A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

YO SÉ LO QUE DIGO [Mi poema]
Luis Osvaldo Tedesco [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

El amor, yo sé lo que digo, es como un juego
donde hay dos tahúres que si ganan se besan,
que consumiendo van sus ansias en el fuego
y casi siempre hacia el final quedan pavesas.

Sólo son dos, es lo normal, los dos amantes,
dos almas, dos vidas que van sumando puntos,
que decididos a triunfar, son aspirantes,
y que hasta que llega el final suspiran juntos.

El azar en esta lid no existe Hay que cuidar
que los dos triunfantes terminen la partida,
pues el éxito se supone ya al jugar
la mas bella y bonita experiencia de vida.

Es esta una estampa de amor donde un brasero
caldea las faldas de una mesa camilla,
sobre el tapete con primor luce un florero.

Las brasas habrá que atizarlas con esmero
hasta que se pueda quemar la última astilla
y cuidar que no se marchiten los te quiero.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Luis Osvaldo Tedesco

ESA INDETERMINACIÓN,

esa falta de empeño
de la siembra nacional,

hebras de vegetal enflaquecido,
sin orden, sin temor al escarmiento,

sin amalgama ni fe,
sin hipérbole radiante
el color que adelanta lo nutricio,

sin agua de riego sus raíces,
esa indeterminación,
ese corazoncito fatigado
en los infinitivos de la lucha,

el arabesco empírico del alma,

las banderas de alguna lontananza,
el saquito borroso de Muraña,

y eso que cae cavidad,
eso de más que se abalanza,
pantanoso latido del origen,

eso que muerde, que acorralan,
lo vagabundo de la carne pobre,

allá está, lejos, inexplicable,
el aluvión inútil, peronista,
aquel dulzor de tangos y guarañas
de la criolla lentitud vencida,

maleza bochinchera sudorosa,
maleza de encorvados cabecitas,

allá están, allá se fueron
el humo azul, las parvas, el jinete,

el nomos del habla impenetrable,

aquel rasguido, aquella entonación
de cercanías familiares,

detrás, detrás, todos detrás,
todos a la zaga en la región vacía,

allá están, entre la escoria blanca
de inmigrantes penumbras perdedoras,
sin un rincón donde caerse muertos,

minuanes, ranqueles, taros, charrúas,
la herencia mestiza sublevada,

sangre sobrante, sangre innecesaria,
sangre nociva para el bien común,

demasiado gorda,
demasiado voraz,
demasiado cariñosa,
allá va, allá se pierde
la planicie de pampas pajareras,

detrás, detrás, donde no se ve,
donde lo oscuro roe su roer oscuro,

la entonación felina del silencio,

el calor arborescente de los Nadie.

soy esto, soy aquello, soy de aquí,
vivo cerca del barrio rumoroso,

cerca, apenas alejado, a un paso
del habla natural de sus dominios,

quiero que me entienda:
soy un poco más que esto que se ve,

alguien contenido, acepto, sin raíz,
sin tallos caudillos la tierra del alma,

quiero decir, nada de mí que diga:
soy fuerte, me distingo, soy alguien
que presencia lo visible de su casa,

nada de mí, ninguno de mí,
desasido de cualquier profundidad,
decididamente dócil a la hora de partir,

quiero decir, desasido
de la profundidad que crece, de eso mismo
que la tijera poda de la tensión cambiante,

nada de mí, ninguno de mí
asomando por la tapia,

súbita coloración de zarzas,
súbito ir y venir de los silbidos,

nada de mí que diga:
soy esto, soy aquello, estoy preparado,
soy alguien del tejido persistente,

soy lo que usted quiere quitar de mí.

[Ayer, mientras dormía, tu vestido]

Ayer, mientras dormía, tu vestido
flameó sobre mí, ávido, escarlata,
en alto sus hilvanes indecisos,
la sisa, el dobladillo, las costuras,
las sendas nacaradas del escote,
así llegaba ayer mientras dormía
entre las duras sábanas la seda
febril de tu apariencia, así con vos
el resplandor de Nadie y su después,
aquella incrustación del vasto pliegue,
aquello tan ceñido, aquel vaivén
sobre lo repulsivo de la nada,
ayer, mientras dormía, tu vestido
se desnudó de vos entre mis piernas.

[Hay palabras, susurros que agonizan, ]

Hay palabras, susurros que agonizan,
sonidos de las ciénagas del aire,
hay vocales talladas en el habla
que recuerdan la gracia de otra vida,
son voces que sacuden mi cabeza,
que llaman sin decir, que merodean
mecidas en la pulpa lugareña,
vienen con su esplendor desfigurado,
vienen con su rasguido y su aleteo
sobre mi servidumbre asalariada,
son sílabas de lenguas legendarias,
voces del mascarón desesperado
que pasan y murmuran y se alejan
sin oír, amontonadas, como siglos.

[Las tardes de mi barrio en el verano]

Las tardes de mi barrio en el verano
con su quietud de polvo y frenesí,
y el remolino gris de las paredes
y el bochorno, la dádiva del árbol
que la cercana esquina ceremonia
con toque vertical de basto antiguo,
las tardes de mi barrio en el verano
son la entraña pasiva de mi cuerpo,
la sigilosa turba, el pensamiento,
el púlpito animal donde la ausencia
silba feroz la música paciente,
allí la bisectriz de otra distancia
y el potrero inicial, y misteriosa
la yegua blanca, súbita de dioses.

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MI VIDA ES UNA CASA [Mi poema]
Fernando Ampuero [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Mi vida es una casa con el tejado gris,
sembrada de gorriones pintando garabatos,
paredes astilladas sin cal y sin barniz,
repletas sus estancias de anhelos timoratos.

Mi casa tiene un patio con un jardín henchido
de sueños fenecidos y de otros muy pacatos,
hay unos que se fueron por donde habían venido,
con los que aun están vivos, mantengo buenos tratos.

La faz de la fachada corriente es y anodina,
al centro una ventana y al lado dos balcones,
hay una que me inspira la música divina
y me aúpo a las terrazas a ver los nubarrones.

Como las otras casas, también tiene un desván
en donde fui escondiendo las viejas emociones,
los odios y rencores. También allí hallarán
algunos cachivaches que son las sin-razones.

Subí hoy a la tronera tras de una larga estancia,
los sueños que soñé seguían adormecidos,
hubo otros que olvidé, que percibí escondidos,
mas todos anhelé como en mi tierna infancia.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Fernando Ampuero

AMAS COMO UNA BESTIA

Amas como una bestia
y como una bestia besas,
lames, babeas, muerdes,
amas como una niña herida
recortada en su doliente soledad,
gozas ferozmente y dejas oír
el ruido animal de tu piel que se eriza,
dentro de ti la noche se desgarra
y truena con un ronquido de pantera,
tu lengua es rápida y caliente,
tu espalda una palmera que se arquea,
tus piernas son tenazas de langosta,
gruñes, arañas, chillas,
amas como si todo cuerpo fuera tu enemigo.

DAME TODO EL PLACER QUE TIENES ESCONDIDO

Dame todo el placer que tienes escondido,
déjame flotar en tu vaivén de mar silente,
y así yo besaré
(en la hora más vehemente)
la bella y secreta arruga de tu cuerpo
y hasta tus chispas beberé,
antes de que la suave luna escape de su cerco.
Verde es el deleite como el atardecer de un beso.
Dame todo el placer que guardas para nadie,
dame tus células y tu pensamiento.
Abreme a la desnuda noche en mi deseo,
dame todo el morir que acuna este momento.

¿QUIEN DICE QUE ESTO ES UN VIOLÍN OLVIDADO?

¿Quién dice que esto es un violín olvidado?
Cualquier tonto sabe que muy pronto te irás
y probablemente también comprenda
la tenue sabiduría de este instante.
Cualquier tonto es capaz de sonreír
y quién sabe si hasta no le sorprenda
la perfecta claridad de mi mirada.
Tu corazón, tan tierno, ya ha echado a volar.
Yo no quiero hablar de ese estúpido milagro.
Yo sólo quiero decirte que este violín es mío
y que entre sus maderas
encierra una suave melodía.
Y que con ella, a veces, bailan las estrellas.

ESTOY EN TI COMO EL AGUA ESTA DENTRO DEL AGUA

Estoy en ti como el agua está dentro del agua
y estoy en las medallas de sol
que condecoran al agua de reflejos
y estoy también en el soplo de brisa
que inquieta el centro del manantial
como si palpitase en el agua
un corazón transparente.
Estás en mí como el sueño está
junto a la blanquísima almohada,
y el ansia está siempre donde tu boca respira
En cada jardín de mi reino
hay una rosa que te anuncia,
y en cada noche hay una distancia
entre el olor de tu piel y mis manos,
que es el amor, el lozano amor.
De: Canciones del origen

VENGO DE UNA ANTIGUA FAMILIA DE ESPIRITISTAS

Vengo de un antigua familia de espiritistas,
gentes que le hablaban al aire o bien cavaban
en los suelos de las casas
buscando tapados (decíase así en Lima
al referirse a los tesoros enterrados).
La mirada vaga, al parecer, me viene de mi abuela
(lado materno). Ella cabeceaba de sueño
en sus trances de ultratumba,
pero también lo hacía, y con finísimo estilo,
a la hora de la siesta.
La sonrisa desvaída es de mi tía María,
y con dicho gesto indicaba
que sabía algo que nadie más sabía.
La comprensión a golpes de visiones
era la habilidad propia de mi madre.
(No me transmitió ese don, aunque si me ayudó,
cuando niño, en las tareas de matemáticas).
Los largos silencios y una ligera sordera
tan sanos para una vida llevadera,
han sido siempre rasgos comunes de todos mis ancestros;
de ahí nos viene este aire de misterio.
Por el lado paterno además tuve un abuelo hipnotista.
El hipnotizaba a las piedras y luego las lanzaba al mar.
Y en ocasiones, si se encontraba de humor,
las obligaba a dar pequeños y gráciles saltos
sobre las resplandenciente espalda de los tumbos.

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SOY ESCRITOR… [Mi poema]
Gabriel Cortiñas [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Soy escritor porque escribo
aunque no sea importante,
los hechos que aquí describo
los invento o los percibo
con mi mente delirante.

Trazo al andar mi camino
como cualquier caminante,
siempre en busca del destino,
la bota escasa de vino
y el zurrón de pan menguante.

Soy ¿quién soy? saber quisiera
dónde voy, de dónde vengo,
por qué razón me entretengo
inventando una quimera
sin estirpe ni abolengo.

La piedras en mi sendero
contando voy una a una,
las que quiero que no quiero,
las que me quito el sombrero
o escogí desde mi cuna.

Soy escritor porque escribo
así que nadie me lea
yo seguiré mientras vivo
pues las letras son mi abrigo
y son los versos mi tea.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Gabriel Cortiñas

Empieza La recidiva

irán iraní iremos
todo se rumia porque un dios
sólo es dios si puede bailar

con o sin columna porque un hombre
al que le rompen todos los huesos a fierrazos
y no le queda ni uno
sano es un invertebrado
aunque digan por ahí que no
que es un fracturado más
me rompo pero no me un
invertebrado es aquel que no tiene columna
que hierve las alas podridas de un pollo
y cuela el caldo con una media rota de mujer
podrá pararse pero nunca caminar
y ahora entiendo ese amor
tuyo abuela por los iraníes
que irán
que irán
que irán
con un reloj de arena en la mano

***

en la supuesta aldea de tu madre a la que llego no encuentro nada
Galicia es un laberinto rural de localidades en desuso
de espaldas al puerto mercante
factoría de Vigo una parte del cuero galego flotando
en esa épica él
había sido uno de los primeros
cuando le ponían la bomba de cobalto llegaba ardido
es que en esta familia sureña todos tenemos
de colon de mana mediastino
en forma de red la metástasis
es una sed que crece en el cuerpo puerto
pescamos con una red en sangre que bautizaron centellograma
los focos de infección son chispazos diminutos
adentro del organismo y por eso
para estarnos un poco más seguro del fuego carbonatado de los huesos
le sacamos una foto

los glóbulos nacen en la mandíbula medular del pescador
porque usa de carnada la cabeza violeta de un pulpo
entonces
vamos a tener que sospechar

***

bautiza a su perro Escorbuto porque dice estar en contra del sistema
más tarde funda una cooperativa con fondos prestados
que vaya derecho al mito o que rece
de costado un sermón en diferido no la exime
de tener algo difícil de pulir en su muñeca

entran y salen las barbas del bar burgués
de tozudos contorsionistas cuando afuera hace cuarenta
grados a la sombra y acá
con el aire refrigerado al máximo no para de sonar
en todos los parlantes folclore caribeño
para poder bailarlo sin tener que cambiarse la remera
y a falta de velas
prendieron una estufa de cuarzo cerca de la virgen
una estatuilla que pierde así con las horas
la poca humedad que tiene se seca se cuartea
la pintura del manto y empieza a desprenderse
en escamas celestes
hasta quedar un triángulo tibio de yeso amarillento.

***

PROTOCOLO DE PRUEBA: CONTENCIÓN
(FASE II)

Corren los días mientras cumplimos trés décadas en un
gulag literal el valor es tensión aunque corran los días
mientras cumplimos tres décadas poniendo sellos en una
falsa silla industrial que se resuelve de forma momentánea
no nos une el amor profe cuándo dejaron de existir los
telegramas nos une el cobalto en la mente del receptor
la primera impresión de la comarca es un fuerte olor a kerosén
o combustible mal quemado será porque ponen sus fichas
en el Bando de la Pasión Sarmientina tenemos que sos tener
una lucha o porque a veces las ponen en el Banco de la
Inacción Menonita mientras siguen pegando nosotras las
cirujanas y el hombre con veintidós ponemos todo en el
Manto de la Nación Conflictiva aunque quieran o sigan
pegando con una Espuela Mecánica Desarmada el valor
es tensión que se resuelve en a mente del que recibe el
siguiente mensaje una lucha en dos frentes voy a detonar
mi canto mi burla es para muchos un medio superar
la realidad cotidiana si es verdadera tendrá que asumir el
diagnóstico y recobrar todas las dudas pensar que se barro
cotidiano es en el fondo un campo sembrado apenas un
fermento y un abono para hacer crecer los dientes.

No se puede hacer harina con los cascos
asaron al enemigo pero se lo comieron crudo
el diente de oro les estalló en la panza
molieron dientes con paciencia, los picaron
hicieron tortilla: de maíz, de arroz,
tortilla de papa, tortilla de muela.
El brillo del diente empuja a romper
en la panza no digiere la luz
es un filo que abre el tímpano en cuatro.
Si la vanguardia no te cubre: el zumbido
la explosión. Todos esperan en las butacas
el comienzo del combate.
Se cierra sobre la lona como un capullo
(un capullo no estalla)
está prohibido llevar reloj.
*
Olguín demora
en la espera del chispazo que patea la heladera
los dioses dejaron de hablar
por un mate lavado en el fuego
pero esquiva la gente lo llaman
paga se levanta el sellado la cola
la foto los dedos
de cobre la impresión, respira
toda la mañana con un solo pulmón
su lengua es una huevera de colores primarios.

*
Encerraron al gallo pero siguió cantando

Un gallo no canta por gusto, hay algo
en el fondo de la lengua
que se prende como un rayo y queda titilando.
*
Dibuja ideogramas ilegibles con la espada, pedalea
una patada voladora interminable para el fin
antes te daban pastillas de carbón
las que guardan adentro de la muela después
dijeron que no servía
lo de morder la píldora de apuro. El truco
es mojar la lona azul
con agua de río, quemar los riñones
y colar el plomo que queda en las cenizas.
*
Todos los dioses están hablando
y tienen un gorrión en la espalda que les habla
él pregunta por el río, que si ducha o armonía
(Estos poemas pertenecen a Hospital de campaña (Premio Internacional de Poesía Margarita Hierro, Madrid, 2011) que tendrá su primera edición argentina por la editorial ClubHem en 2017).

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MI POETA INVITADO:  José Luis Zerón Huguet

(Árboles en otoño)

Heme aquí frente a vosotros desprovisto
del verde ayer que nació y murió y renacerá
en vuestras carnes.
Escucho el clamor de la desnudez
tal como la respiración de un lenguaje secreto.
Escucho la música de los colores
en el contoneo de vuestro ramaje.
Cargados de furor y dulzura os desprendéis
de todos los nidos –himno o elegía-,
sed de oscuridad esta caída leve y obediente
que deja a la mirada sola y confusa.

