A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

EL FUTURO DEL SEXO [Mi poema]
Ingrid Tempel [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Un tiempo ha de llegar en el que el sexo
no ha de tener el sitio que hoy ocupa,
ya no se ha de exhibir ningún obseso,
y dejará de hablarse del poseso,
No habrá miedo a que surja algún okupa
que a tu mujer conquiste con un beso.

Pasearemos desnudos por la calle
exponiendo aireaditas las vergüenzas
mostrando al descubierto nuestro talle,
sin ocultar el mínimo detalle,
haciendo ostentación de desvergüenzas
que hasta a los más críticos acalle.

Los hombres, por supuesto, con colgajo
sumido en un acentuado desvaído,
las féminas pasivas con su gajo
al aire, demostrando desparpajo,
mostrándole a cualquier desconocido
cual si arrancado hubiéranle de cuajo.

Las mujeres se habrán ya liberado
de esa carga que dicen tan pesada
de ser madre. Suplirá a ese legado
-el acto del placer desprestigiado-
la incubadora, esa matriz deseada,
la conciliación laboral logrado.

Pobre del ser humano, ¡qué le espera
en este panorama tan extraño!
que el mundo nunca ya será lo que era,
los hombres convertidos en rebaño
manejándonos así año tras año
al albur de que un día llegue cualquiera
y pueda hacer de ti cualquier apaño.
©donaciano bueno

#Mecánico, puramente de supervivencia? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Ingrid Tempel

DICIEMBRE

Puedo imaginar tu furia cuando leas mis poemas
o cuando tropieces con esta manera que tengo de encontrar
las palabras que expresan tu torpeza para la ternura
y mi incapacidad de sumisión.
A pesar de mis voraces lecturas
soy incapaz también de explicarte
que en el amor no hay amos ni esclavos
sólo dos personas que buscan un lenguaje nuevo
para acercarse en una selva habitada por animales feroces.
En este mes de diciembre que precede a una larga ausencia
busco inútilmente la manera de decirte
que sólo por orgullo me alejo de ti
cuando descubro que tu infatigable apetito de placeres
intenta reducirme a un animal obediente y ciego.
de Persiguiendo mariposas carnívoras, Estuario Editora, Montevideo, 2008

CASAS ABANDONADAS

Me pregunto quién habita ahora las casas que abandoné
luego de llenarlas de besos, aromas y canciones
erigiendo un tótem invisible en la puerta de cada refugio.
He instalado mis posesiones en un nuevo territorio
violando quizás recuerdos ajenos
mientras los amantes de mis predecesores
son esas sombras que perturban mi descanso
cuando los rumores de la ciudad se detienen
y otro fracaso me derriba temblorosa
con los ojos irremediablemente abiertos
a la tentación de otras fugas.
De madrugada escucho las voces de mis padres
hablando de mí
reinventando el pasado.
Confieso que muchos años después de su muerte
sigo buscando palabras que me permitan reconciliarme
hasta que abuela canta una canción de cuna
y acaricia dulcemente mi cabeza
para engañar al insomnio que me lleva de regreso
a hogares lejanos ocupados por intrusos.
de Persiguiendo mariposas carnívoras, Estuario Editora, Montevideo, 2008
y en Asia en el corazón, Editorial Verbum, Madrid, 2015

PERSIGUIENDO MARIPOSAS CARNÍVORAS

Sonreímos aunque atravesemos la vida con heridas incurables
y las mariposas carnívoras que guían nuestra errancia
dibujen un recorrido caprichoso en la tibieza vespertina.
A veces basta una frase
para recordarnos un sufrimiento antiguo
mil veces negado y suprimido
asfixiado en las insomnes madrugadas solitarias
como si por un curioso desdoblamiento
fuésemos la mujer que se mira a sí misma
desde ambos lados del espejo
gritando
con las manos crispadas en la superficie mágica del dolor.
A partir de ese descubrimiento somos ella y la otra
la que se niega a vivir su duelo
y la que lo vomita muy a su pesar
en el enfrentamiento permanente en que Eros y Tanatos
se disputan nuestra supervivencia.
de Persiguiendo mariposas carnívoras, Estuario Editora, Montevideo, 2008

EN LA LUZ DEL ECLIPSE

Basta acercarse a la muerte para amar la vida apasionadamente
ansiar amores tumultuosos y viajes deslumbradores
el cuerpo que se fragmenta en el sexo y se reconstruye en el placer
cuando el pensamiento vuela deleitándose en el goce vuelve a la infancia
y se ilumina en la frontera que separa al sueño de la realidad
allí el deseo de vivir crea un oasis
donde los exploradores se refugian de los cataclismos
una viajera solitaria se asoma a la luz del eclipse
intentando descifrar ese nuevo enigma
así descubre que todo lo antiguo se renueva
y aunque la amenacen con terribles maleficios
la intrusa trata de armar un rompecabezas
con nuevas sendas para que los cachorros del hombre
se extravíen en busca de respuestas.
de En la luz del eclipse, Editorial Yaugurú, 2014
Prólogo de Horacio Xaubet, North Carolina Central University, EE.UU.

B O N U S T R A C K (x2)

Si me hubiesen advertido que las deudas de amor se pagan con odio
y que de los exilios no me quedarían más que fotos amarillentas
me hubiera arrancado a dentelladas este corazón
para gitanear ilesa entre guerras, traiciones,
y el esfuerzo de sonreír a la cámara dos veces al año.
de Exorcismos, Editorial Artefato, Montevideo, 2005
– – –
(…) Pero no hay alcohol que borre estos recuerdos:
la memoria es un verdugo cortés que pide permiso
para desgarrar tus madrugadas
quebrando el esplendor de una pesadilla
con rugidos de tanques y monstruos vestidos de uniforme.
Ahora los días transcurren apaciblemente
aunque los niños que claman a medianoche
reabran viejas heridas
y otra ciudad sea bombardeada en primavera.
de Exorcismos, Editorial Artefato, Montevideo, 2005

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FARSANTES, HABERLOS HAYLOS [Mi poema]
Gonzalo Gragera [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Subiremos al cielo, ¡subiremos!,
llegaremos a bordo de un cohete
y, seguro, ser dios nos creeremos.
¡virgen santa! ¿ser dios, un petimetre?
Preciso no es subir pues ahora vemos
a tontos que alardean de vedette.

Y no son, ni serán pues nunca han sido
algo más que falsarios o farsantes
que creen que bajaron, que han nacido
para mesías ser. Y son tunantes.
Hay alguno que ha sido bendecido
por gentes que se adornan con turbantes.

Mas un día incluso ellos se habrán ido
como tú y yo, los de hoy y los de antes,
justo cuando su tiempo haya concluido.
Y otros mediums vendrán con nuevos cantes
o tal vez sea el mundo el que haya huido
por culpa de estos fatuos comediantes.
©donaciano bueno

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Comentario del autor sobre el poema: Los falsos predicadores, muy abundantes, son los responsables de los extremismos de toda índole que causan tanto daño a la humanidad.

MI POETA SUGERIDO:  Gonzalo Gragera

EL NOMBRE DEL ECO

Si digo ‘cita a las siete’,
en el café yo te espero.

Si digo ‘abril del noventa’,
publicas tu primer libro.

Si digo ‘viaje a Cracovia’,
estrenas casa y treintena.

Si digo ‘tarde de mayo’,
las primeras contracciones.

En tu nombre todo el eco
de la ciudad y los dioses,
del tráfico y los oficios,
del amor y sus defectos.

En tu nombre todo el eco
de nuestra vida y sus días.

HABLAR CON PROPIEDAD

Caminas por la calle,
y es estrecha y sinuosa
como una cicatriz.

Pero no cicatriza:
porque no es una calle
y se llama memoria.

DESPEJANDO LAS DUDAS

Volvíamos del parque, y cruzando
soportales y direcciones conocidas
me dijiste:
“Hijo, los niños vienen de París”.

Casi veinte años han pasado
de esta respuesta
y ya se han desplomado,
como un castillo de arena,
de su conclusión, hasta las sombras
de los abecedarios.
Pero es una decepción que no nos importa:
hoy es el turno de otra duda,
de averiguar otra inquietud,
mucho más grave y decisiva,
necesaria, acaso verdadera.

Y antes de preguntar confirmo mis sospechas
en estos silencios tuyos de domingo y de rutina.
Con ellos es suficiente.
Con ellos alcanzo.
Con ellos respondes.

Ahora sé de dónde vienen los dioses.

LA LIBRERÍA

A Fernando Iwasaki

Las librerías: los Estados
más democráticos que existen.

Nuestro librero cuenta las hazañas,
el hito del negocio literario.

Aquel libro, de Marx, ha convivido
un año con las páginas de Friedman;
ambos han sacudido los bolsillos
de un universitario trasnochado
e idealista…

Y no hubo contienda ni conflicto
el tiempo que estuvieron dialogando.
Quizás alguna broma algo mordaz,
el discutir irónico y burlesco…
y poco más.

Un día del invierno, bajas temperaturas,
Góngora se cobija
en un endecasílabo famoso
de Quevedo.
No estorba la nariz superlativa,
el ingenio satírico del verso.

Las librerías: los Estados
más democráticos que existen.
Escritas están todas las ideas
en silencio. En calma.
Y en libertad.

JAZMINES

Estos jazmines sobre la azotea
y la pachanga dándonos la tarde
al recoger los platos de la mesa.

Dos a dos. Queda en tablas el partido
y mi padre murmura y se molesta
de una mala postura en el tresillo.

Un domingo de exámenes, ya junio
crece calores, año 2005.
Un número lejano y diminuto.

Estos jazmines, blanco y transparencia
que retratan, sin letras e impolutos,
casi todo lo escrito en tus poemas.

VERLAINE

Yo soy el Imperio al final de la decadencia,

escribe Verlaine.

Y yo digo que hay anuncios,
apuntes, sentencias,
que escritos de este modo,
más que a un verso se asemejan
a la inmensidad
de la línea que une
mar y cielo.

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LA VOZ PRIMERA [Mi poema]
Gerardo Deniz [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Aunque sé que no existe, yo quisiera
ser pincel y pintar una quimera,
vestirla con los trapos de princesa
y hacerla pasear en su calesa
brindando por que el mundo la aplaudiera.

Un capricho de Dios. Sería bonito
que el amor siempre fuera un requisito
en cualquier estación, Y en primavera,
además, se jactara y presumiera
añadiendo al querer ese puntito.

Si pudiera, dios mío, si pudiera
la bondad llevaría por bandera,
exhibiendo ese emblema con orgullo,
una rosa impresa y un capullo
santo y seña de amor hasta que muera.

Una brizna de mar. ¿Acaso el cielo
es más lindo y más fuerte que el anhelo,
que un suspiro en la playa al caminar?
Las promesas nunca tienen que acabar
y antes de aterrizar aupar el vuelo.

¡Quién pudiera nuestra alma adecentar
y exhibirla desnuda junto al mar
o haciendo un auto-stop en carretera!
El deseo: vivir y mejorar
del bel canto ha de ser la voz primera.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Gerardo Deniz

Secreto

Ponderan mi memoria de cosas variadas
(—Tiene usted una memoria felicísima,
me dijo a mis diecisiete un viejo químico),
pero el secreto que sólo yo conozco
es que más y mejor recuerdo todo
lo que atañe a cierto olfato y cierto tacto
(no hablo de zonas erógenas pues son el cuerpo entero),
y que estos rastros mnémicos
me asaltan a mano armada en mil circunstancias.
De pronto mi órgano de Jakobson, mis manos y lo demás
despiertan, desvergonzados y simultáneos,
ante la estantigua de las ausencias,
quienes, por si fuera poco, cargan a la espalda
sentimientos, palabras, preguntas sin respuesta o respondidas,
más toda la tramoya necesaria
para seguir existiendo sin perder lo existido
que siempre concluyó de igual manera,
pero dejando todos los detalles tragicómicos.
Huellas dactilares, indicios de ADN,
parafernalia caduca, pero ello,
lo puedo asegurar, no tiene gracia ninguna.

Preparativos

Me preocupa (entre otras quisicosas) pensar,
ahora que me quede ciego,
qué voy a hacer con la mesa de billar que traigo dentro de la cabeza
cuando rueden por ella
(y a oscuras)
cisticercos, pezones lisos como caramelos chupados,
canicas, avellanas, vólvoces (gónadas), burbujas de chicle, oes
y hasta una que otra piedra de la locura.

(No) vamos a ver qué pasa.

Sintomatología

Esto va de mal en peor.
Hace unas horas te encontré en una pieza de Scriabin
que, por tanto, en adelante será tuya.
En mi poblacho habrá esta noche una luz
y en adelante continuarán siendo más, bien lo sé:
son las metástasis que sin querer desparrama tu existencia.
No sólo por el andar se denunció la diosa.
Es ello, estoy seguro.

S’agapóo

Te me mueres de seria, cual chiquilla,
estoy convicto, amor, estoy confeso
de que, evitando algún desleal beso,
te acaricié el cariz de una orejilla,

donde una chispa de oro en seda brilla;
mas desde aquel dulcísimo suceso,
la aurícula, de escrúpulo y de peso
rojea y se enfurruña, la muy pilla.

Flor: di a Miguel Hernández que he olvidado
sus tercetos, con íntimo decoro
(supones) y te apartas de mi lado

a sestear en la Mezquita Azul
de Estambul, mientras yo mi culpa ignoro
—ay, corola del Cruzeiro do Sul.

Qué importa cómo seas si eres tú.

Palinodia del rojo

No cantes ésa, rojo, porque ya no se estila.
Sólo algunas pazguatas piden perdón por ti,
pero la mayoría te reciben serenas
y hacen bien. Saben oscuramente
que, si bien a unas cuantas das algún dolor,
en desquite haces a muchas más ardientes [confidencia de dos] y pones una fascinadora inflexión
en los deleitosos alientos femeninos.
Jáctate mejor, rojo, de que fue el doppleriano
batocrómico corrimiento de las líneas espectrales
en conjunto hacia ti
lo primero que reveló la expansión del universo
(lo cual no es una cuestión de poca monta).
Piensa también, oh rojo, que si en ruso tu nombre
se funde con lo bello
(lo cual no es, por supuesto, lo que cree gente babosa)
es por algo —dímelo a mí, que vehemente acuso todavía
a la que siempre de rojo iba vestida
y cuyos ojos, oscuros teobromos deseados,
aún llevo en mis entrañas dibujados.
Para no ser prolijos, en fin, oh rojo contempla a tu poeta
confiando en que lo ayudes en su triangulación
de la topografía divinal de un blanquísimo Chaco,
ruega por nosotros los rojos y los verdes,
así como por algún Rangoni malhadado.

El perfecto agonoteta

Cuando la vanguardia de los corredores asomó en la distancia,
un inmenso clamor se alzó de la multitud
y creció aun más al ver cómo la Marratoncita iba alcanzando el primer lugar,
hasta cruzar, veloz pero serena,
la línea anaranjada de la meta.
Marratoncita giró 180º y anunció, sosegada —Victoria.

El viejo adivino etrusco
se acercó a ella:
—Entre los varones que viven en el orbe,
escasamente una docena te merecemos. Por desgracia, todos
rebasamos los setenta, y hay que aguantarse.
Que te acompañe pues este agonoteta cántabro favorecido. [A éste:] Conduce a Marratoncita al penthouse del templo, sudorosa pero sensata,
extiéndela a gusto y acéitale con la lengua todas sus divinas bisagras,
levántala entonces y sométela, horizontal, a la ducha fría;
cuando el coxis deje de saberle a sal,
hazla rodar sobre un gran secante verde, sin solución de continuidad
y échatela al plato.
Deja a los persas alzar torres al silencio.

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[/su_spoiler]

YO ESCRIBO POR ESCRIBIR [Mi poema]
Sofía Castañón [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Yo escribo por escribir
igual que siembra el labriego
al voleo; como el ciego
que mira sin percibir,
y que ha aprendido a vivir
sólo mirando hacia adentro
y se siente tan contento
con tan sólo presentir.

Y aunque yo intento sentir
tengo ya el presentimiento
que conmigo soy atento
y a otros aprendí a mentir.
Me visto sin desvestir,
mi esencia guardar, lo intento,
no me gusta venga el viento
mis ideas a esparcir.

