A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

LOS MALOS HUMOS [Mi poema]
Cristino Gómez [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Pues no soporto aquel, vacía está su testa.
Si puedo yo prefiero y evito que alguien fume
no acierto aquí a entender por qué de humos presume.
así sea el mal humo, que a mi no me molesta.

Según mi parecer su mente se halla infesta
o acaso su mollera rellena está de un grumo,
y así que alguien me tilde de carca, yo lo asumo,
mas sepan que el mal humo, a mi no me molesta.

¡Y aun pueden disfrutar, con lo que el humo apesta!
decidme la razón, ¿qué hay dentro en su cabeza?
si no sirve de nada advertirles con crudeza(*),
mas sepan que el mal humo, a mi no me molesta.

Por eso a la ciudad prefiero la floresta
que mucho más disfruto inhalando ese perfume,
relax, tranquilidad, sin nada que me abrume,
mas sepan que el mal humo, a mi no me molesta.
©donaciano bueno

(*) Las cajetillas de tabaco españolas llevan inscrito en su cubierta el lema "fumar mata", "fumar puede matar" o "fumar daña gravemente la salud y la de vuestro entorno" Analfabetos!

MI POETA SUGERIDO: Cristino Gómez

Si te quedas en casa

Si te quedas en casa,
volverán a nacer
las canciones de ayer.

Si te quedas en casa,
las mañanas de sueño
vencerán el empeño.

Tensarás con tu ceño
la mirada al saber
cada miedo que pasa.

Si te quedas en casa,
zurciré los dispersos
para armar universos.

Si te quedas en casa,
uniremos las palmas
y seremos dos almas.

Miles males ensalmas,
forjadora de versos,
si te quedas en casa.

Volveré a la carretera

Ruiseñores oradores
del naranjo perfumado
como el trillo de las flores
de continuo visitado;

más allá del Juan Primero,
mi lomita de subir
con la yagua, y el higüero
donde abuelo iba a dormir;

y luciérnagas y grillos
y lechuzas y atabal
y sudados los bombillos,
pero aluzan, al final;

chocolate de las manos
que los dioses eligieron,
si en el fuego, si en los llanos,
yo no sé cómo lo hicieron.

En el cerro la bandera
que catorce colocaron
con semillas de una fiera
libertad que conquistaron;

más acá dormido el río;
más allá, de su cabeza
quedan la calvicie, el frío
y un chorrito de tristeza,

cabañuelas calibradas,
primaveras de habichuela,
veraniegas limonadas
y el café cuando se cuela.

Volveré con los muchachos
a entonar el canto aquel
de las jaibas y los jachos.
Voy a broncear mi piel.

Volveré a la carretera,
andaré por los bohíos
y refutaré la espera
y despertaré rocíos.

Volveré buscando el agua
de mi hamaca de copey.
Lograré bajar en yagua
de una palma de catey.

Engalanaré los cerros
y rescataré espinazos,
desempolvaré los fierros
y reforzaré los brazos.

Volveré a sonar la rima
solitaria de un juglar
y divisaré en la cima
luminoso el despertar.

Volveré a tocar tu puerta
y seremos más hermanos.
¡Vamos a regar la huerta,
vamos a juntar las manos!

Suerte

Osarán llamar la suerte
al tardío encuentro de mis párpados
saciados de historias y mañanas,
colmados de abrazante poesía.

El extraño nidal

Inclinado el camino, trazada la ruta,
se convierten los cielos en móviles rocas
dirigiendo a mi frente quizás una fruta.
Descansó la materia, lamentan las ocas.

Con las manos pintadas de acaso las flores,
de la esencia melada rechazo la huida.
No el desprecio, el quizás ni los falsos temores;
padecer es tener que ganarse la vida.

Abrazando otra rama avizoro la mía
cual pichón que repara el extraño nidal.
Ignorado el destino, esquivada la vía,
he perdido el camino y hallado el final.

Postrera salve

Tendido al suelo, me saluda el llanto,
pulverizado sobre el campo inerte,
vencido, hastiado, confundido en tanto
estoy a punto de abrazar la muerte.

Esculpe un guiño, ofrece ya la mano,
recita, canta, me comenta el cielo,
aspira arvenses con el fruto vano,
pronuncia el bosque, compadece el suelo.

