A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

LLEVADME A SORIA [Mi poema]
David Rey Fernández [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

¡Morir quiero de amor, llevadme a Soria!
que esta tarde de otoño yo quisiera
acceder a la gloria si pudiera
para una vez allí lograr la gloria.

Con Machado escardando los abrojos
de ese río fisgando en la ribera,
ataviando con manto a la pradera
y cogiendo las flores a manojos.

¡Río amable, penando de amorío,
confidente fiel de Gerardo Diego,
transita por tus aguas vivo el fuego,
abruptos y escabrosos cauces, río!

Con Antonio, ese viejo profesor,
y su amada Leonor, en esa noria,
perdurar escalando en su memoria
y al edén acender como escritor.

Y puesto me esperara a mi la historia
-si he de morir prefiero junto al Duero-
y al Espino abrazar, es lo que quiero
caminando al andar, cantar vitoria.
©donaciano bueno

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.
Antonio Machado

Antonio Machado enterrado en el pueblecito francés de Colliure dejó escrito su deseo de que sus restos descansen en el Espino (Soria), donde se encuentra el olmo al que dedicó uno de sus poemas más famosos. En este poema, el autor anhela conseguir la fama para finalmente descansar con el maestro.

MI POETA SUGERIDO: David Rey Fernández

Poema para mi madre

Para mi madre,
que me mostró la puerta y me tendió una llave;
que me enseñó que los únicos caminos
son los que nos acercan a nosotros mismos,
lo demás es arena.

Me dijo:
escribe con distancia
pero
sin olvidar el cuarzo negro de la mina diaria,
lo marchito y oscuro que ya está en las semillas.

Añadió:
vivir es defenderse de la vida,
y volvió a asegurarlo:
el que mira las olas ya ha vencido el naufragio;
sólo quien se conoce
puede oír el silencio que precede a los golpes,
puede sentir el mar que hay en las caracolas.

Me enseñó
que en cada nombre se esconde lo nombrado;
que en la palabra noche
fluyen ríos oscuros de carbón y cenizas,
que cuando digo madera
la voz se me puebla de raíces y carne,
que cuando digo te quiero
en mi boca despierta la cereza y la lluvia.

Y estas palabras suyas las llevaré grabadas para siempre:
Nada tiene sentido
por eso
todo vale la pena
porque todo
puede ser de la altura que le des a tus pasos.
(De Las alas de una alondra madrugando)

En el origen

Yo fui un volcán lanzado por la mano de Dios al fondo de las aguas.
Yo fui sólo una piedra puesta sobre otra piedra
en el fondo invernal de las aguas terrestres,
y en el gélido vientre del que nacen las olas
me deshice en silencio y en lava me deshice.
Y dormí siglos. Fui
sólo sal, sólo piedra,
lecho del mar,
raíz bajo las olas.
De mí se alimentaron las bestias abisales,
desde mí los corales levantaron sus cuerpos.

Fui latido en el agua, ola que rompe,
y una mañana el sol me llamó al aire,
y fui nube entre rayos, lluvia sobre la tierra,
nieve que cae y cruje,
granizo rompiendo el aire.
Sobre la tierra me deshice en hielo
y gota a gota me derrumbé en el mundo.

Como por una escala
ascendí a través de las raíces por las rocosas venas de la vida,
y en los bosques propagué la primavera.
Fui la madera que el hacha no conoce
y la cosecha que el hombre no ha sembrado;
me alimenté de luz, de tierra y aire
y con agua formé ramas y rosas.

Muerto de tanta vida
regresé con mis frutos a la tierra
y entre las piedras
despertaron las venas y los ojos.
Tuvo la noche entonces quien la viera,
un corazón latió sobre las aguas,
y entre garganta y dientes un rugido
estremeció el silencio de las hojas.
Hubo huellas entonces y hubo garras
y la sangre cayó sobre la tierra.

Sobre los huesos se amontonaba el polvo,
sobre las aguas se dividía el mundo,
y entre temblor y temblor y fuego y fuego
la piel terrestre gritó bajo la luna,
una ola de gas murió en el aire
y otra vez palpitó la primavera.

Surgieron continentes, surgieron bosques
y nuevas cordilleras escalaron el mundo
y yo seguí y seguí de cuerpo en cuerpo
y una mañana tuve voz y labios,
y desde entonces busco aquella mano
que me lanzó al fondo de las aguas.
Inédito

Poema VI

Porque el amor tiene también su olvido
y el recuerdo de haber perdido algo.
quedan cenizas, sobre el mar, temblando.

Poema VIII

Una mujer desnuda en el jardín espera,
no eres tú y sin embargo tuvo tu nombre un día.

Las olas son caballos con crines de azucena
que el viento agita como un almendro viejo,
la luna es un jinete de plata galopando,
si tú pudieras verlo.

Recuerdas que te dije:
Tus labios son el rojo que viste a la amapola.
Contigo junto al mar todo canta más alto.
En tus ojos azules aún se escuchan las olas.

Ahora me pregunto
de qué serviría aquello,
ahora que estoy tan solo
como lo estaba entonces.

Tú nunca comprendiste
que los besos
no mueren en los labios
y que en cada palabra
yo te dejaba
la llave de una puerta.

Dedicatoria

Para mi madre,
que me mostró la puerta y me tendió una llave;
que me enseñó que los únicos caminos
son los que nos acercan a nosotros mismos,
lo demás es arena

Me dijo:
escribe con distancia
pero
sin olvidar el cuarzo negro de la mina diaria,
lo marchito y oscuro que ya está en las semillas.

Añadió:
vivir es defenderse de la vida,
y volvió a asegurarlo:
el que mira las olas ya ha vencido el naufragio;
sólo quien se conoce
puede oír el silencio que precede a los golpes,
puede sentir el mar que hay en las caracolas.

Me enseñó
que en cada nombre se esconde lo nombrado;
que en la palabra noche
fluyen ríos oscuros de carbón y cenizas,
que cuando digo madera
la voz se me puebla de raíces y carne,
que cuando digo te quiero
en mi boca despierta la cereza y la lluvia.

Y estas palabras suyas las llevaré grabadas para siempre:
Nada tiene sentido
por eso
todo vale la pena
porque todo
puede ser de la altura que le des a tus pasos.

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NO ES LO MISMO, NO ES IGUAL [Mi poema]
Javier Temprado Blanquer [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Dos niños y una pelota
y una niña en un traspiés,
parece un mundo al revés
que un rey se convierta en sota.
Pues la sota es una puta
en lenguaje coloquial,
una señora impoluta
no es lo mismo, no es igual.

Una riña que alborota
o una juerga sin final
no son lo mismo tal cual
que esté yo como una chota.
Mas, chaval, ya toma nota:
que asistir a un carnaval
o ser tu la chirigota.
no es lo mismo, no es igual.

Un payaso sin chacota
ni gracia, que lo hace mal
ni entretiene al personal,
sin manzana una compota.
Y aunque intente el muy animal
de allí convertirse en prota
pues mear y no echar gota
no es lo mismo, no es igual.

Ser un gato que ser gata
La gata es un animal
y el gato puede ser pata
para un pinchazo fatal.
Y aunque te siente muy mal
que yo insisto, se me nota,
bailar sardana o la jota
no es lo mismo, no es igual.

Coger higos de la higuera
que a una muchacha coger(*)
no piensen mal, ni siquiera
tiene aquí nada que ver.
Y aunque suene ahora casual
ver el higo a la muchacha
cuando te mira y se agacha
no es lo mismo, no es igual.

No es lo mismo ser de acero
que austero como un asceta,
ni tampoco ser poeta,
o que el bolsillo esté a cero.
Que el proverbio no es casual,
no quiero uso hacer de tretas
que mande o irme a hacer puñetas
no es lo mismo, no es igual.
©donaciano bueno

"Son unos niños vestidos de gilipollas mandados por un gilipollas vestido de niño" Agustín de Foxá
(*) En algunos países de habla hispana, coger, tiene una connotación sexual. Gilipollez:
1ª acepción: Dichos o hechos propios de un gilipollas. Gilipollas: tonto, lelo. Pudiera ser yo.
2ª acepción (mía): releer en la mañana lo que uno ha escrito en la noche.

Jonny Rock, mi amigo, sevillano de pro, galeno ilustrado, bon vivant, aventurero humanista, políglota, polifacético, amante de los placeres de la buena mesa y de la buena música, enamorado del mar, como Alberti en Marinero en tierra, extranjero, cual l'étrager de Albert Camus, en un país lejano a el que se aferra unido por el cordón umbilical de Poemas del Alma, dotado de un humor caustico que le permite mofarse de su propia sombra, le dedico yo hoy estos estrafalarios versos con la humilde esperanza de que le provoquen una sonrisa y con el mejor de mis afectos, ¡Gilipollas!.

MI POETA SUGERIDO: Javier Temprado Blanquer

HIENDE EL AIRE

Parecía que el aire
mantuviese en suspenso el mundo.

Yo miraba las gotas de humedad,
como lunas obesas, posándose en las hojas.
Un poco más allá, comprabas zumo
de mandarina y mango para dos.
Hay que hidratarse, me decías,
al tiempo que agarrabas tu vaso con firmeza
y bebías un sorbo
y mirabas -quién sabe qué tan lejos-
y las Cascadas de Agua Azul
se dejaban caer con cierto estrépito.

Era hermoso saberte detenida.
Con el mundo pendiendo, en vilo.

Entonces una brisa se elevaba,
un soplo que movía los helechos
y los llevaba a inclinarse
con lentitud, un viento prolongado
que, sin dañar, nos invitaba a irnos.
No lo vi, tú tampoco lo viste, y sin embargo
un tucán levantó su vuelo,
su cuerpo se elevó y dejó temblando
la rama que sí vimos, la rama
que pareció dudar de la existencia
de esta quietud tan parecida al sueño.

TLATELOLCO, 1968

Mucho más que esta sangre
que baña las orillas de la plaza
y mancha,
con los jirones de las botas,
con sus restos de ropa y su violencia
muda cuando no existe el cuerpo.

Mucho más que el cemento cómplice,
el cemento pulido en el silencio
que descerraja un tiro cuando cierra
una ventana o una puerta
y una madre reclama a su hijo muerto
y salta y no regresa nunca.

Más allá de este sitio que suplica
por más tierra que cubra tanto escombro
herido, tanta ruina fértil
tanta metralla informativa.

Sé que me pertenece este alfabeto
y que aquí está mi voz
en el mismo lugar que la esperanza.

HE VISTO EL MUNDO INCENDIADO
SOBRE LAS COLINAS DE QUERÉTARO

He sentido la vista devorarme los pies
y una colmena hambrienta revolverse
entre sus propias luces, excavadas
sobre la roca de la noche, un fuego
que espera consumirme junto a ti
sin intención de hallar ningún refugio
más allá de tu aliento roto
y esta letal manera de buscarnos.

Arriba sobre la colina,
donde sólo la pura noche tensa
los músculos heridos de la urbe misteriosa
tensa también la línea que liga
los cuerpos y el deseo.

Y esta absorta manera de querernos.

POÉTICA

Entiendo la poesía como la capacidad de mirar,
la capacidad de observar desde perspectivas
distintas, la capacidad de comprender y discer-
nir, la capacidad de recoger ese extracto y de-
cantarlo cuidadosamente, dejando que el brillo
se desgaje de la materia. Y que duela, que ha-
bite en nosotros, que su embate de felicidad
nos tumbe y nos deje aturdidos. Y que sean la
voz del poema y la nuestra la misma voz, la
misma sangre. Como lector he sido zarandea-
do como un muñeco de trapo por la palabra de
Alberti, Lorca, Gil de Biedma, Ángel González,
Juarroz, Pacheco, García Montero o Joan Mar-
garit. He sido traspasado por la palabra de Safo,
Pizarnik, Blanca Andreu, Ida Vitale, Szymborska
o, más recientemente, Martha Asunción Alonso.

BLOCKING CUBA

Giran los tapacubos de un vehículo
cubano —con matrícula La Habana—,
giran desenrollando su relato.
Atraviesan la noche, la deshacen
en su rueca metálica que aplaca
el ruido permanente de un derrumbe
o del embate de las olas
y su amenaza mansa por borrarlo
todo. En su cíclico camino, el Chevy
arrastra la alegría de las gentes
que vagan hacia el mar buscando música:
un piano, un saxo, manos que ciñan este encierro.

Ruedan y ruedan por las calles,
arrojan su reflejo en el asfalto
como un juego de dados
y siguen su camino circular.
Llegan hasta los vértices finales
de la noche y observan como sabios
el error del filósofo.
El mismo mar que vuelve, vuelve siempre
a estas playas desnudas, compañero.
Es la misma agua quien te acoge,
es la misma agua quien te olvida.

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¡NIÑOS POBRES, POBRES NIÑOS! [Mi poema]
Germán Berdiales [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

¡Pobres niños, niños pobres!
pobres de solemnidad
Vosotros sois agua y sobre:
el agua es para llenar
las lágrimas de salobre
y el sobre…,ese es para enviar
los sueños a otro lugar
y reclamar lo que sobre.

Niños de dulce mirar
de ojos tristes, relucientes,
que reprimis el llorar
por no parecer pudientes.
Todos negritos, morenos,
sumisos, tan inocentes
y tan blanquitos los dientes,
cabellos de negro llenos.

Mas que niños sois panal
donde la moscas hirientes
vienen a clavar sus dientes
y saciar su sed de mal.
Pues en este carnaval
donde todo el mundo miente
nadie dice lo que siente
y que sufráis les da igual.
©donaciano bueno

De negros padres
nació este niño
Como ellos negro
negro macizo
(Germán Berdiales)

Cada día mueren en África 12.000 niños, según ha denunciado la organización Save the Children , reclamando que se adopten medidas urgentes en la XV Cumbre de la Unión Africana que se celebrará entre los días 25 y 27 de julio en Kampala (Uganda) y cuyo tema central es "La salud y el desarrollo materno-infantil en África". Pura demagogia.

MI POETA SUGERIDO: Germán Berdiales

Los enanitos

Cuando está la luna
sobre el horizonte
muchos enanitos
juegan en el monte.

A las esquinitas
y a la rueda, rueda,
juegan los enanos
bajo la arboleda.

Muy blanca la barba,
muy rojo el vestido,
los enanos juegan
sin hacer ruido.

Y así, como blandos
ovillos de lana,
por el campo corren
hacia la montaña.

En tus brazos

“Mamita, mamita
si tú fueses árbol,
tu hijito en tus ramas
quisiera ser pájaro.

Si tú fueses río
que al mar va cantando,
tu hijito en tus aguas
quisiera ser barco.

Mamita, mamita
si fueses un río
o fueras un árbol
tú me acunarías
igual en tus brazos”.

La tijera de mamá

Cuando me corta el pelo
la tijera de mamá,
va diciendo en su revuelo:
chiqui–chiqui–chiqui–cha…

Aletea,
viene y va,
y a mi oido coquetea:
chiqui–chiqui–chiqui–cha…

Cuando el pelo me recorta
la tijera de mamá,
charla más que lo que corta:
chiqui–chiqui–chiqui–cha…

Coplas de cuna para un negrito

De negros padres
nació este niño,
como ellos negro,
negro macizo.

Este niñito tan
negro es
que, cuando llora,
llora café.

A mi negrito
yo no cambio
ni por un negro,
ni por un blanco.

Es mi negrito,
dientes de nácar,
la más grande
de las maracas.

Dice la gentre:
–Relampaguea…
–y es mi negrito
que parpadea.

La ronda del zapatero

“Tipi, tape, tipi, tape
tipi, tape, tipitán
tipi, tape, zapa, zapa,
zapatero
remendón.

Tipi, tape todo el día,
todo el año tipitón,
tipi, tape, macha—macha,
machacando en tu rincón.

Tipi, tape en tu banqueta,
tipi, tape, tipitón,
tipitón con tu martillo,
macha—macha—machacón”.

La tos de mi muñeca

Como mi linda muñeca
tiene un poquito de tos.
(toser) (toser)
Yo, que enseguida me aflijo,
hice llamar al doctor.

Serio y callado, a la enferma
largo tiempo examinó,
ya poniéndole el termómetro,
ya mirando su reloj.

La muñeca estaba pálida.
Yo temblaba de emoción.
Al final dijo el doctor,
bajando mucho la voz:

—Esta tos sólo se cura
con un caramelo o dos.

A mamita

No dicen las palabras,
mamá, cuánto te quiero,
ni siquiera lo dice
la música del verso.