(LA TORMENTA IRRUMPE EN EL VALLE…)

Para Sole Mejías y Javier Puig

La tormenta irrumpe en el valle,
nunca la habíamos visto tan vehemente, tan bárbara.
Como un choque de carrocerías pesadas
el fragor se prolonga en el horizonte
y un negror de humareda oculta las transparencias.
La cuchilla de luz abre la corteza del espacio
y el destello del rayo
cae sobre las tierras saqueadas
que imploran el agua que escamotean las nubes.
Percibimos la herida en todos los aromas.
No hidrata la aspereza de esta agua
que violan las fuentes olvidadas,
ni da calor la fosforescencia que a latigazos hiende
la muralla de tiniebla.
Ya no hay barandas que nos protejan de los precipicios
ni caminos que no estén condenados a la claudicación.
La tormenta nos tiene atrapados;
pero llevados a su cima,
nos armamos de valor
y a contracorriente nos acercamos a los pozos
para reparar los brocales rotos.
Hemos de enjugar las lágrimas
de nuestros hijos, que gritan aterrorizados:
es nuestro deber convencerles de que la savia
es fuerte y sabe vivir contra el tiempo.
(De Sin lugar seguro, inédito de 2008)

(LA MAÑANA CONSIENTE QUE MIS OJOS LA EXPLOREN…)

Para Luisa Pastor y Álvaro Giménez

La mañana consiente que mis ojos la exploren,
se me ofrece a la vista con un clamor de río
o un murmullo de manantial.
La mirada busca los colores del origen
en el instante en fuga
y se entrega a las brasas de una fisura.
Miro las lumbres vivas
y mastico la luz
y toco la claridad con la pericia
de un recolector ilusionado con las dolorosas
bondades de su oficio.
La mañana desnuda su sangre
y las ofrendas estallan
como un diente de león.
He vuelto a reconocerme en los viejos espejos
que ocultó una doliente lejanía.
He vuelto a escuchar la letanía de perfumes
en la fronda que tiembla y acoge
la orquesta de la vida.
La maravilla destella en quien se maravilla
y esconde ladina sus venenos
en el abismo del cenit.
(De Sin lugar seguro, inédito de 2008)

PARA ADA

De la noche a la mañana
te acompaño, hija,
siempre cercano a ti,
confuso.
Caminamos ambos con nuestros miedos:
los míos más antiguos y asumidos,
los tuyos turbias constelaciones,
zumbidos de un reino inaugural.
El día ya se levanta,
crece el espacio
e irradia tu mirada.
Yo estoy extraviado.
Tú estás extraviada .
Estamos extraviados.
Pero avanzamos.

Es duro el amanecer para el inocente.

Quieres expresarme en silencio
tu necesidad de alzamiento,
y yo finjo ignorancia
porque no sé restablecerte.

Al levantarnos cada día empozados
nos reconocemos en casa con el mismo saludo
y con la misma despedida nos alejamos
junto al carrizal donde se ahogan las estrellas.
La muerte ronda a la vida,
pero no creas que el olor a enfermo de la ciudad
es la agonía de ningún paraíso.

Caminamos. Pensamos. Polemizamos.
Nos olvidamos y nos reencontramos. Yo no puedo
alzarte sobre tus miedos, no sé cómo hacerlo,
pero puedo por un instante dejar
sobre tu hombro la huella de mi mano.
(De El vértigo y la serenidad, inédito de 2009)

VIDA

Para Asun Montero

¿Cómo nombrar lo que se resiste
a ser concebido con palabras
y esperar, sin embargo, en la llaga
oscura de la vastedad
la llamada de una voz ansiosa?
¿Cómo en el alboroto de la inclemencia
hacer inteligible un balbuceo?
Nada más que la imaginación y la insolencia
de unos párpados abiertos
pueden ofrecernos cobijo en el mundo
que habitamos ignorándolo.
Cualquier nombre resulta inexacto
para definir aquello que nos acaricia
mientras nos destruye.
(inédito)

Ars Poética

¿CÓMO ESTÁN? [Mi poema]
Niní Bernardello [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Es frecuente pregunten ¿cómo están?
y yo siempre respondo que hay peores,
los que dicen que sufren mal de amores
los que están siempre pendiente el qué dirán
se acobardan les saquen los colores.

Que hay peores pues solo has de mirar
los que sangran el odio por la herida,
los que juran después de una caída
los que avanzan con miedo sin parar
ni llegar nunca al punto de partida.

Y no aceptan su fin ha de llegar
los que dudan si el suyo está en la esquina,
los que tienen motor sin gasolina,
los que piensan al momento en suicidar
pues entienden vivir es una ruina.

Consolarse es la cuestión, que el lamento
a evitar el problema nada ayuda.
A lo más has de oír que se la suda,
si estás, mal que le mportas un pimiento
o que busques y cambies ya de muda.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Niní Bernardello

Poética

Dimensión oculta
un desparpajo
para seguir hablando.
¡Que se yo de que!
Pienso siempre
en un papel de calcar
colocando sobre textos
antiguos, sagrados
Sobre escrituras ajenas
copiarlos y copiarlos
como si fuesen
dibujos de maravillas
quitarle partes
transformando otras
hasta realizar una copia
que no deje vestigio
del original.

Tango

Cubro mis ojos para no ver
la luz de un rayo misterioso
que desborda mis cabellos
los vuelve corona cimera crencha
remolino trenza trenza deshecha
bucle hirsuto nido de incertidumbre
y a la vez
cofre de un tesoro lunar
madre
El corazón no quiere ya saber
Sólo tengo visiones de tu voz
que canta y canta sin desmayo
hablándome de un rayo misterioso
que hará nido en mi pelo
¡Y mi corazón no quiere ya saber!
***
Embebida en este espacio, sueño con un paraje
amado
y es el perfume de ese jardín el que atraviesa
paredes y tejados.
El paisaje se desploma y arrastra hasta mi mesa
las aguas del río claro,
su sombra y la sombra de aquella vida
en el aire serrano.
Ensamblo mi paisaje a estas aguas atlánticas.
Se levanta un oleaje espasmódico, de alas.
Es aquel laberinto de cañas y de calas
refugio de cientos de pájaros deshaciéndose
en la playa.
Las dos visiones se unen como calcos perfectos.
Descubro mi voz en la oración de la tarde.
Amada voz que une en el pecho
el corazón a un sueño, el mar a una montaña.
Único paisaje erguido como una llama.

Acto

Rocío palpable en el risco
en la costra benigna de la
herida amorosa. Labio y alfiler
unidos con caridad y martirio.

Poética

Con la letra impongo mi marca
la línea que abre de un tajo
el cielo del corazón, la cúpula
del vientre, el templo
soterrado de las arterias.
En el trazo la sangre brota
de su cauce y escribe sola
igual al río que ensueño siempre
viajando por la noche de plata
helada

Arte poética

Tiritando de frío dibujé una rama
y una taza y un altar
Negro sobre azul tiritando
helada mi mano dibujó
un conjuro certero
tu nombre y tus ojos
y mi saliva borró
a todos todo
ola de un lejano mar en agonía

En casa de V.O.

Desmiente la rosa
su rostro encarnado
cuando el sol inicia
su paso hacia el oeste.
La muerte calla
entre los pájaros
del empapelado.
Su espléndida mudez
atraviesa la mirada.
Túnez o Túmbez, algo
de sopor enmarañado
se abre en la boca.
Anís, hielo y agua
emulsión lechosa
cuando el líquido
la lengua toca
y la muerte asoma.
El paladar acuna
un firmamento estrellado.
El goteo de la sangre
color de la rosa
que la muerte calla
vibra entre los pájaros
de un empapelado
hundido en la memoria
de un día único
por siempre constelado.
***
Del verde al hielo
hay una zanja de sangre
misión submarina
de límpida belleza
El rey de espadas
dispuesto a matar
se oculta en el fluir del agua
Del verde al hielo
instruye un peaje
lo que seremos mañana
cuando caiga la noche
sobre extensiones de hielo
marchitando el verde.
***
Una ciudad de cristal blanco
en una niebla de plata y oro
La belleza del frío invernal
gana, en su exceso, un arrebato
hacia lo alto, un aleluya perfecto.
***
Un marco de plástico verde
con relieve dorado guarda un retrato
de historia forzosa. Veo la casa envuelta
en hule gastado con flores adversas
y azúcar derramado a los pies de todos.
Aquellas botas claras de descarne
emergiendo como un relámpago loco
en medio de la habitación.
La copa de vino santo rebalsa sobre cenizas
y chisporrotea el rescoldo.
La cola de un pavo real tejido
mira con mil ojos la escena.
Estoy en un lugar argentino, de piedra,
de aguas, de trinos. Espacio calado
sobre el cielo, vacío sobre vacío.

Cruz y flecha

Torcido pie, dedos desnudos.
Estrella de plata sonando en la noche
su espuela

duele

En el verano austral
todo es sufrimiento. Apenas la lluvia
toca el vidrio de la ventana, el alba
que fulgura eterna sobre un cielo claro
desenvuelve un mantel antiguo
migas, manchas de vino y costras,
figuras recreadas por la vela, caen
y extinguiéndose hablan.

El atlántico moja la punta
de ese género azul donde la vida
se recuesta. Sufre el aire, y
la retama increíble en su oro
traspasa el centro de la mirada.
Azorada veo mi propio ser
sentado en el umbral de mi casa
entre las sierras, esperando la dicha.
***
No soy buena nombrando flores
o plantas. Son un verde prodigioso,
de sueño amazónico, verde imaginario
de agua y cielo juntos. Llamo apenas
trébol, azucena, después es
un jardín salvaje, sin orden aparente
enredaderas caídas, unidas tallo a tallo
un universo mate hundiéndose
en un charco nocturno, sin un piar
sin un volar. Tendida entre cicutas
y corolas rotas empujo el olvido
como un velero antiguo tocando
un borde
labios
lengua
boca
***
Quita la pena del día
saber que estás cerca
saber que en mí vive
una estrella: maga eras
sobre los días perfectos.
Hay una línea que borda
un paisaje amadísimo
coirón y tropa, arenales
bajo la luna llena
trapo de luz consciente
en el manjar que tu mano
ofreció a mi boca.
Puedo describir un perfume
de miel almacenado
que se acumula entre
la garganta y la palabra.
***
Origen y canto
de un lugar en sortilegio
cuzco pequeño, seno de virgen
Cosquín

Animal mítico

Ojos magnéticos, pelaje rayado.
De la garra, la sangre unida
al cartílago lustroso, pronuncia
mi nombre. Ruedo en su lengua
deglutida, me hundo en la obscena
oscuridad de saliva y garganta.
En su vientre crezco, niña reptil
y nazco, de golpe, de su cabeza
cuerno de luz y de locura.

Teseo

Un leve movimiento
roza mi cabeza y suplica
Está en su pieza de bronce
grabado con precisión minoica.
Sucesiva reconstrucción
de días tensados hacia la muerte.
Ojos abiertos en la oscuridad
leve movimiento del héroe vivo
mudo en el laberinto sin aire.
***
Sostiene el rito, visceral aguarda
en la simetría del gesto oracular
la mano que te mirará sagrada.
Es la nada en su hostal de oro
es su lengua transcripta y sacra
la misma que permaneció siglos
al misterio del primer muerto ligada.
Espacio tornasol de aquel círculo
atesorado como ruina solar
donde boca, saliva y lengua
succionaron el vacío hasta el vacío
extremo de las plegarias mudas.

Absalón

en tus cabellos enredé mi vida.
Colgada de la rama absurda
estoy esperando aún
la lanza que partirá el corazón.
Desperté de golpe a orillas del mar,
¿Soy yo, la misma que de amor muriera?
Apenas una sombra
enmarcada en la espuma
de un ramaje pretérito
cabellera expuesta
que sangra incesante
su amor sobre la tierra.
***
Sostengo la cabellera
del mito, serpientes frías
enredadas, tóxico ondular.
No te acerques, corona
tu pie, tu espíritu
en aguas de sangre.
***
Piedra del corazón, dona
al ajo que maldice
la bruma de la mirada.
Cabellera y mito
impropio pasaje de aguas
circunvalación de escamas
y brillo de luna. Hipnótica
sostengo la cabellera
y cae el hacha doble
¿quebrará para siempre
mi despótica cabeza?
De, Natal, libro inédito.

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ESPERAR [Mi poema]
Mara Pastor [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

La vida para mi es un esperar
que asome a florecer la primavera,
de vuelta a cosechar la sementera
y de nuevo el invierno y a sembrar
y repetir la espera.

Y en este impasse paso la vida entera,
entre risas, suspiros y sollozos
ratos hay de tristeza, otros gozosos,
avivando con gusto una quimera,
y esquivando los posos.

Esperando en el tiempo y la distancia
sin conocer aún cómo ni cuando
y entre tanto seguir, seguir arando,
sintiendo tu sonrisa y tu fragancia
los miedos espantando,

Y así pasar el tiempo laborando,
y aquello que he sembrado recogiendo,
y en este divagar seguir viviendo,
los minutos que quedan venerando
y siempre así sonriendo.

Pues yendo por la vida voy soñando
y en los malos momentos resistiendo
y entretanto vagar reflexionando,
incansable hasta el final yo ando y ando
para morir muriendo.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Mara Pastor

Moho

Los carros de mi casa
tenían los retrovisores pegados con silicona
porque no había dinero para repararlos.
Los espejos fragmentados
como en un rompecabezas mal hecho.
Cuando mirabas por ellos
veías a conductores ebrios, mujeres golpeadas,
adolescentes maquillándose,
niños olvidados en los asientos traseros,
parejas camino a los moteles o a la iglesia,
asesinos vestidos de empresarios,
veías monjas serias que miraban hacia el frente,
al vecino evangélico gritándole a la esposa,
yerberos capsuleando, novios recién casados,
ambulancias,
músicos camino a los conciertos en el anfiteatro,
transacciones de droga, de armas, de huesos,
veías plátanos verdes traídos de Dominicana
y piñas gigantes más dulces que la miel,
veías volkys de colores,
y los contabas y poco a poco desaparecieron,
veías cañas de pescar, tablas de surfear,
las varetas de madera con las que enmarcaba el padre
y que los amiguitos de la escuela
llamaban escopetas,
veías a los policías
que querían multarnos por ir rápido, por ir lento,
por ir con los retrovisores rotos pegados con silicona,
veías la heroinómana en el semáforo
que se quedaba pidiendo monedas
cuando los carros mohosos aceleraban
para llegar a la casa,
a la escuela, a la universidad, al trabajo.
Movilidad enmohecida por el salitre
mar por todas partes, reflejo de fractal en aguacero,
posibilidad de Yunque, ave costeña, yagrumo,
flamboyán,hemorragia del camino.
Se hicieron pequeñas revoluciones
amorosas y escolares,
pronuncié correctamente la palabra periódico,
conduje rápido por las autopistas y la ruta panorámica,
me escapé al grito de Lares y a veces vi fantasmas,
los ferrocarriles dándole la vuelta a la isla
los rostros de la gente
asomados por las ventanas de los vagones
sin que nadie se quejara de no tener aire acondicionado,
a mis tíos sin cinturón yendo por la número uno
antes del accidente que hizo llorar tanto a mi madre
y a mi abuelo subiendo la ventana automática
como si fuera un gran adelanto para la familia.
El pasado de esta isla sólo puede verse
en un retrovisor roto con espejos mal pegados:
recuerdos enmohecidos
que están más cerca de lo que parece.

Pájaro que cae

Han pasado cosas rotas
como si la suerte fuese un error
que nos cae en la cabeza.
No hablo de accidentes.
Hablo de que ayer era otra
que decoraba una casa en un sótano
con imágenes de época
(la decoraba con mi
fijación a las revistas).
Tengo una abuela que muere
y tampoco me refiero a eso,
pero entro en la ducha
y me imagino el poema fúnebre
escrito desde siempre.
Sé que la belleza muere
y mientras muere se deshace
como el error de un pájaro que cae.

Flora numérica

Ciento setenta y tres de cada mil mujeres
se llamaban Rosa en Alabama

en el mil novecientos cincuenta y cinco.

Una de ellas se sentó en un autobús
que nos llevó a todas a un futuro de posiciones

y museos pero con una idea de justicia
que rondaba las costuras de la automovilística.

(Hubo Rosas que no contaron en el censo
porque recién habían cruzado la frontera
o habían germinado).

Una niña que nació por cesárea y no lactó
fue la última en llamarse Rosa
en el mil novecientos ochenta y nueve.

Ese mismo año dejaron de nacer Rosanas.

En la década del ochenta se extinguieron las Rosario.

En el mil novecientos noventa
ninguna niña se llamó Rosemary.

En el dos mil cinco, una de cada mil mujeres
en todos los Estados Unidos se llamó Rosa.

Hay residuos del Big Bang en las rosas,
residuos de radiación, hay menos abejas
en el planeta polinizándolas, hay menos Rosas.

Saga

Mientras calo
grafías
como una pitonisa,
el oído trémulo retumba,
voz que deslumbra
con sabores arábigos

Amargo
acentos,
y un letargo de almohadón
me incita a levantar bermejo
el cálamo

Óbice a luz y no

Paso a la hoja blanca
Ausentes balsámicos,
escucho rumores de medina,
como si cenaras en el Cairo

Escarlata,
el pincel retomo

Escombros vitales

Cae cabeza
pesa principio
Parte extrema cuelga
sin ninguna cabecera

Hundo los hombros
en homogénea espera
Del homicida brota
la muerte pasajera

Un brazo está caído
El otro balbucea
Se fracturan los huesos
que fomentan la letra

Me llora el escote:
sediento transparenta

En la cintura,
sobran razones
Se hielan sonidos,
faltan las sazones

Resbala la cosquilla
que no agrada
Hay censura
en la entrepierna

Avariada, siento
el peso de cien desatinos
en las rodillas,

que se chocan, flaquean
Frágiles, bajan
la escalera que no sube

Y sobre mis pies reposan
escombros silenciosos

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PRESENTIMIENTO [Mi poema]
Martín Gubbins [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Quizás cuando me muera dirán que fui un poeta
que succioné en la teta de la musa Talía
y pensando en Erato guardarán mi libreta
o colgarán mi retrato en una sacristía.

O quizás llegue ese día en el que nadie recuerde
al ingenuo indigente que un sueño tuvo un día.
Y así pase la vida sin que nadie se acuerde,
él seguirá dudando para qué el escribía..

