arrojado al mundo
también nosotros.

TODO LO SÓLIDO

Sospecho que no llevo una vida plena
pero esto es algo que solo puedo decir
irónicamente
y sin embargo esa sospecha
me obliga a afinar las percepciones
a preguntarme si la plenitud
reposa en algún lugar de toda esta materia
rebosante al menos
de contundencia visual
en estos soportes
que aparentemente se disuelven
en la intención.

TRADICIÓN

Me apropio de las cenizas de todos los que me precedieron
y en lugar de enterrarlas
las guardo en un gran cofre de cemento
y me siento sobre él
como si me encontrara en una plaza cualquiera
tomando el sol
-vida animal finalmente-
dispuesta a encarar el día
lleno de acciones poco importantes.

BOTÁNICA

Estos perfiles grises tienen su encanto
estos bloques de cemento
columbarios improvisados
tienen su encanto
estas instancias volcadas hacia el puerto
tomadas por gaviotas de andén
tienen su encanto
me repito con un afán de permanencia
que en cuanto llega el tren se disipa
como un mal presagio
o una mala decisión inapelable
un entramado de circunstancias
que han desembocado aquí
en esta necesidad un tanto insulsa
de resaltar lo que me rodea
con palabras
forzar la percepción
orillarla fuera de sus cauces neutros
y perdonarme
por estar aquí
planta carnívora en medio del colapso.
De: Escribir sobre el cemento. Editorial: Liliputienses.

MI OTRO YO [Mi poema]
María Victoria Atencia [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Mi otro yo me acompaña indiferente,
al minuto, al instante, a cada paso,
vigilando si salto, por si acaso,
desde ésta que es mi orilla a la de enfrente.

Pareciera dormido, inexistente,
mas siento que él me va dando un repaso,
protesto, y amenazo, y no hago caso,
que me voy a lanzar en parapente.

Que a consejos yo atiendo con desgana,
harto estoy, no me atengo a las presiones,
pues si he de silenciar las emociones
justo es saber, lo hago de mala gana.

Si no puedo gozar de libertad
de qué sirve vivir en esta vida,
su protección aquí es mal recibida,
se lo digo en honor a la verdad.

Que la tierra en barbecho son rastrojos
que con yerbas forman la humanidad,
la verdad no existiría sin maldad,
pues le obliga al humano a abrir los ojos.

Lo sabe el corazón que se entretiene
propinando a este infiel malas trastadas
y aunque sean traperas las jugadas
la vida aquí sin él no se sostiene.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  María Victoria Atencia

EPITAFIO PARA UNA MUCHACHA

Porque te fue negado el tiempo de la dicha
tu corazón descansa tan ajeno a las rosas.
Tu sangre y carne fueron tu vestido más rico
y la tierra no supo lo firme de tu paso.

Aquí empieza tu siembra y acaba juntamente
-tal se entierra a un vencido al final del combate-,
donde el agua en noviembre calará tu ternura
y el ladrido de un perro tenga voz de presagio.

Quieta tu vida toda al tacto de la muerte,
que a las semillas puede y cercena los brotes,
te quedaste en capullo sin abrir, y ya nunca

SAZÓN

Ya está todo en sazón. Me siento hecha,
me conozco mujer y clavo al suelo
profunda la raíz, y tiendo en vuelo
la rama, cierta en ti, de su cosecha.

¡Cómo crece la rama y qué derecha!
Todo es hoy en mi tronco un solo anhelo
de vivir y vivir: tender al cielo,
erguida en vertical, como la flecha

que se lanza a la nube. Tan erguida
que tu voz se ha aprendido la destreza
de abrirla sonriente y florecida.

Me remueve tu voz. Por ella siento
que la rama combada se endereza
y el fruto de mi voz se crece al viento.
De Cuatro sonetos (1955) y Arte y parte (1961)

Rosa

En el joyero Tiffany′s se marchita una joven
rosa de Jericó.
Solo al costado mismo de la muerte comienzan
su plenitud las rosas
tras la ruptura última del quicio de la sed.

La casa

Me adentraba en ella -ante mí en la cubierta del libro-,
en su planta cuadrada y un silencio en sus muebles que adivino o invento:
podría pintarla como cuando era niña y abrir con una cuchilla sus ventanas,
porque ella era mi mundo inserto en otro mundo de intimidad discreta
que yo invadía y daba a los demás.
Lo que en ella pasaba -un perro, una bombilla- me resultó feliz.

Godiva en blue jeans

Cuando sobrepasemos la raya que separa
la tarde de la noche, pondremos un caballo
a la puerta del sueño y, tal Lady Godiva,
puesto que así lo quieres, pasearé mi cuerpo
-los postigos cerrados- por la ciudad en vela…

No, no es eso, no es eso; mi poema no es eso.
Solo lo cierto cuenta.
Saldré de pantalón vaquero (hacia las nueve
de la mañana), blusa del “Long Play’ y el cesto
de esparto de Guadix (aunque me araña a veces
las rodillas). Y luego, de vuelta del mercado,
repartiré en la casa amor y pan y fruta.

Epitafio para una muchacha

Porque te fue negado el tiempo de la dicha
tu corazón descansa tan ajeno a las rosas.
Tu sangre y carne fueron tu vestido más rico
y la tierra no supo lo firme de tu paso.

Aquí empieza tu siembra y acaba juntamente
-tal se entierra a un vencido al final del combate-,
donde el agua en noviembre calará tu ternura
y el ladrido de un perro tenga voz de presagio.

Quieta tu vida toda al tacto de la muerte,
que a las semillas puede y cercena los brotes,
te quedaste en capullo sin abrir, y ya nunca
sabrás el estallido floral de primavera.

Suceso

¿Quién desvía tu vuelo y me desea ahora?
Estaba yo ocupándome de la compra, el teléfono,
la ropa de los niños, y se me quedó fija
en un punto brillante del quinqué la mirada
cuando tú prorrumpiste -si a tu ventana llega…-,
con un ronco zureo y súbito aletazo.

Reposa tu fatiga un momento en la casa
mientras hierve en colores la pluma de tu cuello,
y echa luego a volar y vuelve con los tuyos
al trigo de los muelles y al agua de los parques,
donde a tu desolada pareja, por tu ausencia,
el celo le contrae la encendida pupila.

Venda

De un espeso tejido me rodea tu mundo
por todos los contornos.
Me abarcas como un pecho abierto a la ternura,
como una gran maroma que en surcos se me clava.

Has llegado a cubrirme, definitivo pájaro,
a decirme la vida a tu propia manera,
al modo más hermoso de vuelo sin tropiezo
abrazando la nube.

Podrías no contarme por uno de los tuyos,
y sin embargo sueles apretarme la sangre
llenándome los ojos de un agua sin salida
descolgada en sus fuentes.

En sombra de tus pliegues se encarna la ternura,
tal a una mano abierta que lo abarcara todo,
y olvida nomeolvides en lugares ocultos
de preciosos recuerdos.

Callada te delatas, Echada por mi frente
dejas correr el tiempo, como si fueras niña
que inaugurara sueños en la siesta más tenue
de un setiembre cualquiera.

A tientas yo te canto, erguida compañera
de la noche en lo oscuro, sintiéndome por labios,
por ojos y por dedos tu inundación callada
que de arriba descienden.

Victoria

Estaba abierto el cielo y mi hijo en mis brazos,
tan indefenso y tibio y aterido y fragante
que lo sentí una obra sólo mía, victoria
de un cuerpo paso a paso ofrecido a su cuerpo.
Lo envolví con mi aliento y él tuvo el soplo tibio
en el que una paloma se sostenía en vuelo.

LAMECULOS [Mi poema]
William Ospina [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Conozco a uno, qué digo uno, más, muchos
que se pasan la vida presumiendo
¿de qué han de presumir? Que van diciendo
la pólvora que guardan sus cartuchos,
falseando así su historia, van mintiendo.

Conozco, que yo sé de buena tinta.
distinguir al trigo de la paja,
si es la puta o el as de la baraja
aunque finjan pintar que es muy distinta
esa piel que se arruga y resquebraja.

Que yo he visto, no crean que he soñado,
payasos, chupatintas, lameculos,
intentando que creas en sus bulos
insistiendo que nadie lo ha amañado,
de tretas tratantes y disimulos.

Tal es así, esto es verdad, que hoy afirmo
sabandijas son éstas que desprecio,
plataformas, soflamas de algún necio
mamadas ya en la pila del bautismo
que ahora aquí yo me mofo y menosprecio.
©donaciano bueno

De #presumidos están los cementerios llenos? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  William Ospina

Teléfono

A medianoche, en Nueva York,
ella, emergiendo de los mares del sueño,
escucha esa palabra cargada de agua azul
como otro sueño: Adriático,
y sobre un ajedrez de hierro y luna
acaso ve las naves.

La luna del dragón

Hablábamos de los dones de la tiniebla.
De los amores muertos.
Cuando se perfiló sobre el Oeste
El oro espeso de la media luna.
‘Mira: es la Luna del Dragón’ ?me dijiste.
Y los dos la miramos
Como si algo terrible pesara sobre el mundo.
El hemisferio gris parecía lleno
De hondos presentimientos.
No había una estrella sobre el mar en calma
De humaredas y torres.

Nadie dijo: ‘Es la luz que hace al Dragón visible’.
Nadie dijo: ‘Es la casa donde el Dragón habita’.

Nadie dijo: ‘Es la luna que ampara a los dragones’.
Miramos simplemente el cuerno rojo.
La sobrehumana forma que doblegaba al cielo.
Y pensamos acaso en los terrores
De la culpa y la fiebre.

‘Sólo es la Luna del Dragón’ ?me dijiste.
Pero algo negro ascendió de mi infancia
Y di gracias a Dios de no estar solo.

Seguimos en silencio
Mientras las nubes negras cercaban en la hondura
Aquel objeto de alta magia y belleza.
-‘Tal vez el nombre viene de las baladas celtas’.
-‘Yo no sé por qué pesa y aflige como un sueño’.

Era la Luna del Dragón, y nadie
Parecía comprenderlo.
Iban las multitudes, bulliciosas, urgentes,
Atentas sólo a su pequeño misterio,
Mientras sobre las hondas avenidas
Un oro atroz vertía su intemporal influjo,
Y algo terrible y bello batía sus alas rojas
Como un polvo impalpable sobre las tristes tierras.

El espejo

Una región del muro está hechizada.
Sólo el ojo lo sabe.
Un cristal incansable paso a paso repite
las rectas sombras que la tarde desplaza.

Terriblemente dócil, no desdeña
la vertical sinuosa de una hormiga extraviada
y al fondo de sus cámaras
también crecen las plantas.

A veces miro ese país extraño
cuyos hombres no tienen más lenguaje que el gesto,
ese país sin música.

Sé que no puedo ser ese hombre que me mira,
sé que a él no lo alcanzan el temor ni la idea.

Cuando la noche apaga las letras y los ángulos,
en su país de eclipses él no te ama.

El geólogo

Aquí hubo un mar hace un millón de años.
El hombre no lo sabe, más la piedra se acuerda.
Pártela: hay un cangrejo en sus entrañas,
Todo de piedra ya, forma magnífica
Que se negó a ser polvo.
Ante el peñasco y el guijarro, piensa
Que acaso fueron seres dolorosos,
Sangre y pulmones palpitantes.
Entre la ciega roca
Y el trémolo extasiado de la salamandra
Tan sólo hay tiempo.

Oración de Albert Einstein

Advierto con profunda perplejidad
que el hermoso guijarro que abandono en el aire
se precipita recto hacia la tierra.
Tal vez para una hormiga que fuera en el guijarro
seria más bien la tierra lo que cae,
verde planeta que se precipita.
Para el soldado inmóvil
antes de halar la cuerda de su paracaídas
vertiginosamente asciende el mundo.
Y si al pasar el tren ante su cobertizo
el mendigo no viera los vagones
sino al niño que en ellos deja caer la manzana,
vería que la manzana toca el suelo
lejos del sitio donde el niño la suelta,
que la manzana cae oblicuamente.

Advierto que la firme realidad de este mundo
cambia de ser a ser, de conciencia a conciencia.
El gato observa las felinas estrellas.
Nunca verá el astrónomo
que mira el arco de la medialuna
el sobrehumano rostro que esa luna diadema
o esos pies de una virgen que la huellan.
Es tan sincero el mundo
que ni una piedra olvida tener sombra.
La memoria del prado
recuerda el rojo de las amapolas
y al primer soplo tibio lo despliega.

¿Cómo agradeceré que el agua no se incendie
aunque asile en su rostro sereno las hogueras?
¿Cómo agradeceré que las alondras canten
aunque Julieta las maldiga a todas?
Sé que esta luz de estrellas es más vieja que el mundo.
Que estas constelaciones son como un plano fósil
de lo que fue hace siglos el firmamento.
Sé que la masa enorme de los cuerpos celestes

altera el curso de la luz de la estrella
y que ese punto inmóvil que brilla en las alturas
innumerables veces se retorció en su curso,
trazó letras de luz en la piel de los siglos.
Todo rayo de luz porta antiguas imágenes,
y la energía es la terrible victoria
de la materia sobre el tiempo.
Las caprichosas nubes einstenianas
fulminan con sus rayos einstenianos los árboles
y rota la ecuación del vapor leve y del líquido peso
dulcemente se perlan las llanuras.
Me gusta el mundo dócil donde atrapo mis peces
con el anzuelo de un interrogante,
y pregunto en mi alma
cómo agrava la música la substancia del mundo,
qué es lo que escapa del violín y nos hiere.
Se marchita la música
en las elipses de la sinagoga
y Castor envejece más que Pólux.