Que amor habla un idioma
purísimo y secreto
idioma de suspiros
con música de besos.

Si quieres escucharlo
acércate a mi pecho.
¡Que el corazón te diga
lo mucho que te quiero!

Canta la madre pobre

Este niño pícaro
se burla de mí,
cierra los ojitos
y los vuelve abrir.

Basta de jugar,
basta de reír,
cierre ya los ojos
y quédese así.
¿Qué primero un cuento?
Pues sí, niño, sí;
había una vez
en cierto país
mucho que lavar,
mucho que planchar,
mucho que zurcir.

Por suerte los niños
dormían allí…
y usted, dígame,
¿no piensa dormir?

¡Ah, quiere un besito!
¡Uno, y cien, y mil!,
que su madre vive
en aquel país
y la pobre tiene
mucho que lavar,
mucho que planchar,
mucho que zurcir…

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LA EDAD DE LOS POR QUÉS [Mi poema]
José Luis Piquero [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

¿Por qué llueve, por qué ladra el perrito,
por qué el cielo es azul,
por qué hay amapolas,
por qué nadan las olas,
por qué, dímelo tú?

Tú, arribada a mi vida sin preguntas
hoy te pasas la vida preguntando,
en tanto que en la marcha yo inventando
respuestas que no sé de tus consultas.

La lluvia difumina el calendario
mas veces con la niebla vienen juntas;
el colmo, ya olvidé el abecedario,
y tú poniendo al fallo algunas multas.

Inocente y cruel, dulce retoño,
ignoras que la edad torna en locura,
y llega y desbarata la alegría.

Yo he llegado en tinieblas al otoño,
tú ignorando el dudar no tiene cura,
¡quisiera que me entiendas, niña mía!

No olvides el ardor que yo ponía
tratando resolver tu corolario.
¡feliz que hoy recordé tu aniversario!
©donaciano bueno

Aproximadamente entre los 2 y los 4 años se desarrolla una etapa muy importante: la de los “por qué”. En ese período los niños comienzan a conocer el mundo a través de la comunicación con el adulto, usando como herramienta el lenguaje.El autor se lamenta de que su nieta no comprenda que con la edad se va perdiendo la memoria.

MI POETA SUGERIDO: José Luis Piquero

Lo que dijo Judas esa noche

Los discípulos se miraban unos a otros,
pues no sabían de quién hablaba.
Mt. 13, 22

Largamente adiestrados en la sospecha, y hartos
de mentirnos los unos a los otros,
canallas que sonríen
mientras sorben sus whiskys.

Tiempo de contrición: nos hemos hecho daño.

Y hoy, si intento mirarnos como quien desde fuera
alcanza a ver el centro de las cosas,
veo monstruos perfectos: moscas contra un cristal.

Y sin embargo,
hubo un tiempo de rosas salvajes en el mundo
que habitamos a solas como amantes plurales,
y era buena esa mano distraída en un hombro,
beber del mismo vaso en lentas ceremonias de saliva,
desnudos de verdad
contra el cielo borracho de una noche inventada.

La noche es el salón que llenamos de humo casi a oscuras.
Tengo miedo a la noche que nos quita lo poco que aún nos queda:
esas rosas, las manos sobre el hombro.

Amigos tantas veces traicionados:
después de las mentiras, perdonémonos
aún, mientras hay tiempo.
En el fondo seguimos siendo aquellos amantes.
Luego, si la verdad sólo nos hace daño,
volvamos a mentirnos, pero esta vez en serio, como entonces.

Refugiémonos juntos en una gran mentira redentora:
la cascada salvaje donde nadar desnudos,
las copas de cristal,
cabezas reposando sobre pechos tranquilos.

Ah, no quiero, no quiero
que muera lo que acaso dura un día,
su huella inolvidable frente al humo disperso de este bar.

Porque la noche, el humo, nos asfixian;
somos agua de hielo sin sabor,
bultos entre la niebla. Nos estamos muriendo
y qué poco os importa.

Se hace tarde. Pensad en esa música
silbada entre dos luces, cuando sonríe el agua
y los cuerpos están en paz consigo.
Juguetes de calor, islas agradecidas.

¿Preferís la verdad de un destino automático?

Adiós, mis traicionados amigos. Mucho tiempo
amé vuestras facciones que ya otra luz afea y enrarece.

Va a amanecer el día sobre las flores secas.

Palabras de Caín adolescente

Yavé se complació en Abel y su ofrenda, mientras
que le desagradó Caín y la suya. Caín entonces se
encolerizó y su rostro se descompuso. Yavé le dijo:
¿Por qué te encolerizas y te muestras malhumorado?
Gén. 4, 4-6

Me he pasado la vida malgastando favores en personas que nunca me
quisieron.
Yo sólo deseaba ser del grupo.

Tratado como un corruptor de sueños,
mantenido a distancia de niños y mascotas, como a quien por extraño
no se recibe en casa,
he tenido que oír ya demasiadas veces que soy un impostor.

Tarde para los besos, para estrechar las manos,
tarde para las lágrimas y el arrepentimiento,
tarde para cualquier palabra.
Tarde:
por lo visto yo siempre llego tarde.

Y de noche, en la casa en donde todos duermen,
mientras fumo asomado a la ventana,
o en la mañana sórdida de cafés y cristales empañados, a solas con el
mundo,
o en la blancura estéril de una página,
he comprendido -tarde- que es inútil querer ser otra cosa que el
fantasma embustero que habéis hecho de mí,
un no-muerto cortado a la medida de todo lo que nunca quise ser,
alguien a quien sin duda me parezco, como un hombre a su máscara:
el hipócrita, el sucio y el que no es de fiar,
a un paso del ridículo (el cantante de moda o el bachiller con granos),
a un paso del horror (el buen chico que sale en los sucesos).

Soy el que traicionó tus confidencias.
El que maltrató al tonto de la clase.
El que lo enredó todo cuando los dos amigos disputaban la misma
chica idiota.
El que habló mal de ti cuando no estabas y trató de poner en contra
tuya al grupo.
El que usó del chantaje
sentimental (es fácil entre amigos)
para ahuyentar del grupo a los extraños,
vuestros otros amigos, que eran más ocurrentes, más experimentados
y, qué pena,
más incautos.
El que juró y juró, ? podéis creerme…?  y ?no sabía…?, y sí
sabía y consiguió que le creyeran.

Soy el que habló al oído de una chica asustada y -aún me acuerdo-
le imaginó un futuro más honorable, una salida digna, ?hazlo, mujer?,
y durante un momento era todo posible, matar con una frase, aquel
horror…

Mi máscara lo ha dicho, que soy ese:
agazapado, sórdido,
al que puedes tumbar con un buen puñetazo y zumba en torno tuyo,
pero nadie es al fin tan peligroso -piensas- cuando puedes tumbarlo
con un buen puñetazo,
y luego es tarde, mira, ya te tengo.
Todos llegamos tarde alguna vez.

¿Y nada más? ¿Acaso os preguntasteis un instante qué oculta la máscara
de un monstruo?
Me acuerdo de esa infancia interminable,
a caballo en la rama más valiente del árbol de los juegos.
Eso era algo; no
el paraíso exactamente, pero
-ternura pronta, cándido heroísmo y la avidez legítima del cachorro
intocado-
allí existía el orden. Y es curioso
que a la luz de una infancia ideal los enemigos sean menos enemigos.
También ellos tuvieron ese miedo indefenso que redime
y una conmovedora propensión al llanto.

¿Sabéis quién soy a solas? El que escucha
canciones tristes.

He soñado a menudo redimir mi egoísmo con un gesto, dar mi vida
a cambio de otra vida,
ser el súbito héroe que muere en el incendio.

Pensad en mí lejano, la cabeza inclinada.
Toda esa gente afuera, tanto frío, las calles se bifurcan y el camino que
lleva a la casa segura no se termina nunca.

Yo he pensado en la muerte y a menudo he ensayado una muerte
inofensiva, de poca sangre y mucho, mucho miedo,
sólo para ahuyentar de mí todo el ridículo y el asco de mí mismo,
cuchilla en las muñecas, quemadura en los brazos para seguir viviendo,
porque al fin el dolor es la consciencia, es el ruido del mundo que a
tu alrededor chilla y te agita los hombros.

Te aferras a esa vida con desesperación y, sin embargo,
eres adolescente: nunca sabes qué hacer ni qué decir, dónde poner las
manos y los ojos.
Tu cuerpo ya es grotesco y esas chicas se ríen. No te gusta tu cara.
Estás enamorado. Más allá de las fórmulas, los libros te insinúan una
vida más fácil en cualquier otra parte.
Los libros te consuelan en todo lo esencial.

Y tú en tu jaula estéril te revuelves, inútil, sudoroso, como en la noche
insomne cuando el calor te ahoga.
Dando palos de ciego. La novia de tu amigo. Matarías con gusto
cualquier signo de amor.
Usa de ese poder, usa los libros,
porque luego el perdón de Dios es una fórmula
y tú eres el no-muerto que debe defenderse, el hipócrita, el sucio y el
corruptor de sueños.

Dolorosa esta edad en que siempre estás solo
y a tu alrededor nace
la flor limpia de un mundo que nunca es para ti.

Clausuremos el mundo con un beso.

Escorzo de ella

Mientras anochecía, los cristales
estaban empañados.

Se levantó y miró por la ventana,
la frente en el cristal.

Sus nalgas de muchacho
y su espalda aún brillaban en la sombra
mucho, mucho después.

Dónde estamos, qué ha sido
de los dos, de nosotros.

Don Juan en el jardín

La mitad de las chicas con las que me he acostado eran lesbianas.
He querido a mujeres con las que días antes no me hubiera atrevido ni
a soñar.
No sé, les atraía
mi aspecto de vampiro que bebe la sangre entre sus piernas,
de adolescente enfermo que mira fijamente,
tiene oscuras costumbres y el pulso tembloroso.

Yo no era un gran amante pero eso no importaba.

A menudo,
en mitad de una noche de copas o de hogueras
o en mañanas inmensas en que nadie parece querer irse a comer,
he sabido de pronto que los dos a la vez descorremos el velo.
Era siempre una amiga
y añadiré que tengo una fe inquebrantable en las ventajas de la asi-
duidad.

(Porque en ojos abiertos como libros
tiene gracia leer también, mientras su mano
cruza el mantel del mundo hacia mi mano).

De cualquier forma, uno no sabe nunca cómo ha ocurrido todo,
cuáles son las razones que la animan a ella y eso de la ocasión que pro-
sigue al deseo,
y he llegado a mi casa muchas noches oliéndome aún incrédulo las
manos y los labios.

Pienso en cuartos prestados, mientras enero empaña los cristales,
y un lugar junto a un río y un portal de paredes desconchadas en
Palacio Valdés,
un libro dedicado y una nota furtiva entre los dedos,
los sonetos y el humo de las noches
y la peca estratégica y el adorno del vello en vientres blancos, blancos:
escenarios, reliquias que atesoro con la codicia de un ladrón de
espejos,
diciéndome a mí mismo -y es mentira-
que nunca abarataba todos aquellos besos que en el fondo jamás he
merecido.

Las mujeres (haciéndonos regalos),
qué extrañas las mujeres.
Incluso si miramos atrás, a donde pacen
como sanos corderos los primeros recuerdos de las niñas.
Olían siempre bien, te gustaban sus juegos con canciones y sus cabe-
zas juntas contándose quién sabe.

Hay un jardín de niñas en la memoria de todos nosotros; simple-
mente
nosotros no teníamos un maldito jardín sino un patio con grava
y porterías,
y de ahí ser brutales y levantar las faldas de las chicas de 8º y escu-
pir en el suelo mientras las niñas corren.

Luego pasan los años de mal entendimiento y palabras difíciles;
las chicas nos enseñan lo que saben
y nosotros creemos que ya hemos ocupado su jardín.

Nos han dejado entrar pero no es nuestro.
Se desnudan delante de nosotros, respiramos su olor y dejamos en
ellas la alegre convulsión del perro amaestrado,
pero volvemos solos a ese patio con grava donde nosotros no somos
mujeres.

A dos velas, heridos de tener todo y nada.

Y por eso
quisiera ser mujer en alguna otra vida o en un sueño posible y
aprender el secreto.
No sé por qué se acuestan con los hombres
-se tienen a sí mismas- si después
tan sólo nos instruyen en lo más evidente.

Aunque luego -lo admito- yo mismo me he acostado con unos
cuantos hombres,
y he recordado siempre lo que aprendí con ellas:
presta mucha atención
a las cosas pequeñas que adornan cualquier cuerpo
e, igual que en casa, cómetelo todo.

MALO

Yo soy malo. ¿Recuerdas cuando Gina
me lo llamaba -Malo-, no con esa
complicidad coqueta tras mi típica broma
cruel a costa de alguien, sino en serio
y con la gravedad de lo que es cierto
y muy triste (ya estábamos
a punto de dejarlo).

Es curioso: de niños somos ‘malos’
sin más; después ser malo
se llena de matices: eres cínico
(malo), rebelde (malo), contestón
(malo).
Llegas a adulto y las palabras
recuperan su antigua contundencia:
te miran con sorpresa y rebuscado
espanto y ¡Tú eres malo!, dice alguien
resumiéndolo todo, tus traiciones
cotidianas, tus infidelidades,
tu vicio: causar daño.
Vicios: Bichos.
Ninguna casa está libre de bichos.

En cada grieta, bajo tu colchón.
Huyen de ti, te pican, te dan miedo.
Se alimentan de ti.

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A EL DEMONIO [Mi poema]
Martha Asunción Alonso [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

A ti, dios de los infiernos,
¡triste rey de mi retablo!
al que describen con cuernos
y que el vulgo llama diablo.

Ese ser tan repugnante,
verde, con tridente en mano,
esperpéntico y farsante,
y de olor a gas metano.

Qué implacable me seguiste
hasta robar la inocencia.
Que te pidiera clemencia,
vano me resultó a mi,

pues aunque jamás te vi
me llevaste a la demencia,
ese azufre en que me ardiste
que tantas noches sentí.

Tú, que inundaste mi sueño
con miedos y sobresaltos,
yo inocente, tan pequeño
¡sólo de pensar me exalto!

Que ya dicen que no existes,
¡qué bastardos, qué bellacos!
que jugaban al despiste
como el hombre cruel del saco.

¡Cómo me acuerdo de ti,
tan cornudo y tan villano!
¿Por qué me hiciste sufrir
cuando aún yo era un enano?

Yo al infierno te condeno,
si pudiera te enveneno,
y rematándote te empalo,
por ser lerdo, cruel y malo.

Y ahora ya para joderte,
aquí te condeno a muerte
y además te corto el rabo,
¡espero nunca más verte!
©donaciano bueno.

El diablo y yo nos entendemos
como dos viejos amigos.
A veces se hace mi sombra,
va a todas partes conmigo.
Jaime Sabines

La advocación al demonio y al infierno con la amenaza real de echarnos a freir en las calderas de Pedro Botero, fué el método de adoctrinamiento religioso en los años de mi infancia. ¡Qué frustración, cuando me entero que ya no existe y que todos aquellas noches en vela que sufrí fueron en vano! Aquel olor a azufre.

MI POETA SUGERIDO: Martha Asunción Alonso

MARTHA ASUNCIÓN ALONSO

Nació
con una oposición bajo el brazo
y largo pelo.

De camino a la clínica,
dilatando en un taxi, a su madre
se le antojó un banana split.

El Papa estaba nuevo en esa época.
Los cronistas lo saben porque andaba. Y yo me lo imagino
vistiendo un par de levis bajo las sacras faldas.

Aquel año dio comienzo en miércoles. Descubrimos diez
satélites danzando en torno a Urano. Bélgica
ganó en Eurovisión.

A lo que voy:
llegó con largo pelo, demasiada vergüenza
y el equilibrio justo para un bípedo.

Aprendió a respirar sin ruedines al cumplir veintimuchos.
Le crecían preguntas sin regarla.
Fue a la universidad por no volver al médico.

Viajó. Se drogó poco. Una vez tuvo
que defender su casa a paraguazos. Se enamoró muy mal,
peor y por fin bien.

Mantiene
todavía una estrecha correspondencia con el monstruo
del Lago Ness y el Duende del Armario.

Vive y se acabará con el trastorno
de la fe. Para que se la entienda: rebusca
poesía.
(Inédito)

Los conejos blancos

El primer conejo blanco que recuerdo fue una cría de gorrión
que nos cayó del cielo.