Quizás ya, lamentable, de mi no quede nada,
ni un verso, una linea, una palabra, una letra,
ni siquiera un estigma, ni una perla taimada.
aunque él insista soñando escribir como meta.

Contra sus propias penas, contra sus nubes grises,
contra los aspavientos que encuentre en su camino
donde hay adefesios seguirá viendo mises
y ante un vaso de agua seguirá viendo vino.

Y en esa disyuntiva sus versos lanzará
en la brisa del mar o en el empuje del viento
y aunque el cielo esté sordo, donoso contará
que un día por azar, tuvo un presentimiento.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Martín Gubbins

El buen lugar

El viaje verdadero es una isla
en medio del viaje falso una travesía
doble con su antídoto adentro
pasajero borosouro el trance la fiebre
el veneno la inspiración del viajero
es no llegar el viaje es un fin
y el fin al final es sentir
viento en la frente una cierta
pesadez en la piel por la humedad
el viaje de verdad es una falla
un trance una fiebre soroboruo
borosouro pasajero el antídoto
del viaje falso es el viaje cierto
que se incuba fermenta decae
que se apaga en plena vía
de verdad que es una isla en la mitad
de mentira del lugar donde venir
que hacia estaba fue estar con
borosourosoroboruo viajedad
mira allá mira allá mira allá.

I

Uno
Único
Unívoco
Unísono
Unitario
Univalente

Sólo los números
Tienen un solo sentido.

(a)
La verdad no es certeza
Puede existir ésta
Y faltar aquélla
Verdad absoluta
Verdad formal
Debemos contentarnos
Con una verdad formal
Así la conformidad
Entre una cosa determinada
Y la idea que de ella hay
Verdad absoluta
Verdad material
Verdades ficticias
Verdad judicial
Debemos contentarnos
Con una verdad formal
La probabilidad
De una verdad efectiva
Verdad material
Verdad estricta
Verdad real
La verdad no es certeza
Acercamiento a lo real
Establecimiento de la verdad
La realidad
Verdad postiza
Verdad material
Verdad efectiva
La búsqueda
Fijación de la verdad
Esclarecimiento de los hechos
La verdad se decide
La verdad se establece
La verdad se declara
La verdad se resuelve
La verdad se falla
La verdad real
Verdad postiza
Verdades históricas
Verdad virtual
Debemos contentarnos
Con una verdad formal
Una ficción ilusoria
Una conformidad
Conformidad de una cosa
Con la idea que de ella hay
Lo meramente formal
Verdad ficticia
Verdad total

(b)
La verdad se decide
Verdad material
La verdad se gana
Verdad formal
La verdad se infringe
Soporta
Obtiene
Desiste
La verdad se transa
Se ajusta
Se pierde
La verdad no transa
La verdad se juega
Se arriesga
Se anuncia
Se lee
Se arrienda
Se timbra
Se cose
La verdad se corchetea
Se pega con engrudo
Con chicle
Con baba
Se corta con los dientes
La verdad no se regala
La verdad es un documento
Que se gana
Y se pierde

(c)
La búsqueda
La fijación de la verdad
Es un procedimiento reglado
Un procedimiento
Lógicamente estructurado
Fundado en principios
En máximas de la experiencia
En reglas de la razón
En reglas de prudencia
La búsqueda
La determinación de la verdad
La verdad pura y una
Sin agregados ni adjetivos
La verdad sin mordeduras
La que no depende de juez alguno
La verdad patente del sol
La verdad del día
La verdad de una chimenea
La verdad de una ampolleta
Esa no es la verdad judicial
El juez hace historia
Hace
H i s t o r i o g r a f í a
No es todo lo que puede decirse
Pero lo cierto es que el juez
Es uno que escruta en el pasado
Para saber cómo ocurrieron las cosas
Y por qué
Por qué ocurrieron las cosas

(d)
La verdad son juicios
Juicios de realidad
Sus juicios
Son juicios de existencia
Los juicios
Son decisiones
Todos los juicios son
Como si
Un hecho ocurrió
Un hecho
Un hecho ocurrió
Un hecho
No ocurrió
Juan
Juan ha robado
Juan
Juan no ha robado
Pedro debe
Tanto a José
Pedro nada
Debe a José
Nadie sabe
Nada
Nadie vio
Nada
Nadie oyó
Nada
Nadie sabe
Nadie dijo
Nada
Nadie
Nada
El juez no sabe
Cómo ocurrieron los hechos
La certeza se resuelve
Con pericia
La certeza es
En estricto rigor
Una verdad posible
La verdad no es la certeza
La verdad se archiva.

Convención

Recordando
Recordando
Recordando
Recordando
Reconociendo

Reconociendo
Considerando
Considerando
Reconociendo
Afirmando

Afirmando
Recordando
Afirmando
Reconociendo

Afirmando
Reconociendo
Recordando
Tomando nota

Reconociendo

Considerando

Afirmando
Convencida
Considerando
Considerando

Consciente

Considerando

Afirmando
Afirmando
Considerando
Considerando

Afirmando
Convencida
Tomando nota
Teniendo en cuenta

Reconociendo
Considerando
Reconociendo
Convencida

Teniendo en cuenta

Reconociendo
Considerando
Reconociendo
Tomando nota

Recordando

Habiendo examinado
Debatido
Deliberado
Debatido
Considerado

Sopesado
Deliberado
Debatido
Considerado
Sopesado

Esgrimido
Afirmado
Argumentado
Examinado.

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COMO VINO SE FUE [Mi poema]
Maurizio Medo [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Tu amor llegó callado, lentamente
igual que a la mañana iba el estío,
afloran nuestros sueños a la mente,
se añora del calor cuando hace frío.

Así llegó a su altar, fue de repente,
como un ave que solo dice pío,
el agua que cantando va en la fuente
dando brincos hasta morir al río.

Como vino se fue aquella mañana
en que el penar mostraba su trapío,
con tristeza miré por la ventana
y vi llorar su corazón y el mío.

Se iba de mi, mas de dolor calada,
sin deseos y de esperanza ausente,
fue un instante, pensé que se paraba
mas se fue ensimismada, lentamente.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Maurizio Medo

REALITY

La novela como una categoría social, y una
acción intuitiva de la condición humana.

Como eso que hondura kitsch en el alma.

(En el reality, va el último galán por su pensión de viudez
en la cola de inmortales.

Aquella fue su fiel, bellos tranvías.
Otrora ese el rival)

La novela como un plano simultáneo,
oscura bizarrería y aliento kafkiano.

Como el arranque del prime time estelar.

—Oh sino trágico—gimió el productor y atestiguamos
una sarta de tandas comerciales.

Como eso que sobra, fuera de escena,
Latinoamérica es una novela,
sin happy end en el capítulo “visados”.

Errata al escribir hambre
(con la e de esperanza),

espartana si en vez de una ménade…

Pero, telúrica, rapsoda entre serenata y carnaval.

Oh Señor de los temblores ten piedad.

ALCABALAS Y ÓRBITAS

1.
Poesía se está callada, lejos, en una órbita
lejana al pago de alcabalas.

Los poetas huyen del fisco y le respiran boca a boca.

“Morosidad”, pudo llamarse la novela. Hay deudas.
Pero también un venéreo desliz.

En la vanguardia la salivita homosexual.

Luego el free pass, babel de carne.

También manicomios y camales.

Traición donde el placer.

— ¿Tradición o traición?

2.
La novelita es una sucesión infinita de traiciones.

— Oh panteón de panteones ¿qué dice la novela sino
repetir qué hiciste con tu hermano?

Anécdotas y chismes escritos en puro anacoluto,
que, leídos con decoro e impostación, pasan
por mártires a turbas de infames.

La novela es también una jerarquía histórica,
—la conversión de lo cotidiano en mito

Una construcción sociopolítica que transforma
en mérito el delito.

Poesía, afuera, la voz primera,
luego el poema, el orfeón,
el poema, el orfeón…

Y el eco de los símbolos que pusimos

en boca de los muertos, como ellos
en las de quienes murieron antes
para engendrar esta ficción.

hábito

El ojo en la ventana,
nada acontece (excepto
la erosión de lo desierto en breves intervalos). Dentro
la pasmosa quietud de una dentadura malamente artificial,
una taza de café,
dos croissant
y x mg. de Caltrate.

Contemplo mis elementales hábitos: presentarme
puntual en el infierno
tantas veces para explicar el ser de la poesía
(y el triunfo del Sporting).Dormir
como Van Winkle fantaseando con Titanias
o levantarme con el corazón lleno de esquirlas, cual
falso Oberón.

El tiempo susurra como una vieja navaja que se afeita el acero.

Ciego a sus misterios he paralizado mi
absurda contemplación. La soledad
porfía, asedia hueca como una tragedia menor.

Dios está en todas las otras partes, es otra soledad, una alegoría de los Absoluto o
de la imaginación.

El ojo forja la mirada y descubre que
la poesía
no está en parte alguna, no se hace,
Es:
vista así nos hiere su cinismo

La habitación agota su discurso en los mg
de Caltrate,
los croissant,
el café.

Nadie cambió el agua en el vaso

Nadie es un scherzo de la soledad

Las moscas sobre el agua

Nada acontece

2.
Uno dispone de
los objetos,
nunca del orden…

Oye, si me ves con tal insistencia no responderé
más a
la realidad de lo que ves

Orden es la estatura con la que nos empinamos a la vida, a pesar de padecerla

Si te desnudaras…

Pero te resistes a los comentarios de la tele. Cómo te duele oír que Amor carece de forma por su proximidad al espejismo.

Cierra la ventana

Hasta “el caos requiere cierto orden” … la Varela

Ladra un perro

Ruido: “Estampida de cualquiera cosa ajena a tu voz

No, no es un perro – lo sé por perro, no por sabio-

Mi ojo trasciende la mirada sin reivindicar tu luz

Cierra cierra

Descreo de ellos

3.
No sé si estoy sentado
o si sostengo las
paredes de la imaginación
Repósate un poco,
das vuelta tras vuelta
a lo inmediato

Ampútame el dolor y no la oreja.
Duele desconfiar hasta de la luz

No era un perro.
Lo advertí

Un rastrillo se mueve sobre el césped.
Te distraes midiendo las paredes
de mi imaginación

¿O es la noche?.
¿Quién sino
se dobla
dolida por no ver lo que tú?

Cierra la ventana.

Ampútame esta soledad

4.
Abre

Desleo poemas exhalando
maldiciones. La poesía
es otra maldición,
mas nos bendice incluso en su elusión.

Las moscas sobre el agua

La taza, el Caltrate, los croissant…

Sí, la realidad y mi amor -que está en todas las otras partes- visto así nos hiere su cinismo-.

Pero ¿quién le mide la estatura empinado a
la par con la vida?

Nadie

Nadie cambió el agua en el vaso

Oh moscas

Nadie se desnuda sobre el mañanero sofá de mi cansancio

Nadie en
las precisas partes en
las que
se revela mi amor (aunque ésto no coincida con la realidad)

5.
Descree de mi amor

Yo dudo de él

Usualmente le sorprendo en otra margen y el bastardo
me ve donde no estoy

Si apuestas por él,
descree
y vacía el agua por favor

Ampútale el dolor y no los llantos.

Si crees casca
mi ceño seco de árbol moribundo. Abre
el cuerpo la ventana

Erosiona en mí
de súbito
como un viento temblorero
en la medianoche de verano

sillar

No más topos céleres por descifrar el ocre prehispánico
Desde blancuzcos ojos ciegos. No caries
sellando milenarias dentaduras subterráneas. No raíz,
nervio, cruz en sepulto, cáscara de cráneo.
Yaraví yaraví: círculos concéntricos curvánse aeréos
en sillar al rubricar la fábula de nadie. Es otro el tiempo.

Arcadas espasmódicas dilatan el vientre geómetra
de San Lázaro, el Viejo. Picante, Yanahuara, gime
en cielo azul batik
reclamando el zapato de Don Guillermo Mercado.
Pero, ¿acaso no legó el bordoneo de un amasijo de
palabras, palabras y
solamente palabras?.
No se procure en poeta alguna otra huella.

No humea el misti. Es la memoria
de un suelo que escuece despojado de su estampa aristócrata. Hay novias
en Plaza, flashes retratando sus mohines prenupciales. Un clown de
tez rojo semáforo, en verde tombo, arrea políglota
500 ticos
10 triciclos
6 noruegos
1 británico
por la apretada boca de las cúbicas callejas que
ornamentan esta pampa.

Entre cuyes, Yarabamba y mi
casa
asomo in ubicuo tal paralelo de un mar que todos reclaman
y a nadie pertenece. No por ascender
desde el borde sinuoso del vasto literal o haber bajado
en errático vahaje del Piamonte bienaventurado. Llevo a cuestas
fantasmas de otras órbitas. Añoro a mis ancestros
con susurros bilingües. Mis muertos
son mi identidad. Cómo explicar. Uno
pertenece donde se asió a la dicha y,
estoico, en calmo estar ante el estorbo
amóla aún en su agonía.

¿Y aquyaquí? – parlan dos desplumadas cacatúas picando
su única neurona.
Bah. Hologramático voy de largo husmeado por Sor Ana,
6 perros
3 corderos, casi
adobado.

Nada entiendo de esos etéreos ideogramas, sillar.
Es otro mi idioma. Confundo tu
mayéstico volcán con una loma. Procuro mi
océano con tinta y pensamiento. Entonces me
repliego. Bizco el ojo encofrándolo
en mi único paisaje: dos calas crecen
entre el palto y
un manzano en
tu jardín.

ALICE (LA CONFESIÓN DE CARROLL)

Excusadme si os retraté con el cuello ajirafado
O dentro de una estrecha madriguera.
Ta tanta insistencia vuestra por oír una aventura
De esta voz vacilante y tartatamuda.
Sois una belleza atrotroz en mi conciencia
Y cucuando os contemplo así de ensimismado
Es sósolo para saber de que sueño sois origen.
Esta alma mía, rudimementaria y artitmética vive
Dentro de una apa riencia vulnerable,
Sosoy casi una hecatombe del tiempo despeñado.
En vuestro edénico sesendero yo siéntotome
Cocomo un Camposanto itinerantete que presiente
Ya la mumuerte del amor.

“Co cortádle la cabeza”, ordenó vuestra mamadre.
Que no os aflija.
Veveo aún como dibujaís en el agua
Un ígneo abebecedario y permanezco en Shesheshire
Desde que os contemplara bogando allá en el Isis,
Alice, os coconvertiste en un insta tante pe perpetuo
En mi reloj pe pero nunca os dije del amor que provocó.
Aunque fuere yo un tu tutor inmerso en la ló lógica
Sin fafama ni fortuna, ¿aceptaríais tenerme a vuestro lado,
Seríais fefeliz siendo mi esposa?. (gulp).

Búbúsqueme en el revés de vuestro espepejo,
Trajinaré por vos en mi mamatemática más pura:
A + oposición
– distancias
x vuestro corazón mía sea su ventura
(entre) la rotación de un universo nunuestro.
Os espero, Alice.

EL JARDÍN DE PLATÓN

El Jardín de Platón ya no verdea
Y los ángeles que husmeaban las casonas
Asidos de las nubes como trágicos acróbatas
Entonan los cánticos que anuncia la tormenta

“Cruzo el jardín
Sobre las huellas de mi sombra
Veo que la luz está apagada”

El crujido de la puerta sólo anuncia mis manos,
Torpes manos que suplican la aparición de una palabra
En una solitaria ceremonia.

Sólo la lluvia adentra sus colmillos en la grama
Y el Jardín de Platón
Es un girasol que se desangra
Entre la tristura y el terror.

ADIVINACIÓN

Algunas veces Dios prefiere mirar hacia otro lado.
Inútil rezar para que el alma no se le escurra a uno entre las manos.
Poco sabe ella si el corazón busca sólo amparo.

El silencio es la esterilidad de la conciencia,
Los pensamientos vueltos boca abajo,
La espalda pretendiendo treparse a la cabeza
Y el Soplo de Eros trastornando la razón.

Esa intensa fragancia en la recámara delata una hora,
O un siglo, de pasión.
-Es eterna.
-…Aunque un instante.
-Shh. No lo repitas, cariño.

Pronto el cisne cantará, mas habré de ser yo quien perezca.
He visto otras muchachas escribiendo idénticas palabras
Sobre la piel de mi cadáver. Pero la dignidad de morir
Consiste en conservar una buena disposición
Por si se repite la escena.
Más aún, si todas las muchachas fueron Ella
Y lloraron sin tregua hasta hacerme brillar como una gema.

Sea bendito el amor de quien tendrá que asesinarme.
Llueve,
A lo lejos se adivina la tormenta,
Pronto el cisne cantará,
y veré una lágrima en mi sangre.

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RECLUSO [Mi poema]
Ignacio Escuín Borao [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Yo ayer subí al parnaso de sus ojos,
trepando, fui accediendo con sigilo
agarrándome a una ilusión, un hilo,
desde el contorno de sus labios rojos.

Noté de sus mejillas los sonrojos
a medida que al cielo me acercaba,
en tanto que la luna me miraba
juzgando mis deseos, mis antojos.

Y así me vi encaramo a sus pupilas
observando a través de la mirilla
con la angustia cobarde del intruso,

y aunque yo no me creo un meapilas
tanta fue la impresión, tal maravilla,
que en su cárcel de amor me hice recluso.
©donaciano bueno

Acaso el #amor nos hace #prisioneros? Share on X

Muchos poetas en sus textos comparan al amor con el acto de estar prisionero del/la amado/a. Este símil también está presente en la poesía religiosa, especialmente de los clásicos.