Gracias, Señor, porque no tienes rostro,
porque eres rosa y dédalos de azufre
y muerte tras la herida y tras la muerte larvas
y previsibles astros tras los discos de eclipses.
Permíteme atrever mis inútiles fórmulas,
líricos mecanismos, serventesios de cuarzo,
trinos brotando de un vértigo de átomos.
¿Qué puedo hacer contra el ángel que altera?
¿Contra el que cambia todo azul en cianuro,
toda belleza en daño?

Algo mayor que el mal rige estos mundos.

Cada mañana pido a mi silencio
que el corazón gobierne al pensamiento,
y cada noche pido perdón a las estrellas.
Pero después olvido
y sé, mientras la luna danza en el pozo,
que Dios será sutil, pero no es malicioso.

Franz Kafka

Padre, le digo, dame tres granos de cebada para despertar al
durmiente.
Pero mi padre no responde:
es un enorme jinete de bronce, alto sobre colinas y sinagogas.
Madre, le digo, aparta tanta niebla,
muéstrame un rostro dulce, del que broten palabras ingenuas.
Pero ella se ha perdido por los callejones de piedra
y sólo encuentro en el espejo sus ojos inmensos.
Abuelo, digo entonces, ya no luches más con el ángel,
ven a contarme historias junto al niego, mientras se hiela el Elba.
Pero el viejo me mira con ojos ausentes, y comprendo
que no es éste mi abuelo sino un viejo gitano que quiere venderme
un recuerdo.
Hermana, bella hermana, le digo,
toma mi mano que está oscuro en esta casa inmensa.
Pero a mi lado pasa una condesa polaca monumental y arrogante
y se escucha un violín, y se cierra una puerta.
Hermano, digo, qué bello cabalgas sobre el potro de madera y
de laca,
¿hacia dónde nos llevan estas tardes inciertas?
Pero él es sólo una imagen, una gris fotografía en mis nimios,
y a lo lejos, atroces, los cañones resuenan.
Goethe, le digo, cántame una canción romana,
haz que yo sienta en mi corazón esta antigua tristeza.
Pero la tumba calla y sobre ella vuelan grises palomas
y no puedo abrir este libro porque sus páginas son de ceniza.
Milena, digo luego, tal vez tú puedas finalmente salvarme,
dime que soy de carne y de sangre, que esto que me atenaza es un deseo
Pero ella se afantasma entre miles de seres escuálidos
y apenas si percibo dos llamas que se apagan muy lejos.

¿Entonces es delirio todo esto? ¿A quién puedo llamar que me
salve?
Su reino es de este mundo. Todos están aceptados y absueltos.
Son demasiado humanos, son demasiado justos,
y yo no logro hablarles con mi estruendo de élitros.
y no aprendí a cruzar las puertas,
y no sé defenderme.

Si ves dos grises ojos de gato en la gótica noche de Praga
comprenderás que temo morir si me duermo.
Si oyes una canción en la gótica noche de Praga
comprenderás que intento saber dónde me encuentro.
Si oyes un corazón en la gótica noche de Praga
comprenderás quién sostiene todo este sueño.

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¿DÓNDE ESTÁS, PARAÍSO? [Mi poema]
Nieves Álvarez Martín [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

¡Oh, ese feliz paraíso prometido!
¿que hice yo, por qué te has ido, donde estás?
No me insistas que aún existes, que no más
soy un ciego que no ve, que está perdido.

Ese cielo de belleza sin igual
que de niños nos vendieron, que soñamos,
cuando, ingenuos, ignorábamos el mal
y que ahora ya encontrarle no logramos.

De ese tiempo de aprendices de la vida
sin ventana en que mirar al exterior,
torpes para percibir cualquier hedor
de este mundo, de su engaño y su mentira.

¡Paraíso tanto tiempo tan soñado!
yo quisiera hoy encontrar un desmentido,
imposible por creer que me han mentido
los que antaño me dijeron educado.

¡Bello jardín del Edén, oh paraíso!
¿qué hice yo para que tú me hayas dejado?
sin sueño, sin ilusión, desesperado,
con el miedo en las entrañas sin aviso.
©donaciano bueno

En #verdad, existe ese tal #paraíso o es otro engaño más? Share on X

El paraíso terrenal o Jardín del Edén era ese lugar maravilloso, lleno de plantas, frutos y animales, en donde vivieron en un estado de felicidad y perfección Adán y Eva, antes de desobedecer a Dios.

MI POETA SUGERIDO:  Nieves Álvarez Martín

Palabras

Cada palabra tiene un lugar en los versos.
Algunas interrogan al poeta,
quieren saber por qué las utilizan
sin sentido aparente.

Otras buscan colarse entre los muros
de relojes de arena solitarios.
Las hay arrepentidas de callarse,
las que lloran los días sin tristeza,
las que pretenden reventar los tímpanos
de quienes prostituyen su sonido.

Hay palabras que sueñan con la vida
dentro de otros poemas,
palabras que florecen en los campos minados,
palabras que aterrizan entre espinas,
palabras que no saben navegar.

Suelen vivir –algunas-
en diccionarios cómplices
de tópicos insípidos y fétidos insólitos.
Otras viven en bosques del glamour,
azul en la verdad y sed en el dolor.
Y las hay que pernoctan en pensiones
cargadas de razones, mosquitos y belleza.
Algunas son como aves migratorias,
no encuentran el lugar donde quedarse,
ni quieren que su tronco eche raíces.

Yo busco las palabras clandestinas,
las que huyen de frases inventadas,
las que quieren nacer y se retuercen
para poder decir lo nunca dicho.
Las que están en la vida cotidiana
y no han salido nunca del salón.

Detrás de la ventana

Detrás de la ventana está la vida,
esa que se pasea por las calles
con un ramo de azar sobre la frente,
la que muestra disparos de fogueo,
la que sonríe, llora, está de paso,
la que inventa una historia incoherente,
la que esconde un secreto impenetrable,
la que se contonea mintiendo la verdad.

Detrás de la ventana,
los hombres y mujeres parpadean
intentando ganarle la partida
a un tiempo que se acaba,
buscando las razones imposibles
para seguir andando,
hablando con el sol y las paredes,
interrogando al viento y a la lluvia
y pidiendo perdón a las aceras
tras cada soledad.

Detrás de la ventana está la música
de todos los poemas nunca escritos,
que alguien, algún día, escribirá;
están las manifiestas pesadillas
de muros de hormigón
que esconden trampas
en las que se detienen los instintos
y juegan al parchís las ilusión.
Están también allí los que han buscado
en la ruleta rusa la manera
de dejar de jugar.

Detrás de la ventana está la vida:
limpia, sucia, adulterada, sana,…
La vida, al fin de cuentas, es así:
¿alguien lo negará?

Esdrújulo

Me aburren los sofismas, las metáforas
que buscan las verdades morfológicas
y encuentran las mentiras paradójicas
en la puerta de atrás de las anáforas.

Me agobian los abismos y catáforas
que vuelven hacia atrás en las ilógicas
sentencias inauditas, analógicas,
que son de nuevo puras epanáforas.

Me indigna el tintineo metafísico
de los juegos de azar paradigmáticos
y los bancos que abusan en los créditos.

Me aterra que el silencio de lo físico
esté llevando a un mundo problemático
en el que todo debe pagar réditos.

Mujeres

Hay mujeres que tienen la mirada
repleta de caricias,
que siembran la ternura con sus manos
y bordan en espejos de cristal,
mujeres cuyos nombres
derrotará el olvido.
Hay mujeres de arena que pregonan
su voz en los desiertos,
que sueñan con oasis diferentes
y dejan su palabra florecida
en las playas del tiempo
sin que nadie comprenda su razón.
Hay mujeres que sufren
el desgarro de sensaciones rotas,
que pagan la osadía de ser libres,
que mueren defendiendo su verdad
sin entender por qué nadie ha escuchado
sus gritos en la noche.
Hay mujeres anónimas:
poetas, escritoras,
esposas maltratadas,
amigas arco iris,
hermanas, madres, novias,
doctoras, alpinistas,
amantes del amor,
presas de un sueño o simples compañeras.
Mujeres que perdieron la sonrisa,
mujeres que han ganado la licencia
de seguir siendo
siempre
ellas.
Porque tú y yo sabemos que hay mujeres
como tú y como yo que están buscando
poder nacer personas
simplemente.
(Último poema del libro “Con A de mujer”. AducArte-poesía. Santander. 2011)

XXXII

No pediré perdón por ser yo misma,
por dejarme morir a media tarde
al cruzar el semáforo del miedo,
por aprender idiomas en tus manos
y recitar poemas a escondidas,
cuando nadie nos ve.

No pediré perdón por abrazarte
-en los lugares públicos
de silencios privados-
con el pretexto estúpido de ser
dos versos conocidos
que hace tiempo que no se tropezaban
en las olas que lloran las metáforas.

No pediré perdón por extrañarte
como extrañan los árboles la lluvia
o los ríos los peces
y las piedras
ruedan ladera abajo con la nieve
en mil bolas de luz.

No pediré perdón por ser feliz
entre letras dormidas,
cada vez que te miro y en tus ojos
encuentro reflejado mi universo.
(Del libro “Los íntimos secretos de la voz”, Premio Nicolás del Hierro 2010. Ciudad Real, 2010)

17

Tú que dibujas los caminos
de todos los torrentes y montañas,
que sabes mi nombre
y que nombras
las tibias ternuras del alma
dime
por qué callan las palabras.

Tú que iniciaste el recorrido
de los desiertos y de las murallas,
que dejas tus barcos en tierra
y llevas el mar a tu casa
dime
por qué negra noche vagan.

Tú que has pintado el arco iris
en el azul celeste de una nana,
que tienes las manos de fuego
y la voz
encendida en mil arpas
dime
por qué lloran las guitarras.
Tú que describes la belleza
con el puntero de las añoranzas,
que siembras el tiempo del tiempo
con ese reloj de tu calma
dime
por qué todo se hace nada,
se hace n a d a.
(Del libro “La magia de la voz”. Premio Mario López 2009. Córdoba 2010)

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AUNQUE TÚ… [Mi poema]
Dina Bellrham [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Aunque tú no lo creas
existe en este mundo un remanso de paz que se adivina
en el mar infinito de la pupila de tus ojos, azul del horizonte,
la calma chicha, la música divina,
la dulce monotonía del trinar de los gorriones en el monte.

Aunque tu no lo veas
la naturaleza te regala numerosas sensaciones
el cielo enrojecido, la gama monocromática de grises de los negros nubarrones,
la lluvia cadenciosa y silenciosa, el disfrute del sol tumbado en la pradera,
o el inigualable espectáculo del arco iris a lo lejos escondido detrás de la ladera.

Aunque tu no lo sientas
existe un paraíso de colores, olores y perfumes sin igual.
Abre simplemente tus pituitarias a una rosa en un rosal,
cierra los ojos y exprime al máximo tu imaginación,
deja tu mente en blanco y vivirás la más excitante sensación

Aunque tu no lo creas, veas o sientas
para disfrutar los infinitos placeres de esta vida
sigue al pié de la letra estos consejos de forma divertida,
realiza todos los días una cuantas sesiones de gimnasia sensorial,
inspira fuerte, abre tus pulmones y prepárate a gozar.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Dina Bellrham

La insensible

la insensible
jamás nutrió el bonsái
que habitaba en su ojo
descubrió que abrir las piernas
era más fácil que abrir los brazos
por eso revienta sus grifos
y enciende sus cuernos.

La insensible
mató la cuna y los pezones del hambre
nació columpio
y pronto se deshizo de los niños,
amarla es irrumpir el silencio de las piedras.

La insensible
por insensible dejará huérfana su sombra.
romperá su voz de lluvia
para olvidar la melancolía de los dientes.

la insensible transita en su diástole,
como su padre hecho ovillo
en alguna botella fermentada de espinas.
Importa poco su esqueleto fútil
y la jauría carcomiendo los retratos.

La insensible prefirió arrancar sus oídos
a los relámpagos en su pecho.

Encenderme

Acostumbrada a reposar en los ceniceros y en las cloacas,
eso de encenderme la luz del velador en media pesadilla es atroz.

Desnuda me anuncio tumba para asustar a los príncipes
y me vuelvo a esconder en las hojas de Alejandra:
su silencio es perpetuo,
como el gas de la estufa
cuando lo dejas hambriento
queriendo que pase lo atemporal.

Que me traguen los árboles otoñales,
las sillas de ruedas,
el purgatorio,
que me secuestre Cerbero en su uña ponzoñosa.

Que mueran esas alevillas que renacen en las úlceras.
Todo el miedo lo he bebido en una danza de falanges
estacionadas como fiestas de diabéticos crónicos.

Rompen mi ventana
los picos de pájaros relámpagos,
de pájaros sonrisas,
de pájaros murmullos.
Incrédula hasta de mí reflejo
que me rasguña tiempos de arena y cocteles.

Es difícil acercarse a la humanidad
cuando hueles con impotencia las flores
esas que vienen a regalarte cada mañana
en tu lápida.

(De Je suis malade, El quirófano ediciones, Ecuador, 2012)

Plumier

El averno retoza
en el tranvía de mi humus
El negro es el blanco quimérico
masticando la noche
sujetándose
a mi mano estetoscópica
y cíclica.
Porque soy agorafóbica empedernida
y colecciono esquinas
mientras fecundo urdimbres
o relampagueo gárgolas
cuando me hallo grávida de versos
gélida,
en la tranquilidad de mis muertes.