Era la época de la ductilidad y el miedo a la cicatriz:
cualquier duda de fe,
la varicela o el amor, podían dejarnos marca.

Las monaguillas lo metimos, igual que en un sagrario,
entre algodones, en una caja de quesitos,
dándole de rezar migas de pan.

Según cuenta la Biblia, le crecieron las alas esa noche:
el conejo debía ver el mar y nosotras debíamos
ser solas.

Por eso nos tocó, cada verano en fiestas de nuestra adolescencia,
el cordero blanquísimo en la rifa.

Les fabricábamos biberones con botellas
de Coca-Cola. Supimos, a cambio, de la higiene
sentimental del topetazo.

Y el balido,
a trotar en la búsqueda y no apartar
el llanto cuanto ante ti degüellen lo que amas.

Devorar, caníbales en defensa propia,
devorar el dolor
crudo que nos devora.
(De Wendy, Madrid, Pre-Textos 2015)
VII Premio Nacional de Poesía Joven de RNE, 2015

The house among the roses (Monet, 1925)

Todos la señalaban con el dedo, asentían,
se alejaban para observar mejor, muy fijamente,
como niños siguiendo una cometa por la playa.

Una mujer incluso usaba unos prismáticos,
muy seria y sigilosa, la cabeza inclinada,
igual que si escrutase un mapa falso del tesoro.

Yo me sentía imbécil. Recuerdo que pensé: quizá
la casa entre las rosas esté fuera del cuadro,
donde nadie la piensa,
allí donde se nubla tu mirada.
Quizá hayamos perdido el tiempo buscando el animal,
nunca su sombra;
el destello del sol sobre la fuente, no la sed.

Seguí pensando un rato, como ciega,
mientras los japoneses sonreían.

Porque tal vez la casa sólo fuera las rosas
y aquel cielo turquesa,
alegría compacta y lumbre fácil.

Hoy creo que la casa entre las rosas siempre fuimos
nosotros. En su busca.
(De Detener la primavera, Madrid, Hiperión 2011)
Premio de Poesía Joven Antonio Carvajal en 2011 y Premio Nacional de Poesía Joven Miguel Hernández en 2012

Lost generation

Era un mundo sin protección solar.

Los sueños, las inmensas
antenas parabólicas sobre los tejados,
monos azules
tendidos en patios interiores: mapamundis
proféticos tras las manchas de aceite.
No teníamos miedo.
Fuimos a escuelas donde los maestros
habían llevado luto por nosotros,
que estábamos llamados a heredar
la transparencia.
Dicen que a la salida alguien nos daba
caramelos con droga.
Yo nunca tuve dudas. Era nuestro destino:
ser una nueva raza de gigantes,
hombres libres, mujeres que haríamos
el trabajo de cien hombres.

¿Cómo no ser valientes? Pasábamos
agosto con abuelos
que habían sudado todo el frío del país.
Fumaban y tosían
y aflojaban bombillas porque la luz
no es gratis, no. También tuvimos padres,
una nación sonámbula de padres
que venían del sur.
Por la noche, volvían tarde a casa
y exclamaban: “¡Señor,
ya me sacas al menos dos cabezas!”.

Éramos los mayores.
Crecimos un centímetro diario y
estrenamos mallas, ternura primogénita,
zapatillas Paredes
que atravesaban yonquis en la noche
para aprender francés.
Duendes únicos. Magos
de la calcomanía. Todo se nos quedó
pesquero tan deprisa:
el Colacao, los paraísos para mascotas
olímpicas, los cromos,
la fe de nuestra primera comunión.

Cuando al fin llegó el metro a nuestro barrio,
fue demasiado tarde.

Ya estaba preparado el plan de fuga.
(De La soledad criolla, Madrid, Rialp 2013)
Premio Adonáis 2013

No es verdad

No es verdad Blancanieves, los bosques de esperar
lenguas azules que nos despierten
al dolor de los pezones.

No somos elegidas
de los dioses para la transparencia:
ellos también son cuentos.

Porque la poesía,
igual que los sepulcros de cristal o ser mujer,
no será nunca un don.

No nos hace más nubes, ni más madres,
ni ha de encontrarnos siempre
trabajando.

A menudo, nos halla
menstruando, acariciando gatos sucios.

Sacando la basura.
(De Skinny Cap, Libros de la Herida, 2014)

AZAR

Pude haberme nacido tantas veces.

Cerca del río Vjosa, por ejemplo, en una kulla albanesa
de otro siglo: vivir tras celosías, siempre pisando alfombras;
rezándole a los cielos
un varón.

Sin embargo, mis padres quisieron parir hijas.

Mis padres eran hijos de una mina y un cuartel en Melilla, una tinaja para aceite
con comunista dentro y un obrador
de pan.

Y me logré en Madriz, antes del SIDA, cerca de los gitanos y los trenes.

Escribo me logré, aunque es plural. Quiero pedir disculpas.

No sé cómo lo hicimos,
pero encontré
tu mano.

CELEBRATIO

Que tus antepasados hubieran de cavar túneles y segar prados verticales.

Que mis antepasados exprimiesen hectáreas de limones y hayan muerto de mina.

Cada gen de la Historia: yo celebro.

Agradezco esta sangre oscura de caminos que al sol
nos entrecruzan.

FERTI TRAVELS
(60 EUROS IDA Y VUELTA)

Los hijos de las águilas no esperan.

Ya hicimos muchas colas durante el comunismo de Enver Hoxha.

Cruzan la frontera con gallinas vivas en autocares
italianos comprados de segunda.

Fuman donde haya fuego.

Paran para silbar en la cuneta donde más brillen los almendros.

Creo que son felices porque no tienen horario
de llegada.

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TE LLAMARÉ JIMENA [Mi poema]
Jorge Pascual [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Si tú supieras, mi amor, si tú supieras
que mi corazón a tu soñar resiste
volverías a abrazarme y no estar triste
cuantas veces que tú a mi me lo pidieras.

¿Por qué insistes en penar sintiendo pena?
Diles que aquella mazmorra sucia y fría
además de hacer injusta la condena
de tu rostro ha eliminado la alegría.

Yo desconozco tu tez ¿blanca o morena?
pues te diviso al trasluz de celosía
y es tu ambrosía, lunar de luna llena.
Ni sé tu nombre, te llamaré Jimena,

ni tu origen, supongamos de Almería,
ni tu persona, digamos que serena.
No eras para mi mas que una niña buena
que a mis pupilas arribaste un buen día.

Cuando regrese hoy de nuevo al camposanto
escarbaré allí tu tumba entre la arena,
colocaré algunas flores junto al llanto
para poder mitigar nuestra condena.

Resumiré algunos versos en un canto
en previsión de si un día resucita,
te recordaré que vengas a la ermita
donde yo espero impaciente. Y entretanto

reposando tú estarás junto a la fuente
observando como el agua cae, tirita,
dulce, silente, tranquila, incontinente,
que en las noches pareciera que dormita

hasta que llega la lluvia y lo desmiente.
Fantasía, febril canto de sirena,
para mi imaginación, fuiste alma en pena,
misteriosa, una ilusión inconsistente.
©donaciano bueno

Todo es consecuencia de una fantasía que únicamente existe en la mente del autor.

MI POETA SUGERIDO: Jorge Pascual

SOY de la luna tan rota

y tengo tantos pedazos tuyos por mi piel,
que juraría que
un día éramos uno
y tú te separaste.

ESTAR solo

es inquietarse por el que ama, y
caminar de cuclillas por sus sentidos, besarlos,
besarlos en todas sus caras
y en todas sus aristas.
Estar solo es un patio mecido en sus propias orillas
como un mar tranquilo grita a las hierbas:
vacío!
Ante sus heridas de desierto
vacío!
Solo, solo me ahogo hasta el cuello en las lágrimas tajantes
de una verdad terrestre.

A la chica con Belleza, BA.

“BAJA a mi ojo,
escucha;
no paro de oírte, y
mirarte”
Conozco
el rincón capital de tus balcones,
por los que me asomo,
a la hora impuntual de
cada uno de mis sueños.

A Constanza: preciosidad

“GUÍAME del todo hasta que nazca
porque eres mejor que el principio.”
Las tuyas sí que son horas
tus manos,
sí que son tiempo.
Te paro al cuidarte.
Recién rezagada; eres un son,
un son de los ritmos de mis recuerdos.

A Donis, por secar mis ojos siempre que puede

ERES el ala que quieren escuchar
mis ventanas
para hacerse de almas nuevas.
Seguir naciendo de cualquier lado,
consta siempre en el presente.
Mar, cobijado de montañas sin un solo derrumbe.
En estos túneles de tiempo y verde,
ayudar a nacer caminos,
crecernos las alas
para ser caballo, o nube moribunda, o ser…
Dar costumbres sin aparecer,
secar las almohadas, luego el llanto,
volar!
Enseñar a desprender vientos desde el aire,
como visita guiada, por alguien que no sabe,
trotar sin vender nada,
vencer!
No lo aprendes en pupitres,
lo aprendes en vidas aún muriendo
compañero,
aún muriendo.

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EL TIRO POR LA CULATA [Mi poema]
Hamlet Lima Quintana [Poeta sugerido]New

MI POEMA ...de medio pelo

 

A Alejo Vidal-Quadras

Yo sé que soy tu amigo y tú lo ignoras,
lo sé porque hace tiempo que te sigo,
te escucho por la radio a todas horas
y leo por las redes tus peroras,
y sé que hoy es más cierto lo que digo.

Pues nunca hubo ocasión de saludarte
y aun menos de decirte lo que siento,
no miento si acompaño al sentimiento,
quien fuera el que quisiera ayer matarte
lo mucho que me indigna y que lamento.

Los hombres como tú son muy molestos
en esta sociedad donde las ratas
abundan al acecho entre las matas
ausentes de principios, son cabestros,
animales, humanos con dos patas.

Me alegro porque sé que sigues vivo,
que el tiro les salió por la culata.
Espero aquí a escuchar tu perorata
prometo seguiré de ti cautivo
a el día en que yo estire yo la pata.
©donaciano bueno

A qué se debe que haya en el mundo tanta #gente_mala? Share on X

Alejo Vidal-Quadras.- El 9 de noviembre de 2023 en Madrid dos individuos desde una motocicleta, uno de ellos se bajó y a un metro de distancia le disparó en la cara con intención de matarle, pero milagrosamente sobrevivió, aunque la bala le destrozó la mandíbula. Se está investigando como atentado terrorista.

MI POETA SUGERIDO: Hamlet Lima Quintana

La breve palabra

A veces el silencio es la palabra justa,
la que enciende las luces, la que mejor se escucha,
la que place o se sufre cargada de milenios,
la que otorga hermosura,
la flor del pensamiento.

En ese momento de la clara armonía,
de la mejor tristeza, de la entera alegría.
Es el gran fundamento que ronda a la grandeza:
tu palabra y la mía
habitan el silencio.

Por eso la palabra
debe ser pronunciada
como una ceremonia
con aire de campanas,
una fiesta del alma,
farol del pensamiento,
porque fue generada
por el mejor silencio.

Gente necesaria

Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales,
que con sólo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.

Hay gente, que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca guirnaldas.
Que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con solo abrir la boca
llega hasta todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas
y se queda después, como si nada.

Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria,
pues sabe, que a la vuelta de la esquina,
hay gente que es así, tan necesaria.

Cielo blanco

No veo el cielo madre, sólo un pañuelo blanco
no sé si aquella noche yo te estaba pensando
o si un perfil de sombras me acunaba en sus brazos
pero entré en otra historia con el cielo cambiado.

No me duele la carne que se fue desgarrando
me duele haber perdido las alas de mi canto
las posibilidades de estar en el milagro
y recoger las flores que caen de tu llanto.

No quiero que me llores, mírame a tu costado
mi sangre está en la sangre de un pueblo castigado
mi voz está en las voces de los “iluminados”
que caminan contigo por la ronda de Mayo.

No quiero que me llores ahora que te hablo
mi corazón te crece cuando extiendes las manos
y acaricias las cosas que siempre hemos amado
la libertad y el alma de todos los hermanos.

No sé si aquella noche amanecí llorando
o si alguna paloma se me murió de espanto
la vida que ha esperado tanto
es el cielo que crece sobre tu pañuelo blanco.

No quiero que me llores, mírame a tu costado
mi sangre está en la sangre de un pueblo castigado
mi voz está en las voces de los “ilumunados”
que caminan contigo por la ronda de Mayo.

A media pierna

Le pusieron un grillo a media pierna
Lo condenaron a vivir a medias
Le escondieron la paz, y la sonrisa
Le pusieron el pan a media rienda
Pero él seguía caminando.

Le vendieron la luna, cada noche
Lo fueron lentamente atornillando
Le tuvieron las manos ocupadas
Le sumaron la pena y las estafas
Pero él seguía caminando.

Le pusieron las piedras por delante
Le taparon la boca, por si acaso
Le abrieron una herida por la espalda
Le sumaron olvido a la condena
Pero él seguía caminando.

De lejos, bien mirado
cuando ya era horizonte,
se asemejaba al viento,
aunque según parece
él caminaba potente
como el Pueblo!

Los pueblos de gesto antiguo

Me gustan los pueblos chicos de gesto antiguo
Con gente que da la mano y saluda al sol
Que sabe ganar la vida y ganar la muerte
Allá me voy a vivir
Con gente que planta un árbol y enciende amor.

Me iré por aquel camino que lleva al pueblo
Que crece entre la ternura que da el maíz
Me iré con la lucha a cuestas y el alma abierta
Allá me voy a vivir
Con toda la fuerza antigua de mi raíz.

La gente estará cantando la vida nueva
Que esta creciendo en los pueblos chicos
Los pueblos de gesto antiguo
Con gente que da la mano.

Me voy a cantar con ellos hasta que el alba
Rocié el campo de aroma puro.
Sencillo como la lluvia
Profundo como la paz.

Los pueblos de gesto antiguo se dan la mano
Los pueblos se dan la mano para vencer
Los pueblos que van creciendo como los vientos
Allá me voy a vivir
En ese pueblo tan chico que va a nacer.

Teoria de los buenos deseos

Que no te falte tiempo
para comer con los amigos
partir el pan,
reconocerse en las miradas.

Deseo que la noche
se te transforme en música
y la mesa en un largo
sonido de campanas.

Que nada te desvíe,
que nada te disturbe
que siempre tengas algo
de hoy para mañana

y que lo sepas dar
para regar las plantas
para cortar la leña,
para encender el fuego,
para ganar la lucha,
para que tengas paz.

Que es la grave tarea
que me he impuesto esta noche
hermano mío.

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LA MUJER, ESA FLOR [Mi poema]
Alfredo Fressia [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Hay flores que de entrada son bonitas,
destacan por su olor, color sincero,
son esas que me tienen prisionero
así que algunas sean chiquititas
a todas yo las pongo en mi florero.

Son flores que me alegran los sentidos,
plagadas de colores y matices
penetran con primor por mis narices,
y embriagan con susurros mis oídos
dejando tan contentos y felices.

Que hay flores muy diversas, variopintas,
cual dicen para gustos los colores,
son lindas mariposas esas flores,
-y aquí no he de quedarme a medias tintas-,
que me hacen sublimar sus resplandores.

¡Oh Diosas tan dechadas de hermosura
que el pobre que esto escribe aquí hoy disfruta
cual fuera pulpa fresca en una fruta
que alegra al paladar. Y con su hechura
se ofrece y da placer cual fuera puta.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Alfredo Fressia

GULA

Porque amo y porque admiro yo devoro.
¿Los otros no acumulan libros, mapas,
sellos, muñecos, fotos sin decoro,
amuletos, santos de porcelana?
No soy mero glotón que por su inri
consume en alimentos toneladas
ni soy el sibarita inverosímil
buscando una delicia innominada.
Mi deseo es el mundo en mis entrañas,
ostras vivas crispadas al limón,
el verde deslizarse de las plantas,
los peces venenosos del Japón.
Trago la selva en cada fina hierba
y se me entrega dócil un antílope:
de noche en el regusto de una cena
me apodero del sol en la planicie.
Quiero que el centro de mi cuerpo sea
túnel del mundo y fluya en él la vida.
La obra de Dios se expulsa en polvareda
pero antes la ensalivo y me acaricia.
Desamparado y vil, tan breve el cuerpo,
no busco el alimento, busco paz,
por dentro estoy vacío y es obeso
el pecador, el goce y el manjar.

