A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

PROPIETARIO DE MI ALIENTO [Mi poema]
Marina Mariasch [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Yo soy el propietario de mi aliento,
y de mi corazón cuando anda loco,
de la imagen que alumbra mi contento
y de las nubes que en mis sueños toco.

Y soy el mayordomo de mi mente,
la savia que rezuma por mis versos,
mis dos caras, anversos y reversos,
certeza así que fuera inconsistente.

Que a la vida le doy lo que merece
su jardín yo me acerco cada día,
al mar si la marea sube y crece
cual sube aquí y decrece mi alegría.

Y soy aquel que ve pasar su entierro
y expectante resiste a esa parodia
cual herrero que ve fundir el hierro
para templar y así tocar la gloria.

Tan terco yo, que voy envejeciendo,
me asomo a mi balcón con energía,
de ilusiones gozando voy viviendo.

Mas procuro olvidar que al Orinoco
he de llegar en una tarde fría,
obviando una vez más que existe el coco.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Marina Mariasch

Soy-ex

Nunca fui sexy

para mi papá:
un gato,
un oso,
un perro,
un león.

¿Me soltás?
¡Destiérrenme!
Ya incendié “cadáveres”,
castigué bebés
y encerré ancianos.

Supe hablar varios idiomas.
Bailar tango, flamenco y folclor
lento
rápido
te tapé en la cama
una noche que hacía calor.
Alguien dice que se comería mi pelo:
-“¡pura proteína!”
Pero: qué pasa-
rá?

Pienso en cruzar
a la terraza de esa vieja
que tiende la ropa al sol.
Pero creo que una piedra es un sapo,
ya estoy de otro color.

Entonces sigo adentro de este jean
donde hasta soy capaz
de abrocharme
los botones de la cream.

Me extraña
producir calor.
Lo extraño-
es algo innato.
Como las manchas
hereditarias
cambian de color.

¿Debería llamarte Canasta?
Cuando dicen no hay
momento mejor para comprar,
¿suponen una recuperación del valor?
Todos los días se cumple el aniversario
de un atentado.

Nunca fui Tweety ni Chilly Willy,
me habría gastado el dedo
en esas esponjitas
para contar dinero.
Se diría que el terror en los animales
es más evidente.

¿Cómo puedo estar llorando en el supermercado?
¡Un exceso de poesía!

Pero hago esfuerzos:
pensar en lo más más feo.
Ya está.

VO5

Una lista de nombres
que pudieron ser  hippies
como “Nova” o “Supernova”
para ponerle a tu bebé
que va a nacer

la noche del año nuevo.
Tu papá se acerca y dice:
“¡Hola! ¡Soy el hombre auto, el hombre
autopista!” Lo sabías,
sólo que es distinto
escucharlo de esos labios finitos
que una vez dieron un beso
para que salieras vos.

Amo tus pies
ahora yo digo “vernos”
y volvés con la tos y un poco de fiebre:
no lo haremos-
“antes que nunca” no es otra cosa
que “nunca”.

Hablar de vos
requiere una voz adolescente:
“doméstico” no significa aquí
tenedores y cuchillos.

¿Hay algo que pueda hacer callar
a esa chica? Detesto
oír hablar  a las chicas.

Esparcís a puñados palabras como
“espantoso”, “gigante”, “tremendo”,
“famoso”; preferís evitar
el “muy”, que es tan preciso en pos
del “francamente”, vago
y reticente.
La fotografía

puede seguir colgada en tu habitación
tranquilamente-
pero yo también quiero estar en mi habitación.
No me comprendiste bien en lo tocante
a las expresiones fuertes:

Cargan las bayonetas;
multitudes gritando y aquí
la vergüenza de vivir siempre
bajo protección.

Mi defecto es dominar
dice la tele.
Se le rompe la nariz y le sangra,
es como Amytiville…
Pero luego:
vendrá la larga noche y después
el desayuno.

En el breakfast, los hermanos se saludan y conversan.
Yo necesito el cereal, y mamá
necesita sus puzzles y papá
necesita lavar todos los autos de la cuadra y así
está bien.

Se pone el sueter ese que no es
el suetercito comprado
con el sudor de la frente
y perderlo es rencor
contra el capitalismo.

Salen juntos, caminan
juntos, pegados, tanto
que no se nota si el ruido
de llaves es del llavero de él
o del de ella.

O ese llavero-corazón
con adentro bolitas de colores
que una vez tiró contra la calle
desde la puerta
y se rompió como un símbolo
y las bolitas rodaron y se metieron
en las canaletas que hay
entre los adoquines.

Come, usa los dedos si es necesario,
come chocolinas y nequik y todo lo negro.
Anoche hizo frío y sangró
la nariz. Pero ahora,
por suerte,  es de nuevo
la mañana.

Dame la mano y vamos
ya dame la. Por la calle del bar El globito
pasan abrazados, parecidos entre sí.
Escuchan Counting Crows, grupos así
que la gente olvidará en serio.
Ella se duerme a la noche pensando
nombres de nena. Él, es poeta y dice:
Quisiera no escribir
malas palabras en el poema. Quisiera
verte la cara brillando, brillando.
Y así se duerme él.
Cuando llegó con el walkman
hecho pedazos y una parte en tres
descangallada supe que
escuchaba Counting Crows
grupos así, que la gente olvidará
¡en serio! Supe
que años más tarde, en una salida casual
con chicas bien vestidas alguien diría:
«La vida es fascista» y en el fondo,
de fondo, se escucharía Counting Crows
y ustedes, ellos, se mirarían sabiendo que
o tal vez, en un viaje en auto,
a Rosario por ejemplo, pasarían
por la experiencia
de ver un perro descangallado
al borde de la autopista
que hiere y es herida a la vez y pasarían
por la radio un tema de los Counting y tardarían
poco en mirarse por el espejo
retrovisor como en la salida
tardarían poco en emocionarse y mirar la salida
recordando el tiempo de las malas palabras
en los poemas y también recordando pensar
en las posibles derivaciones sexuales de esa amistad.
Quiero escribir los versos más bailables
esta noche. Quiero verte bailar como un
perro, entero.

Querida Marina

No me gusta el título
ya lo escuché en otro lado.
Parece el título
de una canción de Bon Jovi
solista o de Leonard
Cohen o de ¿Andersen
eran? Los hermanos que
fabulaban. O no,
nada que ver, de Bioy
Cortázar, esos que te hecen amar
a los 18 y después
odiás.  La parte afectadita
literario-pop es la que menos
me gusta. Me gusta
la parte industrial, hit trolo
es decir: femenino. ¿Son “las chicas”
las que hacen cortar tanto? No sé
no sé por qué
la insistencia. Cortar versos
¿Cuál es? Me gustaría que un día
me expliques esos cortes. Ni ahí
los entiendo. ¿Por qué
todas las chicas hablan mal
de sus ex-novios? ¿Por qué
qieren tener bebés?
¿Lo de los cuerpos deformados?
Ah, sí. Pero más denotativo que esto
difícil. Gestos punk
como poner música fuerte
para joder al vecino
en la tarde del viernes más cálido del año.
Pero es el movimiento doble del realismo
que amo. Es el ritmo, aquí,
lo que estremece.

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UNA VENTANA ABIERTA [Mi poema]
Silvio Rodríguez [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Una ventana abierta y un horizonte incierto,
una nube en mis ojos de apacible silencio,
una calle vacía de aceras sordas. Siento
el suspiro del agua, la música del viento.

Desperdigadas gotas en ese mar abierto
salpicando el paisaje, sembrando sentimientos,
afectos que han lamido su vigencia a destiempo,
corazón que fue herido, de sinsabor se ha muerto.

Paisajes que han huido, pues que ellos no eran nuestros
pues no han sobrevivido, los ha matado el tiempo,
duelo, besos bruñidos que hoy son ya de otros dueños
penoso ese camino que despunta al averno.

Calma chicha, nostalgia, que inunda mis recuerdos,
paz, placidez, tristeza que penan en desiertos,
la historia de una vida o el final de un mal cuento,
un adiós, despedida y un repetir lo siento.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Silvio Rodríguez

PLAYA GIRON

Compañeros poetas, Querida
tomando en cuenta
los últimos sucesos en la poesía,
quisiera preguntar –me urge–
qué tipo de adjetivo se debe usar
para hacer la canción de este barco
sin que se haga sentimental,
fuera de la vanguardia o evidente panfleto,
si debo usar palabras
como Flota Cubana de Pesca
y Playa Girón.
 
Compañeros de música,
tomando en cuenta  esas politonales
y audaces canciones,
quisiera preguntar –me urge–
qué tipo de armonía se debe usar
para hacer la canción de este barco
con hombres de poca niñez,
hombres y solamente hombres sobre cubierta,
hombres negros y rojos y azules,
los hombres que pueblan el Playa Girón.
 
Compañeros de Historia,
tomando en cuenta lo implacable
que debe ser la verdad,
quisiera preguntar –me urge tanto–
qué debiera decir, qué fronteras debo respetar.
Si alguien roba comida y después da la vida,
¿qué hacer?
¿Hasta dónde debemos practicar las verdades?
¿Hasta dónde sabemos?
Que escriban, pues, la historia, su historia,
los hombres del Playa Girón.

A Fabelo y Suyú
                                    A Belkis

Un mundo de contrahechos
se esparce en la cartulina,
bordado con punta fina
como los pelos del pecho.
País en que los deshechos
son amados todavía
es la comarca sombría
donde la luz se perdona,
porque allí van las personas
del sueño a la poesía.
 
En un sofá diminuto
posa minúscula gente.
Unos sonríen al lente,
otros cuentan los minutos.
Bichejos de rostro enjuto
se asoman a celosías
y carroñeras harpías
prestan garras al retablo,
mientras hace ronda el diablo
del sueño a la poesía.
 
Un pavorreal se pasea
por un desván en penumbras
y a su paso, que deslumbra,
la oscuridad se voltea.
¿Qué transformó pluma en tea
de apariciones umbrías?
¿Qué pasión, qué melodía
tocó el corazón humano
para conducir la mano
del sueño a la poesía?

¿Adónde van las palabras que no se quedaron?
¿Adónde van las miradas que un día partieron?
¿Acaso flotan eternas,
como prisioneras de un ventarrón,
o se acurrucan entre las hendijas,
buscando calor?
¿Acaso ruedan sobre los cristales,
cual gotas de lluvia que quieren pasar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y adónde van…?
¿Adónde van?

¿En qué estarán convertidos mis viejos zapatos?
¿Adónde fueron a dar tantas hojas de un árbol?
¿Por dónde están las angustias
que desde tus ojos saltaron por mí?
¿Adónde fueron mis palabras sucias
de sangre de abril?
¿Adónde van ahora mismo estos cuerpos
que no puedo nunca dejar de alumbrar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y adónde van…?
¿Adónde van?

¿Adónde va lo común, lo de todos los días:
el descalzarse en la puerta, la mano amiga?
¿Adónde va la sorpresa
casi cotidiana del atardecer?
¿Adónde va el mantel de la mesa,
el café de ayer?
¿Adónde van los pequeños terribles encantos
que tiene el hogar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y adónde van…?
¿Adónde van?

Ala de colibrí

A Cintio Vitier y a Fina García Marruz
                                             A Luly

Hoy me propongo fundar un partido de sueños,
talleres donde reparar alas de colibríes.
Se admiten tarados, enfermos, gordos sin amor,
tullidos, enanos, vampiros y días sin sol.
 
Hoy quiero patrocinar el candor desahuciado,
esa crítica masa de Dios que no es pos ni moderna.
Se admiten proscritos, rabiosos, pueblos sin hogar,
desaparecidos, deudores del banco mundial.
 
Por una calle descascarada,
por una mano bien apretada.
 
Hoy voy a hacer asamblea de flores marchitas,
de desechos de fiesta infantil, de piñatas usadas,
de sombras en pena del reino de lo natural
que otorgan licencia a cualquier artefacto de amar.
 
Por el Levante, por el Poniente,
por un deseo, por la simiente.
 
Por tanta noche, por el sol diario.
En compañía y en solitario.
 
Ala de colibrí,
liviana y pura.
Ala de colibrí
para la cura.

Para no hacer de mi icono pedazos,
para salvarme entre únicos e impares,
para cederme lugar en su Parnaso,
para darme un rinconcito en sus altares
me vienen a convidar a arrepentirme,
me vienen a convidar a que no pierda,
me vienen a convidar a indefinirme,
me vienen a convidar a tanta mierda.
 
Yo no sé lo que es el destino:
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino:
yo me muero como viví.
 
Yo quiero seguir jugando a lo perdido,
yo quiero ser a la zurda más que diestro,
yo quiero hacer un congreso del Unido,
yo quiero rezar a fondo un hijonuestro.
Dirán que pasó de moda la locura,
dirán que la gente es mala y no merece,
mas yo partiré soñando travesuras
(acaso multiplicar panes y peces).
 
Yo no sé lo que es el destino:
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino:
yo me muero como viví.
 
Dicen que me arrastrarán por sobre rocas
cuando la Revolución se venga abajo,
que machacarán mis manos y mi boca,
que me arrancarán los ojos y el badajo.
Será que la necedad parió conmigo,
la necedad de lo que hoy resulta necio:
la necedad de asumir al enemigo,
la necedad de vivir sin tener precio.
 
Yo no sé lo que es el destino:
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino:
yo me muero como viví.

EN BUSCA DE UN SUEÑO

En busca de un sueño
se acerca este joven.
En busca de un sueño
van generaciones.
 
En busca de un sueño
hermoso y rebelde.
En busca de un sueño
que gana y que pierde.
 
En busca de un sueño
de bella locura.
En busca de un sueño
que mata y que cura.
 
En busca de un sueño
desatan ciclones.
En busca de un sueño
cuántas ilusiones.
 
En busca de un sueño
transcurren los ríos.
En busca de un sueño
se salta al vacío.
 
En busca de un sueño
abrasa el amante.
En busca de un sueño
simula el tunante.
 
En busca de un sueño
tallaron la piedra.
En busca de un sueño
Dios vino a la Tierra.
 
En busca de un sueño
partí con mi día.
En busca de un sueño
que no hay todavía.

UNA VENTANA ABIERTA [Mi poema]Silvio Rodríguez [Poeta sugerido]New Share on X

A VECES ME PREGUNTO QUÉ SERÍA [Mi poema]
Miguel Ángel Petrecca [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

A veces me pregunto ¿qué sería
si este ingenuo e inestable adolescente
ansioso por gustar, su mente impía
solo hubiera saciado en agua fría
sin gozar del saber en otra fuente?

A veces me pregunto ¿qué sería
si en vez de haber nacido yo en España
en un país mahometano nacería
donde rige como norma la Saría
bajo el yugo de la ley y la guadaña?

A veces me pregunto ¿qué sería
si estado allí no hubiera esa mañana
que el azar hizo que tu alma pasaría,
haciéndome dar saltos de alegría,
tu imagen dulce, tu belleza insana.

A veces me pregunto ¿qué sería
si dios hubiera hecho a los humanos
dotados de bondad y de alegría?
¡qué bonita la vida así sería!
¡qué placer ver feliz a los hermanos!