Delirios

I
Tengo una luciérnaga en medio de los dientes
soy lámpara humana
he retornado a la pared
y a su diluvio de gárgolas.
Me enchufé
(sonrío).
A veces me desnudo esperándote
arranco mis ojos
y mutilo su humedad septentrional…
—tan cansado es el lunar donde blasfemo—.
Tantas uñas queriendo rasgarme
¿hacia dónde va esta cicatriz de hinojos?
ya sólo tengo vómitos
cortocircuitos
hambre
(muerte).

Es hora de marchar(te)
desmembrar(te).
Todas me hablan…
he decidido gritar
hoy,
que me he estacionado
que he construido
una lágrima púrpura
en mi cuenca de abismos.

II
Estoy a punto de fugar
este simposio noctámbulo
he ataviado de telarañas
estas vénulas famélicas.
No soy parte del trapecio de átomos
amo al hombre que fue mío
su velo de besos muertos
yo también estoy en la profundidad
donde gorgotean nuestras manos entrenzadas
como grillos emanando ecos atrófi cos
como velas tapizando un suelo de plegarias.
—Las secretarias mutilan teclas,
son asesinas de rutinas—
¿y yo?
también necroso animales
que penden de un árbol
deletreo entes cobijados en letras,
artista en pantomimas
de un Sansón en alopecia
vacíos… (((tijeras púrpuras)))
—la gris Átropos ha tardadoestoy
acostumbrada a cenar
frente a un espejo;
y empacharme de anginas
porque te extraño
porque eres agua extraviada en óleo
y aún fermentas un delirio de alhelí
en mi imperio de insectos.

Adiós… alone alone

Como la furcia que no sabe de quién es el hijo
así son estos dedos empolvados de amores
que terminan arrojando fetos disfrazados.
Ninguno es amor,
me desnudo las papilas
para arrullar una epopeya de fragmentos.
Yo en átomos
haciendo alquimia en pantanos
tal vez (es casi seguro)
porque intenté amar desesperadamente
un zapato
y embarullarme necesariamente a sus agujetas
para sentirme amada.
¡Déjenme ir! suelten mis alas
desde hace tanto soy un espectro
que jala los pies de ángeles muertos
y aún así debo mutilarme el hálito que ya no existe
¡amar! ¿Cuándo entenderán
que las esquinas son el eco
de las calles que musitan besos?
Demasiado románticos son mis ojos de sal
tan frágil mi ánfora de los secretos
y ahora mi boca no es más
que un tren recolectando inquilinos efímeros
una virgen prostituyéndose el síncope
(estoy lejana)
regurgito los intentos,
la herida pariendo gusanos
el corazón queriendo ser riñón.
No escribo, muto a péndola
y derramo esta tinta cargada de sismos.
Déjame ir… quiero dormir placenteramente
en un sepulcro de lirios brunos
hacer el amor con osamentas arcaicas
tal vez ellos entiendan de este adiós prematuro.
Tic-tac, tic-tac
el reloj no existe
y todos dependen de él.
Tic-tac, tic-tac
“el mar se quiere parecer al cielo”
—¿te acuerdas?—
los extraños toman café en el muelle
y también un sorbo de amores no correspondidos…
Tic-tac
tic-tac
aún no es hora de irse
(el sicario no existe)
tic-tac
hace tiempo que no estoy
sólo falta se consuman las células
ya cumplí mi guión de enamorada “alone alone”
Tic
tac
la tristeza es mi duende encantado
que me abriga la incoherencia caducada
Déjenme ir.

Anhedonia

Hasta los sismos en las piernas han mutado a esfinges.
Hemos huido de la catástrofe de las encías. Nos mudaremos
de falanges y ventanas, con el miedo bajo el brazo
cual portafolio de oficina.
El parque se torna pluvioso, quebradizo. No basta crujir
nuestros dientes de columpio, ni bostezar resbaladeras si
nos sobran extremidades y saliva. El suelo se ha vuelto
puta en los zapatos.
Y yo pretendo seguir de raíz en los cordeles, ahora que hay
suburbios en un racimo de ósculos.

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ENSOÑACIONES [Mi poema]
Fray Miguel de Guevara [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Ya sé ¡que vale ya, no me repitas!
que fuiste un soñador toda la vida,
tratando de ganarle la partida
al mundo que es el monstruo en que tú habitas,
debiendo de admitir que es una herida
que niega lo que ve, la realidad,
se mueve con total impunidad,
e incluye a la razón y sinrazones
las ansias por dorar los corazones
y siempre en el honor a tu verdad.

Y sé, la realidad a ti te asusta,
quisieras evadirte de este mundo
tan lleno de maldad, tan nauseabundo,
domando a la justicia con tu fusta,
diciéndole al pasado un no rotundo,
metiendo la cabeza bajo el ala
tratando de cubrirlo con la pala
que has sido fabricando a tu medida
con ansias de lucir tan desmedida
que falla, que lo intenta y que resbala.

Y en medio de ese mar de confusiones
quisieras hoy salir por la tangente
creando otro más lindo que el presente,
dotado de belleza y de ilusiones,
bondades y virtudes de la gente.
Un mundo en el que nada esté marchito,
y solo ser feliz fuera aquí el grito
mostrando que es la vida un aliciente.
©donaciano bueno
Un mundo feliz? Menuda idea Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Fray Miguel de Guevara

A Cristo crucificado

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido;
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor; muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo, yo te amara
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No tienes que me dar porque te quiera,
pues aunque cuanto espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

Levántame, Señor…

Levántame, Señor, que estoy caído,
sin amor, sin temor, sin fe, sin miedo;
quiérome levantar y estoyme quedo;
yo propio lo deseo y yo lo impido.

Estoy siendo uno sólo, dividido;
a un tiempo muero y vivo, triste y ledo;
lo que puedo hacer, eso no puedo;
huyo del mal y estoy en él metido.

Tan obstinado estoy en mi porfía,
que el temor de perderme y de perderte
jamás de mi mal uso me desvía.

Tu poder y bondad truequen mi suerte:
que en otros veo enmienda cada día,
y en mí nuevos deseos de ofenderte.

Pídeme de mí mismo el tiempo cuenta

Pídeme de mí mismo el tiempo cuenta;
si a darla voy, la cuenta pide tiempo:
que quien gastó sin cuenta tanto tiempo,
¿cómo dará, sin tiempo, tanta cuenta?

Tomar no quiere el tiempo tiempo en cuenta,
porque la cuenta no se hizo en tiempo;
que el tiempo recibiera en cuenta tiempo
si en la cuenta del tiempo hubiera cuenta.

¿Qué cuenta ha de bastar a tanto tiempo?
¿Qué tiempo ha de bastar a tanta cuenta?
Que quien sin cuenta vive, está sin tiempo.

Estoy sin tener tiempo y sin dar cuenta,
sabiendo que he de dar cuenta del tiempo
y ha de llegar el tiempo de la cuenta.

(Poetas novohispanos. Primer siglo (1521-1621). 2a. ed. Estudio, selec. y notas Alfredo Méndez Plancarte. México: UNAM, 1964)

Fragmentos del Arte doctrinal

“Esta corona celestial, formada
de la suma eternal sabiduría
con que estáis dignamente coronada
Virgen sin par, Santísima María,
un alma que tenéis muy obligada
con divinos favores, os envía
suplicándoos que en el suelo
le deis tanto que pueda veros en el cielo”.
“Ya, mi hijo, estáis criado
aunque tosco y labrador;
no os pude criar mejor,
que es mi caudal muy tasado”.
“A gran peligro vais, hijo querido,
de lo cual me dejáis con tus recelos,
porque vais a imitar vuestros agüelos
y a ser conquistador y hombre atrevido”.

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MI POETA INVITADO:  Manuel Rico

EL ESPEJO VIVE…

El espejo vive de la traición, confiere
un brillo a la mirada
que no es el brillo fácil que los ojos reflejan.
Es la luz enquistada que nos habla de otros.
Del que fuimos ayer, del que no nos consuela
ni nos ama, del que tuvo el precario
poder de lo imposible entre los dedos.

Vedlos ahí reflejados. En ese rostro
que los años señalan
con marcas en la piel poco visibles.
Ellos advierten
de tu lenta traición, muestran la noche
que desterraste, aquel atardecer con sol y mar al fondo,
la lluvia en la ciudad abandonada,
un texto de Camus leído contra el miedo,
la temblorosa piel de pronto descubierta
en el calor que a veces ocultaba
la oscuridad, el coche estacionado en las afueras,
era entonces
el tiempo de la niebla y tú eras otro,
y tal vez los espejos no existían.

ANTIGUA TIERRA

En la región perdida que llamamos infancia,
en ese territorio que viejas lluvias hunden
en vagos claroscuros, dicen que desde siempre
nos aguarda, con ropa de domingo,
una diosa cruel a quien llamamos
dicha o felicidad, qué importa el nombre.

Mantienes la conciencia de haber sido inquilino
de tan huidiza estancia porque a veces,
cuando el presente aplica sus decretos,
la memoria te vence y te convocan
presencias de aquel tiempo,
rostros que te dejaron
inerme ante el empuje de los años.

Y siempre, cuando intentas
conjurar la orfandad y los reclamas
no tardan en huir al refugio que habita
entre los pliegues de la inexistencia.

RÍOS DE LA VIDA

No atenazar la vida, nos dijeron.
No estremecerse sino en la ausencia
que el olvido dibuja..
Dar de lado a los gestos que la encienden,
a las aguas donde nada la vida
más allá de la nada y sus dominios.

Fue un ciego aprendizaje el que intentaron
imponer, de rondón, en nuestra casa.
Mas fue asedio inútil, vacío llamamiento.

Porque la vida explica. Y duerme. Y calla.
Sueña y llora y destila, como sangre,
esa coloración exacta
que tinta la palabra cuando busca la luz
o se torna en poema.

Tiene aromas y filtros y cabellos
al viento. Es un dominio compartido,
cuenco que nos contiene y que conjura
las viejas propensiones al silencio.

No atenazar la vida. Qué delito
invitarnos a ello. Qué malsana
inclinación tentarnos, acosarnos
con el envés de la luz, con el borde
escondido de la luz, de la puerta
que busca la intemperie y busca calle
y escapa de la lluvia y reinventa la vida.

Pero la vida era.
Nos dejaba en la boca su agridulce
concierto, viejas huellas como pétalos mustios
después de la tormenta.

Y hoy ofreces
la voz trocada en tinta torturada,
en el empeño de escarbar en la vida,
en los ocultos ríos de la vida por encima del tiempo.
Al Margen

PATERNIDAD RESPONSABLE [Mi poema]
Natalio Hernández [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Cual hijo que denuncia la autoría,
que hoy se opone a admitir que soy su padre,
disgustado, no encuentra quien le ladre,
ser del mismo su engendro no querría.

El mismo que se anuncia liberal,
Narciso, va contándole a la gente
que él nació de la nada, de repente,
no guarda parangón, que es sin igual.

A ese tipo malaje, mal nacido,
que no admite a ese padre que parió.
hoy denuncio a paternidad. Fui yo,
sin mi auxilio no hubiera él existido.

El aduce soy padre irresponsable
pues disfruto cuando hago tantos hijos,
que unos hay salen tontos y otros pijos
y con ellos siquiera soy amable.

Yo reclamo a su parte comprensión
pues los versos que yo hago los trabajo
y aunque algunos me salgan del montón
otros hay tal cual éste, salió majo.
Lo mejor me ha salido de rondón.
©donaciano bueno

Un mal #hijo, no? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Natalio Hernández

CANTO NUEVO DE ANAHUAC

Mañana seremos ricos:
brotarán nuestras flores
trascenderán nuestros cantos.
¡Del árbol florido
brotarán nuestras flores,
florecerán nuestros cantos!

CANTO NUEVO A MOCTEZUMA*

XOCOYOTZIN

Reposa venerable anciano
apacigua tu corazón
abandona la tristeza
ya no te aflijas;
aquí permanecemos:
tus hijos
tus príncipes
tu linaje,
en la nación mexicana
aquí permanecemos.
Han pasado los años
la tempestad ya pasó;
el viento recogió nuestra tristeza
secó nuestras lágrimas
restauró nuestras heridas
ahuyentó el miedo.
Un nuevo sol
ya nos alumbra.
Reposa venerable anciano
tranquiliza tu corazón;
permanecerá el pueblo
renacerá la palabra.
No perecerá el rostro,
el corazón,
el linaje,
la raíz antigua.

PRINCIPIO DEL CANTO

Canto a la vida
al hombre
y a la naturaleza,
a la madre tierra;
porque la vida es flor
y es canto:
es, en fin,
flor y canto.

NO QUIERO MORIR

No quiero morir,
quiero ser partícipe del nuevo dia
y del nuevo amanecer.
No quiero morir,
quiero disfrutar los nuevos cantos floridos,
los nuevos cantos del pueblo.
No quiero morir,
anehelo leer los nuevos libros
y admirar el surgimiento
de la nueva sabiduria.
No quiero morir,
quiero que sea vigorosa mi propia vida,
ansio recuperar mis raices:
no deseo abandonar mi vida en la tierra.

POEMA SIN FIN

(CANTO A LOS ABUELOS TOLTECAS)

Jamás agotaremos el conocimiento
ni alcanzaremos la perfección.
Siempre habrá algo nuevo
o algo viejo
que aprender en la vida
Sin tiempo y para todo tiempo…

Caminemos solos

A veces pienso que los indios
esperamos a un hombre
que todo lo pueda,
que todo lo sepa,
que ayude a resolver
todos nuestros problemas.