¿Vivir o morir? Vivir
en un grito, en un lamento,
las lágrimas en adviento,
o es un deseo de huir
sin saber a dónde ir
hasta perder el aliento
impasible al desaliento
y al fin llegar a morir.
©donaciano bueno

No me digas que tú también #escribes? Share on X

Comentario del autor sobre el poema: Dicen de los niños que realmente su personalidad se descubre en los juegos. Quizás para los escritores éste sea el juego.

MI POETA SUGERIDO:  Sofía Castañón

Poética

Hay una máquina de CocaCola
en la antesala de la mina.
Mina
no es una metáfora.
Mina
es el carbón en la frente
y el sudor en las manos.
La mina de mi abuelo. Puede
que también de tu abuelo.
Mina negra. Mina grisú.
CocaCola
es lo que aparece en la caja
de luz donde los hombres se cambian
y cambian palabras -`porque
así no piensan- y esperan
sin céntimos
para la máquina.
En la antesala de la mina
no hay ninguna metáfora.
Hay una máquina de CocaCola
muy luminosa y muy blanca.
Y nadie la toca.

La habitación de la que no se habla

El hombre sin número y sin taza
no se quedará al desayuno.
El hombre quisiera ser niño y llegar
de la mano de la niña como se llega
invitado a una casa para un juego.

Pasar la noche entre pinturas de manos,
manchar la madera de ahí, y manchar
la chaqueta negra y manchar el cuerpo
de todo aquello que aún respira.

El hombre sin número es un niño.
Cuero, ideas, arrugas.

La niña es trampa.
En la cadera le pinta
una filacteria de prosa.

De lejos, sólo dos niños
dejando que todo suceda.
Como ríen nadie ve
la grieta que al fondo
se expande.

Me llamo Sofía

Me llamo Sofía
y desde niña
he oído que es nombre
de reina.
Me llamo Sofía
como los pasos oscuros de mi abuela
antes de que un tren me dejara sólo
un nombre
y un vacío
en la memoria.
Me llamo Sofía
igual que el conocimiento,
me recuerdan quienes saben tres
palabras en griego y tienen
muy poco que contar.
Me llamo Sofía
y nunca me dicen
como Coppola, como Marceu,
como esa de Kill Bill
a la que le cortaban los dos brazos.
Y me disculpo
por no tener a Jostein Gäarder
en mi mundo, por no
querer estar en el candelabro, por no
tener de Bulgaria más que una postal
que no era para mí.
Me llamo Sofía
y desde niña he oído
que es nombre
de reina y también
que por aquí llueve mucho
y que antes se leía más
y que los niños ya no saben jugar
y tantas otras
conversaciones de ascensor. Por eso
para evitarnos
tanto tópico
y tanto rollo monárquico
quisiera llamarme
de vez en cuando
Dolores, Virginia, Margarite
y hablar también
de revolución.

TODOS LOS CAMINOS LLEVAN A ROMA

Esta vida es un valle de lágrimas.

Y tú que no,
que hay palabras hermosas
y canciones y perros y niños.
Que este mundo tiene una sonrisa
por alguna parte.
Y para buscarla te vuelcas
en la noche y la boca
del lobo
te sabe a metal.

Y entonces resulta
que vives porque estás llorando.

CHRISTINE´S WORLD

Siempre fue el mundo de mamá.
A nadie más podría pertenecerle
una imagen tan injusta:
la infinita desproporción entre
obstáculo y patria.
Ni Sergio ni yo sabíamos quién era
Christine, menos aún que las piernas
no le servían. Aunque sí entendíamos
que estaba enferma.
Sólo los enfermos se quedan así de tristes,
incapaces de llegar a su casa.

Donde mi madre tenga una habitación
estará el cuadro. Yo ocupo en una suerte
de herencia momentánea su rincón antiguo.
En la pared sigue el cerco de la imagen que estuvo.
Yo me siento también contorno algunas veces.

Tendré que buscarme un cuadro,
Salgo a la calle. No digo patria.

ANAMNESIS

Hablamos de la mañana
ancha temiendo que conociesen
nuestro secreto, que nos pasasen
coches por encima al descubrir
-ellos, que siempre van con prisa-
que tenemos alquitrán en el pecho,
que padecemos la gripe de los siameses
o alguna otra alergia tan mortal
como perder un órgano o un hueso hermano.
La mañana ancha,
el sol que parecía inofensivo,
nosotros tan vivos
y con tanto miedo.

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GUARDIANES DE LAS ESENCIAS [Mi poema]
Andrea Cabel García [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

El jefe de la Iglesia, don Gregorio,
al tiempo que otra historia nos contaba
se escucha que de un niño él abusaba
poniéndole un final satisfactorio.

Si es cierto, eso no es cierto, está en suspenso,
sabiendo que creer no es creer ver,
dudar es otra forma de entender
no a todo lo que él cuenta echando incienso.

Los niños ya se sabe que, inocentes,
absorven lo que dicen sus mayores
tratando de abusar de sus temores
y su arte de pensar tan incipientes.

Después cuando maduran y son cuerdos
descubren la verdad de esas mentiras,
expuestos a escuchar que tú deliras
o acaso algo peor sois unos cerdos.

Tener criterio propio está mal visto
si el mismo no se ajusta a las conciencias
de aquellos quienes guardan las esencias
mas yo aquí a hacerles caso hoy me resisto.
©donaciano bueno

La #Iglesia se excuda en que los #curas también son humanos? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Andrea Cabel García

Lyrica 500 mg.

Era un día de tantas lyricas,
uno con luces en el cielo y sonidos comiéndose al mar
Yo hubiera querido ser una ventana
o una letra escribiendo tu nombre en cualquier pared.
Hubiera querido ser tantas cosas,
Y solo fui esta palidez inexplicable

Este supuesto vientre sosteniendo el tendón de tu dedo meñique
Esta supuesta llamada a media noche esperando tus dientes callados.
Mientras no estás, las casas en Craig se llenan de copos morados de papel,
Copos que miran tus botas rojas
Tus botas rotas pisando el frío
pisando el día que amanece al otro año
con velas y maullidos dispersos, con papeles impresos que dicen cualquier cosa.

-Tu boca y tu nariz: espacios intersectándose imprecisamente-

Quería darte la sombra de este objeto

La boca de este ojo que estalla,

el cielo de este animal que te ha buscado
que se ha peinado con saliva
y que soñando con algún silbido
ha cruzado esa pista gigante, sin luz, esta pista que lleva al fin del mundo,
por donde las setentayunos as y ces, desprenden su pulpa para quemar un sueño

Postre de limón

Debajo de tus manos todo adquiría forma
La mirada de una flecha
La temperatura de una cocina amarilla
La mesa con bancos para gatos
El hombre que comía mazamorras mientras se reía
Y tú que volvías al día siguiente bajo la forma de un dulce relleno de
fres, o guanábana
O como mochi cubierto de miel.
Mi corazón coloca mantequilla en el molde
Se desprende para entrar al horno
Se recuesta entre el azúcar y la harina,

Mi corazón ácido amarillo y ácido
Encerrado en la noche, en tu sonrisa o en la mía, encerrado,
Atado en dos caras
Atado como un ave sin brazos para amasar, sin ojos
para medir las yemas y los huevos
de la espuma que crece
dulce como tu sonrisa, como tu mirada a las seis de la tarde
como tu caligrafía en un pilot de cero punto cinco
como el espacio tibio en la cama que dejas ácido, que dejas muerto
que dejas verde, como la cartuchera en tu bolso negro.
mi hija ha muerto, y solo pienso en sus manos
cuando alzadas nadaban celebrando una vida, la mía, la suya, una
sola.
mi hija ha muerto, y solo veo el postre ácido
la miel ácida
la cocina, la comida, la sangre, la forma de llorar,
ácida.

En breve cárcel

Muera lo que deba morir; lo que me callo.
Antonio Gamoneda

Invades el camino,
De punta a punta,
Como una rueda
Y tu nombre mastica una espera
Sentada
Sobre el lomo de un erizo,
Con la mirada en la puerta,
Con tus carencias latiéndote en los ojos
Con tu esperanza en un nombre de estómago amplio.

Y mi necesidad de salir del borde del suelo
Para olvidar tu abandono para acariciar por dentro
Esta voluntad donde pende una línea
Como una boca que se abre frente a la voz de un animal que llora.

Te encuentro entre grandes voces semejantes a la mía
Estirando los muros con latas rellenas de piedras
Cubiertas de frutas secas
dulces como el rostro de una anciana
dulces como la mordida de una tormenta
el camino bordeado de plantas de sed, de rostros muertos,
Mírame, llena de puertas cerradas
cubierta de una infancia mal curada

mírame frágil
sabiendo de mi tiempo como una habitación rota
como un colchón sumiso al tiempo
a un cuerpo solitario
nadando entre rabia
y pudor
nadando
austero

inválido.

Ángela

La palabra es el único pájaro
que puede ser igual a su ausencia.
Juarroz

mi sangre,
de ojos grandes
de mirada hacia el cielo.

mi sangre,

de ojos

alta fugaz marea
vértigo en las sumas
santa materia dolida
angustiado verbo

golpe de vértice opaco,

hermana,

breve cavidad de grito
nueve meses rompiendo tejidos
tan triste

furiosa,
cayendo
con la sonrisa oscura
con los ojos idos
con el cielo empinando despedidas,
hermana

hermana.

currahee

éramos una guerra de espejos,
doce millas de ancho por doce de largo.
la simetría de dos muertos encendidos de golpe
prendiendo las luces en el abandono de la noche,
buscando los pozos de los abuelos,
la muñeca que era la hija.
los ojos que siguen mirando desde la cama,
las grietas de todas las paredes.
el paraíso,
una isla de tierra roja abierta en dos que mira al agua salada.
un conjunto de esqueletos frente al paisaje de la plaza,
un centro duro de luz
de animales verdes y amarillos empozando las medias lunas,
la navegación de los peces,
el soplo de las arañas junto a la flor que mira al techo.
nadie extraña el mediodía, la altura de los rostros.
no hay distancia desde los huesos,
nadie suspende la caída
y el mundo es esta tarde que combate,
que solo mide desde este corazón,
el cansancio que trae la sed,
la implosión de las cucharas que lo ven todo desde aquí arriba.

The Manza tibia code

INCLINADA y sin cualidades, mi espalda te agradece
Se encorva y disuelve todo el control del universo:
tus tendones y mis nervios, arpegios escogidos para unirse
Y cantar dolorosas sentencias, dolorosas despedidas,
dolorosas bienvenidas
A mi también me duele toda esa belleza
La del lunar de Carmen en tu pierna derecha
La de la forma de tus orejas cuando no encajan en la rutina

La de la mirada dios que no tiene piedad conmigo, ni contigo,
ni con ellos.

Sentarnos sería bueno, entonces.
Colocar un banco y una silla, dejar al gato sentarse también.
Sentarnos sin aspiraciones de postres dulces
o de constelaciones heridas
Solo abrir un sobre amarillo y colocarlo en agua tibia
Y dejar que el azúcar se vaya.
Sentarnos para que la tarde caiga despacio
sin hacer demasiado ruido

Y contar los aretes en una oreja, o en otra
Y darle nombres a nuestra relación: estrella, luna, noche, infierno, paraíso, nostalgia, bipolaridad, taquicardia, incendio, toxica receta de galletas de nuez, darle nombres
Y buscar palabras, y buscar relleno en una empanada
Llenar los formularios mientras silbamos
Ver que el sol en el minuto siete u ocho de la tarde se hace rojo,
se hace naranja
Cogernos las pestañas y morder fuertemente nuestra lengua
No decir lo prohibido
No decir sin azúcar, no tan caliente, no tan llena
Dejar que la taza sea una taza y que las palabras sean eso, nada más.

Dejar morir, dejar todos estos cuadernos, todas estas rayas que suben y bajan, dejar la decepción y la agonía, dejar de lado el carnaval de la mentira, dejar las botellas sin alcohol porque las dos, las dos tenemos el mismo diagnóstico: the manza code at six.
Y no soñar demasiado esta vez.
Dejar ir a la mujer que señala la cometa, o a la otra que se borró la cara, que borró todas sus señales, para no soñar demasiado y para mantener todavía estos discos que aunque abiertos, aun la sostienen.

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YO NO SOY DE AQUÍ [Mi poema]
Felipe Zapico Alonso [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Yo sé, no soy de aquí, que aquí la gente
se siente que es de aquí, de aquí se siente.

Yo no me siento de aquí, soy extraño,
que para ser nací de agua corriente
un reguero, un meandro, un accidente,
por no ser nunca fui ni de un rebaño.

Soy un río que ha llegado hasta la mar
y se encuentra al final ya de este río
reventado de tanto caminar
desnudo con su sol y con su frío.

Un ajeno presiento soy, intruso,
un naranjo que sueña con un pino,
un barco que ha perdido su camino
e intenta no admitir que está en desuso.

Arroyo que ha llegado a la frontera
y aún duda de salir a navegar
pues desconoce aquello que le espera
sospechando pudiera naufragar.

Un ave soy que anduvo en muchos nidos
que a un lugar llegó un día por chiripa,
pudo nacer allí o en Arequipa,
donde anduvo libó de los sentidos.

Ni siquiera, su nombre Donaciano,
es de por aquí, suena corriente,
extranjero cual Camus*, el indigente
nunca habló ni conoce el valenciano.

Yo sé, no soy de aquí, que aquí la gente
se siente que es de aquí, de aquí se siente.
©donaciano bueno

*Albert Camus. De mi época de estudiante en Bélgica leyendo L’étranger.

MI POETA SUGERIDO:  Felipe Zapico Alonso

(de TRAGOS)

No tuve ocasión de decirte adiós
en realidad nunca llegué a hablar contigo
pero quiero que sepas
ahora que soy mayor
que si te vuelvo a ver
te diré adiós
morderé tus labios
mientras te desmayas entre mis brazos
y me iré sin decirte adiós.

Huyendo cada noche de mí
di los rodeos más extraños
llegando siempre
sin remedio,
casi siempre crispado,
a donde había prometido no volver.

Hacen un altar

Hacen un altar
con tus fotos
canciones
poemas
cartas,
después lo guardan
junto a la extinta
colección de
botellitas
de
vodka.
En un traslado
pasan a una caja bajo un sofá.
Más tarde a un altillo.
Finalmente
al
contenedor
azul.
Eso queda del altar, del amor.

En la ventana

En la ventana
secas tu pelo al sol
mientras lees.
En invierno ya sería de noche
y la escarcha
enredaría tus cabellos
rojizos ahora al sol
y las estrellas te coronarían
como una virgen
como una mujer
para los sueños.

Le pusiste ruedas al mundo

Le pusiste ruedas al mundo,
también instalaste unas ruedas
en el baúl del bisabuelo.
Contaron también con sus ruedas
la televisión y el frigorífico.
Intentaste ponerme ruedas a mí
pero me movía demasiado.
Te pusiste ruedas tú
y te fuiste
tan lejos
tan deprisa
para un rato.

Rastro de espuma

Rastro de espuma
en el borde
de la
madrugada.
Cuando los labios
duelen
de
tanto roce
y
las
yemas
se
aferran
al
vidrio
de
la ausencia.

Clamar

Clamar
clamar
clamar
clamar

Reclamar reclamar clamar reclamar
requeteclamar requeteclamar
requeté
requeteclamar requeteclamar.
Reclamar reclamar clamar amar.

Amar

Que sencillo sería todo dejándolo en amar
no clamar amar amor no reclamar no
requeteclamar requeteclamar requeté
clamar reclamar reclamar.

Removiendo en los recuerdos

Removiendo en los recuerdos
aparecen de pronto
unos pechos sin rostro
varias sonrisas huidizas
tres o cuatro arrebatos
y el Gato con Botas.

CON LA AYUDA DE DIOS

Esa mujer
dice que está curada
con la ayuda de dios
esa mujer
tomó su quimioterapia
con la ayuda de dios
esa mujer
se sometió a cirugía
con la ayuda de dios
esa mujer contrajo el cáncer
con la ayuda de dios.
A mí me pasó algo
muy parecido
eso sí
sin la ayuda de dios.