POETA EN EL EDÉN

No, Señor,
nunca huiré del Paraíso, tengo en mí
la leche eterna de los padres y los hijos,
y escribo poemas para la nostalgia.
No, Señor,
nunca seguiré el rumbo imprudente
de los cuatro ríos, el que impele a los nautas
hacia el mar de monstruosas criaturas.
Habían podado las ramas de oro
que brillaban en el árbol de la vida.
Y ahora me llaman como almas.
No, Señor,
nunca comeré del árbol prohibido.
Apreté tantas veces en mi mano
las frutas suculentas. Aspiro
los perfumes seductores,
—Et d´autres, corrompus, riches et triomphants—
Nada sabes de mis íntimos
paraísos artificiales, y te ofrezco las costillas
húmedas y turgentes
para que sigas modelando al mundo
mientras duermo.
Soy un niño inmenso
escribiendo dócilmente en el barro del Edén.
Tengo un muñeco de porcelana blanca.
Balbucea.

Verso Ocioso

Combino con distancia y con recuerdo,
existo poco y mal en el presente.
Vengo de lejos, pero sólo en sueños,
de cerca mi presencia se disuelve.
El sol que me ilumina es de topacio,
y en mi carta la luna es de papel
en áspero cuadrado con el astro
más opaco: mis tonos son pastel.
Escribo versos en endecasílabos
los días lluviosos (como es hoy) y llego
casi al presente donde me deslizo
recto hacia atrás en busca de sosiego.
Visto de cerca yo me desvanezco.
¿Música en mí? Sólo de las esferas.
Por la línea del tiempo huyo del duelo
de ese abismo en el hoy que nos acecha.
Lo aprendí en el camino del exilio:
duele el país real de la memoria
y nace como un hongo en otro sitio,
envenenado y que también acosa.
Y por eso hoy combino con distancia.
Cuando casi estoy vivo casi muero,
y casi escribo, torpe de añoranza,
un verso ocioso, ausente y con defectos.

ABURRIMIENTO

Una vez más el día
en este bajo mundo.
Me aburro en el jardín,
nadé en los cuatro ríos.
Me limo con esmero
las uñas de los pies.
Tengo mala salud
y he sido mal amante.
Soy muy mediano en versos:
nunca entré en el Edén
(ni en las antologías,
uruguayas al menos).
Para pasar el tiempo
puedo hablar de dolencias,
mi carné de salud
es de los veinte años.
“Altura: uno noventa,
Peso: setenta quilos”.
La foto en blanco y negro
es de un muchacho díscolo.
(Siempre me voy de tema
cuando hablo del amor)
Los hombres que me amaron,
con excepción de uno,
no tuvieron glamour
ni dejaron recuerdos
de mayor importancia.
Yo mismo -digo yo-,
de los muchos que fui
no quedará uno sólo.
(Una vez más el día
en este bajo mundo.
Me aburro en el jardín,
nadé en los cuatro ríos)
Soy sólo pensamiento
perdido en un jardín
que sueña ser Edén.
Sé que un mono me observa,
está sobre una rama.
Es eterno, calculo.
Y mientras, yo me aburro.

DESAYUNO EN SANTO DOMINGO

Ahoga el viento caliente
la noche grávida de Santo Domingo.
Abrí las ventanas para dibujar
mi silueta irreal contra la madrugada,
soy transparente como la espera
del estallar del día. Austero
el desayuno, huevo a la copa,
hirviente el café amargo.
Y entonces vi la exacta
pinta carmesí sobre la yema.
En la bahía el sol en trance
para nacer del mar, la galladura
en el huevo sideral.
Trago la yema tibia
con su promesa roja, mi parte
de sol mientras ardo en el café instantáneo
y nazco una mañana más
hasta el final abrupto.

SANTO DOMINGO MULATO

La Iglesia y la Cárcel Real bajo la luna,
souvenirs de la Conquista, espectros íntimos
del siglo XVI en la Hispaniola.
El me esperó tras el Alcázar de Colón
con el viejo walkman al oído
y una flor de caoba para la suerte.
Apresé su carne
y su alma
en mi boca,
mi hostia
sucia y sagrada.
Después me fui por la calle del Conde,
limpias las comisuras de los labios.
Un tambor escapaba del centro de la isla.

LUJURIA

La chair est triste, hélas, pero ¿y la fantasía?,
¿y es mental un pecado si usamos los sentidos?
Por los nueve agujeros del cuerpo, como un guía,
un vértigo fue abriendo las llaves del alivio.
No es el apelo mudo de la especie en el tiempo
que nos habla de lejos como de un deber último.
Ese goce no tiene ni locura ni exceso,
es el dios de los hijos, el secreto del mundo.
A ti, vieja lujuria, te cometí tan poco
y tanto algunas veces, fui más allá del sexo.
Hubo hombres que me amaron, y el amor no es vicioso,
pero a ti te entregué la otra faz del deseo
donde se desvanecen Actos contra naturam
(cuando yo me perdía en las nalgas de Eros)
y hoy palpo en tus palabras -concupiscencia impúdica-
y mi vicio más íntimo acaba en desenfreno.

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EL VINO, MEJOR SIN SIFÓN [Mi poema]
Pablo Armando Fernández [Poeta sugerido]New

MI POEMA ...de medio pelo

 

Posiblemente sea que no entiendo,
posiblemente a mi no me emociona,
contrario a la opinión de otra persona,
no quiero nadie piense estoy mintiendo.

Tampoco que he venido a criticar
que en esto de escribir soy tolerante,
mas sepan que aquí abunda el que, tunante,
pretende con sus textos engañar.

Pues digo, criticar yo no critico
que algunos quieran dar gato por liebre
mandando a disfrutar de su pesebre
diciendo que lo suyo está más rico.

Mas sepan que dispongo de un cedazo
y todo lo que leo allí lo cribo,
buscando separar paja del trigo
y aquello no me gusta lo rechazo.

Y así sin más ni más, sin excepción,
no atiendo a los preceptos ni a las modas
de aquellos que presumen de rapsodas,
que a mi me gusta el vino sin sifón.
©donaciano bueno

La incorporación del sifón o gaseosa al vino desvirtúa el sabor original del mismo añadiéndole únicamente un poco e espuma.

Qué te parece esa costumbre de echar #agua al #vino? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Pablo Armando Fernández

NIHIL OBSTAT

En su celda, Juan de Yepes, espera.
Los prelados de la orden del Carmelo
ahora se reúnen. Juan incurrió en falta grave:
puso en lengua común el cántico divino.
Sus hermanos de hábito ceden unos minutos
(ellos, cargados de trabajos)
a la ardua inspección de unas cuartillas.
Diseccionan el texto
para extirpar las sílabas malignas.
Tan comedidos (sálvelos Dios)
respecto a la salud espiritual
de la feligresía, se afanan
en descubrir el mal, para ahuyentarlo
del inocente gremio de la gleba.
Sonríen satisfechos, mientras Juan, en su celda,
vive la soledad del amor herido.
Brillan los dientes de los magistrados
que el queso, el vino y las manzanas lustran,
mientras Juan, en su celda,
el pan y el agua cena sin demora.
Los prelados de la orden del Carmelo
han cumplido. Regresan a sus coches,
mientras Juan, en su celda,
sufrirá la dolencia de amor que no se cura.

El gallo de Pomander Walk

(Fragmento)

X
El que ha
perdido la memoria y está de vuelta
diría
que se estudien las ceremonias y las categorías
de los dioses
para que o les falten aduladores
Lambrakis
poderoso con sus sillas
donde sienta la muerte amortajada en el Village
Con sus adolescentes viciosos coléricos meditabundos
sus niños aterrados y su mujeres solitarias en los parques
Lambrakis y sus negras profesionales
y sus negras exhibicionistas y sus negras sofisticadas
Lambrakis
conoce las calles más conmovedoras
las calles más desnudas de la ciudad
Lambrakis salta
gritando fuego, gritando peste
para que todas las mujeres aborten
y se promulguen leyes para la castración.
Así se contendrán los adúlteros y los contenciosos de la carne.
(Este es un día cualquiera de 1955)
Ginsberg
tus recuerdos nada te restituyen.
Vigila en tus bolsillos el sucio apestoso a sudor y semen
certificado médico
El policía querrá acostarse contigo
querrá que le des dinero
(Este es un día cualquiera de frío)
Si te molestan sabes cómo se les convence
Haces añico el certificado y tendrán que darte otro
(Así no se combate al Capitalismo es cierto no se le derroca
pero haces aullar la prostituta
y haces aullar al joven que la paga y a las chinches y a los piojos
y a la cama de hierro y a las paredes sucias de saliva)
En la calle 27 y Broadway
está el laberinto de las ratas
aquel no es un santuario
donde se ofrezcan novillas expiatorias
para Venus es un resumidero
En el Moroccan Village exhiben entre otros abortos
de este siglo a Popeye
con sus setenta años de arrastrar la lengua
de mover la lengua
de pintarse la lengua que babea como la verga enferma
de un buey (las fairies parecen conmovidas)
Ginsberg
no te deshagas de ese certificado
que te permite aullar mientras orinas o te masturbas
en las calles
Todo ángel es terrible
alguien cerca de mí en Port Chéster escupe y dice
que eres un puerco judío que odias a América
(Este es un día cualquiera de 1956)
Yo viajo de Manhattan a Rye todos los días
sirvo de camarero en un Club
para gentes que el empresario
del Ringling Bros
no considera
suficientemente rara para su circo
(Oh, podría decirte cómo andan otras cosas que tú ignoras
pero estoy muerto)
He jugado al póker toda la noche en un sótano soñando
bebiendo con la rozagante Lady Worm recitándome algunos versos.

“Exposing what is mortal and unsure
To all that fortune death and danger dare
Even for an eggshell

Ginsberg
a veces me siento tentado como tú
a aullar en Harlem en el West Side
en el Lower East Delancey Riverside
y Washington Heights
Aullar de tal manera que el International Who’s who
–Rockefellers Schwabs Windsors y sus semejantes–
vayan al sótano de exquisiteces de George H. Shaffer’s
y encuentren en sus cuatro gigantescas neveras
la carne de las fairies y las queers de las cats
de los adictos a drogas y al crimen tarifado
monarcas de las aberraciones
y allí encuentren la carne
de los buscavidas
de los muelles y las calles del Bowery
bebedores sucios olientes a esperma
y excremento y orina
y coman de la carne pálida de las muchachas
que atienden el teléfono desnudas
y trafiquen entre ellos con lenguas, senos y genitales
ellos los comedores de chochaperdices de Inglaterra
y cervatillos nonatos y jabalíes de África
No es la muerte es la tienda de frutas

Aullaría en las esquinas
pero yo no soy América.

Parábola

Mi madre quiere que yo sea feliz, quiere
que yo sea joven y alegre;
un hombre que no tema al paso de los años,
ni tema a la ternura y al candor
del niño que debiera ser
cuando voy de su mano y la oigo repetirme
–para que no lo olvide– éstas y otras nociones.
Mi madre no quisiera avergonzarse de mí.
Mi madre quiere que no mienta, quiere
que sea libre y sencillo.
No quisiera verme sufrir,
porque el miedo y la duda
son males que padecen los adultos,
y ella quiere que yo sea su niño.
Cualquiera que nos viese
no la comprendería: en edad coincidimos
–no quiere que lo diga–,
aunque ella me dio vida
cuando tenía los años que tengo hoy.
Podríamos ser hermanos, ella un poco mayor.
Podríamos ser amigos: su memoria y la mía
corresponden a un tiempo en que ambos fuimos jóvenes.
(Yo era menor, pero recuerdo verla cantar feliz
entre sus hijos, compartir nuestra infancia).
Mi madre quiere verme luchar a toda hora
contra el dolor y el miedo.
Sufriría si supiera que a mi edad,
la de ella entonces cuando me dio a la vida,
yo soy su viejo padre y ella mi dulce niña.

Aprendiendo a morir

Mientras duermen mi mujer y mis hijos
y la casa descansa del ajetreo familiar,
me levanto y reanimo los espacios tranquilos.
Hago como si ellos –mis hijos, mi mujer–
estuvieran despiertos, activos
en la propia gestión que les ocupa el día.
Voy insomne (o sonámbulo) llamándoles,
hablándoles;
pero nadie responde, nadie me ve.
Llego hasta donde está la menor de mis niñas:
ella habla a sus muñecas, no repara en mi voz.
El varón entra, suelta su cartapacio de escolar,
de los bolsillos saca su botín:
las artimañas de un prestidigitador.
Quisiera compartir su arte y su tesoro,
quisiera ser con él. Sigue de largo:
no repara en mi gesto ni en mi voz.
¿A quién acudo? Mis otras hijas ¿dónde están?
Ando por casa jugando a que me encuentren:
¡Aquí estoy!
Pero nadie responde, nadie me ve.
Mis hijas en sus mundos siguen otro compás.
¿Dónde se habrá metido mi mujer?
En la cocina la oigo; el agua corre,
huele a hojas de cilantro y de laurel.
Está de espaldas. Miro su melena,
su cuello joven: ella vivirá…
Quiero acercármele pero no me atrevo
?huele a guiso, a pastel recién horneado?:
¿y si al volver los ojos no me ve?
Como un actor que olvida de repente
su papel en la escena,
desesperado grito:
¡Aquí estoy!
Pero nadie responde, nadie me ve.
Hasta que llegue el día y con su luz
termine mi ejercicio de aprender a morir.

Suite para Maruja

I
La primavera, dices, y escojo madreselvas,
geranios y begonias.
A casa vuelves con los pies mojados,
la falda llena de guisasos ásperos.
Verbenas sin olor en los cabellos
y, entre las manos, romerillo y malvas.
Dices, el aire, y cierro las ventanas,
busco el sillón más próximo a la esquina
donde libro y lámpara me esperan.
Y el aire es la mañana del sol, blanca,
la loca expedición de las hormigas,
pájaros y caguayos de astuta, fina lengua.
Tu canto por el patio saliendo del brocal,
los baldes y las piedras.
El sol, dices tranquila, y presuroso escalo
los templos más antiguos. Arenales recorro.
Duermo a la sombra ámbar de un dátil.
Y el sol es la ventana limpia donde te acodas,
sueltos la blusa y el cabello,
y es el camino al mar los viernes de la Pascua;
recoger gajos santos que ahuyenten los ciclones;
café que huele a cuaba ardiendo y sabe a madrugar
de plátanos, anones y ciruelas.
Son mis brazos ciñendo tu cintura
sin que lo sepa yo.
Y cuando dices es la noche, sueño
con países que anduve,
a los que vuelven mis pisadas
lentas y oscuras, para recobrarte.
Pero la noche no es lo que me pone
el corazón a repartirse en tiempos
que fueron míos. Pues la noche es tu voz
conversadora, tu voz que quiere ser
una palabra sola.

II
Cuando anochece espero
confiarte de una vez todo el espanto
que hay de día en mi pecho.
No es obsesivo gusto por la vida
plena del dios sin tiempo;
ni es el miedo a perder
el poder y la magia del poeta:
miedo a la muerte y al olvido.
Lo que me pone el corazón pequeño
cuando anochece y estoy contigo, a solas,
es oírme las dóciles palabras
que te ocultan que miento
cuando te digo que aún no tengo miedo.

III
Casi siempre y solos,
en el portal hablamos, claro, los dos,
(o en la cocina, que es igual)
de los amigos; sus nombres son palabras
que yo elijo como quien gusta
de una flor o de un fruto: una joya remota
que tú guardas, amor.
Tú, misterio inacabable
que juntas, hora a hora, mi ser
disperso entre recuerdos que no hemos compartido.
Nombres inalcanzables que el niño rememora
en una adolescencia fugaz.
Me desconcierta haberlos olvidado.
Nombres presentes, míos de hoy, huyendo,
ruidosos, en silencio,
a nuestra soledad.
Nuestra.
Yo me duelo. ¿Sabes?: los días nos corroen.
¿A quién hablar? ¿A quién el corazón
darle de par en par?
Sufro, hasta que tu remansas mis sospechas
contándome una historia
de niños malos que resultan buenos
y niños buenos que la historia infama.

IV
En voz baja decir, amor, tu nombre,
junto a ti, a tus oídos, a tu boca.
Y ser ese animal
feliz que junta sus mitades.
En voz baja o sin ella, muda
la boca revertida a su unidad:
silencio inaugural que a verbo y carne
otorga nueva vida.
Los ojos, ciegos, de regreso al todo:
luz revelando mundos
como fueron o son, como serán.
Vueltos a ser alegría del otro,
uno consigo mismo en compañía.
Una vida otra: la tuya; tan amada.
Volver a ser origen sin tristeza
o dolor, sin miedo, sin nostalgia o con ellos;
tú y yo, nuestros recuerdos y cenizas.