Pero ese hombre que todo lo puede
que todo lo sabe,
nunca llegará:
porque vive en nosotros,
se encuentra en nosotros,
camina con nosotros.

Empieza a despertar, aún duerme.

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MI POETA INVITADA:  Yankilé Hidalgo

Gioconda Belli

En ti todo respira,
las luces en tus ojos,
la palabra hecha mujer,
el erótico grito
de tus pulmones,
la voz felina,
el hallazgo de tus pertenencias
en la piel de otras poetas,
que como tú no se despojan jamás
de su patria,
se incorporan junto a ella
no por capricho,
es cuestión de llamar
a la razón y hacerse ver por dentro,
enderezarse ante la llamarada
llamado verso,
surgir de las metáforas
y las lunas que crecen,
ser grande,
renunciar a la obediencia
frente a los dictadores,
amar, amar por sobre todo
exilio.

Liliam Moro

A la poeta, por el mes de marzo

¿Quién escribirá ahora a los que llegan
o no en balsas,
quién a los poetas que resuenan solos
en sus aposentos cargados de soledades?
¿Por cuál mar estarás navegando para andar así
por los versos de cualquier poeta, dueña acaparadora
de un pedazo de tierra, de la patria entera?
¿En qué alegoría te convertirás cada vez que llegue marzo
y no haya quién se quede,
quién arrope la vida, la muerte
para que no partas?
¿Quién hará justicia con versos
por aquellos niños ahogados un 13 de agosto
del 94?
Todos “los marzos” te pertenecen
y el olvido no llega,
al menos no para ti,
que amaneces, escribes, amaneces.

Lilith

De todos los ojos en la multitud,
los únicos ojos que pude reconocer
fueron los tuyos, Lilith.

Ave búho, señora del viento
y de la noche:

No importan
si son o no buenos tus modales,
si sales triunfante o no en el tribunal
de los hombres.

No importa
si escogiste el viaje sin retorno
de la desobediencia.

No importa si suena a descabellado
tu erotismo de mujer-serpiente
posees la gracia de la entrega y la conquista
sin que renuncies a la dignidad de tu existencia.

No importa si primera o última de las criaturas,
si demoníaca con efectos de luna negra
Qué importa si escogiste el éxodo
o si tus labios pronunciaron
el nombre de Dios a duras penas.
No importa ya si te sigues desnudando
en ese éxodo que has escogido
o si reposas bajo el umbral de la palabra que imita
tu nombre.

Lo único que importan son tus ojos, Lilith
y que yo los haya reconocido entre tantos otros ojos
que me miran y no me dicen nada.

SE ESPERA ALGUNA PISTA [Mi poema]
Lourdes Vicente Bertolín [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

Oye mi ruego Tú, Dios que no existes,
y en tu nada recoge estas mis quejas,
Tú que a los pobres hombres nunca dejas
sin consuelo de engaño. No resistes…
Miguel e Unamuno

Hoy sale el sol, mañana Dios dirá,
posible sea Dios que ni Él lo sabe
si acaso el que esto escribe aquí lo acabe,
que solo cuando pase se verá,
lo que es mucho más grave.

Que aquí, cuanto se «dice» se «presume»,
pues siempre el que lo escribe está a la espera
si es cierto que él verá la primavera
o mira como el tiempo le consume,
la espera desespera.

Por mucho que se insista en la certeza,
así goce de gran autoridad,
la duda, la mentira y la verdad,
inútil penetrar tras su corteza
nunca hay seguridad.

Que el hombre lo propone y Dios dispone
el mismo Dios que hay dudas de que exista
pues nunca se mostró ante nuestra vista.
Se dice, se sospecha, se supone,
se espera alguna pista.
©donaciano bueno

A qué viene eso de que la #duda_ofende? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Lourdes Vicente Bertolín

Cuando todo esto termine

No quiero
que haya frío en las casas,
que haya miedo en las calles,
que haya rabia en los ojos.
Ángela FIGUERA AYMERICH

Cuando todo esto termine
Tendremos más profetas que nunca
Interminables listas del paro
Montañas de muertos esperando un más vale tarde que nunca
Pantallas en los ojos del vecino, abrazos secuestrados, niños estabulados…
¡Es ahora o nunca!
Ancianos caducos en nunca jamás
Sanitarios consumidos mejor que nunca
Libertades rastreadas, nunca te rindas
Escuelas sin piel, guerras de oídas, bancos sin alimentos, insaciables
colas del hambre
Nunca es tarde si la dicha es buena
Ondean banderas en papel mojado, salen a aplaudirse puntuales a las ocho
Nunca es demasiado tarde
En los balcones
Nunca se sabe

Están matando los sueños

migajas de la tierra prometida:
el gatillo del miedo
repta el azar entre
miles de gusanos ciegos
carcoma en los sueños

Lágrimas de ceniza pétrea

Arde Notre-Dame tras una pantalla
mientras nuestros ojos de mirada fósil
sepultan cuerpos
en un Mediterráneo huérfano de peces.

No vemos.

Somos el
lado ciego de la luz.

De qué estás hecha

Árbol en pie
en un bosque quemado.

Tus ramas se abren
en una serena danza
sobre un horizonte
sembrado de ceniza.

Raíces de escarcha
que devoran la tierra sorbiendo
las últimas gotas de vida.

La voz del delirio y
el tiempo
que pasa tan lentamente que
apenas pasa nada.

El fuego te lo arrebató todo pero
en tus ramas
anidan aves multicolores.

Algunas tardes te veo
sosteniendo tu menguada fortaleza de roble y
me pregunto:
de qué
estás
hecha,
madre.
La Intemperie (Huerga & Fierro),

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MI POETA INVITADA: Lina Alonso

ASTRA

Me dices que la luna es la tilde de la tierra
y miras al cielo cortado por los cables
bulloso de helico´pteros y aleteos instanta´neos.
Te miro
y quiero aprenderte esa forma
de acentuar la vida
sobre este fatigado punto final, , este globo
que no cesa de pegarse dentelladas en perpetuo canibalismo.
Para ti derramo mi corazo´n entre tus manos.

LA ABUELA ROSA

Chusmera, cachiporra, roja y lenguilarga,
india yerbatera, sibila y mirla,
de ella este no agachar el cuello,
este abrir a cabezazos las puertas de la percepción,
para que las bestias duerman en mi patio.
De ella el anhelo de ser prado donde la luz madura.
Por ella esta determinación
de que algún día un samán sea mi patria.

COYOACÁN 2022

Ayer me preguntaron por los escritores de mi país,
les dije que están publicando sus libros,
ganando sus becas,
terminando sus tesis,
arreglando su sonrisa,
mejorando su dieta,
yendo a terapia.
Siempre están gestionando, tramitando, vinculando
sus afectos como si fueran corporaciones bancarias
—con mi furia me basta y camino feliz a la
obsolescencia con ella—.
Están a la altura de las circunstancias
y yo en la bajeza de un viernes entre las cobijas,
con mis dientes cepillados y listos para apretarlos
dormida.
No tengo mucho y cuando tengo lo regalo, todas
mis amigas tienen mi ropa, a una le dejé
mi casa, a otra mi gato, y a todas mi corazón ya
usado,
que es a veces como un miquito trepando un árbol
de guayaba del que a veces se resbala.
Dos trotskistas me recibieron en su piso,
los dos tiemblan mucho,
así que les ayudo a armar los baretos.
Me dicen Chamaca
y me siento como si fuera la perra.
Veeeeeen, chamaca
¡Chamaca, no! No metas las narices en la basura.
No me molesta la idea de ser una perra,
más me molesta la idea de que una perra se levante
un día siendo humana,
pobre criatura.
Me siento con mi elote en un andén y pienso en
Hunza, en el peto, la mazamorra del Claret
y no siento nostalgia, siento llenura.
Si todos somos hijos del maíz es la respuesta que
no busco pero que me encuentro en la tusa.
Igual, puede ser que a esta hora una ballena esté
desayunando en su casa un tazón de
cereal mientras mira un documental sobre mi vida
y, con ese consuelo, retaco el pasaje del bus que me
lleva ni puta idea a dónde
porque no conozco esta ciudad.
Las devastaciones (2024) editado por Matera Libros.

ROSA DE ABRIL [Mi poema]
Rocio Duran-Barba [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Hoy he pasado ante ti
linda y lozana muchacha,
manto cubierto de escarcha,
labios rojo carmesí.

Aún no creo en lo que vi,
la niña mas pizpireta,
mas presumida y coqueta
del vergel de mi jardín.

Hoy me arrodillo ante ti
por ser fresca y primorosa,
tu semblante juvenil,
por tu presencia mimosa.

Deja que por un momento
te acurruque en mi regazo,
que te prodigue un abrazo
hasta quedar sin aliento.

Pues ya pude percibir
en una brizna de viento
el perfume de tu aliento,
mi rosa, rosa de abril.
©donaciano bueno

Ayer naciste y morirás mañana.
Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?
¿Para vivir tan poco estás lucida,
y para no ser nada estás lozana?
(Luis de Góngora y Argote)


MI POETA SUGERIDO:  Rocio Duran-Barba

(107)

La primavera susurra
La eternal
allá en los Andes
La cara de su niebla
se confunde con la mía

La fragancia de su frío
con mi río

La irreconciliable blancura de los pliegos
que escriben los montes
con mis pliegos vacíos.

(115)

Mis ojos cambiantes
de golpe
están buscado
las alturas del frío
El poncho
de la cuna
La nostalgia
de pencos
azulando
la tierra de la choza
en el armonía
de la Mitad del Mundo.

(125)

Partí
Siguiendo el despertar
de pétalos lejanos.

Dejé la madreselva
de plástico y azúcar
de eléctricos anuncios
flotando anonadados

Dejé toda experiencia
vivencia
convivencia

Me desnudé al partir
para mirar de frente
la ruta que se abría
fluyendo del pasado
pidiendo deletrear
nuestro presente.

(Leyenda)

Desde una primavera
adormilada
resurgió una leyenda
Se adelantó
desenredó
Silbó
más allá
más acá

Se acurrucó en tu silencio
en el mío

Y la leyenda fue…

Una luz escapó del arcano
Detonó
Bendición?
Maldición?
Algún augurio?

El detonar sacudió
a un pueblo
un hombre

Visionario

tomó sus alpargatas
Se enfiló por la cuesta
de la chicha
cargando la consigna
de sus dioses:
Buscar aquel relámpago
entenderlo
conjurarlo
acaso poseerlo

Viajó
Rodó-se-levantó

Tropezó con la luz
acariciando un valle
diluyéndose al sol
ensimismada
señalando el lugar
en donde el hombre
fundaría su casa
Nuestra casa

Quito
entre la luna
que apenas se asomaba
y el sol
de distinta latitud

Mas la luz prosiguió
GiróGiróGiró

Animó Guayaquil
junto al mar
que apenas despertaba
sobre nácar
de intensa calidez

Vivificó su poder
y bosquejó
Esmeraldas
Cuenca
Macas
Riobamba
Manabí
entre otras ciudades
que ya se acomodaban
en un solo horizonte
bajo un mismo misterio
y estrellas incontables
como un solo país

Mi país

(155)

Quién es él?
Es el runa eternal
el de los Andes
el montubio
marino
machetero
Es el duende
aborigen
chamán
chulla
Amor-desamor
Biografía

Actor de ayer
de hoy
El de mañana.

La voz de la vida

matizada de luces y sombras
cobra eco en diciembre
Se levanta y nos dice
que la sombra
anuncia la luz la engendra
Que la sombra
es la puerta de espera
Nos dice
que la luz
es un libro
en el cual escribimos
con nuestras manos despiertas
Nos dice
que la luz
es la esperanza

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AYER SERÁ HOY… [Mi poema]
Alicia García Nuñez [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Ayer ha de ser hoy, menos un día,
perdida otra ocasión de conocerte,
de tenerte en mis brazos, de quererte,
disfrutar de tus besos, vida mía.

Pues mañana será otro, me decía,
ocasión para decirte amor, amor,
la persona no más a quien quería,
que contigo la vida es de otro color.

Divagando entre tanta fantasía,
vi en mi cuello tu brazo alrededor,
y una voz que en susurro me decía:
baja ya de esa nube, soñador.

Y desperté. Sintiendo que tenía
los dardos de cupido al corazón,
que explotaba embriagado de emoción,
daba gracias a Dios Y sonreía.
©donaciano bueno.

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MI POETA SUGERIDO:  Alicia García Nuñez

Poesía

Vocación de alma dramática,
de literata o lo que venga.
Cocinera, camarera o reportera
según convenga, lo mismo da
que no me veas en la tele nacional.
Me puse metas tal vez etéreas para volar.
Y lo malo, a lo peor, de todo esto
es que NO me puse tetas
en vez de metas
que alcanzar.
Y lo malo, a lo mejor, es que yo a todo esto
no cuento igual -soy de puras letras
y me puede más una alta meta (una mecha
-al menos- exponencial a lo que nos dan
y nos entra sin pensar) que dos carretas.

DIARIO DE UN(a) SEDUCTOR(a)

Llegarás a cada uno de mis recodos.
Empezarás hiriendo
pero arrojarás el acierto salaz
en tejidos que creía muertos.

Entrarás en mí y será ése
el núcleo sobre el que gemir.
Me hendirá como un fusil
el laxo cuerpo de tanto sexo.
(La historia sin nosotras)

Incluso aunque no lo quiera

y de punta a punta pueda doler {que duele}
a veces me da el punto
y me da por quererte en ese
preci{o}so intante.
(Sombras cuarteadas de neón).