A veces me pregunto ¿qué sería
si la historia mi vida en este cuento,
de bondad su caudal rebosaría
en lugar de maldad y felonía
acabando en final triste y cruento.

A veces me pregunto mil preguntas,
y así sigo y me sigo preguntando
atendiendo a cuestiones, varias, juntas,
colocando los bueyes en las yuntas
sin saber para qué sigo pensando.
©donaciano bueno

Desde que alcanzamos la edad aproximada de los cuatro años no paramos de hacernos preguntas, con la seguridad de que, en gran parte de los casos, no obtendremos respuestas.

MI POETA SUGERIDO: Miguel Ángel Petrecca

Novelista

¿Será posible entonces que todo cobre sentido de repente,
como si agarraras diez años de tu vida y batiéndolos rápido
los volcaras en el formato preexistente de una novela?
No es tan fácil, parecen repetir, una y otra vez,
hombres que miran desde la ventana de un bar.
Ellos también se hicieron la misma pregunta antes,
mucho antes de que en vos naciera el germen
de esta fuerza que te obliga a caminar en redondo.
Algunos, tras responder negativamente,
dedicaron otra década a amaestrar un perro,
cultivar tomates en el jardín de casa o convertirse
en coleccionistas de un objeto antiguo y anodino.
Cuando más tarde volvieron con ímpetu a la carga
buscaban mentalmente moldes donde verter su vida:
diez años acá, cinco allá, veinte en una frontera.
Sin embargo, el problema no era de forma sino de fondo.
No estaba, como el vino, añejándose en una bodega profunda
la experiencia, esperando el momento del descorche;
había escapado, quién sabe bien cuándo y por qué orificio,
dejando en su lugar como un inmenso depósito
donde flota, sin llegar a evocar nada, un perfume familiar.

El examen de sus documentos personales,
agendas y cuadernos que llevaba consigo
o servilletas llenas de mapas y garabatos,
podrían mantener ocupado durante décadas
a algún pobre diablo con alma de detective.
Y sin embargo no llegarían a revelar mucho
sobre la vida del hombre en cuestión.
Una vida así derrochada entre esos papeles
tendría como único saldo tangible al fin
la acumulación de más documentos y comentarios,
un tesoro documental anexado al primero
a la espera de nuevos comentaristas.
Date una vuelta por el lugar donde vivió
y tratá si podés de alejar los ojos
de la torre de agua que preside horrenda,
igual que un espantapájaros, la zona.
Tal vez después de esa pequeña excursión
no estés más cerca de ninguna clave,
pero al menos podés sentir a la vuelta
una especie de empatía mientras mirás desde la autopista
adefesios de hormigón, fábricas y hoteles que ensayan sin mucho éxito
tibios gestos de seducción hacia los viajeros,
y decir: este era al fin, más que nada, uno de los nuestros.

Luz

Sos el árbitro caprichoso de tus debilidades
y no tenés nada que reprocharle a las estrellas.
Hace tiempo quedó atrás la época oscura
en que buscando congraciarte con un maestro
concluiste que el insulto y la indiferencia eran el mejor homenaje.
Cuando entendiste que estabas hablando con un muerto
ya era demasiado tarde. La suerte estaba echada.
La desesperación te alcanzó para inventar una excusa,
un viaje y la chance de esfumarte por un tiempo
de los lugares donde quizás se te extrañaría
como extrañan los habitués de un bar al mozo muerto.
¿O era cuestión de ofrecer la otra mejilla?
Frente a raras artesanías de sal que se deshacían entre tus dedos
hubieras querido hacer un comentario, levantar una ceja,
cualquier gesto capaz de concitar sino la simpatía,
al menos la curiosidad de un extraño,
y en cambio corriste asustado hacia la rambla,
entre arcadas que parecían a punto de derrumbarse,
tonos de ocre y amarillo que el tiempo y la humedad
mezclaban magistralmente en los muros de los conventos
cuyos habitantes desalojados a la fuerza décadas atrás
se habían llevado con ellos los manes del lugar.
Otros, en las afueras, habían enterrado tesoros o bombas,
a veces las dos cosas, y se habían tirado al mar.
Vagabas por la ciudad y a la noche soñabas con derrumbes,
con teléfonos pinchados, ídolos de bronce y personajes de opereta,
en los cuales no era difícil reconocer la imagen de un enemigo,
alguien que tal vez, tras la máscara de un oficio inofensivo,
de un puesto marginal en una estructura decadente,
había movido desde el principio los hilos de tu vida,
menos por ambición, en el fondo, que por aburrimiento.
¿Cuánto duró todo esto? ¿Saliste de ahí alguna vez?
Tantas veces, de niño, dijeron que tenías una estrella,
que terminaste por creértelo, y mirabas el cielo
con la arrogancia de los elegidos o los dementes.
Te había tocado una luz, pero mucho más humilde.
No reconocerla fue tu desgracia y tu salvación.

Entonces empezás a contarte una historia.
Todo lo que es viejo y parece nuevo,
todo lo que es nuevo y parece viejo
entra en esa historia, y lo perdido también,
y lo encontrado, y lo que empezaste
sin saber si podías terminar. Al principio
es una historia sobre vos mismo, sobre el rencor,
celos, ideales abandonados, intuiciones,
la furia con la que mirabas ese año
el atardecer desde un acantilado.
Luego, otras personas entran en la historia,
y la historia de alguna manera cambia de escala,
no es que no se trate más de vos, pero ahora
también hay otros, y quedaste al margen,
en cierta manera, de tu historia. De nuevo
entonces, el rencor, las borracheras, arranques súbitos
que te permiten subir las escaleras a las zancadas,
para golpear en la puerta equivocada.
“Sólo existen las puertas equivocadas”, leíste
ese día en un sobre de azúcar en un café
donde esperabas la llegada de una persona,
pero en lugar de la persona lo que llegó fue una historia,
otra, que terminaba con alguien golpeando una puerta
y bajando la escalera en la oscuridad.
Al principio seguís golpeando puertas
con furia, reclamando lo que te corresponde.
¿Pero a quién reclamarle por un malentendido,
por la simple aplicación desinteresada
de un axioma? Es la vida, en otras palabras,
y siempre son otras palabras, de hecho. Días de lluvia,
olores que vuelven, aserrín en los escalones de un palacio:
hay una constante en todo eso. Tendrías que encontrarla.
Llegar a decir, con una voz triunfal:
“En otras palabras, esto es lo que quise decir.”

Mapa

Salió de casa y caminó dos cuadras
Paró de golpe, se quedó escuchando
Un hombre se reía en una esquina
Una mujer cantaba bajo el agua
Giró a la izquierda, caminó derecho
Dudó un instante y arrancó de vuelta
Le dio derecho, sin mirar el mapa
Caminó lento, anduvo otras 10 cuadras
Acá había un hueco, no sólo en su memoria
Había un hueco o algo medio extraño
Miró hacia arriba, hacia un balcón de piedra
Una mujer regaba unos jazmines
Un ciego en una esquina y sus monedas
Junto a un container una silla rota
Abrió el cuaderno y anotó una idea
Desplegó el mapa y marcó un circulito
Dobló de vuelta el mapa, se mordió una uña
De nuevo el mapa y otra vez un círculo
Y alrededor del círculo un cuadrado
La luz en este instante era perfecta
Giró, dio un paso, se detuvo, luego,
giró otra vez y retomó la marcha
Ahora estaba seguro de una cosa
Eso era algo, era mejor que nada
Y sin embargo, es cierto, hacía dos años
creía estar seguro de tres cosas
Un año atrás de dos, luego de una,
luego de cero y otra vez de una.
Se detuvo un instante en una esquina
Desplegó el mapa, dibujó dos puntos
Entre los puntos dibujó una línea
La calle estaba demasiado quieta
“La calle estaba demasiado quieta”
Había dicho eso en otro lado
Otra ciudad, departamento, noche
Balcón, una mujer, la luna llena
(¿Era el final o el inicio de una anécdota?).

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IMAGÍNATE [Mi poema]
Gabriela Puente [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Imagínate, dulce, amada mía,
que un día me encaramo a tu jardín,
la flor que duerme, al verme, hace un mohín,
y empapo de placer y de alegría.

Imagina que fuera de repente,
en mi proyectas tus ojos de esperanza,
te invito a disfrutar y en esa danza
declarándote a ti mi amor ardiente.

Imagina te miro y tu me miras
creando escalofrío, una corriente,
mi deseo se muestra incontinente,
produce un estertor y tu me aspiras.

Imagina, ¿imaginar? si ya te tengo
atada tu sonrisa en mi memoria.
Contigo yo me encuentro aquí en la gloria,
mi cielo ese eres tú. Digo y sostengo.
©donaciano bueno

Para la #imaginación no existen #fronteras, o si? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Gabriela Puente

el miedo en el sofá

el miedo está sentado en el sofá,
un hombre que no invitaste llama a la puerta.

el miedo es el hombre sentado en el sofá,
el hombre es el miedo sentado en el sofá

el hombre se sienta en el sofá
y el miedo llama a mi puerta.

la cortina gris
de tus faldas solteronas
nubla el cuarto, la ventana.
y yo floto.
de tus caderas, soy el péndulo.

de «papelera» (2006)

papeles falsos (el amor y el abandono)
la cortina
de tus faldas solteronas
nubla el cuarto, la ventana.
yo floto.
de tus caderas, soy el péndulo.
d e s e q u i l i b r i o

sostén ahora el tiempo
y equilibra la mirada
no tengas prisa, detente
no beses su aliento
respira y no mueras
mantén la cordura
no veas hacia adentro
lávate los dientes.

gobierna tu alma
frena tus impulsos
no corras descalzo
ya no te derrumbes
ya no llores más
no tomes su copa
respira profundo
sostén ahora el tiempo.

de «necrología» (2006)

acto piadoso

I
voy a morir aquí, ya era hora,
en la flema-sangre,
lágrima ulcerina
que se traga el retrete.

II
mi cuerpo de cristo
de cada ocho días
se ha enmohecido,
no lo comí, ni las ratas;
ahora verde, ¿no sirve?

III
¿a qué huele?, a pan.
una ración, mi ración de pan
se ha quemado.

IV
dios tan todopoderoso
y yo así, abrazada al excusado;
es mi hora de la soberbia:
soy lucifer
entiendo a adán y eva
porque no eran mis padres.

V
¿no estoy yo aquí que soy tu madre?
no me chingues, el amor
es una muerte de cerdo,
agonía envuelta en escándalos,
lamentos que no se entienden,
voy a morir hoy, aquí.

perro maché

el perro ensaya la muerte,
se queda tieso,
tieso, cartón con engrudo.

extraña su casa y muere;
él no es nada: cartón con engrudo,
lo sabe y muere.

muerto me mira
con sus dos canicas.

el ladrido es casi mudo;
el perro juega a la muerte,

juego con él
y callo.

de «el de «el destrazadero (cuaderno de los ya ni modos)» (2004)

destrazaditos III

canta tú ¿rondas a las infantes?

Cuando a don Martín se le murió
su chiquitín de sarampión
Mambrú se fue a la guerra
qué dolor qué pena
piden pan, no les dan
les cortan el pescuezo.

cuenta celo
a quien más
confianza le tengas
tútútú

tus tobilleras son mi collar

tu tutu, ¿qué sigue?
siempre en mi mente
chupa pop
en nuestras bocas
tutifruti nuestros besos

¿a qué jugamos?
otra vez serpientes y escaleras,
cebollitas, rabos verdes
riqui ran gana el pan, les dan su hueso
se les atora
al paso, al trote, a galope
me has marcado
tus hebillas de ponchito me rasguñan.
de la vieja necrología en prensa sobre straza
insisto en hacer el amor,
y resulta que se dice sexo;
luego digo tomar,
y es chupar.
después de chupar,
todos quieren coger;
y cuando yo quiero,
prefieren chupar y bailar.
al final, si quiero coger,
prefieren hacer el amor.

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OPOSICIONES PARA SANTA [Mi poema]
Estefanía Cabello [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Mi madre, la que un día me pariera,
mi madre más que madre era una santa,
la veo y se hace un nudo en mi garganta,
pues siempre yo la tuve prisionera.

Admito le causé más de un sofoco
pues que ella no aceptaba le mintiera,
si caso no le hacía y reprendiera
directo propinaba un soplamoco,

soplillo, rapapolvo o un capón,
tirón, mientras gritaba, en las orejas,
metiendo con cariño entre las rejas
fingiendo no tuviera compasión.

Y yo, que aunque pequeño, ya era un pillo
corría a refugiarme en su regazo
pidiéndole perdón con un abrazo
mirando desde un ojo en el rabillo.

La misma a la que yo hice que sufriera
que siempre me arropaba con su manta,
haciendo oposiciones para santa
¡qué pena fue, que un día se muriera!
©donaciano bueno

#Amor de hijo...? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Estefanía Cabello

TURISMO DE EXTERIORES

la tierra conoce tambores secos
que retumban como moscas.
Túmbate en la hierba,
observa cómo las mentiras
crecen bajo tus manos.

*

Ven a morir a algún rincón de la ciudad
donde aún florecen niños inocentes
y jazmines clavados por el centro.

*

Un niño tierno como un regazo de pan se abre ante ti
y quieres mostrarle que no hay redención
pero callas
porque quizá en eso consista la vida

ÁRBOL GENEALÓGICO

en las paredes del pasillo un papel amarillento avisa
“árbol genealógico”.
La mancha nutre el centro
y se descompone por los márgenes,
llego al borde con mis dedos
y comprendo entonces
que el miedo tiene caminos diversos y alargados

RECICLAJE NATURAL

Multiplico mi persona,
me persigue el miedo.
Multiplico las posibilidades
de estar viva:
ensancho la palabra amar.

Busco el norte en el corazón de los árboles.
Hago el camino más fácil a la destrucción.
Multiplico las posibilidades,
me hago más débil,
como una réplica lejana
que se adentra y se pierde en el eco
del bosque, que es ya eco del bosque.

Amo, me multiplico,
abro un sendero para la destrucción.

ÚNICA ZÜRN SOBRE FONDO DE PRIMAVERA

He abrazado a Única Zürn en suelo extraño.
Me pareció una mariposa muerta
de la que se desprenden las alas poco a poco.

Yo sí habría sostenido tu miedo junto al umbral de la puerta, te
habría dicho ven, túmbate aquí
te dibujaré cruces en las palmas de las manos
para entender mejor las diferencias entre los sexos.

Sé que la soledad se nos antoja noble si estamos solas
pero se me antoja más noble cuando no dices nada
si, al menos, me devuelves la mirada
de animal asustado por la tormenta.

A todas mis historias le habría puesto tu nombre si te paras
aquí conmigo a mirarlas con tus ojos que saben cómo
nombrar la oscuridad.

Desde una edad tardía avisaste:
el mundo puede morir en un incendio,
arderé antes de que eso suceda.

Las cenizas hablarán de la vida más allá de la vida.
La vida no es suficiente para hablar de la vida.