Me está venciendo la promesa aquella,
aislado el cerro que sabrá cenizas,
cartones, pinos, la profunda mella
del manso fierro, piedras movedizas.

Tarareando mi postrera salve,
su coro gris despertará la calma.
Si habrá latido que mi pecho salve
discute el viento, paseando un alma.

La mirada consumida

Ya no queda un tema en las mudeces
hechas de esperanzas por caer.
He perdido todo tantas veces
que he perdido el miedo de perder.

Me acorrala un ceño amenazante,
pienso en la amargura del dolor;
hiere el corazón que palpitante
desconoce el fierro y su furor.

Supe de mi vida que era vida
cuando sin saber me convidó
el que la inventó como salida
a la tempestad que delegó.

Tengo la mirada consumida,
llevo cabizbaja la sonrisa.
¡Quién me convenciera de la huida!
¡Quién de regresar a toda prisa!

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A JUAN RAMÓN JIMÉNEZ [Mi poema]
Manolo García [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

A ese que escribió Platero, y en su nombre, Juan Ramón,
dedicar mis versos quiero para hacer que el mundo entero
disfrute con el salero del burrito remolón,
pequeño, peludo, blando, deshuesado y pinturero.

Platero, mas que burrito de peluche y de algodón,
se ha colado de rondón en el fiel del alma humana
plasmada con filigrana del inocente trotón,
pletórico de alegría del que la bondad emana.

Y el yo, que con tanta destreza y habilidad relata
su luna de acero y plata, que ha llegado al corazón,
remozando la emoción del crisol que lo aquilata.

Allí en donde hasta la muerte va exudando poesía
va primando la armonía y ausente está la razón,
es ternura, es emoción que orquesta una melodía.
©donaciano bueno

Juan Ramón Jiménez, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1956, por el conjunto de su obra, designándose como trabajo destacado de la misma, la narración lírica Platero y yo.

MI POETA SUGERIDO: Manolo García

De Arena en los bolsillos

Por si el tiempo me arrastra
a playas desiertas,
hoy cierro yo el libro
de las horas muertas.
Hago pájaros de barro.
Hago pájaros de barro y los echo a volar.
Por si el tiempo me arrastra
a playas desiertas,
hoy rechazo la bajeza
del abandono y la pena.
Ni una página en blanco más.
Siento el asombro de un transeúnte solitario.
En los mapas me pierdo.
Por sus hojas navego.
Ahora sopla el viento,
cuando el mar quedó lejos hace tiempo.
Ya no subo la cuesta
que me lleva a tu casa.
Ya no duerme mi perro junto a tu candela.
En los vértices del tiempo anidan los sentimientos.
Hoy son pájaros de barro que quieren volar.
En los valles me pierdo,
en las carreteras duermo.
Ahora sopla el viento.
Cuando el mar quedó lejos hace tiempo.
Cuando no tengo barca, remos ni guitarra.
Cuando ya no canta el ruiseñor de la mañana.
Ahora sopla el viento.
Cuando el mar quedó lejos hace tiempo.
En los valles me pierdo,
en las carreteras duermo.

No estés triste

Prueba a ser una nube, a flotar, alcotán sobre praderas.
Prueba a surcar ríos, a luchar por ellos,
A sentirte arcilla y caña de ribera.
Laurel en gota que espejea
Y errar cometa vegetal sin hilos
Prueba a surcar ríos aunque el agua solo llegue a tus rodillas
O te cubra y esté fría.

Verás que hay más
Que la corona de espinas bajo la que te resguardas,
Verás que hay más,
Verás que el mundo gira más.

Por eso no estés triste, amor.
Por eso no estés triste
Por eso no estés triste amor,
Que no estés triste.

Antes que la tristeza sea de suela de zapato
Humildad y camino
O letra de abecedario,
Ser látigo y restallar a la modorra los sentimientos,
Ladera para que resbalen las penas.

Por eso no estés triste, amor.
Por eso no estés triste
Por eso no estés triste amor,
Que no estés triste.