Mi cuerpo es

un mapa de cicatrices
y tatuajes, lo cruzan letras,
algunos símbolos, muertos
que no desaparecerán.
Mi sangre transporta tinta,
afanada, queriendo ser escrita.

Word Lover

Primero es la música,
después como una imbécil
-no sabe qué decir- hace acto
de presencia la palabra.
Tartamudea con un componente
exacerbado de impulso
que levanta como muelle de la silla.
Tiene algo de bicho que recorre
cada cubículo en tu sangre
encendida,
y quiere abrirse
en cualquier verbo.
En un bar de carretera.
Muda en cuanto te propones
atraparla, como este agosto,
como cuando viste a esa diosa
y nunca más lo hiciste
al cruzar la puerta,
aquellas líneas.

Se manifiesta en clubes al anochecer,
al mediodía con tres copas
y cinco amigos. Mientras te duermes.
Tiene mucho de puta la palabra:
resbaladiza, tremendamente
rauda. Hábil juega contigo.

Se parece demasiado
a ti.

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MI POETA INVITADO:  Tuti Curani

Feriado

Ayer miramos fotolog desde un celular en la calle
y me di cuenta que ya pasaron diez años
de la foto sobre la que hice clic
que esa chica soy yo pero a la vez nada que ver
ayer
también sentí
que era rica
algo simple
seguramente cursi
pero se realzó el valor
de estar haciendo lo que quiero
cosas así
no pasan todo el tiempo
como elegir bien qué hacer
o con quien juntarse
y lo malo
no tengo ganas de nombrarlo
está latente abajo de todo
al lado y alrededor

Creo que escribimos
poemas porque no podemos
parar de procesar
cuestionar
ficcionalizar los sentimientos
y atravesarlos como rompiendo vidrios
o caminar despacio
para eso están la variedad y los matices

Anoche en un momento
vi a mis amigos con ojos de gol
me guardé ese foto en la cabeza
y ahora que me duele un poco el cuerpo
que quizás
muy probablemente
todavía tenga resaca
quiero reinvidicar todo esto
que también es importante
igual
nada
como te escribí en ese mensaje
en un rato salgo a tomar aire
y le presto atención a otras cosas.

Kokeshi

Quiero
estar mirando al otro lado
y que pases
a toda velocidad
bordeando la plaza
fingiendo
un poco
que no nos vimos
porque así el hola
va a ser más emocionante
como perderse en aeropuertos
o recitales
Me gustaría además
apagar mi celular por dos días
y no permitir que nuestro miedo
nos deje cancelar
a último momento
No quiero
que pienses que
cambié un lío por otro
es que tu forma del caos
es mucho mejor..

Tumba y furor

Como en un viaje de culto
necesito creer en algo
pegarme fotos tuyas en la cara
y en la violencia del fin de semana
abandonarte en la última sombra
¿De quién me aferro cuando todo se pone negro?
Invoco en el final de esta taza de té
a nosotros las manchas
cuando no dormir era el deporte
y ahora
que ya aprendí a pintarme
del color de la muerte
que es tu barrio
capaz reste decir
que no quiero ser de ningún lado
y algunos de mis colectivos pasan cerca de tu cementerio.
No voy a pensar en la acumulación
este ocultismo es bastante espeso
y todo fue hace tanto tiempo que seguro ya sí
se terminó la rehabilitación emocional
pero en la retina quedaron pegados unos sueños
que no eran para mí
y todavía tengo que volver
para decirte que me voy
y que al final nunca estuve.
Peino mi pelo con un cuchillo
que cae suave sobre la alfombra
el vestido de ceniza
que me regalaste vos
se fundió con el agua de la bañadera
no me dijiste que no éramos
ignífugos no impermeables
que no éramos algo
que me pudiera poner y sacar al antojo
sin consecuencias
pero que me queden bien estos descubrimientos
desacomodarme entre todas mis cosas
con un tiempo intenso
a cuentagotas
y aunque aún esté sentada en el borde de muchas cosas
Voy a convertirme al primer tren
que pueda sacarme.
Cuando intenté soñarte y me perdí
desde lejos escuché que me llamaban otros
de ciudades diferentes
un auto pasa por el puente del caos
y embriagada de sobriedad
me doy cuenta
que se secó el encanto
de todo lo que tiene todo
lo que ya no es novedad.
Y si como dice esta tarjeta
la memoria no contiene más imágenes
mejor me voy
pero no podría hacer eso
sin recordarte antes
que no todo es autorreferencial
también puedo hablar de vos
en primera persona.
Fundación BILBA

AL OTRO LADO DEL ALMA [Mi poema]
Emilio Prados [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Al otro lado del alma
donde en rosas no hay espinas,
todo es quietud, ni hay esquinas
y el mar se presenta en calma.

Donde anida el sentimiento
en el que el pueblo andaluz
se arrodilla ante la cruz
con bulla y recogimiento.

Quisiera, si alma tuviera,
este aprendiz de poeta
inventarme una saeta
que todo el mundo aprendiera.

Que subido en su almenara
embriagado de emoción
diera un vuelco al corazón
pues que Serrat la cantara.

Y seguir así a la gente
con su ritmo acompasado,
vivir tan entusiasmado
pareciendo irreverente.

Y querer como ellos quieren
a su virgen Macarena
y curarse la gangrena
que en sus pócimas bebieren.

Muriendo de amor, de pena,
como en pasos, costaleros,
henchidos de pasión, fieros,
y de gracia el alma llena.
©donaciano bueno

La semana Santa en Andalucía, a diferencia de la de Castilla, más asceta, es una mezcla de espectáculo de bulla y recogimiento sorprendidos ambos por el silencio absoluto ante el canto de una saeta.


MI POETA SUGERIDO:  Emilio Prados

Cantar triste

Yo no quería,
no quería haber nacido.

Me senté junto a la fuente
mirando la tarde nueva…

El agua brotaba, lenta.
No quería haber nacido.

Me fui bajo la alameda
a ocultarme en su tristeza.

El viento lloraba en ella.
No quería haber nacido.

Me recliné en una piedra,
por ver la primera estrella…

¡Bella lágrima de estío!
No quería haber nacido.

Me dormí bajo la luna.
¡Qué fina luz de cuchillo!

Me levanté de mi pena…

(Ya estaba en el sueño hundido).

Yo no quería,
no quería haber nacido.

Cerré mi puerta al mundo

Cerré mi puerta al mundo;
se me perdió la carne por el sueño…
Me quedé, interno, mágico, invisible,
desnudo como un ciego.

Lleno hasta el mismo borde de los ojos,
me iluminé por dentro.

Trémulo, transparente,
me quedé sobre el viento,
igual que un vaso limpio
de agua pura,
como un ángel de vidrio
en un espejo.

El cuerpo en el alba

Ahora sí que ya os miro
cielo, tierra, sol, piedra,
como si viera mi propia carne.

Ya sólo me faltábais en ella
para verme completo,
hombre entero en el mundo
y padre sin semilla
de la presencia hermosa del futuro.

Antes, el alma vi nacer
y acudí a salvarla,
fiel tutor perseguido y doloroso,
pero siempre seguro
de mi mano y su aviso.

Ayudé a la hermosura
y a su felicidad,
aunque nunca dudé que traicionaba
al maestro, al discípulo,
más, si aquel daba forma
en su libertad
al pensamiento de lo bello.

Y así vistió su ropa
mi hueso madurado,
tan lleno de dolor y de negrura
como noche nublada
sin perfume de flor,
sin lluvia y sin silencio…

Solo el cumplir mi paso,
aunque por suelo tan arisco,
me daba luz y fuerza en el vivir.

Mas hoy me abrís los brazos,
cielo, tierra, sol, piedra,
igual que presentí de niño
que iba a ser la verdad bajo lo eterno.

Hoy siento que mi lengua
confunde su saliva
con la gota más tierna del rocío
y prolonga sus tactos
fuera de mí, en la yerba
o en la obscura raíz secreta y húmeda.

Miro mi pensamiento
llegarme lento como un agua,
no sé desde qué lluvia o lago
o profundas arenas
de fuentes que palpitan
bajo mi corazón ya sostenido por la roca del monte.

Hoy sí, mi piel existe,
mas no ya como límite
que antes me perseguía,
sino también como vosotros mismos,
cielo hermoso y azul,
tierra tendida…

Ya soy Todo: Unidad
de un cuerpo verdadero.
De ese cuerpo que Dios llamo su cuerpo
y hoy empieza a asentirse
a, sin muerte ni vida, como rosa en presencia constante
De su verbo acabado y en olvido
De lo que antes pensó aun sin llamarlo
Y temió ser: Demonio de la Nada.

Nuevo amor

Este cuerpo que Dios pone en mis brazos
para enseñarme a andar por el olvido,
no sé ni de quién es.

Al encontrarlo,
un ángel negro, una gigante sombra,
se me acercó a los ojos, y entró en ellos
silencioso y tenaz igual que un río.

Todo lo destruyó con su corriente.
Los íntimos lugares más ocultos
visitó, alborotó; fue levantado,
violento, dulce, atropellado y roto,
a otro mundo en los bordes de mi beso:
única flor aún viva en el espacio,
que en más fecundo ardor cambió la ausencia.
Luego en mi carne abrió sus amplias alas,
clavándome sus plumas bajo el pecho
todo temblor y anuncio de otras dudas…

No sé qué vida, así, podrá encenderme
la entrada de este ángel.
Soy un templo
arruinado, desde que vino a mí:
farol vacío;
como puerta cerrada de lo eterno…

Y lo que fui no sé: quizás lo sepa,
cuando este cuerpo vuelva a abandonarme
y yo vuelva a nacer desde mis labios
despegado al calor que los concibe…

Mas hoy, por fin, he detenido al día
le he destrozado el corazón al tiempo,
aunque dentro de mí como una daga,
siento al ángel crecer, que me atormenta.

Posesión luminosa

Igual que este viento, quiero figura
de mi calor ser y, despacio,
entrar donde descanse tu cuerpo del verano;
irme acercando hasta él sin que me vea;
llegar, como un pulso abierto latiendo en el aire;
ser figura del pensamiento mío de ti,
en su presencia; abierta carne de viento,
estancia de amor en alma.

Tú -blando marfil de sueño, nieve de carne,
quietud de palma, luna en silencio-,
sentada, dormida en medio de tu cuarto.
Y yo ir entrando igual que un agua serena,
inundarte todo el cuerpo hasta cubrirte, y, entero,
quedarme ya así por dentro como el aire en un farol,
viéndote temblar, luciendo, brillar en medio de mí,
encendiéndote en mi cuerpo,
iluminando mi carne toda ya carne de viento.

Alba rápida

¡Pronto, deprisa, mi reino,
que se me escapa, que huye,
que se me va por las fuentes!

¡Qué luces, qué cuchilladas
sobre sus torres enciende!
Los brazos de mi corona,
¡qué ramas al cielo tienden!
¡Qué silencios tumba el alma!
¡Qué puertas cruza la Muerte!
¡Pronto, que el reino se escapa!
¡Qué se derrumban mis sienes!
¡Qué remolino en mis ojos!
¡Qué galopar en mi frente!
¡Qué caballos de blancura
mi sangre en el cielo vierte!
Ya van por el viento, suben,
saltan por la luz, se pierden
sobre las aguas…
Ya vuelven
redondos, limpios, desnudos…
¡Qué primavera de nieve!

Sujetadme el cuerpo, ¡pronto!,
¡que se me va!, ¡que se pierde
su reino entre mis caballos!,
¡que lo arrastran! , ¡que lo hieren!
¡que lo hacen pedazos, vivo,
bajo sus cascos celestes !
¡Pronto, que el reino se acaba!
¡Ya se le tronchan las fuentes!
¡Ay, limpias yeguas del aire!
¡Ay, banderas de mi frente!
¡Qué galopar en mis ojos!
Ligero, el mundo amanece…

Canción

No es lo que está roto, no,
el agua que el vaso tiene:
lo que está roto es el vaso
y, el agua, al suelo se vierte.

No es lo que está roto, no
la luz que sujeta al día:
lo que está roto es el tiempo
y en la sombra se desliza.

No es lo que está roto, no
la sangre que te levanta:
lo que está roto es tu cuerpo
y en el sueño te derramas.

No es lo que está roto, no,
la caja del pensamiento:
lo que está roto es la idea
que la lleva a lo soberbio.

No es lo que está roto Dios,
ni el campo que Él ha creado:
lo que está roto es el hombre
que no ve a Dios en su campo.

Canción para los ojos

Lo que yo quiero saber
es dónde estoy…
Dónde estuve,
sé que nunca lo sabré.
Adónde voy ya lo sé…

Dónde estuve,
dónde voy,
dónde estoy
quiero saber,
pues abierto sobre el aire,
muerto, no sabré que, soy vivo,
lo que quise ser.

Hoy lo quisiera yo ver;
no mañana:
¡Hoy!

Cantar del dormido en la yerba

La muerte está conmigo;
mas la muerte es jardín
cerrado, espacio, coto,
silencio amurallado
por la piel de mi cuerpo
donde, inmóvil -almendra
viva, virgen,-, mi luz
contempla y da la imagen
redimida del fuego.

Si he de morir, ya es muerte:
la estrella, la avenida,
el silencio, la noche,
el agua y el amor.

Lo dice así la fuente
y el suspiro.
También
mi sangre cuando besa.

Si he de morir: mis labios
vencidos de misterio
ya nada buscan: cantan,
pues no ha de ser mi olvido
la tierra ni el silencio…

Y el jazmín no pregunta
desmayado en la sombra :
-¿Adónde irá el lucero
que mi nieve ha perdido?…

Si ha de morir: su aroma
es muerte; su flor muerte,
como la tierra húmeda
del cerrado jardín
de mi alma, es carne
de la muerte, también:
¡Luz! ¡Fúlgida memoria!
¡Eje de un universo
nuevo, que va a nacer
sin niebla, al fin, de olvidos!