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SIMPLEMENTE GRACIAS [Mi poema]
Diana Moncada [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

A Yolanda Arias Forteza

Si un día aquí, Yolanda, no te veo,
habrás de disculpar me ponga triste,
del día aquel dichoso en que me viste
tú ha sido un acicate en mi paseo.

No importa aquí el espacio o la distancia
que allí donde escribí sentí tu aliento,
si digo lo contrario es que te miento,
bendigo tu bondad y tu constancia.

Hay otros que también me habrán seguido
tan tercos como el fuego hace en la fragua,
la lluvia que del cielo se ha caído,

mas solamente alguno ha resistido.
Lo mismo que a la sed, tú has sido el agua
de un vate que se muestra agradecido.
©donaciano bueno

#De bien_nacido es ser agradecido no? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Diana Moncada

El silencio del mundo

Cubrí mis ojos de piedras para ver el silencio del mundo,
tu cuerpo era una alfombra mágica
sobre la que volamos hacia las carnes
incendiadas del desierto.

Enmudecidos
hallamos en nuestra danza el acertijo de todas las máscaras,
llenaste mi boca de amuletos
y abandonamos el círculo de nuestra primera alucinación.

La lengua trifásica nos envolvió en glaciares azules,
escogimos la hecatombe
como un lecho para desviar las formas futuras.

La garganta del mundo se iluminó sobre la noche
y volvimos la mirada hacia los mares tranquilos,
los peces flotaban como nubes apresuradas,
el mundo caía lentamente
hacia la boca de una ballena adormecida,
nos preguntamos,
¿acaso hay otra forma de morir?

Cubrí mis ojos de piedras para ver el silencio del mundo,
besé la fractura,
amé las fauces
de la bestia que fuimos.

Cielo rojo

El cielo está rojo, dijimos
y abrimos los ojos como lámparas sobre la maleza
Déjennos en nuestra trampa
porque esta ciudad no es una ciudad
ni este planeta un planeta
y este árbol es el sueño de un árbol que crece salvaje en una mañana clara de otro tiempo y de otro lugar
No somos lo que creímos ser
y así está bien
así las plumas siguen meciéndose
desapercibidas debajo de nuestras nucas
y mañana es una instantánea que se reproduce como una canción de verano
sobre las olas del mar que nos vigila
detrás de todas las esquinas de esta
ciudad placebo
ciudad precipicio
donde la única verdad
es que el cielo es rojo
y que caminamos lentos
sobre su ramaje de incendios y espesuras
sin encontrar el hogar la playa o la forma
que contenga el sueño sin edad que somos.

Los hambrientos

Avanzamos como las nubes en su terrible poética del desgarramiento.
Somos el residuo que arrastra entre sus manos
el desfigurado gesto de ser.

Hemos heredado la desolada curva de la cacería
y henos aquí hambrientos
llenos de lodo y rabia
esperando de los espejos
la esquiva mirada en la que nacimos por primera vez.

Las últimas instrucciones

Por ti di a mi padre las últimas instrucciones
(Si en la mañana mi pensamiento es vertical, entierra mis piedras bajo el agua y sé el pez que siempre quisiste)
por ti abandoné su torre
torre que él construyó para que yo criara serpientes y abedules
tras de ti asenté fiebres y niños vacíos que encontré y no pude descifrar los signos
solo vi como una constelación reptaba libidinosa sobre nosotros buscando un agujero
…………………………………………………………Soportarás la liviandad y la amenaza
Hay una ciudad que arde y vemos desde aquí cómo se retuercen todas sus líneas para cantar un himno inconfundible y puro porque la destrucción es histriónica y por su bilis asediada corren años y años de no saber más que los exactos ángulos del fin primero que no el último que no el mar quieto otoñal inaccesible donde se supura materia viscosa llamada vida
Deposité en tus ojos los metales con los que acunaba mi padre mis caballos
pero quisiera volver a su pozo para decirle que la traición es la medida de la transparencia
poco conocida en esta parte del espacio donde nada permanece
soñé con diamantes que corrían sobre su pecho
lánguido como un pasto enfermo y sensual donde solía dormir
pero en ti encontré un esqueleto deforme y lleno de tos y anatemas
déjame llorar la muerte, Martín
mi padre viene para podar las nubes violetas
y encender mi cabeza como un faro perdido que viaja nunca
déjame
sé un mar que se hunde bajo minerales extraños
mantén tu visión blandiendo la espada de tus enemigos
mi padre viene
y la nave se abrirá en tres
nada impedirá que mis columnas se sequen como troncos sobre su lengua amarga.

Ofrenda

Tú pastaste sobre un pueblo de reyes muertos para buscar la melodía de los ángulos
viste entre cabezas reptantes las inexactitudes del viaje y
decidiste hacerlo para limpiar tu pensamiento con vacíos
a ti que los trenes te acechan y los paisajes taladran tu debilidad
se debe el color de lo profundo
la piedra que pulida vence lo vencido
a ti que fuiste sentenciado por una madre a la trama celeste
y que escuchaste las batallas
los paisajes inamovibles
y que fuiste el nardo y la rabia
a ti que fuiste expulsado por una caravana de puertas inalcanzables
tú que nada ves
que la nada te abre y te engendra
tú,
círculo que midió la tierra por medio de especulaciones
a ti que nada ves y que nada escuchas por encima del sonido
que en tus formas se desdobla el hambre
a ti que la vida te quema y los arboles te encierran
y que dibujaste el tiempo en manglares de hielo
para ti
el espacio
ofrece su cadáver intacto al amanecer.

Hoy los dedos me tiemblan

Hoy los dedos me tiemblan
como si dudaran de la existencia del cuerpo erecto de dios
como si la niebla no fuese la cama amplísima
donde el sueño muerde los ojos apaciguados del día
(el día que se mueve como un pez albino
en las manos de un niño que se cuelga)
Hoy los dedos me tiemblan
no saben no entienden no ven
dónde quedó el tacto de los ángeles enfermos
Hoy sus huesos simulan el lenguaje de las ramas en invierno
Hoy no sé no entiendo no veo
Mis dedos tiemblan
y el sol blanquísimo se derrama sobre nuestras escamas borrándonos.

La leche de Antares

Tu cuerpo es el tragaluz de Antares
a través del cual represento para ti una obra terrestre.
Se trata de un texto mudo y torpe que arrastra su lengua alucinada
hasta la cúpula de tu lascivia nuclear.
Es imposible que me reconozcas
mientras bebo la leche vieja de una estrella abandonada.
Hay una,
………….tres,
……………………cien máscaras arrinconadas en tus ojos,
y yo visto el enredo abismal de la ingravidez
mientras lees en mis senos los tres sueños del revés cetáceo.

Hay una,
………….tres,
……………………cien máscaras arrinconadas en tus ojos
con las que penetras el espectro inverosímil que soy.

Tu cuerpo brilla en el espacio
como un cactus prófugo de la oscuridad
y mi sexo mastica las espinas de un lenguaje castigado.

Entre Antares y tú las líneas emprendieron un viaje fugitivo.
Tu rostro te ha abandonado
y en su lugar crecen los helechos abortados de la infamia.

Sueño #13

Embarqué sobre mi barco acribillado
entre la viscosidad de una marea extraña
hubo semen en el lugar contrario
su caudal rasgando mi entrepierna
Fue mi trofeo o mi despojo
mi cuerpo copulando como una serpiente besando su cola
la ambigüedad de un sexo eyaculando las entrañas del mundo
la paradoja de ser una en lo otro,
el cielo jugando a ser el mar.

Memorias

Me gusta sentir mi cabeza colgar durante el sexo
Respirar entre cruces
Sentir el final arrastrarse hasta mi lengua
Saberme al borde,
casi muerta, casi rota, casi diosa
lamer el vértigo de perderse
olvidarme
hurgar en la memoria del otro lo que no encuentro en la mía

Oración

El día que pueda lamer mi boca, siendo otra,
por obra de extraños desdoblamientos
morderé tu más blanda orilla
tu más siniestra oración

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EL ADIÓS DE LOS AFECTOS [Mi poema]
Mario Mínguez [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Por mucho que te cuenten,
morir solo, sin una mano amiga,
no es digno de algún dios que fuera bueno,
y aun menos si es Jesús de  Nazareno;
y al paso que te pisan te revienten
cual fueras, humillada, alguna hormiga.

Morir siempre es injusto
los buenos y los malos por igual,
en medio del vacío, de la nada,
igual que dando al culo una patada
y hacerlo e infringir le a él un disgusto
sufriendo cual si fuera un animal,

Morir abandonado
dejándose llevar de la tristeza
en un lugar que tú no has elegido,
no puede ser el fin de un buen nacido
así que no estés libre de pecado
y aun menos si eres ser que a un dios le reza.

Morir como indigente
en esa noche o día tan aciago,
que debe soportar como un desprecio,
por alguien que le tilde de ser necio,
sin verse rodeado de su gente
haciéndole pasar allí un mal trago.

Morir, el retroceso
a todo lo que hiciste tú en la vida
sin nadie que te ayude o que te aliente,
dejar de ser lo que eras de repente
privándote por siempre de algún beso,
no es digna de un cristiano esa salida.

Morir, yo hoy me rebelo
consciente que está próximo el ocaso,
no encuentro solución ya a mi lamento
ni sirve de consuelo,
pues clamo ya hasta el cielo y no hace caso
que trae a mal traer que es tan cruento.

Morir no es lo importante,
lo grave del morir son los afectos
que huérfanos se quedan tiritando,
sin nadie que les quiera, suplicando
le deje resistir mientras que aguante
el cuerpo y que le alargue sus trayectos.
©donaciano bueno

Crees que los afectos también mueren? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Mario Mínguez

FORJA

Son golpes silenciosos: nada se oye.
Uno es la incomprensión, otro el desprecio,
otro la humillación, otro el maltrato,
repetidos con ritmos desiguales.
Mi sufrimiento se ha hecho incandescente.
Cómo siento el martillo, y cómo vibra
este yunque, la dura soledad,
y duelen las tenazas del Herrero.
E ignoro cuál habrá de ser mi forma…

EL CAZADOR

No era yo el cazador
aunque entraba en los bosques interiores
que creía ser míos,
altivo y orgulloso.
vanamente, seguro.

No era yo el cazador,
aunque quise atraparte como al ciervo o la liebre
cuando huyen por los sotos. o en el aire a la garza.

Así, grácil y rápido,
te mostrabas de súbito un instante
brevísimo, dejando tu belleza,
tu sorpresa fugaz,
al ojo fascinado, al corazón
inquieto de aventura.
No era yo el cazador.
Fue un error cada intento.
Perdí todas mis flechas y mis fuerzas.
Jamás me fue posible
saber tus escondrijos o guaridas.
Y cómo me engañaba así buscándote.

Eras tú el cazador,
paciente, cauto,
oculto desde siempre,

y yo la presa esquiva que acechabas.
Eras tú el cazador:
porque fuiste el arquero transformado en saeta
que llevaste el veneno de la vida
de un disparo infalible a mi costado;
porque fuiste el montero transformado en lebrel
que clavaste los dientes en mi carne, sanándola;
porque fuiste el cetrero transformado en halcón
que me hincaste las garras en los ojos
para darme los tuyos,
y que en mi corazón hundiste el pico
haciendo que sangrara,
vaciándome de sangre para darme la tuya.

Eras tú el cazador:
el Señor de los bosques.
Tú que siempre eres pobre y desnudo y hambriento
me estabas vigilando a mí, tu presa,
con ojos invisibles
desde toda mi vida
y morías herido de amor entre el ramaje.

JONÁS

¿Por qué si nada espero del futura
arrojo hacia él mis versos tercamente?
Yo lo ignoro. No sé cómo no hacerlo.
Pues juro que de haber sido posible
siempre hubiese evitado el escribirlos.
De eso es testigo Dios. Él sabe cómo
a solas y en silencio, cuando surgen
de improviso palabras que me buscan
y yo intento olvidarlas, la memoria
me muestra la figura asustadiza
de Jonás que se aleja, pobre inútil,
negándose, ridículo, a ir a Nínive.
«Trabaja pues», me digo, «tú ¿qué sabes?»
Dolorosa e ingrata por extremo,
acepto ciegamente la obediencia
que exigen los poemas: darlo todo
sin poder reservar para mí nada;
lo demás de mi vida se hace nulo.
Qué difícil dar forma a su misterio,
cómo eligen su tema y me sorprenden:
yo, que soy frustración y desaliento,
dejo en ellos un fondo de esperanza,
y la alegría pone por encima de mí
y de mi miseria mis palabras.

AGONIZANTES

LUCHAN por respirar otro aire nuevo
como si el aire nuestro de esta vida
no les valiese ya, fuese muy turbio,
enrarecido y denso, y los ahogase.
Luchan por acceder a otro aire limpio
distinto del de aquí, de una indecible
pureza que es mortal para la carne.
Y hacen gestos de esfuerzo, que parecen
impotentes, inútiles, absurdos:
dificultosamente empujan con el pecho
una puerta de bronce, y la entreabren;
tras ella está el espacio inconcebible
de ese aire que es luz pura y que es la muerte.
No bastan los pulmones. Todo el cuerpo
resulta insuficiente. Sin embargo
su expiración postrera nunca es signo
de abandono o fracaso: es la llegada.
Quedan quietos de golpe: al fin respiran.

AMISTAD

DIFÍCIL, rara, escasa entre los hombres,
la amistad verdadera es misteriosa:
claramente, sin duda, un don divino.
Y por eso es sagrada: Quien la encuentra
debe cuidarla fiel en su pureza
porque es, como el amor, un sacramento.
Si estás con un amigo ya probado
y en la mutua confianza generoso
¿acaso juntos no participáis
de un ámbito secreto en que sois libres?
¿no hacéis ambos de lo íntimo algo puro?
Tú con él, al igual que hace él contigo,
como un orante has roto las barreras,
y hablas ya sin temor de ti y tus cosas,
mejor que en soledad contigo mismo.
de “Ya nada más” Libros Canto y Cuento, 2017

Care pater:

Duerme tranquilo, padre, estoy despierto.
Tu mano está en mi mano, como estuvo
la mía entre las tuyas, cuando niño,
y nunca he de soltarla mientras vivas. […]

yerran
aquellos que me dicen que a tu lado
yo destruyo mi vida, que la pierdo […]

y al escucharlo me es inevitable
sentir asco del tiempo en que vivimos:
me parece tan triste y repugnante
que esa noble palabra, sacrificio,
les sea incomprensible a casi todos…
No es extraño; ya apenas nadie sabe
qué cosa es el amor…

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EL SUICIDIO DE LOS PUEBLOS [Mi poema]
Isabel Bermejo [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Hay veces que los pueblos se suicidan,
no puedo responder, no sé por qué,
por mucho que lo pienso no lo sé
¿quizás los que debieran no lo cuidan?
¿acaso sus promesas ya se olvidan?
no insistan, si preguntan no sabré.

Los mismos, los que llenos de borregos
en forma de animales que inhumanos,
te miran, te sonríen, dan las manos
y van a engatusarte con tus egos,
haciendo que tus ojos queden ciegos
o cortos de la vista, como enanos.

Los pueblos, los que nunca se equivocan
culpables junto a ti de sus fracasos,
dirán que ellos son listos. Los payasos
que son los ignorantes, descolocan,
trastocan, se despistan o se enrocan,
o dan más de un traspiés al dar sus pasos.

Al fin, si aquí cada uno es cada cual
inutil es querer poner de acuerdo
a intérpretes ineptos y algún cuerdo,
que sepan conjugar el bien y el mal
saliendo a torear un natural
con filias y las fobias de algún lerdo.

Que tontos somos todos y unos más
y alguno en demasía, ni te cuento,
y hay listos que se pasan, no me invento,
pregúntenle si no a santo Tomás,
que sacan gran tajada por demás,
políticos se dicen, lo lamento.
©donaciano bueno

A cada uno lo suyo, es justo no? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Isabel Bermejo

DICIEMBRE

¿Cómo cubrir los días
con amapolas rojas?

Todavía es diciembre.
Hiberna el corazón,
que llena sus aortas
de poemas helados.

DESVANECIDO TIEMPO

Diluyo la mirada,
se desvanece el rastro
de la herida,
hoy ábside,
columna,
estatua inerte,
marmórea luz difusa…

Desvanecido tiempo que no supo,
contra viento y marea,
en su inmenso y cansado devenir,
aligerar la sombra de su errata.