MI POETA SUGERIDO: Ignacio Escuín Borao

DE ‘HUIR VERANO

VII
He huido
lentamente, sin aspavientos,
sin dejar que el polvo en el aire delatase
esta marcha quizá sin retorno.
Me marcho.
Ahí os lo dejo todo.
Quizás dejo más de lo que me encontré al llegar,
quizá menos.
Cada vez que elevo la vista
todo parece tener menos sentido.

Variación XIV

(19 de septiembre)

[Para Antonio y Félix]

Sin duda habrás oído la voz del lamento antes,
los gritos de los niños en las calles,
los gritos de los niños en los pasillos de la escuela,
los gritos de los niños y los gritos de las madres.
Los niños gritan siempre,
cuando son felices y cuando lloran.
Yo antes gritaba a todas horas,
y hoy en esta ciudad y eniesta casa
no grita nadie,
porque las paredes son tan duras
como milenios de soledad comprimidos en un metro.
Porque cabalga la noche en sueño de boca y ratón,
se asoma como aquella
en que la nieve caía como antes
solo lo había hecho en países inexistentes.
Lo sé, hoy no hay quien me aguante,
tendréis que perdonar mi llanto/letanía,
los sueños se diluyen en la ciudad triste
y el silencio ha tomado los chirridos de las calles.
Hoy estoy imposible.
Nunca creí/pensé en un dolor tan lento y pesado
que cae en las horas ‘como la música en la música’,
en un vacío que se expande y gime
como antes lo hacían las sirenas y los viejos autobuses
acelerados.
No, no hagáis caso.
Solo es una noche/pesadilla,
una noche de vientre roto.
Mañana el sol, si puede,
barrerá de nuevo el mundo.

EL NOMBRE DE LAS COSAS

Esa maldición,
la de saber
con exactitud
el nombre de las cosas

sin la más mínima
posibilidad
de equivocarte
o de acertar.

A eso lo llamaban
política.

PÓLVORA EN LAS MANOS

Cuánto se tarda
en destruir
lo más costoso,
la construcción imposible.

Nácar los dientes,
nácar también los días,
y pólvora en las manos.
Mi historia es
la de un militante
duro y blanco
que lo incendia todo.

Eso es todo
lo que soy capaz de recordar.

TIEMPO ATRÁS

Lo recuerdo casi como si fuese ayer.
La emoción,
el temblor de las manos
y el sudor frío.

La presión de leer un poema
como si en él terminase el mundo.

Hoy no confío en mí,
no confío en nadie,
he perdido las ganas
y te he perdido a ti.

He perdido la voz,
he perdido el poema.

A lo lejos alguien entona
el canto final de los días.

Tranquilos amigos,
no es una despedida
es solo poesía.

MORTAL Y ROSA

Años después
delante de tu propia vida,
con el espejo plano
sin artificios que valgan,
te ves de nuevo en el inicio.

Es algo así como si nada hubiera sucedido.
Como un sintagma vacío,
un recuerdo nítido que te lleva
a ninguna parte.

Estás fuera del mundo,
el propio mundo así lo ha decidido.

Atrás solo queda algún que otro café helado,
las náuseas de cada mañana
y cuatro intensos años
de amargura y socialismo.
Nacho Escuín, de La mala raza (Bala Perdida, 2019).

CODA

(autorretrato con monstruo)

No perdona quien quiere sino quien puede,
obvio camino como grave es el peso
del aire contra el suelo, tensión de los planetas
en una galaxia no infinita pero desconocida.
Quien ha perdonado sabe que de nada sirve
querer hacerlo, no depende de eso este giro
como no depende de sí mismo ya el de la tierra
sobre su propio eje. Es un ejercicio semejante
a lanzar una moneda al aire y dejar que el azar
decida el final o el principio de algo. Si la suerte
es propicia, entonces, quizá el tiempo envuelva
las lágrimas y los gritos al volante de una bala negra
por los hilillos llenos de vida de un país desangrado
que se desangra. Una flecha lanzada al aire y que,
en su trayectoria, alcanza suspiros y aves y al mismo
sol. Tengo una moneda en la mano y todo el peso
de la ley y los valores aplastando mi pecho contra el suelo,
dejadme respirar ya y marchaos todos al infierno. Nada
de lo dicho en estas líneas puede ocultar la decepción
con la que lo inesperado entra en nuestras vidas y sitúa
a alguien antes intocable frente a un patíbulo de verdugos
borrachos y ciegos que, probablemente, fallarán su tiro,
lo lanzarán al aire y cruzarán la línea imaginaria que la flecha
ya marcó primero. Cuando la música cesa, solo algunos pueden
permanecer en la pista sin parecer patéticos desesperados,
y la música cesó pero las lágrimas brotaban tanto que inundaron
mi pecho e hicieron que la presión todavía fuese mayor.He bebido
tantas lágrimas como gotas de agua en un día de lluvia
en el que un hombre solo sale a la calle a buscar cobijo húmedo
y reconfortante, como los días pasados que lo son siempre.
De niño siempre dejaba que mi pelo se mojase con las primeras
gotas, ahora mi lengua se sumerge en el salado universo de mis
ojos, te he visto tantas veces con ellos que ahora no te reconocen.
Una moneda al aire, decía, días nubosos y lluvia pálida.

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NICOLÁS MADURO (iluminados) [Mi poema]
Reynaldo Jiménez [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

No crean que lo que cuento
es un chiste o es una broma,
pues que el que la gente coma,
o no, es de lo más cruento.

Escenario en Venezuela.
El autor, un tal Maduro,
que siguiendo algún conjuro
a Chávez puso una vela.

¿Fue jilguero o fue gorrión?
¡qué importa qué es lo que fue!
¿un mandado de Yahvé?
¡que lo diga el muy bribón!

La verdad es que al buen hombre
que de nombre es Nicolás,
un pajarito y no más
se apareció. Y en su nombre,

rumoreando a su oído
le reveló el comandante;
desde ahora en adelante
siempre harás lo que yo digo.

No olvides que aunque haya muerto
yo siempre seguiré vivo
para dirigir contigo
a este país hasta el puerto.

Y aunque tú creas no es cierto
y aunque tú no te lo creas,
yo veré lo que no veas,
que el rey soy yo de este huerto.

Recuerda muy bien, hermano
que soy yo aquí el salvador,
inventor, dueño y señor
del sueño bolivariano.

Cuando tengas una duda
sílbale a este pajarito,
si no acude pega un grito
y si no, pues vete a Cuba.
©donaciano bueno

No pretendo que se piense como yo pienso, pero sí que se respete como yo hago con los que no piensan como yo. Este es el tercer poema de la serie. Los anteriores han estado dedicados a Pablo Iglesias, presidente de Podemos y Artur Mas, separatista, presidente de la Comunidad Autónoma de Cataluña. Iluminados, son aquellos que creen que tienen un don sobrenatural, un destino que les ha sido asignado de forma especial por la naturaleza o un ser superior y, como tal, ansían pasar a la posteridad a costa de lo que fuere.

MI POETA SUGERIDO: Reynaldo Jiménez

Seca de a veces

Todo plano torcido todo estrujado todo lírico circo.
Todo será que se me ha perdido el delirio en un sitio.

Supe asumir sabrán supongo así como en la fiebre
así el museo de sí mismo. La peste acrecida y la querida
del viento, ventisca undísona en que no supe sumir.

Idiota organizo la sapiencia. Sapo en otro pozo otro.
Potreros del ahdiós. Párpados que arrancó la coraluz.
Pétalos en labios de la fiera biosfera hierba de su erir.

Erizar punzar la puntiformación mera de las miserias.
¿Adónde crece la muralla transparente de la separación?

Todo molécula carcomiéndose la médula.
Todo rota partícula burlesca en busca de lugar.

Dentro del potro de tortura duda el verdugueador.
Un segundo solo. Suda un sueldo que desfóndase,
señor fontanero del hontanar o señorita calvera.

Urge la desmueca que reemplace la facial verdad.
Pero desnudo es lo imposible, y véase que babea.

la única ameba

si yo callara
lo que siento
ya ni sería
aun si quisiera
yo no podría
decirte tanto
me das aliento
me das descanso
tambor de parto
pacto contigo
y con el tiempo
acordado

si incondicionara
los sitios civiles
del sentimiento
los días viles
los más visibles
la guerra fría
dónde no iría
con mi sayonara
vivo está el suelo
sahara dentro
del desconcierto
de lo posible
del desconsuelo

pero no soy tan experto
para cruzar sin mi amiga
en un rito secreto
el desierto

sin ruido las tribus
condensan la noche
qué reproche sabrán
cadáveres tan altos
y lo más quieto
de los epitafios
del picoteo
de los albatros
lentos ancestros
en el parir del partir
del porvenir
qué no
nos quieren
decir

si entro en materia
soy fuego que sangra
por las agallas
de las galaxias
por las pantallas
contra argonautas
que vigilan
que nada arda
si la vanguardia
gana batallas
pero no halla
el sentimiento
sube la guardia
tiene vergüenza
va por inercia
la inteligencia
por sobradora
manca

pero no soy tan experto
para cruzar sin mi amiga
en un rito secreto
el desierto

ni rima segura
ni blancura pura
la risa del verbo
presentimiento
interespacio
encrucijada
tal vez nada
por la mañana
tal vez yo muera
habrá otra vuelta
será mentira
tal vez no cante
nada
todavía

no lo predico
no lo predigo
es el zumbido
del firmamento
de la alegría
que nos aguarda
y que nos guarda
y nos aguza
cada sentido
no lo adivino
no te divido
mucho te quiero
amor divino

pero no soy tan experto
para cruzar sin mi amiga
en un rito secreto
el desierto

se lo dedico
a la otra orilla
y a la sirena
que me despierta
ella me encanta
ella canta conmigo
ella canta en mí
la llevo al oído
posa en mi hombro
es la cigüeña
de la cicuta
es la lechuza
de la pregunta

no más veneno
vivo está el cieno
barro irregular
con tu confianza
este cambiar
siempre incompleto
quieta esta danza
hechizo adentro
y no se cansa
y va prendiendo
muy despacito
no tiene causa
seguir mordiendo

pero no soy tan experto
para cruzar sin mi amiga
en un rito secreto
el desierto

seguir corriendo
por babilonia
silencidio
que condena
con malos tratos
a una cadena
de transmisiones
sin sentimiento
sin miramiento
sin corazón
sin emociones
sin corazón

cómo presumir
ante el amor
de nosotros
ante el amor
aún el posible
el más potable
de los sabores
transparentándote
de repente
tan discordante
la otra mitad
cruza la mente
la oscuridad
como un ausente

pero no soy tan experto
para cruzar sin mi amiga
en un rito secreto
el desierto

en lo que siendo
antigua calma
por la mañana
lo más desnudo
entre nosotros
los otros mundos
siguen en éste
atravesándote
lo que no vemos
por donde vamos
adonde estemos
lo que movemos

si yo callara
lo que contengo
no condensara
la coordenada
de esta plegaria
tan desplegable
un instrumento
tal vez sea parte
de este momento
y no se ampare
del sentimiento
tal vez sea nada
viento del norte
lente de aumento
algo que queda
entre los dedos
polen de Venus
son las palabras
la única ameba
de los matices
y se propaga
lo más cualquiera
y te desmiente
la primavera
aun si nadie
la viera

pero no soy tan experto
para cruzar sin mi amiga
en un rito secreto
el desierto

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MADRID ERA UNA FIESTA [Mi poema]
Marisa Martínez Pérsico [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Recuerdos de un chulapo en los domingos
marchando a disfrutar de las verbenas,
ansiando ser capricho de las nenas,
y a veces con pesar yendo a los bingos
tratando de al amor curar las penas.

Madrid, cual Baden Baden, una fiesta
y el fútbol, si tocaba*, mi pasión,
siguiendo a lo que hacía la afición,
bocata calamares como ingesta
y el vino en buena bota el colofón.

De noche la visita a los mesones
en busca de una oveja descarriada,
mejor si esa turista despistada
quería compartir sus emociones
tomando a nuestra casa de posada.

Que aquello era vivir y hoy en mis ojos
apenas si perciben la neblina
de un tiempo que pasó, que era una mina
de incendios a apagar, con sus antojos,
echando más al fuego gasolina.
©donaciano bueno

#Madrid bien vale, valía, una misa? Share on X

*Aquellos en que jugaba el Real Madrid en el Santiago Bernabeu.

**La frase es verdaderamente ingeniosa que hizo fortuna: “Madrid en agosto, con dinero y sin familia, Baden-Baden”. Se atribuye a Francisco Silvela, madrileño de nación y líder regeneracionista del Partido Conservador. Se refería al Madrid de hace un siglo, una ciudad bastante incómoda y más contaminada que la actual. Baden-Baden es una ciudad balneario de Alemania, que tuvo termas romanas. Las puso de moda la emperatriz Eugenia de Montijo a mediados del siglo XIX. La comparación era hiperbólica para Madrid, pero se entiende la intención. La diáspora de agosto hace a la capital especialmente amable. No hace tanto calor.

MI POETA SUGERIDO: Marisa Martínez Pérsico

Francotiradores de Sarajevo

¿Por qué no vamos
de vacaciones a Bosnia?
Ha sido tu pregunta
de estos años.

Hojeabas la revista Bell’Europa
y andabas por la casa
con un cuadro
del antiguo cementerio judío.

En la foto de la tienda
que reza “Cvjecara”
las flores germinan en la roca
a través de los impactos
de mortero.

Hay orquídeas en venta,
para los amantes
y los muertos, me decías.

¿Por qué no organizar
un viaje a Herzegovina,
este verano?

Estabas triste a destiempo.

Por entonces
eras solo un muchacho
de familia opulenta
que franqueaba el confín
de los Balcanes
por tumbarse en las playas
sin bombas del Egeo.

Pero es fácil ser lírico
con la tragedia ajena.

Pavonearse entre los símbolos
con temas prestados
sin usar las rodillas
como patas de perro
por burlar a los maquis
del Bulevar Selimovica.

¿Por qué no vamos
a Mostar,
aunque sea unos días?

Yo tenía trece años.
El padre de mi amiga
amanecía pegado
a una emisora europea
para oír del asedio,
de su hermano en Markale,
de esa Miss Universo
coronada
en un sótano.

Yo escuchaba The Cult
en la otra sala.

La pureza no duele
cuando el mal no nos toca.
Después de Sarajevo
no es posible mirar una criatura
sin vendarse los ojos.

No volviste a insistir.

La llevarás, ahora, de la mano
al osario de tórtolas
del cuadro.

Y todo está en su sitio,
amor,
no te disculpes.

Yo tendré otras montañas.

Lenitivo

No hay
como leer cartas de amor
de otras épocas.

Esto también pasará.

Reconquista del pasado

Este prado del norte
es el bosque de ovejas
de mi infancia en el sur.

Me lleva siempre a México
un único aeropuerto,
en un vuelo de Avianca.

El vértice izquierdo
de cualquier dormitorio
vio a mi padre morir.

Caminábamos
vestidos de uniforme,
bajo un sol sin sorpresas.
En un rincón del sueño
nos dijimos adiós.
Desde allí, cada sendero
es del color de las losas
que pisamos dormidos.

Quise posar mi oreja en tu costado
por saber si latía, remiso, un corazón.
Desperté antes de tiempo.

Los buques
en que hemos naufragado
van tocando mojones de memoria
al fondear otros puertos peregrinos.

Pero estas calles etruscas
no consienten piratas del asfalto.
Sin tu nombre, mis ojos
desmenuzan
un orbe de jazmines.

La atmósfera respira
de hoja en blanco.

El mundo vuelve a ser
una promesa.

Poética ambulante

Volver,
siempre venir de alguna parte,
invocar el ritual
de la mudanza.

Casa hipocresía

No me importa
que rompas el peldaño que te vuelve
que quieras
que te escondan.

Me interesa
no sepas dominar esta importancia
ni con dos de tus manos
ni con todas las flores
de tu nombre.

Expedición doméstica

Son las siete en Reichsgau
Y en otro punto equidistante
Del planeta.
(Cuando iba a la escuela me gustaba
abrazar el planisferio y calcular
la simetría de los
husos. Siempre supe
que Japón era el revés de Buenos Aires.)

A la tarde me arrojo a la humedad
De la bruma y acaricio
El crepúsculo violeta. Mi cuota de orfandad
Se debilita si recorro las calles
De Carintia.
Ni siquiera me aleja un hemisferio
del espacio que tu cuerpo ocupa.
Pero anoche llovió y
Cómo extrañé tus pasteles de membrillo

El fragor de la cuchara contra
El plato, tu puñado de bucles.
Pinceladas reflejas de sentirte
En casa.
Acá se ve la auriga
Y en los bares se respira olor a Maxim´s.
Es molesto adecuarse a otra rutina.
Nunca acaba por ser del todo tuya y la nostalgia

Persiste.
El té de enebro
Tus cruces y estampitas
Enredar palabras por hablar de golpe
La manera de hacer
un dobladillo.
Golpean
A la puerta. Me levanto a abrirte.
Dejo paso a tu inercia
Y apoyás dos bolsas
En el piso.
¿Qué te pasa?

Te miro como si te desconociera,
Como si un terremoto nos hubiera

Partido, y por la puerta entreabierta
Florecen las clemátides.
Nada. Qué bueno que viniste.