Prueba a ser arlequín,
Regalar inasible tu entereza.
Prueba a surcar ríos, a luchar por ellos,
Sentir que reverdeces, que creces en la entrega.
Tropel, caudal de mieles turbias,
Barquito liberado a la corriente.
Prueba a surcar ríos aunque sean ramblas de cantos
Si consigues alejarte de ti misma.

Verás que hay más
Que son rosarios de lamentos bajo los que te marchitas,
Verás que hay más
Verás que el mundo gira más.

Por eso no estés triste, amor.
Por eso no estés triste
Por eso no estés triste amor,
Que no estés triste.

De nunca el tiempo es perdido

Una encina, un sol que es un espejo. Un viñedo, el sabor de unas piedras con sal.
El musgo del espíritu dormido, blanquearlo con cal. Una siesta y el olvido.
Clavellinas, enero y su reflejo. El viento de la vida, Carmencita bajo aquel cerezo.
Nardos y una copilla de orujo. El olvido, dibujado con tinta en tu ombligo.
El olvido, sesteando a la brisa de un pino.

El tambor del trueno en la tormenta.
No hayan caminos donde deban haber selvas.
Vida silvestre que deslumbra en los barrancos.
Jarabes de rosas de aromáticas lenguas.

Clavellinas febrero y sus promesas.
El cortejo de las fieras,
verdes mariposas como hojas de enrededadera.
Solos, ante campos dormidos.
Fuimos, somos y el olvido.

Pájaros de barro

Por si el tiempo me arrastra
a playas desiertas,
hoy cierro yo el libro
de las horas muertas;
hago pájaros de barro…
hago pájaros de barro y los echo a volar.

Por si el tiempo me arrastra
a playas desiertas,
hoy rechazo la bajeza
del abandono y la pena.
Ni una página en blanco más.
Siento el asombro de un transeúnte solitario.

En los mapas me pierdo,
por sus hojas navego.
Ahora sopla el viento,
cuando el mar quedó lejos hace tiempo.

Ya no subo la cuesta
que me lleva a tu casa,
ya no duerme mi perro junto a tu candela.
En los vértices del tiempo
anidan los sentimientos.
Hoy son pájaros de barro que quieren volar.

En los valles me pierdo,
en las carreteras duermo.
Ahora sopla el viento,
cuando el mar quedó lejos hace tiempo,
cuando no tengo barca, remos, ni guitarra,
cuando ya no canta el ruiseñor de la mañana.

Ahora sopla el viento,
cuando el mar quedó lejos hace tiempo.
En los valles me pierdo,
en las carreteras duermo.

Vestido de Hombre Rana

Vestido de hombre rana, un domingo te vendré a buscar
como van todos los novios a sus novias a buscar,
y una vez a la semana por tu ausencia me pondré a llorar,
inundando mi escafandra con lágrimas de verdad.
Bailaremos agarrados con la música de un grupo compresor,
y con aire comprimido brindaremos por la dicha del amor.
Vestido de hombre rana, mis poemas te recitaré,
arrancando de tus ojos lágrimas de agua de mar,
y una vez a la semana a la iglesia acudiré,
a rezar por tu cintura a algún santo de verdad.
Convertidos en paganos subiremos a algún monte a meditar,
a adorar becerros de oro y quemar barras de incienso en un altar.
Comeremos las raíces de las plantas que más nos hagan soñar;
para interpretar el mundo, suponiendo que haya algo que interpretar.
Bailaremos agarrados con la novedad de un paso singular,
y con aire comprimido brindaremos por la dicha del amor.

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TE PERSIGO [Mi poema]
Julio José Leite [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

A cualquiera que me lea aquí le digo
que agradezco a quien conmigo pedalea,
mas no crea por leerme ya es mi amigo
aunque mi única ilusión es que me lea.

Que estos versos que en el aire ahora escribo
son el trigo que difundo en sementera,
voy trillándole en las eras y que exhibo
deseando que mi mies guste a cualquiera.

Que las noches son más largas si el olvido
no hace ruido y que se esfuma en el aliento,
como un cuento es que argumento se ha perdido
o vacío se ha quedado el fundamento.