ECOS

Me lo dijo el viento,
en su fuga de notas y vaivenes.
Me lo dijo la tierra,
en cada surco nuevo del arado.
Me lo dijo el agua,
en su estampida de gotas renovadas.
Me lo dijo el alma de las cosas,
con su dedo de niebla navegante.
Me lo dijo a solas el silencio,
con las cuerdas del arpa adormecida.
Me lo dijo la sed de la palabra,
con su aroma de letras como pétalos,
unas veces, herida y otras, besos.

ABRIR LOS BALCONES

Hay que irse acostumbrando
al viejo rostro diario,
al espejo que muestra las edades,
los surcos de la piel y las heridas.
El tiempo huele siempre
a armario viejo,
a alcoba sucia y poco ventilada.
Hay que abrir los balcones,
que el aire vuelva limpio
a llenar las estancias.

ESPERA

La leña seca espera,
paciente, la llegada
de la estación del frío,
cuando el hogar se impregna
con el humo de ancestro
en su boca de lumbre.
Pájaros escondidos
duermen en nuestras alas,
bajo sombras de sueño.
Pero aún es septiembre
y el cielo domestica
su luz en las orillas.

En el tiempo dormido
?el tiempo de la espera?
la noche bebe el agua
que corre en la clepsidra.
Sin norte por mis ojos. Editorial: Averso

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MI POETA INVITADO:  Amaury Salvador

ALMUERZO

Hay un almuerzo de buitres
en el comedor laboral.
El que tiene las alas más largas
impone
silencio atroz.
Los que lo circundan callan.
Temen decir algo inoportuno.
Perder su cabeza.
Es un desayuno sombrío.

TRACTOR

Ellos, los que invocan a Dios
/cuando tragan,
los que utilizan al dinero,
las leyes,
si pudieran,
pasarían con un tractor
/sobre tu cabeza.
Te arrollan
/los sueños diariamente,
la identidad;
están dispuestos a robarte todo.

LLAMADA MATUTINA

Un policía
llama por teléfono a su madre
todas las mañanas.
Al despedirse
le queda un dejo inconcluso.
Sabe que volverá a llamarla
pues ninguno de los dos
se atreve
a pronunciar “te quiero”.

8 HORAS DE LLUVIA

He cometido algunos crímenes.
De ninguno he sido redimido.
Sigo pagando
los años de karma
que cuesta cada uno.
Por las noches
reproduzco “8 horas de lluvia”
en YouTube
e intento dormir.

KAMIKAZE

El karma viene
viajando a eones de velocidad
directo hacia mí,
con la intención de estrellarse
como un kamikaze.
Extraextra

UNA CAGADA [Mi poema]
Juan Antonio Molina [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Soy muñeco al que la pila se le acaba.
Mas, de todo es lo peor que no hay repuesto,
una mula de atar, burro, un cabestro,
que a pesar de estudiar no aprendió nada.

Ni un alumno fue aplicado, ni un maestro,
ni siquiera supo estar en la pomada,
a lo sumo fue un borrego en la manada
que siguió las directrices de algún diestro.

Hoy su vida la descorre en la mirada
y concluye sentenciando al ver su aspecto,
lamentable es este fallo: una cagada
que ha venido y va a marcharse con lo puesto.
©donaciano bueno

#Que una cosa es lo que somos y otra la que nos creemos, o no? Share on X

Comentario del autor sobre el poema: No somos nada (¡literalmente!) Considera que puedes ver menos del 1 por ciento del espectro electromagnético y escuchar menos del 1% del espectro acústico. Mientras lees esto estás viajando a 220 kilómetros por segundo a través de la galaxia. El 90% de tu cuerpo tiene su propio ADN microbiano y no es realmente «tú». Y los átomos en tu cuerpo son en un 99,9999999999999999% espacio vacío y ni siquiera son los mismos con los que naciste, aunque todos se originaron en la barriga de una estrella (…)

MI POETA SUGERIDO:  Juan Antonio Molina

CIUDAD

Me cubre una seda inhóspita de serenidad fingida,
roca inmaterial, transparentando silencio
como una cítara muda donde estallan
los árboles sobre pezones erguidos de flores victoriosas.
Cuerpos verdaderos, acróbatas o aljibes, repartidos en sus lágrimas,
en un susurro de luz donde miente la sangre y alcanzamos la textura
de una pasión sin forma bajo los sauces aún dormidos.
Todo sobrevendrá según la palabra, dardo cruzando el aire
con la voluntad anónima y luminosa para que lo esperado suceda conforme
a un vino que se bebe en sorbos leves y azulados.
Una lucerna de agua o luna, como yunque sumergido en medio
de las olas, nos muestra la ciudad devastada, con quietud
de estalactita en un vértigo de tierra
y desamparo. Caminamos hacia otros hombres con gestos imposibles,
corazón hirsuto sobre una tristeza
que me queda en las pupilas, como un astro inaccesible
que sólo sospecho, entre carnes íntimas y claras espumas,
de caderas plegadas en los límites aborrecidos.
En este páramo de tréboles grises deletreo
las vértebras del agua sobre el insomnio de estípites
y aristas, transito la ciudad teñida de votivas bayonetas
y encendidos tirsos de ramas esforzadas.
Luz sin término en lo preciso, sepultándose
en sus orígenes de fina materia que te alumbra el rostro
vertido en lo inacabable; calles opacas, ramas isósceles
de perverso otoño como un signo persistente surcando
la noche encandilada de funestas alegorías
y arcángeles obscenos saliendo del mar.
Los edificios sostenidos en el aire,
en doloroso acecho, sueñan con el carnívoro
azahar de todos los senderos, altar confuso
en la desvanecida sustancia de los días,
en el fugitivo fuego sobre una ola de vértigo.
La carne grita en la tempestad de los sentidos,
fluyen las madreselvas estrictamente fieles
en los galpones taciturnos sobre los tejados,
vetas de silencios y alcanfores recientes
en el cieno dispuesto para una batalla.
Camino por la ciudad donde caen hasta morir
las sombras de quebradas flechas, rocío
que se pudre en el cielo deshojado
mientras mis manos se inundan de paz o sangre.

De Penélope y las horas sin retorno (2006)

EL SALARIO DE CARONTE

Wholly to be a fool
While spring is in the world
E.E. Cummings

Inmortal Minerva o efigie numinosa de ave nocturna
amargo metal bajo las lenguas, ya sin palabras ni memoria,
de los cuerpos con desnudez de aguacero
que buscan a tientas la dulce caricia de la hierba profanada.
Caronte recibe su salario de fría aleación
y sólo queda entonces, sin sangre mortal ante la calígine inmediata,
el furor homicida de los lirios y las rosas carnívoras
lamiendo las frágiles calaveras de ilotas y tetrarcas vencidos
por los viscosos confines del Tártaro.
Lascia tutta la speranza,
también Buffalo Bill ha muerto
y el hombre de las patas de chivo
por los risco de North Conway,
en la tangente desnuda de un sueño decapitado,
búcaro donde anida el áspide
penetrando en la sustancia de cada atardecida
sobre combados azules o plateados tal vez.
Solitarios paladines con tizonas de adobe y alquitrán
hurgan en la devastación de una caricia herida
sobre viñedos de tinieblas o bastiones de plomo.
No son instantes tibios como la leche materna,
no el claro sabor de violoncello,
sino el tiempo y su mordaza
en la noche de rotación lunar y cabalística.
Invernales espuelas de hielo rasgadas por los solsticios en fuga
como un manotazo al céfiro escondido en el tiempo que queda,
oscuridad bufa y sangrante, bucaneros de la posmodernidad
que extienden vasijas de alacranes
en el batir nocturno de los cuerpos adormecidos.
Ahora a solas, las votivas cornejas que nos esperan
en el ábrego premonitorio de un latido incierto,
como una tralla en hombros sin redención
o en el clamor de la carne que todos fuimos
y todos seremos alguna vez en los límites de una madrugada
a su término o en la proyección del fuego en los cristales
que nos hace revivir, entre cabezas de grifones y vencejos muertos,
los viejos simulacros de amor y de odio,
acaso también, la desolación contagiosa en las secretas cuencas
de ojos como remordimientos
en los que se contempla un mundo al final rendido,
lejos de los nutrientes senos de la tierra,
de limpios roquedales o dardos y colmillos
en una luz fingida de cinematógrafo.
Traguetto de almas imposibles
en un inquietante verso de Poe
como un abismo blanco en el agua enmudecida
o el húmedo otoño de las plateadas almenas de Eritea.
Polvo dolorido o labios sobre sombras liberadas,
sous les pavés, la plage,
en la cornisa de un cielo metálico
y su herrumbre oscura de estancia dormida,
trémula piel cuando yace como un lagarto seco
en la resbaladiza muerte o en la vida que nos nombra.

TODOS LOS DÍAS SIN TU NOMBRE

Un piélago de voces se precipita
en un tiempo ovalado de fructíferos vientres
e ímpetus rotos, trasiego de la carne
en vértices de sombras,
lindes rigurosas de aquello
que está objetivamente inmóvil y atrapado
en una porción de quebrantada espera.
El vacío de una luz sin deseo
boga por el abandono o éxtasis
al abrigo de cielos ingratos,
ausencias de una piel tendida en severa congoja
de muerte necesaria.
Un eco remotísimo maquina
Calcinadas horas indolentes,
Tibias cordilleras de instantes confundidos
Por ojos velados y cobrizas agonías.
Desciendo con una catarata de fuego en la espalda
para cercar de cenizas o acento de barro
el estremecimiento de unas manos sin cuerpo
sobre noches prolongadas en amaneceres oscuros.
Espacios que aguardan sobre un cristal distante,
en círculos de oalabras erguidas,
dispersos extramuros en la incertidumbre
imprecisa de todo lo vivido
entre alquitranes y frutos extraviados
que deja la memoria ausente
de todos los días sin tu nombre..
De Todos los días sin tu nombre (2009)

VENUSBERG

Invernales solsticios del tamaño de la ira,
tiempo culpable que late con pulso de cumbre,
tan sólo ámbito en oscuros jardines solitarios
-undoso azabache de Uccello en San Romano,
o Amarone en cristal D’Arges- desconcierto del amor
que habita senderos de cantil
y perdura sólo en la quietud de una perversa agonía,
irradiación de un cuerpo percibido
en su aristotélica totalidad como un golpe rotundo en la materia,
aleve espacio de noche ambigua,
roses at Tannhäuser Gate,
arazzi lúbrico en recóndito Venusberg, telar de la destrucción,
cette momie vivante qui ignore tout des limites de son vide,
agonal arrecife en desgarro, pálida caléndula,
funestos símbolos o materia rota no contemplada,
alba mínima de errantes e ilícitos astros
sobre leñerías en llamas de neblosa tormenta
donde una verdad del espíritu oculta
nos une en un círculo caucasiano
de frágiles lechos en el trance de vivir,
(argénteos hexámetros de Parménides:
no ha sido ni nunca será, porque es).
Obscena memoria erguida como sangre en espacios absolutos
de azul abatido, porque la luz no basta,
C-Rays glow in the dark
intocable cautividad nimbada en revuelo de cristales,
arcángeles ejecutados en los chapiteles de Trento,
lechuzas de gárgola o monjes salvajes que dejan sus panfletos
sobre la tumba del viejo adalid en los límites últimos.
Horizontes lascivos de lentas espumas,
o piedras convertidas en agua
en un estremecimiento indescifrable,
vértigo insatisfecho en la suave urgencia del abandono.
De Teoría de la incertidumbre (2020)

VIVIR EN EL LETEO

Después de la muerte de los dioses,
el agua rizada de mares oscuros
bañó nuestros cuerpos de barro
en la herrumbre piadosa de los días,
éxodo de la soledad del tiempo a las orillas del río Leteo
entre rostros sin facciones, pórticos encendidos
o tolvaneras de espliego en los muslos del cíclope.
Nos hicimos preguntas conociendo el resplandor de las respuestas
para vencer al olvido sobre gárgolas desprendidas y cristal silencioso.
El ayer se agolpó en frías estatuas en las que apenas nos contemplamos,
en los distantes horizontes de marfil y fuego
donde las flores miran al mar y el cormorán de azogue aguarda,
círculos del viento desnudo, palabras desprotegidas, miradas inasibles
con alegorías de estampas vivientes, tal vez para almas sin cuerpo.
Los labios rasgados de los Macbeth enmudecidos,
como un punzón de luz en los destruidos arrayanes,
atraviesan los empañados espejos de simulacros y cariátides
en el bosque donde los grifones lamen caléndulas rotas.
La brisa del Tártaro, como un manotazo a tientas, nos muestra
el arco combado de una destrucción de bastiones y terciopelo,
crimen sucedáneo con nombre de abismo que toca el rostro
del amanecer con manos misericordiosas y sangre arrodillada.
Los montes imaginarios se llenan de crucifixiones de alquitrán,
no habrá paz para el alanceador de rosas en los extraños días
del áspide en la hierba, en el reflejo taciturno de los cielos de cadmio,
bajo las inercias de las vidas rutinarias.
Nadie como el ciego Tiresias vadeó el Leteo y la belleza del olvido,
el intrépido vuelo del águila caudal sobre las frondas de nuestros pasos
inciertos y desmadejados en un pañuelo de ábrego
esperando un camino o una vida por desvelar o mundos absolutos,
caídos en sí, posteriores al amor, perfumados
por los caóticos aromas de una eternidad a punto de extinguirse,
aliento húmedo de horizontes aún tibios y enlazados, prófugos
en una tristeza muda que con su presencia quema los párpados
tras el cristal de un resplandor que nace con la belleza de las vísperas.
Quietud lívida como una destrucción que desciende boca abajo
para posarse en la dicha inicial del viento entre los árboles, desorden
de abatidos cuerpos de lava contenida, bultos de hielo o metal y barro, ojos que brillan
de improviso como una pregunta que destruye, ceguera inmensa donde la intemperie
araña labios bajo el pálpito de un mundo
sin palabras, vientres de prohibidas raíces, manos que rozan opuestos destinos para vivir
o morir con los ojos abiertos en un desgarro de sol profanado.
Vivir en el Leteo es revivir.
De Vivir en el Leteo (2018)

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NADIE LO SABE… [Mi poema]
Alfonso Ussía [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Pues la vida allí huyó despavorida,
desorientada y sin saber por qué
ha tenido que tocarle a él la herida,
nadie sabe y tampoco yo lo sé.

Ni dios, ni tú, que allí nadie lo sabe
quién fuera ese malvado ¡diz quién fue!
cómo es de corazones el deslave,
nadie sabe y tampoco yo lo sé.

Ni el viento que paseando había ese día
a declarar se unió alegando que
no vió nada…, ni oyó…, desconocía…,
nadie sabe y tampoco yo lo sé.

Y en esta nebulosa que hoy penamos
sólo saben fueron cuarenta y tres
dónde fueron aún nos preguntamos
nadie sabe y tampoco yo lo sé.
©donaciano bueno.

#Cuenta lo que tú piensas al respecto! Share on X

Comentario del autor sobre el poema: Pequeño homenaje a los 43 alumnos muertos/desaparecidos de Ayotzinapa (Méjico)

MI POETA SUGERIDO:  Alfonso Ussía

«Villaver».

