A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

CONFIESO MI DOLOR [Mi poema]
Carmen Rosa Orozco [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Confieso mi dolor que despertando
no pude soportar tanta tristeza,
no pude, pues no cabe en mi cabeza,
que a un niño se le hiciera sufrir tanto
por odio y por rencor con su vileza.

No puedo comprender pues no comprendo
a qué puede venir esa condena,
teniendo que pagar por causa ajena,
y aun menos que el final sea muriendo
abriéndose en canal una gangrena.

He sido complaciente con quien dice
que Dios las injusticias no permite,
mas yo no puedo unirme a ese convite,
así que fuera dios quien lo bendice
tratando así evitar que yo vomite.

Por mucho comprender que alguien dijera
que fue ese el mismo dios que hizo las rosas,
y el mismo que cavando fue sus fosas,
vetando de gozar la primavera
a dos de esas sus flores más hermosas.

Las rosas, las que adornan el jardín,
pintadas de color, con su inocencia,
ornando el panorama su presencia.
Aquel que demostrara ser tan ruin
su vida ha de cobrarse en penitencia.
©donaciano bueno

Si #matar es horrible, hacerlo los #niños inocentes, puede tener perdón de Dios? Share on X

Los niños, esos juguetes en manos de unos padres sujetos a manipulación cuando surgen desavenencias, llevando al extremo de proyectar sobre los mismos los odios o rencores acumulados entre ellos. Reciente el caso de Olivia y Anna , dos angelitos a los que su padre ahogó en el mar. Pero sin llegar a estos extremos es una constante el uso que los adultos hacen de ellos con el fin de hacer daño a la parte contraria, olvidando la responsabilidad que tienen de mantenerlos al margen.

MI POETA SUGERIDO:  Carmen Rosa Orozco

Aquí no hay estaciones…

Aquí no hay estaciones
o refinamiento de las costumbres
o té a media tarde
sólo necesidad de lo necesario
como animales adscritos a un instinto primario
sí sabemos que hacer con la tristeza
colocarla a un lado
y trabajar para obtener tan poco
arrastrando nuestros pies chancletudos mugrientos
para cobrar la paga
miserables y avergonzados ante la riqueza
No poseemos nada, Camila
somos braceros
expropiados de las tierras
de ansias de espíritu, de identidad, de sexo
follamos con las yeguas a falta de mujer
los patronos las revisan -su desmejora es indicio-
en esta zoofilia ajena hemos asentado la pobreza
nos reímos nerviosos ante la blancura y los haberes
de quienes arrecian nuestra jornada
Míranos hacinados en el hervor negro
de nuestra piel
nos miras mirando a Adrián
estrechez óptica que consume toda distancia
el color de tu Adrián
es el nuestro
víctima de las comparaciones
de la exagerada lentitud de tu delirio.
¿Adrián dónde estás dónde dónde dónde?

Dar vueltas…

Dar vueltas
demasiadas vueltas
en las puntas de mis pies
y apresar el aire entre mis brazos y mi cuerpo
hasta perder el sentido
y la visión descomponga la materialidad de las cosas
hasta el punto de disgregarlas en montones
y las náuseas en mi estómago
estoy a punto de vomitar
este malestar es terrible
y comienza a fastidiarme
hasta agotar mi paciencia
y me den ganas de darle patadas a todo
no puedo calmarme
quiero vomitar
y dormir para siempre
como los muertos de mi familia
y como todos los muertos
pensar en los muertos
y las cosas del mundo
hastía enormemente
Mi cabeza y estómago
quieren estallar de dolor y de náuseas
No he hablado con nadie este día
y quiero que vengan a ordenar mi casa a limpiarla
que laven mi ropa
siempre he detestado las tareas domésticas
persiste la náusea
y siento deseos de revolcarme en el piso.

Podría guiarme…

Podría guiarme
por los horóscopos un medicamento o una simple hora
pero ya es tarde
no me guío
atajo los espacios y me confundo
es leve esta vulgaridad
y ya no duele.
trato de no pensar en Susana
pero el sol arde en la tarde
en las hojas verdes de las matas
en el silencio de las escaleras solas
y lamento no haberla ultrajado más
con este amor al cual le teme
Su cabellera roja flota
y me desperezo en sus grandes senos
Todos regresan cuando no los amo
en mí todo es frágil
y no he sabido ser fiel
me limito a amarlos
y si todo acaba
qué terrible es admitir que no me importa
hay tantos otros
que el cuerpo no se detiene
las ansias son recíprocas al placer
nada se detiene
-mejor dicho nadie se detiene-
y es risible todo acto contrario
pero su pelo rojo me perturba
y no poder tocar ahora sus senos con mi mano
con la mano derecha suavemente
su pezón erguido
y mi boca lista a tal delicia
Muchos han querido estar a mi lado
incluso Susana
también Adrián
pero todo se dispersa
y no importa que se detengan a mi lado
sólo momentos
una breve eternidad me estorbaría
Semejante al mercurio
huidizo dañino que devora
pienso en todos ellos
siempre sobra a quien amar
las aventuras dilatantes
el fragor que no se achica
y este amor de estar sola en mí
Exquisita tú, mi bella
lujuriosos todos los demás

De: El Monotema de una Camila

CAMILA FLANQUEA SU IDIOMA

Intentando abrir puertas con una espada,
enhebrando agujas por la punta,
plantando árboles de sombra boca abajo.
Marianne Moore.

Los traficantes de armas
disecaron mi rostro
lo cortaron del tórax con un bisturí transparente
que se desaparecía en sus manos.
Cosieron la sangre titilante
con sal, hilos de azafrán y rosas,
resistentes a la humedad y las miradas de las gentes,
lo guardaron en una botellita celeste,
lo maceraron por cuarenta y un mil días.
En perfecta simetría colocaron mis ojos y mis labios
perpendiculares al sol
y de espaldas a la luna.
Me lo entregaron para colocarlo en la cómoda
y recordara los días felices
que me otorgaron las hadas y cigüeñas.
En las tardes de calor saco mi antiguo rostro y lo maquillo.
Camila fue confundida con una extinta especie animal.

LAS 79 LUNAS DE JÚPITER MARCHITARON – LA CONCIENCIA DE ALICIA EN EL RETROVISOR

Alicia me cuenta que habló con la profesora Mónica Grady
de su aseveración sobre la existencia
de alguna forma de vida en Europa,
una de las 79 lunas conocidas de Júpiter
y como mis pulpos sobreviven en las heladas aguas bajo las capas de esa luna;
ser vegetariana ha causado estragos en mi flora intestinal
y en las barajitas coleccionables de microorganismos
que desestiman la luz solar en Marte,
todo ello apuntado en el cuaderno de notas de la científica
de manera estricta por mi caligrafía Palmer
ya que duda de los datos virtuales almacenados en la Nube
y en la memoria de elefantes transgenéricos;
mi ayuno voluntario me ha hecho partícula divisible
de la luz que viaja a 600 millones de kilómetros de la Tierra
siendo materia fecunda y celeste
para el alimento de seres inexistentes e interplanetarios.
Sospeché de mis otras vidas:
una adelantada en los siglos
como física cuántica
diseccionando lo indigerible y atroz,
de otra que enrevesó mis dedos
como dibujante de perfiles y pieles vibrantes
en una época desenfundada por revólveres de grafito,
o de una cantante retro que escribe letras agonizantes de melancolía
perteneciente al género pop barroco
y que destila los segundos en las historias del Instagram,
o siendo un delfín rosado que gerencia
un hotel en Marbella
saltando así de la oficina
hacia un mar esplendoroso y sin métodos eficaces.
Pude ver en el Cronovisor oculto en el Vaticano
los planos circulares de un televisor del tiempo
construido por un monje benedictino, un Nóbel de Física y un ex nazi llevado a la Nasa,
eran las voces de Marcello Pellegrino Ernetti, Enrico Fermi y Wernher von Braun,
sus reuniones secretas fueron expuestas en la década de 1960
pero de nada sirvieron las precauciones,
con asombro y junto a Pío XII
pudimos escuchar
el acalorado discurso de Cicerón ante el senado romano en el año 63 a. C.
y ver pasajes de la angustiosa Crucifixión de Cristo,
a solas me conmoví por las lágrimas derramadas por Messi
al salir del Barcelona Fútbol Club,
así como,
lamenté la suerte de la desdichada isla de Camila Guiribitey
una influencer que no podrá guardar en sus carteras Gucci
la Patria y Vida que faltó,
corría el año 2021 para esos acontecimientos.
Ellos consideraron inconclusa mi debilidad ante los eventos
como esa noche de 2019
cuando escuchaba a Lana Del Rey en Youtube,
recuerdo que llevaba una bata color salmón con encajes
solo se veían mis manos en el ordenador escribiendo:
I’ve been tearing around in my fucking nightgown
24/7 Sylvia Plath
Writing in blood on the walls
‘Cause the ink in my pen don’t work in my notepad
Don’t ask if I’m happy, you know that I’m not
But at best, I can say I’m not sad
‘Cause hope is a dangerous thing for a woman like me to have
Hope is a dangerous thing for a woman like me to have.
Tener otras miradas fue suficiente
en el reloj del tiempo de un país arrasado,
como gota de agua insalvable de un universo de luz
salvaje
cayendo en un pozo de deseos fragmentados,
sin discernir los días que pasan
sobre el trayecto invisible de los años,
agotando la escritura
y siendo la criatura más feliz que hayas conocido.
Alicia se balancea en las líneas hexagonales del no tiempo.

ELLA CAMINABA POR LA AVENIDA OSCURA…

Ella caminaba por la avenida oscura
cuando halos de luz la atravesaron
y quedó elevándose del pavimento,
la luz se fue solidificando en ladrillos
que momificaron a la extraña mujer,
se formaron escalinatas y torres paralelas entre sí.
Ya de mañana se hicieron colas de autos
y personas que querían transitar por allí,
la mujer había quedado hecha luz y mausoleo,
ocupó las siete cuadras que formaban la avenida;
se sabía que hablaba con Dios,
curaba enfermos con sus miradas,
detenía la lluvia,
invertía los giros del sol,
cambiaba las montañas de lugar,
y escondía las aves en las grietas de la luna.
Mencionó los nombres de los curiosos
sin abrir los labios,
flotaba hecha luz
entre dormida y despierta,
quedó seccionada esa parte de la ciudad
como un extremo caso de pérdida de las partes a un todo,
la mujer luz quedó endurecida allí,
algunos tocaron los ladrillos luminosos
sin volver a sentir hambre o sed,
otros no envejecieron más,
los más escépticos fueron curados de sus dolencias.
Ella escribía en un idioma no conocido,
prestaba sus manos a seres ubicuos,
profecías le fueron reveladas
en códigos plantados en raíces de árboles
con bordes azules y violetas,
su cabello iba enrollando el cuerpo
cobrando un color dorado y transparente,
los ojos palpitaban como cristal a punto de romper;
vino de Sulem la mujer extraña
que aprendió a hablar con Dios
en la época de los Profetas,
cómo adquirió tantos dones varios
si nunca salió de su casa,
las lianas tramaron caminos
que estrangularon la casa dejándola sin sol,
ella por postigos de madera
pudo descifrar los inventos de los hombres,
los ángeles caminaban en vértice a su casa
y la portentosa puerta de Ofrandes,
quiso ella que la abrieran
pero un gesto meticuloso de Dios no lo permitió,
oír raras voces la volvieron serena,
quiso ella entender los dictámenes
pero no lo logró.
Durmió en ese limbo de luz y tiempo
en el mausoleo de vidrio
que ocupó la avenida de la pequeña ciudad,
pasaron los siglos y la mujer siguió suspendida,
fue sitio de peregrinaciones, estudios y acechanzas,
pero la cápsula nunca se abrió.
Las gracias concedidas eran un misterio
no obraban por la fe,
eran dadas por un sistema aleatorio
de identidades alucinantes
que sabían ver la bondad del corazón.
En los días posteriores
a la petrificación infinita del mausoleo
las manos de la mujer hablaban como altavoces
que no supieron identificar el rigor de las especies.
Intuyó secretos con paciencia.
Le fue concedido el talento más apreciado por sus rivales,
ella no objetó los elementos conformantes de la disputa,
alertó a los hablantes de otras galaxias
escondidos en la constelación planetaria de su espalda.
Tanta dureza no ocultó su sabiduría.
Ella no comprendió el camino
que la condujo a Orsafinón,
los vórtices rompieron las esquinas
y se oían coros de voces angelicales;
el peso de su civilización lo determinaron las nimiedades:
una cartera tuvo más relevancia que un mendigo,
una tos espantaba más que una atrocidad.
La mujer luz se mantuvo interminable
en sus diálogos con Dios.
Amorosa, pacífica y solitaria,
de apariencia andrógina y hermosa,
fue como la adjetivaron los mirantes del mausoleo,
ellos arrastraban sus manos por los ladrillos de vidrio
esperando piedad o curación,
realizando pliegos de peticiones u oraciones;
después venía Dios
con la Sulamita de honda mirada
y hacían llover los halos de luz del mausoleo
que abrían al entendimiento,
sentían apaciguada la ira, luego.
El clamor despertó su misericordia.
Amanda desde su patio observa la cápsula de la Sulamita
traída a escondidas por Dios en una noche de desvelo.

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LA VIDA EN CUATRO ESTROFAS [Mi poema]
Juan Pablo Bertazza [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

De niño él deseaba ser torero,
después dijo: mejor malabarista,
más tarde lo cambió por futbolista
previendo lo importante era el dinero
ansiando difrutar como un turista.

De joven cuando el tiempo vió él perdía
pensando en descubrir el sexo opuesto,
se dijo para sí, si no hago esto
posible que me encuentre yo algún día
desnudo, sin comida y con lo puesto.

De adulto se aplicaba a lo aprendido
ansiando una familia, un buen trabajo
echando tantas horas a destajo
cansado de tan zoque él haber sido
con ganas de mandar todo al carajo.

De viejo fue a mirarse en el espejo
curioso al ver que el mismo le miraba.
Pensó en el vino antaño que guardaba
que pronto sin beber se haría añejo
y aquí ya se acabó lo que se daba.
©donaciano bueno
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MI POETA SUGERIDO:  Juan Pablo Bertazza

SUIPACHA

Ataviado en túnica blanca
talco para pie en la cara
apocalíptica barba
de guerra de los cien días
y una telaraña de canas
que alcanza a rozar sus alpargatas
el flautista de Lavalle
anciano a punto de nacer
hace base
cerca del solar donde nace
la historia sin revisar
con la mirada de música perdida
Hamelín sin venganza
dirige el tránsito en la peatonal
sentado en su trono de espinas
centrado perfecto en estertores
de espaldas al alba del mar
que insinúa el archipiélago
reúne de frente con brazos abiertos
a ratones tardíos
que aún rebotan en las murallas invisibles
de la peatonal que se extingue
de esas cuadras que reviven
los años que pasaron
desde aquel 13 de diciembre en Navarro
cuando Lavalle decidió fusilarlo
¿hay Lavalle más allá?
qué queda de esta peatonal
surcada de crímenes que no salen
a la superficie
hurtos imperceptibles
manos que se meten
en bolsillos excesivos
con afán de comer
olores unitarios que asa la ciudad
ratas que renuncian a ser libres
bailando al compás
de la melodía de la historia
quizás sin percibir la huella
del flautista invisible de Lavalle
que nunca habla con nadie
susurrando a los ratones
con voz de ultrasonido
¡no pasarán!
Les hacen estallar el cráneo
en sobras esenciales
que ellos mismos
en agonía aletargada
se encargan de juntar
Con una sola idea
repleta de respuestas
cuánta ausencia tiene que haber
en una despedida
con qué porcentaje de muerte
puede lidiar una vida
como la de Lavalle
cargando en su conciencia
durante tantos años
ese error de juventud
el asesinato a un héroe patrio
que aclaman los pueblos
sobre Suipacha algunas cuadras al norte
está el recuerdo incesante en monumento
a Dorrego inaugurado en 1926
el admirado compañero de armas
que recomendó su ascenso
en el ejército su Billy the Kid
su cruz y su infierno
que aun hoy lamenta
el flautista de Lavalle
todos los días desde tarde en la noche
a la madrugada
cuando nadie hay para dar una moneda
se escuchan sus notas aisladas
se ven sus manos temblorosas
la vida y el calvario de Lavalle
inauguraron en la historia argentina
la tragedia
con qué tono de voz
se le dice a alguien
la última palabra
por qué cuando se las enciende
y nunca al apagarlas
(es que) las lámparas
se terminan de quemar.
De Calle Lavalle, Bajo la luna, 2015

En la ciudad de la música lo comprenden

ya no quiere volver a Viena
cuando a los equilibristas
se les caen los cristales de Bohemia
y Lennon salta el muro del sentido común
Mozart escribe la ópera de terciopelo

Las gárgolas de la catedral Vito
y los santos del puente Carlos
se abrazan y se arrancan a pedazos
la culpa de no haberte sostenido

Praga es la ciudad
donde tientan los santos
y disuaden las serpientes

Una ciudad hecha
de relojes sin tiempo
de castillos sin reyes
de iglesias sin dioses

La ciudad da escalofríos
es el emblema de algo
que aún no se entiende
pero es definitivo

Las mujeres de Praga llevan en la mano
los tatuajes que tienen en la espalda

De Todos los motivos que llevan a Japón, inédito.

Mientras caminamos de la mano
con el murmullo del agua
en el paseo del filósofo
el celular se queda sin memoria
me pedís perdón por traerme a este lugar
tal vez no sea el más hermoso
pero pensé que te iba a gustar
la paz que se respira
sonrío una negación búlgara
y prometo
guardar para siempre este instante
como los accesorios en los videojuegos
de los años ochenta
que al principio no se entiende
por qué hay que juntarlos
y de repente se vuelven vitales
mientras pueda oír el murmullo del agua
en el paseo del filósofo
caminando con nosotros de la mano
nada me va a destruir

Los cerezos buscan el agua
y la lente de la cámara
en su metamorfosis
de solo una semana
son nieve, nube y nácar

Ayer te encontré en un sueño
en un ascensor abierto
que iba más alto de lo que queríamos
y podía estar tranquilamente
en un país como Japón
Me pasó lo que me pasa siempre
que te veo en un sueño
pero esta vez un poco distinto

Por primera vez hacías un chiste de lo que pasó
y varias veces yo te preguntaba algo
que en ese mismo momento
me alegraba de que se me hubiera ocurrido:
¿eso fue en el pasado o en el futuro?

Al principio sonreías y después quedabas paralizado
como si el mundo entero estuviera en pausa
salvo el ascensor que seguía subiendo
como una rueda de la fortuna
deshabilitada

Otros poemas sueltos

ITALIA ‘90

Se abre el telón rojo
viene de dar en el blanco
se está por volver césped
y en una manzana perdida de barrio
empieza algo por última vez
el descubrimiento de otro idioma
no repercute en el espacio
sino en las grietas del tiempo
equidistantes lo real y el amague
alcanzan a ver dónde
se esconden para siempre
dios responde a un único nombre
y los deseos acceden a cada oración
el poder del viento se enreda
en el vértigo de la caída
un álbum vacío representa plenitud
en el quiosco de la esquina
un italiano salva las distancias
imposible no verse atravesado
cuando nace la era de la memoria
y el azar es una mera
pulseada de voluntades
que gana el que más lejos se acerca
lo que envuelve, la térmica del origen
se las rebusca para llegar al final
solo una vez se vive el presente
cuando hay tanto todo por decidir
que cualquier resultado queda
a mitad de camino.