Farewell dos

Adiós a la poesía burda, aquella absurda
maravilla inescrutable,
maremágnum sintagmático del siglo,
metástasis de versos troquelados.
La vanguardia del erizo y del carpincho,
alegrémonos que no entendemos qué bárbaro,
te quiero pero estoy bien light alone
qué oprobio ese vestido de la abuela.
Marketin’ del verso adiós,
adiós.

Tan lejos de nosotras

Las manos de mi hermana
ya tuvieron dos hijos.
Todavía juegan con las mías
en fotos,
porque están a kilómetros de casa.

Sus manos nacieron jardineras
para ordenar
el blanco y el azul, el rojo y el celeste.
Contará una jauría de cruces cada noche
una vida sonora y transparente.

Nuestro patio amaneció cargado de retamas
donde ayer le dibujé
una casa gris de tejas rojas en el margen
de un río. Mis primeras letras
mis últimas palabras.

A veces, antes de dormir, en la penumbra
imagino que aún está, tendida
en la otra cama. Que de pronto
sonará el despertador y mientras ella lo apaga
abrazaré mi conejo
sin apuro
niña náufraga
en la isla sin tiempo de la infancia.

Ahora se despierta a kilómetros de acá
quién sabe qué paisaje
vestirá su ojos negros, su sonrisa apacible.

Ella y yo
tan lejos de nosotras
que nos unen la ruta y un verano.

Artepoética

Sin un dolor sublime
Sin un pathos que valga
el verbo poético
se cruza de piernas o de brazos.

Ljubljanica Sava

Se esfuman ciertos gestos
del crucero que hicimos por Ljubljana.
Las sensaciones aéreas
cómo el viento jugaba con mi falda
cómo el agua cantaba en movimiento.
Allí toqué
por un segundo
el alfiler agudo de la dicha
pero fue tan leve al tacto
que lo perdí al doblar el primer puente
donde aprieta el pasado
como un zapato antiguo y defectuoso
que aún quisieras ponerte.

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NUNCA DIJE QUE SÍ A SABIENDAS [Mi poema]
José Pablo Barragán [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

Nunca dije que sí a sabiendas que no,
y nunca me desdije a conveniencia,
si algún problema tuve de conciencia
la culpa del problema no fui yo
quien pudo allí pecar por su impaciencia.

Pues sí o no decir aquí es distinto
la misma distinción que hace del banco
al hecho de robar, hay que ser franco,
si el mismo está en el parque sin precinto
o voy para atracarle y lo apalanco.

Que hay veces que uno dice lo que sabe
y hay otras que no sabe lo que dice,
si acaso fuera dios quien lo bendice
o existe algún humano que lo alabe
o acaso al rizo vaya y que lo rice.

Y hay otras nos traiciona el subconsciente
si acaso escucho baca pienso en vaca,
son cosas muy distintas, evidente,
y en esto la intención es diferente.
que a veces la apariencia no destaca.

Que el vino blanco o tinto será vino
pues solo se distingue en los matices,
los patos se confunden con perdices,
y la velocidad con el tocino
y aquí todos contentos y felices.
©donaciano bueno

MI PORTA SUGERIDO:  José Pablo Barragán

SUPERMERCADO COREANO

Ayer tarde cogí el coche
y manejé lentamente por las calles de Lancaster.
Manejé hasta cruzar más allá de las vías,
y llegué al supermercado coreano
que hay en Walnut con la 12,
a la altura de la cancha donde juegan los Barnstormers.

Siempre me anima el especiado olor de los pasillos
del supermercado coreano;
me reconforta saber que puedo ir de un extremo al otro
del mundo en sus estantes,
que no hay más que dos pasos entre el tarro
de tofu fermentado y los paquetes
para hacer sopa de matzo
que aún conservan el aroma de los ghettos lituanos.

Y me fascinan las bandejas donde duermen los pescados sobre el hielo,
alineados como lanzas o guerreros de terracota.

Ah, cómo me gustaría acariciar la tersa piel de los jureles españoles,
desnudar mi corazón sobre las ramas
del oscuro árbol de sangre de sus branquias,
persignarme ante su olor de santidad
como si fueran una punta de la túnica del Cristo de mi pueblo.

Pero admiro sobre todo el mostrador
donde despieza el carnicero las canales de ternera,
la brillante brusquedad de sus cuchillos
que separan las costillas
una a una.

Quién pudiera ser ellos,
que levantan una pica en este reino
de la carne congelada y los olores a quirófano.

Quién ellos, y con un único golpe de muñeca,
abrir el mundo en dos
y devorarlo.

QUEREMOS TANTO A BRITNEY

Ay, Britney, baby, cómo se supone
que íbamos a saber de esa terrible
llaga, piedra, alondra negra
que te anidaba en el pecho,
de esa lengua de un mar muerto en tus mejillas;

cómo íbamos a ver,
si tanto nos cegaban,
si solo contemplábamos
tus muslos, tus muñecas, tu cintura
de colegiala rebelde,
la lumbre de tu piel bajo las medias;

cómo íbamos,
si todo, si lo único que ansiábamos
era llegar a ti descalzos sobre el fuego.

PIE PARA LOS NIÑOS DE VALLECAS

De aquí no se va nadie.

No mientras la lengua quebrantada de los niños de Vallecas,
no mientras sus párpados de arena bajo el muro y los estrechos.

No, de aquí no se va nadie.
Ni el cínico, ni el cura ni el poeta.

Porque aquí no hay artificio,
ni yelmo, ni bacía, ni misterio
que valga.
Aquí solo hay la lengua quebrantada de los niños de Vallecas,
sus párpados de arena bajo el muro y los estrechos.

Y no hay modo de huir
del mar ni los carteles.
No hay modo de esconderse
en las ermitas o en los versos.
Siempre estarán allí la lengua quebrantada,
los párpados de arena.

No.
De aquí no se va nadie.

LA GALLINA CIEGA

La señora Francisca de mi pueblo
tenía una gallina ciega.

Se había dejado un ojo en unas zarzas,
y el otro lo cubría
un velo, como en un tazón de leche
que se ha quedado frío.

Andaba siempre al fondo del corral,
separada del resto, y la señora
Francisca le apartaba unos puñados
de pienso cada vez
que echaba de comer a las demás.

A veces los muchachos
del pueblo le tiraban piedrecitas,
hasta que la señora
Francisca, viuda y sorda, les corría a escobazos.

Diréis que es una historia fácil
para una moraleja.
Pero son solamente un par de versos
para que no me olvide
de la gallina ciega y la señora
Francisca de mi pueblo,
que hace ya tantos años que están muertas.

NEGRA NUBE DEL ALBA

Zona Cero, Nueva York

Negra nube del alba
aguardamos que caigas aguardamos
que cubras nuestros huesos con el polvo
de huesos de tendones con el polvo
de grasa de los muslos aguardamos
que caigas como un muro que nos cubras

Negra nube del alba
aguardamos que caigas aguardamos
que anegues nuestros bronquios con el polvo
de huesos de tendones aguardamos
tan cerca de las torres respiramos
tan cerca de las bocas de los hornos
respiramos igual que en una urna
repleta de cenizas

Negra nube del alba
aguardamos que caigas aguardamos
que anegues nuestros bronquios con el polvo
respiramos los huesos los tendones
la grasa de los muslos respiramos
la muerte contenida en los resquicios
del aire en la ceniza en las finísimas
moléculas de polvo

Negra nube del alba
aguardamos que caigas aguardamos
que anegues nuestros bronquios respiramos
el polvo de los huesos respiramos
tan cerca de las bocas de los hornos
tan cerca de las torres respiramos
la muerte contenida en los resquicios
del polvo en la ceniza respiramos
sus huesos sus tendones respiramos
la grasa de sus muslos sus cenizas
De Tarea de español. Editorial: Ya lo dijo Casimiro Parker. 

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MI POETA INVITADO: Ricardo Bermejo Álvarez

Memento

¿Olvidadas?¿Es posible el olvido?,
¿no estamos hechos de cuanto olvidamos?
Antonio Gala

EN EL MAR DE LA ESCRITURA QUEDA
esa nave foránea de los números,
el anónimo aliento de las siglas,
la burbuja diezmada del paréntesis…
Y, después, los sentidos declamados,
el aluvión plural de los recuerdos,
el énfasis que admira a la tristeza,
la intransitiva mole de los nombres,
y el esto permitido, y el aquello olvidado…
Y queda una palabra, como un hombre,
envuelta en la bandera del silencio,
al filo de irse a pique para siempre.
«Método del recuerdo». 1986

Gramófono infidente

el amor no lo reflejo como ayer
Pablo Milanés

surco a surco

todo gira
en torno a un estribillo

el tiempo pasa

y al cabo de los años
te cuesta aún más creer
que sean para ti
las dos gardenias
Una luz en algún lugar”. Ed. Aguaclara. 2020.

De andar conmigo

V
Dejad que a voces diga el bien que pierdo:
¡Qué olivares humildes! ¡Qué balidos
de buen pelambre! Al cierzo, los ejidos
de mi Torre, la Manxa de otro cuerdo.

Dejad que la venera del recuerdo
colmada sea de crotorados nidos
y los pies se me ayunten, ya cumplidos
su diestro rumbo y su camino izquierdo.

Pues hibierno me achica la frazada
y toso en Villanueva (que hay botica,
y algún dispendio más, y algún amigo).

Bien recorrida traigo mi jornada;
tan endeble mi ser, como la mica;
tan arduo mi dolor, de andar conmigo.
De: “Abrazos a una sombra”. 2016

TE ESCRIBO DESDE MI MUERTE [Mi poema]
María Medrano [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Te escribo desde aquí, desde mi muerte,
desde el lado invertido del espejo
donde lo que es, se aprecia ya es añejo,
sombras, desolación, materia inerte.

Desde aquí escribo yo, desde este puerto
a el que he arribado tras de haber perdido
mi velero, ignorando por qué ha sido,
puesto que al llegar aquí ya había muerto.

Te escribo desolado en este incierto
tiempo que hoy ya ha pasado y se ha evadido
sin previo aviso en tiempo requerido
para escardar las hierbas de mi huerto.

Sólo y triste te escribo abandonado
en mi ingrato penal desasistido.
Alma soy que en tinieblas se ha fundido
en un mar de lágrimas ahogado.

Soy mortal, soy perdido, soy cualquiera
que no existe siquiera en el olvido,
incapaz de inventar una quimera,
de nada sirve estar arrepentido.

Sin pluma, tinta ni papel te escribo
sin mis ojos, ni párpados, ni llanto,
hundido en el pesar en este espanto
con dolor hoy te escribo aunque no vivo.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: María Medrano

6:30

6:30
llegás a constitución a las 7
a ezeiza a las 8.
te parás detrás de la barrera
hasta que te dejen entrar
atravesás el camino que llega a la ventanita
hacés la cola, esperás a que te atiendan,
te atienden entregás carnet y dni
das su nombre -buscan fichan y te dan 3 números-
te hacen esperar otra hora más detrás de la puerta de rejas
te abren
entrás al pañol esperás de nuevo
te llaman por el numerito amarillo -el que tiene sello es para d.n.i.-
vaciás tus bolsas te revisan cosa por cosa
pinchan
abren
sacan
rompen
nada relleno nada metal nada vidrio
pasan todo a bolsa
te sacan ropa azul gris negra
dejás «valores» después te dan otro cartoncito: «valores»
te hacés otra cola, otra espera, vas a requisa
te levantás el sweater
te levantás la remera
el corpiño
te das vuelta
te levantás el cuello la ropa
te tocan el cuello -el pelo
te das vuelta te desabrochás el botón
te bajás el cierre
te bajás los pantalones
te bajás la bombacha
te das vuelta te agachás (!) -te enderezás
te subís los pantalones la bombacha
te sacás los zapatos
te revisan los zapatos
te tocan los pies te sacás las medias
te ponés las medias
te revisan los bolsillos.
finalmente te dan un cartoncito: «requisado»
te acomodás la ropa
agarrás tus bolsas te acercás a la otra puerta de rejas
agarrás el «requisado» y esperás a que el milico te abra
te abre, pasás a los tumbos cargado de bolsas

nunca se termina de entrar -pensás-
y entrás

te caminás esa cuadra enlomada
te parás frente a esa puerta de hierro macizo
-y pensás que el cielo está demasiado bajo en buenos aires-
y la pateás, porque ya no te quedan manos con que golpear
te abren, entregás el «requisado»
entrás
subís una escalerita caracol así de angosta
1 piso
esperás a que te abran la puerta de hierro
la llave que la abre es enorme (con una así le abrieron la cabeza a una)
caminás, te parás en la puerta donde te piden su nombre
anotan
pasás buscás rápido una mesa
mirás si están Aldo y Mari
si están te vas con ellos, sino los esperás con una mesa…
después llegan ellas.

el tiempo se te pasa demasiado rápido
y querés decir lo que no tiene palabra

llaman pabellón por pabellón
te da escalofrío el sonido de esas voces llamando
y el conglomerado de toda esa gente que se abraza…
ellas se van pabellón por pabellón, y te quedás ahí 1 hora
hasta que termina el recuento interno, recién ahí te podés ir
-cuando ellos quieren, cuando ellos te abren la puerta, y la otra y la otra y la otra-

ese día

te despiertan a las 2
te duchás
te vestís
te maquillás
desayunás
esperás.
te buscan a las 4
te requisan
te bajan a judiciales
sacan fichas dactilares
te limpiás los dedos con pañuelo
papel, saliva , remera, pantalón
te sacan a traslado
en el primer camión de la mañana
5 y cuarto llega el camión
llega a las 6 a Palacio
te reparten
6:30 estás en Py.
te bajan
te esposan
te entran
te sacan fichas dactilares
te requisan
te meten en un cuarto
te sentás en el piso
esperás a que te llamen.
viene la boleta con milica
te esposan
te llevan a sala de juicio
si te toca el TOPE 3: cagaste.
y ahí comienza todo.
y tenían razón.
te entran a la sala con esposas
tres jueces fugados de Saló.
tu defensora oficial
el defensor oficial del otro
tu traductora
la traductora del otro
el fiscal
secretarios y secretarias varias
una mesa
donde exponen las pruebas en tu contra.
vos mirás sin entender
y empezás a sentir lo que pensás
en el idioma que desconocés.

tubo

dicen que entrás y no salís más.
es una forma de decir, que te hacen concha.
las palizas
las pesadillas
los tormentos
lo que se aferra como necesaria permanencia:
esta realidad incrustada a nuestro organismo…
a veces quisiera poder olvidar…
a veces quisiera poder olvidar
primordial identidad inconsciente…
futuro perfecto del verbo amar
claridad en los ojos de los que vieron?
claridad en la mente de los que sintieron?
ser. estar. padecer. y semejar … es aquí la cuestión.

viste que hace falta gente nueva inteligente?
ésta es una generación seca, umbilical
y la otra, y la otra, y la otra…

lima de carey

abro y cierro el cierre de mi bolsito manicure
y vuelve a llamar ella
reclamándome la lima de mango de carey.
jamás se la voy a dar
no por la lima
sino por la historia sentimental
por tantas lágrimas que hicieron
barro con el polvillo de mis uñas
apretando el carey, para evitar otra lágrima
y mirar fijamente la uña limada, para
no demostrarle que estoy llorando.
ella sabe.
por eso llama
y  la reclama.
ella quiere esa lima.
ella quiere mi lima.
ella quiere que yo deje de mirar su mango
de carey
ella quiere que la mire a ella
pero no la voy a mirar.
esa lima de mierda, me dice ella
esa lima de mierda no vale nada.
yo se.
yo se.
no le voy a dar esa lima de mierda
a esa que era mi amiga
y que ahora me llama
reclamándome
esa lima de mierda
de mango de carey
que no vale ni tres pesos
y que es mía
porque ella me la regaló
porque ella la compró para mi.
para mi cumpleaños
¡ella no tiene idea de lo que es cumplir 23!
ahora me voy a ir corriendo
a publicar
este poema
en la revista de moda
para que todas mis amigas
sepan que ella me reclama la lima de carey.

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SONREÍR A LA VIDA [Mi poema]
Fabián Casas [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Sonreír, a la vida sonreír,
aun cuando la misma le trate con desprecio
a este árbol que antaño fuera recio
y presienta que algún día ha de decir
adiós. Y así que fuera un necio,
peregrino en su penal cual emigrante
que traza en tierra extraña su camino
ajeno a lo que dicte su destino,
un caballero andante.

Y como tal, andar y andar
expectante en cada lugar, en cada sino,
embriagando su alma de un buen vino,
hasta llegar al mar.
Y penar, a ratos penar,
obviando aquel ¡ser bueno y felices!,
cuando aún éramos ingenuos aprendices
de sueños. Que el soñar
es un lago profundo
donde ahogar los dramas de este mundo
para después descansar en la ribera.
el refugio, que está en la cabecera
del vivir. Y prometer que en esta primavera
a cumplir va con aquella que le ama
viendo como a su vera su sangre se derrama
en una sementera.

Eso es lo que quisiera.
Y tropezar, caer, sobrevivir
y de nuevo volver a las andadas
cual borrego que sigue a las manadas.
Y aunque ya inevitable sea el sufrir
expulsar las lágrimas al viento
y en este abundamiento
después plácidamente,
desnudo, ir a descansar eternamente
con el mejor talante
para al final morir de sed de amor en un instante.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Fabián Casas

Mi primo ya no es un gigante
en el crepúsculo de esta terraza
donde estamos sentados.
Dos casas más allá,
con broches en los labios
y pañuelo azul en la cabeza
una mujer cuelga la ropa.