A todos los críticos que decían que en ti no había locura, si no elección estética,
¿puede elegir la grieta no formarse
y el mudo, no hablar?

INSOMNIO

Sientes un impulso de quedarte desnuda
en mitad de la habitación,
de sentir el peso de tu cuerpo
contra la moqueta del suelo,
de tocar tu piel antes
de que sea invadida por la nada.
Los segundos corren.
Obediencia y gracia,
una orden que no sabes de dónde viene.
Te quedas quieta,
fijas los ojos de cristal en el cristal.
Afuera comienza a besarte lo oscuro.

Lo que te hace vulnerable

abrazar la palabra hogar
en cualquier hueco del mundo,
estrechar dentro de ti a multitud
de cuerpos que se aman.

Rumiar
cólera y paz
a un mismo tiempo.

Quem dicere nolo / nomine

I
Si digo herida, estoy creando la herida,
¿por qué solo se puede salir de la palabra
humano para hablar del egoísmo?;

¿Qué es lo que queremos?
¿A qué nuestra soledad
fagocitando constantemente
otra soledad?

Id hacia la vida
como si uno de verdad amase
algo/a alguien
más allá de uno mismo.

II
Desheredada de la tierra,
que niega conocerme.

Desheredada de los halcones,
de la palabra libertad:

el idealismo tiene un nombre demasiado grande
y se baña en sangre todos los días.

III
Hay tan poco que decir y tan pocos lugares
donde poder decirlo.
Desde el río Vístula a la derecha
mis palabras son sueños atrapados
de personas que ya no están.

IV
Conquistad el palacio de invierno,
ganaréis el tiempo después
de vuestra consecución.

Las huellas de los cuerpos entran hasta la arena
es difícil saber cuándo uno comienza a ser arena,
pero, ¿y nombre?
(inéditos)

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LA ROSA QUE HE CORTADO [Mi poema]
Damián Ríos [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

La rosa que he cortado no es una rosa mía
pues ella no me mira que mira hacia otro lado,
mil plantones me ha dado, que de eso presumía,
más hoy yo con disimulo un beso la he robado.

La acojo en mi regazo como el mayor tesoro
y aunque ella no me mira yo sé que a mi me quiere
pues aunque disimula nota que yo la adoro
y entre nuestros amores ninguno se interfiere.

Cuando pase este invierno y en la tediosa espera
la vestiré de largo y la sacaré al jardín,
saldremos de paseo mas siempre ella a mi vera,
verá la primavera con todo el colorín.

Si algún día ella quisiera separarse de mi
yo lloraré su ausencia, se irá mi vida entera,
mas quedará el perfume posado en mi nariz
y pervivirá su encanto hasta que la flor muera.

Y cuando a reverdecer vuelva otra primavera
me encumbraré a ese jardín y cortaré otra rosa,
aquella más hermosa, si es que ella no me espera,
mas sé ya no hallaré ninguna tan hermosa.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Damián Ríos

Soplo

El josé y el taco cruzaban la calle
en bajada azotados por el sol.
Acribillados por monedones
de luz, a la sombra de la parra,
con la humedad que se desparramaba
desde abajo de la pileta y
la muerte que ya jadeaba
entre nosotros -yo en tu falda-,
los mirábamos pasar.

Ahora la gata se sube despacio con un solo
movimiento a la mesa de vidrio.
Se queda quieta y empieza a masticar.
Tengo la piel de las manos arrugada después
de haber cortado la lechuga y el tomate,
rallado la zanahoria, lavado
y secado mis manos con un repasador.

De a ratos se cruza flameando
el trapo de la otra historia,
la que estoy aprendiendo a escribir
y que me dejó con los bolsillos
llenos de plata vieja y papeles mojados.

Afuera, todas las lámparas están encendidas,
cada una con su sombra encima.
Los patrulleros azules planean
sobre las avenidas naranjas.
Vengan todos y vean
las gotas de rocío que resbalan suaves
por las pendientes de los aleros.
La gata mira su reflejo en el vidrio de la mesa
y después me mira a mí. No va a llover, habrá que aguantar
esta cerrazón que apenas humedece las baldosas
flamantes del pasillo y desacomoda los huesos de los viejos.

Me arrimo a la pantalla y te nombro:
estás en la palma de mi mano ahora,
te paso a la otra mano con mucho cuidado,
y te soplo o quiero despeinarte, respirás.
De nuevo la novela de visitarte bajo la parra,
abrigados del solazo, del ripio de aquella tarde.
La conversación se atrasa entre viajes a la pileta para meter
la cabeza abajo de la canilla. Dan ganas de que sea
una mañana de invierno, la helada blanqueando
los pastos, hombres haciendo sonar las cadenas de las
bicicletas mientras encaran despacio cuesta arriba, las manos
enguantadas apretando los manubrios. Pero es verano
y el calor de la siesta embrutece, apena. Tenés un pañuelo,
un trapo con el que secás tu frente a cada rato.
Hay platos sin lavar y la ropa colgada gotea.
Olor a que ya comimos hace un rato.
No vamos a decirnos nada. Ahora acerco
la mano y soplo para quedarme solo de nuevo.

HACE MUCHO TIEMPO

A las seis la tarde se completa, o a las siete,
depende de la estación; y es la luz violeta
que antes fue anaranjada
y antes amarilla y antes
blanca, cristal, se completa, se cierra
sobre las casas del pueblo y la calle
se difumina, se completa: se mete
en el pecho y deja sólo un color perdido.
*
Ayer
te tiraste
en el sofá
y fumaste
tres cigarrillos
uno atrás
del otro
estabas
preocupada
y no supe
preocuparme
estaba dormido
ahora mismo
estoy dormido
y entonces
me preocupo
uno atrás
del otro
pienso
tenemos
los mismos
amigos
los mismos
enemigos
el amor
ha sido
nosotros
los mismos
amigos
los mismos
enemigos
algunos
han sido
amigos
amor:
esto llega
hasta el fn
del mundo
tus amigos
los míos
los mismos
enemigos
hasta el fn
del mundo
uno atrás
del otro
mafosos
enamorados
de las mismas
cosas
las tuyas
las mías
cosas
uno atrás
del otro
está
siempre
amor
uno de
nosotros.

Quiero aprovechar un ruido oscuro
quiero aprovechar
la cara
blanca
de una madre
bajo la sombra raleada de una parra.

Son las once y a cada rato subo a la terraza para ver
los patrulleros saliendo del garage de la comisaría;
vacilante, uno llega a la esquina y antes de que el
semáforo se ponga en verde, el rati acelera y prende
la sirena. Algo de viento cruza en lentas ráfagas,
seca el poco de agua que resta de los chaparrones de
tarde. No hace frío y un amigo hablaría de cervezas
pero ahora estoy solo.

Quiero aprovechar
madre
la palabra
la cara
la penumbra de un recuerdo
un resto de ruidos
motores
la huella
la respiración
la boca
abierta
de una rubia sentada
en una cama
una noche
-un invierno-.

Hacia el fondo, hacia el centro, un movimiento en
espiral. Alguien habrá estado, pienso, temprano,
hojeando suplementos de espectáculos; eligiendo
entre avisos diminutos que prometían -gratis-
recitales y teatro. Alguien marcó un número de
teléfono y preguntó que vas a hacer, nada, salir
a comprar cigarrillos. Fumar.
Fumar en aulas
vacías
en paradas
de colectivos
fumar
nerviosos
tranquilos guardar
humo
en los pulmones
después
dejarlo ir.
en una sala
de hospital
una espera
una mujer
busca
fuego
pregunta
por fuego
a enfermeros/camilleros
no hay fuego
dicen
ha dejado de llover
piensa ella
y no hay fuego
no hay
a esta hora
kioscos abiertos
dicen
y ella piensa en muchas cosas
pero lo realmente preocupante es que no hay fuego.

Silencio.
Primero es el sonido largo de una frenada. Un sonido
que va engordando y que durará pocos segundos, y si
bien supongo que no son menos de dos cuadras las que
me separan de esos dos autos que tal vez están a pto
de chocar, igual mi cuerpo se prepara, encogiéndose,
para amortiguar un golpe que, obviamente, no va a
recibir: tengo que escribir eso, Y tengo que escribir,
además, que después paso dos horas mirando la bolsa
de basura que debí haber sacado antes de las diez.

Entonces yo debo cantar
debo aprender
a leer música
por ejemplo
saber
lo que es una nota
un tono
debo aprender lo que no es
entonces yo quiero cantar
aprender a decir
cantando
lo mismo qué
sin música
y sin embargo no puedo
no se lo que es
lo que no es
no sé
no sé porqué a veces me distraigo
cambiando el dial de la radio
que todos sabemos que es
una operación muy triste: hablo
de buscar una linda canción
entre tantas noticias y partidos de fútbol.
Hablo de encontrarla y que se oigan,
detrás, descargas de una tormenta eléctrica.
Hablo de eso, no?

DE COSTADO

1

Un negocio,
el vidrio
que refleja la vereda de enfrente
entibiándose en el sol
y pareciera
que me voy a acordar de algo,
un papel escrito
quemándose en un pasillo hace
tres años, dos nombres,
pero no.
Creo que todo tiene
que ver: una pared amarilla
manchada por la sombra,
la música que sale de un equipo negro

                        -CD-                -SCAN-
-SOUND-            -MODE-              -PAUSE-

en cada posición
una palabra, una función,
eso es.

2

Un negocio,
el reflejo de un perro dando
vueltas,
la música que sale
y encima una voz  que atraviesa
el perro sin tocarlo.

Colores claros en los muebles,
el tránsito en una avenida
a eso de la una,
un miércoles,
y un pensamiento o algo
como el aire que flota
en un globo
que flota en el aire.

Al vidrio
no le importa lo que está
del otro
de este lado.
El vidrio es vidrio, transparencia.
Un perro es uno
dando vueltas y a cada punto
iluminado
le corresponde,
al tiempo, un punto
en el reflejo

pero apenas me muevo
el color
en el perro desaparece.

3

Tengo maneras de evocarme.
Una es con olor a medias,
charcos de agua
vieja disimulados entre los pastos
manchados de verde y barro
alrededor de un tronco.
Otra es con partidos
de truco, ajedrez hasta el dolor
de cabeza.

Las partidas eran largas
y yo casi siempre andaba con alguna

las piezas eran de plástico,
el tablero de cartón.
Una vez soñé que resolvía una
con elegancia: la luz entraba
por la ventana junto a la heladera
iluminando
mi torre brillante
en un rincón del tablero.

La elegancia no estaba
en la posición
de las piezas, estaba en el movimiento
de mi mano,

así.

4

Barro alrededor de un tronco.
El color del pasto
igual al de las hojas para dibujo
y en la zanja
el color de las piedras corriéndose
abajo del agua.

Hay
un viento
que me embolsa

ya no hay.

Pasa un taxi,
la luz roja del cartelito de libre
cruza a la altura del velador
por toda la vidriera.
A veces me sale
quedarme así:
la idea
de un recuerdo

un cartelito de libre,
muebles sin uso acomodados
para gustar,
mis primos en pata con el agua hasta las rodillas
o el color del bulevar
donde empieza el asfalto
temblando en el
solazo.

5

Está
el olor de los pastos recién
cortados en la vereda,

ya no está.

Un vidrio que empaño
con el aliento para dibujar

redondel        cuadrado       viborita

Una casa
al otro lado de la calle,
los ladrillos pintados a la cal.

La casa de la Piru,
el papá
trae un ruido en una pierna
el ruido llega con él
a la nochecita
y se escucha desde la cocina.
El Pincén no lo torea.
La Piru tiene todo el pelo negro.

6

El redondel quiere
decir que estoy
contento. El cuadrado,
que quiero ser
tu novio. La viborita
quiere decir que no te entiendo.

Siempre te estoy mirando
de costado, el tajo
rosa de tu bincha en el pelo
esa vez que me estaba poniendo
las botas para ir al otro lado
y ella me preguntó adónde vas.
Al otro lado, le dije.

7

Hay tres que tocan
una canción,
eso es lo que hacen:
tocar una canción
y hay dos que dicen que eso está
bien,

entonces hay que hablar de eso
incluso ahora que toda la luz puesta
en los dos lados del vidrio
deja pensar que es verdad
se diría que al final algunas cosas
van a quedarse quietas.

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[/su_note]

LOS MIEDOS [Mi poema]
Manuel Astur [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Está preso mas no es un delincuente,
está preso y no sabe ni el por qué;
que hoy el miedo a morir próximamente
se ha incrustado en lo oscuro de su mente
sospechando y perdiendo hasta la fe.

Es un hombre al que el miedo le atenaza
que hasta bajo la cama va observando,
siempre atento al que pasa sospechando
cual si fuera que él mismo va a la caza
de un fantasma con el que va luchando.

Es consciente que en esta tesitura
cada día la vida se le escapa,
la tensión no soporta ya la grapa
que ha venido aguantando la sutura.
Convertida en recor ve que derrapa.

Que el quisiera soltarse de ese lastre
deshaciendo a los miedos la atadura,
y evitando le arruine o que le arrastre
convirtiendo su vida en un desastre
y culmine arrastrando a la locura.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Manuel Astur

Es cálida mi bufanda

Estoy en el muelle
de una ciudad extranjera
sentado en un banco de madera.
Anochece y es invierno
el mar brilla más que el cielo
y no sé qué más decir
pues escribo esto en la libreta
por hacer algo
porque estás tratando de robarme una foto
y crees que no me he dado cuenta.
Es cálida mi bufanda.

Tan alto

Si Dios existe,
cuando me caiga por última vez
y termine este juego,
me alzará tan alto y ligero
—algo indiferente hacia mi miedo,
seguro de su poder,
pleno en su amor sereno—
como me elevaba en brazos mi padre
cuando Dios era él
y yo acababa de caer bajo esta luna.

Los bromistas

Mi madre me contó que, siendo niña,
unos hombres que partían leña
cogieron una gallina blanca que pasaba por allí,
la pusieron sobre un tocón y
de un hachazo le cortaron la cabeza.
Después, dejaron que el cuerpo siguiera andando
hasta que, al cabo de unos metros, cayó muerta.
Todos se reían.

Atardecía. Olía a resina y a tierra húmeda.
Había golondrinas. El cielo
se oxidaba como una manzana pelada.
El repicar de la campana de la pequeña iglesia
caminaba por el valle como una vaca que regresa a la cuadra.
La eternidad se lavaba los pies cansados en el arroyo.

Dónde fuisteis, hombres que reíais,
tremendos bromistas.
¿Sois ahora la gallina decapitada?
¿O nacemos sin cabeza
y esos pasos,
esos pasos ciegos son la vida?

Las cajas

Quería vivir en una caja,
como vosotros, las veía
desde la calle
iluminadas
en la noche
y quería estar ahí,
nunca más solo —eso creía—,
apiñados,
seguro en un nido de tuberías
tacones en el techo
televisiones
lavadoras y bebés que lloran,
en un nido de ruidos cotidianos
y no en mitad del monte, como estaba,
en mitad de la nada
que era la naturaleza,
que desde que ya no era niño
no me servía de nada.