Lo que sé

Yo que he hablado en lenguas
Conozco la piedad que mora en las palabras:
Llovizna, asilo, hospital, penumbra.
Conozco la aflicción
que estas palabras ponen en el ánimo.
El fervor de conocer al triste.
Yo que lo sé,
Que he sido pobre, extranjero, sombrío.
Sé también que hay que humillarse
más allá del ruego,
hacia la sangre hasta dejarla limpia,
hasta sentir su transparencia
cuajada en la mirada,
hasta poder mirarle el rostro a la inocencia.

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AMANECÍA EN SALMERÓN [Mi poema]
Nelo Curti [Poeta sugerido]New

MI POEMA...de medio pelo

 

Amanecía en Salmerón, ¿no lo conocen?
En España, está en Guadalajara,
allí dónde las abejas se arrebocen
-pueblito de camino entre Milana y Sacedón-
otrora lugar de relumbrón
casi muerto ahora de inanición,
¡pareciera que la vida allí se para!.

Desde la terraza
-era septiembre, una mañana, un día-
en el que yo me alojaba en la Gavira
-una casa rural a la que el pasado admira-
diviso la plaza,
alrededor de la cual gira una noria
que como en un círculo concéntrico le amordaza,
de esperanza baldía.

Y en ese alrededor
como en una policromía
plagada de color
-de verdes, de dorados y marrones-
desnudos y pelados serrijones,
jarales y malezas
y zarzas montaraces y cambrones
y algunos montículos. Y en una ladera su riqueza:
verdes pradillos, pardas sementeras,
amenizadas por jilgueros y gorriones.

A un lado, en lo alto, vigilando el presbiterio
se encuentra el cementerio
aupado en la colina -los cipreses
vigilando las mieses-
cual si quisiera recordar ese misterio
que es la venganza divina.
tan alejado de la gente joven y tan serio.

Hoy en la aldea acurrucada veo,
calles vacías,
echadas en las manos de Morfeo,
dos viejos que caminan con cachavas
ensimismados en sus melancolías,
gentes ahora sumisas, antes bravas.

El futuro ya se despidió por estos lares.
Duermen los aldabones en las puertas frias
descansando cual reliquia en los altares.
La vida ya pasó, ahora la geriatría
ha llegado hasta aquí muy a sus pesares.
©donaciano bueno

Salmerón, municipio de la provincia de Guadalajara en España. Salmerón está situado a 79,2 Km de la capital de la provincia, próximo al límite con la provincia de Cuenca, en la zona conocida como Llano de la Sierra. También pertenece a la comarca natural conocida como La Alcarria. Sus 235 habitantes censados son conocidos por el gentilicio de Salmeronenses.

MI POETA SUGERIDO: Nelo Curti

De el lujo de ponernos tristes

Vendo sombrero con viento del 97,
metáforas del mar planchadas
y prácticamente secas,
ojos castaños
con lágrimas a juego,
seriedad destartalada,
fe sin pilas,
corbata transparente,
números rojos
y una suma de amor
sin resolver.
Vendo por desuso
mañanas de domingo,
vasos de agua,
religión,
ataúd,
discos de Melendi,
descuento en el gimnasio,
aventuras
y par de zapatos de niño
que me quedan grandes.

ADÓNDE va ese barco

que zarpa de mis cejas
húmedo, celeste,
ansioso
por la tarde
abatida en mis papeles,
sátiro, violento,
enemigo de las frases
que dispongo contra el tiempo.

Como si la tristeza

no hubiese sembrado nunca
su patria en mis cejas
te nombro
y la luz de la mañana
se vuelve un ángel sincero,
y salgo
y la calle
y la ropa de la gente
y los mercados
tienen presencia de fuga.
En los parques
pateo las banderas del otoño
y dibujo con el humo del cigarro
rostros que me miran y se van.
La ciudad
es como siempre
un ajedrez descascarado,
con recuerdos al acecho
y un mar que me desea,
como la tristeza si no estás,
cuando te nombro,
y algo distinto
vaga en las luces de la noche.

***

Ciertos días me escondo
atrás de un cigarrillo,
son horas
en que garúa contra el sol
y la tierra
es una polilla despistada.
Y hay una flor creciendo en la pared,
y olor de vos,
y tanto que no sé
cómo sigo
tras una espalda de humo.
Son ratos
en que los sombreros
fundan noches
alrededor de mi cabeza
y enfrente vos, sentada,
contemplás una ausencia
que no aprende a llamarte
y fuma, fuma
y ni siquiera sueña un tango
su silbido.
Volveré,
la distancia es una brasa
que se viste de cenizas
y delira entre mis dedos,
arranco la flor de la pared,
sigo tu olor,
y somos nacimiento
mientras el cigarrillo
cae invierno abajo,
agujereando la llovizna.

***

Tristeza uña herrumbrada
caracol
bola de trapo
astilla cruz
semen podrido
carasucia
aguja
cigarro apolillado
moscardón
copa vacía
esqueleto
cárcel
hambre sin dientes
puta
patria
corazón destartalado
trueno
basural
luz fusilada
cardo
tétanos
chatarra
hoy
no te busques en mi cara,
tengo el gatillo en tu sien,
pensá un llanto para vos.

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EL GALLINERO [Mi poema]
José Luis Parra [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Las Cortes tienen forma de frontón
en el que la pelota no rebota,
¿preguntas? hay que se hacen un montón,
¿respuestas? hay se salen del renglón,
mas siempre las gallinas se alborotan.

El gallo es el que manda en el corral
el gallo aqui se llama Presidente,
que ayuda a que ese espacio huela mal,
convierta al Parlamento en cenagal
y extienda aqueste olor tan pestilente.

Qué pintan las gallinas? hacen bulto,
¿si ven que llega el gallo? cacarean,
si sube hasta el letrado rinden culto
así que se profiera algún insulto
la cola con tal gracia la menean.

Por eso lo que abunda es gallinaza
y en medio tanta mugre el comedero
algunos van tratando meter baza
y hay otros se la cogen con estraza,
yo, arriba del teatro, el gallinero*.
©donaciano bueno

#Se les lama #profesionales de la #política Share on X

*Denominación que se da a la parte superior del Teatro.

MI POETA SUGERIDO: José Luis Parra

ADIEU VIVE CLARTÉ

A Antonio Cabrera

Con qué dulzura expira este verano
de corteses tormentas y turbias claridades,
y qué melancolía
no haber sabido aprovechar su regalada plenitud,
aunque el otoño, con pausada cadencia,
no menos pleno y sosegado se presiente.
En el confín de la orfandad,
cimas y abismos, que tanto me elevaron
y me hundieron,
por fin caminan juntos
en una extraña e inquietante calma.
Ah concordia tardía,
la alegría y la desesperación
son ya casi lo mismo.

SENTIMIENTO OCEÁNICO

A José Luis Martínez

Nunca estuve del mar
tan cerca
como en aquel crepúsculo desierto,
en una playa
donde sólo chillaban las gaviotas,
aquella tarde tan lejana,
era a principios de un otoño,
en que nadando
y sin saberlo
-el fragor de las olas, las gaviotas-
me iba adentrando
en el vientre tranquilo de mi madre.
Del libro “Cimas y abismos”

FEBRERO HELADO

Qué lástima no ser una mesa
de cordial corazón hospitalario,
en este restaurante, un día tan frío,
con la nieve al acecho como loba famélica.
Arroparse con el calor de los manteles
y con los platos humeantes, con el vino
de la fraternidad. Qué lástima
no ser morcilla destripada,
tocino en la sartén, dorándose
y retorciéndose,
crepitando y fundiéndose en los brazos solares
del aceite. Qué lástima no ser
cenicero de cálidas cenizas.
Vivir en el acogedor reposo de lo inerte,
no en esta carne trémula, aterida,
a la intemperie por más que intenta arder y cobijarse
-aunque sin convicción, sin esperanza-
en la casa sin lumbre del poema.

AÑO NUEVO

¿Quién me protegerá
de mí mismo? Hago votos
y levanto mi copa en medio del desorden
para que nuestro amor persista, al menos,
un año más. Dolor de cabeza e intestinos
revueltos. Soledad
enconada, tal vez, irredimible.
¿Vida nueva?
Tranquilo…
Sin trabajo, con pocas
expectativas de dinero, dando
palmadas al compás de la marcha Radetzky.
(de: Los dones suficientes – Edit. Pre-Textos, 2000)

Viejo poeta

He recibido todo de vosotros:
premios, honores, reconocimientos.

Se han rendido a mis méritos, con unánime aplauso,
las difíciles puertas de la Academia.

Los jóvenes me llaman maestro y procuran emularme.

Con la edad he logrado domesticar al tigre
que llevo dentro; ser cortés,
amable, agradecido.

Y, orgulloso, en mi pecho ostento las medallas
de las más altas distinciones.

Medallas…
¡Infantiles abalorios,
despiadados cencerros de la gloria!

Cuánto, cuánto daría por ser torpe, inexperto,
maravillado, joven balbuceante
con todos los poemas por delante.
[De la frontera,València, Pre-Textos, 2009]

Como el tigre enjaulado

Agotado el paisaje,
consumida la mirada,
la ventana es inútil.

¿Hay algo nuevo bajo el sol?

Sólo te queda abrir las ventanas
en los muros que ocultan tus enigmas
y mirar a lo oscuro.

Sólo te queda abrir otros sentidos
más diestros, afinados, si a tu edad es posible.

Andas por el pasillo a oscuras,
por las habitaciones en penumbra;
te tiendes en la cama en las tinieblas,
y azuzas a las sombras tu esforzada memoria.

Se abre una grieta
por donde entra una luz confusa,
y hueles, casi en lágrimas, el recuerdo
de un olor conocido y exultante.

Como el tigre enjaulado
que olfatea en la noche, tras la lluvia copiosa,
el olor de la jungla.
[Inclinándome, Pre-Textos, 2012]

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MI POETA INVITADO:  Damián Patón

VOSOTROS

Vosotros que habéis alzado multitudes
Legiones de indiferentes
Legiones de rostros
sin expresión
Vosotros que habéis creado enormes madrigueras
de muerte y soledad
Pantallas de muertos sonrientes
Vosotros que lo controláis todo
No podréis con el fuego que nace de las entrañas
No

Rostro múltiple
De mil ojos
Muerte sin muerte
Vida sin vida
Nacerás del cero y te multiplicarás

ISLAS DE REBELION

Ven conmigo a descubrir
Islas imposibles
Si es que las hay
Navegaremos en canoas
Hacia el Poniente
De un crepúsculo ilusionado
Por el viaje imposible
Sabes de verdad que el descubrimiento
Hoy día es posible
Dentro NUESTRO
Ganaremos la libertad con la fuerza de mil pulsos
Acaso un réquiem
De revoluciones futuras
Para nuestros hijos
La isla sin tesoro
Yo soy el tesoro de todas las islas.

ME ENCUENTRO A GUSTO [Mi poema]
Florencia Benson [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Yo nací para creer
que arando trazaría mi camino
puliendo los escollos de mi sino,
y andando de puntillas merecer
para al final fenecer
sin conocer el destino.

Yo soy mortal, no me asusto.
Pues la vida es caminar
hago la vida al andar
pues yo aquí me encuentro a gusto.

Que más que andar y crecer,
cada paso es y ha sido un retroceso,
un avance final hacia el deceso
un descender a el cieno sin saber
por qué no consigo ver
cómo liberar su peso.

De vez en cuando un disgusto
es lógico y natural
mas voy alto de moral
pues yo aquí me encuentro a gusto.

Que aprender a envejecer
necesario es desde el día que nacimos,
puesto que a este planeta a el que vinimos
pronto le llegará su atardecer,
intentando conocer
qué futuro es y por qué huímos.

Si alguien me pega algún susto
o me acecha un temporal
no hago caso, es habitual,
pues yo aquí me encuentro a gusto.

Y es que la verdad del ser
no reside en la esencia de los vivos,
ni conocen razones o motivos,
ni podemos siquiera esclarecer
por qué ganar es perder
el tiempo y sus motivos.

Si ven mi semblante adusto
y creen que tengo miedo
convencerles mas no puedo
pues yo aquí me encuentro a gusto.

Ser o no ser ¿y qué hacer?
puesto que ninguna otra opción nos queda
encaremos con brío la vereda
que nos lleve a saciarnos del placer
en espera que vuelva a florecer
¡e ignoremos ya la veda!

Y aunque crean que vetusto
soy un carca, un carcamal,
que a mi todo me da igual
pues yo aquí me encuentro a gusto.
©donaciano bueno

Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
Como las huellas de las gaviotas en las playas.
(Pablo Neruda)

MI POETA SUGERIDO: Florencia Benson

Portal

La primera vez que nos desnudamos
hubo un tatuaje que se prestó a confusión
un dibujo circular que me espantó
e hizo que mi orgasmo se precipitara
liberando gigatones de energía
(vos desconocías su significado,
yo desconocía mi perversión).
Cada vez que tu cuerpo se retuerce,
que tus abdominales se contraen
y se relajan, o bien al tocarme
los símbolos de tinta obscura
activan sus poderes en el plexo
toda la luz desaparece
centrifugada por algún lejano sol en el espacio
agotados, hemos engendrado una galaxia.

Los amantes de la ciudad sitiada

Balas militares rozan nuestra puerta
pero no retrocedemos
al contrario
nos quitamos la ropa
aferrados al tañido
que reverbera en todo el cuerpo
como hicieron antes
los hijos del volcán.

Lo que no funciona

Practico lo que voy a decir
lo que diría
en la próxima oportunidad
o la vez pasada, estuve lenta
porque vos cuando
y en realidad tu doble estándar
una mujer heterosexual está condenada a la desdicha
en el insomnio me estiro
hacia todas las mujeres de la tierra
en el silencio
en la mitad ausente de la cama,
en los barbitúricos
en el labial sobre la copa
en la espera obstinada
de aquel gesto innovador.

Punto de vista

Lo que nadie dijo
fue que Penélope
tejía y destejía
con hilos de la tierra
fibras de lava y roca
barro y musgo, así
la guerrera paciente
tramaba no una esperanza
sino un nido.

Tengo sed de un cántaro

Un pichón tibio
en palma cóncava
se recompone
renace
también
quiero sentir
un muro amable.

El ajuste

No es posible amar sin odiarse un poco
elegís nuestros momentos más felices
para ahogarlos como cachorritos
en el patio del fondo, o bien los torturás
con submarinos trabajosos
hasta que pierden su color
y quedan azulados como mártires,
los momentos de felicidad perfecta
son la calma que anuncia
al criminal imperfecto,
el que proporciona todas las huellas
excepto las que desea dejar.

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¡DESPERTAD, CIUDADANOS! [Mi poema]
Guillermo Fernández García [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Ciudadanos españoles, ciudadanos,
que al futuro con tristeza os enfrentáis
sin saber por donde iréis, por donde vais
pues los sueños que tuvisteis hoy en vano
segado han de plano.

Espectadores que, pasivos, no prevéis
que el país pueda desaguar la alcantarilla,
vosotras, gentes ingenuas y sencillas,
decid por qué no actuáis por lo que véis,
o acaso no queréis.

que el futuro se aproxime a vuestra orilla
donde ímpetu y decisión tengan que ver
con las florestas que expanden sus semillas
para que raudo vuelvan a florecer
hoy igual que ayer.

Pobre ha de ser el futuro si el presente
de la tierra donde tú echaste raíces
no te importa, ni apasiona y está ausente,
ignorando, sin dudar te contradices
y ahora maldices.

Que los ojos no se humillen a la niebla,
y muerta la niebla a combatir volad
entre brumas insumisas, las tinieblas,
blandir el hacha y con cólera talad
y ya eyaculad.

Nuestros padres mucho tiempo se afanaron
en construir con su esfuerzo la ciudad,
no permitáis que lo que ellos ya forjaron
reo sea de codicia y de maldad
y de iniquidad.

Y así hasta el fin de los días, nuestros hijos
celebrarán el feliz advenimiento
y se escucharán palmas y regocijos.
Tan fausto será el acontecimiento
que aquí os digo y cuento:

¡Ciudadanos españoles! no hay razones
para de rodillas postraros o de hinojos
ni aunque aparezcan diez mil camaleones
que pretendan repartir vuestros despojos
y los trampantojos.