El que era de Franco yer,
Cristóbal Martínez Bor,
Duque de Franco consor

Y marqués de Villaver,
Inauguró sin acier
Su labor conferencián,
Y habló de Francisco Fran
De forma tan vehemén,
Arrogante y petulán,

Que por osado e imprudén,
Avergonzó hasta Fernán
Fuertes de Villavicén.
Dijo Cris en Fuerza Nué,
Con toda la sala llé
De intrépidos nostalgí,
Que él nunca tuvo problé
Humanos con el Caudí,
Por ser siempre de su sué
El yerno más preferí,
Padre amante de sus nié
Y de su hija, el marí.
El doctor cardiovascú,
Que fue marqués de rechá
Y hoy gracias al Rey, es dú,
Ha hablado como un merlú,
Y se ha quedado tan fres
Aplaudido por Blas Pi,
Raimundo Fernández Cues,
Y el resto que fue a la fies
De Mejía Lequerí.
Y es que el hombre está que ar
Porque no tiene un enfer,
Ni le saludan los guar,
Ni puede cenar los vier
En el Palacio del Par,
Con doña Imelda de Mar,
Nené Nieto, doña Car,
Y don Alfonso, su ex yer.
Porque ya nadie le inví
A cazar por un negó,
Ni le paga el Banco Có
Sus viajes a Maní.
Porque en cualquier sanató
No es más que un simple medí,
Cuando en tiempos del Caudí
No le tosía a Cristó
Ni el doctor Jiménez-Dí.
Porque ni a cenas ni a cock
De uniforme, frac, smock,
Ni a ningún público ac
Lo convidan, está el doc
Muy dolorido en su tac.
Él, que fue dueño de Espá,
Trina de rabia y de fú,
Porque el Rey y Adolfo Suá
Han desatado los nú
Que estaban tan bien atá,
Convirtiendo en democrá
Lo que fue una dictadú.
¡Martínez, si no se cá,
Le van a decir segú
Que con sus penas se va
Se vaya a tomar por cú!

Romance a los Marqueses de Galapagar

Mira, Irene, la verdad
Sin tapujos ni remilgos
Es que la gente me importa
Bastante menos que un pito.
Yo sólo aspiro a que Sánchez
Me nombre, de algo, ministro,
Que es la ilusión de mi vida
Desde mis años de niño.
Cuando yo era muy pequeño
Soñaba que mi destino
Era llevar por el asa
La cartera de un ministro,
Como si fuera Solís,
Manuel Arburúa, Pío,
López-Rodó, López Bravo
O Fraga, o Silva o el mismo
Cotorruelo Sendagorta
Que fue un ministro muy efímero.
Un ministro de los de antes
Y que mandaban muchísimo,
Con chófer uniformado
Siempre dispuesto al servicio,
En coche del PMM
Y billetes gratuitos En Iberia, Aviaco, y Renfe
Con reserva de buen sitio.

Don Pablo quiere compartir los lujos con Irene Montero

Tú, Irene, siempre vendrías
A cualquier viaje conmigo,
De gorra, como pareja,
Mi amor, del excelentísimo
Ministro don Pablo Iglesias,
Que suena súper bonito,
Que suena bello y rotundo,
Que suena… como los trinos
De un ruiseñor empeñado
A fuerza del píopío
En conquistar a la hembra
Que habita en árbol distinto.
Estoy harto de la gente,
De sus desaires continuos,
De sus chismes por la espalda,
De sus murmullos dañinos,
Que si el chalé, que la herencia,
Que al vino pan y al pan, vino,
Que la Salus Infirmorum
Que atiende y cuida a los niños
Por las noches, permitiendo
Que durmamos más tranquilos,
Aunque nos cobre cien euros
Por sesión, como a los pijos.

Los aires de nuevo rico del líder podemita

El día menos pensado,
Irene mía, cariño,
Compañera y portavoza,
Lo mando todo al mismísimo
Carajo, y me quedo sólo
Con mi cargo de ministro,
Que le gente es muy envidiosa
Desde que somos más ricos
Que el resto de los pringados
De «Podemos No Pudimos».
¿Cómo pretende esa gente
Que crea en el comunismo,
Con un chalé en La Navata,
Con un jardín preciosísimo,
Entre corzos, entre gamos,
Entre ciervos y cochinos,
La oropéndola en el álamo,
El verderón en el tilo,
La torcaz guardando el roble,
Y la alondra entre los pinos?
¿Cómo puede ser el pueblo
Tan sumamente cretino?
Con nuestra piscina azul,
Con nuestro césped divino
Que parece un ‘green’ de golf…
¿Qué se ha creído el gentío?

Las ansias de poder del comunista Iglesias

Sólo me falta, mi niña
Portavoza, ser ministro,
Y creo que tengo a Sánchez
Por los cojines cogido,
Y de aquí a muy pocos días
–en su palabra confío–,
Me llamará a su despacho,
Me abrazará con cariño,
Y me dirá sin celajes:
–Pablo, te nombro ministro
De Trabajo, de Exteriores,
E Información y Turismo–.
¡Tres carteras, tronca mía!
Mi sueño se habrá cumplido,
Y tú estarás a mi lado
Con el más caro vestido
Para acudir a La Granja
A la fiesta del Caudillo
Que vamos a trasladar
Del Valle de los Caídos.
Ya se lo dije a mi madre
Cuando era muy pequeñito
Y aún no tenía coletas:
–Mamá, quiero ser ministro–.

Un verso para Zapatero

A D. José Luis Rodríguez Zapatero

Dormía el conde Rodríguez
acostadito en la su cama:
La pierna izquierda encogida,
la diestra, más estirada.
(la otra pierna, la de enmedio…
es costumbre no mentalla).

Dormía plácidamente:
Hay que ver lo que roncaba,
so la lana del embozo
de su manta zamorana.

Y la condesa Sonsoles,
que al su lado estaba echada,
roncaba un aria da capo
que ni la María Callas…
Y antes de que cante el gallo…
(que lo suele hacer al alba,
porque sepan las gallinas
quién les canta y quién les manda…)
con el rostro demudado,
¡Don Rodríguez despertaba!:

– ¿Qué es aquesto? —diz Rodríguez—
¿Quién mi sueño sobresalta?
¡A mí la guardia moruna
del Ministro Rub-al-Kaaba!

Avanzando entre las sombras
que rodeaban la su cama…
ve que crece, ve que avanza…
la silueta recortada
de un espectro, de un fantasma…
¡Vive Dios que miedo daba!
Entre nubes de sulfuro
y otras de canela en rama,
a los pies de Don Rodríguez
el espectro da la cara:

Va vestido de uniforme,
calzón corto, con polainas…
y, esparcidas por el pecho,
quien en ello se fijara…
no verá que lleve estrellas,
sino bujeros de bala.
Lleva gafas redonditas
—las que John Lennon llevara—
y así… visto desde lejos,
se da un aire con Azaña.
Noble porte, talle recio,
cabellera ya entrecana…
Y quién es y a qué ha venido,
allí mesmo lo declara:

– ¡Yo me llamo Juan Rodríguez:
soy tu abuelo… noramala.
Y aquí vengo por decirte
cuatro cosas a la cara!

– ¿Tú, mi abuelo idolatrado,
aquél que Franco me matara?
¿Tú, la víctima primera
de entre todas las de España?

– ¡Ese soy… y menos coba!
— ¡A mis brazos, camarada!
— ¡Quita allá!… Menos abrazos,
que de mí no sabes nada:
Si supieras, no le harías
lo que estás haciendo a España.

– Abuelito fusilado…
¿No será que estás de guasa?
¿No te dieron matarile
los del trapo rojigualda?
Pues que sepas que tu nieto
—que por algo es el que manda—
va a volver a la contienda
otra vez las dos Españas:
¡Y esta vez verás, abuelo…
que es la nuestra la que gana!
¡Una España progresista,
federal-republicana,
asimétrica y cubista
de la noche a la mañana!

El abuelo fusilado
mírale y no dice nada…
Mírale muy fijamente,
con su cara de fantasma,
una cara que parece
que es de cera, por lo blanca…
Y por ella, mansamente,
una lágrima resbala
(que la cara, según dicen,
es el espejo del alma…).

Ya son setenta los años
que llevo criando malvas
en el cielo del Olvido,
y no sé lo que me pasa…
pero me llena de rabia
que mi muerte y la de tantos
no sirviera para nada.

Allí estamos a millares
los que la guerra matara…
con su poquito de gloria,
con su poquito de infamia.
Padres, tíos y sobrinos,
abuelos de media España.
Allí todos somos uno…
ya no hay rojos, ya no hay fachas,
vencedores ni vencidos…
Sólo queda la enseñanza
de saber que el fanatismo
es quien miente y es quien mata.

Otros muertos más recientes
pueden dar de ello palabra…
(y no veo que por ellos
se te mueva pie ni pata).

Ese es todo mi mensaje,
mi mensaje de fantasma:
No nos metas a los muertos
de comparsa en la tu causa.
No te cuides de los muertos…
cuídate de los que matan,
los que han hecho de la muerte
su más próspera jugada.
Ahí te quedas, Don Rodríguez…
Ahí te quedas en tu cama.
Yo me voy al otro barrio,
que el de aquí me rompe el alma.

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MI POETA INVITADA:   María Montero

DISCURSO

Una mujer no tiene dirección:
Todos su costados son profundos.
No anhela caminos de regreso
mas sí un horizonte indefinido
de pájaros centrífugos.
Una mujer necesita el asombro
de la oscuridad sostenida ante sus ojos
y no los límites precisos de un espejo.
Una mujer se esparce en el aire.
Una mujer nunca está sola.

CANTO A MÍ MISMA

Un arrullo insoportable
Pesa en mis oídos todas las noches:
El zumbido del refrigerador
La respiración de mi vecino más cercano.

He hecho todo lo que dije
Que nunca haría.

SELF-SERVICE

La mano suicida escarba en la basura
y me invita a acompañarla.
Busca desesperadamente lo perdido:
un ojo inalterable para el mundo,
la intimidad de antes.
Ahora cada letra pretende
la altura que no tuvo su herida.
ya no es más la solitaria estúpida,
la que repara el cuchillo y la risa
de otros espectáculos.
La mano suicida salta al vacío
pues no arriesga más
que veintisiete letras.
La mano suicida se ha quedado con mi casa,
le debo la vida.

POETAS-POETAS [Mi poema]
Fruela Fernández [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Cuando yo era pequeño los poetas
con dedos de la mano se contaban,
a algunos muy famosos se estudiaban,
igual que se estudiaban los profetas
y a veces con fruición se recitaban.

Gozábamos en clase con sus versos
soliendo levitar con Garcilaso,
sus musas, sus visiones del Parnaso,
Quevedo y otros próceres diversos
que a todos yo hoy los sigo y los repaso.

Por eso a mi los clásicos me gustan
pues tuve que estudiarlos en la escuela,
lo siento si es que a alguno hay que le duela,
o incluso han de gritar que se disgustan
cual fueran a sacarles una muela.

Poetas, que hoy existen a porrillo,
salúdante al pasar ¡adiós poeta!
queriendo hasta al silencio sacar brillo
en medio de este gran batiburrillo,
con riesgo de que alguno te la meta.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Fruela Fernández

Sentido

De pronto piensas
que ya no entiendes las historias-
enfermos
de lucidez
derramando sus mundos.
(Tal vez
tendrías que empezar por ti,
pero ya es tarde,
y no sirve de mucho).
Hace sol,
es domingo,
los tranvías destazan
el ventanal,
la cabeza te cruje de resaca.
Es domingo,
tus ojos
ven que todo funciona,
y no lo entienden.
Algo te trae inquieto.
todo
provoca
tentación de sentido-
pero no lo tiene.

LA FAMILIA SOCIALISTA

Muchos de nuestros hijos están allí
Josep Borrell

En diciembre fuimos a votar los cuatro
—mis abuelos traían los sobres preparados de casa—
y el fuego se olía en la calle
Colos comunistas
(dijo mi abuela, otra vez, en la comida)
nun voi ni a pañar perres,
es decir,
que ella —socialista— no estaría entre los comunistas ni siquiera para recoger
monedas del suelo
(¿de dónde le viene esa escena?
pienso en un cacique
que dejase un reguero de pesetas
al pasar entre los jornaleros
o en aquellos turistas holandeses
que lanzaban euros a las mendigas de la Plaza Mayor).

En el tren
asocié
a nuestra familia con los terrenos que abrieron
tras las obras de soterramiento:
las zonas
de piedra menuda entre vallas y artos,
donde empieza
la periferia:

algo incompleto que podía
ser el principio
porque no terminaba
de romperse
o quizá un recelo
más antiguo,
absorbido
por un paisaje.

De crío me ofrendaron al PSOE.
Mítines en Rodiezno y La Chalana,
collados abiertos tras horas de mareo
o la orilla
donde brillaban
concursos de entibadores, tarteras de carne y la promesa
que no tomaba forma.
Mis abuelos
llamaron a su casa La Rosa;
no el Llungueru
ni Cholo y Luchi
sino
La Rosa,
una Casa del Partido.
En el 88, primera huelga general,
mi abuela me llevó al colegio.
Por la reja entrecerrada para no atraer a los piquetes
me acercó al portero
como si entregase un fardo de contrabando.
Entre alumnos de doce cursos
fui el único.
Pasé el día
coloreando
en el frente socialista.
Mi abuelo lo explicó,
a su modo,
veinte años después;
—Si tuve algo parecido a un ídolo
fue Felipe,
pero resultó que era un hombre como los demás
y tenía una querida.

A la entrada de Oviedo

dejé de recordar.
Uno
de los setenta siete incendios
asomaba,
cercano.

Dicen que un pastor
quemó bosque para darlo
al ganado.
Pero el fuego en diciembre no crece,
es el viento del sur,
extraño,
el que lo empuja.

La familia socialista (nota)

Cerca de Bobes
hay un llano cerrado con plástico naranja.
El concejo imaginó un polígono
aunque no habrá.
Dos caballos y dos mulos pastan,
uno tordo y otro blanco por pareja,
frente al carril a medias
de la autovía.
Las casas, posadas allí,
entre tapetes de musgo para un belén de escuela.
También
el monte bajo
y el eucalipto,
traído para crecer y arder
y dar papel.

La familia socialista (memento)

Tenemos mal morir. En la consulta
hablamos del retraso. La mujer
de melena espelurciada se encoge
y duerme junto al ficus. Su vecina
narra la paga —poca— que recibe
por el marido muerto en accidente
y la más joven
explica que fue a casa, tendió ropa
y la secó.
(Güelita Soledá
repetía Duélenme los cadriles
—manos a las caderas— y era úlcera
de la aspirina. Oscar
pidió que recordasen sus cenizas
en botella de sidra. Honorina
no rige. Pichu se ahorcó.)
Con gesto
neutral, el dermatólogo retira
los lunares que habían complicado
el color:
eran nada,
pero llevaban traza. Rasco el cerco
de vello afeitado y betadine
y sé el tiempo que viene:
qué haremos
con tanto plato, cenicero, prueba
de vacaciones, tanto relicario
del partido vivido, cuando mueran
y vayamos detrás,
cerrando casas.

La familia socialista (las manzanas)

Las últimas manzanas de la temporada
—reinetas marrones, de Kent—
son blandas y fariñonas.

Las dejaría en el cesto
hasta que acaben podres,
pero mi abuela me enseñó
que tirar comida
ye pecáu».

¡Bayures!
Eso son
bayures,

diría,
apretando el forro de la muleta
y clavándola en el suelo,
si intuyese
la tentación

del gasto
o el descarte.

A veces
la memoria nos da el tono,
inclina la perspectiva
como un traspiés o un techo bajo.
Para mi abuelo fue el hambre,
para mi abuela la visión
del hambre.
Por eso
cuando se encontraron
mi abuelo pensó que era hija de carnicero:
Tabes bien sostenía,
la carne como elogio en la escasez.
Por eso si comemos deprisa
repite
Paliáis como les del Tirriu,
las viudas de guerra que cargaban paladas de carbón a los vagones,
mientras El Tirriu, usurero,
medraba.

Por eso
siempre habrá semanas
de compota, de puré, de manzanas últimas
al horno
en esta familia.

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EL BURGO DE OSMA [Mi poema]
Ana María Iza [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

La alborada en un pueblo de Castilla
en la plaza mayor. Los soportales
con sus arcos romanos. Catedrales
devuelven al pasado en la mirilla.
mejor cuando florecen los rosales.

Un café que del sosiego emana
con aroma perfuma su silencio.
Cuatro gotas, no más. Yo reverencio
a esta hora de misa tan temprana
saliendo a pasear que hoy yo presencio.

Plaza empedrada, de pisada ilustres
sembrada de paisajes y recuerdos
¡es curioso! famosa por los cerdos,
matanzas que a la villa le dan lustres
su sabor, sus olores, sus recuerdos.

Vestida eres de iglesias y sermones
mirando a tu pasado clerical
y orgullo de tu antaño medieval,
de obispos tan impíos y gruñones
que hicieron de la villa un carnaval.