Envidiaba, lo juro,
vuestras cajas apiladas,
el runrún de los motores,
el golpeteo de los coches pasando de madrugada
sobre la tapa floja de una alcantarilla —lo oí
una noche que dormí en casa de un amigo: todavía
me parece el sonido más dulce del mundo—,
el ruido del ascensor y el interruptor de la luz
y unos pasos por el descansillo
y las llaves de los vecinos tan cerca,
protegiéndome.

El ascensor a mi caja,
a mi caja pequeña y feliz,
donde cabría toda mi familia,
mi caja seca, lejos de la tierra,
mi caja sólida
en el aire,
la caja a la que iré
por fin
cuando deje de habitar
esta casa pesada y antigua,
cuando deje de ser yo
y sea
por fin
uno de vosotros.

El petirrojo

El petirrojo se deja caer desde el alero
y un segundo antes de estrellarse
contra el suelo
recuerda que sabe volar
y alza el vuelo.

A lo mejor nos pasa así,
y así subimos al cielo.

Así, justo cuando olvidamos el miedo,
antes de volver a posarnos
en otro nombre
y creerlo nuestro.

La nube

Si una pequeña nube que
pasa frente al sol
cambia así el universo
qué no cambiará una opinión.

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CANCIÓN TRISTE: el viejo [Mi poema]
Víctor Rodríguez Núñez [Poeta sugerido]New

MI POEMA…de medio pelo

 

Y el tiempo fue pasando haciéndole más viejo,
donando sus consejos, al ayer recurría,
sus nietas adoraba, por sus nietas vivía,
pensando solo en ellas se miraba al espejo.

Transitaban las horas y pasaban los días
y en esa expectativa fruncía el entrecejo,
del que era su semblante no más que otro reflejo
que de cerca observaba, de lejos no veía.

Se fué quedando solo, y a solas con sus versos,
sentado ante su mesa y en el mismo sillón,
sus sueños pretendientes repletos de emoción
bailando y al compás de conflictos diversos.

Pero un día un buen dios le quiso llevar lejos,
marchándose en silencio en aquella tarde fría
que el cielo se nubló y que aunque él no lo sabía
fieles le acompañaron los rastrojos añejos.

Permitan le recuerde cuando joven radiante
él era el universo que al mundo se comía.
Y es que él fue muy feliz en esta travesía
con brillo en su señuelo y luz en su semblante.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Víctor Rodríguez Núñez

Santa María

sin media luz donde caerse muerto
tirado en esta playa
como el cangrejo que no tuvo suerte
y el niño perdonó

compadeces a la piedra que te guiña un ojo
su fresca militancia
y la bicicleta cargada de caracoles
te cruza entre las muelas

la arena en las cesuras
hace que las claves no estén en tiempo
el mundo es una güira pintada como quiera

para la discreción de los turistas
nadie te contó antes
lo que se aprende si sales del agua.

el ruso con arpón y la santera
pisan fuerte sobre la savia de flamboyán
no hay sentido común
                                        solo hollar la belleza

él ensartará su cubera de oro
coleando en el agua enjabonada
ella se casará con su turista
encantado con la asimetría de los pechos

todo en la misma tarde
en que el sol decidió quedarse fijo
sin embargo la lluvia se apersona

se filtra entre las ruinas
cuando la noche vuelva encontrará
desilusión en sal.

uno no viene de ninguna parte
uno no se va nunca
aquí te tienen sudado y ansioso
en la acera del sol la de los negros

sin vuelta o paraíso
                                    sin infierno o partida
ni la imaginación ni la memoria
te cambiarán de banda

siempre has estado allá también aquí
no hay otro lugar que este resplandor
milagro constatarlo

y cuando ya no seas
la misma indignación
                                       único compromiso.

vuelo 1

un vuelo sin destino sin origen
como bala de plata
                                  en la boca del lobo
la nostalgia agrumada nubarrón

claridad turbulenta
abordo del vacío
                              en su piel de majá
una pluma en la elipse de la noche

la violencia cubierta
                                     con maleza celeste
fijeza inalcanzable trayectoria

como rayo de albur
                                    adentrarse en el día
en el destierro también amanece.

vuelo 2

entre las nubes nadie es extranjero
latitud de la lengua
                                   longitud de la sangre
materia que se piensa y contradice

agua vapor escarcha
rápido de los Andes témpano de Noruega
lágrima de caimán
                                  traspiración

nunca tropiezas con la misma gota
con el otro carámbano
sino la turbulencia que entrecruza las penas

su comercio intangible
                                         estela de lo informe
eres el compatriota de las nubes.

Ohio River Valley

ya viene el horizonte
puedo escuchar su luz
                                         que tropieza con todo
y me deja la piel con sabor a jengibre

ya se deja empuñar
la z materna del río Ohio
sus fábricas de noche electoral
sus almacenes de desasosiego

ya las casas en mí
como remaches sobre el fuselaje
de un avión en el iris de un tornado

y el descenso hacia ti
                                      sonrisa izquierda
y el abrigo que me empieza a extrañar.

Mazorra

en el pabellón rojo los enfermos
pendientes de la voz como una espada
deletrean la palabra astrolabio
la nada no interrumpe

su discurso borbota de las tumbas
orejas de la muerte
a la sombra rebelde de una ceiba
su voluntad hidráulica

el agua no sigue un solo camino
el sol sabe que se marchitará
por eso en la miseria resplandece

una fuerza verde impulsa la elipsis
la muerte es muda
el crisantemo habla por ti.

Plaza de la Revolución

y se apiñan el que da cincel a la mañana
la que carga una puerta
por donde no va a entrar
el que deja caer su arroz con leche en la esquina

la sorda de cañón que marca el paso
en ruedas de casino
el que nunca se sienta
en sillones de mimbre

la que encuentra un paisaje
al abrir la última lata de Vita Nova
el que niega el saludo

pero va a la reunión del comité
la que vomita el alma
el que vuela esta noche

Manaca Iznaga

en la memoria zurda
todo una sola vez
como un pomo repleto de cocuyos
si nada fue futuro nada será pasado

con rocío en la prisa
espigas en el alma
esa torre torcida en Chesterfield
tiene que ver contigo

también la torre Eiffel
siempre al tanto de lo que no sucede
universal como la tojosita

el Wye y el Agabama
no líneas multiplicaciones puntos
sino la mancha hambrienta de sentido .

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LOS CUATRO HERMANOS BUENO [Mi poema]
Malva Flores [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Fue Carlos en nacer aquí el primero,
y él mismo el que primero feneció
un día en que jugaba al dominó,
vivió sacando astillas de un madero,
pues que él su propia caja fabricó.

Muy pronto vino al mundo Juan José
que así mucho le duela aun sigue vivo,
decir que trabajó, es de recibo,
sembrando y recogiendo aquello que
pudiera incrementar todo su activo.

Enrique es el tercero, fue mi hermano,
se puso en el vivir tan altos retos
que tuvo que lidiar con parapetos
y en acto que era impropio de un cristiano
perder quiso a la misma sus respetos.

De todos los hermanos yo era el cuarto,
en medio hubo una niña que murió
según dicen pues Dios lo decidió,
a poco de nacer después del parto
y así las esperanzas malogró.

Y así estoy yo, desnudo, el que quedaba,
volviendo a los recuerdos y escribiendo
tratando de engañarme estoy viviendo,
si aquí ya se acabó lo que se daba
y al sueño que es la vida resistiendo.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Malva Flores

LABERINTO

A qué vienes aquí tirando línea
para decir que el mundo es una mierda
que sufres tanto
que sufres mucho
que ni miras la puerta ni la
aldaba.
Que has tirado la llave
para ya no salir
para que no se pierda
el eslabón.

A qué vienes aquí
qué patetismo
como si el poema fuera un vertedero
de lágrimas.

Isla central

¡Alumbra, lumbre de alumbre,
Luzbel de piedralumbre, sobre la
pobredumbre!
Miguel Ángel Asturias

Cebolla del sudor, la urticaria de la hora en el mercado.
—Que no es la mía.
—Heliotropo, diamantina y rash
—Violetas, señorita, unas violetas…

10:25 am

Heliotropo

—Que no es la mía, repito.
—Y tú, ¿a dónde vas?, me dice un hombre que quiere pasar por guía
—qué guía el heliotropo
“Violetas, señorita, unas violetas”
—qué canta diamantina la voz del papagayo

Ya dejo de insistir y acepto la maleta que no es mía. Cuánto diablo sin rostro me la ofrece y tomo el equipaje sin ser Fausto.

Rash, rush, rouge

Miro el reloj de la Isla Central. Es 26 de julio y unos puercos lustrosos caminan por la calle.

AÚN HAY EN GALÁPAGOS LUGARES…

donde se sirven los alimentos fríos.
Se trata de buscarlos más allá del desierto.

No importa que uno ande
a salto de mata acelerado, burlando
la costumbre de masticarnos vivos
en estos tristes trópicos.

No importa que el bufón
se haya partido en cien, doscientos
treinta y tres censores,
cada uno en su islote
–su terruño de paja eléctrica–
adorando al inmortal del día.

La marabunta en grano y un rey en calcetines.
*Clap, clap* –el coro de las focas
a ras de la pileta se alinea y así brilla
mejor hasta el siguiente clap
hasta el siguiente rey
hasta el hambre siguiente.

Las arenas parlantes van devorando todo.
Un bla bla bla. Un ruido
que se agita en lugar de los nombres.

LA ILUSIÓN ENTRA POR LOS OJOS…

Mirar es perder
la brújula, el oriente.
Ojos de mosca
para mirarlo todo.
Para saberlo todo, piedra.
Inagotable piedra en el mutismo,
en la ceguera. Inmóvil y cierta. Aquí.
Que la ilusión va en otra vía.

TODO ES PERFECTO SI LO MIRAS DE GOLPE…

en un vistazo. perfecto. Con esa perfección
de las cosas silentes. Recto como la vía
del tren; la simetría entre tus ojos recortando
la neblina y ella misma; o aquel paralelo
entre el vocablo «azul» e «inmaculada transparencia».
Todo así, lineal, o con volumen de esfera. Perfecto
acuerdo entre memoria y ojo. Felicidad de los juncos y el bañista
en el paisaje. Hasta que te detienes
y observas.

LADERA DE LAS COSAS VIVAS…

Un aura perceptible apenas por el vaho
de su movimiento. El roce del olfato con un perfume
en tránsito hacia dónde.
Aquella extranjería de siempre el artificio
de mirar o el amplio espacio
tras el sonido de las voces. De una a otra, tantas. de paso,
volando, desasidas. peso de pluma,
ladera. Ese roce.

LA ÚNICA VIRTUD ES LA PACIENCIA…

debemos esperar sentados en la ruta,
o mejor en su orilla,
aludiendo a aquella vieja historia
de la gravedad que por su propio peso cae.
Y como todo se derrumba
lo mejor es la orilla y sentaditos.
Pacientes como vacas pastando
o amarrados del suelo.
Hasta ahí llegará lo que esperemos,
-si quiere, si puede,
si como todo cae,

acá lo recojamos.

LARGO, ERGUIDO, SU NOMBRE EN LA PRADERA

Allá en Cosamaloapan —largo, erguido,
su nombre en la pradera—mi madre vio un collar
de abejas en su cuerpo. Amplia fue la carrera para caer
al río. Levantada la falda, a horcajadas
la lisa piedra inerme devino su montura.
Y allí pasaba el río, entre sus pies desnudos.

Cantaba. Sobre el lío de las aguas
modulaba su voz, reuniendo con su timbre
las vocales precisas del llamado.

Las abejas se fueron y llegamos nosotras,
eludiendo ese polen de flores amarillas,
saltando sobre el estiércol blando de las vacas.

Fiesta de papalotes,
así es Cosamaloapan —largo,
erguido, el cuello de mi madre.

El río que allí bailaba eran sus pies desnudos.
Xalapa, diciembre, 2012

LA CULPA ES POR CANTAR

Hoy ya no sé cantar
Sólo puedo hacer listas
Sólo hacemos las listas
(con énfasis en sólo y sin acento
que ahora dice la RAE)
con énfasis en solo.

Lo que importa es la écfrasis
la écfrasis viral y hacer como que ignoro
las reglas (ay, no, ¡encabalgamiento!
Poco falta para que empiece a cantar como poeta seria).

Ecfrasein
Ecfrasein
Ecfrasein

No debemos cantar ni repetir más de tres veces algún verso
pero hay que hacerlo con soltura
con golpe de cadera o entornando los ojos por la ruina del mundo.
(Otra vez te equivocas. “Por la ruina del mundo”
qué elevado…)

Que se jodan
los muertos del sexenio (y contando)
Que se jodan
los que pagan impuestos
los que no tienen beca

La culpa es de Selena
¿o los Tigres del Norte?
(también de Monsiváis)
La culpa es no poder cantar
La culpa es no saber cantar
La culpa es por cantar
La culta culpa es la culpable de todo.

Yo no quiero citar a Derrida
Žižek me saca espuma
y no entiendo un carajo a Yuri Lotman
—Si quiero traducir a Yuri Lotman a las sencillas formas algebraicas
limpias y esbeltas como si fueran verdad
me convierto otra vez en “hegemónica”
estúpida ignorante que no entiendo
que ya nada es verdad
que no hay verdad ni sal

Una simulación
una simulación en el espejo
“el mundo es una mancha en el espejo”
leo que dice Julio recordando a David
pero también me entero: “el mundo es una sombra
en el espejo” dice Aurelio que dijo un señor
Minamoto en algún viejo lugar

Ya no puedo cantar porque me falta mundo
porque no hablo de Rothko
y no pongo rayitas
y se traba mi lengua cada vez que profiero
alguna voz germana lituana o neoyorkina

En el stage doy risa:
apenas rebaso el metro y medio
y ya voy rebasando el medio siglo
y las luces se ensañan con el botox
y no hay rola que valga
si no sabes cantar.

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YO SOLO QUIERO… [Mi poema]
Tálata Rodríguez [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Poder subir quisiera hasta tu cuna,
curioso por saber como es tu cielo,
oculto entre las hebras de tu pelo
cual fuera ando metido en una duna.

El preso ser de amor de tu alma impura,
la huella que horadando va el sendero,
un poro entre la dermis tu figura
sujeto del querer de algún te quiero.

La mueca ansío ser de tu sonrisa,
suspiro entremezclado con tu aliento,
que sientas tú lo mismo que yo siento.
la mota que cabalga entre tu brisa.

Deseo ser un fleco de tu nube,
la brizna que soñó en tus dulces sueños
al tiempo que contemplo baja y sube,
el iris de esos ojos tan risueños.

Yo quiero ser la llama que encandila
las artes del amor en nuestro juego,
que incita, me provoca y espabila
cual fuera una pavesa con el fuego.