MAIPÚ

Antes que empiece la cuadra
de una de las mejores batallas
de Lavalle baila
Michael Jackson
en Arabian Food
los vendedores no prestan
atención a las compras
entre la espada sin cabeza
y el horno
el brazo alcanza una lata
se asoman
ambulancias y luces de neón
les pregunta
si está dura la zona
uno de ellos lanza
una red mediomundo
que interrumpe la pesca
de shawarma de lomo
-conocés al bailarín de tango, no?
-ayer lo mataron

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DEL TIEMPO Y SU CARENCIA [Mi poema]
Gonzalo Osses-Vilches [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Voy paseando y mientras, miro y veo
grises casas, ventanas y balcones,
y revolotear a los gorriones,
los niños de un colegio en el recreo
y un parque de atracciones.

Cada paso que doy es uno menos
que resta por andar en el camino
hasta que haya llegado a mi destino
olvidando por fin ya estos terrenos
siguiendo a un sol divino.

Cuando la luz se ausenta y no aparece
y el negro nubarrón la tarde acecha
más lejos va quedando la cosecha
y el ansia de comer aún más decrece,
la vela anda sin mecha.

Sólo será pensando que florece
de nuevo en tí la edad de la inocencia
y haciendo uso legal de la paciencia
que habrás de valorar como merece
del tiempo su carencia.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Gonzalo Osses –Vilches

Al ver pasar la gente

Al ver pasar a la gente,
¿Nunca te has preguntado quiénes son?
¿Por qué luchan, qué sienten, qué hacen?
¿serán protagonistas de historias románticas,
serán esclavos de una rutina amarga,
serán juguetes del destino o marionetas de Dios?

Al ver pasar a la gente,
al caminar junto a ella, tú sientes, al igual que yo,
que no caminas entre ganadores y perdedores,
sino que sabes que caminas entre sobrevivientes.
Entre sobrevivientes de revoluciones hechas por falta de comida,
entre sobrevivientes de guerras que comienzan durante un partido de ajedrez.

Al ver pasar a la gente,
te das cuenta que paseas entre hombres y mujeres sin nombre,
hombres y mujeres indiferentes para ti,
cuyas vidas no conocemos y cuyas muertes no nos causan nada.
Son sólo muertes; muertes que leemos en los diarios matutinos,
obituarios fríos, nombres sin rostros.

Al ver pasar a la gente
¿No te gustaría conocer sus historias? …a mí sí.
me gustaría saber de sus sueños, aprender sus razones para sobrevivir.
contar sus historias; inventándoles momentos alegres,
regalándoles felicidad.
Creo que debería empezar por mí.
creo que debo comenzar por mi historia.
Por la historia del amante abandonado.
Por la historia del amigo traicionado.
Por la historia del soñador que despierta
en medio de un torrente de mentiras verdaderas.

Serán cuentos de infiernos y cielos,
de noches con sol y días con luna,
de corazones negros cicatrizados
y ventanas por donde ya no se asoma el sol.

Es la repetición de la vieja historia,
lo mismo, pero con distintos actores.
Los mismo sentimientos entremezclados
y las mismas perversiones colectivas,
relaciones autodestructivas, valores alterados,
niños olvidados y dioses censurados.

Al ver pasar a la gente, ahora,
me doy cuento que no quiero contar historias;
es todo, es siempre lo mismo.

Tampoco contaré mi historia.
Si quieres saberla… imagínatela.
párate en una esquina
y al verme pasar con el resto de la gente,
Invéntame un final feliz.

¡Cuánto te odio distancia!

Vestida de puta disimulas tu ingenuidad,
con tu ligero de olvido alimentas el recuerdo
¡cuánto te odio distancia!

La rabia que llevo dentro te la debo a ti
¿contenta? ¡deberías!
porque no puedo matarte

Te escupo en la cara si miro una foto
y entrada la noche me revuelco solo,
sacudido por tu estúpida risa.

¡Cuánto te odio distancia!
Como quisiera deshacerte, enamorarte, dejarte
y estrujarte poco a poco y volverte nada…
y pisarte ?con los pies?
hasta que la luz se acabe, hasta quemarte de frío,
distancia… ¡Cuánto te odio!

Definición

No soy bueno ni malo ni bueno
Soy irresponsable,
como un niño que al salir
se mete el sol
en un bolsillo agujereado.

El hombre que mira al poniente

Sobre las llanuras
del cielo atardeciendo
cabalgan figuras,
como manchas.

Un hombre
mira hacia el poniente.

A sus espaldas
la oscuridad avanza.

Pero la mirada
viaja con la luz
y se desprende.

El hombre
se ha quedado sin los ojos.

Ironía

A ti te gustaba el hecho
que yo dijera ser poeta

Pensabas que así me tendrías
y yo -baboso- te escribiría
largos y encendidos versos.

Versos que exaltaran tu belleza
que hablaran al lector de tus virtudes
para que no existieran dudas
sobre la grandeza de tu alma
y la firmeza de tus besos.

Y así, con tu cara de portada de revistas,
querías ser Gala, ser Matilde,
para elevar tu feo nombre
a la categoría de musa,
inspiradora de artistas

¿no es irónico, entonces
que el primer poema que te escribo sea éste;
escrito en estos días,
al cumplirse tres meses de la noche en que te fuiste?

Poema para un día cercano

Tú estarás lejos.

Yo dejaré la vida
como una pena olvidada
que se abandona para
proseguir el camino,
y emprenderé la muerte.

Detrás de mí, siguiéndome,
irán todas las cosas
queridas,
el silencio que nos uniera,
el arduo amor que nunca pudo vencer el tiempo,
el roce de tus manos,
las tardes junto al mar,
tus palabras.

Si donde estés tú oyes
que alguna voz te nombra,
seré yo que en el viaje
te recuerdo.

¡Qué me importa la muerte!

Ráfaga veloz que rasante te besa.
Canción de torrente con veneno en la sangre.
Trueno desierto con arenas que dan tu tiempo.
Vino traicionero, por incapaz.

¿Qué me importa la muerte?
Si total no es mía.
Y si lo fuese, da lo mismo, no me quedo con ella.

Querella prehistórica de buitres trajeados.
Respuesta de pétalo frágil, etéreo, inexistente.
Risotadas turbias de aquellos nogales caídos.
Vértice de verdad que se escapa.
Absurdo infinito de la nada concreta.
Locura atroz al engendrar, una duda que sangra.
Inocencia de argucias falaces, en aquel libro de magia negra.

¿Qué más podría suceder?
¿Acaso alguien preguntaría por la palabra libre?

Pongo condiciones a la butaca sorda y muda,
al lector desconocido,
pero lo ignorado comienza a desligarse.
Así quedo, en un justo medio, sin referentes.

No se olvidará de mí, me lo asegura
no por amor, sí por voraz y voluptuosa.
Será pronto, para un tiempo sideral hecho masa.
El ansiado anonimato verterá su pócima,
entonces sí, todo será normal, real y eterno.

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ACEPTO EL RETO [Mi poema]
Graciela Cros [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Sepa señora que hoy ganas no tengo
de a usted reprocharle en su osadía,
que está loca de atar yo aquí sostengo
por haber iniciado esta porfía.

Mas caballero soy y lo mantengo,
que el pañuelo recojo aquí, señora,
pues que a su reto y honor me avengo,
marque usted el día y aun la hora.

Y pues que así ha de ser, no haya demora,
-que a su voluntad y discreción fío-
el arma que maneja con más brío.

Si matarme ha de amor, máteme ahora,
no permita persista el desvarío,
que atenaza su corazón y el mío.
©donaciano bueno

#Acaso el acto de la declaración de amor no es en si mismo un gran reto? Share on X

Retar a una dama es un acto de osadía. Casi siempre terminarás perdiendo.

MI POETA SUGERIDO:  Graciela Cros

LA CASA

Si la casa estuviera plantada
donde estaba,
si bajo los escombros,
en los cuartos, los muebles,
hubiera señales familiares,
las huellas de su paso,
del andar que tenía
entre esas paredes
ella
¿respiraría mejor?

¿Sus ojos serían mansos,
bondadosos,
para ver
lo que no hay de aquello
y lo que hay ahora?
¿Para ver
y aceptar
lo que dejó de ser?

Si la casa abriera sus ventanas
a pesar del derrumbe
para que ella viera bajo otra luz
aquello que hubo antes
y luego dejó de estar,
de ser,
la paz,
por fin,
¿vendría?

LA COMPAÑÍA DE LA VIDA

Afuera llueve
y adentro
hay una pequeña huerta
que asoma en las macetas.

Tomates cherry, ajíes, aromáticas.
Bendiciones de invierno.
La compañía de la vida
en sus breves detalles.

Llueve en el frío
del cercano agosto
y el abedul
detrás de la ventana
concentra pajaritos en racimo
anunciando la nieve
que baja de los cerros.
Está ocurriendo todo
ante mis ojos
y alguien
que no quisiera ser
sólo registra tu ausencia.

BANDURRIAS

Las bandurrias
hunden sus picos
en el pasto mojado
por la lluvia de anoche,
De a pares o en grupo
buscan su alimento
con las cabezas inclinadas,
atentas.
Avanzan lentamente,
picotean lombrices
y al detenerse por segundos
parecen comentar
el inicio del día.
La mañana, serena,
las incluye,
yo las observo.
Me siento parte,
feliz también
por esa nueva,
modesta, epifanía.
(del libro Pampa de Huenuleo)

LA NOCHE DE ROTHKO

EL cielo parece una pintura de Rothko,
amarillo en el centro,
ocre arriba
y abajo.
A esta hora
Mansilla come
solo.
Es su cumpleaños.
Pienso en amigos distantes
que, seguro
recuerdan
el nuevo aniversario del poeta.
Pero es así,
cerca, duele;
lejos, falta.
Por suerte hay un papel,
un boleto, una servilleta,
un ticket de supermercado
y se puede escribir
mientras la noche de Rothko
pasa
lenta
al otro lado de la ventanilla
por esta ruta del sur.

A LA NOCHECITA

A la nochecita me pongo a cocinar una feijoada
para Mansilla que viene del desierto
buscando un porqué.
Alguien le dijo que la sé hacer.
Que aprendí en Itabira do Mato, Minas Gerais,
la ciudad donde nació Carlos Drummond de Andrade
y adonde todos saben nunca fui
pero sueño ir.

Con jugo de maracujá, leche condensada
y vodka
hice una jarra de capeta bahiana,
bebida del demonio,
y por si hace falta pasar a la caipirinha
dejé a mano una cachaça envelhecida
del valle de Paraiba que promete.

Un rato antes piqué unos ajos barrigones
en la tabla y un par de cebollas.
Lloré un poco aprovechando la ocación.
Me sentí feliz de estar tan triste.

El cuchillo no tenía filo y lo pasé por la piedra
como si supiera.
Hice igual con la feijoada:
anoche dejé los porotos negros en remojo,
la carne temperada con diversos aromas,
y ahora
mientras pongo el arroz,
espero a la visita,
confío en la inspiración.

MANSILLA

Dice labios y las mujeres nos soltamos el pelo,
lo esponjamos con las manos o la sacudimos
girando la cabeza a un lado y otro
con movimientos rápidos.

Dice ojos verdes y hay un desmayo momentáneo,
generalizado, sin previo aviso
todos perdemos la noción.

Dice ojos rojos y los hombres experimentan
un peso lapidario en el centro del pecho
mientras las mujeres ejercemos
la superstición y el rezo.

Dice coartada, rehén, y todos
nos tambaleamos un poco, perdemos el equilibrio,
nos aferramos al pasado, a barandas y respaldos de sillas.

Dice sur, araucaria, barda canal, Neuquén,
Roma, Los Ángeles, gramilla,
padres, dentaduras, perros,
mesa del escándalo, campos de Señor,
y los terapeutas no dan abasto,
ponen el cartel de no hay más turnos,
las ojeras les tapan la cara
y sueñan con playas remotas.

Es que el poeta habla
del nudo que nos ata y no se ve
y todos lo sabemos.

Mansilla dice domingo y la melancolía
se derrama sonámbula como petróleo en el mar,
el Titanic vuelve a hundirse y con él nos vamos todos a pique,
comprobamos que las profundidades marinas
son cosas de temer, hay oscuridad, desolación y frío.

Pensamos quén vendrá a rescatarnos
de esta caída fatal.
¿Vendrá Mansilla?
¿Vendrá la poesía?

Mansilla dice estepa y las mujeres
giramos como autómatas hasta quedar
de espaldas a la montaña,
achicando los ojos buscamos
la línea de horizonte
pero está perdido
y aunque parezca tonto y sentimental
comenzamos a caminar
para encontrarlo.

No es cataclismo ni profesía,
no es devoción ni desmadre de
la naturaleza,
Mansilla es poeta
y como todos los poetas
ignora su poder.

ADÉLIA

En la mesa del mantel blanco
bungavilias rojas contra pared blanca.

Veo rojo sobre blanco.
Traduzco un poema de Adélia Prado

Manchas de luz en la pared,
una jarra pequeña
con tres rosas de plástico.

La poesía me hace pensar
que el mundo é a nossa ostra
e gostaria muito
que estuvieras aquí.
(del libro Mansilla)

**Graciela Cros, Pampa de Huenuleo, Ediciones en danza 2017.
**Graciela Cros, Mansilla, Ediciones en danza 2010

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UN MES HACE QUE EL TIEMPO SE HA PARADO [Mi poema]
Juan de Dios Peza [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Mi vida es de rutina. Madrugar.
Tomar de refrigerio un desayuno.
Salir hacia la calle a pasear
o en medio de la arena junto al mar,
si deja de incordiar el dios Neptuno.

Soñar en tanto observo el cielo azul,
creyendo que aquí el tiempo se ha parado,
o acaso demostrara ser gandul,
se quiera resguardar en un baúl,
las horas de pasar ya se han cansado.

Quedar con mis amigos en el bar.
Tomarme un buen café. Leer la prensa.
Pensar y si se tercia conversar
y dar algunos besos y abrazar,
llenando a la barriga su despensa.

Después de, si se tercia, ya almorzar,
y acerco a reposar mis posaderas,
al parque en algún banco y a fisgar
las aves que no paran de volar
de uno al otro lugar de las palmeras.

No es mucho lo que exijo. No suspiro,
ni tengo pretensiones, grandes vicios.
Me agrada disfrutar de lo que miro
el aire tan amable que respiro
e intenta descubrir nuevos resquicios.

Perdón si aquí les dije que así es,
debiera precisar que así antes era*,
la vida se ha tornado hoy del revés,
el tiempo se ha parado ya hace un mes
que lleva convertido en una espera.
©donaciano bueno

Hay quien opina que la #rutina mata, o no? Share on X

Maldito coronavirus.

MI POETA SUGERIDO:  Juan de Dios Peza

Anhelos

Quisiera ser la fina madreselva
que abrió su floración una mañana
para entregarte el perfume de la selva
apenas entreabras tu ventana.

Ser emoción para que en mi suspires;
paisaje ser para que en mi te encantes;
ser fuente azul para que en mi te mires;
Y ser canción para que tú me cantes.

Ser quisiera el cinturón de armiño
que oprime tu magnífica cintura
y eternamente, y en un sensual cariño,
sentir entre mis brazos tu hermosura.

Confidencias a una estrella

Sigue, sigue blanca estrella,
Por el cielo en que naciste,
Sin dejar ninguna huella…
Siempre te hallaré más bella,
Siempre te hallaré más triste.

Hoy vengo con mi dolor,
Cual antes feliz venía;
Mas ya nunca, astro de amor,
Ceñirás con tu fulgor
Ni su frente ni la mía.

Tú cruzas por ese cielo,
Dando con tu luz la calma;
Yo cruzo, por este suelo,
Llevando en mi desconsuelo
Lena de sombras el alma.

Dame, dame tu luz bella;
Que en esta alma sin amor,
Tú sorprenderás estrella,
En cada nube una huella,
Y en cada huella un dolor.

Tú que has escuchado el canto
De mi primera pasión,
Acompaña mi quebranto,
Y alumbra el amargo llanto
que brota del corazón.

¡Horas del primer cariño!
tú las miraste lucir,
Cuando ante tu luz de armiño,
La niña en brazos del niño
Soñaba en el porvenir.

¡Dulce amor! ¡grata ciencia!
¡Blanca luz! ¡Delirio ardiente!
¿Por qué huyes de la existencia,
Cuando una dura experiencia
Va marchitando la frente?

¡Aquellos goces extraños,
Aquel esperar en Dios,
Sin recoger desengaños,
Aquel pasar de los años
Sin perturbar a los dos!

Todo, todo, blanca estrella,
Tu tibia luz alumbró;
¡Edad de sueños aquella,
Envidiable, dulce, bella,
Que para siempre huyó!

Celia, al expirar el día,
Por estos sitios vendrá,
Ya no como antes venía,
Que aquella alma que fue mía,
Pertenece a otra alma ya.

Antes ¡ay! ¡cuánto embeleso!
Sollozando de placer,
Dejaba en mi frente un beso;
Por eso, estrella; por eso
No quiero volverla a ver.

Ahora, dulce y cariñosa,
En otro sus ojos fijos,
Tendrá su boca amorosa
La majestad de la esposa
Para besar a sus hijos.

Con tus rayos blanquecinos
Alumbra siempre su hogar;
Aparta nuestros caminos,
Y ¡ay! que sus ojos divinos
No aprendan nunca a llorar.

Si sigues, tú, blanca estrella,
Por el cielo en que naciste,
Sin dejar ninguna huella…
Siempre te hallaré más bella,
Siempre me verás mas triste.

Sin sobre

Abro tu carta y reconozco ufano
Tu letra fácil, tu dicción hermosa;
Tú la trazaste con tu propia mano
Pues el papel trasciende a tuberosa.

Al escribirla estabas intranquila
Y ya estoy sospechando tus desvelos
Los médicos me han dicho, que vacila
El pulso con la fiebre de los celos.

Veo tus líneas torcidas, descuidadas,
Y esto halaga mis propios pareceres
Porque sé que no estando enamoradas
Nunca escriben sin falsa las mujeres.

¡Con el arrojo de tus veinte abriles,
Has escrito un aumento que me mata!
Siempre ha sido en las cartas femeniles
Importante o terrible la postdata.

No me vuelvas a ver. Ya no te quiero,
Esto me dices con desdén profundo:
Yo traduzco: ven pronto que me muerto,
De algo me sirve conocer el mundo.

Dices que consolando tu tristeza
Vas al campo a llorar penas de amores
Así podrá tener Naturaleza
Coronas de diamantes en las flores.

Pero no viertas llanto por tus penas
Que siempre se evaporan bajo el cielo;
Las lluvias del desierto en las arenas
Y el llanto, entre las blondas del pañuelo.

Las horas de silencio son tan largas,
Que comprendo la angustia con que gimes;
Las verdades del alma son amargas,
Y las mentiras del amor, sublimes.

Inquieres con tesón si a cada instante
Busco tu imagen o su culto pierdo,
¿Dónde está, niña cándida, el amante
Que diga en estas cosas: no me acuerdo?

Quien convertir pretenda de improviso
El amor terrenal en culto eterno,
Necesita labrar un Paraíso
Sobre la obscura cima del infierno.

¿Ves ese Sol que llena de alegría
El cielo, el mar, el bosque y las llanuras?
El trae a los mortales cada día
Nuevas dichas y nuevas amarguras.

Cada alma tiene libro que atesora
sus efectos en él, sin vano alarde;
¡Cuánto nombre se agrega en cada aurora!
¡Cuánto nombre se borra en cada tarde!

¿Quién sabe por qué anhela lo que anhela?
¿Quién será siempre el mismo, siendo humano?
Dicha, amor, esperanza, todo vuela
Sobre ese amargo y turbulento Océano.

Y así preguntas con afán sincero:
¿Por qué me quieres?… voy a responderte:
Yo te quiero mujer porque te quiero;
No tengo otra razón para quererte.

¿Tú te conformarás con tal respuesta,
Que de mi propio corazón recibo?
Tal vez la encuentre sin razón; pero ésta
Es la única razón por qué te escribo.