El Duero que te observa y que suspira
sin osar distraerte de tu sueño
avanza justo a un lado muy risueño,
sin rozarte que da un traspiés y gira
soltando algo de su agua en un barreño..

Que aunque de Burgos cerca, eres soriana,
y como atañe a la Vieja, eres austera,
yo que arandino soy, tú, ¡puñetera!
nuestra villa registe por cristiana
mas ambas adornais a la Ribera.
©donaciano bueno

Una ciudad con historia, #Burgo_de_Osma Share on X

Comentario del autor sobre el poema: Aranda, aunque perteneciente a la provincia de Burgos siempre dependió jerárquicamente del Arzobispo de Osma. Desde el Burgo de Osma, población soriana en la que ahora me encuentro de paso, quiero rendirle este humilde homenaje.

MI POETA SUGERIDO:  Ana María Iza

Amor amor

El mar juega con la botella
la desnuda
la enreda entre sus patas azules
le da vueltas;
Trepa las porosas rodillas de la playa
la mece, la ensucia
enrosca
-desenrosca-
salta al cuello
la bebe.
El mar brinda con la botella
le perturba
le entierra
desentierra
¡La Botella y el Mar!
Yo te recuerdo.

La calle

Las calles os esperan.
Os esperan los postes en su sitio
dejad las cuatro paredes de los cuartos.
Dejad la sombra colgada en cualquier clavo.
Dejad la pesadumbre en las rendijas.
Sacad el corazón con sus fusiles.
A matar la miseria en las esquinas
y a matar sin dolor a los cobardes;
por ellos todavía existe el frío
y niños amarillos
y miedo en las miradas.
Cada piedra es un verso que echa llamas
cada puerta que se abre es una herida
cada hombre que sale de su hueco
una hilera de puntos suspensivos.
Las calles os necesitan,
compañeros; de aquí,
de todo el mundo,
empapelad las calles de poemas,
de rosas y de gritos.
Pegad en los murales vuestra sangre
y no la despeguéis
hasta que nazca el día.

Carta a mí misma

¿Recuerdas cuando era el teléfono un pájaro cantando en el alambre…?
Nunca creíste que sólo se trataba de un vil artefacto.
Eras insoportable.
Por eso hasta quisiste un lunes regalarte.
Tenías la mirada llena de barcos.
Dabas de comer a los perros del parque y te sabías de memoria el número de árboles, a fuerza de ser viento,
de ser hoja, de husmear no sé qué estrella entre las ramas.
Eras un raro espécimen,
una degeneración futura,
un grifo siempre yéndose,
ya ni sé qué decirte,
eras algo bastante feo que me gustaba.
Te pregunto, por preguntarte,
porque sí, porque llueve y algún entremetido te ha empujado:
¿Qué harías si te dejara libre, si de un manotón quitara la montaña…?
De ley irías a refugiarte en la ternura,
a estrellarte en el borde de un retrato.
A escarbar en el suelo un sucio anillo del que nacieron rosas,
lombrices, telarañas.
Tú, siempre serás tú.
No habrá abracadabra que te cambie.
No habrá reencarnación que te libre del lodo de los sueños.
No habrá forma de librarse de ti ni estrangulándote.
Oye: no vayas a suicidarte.
Me es indispensable tu presencia:
triste, desafiante.
Terminada en punta —como una hoja— detrás de la ventana.

Papeles asustados

A la niña
doy a rayar estos papeles
para que se entretenga
y deje de soñar mentiras.

Versada la niña en ensuciar paredes
pinta todos los días con tiza sus verdades.

Arreglo sus cabellos con cinta de colores
y le entrego un cuaderno a doble espacio.
-nadie le culpe por las cosas
que su alfabeto canta-.

A la niña no le importa el mundo entero,
se alza de hombros y dice:
„lo rayaré mañana“.

Dulcinea

Sin un beso que llevarme a la boca
– ¿hay algo más dramático?-
el lápiz se hace carne y habita en el insomnio.

Llama llama a la llama.
discierne la presencia del mar en los rincones.
Lápiz espuma: revienta, salta.
Ruedan olas y luciérnagas por la tierra convertida
en una gota de agua.

Lápiz prismático conque observó El Principito
las galaxias
y Dulcinea escribió
largas cartas al Toboso de sus lágrimas.

También El Lago de los Cisnes -un rubio marinero-
dejó su cargamento en mis pestañas.

Lápiz,
coñac desesperado
tu dura madera me hace creer en barcos.

Talleristas vs. Poesía

Conspiran contra ti en sus talleres
becqueriana discordia de un mal alucinado,
filigrana que de la nada llegas
a Consolar al triste,
a compartir tu pan con el cansado.

Jamás a tus balcones irán las golondrinas.
Partió Dávila Andrade con Su fakir a cuestas.
Un refugio de espumas te socavó Alfonsina.
Nunca más Nazin Hikmet, Darío ni Machado.

Las Rubaiatas, Khayyam se las bebió de un vuelo.
Poesía:
retumbo sin final. Dios en pedazos.
A mis dedos en flor lanza Vallejo
la suerte de sus dados.

Rueda de fuego

Signos y Signos
que otros significan,
codifican,
descodifican.

Ni lo que captas tú
ellos lo captan,
descifran vendavales
por arritmias.

Te suman un tifón al aguacero.
y sólo se trataba que hacía mucho frío
y habías olvidado cerrar bien la ventana.

Envio una Cometa al infinito

Sube a mi corazón la mesa
y me siento a jugar con las palabras:
ajedrez sin alfiles, jeroglífico,
manera de aguantarme.

Voy a enviar una cometa al infinito
con un piola larguísima de lágrimas;
las lágrimas se llaman Luz, Manuela,
luces de madrugadas filo amargo.

Las amargas mujeres son aquellas
que se tiñen de azúcar las entrañas.
Miel sus sentidos, sangre suya sangre.

¿Ves…?
Jugar a las palabras resulta divertido.
Y ni pierdes ni ganas.

Frente a frente con la antigravedad

Vuela a pescar estrellas alondra ionizada.
La altanoche ha crecido el colmo de los colmos.
Por la atroz escotilla lo que provoca es irse
sacándoles la lengua sin fe a los tiburones.

¿Qué tiene que ver contigo la embraguetada sombra
que erecta te persigue como un hombre…?
Jamás han de alcanzarte sus espermatozoides
si aproximas tus cantos al vuelo de los dioses.

Deja que la basura siga con la basura.
aunque la pobre crea que es blanca mariposa;
ya la verás perdida bajo sus negras llamas.
No llores ni sonrías por su lejano humo.

Vete a pescar en aguas de astros derruidos,
quizás cojas la imagen de los seres futuros.
y cuéntales la historia. tal cual. la verdadera:
cuando la noche se hizo el colmo de los colmos.

La lista interminable

Filtro. Molino. Escaparate.
Tizne. Jabón. Mercado.
La lista sin sabor tarde y mañana.
Ají mi corazón rojo de rabia,
el perejil un río. Uva la sangre.
Sin embargo no me hicieron las chispas
ni sus locos fusiles engrasados.

«Prepárame un café». ¿Cómo se escribe ionosfera…?
¿Dónde quedan en China las Murallas … ?
Nadie se preocupó por mis aldabas.
sólo yo en la cocina para sentirme viva
al revés de los platos me anotaba.

Entre dos aguas lluvias

La lluvia me busca como loca
y yo escondida detrás de este verano.
Los cabellos tan largos de la lluvia
si me encuentran me enredan.

Me busca
para darme el informe de las aguas,
releerme hasta la última sílaba
fragmentos olvidados;
entre sus aspas convertirme en harina
ahora que soy trigo amargo pero entero:
de mí comen los pájaros.
por eso hay tanto canto sabor a crisantemo.
Que la lluvia no me encuentre nunca.
¡Este verano para siempre sea!

El fuego no devora las estrellas

Bajo el vestido vaporoso
el pavoroso incendio ,
Holocausto de Holocaustos. Fiebre interna.

Pedazo de sol en la canasta. Alta matea.
Van a partirse el cráneo por descubrir quién eres.
No lo digas ni al viento.
Si se entera la tarde habrá un enredo de hojas
por las calles del puerto.

Caballo de bronca

Fruslería tras fruslería.
Albarda sobre albarda.
Razón de la sinrazón.
Vida sin vida.

La estrella en el cordel como una sábana.

Todo al revés
incluso el desatino.
El vidrio y su delirio por los vasos.
el mantel enamorado de la silla.
la sombra entre los dientes como carne.

Ya ni redondo el pan.
sucia la hogaza.

Hitler el dolor. Nerón el sueño.
Atila la esperanza. Sade mi verso.

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LA PENA ABSUELTA [Mi poema]
Ángel Emilio Hidalgo [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

De un alfiler en la cabeza fría,
tan linda, tan airosa, tan esbelta,
un día una libélula zurcía
un poema de amor: la pena absuelta.
La luna en ese instante sonreía.

En ese periscopio, allí subida
mirando atentamente al infinito
la bella, ahora triste, deprimida,
creyó morir de amor, pegando un grito,
su sangre derramando por la herida.

Mientras se hallaba así el miedo huía,
se había diluido con el viento,
amor del que inhalaba la energía,
amor del que tomaba su sustento,
amor, al fin que nunca cambiaría.

El pesar que creaba su congoja
absuelto había sido de pecado.
En la melancolía de una hoja
había sido escrito este legado:
la rosa si es de amor no se deshoja.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Ángel Emilio Hidalgo

Beberás de estas aguas

A mi abuela,
a su memoria

Tu voluntad avanza como una ola
donde todos los días acaban por ahogarse.
-Rainer Maria Rilke.

Arenas movedizas

La creación es un circuito
Todo volverá al mismo lugar donde vino
renacerá de nuevo
y empezará a levantarse desde el primer
momento.
Los mismos mundos, bajo
diversas apariencias
emergerán de la luz y las tinieblas.
Los viejos/nuevos habitantes del planeta
se repartirán la frustración de no poder pisar las dos orillas
a la vez.
– – –
Vi como las palabras se desvanecían
una tras otra hacia su origen.

Examiné tiempos, nudos, volúmenes
huérfanos de odios y de escombros.

Todo descansaba
acostumbrado inutilmente a ser memoria.

No había tiempo para recoger a Dios.
– – –
Mis palabras han caído.
Quizás sólo sean ángeles de un tiempo inconcebible
imágenes
de un alucinar sin voz.

Imprudentes emisarias del silencio.
– – –
Escupo el mar:
ansiado verbo que incorpora
mis manos silenciosas
hacia mi otra edad de alucinados pájaros
que lejanos desafían
mis nocturnos hábitos de vuelo.

Ha nacido para curar soles obscenos.
Ávida de nubes que derraman su vergüenza
la oscuridad es más cierta que aquel as de espadas
que ciega como ignora
mi soledad

El tiempo en círculos concéntricos
derrama su licor
y un alivio de noche escapa entre los rescoldos del relámpago.

Fiel a mí tu nombre como una maldición:
Poesía.
– – –
Sus manos llevan un acorde antiguo
una prisa lenta que conforta
que me habla del lugar de donde viene.

Escurridiza a veces, observa lejos
agazapada en el follaje
pero está ahí
deslumbrante
en su conmovedora desnudez
libre
en la carencia de sus gestos,

Poesía:
después de todo, la eternidad existe…
– – –
Escucha el silencio del nogal fumando niebla
prestidigita sus crines que apuñalan
la tormenta.

La herida del volcán
la raíz de la savia compartida
ha derribado la estructura del demonio de los pájaros
y te ha visto humedecer
al amparo confidente de la lluvia
y desmemoriar el fuego que te ata.
Aquí
donde los estertores de la noche
te han puesto a salvo del aniquilamiento
siguen resonando los tambores de la luna
desde su guardia de roedor inalcanzable.
Goteando multitud de signos
a través de la rendija de habitaciones soñolientas
alfabetos que perdimos
proponen a ese mundo
que empieza y termina entre tus manos
un antiguo poema hecho de carne
todo acude a mi como un instante.
– – –
La tierra apenas paladar de huesos
rumor de sudores incontables
palabras que se agitan
sobre la bruma de la humanidad.

Aquella
la ultima morada
de ese poeta de mirada fangosa
que incineraba frenético sus días
en la terca desnudez de una mujer.
Ahora ya no caben
deshilachados muros
mareas que a su paso rescataron
regiones olvidadas del instinto.

La cura del amor es el olvido
decía mi abuela, mientras
legiones de manglares crecían en su piel.
Con ella aprendí a detener instantes y a perpetuarlos en un té
cuando la sombra del molino
me invade los espacio
y empiezo a creer que ya no existo.
– – –
Hombre
Laberintos de sueños que envejece

mar
saliva de los dioses

Entre el hombre y el mar de mi poema
solo media
la playa de tu ausencia.
– – –
La muerte es pasajera.
Todo acude a mí como un instante.
En ti me reconstruyo…
Tu colmas en mi calma la habitación vacía.
La ciudad es un campo minado de estupor.
A las casa le salieron canas
y los días se retiran
tras el humo que exhalan las baldosas.
Una última escapará de las cenizas
y yo me detendré a pronunciar en alta voz
la algarabía de mi muerte.
Para entonces; habré rescatado a la ciudad
del olvido profundo de la tierra.
Otros ojos que sepan los mismos
leerán en una lengua muerta
una extraña inscripción que anunciará:
«La muerte es pasajera»
– – –
Como el sombrero del mago
es oscuro e infinito
el viaje que
me espera hacia tu centro
El cuero de la luna
una comilla que sostiene el auditorio.
En ese instante el tiempo se detiene y es un espectador más
aplaudiendo el número del día.

Ahora ya puedo recorrer
converso tan denodado sortilegio.
– – –
al avistarte desnuda caigo en cuenta
de que la noche de tus ojos
es un presagio inacabable.
Tú eres la ventana que junto al mar se posa
la escoba del viento
que barre la hojarasca.

No importa que las calles nos den caza
que tengamos que volver
sobre los aleros
a rescatar la sombra que el amor obliga.

Seguiremos navegando
hasta que Ícaro despierte en otro cuerpo
y se arrepienta
hasta que el amanecer
disponga en sueños
el último abordaje.
– – –
Empezamos a jugar:
tomo tu infancia y te recreo
entre el salto y te la caída
y la invariable decisión de retener
puntos de luz que oblicuos caen
desde la ventana hacia tu cuerpo.

La escalera nos conduce hacia el abismo
las cartas han sido echadas
fingiendo caos…
todas llevan el estigma del azar
por eso se eliminan bruscamente.

Mundos vi caer
en una mano de baraja
mas nunca desmayé
en el arte de ir tejiendo mutaciones.

Obtuve de ti
el perdón de mis bondades.
Carecí del silencio de las aguas
para callar cuando hace falta.

Las líneas de mi mano ya me condenaron a morir
en cada sobriedad.
– – –
Sucumben labios como arenas movedizas.
Las flores, acribilladas de rocío
reconcentran su color
cuando la tierra, ennegrecida, vuela.

El mar tiende a tenderse:
la austeridad de tus hombros
se somete a mis modales.

En lides cotidianas de acrobacia
la huella del incienso nos conduce hacia ciudades sumergidas
donde por fin levantamos
de entre los escombros
una nación ardiente entre los dos.
– – –
El tiempo crecía como el mar
ajeno a nuestro encuentro.
Las orugas del sueño tejían sus temores. ¿Recuerdas?, mi acontecer era largo
como gemido de blues
y tú te entretenías surcándome en silencio.

Hoy que entro a este bar
y siento un murmullo de estrépito
que no es el de la cerveza retorciéndose en el vaso
sino tu llegada como naufraga
a mis playas; logro convencerme de que nunca pudimos guarecernos del amor.
– – –
Debes saber:
la luna es mansa en los portales
se alarga hacia tu sombra
y te rodea.
Sigue las huellas que dejaste
en otra voz
en otro tiempo
en otro verso.
Olfatea espacios
y se apropia de la noche.

En la noche los árboles son llamas.
Por eso calcinan nuestros cuerpos.
– – –
Sumpa.
La tierra resbala nuestro encuentro.
En mis manos
no cabía la desnudez de tanto espacio
rubricado por el mar.