Y en fin, poder pisar donde tú pisas
tus besos se besaran con mis besos
deprisa, siempre aprisa, mas deprisa
colarme sin pudor entre tus huesos.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Tálata Rodríguez

Tanta Ansiedad

La computadora. El chat, toda esa gente solitaria.
¿Qué es esto que siento? Soñé que manchaba las sábanas mientras cogíamos.
Una pareja de viejos nos miraba. Yo sé dónde está mi herida
pero vos estabas exhausto. Tenías el pelo largo como un animal salvaje.
Vos, no sé quién sos vos.
Pero estabas ahí, con tu torso de indio,
tu cadera de surfista californiano. Yo te miraba
sentada junto a ese par de nosotros mismos viejos
perdidos en el cuerpo del buda
soñándonos.
Te miraba y veía el pequeño rubí rojo y vivo como el sexo
tendido a tus blancos pies, sobre blancas sábanas tendidas.
¿Yo, quién era?
Un hada lisérgica con formación de geisha y actitud rolinga.
La punta de mi lengua sobre tu cuerpo en punta.
Una habitación llena de juguetes.
Hasta las esposas de peluche, lámparas de aceite.
No hay banda.
No hay banda.
Esto también es una ilusión, pero se siente tan real.
Ya no está la noche del ángel y el futuro ha sido dicho:
no morderás la mano que acaricia.

Ayer estaba en la selva,
saltando
como rana sobre piedra
resbalando,
buscando el hueco dónde poner el pie
musgo, viejo verde.
En uno de esos pozos,
entre muchas rocas preciosas,
nacían las cascadas y las mariposas.
Mi hija despertó la creciente
batiendo el río con sus piernas gordas y fuertes,
una espuma blanca con su luz.
Una rama con incontables
bananitas bocadillo,
dedos dulces de gorila.
Ayer estaba a la vera de un camino,
desde una cuatro por cuatro estacionada
sonaba cumbia vallenata.
A todo volumen.
Cuatro personas tomaban cuatro cervezas,
comían “detoditos”,
jugaban al tejo:
“Hágale hágale, hágale”.
Caía el sol, ahí,
entre esas cuatro montañas.
Yo había ido a comprar papel higiénico
pero me compré una cerveza
y subí hasta una loma,
campanitas amarillas, campanitas blancas
puntitos. Bastones de obispo.
Trepé a un árbol
y me fumé un cigarro
como la paloma blanca,
cortando la flor.
Lo que no puedo pensar sobre todo existe.
Como antes las mariposas,
ahora nacían las nubes,
y los picos de las montañas eran las rocas desafiantes
¿En qué hueco poner el pie?
Me gustaría saber más del mundo,
bajo el sol: usar sombrero, manga larga.
Comer la fruta,
sólo lo que cae.
Pero alimentamos a los peces en parques recreativos
Hundimos nuestros pies en el barro
para que unas tortuguitas
nos chupen los dedos.
Cosquillas.
Los ojos que te miran
se cierran en los tuyos.

Hoy Mark Ribot pasea solo

Tengo una solución para mi parte del problema:
alguien dulce, lindo e inteligente, elegante, sensible
(entonces te olvidarías de mí)
¿Te acordás de esas noches locas de tequila?
¿Te acordás cómo le latía el corazón al caballo que montamos
y que nos perdió entre la maleza de un bosquecillo añoso
para llevarnos luego hasta la estancia donde una pareja de viejos
le alisaba las crines con un peine de marfil?
Noches que no terminan. Lo difícil no es escribir
sino seguir escribiendo. ¿De quién es esta idea?
Vamos por partes, descuartizados.
Descuartizados por trenes que parten rumbo al extranjero,
por trenes que arriban desde tierras sin nombre
con sacos de dinero provenientes del mercado negro de diamantes,
con bolsas de arena y verduras de sabor amargo,
una araña, un tapir, un cuis,
cualquiera sabe de qué estoy hablando.
Cuánta ciudad, soledad
El desayuno de una mujer desnuda,
el pavo real que se comerá al banquero,
superficies que se quiebran al rozarse,
La taza de arroz, el sombrero de un gato que pasó
frente a la puerta de tu camarote de oro.
¿Alguien más escucha el canto de este pájaro?
Sí, yo, pero no le presto atención
porque también canto
No pasan las horas en el desierto.
Ciudad, sola.
Las horas que no pasan, pesan
Las a y las e descubiertas en una edad de hierro,
aprendiendo a fingir sus propias armas
amar armar amar
En mares de frutilla flota un barco
En mares de crema se ahoga un grumete
A la deriva, nuestros niños darán con una isla
y en la primer primavera brotará de sus pechos
una sepultura florida para que los amantes del futuro
escojan ramilletes gratuitos, robados de sus tumbas
y sean cada vez más egoístas.
Ahí terminará todo,
el trazo fino de un cuadro sobrevaluado
El amor es esta cosa que inventamos las mujeres.

Agua de puerto

Al entierro del estibador
no fue nadie.
Se quedó sin conocer el mar,
nunca quiso
navegar embarcado
porque prefería estar en tierra,
cargando y descargando
lo que tuviera a mano
Habia barcos que no sabía
ni de dónde venían
ni hacía dónde iban.
Le tocó una vez
vaciar unos contenedores
abollados por un tifón
Encontró restos de sangre
entre los bultos que llevaba
En temporadas de poco trabajo
vestía prolijamente
cuidándose de no ser elegante
para que así,
lo eligieran
entre las turbas de hombres
perfumados por el hambre.
Días pasaban
o semanas,
sin que lo señalaran
pero él igual iba al puerto,
si no estaba ahí
¿adónde habría estado?
Esas aves que vió,
ese presidente comunista
que lo saludó apretándole la mano,
esas mujeres por las que pasó…
En su corazón
todos eran iguales
y estaban igual de lejos
que esas naves que veía
alejándose irreversibles
El sol en el horizonte
se apaga un poco,
ya es casi de noche.
Una gaviota tuerta
hace equilibrio
en el mástil de un navío
que hubieras tenido que descargar.
¡Estibador que estiba
acomodando sus problemas!
Ahora que estás en la tierra
ya no te procupes por el mar,
tu ataúd es un barco varado
cubierto en su sepultura
por cemento y azulejos
en él, harás un gran viaje
y el viento azotará
por siempre
las velas de tus venas.

En el bosque del sonambulismo sexual (Remix)

En el bosque del sonambulismo sexual
no fumo nunca caminado,
excepto si estoy fuera del país.
En el extranjero, además, levanto la vista.
Y no demasiado:
apenas por encima de la cabeza.
Así que, a dos o tres cuadras de distancia
desde el punto en el que me encuentro,
la perspectiva hace que mis ojos
se posen sin esfuerzo en las cúpulas nevadas.
¿Qué es esto? ¿Rusia?
Se sospecha que el mundo
es mucho más que un sistema de tubos,
pero lo cierto es que yo salgo de casa
solo para ir a dos lugares,
a tres como máximo:
al supermercado, al kiosco, y excepcionalmente al río,
en cuyas barrancas leo y donde a veces creo soñar.
No tuve más remedio que levantarme
y dar una vuelta en redondo por el living
con el mentón en una mano, sin preguntarme nada.
A las tres de la tarde, agobiado,
bajé y fui al bar de la esquina a tomar una gaseosa.
Me senté a la barra. En el televisor un grupo de leones
devoraba a su presa – una bola de cuero y sangre –
mientras su esposa se pasaba la lengua
por los bigotes empapados de rubí.
Afortunadamente no era de noche,
como había pensado;
el sol caía a pleno sobre cada flor,
sobre cada pétalo de cada una de las flores
que un anciano juvenil regaba
recordando quién sabe qué.
Cruzamos la plaza en diagonal
y nos instalamos en la esquina
al otro lado de la calle y,
como todos en en ese momento,
levantamos la vista al cielo:
desde una nube redonda,
mínima,
llovía sobre un auto estacionado a metros de allí.
Era un Volvo morado, nuevo,
con las ventanillas abiertas
a pesar de que no había nadie en su interior.
Un pelo en la púa del alambre.
Ondulación imaginaria
del viento.
Antena de la pava, ¡salvaje!
Verde, ¡qué nadie toque nada!
¡Qué nadie sepa a dónde voy!
La silla,
el plato,
la cabeza.
a), b) y c), motor prendido.
Algún relicho, alguna luz.
¿Vuelvo?
Puse un codo en el apoyabrazos,
encogí un pie, me agarré al asiento con una mano
y por último empujé con toda mi alma hacia arriba.
Sola,
y echándome dramáticamente
el abrigo sobre los hombros.
Relampagueaba.
Y sin embargo torpe no soy.
No recuerdo que se me haya caído nunca
nada de las manos, por ejemplo,
ni haber chocado alguna vez con algo:
soy veloz, firme y delicada.
Y aún más durante la noche
que durante el día
como un fantasma.

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ENTERAMENTE FALSO [Mi poema]
Daniel Samoilovich [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Sepa usted, señora mía,
que la cuestión que usted dice
no es de aquel que la bendice
ni fruto es de mente impía.
Pues no fue en la sacristía
donde se tramó la trama
y que no fue ningún drama
ni un motivo de alegría.

Sólo fue la profecía
de un profeta incontinente
que fue contando a la gente
lo que la gente quería.
Menos hablar, menos dichos
menos golpes y aspavientos
menos repetir los sientos,
más renunciar a caprichos.

No se ilusione, señora
de aquel que a sus oídos cuenta,
piense bien, no tome en cuenta
a quién la mentira dora.
Saque pues su conclusión,
no se deje adoctrinar,
que cuando haya que pagar
pedir le dirán ¡chitón!

Que una cosa es predicar
y otra distinta es dar trigo,
fÍjese bien lo que digo
y no se deje engañar,
que el dilema está en el dar
mas no hay que aceptar consejos
que esos son cosa de viejos
que el dar aquí es renunciar.

Yo no conozco a ninguno
que renuncie a sus excesos
pero si a muchos de esos
que únicamente dan besos
y abrazos, Y sólo alguno
representa la excepción
que sienten el corazón
como si fueran posesos.

¿Presumir sin dar ejemplo?
a mi eso me causa risa,
es un chiste, eso es un cuento,
un suspiro en una misa,
un brindis al sol, al viento,
una mueca, es algo cruento,
un disfraz, es un barniz,
es falso cual aprendiz
de mago que en un momento
va desgranando sus trucos

a su audiencia alucinada
mira y mira y no ve nada.
Es como los almendrucos,
una nuez o algún piñón,
por fuera mondo y lirondo
¡qué falso es en lo más hondo!
¡si lo abres ¡qué decepción!
©donaciano bueno

Que hay que tener #cuidado con las #apariencias! Share on X

MI POETA SUGERIDO: Daniel Samoilovich

Casuarinas

Acostumbradas al rumor de sus ramas,
al aleteo de los pájaros,
al pico que perfora la corteza
persiguiendo un gusano,
las casuarinas no pueden creer
que esa otra bestia, el río, baje silencioso.
Más bien piensan que están un poco sordas
y se inclinan para escuchar mejor
y muchas veces este error las pierde.

Permanecer inmóvil por la tarde
en el aire entre las altas rosas
requiere exactitud, concentración:
también el picaflor llega a cansarse.
Se prende de las matas bajas,
las inclina hasta el piso
y queda panza arriba, borracho,
agarrado a su dalia.

La sombra de mi mano derecha
Es una mano izquierda

lo que escribo
alguien lo escribe desde dentro del papel,
la punta de su lápiz contra el mío.
Me gustaría saber qué piensa ése.
Me gustaría saber cómo es que suenan
esos versos que corren al revés
rumbo al Oeste de un mundo inclinado.

La memoria, pensada como lluvia,
y la lluvia como cristal de aumento
sobre la letra apretada del paisaje.
O si no, el rumor del verso, dicho
con voz áspera aunque no audible
tras la pantalla de la mano izquierda
alargando las sílabas tónicas —acentos
sobre el trébol ya mojado, sobre
las piedritas del camino.
Transparencia; pero también
convexidad en el borde de las gotas:
como si el mundo en sus extremos tendiera
a ponerse de perfil, el placer
en su límite a la agonía.
Y a través de esa lluvia sin rachas
inverosímil en su perfección
cruza el parque, sonámbulo, el huet-huet.

Lo que dijo el taxista
de Neuquén a Cipolletti

«Ahí tiene, por ejemplo, al tamarisco,
no sirve para nada, lo traería
algún tarado, vaya uno a saber
pensando qué, ni para leña sirve.»
Pero la mole negra junto al río
tiembla de orgullo:
con sus negras espinas retorcidas
se burla de la tarde que se muere,
de todos los suaves
pensamientos de este mundo, y también
de los fuertes: de lo útil y lo inútil
se burla y es más firme
su divisa que la nuestra:
Ni para leña del hogar
ni de la hoguera sirvo
.

Piso alto

Tengo miedo, dijiste, no hizo falta
que explicaras de qué.
Entonces yo debo haber hablado de la muerte
porque recuerdo citas, un par
de escritores de lengua alemana,
un proverbio italiano, rimado,
Horacio, Catulo y quién sabe
qué más. En mi recuerdo hablo
sin dudar, como leyendo en voz alta,
o como si alguien hablara por mí
mientras yo me sustraigo a tu atención
para pensar en otra cosa.
Nuestra ropa tirada por el piso
es una colección de excéntricos cadáveres,
rojos, verdes y grises, ahí
donde un asesino los dejó; y se escucha,
abajo, afuera, patinar
los autos en la calle mojada.

Mm…

¿Quién pegó los vasos a la mesa?
A cada rato parece que fuera
a comenzar una serie feliz de asesinatos:
me acuchillás, te doy con la botella,
o, entre los dos, matamos al mozo.
Pero el crimen se evapora y las cenizas
de los cadáveres que no producimos
lo ponen todo gris, funesto:
ese mantel manchado, la espera,
mm, esos silencios, era necesario
que nos hicieran daño: era necesario
que daño nos hiciéramos, un dios
atolondrado tenía que ser
el que nos dio como únicos juguetes
los cuerpos, tan simples y tan raros.
Cuando el paisaje se vuelve complejo
(y siempre se vuelve complejo)
ya no sabemos qué hacer con ellos.
No podemos seguirles el tren
como los ojos siguen
entre los techos el vuelo de los pájaros.
Ahí va uno: todas las veces adivino
el sitio exacto donde van a apoyarse
y esa intuición que con astucia
benevolente el pájaro confirma
parece trasuntar un favor más vasto, el de los hados.

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MORIR DE AMOR [Mi poema]
Alejandro Tarrab [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Creyó morir de amor y entre sollozos
rogando fue acercándose a su amada
¿por qué ya no me quieres le imploraba,
bañado de sudor, postrao de hinojos?

Esa noche aquel hombre se encontraba
dispuesto a recoger ya los despojos
que en un abrir, pasó, y cerrar de ojos,
alzando la cabeza no vio nada.

¡caray con mi mujer, dónde habrá ido,
ahora, mis esfuerzos se han perdido,
si no escucha de qué sirve llorar!.

¿Por qué siendo mayor no habré aprendido
que lamentos carecen de sentido
si no existe quien pueda allí escuchar?

Los gritos que atraviesan mar incierto
se pierden en la brisa al navegar,
no intentes predicar en el desierto.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Alejandro Tarrab

NUESTRAS HORDAS DE ELEFANTES

¿Recordaste algo nuestro, sueño impuro,
o a fuerza de repetirlo diez, cien veces
quedó horadado,
sin posibilidad?