Que yo no vuelva a verte… me propones
Y aunque mi mente vacilante queda,
En vista de tu sexo y tus razones
Allá iré lo más pronto que pueda.

Reír llorando

Viendo a Garrick, actor de la Inglaterra,
el pueblo al aplaudirlo le decía:
Eres el más gracioso de la tierra y el más feliz.
Y el cómico reía.

Víctimas del spleen los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores
y cambiaban su spleen en carcajadas.

Una vez ante un médico famoso,
llegose un hombre de mirar sombrío:
-Sufro -le dijo- un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.

Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte;
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única pasión la de la muerte.

-Viajad y os distaeréis. -Tanto he viajado
-Las lecturas buscad -Tanto he leido-
Que os ame una mujer – ¡Si soy amado!
-Un título adquirid -Noble he nacido.

¿Pobre seréis quizá? -Tengo riquezas
– ¿De lisonjas gustáis ? – ¡Tantas escucho!
-¿Que tenéis de familia?…-Mis tristezas
-¿Vais a los cementerios?… -Mucho, mucho.

¿De vuestra vida actual tenéis testigos?
– Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.

-Me deja- agrega el médico -perplejo
vuestro mal, y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
sólo viendo a Garrick podéis curaros.

-¿A Garrick ? -Sí, a Garrick…La más remisa
y austera sociedad lo busca ansiosa;
todo aquel que lo ve muere de risa;
¡tiene una gracia artística asombrosa !

-Y a mí me hará reir?-Ah, sí, os lo juro !;
él, sí, nada más él…Mas qué os inquieta?…
-Así -dijo el enfermo -no me curo:
¡Yo soy Garrick ! Cambiádme la receta.

¡Cúantos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reir como el autor suicida
sin encontrar para su mal remedio!

¡Ay ! ¡ Cuántas veces al reír se llora!..
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuando el rostro rie!

Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestras plantas pisa
lanza a la faz la tempestad del alma
un relámpago triste: la sonrisa.

El carnaval del mundo engaña tanto;
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas.

Fusiles y Muñecas

CUADRO REALISTA

Juan y Margot, dos ángeles hermanos
Que embellecen mi hogar con sus cariños
Se entretienen con juegos tan humanos
Que parecen personas desde niños.

Mientras Juan, de tres años, es soldado
Y monta en una caña endeble y hueca,
Besa Margot con labios de granado
Los labios de cartón de su muñeca.

Lucen los dos sus inocentes galas,
Y alegres sueñan en tan dulces lazos;
El, que cruza sereno entre las balas;
Ella, que arrulla un niño entre sus brazos.

Puesto al hombro el fusil de hoja de lata,
El kepis de papel sobre la frente,
Alienta el niño en su inocencia grata
El orgullo viril de ser valiente.

Quizá piensa, en sus juegos infantiles,
Que en este mundo que su afán recrea,
Son como el suyo todos los fusiles
Con que la torpe humanidad pelea.

Que pesan poco, que sin odios lucen,
Que es igual el más débil el más fuerte,
Y que, si se disparan, no producen
Humo, fragor, consternación y muerte.

¡Oh, misteriosa condición humana!
Siempre lo opuesto buscas en la tierra;
Ya delira Margot por ser anciana,
Y Juan, que vive en paz, ama la guerra.

Mirándoles jugar me aflijo y callo:
¿Cuál será sobre el mundo su fortuna?
Sueña el niño con armas y caballo,
La niña con velar junto a la cuna.

El uno corre de entusiasmo ciego,
La niña arrulla a su muñeca inerme,
Y mientas grita el uno: Fuego! fuego,
La otra murmura triste: Duerme, duerme.

A mi lado ante juegos tan extraños
Concha, la primogénita, me mira:
¡Es toda una persona de ses años
Que charla, que comenta y que suspira!

¿Por qué inclina su lánguida cabeza
Mientras deshoja inquieta algunas flores?
¿Será la que ha heredado mi tristeza?
¿Será la que comprende mis dolores?

Cuando me rindo del dolor al peso,
Cuando la negra duda me avasalla,
Se me cuelga del cuello, me da un beso,
Se le saltan las lágrimas y calla.

Sueltas sus trenzas claras y sedosas,
Y oprimiendo mi mano entre sus manos,
Parece que medita en muchas cosas
Al mirar cómo juegan sus hermanos.

Margot, que canta en madre transformada,
Y arrulla a un hijo que jamás se queja,
Ni tiene que llorar desengañada,
Ni el hijo crece, ni se vuelve vieja.

Y este guerrero audaz de tres abriles
Que ya se finge apuesto caballero,
No logra en sus campañas infantiles
Manchar con sangre y lágrimas su acero.

¡Inocencia! ¡Niñez! ¡Dichosos nombres!
Amo tus goces, busco tus cariños;
Cómo han de ser los sueños de los hombres,
Más dulces que los sueños de los niños!

¡Oh, mis hijos! No quiera la fortuna
Turbar jamás vuestra inocente calma,
No dejéis esa espada ni esa cuna:
¡Cuando son de verdad, matan el alma!

A México

En las últimas desgracias de España.

Allá del revuelto mar
Tras los secos arenales,
Donde sus limpios cristales
Las ondas van a estrellar,
Donde en lucha singular
Disputando a la Fortuna
Las ciudades una a una,
De sus guerreros el brío,
Mostraron su poderío
La cruz y la media luna;

En esa tierra encantada,
Que esconde, en perpetuo Abril,
Las lágrimas de Boabdil
En las vegas de Granada;
Donde el ave enamorada
Repite entre los vergeles
El canto de los gomeles,
Y cuelga su frágil nido
Del minarete prendido
Entre ojivas y caireles;

Donde soñados ultrajes
Vengaron fieros zegríes,
Regando los alelíes,
Con sangre de abencerrajes;
donde entre muros de encajes
Y torres de filigrana,
Lloró la hermosa sultana
Amorosos sentimientos
A los rítmicos acentos
De una trova castellana;

Allá donde nueva luz
Alumbró, limpia y serena,
Sobre la morisca almena
El símbolo de la cruz;
En ese suelo andaluz,
Cuyos cármenes hollando,
Y en otro mundo soñando,
Cruzaron en su corcel
La magnánima Isabel
Y el católico Fernando.

En esa región que encierra
Tantos recuerdos de gloria;
En ese altar de la Historia;
En ese edén de la tierra;
No el azote de la guerra
Infunde duelo y pavor,
Ni causa fiero dolor
Que mira asombrado el mundo
El negro contagio inmundo;
Allí otra plaga mayor.

Surgen allí tempestades
Del suelo entre las entrañas,
Y vacilan las montañas,
Y se arrasan las ciudades
Escombros y soledades
Son el cortijo y la aldea;
La muerte se enseñorea,
Y, en medio de tanta ruina,
Se ve cual llama divina
La Caridad que flamea.

Con sordo bramido el duelo
Todo lo enluta y recorre;
Yace la maciza torre
En pedazos sobre el suelo.
Salvarse forma el anhelo
De los espantados seres,
Y hombres, niños y mujeres
Las crispadas manos juntan,
Y viendo al cielo preguntan.
«Dinos Dios, ¿por qué nos hieres?»

Recordando en sus delitos
las bíblicas amenazas,
Van por las calles y plazas
Confesándolos a gritos.
Los corazones precitos
Se niegan a palpitar
Y todos ven transformar
Al golpe del terremoto,
El abismo el verde soto,
Y en escombros el hogar.

Se abate el pesado muro
Que adornó silvestre yedra
Y brotan de cada piedra
Una oración y un conjuro.
No hay un asilo seguro;
Ciérnese el ángel del mal;
Cada fosa sepulcral
Abrese ante fuerza extraña,
Y parece que en España
Comienza el juicio final.

Y entre la nube sombría
Que el denso polvo levanta,
El coro terrible espanta
De los gritos de agonía.
Y entre aquella vocería,
Con rostro desencajado,
El padre busca espantado,
Con ayes desgarradores
El nido de sus amores,
Entre escombros sepultado.

Convulsa, pálida errante,
Sobre el suelo que se agita
La madre se precipita
Por la angustia delirante;
Vuela en pos del hijo amante;
El rostro al abismo asoma
Lo llama llorando, y toma
Por voz del hijo querido,
La que acompaña al crujido
De un techo que se desploma.

En repentina orfandad,
Trémulas las manos tienden
Los niños, que no comprenden
Su espantosa soledad.
Tan sólo la caridad
Velará después por ellos,
Curando con sus destellos
su miseria y su aflicción:
¡Cómo no amarlos, si son
Tan inocentes, tan bellos!

¿Qué pecho no se conmueve
Ante cuadro tan sombrío,
Que al corazón más bravío
A contemplar no se atreve?
Ante el infortunio aleve
¿Quién no es noble? ¿quién no es bueno?
¿Quién de piedad no está lleno,
Cuando es la virtud mayor,
Aun más que el propio dolor,
Sentir el dolor ajeno?

Manda ¡oh, noble patria mía!
La ofrenda de tus piedades
A las hoy tristes ciudades
De la hermosa Andalucía.
No es favor, es hidalguía;
Es deber, no vanidad.
Llamen otro Caridad
Estos óbolos del hombre,
Tienen nombre, sólo un nombre;
Se llaman Fraternidad.

Con tierno entusiasmo santo,
Mezcla ¡oh patria amante y buena!
Esa pena con tu pena,
Ese llanto con tu llanto.
Si al mirar ese quebranto,
Tu triste historia repasas,
Verás que angustias no escasas
Pasó, entre llantos prolijos,
Por amparar a tus hijos
Bartolomé de las Casas.

En mi barrio

Sobre la rota ventana antigua
Con tosco alféizar, con puerta exigua,
Que hacia la oscura callejada,
Pasmando al vulgo como estantigua
Tallada en piedra, la santa está.

Borró la lluvia los mil colores
Que hubo en su manto y en su dosel;
Y recordando tiempos mejores,
Guarda amarillas y secas flores
De las verbenas del tiempo aquel.

El polvo cubre sus aureolas,
Las telarañas visten su faz,
Nadie a sus plantas riega amapolas,
Y ve la santa las calles solas,
La casa triste, la gente en paz.

Por muchos años allí prendido,
Único adorno del tosco altar,
Flota un guiñapo descolorido,
Piadosa ofrenda que no ha caído
De las desgracias al hondo mar.

A arrebatarlo nadie se atreve,
Símbolo antiguo de gran piedad,
Mira del tiempo la marcha breve;
Y cuando el aire lo empuja y mueve
Dice a los años: pasad, pasad.

¡Pobre guiñapo que el aire enreda!
¡Qué amarga y muda lección me da!
La vida pasa y el mundo rueda,
Y siempre hay algo que se nos queda
De tanto y tanto que se nos va.

Tras esa virgen oscura piedra
Que a nadie inspira santo fervor,
Todo el pasado surge y me arredra;
Escombros míos, yo soy la yedra;
¡nidos desiertos, yo fui el amor!

Altas paredes desportilladas
Cuyos sillares sin musgo vi,
¡cuántas memorias tenéis guardadas!
Níveas corinas, jaulas doradas,
Tiestos azules… ¡no estáis aquí!

En mi azarosa vida revuelta
Fue de esta casa dueño y señor,
¿do está la ninfa, de crencha suelta,
de grandes ojos, blanca y esbelta,
que fue mi encanto, mi fe, mi amor?

¡Oh mundo ingrato, cuántos reveses
en ti he sufrido! La tempestad
todos mis campos dijo sin mieses…
La niña duerme bajo cipreses,
Su sueño arrulla la eternidad.

¡Todo ha pasado! ¡Todo ha caído!
Sólo en mi pecho queda la fe,
Como el guiñapo descolorido
Que a la escultura flota prendido…
¡Todo se ha muerto! ¡Todo se fue!

Pero ¡qué amarga, profunda huella
Llevo en mi pecho! … ¡Cuán triste estoy!…
La fe radiante como una estrella,
La casa alegre, la niña bella,
El perro amigo… ¿Dónde están hoy?

¡Oh calle sola, vetusta casa!
¡angostas puertas de aquel balcón!
Si todo muere, si todo pasa
¿por qué esta fiebre que el pecho abrasa
no ha consumido mi corazón?

Ya no hay macetas llenas de flores
Que convirtieran en un pensil
Azotehuelas y corredores…
Ya no se escuchan frases de amores,
Ni hay golondrinas del mes de abril.

Frente a la casa la cruz cristiana
Del mismo templo donde rezó,
Las mismas misas de la mañana,
La misa torre con la campana
Que entre mis brazos la despertó.

Vetusta casa, mansión desierta,
Mírame solo volviendo a ti…
Arrodillado beso tu puerta
Creyendo loco que aquella muerta
Adentro espera pensando en mí.

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CONGELAR EL TIEMPO [Mi poema]
Gaspar Gil Polo [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Previendo lo que un día ha de pasar
he decidido congelar el tiempo,
para ello ya he pensado en un invento,
un arcón de los que hay de congelar
llenando hasta que quepa sin cesar
echando fuera el viento.

Sin demora he de empezar hoy mismo
con mimo a recogerlo y a meterlo,
ascos no haré si alguno es de estraperlo,
no importa si me acusan de cinismo
y aún menos si lo hicieran de egoísmo
que no pienso venderlo.

Pues que un día se nos tiene que acabar
mejor ser previsor que luego hambriento,
de nada servirá ya algún lamento,
nuestras lágrimas son artes de matar
al mismo que nos tiene que ayudar
o hacer de él pasatiempo.

Uso sólo he de hacer en el momento
en que a punto me encuentre de expirar,
entonces procederé a descongelar.
Como habréis observado esto es un cuento
quizás de humor o más bien tal vez cruento
que invita a imaginar.
©donaciano bueno.

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MI POETA SUGERIDO:  Gaspar Gil Polo

Si os pesa de ser querida

Si os pesa de ser querida,
Yo no puedo no os querer,
Pesar habeis de tener
Mientras yo tuviere vida.

Sufrid que pueda quejarme,
Pues no sufro un tal tormento,
O cumplid vuestro contento
Con acabar de matarme.

Que segun sois descreida,
Y os ofende mi querer,
Pesar habeis de tener
Mientras yo tuviere vida.

Si pudiendo conosceros
Pudiera dejar de amaros,
Quisiera por no enojaros
Poder dejar de quereros;

Mas pues vos sereis querida
Mientras yo podré querer,
Pesar habeis de tener
Mientras yo tuviere vida.

Quien libre está

Quien libre está, no viva descuidado,
que en un instante puede estar cautivo,
y el corazón helado y mas esquivo
tema de estar en llamas abrasado.

Con la alma del soberbio y elevado
tan áspero es Amor y vengativo,
que quién si él presume de estar vivo,
por él con muerte queda atormentado.

Amor, que a ser cautivo me condenas,
Amor, que enciendes fuegos tan mortales,
tú que mi vida afliges y maltratas:

maldigo desde ahora tus cadenas,
tus llamas y tus flechas, con las cuales
me prendes, me consumes, y me matas.

No es ciego Amor

No es ciego Amor, mas yo lo soy, que guío
mi voluntad camino del tormento;
no es niño Amor, más yo que en un momento
espero y tengo miedo, lloro y río.

Nombrar llamas de Amor es desvarío:
su fuego es el ardiente y vivo intento,
sus alas son mi altivo pensamiento
y la esperanza vana en que me fío.

No tiene Amor cadenas ni saetas
para prender y herir, libres y sanos,
que en él no hay más poder del que le damos.

Porque es Amor mentira de poetas,
sueño de locos, ídolo de vanos:
¡Mirad qué negro dios el que adoramos!

Morir debiera sin verte

Morir debiera sin verte,
Hermosísima pastora,
Pues que osé tan sola una hora
Estar vivo y no quererte.

De un dichoso amor gozára,
Dejado el tormento aparte,
Si en acordarme de amarte
De mi olvido me olvidára.

Que de morirme y perderte,
Tengo recelo, pastora,
Pues que osé tan sola una hora
Estar vivo y no quererte.

Después que mal me quisiste

Despues que mal me quisiste
Nunca mas me quise bien,
Por no querer bien á quien
Vos, señora, aborreciste.

Si cuando os miré no os viera,
Ó cuando os ví no os amára,
Ni yo muriendo viviera
Ni viviendo os enojára:

Mas bien es que angustias tristes
Penosa vida me den,
Que cualquier mal le está bien
Al que vos mal le quisistes.

Sepultado en vuestro olvido
Tengo la muerte presente,
De mí mesmo aborrecido,
Y de vos y de la gente:

Siempre contento me vistes
Con vuestro airado desden,
Aunque nunca tuve bien
Despues que mal me quisistes.

Canción

En el campo venturoso,
donde con clara corriente
Guadalavïar hermoso
dejando el suelo abundoso
da tributo al mar potente;
Galatea, desdeñosa
del dolor que a Licio daña,
iba alegre y bulliciosa
por la ribera arenosa
que el mar en sus ondas baña.
Entre la arena cogiendo
conchas y piedras pintadas,
muchos cantares diciendo
con el son del ronco estruendo
de las ondas alteradas.
Junto al agua se ponía,
y las ondas aguardaba,
y en verlas llegar huía;
pero a veces no podía
y el blanco pie se mojaba.
Licio, al cual en sufrimiento
amador ninguno iguala,
suspendió allí su tormento
mientras miraba el contento
de su pulida zagala.
Mas cotejando su mal
con el gozo que ella había
el fatigado zagal
con voz amarga y mortal
de esta manera decía:
– Ninfa hermosa, no te vea
jugar con el mar horrendo;
y aunque más placer te sea,
huye del mar, Galatea,
como estás de Licio huyendo.
Deja ahora de jugar,
que me es dolor importuno:
No me hagas más penar,
que en verte cerca del mar
tengo celos de Neptuno.
Causa mi triste cuidado
que a mi pensamiento crea:
porque ya está averiguado
que si no es tu enamorado
lo será cuando te vea.
Y está cierto, porque amor
sabe desde que me hirió,
que para pena mayor
me falta un competidor
más poderoso que yo.
Deja la seca ribera
do está el alga infructuosa:
Guarda que no salga afuera
alguna marina fiera
enroscada y escamosa.
Huye ya, y mira que siento
por ti dolores sobrados;
porque con doble tormento
celos me da tu contento
y tu peligro cuidados.
En verte regocijada
celos me hacen acordar
de Europa, ninfa preciada,
del toro blanco engañada
en la ribera del mar.
Y el ordinario cuidado
hace que piense contino
de aquel desdeñoso alnado,
orilla del mar arrastrado,
visto aquel monstruo marino.
Mas no veo en ti temor
de congoja y pena tanta;
que bien sé por mi dolor
que a quien no teme el amor
ningún peligro le espanta.
Guarte pues de un gran cuidado:
que el vengativo Cupido
viéndose menospreciado,
lo que no hace de grado,
suele hacerlo de ofendido.
Ven conmigo al bosque ameno,
y al apacible sombrío
de olorosas flores lleno,
do en el día más sereno
no es enojoso el Estío.
Si el agua te es placentera,
hay allí fuente tan bella
que para ser la primera
entre todas, sólo espera
que tú te laves en ella.
En aqueste raso suelo
a guardar tu hermosa cara
no basta sombrero o velo;
que estando al abierto cielo
el sol morena te para.
No escuches dulces concentos,
sino el espantoso estruendo
con que los bravosos vientos
con soberbios movimientos
van las aguas revolviendo.
Y tras la fortuna fiera
son las vistas más süaves
ver llegar a la ribera
la destrozada madera
de las anegadas naves.
Ven a la dulce floresta,
do natura no fue escasa:
donde haciendo alegre fiesta
la más calorosa siesta
con más deleite se pasa.
Huye los soberbios mares;
Ven, verás como cantamos
tan deleitosos cantares
que los más duros pesares
suspendemos y engañamos;
Y aunque quien pasa dolores,
amor le fuerza a cantarlos,
yo haré que los pastores
no digan cantos de amores,
porque huelgues de escucharlos.
Allí, por los bosques y prados,
podrás leer todas horas,
en mil robles señalados
los nombres más celebrados
de las ninfas y pastoras.
Más sérate cosa triste
ver tu nombre allí pintado,
en saber que escrita fuiste
por el que siempre tuviste
de tu memoria borrado.
Y aunque mucho estés airada,
no creo yo que te asombre
tanto el verte allí pintada,
como el ver que eres amada,
del que allí escribió tu nombre.
No ser querida y amar
fuera triste desplacer;
Mas ¿qué tormento o pesar
te puede, Ninfa, causar
ser querida y no querer?
Mas desprecia cuanto quieras
a tu pastor, Galatea;
sólo que en estas riberas
cerca de las ondas fieras
con mis ojos no te vea.
¿Qué pasatiempo mejor
orilla del mar puede hallarse
que escuchar el ruiseñor,
coger la olorosa flor
y en clara fuente lavarse?
Plugiera a Dios que gozaras
de nuestro campo y ribera,
y porque más lo preciaras,
ojalá tú lo probaras,
antes que yo lo dijera.
Porque cuanto alabo aquí
de su crédito lo quito;
Pues el contentarme a mí
bastará para que a tí
no te venga en apetito.-

Licio mucho más le hablara,
y tenía más que hablalle,
si ella no se lo estorbara,
que con desdeñosa cara
al triste dice que calle.
Volvió a sus juegos la fiera
y a sus llantos el pastor,
y de la misma manera
ella queda en la ribera,
y él en su mismo dolor.