Mas si veo tu atención no la consigo
te propongo te detengas un momento
a gozar de mis poemas hoy conmigo.
Y aun así si no lo logro o crees miento
¡te persigo, te persigo y te persigo!
©donaciano bueno

#Qué sería de los escritores si nadie les leyera? Share on X

¿Qué sería de los que bien o mal escribimos sin la esperanza de que alguien nos leyera?

MI POETA SUGERIDO: Julio José Leite

Preguntita

Y si dios
fuera una trucha
enorme y saltarina,
una arco iris
con un cielo al fondo
y todo el viento?

Y si mi padre Vital
me esperara
sin sangre en la boca
en la otra orilla de la vida?

Queseyó

Con su noche de pelos
sobre el lomo,
con su tierra
juguetona de pezuñas
y su constelación canina
brillándome a la vera
inventando humo de amor
–aliento amigo–,
Queseyó camina…
Estoy solo y mi sombra
se llama perro.

Premio

Tres búhos
palmean la ira
que tengo por espalda.
Estoy construyendo
con mi húmero
un puñal filoso y pálido
para matarlos.

Manifiesto

No creo en los grandes
hacendados de la poesía,
en los latifundistas de la tinta.
Creo
en el ovejero de las letras,
que con los perros rigurosos
de las situaciones cotidianas
van trashumantes
con su piño de ideas
afrontando cuero al cielo
la palabra
para darnos abrigo.
Ellos son los que saben
que no es cuestión
de esperar la esperanza,
sino de ganarla.
Los arquitectos de la literatura
que sigan con sus escuadras,
compases y balanzas.
Nosotros,
–peones constantes–
a fuerza de imagen
construiremos
la justa casa del hombre.

El viento un corcel

galopando mi nada
infancia rota.

POEMA A TODAS LAS MUJERES QUE AUN ME SUSTENTAN
ESTO DE SER UNA JIRAFA

Cuando Niño
Lo femenino era mi madre,
Las ovejas, la luna
Y las yeguas.

Cuando joven, yo y mi timidez,
Algunas amigas difíciles
Por ser de pueblo “chico”
No por “santas”…
Yo y mi puta timidez…

Cada polvo
Tiene lugar oscuro
Nombres y apellidos
Que no digo como escarcha,
Como casa prestada con acuario
y vecinas chismosas y carentes de mis peces.

Quince años de iglesias falsas,
Piedra Buena, un burdel,
Más tarde sobre el gris
Y el frío de mis playas
En Río Grande….
Luego el amor,
Después el amor,
Siempre,
El amor.

Hoy las amo a todas en silencio
Y las extraño
Y las sueño…
Voy a morir prontito,
Solo como poeta
Voy a morir prontito
Entre sus piernas.

Traigo una camisa blanca,
Un pantalón azul,
Un aro que cambio
Como viento piedra
En la oreja izquierda
Soy
Tan simple y complicado
Como el abrazo que les di
Con mis ojos y mi lengua
De ganas de hijos que hoy,
Me pesan y sustentan.

Ah mis mujeres poesía
Pocas, muchas, pero buenas,
Gracias por esta tristeza
Que me cuelga
Cuando regreso a sus pieles
Hoy, ausencia.

Mañana cuando viaje al comienzo
Me iré amándolas
Como a barquitos
Que siempre navegan
Por el mar de mi saliva ginebra.

Les agradezco,
Todo el olvido y el odioamor, todo,
Me lo merezco…

Por suerte tengo el corazón
Más grande que una jirafa,
Pesa siete kilos
Y no alcanza
Para dejar estirado
mi largo cuello
Hacia el alimento verde
De la palabra que cuelga,
que huelga en esta isla.
Soy una jirafa ramoneando encorvado,
hojitas de lenga