Desde que se fue el libretista
el color whisky del pelo de mi primo
empezó a clarear
y en alguna feria americana
los jóvenes modernos
deben estar probándose
su vieja melena, sus pantalones oxford,
los suecos que yo a veces le robaba
para mirarme en el espejo…

Príncipes violentos de los setenta
¿Qué podemos hacer por ustedes?
No se convirtieron en políticos
ni se exiliaron, ni están
con dos enes en el pecho debajo de la tierra…

Ustedes,
que se colgaron de los árboles de Gaspar Campos
y fueron a esperar al Duce a Ezeiza,
tuvieron que soportar
que el viejo no les trajera la revolución
sino la peste.

«Pero no éramos -dice mi primo-
estetas de la muerte o fanáticos del dolor.
Simplemente buscábamos Tao…»

A la gente le gusta pensar
que la vida cambia. Y muchos viven pendientes
de cosas que no le van a suceder nunca.
Ahí está la vereda cubierta de arroz
del Registro Civil; el libro donde dice:
«Antes vine como el Cordero,
ahora he vuelto como el León».
Relatos, fábulas para un pueblo construído
de agua y de fe.
La silla de mi primo está vacía.
El viento agita los árboles en la calle.
Es cierto. Todo terminó más rápido
que un día de franco.
Después pasó el tiempo,
viajamos con las tribus del norte hacia el sur.
Algunos se reprodujeron.
Otros aprendimos que el miedo
es la distancia que existe
entre el dolor y la nada.
Yo crecí y me convertí en el líder.
En cuanto al Guerrero del camino,
nunca más lo volví a ver.
Ahora él vive
sólo
en mi memoria.

Oda

¿Quién consigue expresar sus emociones
en una simple conversación?
¿Qué preguntas hacemos
para que nadie nos responda?
Lo cierto es que el taxista
equivocó el camino. Y es tarde.

Por eso pienso en el mirador,
el banco apoyado contra la rejas
desde donde vi pasar,
infinidad de veces,
al tren del Oeste.

De noche, la luna se refleja
en la vías y las luces de señalización
parecen brasas de cigarrillo.

No viene el tren del Oeste.
No vibran las paredes de la casa
donde vivimos el eterno retorno
de los ciclos del amor.

(Qué estarás haciendo a esta hora,
andina y dulce Rita
de junco y capulí.
Mientras me asfixia el cansancio
y los tranquilizantes flotan
como flojo cognac
dentro de mí).

El hombre de campo mira pasar el río.
El hombre de ciudad mira pasar el tren.
Ambos reflexionan sobre el pequeño mecanismo
de los acontecimientos.

Pero yo no…
Yo estoy cansado de este mundo nuevo.
A veces, en la noche,
el ruido metalúrgico
de los talleres literarios
no me deja dormir.
Para tranquilizarme, me digo:
«Soy mi padre y mi hermano,
nací de pie, al final de la última era nupcial;
contemporáneo del Gran Jugador».

Pero tus preguntas vuelven
una y otra vez:
¿Nuestro amor llegó a ser tan necesario
como el agujero de una olla?
¿No debimos aislarlo
de la paideia berreta
que crece en los gimnasios?

Fue como salir de la pieza apagando la luz.
Mientras en un rincón se acumulaban
los programas y los tickets
de todos los lugares donde fuimos.

Vibra la tierra. Pasa el tren del Oeste.
Y lo que vemos brillar a lo lejos
es la bisagra de acero
que nos separa de los jóvenes
para siempre.

Darío, parado, grita y gesticula.
Bajo una frazada marrón
Daniel se ríe y habla de sus novias.
Están borrachos y los que gritan en la cocina,
como diputados,también.
Mi vieja, resucitada,
golpea las ventanas, pidiendo entrar.

Al amanecer, bajo una claridad despiadada;
cigarrillos, libros   desperdigados,
platos con comida.
Camino, despacio, hasta el baño;
sé que la desgracia está sobre nosotros,
no ahora, tampoco el año próximo,
todavía somos jóvenes, pero eso
se pierde enseguida.
No tenemos nada, pienso,
mientras me lavo la cara,
ni un oficio, ni un a herencia,
ni una casa de sólida piedra.

Me levanto a mitad de la noche con mucha sed.
Mi viejo duerme, mis hermanos duermen.
Estoy desnudo en el medio del patio
y tengo la sensación de que las cosas
no me reconocen.
Parece que detrás de mí nada hubiese concluído.
Pero estoy otra vez en el lugar donde nací.
El viaje  del Salmón
en una época dura.
Pienso esto y abro la heladera:
un poco de luz  desde las cosas
que se mantienen frías.

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SU DECADENCIA [Mi poema]
Edgar E. Ramírez Mella [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

No intenta ya opinar, su decadencia
palpable está al hablar y se le nota,
ni insiste en replicar ni se alborota,
ni arguye pues no impone resistencia
diciendo que es lo que hay, que es lo que toca.

Se muestra cabizbajo sin la fuerza
que un día no lejano fue aliciente
luchando por pensar contracorriente.
Observan su desidia, hoy no es esfuerza
cual fuera la de un muerto reincidente.

Si le hablan del futuro no hace caso,
¿qué va a pasar mañana? no interesa,
está siempre sentado en su calesa
a espera de que llegue ya el ocaso
quizás mediante aviso o por sorpresa.

Que incluso ya ni el whisky le incrementa
las ansias de incordiar metiendo baza,
no encuentra sus cartuchos, y en la caza
presiente la amenaza y le revienta
el punto, ese final, que nadie aplaza.
©donaciano bueno

Quizás se trate ya de un muerto viviente? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Edgar E. Ramírez Mella

ALZO LOS OJOS

«Amo lo tenaz que aún sobrevive en mis ojos»
P. Neruda

Alzo los ojos, futura habitación de nerviosos gusanos,
más allá de los vientos terrestres
saturados de plegarias de profetas de la guerra y la muerte,
alzo los ojos, más allá de la lluvia
a cántaros de zinc y de cristal sus tintineos,
—pálida sangre sobre los tejados—,
más allá de la ausencia y mis brazos desiertos,
saco la lengua y alcanzo entrepiernas astrales y ojivas celestes
hasta lamer el vacio intenso y fértil.

En la ciudad ningún rosal florece,
ejército de pasos y paraguas,
timbres de teléfonos lejanos,
mudos reflejos de televisores y neones nocturnos,
furtiva e inútil solidaridad de relojes veloces,
desamor de quienes dormían en mi sueño y soñaron mi almohada.

Para ese dolor no bastan los fuertes licores de las islas
ni los mágicos frutos del shamán,
para ese dolor, que no es dolor, no bastan esos cuerpos
que no se repetirán con la mañana próxima,
no el débil brazo del amigo más fiel,
frágil y vano como el día más cercano ahora extinto,
para ese dolor, no, no bastan
ni el preñado vacio ni el loto esplendoroso…

Entonces bajo los ojos por la arena y la espuma y el musgo
y el beso que rodó por el suelo y el polvo,
y dejo a los vientos jugar con mi pelo
donde quiera ir la libertad arrojando mi suerte.

Árbol parado al borde de la sombra

Nada es bastante real para un fantasma.
Enrique Lihn

Un frío de vértigos por los labios,
un frío sin nombre que recorre las venas
se aposenta en los ojos,
un gélido aliento ha borrado mi nombre en su risa
y un alud de moradas escarchas ha sellado su boca.
Vestigios de catástrofes y naufragios hoy pueblan las noches.

Quedan las ratas sigilosas deslizándose
por las orillas de la oscuridad, que se roe
las uñas en este ciclo de muerte, y nervios
quebrados de los marchitos y astillados sueños
desterrados ahora sí del paraíso.

Un árbol de pájaros y corazones se pudre en el jardín de la memoria.
Un árbol parado al borde de la sombra,
con ramas donde cuelgan las doncellas ahorcadas,
donde pálidas brisas acarician los órganos lívidos,
vacíos hoy de sentimientos.
Ateridos aullidos en las apretadas y desgarradas bocas.

Un golpe de aguas
barrunto de chispas, de pedernales y machetes,
desbordados los cauces negros del río mortuorio
que aniquiló las esperanzas paupérrimas y ya podridas.
(Las agónicas nubes de las ciudades desahuciadas
auspician todo esa muerte promisoria del terror y la nada).

Recuerdo entonces los inolvidables aceros de su corazón.
y los dientes rotos contra el muro de las traiciones.
Como un pálido viudo sin vals ni primaveras:
un barco negrero con traficantes crueles,
vaciando su carga humana en los acantilados inhóspitos del dolor.

Todo este horizonte pintado de inmundicia
alimenta los días que nos quedan por morir
en esta isla meliflua que juega a la traición
del nunca jamás —su eterna cobardía.
Putrefactas médulas sostienen los huesos del miedo.
Y yo solo sólo soy, nave sin regreso,
un terco «peliador» en medio de la noche
surcada de relámpagos de balas y rabiosas navajas.

Todas las mentiras

Todas las mentiras
salen a la luz
en esta noche
estelar
—4 de julio
en este sueño americano
que hechiza y que corrompe—

no una mano,
no un corazón
verde azul y solidario,

sólo esa verdad
(que sólo piensa en el inédito placer)
con ojos grandes,
que aún así no quiero ver,
—labios enrojecidos por el carmín del pintalabios—

(hace tiempo que morí
debajo de las ruedas
putrefactas de la historia).

Y quién nos brinda la esperanza,
esta noche,
en este estercolero sideral?

Sabiendo aun así que la utopía
es el polvo instantáneo del deseo o el veneno
que corroe impenitente e impune la tierna médula del hueso.

Fumando la nada (de un sueño)

Los viajeros del tiempo y del sueño
argonautas de ciudades de uranio
en sus cámaras y cápsulas de puros metales alienígenas,
nos invitan auspiciosos,
—desollándose vivos,
prendidos de eslingas,
escarpias y ganchos adiamantados y asépticos—,
a sacarnos la piel como una vestimenta de hule
móvil,
mudable,

—en carneviva, exhibiendo sus venas violetas y carnes rosadas—
una monda sanguinolenta que eriza la razón
y mantiene erectos los pelos de la nuca.

Declino la invitación lleno de un mágico espanto.
Y observo y espero:
fumando pequeños pedazos de nada,
pesada
plomiza,
por boquillas de carbunclo y mangas translúcidas,
vivas substancias vacías, volátiles,
densa antimateria que se cuela hacia el alma.

De súbito llegan milicias seráficas
en una batida de lasers y espadas flamantes;
huimos entonces perseguidos por el aliento
y la sombra, infusos de espanto,
por los corredores de las ciudades de angustia
que pintara Chirico, solísimos claustros.

Despertar…
—Frío sudor de escalpelos—
con un sabor en la lengua y los labios
a terribles e inusitados narcóticos:
El corazón golpeando las sienes con pedernales y rayos.

SOBREVIVIR EN ESTE ANDURRIAL…

Sobrevivir en este andurrial tempestuoso,
sobrevivir a todo el global espanto
que deja corto el horror del tercer Reich;
con esta vocación de búho
lascivo sacerdote de la noche,
ser testigo de los humanitarios bombardeos de Bagdad,
Gaza y demás territorios caídos en desgracia
y abandonados del dios capitalista e inhumano
de los civilazados países de Occidente.

Mientras el fuerte aguacero borra la sangre de las calles,
plazas y mercados,
un murmullo de antiguos acetatos
y el licor y los narcóticos de las cuidades desalmadas,
y las exposiciones y espectáculos de seviciales artistas
intentan obnubilar las huellas de la infamia,
desterrar de la memoria toda la actual miseria
y el dolor ,
efímera existencia
donde las calaveras hablan
retóricas torcidas, siniestras y gastadas,
donde las calaveras sonrientes
entonan sus dulces canciones de sirena.

Bajo la voz ahora entonces
y con receloso ademán
acudo a mi humilde vicio de palabras
inútiles y párvulas palabras,
acudo en este intento estéril e impotente
con la misma desazón de la troyana visionaria.
Acudo religiosamente a exhibir y a develar el terrible horizonte de estos días.

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ESOS ROBANIDOS [Mi poema]
Juan Felipe Herrera [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Recuerdo la emoción cuando robaba
los pájaros de un nido,
yo entonces era un niño y no pensaba
que aquellos pequeñajos que encontraba
habían de sufrir. De haber sabido
el daño que a los mismos les causaba
hubiera yo evitado el sufrimiento
y hasta hoy cuando lo pienso me lamento
-comprendan que era un niño que jugaba-
ajeno al sentimiento.
Los pobres gorrioncillos asustados,
trataban de eludir mis manoseos
mas siempre yo, centrado en mis deseos,
gozaba al descubrir que eran pillados
oyendo sus gorjeos.
Gozoso, disfrutaba que me vieran
-admito que en sus padres no pensaba
incluso pues tal vez no los tuvieran-.
Comprendan que era un niño que pensaba
que aquello que yo hacía no era malo.
El nido era ese objeto de regalo
yo el niño que el regalo deseaba.
©donaciano bueno

Yo era un #robanidos? Visto con perspectiva, me averguenzo Share on X

MI POETA SUGERIDO: Juan Felipe Herrera

Mitad mexicano

Extraño es ser mitad mexicano, déjame ponerlo de este modo
yo soy mexicano + mexicano, entonces, queda la cuestión de la mitad
decir mexicano sin la mitad, bueno, eso quiere decir otra cosa
uno puede decir solamente mexicano
y entonces pensar en pirámides, vetas de obsidiana, códices de fuego, diosas con
rostros desollados, zarpas en los pies y cráneos como cinturones
—esto no es mexicano
estas son existencias, eso es decir:
esclavitud, tendones, corazones destazados sacrificios por el continuum
galaxias y quarks, la leche cósmica que fluye al interior de los árboles
luego oscuridad
Qué es lo otro —Sí,
eso también es mexicano, aun sin forma, salpicado de partículas.
Piezas europeas? Decir Colonia o Poder es incorrecto
mejor pensar en Kant en su diminuto cuarto
arrastrando sus calcetines negros en busca de la noción del tiempo
o Einstein volviendo sobre la ecuación errónea
acerca del modo en que la luz se curva —todo esto tiene que ver con
El medio, el medio-algo, cuando se es medio-alguien

Tiempo

Luz

Cómo ellos te acechan y cómo tú les imploras,
todo esto se convierte en tu proyecto de por vida, esto es
tú eres mexicano. Una mitad mexicano la otra mitad
mexicano. Entonces, la mitad en contra de sí misma.

Cinco señas hacia mi casa

Vuelve por las colinas del amarillo trigo donde lo quebrado habla de elegancia.
Camina hasta la puerta con toldo de lona, la corta cama extendida contra las nubes.
Debajo de la tierra, una hormiga escribe con la gracia de un gobernador.
Sopla, sopla Halcón Cola Roja, con tu oculta manga y tus secretos del desierto.
Tú estás ahí, casi, sin nombre, sin cuerpo, ahora ve.
Dije cinco, dije cinco como la guitarra dice seis.

Poema por poema

Poema por poema
podemos acabar con la violencia
todos los días después
día tras día

9 abatidos en Charleston, Carolina del Sur
no son 9 siguen
todos

vivos
no lo sabemos

tienes un poema que ofrecer
está hecho de acción – debes
buscarlo salir

corriendo y darle vida
cuando lo encuentres tráelo
de vuelta – sopla sobre él

cárgalo más alto que la ciudad en que vives
cuando la sangre corra
no preguntes si

es tu sangre está
hecha de
9 gotas
hónralas
lávalas impide
su caída.

mañana me voy a El Paso, Texas

ver a mi cuñado con una camisa de estilo
a pesar de su cáncer debajo
luego una pequeña cena en la noche del día siguiente
nadie lo sabe excepto que puedo estar en el camino
Mesquite donde se instaló mi padre en el ’31
cuarenta y cinco minutos al oeste y luego a la izquierda entras
mi hermana Sarita me espera en la calle Abby
después de décadas en familias separadas que acabamos de conocer
ahora escucho el reloj romperse, deslizo una hormiga
tiempo para pasear a mis perros cinco cuadras y regresar
una ruta diferente para calmar la mente
es el mismo pero tengo esperanzas.

Tú y yo pertenecemos en esta cocina

mucho tiempo hermano Bob me dice
uno de los monjes de color marrón nos dirige al profundo sumidero
hecho de dos lavabos, la manguera y la mesa plateada donde todos
las cucharas y pinzas de metal están limpias
espera en la entrada las instrucciones que me dio el monje
pero él está allí y me señala a otro lavabo
hecho de dos lavabos y una mesa de plata donde todos
las cucharas y pinzas de metal están limpias
fregar el arroz quemado en la parte inferior
allí se aferra a los lados del acero
afuera trabajando el agujero en la tierra
tres monjes en marrón revuelven las ollas negruzcas hirviendo
cuatro bocas de tortas de barro para el nuevo año lunar
el dragón la gente el monasterio las montañas
un monje se queda mirando la nada
sin pensamientos a su alrededor
el otro monje desciende a través de la niebla escamosa dos
los niños inclinan una rama de un árbol explotado de un lado a otro
entonces las chispas juegan con ellos a la izquierda
la sala de meditación es curva y se enfrenta a Escondido
abajo, donde mi padre conducía su camioneta del ejército
y detuvimos nuestro remolque en Lincoln Road en el ’54
Regando maíz arañado y noté las deportaciones
pequeños amigos se fueron a la tierra y se fueron a hielo solos
se sirve el almuerzo vamos a la cola las cucharas
y las pinzas moteadas esperan junto al arroz integral
berenjena de arroz blanco kim chee y una olla de sombra gris
vierte la sopa de algas vamos con nuestra bandeja y nos sentamos
los pasteles de barro están adornados en rojo, dorado y verde
hay una forma de hacer esto
requiere escuchar y ver y
silencio silencio suena la campana
hermano de mucho tiempo Bob y yo en el estacionamiento
dejamos tela marrón tela marrón
cucharas desnudas macetas desnudas
sale vapor del fregadero y la vista
la vista sin nadie delante o detrás.