Entonces, millares de cuerpos se poblaron
del recuerdo de una noche interminable.
– – –
Ella me mira las manos
escruta instintos extraviados
leyendas que sostienen sus indicios.
El silencio es insultante
hay demasiada razón para callar
-dicen los rostros-
Por eso vigilan mi presencia
y me acusan
de no pisar con lógica al asfalto.

Paradero – sin nombre.
Ella se separa de su ruta
invitándome a escapar
de la foto b/n.
– – –
A Carmen Teresa Avilés

Invierno.
La aspereza cubre la transparencia de la hierba.
En cámara lenta pasan las ciudades.

El viento se mueve torpemente
como un principiante en el amor.

Pero tú no necesitas llamar a la ventana
para asegurarte
un destierro decoroso.
– – –
Dime, ¿Para qué estas vestiduras
este ropaje antiguo como frontera inútil
que nos aparta bruscamente del lenguaje?
Al asombro del mar
una ciudad líquida nos llama
Los cuerpos nos reciben
refulgentes como conchas en la arena.
La espuma es la saliva de los dioses.
En ella esculpiré la última distancia.
Las ciudades de los andes
envejecerán de espanto y niebla
mas, la nueva humanidad ecuatorial
emergerá del mar.
– – –
Las aves
nunca terminan de estrellarse contra el cielo.
El sol queda tatuado
en puentes y ventanas.
La desnudez de la ciudad se cubre un luto…
Entro y salgo del poema
lo mismo que de ti.
– – –
Deja que la luna resbale
pálida desde tu nuca
como un presentimiento.
Mis manos esparcirán su luz sobre la tierra.
El sendero de la humedad está trazado.
Sin dubitaciones
me reflejé en tu espalda y desearé atravesar
con vocación de vértigo
el surco ineludible de tu astro.
Línea tras línea
mis dedos escribirán
el aguacero de tu piel
– – –
Heredo de la noche
la claridad exhausta de tus manos.
He querido transgredirte con caricias
escogidas
que a cada instante
te harán mudar de piel como la mar.
¿Dónde sino aquí! ¡La permanencia del instante?
– – –
Huyen los caballos de la noche
una lanza de la luz rompe las filas
la infantería de la sombra
desprende al contendor en retirada.
Todos héroes que soñaste
esconden su armamento
en algún lejano vientre.

Un nuevo grito de agonía les hará volver.
Seguramente la guerra durará más de un millón de amaneceres.
– – –
Me retiro del lugar de las palabras
como la oscuridad del ventanal que se desviste.
Hemos inventado el desencuentro
que jamás existirá.
Detrás de la tinta que cojea
queda el designio de fungir
igual que el tiempo
de eterno hacedor de soledades.

Como la vida se adelanta a la locura
una velada suerte de abstinencia
me impide terminar este poema…
– – –
Te diré que bebo de tu huella
desde la pendiente de los aparejos.
Que el deseo de izar velas
en tu nombre
se lo debo a la nostalgia.

¿Cómo no hendir de sal los pechos
cuando tu aroma silba las arenas de mi piel

Esta costumbre de diluir la tarde
en el océano de tu boca
la conocí siempre.

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MI POETA INVITADA:  Idalmis Castellanos Botas

Mis ojos y tus ojos en mirada de amor

A unos ojos que he mirado,
y un escándalo en mi mirada,
es fuego con dulce yo siento,
traspasó usted mis fronteras.

Y quedándose usted en mí ojos,
por siempre mi amor estará despierto.
¡Mi lluvia la dejo en mis versos,
mi deleite será siempre amarte!

“Se que si me voy me muero
y si me quedó me dueles»,

quiero que tú estés en mí,
tú mi inspiración y mi locura.

Fascinada vivo soñándote,
padezco de amor por ti y, lo sabes,
¡Oh luna, que no resisto esta
distancia entre tú amor y el mío!
Quiero borrar tus pupilas de las mías
y caigo sin poder con esta sensibilidad mía
moribunda, perdida quedo.

Oh poesía usted que viste mi cuerpo de versos,

todo mi amor en mis versos,
mis labios no quisieran pronunciar tu nombre,
olvidarme de ti y al ver tu fotografía, inevitable,

Este tornado en el que mi cuerpo siente su calor,
su mirada me hipnotiza y floto en el aire,
y el fuego desde adentro, es un sol de madrugada,
Y mis ríos en cascadas, que caen lleno de luna,
soy solo un cuerpo, desnudo hecho poesía.

Me pides

Me pides te diga con toda mi alma,
vengo ante ti desarmada,
sin poder dormir mi vida se desmorona.
Te pienso y te pienso, solo soy flor de un monte de mi Cuba,
olas de un mar en la barranca de todos.

Mis piernas de amor tiemblan.
y el corazón salirse quiere de mí pecho,
Mi fragilidad, tú no la ves,
esa sensibilidad que crece y crece.

Y un corazón hecho miel derretido en tu ausencia.
Mi amor está en mis ojos, tan dentro, en mi alma llena de pájaros y flores,
decir lo que yo siento, simple, déjame besarte, permíteme mirarte,
y si no te convenzo al decirte.

Si no crees en mis emociones, en mi espera constante, de amor.
Tanto sufrir por ti, quizás entonces para ti, soy muy simple.
Mejor aunque me muera,
déjame en libertad de ti alejarme.

Revista latina

UN GRITO: ¡LIBERTAD! [Mi poema]
María García Díaz [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

¿De quién es el planeta? No es de nadie.
¿Por qué es que uno se siente de un terruño,
las guerras siempre llevan infortunio,
preciso es a la luz que el sol irradie?

¿Decide lo que tú debieras ser,
lo que a ti te conviene o lo que es malo?
¿Acaso si te llega un varapalo
son ellos que te ayudan a correr?

¡Pues basta de disfraces y caretas!
Desnudos ya, sin trabas ni artificios,
si somos tan iguales en oficios,
derecho nadie tiene a usar de tretas.

Cada uno aquí que estudie lo que quiera,
que nadie se entrometa en el idioma,
ni imponga lo que guste, lo que coma,
critique si esa es falsa su quimera.

Yo sé que no soy Dios, lo sé, no intentes
venir para contarme a mi milongas,
te puedes ya poner como te pongas
se nota hasta en la boca cuando mientes.

Que el mundo una catarsis necesita
soltando las amarras con ahínco,
haciendo un guiño a Dios, pegando un brinco
al roto tan feroz de alguien que grita.

Tan solo sorteando tanto embuste
habrá de quedar clara aquí y concisa,
rotunda conclusión, firme premisa:
cada uno debe hacer lo que más guste.
©donaciano bueno

#Esa dama tan manoseada por todos...? Share on X

Comentario del autor sobre el poema: Por qué existen tantos iluminados que se dedican a atosigarnos con la matraca de lo que debemos o no debemos hacer? Que cada uno haga lo que le venga en gana siempre y cuando, eso sí, que no moleste al prójimo. Y a los pseudo-políticos, todos, que dejen respirar a la gente y se metan sus corsets por donde les quepan.

MI POETA SUGERIDO:  María García Díaz

BAILANDO

en la cueva del color salvaje,
el trazo fiero,
las melenas ígneas.
En el fragor de las membranas
la luz le abre heridas a la roca,
nos alza los párpados,
nos pasa un paño de agua
por los ojos.
Descosernos los hábitos
en la lucidez,
reconocer los muros, amarnos
en el conocimiento de lo cognoscible.
En la esperanza de reconstrucción
acariciarnos.

HOMBRO

Desde pequeña amó el agua.
El dedo cercenando la corriente,
la instantánea noción de la frescura
significaban estar viva.
Había esperanza fuera
de la introspección,
fuera del parqué y de las almohadas.

Ahora un hombro.
Tostada región objeto
de labios, ahora un hombro
como estímulo cumbre, irreverente
hombro
escapado de la manga.
Conocimiento de la brisa.

Hombro y melena.

Por la piel nos punza el velo.
(Inédito)

NACIMIENTOS

III
Soy el hambre
y en el hambre persevero.
¿Para qué me habéis traído aquí,
a este revoltijo abigarrado?
¿Tan solo para abrazarme?
¿Para qué otro cuerpo de leche
perpetuando la inercia?
¿Tan solo para abrazarme?
La ternura ha desprendido un halo
de hielo y saliva incombustible.

SI CONTINÚO DECONSTRUYÉNDONOS

no me tocarás nunca
si continúo quitándote
pelos de la camisa vaquera
si continúo llamándote mercenaria
de la reificación silente
tus manos seguirán detenidas en la copa

IMAGINA

I
un mundo tangible:
imagina
lagunas de agua verde
cárcavas de terracota
cuerpos de carne
biologías de sosiego

HE SALIDO A COMPRAR FRESAS

Siento que en mi ser se incorporan el gneis, el carbón, el musgo
largos filamentos, las frutas, los granos, las raíces comestibles,
Y que estoy hecho de cuadrúpedos y de pájaros
WALT WHITMAN

para Laura

he salido a comprar fresas
y he vuelto, veinticinco años después, con la arcilla
embadurnándome las plantas
y el olor a llaves en la manos

he vuelto con los dioses disecados
las estructuras alicaídas
la diferencia ahogada en el barrizal
que han atravesado mis botas

te he entregado las fresas
y me has secado la lluvia de la frente
con la lana azul plomizo de tu manga
has arrastrado también el sudor antiguo

el chocolate se derrama de tus ojos
el flequillo se derrama de tus ojos
yo he vuelto para contemplarlo
con la tranquilidad de un desierto granate

seré acaso la mujer que deseaba
cesará la distopía en nuestro barrio
creceremos en silencio como crece
el aloe vera en la ventana

QUIÉN SOY, DECIDME, PLAYAS

quién soy, cigarro gafas perfume museo pajarita
mármol campos de color lino pensamiento
le pregunto quién
soy a las impresiones
quizá tal vez sabrá la pincelada
podrá el collage de pátinas reconocerme
le pregunto quién
soy a los pétalos
de las superficies siempre
el peso de configurarme
pues yo estoy cansada
yo finjo estar cansada
cansada es el estado fundamental de la materia
decidme

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A ESE AMOR QUE EXISTE AUNQUE NO EXISTE [Mi poema]
Pedro Casaldáliga [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Amor, tu eres mi amor y no eres mía,
un suspiro, mirada, una sorpresa,
el sueño en una noche que no cesa
y volver a ensoñar el nuevo día.

La sensación de un beso que no besa,
que se esfuma y no alcanza nunca al beso,
la ilusión vehemente de un obseso
que piensa que alguien hay bajo su mesa.

Ese amor que aunque existe no resiste
la prueba del algodón. Y al corazón,
va embriagando de gracia, y de emoción
un tumor, y de la ilusión, un quiste.

¡Oh amor que sé que existes y no existes,
que aunque creo tenerte no te tengo
y en cambio te deseo y te retengo
el alma dolorida por perderte!

Amor, aunque irreal, que en mi retina
te posas sin dudar a cada instante
no martirices más, que este soñante
lo real de lo virtual no discrimina.
©donaciano bueno

A vueltas con el #amor! Share on X

Comentario del autor sobre el poema: Según mi propia concepción, no coincidente con la de Platón, el amor así denominado platónico es aquel con el que sueñas, que ves y desaparece, que tratas de conseguir y no alcanzas a cogerle, que en definitiva es puramente virtual.

MI POETA SUGERIDO:  Pedro Casaldáliga

IDENTIDAD

Si no sabéis quién soy. Si os desconcierta
la amalgama de amores que cultivo:
una flor para el Che, toda la huerta
para el Dios de Jesús. Si me desvivo

por bendecir una alambrada abierta
y el mito de una aldea redivivo.
Si tiento a Dios por Nicaragua alerta,
por este Continente aún cautivo.

Si ofrezco el Pan y el Vino en mis altares
sobre un mantel de manos populares…
Sabed: del Pueblo vengo, al Reino voy.

¡Tenedme por latinoamericano,
tenedme simplemente por cristiano,
si me creéis y no sabéis quién soy!

EN ÉXODO

La vida sobre ruedas o a caballo,
yendo y viniendo de misión cumplida,
árbol entre los árboles me callo
y oigo como se acerca Tú Venida.

Cuanto menos Te encuentro, más Te hallo,
libres los dos de nombre y de medida.
Dueño del miedo que Te doy vasallo,
vivo de la esperanza de Tú vida.

Al acecho del Reino diferente,
voy amando las cosas y la gente,
ciudadano de todo y extranjero.

Y me llama Tú paz como un abismo
mientras cruzo las sombras, guerrillero
del Mundo, de la Iglesia y de mí mismo.

CLARIDAD

Decir el pan, la lucha, el gozo, el llanto,
el monótono sol, la noche ciega.
Verter la vida en libación de canto,
vino en la paz y sangre en la refriega.

Desnuda al viento mi palabra os llega.
Sobre la plaza de la fiesta canto.
Pido que todos entren en la siega.
Vengo a espantar las fieras del espanto.

Mediterráneamente luminosa
escancio en mi palabra cada cosa,
vaso de luz y agua de verdad.

Si el Verbo se hace carne verdadera,
no creo en la palabra que adultera.
Yo hago profesión de claridad.

SONETILLO YO

Catorce surcos de tierra,
catorce ríos de sangre,
catorce almenas en vela
y el sueño en catorce mares.

Catorce vuelos sin nido,
paloma en catorce aras,
catorce noches testigo,
catorce veces el alba.

La muerte sobre el camino,
el Pueblo por compañía
y el Viento por toda voz.

Como un silencio que digo,
catorce versos mi vida,
catorce versos y Dios.

SILENCIO HABLADO

Si amar es mi costumbre,
la tengo mal sabida:
llena de muchedumbre,
sola de mí mi vida.

La guerra fue mi lumbre;
mi madre, la partida.
Velo mi mansedumbre
como una espada herida.

Derramando palabras,
de mis silencios vengo
y a mis silencios voy.

Y en Tus silencios labras
el grito que sostengo
y el silencio que soy.

NO TE HE NEGADO

Por causa de Tú causa me destrozo
como un navío, viejo de aventura,
pero arbolando ya el joven gozo
de quien corona fiel la singladura.

Fiel, fiel…, es un decir. El tiempo dura
y el puerto todavía es un esbozo
entre las brumas de esta Edad oscura
que anega el mar en sangre y en sollozo.

Siempre esperé Tú paz. No Te he negado,
aunque negué el amor de muchos modos
y zozobré teniéndote a mi lado.

No pagaré mis deudas; no me cobres.
Si no he sabido hallarte siempre en todos,
nunca dejé de amarte en los más pobres.

CARTA DE NAVEGAR

(Por el Tocantins amazónico)

«Leer las aguas» será siempre un sueño
mayor que mis estudios. No consigo
leerme por debajo, serme dueño,
tenerlas todas, a la vez, conmigo.

Flotan sombras de mí, maderas muertas.
Pero la estrella nace sin reproche
sobre las manos de este niño, expertas,
que conquistan las aguas y la noche.

Me ha de bastar saber que Tú me sabes
entero, desde antes de mis días;
que en Ti voy siendo la verdad que hago;

que has puesto en mis tesoros y en mis llaves
Tus luminosos ojos por vigías
¡y que eres mi Camino de Santiago!

CALUMNIA, QUE ALGUIEN QUEDA

Voy a engarzar en paz esas espinas
entre las rosas todavía nuevas.
Mi voluntad rendida Tú examinas,
Tú mi holocausto sin retorno pruebas.

Tus manos han ceñido mis riñones
desde la mocedad. Te ha reservado
mi corazón la flor de sus carbones.
Si he amado, Señor, a Ti te he amado.

Mi opción de eunuco por el Reino ostento
sobre esta frágil condición de hombre,
capaz, con todo, de acoger Tu aliento.

Cuando el lagar su desazón concluya,
Tú salvarás la causa de mi nombre
que sólo quiere ser la Causa Tuya.

ELLA VENDRÁ

Ya la acogí, en las sombras, muchas veces
y la temí rondándome, callada.
No era el vino nupcial, eran sus heces;
era el miedo al amor, más que la amada.

Pero sé que vendrá. Confío en ella,
amada fiel de todos y maldita.
No hay modo de escapar a su querella.
Sin hora y sin lugar, ella es la cita.