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HALLÁBASE DORMIDA MI ESPERANZA [Mi poema]
Gladys Carmagnola [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Hallábase dormida la esperanza
en un lleno de duda en mar incierto,
penada sin piedad al desconcierto
cual sombra que se mueve en una danza.

Atenta que encontraba el cielo abierto
lanzarle quiso un reto a la porfía,
no uno sino dos y aún tres había
perdido que le daban ya o por muerto.

Y en esto que la duda espabiló
cual prende en un momento la pabila
que en esa coyuntura andaba ausente.

Un beso que bullía en el ambiente
atrevió se a posarse en su pupila
y el dilema del sueño se ausentó.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Gladys Carmagnola

ESPERA

Viene la Cruz del Sur a nuestra cita
cada noche, invariable.

¿En dónde estás? ¿Qué órbita navegas
que no te han visto por ninguna parte?
¿Cuál es tu ruta? ¿La velocidad
se mide en años luz, o eso era antes?

Hace ya tanto tiempo
practico la costumbre de esperarte.
Mientras, la Cruz del Sur
simula acompañarme.
(¡Quién sabe dónde está
cumpliendo su misión infatigable!)

Cada vez que la miro
siento aquí, en el torrente de mi sangre,
como una invalidez
irremediable.

No llegues, por favor,
demasiado tarde.

CUESTIÓN DE GEOGRAFÍA

Lo repetía mi hermano:
El amor es cuestión de mera y simple geografía.

Y debo reconocer que estas palabras
en apariencia ridículas
son
la verdad más legítima.

El ser humano que somos,
gesticula, sueña, grita,
y depende de los pasos
más, o menos, que camina:
de una muralla, un portón,
un arroyo, una colina.

Nuestro mundo, aunque parezca quietecito,
gira y gira.

El hombre de ciencia busca;
a los abismos del cosmos se apeligra;
se acoda sobre el brocal del mundo
y allí investiga.
Lo que ignora, se lo calla;
y lo demás, lo publica.
Se extasía ante la imponente
majestuosa maravilla
que ama porque la conoce,
y más, porque la imagina.

¿Y a amar sólo cuanto ponen a tu vista
sin protestar te resignas?
Pues, se diría que no
a juzgar por la frecuencia
con que tornas y retornas
y escarbas y recuperas tu voz de la hojarasca a la poesía
-dar y darse, y recibir amor:
Sí. Claro:
como decía mi hermano:
cuestión de mera y simple geografía-.

CONFESIÓN

Sí.
Yo llamé a tu puerta día tras día
y mendigué cuanto pudieras darme
-como una pordiosera-.

¿Por qué hablo en pasado?
Todavía
tiendo mi mano a ti cuando la tarde
disimula mi angustia y mi vergüenza.

Te amo más que nunca
y tu avaricia me duele siempre igual;
pero dejarte,
yo,
Poesía,
¿dejarte?

¡Muerta!

CANCIÓN

La canción tiene cuchillos
que hieren, hoy más que antes
-mil puñales asesinos
a los que no acusa nadie-

cuchillos que desde el viento
con el filo de la tarde
apuñalan la palabra
y entre estertores y sangre
dejan una que otra lágrima
(¡Eso no me lo arrebaten!)

cuchillos que se refugian
cobardes, en cualquier parte,
mientras en el aire crece la canción
con letras que son cadáveres.

MISIÓN DIPLOMÁTICA

De chica, yo quería
pertenecer al cuerpo diplomático.

Apenas pude, redacté una larga
solicitud de empleo.
La guardé bien doblada
en un sobre oficio americano
y anduve por ahí
buscando a quien pudiera dársela,
a quien pudiese ofrecerme, oficialmente,
un cargo autorizado,
permanente,
de embajadora.

El sobre se me ajó
y la solicitud envejeció inevitablemente.

Y ya no preparé solicitudes
porque entendí hace tiempo
que no hay empleador
para quien quiere ser embajadora del viento,
de la lluvia,
de los pájaros,
de las cosas que son o que no han sido,
del tiempo
que se aferra en seguir
mientras nosotros vamos y venimos;
mientras nosotros
venimos
y nos vamos.

Ya no presentaré solicitud para un empleo
que ejerzo
sin autorizaciones ni decretos
ignoro desde cuándo.

Si defrauda mi voz
la representación que usurpo
y me cancelo la licencia
o me jubilo por invalidez,
siempre seré, a escondidas,
embajadora de mi vocación y de mí misma.

Por entenderlo, gracias.
Por disculparme, gracias.

ORIGEN

Porque los sueños mueren
nacen los suspiros
y viven en nosotros
minúsculos o inmensos,
pálidos o encendidos.

Sí.
Tú te irás.
Para entonces, tal vez ya habré partido.
Y cada cual caminará
-sin detenerse a investigar su origen-
con su dosis de amor y de suspiros.

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EL PODER DE LA LOCURA [Mi poema]
Gabriel de la Concepción Valdez [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Al frente de la iglesia hay una casa
ajada y derruída.
Hace poco habitaba allí la vida
y se evadió cual agua al mar trasvasa
dejándonosla herida.

Y se fue cual se vuela entre la paja
la ráfaga del viento,
la nostalgia montada en un lamento
y aun de sed a la tierra desquebraja,
y muere el sentimiento.

No volverán sus ojos al pasado
de aquel hecho indecente,
ni tornará cordura ya a su mente
a revivir el hecho desgraciado
de forma vehemente.

Que el sueño que transforma la locura
no sabe lo que quiere
lo que su mente dicta es lo que hiere,
se mueve entre la gloria y la amargura
¡qué triste miserere!
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Gabriel de la Concepción Valdez

A UNA INGRATA

Basta de amor: si un tiempo te quería
Ya se acabó mi juvenil locura,
Porque es, Celia, tu cándida hermosura
Como la nieve, deslumbrante y fría.

No encuentro en ti la extrema simpatía
Que mi alma ardiente contemplar procura,
Ni entre las sombras de la noche oscura,
Ni a la espléndida faz del claro día.

Amor no quiero como tú me amas,
Sorda a los ayes, insensible al ruego;
Quiero de mirtos adornar con ramas

Un corazón que me idolatre ciego,
Quiero besar a una deidad de llamas,
Quiero abrazar a una mujer de fuego.

DESPEDIDA A MI MADRE

(Desde la capilla)

Si la suerte fatal que me ha cabido
y el triste fin de mi sangrienta historia
al salir de esta vida transitoria
deja tu corazón de muerte herido:
baste de llanto: el ánimo afligido
recobre su quietud; moro en la gloria
y mi plácida lira a tu memoria
lanza en la tumba su postrer sonido.

Sonido dulce, melodioso y santo,
glorioso, espiritual, puro y divino,
inocente, espontáneo como el llanto
que vertiera al nacer; ya el cuello inclino,
ya de la religión me cubre el manto…
¡Adiós, mi madre¡ adiós… El Peregrino.

FATALIDAD

Negra deidad que sin clemencia alguna
De espinas al nacer me circuiste,
Cual fuente clara cuya margen viste
Maguey silvestre y punzadora tuna;

Entre el materno tálamo y la cuna
El férreo muro del honor pusiste;
Y acaso hasta las nubes me subiste,
Por verme descender desde la luna.

Sal de los antros del averno oscuros,
Sigue oprimiendo mi existir cuitado,
Que si sucumbo a tus decretos duros,

Diré como el ejército cruzado
Exclamó al divisar los rojos muros
De la santa Salem… “¡Dios lo ha mandado!

LA FLOR DEL CAFE

Prendado estoy de una hermosa
Por quien la vida daré
Si me acoge cariñosa:
Porque es cándida y hermosa
«Como la flor del café.»

Son sus ojos refulgentes,
Grana en sus labios se ve,
Y son sus menudos dientes,
Blancos, parejos, lucientes,
«Como la flor del café.»

Una sola vez la hablé
Y la dije: «Me amas, Flora,
Y más cantares te haré
Que perlas llueve la aurora
«Sobre la flor del café.»

«Ser fino y constante juro,
De cumplirlo estoy seguro,
Hasta morir te amaré
Porque mi pecho es tan puro
«Como la flor del café.»

Ella contestó al momento:
-«De un poeta el juramento
En mi vida creeré,
Porque se va con el viento
«Como la flor del café.»

Cuando sus almas fogosas
Ofrecen eterna fe,
Nos llaman ninfas y diosas,
Mas fragantes que las rosas
«Y las flores del café.»

«Mas cuando ya han conseguido,
Cual céfiro que embebido,
En el valle de Tempé,
Plega sus alas dormido
«Sobre la flor del café.»

«Entonces, abandonada
En soledad desgraciada
Dejan la que amante fue,
Como en el polvo agostada
«Yace la flor del café.»

Yo repuse: «Tanta queja
Suspende, Flora, por que
También la mujer se deja
Picar de cualquier abeja,
«Como la flor del café.»

«Quiéreme, trigueña mía,
Y hasta el postrimero día
No dudes que fiel seré;
Tú serás mi poesía
«Y yo tu flor de café.»

«A tu vista cantaré,
Y lucirá el arrebol
Que a mis dulces trovas dé,
Como a los rayos del sol
«Brilla la flor del café.»

Suspiro con emoción,
Mirome, callo y se fue;
Y desde tal ocasión
Siempre sobre el corazón
«Traigo la flor del café.»

PLEGARIA A DIOS

Ser de inmensa bondad, Dios poderoso,
a voz acudo en mi dolor vehemente,
extended vuestro brazo omnipotente,
rasgad de la calumnia el velo odioso
y arrancad este sello ignominioso
con el que el mundo manchar quiere mi frente.

Rey de los reyes, Dios de mis abuelos,
vos sólo sois mi defensor, Dios mío;
todo lo puede quien al mar sombrío
olas y peces dió, luz a los cielos,
fuego al sol, giro al aire, al norte hielos,
vida a las plantas, movimiento al río.
Todo lo podéis vos… todo fenece
o se reanima a vuestra voz sagrada;
Fuera de vos, Señor, el todo es nada,
que en la insondable eternidad perece,
y aun esa misma nada os obedece,
pues de ella fue la humanidad creada.

Yo no os puedo engañar, Dios de clemencia;
y pues vuestra eternal sabiduría
ve al través de mi cuerpo el alma mía
cual del aire a la clara transparencia,
estorbad que humillando la inocencia
bata sus palmas la calumnia impía.

Más si cuadra a tu suma omnipotencia
que yo perezca cual malvado impío,
y que los hombres mi cadáver frío
ultrajen con maligna complacencia,
suene tu voz, y acabe mi existencia;
Cúmplase en mí tu voluntad, Dios mío…!

RECUERDOS

Cual suele aparecer en noche umbría
Meteoro de luz resplandeciente,
Que brilla, parte, vuela, y de repente
Queda disuelto en la región vacía;

Así por mi turbada fantasía
Cruzaron cual relámpago luciente
Los años de mi infancia velozmente,
Y con ellos mi plácida alegría.

Ya el corazón a los placeres muerto
Parécese a un volcán, cuya abrasada
Lava tornó a los pueblos en desierto;

Más el tiempo le holló con planta airada
Dejando solo entre su cráter yerto
Negros escombros y ceniza helada.

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VERSOS DOLORIDOS [Mi poema]
Garci Sánchez de Badajoz [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Aquí os dejo mis versos doloridos
desnudos con sus lágrimas y llantos,
los sueños que al azar vagan perdidos
aquellos que aun suspiran aturdidos
de algunos desencantos.

Y os dejo aquí, los muchos que al olvido,
-para la iglesia nunca fueron santos-,
sin derecho a nacer, sin un respiro,
o en acto de crear ya consumido
en hechos sacrosantos.

Los que nunca han de llegar a los oídos
porque el desprecio se cebó en sus artes
que aseando quedaron deslucidos
por sus propias miserias escocidos
de mierda sus baluartes.

Deformes, ni apañados, ni lustrosos,
por mente humana indigna concebidos
¡qué he de decir de vos, zarrapastrosos,
como todos los míos, horrorosos
de inicio mal paridos!.
©donaciano bueno.

Pues que se #jo...roben, no? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Garci Sánchez de Badajoz

Infierno de amor (I)

«Caminando en las honduras
de mis tristes pensamientos,
tanto anduve en mis tristuras,
que me hallé en los tormentos
de las tinieblas escuras;
vime entre los amadores
en el Infierno de amores
de quien escribe Guevara;
vime donde me quedara
si alguno con mis dolores
en ser penado igualara.

Vilo todo torreado
de estraña labor de nuevo,
en el cual después de entrado,
vi estar solo un mancebo
en una silla asentado;
hízele la cortesía
que a su estado requería,
que bien vi que era el Amor,
al cual le dixe: -«Señor,
yo vengo en busca mía,
que me perdí de amador’.

Respondiome:-«Pues que vienes
a ver mi casa real,
quiero mostrarte los bienes,
pues que has visto mi mal
y lo sientes y lo tienes’.
Levantose y luego entramos
a otra casa do hallamos
penando los amadores
entre los grandes señores,
en las manos sendos ramos,
todos cubiertos de flores.

Díxome: -«Si en una renta
vieres andar mis cativos,
no te ponga sobrevienta,
que de muertos y de vivos
de todos hago una cuenta;
todos los tengo encantados,
los vivos y los finados,
con las penas que tovieron,
de la misma edad que fileron,
cuando más enamorados
en este mundo se vieron’.
En entrando vi asentado
en una silla a Macías
de las hendas llagado
que dieron fin a sus días,
y de flores coronado;
en son de triste amador
diciendo con gran dolor,
una cadena al pescuezo,
de su canción el empiezo:
Loado seas amor
por cuantas penas padezo.»

Infierno de amor (II)

A guevar vi quexarse
tal que me puso en manzilla,
y en vivas llamas quemarse,
como quien hizo capilla
para en ella sepultarse;
y el secreto mal de amores,
de penas y disfavores
no podiendo más sofrir,
comienza luego a decir:
Livianos son los dolores
que el seso puede encobrir.

Y vi luego a Juan de Mena
de la edad que amor sintió,
con aquella misma pena,
como cuando lo encantó
el Amor en su cadena,
y de tal llaga herido
que le privaba el sentido;
y así estaba trasportado,
diciendo como olvidado:
¡Ay dolor del dolorido
que non olvida cuidado!

Don jorge Manrique andaba
con gran congoxa y tormento,
de pensar no se hartaba
pensando en el pensamiento
que pensar más le agradaba,
diciendo entre sí consigo:
Siempre seré mi enemigo,
pues en darme me perdí,
mas si yo mismo me di,
no sé por qué me fatigo
pues con razón me vencí.
A Sant Pedro preso vi,
que dezía muy sin pena:

Manzilla no hayáis de mi,
que aquesta gruesa cadena
yo mismo me la texi.
Y tornaba con dolor:
¡Oh cruel, ingrato amor,
lleno de rabia mortal!
¡Oh viva muerte y gran mal,
tenémoste por señor,
y tu galardón es tal! (…)

Vi venir a Cartagena,
diciendo con pena fuerte:
Ved qué tanto amor condena,
que aun no me pudo la muerte
libertar de su cadena.
Y dezía con pasión:
Para mi hobo conclusión,
mas no para mis dotores;
ved cuánd fuera de razón
va la ley de los amores:
ser los ojos causadores
y que pene el corazón.

Vi también andar penando
el Vizconde de Altamira,
en amores contemplando;
de rato en rato sospira,
muy a menudo hablando,
diciendo con tran tristura:
Habed un poco mesura,
no me deis ya más cuidados,
que bien bastan los pasados,
señora de hermosura,
guia de los desdichados.

Vi a don Luis arder,
su hermano, en llamas de amores,
que sus gracias y saber,
ni sus muy altos primores,
le pudieron socorrer;
del todo desesperado
pero no desamparado,
segúnd su dicho se esmera,
diciendo desta manera:
Si no os hobiera mirado,
pluguiera Dios que no os viera…

Flor de Pretericiones

Lamentaciones de amores de Garci Sánchez

Ansias y pasiones mías
presto me aveis de acabar
yo lo fio;
¡O planto de Xeremias
veni agora a cotexar
con el mio!

Lagrimas de mi consuelo
que mis penas encubrillas
no podeis,
salid, salid sin recelo
y regat estas mexillas
que soleis.

Sospiros en quien descansam
los tormentos y dolores
pues sabeis
que mis males no se amansan
salid haciendo clamores
y direis:

Animas del purgatorio
que en dos mill fuegos andais
batallando,
si mi mal os es notorio
pareçeros a qu’estais
descansando;

Las q’en el limbo vivis
que de gloria ni de pena
sentis nada,
si mis clamores oys
convertirseos a en pesar
la morada;

Y vosotras que penais
para perpetua memoria
en cadena:
si mis clamores gustais
teneis por creçida gloria
vuestra pena;

Casada de Hierusalem
que fuiste por tus errores
destruida,
vem agora tu tambiem
para que conmigo llores
tu cayda;

Troya tu que te perdiste
que solias ser la flor
en el mundo,
gozate conmigo triste
pues ya llega mi clamor
al profundo;

Babilonia que lamentas
la tu torre sin par famosa
ya’solada,
quando mi perdida sientas
quedarás de muy llorosa
consolada;

Constantinopla qu’estas
tan sola de nuestra gente
a tu pesar,
buelve tu cara y podrás
(viendo lo que mi alma siente)
descansar;

Merida que en las Españas
otro tiempo fuiste Roma,
mira a mi
y veras que en mis entrañas
ay maior fuego y carcoma
que no en ti;

Mugeres que en el parir
hazeis llantos excessivos
de dolor,
cessat pues que veis morir
mis pensamientos captivos
por amor;

¡O fortuna del amar
que trastornas mil navios
no se a dó,
si te quieres amansar
ven a ver los males mios
en qu’esto!

Seyrena tu que hazias
al marinero dormir
con cançiones,
no oyas las ansias mias
porque te hare dormir
con mil sones;

Vos cisnes que cantais
junto a la cañavera
a par del rio,
pues que cantando os matais
mas razón es que ansi muera
yo en el mío;

Pelicano que te hieres
para dar a tus hijos vida
con jemido,
pues que tu sin culpa mueres
con la mia tu herida
terna olvido.