Canción por aquí

si pudiera cantar
diría todo lo que sabes
desde aquí en la calle puedes dar la vuelta
solo por una vez estoy aquí
justo detrás de ti
¿De qué bandera está hecha?
tal vez sea demasiado tarde tengo
demasiadas preguntas de dónde vino todo
de qué colores está todo hecho de todo
todo aqui en el metro
hay tantas cosas y voces
vamos a algún lado pero no sé
algun lado
pero simplemente no lo sé
algun lado
sabes donde es que quiero cantar
para que puedas escucharme y tal vez puedas decirme
a dónde ir para que me escuches y tal vez
puedes decirme a donde ir
todas esas manos, piernas y caras que van a lugares
si pudiera cantar
me escucharías y te diría
va a estar bien
va a estar bien
va a estar bien, sería algo así
puedes darte la vuelta para que pueda mirarte a los ojos
solo por una vez tus ojos
tal vez como el suyo, ¿puedes verla?
y él puede verlos, quiero que los veas
todos nosotros podríamos estar juntos
si pudiera cantar iríamos allí
correríamos allí juntos
viviríamos allí por un tiempo en esa inclinación
pequeña casa junto al océano que se eleva dentro de nosotros
Estoy en la acera al lado de un gato acurrucado
fumar sé que es malo para ti pero
sabes cómo es solo por una vez, ¿puedes dar la vuelta
una línea recta que cae detrás de ti, soy yo, quiero cantar
invencible sangrando con amor

solo para ti.

Todos los pensamientos en un partido de fútbol

Hay pensamientos de bebé
en forma de algas y cuchillos piratas
flotan sobre franjas de costas y
acurrucarse en una sombrilla lluviosa donde
espera un camión de papaya roja que trabaja
y están los pensamientos del sargento
Melanie Lippman, ella está de vuelta
de Afganistán y aplaude como
quemaduras de bola romboidal
a través de las banderas del espacio
pero ella
notas distantes dentadas
zonas en llamas donde la Compañía lucha y
hay pensamientos de un padre
Don Jose Emiliano en cuadros
con agua en la cara, su único hijo
en el campo mojado
por primera vez, ahora es un hombre
cómo cae su furia y
encuentra una ruta
lanzar y girar su cuerpo
hacia una meta cambiante, es eso
mi hijo dice.

Todos los días somos más ilegales

Sin embargo, el durazno
todavía se levanta
y cae con fruta y sin
los pájaros se lo comen, los gorriones luchan
nuestro desierto

quemaduras con basura y drogas
también respira y brota
vides y maguey

las leyes pasan leyes con muros científicos
celdas de detencion marido
con el hijo
La esposa &
la hija que
casado con un ciudadano
se quedan atrás cortadas

sin polvo en el apartamento para
repartir el día
y los rompecabezas
otra ley entonces otra
mexicano
indio
espíritu exiliado

cielo de migración
la hierba se corta y luego se sopla
por una máquina las aceras están vacías
limpio y el halcón de hombros rojos
compañeros
abajo – de
una cúpula de madera abandonada
un campo vacio

todo está entre la luz
cada día esto cambia un poco

ayer sin hogar y
sin papeles Alberto
se fue a Denver un autobús Greyhound, dijo
donde no te revisan

caminar trabajando
bajo la oscuridad plateada
caminar trabajando
con nuestra mente
nuestra vida.

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UN BESO EN LA MEJILLA [Mi poema]
Gilberto Castellanos [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Esa calle arrugada, de nombre calle Isilla,
un tanto paticorta mas siempre presumida,
que fluye a todas horas de sí tan complacida
honrosa de su pueblo ¡qué pueblo! de su villa.

Es una maravilla. Tiene sabor a añejo.
De dimes y diretes va siempre murmurando,
las gentes de los pueblos que allí van paseando
comprando en los comercios con su habitual gracejo.

Su firme es de cemento, de sueños movedizo,
paredes desconchadas adornan, fiel, su talle,
pues que mejor que calle parece un pasadizo
para este advenedizo ¡bonita esa es su calle!

Pues que no tiene aceras, repletas va de excusas,
bordando fantasías, de olores a sarmiento,
gozando del momento, de emociones confusas,
y así sin más premisas viendo pasar el tiempo.

Debajo del subsuelo mendigan subterráneos,
las sangre de las vides circulan por las venas
de cuevas y bodegas. Que allí los espontáneos,
mientras sacian su sed, curando van sus penas.

La vida es provinciana en tierras de Castilla,
en esta población a la que parte el Duero,
Aranda, este es su nombre, cual beso en la mejilla,
se bebe el mejor vino, degusta un buen cordero.
©donaciano bueno

La calle Isilla está en la localidad de Aranda de Duero (Burgos)

MI POETA SUGERIDO: Gilberto Castellanos

LOS DÍAS INSEGUROS

Como rumor, dueño del sendero, línea débil
de hombres en lejanía y los pasos memoriosos
de un aire de polvo sobre otro polvo en molde
que nada configura pero está fraguando
sueños ¿así comienza la sordera del musgo
y la huella en otra pared mide lo callado?
¿Será que mi casa también escucha y nombra
el taconeo del viento, la salud quizá ínfima
de la soledad, la risa suave de lo triste?
De un hato de fechas derramadas ¿cuál será
la que adopte mi cuerpo, la mente y sus andanzas
para que al fin construyamos juntos las paredes
donde se alojen horas, lumbre del oficio
y la moneda líquida que la sal adeuda?
Marro de luz, el sol trabaja y sus obradores
ya son contemplados por el sueño, una encrucijada
muy antigua le derrumba, lo hunde y recomienza
en las arenas de los años ya en los huesos.
¿Cómo hablar de sangre apasionada si un hombre
sin amor pierde su alma y vaga enceguecido?
No cederá sus ganzúas de odio el esperpento;
hay un obstáculo para el habla en la distancia;
se retuerce la mano en la estrategia mustia;
ya pasan su trayecto los días inseguros.
¿Quién ayudó al instante a que se restaure?
¿somos contraparte desastrosa con sus redes?
La ola, lejos, talla de continuo su tiempo
frágil en el cuerpo vigoroso de su ritmo.
Despliegues de trombas ruidosas en los lienzos
de quietud: la calle; la paz que se reconcilia.
Lo que de ahí nos enmuleta y empuja sin saberlo;
el hambre de avenida que siempre nos regresa.

ESPEJO MEMORIOSO

Muro dolido porque tiraban sus adobes,
torre con más altura si ya la demolieron,
retazos de un ruido que cabalga en los yunques;
de las huellas de la niebla el sol aprenderá.
La ciudad camina como el hombre, lleva dudas
en la testa, espejos memoriosos, Antares
con las velas del día en esa oscuridad, mapa
del crisol sanguíneo que al avanzar se prende.
La cal resguarda los armarios, junta las paciencias,
destempla con suavidad la cuerda del quinqué
desabrigado entre la casa sola, muda,
en espera de habitantes; polen, espinas,
hurgan el sueño, plato de cobre para enfriar
otras nostalgias, amapola entre los pliegos
ayuntándose al temor; sala del solsticio.
¿Habrá un frasco donde pase la mano recta
sin destruir sus espejos, embotellar el día,
tal vez contarle los vellos al feto del tiempo,
reconocernos hijos precisos de la hora
en una curva de números, esperas con miedo
y huellas del sable moral, durísimo, en la espalda?
Cada ladrillo se ha de sentir más presuntuoso
cuando resiste ligerezas de lo ausente,
el paso de quien se perdió y todavía nos mira,
las fortalezas del adiós aquí desechas,
el beso final del que se va y permanece,
como aquel inquilino de una roca que vive
raspando el viento hasta que logre hallar pareja;
no el yacido ni aquellos fracasos de la duda
o el hijo con su madurez en ciernes, viajando.
La ciudad, ignorante de sí, cabría en un vaso
y nos arrastra tenaz, inmune hacia su mesa.

CAL RECIÉN LAVADA

Entonces va el instante con toda su inclemencia,
estremece la cara íntima de un dios roto,
de plástico, en alcayatas de paja donde
ya cuelgan los lustros, los pasos regresados,
lo que se desea troquelar y lo desprecian;
escofina, desgaste rudo es el olvido.
El orgullo muestra dagas en su concha, papel
que sobre aguas de impaciencia engrasa y modifica
ya la burla, el rostro escenifica lo pasado.
Estorbos inquilinos: giros, ramalazos, teas,
jolgorios, gestos de seda huidiza, terquedad
como el aceite de un intento, lo cruel simple,
aquel espejo de tallas anchas del manantial
que se deshiela; pañuelo de nadie la calle.
Da el día como si comprara lo tedioso y frío
de los climas, el aire que al calor desuella,
la risa de un mendrugo si por fin lo mastican,
el vacío que sólo se aviene al hambre andante
y un trago de piedritas limpias para enjuagar
la boca, reposo, valle de la sed sin labios.
Los habitantes de mi casa son aspas duras,
voces, tramo, la vuelta, la bondad en tiestos
que destellan con su silencio bajo la lluvia.
¿Las casas nos verán como muros caminantes
llevando sus años de historia sin registro
en el hormigón del alma donde fraguan el día
y sus conciertos, las horas eslabonadas, tristes,
mustios en la margen de su miseria y lentos
para no desalojar la paz de su anhelo?
Salimos con rostro de domesticidad y cal
recién lavada, baldío que al final se puebla,
señal de alertas, el sudor, desplantes y estigmas.

OTRAS CONDENAS

Hay adobes para los jubilados del desahucio,
hay oficios que no aflojarán los torniquetes,
hay silbidos con polvo simple de pinole;
hay alguien como yo que nunca llega sin urbe
con la piel desmantelada por la sucia tarde;
hay combas con bilis entre los dientes falsos,
amígdalas para que chupe más odio el hambre.
Ha de haber ojos inyectados de apetito
que mi yo conmisera, su papel no convence.
Hay un manual que dice cómo chillan los bosques
del estómago vacío si lejos va el sabor
igual que fuese la invención recién descubierta
y alguien, la calle, paga con prisa si prueba.
Son cuerpos, hasta cielos regalan y hay perdón;
quizás el viento es también vidriería de fórmulas,
deja rebabas heladas como soldadura,
endurece los tropiezos por sanar del día,
impide cerrar las puertas para que la tarde
pase, la noche viva los interiores tiernos;
así madrugarán los linos de la espera;
la decepción entibia sus topacios; boreal
continuará el espanto; el hombre que no aprende.
Le faltan puntas a la estrella de la calle,
sin rumbo mal alumbraría, desvíos de suerte, otras
condenas mueren sin catafalco; bajan dudas,
lío de los que no se atan, falta de templanza,
mendrugos agrios de un sol anciano en las calvas,
tal vez perdidos ya por falta de palabras.
Hasta una noche mísera remuele sombras
del sueño que sin digestión se apesadillan;
pero la brasa surge de rostros luminarias;
todo lo deshace un ventarrón con amistad.

ALTAR DEL YA PRONTO

¿Alguien sabrá cómo entra la lengua infecciosa
de la melancolía, moja el tedio, recuerdos
que no saben posarse, lamería las uñas
de lo que reniega estar triste, da un empellón
y escupe tenaz a los indecisos, triunfo
que la casa no esperaba, luz que se movió?
¿Cuál es el mercurio que mide con hielo, lunas
estrelladas en las venas, al rojo mental,
ese hierro que los nervios no sembraron, que citan
al ahora del caído, sábana espesa y alcatraz?
Pies hacia la negación donde se traba un hombre,
copa de su resuello que al día reconstruye
abrasada la sed para templar el rápido
sanguíneo, como despertar en el escaño
no previsto con sendas amplias que se achican;
estirar la mano: el cetro de las abulias;
historia quebradiza, llama suave del farol,
calenda y baldaquino de los que no encuentran
sus ambiciones en légamos de harina enteca.
El barniz guarda pisadas, pesos, horas, vidrios,
brazos ocupados del que llega, se aloja
con el pan y la ciudad que venían en su bolsa;
voces en procesión hacia los nichos movibles
de una victoria, un pliego sin depósito ni líos
entintados que se borren, altar del ya pronto.
Cada instante de la calle pone su calle
adentro de mi casa y el perro de cerámica
de las azoteas baja, esperará la ciudad
y para echarse muerde faldas femeninas
del yeso y las tramoyas resecas de otro día;
existen roedores de caliza empotrados
en la niebla, existen seres que no se reconocen.

Vitral de sombras

la sombra fugitiva
que en el mismo esplendor se desvanece.

Sor Juana Inés de la Cruz

1

En el abandono de su sueño
¿vio la sombra
aparecer la luz primaria
como fosforescencia remota?

2

¿De la fatiga de la luz
por el peso incesante
de su propia luz,
brotó la sombra
bañada de inocencia?

3

La luz es símil de la sombra
sin tiempo, sin distancia
en el silencio.

4

El tiempo se hace luz
En su ritmo sin pausas.

5

El espacio fue la luz
Sin conocer las sombras.

6

El silencio se convierte en luz
desde su profundidad
sin sombras.

7

Antes del soplo natural
de la palabra, fue la luz
grafismo y voz
para la urgencia de metáforas.

8

Ausentes los versículos
la música, el poema,
antigüedad de un universo
sin luz, la sombra
fue un cuerpo sediento
de miradas.

9

¿ Dónde hallan los sentidos
el infortunio total
de la muerte
si después de esa sombra,
como el amor, la mirada
ensancha su razón
vibra y se hace luz?

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ROMPECORAZONES [Mi poema]
Reinaldo Jiménez [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Alguien hay que pisando los talones
por la escalera abajo,
pretenderá quitarte los botones
robarte tu legajo.

Presume de que sabe dar lecciones,
parece que es muy majo;
mas esconde en su alma las traiciones
la daga en su refajo.

Intentará acercarte a su redil
para aplacar su sed;
hasta que lo logre el será gentil
mas será sólo una vez.

No te fíes, que es un rompe-corazones
le importas un carajo;
ignora lo que son las emociones,
segando va a destajo.

Depredador de ingenuas, sé que existes,
tu eres plaga, un malage;
engreído, fantaseas y te vistes
con un falso pelaje.

Algún día serás tú el que se viste
en propios funerales;
dejándote enterrar como un mal chiste
en unos carnavales.
©donaciano bueno

Dime si te #gusta o no...? Share on X

Rompecorazones. dícese de la persona que va enamorando a base de falsas promesas. También llamados vulgarmente como picaflores.

MI POETA SUGERIDO: Reinaldo Jiménez

ESCRIBO UN LIBRO LLAMADO BASTARDILLA.

la mosca y otra polilla se pegan a la estera,
es decir a la pantalla (tela) a la que adhiero:
¡incólume tea, tu pestañeo, a hierro mata!

pero roer es un decir, querer cribar un hambre
llamado Libro: preña esta galaxia de ocasos
y oscuras cosas que a su Gea gimen, un río
de risas deletrea la muchedumbre que respiro.

reos astrales adentro, suele ocurrir, a las puertas
del suceso, que por ser alga la gema de puro
amor queme a la vuelta: en cada esquina se da
la cita perdida que lleva en su seno

la marca de alguna letra, como en el anca,
arco fangoso, de fuego, en el acre lamido
de unánime animal, en esta pieza
o en cualquiera de aquellas otras llamando.

borro ya amando más en lo que ignoro, tejo
con oro del temor una serie de sierpes
similares en parte y ensarte a unas sibilas
roídas, oídas sílabas, pues quizás

hace frío: en cuánta constelación,
bajo el khôl de la tiznada luz que años
ha en el recodo se castiga, esculpe
una melodía parecida al sol, y allá

se planta, sin acudir cantiga a la garganta,
por advenir hasta la hora de la borra
en el sarro de grumos donde la letra
se cuece, ya ninguna, entre las patas

de araña de la aurora, o en confiscado
devenir para que ahora sin mañana
ni souvenir ni maña asome, a gatas
con la hora lupa o con la entraña.