(La niebla de tu sueño dice sí
en la enfermedad, la niebla de mi sueño dice no
en la persecución, la niebla de tu sueño).

pasajes
cómo con esto
reanudar despacio convivir con otros
hacer buena cara
señas que entregue radiante
cómo perpetuar con esto
continuar la saga la traza bonita
practicar el ajedrez la alta dirección
ciencias exactas tenacidad hacia otro sueño
desaparecido de mí cómo te ha ido
cómo con esto que te infecta
emponzoña lo súbito con que podrías
tu ficción de watercolour tu exquisito
patrón de viaje tu diseño de revista
así anotados llevas tu hölder tu adorno
tu cómo y para qué así indelebleirónico
transnacional-inmutable
el tema es provocativo
la invención de otro hombre notablecrónico
reparto de crueldades
sponsors nado con su marca registrada
testamento de animal erudito
desorientado hasta un no ir con esto
cuerpo alma literatura

Mi campo cruel, la visión de lo que desprecié:
la verdadera conservación, la gente compañera y
acompañada,
las corrientes de agua que sentimos y profanamos con
los ojos cerrados,
la mujer murciélago, el hombre murciélago de rodillas,
ante la muerte
y la respiración de la muerte cualquiera, que es siempre
la muerte y la respiración de la muerte del primogénito,
del héroe que vio de frente
y ahora puede enseñarnos: la muerte no es la muerte
ordinaria y prostituta.

La agonía, el miedo a la cosa, es el final y no la muerte.
Toqué, al fin, como ustedes, tú y yo y él, lo respirado,
el legado de horas con sus días en cada segundo,
con sus cientos de árboles y florecimientos
en cada segundo, la improvisación y el descubrimiento,
el dramatismo inaudito. La obra inservible:

Vidas
Quiero decir me, con mi voz “débil” como es, en el confín
de lo lejano,
una radioconferencia sobre la radio y nada más.
Escuchar mi voz “débil” como es, transformada,
electrificada por la magia de la ciencia. Escuchar
escucharlos
mi voz “débil” como es, tocada por la estática.
Quiero decir quisiera con esta voz deshecha, agredida
por un autorretrato. Figura de mí, construida por mí,
mil veces,
y por algunos congéneres, quiero decir malasratas.
Escucharlos replicar me: tu voz “débil” como siempre ha
sido.
Sólo ahora magnificada, arrojada hacia el confín de lo
lejano.
Algo sobre mí, sobre mi propio autorretrato y el fenómeno
de la ciencia y la radiofonía. Una radioconferencia
celebrada,
digamos, hacia 1925, esto es, antes o después o en el
instante  mismo
cargado, electrificado por punzones y mi voz y la radio y
la ciencia
y el arte inaudito de la ciencia jugando marañas con mi
trazo,
con mi voz “débil” como es, quiero decir, y nada más.

Entre mi Madre y el hospicio mi Madre,
el útero de la canal donde escapé y ya no escapo.
Porque hay miel en la leche, cuerpo de leche.

Entre el viento tal y el cielo agrisado mi Madre,
centro en clavadura, deshuesadero
en donde alguien, nombrado Tamayo así sea,
construyó con un brazo la Escultórica, ¡sh!,
quedé muy impresionado.

Un espacio de piedra y de silencio
que antes fuera chatarra. ¿Entiendes? Donde
estuvieron,
alguna vez, las partes mal enclavadas de los Pacers,
molduras de sable Saabs, metal de choque,
hay un espacio de piedra shh.

Ahí voy lento a mirar mis cuadernos. Prusia,
hojas sueltas de colores, transcripciones, duplicaciones,
calcas donde hoy se lee:
ChrisstoSaabs Kanal, dejaré de huir.

A veces me acallan las figuras del orden,
pero casi siempre estoy en sosiego. ¿Entiendes?,
¿escuchas

el agua, el río lento de la canal? Madre Tamayo así sea,
por donde alguna vez quise huir, hoy me quedo.

Me llamo Raúl Pérez Fanti.
Mi abuela se apellidaba Franco, un nombre,
un grito sin salida, un nombre,
Akan Fante, elefantiasis, árbol de guerra.

Cuando mi Madrehospicio así sea paró de huir,
¡sh!, mi abuela hizo las aguas.
Y se llenaron vasos de enfermedad,
en la inquietante paz, quedé muy impresionado.

Pero mi Madrehospicio así sea.
Pero mi Madrehospicio me dio algo breve al oído:
Gris, que es el héroe que no importa, abraza a Blanco e
intenta derribarlo. Blanco,

que es el héroe que importa, por su moldura, por su antifaz de
lidia que es su cara,

¿entiendes?, empuja hacia arriba, con la palma izquierda.
El codo de Gris gira hacia la derecha para deshacerse del
agarre.

Con los pies descalzos, Blanco, que es el héroe que importa,
por su moldura, por su antifaz que es una prótesis y es su cara,

¿entiendes?, lo lleva hacia el arrastre.

Así mi Madre Tamayo así sea me negó el calostro,
pero, a cambio, me dio esto al oído, ¡sh! También la leche
de las caballas, que es una leche dulcísima. Porque hay miel en la leche, río de leche al pie, donde leo mis cuadernos.

Para entonces, mi abuela, y no mi tía, dirigía un hotel en
las afueras.
Quedé muy impresionado. En ese hotel de paso
mi abuela hizo la aguas, ¡sh!, y se llenaron vasos de
enfermedad.
Pero mi Madrehospicio, Madre Tamayo así sea,
me mostró el metal que trabaja. El metal con que después
los chinos
tornaron a los héroes: control de mando, ¡sh!, pantallas
del tamaño de una billetera
conectadas en corriente con la Central y la Central con
el Procurador.

Todo esto antes de las gigantas, de los supercuadriláteros,
antes de Aarón y Kato, el negro Tamayo. Esto es,
antes de la Escultórica y la chatarra, de la elipse formada
por los Pacers.
Cuando las potras caballas pastaban desde antes
el abismo
y el hombre las miraba desde lejos, sosegado,
mientras bañaba sus pies descalzos en el río de la canal,
que así sea lleva una leche dulcísima, Madrehospicio,
Pesado amor.

RESABIOS NEGROS

(NOTAS SUICIDAS ESCRITAS A CUATRO MANOS)

[En glosa, en el original tachado]

 [A mis hijos en la dispersión.

                                                                   A mis hijos que caminan en la carne,
                                              yermos, apacentándose a sí mismos. A mis hijos

                            errantes y despiertos en la oscuridad nuestra y reservada.

                                                                                A mis hijos hijos maniatados,
                                                      ahogados en el alcohol negro de mi leche.]

Mil novecientos setenta y siete. Me he intuido la mañana
entera, he puesto mis ojos en mis ojos. Son mis ojos de años,
estoy segura de ello.

He visto mi mano izquierda trazar torpemente un círculo hacia
el lado contrario de mi cuerpo, un círculo único hacia el aire,
mi primera tentativa.

He masticado el odre de una piel frente a los cristales de la
casa. Lo he tragado largamente a través de seiscientas trece
cavidades, de todos mis peligros, lo he llamado a mi
circunstancia. Lo he llamado pedazo de animal. ¿Qué puedo
ofrecerte?

He intuido brutalmente tus ojos contra los míos, tus pliegues
cerrados mortalmente contra los míos. Te he visto marcharte
varias veces a la altura de mi boca.
Nochedía.

Te he seguido en la correspondencia por delgadas apariciones,
he sostenido en vilo la hebra que nos dio la vida por encima de
ti mismo, por encima de tu cabeza fuerte de mi protuberancia,
por encima de mí misma de mi boca abierta contra tu pecho
negro. Desnudo.

He escuchado el silbido de mis pulmones en la casa vacía, he
bebido el añil para estar en mi presencia. He pesado como un
árbol cubierto por la nieve pero yo no soy una mujer quemada
por la nieve. Mi cuerpo blanco está en el agua pero en esta
casa no hay fuerza de lirios.

Separarse viene de la sal amargamente.

He notado que cierro la mandíbula hasta trabar la escotadura
que trituro mis dientes gastados con ustedes que repaso entre
las encías los odres de viejas pieles con ustedes. Mi lengua
está muerta dentro de mi boca muerta.

Quiero encender contigo las hebras del tabaco.

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ASÍ TODOS LOS DÍAS [Mi poema]
Víctor Toledo [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Todos los días pensando en algún tema,
todos las horas buscando algún asunto,
una historia y un barniz que poner junto,
y así lograr componer algún poema.

Hoy es lunes y ya son las diez en punto,
a mi inspiración reclamo su asistencia,
dispuesto estoy a cumplir la penitencia
mas no dejes que de aquí salga hoy difunto.

Por fin ya se me ocurrió, tengo una idea:
voy a tratar de burlarme de mi mismo
y que mi otro Yo se sume a la pelea.

Mas no seguro que guste al que me lea
les diré que aquí me encuentro ante el abismo
y esperar que, aunque mentira, él se lo crea.
©donaciano bueno

Dónde habitan las #ideas? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Víctor Toledo

Es un canto

Hay un canto que si dejara salir
Rompería el cristal del universo
Es un canto que guarda todo lo que he querido amar
Y no he podido
Hay un canto que ha amarrado mi verdadera pasión
Tan poderosa que al sol derretiría
Desbordaría los océanos, terminaría el infinito.
Un canto que esconde todo lo que he querido solitariamente
Y que si hubiera tenido su otro igual correspondido
Aquél se hubiera transformado
En un lago, una estrella, otro planeta
Que hoy no existe.
Hay un canto que enlaza las más bellas y hondas canciones en el mundo
Pero que no se agota
Es un canto tan alto
Que hace brotar los hongos en la luna
El hades en el cielo
Y el paraíso en las palmas de tus manos.
Es un canto que es las almas de los muertos renacidos
Es el canto de todos los deseos incumplidos
Es el canto que nos levanta
Cada día para vivir
Y que sabia, humildemente se conforma con callar
Para no afectar el cuerpo que lo carga
Pues sería por todos destrozado como un loco.
Es el canto que cultiva mi jardín
Y hace aparecer sus flores
En otra constelación
Y en la galaxia perlada de tus senos.
Tan hermoso es este canto e inmortal
Que he decidido soltarlo poco a poco
Para que no se muera con mi cuerpo
Al que hace longevo y sin final
Para que cuando yo me vaya salve al mundo
Es un canto que todas las lenguas del orbe
Apenas contendrían
Que expresa todas las teorías que pudieran existir
Y el secreto más profundo de la vida.
Es el canto que he escrito para ti
Y que sólo por ti podría ser contenido y cuidado cuando salga.

Tiki

Yo tenía una gata
Se llamaba Tiki:
“Flor bonita” en zapoteco
Brotó cuando yo nací.

Crecimos tan juntos
Que me crie en su sangre

En un río profundo
Ronroneando ron,
Mar me murmuró
Ahogado de sol.

Cumplí quince años
Y se me murió.

Veía con sus ojos
—Vacío de oropeles—
Luna de oro y mieles,
El sol era un ángel
Con alas núbiles.

Sé hablar con los gatos
La cósmica lengua
Pues soy un felino
Y soy un poeta.

La ingrata Kontiki2
Me llevó a otro lado
Del tiempo y del mundo
Lejos de mi infancia
Y de Flor Bonita.

Pero sé que ella siempre está mirando
Con sus ojos verdes a través del mar
Con sus ojos rojos a trasluz del tiempo
(Más allá del mal), el oír que salva
(Y el río en la selva:
Su cola que mueve
A la oscura noche)

Y cien mil estrellas cintilan sus ojos
Si allá arriba corre, si en arribo salta:
Pergaminos blancos
Sonoros del mar.

Mueve sus orejas y surgen los versos
Con la voz del Viento

Para confirmarme
Que yo no estoy solo
Que ya no estoy solo.

y un perro coli
cada vez que lanzaba el búmerang
regresaba la cola del perro
zumbando
de no sé  dónde
de una casa de la infancia
de un día ahogado enmedio de la luz
sobre un llano luminoso.

Yo tenía un coliperro
y un búmerang
cada vez que lanzaba al perro
el búmerang regresaba
meneando la cola
no sé de dónde
de un día maravilloso
mas solitario de la infancia
villa dorada del mar
de la casa de la luz justo en medio del azur.

Yo tenía una cola de búmerang
del cielo asomaba
era su ala desprendida
cada vez que la lanzaba
de no sé dónde, cada ave,
desde un día
desdoblado de otra infancia
retornaba tiernamente de lo eterno.

Yo tenía un búmerang que era un perro
cuando lo lanzaba.
Yo tenía un perro que era un búmerang
Cuando lo lazaba.

Cuando estaba lejos era un colibrí
Cuando estaba cerca era un caribú.

Pero yo tenía una era
un colibúmerang
que siempre doblaba del cielo de la caza
de la infancia eterna de la interna luz
con los ojos luminosos de linterna
ahogados de inmortal felicidad
venida de la casa limpia del azul
Desde un día que tiene su ola yo sé donde.

Traía entre las patas el trote de abril
traía entre las alas más de un marabú.

Cada vez que lo lanzaba taladrante
cada beso, cada ave, cada suave
cada vuelo, cada suelo, cada ala
cada ola, cada cola, caracola
cada alma
cada oro, cada hora, cada ahora

el corazón, cada razón, cada zonar
cada deseo
y Odiseo, cada hada y oda sea
cada Oído
doblando desdo-blando
perforaba la esquina más vertiginosa
más brillante,  más pura  y más redonda
del cielo más ladrante.

Alguna vez

Alguna vez hubo un jardín
En medio del desierto.
El ala en la sombra de la arena
Lo convertía en diluvio de oro.

La leve ola de ella
La suave llave de Yahvé
Firme fue en la página del firmamento:
El par hizo unidad
Y el Paraíso anidó sobre la nada.

Alguna vez una serpiente
Robó la flor que entregó al ser
(El mundo volvió a derrumbarse
Cuando ella misma tentó a Newton
Arrojándole taimada del Edén
La fruta de la gravedad
tan ligera
Que nuestra inocencia pesó más
Y los hilos de las estrellas se enredaron).

Un jardín hubo una vez
Un ave con alas de tenso follaje
Donde yo me enamoraba.
Era la realidad
El Paraíso en la palma de su mano

La serpiente me entregó su flor
en medio del desierto
Su ser su puente
Su liento sol de andar sapiente.

La letra ardió en la arena
La luz sobre la luz
El yermo ayudado por el viento
Reunió sus signos cuneiformes
Su alfabeto hebreo todos sus astros
Para contar la historia
(En pergaminos que deshechos
Formaron ríos de arena

Mares áureos
Indescifrables maremágnum
cascadas cascadas
Oleajes tallando el silencio).

Alguna vez
La roja y jugosa manzana
Partida a la mitad
Se me ofrendaba entre sus muslos
El río Papaloapan y el Tigris
Me inundaban
Mi adolescencia perfumaba
Y la canción de Guilgamesh ardía
En la isla de la existencia
Que sobre el mar vacío del tiempo
Impuso a las orquídeas prosperar.