Tu pajaro solitario
por las torres perseguido
do te vemos,
pues que no te soy contrario
ven i hagamos vn nido
en que lloremos;

Tortola que vives triste
sin tu buena compañia
con firmeza,
aunque mucho tu perdiste
no será como la mia
tu tristeza;

Y tu lechuza que moras
en los muros derribados
de contino,
si por la claridad lloras
yo ver luz por mis pecados
no fuy digno;

Ave fenix que sin par
tu te quemas y deshaces
en el fuego,
y otra nueva sin dudar
a la ceniza que hazes
naçes luego;

Ansi yo triste mezquino
me muero por quien no espero
galardon,
doyme la muerte contino
y buelvo como primero
a mi pasion.

Coraçon: no te abrases
en aquesta biva fragua
con enojos,
¡tiempo es ya que derrames
veinte mill cantaros de agua
por mis ojos!

Cancionero General

Gloria fuya al romance que dize por mayo era por mayo.

Si de amor libre estuuiera
no sintiera mi prision
y si fuera donde os viera
fuera gloria mi pasion
lo que mas me desespera
mas de todo mi dolor
quando siento mas desmayo
por el mes era de mayo
quando haze la calor

El que tiene lastimado
el coraçon de pesar
en el tiempo aparejado
para mas plazer tomar
biue mas desesperado
tal esto en llamas damor
biuo como salamandria
quando canta la calandria
y responde el ruy señor

Y de verme esi(!) catiuo
en todo sin libertad
es la vida que yo biuo
menos de mi voluntad
que la pena que rescibo
quen pesares y dolor
veo mis dias gastados
quando los enamorados
van a seruir al amor

En el tiempo que las flores
cubren los campos suaues
destrañas lindas colores
y comiençan ya las aues
a cantar por los alcores
todos biuen sin pasion
todos andan sin cuydado
sino yo triste cuytado
que biuo en esta prision

En la qual la luz no veo
no viendos a vos señora
y ?in veros no la creo
ni la noche sola vna ora
no la duermo de deseo
y de a questa ocasion
tal esto señora mia
que ni se quando es de dia
ni quando las noches son

No se de mi que hazer
si el morir no me socorre
quien podra al preco tener
el cuerpo en aquesta torre
y el alma en vuestro poder
destas penas la menor
fuera imposible sufrilla
sino por vna avezilla
que me cantaua all aluor

Fin.

E?ta es la breue esperança
que en vos señora he tenido
que ya por mi mal andança
la tirado vuestro oluido
y muerto en vuestra menbrança
ya no espero redencion
quen su muerte desespero
matomela vn vallestero
dele dios mal galardon.

COPLA

En dos prisiones estó
que me atormentan aquí:
la una me tiene a mí,
y a la otra la tengo yo.

Y aunque de la una pueda,
que me tiene, libertarme,
de la otra que me queda
jamás espero soltarme.
Ya no espero, triste, no,
verme libre cual nací,
que aunque me suelten a mí,
no puedo soltarme yo.

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LA VUELTA A LAS TRIBUS [Mi poema]
Galvarino Plaza [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Y un día de improviso nació un hombre,
-no sabría decir cómo ni cuándo-,
y uno y otro después se fue sumando
hasta hacer una tribu, de aquí el nombre,
e irse poco a poco organizando.

Mas pronto aparecieron disconformes
que a los jefes se fueron revelando;
y fue así que empezaron provocando,
diseñando sus propios uniformes,
y a ajenos y rivales despreciando.

¡Pobre tierra! Siguiéronse apropiando
poniendo a las fronteras por bandera,
cercando a ese solar con su alambrera.
con tapia hecha de adobe cimentando,
mojones cual se valla una potrera.

No contentos con eso, ¡dios me libre!
en sus ansias por ir diferenciando,
el idioma lo fueron transformando
hasta hacer que no fuera inteligible,
e impedirles seguir comunicando.

Y cambiaron los usos y costumbres,
poco a poco lo fueron desvirtuando
con la sola misión de ir derrotando.
A niños inculcando podredumbres,
cada vez al ajeno más odiando.

Hasta que un día San Pablo apareció
cual la historia cayendo de un caballo,
los dioses convirtiéndole en vasallo
y el mismo ser humano comprendió
lo absurdo de esa lucha, de aquel fallo.

Por fin se hizo la luz. Los mandatarios
intentaron al fin quitar barreras.
Solo alguno salió por peteneras.
Mas no quiero hablar Mas, que este larvario
cual virus vive inmerso en sus molleras

y es seguro también en las chequeras.
Llevando van sus tribus al calvario,
cual profetas que anuncian un más fario,
con mentes de obsesiones prisioneras,
que a todas luces sea insolidario.
©donaciano bueno

#Quizá esto también lo he #soñado? Share on X

Desde la creación de los seres humanos ha sido una obsesión ir creando dificultades de comunicación y barreras. Gracias a dios esta norma ha ido cambiando en los últimos tiempos. Sin embargo aún existen mandatarios que desean retornar a las tribus. Mas, (pon aquí Artur Mas) no digo. A buen entendedor pocas palabras bastan.

MI POETA SUGERIDO:  Galvarino Plaza

POEMA DIECISIETE

Escribo para mi sombra que camina,
para estos ojos que se han de comer la tierra.
Para despuès de la sombra,
para despuès de los ojos, que se cierran
cada noche,
escribo para cuando tenga el cuerpo amoldado
a un pedazo de tierra,
que puede ser:
Amèrica, Africa, Europa, Asia
u Oceania.

No escribo para intelectuales
que estudian la forma de construir la voz
con un poema
que se puede usar como un traje
los domingos.
Hago estos pedazos de monòlogos
para los alucinados que creen en entierros
y en la existencia de ciudades perdidas,
donde nadie se guarece de la lluvia
y la humedad.
Como la semilla de plantas que han sepultado
poblados enteros, de la noche a la mañana.
Hay que hacer poemas
como quien hace vasijas,
con el hueco para que sueñe el barro
un largo y pesado sueño.
Yo no soy otra cosa,
sino un olvidado manufacturero de imàgenes
de un dios emplumado
que cultivò la redondez de la tierra
y que solo con sus temores,
esperaba el paso de las estaciones cada año.

La lluvia entrarà
anidarà en el brocal de la vasija,
llenarà de sonidos un espacio solo,
como el que se hace en los huesos
cuando la mèdula no es otra cosa que humedad.
Ya no existirà nada
cuando el sol evapore en mito.

El aljibe carece de hierba
y por èl caeràn las palabras.
¡Oh Dios mio, Dios con mayùscula,
decapitado y quemado en la hoguera de los herejes!
Dios despojado de casa,
Dios sin patio,
sin àrboles con frutos que caìan de maduros.
¿Què sucederà cuando nadie eche al hombre de su casa,
cuando no exista el limite entre lo mio y lo tuyo,
cuando las hierbas sembradas pot olvido de las semillas
hayan borrado los deslindes.
(Hierba, planta cuyo tallo no desarrolla tejido leñoso,
y sòlo persiste hasta dar flores y frutos).

El hombre sueña con decir:
Quedatè solo, pan.
Sòlo en el hueco caliente del horno.
Echate a morir sobre la tierra, endurècete,
convièrtete en piedra lejos de los labios.
Ablàndate, de tanto navegar en el rio.
No necesitamos tu presencia,
ya nadie busca tu forma de discordia sobre la mesa,
el hombre ya no tiene dientes,
tiene apenas, a duras penas,
un pedazo de tierra donde poner sus ojos vacìos.

Poemas eromáticos / ii parte (ii)

Toda tu presencia / insoslayables cielos vacíos / hondo vuelo
del grito alejándose de sus deslumbradas escamas / Tu cuerpo
se curva en-
Volviendo al cerrado diálogo entre dos sombras:
quemados filos lentamente nudo, insospechado ruido que pre-
Cede al derrumbe / Añorada víspera:
(«una de las divisiones
que para el día establecieron los romanos, y que correspon-
día al crepúsculo de la tarde»)
sin frutos ni alejado dulce sitio,
zarpazo, último y sin vuelta de la tuerca que el llanto ahoga.

Arte poética

Empeci / Nada sima (: hoyo profundo, abismo) infancia hasta
los huesos.
Residuos mondos, Ultimo amor o adveni / Miento. Pulidos ros-
tros, inexactos o exactos equivalentes de la
memoria.

Superficie de enquistada taracea. Quienes los robados can-
tos, los ajenos frutos entre los que no soy
Dios,
sino abismado espectro / límite extremo / salvada o insal-
vable distancia: semejanzas, coincidencias.
Horizontal fulgor su degüello.

Memorial / Septiembre (XV)

Vulnerado cerco los olvidados diálogos; corteza
en sentenciadas voces. Acerbo eco; último sueño
regresando a su orilla más confín.
Rotundo gesto
cruzando el luengo litoral, andino, el rojo curso:
ríos descendiendo de la nieve a su tragedia.
Innominada riada (rostros) adiosando la corriente.

Primeras referencias (VII)

Oh larga y finita línea de mis dioses / memoriales rostros /
lapidados consejos: d e f i n i t i v a Mente / Silencios.

sume
duele
Un ámbito de greda / eterna noche / les con centra
y
forma

El misterio es vuestro término último / Suprema zona o ves-
tigio {: huella
reliquia)
Tampoco en el misterio
tocarán fondo.

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CAMINO LENTAMENTE… [Mi poema]
Adolfo Benjamín Serrano [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Camino lentamente hacia el fracaso
por un sendero angosto y derruido,
el mismo que yo mismo he construído
andando y tropezando a cada paso.

Espacio convertido en un sendero
que sigo cada día repasando,
las veces en que anduve divagando
diciéndome a mi mismo nada espero.

Recuerdo cuando andaba despistado
sin miedo a que pudiera tropezar,
tratando de saltar y de esquivar
las piedras que se hallaban a mi lado.

No puedo aquí olvidar que en el trayecto
a veces me he salido del camino
borracho como andaba ya de vino
consciente que no hacía lo correcto.

Y así cuando decidan que me vaya
lo haré bajo algún pino recordando
el día en que yo anduve allí soñando
aquí donde ahora estoy junto a la playa.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Adolfo Benjamín Serrano

Años después

A veces dudo si es placer o pena,
si es dicha o es dolor,
lo que en sus horas de ansiedad devora
mi pobre corazón.

Es por eso que, a veces, de mi llanto
me río con desdén,
y otras de mi alegría me avergüenzo
y lloro sin querer.

¡Déjame a solas! ¡Mi dolor respeta,
respeta mi silencio!
No con palabras de piedad se cura
la vieja herida que en el alma llevo.

¡Déjame a solas! Una chispa a veces
es causa de un incendio,
y al débil choque de contrarias nubes
salta el trueno del rayo mensajero.

Si sabes que la duda siempre ha sido
hermana del dolor,
y el abismo sin fondo del olvido,
la tumba del amor;

si de la muerte de mi dicha un día
la causa fuiste tú:
¿a qué preguntas, si en el alma mía
tu imagen vive aún?

Crepúsculo

No es amor el amor que se desata
en frases de pasión,
y para quien es música muy grata
de ardientes besos la fugaz canción.
Amor, el casto amor, es sentimiento
que embriaga al corazón,
idilio que murmura el pensamiento,
de almas hermanas íntima canción.

Piensan tal vez que fácilmente brota
del arpa del poeta
la estrofa oculta, la canción ignota,
en que condensa su ansiedad secreta.
En cada rima que modula deja
sollozos de ternura;
en cada verso, una sentida queja,
y en cada estrofa, un mundo de amargura.

Amo el dolor, porque el dolor conserva
viva la imagen del primer ensueño,
si él, como el opio la razón enerva,
nos muestra el cielo de un edén risueño.
Amo el dolor, porque el dolor derrumba
cualquier altar de una esperanza nueva,
y del primer amor sobre la tumba
la cruz bendita del recuerdo eleva.

Señor, Señor, convierte mi ventura
en penas y dolores;
en martirio tenaz mi sed de amores
y el sol de mi esperanza en noche obscura;
pero jamás permitas que el hastío
al alma mía acuda,
ni que en las sombras de la eterna duda
llegue a perderse el pensamiento mío.

No me digáis que el corazón humano
es materia que siente y nada más;
que del sepulcro el misterioso arcano
no tiene más allá.
No me digáis que el pensamiento brota
tan sólo de la masa cerebral;
ni que la esencia del amor se agota
la vida al terminar.

La misma duda y la esperanza inmensa
que dentro el corazón luchando están,
y del amor la llamarada intensa
que aumenta sin cesar;
nos dicen que la vida no se acaba
cuando trocado en polvo en polvo está,
ya que la carne es solamente esclava
del alma, ¡la inmortal!

Versos

¡Qué de ayes, qué de lágrimas me cuesta
remover los escombros del pasado
y al grito del dolor más concentrado
oír, por toda y única respuesta,

el muriente rumor de la esperanza
que nos trajo la aurora que se aleja,
y cerca el ¡ay! de la sentida queja
que nos trae el crepúsculo que avanza!

Prefiero a tu palabra que parece
la eólica cadencia de una lira,
tu sonrisa de amor que se estremece
cuando en mis ojos reflejar se mira;

y a tu sonrisa, que el amor se afana
en dibujarla apenas en tu boca,
prefiero el tinte de subida grana
que en tus mejillas el pudor coloca.

No es dolor el dolor que se traduce
en ayes y sollozos
y que, dejando el corazón, inunda
de lágrimas los ojos;

sino el que se retuerce sin salida
del alma en lo recóndito;
el que no tiene gritos de reproche
ni lágrimas de enojo.

¿Olvidarte?… ¿Se olvida, por ventura,
el pobre ciego de la luz que, un día,
inquieta en sus pupilas sonreía,
al mostrarle del mundo la hermosura?

¡Ah, si tú has sido sol de mi esperanza,
si luz primera de mi amor tú has sido,
sepultarte en la noche del olvido,
ni el tiempo puede ni el dolor alcanza!

Hoy te he visto. La sangre de mis venas
de golpe se me heló,
y el triste enjambre de mis viejas penas
callado se quedó.

Y quise hablarte y en el alma mía
palabras no encontré,
¡y comprendí que te amo todavía
lo mismo que te amé!…

La onda que en medio de la mar bravía
se eleva cual montaña,
es un puñado, nada más, de espuma
cuando revienta en la desierta playa.

El dolor que en la vida nos parece
gigante sin entrañas
cuando se toca el borde del sepulcro
es polvo, nada más, que el viento arrastra.

Versos

¿Olvidarte…? ¿Se olvida por ventura
el pobre ciego de la luz que un día
inquieta en sus pupilas sonría
al mostrarle del mundo la hermosura?

¡Ah! Si tu has sido el sol de mis esperanza,
si luz primera de mi amor has sido,
sepultarte en la noche del olvido
ni el tiempo puede ni el dolor alcanza!

Hoy te he visto. La sangre de mis venas
de golpe se me heló
y el triste enjambre de mis viejas penas
callado se quedó.

Y quise hablarte… y en el alma mía
palabra no encontré
y comprendí que te amo todavía
lo mismo que te amé…!

Recuerdos del camino

Al leer las estrofas del poema
-sublime grito de ansiedad suprema-
en que palpitan el dolor sagrado
y la nostalgia que tu pecho siente,
cuando con las tristezas del presente
comparas las venturas del pasado;

asomar a mis ojos he sentido
el llanto dolorido
que vierte el alma, cada vez que vuelve
las miradas atrás, y a la distancia
ve que el tiempo, los sueños de la infancia,
en las tinieblas del olvido envuelve.

Y ¿cómo no dejar que mis pupilas
cubra el llanto en mis horas intranquilas,
si de tus cantos al doliente arpegio,
mi alma de nuevo contemplar anhela
las castas alboradas de la escuela,
las benditas auroras del Colegio?…

¡Tiempos aquellos!… Pan de cada día
nos era la alegría
que la miel guarda del materno beso;
luz del alma, las dulces oraciones
cuyos trémulos sones
interrumpían el jugar travieso.

¡Cuán bello es el hogar! Santuario donde
la eterna llama del amor se esconde,
la llama de ese amor que nace y brota,
al beso que se dan almas hermanas
que emprenden juntas y cantando ufanas
del humano dolor la senda ignota.

Allí, la madre, cariñosa y buena,
con la plegaria endulza la faena,
y siempre en el deber los ojos fijos,
para el esposo, que a luchar se lanza,
es el Tabor de gloria y esperanza,
la estrella de Belén, para sus hijos.

Allí, por siempre la bondad paterna
con las caricias el consejo alterna,
y nos enseña que la vida es lucha
que al corazón redime y engrandece,
y así a medida que el trabajo crece
el himno santo del deber se escucha.

¡Qué hermoso es el hogar! Es arca santa
que flota y se levanta
entre las ondas del dolor sombrío:
arca que siempre al corazón escuda
cuando nos hiere con traición la duda,
¡cuando nos hiere el sempiterno hastío!

Dentro el hogar, la Virgen de la escuela,
alegre centinela,
guarda el tesoro de la ciencia humana:
allí, bandada de ángeles traviesos,
alternando los juegos con los rezos,
soñaban en las glorias del mañana.

Siempre contentos: la conciencia blanca,
tranquilo el corazón, la risa franca,
¡con qué afán de la escuela en el santuario,
mientras el alma en el hogar vivía,
nuestra mirada inquieta recorría
las páginas del viejo silabario!…

Cual de activas abejas el enjambre
busca gotas de miel en el estambre
de flor, rica en matices y fragancia;
buscábamos almíbar y ambrosía,
en la flor de la ciencia que se abría
al cuidado del ángel de la infancia.

Y juntando al estudio el casto juego,
a locas risas el fugaz sosiego,
en poco tiempo, a descifrar llegamos
los negros caracteres de lo escrito
y a comprender que el hombre es un proscrito
del Paraíso que buscando vamos.

Como recuerdo que al rayar la aurora,
con insistentes golpes, la sonora
campana del Colegio, nos llamaba,
mientras muy quedo el maternal cariño
nos decía: «Despierta pronto, niño,
y de rodillas al Señor alaba».

Y en el Colegio, del aurora al frío,
se escuchaba el alegre vocerío
de la turba infantil que parecía
bandada inquieta de parleras aves,
que, del vecino templo entre las naves,
ensayaba sus notas de armonía.

Cuando los claustros el bedel
atento recorría con paso grave y lento,
cesaba el vocerío, y ¡qué deprisa
los juegos a su término llegaban
y en los labios pendientes se quedaban
la frase alegre y la fugaz sonrisa!…

Cuantas veces y cuantas el maestro,
con ceño adusto, o con mirar siniestro,
-¡orden! -gritaba… Cuantas otras, coro
hacía a nuestras risas infantiles,
recordando tal vez de sus abriles
el libre vuelo y el trinar sonoro.

Al llegar la alborada de un asueto,
¡cómo latía el corazón inquieto!…
Por los campos cubiertos de maizales,
en las orillas del cercano río,
derramaba su alegre vocerío
la turba de traviesos colegiales.

Como la abeja que al hallar sabrosa
miel en el cáliz de preciada rosa,
bate las alas, vuela, se detiene,
se aleja y vuelve y al zumbar silencia,
y luego agota con afán la esencia
que el áureo cáliz de la flor contiene;

así, en las horas del asueto breve,
la turba juvenil salta, se mueve,
trepa la cuesta, trisca en la pradera
y canta, y bulle, y sin hallar sosiego,
cuando le cansa bullicioso juego,
busca descanso a la veloz carrera.

Alegres, proclamando la comuna,
era nuestra del campo la fortuna:
allí do había flores y frutales,
eran barrera inútil los cercados,
bajo la hilera de ágaves cruzados,
obstáculo pequeño los tapiales.