Vendrá. Saldrá de mí. La llevo dentro
desde que soy. Y voy hacia su encuentro
con todo el peso de mis años vivos.

Pero vendrá… para pasar de largo.
Y en la centella de su beso amargo
vendremos Dios y yo definitivos.

COMO UN RÍO

(Por el Río das Mortes)

Como un río que me invade mansamente.
Que penetro, deslumbrado. Como un río
que me arrastra, poderoso, en su corriente
mientras abro, libremente, el curso es mío.

Como un río que respeta mis orillas.
Con el cielo todo entero en su regazo.
Que yo sigo, por las noches, de rodillas
y circundo, bajo el sol, con un abrazo.

Como un río que me acuna, que me sacia.
Que yo invento con las aguas de Su gracia.
Como un río ya llegado y por llegar.

Donde muere el día y nace el día nuevo.
Como un río que me lleva y que yo llevo.
Como un río que se sabe río y mar.

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CUANDO GOCEN LOS PUEBLOS DE VOZ PROPIA [Mi poema]
Antonio Portillo Casado [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Cuando gocen los pueblos de voz propia
evitando otras voces les suplanten,
alardeen de su honor y se levanten
demostrando que no andan en la inopia.

Cuando logren zafarse de los ruidos
y la luz que ilumina se engrandezca,
y al calor de soflamas no perezca
ni a los lloros, ni a llantos y gemidos.

Cuando deje en los otros de apoyarse
y comprenda es el dueño su destino,
que es él mismo que andando va el camino
y si cae que habrá de levantarse.

Cuando todo esto ocurra, si es que llega
cada cual obtendrá lo que merece,
y aunque largo y difícil nos parece
gozará cual la flor cuando se riega.

Entretanto, si el hombre no lo impide,
recrear solo queda en los lamentos,
olvidando que estamos descontentos
a la espera sentados. Dios decide.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Antonio Portillo Casado

Flamea un suspiro

El agua llega, huye,
regala flores de sal,
parpadeos de algodón.
Trasiega la arena,
despeina algas.

El agua salpica lonas,
moja el mástil,
sumerge a la brisa.
Quiere la luz de tu piel
buscándote como una gaviota.
Te abraza en cubierta.
Flamea un suspiro.
(del poemario Luz donde la herrumbre)

Diente de León (poema de amor).

(A mi amada Pilar)

Importa la noche

cuando brilla el universo por las calles.
Importa el río, musita cantos íntimos.

Importa el sabor a menta
cuando me acribillas a besos y la luz del visillo
nos oculta.
Importa tejer mil formas
de amarte y que me amarres en tu bahía.
Importa el aire pero aún más,
el dulce soplo que esparce las semillas.
DIENTE DE LEÓN(c)

JUVENTUD

Ayer mismo sentí un viento pujante,
áspero, furioso y despiadado como un castigo.
Viento que súbitamente rola y se convierte
en una aplacible brisa,
en una sutil música que encandila corazones,
en una armonía de luz y bellos colores.
Sí, vuelve aquel viento de ayer…
Ese suspiro de vida inquieto que rozaba mi cara
y alborotaba mis cabellos vigorosos.
Ese céfiro áureo que hacía reír a las olas
cuando las besaba cerca de la arena y de las rocas.
Aire de aquellas horas cautivas que me embrujaban.
Aura clara que me introducían en la belleza.
Soplo arrebatado y certero que henchía mi blanca fuerza.
Viento que en ese tiempo me abrasaba el corazón.
Fresca brisa que mi alma enamoraba.
El aire. Mi aire, mi brisa…
…juntos…éramos…
vida, fuerza, fugacidad,
rebeldía, majestuosidad,
ensimismamiento, enamoramiento,
delicadeza, candidez y amistad a raudales.
Éramos héroes, ¡dioses!
Pasábamos y todo se volvía inmóvil,
los verdes paisajes, los floridos árboles,
los valles con agua joven y las blancas montañas.
¡Oh! aquellos tiempos de gozo y ansiada e infinita valentía.
¡Oh! aquellos tiempos de caricias y amores colmados.
¡Oh esas apasionadas cartas!
¡Oh esas lluvias de besos encendidos!
¡Oh esa principiante sexualidad,
plena de tiernos y amorosos pensamientos en lo que
reinábamos tu y yo, flor de mi vida!
¡Oh! esa brisa pura que la salada mar nos regalaba
y que enamoraba nuestros lozanos cuerpos.
Esa serena brisa que de coloridos pétalos nos cubría
y en una danza de amor nos sumergía.
Aquel aire cálido y celestial
que nos despertaba aquella hermosa mañana
de nuestra primicia de amor.
Aquel aire……su recuerdo,
una sonrisa en mi alma ha dibujado.
Aquel viento…mi corazón ha conmovido.
Aquella brisa, esa ferviente compañera
que sin darme cuenta, se me fue,
se me escapó…
(Poema del poemario Amanece copo a copo)

¡Nuestro Tánatos¡

Plúmbeo mar,
con olas de estaño te cubres
y tu mortandad nos descubres.
Gélido mar
sin alegres azules,
sin luces ni sonrisas,
sin veleros ni rumbos,
sin gaviotas ni peces,
sin estrellas ni corales,
sin piedad, corazón y ternura,
sin blanca espuma.
Cómplice mar
que no ríes,
entre tus grises dientes
viles cuchillos portas
con brillos de muerte.
Detestable mar,
Mar Nuestro,
voluntario homicida,
implacable verdugo
que remata
lo que la insolidaria
Europa, mata.
La Ilustrada Europa que no asila
y los Derechos del Hombre, liquida.
Tétrico mar,
Nuestro Mar Muerto,
¡nuestros Tánatos!,
con tus grises olas colmadas de muertos
en nuestra culpable arena,
próspera tierra de Hipnos,
tus mortales aguas depositas
de almas desilusionadas rebosantes,
de almas suplicantes,
de almas que ahora lloran
en nuestra sangrienta arena,
por nuestra ineludible condena.
(De SINGLADURAS. NOV 2016)

Vientos del Verso

Grito: ¡Universo,
dioses, tinieblas, hombre!

Pregunto:

¿Dónde están los poetas?

¿Adónde se marcharon?
¿En qué cielos transitan?
¿Conviven en el Monte Olimpo?
¿Fueron vencidos por la fama?
¿El oro enmudeció su pluma?
¿Expiraron de miedo?
¿Sienten oprobio?
¿Revolotean en el esperpento?
¿Pisan la realidad de la vida?

Por el camino
van cantando muchos juglares.

Los vates genuinos son antorchas desnudas,
critican la existencia
con el corazón y la mente.
Libres, vomitan la verdad
arrancando caretas.
Indómitos, revelan
la esencia que trasciende,
y la derraman,
en los vientos del verso.
(del poemario Vientos del Verso)

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MI POETA INVITADA:  Laura Giordani

ANAHATA

Inclinarse niña adentro [23º 17’]

Tu mano pajarito sin peso
—ese peso insoportable de lo limpio—
entre mis manos:
las ahueco hasta la inclinación
precisa
de nuestra infancia.

Mira cuánta sal en los dedos
por no haber dicho a tiempo lágrima.

Me miro en tus ojos-míos
mis ojos-tuyos:
agüita de charco recién llovido
menta arrancada del corazón.

Espacio y tiempo colapsan
en nuestro abrazo
—trapito tibio para tanta pérdida desde que dejé este patio.

Vengo desde nuestro futuro
a ahuyentar la nostalgia:
malsana arboleda floreciendo adentro
jilguero reseco que todavía canta

[Verás cómo respiran los eucaliptos del monte
sin miedo.

Niña que se quedó esperando
en un pliegue del miocardio:
no más pájaros muertos camino a la escuela
en tu garganta la extraña ave
que me des-cor-rompe
—molécula a molécula—
y agujerea con su vuelo este falso cielo.

Dame lo intacto
el barro primero
habla un lenguaje que no sea adquisición:
palabras-lepra-de-lo-vivido
ajena todavía a esta violencia
adulta de nombrar.

Canta la canción olvidada
su rosado definitivo
como cicatriz del vientre
o la marca de agua
en la fachada de la casa.

Tiempo de cerrar los ojos
tiempo de escribir con tus manos

—atorada de pájaros y pétalos—

decir:
estoy perdida
regreso con la afasia de los recién perdonados.

Ya no recuerdo cómo partir el Uno en pronombres.

Que las lágrimas hagan su trabajo

con las palabras enterradas
escribir será una súbita floración
en la rama calcinada
esa altura donde los árboles
lloran los incendios.

Quedarse allí
sustraída de la podredumbre
convenida.

Fracturar la senda de las palabras
extremar sus límites y resistencias:

no más diques púrpuras en el pulso
no más que estas manos rendidas.
Poemas de Manca terra

CUARENTA ANIVERSARIO [Mi poema]
Eduardo Anguita [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Me llamaste mi amor, fue aquella tarde
en la que el sol clareaba, que aún recuerdo.
Tus ojos te brillaban. Era invierno.
Por fin pude saber cuando el fuego arde.

Yo quería ofrendarte mi respeto,
tú, que al placer pudiera yo aplicarme.
Qué sencillo para ti fue insinuarme
aunque anduve, inseguro, en un aprieto.

Después de todo, ya aquello pasó, y hoy,
al ocaso de unos años, cuando voy
avanzando el camino a centenario

he querido traer a la memoria
un hecho tan feliz de nuestra historia
en el cuarenta, amor, aniversario.
©donaciano bueno

El auténtico #amor es el que se mantiene a través de los años? Share on X

Comentario del autor sobre el poema: Justamente hoy he cumplido cuarenta años de casado y a tal efecto y para celebrar este evento he querido hacerlo con este soneto dedicado.

MI POETA SUGERIDO:  Eduardo Anguita

Elegía y delirium

A Edgar Allan Poe

Tan víctima
con el pulmón expuesto al sueño
y al aire de las vidrieras
a golpes de fuego
subiendo por los lados fríos
donde te busca la luz en traje de tonta
No huyes víctima a la instalación de las desgracias.

Tan indeciso mártir servidor de todo lo que miras
del rostro en la plaza sentado y certero
los muebles que descender no te desmayes
la obligación al mundo va hacia tu cabeza
a lo largo del cuerpo evaporado.

Expuesto a las habitaciones involuntarias
ahí cayó un hombre con piernas de crema
cercado por la mirada del gusano
en columnas inocentes elevas el zumbido
de tu cadáver dócil como una sábana.

Muy luz y algo valentía
pese a los abismos que abren las ondulaciones del miedo
ni jaula ni espejo
o lo contrario
trozo de canario
para alumbrar el crimen en la altura.

Límite oceánico

Para la jarcia de su piel de arena,
con zodiacal guitarra, entre los mares,
sin alcanzar a Ulises sus cantares,
llamarán por tres veces las sirenas.

Sobre la loza de una luna llena
beberá el cisne menta de pomares
y con rocío astral de aves lunares
mojarán los tritones su melena.

No orillará el marino los linderos
con que el geógrafo oceánico al viajero
encierra dentro de su huerto de ola;

Ni pastará con peces la legumbre
que con climas florales no le alumbre
el acuario del ángel-banderola.

Prohibición de respirar

Vivo en las paredes donde la muerte
tiene colgada su sombra.
Las ventanas cambian de hueco en mano.
De vez en cuando un cielo visita el cielo de mi cerebro,
debido a él los animales se hacen más pesados y caen.
Porque los sonidos fermentan la tempestad,
yo estudio los gestos de los otros,
su mal hábito de irse acabando por los pies,
e insectos cubren mi estrella de la frente.

Venus en el pudridero

A la criatura angélica que me precede
no por génesis sino por finalidad.

¿Escucháis madurar los duraznos a la hora del estío,
a la venida del sol, mientras un príncipe danza
en víspera de su coronación?
Yo pienso en el gusano.

¿Oís podrirse los duraznos en el granero,
al atardecer, mientras las fechas del reino
caen de los tronos
y el viento las amontona, las dispersa y olvida?
Yo pienso en el gusano.

Si veis montar el agua de la noria,
con un niño fijamente asomado al brocal
frente a frente al abuelo,
y se siente el bese de los amantes como una hoja seca
que el pie del tiempo aplasta crepitando:
¿los amantes están muertos? No preguntéis con torpeza.
Pensad en el gusano.

Al borde del pozo, gusano y amante,
los dos punteros del reloj.
El agua está vacía y la amada es un torrente de mil rostros
despeñados.
Ambos sedientos, un sol varonil frente al otro sol, también varonil,
pero llorando y sombrío:
el de la aurora y el atardecer, íntimamente enemigos
y cuán quebrantados.

Llegan carretas rebosantes de frutas maduras,
se despiden los ancianos,
las raíces quedan en acecho al sol de la espera,
se acumulan los hechos.

Niño, niño mío, nómbrame sin pestañear,
en un segundo,
las dinastías reinantes -siglos, siglos-,
los monarcas desgajados.
Abuelo, abuelo, nómbrame siglos sin pestañear, en un instante,
antes que el ruiseñor concluya la nota de su silbo.

¿Quién osa alzar el Tarot vertiginoso?
Todas las fechas están prontas, o marchitas, como nunca nacidas.
Niño y anciano, en este instante tenéis la misma edad:
sólo un instante:
¿no habéis empezado?, ¿habéis terminado?
¡A qué pensar en el gusano!

El rey que tomó la ciudad
y con ella hizo una argamasa de sangre,
dejó el horror, dejó el escarnio;
las vírgenes violadas están vivas, las viudas maldicen.
El rey murió. Un muerto es el culpable.

El diabólico motorista que en carruaje veloz
cruzó la calle sin razón aparente,
a un chico dejó inválido, a una novia le quebró la columna.
El motorista ha muerto.
A él se debe este mundo.

Maravillas y desdichas:
cuanto nos es dado es obra de muertos;
cómo pedirles cuenta, todo trayecto es corto.

Muertos poderosos que nos legaron herencias
imposibles de revivir, imposibles de evitar.
¡A muertos, a muertos se debe este mundo!

Tiempo furioso, memoria feroz.
Esa fuerza desprendida del látigo, que sigue ondulando
cuando la mano que lo maneja ya está hecha polvo,
el latigazo aún azota con destreza terrible y melancólica.

¿Podemos comprender que la amada,
apenas pronunciadas las palabras del amor,
cambie, desaparezca, se destituya?
¡Y todavía sientes el calor de su beso
y su boca ha expirado?

A un muerto, a un muerto se debe este mundo.

(De modo semejante, el Rosal misterioso,
centro ígneo de radio cero, palpita en reposo en el corazón del
jardín,
y de él fluyen los rayos, los pétalos, la extensión de los prados,
salió al día, y extendiendo los brazos su amor emana
en forma de apóstoles, de mártires, de amantes de todo orden,
y hasta de esas señoras que reparten la piedad y son tanto más agrias
para que la moneda se vea más dulce y no les pertenece.
El amor, el aroma y los actos fortuitos,
más existentes que sus autores, gemas en silencio,
que no se quieren invisibles, y si se quieren así, al fin y al cabo,
como sentirse llamados a vivir sólo un instante
y servir para mucho, mucho tiempo).

No lamentes la ausencia de la semilla,
ama grandemente el fruto dado.
La semilla debe morir.

Recuerdos de infancia

Los mendigos escapan del tallo de las plantas
en gruesas gotas de dignidad y mármol.
Vuelan por el día como los primeros leños
en el monumento espeso del aire de los suspiros.

Sobre los techos crecen a toda hora ciegos presuntuosos
pero los hilos de un muerto extraño a la casa
los enredan y enseñan a caminar despacio.

Paciencia: mañana el difunto será convaleciente
y partirá desde su cuerpo
hacia la simplicidad de una voz
en la tiniebla endurecida.

Labrador del mar

Bajo velas de hojas vegetales,
entre claveles de un jardín de lino,
atraviesa mi barco con frutales
dragones griegos de celeste vino.

No son flautas sus algas vesperales,
ni ha crecido la luna en su camino,
mas huyen labradores pastorales
cazando al torso de un lebrel marino.

Tú, ramaje de agua, espejo lento,
leche del seno azul de la mañana,
pájaro de las islas Barlovento:

Echa las redes a tu pez de lana,
sirena-flor nacida contra el viento
o en la pollera oval de una campana.

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