Se habló de la expulsión
Estrella lejana colapsada
Del jardín que alguna vez se estremeció
Cuando el hurto de la flor…

Yo la escondí en las profundas dunas de oro
De mi rojo reloj.

Retrato de mi padre en medio de la zafra

Padre, ¿no confundiste el mar de cangrejos azules con la porfía del horizonte?
Me preguntas por qué no he escrito sobre tu muerte
¿y acaso tú estás muerto? O sólo tu brillo bonachón se encuentra en otra parte
emborrachándose con cervezas solares en los colores de anonas anodinas de la tarde.
Dudas por qué no he escrito sobre tu lejanía
sobre tu amado resplandor selvático, pestaña azulmorada en que se pierde el sol
y por eso reclamas que a mi madre
no termine de explicar por qué no te has ido
y se seca asida a la ácida tormenta de tu ausencia, más sabia que Descartes.
¿Por qué no supe de tu muerte
no traté de contener tu nueva cacería
y sofocar a tiempo el rumor de hojas secas que llegaba de la mar?
Cuando anuncias tu derrotero a la selva blanca
lo haces con tristeza sin rumbo ni medida
¿por qué me detuve y no escribí al fin del mundo?
Donde la luz se une con la oscuridad y el cielo rompe el cascarón
qué tristeza de amor qué larga lluvia fresca
qué sol tan despiadado con los ojos
que muestra la esencia la más desnuda ausencia
y afloja las vendas de la luz.
Padre mío, hijo mío, mi dulce niño,
tanto he sufrido que ya no quiero oír
mi corazón a la deriva tropical
vivo en un río sin cauce ni color sin causa razonable ni sabor
yo que tanto soñé hundirme en él
pez ola
alirón de sus ondas volverme átomo rampante de su espuma
surgir delfín de brillos nadar en él como su alma
alegre solitón persiguiendo sirenas de espejos enlamados en la piel.
¿Recuerdas cuando íbamos al río y él venía de nosotros?
Padre, me regalaste mi nagual: un juguetón felino enamorado.
Pescábamos para jugar a ensartar el azar y atarlo al tiempo
así nos pesca rumorosa aquella en su momento
como antes de la tromba que envuelve en la gardenia a la sabana
y nos separa de las turbias espumas del amor.
Partimos el dolor con nuestras vidas acurrucadas al filo del amor
filial alcaraván- arroja la víbora contra las elevadas rocas
desayunamos auroras encendidas con anguilas amarillas
subimos hasta el sueño
hasta topar con el cielo o con la nada pues no podía subirse más.
Todo lo dejamos lo olvidamos el destino herido escapó
y el ciervo marinero y el agua despeinada persiguiendo su vapor.
La tormenta cerca al misterioso velador que nunca pude ver
porque hoy el humo nació para enraizarse:
por la selva incendiada corre encendido el rumor de que te fuiste
de estos días idos de los años idus de las orquídeas que se volvieron voz del viento
briza de luna, rumiar y sueños de tamborcitos jabalíes, ardiente pezón de las colinas
por la selva corre el rumor en que te alejas
un solo respiro incendiado de color
y eres un cedro rojo tu alma una ceiba azul
doblándose al peso enarbolado de calor.
Los días son manadas desfogadas de venados
grabando para siempre las figuras danzantes del fogoso pánico en los ojos
podridas palabras reptan o se retuercen de dolor
vuelan las aves espantando sueños no tocados
y el xochicuáhuitl se derrumba con su constelación
por la furia del fragor uno que otro tigre salta
y salva la selva su esplendor
al confundir su piel vertiginosa con el voraz incendio
y mientras caes recuerdas las veces que saltaste al cuello de la ninfa
cuando a mamá la heriste para siempre
cuando te hiciste en los negocios de la vida de un salto un señorón de trajes anchos
(gruesas telas tejidos frescos exquisitos: grano de pólvora, tul de la espuma cáñamo azul y sombreros panamá)
cuando con el Ford 57 fundas los Transportes del Sureste:
abrirían las vírgenes extensiones acompañados de verdes nubes de la algarabía
estremecimientos de mares algas escandalosos vuelos penetrantes y tribus
de monos curiosos -llorando inconsolables si les herían su compañera
(quedan a compartir su muerte).
Padre, la selva se quema y no es raro en estos días
azafranadas zafras desbrozan las almas que se fueron
descontarán los cantos canteras de vegetación
los árboles vivientes praderas de pecados
raíces enterradas en densa gravedad
y en un sólo día un sólo instante
todo se quema y borra sin razón en el delirio de los insectos del fuego
sal azul de salamandras-
lo que con tanta paciencia prosperó
el tráfago del mar, el tragaluz de la amargura
sus ramas afiló pulió sus hojas traficantes
la selva parecía tranquila, ¿a quién le era más útil de estos días el resplandor?
este brillo maravilloso de otros tiempos que en el hinchado cielo se hunde
recoge y humedece para siempre en tierno mar eterno
de sonidos internos
art decó desquebrajándose en el óvulo del aire
como si alguien quebrara estruendosamente ramas en la hoguera
como quien quiere darse así color, valor, calor,
en la última forma
de la oscuridad.

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DESHOJANDO EL PASADO [Mi poema]
Paulo de Jolly [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Tras los viejos barrotes oxidados
de la celda en que encierra sus fantasmas,
anda el viejo poniendo cataplasmas
o intentando sellarla con candados.

Es consciente que el tiempo nunca espera,
ya no sirve mirar hacia el pasado,
que el recuerdo que nunca se ha olvidado
siempre al alma la tiene prisionera.

Que esas sombras tan llenas de emociones
hoy se guardan en cajas de zapatos,
los abrazos y besos timoratos
ya no sirven ni arreglan los renglones.

Mira atento la luz tras la colina
observando la noche ya aparece,
y a medida que pasa se enternece,
la nostalgia da paso a la neblina.

Hoy es día en que el santo se celebra,
pues no gusta de oír que él cumple años,
va bajando uno a uno los peldaños
deshojando el pasado hebra a hebra.
©donaciano bueno

El #tiempo ya se vuelve cansino Share on X

MI POETA SUGERIDO: Paulo de Jolly

Louis XIV a la Duquesa Marie Adelaide de Savoie

marie dime como pudo llegar alguien a besarte de ese modo regio
yo creo que en la historia de francia
nunca nadio dio un beso de amor como el que te dieron
en el confesionario
estoy por creer que el caballero que te lo dio trajo consigo
los besos de todos los amores que se perdieron en el altar de la notre dame
esto no puede ser otra cosa que el verdadero triunfo del amor
que hermosos fueron aquellos días en que tu amabas
al duque de bourgogne
él también te amaba
te amaba con verdadero
fuego
que solamente un esfuerzo
endemoniado
logra
el amor como mis estupendas gotas de rocío
a comienzos de mi reinado

Louis XIV a la infanta de España Marie Therese

a veces la soledad en ti Marie Therese es demasiado fuerte
y tú le pides a Dios que algo nuevo suceda en ti
para que él vea
como hay espacios en tu vida
inciertos y vacíos que llenar
tú en tu intimidad quisieras
salir una mañana de sol
a Fontainebleau
sin grandes contactos con la nobleza de espada
tu espíritu de solidaridad florecerá como el polen amarillo
que antes cubrió la faz del universo
en las profundidades de tu corazón
brilló el sol
y te transformaste como el agua de la fuente de los ruiseñores
tienes miedo del mundo y tus deseos
son lo que todavía no puede
el corazón
pides días sutiles a Dios
porque todo lo tuyo viene de él
y solamente Dios sabe cómo tus perlas te fatigan

Louis XIV a Mme Louise de la Valliere

hice que tus ojos vieran la noche
en la mitad del día
hice que tus ojos vieran el día
en la mitad de la noche
hice que tus ojos vieran la noche
de amor
en la mitad del día
hice que tus ojos no vieran el día
de nuestra muerte
en la mitad de la noche

Louis XIV a Mme de Ninon de Lenclos

las ganas de vivir ninon
son más fuertes
que todos
los instrumentos
que utiliza la muerte
y al comparecer delante
de una adversidad
crecen se remontan
y se agitan
a lo largo del cuerpo
y los sentidos
unidos en una sola
dirección
las ganas que yo tengo
de vivir
son como para que ni tú
ni yo muera

El escritorio de Louis XIV

pertenezco al apogeo
y caída
atroz
de su majestad
estoy hecho
de madera laque
a fond noir
y de plata
sin más estupendas
que mis cuatro
patitas
soy apenas
un peregrino
en el final
del himeneo
y de uno u otro
brillo
fundamentalmente
nenni
para poder cambiar
melancolie

Soledad de Louis XIV

crecen mis flores de lys
estupendas
con un blanco siniestro
y flores con olor
a catedrales
que cantan con aires
despreocupados
el poema
que se está haciendo
porque llevan
mucho tiempo solas

El rey sol

alma infinita hazme
repetir a menudo
la palabra gloria
alma infinita
perfecciona mi francés
y algún otro signo
infúndeme este placer
el placer de mandar
alma infinita dame
el sentido
de la grandeza
haz que lleve con
dignidad mi corona

El corazón se inflama para toda la vida

contra toda evidencia
en la tierra
en el mar
encerrados en largos estuches
de cristal
violetas bajo la nieve
ni siquiera Eva
debajo de sus mamas
y más aún
lo que no podrías pagar
a peso de gorro de seda
te lanzo el dardo de oro

Sopa de cangrejos en taza de plata

sopa de cangrejos en taza de plata
pan de rosca
lenguado en un platito
jalea de grosellas
Adán
el que prueba demasiado
no prueba nada

Alegoría de la familia real

tengo la alegría de vivir
hasta lo más hondo los sentimientos
humanos
comprendo el significado invisible
de todas las rosas
aquí está el coraje infinito
de luchar por la luz
indestructibles son las alegrías
de mi alma
aquí está
la afirmación de la vida
oh santa humanidad
Versalles debe quedar.

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FUEGOS DE ARTIFICIO [Mi poema]
Armando Romero [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Poco a poco aprendiendo fue el oficio
¡amigo, así no sigas, lo haces mal!
de vía has confundido o de canal,
deberás recalar en otro hospicio.

¡No das ese perfil, que no es lo tuyo,
jugar puedes al mus o a la pelota,
recuerda allí una puta es una sota,
lo digo es por tu bien y así concluyo!

Que aquí no servirá que a perogrullo
acudas y al lector inteligente
invites a beber agua en tu fuente,
ni mañas te valdrán, ni algún chanchullo.

¿Mundo? ¿sabes latín? ¿dime qué sabes?
poesía escribir no es tan sencillo
ni tan solo si fuera un estribillo
sin antes aprender cual son las claves.

Que escribir has de hacer de lo que sabes
y algunas más también de lo que sientes,
y aunque mientas que nadie note mientes,
si es que perdido estás, mejor que acabes.

Oídos me tapé pues no hice caso
para ver de ocultar así mi orgullo.
¿por qué había de hacerlo a aquel capullo?
¿acaso el era un dios, por dios, si acaso?

Kamikace, lancéme al precipicio,
obviando la razón de esos consejos,
hoy mis besos dan besos a mis besos,
el resto fueron fuegos de artificio.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Armando Romero

El árbol digital

Era un hombre al que le habían enterrado su mano derecha
Pasaba sus días metido en una pieza vacía
Donde se sentaba
Los pies contra el ángulo superior de la ventana
Y su mano izquierda sosteniendo un ojo de buey
Por el cual los rinocerontes
Ensartaban su cuerno
Y hacían brillar su corteza metálica

Le había dado por ser poeta
Y se pasaba todo el tiempo hablando de la guerra
De tal manera
Que había descuidado su mano derecha
Esta creció lenta y furiosamente
Y sin que él se diera cuenta
Atravesó el mundo de lado a lado

Cuando los niños de la parte norte de Sumatra
Vieron aparecer un árbol sin hojas y sin frutos
Corrieron espantados a llamar a sus padres
Estos vinieron con sus gruesas espadas
Y cortaron el árbol de raíz
Un líquido blanco lechoso salió de la corteza tronchada

Desde ese entonces
El hombre como un poeta
Siente un dolor terrible
Agudo
En un sitio del cuerpo que no puede determinar.

Hay un alejado ángel
Del chorro primero y abundante

Sus alas de velos de color
De fuego
Niegan aguas y ondas

Se mece en hoja de talco
Y es lento como si comprendiera
El infinito diálogo de los espejos

En sus ojos
A flor de agua o a raíz de aire
La rama de un carbonero
Se humedece

Luego vendrá a su cuerpo
La nostalgia
Como hilos ligeros que flotan
En la atmósfera
Por las tardes de otoño.

Voy a decir que «el sucio» no era un acólito
hecho de polvo y en polvo convertido,
sino adobado por la mugre y los excrementos.
En su rostro se veían negras vetas de sudor
petrificado en la frente y las mejillas,
y sus manos eran largas garras oscuras.
El pelo de erizo estaba macerado por resinas
y grasas pestilentes,
el hábito de negro rechinante endurecido en
capas espesas e inmundas.
Manchosos de amarillo verdoso los dientes cariados,
roñosa la barba.
Mugroso era «el sucio»
que espantaba moscas y cristianos
al sólo levantar el brazo.
Su aliento, su olor todo,
era un escudo contra los intrusos
cuando no era fatalmente homicida.
Atendía «el sucio» la máxima de San Jerónimo:
«No necesita lavarse de nuevo,
aquel que una vez fue lavado en Cristo».

La vecindad de las aguas

A Pedro Lastra

He vuelto a los pequeños bosques
al lado del río
para sentir el silencio
que se ahonda en sus orillas.
No deben quebrarlo los pájaros
que buscan lombrices en el barro,
ni los troncos que se apilan
entre sus recodos.
Una que otra lata de cerveza
insiste contracorriente;
uno que otro desperdicio
se resuelve en remolino.
Todo es mínimo
en la inmensidad de las aguas
como en los ojos de un niño.
Todo estalla con ese ruido
que el río lleva en sus adentros.
No es sólo del bosque y el río
lo que tiene que ser silencio.

Trabajos del poeta

A Martha Canfield

Deja el poeta la página desnuda
sobre la mesa de la cocina
y  de improviso
viene el aceite a tocarla,
un olor a cebolla
se le impregna,
el borde marrón
de una taza de café
traza un intento de anillo,
un gato juguetea
con sus bordes,
un hombre solitario
pasa por la ventana
y la mira,
una mujer
con delantal de fiesta
escribe cuatro palabras:
alcauciles, espinacas,
uvas, tomates,
unos niños hacen
un pequeño avión
y lo tiran por la ventana.
¿Dónde está la lista?
Pregunta ella.
¿Dónde está el poema?
Pregunta él.
Así trabajaba
Don Pablo
por las mañanas.

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TE BUSCARÉ ALGÚN DÍA [Mi poema]
Pablo Núñez [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Te buscaré algún día, aunque tú no me creas,
me arrimaré a tu altar recordando el momento
que, a solas con mi anhelo, amor tú me pidieras,
incapaz de decirme que yo era un pasatiempo.