Ciudadanos españoles, ciudadanos
que gozamos en unión de esta quimera,
los que ahora reniegan de ser hermanos
intentarán ya robarnos la bandera
y que España muera!
©donaciano bueno

Un tiempo España fue: cien héroes fueron
en tiempos de ventura,
Y las naciones tímidas la vieron
vistosa en hermosura.
José de Espronceda

José de Espronceda, en quien se inspira el que esto escribe, fue un alto representante de la poesía romántica, lírica y épica.

MI POETA SUGERIDO: Guillermo Fernández García

ESQUEMA DE VIAJE (II)

Entre nadie, la playa silenciosa
de una eternidad blanca.
Tiene que ser:
lo que se inventa, acecha y busca.
En los ojos está la noche
anticipando el viaje más hondo.
Tiene que ser.

AHORA ESTE SILENCIO

A Thelma Nava

I
¿En qué archipiélagos del día
anda la sombra de mi sombra?
¿Quién escribe el adiós,
quién ha partido de una ciudad que no conozco?
¿Quién pesa más en el agua:
tu nombre en el ala de un pájaro
o el pan de la tristeza?
Sucede que mi oído se desliza
por la curva infinita de la ausencia
como un rumor a la medida de tus pasos.
Estoy en el crucero de todos los caminos
plantando signos o árboles extraños,
escuchando el tatuaje del eco
que el viento trae como flor en los labios.
(Ya no sé si se ahoga la tarde o la espera;
si es tu paso el que cruza la llanura
o la sombra de una nube de verano.)

II
Bajo tu planta voy,
bajo tu planta miro un cielo de palomas,
el viaje hacia la fábula
durmiendo en las amarras de los muelles.
Ante mis ojos pasas con un aire de abismos inminentes,
lasca de soledad o herida ciega
de mis manos huyendo cuando el alba.
Se ha quedado una espina en la garganta
y resuena su lampo adormecido
en todo lo que digo o lo que callo.
Se cierran las ventanas de la espiga
que afiló su milagro de verdor ebrio,
en el itinerario del viento y sus naufragios.

III
Ahora este silencio; su esbeltez
de palomar en los desiertos del agua.
Se queda la hora hablando a solas.
La amplitud de la tarde gira y se ahonda
en coágulos de palidez inconstante.
Sólo tú estás aquí,
pisándole la sombra a mi tristeza;
presente en la afilada veladura
que media entre mis ojos y las cosas.
Y mi verdad se mueve a ciegas…
Perro sin dueño,
anda y desanda la llanura
en busca de otro cielo claro y justo.
La tarde resucita
un viaje de agua oscuro entre la hierba,
peso de palomas en el pecho,
tus ojos derramados en horizontes diminutos
y el equilibrio exacto de tu sangre
como una flor inclinada hacia el olvido.

HABLANDO A CERNUDA

“…y con sueño se volvió
—lentamente
Adonde nadie
Sabe nada de nadie.
Adonde acaba el mundo.”

I
Yo soy la soledad en crecimiento
la sola cuerda en una sola lira,
la afilada presencia que conspira
contra el paso del día bajo el viento.
Surtidor de un secreto movimiento,
sobrevivo a la luz. En mí respira
la vida eterna de la noche y gira
la quietud indecible de su aliento.
He venido a olvidar aquella espuma
que vio la transparencia de la nada.
No me importa saber lo que consuma
el bullicio del día que se dora
en coágulos de vida abandonada.
Solitario en el bosque y en la hora.

II
¿Hacia qué luz viaja Noviembre;
en qué mano su cuerpo se desgrana
y siembra la tristeza de pensarte
en un hondo balcón deshabitado?
Lo sabías: “La vida no es un sueño”:
es una larga vigilia cenicienta
que afila su verdad de espina pura
en la yema sin fin de la memoria.
(Existe la Belleza
—el terso endriago rubio.
Su blanda mordedura
espiga los islotes al alcance
de un sueño que se sueña en el otoño
y mata lo que toca o lo que mira.)

III
Te fuiste por el hilo de la duda
de estar con los demás como contigo:
a sombra y luz a solas, sin testigo
al ser lo que en tus manos se reanuda.
“Triste sino nacer” bajo la ruda
condición de viajar sin un amigo.
Sin tú saberlo, te seguí y te sigo
como una sola sombra, Luis Cernuda.
En la barca del agua un cielo manso
nos deja contemplar lo que tu vida
tuvo de la tormenta y del remanso.
Tu voz responderá contra las olas
del viento y el olvido desmedida.
Yo me quedo contigo, solo, a solas…

IV
La noche, dilatadamente sola,
ahonda tragaluces al vacío
y planta dedos finos en las cosas
que acechan los racimos de esperanza.
En sus manos la vida es agua lenta,
la caída incesante del deseo
que mira hacia el final puerto del alba
despierto ante la luz lo halla desierto.
Tu palabra se acoda en la ventana
y deja deslizar su pluma leve
al aire de esta noche pensativa;
inunda los rincones de la hora
con un rumor de seda oscura
o un agua de olvido entre la hierba.

V
Por ti, el hemisferio que te nombra
sabe de la memoria sin olvido,
del tiempo que he llorado por perdido
al encontrar tu árbol sin la sombra.
Otoño que se va, deja la alfombra
al pie de un nuevo aire ya encendido.
El cielo es un diamante desabrido
y el tiempo en un rincón su peso escombra.
La loma que te duerme en aire antiguo
sabe el perfil exacto de tu viaje
y se ahonda la tierra en un viraje
que confunde el ocaso con el orto.
Tiene un ciprés el corazón ambiguo;
musita su palabra y queda absorto.

VI
Tú viniste a mirar rostros amables
como viejas escobas.
Yo estoy para olvidarlos.
Primer aniversario, noviembre de 1964.

LA PALABRA A SOLAS

I
Algo se mueve en tu cansancio,
algo. Y no lo crees. La misma espina blanda
en el alto palomar de la zozobra,
la desnudez interna
—torre de marfil, agua del alba,
orilla del deseo, columna del poema.
Invisible, rumor de hierba,
sientes crecer su paso entre los muros,
dialogando consigo. No el paso que conoces,
como el hombre, a solas,
sino el eco de tus pasos tras los suyos,
la sombra que no vive sin su sombra.
(La ausencia es un monstruo adormecido
en lo más hondo de tu antigua noria.)
Este temblor sagrado —lo sabes—
es el viento ya visible de sus pasos,
el movimiento de su ser
o de las estaciones que sorprendes
y ensilas para mirarlas a solas.
Algo se mueve en tu memoria…
“Recuerdas aquel atardecer en la avenida,
tierna aún la noche, en el jardín del Carmen.”
Contigo fue la hora atardecida,
el espanto de no saberte solo
frente a la ventana abierta a un horizonte sin colinas.
Algo se mueve.
Óyela venir
habitando el hueco inmenso de la hora,
el día interminable a solas.
Esta gracia —di— no la esperabas.
Lo vivido termia aquí,
el cansancio de estar cansado
oyendo los ladridos de los perros
si tu ternura fue más allá de la ventana.
No te preguntas más
quién va cambiando el rostro de las cosas,
quién canta esta canción desconocida
a la pluma incansable y mediodía:
el tiempo existe fuera de tus párpados.
Di que el ave florece
bajo un árbol imposible,
que el espejo ha dejado de mirarse
a sí mismo. Di, canta al arcángel,
a la espesura transparente de su cuerpo,
al henil que te aguarda para el fin del viaje.
A mano abierta, deslumbrante,
esta otra y misma primavera
que se abre paso entre los muertos,
reintegra eternidad al sueño.

II
Habita tu memoria ese silencio
derramado sobre la casa a oscuras.
De otros tiempos imágenes concitan
a la gótica danza del insomnio.
La hora es una cueva submarina
donde yerra un ejército de sombras olvidadas.
No sabes en qué rumbo de tu cuerpo
duele la espina vaga de tu infancia
que huyó, como las nubes, a la nada.
Traspuesta ya la linde de su manso imperio,
bajo un sol ignorado, te remuerde
el tiempo que has vivido entre tus muertos;
las mariposas yertas cuando el alba
sorprendió tu tristeza en la ventana
insomne y sola en la impiedad del viento.
Húmedo aún del río envejecido,
la sal entre la herida travesía,
la fidelidad noble con su empeño
en traducir el largo memorial
de su caída, viva en sus tatuajes;
libre ya de sus aguas ateridas
y el engaño vernal de sus reflejos,
tu oído crea su orilla a tu deseo:
Tú, mi tierna verdad, poema mío,
alientas hondo y suave bajo el sueño
en la alcoba contigua. Un puente angosto
resplandece su viaje entre la sombra,
hacia el lirio, corola de tu aire
ya intocable, final puerto de escala.
Si pudieras oírme, te diría:
“La eternidad es tierna
cuando miro tu piel de hierba fina
que en las luces del sueño se rebana;
yo estaré contigo
cuando la luz levante sus andamios
en la llanura azul de la mañana.”
Yo soy el embozado destino de tu sangre,
el último pabilo que habrá de consumirse
tras el sencillo andar de tu mirada.

III
Afuera, la segura lentitud
del alba desembarca en la aridez
de la ciudad aún dormida entre sus ruinas.
Sólo al alcance de tu oído
sientes que el tiempo no transcurre
bajo la lluvia casi ausente
en este amanecer de rostro envejecido.
Dentro, sobre tu sola muerte, un mismo mundo.
Dos lagos ya como aires ateridos
contra el tiempo de nadie: tuyo.
La soledad de que me hablas
está rodeada por su muro,
en su límite de viento endurecido,
mas claro y largo como el desencanto.
Di que tu voz se afila en su sombra,
en ésa, amada sobre todo.
Cogida de su mano reconoce
sus propias huellas en las suyas,
en un mismo camino a solas.
Le hablas. Irremediablemente escucha.
No ignoras que sus ojos son ahora
una vaga violeta sumergida
en el secreto ensimismado de una loma,
bajo la mano oscura de otra vida.
Otra se mueve en ti, en tu memoria.
La breve eternidad de un surtidor
en su columna de agua clara y alta,
caída en el hondón amargo de tus manos,
tan jóvenes aún para entenderla.
Desnuda tu alma ahora va tras ella
como un niño extraviado, sola.
Su nombre es el destello en otros cuerpos
desgajados a ciegas,
bajo el lívido engaño de las horas baldías.
El tiempo se te va buscando
la forma inconocida a tu deseo,
la morenía tierna de la espiga
que has mirado en el eco de tu sueño.
Y te cansa el cansancio del hombre,
la soledad de la bestia derrumbada
por el don poderoso de la gracia;
la invención maligna de otra vida
como si ésta que hiere no bastara.
Pudieras olvidar tu paso incierto
de niño; la inocente estupidez
familiar limitando los contornos
de la luz, que ya no conocerás.
Una noche sin nombre te dijo:
“La caricia es mentira,
el amor es mentira,
la amistad es mentira.”
Vas, contra todo, intentando el amor
una vez más…

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POLÍTICOS, TREPADORES [Mi poema]
Elvira Sastre [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Políticos del mundo son los trepas
que ascienden al poder con cuentos chinos,
gobiernan siempre haciendo de adivinos,
si lo hacen mal verán tú no lo sepas,
obviando les importas tres cominos.

Que algunos hay que ascienden sin siquiera
haber debido hacer ningún examen,
pues basta que sus jefes les reclamen
tomando de asesor de lo que quiera,
que acaten obediencia y la proclamen.

Inmersos, van subiendo en ese embuste
cual fuera de una secta se tratara;
no admiten disidencia y quien lo osara
ya saben lo siguiente es darle el fuste,
no salva ni el buen dios que lo fundara.

Saber, saben trepar que lo aprendieron
de aquellos que enseñaron el camino,
y siguen escalando hasta el destino
conscientes que hay amigos que perdieron
mas de otros ellos son su pan y el vino.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Elvira Sastre

YO NO QUIERO SER RECUERDO

A la mierda el conformismo:
Yo no quiero ser recuerdo
Quiero ser tu amor imposible,
Tu dolor no correspondido,
Tu musa más puta,
El nombre que escribas en todas las camas
Que no sean la mía,
Quien maldigas en tus insomnios
Quien ames con esa rabia que solo da el odio.

Yo no quiero
Que me digas que mueres por mí,
Quiero hacerte vivir de amor,
Sobre todo cuando llores,
Que es cuando más viva eres.

Yo no quiero
Que tu mundo se dé la vuelta
Cada vez que yo me marche,
Quiero que darte la espalda
Solo signifique libertad
Para tus instintos más primarios.

Yo no quiero
Quitarte las penas y condenarte,
Quiero ser la única
De la que dependa
Tu tristeza
Porque esa sería
La manera más egoísta y valiente
De cuidar de ti.

Yo no quiero hacerte daño,
Quiero llenar
Tu cuerpo de heridas
Para poder lamerte después,
Y que no te cures
Para que no te escueza.

Yo no quiero
Dejar huella en tu vida,
Quiero ser tu camino,
Quiero que te pierdas,
Que te salgas,
Que te rebeles,
Que vayas a contracorriente,
Que no me elijas,
Pero que siempre regreses a mí para encontrarte.

Yo no quiero prometerte,
Quiero darte
Sin compromisos ni pactos,
Ponerte en la palma de la mano
El deseo que caiga de tu boca
Sin espera,
Ser tu aquí y ahora.

Yo no quiero
Que me eches de menos,
Quiero que me pienses tanto
Que no sepas lo que es tenerme ausente.

Yo no quiero ser tuya
Ni que tú seas mía,
Quiero que pudiendo ser con cualquiera
Nos resulte más fácil ser con nosotras.

Yo no quiero
Quitarte el frío,
Quiero darte motivos para que cuando lo tengas
Pienses en mi cara
Y se te llene el pelo de flores.

Yo no quiero
Viernes por la noche,
Quiero llenarte la semana entera de domingos
Y que pienses que todos los días
Son fiesta
Y están de oferta para ti.

Yo no quiero
Tener que estar a tu lado
Para no faltarte,
Quiero que cuando creas que no tienes nada
Te dejes caer,
Y notes mis manos en tu espalda
Sujetando los precipicios que te acechen,
Y te pongas de pie sobre los míos
Para bailar de puntillas en el cementerio
Y reírnos juntas de la muerte.

Yo no quiero
Que me necesites,
Quiero que cuentes conmigo
Hasta el infinito
Y que el más allá
Una tu casa y la mía.

Yo no quiero
Hacerte feliz,
Quiero darte mis lágrimas
Cuando quieras llorar
Y hacerlo contigo,
Regalarte un espejo
Cuando pidas un motivo para sonreír,
Adelantarme al estallido de tus carcajadas
Cuando la risa invada tu pecho,
Invadirlo yo
Cuando la pena atore tus ojos.

Yo no quiero
Que no me tengas miedo,
Quiero amar a tus monstruos
Para conseguir que ninguno
Lleve mi nombre.

Yo no quiero
Que sueñes conmigo,
Quiero que me soples
Y me cumplas.

Yo no quiero hacerte el amor,
Quiero deshacerte el desamor.

Yo no quiero ser recuerdo,
Mi amor,
Quiero que me mires
Y adivines el futuro.

Y DORMIR CONTIGO SE CONVIERTE, ENTONCES, EN POESÍA

Caminas descalza
como si supieras de qué está hecho el mundo
y quisieras darle forma con la curva de tus pies,
bailándolo a tu antojo
como bailas mis días,
haciendo que al resto
se nos claven tus huellas
en lo que nos queda de ojos
después de mirarte,
y no podamos sino seguirte.

A veces sonríes,
y el mundo se abre con tu boca,
como cuando bostezas
y tiras por la borda
cualquier amago de abandonarte,
porque la paz está ahí,
entre tus dientes,
cuando me muerdes el corazón
y te lo tragas,
y yo respiro.

Me miras
noventa y nueve veces al día
como si yo fuera lo único que se interpusiera
entre la realidad y tus ojos,
me conviertes en tu filtro
y dices que a través de mí
el mundo se ve más bonito,
y son cien las veces que yo te miro de vuelta
preguntándome
qué diablos será eso que te convierte en cielo
y despeja mis tormentas,
que te hace sujetarme
cuando decido precipitarme
o dejarme la garganta
en mil silencios,
qué esconde mi boca
para que mientras me besas
solo pienses en el siguiente beso,
qué verás
en mi pelo alborotado al despertar
para que quieras acariciármelo así,
como si estuviera herido
y tú supieras exactamente
qué hacer
para salvarlo,

—preguntándome
qué diablos
tendré
para
ser
lo
único
que
ves
cuando
miras
al
mundo—.