Lo dice así la fuente
y el suspiro.
También
mi sangre cuando besa.

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YO ADMIRO A LOS JÓVENES [Mi poema]
Armando Soriano Badani [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Yo admiro a aquel que lucha, los que tienen
el alma emprendedora en su ADN,
se enfrentan a la vida como viene,
que a la comodidad nunca se avienen.

Yo admiro en su libro a don Quijote
así que los que lean llamen loco,
que ansían descubrir el Orinoco
o ser de los infieles el azote.

Iluso que se lanza a la aventura
con ansias de lograr un objetivo,
supera mil tropiezos, sigue vivo,
carente del estado de cordura.

Me gustan esos jóvenes valientes
que pelos van dejando en la gatera,
de sueños van llenando a faldriquera
así puedan brotar inconsistentes.

Me gustan los que ven el amarillo
y el verde paseando en la pradera,
que el reto de la vida ven sencillo
y que hacen del soñar una quimera.

Que al mundo nunca lo hacen los pacatos,
y menos los cegatos y gandules,
y el cielo e incluso el mar, ambos azules,
a veces se revuelven insensatos.
©donaciano bueno.

Existe el futuro sin los #jóvenes? Share on X


MI POETA SUGERIDO:  Armando Soriano Badani

Réquiem para una próstata

Completo

En la entraña recóndita y umbría
del misterio del intimo organismo,
la próstata regula en armonía
la función vesical del cuerpo mismo.

Su crecimiento es negra profecía
que altera el armonioso mecanismo
presagiando sombría cirugía
en el sendero de un cruel fatalismo.

Su hipertrofia señala su sentencia
de proscripción total irremediable
que marca su destino ineluctible.

¡Próstata mía!, tu sentida ausencia
amenguará con trágico sarcasmo
la albura incandescente del espasmo.

A don Francisco de Quevedo

El corrosivo genio de su pluma
trasciende en la nobleza de su estilo
desde el distante ayer color de bruma
hasta el presente diáfano intranquilo.

Atrevido lenguaje cruel exhuma
la picaresca con festivo filo
y su numen satírico es la suma
de invectiva social de refocilo.

Intacta está su imagen, prez y altura,
vivo el retrato del Buscón Don Pablos
vagamundo travieso en la aventura.

Y la gracia picante de vocablos,
brilla en sus ojos de inmortal bravura
que hieren fieros como dos venablos.

Décimas de amor

Adormecida de bruma
urde la noche sombría
una doliente elegía
que la pesadumbre exhuma.
Flota como espesa espuma
su imagen en la distancia
y en espiral su fragancia
torna al punto de partida
como ensoñación vivida
con deleitosa sustancia.

Capta mi sien vigilante
latidos del pulso inquieto,
que denuncian el secreto
íntimo temblor quemante.
Intuyo su piel fragante
de quebrada ardiente poma
y en su sonrisa se asoma
un esbozo celestial
que algún artista genial
pintara en su leal idioma.

El arco de su cintura
curva tórrida que anhelo
es un recodo de cielo
invadido por su albura.
Su transparente figura
retrato de mi obsesión
presagia la sensación
de la cúspide del goce
que su ansiedad reconoce
en muda revelación.

Palpita su piel de estío
en convulso logaritmo
animado por el ritmo
de improviso escalofrío.
Encuentro en el desvarío
el encanto de la miel
y en fragancia de clavel
llueven arpegios de besos
tremulantes embelesos
en la fragua de su piel.

En la penumbra su voz,
se quiebra con la cadencia
de incontenible secuencia
que incuba el ansia feroz.
Un paraíso veloz
anestesia el entusiasmo
y vaticina el espasmo
un adagio ternuroso
tras vivace voluptuoso
que llena el alma de pasmo.
Tibio temblor sensitivo
se transfigura en pasión
con la sangre en convulsión
que intuye halago fruitivo.
Fugaz pensamiento esquivo
anima el remordimiento
y como un deslumbramiento
que induce la persistencia
una feliz evidencia
invade a su sentimiento.

Como lánguido violín
tras el éxtasis se queda
su frágil cuerpo remeda
un desmayado jazmín.
Como encendido carmín
brilla el rubor de su faz
y se mitiga el salaz
impulso semiencubierto
que descaece ya muerto
en la esplendidez fugaz.

La golondrina de un beso
incendia la madrugada,
y la angustia abandonada
de un sentimiento confeso
deja el corazón impreso
de una radiante alegría
por la sublime ambrosía
de su cuerpo transparente
que cobija la simiente
con signos de profecía.

Su abrazo como un espliego
inunda de aroma el lecho
y voraz beso al acecho
marca su impronta de fuego,
precedente del sosiego
que calma la excitación
como una revelación
del deleitoso nirvana
que declina en la mañana
de una noche de pasión.

Su oscura piel sensitiva
de mi pasión cautiverio
me persigue con su imperio
que la intimidad aviva.
Una fiebre compulsiva
funde las ansias despiertas
y las caricias alertas
son dulce callado grito
en este pagano rito
de complacencias inciertas.

SOMBRA DISTANTE

Dejé de amarte, con designio inscrito
En el ávido ardor de tu impaciencia
Y el inmolado amor, frágil, marchito
Mostró amargo, su incrédula evidencia.

De mi deseo tu calor proscrito
Dejó al amor sin mística clemencia,
Que calmara tus ansias de infinito
En el umbral de tu fatal ausencia.

Fugó mi encanto al contemplar tus ojos
mostrando del amor vanos despojos
del éxtasis de fuego del pasado.

Y vaciló mi brazo siempre alerta
cubrir tu imagen inasible, incierta
Ausente como espectro abandonado
(2002; de «Fuego incesante»)

Arrobamiento

Contemplando extasiado tu semblante
surgió de pronto extraño sentimiento
cuando luz de tus ojos fulgurante
rimaba con tu piel de blanco argento.
En la fascinación de mi alma errante
por tu imagen de dulce arrobamiento
sentí en tu boca el hálito fragante
junto al amor de fresco advenimiento.
Serás de mi pasión sublime esclava
como la fuerza en el volcán la lava
o en mar bravío la rugiente ola
mientras te dice mi ardoroso canto
exaltando tu inefable encanto
nunca mi amor ha de dejarte sola.

Gracia plena

Abatido de inconsolable pena
mordía mi dolor la cruel ausencia
de misteriosa Venus que encadena
el enigma de amor en mi impaciencia.
En imprevista matinal escena
su luminosa celestial presencia
dulcificada por su gracia plena
llega con el candor de su apariencia.
Dorado de sus ojos reverbera
como límpido sol de primavera
donde la angustia se marchita y pierde
mientras su busto de fragante aroma
como bañado por la luna asoma
desde el escote de su blusa verde.

Júbilo fugitivo

Tu diáfana sonrisa deleitable
liberada de angustias persistentes
ha concentrado el sol
en el sublime diseño
de tus labios de púrpura encendida
anunciando el festejo
de una nueva alegría transparente
evanescida de nébulas y sombras.
Las lágrimas pendientes
del brillo de tus ojos tristes
son el extinto llanto
de las umbrías inquietudes.
El palpitar de tu misteriosa
agonía resignada
se ha tomado en caudal jubiloso
de mensajeras ilusiones
pródigas de sortilegios ventureros.
En tus manos han vuelto a florecer
tus ternuras proscritas
y toda tu presencia
retiene la fragancia
de tu invicta pureza
invadiendo tu alma generosa
henchida de fruitivos indicios.
Queda en mis labios
la dulzura perenne de tu beso furtivo
como un relámpago de luz
en el alarde de la noche
mezquina de promesas.

Febril quimera

Tras la inquietud de mi doliente espera
como un flexible junco su figura
tornando en realidad febril quimera
llegó con transparencia de su albura.
Su mirada de miel fue la agorera
de una pasión fundida en su ternura
como mágica mezcla venturera
que deja inmaculada su alma pura.
Su candor sensitivo sorprendido
cautivo en sentimiento adormecido
se demudó con pasional instinto.
Y en éxtasis del divinal concierto
el sortilegio del amor despierto
se deleitó en sublime laberinto.

Amor ferviente

Poblábanse mis sienes del recuerdo
de su imagen en la nocturna cita
donde mis ansias con dominio cuerdo
exiliaban la fiebre que me agita.
Su cuerpo grato en movimiento lerdo
es de púdica ninfa que concita
a insólito placer en que me pierdo
con pasión que a mi alma supedita.
Tras un abrazo que mi afán codicia
sentía de sus labios la caricia
en el edén de mágico embeleso.
Mientras arpegios de una sinfonía
ilustraban el amor que nos unía
en el calor de un prolongado beso.

Idilio inconcluso

El último celaje de la tarde
desveló el misterio
de la nocturna cita
con el lirio fresco
de su imagen venusta
de benignas tibiezas
y recónditos fuegos escondidos.
El milagro de un beso
urdido entre las sombras
como diligente preludio
de sus abrazos predilectos
confortando mis apremiantes ansiedades
propició el vórtice
donde se enredaban silentes
nuestras jubilosas sensaciones
consagrando el inefable halago
como un síncope fugaz
colmado de suspiros y latidos.
El vestigio de la lámpara dorada
mostraba en claroscuro
la dulcedumbre de su virginal semblante
como un cautivo lirio desmayado
tras un extraño amor desvanecido.
Mi silenciosa gratitud
envuelta en el exótico aroma
de inciensos voluptuosos
selló la bruma de la despedida
con el pudor de su beso apresurado.

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ADOCTRINAMIENTO… [Mi poema]
Verónica García [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Ya sé que de un tiempo a esta parte me repito,
y que más que comentar aquí yo pego un grito,
pero todo lo que trascribo es lo que siento
pues siempre digo la verdad, yo nunca miento
lo juro ante quien sea que fuera el dios bendito.

Que la palabra que más odio en este mundo
es “adoctrinamiento”. Y que aunque suene inmundo
en el plebiscito, me importa a mi un pimiento,
defiendo que adoctrinar un acto es violento,
xenófobo, tribal, racista y tremebundo.

Que hasta la fecha actual y así ha sido desde Adán,
se ha tenido en cuenta en demasía el qué dirán,
y habrá personas que usarán sus artimañas
y que, sin duda, y si es posible las entrañas
sin escrúpulos de cuajo a ti te sacarán.

Odio, pues, a los que se dicen profesores
y se dicen de sus alumnos los mentores,
capaces, sin ascos, de fabricar “peleles”
adornando de egolatría a sus laureles.
Farsantes, traidores, son los predicadores.

Que adoctrinar es, siempre según mi teoría,
cambiar las ideas de alguna estantería
sin la autorización del dueño de la misma
arguyendo, sin más, su dote de carisma,
o poner lo que le interesa en movimiento
sin consultar para ello al dueño del evento.

Mintiendo osando a conciencia del que miente
pensando sólo en si él lo cree conveniente,
imponiendo ese su criterio a los demás
por el simple hecho de que el impostor presente
estar se imagina en poder de la verdad.

Pretender hacerse el dueño del rebaño
a base de mentira y de uno y otro engaño,
la burda manipulación del pensamiento,
echando para ello a ese cuento un condimento
sin poder aportar ningún razonamiento.

Engatusar la voluntad de los que escuchan
sin aun permitirles pensar mientras se duchan
y poder librarse de falsos argumentos,
o impedirles pretender que abran los ojos
rodeándolos, ciegos, de espinos y de abrojos.

Poner debo ya el colofón con un consejo
que no lo es menos sabio a fuer de ser ya viejo:
desecha invitación y sólo acude al templo.
de quien compruebes predicar con el ejemplo.
©donaciano bueno

Existe un mayor crimen que #adoctrinar a los niños? Share on X

Pelele: Figura humana de paja o trapos que se suele poner en los balcones o que mantea el pueblo en las carnestolendas. Persona manejable. Adoctrinar es llevar a su terreno ideológico a seres especialmente no dotados aún de capacidad de discernir e impedirles ser libres en el futuro.


MI POETA SUGERIDO:  Verónica García

Besos que dan asco

Este es un tiempo de faroles bajo el puente,
de besos que dan asco y aceite que fluye
hasta el sí de la mirada.

El río está seco pero inunda los trigales.

Sé romper la pared con la cabeza
y desnudarme junto a los grafitis
sin respirar.

Mi corazón es un libro
que quiere ser leído, insiste en espera
de un martillo que rompa tu coraza.

Olas en celo

Desde tu ventana una bola de fuego se escapa,
la veo ascender, alejarse,
apacigua sus llamas quemando los árboles,
su luz en el callejón será tormenta mañana.

Nado sobre olas en celo
un incendio de agua besa mi locura.

Veneno

Consulté con la Mantis Religiosa, quise aprender su lenguaje,
estar a la altura de tus exigencias.

Me esmeré en darte veneno, inventé un infierno contra tu lluvia ácida.

En tu boca la Mantis probó la locura

desistió

¡Pobre Mantis drogada!

Monoloco

Hay un guión escrito en los andamios
entre hierro fundido y ventanas rotas,
habla de un mono loco que descansa
al borde de lo irreal y se deja caer
sobre los cuerpos que arden.

Monoloco que estás en fuego de nadie

¡Déjame en paz!

Sin pedir permiso

Por Gigoló, por sádico,
por monstruo te amo.

Porque me das
y tomas lo que quieres
sin pedir permiso:
mejor que morir de celos
o intentar curarme.