Donde sea que estés yo allí te buscaré,
en las olas del mar, la flor del limonero,
la brisa al navegar, el brote que sembré
o el último lugar donde escribir te quiero.

Y así pasen los días sentado en mi terraza,
a la luz de la luna. contando las estrellas,
a los niños mirando jugando en una plaza,
en un jardín florido y con sus flores bellas,

si tú hoy me quisieras otra vez engañar,
volvería a pecar quemándome en tu fuego,
tú invitándome al cielo, yo deseando amar,
pero ya sabedor que yo sólo era un juego.
©donaciano bueno

El #amor y la constancia...incansables...? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Pablo Núñez

CAPE COD MORNING, 1950

Edward Hopper

Ella no sabe que al mirar los árboles
está observando en realidad su vida.
La aburrida mañana de Cape Cod
adquiere el esplendor que solo tienen
algunos sueños antes de cumplirse.
La casa es ella misma; la ventana,
la coraza que fue poniendo el tiempo.
Es hora de frenar esa deriva
de los años perdidos, de la espera.
Y por eso el vestido y el peinado,
la extraña paz, discreta la hermosura.
Después vendrá la tarde, mientras tanto
los árboles son hombres que no engañan;
el horizonte ?su callada luz?,
un símbolo de todo lo que empieza.

LOS NÚMEROS TENACES

Ojeo una baraja de mi infancia.
Me entretengo fijándome en las cifras
que tan bien nos sabíamos entonces:
once rebotes Larry Bird; dos metros
con catorce del «Jefe» Robert Parish;
doce asistencias Earvin «Magic» Johnson
?juegan mis Lakers de amarillo y púrpura?;
y más de treinta puntos Michael Jordan.
El salto de Spud Webb?uno sesenta
y nueve, ya lo ves, y qué gigante?
e inquebrantable el pívot Patrick Ewing
(cómo iba yo a pensar que veinticinco
años después vendría a mí su imagen,
al pasar por la Séptima Avenida
junto al famoso «Garden» de los Knicks).
Y, claro está, los números tenaces
que hoy llaman la atención y que algo duelen:
tan solo Abdul-Jabbar ?cuarenta y uno?
me supera en edad. Qué raro es todo.
Qué pronto se hace tarde para el juego.

QUIZÁ TODO CONSISTA

Quizá todo consista, si me apuras,
en saber distinguir lo que no quieres,
en desechar sin miedo los absurdos,
en tratar de engañarte cuanto menos
mejor. Que las sirenas continúen
cantando lo que quieran para otros.
Ignóralas y simplemente deja
las cosas que no sirven a tu espalda,
abandonadas, muertas, y prosigue
sin perder ni un minuto hacia la orilla
de esa playa que sabes que te espera.

VERBIER

Una tarde de invierno, en Verbier, todos juntos,
dejábamos pasar lentamente las horas,
en una sobremesa de sol, gin-tonic, risas.
Teníamos enfrente, allá lejos, inquietas,
unas montañas llenas de los ecos del tiempo.
Miré el perfil radiante, las laderas, las cumbres,
donde a veces, de pronto, la nieve se hace sombra.
Recuerdo que alguien dijo:
«Las llaman las montañas de la muerte».

EL POETA VIO EL ROSTRO

El poeta vio el rostro de su padre
en el cristal sombrío reflejado.
También empiezo a no ser yo el que espera
en el espejo incierto, interrogante.
Mejor mi padre fuera y no el borroso,
desconocido afán de estar a tiempo.
De: Tus pasos en la niebla. Editorial: Renacimiento.

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EL SUICIDIO [Mi poema]
Agustín Calvo Galán [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Alguien pinta al suicidio como un arte,
un vivir y morir al mismo tiempo,
que un portazo a la vida es a destiempo,
de un camino que va a ninguna parte.

Una nube de dudas que al cerebro,
en eclipse total vuelve tarumba,
que enlaza al más allá desde la tumba
y de vuelta no existe ya un requiebro,

Un camino es sin fin hacia la nada,
es un descenso a un cenagal, un pozo,
lugar donde la pena suple al gozo,

Final del eslabón de una canana
del que es peregrinar tan azaroso,
de una lúgubre decisión, el poso.
©donaciano bueno

Un acto de valor o de #cobardía...? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Agustín Calvo Galán

La poesía todo (lo)cura

Nada se vuelca en el hoy
de todo lo posible
en el aquí temerario
del tiempo labrador y
su partitura agrietada

hábitos
cicatrices
alardes

nada me pesará ya más, me elevo, me consumo:
Solo recuerdo lo anotado.

Me andamio, no vuelvo, escucho:
la poesía todo (lo)cura.

VENDIMIADOR

El poeta también va a la vendimia,
recoge frutos,
selecciona, respira hondo y
corta
el racimo
secamente,
ejecutando el drama,
lo deposita, con cuidado enfermizo
entre el resto de lo ya cortado.
Después, poco a poco,
con la paciencia necesaria,
en solitario, irá pisando versos
y transformando su cosecha.

Nada es del poeta,
salvo la transformación.
De A la vendimia en Portugal (Amargord, 2009)

Lo intento, zozobro cuanto sé,

dudo al inmiscuirme entre los que hablan,
como el brazalete del capitán, anunciando
una defunción,

Lo consigo, la naturaleza cruel
no sabe de mi indiferencia, bajo el bosque
yacen mis árboles,

Lo diluyo, como el helecho
en el posible fracaso de cumplir
imprevistos y promesas,

Lo administro, sabiamente alguien
me niega la redención, hablo
de comer vorazmente,

Lo eternizo, el hambre tiene
tiempos vivos, expiación,
fortuitos intentos de predecir,

Lo dudo, sin conseguir
una adaptación satisfactoria,
sin conseguir el absoluto
de procrearme en lo que escribo,
Lo que soy, someramente
enunciado, es el principio
de mí,
tanto solo como en compañía.
De GPS (Amargord, 2014)

Das Russenhaus, 1931

Eran tantas las ganas de encontrarte
que no veo tus pinturas,
no puedo verlas,
sólo me veo a mí misma

me estás mirando,

me estoy mirando
desde la foto expuesta
sobre el escritorio.

Dudo de mi nacionalidad,
al igual que Vieira da Silva, ¿habré perdido la mía
por haber amado a un extranjero?
Amar a un extranjero (Denes, 2014)

– – –

Eran tantas las ganas de encontrarte
que no veo tus pinturas,
no puedo verlas,
sólo me veo a mí misma

me estás mirando,
me estoy mirando
desde la foto expuesta
sobre el escritorio.

Dudo de mi nacionalidad,
al igual que Vieira da Silva, ¿habré perdido la mía
por haber amado a un extranjero?
(Das Russenhaus, 1931)
– – –

El sueño en una colina
que yace
sin expresión.

Lo sueño en una colina
que yace
expresándome.

El campesino ha venido hasta aquí para despertarme,
me devuelve el sombrero lleno de flores,
lo había perdido junto a su casa.
(Jawlensky und Werefkin auf der Wiese, 1909)
– – –

Los interiores oscuros
han sido creados y
acumulan figurillas cercadas.

Los amigos se sientan, el té está listo,
la casa los recibe
ensimismados ante los ídolos
que nos pregonan su protección gestual.

Una niña mira desde afuera,
una niña que reclama nuestra atención:
ha visto a alguien tirarse a la vía del tren.
(Stillleben mit Heiligem Georg, 1911)
– – –

Es muy misterioso. Nuestra vida fue una vida maravillosa.
(Vieira da Silva)

Dormir en un abrazo, ser el silencio
impertinente del arca de Pessoa,
la resaca del perdedor, la tela
inflamable de la hidra y del eco.

Dormir, si fuera posible,
si descansar, si la paz fuera posible,
si morir o callar fuera posible,
si la piedra fuera láudano
para mis ojos,
si la vecindad del odio fuera solo eccema
e hipertensión,
si el silencio no se oyera, si fuera posible
no oírlo.

Si el dodecafonismo no me perturbara así.
– – –

Hubo un segundo intento de suicidio.
(Emeric Marcier)

Lo insólito sucede al mediodía,
mientras mantienes el zumbido de las abejas entre la uña y el tejido adiposo,
mientras

los cojines y
las membranas se arquean formando un cielo ahuecado por el que transitan los insectos
del trópico,
mientras bebes el veneno, el mar tonificante, el arpegio a destiempo,

las bachianas a destiempo,
mientras, en su interior de siglos, el enigma
toma cuerpo y son líneas ocupando la totalidad
de Europa.

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UNOS PATUCOS [Mi poema]
Diana Vallejo [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Aquí os dejo esta glosa
a unos patucos blancos y un vestidito rosa
que aguardan impacientes al lado de una cuna
que aparezca su dueña cuando asome la luna.
Mas no habrá de llegar
pues se marchó a volar
con una mariposa.

Vano anhelo. Rotundo,
pues fue justo al nacer y al aproximarse al mundo
que la nostalgia invadió sus ojos de princesa
un ángel de ella se enamoró y la llevó presa
y se fue sin saber
para nunca volver
en un soplo, un segundo.

Aunque lo pidió un hada
nunca ya ella volverá, se fue sobre la nada.
Huérfanas de esperanza le llorarán su ausencia.
Ya de nada servirá que ellos pidan clemencia
y aunque le llamarán
nunca disfrutarán
su presencia añorada.

Y aunque sólo es un cuento,
la cuna ensimismada descansa ajena al tiempo,
desnuda tiritando sumida en su tristeza,
los patucos marcharon buscando otra belleza
y el vestido pasó
de moda y se murió
de pena y sufrimiento.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Diana Vallejo

Los viejos

A los viejos…los hombres que van quedando
con su cuerpo lento, con su barco inerte
a los hombres que van quedándose en el viento con la mente
los pescadores de alientos
esos…
se llevan sus redes al silencio.

Se suben, se bajan de sus buses
se bajan como dioses blancos
como aves negras
y vuelan entre las butacas
entre las cascabeles de los marinos.

Usan un bastón,
un bastón de espadas
guerrero de las cartas
en éste pendenciero mundo de la nada.

A esos, a quiénes hartan los transeúntes
suben temerosos a la esquina del olvido
suben temerosos a los bancos del silencio
despaciosos, omniscientes, extinguiéndose en la muerte
arremansan calma
tirándose los cuerpos desde el vientre.

A las viejas que estallan en las risas de rumores
a las viejas que como alcancías se despliegan
en colores, en ventanas, en siluetas
a las viejas que con cantos festejan el llanto viudo
y a las otras que encienden velas en su palco
por un hombre ido, por un hijo muerto
les doy un beso en la frente.

A los hombres viejos que van quedando
en el pasto de la muerte
les doy un beso en la frente,
ésta mi testa.

Al beso errante que se esconde en la butaca
con un par de zarcillos luminosos
que no se prenden en los ojos
por ser recuerdo, por ser memoria
por ser una vena erecta,
una vieja en la carne, una mujer amada
una vieja que se mete apacible en su ventana
les doy un beso en la frente, mi frente.

A esas viejas que como fractura
se comen a galletas

el brote de los hombres
que cae en sus melenas
les doy un beso en la frente, mi frente.

Esos viejos
con la muerte como almohada
que susurra en sus oídos
una canción de cuna
una canción de amor
van apretándose la vida
en esos guantes calcáreos
de calcio y de dolor.

El lunes, nido de gato

El lunes tiene una lengua de sapo
una uña de gato en la ventana,
un pintalabios para el sol en SPF 15
me quita los aritos de los ojos
me plaga de dudas y la silla se convierte en un canapé sin sal
en cómplice del sedentario mundo.

El lunes, tiendo la tienda de mis encandiles
Queda puesta, muestro un poco de cariños
turbia entre los miedos,
quizás vea a Tibúl haciendo malabares en el tendido eléctrico,
o al perro verde del espacio andar como si nada, hablando por el cel…

Es lunes, y mi corazón se aburre
sin poder evitar que le crezca musgo a la esperanza,
a tus amores sin filtro.

Besos y adiós lunes de mis amores,
me voy con mi caña,
A pescar mi alma de nuevo para este cuerpo de humanos…

El otro poeta en el barco

Su ira es una llaga que agita el alma
breva sus lágrimas con golpes y verbos,
tira a la basura los amores familiares.

Su ira es un caracol abrasivo
que lleva dagas al agua, al viento
deja el camino para hacer cicatrices
al asfalto…

Su enojo es un globo terráqueo
que tiende a llamar a Dios !inepto!
y él que lo escucha…lo perdona
sin perdonarse nunca.

Su amor es un fósil
como ese gato crispado en el techo que te araña
con la sombra de su esperanza.

Tu ira…
es un remolino de arena
capaz de roer
las dunas del desierto…

Entonces…
¿Cómo ha de haber sido tu amor,
si tu ira es un pleonasmo universal?
¿Cómo sería tu fe,
Si tu enojo es una roca en la garganta?
¿Cómo sería la luz de tus ojos,
si tu odio carboniza a cuantos ve?…

Lástima, que no te conocí entonces…

Vikingo

¿Si tus ojos me besan…
cómo escapar de tus labios
de tu idea, de tus dedos hambre,
de mi curiosidad en mujer?

Si tus ojos me besan con o sin fortuna
y me arrancas los sueños,
quiero que me cantes, que toques un tango
con sólo el silencio del secreto
entre vos y yo.

Si irrumpes tu andar en mi esfera
y te quedas, dejaré de latir en frecuencias inasibles
para volar a tu pauta de genio
a mi centro de gravedad.

Si tus ojos me besan
Vikingo, has conquistado el espacio
yo mujer, yo universo.

Noches polos

Hay noches como botones grandes…
cerrando los sacos
Con la gente en las almohadas de los cielos
Y las plumas dispersas de los sueños.

Noches paraguas…
tremendos aguaceros destilando de las almas
ríos bravos de secretos y dolores omitidos.
arrecian, son tormentas silenciosas.

Hay cielos de párpados caídos
ventanas abriendo de par en par la libertad,

Hay despedidas que cierran las puertas del balcón
y el corazón es una carta leída y olvidada
un beso en el aire
una gotita de sangre derramada.

Noches …     polo
que nos cambian la vida.

El norte tiene personalidad múltiple
y el sol que no acaece
Murmura a las ramas que se queden quietas y lo sostengan.
destroza, aquellas fibras oscuras
y la luna pierde sus pareos…

Entonces…   la multitud abre los ojos,     turbulenta…   despierta…

La mosca

Hay una mosca violenta
Que golpea en la tela metálica
Un bicho insistente
Que quiere salir, salir …

De ningún modo
Alcanzó los vidrios
Ni la orilla
Solo se dejo vislumbrar
Se dejó caer
Para volar, volar …

Soy como esta mosca
Molesta
A todo credo

No soy ficticia
Hay tentáculos
Glándulas salivales
Patas, ojillos
Para tratar, empujar…

Como esta mosca
Molesta…
Que zumba incrustada
En la tela metálica de la ventanas.

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