Me masturbas el alma
a dos manos
—cómo no voy a creerme
que tus dedos
me esconden—,
me pones de espaldas
y te dejas
entera
dentro de mí
—así pasa ahora,
que te llevo a todas partes—,
te vuelves
algo así como un animal salvaje
pero tierno,
con esa lascivia
que dibuja tu boca
cuando tienes hambre,
te vuelves gigante
y me nombras,
y yo te digo
al oído
que voy a correrme contigo
hasta llegar al fin del mundo,
si es que eso existe
después de ti
—tú,
que lo único que tienes de final
es todo lo bonito
que viene después—,
y entonces
caigo rendida,
vencedora,
libre,
con el alma aun entre tus dedos,
desnuda,
palpitante,
viva,
en calma,
frágil,
repleta,
satisfecha,
completa,
sobre tu pecho,
y es entonces cuando entiendo
lo de soñar sin dormir.

Y me creo lluvia
y te duermo a besos.

Quién me iba a decir a mí
que ibas a llegar a mi corazón
entrando por la boca.

Conviertes las mil maneras
que existen de huir
en mil maneras de quedarse,
contigo.
Y dormir a tu lado
se convierte,
entonces,
en poesía.

CAMINO DE HUIDA Y VUELTA

No toques si duele, amor,
que una herida de tu mano
es como una primavera helada
y este cuerpo tirita con un solo roce.

No te quedes a verme llorar
si desconoces el polvo que inunda mis ojos,
si no sabes
que mis pupilas solo son escondites de palabras,
si lo único que quieres es borrar mis lágrimas
en vez de dejar que me seque y pueda respirar.

No te quedes a verme llorar
que no quiero mojarte
y que mueras de frío.
No te quedes a verme llorar
si no vas a besarme los ojos
y ahogarte conmigo.

No me rompas el pelo
que desde que te quiero nunca me peino,
y si ahora te marchas
tendré que volver a encontrarme en el espejo,
y yo solo quiero mirarme en tus ojos.

No vuelvas contra mí
todos los motivos que inventaste para quererme
como si fueras una suicida por amor,
que el romanticismo está hecho
para los que tienen el corazón roto.

No huyas
si no es
de ti
hacia mí
el movimiento.

No me empujes al precipicio
y me preguntes con voz rota
si te prefiero a ti o a los puentes,
no me beses si no vas a volver,
no te vayas si no vas a girarte mientras lo haces,
no te quedes
si tu vida es un camino de huida y vuelta,
no me abraces por rutina
y no dejes de hacerlo por costumbre,
no te vuelvas hielo
cuando el frío nos apriete las costuras,
no te derritas
cuando mi boca ya esté seca y no pueda sostenerte.

No me duelas
si no vas a curarte.

No me quieras,
que amor es quererse
hasta cuando no me quieres
y eso es lo único que querría que hicieras siempre

y eso es lo único que nunca te pediré que hagas.

QUIERO HACER CONTIGO TODO LO QUE LA POESÍA AÚN NO HA ESCRITO

Cualquiera diría al verte
que los catastrofistas fallaron:
no era el fin del mundo lo que venía,
eras tú.

Te veo venir por el pasillo
como quien camina dos centímetros por encima del aire
pensando que nadie le ve.
Entras en mi casa
—en mi vida—
con las cartas y el ombligo boca arriba,
con los brazos abiertos
como si esta noche
me ofrecieras barra libre de poesía en tu pecho,
con las manos tan llenas de tanto
que me haces sentir que es el mundo el que me toca
y no la chica más guapa del barrio.

Te sientas
y lo primero que haces es avisarme:
No llevo ropa interior
pero a mi piel le viste una armadura.
Te miro
y te contesto:
Me gustan tanto los hoy
como miedo me dan los mañana.

Y yo sonrío
y te beso la espalda
y te empaño los párpados
y tu escudo termina donde terminan las protecciones:
arrugado en el cubo de la basura.
Y tú sonríes
y descubres el hormigueo de mi espalda
y me dices que una vida sin valentía
es un infinito camino de vuelta,
y mi miedo se quita las bragas
y se lanza a bailar con todos los semáforos en rojo.

Beso
uno a uno
todos los segundos que te quedas en mi cama
para tener al reloj de nuestra parte;
hacemos de las despedidas
media vuelta al mundo
para que aunque tardemos
queramos volver;
entras y sales siendo cualquiera
pero por dentro eres la única;
te gusta mi libertad
y a mí me gusta sentirme libre a tu lado;
me gusta tu verdad
y a ti te gusta volverte cierta a mi lado.

Tienes el pelo más bonito del mundo
para colgarme de él hasta el invierno que viene;
gastas unos ojos que hablan mejor que tu boca
y una boca que me mira mejor que tus ojos;
guardas un despertar que alumbra las paredes
antes que la propia luz del sol;
posees una risa capaz de rescatar al país
y la mirada de los que saben soñar con los ojos abiertos.

Y de repente pasa,
sin esperarlo ha pasado.
No te has ido y ya te echo de menos,
te acabo de besar
y mi saliva se multiplica queriendo más,
cruzas la puerta
y ya me relamo los dedos para guardarte,
paseo por Madrid
y te quiero conmigo en cada esquina.

Si la palabra es acción
entonces ven a contarme el amor,
que quiero hacer contigo
todo lo que la poesía aún no ha escrito.

DOS TRISTES IDIOTAS

Mis ojos
viven despegados de todo mi cuerpo,
habitan en otro lugar que ya no existe,
se alimentan de bucles de recuerdos
que se asemejan a los rizos de tu pelo
y adivinan el pasado.

Puedes ver en ellos
dos décadas de otoños calientes.
Puedes tocarlos
y congelarte las espinas.
Puedes escucharlos
y leer un siglo de tristezas absurdas.
Puedes olerlos
y viajar en el tiempo.

Ahora están en pause:
desde que te ven olvidarme
hablan en un idioma extinto,
lloran sal
como si hubieran fracasado al traerte a mis orillas,
caminan heridos
como un animal golpeado y abandonado
en una estación de paso
sin coordenadas,
giran y giran y giran
por si en una de esas vueltas
te pierden de vista.

Mis párpados están más abiertos que nunca
y mis pupilas son dos puntos finales:
el que quisiste poner el primer día
y el que pusiste el último.

Pero mis ojos
son también dos tristes idiotas.
No se dan cuenta
de que no eres tú la que tienes que marcharte
para que ellos te dejen de ver.
Son ellos
los que tienen que dejar de mirarte
para conseguir no verte más.

Pero los cabrones cada día
de lluvia
me dicen lo mismo:
cualquier tiempo pasado fue mejor.

Y se vuelven a ir
a ese lugar
que ya no existe.

ESTRELLA FUGAZ

Hay una tristeza inherente a las cosas
que las hace bellas
y no quiero llegar a comprender nunca.

Hoy he tenido un sueño triste
y he despertado en una cama carente de nada,
en unas sábanas blancas y tristes,
y en el balcón mis plantas me miraban tristes.

He salido a la calle y era pronto.
Los domingos por la mañana
Madrid se pone más bonita que nunca:
pasearla así ha sido como ver una estrella fugaz,
y me ha parecido todo tan triste
que me he puesto la canción más triste de mi cabeza
y he deseado la soledad.

Me he acordado
de todo lo que he olvidado
y he maldecido el paso del tiempo por un momento;
después he leído que la mujer de Cortázar
tenía los ojos azules y apenados,
y el mundo me ha parecido algo más sencillo,
pero también más triste.
Los fantasmas también quieren flores,
pero la gente solo tiene miedo.

He visto a una pareja sentarse separada
en el metro
con los ojos a un centímetro de distancia,
a una niña reírse a carcajadas de una verdad,
dos manos besarse en una terraza,
una tierra abandonada a través de una ventana
y a alguien pensar en otra vida,
y me he puesto triste
al verme en todos ellos.

Después,
he vuelto a casa,
a mi refugio blanco y triste,
a mi paz en calma culpable,
al fin de cada comienzo,
y te he mirado tranquila y bella,
en el sofá y en tu universo
de estrella fugaz,
y he dejado toda la tristeza en la puerta.

MALDITA ZORRA

Estaba loca:
su tristeza no era de este mundo,
a veces estallaba a reír cuando me lloraba sus penas
y solía enredarse el pelo cuando le iba bien.

Se pintaba los labios antes de dormir:
«quiero estar guapa para mis sueños», me decía.
Luego se levantaba con el rímel corriéndose en sus ojeras,
como en mis mejores fantasías,
y me preguntaba la diferencia entre una nube y una ola.

Yo la observaba en silencio
—un silencio consciente,
pues ella era una de esas mujeres
que te hacen saberte derrotado antes de intentarlo—,
como si tratara de vencerla sin palabras,
como si esa fuera la única forma.
Ilusa.

En ocasiones
todo lo que hay más allá de alguien es superfluo
y todo lo que hay dentro de uno es redundante.
No lo sé,
le hubiera repetido un millón de veces por segundo
que era más guapa que un pájaro sobrevolando el mar
y que sabía más dulce que la caricia de un padre,
pero ella estaba loca,
loca como un silencio en medio de una escala,
y solo me besaba cuando me callaba.
Maldita zorra.

Solía decir que los peces eran gaviotas sin alas
y era imposible tocarla sin que gritara.
Yo lo disfrutaba: era un instrumento delicioso.

Cuando le decía que amaba su libertad
se desnudaba y subía las escaleras del portal sin ropa
mientras me decía que echaba de menos a su madre.

Cuando tenía miedo
se ponía el abrigo y se miraba al espejo,
entonces se reía de mí y se le pasaba.

Cuando tenía hambre
me acariciaba el pelo y me leía un libro
hasta que me quedaba dormida.
No sé qué hacía ella después,
pero cuando me levantaba ella seguía ahí
y mi pelo estaba lleno de flores.

Un día se fue diciendo algo que no entendí,
supongo que por eso empecé a escribir.
Me dijo: no me estoy yendo,
solo soy un fantasma de todo lo que nunca tendrás.
Maldita zorra. Maldita zorra loca.

Estaba loca, joder, estaba loca.
Tenía en su cabeza una locura preciosa.
¿Cómo no iba a perder la puta razón por ella?

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TIEMPOS QUE FUERON… [Mi poema]
Guillermo Enrique Fernández [Poeta sugerido]New

MI POEMA ...de medio pelo

 

Tiempos, que fueron de paz, cuando a la vida,
los dulces rayos de sol de la mañana
envían un soplo de emoción, ungida
de olores a salvia espliego y mejorana.

Aquellos que mitigaban las heridas,
tristes y cruentas, que aprisionaban mi alma
y que ahora ya en mi senectud venida
-reposo del guerrero- contemplo en calma.

Cicatrices, aunque inocuas que perduran
bajo estos arcos de mi descenso manso
que aunque yo intento ahuyentar duran y duran.

Los chopos que me acompañan en la orilla
con precaución supervisan su remanso,
evitando convertirse en pesadilla.
©donaciano bueno

Tiempos que fueron, llantos y risas,
negros tormentos, dulces mentiras,
¡ay!, ¿en dónde sus rastros dejaron,
en dónde alma mía?
(Rosalía de Castro)

Los tiempos pasados están compuestos de éxitos, fracasos, alegrías, tristezas, todo ellos son parte de la vida que con el paso del tiempo se recuerdan. Especialmente los buenos, y los malos, si es posible, a la basura.

MI POETA SUGERIDO: Guillermo Enrique Fernández

COLGANDO

Ahí está la ropa colgando.
Ahí estoy colgando con la ropa.

Esa ropa que no me viste.
(El desencadenamiento de la caja negra)

HAS VISTO BALANCEARSE LA CUERDA

Has visto balancearse la cuerda
en la puerta de tus ojos.
Has visto en los campos,
espantado, trigales con cuervos.
Gente llorando.
Caer lágrimas hacia el cielo
buscando algún consuelo.
Sin embargo,
desolación ha sido el nombre,
como una respuesta desde el vacío.
Escenas prendidas en el telón de fondo.

En el escenario de la ciudad,
los personajes gesticulan
y se reproducen como en un cine rotativo.
Las personas se retiran hacia los márgenes
de la ciudad,
y cierto brillo en los ojos de los mendigos,
nos las recuerdan.

La poesía,
la cuerda extendida sobre los mundos,
atravesando un abismo
para la persistencia del trapecista suicida
por alcanzar el horizonte
donde comenzará la nueva escritura.
(Descalzado de culpa)

MENTALISTA DESARTICULADO

a Rodrigo Lira

Un mentalista desarticulado
del cual cuelgan las palabras,
como las raídas ropas de un mendigo.
Con su Lira incendiaría toda esta ciudad.

Su balbuceo infinito,
un segmentado rayo de sol
empujado por Van Gogh.

Se acerca e intenta acercar,
sin cercar al otro.
Al otro dormido en los sueños profundos del Leteo.
Al otro que traga el sudor de la vida,
sin quejas.
Al otro que juega sin mirar la hora de los finales.

Al otro que sale a buscarte
en el rojo mar que te rodea.

(Silencio a dos gritos)
de Estado decepción

EN EL LUGAR

En el lugar,
una digresión palpitante
encubre el anhelo
(siempre es de campos floridos).

Atorado se pierde en la fijación,
pero carente de destino.
Una palabra sin aliento
lapida todo vuelo.
Un temblor de esferas
son la mirada.

La ironía se tuerce
como bumerang de suicida.

HOY ME DERRUMBÉ

Hoy me derrumbé.
Sonó: ¡plaf!
Tiré golpes desde el suelo,
en el fondo se veía el cielo.

DIÓGENES SILBA EN EL CALLEJÓN

Los perros ladran.
Diógenes se acerca,
el callejón se ilumina.
Se ilumina en su pobreza de extra-muro
desde el lado de este loco a mitad del día.

Nuestros deseos ya están dispuestos
en el paredón.
Él los contempla con el brillo
en el ojo de mendigo.
El ojo de mendigo
que es un ojo de buey,
del anfitrión que espera
sin contar las horas.

En la puerta de la iglesia
orina su última cerveza
y se retira con un soplo de nostalgia
que cierra mi ventana.
Entonces, caigo en la cuenta de Teillier:
Un desconocido silba en el bosque.
de Camino de la bala

FRENTE A UDS.

Ahora frente a Uds. y en la ausencia de mí mismo
establezco la falta de sentido.
La nulidad absoluta del cielo
y el hoyo eterno en la pared.
Frente a Uds. y sin remedio
reafirmo que vivir
es estar mucho tiempo enfermo,
más bien agónico
tuberculoso del alma.

Estimada res pública,
más cercana al ganado que a la cosa
quiero demostrar de una vez por todas
que sus cabezas ya rodaron hacia el mercado,
a pesar de la ira de Dios
y que las cosas están a bajo precio,
sólo por hoy.

Estimada audiencia
quiero instarles a caminar descalzos
por el filo del alambre
y sangrarles los pies,
para que sepan que el dolor no tiene límite
ni fundamento,
es un giro inesperado de la cabeza
hacia el vacío.

Algo llama, ¡llame ya!
Llamee su propio incendio
y luego apáguelo
con sus orines
y sus lágrimas de ángel caído.

Estimados oyentes no he venido hasta aquí
para convertirme en el hazmerreír
de una tropa de idiotas,
sino para expiar un algo de vida
que cuelga de la hoja más frágil
a punto de caer en este otoño.
Quiero también señalarles
que no existe la gran obra,
sólo existe el pestilente
flatus vocis del espíritu,
la atrofia mayúscula de la humanidad
sobre la cual caerá el telón
y la función no se repetirá mañana.

GATILLO

Se me atascó el dedo en el gatillo.
Ha comenzado a hincharse
como un globo,
ha comenzado a elevarme.

Los suicidas también van al cielo.

POEMA PUNK

Acerado sentimiento
el de su cresta punk.

Se hizo verificar en el vomito de infancia
con el que su ser es un pogo de dispepsia
de flatulencia interminable
en alarido.

Quiere quebrar su espalda remota
para invalidar el sustento
de la puerquería
capitalista y fascista
en que erigida fue su educación.

Muerte a la madre de CEMA Chile,
al tufillo venenoso del cura de su pueblo
y al Orden y Patria
del palo metido en el culo.