Salvar queriendo la aldeana astuta
árbol que daba codiciada fruta,
de agudas moras circular muralla
ponía al tronco. ¡Cuántas veces supo
de colegiales el travieso grupo
subir al árbol sin tocar la valla!…

Buscando nidos y sabrosas frutas,
¡qué de locas reyertas y disputas
que terminaban al llegar la noche
en explosión de risa y alegría!
¡qué dulce, qué inocente algarabía,
gozo inefable, de candor derroche!

Entonces era la existencia un sueño,
bello el presente, el porvenir risueño.
Viendo la antorcha de la fe encendida,
de la casa a los célicos rumores,
creímos, no que espinas, sino flores
alfombraban la senda de la vida!…

¡Viene Julio!… Sudario blanquecino
cubre del Cajas el picacho andino;
la fresca lluvia que la tierra pide
se trueca en copos de menuda escarcha,
y contemplar del sol la eterna marcha
de obscuras sombras el celaje impide.

Árido el suelo sostener no puede
la mies que al peso de su fruto cede;
pierde de pronto su follaje el sauce;
el dulce jugo del maguey se agota,
y el arroyuelo sigue su derrota,
de agua sediento, por estrecho cauce.

La rueda del molino, soñolienta
con agua escasa se voltea lenta,
murmura el himno del trabajo, en tanto
que cabecea la repleta tolva,
soltando el grano que la piedra empolva
y el techo cubre de agrisado manto.

El campesino su heredad acecha,
y al columbrar la próxima cosecha,
alegre siente el corazón, y ufano
a Dios eleva su oración ferviente:
a Dios que en flor convierte la simiente
y convierte después la flor en grano.

Pierde sus gracias la gentil floresta
que del Cullca en las faldas se recuesta;
mientras de nuevo a trabajar le impulse
oculta fuerza, la materia inerme,
marchito el manto de sus campos, duerme
del descanso feliz el sueño dulce.

Sí, viene Julio… Los maizales secos,
cuyas flores parecen áureos flecos;
la rubia espiga del trigal que ondea
al tibio beso de callada brisa;
el manto de oro-mate que tapiza
las lomas y los valles de la aldea;

el silbido del pardo solitario
que, en ese mes, al viejo campanario
plumas y pajas en el pico lleva
con que formar su nido; son preludio
de que se acerca del anual estudio
el fin ansiado, la temida prueba.

Y era entonces un siglo cada instante,
cada débil obstáculo un gigante,
y al golpe de contrarias emociones,
pensando en el examen, se pensaba
que llega, tras el año que se acaba,
¡alegre sol de alegres vacaciones!…

¡Las vacaciones!… ¡El fugaz descanso
del arroyo que el plácido remanso
encuentra en su camino!…
¡Primavera del alma, edad dichosa,
«era rosa y ha muerto como rosa»
que en sus giros arrastra el torbellino!…

Más tarde, me trajeron ansiedades
del amor las nacientes claridades;
¡ay! entonces, la mano en la mejilla,
fijos los ojos en el libro abierto,
triste soñaba el corazón despierto,
¡de ignota dicha en la distante orilla!…

¡Algo buscaba el corazón!… ¡Sentía
de ignorada tristeza la alegría,
de ósculo misterioso el aleteo,
de lejana caricia el dulce arrullo!…
¡Fueron tal vez el tímido murmullo,
las vagas notas del primer deseo!…

Un día, al resplandor de una mirada,
presentí del amor la llamarada;
a las mejillas acudió de prisa
toda la hirviente sangre de mis venas;
y sentí miedo al sorprender que apenas
en sus labios vagaba una sonrisa.

Devoró el alma la ansiedad secreta,
la tristeza infinita del poeta,
y no pudiendo modular un canto,
ella y yo ¡cuántas lágrimas vertimos!…
¿Por qué lloramos?… ¡Nunca lo supimos,
ni aún sabemos la causa de ese llanto!

Tal como el árbol su frescura pierde
cuando la llama del incendio muerde
el viejo tronco; así perdí muy luego
las blancas alas, el candor de niño,
las esperanzas de luciente armiño,
de las pasiones al sentir el fuego.

Viendo que el broche en flor se convertía;
la sonriente aurora, en mediodía;
y la esperanza de un amor incierto,
de un ángel en la imagen hechicera;
¡ay! despedime de la edad primera,
para emprender la ruta del desierto.

Robando entonces su descanso al sueño,
volví al estudio en ardoroso empeño,
y esperé, como barca, que el velamen
alegre suelta, cuando sopla el viento,
lista a partir, que el último momento
pronto llegase del postrer examen.

¡Canté victoria!… Mas aquese canto
un algo tuvo de sollozo y llanto!…
¡Era el adiós a las tranquilas horas,
a los sueños y dichas del Colegio,
de la ventura el moribundo arpegio,
el último fulgor de las auroras!

Inquieto el corazón, el alma inquieta,
sentí cuando el Decano la muceta,
grave y solemne colocó en mis hombros.
¡Ah! miré hundirse en el ocaso, muerto
todo el pasado, y una mañana incierto
de mi dicha surgir en los escombros.

Torné luego al hogar con paso lento,
revelando tristeza y desaliento;
y allí, -mientras yo humilde recibía
la bendición paterna-, en el diploma
dejaba de sus besos el aroma
llorando de placer, la madre mía.

Por vez primera conciliar el sueño
fueme imposible. Del ayer risueño
celebré los dolientes funerales,
¡en el silencio de la noche muda!…
¡Por vez primera, de la negra duda
divisé los abismos sepulcrales!

Y pasaron los días… Poco a poco,
de los placeres el bullicio loco,
de los negocios la constancia terca,
del foro y los comicios la borrasca
y de mentida fama la hojarasca,
iba mirando, con pesar, de cerca.

Cómo entonces, del alma en lo secreto,
¡ay! los recuerdos del ayer inquieto,
¡se daban triste y misteriosa cita!…
¡Cómo en los ojos, tímida brillaba
una gota de llanto, que encarnaba
lo tenaz y lo eterno de mi cuita!

Dejé muy luego del hogar tranquilo
ventura y calma, y demandé un asilo
cabe la playa de la mar bravía.
¿Por qué dejé las plácidas montañas
en donde «rondador de humildes cañas»
turba el silencio d e la noche umbría?

¡Ah! No lo sé. Recuerdo solamente
que al eco vago del adiós doliente,
que de los míos disipó la calma,
sin poder sollozar, caí de hinojos,
los labios secos, ¡húmedos los ojos
y muerto el corazón y muerta el alma!

Después, las sombras, el dolor, la duda,
la sorda angustia y la tristeza muda
del que, apagado el sol de la esperanza,
en mesa ajena y en ajeno suelo,
del porvenir en el oscuro cielo
ni un débil rayo a divisar alcanza…

Y al fin, la lucha. Siempre el pensamiento
a los consejos del hogar atento,
siguió la senda del deber. Erguida
llevé la frente, el corazón sereno,
sin sombras la conciencia, como bueno,
no desmayé en la lucha por la vida.

En la diaria lucha, ¡cuántas veces,
bebiendo a sorbos del dolor las heces,
halleme fatigado!… Duda adversa
nubló mi frente, me abatió un instante;
mas, pensé al punto en el hogar distante
y a la lucha torné con nueva fuerza.

¡La lucha por la vida!… Como el opio
el placer y el dolor lleva en sí propio,
el pan que ausente del hogar se alcanza,
ese pan que una lágrima remoja,
es para el alma la mortal congoja,
es para el cuerpo inútil venturanza…

Si Dios consiente que mañana vuelva
al patrio río, a la nativa selva,
¡con qué ternura pediré ese día
la bendición «al venerable anciano,
que es de mi hogar amante soberano»,
luz de mi vida, sol del alma mía!

¡Cómo entonces haré que me repita
mi buena madre la oración bendita
que con paciencia me enseñó de niño,
palabra por palabra, lentamente!…
y al sentir sus caricias en mi frente,
el fuego sentiré de su cariño…

¡Ay! ¡mi madre!… ¡La sangre de mis venas
daría al punto por calmar sus penas!… 320
Ángel doliente que el hogar recorre
de sus hijos buscando el grupo inquieto,
y que a Dios pide en su anhelar secreto,
que de sus hijos la tristeza borre.

¡Cuántas veces su espíritu se abisma
en el ayer, y mira, tras el prisma
del recuerdo, pasar las horas puras
en que el alegre grupo de sus hijos,
en su serena faz los ojos fijos,
pan le pedían, besos y ternuras!…

¡Sus hijos! Unos en la tumba duermen,
como en el surco el agostado germen;
otros, buscaron en el claustro asilo,
aquel albergue, donde
a la algazara mundanal responde
de la oración el murmurar tranquilo.

Y otros, suspiran en ajeno suelo,
mientras su pensamiento con anhelo
-cuando la aurora en el oriente asoma,
cuando la noche su lucero enciende-,
a la tierra natal la vuelta emprende,
y aspira de sus campos el aroma.

¡Bendita sea la mansión paterna!
¡A su recuerdo el alma se prosterna
y ora en silencio y en silencio llora,
pidiendo que a la vida
torne el cadáver de la fe perdida,
de las creencias la muriente aurora!…

Mas, si la duda al corazón nos habla,
como se prende el náufrago a la tabla
-frágil juguete de revueltas olas-
nos asimos, lanzando débil grito,
a esas creencias del hogar bendito,
que en el fondo del alma duermen solas.

¡Felices los que nunca se alejaron
del nido donde alegres ensayaron
el primer vuelo y los primeros trinos!
¡Dichosos los que nunca por extrañas
ciudades y montañas
cruzaron como tristes peregrinos!

Perdona, amigo, si mis pobres notas,
las notas de un laúd de cuerdas rotas,
quiero mezclar a la cadencia suave,
al dulce ritmo de tu tierno canto.
¡No puedo contener el mar de llanto
que en lo íntimo del alma ya no cabe!

Siempre dolientes mis endechas fueron,
porque ellas, entre lágrimas nacieron,
lejos, muy lejos del hogar querido…
¿Acaso alegre su cantar ensaya
el ave cuando en extranjera playa
vese obligada a fabricar su nido?…

¡Misterio y nada más! ¡Siempre lo mismo!
Unas veces del mar en el abismo
las tempestades el bajel sepultan,
y otras, a que los náufragos recojan,
a las orillas de la playa arrojan,
¡cuánto los mares en su seno ocultan!

Así del corazón las tempestades
unas veces nos traen ansiedades
que descienden del pecho a lo profundo;
otras, llevan del alma las dolencias
a los labios, que de íntimas cadencias
truecan al punto, en manantial fecundo.

¡Fuimos dichosos! La ventura es ola
que el reflejo del alba tornasola
y se deshace del dolor al viento!…
¡Fuimos dichosos! Del ayer bendito
hoy sólo lleva el corazón escrito
de lejanos recuerdos un lamento.

¡Ah! ¡siempre ha sido la ventura corta!…
¡Que caiga en el pantano nada importa
la lluvia cristalina,
si, cuando el alba su fulgor enciende,
del pantano la lluvia se desprende
al cielo torna en la sutil neblina!

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UN PAJARITO [Mi poema]
Alfonso Baquerizo Peñaherrera [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Que existe Dios, yo sé que es un invento,
lo sé pues me lo dijo un pajarito
un día repicando a voz en grito:
no creas lo que dicen que es un cuento
así que te lo diga el dios bendito.

Comprendo, no me tilden de pelanas,
creer a un pajarito es de inocentes,
lo sé porque lo dicen muchas gentes
que trasquilado vino y fue a por lanas
y casi se tropieza sin sus lentes.

Que Dios es muy importante nadie duda,
y yo que soy tan lerdo a qué dudarlo,
mas busco y aun no acabo de encontrarlo
y hay unos que me dicen se la suda
y hay otros que no dude y que hay que amarlo.

Quisiera no pensar que soy ateo
y en caso de creer al que hacer caso,
si digo que no creo es un fracaso,
pues debo de creer aunque no veo
quisiera no admitir que hago el payaso.
©donaciano bueno

Este #pajarito no es el de #Nicolás_Maduro, por si acaso. Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Alfonso Baquerizo Peñaherrera

Sonatinas

I
¿Anhelas ver el hosco misterio que me enturbia?
Pues, sube a mí luciendo silencio y paz de claustro.
Aunque si no has soñado más que cosas posibles,
bien poco ha de valerte despetalar lo abstracto.

Yo soy un cielo trágico oscuro a lente y sonda.
No intentes entenderme… no quiero hacerte daño.
¡Mejor rimemos la hora con la ignara inocencia,
igual que el angelito guardián de nuestros pasos!

II
Llevo abiertas las llagas del dolor cotidiano,
difundiendo ese verso sembrador de acritudes,
como aquel loco hereje que al gustar lo malsano
fue arrojando sofismos que estrangulan virtudes.

Y zozobro en parajes donde el crápula impera,
desahuciado por todos y escribiendo congojas:
pues allá en el Averno — donde nadie me espera —
mi difunta esperanza yergue su árbol sin hojas!

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MI POETA INVITADO:  Charo Guarino

La biblioteca

Aquellas escaleras me llevaban
directa al paraíso…
No recuerdo la fecha,
pero sí la emoción y el gozo inenarrable,
casi el trance,
cuando yo descubrí, por vez primera,
cifrados entre letras de alfabeto,
misterios del saber de todo tiempo
puestos así, a mi alcance,
sin límite ni precio,
y ese silencio casi religioso
que teletransportaba, burlando a los relojes,
como si fuera alfombra de Aladino,
en reencarnaciones instantáneas
en la piel de papel de los protagonistas
de miles de relatos y poemas.
Pequeñas lamparillas de concentrada luz
delimitaban mundos habitados
de un reino de utopías
que morían al cerrar el volumen
devuelto acto seguido a su cárcel sin dueño,
a la espera de encontrar otras manos
que obraran el milagro
de volverle a dar vida,
y así recuperar esa intangible magia
que guardan en sus pliegues las palabras,
poderoso instrumento
con facultad a una de matar y sanar.
¡Bendita seas por siempre
oh, Tú, Literatura! Antídoto eficaz contra el veneno
de la vida ordinaria y anodina,
reservorio de sueños,
garantía perpetua
de vigilias en buena compañía.
De Florida verba, 2018

PELIGRO

No me mires así, porque mi cuerpo
es hoy un polvorin
y sólo me faltaba la mecha de tus ojos
para ardernos.
No me mires así o no respondo,
y prendo la cerilla
y estallámos.
No me mires así…
no digas luego que no te lo advertí:
te juro
que puedo resultar muy peligroso
¿a ti qué te parece si hacemos un paréntesis?
para viajar de nuevo al Paraíso?
Te miro y me parece
(y no te engaño)
que tengo el corazon
entre las piernas.

SOÑAR NO BASTA [Mi poema]
Gabriel García Narezo [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Yo soñaba que tenía
en mis ojos una llama
y entre tanto de la cama
en el suelo me caía.

Soñar no basta para hacer la vida bella,
ni siquiera con disfrutar, con eso basta,
ni volar tampoco creyéndose una estrella
o con tozudez aplicarse a la botella
ni con firmeza asirse de un toro a su asta.

Mas ya que soñar saludable es y gratuito
salpiquémonos de poemas a raudales,
en los abruptos pedregales de granito,
donde hay quien dice que dios dio su último grito,
en las limpias aguas e inmensos manantiales.

Cantemos y brindemos que la vida es breve
viendo que a nuestro alrededor todo es bonito,
como es un vaso de buen vino que se bebe,
el cuerpo bello de una amante que se embebe,
la emoción del verso que nace aún no escrito.

¡Qué tarde se hace la tarde
que largo se hace el camino
qué pertinaz el destino
y la pena qué cobarde!.
©donaciano bueno

Comentario del autor sobre el poema: El estado de felicidad plena no existe, solamente se pueden disfrutar de momentos de felicidad haciendo hincapié en las pequeñas cosas.

MI POETA SUGERIDO:  Gabriel García Narezo

Así es

Como si hubiera de morir mañana
y una gran claridad ante mis ojos
dejase la verdad, las cosas claras,
lo severo y desnudo y lo más hondo;

como si hubiera de elegir virtudes,
escoger paso y gesto y el camino
que me lleve sin prisa hasta la cumbre
donde la vida cobra su sentido;

como si ya estuviesen derrumbados
el cerco y las murallas opresoras,
confieso libremente lo que amo,
digo verdad, y fiel es mi memoria

a todo lo pasado por mi cauce.
Para nada me sirve la mentira;
entierro las palabras que no nacen
cantando como sangre de una herida.

Elijo la batalla. No me callo
lo que siento verdad. Ésta es mi gente.
Estos hombres heridos, mis hermanos:
almas acuchilladas que se crecen

cuanto más asesinan su esperanza.
Estoy con estas manos y estos pechos
que los puros desprecian y señalan
con la inclemente seña de su dedo.

Estoy con los sedientos de belleza,
con los que no heredaron la hermosura,
con los que lentamente deletrean
y van hacia la luz bajo la lluvia

que cae sobre su amargo desamparo.
Empujo en estos muros carcomidos
del edificio cruel que nos han dado
sin ventanas, con lágrimas y frío.

No lloro lo que ya desaparece.
Miro el ascenso de los tallos nuevos.
Canto la tierra madre donde crecen
las tremendas cosechas de hombres recios

que ya sus propios sueños edifican.
Y pongo entre sus manos mi palabra,
por ellos la organizo, por su vida,
aunque yo hubiera de morir mañana.

CON LAS MISMAS PALABRAS

Con las mismas palabras que se usan
en su nivel pequeño;
con los nombres que expresan la relación díaria,
elemental del hombre
-boca, pared, espacio, voz, silencio,
árboles, río, calle, voz, mirada-,
puedo vestir mi lengua de domingo,
ejercitar la magia,
transformar este mundo.

Todo depende. Si están solas callan.
Dependen ellas de si las llevamos
en amistosa compañía del fuego,
de los aires, del alba,
del amor, del misterio;
de abrazarlas al paso de la noche,
de ponerles los ojos a galopar los campos
que aquí tenemos dentro.
Entonces es posible decir: voy por la calle
de unos ojos serenos
atropellando luces por correr alocado
en estas claridades
que se pierden en pozos donde el agua
se mueve a pasos lentos.
Y es posible flotar lentamente en el río
que nace entre llos árboles que cantan en el pecho.
Ver más poemas

***
La plaza azafranada por luces

amarillas, espera. Frías sombras
llenan los soportales. La posada dormita.
Las dos hojas abiertas del
portalón enseñan capachos y tinajas
y una tartana lívida aguadando e el patio.
Ventanas enrejadas. Carreras subrepticias
de gatos sorprendidos.
Puertas húmedas. Polvo empolvado de luna.
Asperos paredones verdes bajo el sobaco formado por las tejas.
Calles. Calles de nombres traspasados de siglos;
Siervas, Mano de plata, de la Traición, Rodado, de Convento, Fuensanta, Tercia y Derrumbadero.
***

Pues es hermosura de ese «Pueblo

de pan y vino,
de pana y de zurrón, de abarcas y peales:
pueblos de blusa y faja:
campesinos sin tiera, jornaleros,
que cuentan aún por reales».
Porque es hermoso y porque
«Es preciso llevar en la mirada la severa
humildad
de los olivos, la sledad viril
de llos pastores,
el rumor de los trigos».

Machado entre nosotros

Hablo a tu corazón,
al latido que vive en tus palabras,/
al luminoso atardecer soriano,
al horizonte yermo,
al humo azul
y al aire entre las hojas de los álamos.
Le cuento a tu dulzura
el desterrado amor que siento por la tierra
que amaste hasta la muerte.
A tu bondad le llevo
un hondísimo abrazo
que llega hasta tu tumba,
final destierro, tierra desterrada,
definitivo exilio de tu cuerpo.