Sol ficticio

No soporto la terapia si me obliga a dejarte,
no quiero ver la luz al final del túnel,
mis ojos están acostumbrados a la penumbra.

Construí un castillo de arena y me aferro
a él a pesar del vaivén de la ola,
no quiero ver el fondo, prefiero la superficie
deslumbrante de este sol ficticio.

Mejor sería borrar tu contacto, no verte más,
tirar la rosa del delirio, pero dejo la terapia.

Cañaveral abierto

El duelo no se escribe, abre su cauce a los ahogados,
pinta de verde las palabras que padre talló en mi pupila.
Escuece su grava en el zapato, una noche en su desierto
es mejor que el primer día de los astros.

Vengo por la espuma, no por tu recuerdo.

Me quedo por el mar, no por el cañaveral abierto,
sólo por tus cenizas en la costa, por los pájaros
del amor que sabes darme.

Quiero flotar en la tormenta de tu nombre
y que escuches mi voz de resina.

Quiero dormir sin miedo, hazme una cuna.
Abre el océano y sumerge mi lava.

Dejo atrás la capa del deseo, un huracán blanco
me desnuda y ya no soy mujer ni paloma,
soy vórtice del ciclón que teje los planetas.

He llegado por la muerte, me conoce desde niña.

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LA IZQUIERDA CAVIAR [Mi poema]
Kiuder Yero Torres [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Hay pobres que son de izquierdas,
pobres de solemnidad,
que exentos van de maldad
y se hallan contra las cuerdas,
y alimentan de las mierdas
que otros sueltan por piedad.

Y otros hay que presumiendo
de tener buen corazón,
cuando surge la ocasión
se nota que van mintiendo,
por dentro se van riendo,
pues tocan sin ton ni son.

Esa es la izquierda caviar
de ricos y señoritos
que gozan de chiringuitos
y dicen que hay que ayudar,
y lo gritan sin cesar,
mas ellos solo dan gritos.

Pues todos sin distinción
los unos pidiendo van,
si ya tienen nada dan,
si algo dan por compasión
esperan compensación,
vino al vino y pan al pan.
©donaciano bueno

Uno es consecuente con una #ideología solo cuando se retrata no? Share on X

El término «izquierda caviar», de la expresión francesa ‘gauche caviar’,​ hace referencia a los políticos de izquierda de clase social privilegiada que, tras considerarse herederos de la Revolución rusa, sólo conocen de Rusia el exclusivo caviar, que connota un alto poder adquisitivo y un desprecio por sus supuestos ideales.


MI POETA SUGERIDO:  Kiuder Yero Torres

Libertad

Soy libre después de tantos naufragios
…….libre……como un condenado a morir
en su última voluntad.
Mi vida es un juego de dos
que fue dormido hacia otro rumbo
en una vieja canción de violines.

Mi vida escapa de las sombras
buscando la luz del inicio
………………el conjuro secreto de las lágrimas
insinuándose tras la lluvia
donde es posible que esta libertad
sea el umbral de la muerte.

Me confieso parte del complot

todos mentimos
somos viajeros en países que desconocen las agonías del tiempo
ahogándonos en la arena como insolentes conquistas
mi sable arriesga cada golpe al lado del emperador Shang
mi pecho frente a Bonaparte y el disparo traidor del exilio.
Me confieso soldado
puedo salvar a los amigos de los días
de las aceras……de las metrópolis provincianas
puedo construir las barcas para escapar al mar del Norte
y simularnos muertos
y blasfemar a William con su dilema del ser o no
….barcas
simples barcas pulidas con mis manos.
¿Alguien sabe descubrir la verdad?
Sería muy simple frente al espejo
la verdad no consiste en desvestir mentiras
la verdad es un breve discurso
en los puertos del Mediterráneo
y sentirse parte del complot
cantar a medianoche bajo el puente del río Ródano
y unir a Ginebra entre los lentos compases del equilibrio.
Las ciudades aún buscadas
se nos han convertido en una sombra curva
todos mentimos
mintió Marco Antonio
…………Freddy Mercury con su silencio
mentimos todos
unánimes mentiras
perfectas y glorificadas.

Pensar que sólo existen mis retóricas alas de Ícaro
………………..y escapar
en estos días donde se abren las hojas de Fayad Jamís
y Cavafis con su Ítaca perdida después de tantos regresos.
Siguen perdidas la mitad de muchas cosas simples
y de los amigos por salvar en Esparta
la mitad de los viajes y despedidas
quizás la mitad de todo.
Mi nombre luchará contra las palabras abiertas al viento
a la tempestad
en esta isla destino
que la lluvia va olvidando
como a hombres inocentes.

En silencio

en la humedad
con los ojos cansados
en la oscura ensenada
río abajo
quebrando el verso de la costumbre
por el cauce infinito de la espalda
hasta el final de los huesos
desobedeciendo presagios
y la ignorancia de súplicas
con mi lengua envenenada
de sentido común.

Sólo ofrezco la mano con la magia de un discurso
…………………………..y con las sábanas ausentes
en la distancia
en la moribunda canción
de lo prohibido.

Caída profunda

Puedo decir adiós
extender las manos
atravesar el cuerpo de la oscuridad
con la ilusión de una última mirada
pero todo es inútil
he caído en el lejano sitio
de mi habitación vacía.

El otro lado de la cama

el lado vacío
el lado del silencio
tan sutil y remoto……en el destino
Fayad abre la verja de hierro
que recuerda mi soledad y dice:

El amor te golpeó el pecho y no te dijo el porqué.
El amor te devora el pecho y no te dice el porqué.

El frío cala mi abandono
la luna se ausenta
y yo soñándola desnuda sobre este lado vacío
que compartí con los ojos cansados
como un vagabundo me despierta
………feliz de besar la ternura.
Alguna vez intenté el suicidio
y resultó una sombra que va perdiendo la cordura
alguna vez intenté la última noche
y resultó una y otra…
hasta esperar una última más
contra la voluntad de la esperanza.

El otro lado
la mitad queda vacía en mi poca fe
por la que nunca fui perdonado
cerca de los muros
por ciertas palabras de los que parten
sin indicarme el camino.

Navego todavía

pruebo dejarlo todo a la intemperie
me confunden los rostros de la autonomía.
No bastan las palabras
llevan el precio de las razones
….de los puentes sobre el agua distante.

Navego todavía
testigo en el milagro del eco.
Apenas guardo lealtad.
Apenas el milagro existe
y aún desconozco el artificio
……..de mi voz.

Ascendí junto
………………….a los árboles de la soledad
que siguen creciendo.
Una vez más la mentira.

En el riesgo de las predicciones
el camino es largo
y descubro un tiempo en la posguerra
y descubro la luz……el candelabro
en la paz de la costumbre.

No escribo

…………………..desde la ventana
no miro al espejo
no tomo la mano de nadie
no entorno los ojos
y sé del tren que parte
y de una hoguera que el tiempo
llama venganza.

La costumbre

…………………………..nos elige
acaba por juntarnos a medianoche
en la red tejida sobre el polvo
y octubre es un país pequeño.
Llega para salvarnos del caos
nos trae noticias de los amigos comunes
junto a un tiempo cifrado
que se traduce en asombro
….en lugar lejano
blando……gris.

La ciudad es una habitación
que nos exilia al mar
de nuestro rincón secreto
el silencio es un paraje ignoto
cuando llega medianoche
y octubre es un país pequeño.

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ATARDECÍA [Mi poema]
Emiliy Roberts [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Espinos, majoletos, chumberales,
unísona y acorde melodía,
pura, cálida flor, algarabía
de sencillos pastores y zagales.

Silencio, soledad, melancolía,
bendita, cristalina agua plateada,
delicioso jardín digno de un hada,
apacible soñar. Atardecía.

Gozando del placer de ese paisaje
tan bello que embriagaba mi sentidos,
llegué a pensar que el cielo se me abría.

A fuerza de beber de ese brebaje
sentí se aceleraban mis latidos
a punto de explotar. Y me dormía.
©donaciano bueno

#Un panorama bucólico Share on X


MI POETA SUGERIDO: Emiliy Roberts

La mujer del barco de Ljubljana

La mujer del barco de Ljubljana
sube al barco turístico todas las tardes
a la misma hora —las cinco y cuarto—
y da un paseo por el Ljubljanica.

La mujer recuerda el tiempo en que masticaba idiomas
ajenos
como caramelos pegajosos—
la gimnasia de las flores.

Recuerda la ciudad en ruinas, los bombardeos que ya no son,
entre turistas y franquicias. Un rostro amado
es siempre un rostro destruido.
Nadie habla de lo que se perdió,
pues es mejor que lo perdido se dé por perdido.

Quizá el exilio no fue
sino amar otras ciudades—inevitablemente—:
un paseo en barca hablando a solas con las calles nuevas
de este templo en ruinas que amó

y ya no reconoce.

Los perros

Los perros huelen la tristeza
pero no se la comen
a diferencia de cuando huelen el miedo
y muerden

quizá confundan miedo y tristeza,
como yo:

no saben a cuál
hay que atacar.

Los orígenes de las brujas

Mis antepasadas tenían los pechos grandes, pero yo no.
Mis antepasadas comían piel y vendían su leche para ayudar a los hombres, pero yo
bebo vino y no sé a nada.
Mis antepasadas condenaron la ciudad para que no tuviera que volver, pero yo he vuelto
a un lugar infértil.
Mis antepasadas comían mondas de naranja y yo comeré libros
y haré hogueras y amamantaré gatos
antes que morir de pena.

Mis antepasadas entregaron sus cuerpos en un ritual
al que llamaron amor.
Encendieron una pira funeraria y se arrojaron a ella.
Yo me preparé para arder.
“El amor no quema si te mojas”, dijeron.
Quería ser la que mejor ardiera, así que me desnudé.
Me apreté contra las llamas.

En el último minuto,
salté al mar.

No me gusta la leche

no me gusta la leche
y eso no quiere decir que no sea buena
Letitia Ilea

Mis padres beben leche,
esa que durante el hambre

engorda y alimenta,
esa que me negué a tomar

durante los años enfermos.
No habría sabido llegar de ningún modo

cuando fallaban las fuerzas:
el miedo al blanco y a delirar,

a las piernas crecientes y al dolor menguante,
a que la ropa se nos quedara pequeña.

Aprender a dar las gracias
y tener que pasar la noche a cubierto.

Gracias por dejar que me quede.
Gracias por obligarme a marchar.

Gracias por no dejarme cargar más
que con la piel muda.

Gracias por curar la enfermedad.
Por hablar de volver sin lugar de vuelta.

Por enseñarme a beber como ni tú
ni yo sabíamos.

Gracias
por la leche.

[Poema inédito]

Como el cielo intentando olvidar el cielo

Una mujer anciana sube al barco turístico de Ljubljana todas las tardes.
La mujer monta siempre a la misma hora, las cinco y cuarto, y da un paseo por el río esperando su muerte.
Esa mujer es Europa.
Esa mujer recuerda el tiempo
en que masticaba idiomas ajenos como caramelos pegajosos.
Esa mujer recuerda la ciudad en ruinas, los bombardeos, ahora ocultos por turistas y franquicias.
Como su rostro deshecho.
Esa mujer recuerda todo lo que amó y ya no está:
recuerda aquella infancia a orillas del río.
recuerda el exilio; primero el del corazón, después el de la lengua
al traspasar la frontera.
La mujer recuerda la traición: primero el gobierno; después la otra.
Aquel que le dijo: vete, eres del enemigo, después de haberla amado.
Aquel que desató la huida en mitad de la noche
en busca de un lugar donde nos quisiesen.

La vida en el exilio fue fácil: centros comerciales, una casa junto al lago, un marido e hijos en una lengua extranjera. Ya nadie habla de su ciudad
como no se habla de las cosas que se dan por perdidas.
Poco a poco olvidaron su lengua. Hablaba sola para no olvidarla.

El exilio ha sido esto: un paseo en barca viendo siempre las mismas calles nuevas
de esta ciudad bellísima, de un templo en ruinas que ama y contempla
y ya no reconoce.

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CANTAR, LA MAR Y EL CIELO [Mi poema]
Antón Castro [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Cantar. Quiero cantar. Cantar no puedo
mirando fijamente frente al mar,
consciente que me debo de olvidar,
que un día fui más fuerte que un hayedo
y hoy puede ya la brisa derribar.

El mar, recuerdo el día en que aquí vine
y pude sumergirme entre sus olas
luchando en eludir las carambolas,
que hoy vienen repitiendo no me obstine
lo tuyo son los campos de amapolas.

Cantar, no canto bien, siempre lo supe
no tengo timbre, voz. Mis facultades
no guardan relación con las edades
pues miro y veo al cielo que me esccupe
obviando si merezco sus bondades.

La mar y el cielo. Y yo con mi garganta
lanzando gorgoritos al futuro
sabiendo como sé que el mal no espanta
se turba ya el semblante o se atraganta
consciente no habrá ya quien dé ni un duro.
©donaciano bueno

Y yo qué culpa tengo...? Share on X


MI POETA SUGERIDO:  Antón Castro

AVITUALLAMIENTO I

La veo desde lejos, pedaleo,
me levanto del sillín y ya llego.
Ahí campa la higuera, gigantesca
y olorosa, con sus moradas brevas.
Alargo la mano y cojo una, dos,
tres, o tal vez más de media docena.
Bajo la fronda, me vuelvo goloso
y encuentro descanso y refugio.
La sombra es ideal: me reanimo.
Envolvente, un paraguas de ramaje
me cubre y alivia mi respiración.
Se me escabulle la miel de las higas
por las manos y dentro de la boca.
Tras la cuesta, se está bien aquí.
La bicicleta brilla en la penumbra.