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YO TAMBIÉN TE QUIERO II [Mi poema]
Fernando de las Heras [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

¡Oh señor! que a tu imagen me creaste,
que en la cuna gocé de tu presencia,
no permitas que abuse de tu ausencia
y en aguas procelosas me devaste.

Que de niño cuidaste mi inocencia
de joven evitando despeñara
logrando que un futuro me labrara
trocando sinrazón por la consciencia.

Señor, tú el que hiciste el universo,
distinto, variopinto y tan diverso
de paso diseñando mi camino.

De nuevo a ti recurro, ser divino,
desveles yo te pido en este verso
si el futuro que espera será adverso.

Si fuera paticorto mi destino
piedad, aquí te implora este converso
haz que muela algo más este molino.
©donaciano bueno

Segundo de los poemas dedicados al mismo tema bajo el título de "Yo también a ti te quiero"

MI POETA SUGERIDO: Fernando de las Heras

LA LEY DEL CIELO

Mis antepasados inventaron la vía láctea.

Juan Carlos Mestre

Contempla el cielo como quien lee un libro antiguo.
Como quien repite la fábula nocturna
de la que está hecho el mundo.
Ver muy lejos en él es mirar hacia atrás,
retroceder en el tiempo. Observarnos
tal como éramos.

Hay palabras que se forman en la oscuridad
para hacer ilimitado el cielo
en cada uno de nosotros. Un ceremonial
que se resiste a olvidar su germinación
bajo tanta luz invadiendo a deshora.
Y ahí están las elegantes señales del pasado,
el vasto territorio como un cráneo vacío,
la humilde narración de los hechos.
La imposibilidad del cielo como lo único posible,
sin que nada nos divida aún.

Y así decimos, ya llegan las estrellas,
bajo el secreto del largo camino
que nos trajo hasta aquí
mientras se precipita sobre nosotros
como si la lluvia nos sorprendiese
hablando en la calle.

EL DON DE HABITAR

Si el espacio es infinito
estamos en cualquier punto del espacio.
J.L. Borges

Las estrellas se alejan de nosotros. No cabe duda.
Los astrofísicos dedicaron la fuerza de mil hombres
a constatar que el universo
se quiebra como una botella vacía.
Que su violencia es elemental,
armoniosa. Ineludible.
De este modo, formulo
que existe un don difícil de comprender
cuando busca el pájaro ocupar
su término exacto
entre la tierra y aquella distancia inasible,
cuando el hombre establece, sin drama alguno,
su demérita medida. Un don
al margen del designio de cálculos y dioses
aún por llegar.
Mientras, nos vamos deshaciendo
en esta dulce incertidumbre de avanzar en la nada.
Frágiles, sin importancia alguna.
El viaje será largo.
Tenemos el único propósito
de aprender a ser mortales.

De Hablar en sueños

NO ESTABA ESCRITO

Me basta con saber que en este mismo lugar
nuestros antepasados redoblaron la ternura
como quien añade pan a la mesa.
Que sellaron la felicidad sobre un abrazo
en el que edificaron
con otro abrazo la casa,
y bendijeron
la misión de las lombrices
fortaleciendo el futuro de los recién nacidos,
la fertilidad de los sueños más ágiles.
Aunque pronto los cimientos del día
doblaron sus espaldas
hasta besar la tierra que otros
habrían de pisar.

Nada de lo sucedido estaba escrito,
pero convéncete, estas y otras cosas
estaban dispuestas a salvarnos.

Por eso desde entonces
no necesitamos morirnos todos juntos
para comenzar de nuevo.

LOS DESCENDIENTES

El futuro ha heredado los mejores hijos de la imaginación
y anuncia una fecundación en masa
sobre los pueblos que honran el puñado
de nuevos átomos
que traen como perro fiel en la boca.

Sin descanso, él mismo
tiñe de imágenes las aguas
que descienden
y mojan por igual
los bajos del pantalón, las manos
con las que después se acarician los ojos
y fertilizan sus profecías.

Ay, queridos amigos, el futuro
es una civilización extinguida
que sin embargo habla de memoria
y tose señales de humo
que solo los animales
como antes de la tormenta
logran traducir.

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ESCRIBE PORQUE SI [Mi poema]
Felipe Granados [Poeta sugerido]New

MI POEMA de medio pelo

Escribe porque si, porque le gusta
hacerle trabajar a su cerebro,
zurrando y provocando con su fusta
hablando de cualquiera causa injusta
lanzándole al futuro algún requiebro.

No piensa en destacar, las pretensiones
no alcanzan más allá de su tintero,
él es aquí el lector, el que más quiero,
cargado va de buenas intenciones
no debo pues ponerle ningún pero.

Resulta que cada uno ve las cosas
de acuerdo a ese cristal con que se mira*,
si acaso ve que a veces va y delira
habrá de colegir que ya es añosa
y debe de enviarle a alguna pira.

Que escribe porque si, pues le apetece
y nadie ha de venirle a dar lecciones.
Lo suyo es disfrutar sin dilacciones
y al resto que le den lo que merece.
Cada uno es cada cual: sus aficiones.
©donaciano bueno

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En este mundo traidor
nada es verdad ni es mentira,
todo es según el color
del cristal con que se mira
Campoamor

MI POETA SUGERIDO:  Felipe Granados

Kind of Blue
Miles Davis

Estas palabras se escriben sin afecto. Deberían ser más fuertes pero también más tristes. Estas palabras están llenas de erratas, se rompen por el lado más largo de la página. No sirven para adormecer a ningún niño, no sirven para hacer caer algún amante joven.
Estas palabras van huérfanas de dios porque fueron escritas para nadie.
Pero las digo con los puños y los dientes apretados.

I’m still in love

Te quise
Cuando borracho de dolor y vino
Te buscaba en el fondo de mi vaso
Te quise
Después
Cuando aprendí a ponerme de pie
Y construí cosas
Para que caminaras
Con la frente en alto
A mi lado
Y hoy
te quiero más
Como el salvaje idiota
Que adora al dios de piedra
Por el que está
A punto
De ser
Sacrificado.

Cansado de lidiar

Con todos esos rostros
Que no sos
Regreso a casa
Pongo música triste
(Nina, siempre, Nina)
me gasto unos papeles
para escribirte todo,
me fumo unos cigarros que compre para vos
y vuelvo a ser
el hombre
que detesto.

La vida de las cosas dixit
No tengo ganas de verte
Ni siquiera de tocar tu cuerpo con ninguna de mis partes

No tengo ganas de verte
Me conformo con sentarme
En la silla que acabas de ocupar
Sentir el calorcito
Que acaba de dejar
Tu cuerpo
En ese
Otro objeto
Muerto
Como yo

No te daré

Una casa grande
Porque no la tengo.
No te daré tu sueño
De princesa dorada
Con perros y lugar
Para las flores
Más raras del reino
Ni siquiera te ofrezco
Ese brillo triste y cansino
De la mirada amorosa de
Tu padre
Ni el brazo tierno de tu abuela,
Ni la lagrima robada al miedo de tu hermano.
No tengo la fe genuina del dios de tu madre
Así que esto tampoco te lo ofrezco.
Te doy eso si, Este miedo obsceno
De la noche
La vital caricia que es mi mano en ti

Y este cuerpo
Que es polvo
Fue polvo
Y será
Nada

Pretty Hate Machine
Nine Inch Nails

a Charles Bukowski

I.
Los vecinos
lo observan con cuidado
el ruido de su máquina
les molesta.

Es un vago -dicen-
y vuelven a sus vidas
confortables.

Ayer, por ejemplo,
mientras el empleado de la compañía eléctrica
lo dejaba sin luz,
con una sonrisa los vecinos
murmuraban acerca de su vida,
de todas las cosas que debería hacer.

Miraban su jardín,
potencial amazonas,
miraba su cara de resaca y con baraba
y se marchaban orgullosos
de no tener la vida que le toca.

Es curioso.
Algunas veces
él piensa lo mismo.
Algunas veces
cree que tienen razón.

Pero se emborracha y se le pasa.

II.
Los vecinos
han vuelto a recordarle
que baje el volumen
de la radio
que no pueden dormir,
que ellos trabajan,
que no soportan
el ruido de su máquina cuando escribe.

No puede pedirles que se callen.
No puede pedirles que no trabajen.

Les pide entonces
que se larguen
de una vez por todas
a la mierda,
con gran escándalo de la señora
que lo deja reptar
en esa casa.

Esa casa que padece tantos vecinos.

La máquina sigue sonando como una certera
metrallet

y es una hermosa máquina de odio.

One bourbon, one scotch, one beer

Te lloré borracho
como se debe llorar
para que sea genuino.

Te lloré borracho.

Recorrí la ciudad
con ganas enormes
de no llevar mi nombre
sólo para que no me tocara
esta tristeza.

Te lloré
caído en los caños
como un li-po cualquiera
supe entonces
que a veces la luna
se ve mejor desde la alcantarilla.

Te lloré
en un auto de la policía:
es la primera vez
que encierran a un fulano
por el delito menor de la nostalgia.

Te lloré borracho
y en mi delirium tremens
yo creía
que todos los borrachos
te lloraban.

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ANDO BUSCANDO – 50 PALABRAS [Mi poema]
Violeta Luna [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Ando buscando

Buscando voy esencias en mi mente,
hurgando en mi poema preferido,
al grano separando el preferente,
la paja desechándola al olvido.

Nunca acierto, pues voy humildemente
juntando y rejuntando las palabras,
una a una detrás, luego de frente,
y dejando al final si son macabras.

Es muy fácil. Poeta, ten presente
¡qué desastre si vas con disimulo,
lector puede pensar eso es un bulo!

No des pábulo crean los señores,
queridos, cortejados y censores
que eres viudo de letras, indigente.

50 palabras
(propina)

Según mi opinión, aquí no hay precedentes,
cincuenta son las palabras suficientes
para de éxito escribir un buen poema.
Piensa en algo que te guste, elige tema,
escoge palabras, coge un recipiente,
mézclalo todo y agítalo insistente
hasta lograr que aparezca allí la crema:
un buen texto que resulte consistente.
©donaciano bueno

Cuenta todas las palabras y verás
cincuenta tiene, ni una menos ni una más.

MI POETA SUGERIDO: Violeta Luna

CADA UNO

Cada uno construye su casa como quiere.
La pone sobre el aire,
la siembra en la cintura de la luna
o encima de las olas.

Cada uno
la pinta de manera diferente,
la baña con el cielo
y el oro verdidulce de la tarde.
La llena de jilgueros,
de música y hortensias.
Encima del verano la edifica.
Le pone una ventana al horizonte,
una terraza al mar
y un pájaro de bronce en el tejado.

Cada uno
la salva de la furia del invierno,
le pone verjas altas,
faroles importados de Neptuno,
estufas de Chicago
y espejos fabricados en Arabia.
Cada uno la mide y la corrige.
En forma vertical la va agrandando.
Le pone un tiembre eléctrico
y un número de plata.

La cuida del mendigo que la ensucia,
del niño que le roba una gardenia,
del pobre que la mira.

Cada uno acomoda su casa a su manera,
presume y aparenta,
construye su existencia tontamente
con trapos, pergaminos y billetes,
con vigas antisísmicas
coñac y pararrayos.

Qué lástima pero ninguno
construye a su medida su refugio
con sólo la verdad de cada día
y el sol bien compartido.
Qué lástima que nadie se haga casas
a prueba de mentiras, olvido y desamor.

Yo quiero hacer mi casa a mi manera
sin puertas ni cortinas.
La quiero dulce y tibia
en medio del camino de tus brazos.

SI SUPIERAS

Si supieras,
si sólo una milésima,
si sólo un pedacito,
un lado de mí misma conocieras
sabrías que estoy hecha de ciruelas,
de almendras y duraznos.
Sabrías que por dentro soy de azúcar,
que sólo un dedo tuyo
y un término rosado es suficiente
para que pierda mi alma el equilibrio.
Una mirada sola, clarísima y brillante,
un simple yo te quiero
podrían encender mi vieja lámpara
y hacer que tras la tarde
se moje de pasión alguna orquídea.
Si supieras
que sólo soy de vientos primitivos,
de aquellos que hacen fuego
y avivan las fogatas campesinas.
Si sólo una milésima,
un lado de mí misma conocieras
sabrías que estoy hecha de aceitunas,
de abejas y geranios,
sabrías que la noche es mi cuaderno
con un redondo verso que es la luna.
Sabrías que por dentro tengo cítaras,
que sólo una caricia
podría convertirme en oleaje,
en lluvia de amapolas y campanas.
Si supieras
que estoy de ti tan llena
que sólo bastaría que te acerques
para nacer de nuevo.
No sabes que soy frágil,
que sólo soy de piel ansiosa y húmeda
que sólo soy mujer,
así sencillamente,
sin rótulos ni farsas, tan sólo soy así:
aquella que te espera contra todo.

POR CULPA DE LOS NÚMEROS

Por culpa de los números
estuve siempre mal en todo cálculo.
Por no poder usar los logaritmos
la cuenta de mi vida se fue al suelo.
Jamás hallé mi siete
ni pude poner cifras a mis letras.
No supe el porcentaje de mis fraudes.
Tal vez por eso mismo
no tuve nada exacto.
Por no poder restar decimales
me fui llenando de humo,
de vientos y palomas
y nunca pude ser un tres resuelto.
Se me quedó en la nada
mi signo con tu máxima potencia.
Y siempre me rebotan
las gélidas fracciones del olvido.
Por culpa de los números
no me entendieron nunca.
Por culpa de esas plagas
jamás hallé la ruta de la lógica,
jamás un mar tranquilo,
jamás un tiempo eterno.

Por no poder hacer raíz cuadrada
no tuve un edificio de esmeraldas
ni alfombras voladoras.
Me fui quedando pobre,
sin amuletos propios
ni talismanes mágicos.
Por olvidar el álgebra
no pude ser brillante
y apenas me quedaron las gaviotas
y un cráneo lluvioso
en donde hace columpio el arcoiris.
Por culpa de los números
se me cayó la casa de la suerte
y hasta el amor más firme
se fue por la tangente.

LA HIERBA

Cuántas cosas que pude haberlas dicho
y no las dije.
Cuántas horas que pude disfrutarlas
y no fueron.
Cuántas letras que se quedaron sueltas
sin remedio.
Cuánta vida que pudo ser raíz
y es hoy astilla.

Por conservar las normas de algún juego,
por no poder salirme de las reglas
no pude ser gaviota
ni marinera espuma.
Y apenas me quedé como la hierba:
tenaz y humedecida.

AGUJEROS DE LA AUSENCIA

Quizás lo más absurdo
es perderse en una mismo.

A veces me pregunto
qué pudo haber pasado con mi vida
y cuando me perdí
en estos agujeros de la ausencia.

EL INGREDIENTE

No puedo precisar
el día en que llegaste a encantarme
hasta sentir el fuego
en todo el esplendor de los sabores.

Ninguna sensación ha sido múltiple
como esta de morderte
y ver salir el sol por la garganta.

MI CORAZÓN DETRÁS DE TI

Está mi corazón desde hace tiempo
rayado por tu espuela placentera.
Y va mi corazón calladamente
debajo de tu espuela desangrándose.
¡Y quién iba a creerlo!
que yo tuviera adentro un suave fruto
que sangra por el peso de una espuela.
Y dice el diccionario que una espuela
es una espiga larga y acerada
que sirve para hincar a los caballos.
Ahora sí comprendo
por qué mi corazón se ha desbocado.

AFUERA DE LA TRAMPA

Dejadme por favor vivir mi vida,
amándola,
mordiéndola,
quitándole el veneno,
limpiándola.
Dejadme que me salve o me condene,
dejadme que vomite,
que sangre,
que sonría,
que cante por el fin de tanta guerra,
que llore por la guerra de los fines.
Dejadme que en silencio
escriba en vuestra culpa una sentencia,
que borre la sentencia de la culpa.
Dejadme que me hunda,
que gima,
que flote en lo intermedio,
que sueñe,
que pueda en una esquina
pisar un alacrán inofensivo.
Dejadme cuantas veces
firmar cada recado sin mi nombre,
dejad que me equivoque,
Dejadme cuantas veces
firmar cada recado sin mi nombre,
dejad que me equivoque,
que llame con maldad al bueno malo.
dejadme simplemente
que cuente por decenas,
qué coma con la izquierda,
que te ame sin remedio.
Dejadme por favor vivir mi vida,
que escape,
que reniegue,
que grite por las lluvias que se enlodan,
que ría por el lodo que se enlluvia.
dejad, pero dejad
afuera de la trampa mi cabeza.

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