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MI POETA INVITADO: Antonio Hernández Ramirez

El juez mayor de Manhattan

El juez mayor de Manhattan
por entre las tinieblas viene
con todos los dividendos
que al sudor le pertenecen,

copia del Apocalipsis,
el de los cuatro jinetes.
Señores guardias civiles:
aquí pasó lo de siempre.

Murieron todos los pobres,
incluyéndolos a ustedes
que son pobres de nación
por más que no lo recuerden.

El juez mayor de Manhattan,
el de los cuatro jinetes,
con todas las plusvalías,
Peste, Hambre, Guerra y Muerte.

El desencanto

No la tristeza por el mercachifle
ido a más que fue amigo, nuevo rico
bien cebado por las diputaciones
y los ayuntamientos. Ni tampoco
por el sandio zascandil que traduce
lo que fue traducido sin cambiar el idioma.
Ni por el pobre, pillo, animador
que llaman cultural. Menos aún
por el gacetillero que elogiara
mi poesía con un entusiasmo
tan sólo comparable a su ignorancia.
Ni por tantos moscones como tuve
sobre mí cuya vanidad recuerdo
pero cuyos poemas me son indiferentes.
Ni por los virtuosos, que saben dónde está
el cofre lleno de hojalata.
Ni por esos estultos sabios
peores que los bobos ignorantes,
sino por el maestro, al que creí
volcado a la honradez y la justicia.

Rompió mi espejo y aún escupo cristales.

Testamento

Que no me coma la envidia,
la peor enfermedad;
que no sepa de venganza
ni aun cumpliéndose en justicia;
que guardián no sea el odio
de una apagada alegría;
que el rencor no me empobrezca
a la hora del balance.
Y que todo sea así
no para ganarme el Cielo
sino por que vuele en paz
mi ceniza en el olvido.
El Paseo Editorial

INCÓMODO ACOMPAÑANTE [Mi poema]
Cecilia Vicuña [Poeta sugerido]New

MI POETA… de medio pelo

 

Hoy he salido a pasear y el viento
me ha seguido de forma irreverente,
a cada paso que yo daba al frente
me empujaba sin mi consentimiento.

Y aunque yo protesté tamaño asedio
refunfuñando dijo era rebelde,
que hay otros que les gusta les abielde,
que el mundo en general era su predio.

Yo tacto supliqué, delicadeza,
necesito me trate con cuidado,
soy un árbol que el tronco se ha secado
y mi cuerpo está lleno de torpeza.

Inútil fue, siguió como si nada
hasta ya descubrir que era un pelmazo,
a mi él me repartía algún codazo
y yo intenté pegarle una patada.

Así es que me acompañó hasta mi casa
para después marchar sin despedirse,
yo adiós, cortés, le dije antes de irse
y una higa hizo mi dedo con su guasa.
©donaciano bueno

Querámoslo o no, el viento siempre viene empujando. En realidad es como algunos individuos que no han recibido lecciones de educación.

MI POETA SUGERIDO:  Cecilia Vicuña

AMADA AMIGA

Las personas que me visitan
no imaginan
lo que desencadenan en mí.
C. no sabe que sueño
con acariciarla
sin que me vea
mientras le echa dulce de camote
al pan parece que juega
con cálices y piedras sagradas,
el modo como levanta la mano
para llenar el cuchillo
de mantequilla
es un gesto
donde los mares hacen equilibrio
donde las mujeres que tienen frío
se solazan.
Tiene oleajes y consecuencias
como una línea en el radar.
Cuando se levanta la falda
para mostrarme el calzón plateado
veo grupos ondulantes de caderas
que repiten la redondez
y la perfección
hasta alcanzar una estridencia grande.

Anhelo que no se mueva demasiado
par a alcanzar a vivir en ella
a respirar y dormir
en esas planicies.
Está tan oscuro el muslo
tan brillante el pelo
que parece habla en otro idioma.
Lo que digo es tan torpe
pero cómo voy a decir:
«Eres tan hermosa»
«Me alegro tanto
de que hayas llegado.»
Cuando subo el libro del Renacimiento
donde vemos primitivos italianos
quisiera decirte:
«En esta ciudad te encuentro»
«Tú eres esas colinas»
«Tú las pintaste.»
Tus dedos son iguales
a la curva de las aletas
de la sirena
representada en la alegoría.
Pero no es exactamente esto.
Tú eres de un país con ciudades
de Lorenzetti.
Tú y yo alguna vez
volveremos a esa ciudad.

No sufras porque en este cuadro
dos mujeres se acarician
yo alguna vez te acariciaré.
No te preocupes de que estés envejeciendo,
tú vas a otra clase de tiempo
y yo también.
Aliméntate del relato que me haces
de la copa de vino
cruzando el umbral.
Aliméntate y enjóyate,
no dejes de soñar con el cuadro.
del maestro de Fontainebleu
donde una mujer
le toma a otra un pezón:
durante épocas enteras
nadie soltará tu pezón.

Quiero sufrir
enterrarme en ti,
ahorcarte y hacer un hoyo profundo,
donde te empiece a tapar la tierra
lentamente y ver tus colores
pudrirse bajo el café.
¿No te gusta tanto la combinación
de violeta y café?

No quería hablarte de la muerte
pero ya que la temes tanto
¿cómo no voy a hablar?
Es escaso el tiempo
que tenemos para vernos
y conversar.
Me gustaría ser hombre
para seducirte y obligarte
a que abandones tu casa
y te olvides de todo,
pero esta idea no me gusta.
Separados y solitarios
los hombres siempre están fuera
y nada necesitan con más urgencia
que estar dentro,
probar alguna tibieza,
altas y bajasmar.

Estoy cansada de ti
de tus resistencias
y conciencias.
Nunca te dejas llevar,
me gusta más que no lo hagas,
cuando lo haces
parece que el corazón te va a estallar
te va a florecer
te va a doler.

Es mentira que me haya cansado.
Es de mí que me canso.
Deseo verte nada más
que te enamores de otros
y nunca te apercibas de mí.

Cuando te vistes con camisa de franela
y calcetines de lana
por una semana
y te afeas y avejentas
para morir un poco
quiero estar cuando resucites
y sea una gloria de ojos húmedos
y oscuros.

Quiero ser un indio
que está escondido en las montañas
y nunca viene a las laderas
porque todo le duele.

Iluminarme con mis propias luces.

Naciste del cruce
de tu madre con la muerte,
ni siquiera en la infancia
habrás sido rosada.
Los que hacen el amor contigo
creen que nunca regresarán
que se van a hundir
que les vas a tejer
una tela húmeda en la espalda
y como es probable
que tengas conexiones
con la boca de los volcanes
por ahí tirarás a tus amantes
y si ellos se liberan
es porque te compadeces.

Te tengo miedo
porque no puedes mirarme
como yo te miro
no puedes amarme
como yo te amo
no puedes ni siquiera
desear acariciarme
y vivir algún tiempo conmigo
haciéndome peinados góticos
o pidiéndome que revuelva el té
con la punta de mi pezón.

Tu lado humano
no está a la altura
de tu lado bestial.
Algunos te imaginan dueña
de regiones orgullosas
y llenas de daño,
pero los que te han visto
con fiebre
o en épocas de menstruación
te aman muy en contra
de tu voluntad,
si es que tienes voluntad.
Solamente una intensidad
le da poderes a tu vida
y la muerte se ve acabada
por fuentes peludas
y calientes miradas

Qué daría la muerte
porque no tuvieras
esos ojos redondos
ni esos senos
ni esos muslos
ni esos tobillos
para dominarte
envolverte y guardarte
de una vez por todas.

LA MUJER IDEAL

Desde hace cincuenta años
se ha estado eligiendo en Inglaterra
La Mujer Ideal.
Cada año incontables jovencitas
concursan en los siguientes rubros:
Elegancia
Rapidez de Arreglo
Belleza
Arte de Cocinar
Arte de Planchar.
La más bella y diligente
obtiene el título.

Otros estudiosos han dedicado
su vida a observar los destinos
de las cincuenta Mujeres Ideales
que lucían tan bellas y normales
durante el concurso.

Se llegó a la conclusión
de que treinta de ellas
se habían convertido en alcohólicas,
diez en drogadictas
y otras diez en Dueñas de Casa
relativamente infelices:

Marie José Berlant: después de algunos años
de vagabundaje sexual
casó con un Conde Mayor,
se hizo alcohólica
y hoy descansa
en un asilo de ancianas.

Juana Mardoquí: felizmente enamorada
casó con un profesional,
fueron muy felices
hasta que él se suicidó
y ella gastó los últimos años
de juventud en el amor.

Jovita Desmanes: aficionóse a viajar,
después de varias ofertas,
optó por la soltería.
Dicen que la heroína
fue su única fiel compañia.

Estrella Martínez: visiblemente extrovertida,
alcanzó notoriedad nacional.
La excesiva alegría
dio con ella al fondo
de un canal,
al que se dirigía a toda velocidad
en su Mercedes tapizado de Jaguar.

«Carlorubindo antes de los 10 años»

Ésta era una pequeña alemana bizca
luego de masturbarte una semana saltas
la reja de fierro y la haces acostarse
no hay nadie en la casa primero se sube el
vestidito y luego se baja los calzoncitos
y la alemancita quietamente se deja acariciar las nalgas
“bajemos la persiana verde no le digamos a
nadie volvamos por Guillermo franke”
después de todo en el futuro
uno cumple 10 años y le dice a la alemana:
“tiéndete de boca” una alemana bizca
de pelo gris sin mucho ni poco
una carne blanca y después la confesión
para poder hacer la primera comunión.

«El centro del mandala» (extracto)

Besarte no es una solución
que me penetres y languetees
¡no es una solución!
Mirarte ha llegado a ser más íntegro
que besarte
un beso es poco para mí
un coito es demasiado poco
un coito no sabe contener ni expresar
ni satisfacer mi sentimiento de ti.
(…)

CON UN CUADERNITO EN EL MET

Talismán

Decía:
escritura para ser usada en el cuerpo
como un talismán
the heart of the one who wears it
el cuerpo ya era escritura
de venas y arterias
viajando
en su nunca acabar.

Thuluth

Neja la forma
nema la trama

Mis líneas
se han vuelto
serpientes
y seres vivos
enrollando
la una
en la otra
su tempestad.

Escritura Kufic

Dice:
La trama y urdimbre
cuadrada contienen
los atributos de dios.

El cuerpo
torciendo

sombra
jaspeada

veteado
sombrear

Pespunte
y al biés

Ni tono
ni hebra
si no
su sonar.

& & ..

Lino

Hebriedad
de la hebra

Linumbre
y umbral

La línea
nace
del lino

La madre
del hijo.

CONCHA DE CAREY

Empecé coleccionando pequeñas conchas de perla
fragmentadas y hechas polvillo.
Me costó mucho reunir los pedacitos de aire
entre ellas.
Obtuve cerca de dos piezas
llenas de conchas
azules y verdinegras
sin que nunca se repitiera
ni una forma
ni un pedacito
ni un aire
entre ellas.
Todas estaban durmiendo
una blanca vaguedad
las humedecía.

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CRISIS DE AMOR [Mi poema]
Winétt de Rokha [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

La crisis, ¿qué es la crisis?, quien no ha amado,
no sabe qué es bajar hasta el infierno,
creyendo que ese bache será eterno
luchando contra el viento de costado.

Ni sabe qué es sufrir, sentirse solo,
plasmando su experiencia en un lamento,
gritar sin que se espere algún lo siento,
que sirva de atenuante para el dolo.

Subirse sin poder por las paredes
hundido con su lastre sin remedio,
sujeto y sometido a un gran asedio
quedando prisionero de sus redes.

Querer dice es vivir intensamente,
a fuer de ser más fuerte la caída,
amar teniendo al pié la despedída
y el ansia de lanzarse a la pendiente.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Winétt de Rokha

ESTAÑO

Entre las piedras, brotadas de musgo,
se estancó la pena,
como agua de lluvias desmemoriadas.

Flor malsana,
mujer eterna, abandonada y obscura
mano de pétalos de aluminio.

Caravana de polvo, siniestra,
multitud de agujas envenenadas,
rebozo gris, gabardina de ocaso.

Mis dedos tranquilos y castos,
desdoblaron del arpa terrosa
sonidos de cuerdas vencidas.

Fue la pócima de niebla,1
óleo de rosas negras,
enloquecidas sobre mi frente…
sellada por siete sellos de plata.

VALSE EN PLAZA YUNGAY*

La mujer de mármol, desnuda entre sus violetas
se ruboriza al contacto del aire,
sus senos de manzana y heliotropo
mantienen la melodía provinciana del atardecer lánguido.

Curvas puras,
explosión de vida extasiada,
gota de belleza en suspenso, cantar.

Mis ojos la penetran de castidad
y la tarde vuelve la cabeza,
al sorprenderme en actitud
de cubrirle los hombros floridos
con mi abrigo de penumbras.

*La autora se refiere paradojalmente a un desnudo femenino en mármol en la Plaza Yungay, en el centro de Santiago, donde se encuentra el Monumento al Roto Chileno.

VIDA DE VIRGILIO

En tus ojos verdinegros y cálidos,
fulgura
obscuro augurio.

Tus rojos y carnosos labios
besan
mi pudor desnudo.

Agua y uvas fragantes,
agua,
pulsando los nervios profundos!

Maneja, bulliciosamente, la cigarra
sus élitros alucinados
en donde sestea el Verano.

Oh! el vaivén de los trigos maduros!

OBJETIVO INFINITO

En líneas rectas y amarillas,
la mesa deja caer sus cuatro manos;
sobre la superficie, una escobilla piensa
mirando el cielo con el pelo erizado.

Una silla, doblado el espinazo,
acaricia un cojín de terciopelo.

La pantalla y su sueño de tórtola,
abraza en lenguas de fuego,
la inmovilidad de los objetos.

LIBRO DEL PIRATA KNUT FJORSON

Yo miro tus escamas de pescado
mar,
lo mismo que los pescadores
aquellas truchas, aquellas jaivas maravillosas,
que colgarán de los hombros morenos del regreso.1

¿Quién oyó el placer
de sentirte2 lejano como la otra orilla?
¿Quién abrazó la curva helada
de tu caricia?
¿Quién tendió la red única
debajo de las perlas de tu rumor
eterno y pensante?

Arrinconada en mi dolor de nube humilde.3
Pastor azul, arrea pronto tus gaviotas,
no sea que las deshoje
el perro negro de mi canto.

1 «hombros morenos del regreso,» no presenta cursivas en la edición de C, p. 29.
2 «sentirte» no presenta cursivas en la edición de C, p. 29
3 Separación estrófica en la edición de C, p. 30. En el verso siguiente no se guarda sangría.

VIOLETA

Revienta la noche
paralela a mi absoluta y soñadora melancolía,
revienta la noche
en infinitos latidos de plata.

Los pies y las manos,
incrustan su marfil empalidecido
en el ébano profundo.

Nadie, entre todos los pájaros,
ni tú mismo,
(hombre-vértigo, pedazo de abismo que circula),
podría mirarse y mirarme…

Me invade la última claridad
de la estrella verde de los aventureros.

Caída de lado, la calle maltrata vehículos y violines.

Sólo mi soledad es superior a mi amarga alegría.

Itinerario que iguala mi rostro a las sementeras.

En aquel grupo de estrellas necesarias,
estuvo mi corazón más cerca de mí misma.

PADRE-NUESTRO

A menudo la soledad,
con su gran rumor de silencio,
merodea en mi alma.

Las almas oscuras de los murciélagos,
azotan ilusiones sombrías en los vidrios.

Friolentas, las chimeneas
echan su aliento triste,
hacia los caminos libres y sin huellas
del cielo y del tiempo.

La respiración de flor del niño
ahuyenta los malos espíritus,
mientras voy trizando la mirada
en la negra arquitectura de los libros.

Mi lámpara,
como la hoja trágica de un puñal,
atraviesa el corazón del alba.

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EL MEDICO ME DICE QUE SOY VIEJO [Mi poema]
Luis Cruz-Villalobos [Poeta sugerido]New

MI POEMA…de medio pelo

 

El médico me dice que soy viejo,
mejor será ignorar lo que me pasa,
que a mi lo de operarme suena a guasa,
no estoy para esos trotes, su consejo.

Lo dice de corrido el muy canalla
acaso sin pensar que eso me duela
cual jockey que clavando va una espuela,
sopitas y buen vino, come y calla.

Me incita a mi a pensar que ese galeno
posible es que ande mal de su chaveta,
o gaste por dinero alguma treta.
Espero que alguien venga y ponga el freno.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Luis Cruz-Villalobos

SIMPLY GREAT

Perdóname cielo del cielo
Corazón profundo de mi corazón
Amparo de la tierra y el tiempo
Perdóname por no ver
Las maravillas que pones
Justo frente a mis ojos
Perdóname por saber callar
Tan sepulcralmente tu grandeza
Por apartar mi vista
De tu amor tenue e inmenso
Por caer tan fácil
En la melancolía opaca
Que me besa la boca
Perdóname por no amar
Con el amor que haces nacer
En el corazón mismo
De tu cruz y tu tumba vacía.

TOUCHED BY LOVE

Tócame amor
Amor santo
Misterio del amor
Y vuelca mi pecho
Hacia cada horizonte
No me dejes aquí
Perdido en mi soledad
Tan enorme y fría
Que quiere hundirme
En la falsa dicha
De una paz pobre
Que no sabe volar.

FLORECER

Si digo florecer
Florece la palabra misma
Se abre como pidiendo pan y sol

Tan solo si digo florecer
Se produce una pequeña explosión
Desde donde brota algo así como una luz

Pero no es común que lo perciba
De hecho no es habitual que mencione
Así simplemente
Sin pensarlo dos veces
La palabra florecer.

BAJO SU PARAGUAS

Bajo su paraguas el mundo florecía
Cantaban las aves melodías verde mar
Las nubes –allí abajo o allí dentro–
Eran muy blancas
Como ovejas limpias que comen tranquilas junto a un estero claro
También había esperanza bajo aquel paraguas
Esperanza que penetraba sus poros y la habitaba
El sol brillaba en toda su bondad
La hierba crecía como diminutos bosques
Y el tiempo tenía el ritmo exacto del aroma de la paz

Así era todo
Bajo su amable paraguas
Pero solo allí´.

TENÍA EL PARAÍSO

Ella tenía el paraíso justo frente a sus ojos
Y lo dejó ir
Por segunda vez
Por eterna

Lo dejó ir
Lo dejó situarse justo detrás de las flamígeras espadas
Detrás de los ángeles verdugos

Miró de reojo a la serpiente
Y la odió sin palabras

Dejó atrás la perfecta inocencia
El pleno estado de impecable gracia soberana
Para lanzarse a una vida
Repleta de soledades
Absolutamente bañada en partos y cardos espinosos

Dejó aquel huerto
El pleno lugar de los amores
De los frutos que se daban abiertos de par en par
Y miró hacia atrás
Queriendo volver
Pero no lo hizo
No podía

Finalmente miró hacia adelante
Respiró hondo
Y fue finalmente
Mujer.