VARIA

Hélade fatal, hastiada,
llevas marca de futuro, señal
sobre la piel extendida, sobre la piel
tersa, brava, en el año
capital, cuando naciera el preboste
y aquel clérigo señor, autor
de obra menor
angustiada.

Qué común razón, martirio,
una porción de estiaje, campo de proporción,
natural pista de ondas,
electrónica ferial, gas de chimenea, cristo,
salimos a saludar, convencidos
de que el tiempo era este, que la esposa, la industria
del metal, la tarde,
culminaban un hecho
trascendental,
hipogrifo botocudo,
linfa astral.

Mostró el vidente las cartas,
laxas, apostilló,
es la harina salpicada, y el viento que hería el rostro, ese Potoc
que no habló, no habló muy alto, habló mal,
especialmente.
Cágney, Merlot, Cannavale,
nombres de amor, pasatiempos
de lo mejor de la finca. Grímbey,
Sesún, Iturralde,
cuánto dolor
dijo Cágney
y sí, mereció morir,
no nos quedaba ya aire
para tal espiritual
locuaz minoico albañal
ese dulce primordial
hojaldrada flor de lis.

A UN ALMA PRECORDIAL, ASESINADA

Japonesa
son tantas las cautelas y la previsión
de los hijos que
la escuela de poetas pobres y la lavandería
mecánica
adolecen estos días de crudo invierno
de los más indispensable enseres: aperos,
gasas, alcanfor en rama
y monumentales jaliscos.

¡Qué sumisión
a las normas establecidas! Guayaberas,
moriscos, hasta un terno fosco capihundido que el maestro
de ayuno
importó de las islas. Amo
en especial
aquellas tardes
de lectura, besos
de carmín a carmín, pintalabios, lápiz
de labios que, en nuestra lengua (tendida al fondo,
pacata)
son varias las acepciones
y las imágenes (hombreras
de plenilunio,
bombera,
pájaro carpintero,
dama de cobalto
en la cuna,
silenciada).

THEL 12

El dominio donde reina la arcilla bajo forma de terror, donde
el contumaz gusano -esa gigantesca lombriz lobo- apabulla
el aire oculto, y la sombra del agua como ollar inmarcesible regenera
la voz de Aquel al final de la tarde. Esa cabeza débil
que no soporta ya el peso del fino insecto. Ese insobornable alférez
que fue a ocuparse de los muchos a su cargo. Esa misión:
oler sus ropajes lechosos entre las cuadernas rotas, entre
obra civil de manos sanguinolentas, adscritas
a miembros activos de razas degeneradas. Sí,
aunque de porte exquisito, desconocen
cuál es la fecha de la composición del poema y no miden
la fugacidad de los jardines sin lápidas, el tamaño
de los frutos del olvido que comen los esclavos. No saben
cuál es el objetivo, no pueden
(sólo restan quince ejemplares del libro iluminado)
castigar a quien magulla los cuerpos seccionados, repiten
el nombre de origen oscuro que no debe mencionarse, llegan
al confín, a la puerta norte, a la imposible extensión
del llanto y la tristeza donde jamás se vertió aceite
sobre ellos, criaturas asociadas a la muerte, llameantes esculturas
de porte hospitalario.

FUROR CENSAL

Este es el embustero que a veces imita el ladrido del perro.
Este es el rey de la leña podrida y de los huesos de médula atinada.
Esta es la madre de figura capciosa que mece imprecisa la impudente alimaña.
Esta es la mujer de facciones morenas que cruza ligera las colinas cansadas.

Son cadáveres dispuestos al alba en atroces posturas,
reptantes longitudes que todo lo envenenan, valles asustados.
Padres convertidos en ogros de antro, septenarios ciegos,
parejas contrarias, visionarios pulcros en arte maduro,
reos aquejados de un rural siseo, cundió la costumbre de negar el uso
de suaves nodrizas, ¡serpientes, no hijos! proclamó el soldado,
taciturno hirsuto, mendigo de hierba que engrasa el ganado.

Núbiles obreras, de hábil maleficio, quemaron el lienzo,
vieron al enano que modela el barro, a Cruel, a Guisado,
a Sesenta Inviernos, a las Pestilencia –cuñadas enormes-
y a las Moribundo –primas elocuentes- forzar la sintaxis
que inclusivas hordas –amazonas bulbos-
vierten en el Húmedo. Pasmada montura,
nadar nunca pudo.

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MI POETA INVITADA: Anabel Úbeda

Guernica

El arcoíris en Guernica asoma
sus haces con vergüenza.

Se escucha la templanza
de unos cimientos ensangrentados
entre los que una jauría tembló.

Turbación.

Al agudo repican gritos ahogados,
las mantillas se hacen jirones.

Guernica respira.

Relojes de arena se invierten
y emanan dióxido de guerras sucias.
Fotosíntesis de una escenificación
innominada.

Sombras.

Guernica se escuda en pinceladas.

Tantas treguas posibles,
y nos dio por mirar el lienzo
desde posicionamientos
equivocados.

Crees que no, pero sigue pasando.

Bohemio

Dijo a la donna angelicata
que él no pretendía ser
[Garcilaso,

y la pintó con su pluma
de escote para abajo.
Contestó indecorosamente,
retándolo a descubrir en versos
la rebeldía de sus cabellos
casi dorados.

En el tálamo, se alzó insurgente,
como un endecasílabo moderno
que lejos de mecer,
enciende.

Y él la retrató en dos cuartetos y dos tercetos.
Y como un verso libre.
Y como un poema con pretensión de ser canción,
en los que ella no pretendía ser perfecta
sino que deseaba entregarse
a un sentimiento:
físico
momentáneo
o eterno;

por el cual sus curvas
iluminasen con llamas tenues
el camino del bohemio
cuyo versículo sangra de dolor
o ama
como ninguno.

Distopía

Mortandades de encaje
presionan el puño que se entierra
en mi pecho
hastiado de indecisión.

La granada que sostengo
como un quiasmo
no encuentra su contrapartida,
sólo la compleja manía
de auparse en la estación indicada
o descender al sótano alabado.

Planos de un canto argentado
de verde óxido.

Sorteando destellos furiosos
me adentro en el tragaluz,
distingo pasos de moral impasible;
mentiras glaseadas;
y cabizbajos sentimientos remendados
en sábanas del ayer.

Ante mi pasmo
un menudo
pone su palma
sobre el vidrio
y atravesamos la aurora de Federico
corriendo a la defensa última,
la poesía.
Boria Ediciones 

UNO MÁS Y OTRO MENOS [Mi poema]
Roberto Merino Rojo [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Es una pena pero… creo fue ayer
cuando en la aldea se alzaban las persianas,
al alba, resoplaban las campanas
sin que nadie las pudiera ya mover.

El viento resoplaba en los talones
en un aura de niebla ceniciento
y ambiente reflejaba el sentimiento
de recelos plagados de emociones.

Las gentes se enrocaban en sí mismos
como observan que el caracol se enroca,
susurros se escapaban de la boca
en un triste lenguaje de algoritmos.

Descubren el petróleo sus miradas
y apuntan aun las lágrimas presuntas,
las cejas van y vienen cegijuntas
y en la frente sospechas hay bordadas.

Uno más que hoy se va, y ya hoy otro menos,
pues nunca habrá uno más que no hay simiente,
sólo queda esperar llegue el siguiente
y no haya que abonar estos terrenos.

Es el sino de las gentes, de esta aldea,
que a tiempos venideros no resiste
la resignación campea lanza en ristre
sin que nadie se aprecie en la pelea.
©donaciano bueno

Muchos de los pequeños municipios rurales se han ido quedando desiertos, los jóvenes han ido huyendo hacia las grandes urbes y ya solamente quedan algunos viejos. 


MI POETA SUGERIDO:  Roberto Merino Rojo

Grecia 907 (1975)

De repente
no voy a aguantar más y emitiré un alarido
un alarido largo de varias horas
previamente habrá que tomar precauciones-
habré electrificado mi balcón
cerrado la puerta con llave
(se me olvidaba que he de instalar una reja
en la ventana del baño)
sembrado mis paredes con amuletos fabricados
en noches de viernes a sábado
de tal manera que los tanques
queden atascados a varios cientos de metros de distancia
los pilotos de los jocker panthers
no puedan controlar sus lúpings y se estrellen
justamente encima de los camiones de soldados
que justamente habrán chocado con los tanques
que estarán atascados en el asfalto
que empezará a derretirse
a los pocos minutos
del alarido que emitiré cuando
no aguante más.

De repente
no voy a aguantar más:
ya no bastará con las pajas mías de cada noche
con los pitos nuestros de cada día
y cuando ya no basten los opiáceos
los sicofármacos
los tranquilizantes mayores o menores
las botellas de vino cerveza pisco o agua mineral.

Previamente
me habré mesado los cabellos y las barbas
las cejas, las axilas, los vellos pubianos
me habré dado largos baños de tina y extensas duchas
y cuando todo eso ya no baste
emitiré un largo y potente alarido.

Entonces
las ventanas del edificio Diego Portales
estallarán en varios miles de pedazos
llorarán las guaguas las monjas las doncellas y los ancianos
los profesores deberán suspender las clases
los teléfonos comunicarán con números equivocados
pero no importará porque nadie podrá hablar por teléfono:
mi alarido impedirá que se escuche
lo que tenga que decir la gente que llame desde Mendoza
desde Arica San Vicente de Tagua Tagua o desde las Antípodas
preguntando qué pasa
qué es ese zumbido extraño
que parece provenir desde Santiago de Chile
Y la gente que pasa por la calle Ahumada
tendrá que correr a refugiarse en los agujeros del Metro
y los niños que cantan en los micros
cantarán más fuerte que nunca
quizá si por primera vez con alegría
al ver que las ventanas
primero se trizan
las trizaduras se extienden por las carrocerías de hojalata
y el techo cae sobre los pasajeros
sin causarles daño alguno y permitiéndoles respirar
pues mi alarido hará que el smog se disipe
es decir se concentre en las oficinas públicas
por donde entrará a través de las ventanas rotas (…)
(fragmento)

EL BOSQUE

Donde hubo fuego queda la realidad.
A partir de eso es mundo se me vela
(en la pieza vacía no hay cabida).
¿Interrogar, torturar ese fantasma,
la sábana de la que ha desertado?
La única hermosa, la única mirada,
ciega a mis ojos no mira lo que alumbra
(un cuerpo sin luz propia desvelado).
No busque entonces en el jardín nocturno
otra prueba del tiempo detenida:
habrá de sobra lluvia y corrupción
y una luz de mañana que nos niegue.
Por último saber que estas palabras
no alteraron ni el ruido ni el silencio.

MELANCOLÍA ARTIFICIAL

Es probable que solo haya venido
para que pase el amor entre estas páginas
(una palabra en un idioma extraño).
Ese explendor tardío y tan usado
en su efímora pose, ya distante
de la esfera que alumbra sus propósitos.
No lejos de los bosques prohibidos
el mar nocturno hiende sus orillas.
Pensar en esos límites ahora
demasiado remotos, los que eran
antes de ayer, el punto de partida.
La estrella solitaria, la luz fría
que vela al acercarse lo que llama
(amanecer, vivir, otras palabras).

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MI POETA INVITADO:  Hugo Vargas

Versos dormidos

Voy a dejar dormidos estos versos tristes
para que el silencio los invada y desgarre
pasarán las horas
serán persianas ciegas los días
caminarán errantes los años
y una tarde cualquiera
como quien regresa de un olvido
revisaré unos papeles viejos
inquietaré de sus estantes unos libros que ya no leo
sacaré esas odiosas cajas de zapatillas repletas de sinsentidos
y los veré de nuevo
en el piso helado
al pie de la biblioteca
tocaré esta hoja otra vez
ya amarilla
deshilachada
polvorienta
miserable
y la leeré con asombro e intriga de mí mismo
descubriendo el secreto que la vio nacer
y sonreiré al recordarme
en el silencio de la casa
y de los años.

Verdugo de sombras

Oprimo la sombra que me nombra
hasta vencer el llanto

todo se deforma y calla

a veces la forma del cielo miente
cambia
germina
estalla
y no queda más que la lágrima final
el último suspiro
la voz quebrada
para hacerle frente al Destino

Yo sabré lamer la herida abierta
mientras las venas sigan latiendo

a calmar agonías fui llamado
entre silencios
desde la cuna
aunque sople este viento que arrasa

martirio de la horas quiero ser
para no perder la cordura que me falta
para abrazar tempestades
y parir mi propia llaga.

Apocalipsis doméstico

la mesa
se mueve de un lado al otro sin sentido
camina por las paredes el televisor
dan vueltas en círculos los cubiertos
las cucharas a la cabeza
los tenedores en la retaguardia
los cuchillos de generales
las sillas ya no están
fueron las primeras en huir
los veladores las siguieron
y hasta el fuentón de la ropa se avergüenza de existir

este apocalipsis doméstico y extravagante
doloroso hasta en las muelas
me dice que ya no estás
y que nada más volverá a ser igual
que hasta el más mínimo detalle
ha perdido su sentido
y que pedirle cordura a los muebles que te extrañan hasta el suicidio
es un acto de estupidez declarado

yo
como todo lo demás
perdí mi sitio
mi función

tendré que andar en reversa el camino de los aprendido
des-andarme hasta la sombra
para entender
no que no estás
que la muerte es una forma siniestra de la suerte
y que esa lotería
mal que nos pese
nos toca a todos algún día.