POR REPETICIÓN ESTE LIBRO AHUECA UN ABISMO ANTICIPADO,

ensimisma y avispara al desocupador del desconsuelo.
aquí el centro en un haz de fumarola, las vacías camisas
reunidas en huelga, a la deriva apenas de caer, rendidas

a la cola eléctrica del día; los bichos se pegan, impactan
rayas de insomnio contra la límpida mañana: heráclita,
esta hora -ímpetu en blanco- arroja letras al ocelado río
que descorre en abanico un voluble secreto, asoma

al resplandor con su proyecto de umbras, sube el volumen
de somáticas guerras frías. así el devenir inclina: su bravata
arrecia oceánicas preguntas: así un detenimiento, luego
reinicio acuoso del milagro, adonde podría verse (pero

no sé ver) perfecta la espesura del envés
que prima el radio de acción que infrasujeta,
hasta que aquiétase, máscara en haces, lo idéntico.
y estas frases: remolinos de remos sin orilla.

la semilla no descansa, entre veloces tratos es fiera herida,
aunque espero, siempre, que la trama tragadora algo traiga:
esa brisa nocturna premedita queda, sin fin, el humo
de esto perdido en el intento si salta por no situar.

enciendo pues el foco y sobrevuela, hasta posarse tableteo
de ráfagas: plata, late círculos simétricos, anamor sin foso
los ojos fijos, quebradizos, la mariposa salió de
mí; ahora desmira. desde los altos, la niña

súbita despierta anciana en medio de la llanura nocturna:
alerta el maná y desde cuándo la parca despierta la acompaña,
justo al borde de la cuna, llamando a su mamá, the moon,
que estas cosas aún escucha.

HASTA EL BORDE DEL LIBRO NADIE LEYESE:

”si cerrara los labios, abriera el ojo, si hubiese
alguien en mí, si alguien supiese
hacia qué crece…”

las cacerías dejan huella, se sacude la piel de tierra
de nuestras fiestas feraces y las calladas bestias comparten
laguna antes de entrar a su Sahara Samsara Samsa:
”soy la erosión que te acapara, soy la rabia en oración…”

la última llave fue esta hoguera, y es ahora
una espera a la margen del ara, donde no resta
sino el ave del verbo que demora en su procura
esta hora en que memoria enamorada ya moría.

al orar raer el calor del centro mente sinuosa
fiebre con mirar con pupilas de infante se contenta,
como se apaga lo que antes horadara y a las liebres
antes y ahora incanta: junto a la orquesta de chispas,

filtros de toda suerte de espacio para estar, otra
vez, porque de pronto ésta, la lejanía, talla, constela
el cuerpo clandestino de los frutos, la intestina batalla
que aun doméstica dormida queda al lado de su bestia.

tan lento el pensamiento desconoce, sin pasaje los puentes
se hacen, donde cruzar el roce es imposible pero letal
sería no intentarlo. a tientas, también, extraña se hará extra
la agonía, para que al laberinto dé un solo instante

roce de sinos, las sílabas
del libro vertebrales.

EL TESORO (ORO) EN LA ISLA DE CARAS.

lo inane del gesto, el ducto del eco
por donde pasa la acción en cuanto
nubes para pastar discursos.

pero el óxido su otra mitad afecta
y la esfera rompiente de esperas,
colibrí hacia el aura de Dafne,
riega sus flores sin negarlas.

quepa un corazón que pareciera
otra cosa, o rosácea pérdida
entre horizontes hace instantes
o cuando aparte las lianas:

confidencia y alta sed, los tiempos
comparecen o se hacen agua
ante la copia del espacio que no es
todavía, o no será, o sólo encierra.

traído a raíz, en un tris de sombra:
avisos de un gemelo espacio,
me detengo a observar lo que fue-
ra toma en cuenta, se da en el giro

de un sigilo espoleante, escuela
furtiva que no deja signo,
vuela en la llama de un siglo sin peso
ni espesor, y perdura si rota

el momento unísono de mirarnos.
nítido a destiempo gemino y escucho.
esto estará ciego si persiste la hora,
descuenta pasos: ¿desasirse es así?

el solo instante tiene orejas de liebre
y patitas que afilan la huella: -ah,
la piedad, la pieza entera que se hace
llama, y los que tocan a la puerta

y quien se sienta no falta a la mesa
del ocio ciego de goce, sin embargo,
tal un acto que perdiese
a los actores, el río arrastra

hasta el fondo de lesa morada, no
merma y trae lo que devuelve y casi es
momento de estirarse, salir ya de aquí,
circundar la expectativa ovario de la duda,

rápido, para mezclar cenizas.
se perfuman respuestas, se disipan.
la noche tiéndese, su costa de esteras
apenas finge tatuaje: está despierta.

RETORNO EN CAÍDA DE LA CENIZA AL HUESO,

soltar la guerra quiero: adonde vaya, al paso
en los recuerdos sale, lapsos, sarros de nadie.

dejar atrás todo dominio sin que la súplica
estados de su espuela rija nuestras sangres
mezcladas con tamices hijas de la hoguera.

pero en reinos del tributo una matriz sigue vedada:
ante el propio iluminado, abismo su mirada, dios
de sí absorbe ausencia, ración de alerta cada día.

en campo de minas de un minotauro tropecé, de ira
mostré el colmillo o el escudo. su pupila de anciano
simia era además la de una niña de un año.

con vergüenza pánica escurrí entre los puestos
del mercado: así como el big bang sin el espasmo
no sería, años luz eyaculan, el eco de pasos hace al recinto,

el gesto al destino: la resonancia en el acto, hueca
permanece, lentitud de quien persigue: la duda nada
sin el doloroso dorso del don de parir sabiéndolo:

¡bendita ira que despiertas, en tanto hachazo
de certeza! aún innómine el desierto en que no supe
ante la sacra flora prosternar, guirnalda de apenas ojos

aplacara al Tirano que roe, inseguro comedor
de sus miembros: “cuánto más he de perderte,
paciencia, en la santísima batalla que acapara!”.

pero sumido igual, en ileso hechizo
de costumbres, esta danza
trazo, muerdo el freno.

DESPIERTO PERFORADO POR LA LUNA

el lóbulo frontal de un lobo suena
y porque muda edad por dentro
insomnio en anillos en Amnios

pero a la más frágil gruta se retira
del miraje sierpe haz de un solo fauno
otra vez fauce en ella misma
te convierte

a su leche obscura tu semblante
va doncella al otro semejante
abismo siempre sigiloso y
con vigilia

a tu lado despierto mutilado
tiento a roerme en tu piedra
el cerebro late y aglutina
condiciones nexas y los nudos

aquellos de sonido filamentos
cruzan luciérnaga certeza
para hacerse al propio
tiempo amor en su cautiva

por el sudario del ausente siglo
los latidos ya dispersa la veranda
si despierto
filtrada luna el solo hueso

(una más que me hará hombre
es decir pulpa que secreta insacia
con la fija idea de esplendor
acá debajo)

a la duración a sangre fría
en el acto a este otro espacio
despierto de frases atisbando
todavía cierto no y no es sino:

¿viste la llena? su vecino soy
e ido medio vuelto del reverso
del envés acuario
de zodíacos lugar tan estrellado.
(Poemas inéditos)

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ARTUR MAS (Iluminados) [Mi poema]
Julián Herbert [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

No crean que ocasión es la primera,
la historia atiborrada está de ejemplos,
son gentes nos invitan a sus templos
tratando que sigamos a su vera.

Predicadores son o son videntes,
escogidos por Dios, iluminados,
urgidos por misterio un don tocados
y diz ser mucho más inteligentes.

Pues crean yo no abrigo ni una duda,
que así algunos se digan trascendentes
falsarios solo son que a buenas gentes
les roban la opinión su alma desnuda.

Hace poco aquí apareció un tipejo,
un tal Mas, que así apellido, mas
salvar quiere la vida a los demás,
fardón, entrado en años y aun no viejo.

Su escudero es el mismo Sancho Panza,
la cara opuesta de él, un tal Junqueras,
que sin ruido robando va las peras,
gozando del placer en la pitanza.

Y puesto a presumir, ¿quién eres tú?
¿farsante, un malandrín o un salvador?
¿quien te hizo a ti de todos su señor?
saber si dios fue, ansío, o belcebú.

Recuerda, amigo Artur, cuando tú mueras
en puto polvo te convertirás
e incluso las cenizas dejarás
pues solo irán contigo tus quimeras.
©donaciano bueno

No pretendo que se piense como yo pienso, pero sí que se respete como yo hago con los que no piensan como yo. Iluminados, son aquellos que creen que tienes un don sobrenatural, un destino que les ha sido asignado de forma especial por la naturaleza o un ser superior y, como tal, ansían pasar a la posteridad. Este es el segundo poema, dedicado a este tipo de personajes. En este caso le ha tocado a Artur Mas, presidente de la Comunidad Autónoma de Cataluña y líder del separatismo. Junqueras es el presidente de Esquerra Republicana, un parásito políticamente hablando.

MI POETA SUGERIDO: Julián Herbert

El infierno de mimbre

Aburrido de que las vacas deban ser divertidas,
de los zafiros en derribo y la frambuesa congelada,
de lo sublime como psicosis con licencia de manejo,
de los concursos de belleza poética,
de los concursos de belleza política,
de Aldebarán y de otros nombres
igualmente tendenciosos,
aburrido de pasear (con papelitos en la mano)
por galerías llenas de escombro,
aburrido del gran Mall metafísico,
de la pájara pinta o la pájara pantera,
aburrido de ser hijo de Orfeo
y cantar todo esto en un orfelinato,
aburrido de bajar al infierno de mimbre
en busca de una aguja.

A mi manera, Francesco,
también me desnudé en una plaza.
Yo también con papá, en Atlixco. Estaba amaneciendo
y los chanates masticaban maldición
desde los árboles –en su lengua de esfinges.
La plaza un gran estante de artesanías de esfinge
negras. Y el cielo su mercado:
un piso de alquitrán al que señoras
estaban arrojando cubetas de jabón.
Papá me abrazó y dijo, citando a Malcolm Lowry:
“Hijo mío, bebimos
esta noche hasta la sobriedad”.
Quise matarlo, quise
darle un beso en la boca.

Edipo ante la esfinge: ¿cuál es el animal,
el animal que dice “no durará la pena”?

No durará la pena de su cuello en mis manos,
del sabor de su boca bajándome hasta el pecho,
del sabor a milagro del vacío,

[yo sería sin él ese milagro:
ese beso que nunca me di]

no durará, no durará la pena,
así sea porque el mal se parece a los sueños
y el ahorcado rara vez sobrevive a su dolor
–es ahí donde reside la ternura del verdugo–
y en la casa del verdugo llaman todos
a la soga por su nombre [yo te llamo papá,
yo te advierto que este amor es para siempre];
y por eso, aterrado, Edipo ante la esfinge
preguntando de nuevo: ¿cuál es el animal?…

Quise matarlo, quise
darle un beso en la boca. Pero
no durará, por eso no valía
la pena.

A mi manera, Francesco, tengo nada:
tengo en el brazo un tatuaje carmesí.
A veces digo que es una salamandra,
a veces que una iguana;
hoy es un camaleón.

A mi manera, Francesco, deseo todo.

Es así como pude renunciar.

cada color un estanque
y el viento el polvo: pájaro
de micas

[en el desierto de Mayrán:]

lo desplazado no regresa

la memoria cercena lo que une

el paisaje es una urna de cenizas.

Mónica y yo escapamos de los nazis por los pelos
esto lo supe tarde porque
cuando empezó
ya estábamos en el sótano
buscando entre los viejos hacinados a mi madre (todo era
muy judío y –previsible/extrañamente–  yo judío junto con todo)
su cara de india potosina deslavada por la
prostitución o por la osteoporosis
hasta que un San Francisco me informó muy solemne
que mi madre había muerto a mano de los nazis
por puta por judía por india malhadada
a trancos ascendí los escalones del refugio
pero de cobardía: todo ese tiempo supe
que la salida no daba hacia la guerra
que la guerra
se había cancelado con un muro del fondo
en cambio lo que vi fuera del
sótano era un huerto
o un huerto y un jardín y a lo mejor un bosque
en todo caso vegetales tasajeados por la luz del invierno
zumbantes ramas entre las que corrí
llorando claro pero igual
que un personaje: con la mano derecha
cubriéndome los ojos (pensé: ¿será
deveras esto mi dolor? ¿el césped rubio de una
inconexión –la cresta de su lumbre la felpa
de su filo? pensé: yo que bajé a la mina
y aprendí a castrar diamantes
pensé: serán mañana vino o muladar sus huesos)
al final del jardín el huerto el bosque
di con un escalón natural de caliza
una malformación quizá un altar y encima
cabezas nuevamente de judíos
llorando
(con la mano derecha en la cara por supuesto)
rezándole a sus muertos con el odio
hundido entre impurezas de cerdo que agobiaban
la sacra indistinción de la mojada piedra
recordé a la india muerta osteoporosa de mi madre
la puta o potosina
y me incliné a rezar también pero mi idioma
era siempre distinto al de ellos: no había modo de
salvarme
mas siendo yo un legítimo judío (como lo demostraban
el sótano los nazis mi dolor) decidí
no sé si de manera ridícula o innoble
imitar la oración: yahweh elohay bkaa chaaciytiy
howshiy ´eeniy mikaal rodpaiwhatsiyleeniy
agarrado al altar (que a tanto grito y llanto
se había vuelto ya un montículo de arena)
cuando una mano entonces (al principio pensé
que sería San Francisco
mas –previsible/extrañamente– se trataba
del rabino) la mano del consuelo
me azotó con desprecio la nuca y
me increpó: “deberías aprender del italiano
que en lugar de ponerse a llorar el primer día
se tomó todo un año para memorizar
el libro entero” –y me lo señaló: era un
barbudo profesor de matemáticas
sin un rasgo semita pero de hebreo perfecto
que desde cierta altura escandía los salmos
con el talante irresistiblemente abyecto
de un ligero tenor / el italiano
bajó de su curul (o sea la simple roca) y
–como hacen
los mejores maestros de álgebra–  explicó
sin rabia ni alegría
que el agua es como un pulpo si la tocas en sueños
y que el puro sonido también sabe
como tiene sabor –aunque a silencio–  la boca sin manjar
“ahora voy a rezar por el cadáver de una niña de mi pueblo”
me ordenó
(alguien puso en mi mano la charola con copas)
“y tú vas a danzar al ritmo de mi llanto
sin verter una gota hasta que el vino
o el muladar o el hueso de tu madre se consuma
y descubras que el dolor
el dolor de santidad que cicatriza
no radica en la oración
sino en el baile”

Bailábamos abrazados cuando irrumpieron los jinetes
pisoteando el jardín japonés de la entrada.
Sujetaron al pianista por el cuello
y le abrieron el cráneo, musitando:
Play it once, Sam.
Los martinis secaban la garganta
y no hubo un recipiente de vísceras o quesos
que no fuera volcado. Hacia la medianoche,
Gengis Khan bajó de su aposento
vestido de drag-queen y comiendo pastel.
Poco a poco, la fiesta se animó:
manos cortadas en la mesa de Monopoly
y en el Sony una porno situada en Año Nuevo.

Todo un poquito demasiado teatral.

Todo, menos el gallo:
el gallo que, en el patio de la casa,
cortaba con el pico pedazos de tomate
y caminaba alrededor de su vasija
como un guerrero tártaro en torno de la turba.

Mac Donald’s

Nunca te enamores de 1 kilo
de carne molida.
Nunca te enamores de la mesa puesta,
de las viandas, de los vasos
que ella besaba con boca de insistente
mandarina helada, en polvo:
instantánea.
Nunca te enamores de este
polvo enamorado, la tos
muerta de un nombre (Ana,
Claudia, Tania: no importa,
todo nombre morirá), una llama
que se ahoga. Nunca te enamores
del soneto de otro.
Nunca te enamores de las medias azules,
de las venas azules debajo de la media,
de la carne del muslo, esa
carne tan superficial.
Nunca te enamores de la cocinera.
Pero nunca te enamores, también,
tampoco,
del domingo: futbol, comida rápida,
nada en la mente sino sogas como cunas.
Nunca te enamores de la muerte,
su lujuria de doncella,
su sevicia de perro,
su tacto de comadrona.
Nunca te enamores en hoteles, en
pretérito simple, en papel
membretado, en películas porno,
en ojos fulminantes como tumbas celestes,
en hablas clandestinas, en boleros, en libros
de Denis de Rougemont.
En el speed, en el alcohol,
en la Beatriz,
en el perol:
nunca te enamores de 1 kilo de carne molida.

Nunca.

No.

Don Juan derrotado

Todas mis mujeres quieren estar con otro.
Me abandonan por un adolescente,
alaban a su esposo mientras yo las estrecho,
se van con periodistas,
con autistas,
con rubios bien dotados, con guerreros
y cantantes venidos de ultramar.
Todas son bárbaras, histéricas,
infieles: me acarician
con el filo azorado de un puñal de lencería
y se lanzan a bailar en la inmunda taberna
montadas en los ácidos corceles del calor.

(Siempre bailan con otro:
mi vida es un gazapo entre las pausas de la orquesta.)

Yo las deseo entrecortadamente,
como un caimán imbécil y violento
que gusta de la presa aderezada con veneno.
Yo las deseo en las cornisas más esbeltas del amor.

Abismos sucesivos y dádivas perpetuas,
sus cuerpos se prolongan en mí hasta confundirse:
una compra cortinas,
ésta me pide que por favor la abofetee,
aquélla está sentada en un parque vacío,
la mirada perdida, comiéndose un helado.
Yo les muerdo los cuellos,
les palpo cada legua de la piel,
les hablo con la piedad de un epiléptico
que habla a sus pesadillas.
Ellas no duermen nunca: su único empeño
es la traición.

Celosas. Inconstantes.
Me arrojan de sus vidas como a un príncipe azul
que es echado de la fiesta de disfraces
con nada más que un vaso desechable en la mano.

Todas me engañan. Todas.

En sus brazos,
yendo de unos a otros brazos,
me siento como César, que miraba
–mientras ardían en su pecho los cuchillos–
algunos de los rostros que más amó.

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