AFUERA LLUEVE

A Alfredo y Víctor

Afuera llueve
Y para los poetas
El cielo dice palabras
Que deben reproducirse
Que deben hilvanarse
Para que no se queden sin memoria

Afuera llueve
Y los poetas duermen en paz
Muertos de olvido
Y vivos de ansias
Como lo hacen los queltehues
En sus nidos ocultos

Afuera llueve
Y los poetas son unos pobres
Míseros pordioseros
Que lanzan sus botellas al mar
Después de haberlas bebido
Y dejan allí
Como pergamino diminuto
Su corazón de papel

Afuera llueve
Y para los poetas
Que el estero crezca
E inunde los valles
Los tiene sin cuidado
Pues ellos solo son conmovidos
Por esteros y valles que no existen
Sino en su pena

Afuera llueve
Y los poetas caen a pedazos

Como trozos de pan
En medio de las soledades
Sin que nadie los vea
Ni siquiera ellos mismos

Afuera llueve
Y los poetas escuchan
Un violín hermosamente violento
Que les dibuja en el aire
El rostro preciso del amor
Y también de la tristeza
Que suelen parecerse

Afuera llueve
Y los poetas llueven por dentro
A tal punto
Que el cielo lo nota
Y llora con ellos
Como suele hacerlo
En tardes como estas
Donde afuera llueve
Mientras mueren por todas partes
De alguna forma
Los poetas.

MINIMAL LOUNGE

Hemos llegado a casa
A esta pequeña ladera de la vida
Y aquí dejaremos nuestras penas
Nuestras maletas también de alegría
De ansias de más

Este es nuestro breve salón
Suficiente para que quepa el espanto
Y los remordimientos azules y rojos
También para guardar la rabia
La indignación santa por la injusticia

Aquí podemos danzar
O perdernos en el éxtasis del cariño
En las recámaras ocultas del sueño
O en los espacios sinuosos del placer
Que no deja espacio libre

Nuestro pequeño cuarto
Nuestro amable lugar en el mundo
Aquí seremos los mismos de ayer
Pero al mismo tiempo
Totalmente otros como las nubes

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PERIODISTAS vs PREDICADORES [Mi poema]
Juan Luis Martínez [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Periodistas no son, correveidiles,
que en artes de encubrir son marrulleros,
chupatintas libando en los tinteros
arrimando el aceite a sus candiles.

Que si a ellos no les vas dan matariles
trocando a lo que es leve en hechos fieros,
farsantes, malandrines pintureros,
lagartos, cual culebras y reptiles.

Que no son de fiar, son botarates,
muy diestros en las bromas y vaciles,
al pesebre y poder siempre sutiles,
prestos ya a prescribir sus jaques mates.

Presumidos los hay que, mercachifles,
de sus armas la pólvora han mojado,
no paran de mirar a cada lado,
sin saber apuntar, sacan sus rifles.

Un tiempo hubo en que los informadores
de noticias tal cual eran testigos,
la higuera se murió y ya no hay higos
ni brevas, que ahora son predicadores.
©donaciano bueno

#Hoy el periodismo ha muerto? Share on X

Hubo una época en la que el periodista era el fedatario, testigo de la realidad. Hoy ya sólo sirven al amo del pesebre que les da de comer. El periodismo, como todo en la vida, ha evolucionado, Y cómo lo ha hecho. Más que evolucionar, ha cambiado tanto que habría que inventar un nuevo término para definirlo.

MI POETA SUGERIDO:  Juan Luis Martínez

LA PROBABLE E IMPROBABLE DESAPARICIÓN DE UN GATO
POR EXTRAVIO DE SU PROPIA PORCELANA

a R. I. *

Ubicado sobre la repisa de la habitación
el gato no tiene ni ha tenido otra tarea
que vigilar día y noche su propia porcelana.

El gato supone que su imagen fue atrapada
y no le importa si por Neurosis o Esquizofrenia
observado desde la porcelana el mundo sólo sea
una Pequeña Cosmogonía de representaciones malignas
y el Sentido de la Vida se encuentre reducido ahora
a vigilar día y noche la propia porcelana.

A través de su gato
la porcelana observa y vigila también
el inmaculado color blanco de sí misma,
sabiendo que para él ese color es el símbolo pavoroso
de infinitas reencarnaciones futuras.

Pero la porcelana piensa lo que el gato no piensa
y cree que pudiendo haber atrapado también en ella
la imagen de una Virgen o la imagen de un Buda
fue ella la atrapada por la forma de un gato.

En tanto el gato piensa que si él y la porcelana
no se hubiera atrapado simultáneamente
él no tendría que vigilarla ahora
y ella creería ser La Virgen en la imagen de La virgen
o alcanzar el Nirvana en la imagen de Buddha.

Y es así como gato y porcelana
se vigilan el uno al otro desde hace mucho tiempo
sabiendo que bastaría la distracción más mínima
para que desaparecieran habitación, repisa, gato y porcelana.
* (La casa de R.I. en Chartres de Francia, tiene las paredes, cielo raso, piso y muebles cubiertos con fragmentos de porcelana rota)

La desaparición de una familia

1.- Antes que su hija de 5 años
…..se extraviara entre el comedor y la cocina
…..él le había advertido: «-Esta casa no es grande ni pequeña,
…..pero al menor descuido se borrarán las señales de ruta
….. y de ésta vida al fin, habrás perdido toda esperanza»

2.- Antes que su hijo de 10 años se extraviara
…..entre la sala de baño y el cuarto de los juguetes,
…..él le había advertido: «-Esta, la casa en que vives,
…..no es ancha ni delgada: sólo delgada como un cabello
…..y ancha tal vez como la aurora,
…..pero al menor descuido olvidarás las señales de ruta
…..y de esta vida al fin, habrás perdido toda esperanza».

3.- Antes que «Musch» y «Gurba», los gatos de la casa,
…..desaparecieran en el living
…..entre unos almohadones y un Buddha de porcelana,
…..él les había advertido:
…..»-Esta casa que hemos compartido durante tantos años
…..es bajita como el suelo y tan alta o más que el cielo,
…..pero, estad vigilantes
…..porque al menor descuido confundiréis las señales de ruta
…..y de esta vida al fin, habréis perdido toda esperanza».

4.- Antes que «Sogol», su pequeño fox-terrier, desapareciera
….en el séptimo peldaño de la escalera hacia el 2º piso,
…..él le había dicho: «-Cuidado viejo camarada mío,
…..por las ventanas de esta casa entra el tiempo,
…..por las puertas sale el espacio;
…..al menor descuido ya no escucharás las señales de ruta
…..y de esta vida al fin, habrás perdido toda esperanza».

5.- Ese último día, antes que él mismo se extraviara
…..entre el desayuno y la hora del té,
…..advirtió para sus adentros:
…..»-Ahora que el tiempo se ha muerto
…..y el espacio agoniza en la cama de mi mujer,
…..desearía decir a los próximos que vienen,
…..que en esta casa miserable
…..nunca hubo ruta ni señal alguna
…..y de esta vida al fin, he perdido toda esperanza».

El cisne troquelado (la búsqueda)

La página replegada sobre la blancura de sí misma.
La apertura del documento cerrado: (EVOLUTIO LIBRIS).
El pliego / el manuscrito: su texto corregido y su lectura.
La escritura de un signo entre otros signos.
La lectura de unas cifras enrolladas.
La página signada / designada: asignada a la blancura.

El cisne troquelado (el encuentro)

Nombrar / signar / cifrar: el designio inmaculado:
su blancura impoluta: su blanco secreto: su reverso blanco.
La página signada con el número de nadie:
el número o el nombre de cualquiera: (LA ANONIMIA no nombrada).
El proyecto imposible: la compaginación de la blancura.
La lectura de unos signos diseminados en páginas dispersas.
(La Página en Blanco): La Escritura Anónima y Plural:
El Demonio de la Analogía: su dominio:
La lectura de un signo entre unos cisnes o a la inversa.

La poesía china

El cuerpo es el árbol Bodhi
La mente el espejo brillante en que él se mire
Cuidar que esté siempre limpio
Y que polvo alguno lo empañe

Shen-hsiu

Nunca existió el árbol Bodhi
Ni el brillante espejo en que él se mire
Fundamentalmente nada existe
Entonces, ¿qué polvo lo empañaría?

Hui-neng

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MI POETA INVITADO: Sergio Morán

Ya no hay dedicatorias.

No es que falten motivos,
no hay oportunidad.
Hundidos en la inmediatez sin fantasía,
separados del lenguaje de la continuidad,

de espaldas a la comprensión
hemos entendido mal la advertencia
de que no existe permanencia.
Hemos hecho un ídolo con restos mal cosidos,
hemos mutilado el contacto que
unía ojos y palabras,
hemos deshecho la comunión del silencio.

Estamos buscando a quien dedicarle
palabras que no sabemos si existen.

El miedo, país sin límites precisos,

es el recorte de unas huellas borrándose.
La posibilidad de que tire para siempre
el imán que me trae a casa.
El miedo es hacer lo que me plazca
con la nada prolija, limpia y sin olor,
abismo sin ojos ni orejas,
esta mirada a la que le crecen
hacia adentro pestañas como raíces.

El miedo es el tiempo pasando
como la cinta de una impresora
en la hoja vacía de las horas sin dejar una letra.
Son los días, recostados y ardiendo, sordos,
como una sombra en el silencio
de una ruta.

LA MARISMA [Mi poema]
Rosamel del Valle [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Aquí está Dios sentado en la marisma
platicando a la gente de la calle
comentando lo que es la vida misma,
costuras, descosidos, con detalle
del hábitat su prisma.

La gente corre igual que lo hace el aire
envuelto en una brizna de la brisa,
todo va deslizándose al socaire
del fondo en la tristeza o la sonrisa
del agua y su donaire.

Pasa el tiempo cual si nada pasara
como fluye una luz inexistente,
el brebaje respira espuma clara
dormido respetando el medio ambiente
que la vida soñara.

El silencio hoy aquí ha la palabra,
ignoro si es real o imaginario,
las horas ya no encuentran quien las abra,
las fechas fuera ya del calendario
¡Oh cielo, abracadabra!
©donaciano bueno

La marisma es un espacio de paz y tranquilidad. Allí todo el ecosistema convive con total normalidad. Justo lo que se precisa para la meditación.

MI POETA SUGERIDO:  Rosamel del Valle

1926

Por seguir tu perfume sin atención de cuerda
De torre a torre el espectáculo cada minuto como oso menos pesado ni intruso
Aparentas la nube sentada con los ojos en el vacío
Detrás de tus ojos las murallas suspendidas con la voz
De flor abriéndose por cada estrella en el mejor movimiento del sonido suspenso
O como las espadas de pie debajo del agua con su hoja afuera
Rama cimbrándose en la boca de los túneles desde lejos
Frente tan sencilla de arena de ola con dos ruedas
Obscuras en la mancha de las palomas evasivas
Más bien las olas paradas en el lomo del cielo como un canto de estrella de cien pies
El perfume admirable sin anochecer en las astas de la ciudad otras veces en los rieles tibios de mis dedos
Hacia el viento y su sombrero de hojas al lado de las nubes humedeciendo tu estatura viva de abeja en el cielo

CARMEN

Color del paisaje sonámbulo de mis huesos
Sin amarras de nidos que destruyan la angustia.
La sal alza su mundo de estatuas en un ruido de manos.
Columnas desde los dedos hasta el centro de espacio
A quienes se obedece como a un ritual que impone su imagen.
Todo crece demasiado cerca y el eco que se debe ser entre objetos y personas
Sangra el cuerpo de un mar huidizo y negro
Mientras peces, los animales, los insectos y los signos dormidos
Rodean el lecho en cuyo césped la muerte escucha mi viaje.

ALAS AL OIDO

Instrumental de colores en que duermen los deseos.
Abejas, arañas, signos, presentaciones.
Temblor de angustia que viene de otras imágenes,
De los hornos un poco a obscuras a causa de la memoria que duerme.
Violento despertar entre carbones de ojos azules y palabras brillantes,
Invasión de fuego por arenas celestes,
Isla donde el cuerpo reposa en un color de serpiente,
Olas con labios pesados de enigmas.
Los años que desciendo por esta escala de relámpagos.
Los años que busco la estrella que la visita y que se aleja dejando sus trenzas olvidadas.
Línea de cifras en el espacio de peligros.
El oído y el mundo y la imagen que al irse cierra las puertas detrás de la sangre.

APROXIMACION

Asómate a la raíz de mi sangre que pasa entre la madera
Dormida por pasos que la siguen hasta morir.
Habita fatigada la sombra de sus habitaciones donde el tiempo
Cierra todas las puertas.
Oh, país de un sonido largo como una luz a lo lejos,
Acércate a mi oído que tarda en despertar.
La crueldad de esta estrella que nada debajo del agua
Es tu voz fija en un instante sin existencia segura,
Algo más adentro de mi imagen errante que atraviesa las puertas cerradas.
Quítame las sienes de los vidrios y quítame las manos del fuego.
El calor de tus luces destruye las sombras y los vapores donde la muerte hace su nido.

VISITA

Por fin los corales han dado con las piernas y mecen rumores
En el lecho de la soledad hecha de nidos.
Cuando los sueños flotan y el hombre desinfla el aire que pasa
Saben que alguien despierta en el ruido de la noche terrestre.
Amor del océano que escribe con uñas en la arena apagada
Lo que la ola reduce a cuerdas líquidas.
El mensaje impone un orden en que los peces se detienen y naufragan.
Y algo de lo que toca se ilumina y algo de lo que no se ve deja caer su escama.
Porque los corales visitan un cuerpo y conocen lo que significa si el sueño
Toma la forma de un signo que desciende entre húmedos dedos marinos.

TRANSPARECIA DE LA SANGRE

Tarda en seguir la línea entre los apagados cristales de las venas
Sin marcar el sonido que nace en el árbol del alba.
Algunas nubes se agitan en trance de imágenes sin saber donde dejar caer sus hijos.
Cielo ceñido de hierbas y alcoholes sonámbulos.
Lasa manos se agitan al lado del lecho donde la memoria vierte su líquido.
Pero lo animales descansan en un follaje de brasas
Sin dejar pasar el signo que la tierra destruye en su tumba.
Espacio de los mitos y de los jóvenes dolores que llegan.
Aliado de los peces que cimbran lámparas llamándose en el ojo de la noche.
Alguna vez será difícil descifrar lo que el sueño quiere decir con su golpe en la puerta.

MAGIA IRREGULAR

Cuando despierta la zona de los países que nadan a obscuras
El ser entra en el frío que traen las algas errantes,
El olor de los peces muertos entre coronas de azufre.
Al parecer sobre la tierra de joven edad que deja caer sus pestañas.
Punto de soles helados en el viaje del cuerpo con sus costumbres,
Por fin casi próximo al sueño de alcoholes que estalla en mi lecho de sábanas verdes.
Las olas de la boca rompen sus trenzas de nidos.
Los ojos ven pasar extrañas barcas sobre la sangre del pecho.
Los pies tocan piedras quemantes, cabezas de bosques.
Apagados océanos de arañas
En la atmósfera de las piernas, entre el viento que viene de visita.

PASEO

Desde los pies azules con su traje de lámpara,
Desde los cabellos que caen de los árboles en un sonido de olas,
Nada más que en el punto donde debo reconocerte despierta o dormida.
A veces como una copa de angustia donde se ahoga el aire que te guarda.
Si mi memoria sumergida en su horno de sueño se despertara
Sin turbar los ritos que la rodean, los ritos de verdes temblores.
Desde el humo que levantan los deseos en su casa.
Desde los sonidos que vienen desde el obscuro oído de la tierra.
En verdad, no siempre es tu paso lo que flota sobre el césped,
Ni tu pensamiento lo que tiembla con cierta dificultad en el aire.

VOLUNTAD

Esta primavera de frías paredes y de presencias enfermas de sombra
Es el ruido secreto que desata los pies en el clima largo tiempo nocturno.
Una paloma en el aire de la nada del pecho
Derrama el mensaje sospechado en el temblor de alambre del sueño.
Que el libro de invisible escritura que nadie abre en el miedo de las venas
Muestre por fin su dichoso o terrible resplandor de lengua desgarrada.
Que esté obscuro el hombre como el mundo está obscuro,
Pero que abra para siempre sus inmensos ojos de viajero que regresa en el día.

ESCALA DE LOS SUEÑOS

Dividida en las olas de tinieblas anticipadas al alba
Entra en los espacios que para sí misma descubre.
Resbalan los aceites opresos, fieles al despertar
Y la chispa que ha perdido su ojo entre la noche.
Fábulas ensimismadas desde siempre, en caminos de escalas desde siempre
Se encienden en la flor negra del aire inesperado.
Tendidas desde un lento dormir
Vienen como de la inalcanzable existencia de las lenguas apagadas.
No lejos de su cabeza, en un borde de nieve
La escritura del día extiende su piel de algas rumorosas
Y sangra al pie de esta página muerta al despertar.

MAS BELLO EL ARBOL QUE EL PARAISO

Recostada sobre arenas mentales, invisible hora
Adornada de terrores, de secretos, de páginas verdes por el alba.
Entre espumas del cuerpo, en constante trabajo desde que la noche se cierra,
A tientas entre las débiles llamas que vienen de lo no siempre olvidado.
Dulce animal de distintos vestidos incorporados al sueño,
Propietario de las olas, selvas sumergidas, de almacenes de corales,
Casi siempre a punto de morir en el pecho poético del hombre,
Tan inclinado hacia el amor como sientas palomas sobre sus rodillas.
Me parece reconocer el aire que trae estas ondas, este ruido de maderas.
Sueños construidos al borde de ciertas hojas que saben sonreír,
Entre animales e insectos, entre nadadores terrestres,
Cerca del abismo donde duermen los ángeles asesinados.
Entre climas mentales, invisible tiempo,
Poseído de mis mensajes, de mis pruebas, de mis deseos sobre espinas.
Sin celestes alarmas, sin el olor blanco, blanco de las leyes.
Dispuesto a los llamados, a las nocturnas experiencias,
Al terror de las manos volcadas sobre los objetos,
A la súbita fuga de las abejas de ceniza en los sueños perdidos.


EL CUERPO PIERDE RESPLANDOR

Abandonemos esta isla donde habita insegura
Seguida de la sombra y de nosotros.
Si las voces acuden por intermedio del sueño que empieza a enfriarse
El corazón se niega a abrir.
Extraño collar de pensamientos que giran entre cielos atrasados
De un día moribundo en su raíz.
Las campanas del pecho suenan a árbol derribado.
El dolor podría hacerse transparente como el color del agua.
La angustia regresa sin partir.
¿Qué hacemos con estas hojas de otro tiempo que no hemos recogido?
Podemos decir: abandonemos este sol de tan bellos pies que nos lleva
Lentamente en un sueño.
Las regiones del frío vuelven de su ausencia como el olvido del tiempo,
Pero nuestro pensamiento respira una atmósfera de pupila ahogada.
El sonido que nos conduce al sueño viene cada vez de más lejos.
Las manos que nos anudan se deshacen.
Nuestra boca parece una cascada sostenida en el aire.
Nuestros oídos llaman a toda hora
Y desean hacer entrar la imagen que permanece afuera.

VIVIR O PERECER

Hay una vida que pasa entre la conciencia sonámbula
Y lo que resta del viaje entre sábanas y escombros.
Heridas derramadas en la noche que sube
Ávida de memoria despierta de pronto en un sonido.
Venid, espinas obscuramente formadas de tallo en tallo,
En vosotras siento el golpe de la sangre que pierde brillo,
Una transparencia salida de las urnas de cristales pavorosos.
Venid, atmósfera rechazada de puerta en puerta y sin deseo.
Los que te oyen venir enlutan sus vidrios y huyen llevados del cabello.
Hay quienes dicen que los ojos llevan y que se dejan conducir,
Que las manos apartan las ramas sombrías del aire al andar.
¿Cuáles ojos aclaran el vacío que van llenando los pasos solos?
Cuáles manos adelantan la sombra que tarda en andar?
Unidad de dolores, de raíces, de viajes que la memoria no olvida,
Extraño movimiento y deseo en interminable calor.
Nuestros pasos se duermen entre cabellos ocultos que impiden
Abrir los ojos a la sombra desnuda en rededor.
Las puertas vienen al encuentro de los pies fatigadamente perdidos.
Pero las habitaciones se obscurecen apenas el hombre entra allí.

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