MATEMÁTICA DE LAS MANZANAS

A Repetto, Linscken y Fesquet
Y a algunas tristes profesoras de mi secundaria

Una manzana
puesta en la mesa
vale para cinco
diez o los que sean.
Una manzana
mordisqueada
a hurtadillas
tiene sabor a vergüenza.
Uno por diez
es igual a veinte,
uno por uno
igual a nada.
Anto,
nunca me gustaron
las manzanas,
mas la tuya,
esa,
la repartida,
tenía y tiene
el dulce sabor
de la revolución.
Eso es la vida,
así lo creo
y que así sea…
Si no es así,
dividan mis ojos,
mis dedos,
mis neuronas,
todas mis vísceras
y los pocos cielos
que me quedan,
estaqueen mi piel
sobre el techo
de una fábrica
o empálenme en Ushuaia
sobre la casa de gobierno,
si eso no basta
atrapen cuatro guanacos,
monten en ellos
alimañas de traje
o uniforme,
y a lo Condorcanqui
desguácenme
hacia los cuatro extremos
y déjenme tirado
sobre la mesa
de la tierra helada
como una manzana…

que de cada pedazo
saldrán semillas
calladas,
inquietas,
de ojos vivaces,
semillas
–niñas y claras–
como tu porfía,
Anto
de cambiar esta matemática.

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ANIMALES IRRACIONALES [Mi poema]
Sara Vanegas Coveña [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Soñaba que se hallaba en un jardín
tan bello que al pasar todas las flores,
alegres, se adornaban de colores
y un paje les tocaba al violín
el canto del amor de los amores.

Recreaba su vista en el paisaje
disfrutando de aquella fantasía,
en que el agua al correr se sonreía
cual quisiera decir hola y buen viaje,
caballero, que tenga usté un buen día.

Mas todo se esfumó en un sobresalto
al ver la realidad que acontecía,
las flores no eran flores, que allí ardía
a tiros la bondad sobre el asfalto
causando sin piedad una sangría.

Aquello era una selva o parecía
y a sus anchas vagaban talibanes,
esas hienas vestidas de gañanes,
que imponiendo su enseña, la sharía,
aplicaban la ley de los Imanes.

Él quiso retornar de nuevo al sueño
mas siempre la verdad se lo impedía,
lloraba al contemplar si esa jauría
habría de triunfar en el empeño,
confiando en que eso nunca ocurriría.
©donaciano bueno

Son seres humanos los #talibanes? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Sara Vanegas Coveña

LORQUIANA

refrescas tu rostro con agua de yerba buena
te enjuagas las manos con zumo de limón
y miras verdes los campos a tus pies/
el recuerdo de Federico es un recuerdo de agua
olivares y sueños
mientras evoco su alma andaluza
solitaria clarísima
su duende que a veces
escribe con mi lápiz y mi puño
líneas como éstas…

MEDIO DÍA

tu sombra que sangra en los arrecifes
chorro de crudas amapolas
mancha estos signos
inútiles
este silencio
me vuelve
roja estrella en tu costado oscuro.

AL ÁNGELUS

se recogen los pájaros
en la tarde transparente
(mi corazón es un ave más
arrodillada)

EL MURO

el muro avanza vertical contra un cielo sin nubes
almenas / luz opaca de la luna
ventanas clausuradas
y un aroma a jacintos que tiñe de púrpura estas líneas.

EXILIO

vienes del otro lado de las aguas tras
la huella pavorosa
de un adolescente muerto
para amar su ceniza
vienes, hermano mío, a refugiarte
en el antiguo misterio de la tarde
y el bosque en llamas te devuelve una vez
más su rota cabellera.

BAÑO

lentamente se desnuda
entra en las aguas
infames
se mece sobre las olas
y sus carnes brotan rosas oscuras
que contrastan con la palidez de la noche.

ATERRIZAJE

una nube solitaria —ángel extraviado del
verano—
entre los altos riscos
más allá
la mancha de una ciudad/ descendemos
tierra roja la tierra castellana:
Madrid se riega ante mis ojos.

RETORNO

los pájaros han vuelto a mi ventana
oscuros libres ajenos
queman el aire cantan
pero no anidan
cruzan el desierto de mi nombre
beben de mi sed
los pájaros tardíos
mi casa es un enjambre de alas que se fueron.

POEMA 7

escupo tu nombre en el agua
mientras la noche lanza sus escorpiones sobre mi corazón
averiado y cobarde
la luna cada vez más alta
el aire en llamas
y el agua…
el agua que envenena mis labios.

INÚTIL

inútil la espera y la esperanza
inútil la carcajada roja
de la tarde
demasiado tarde para recuperar el anillo
plateado de su risa
la gaviota sin cuerpo
que cruzó mi espalda a la mañana
y se perdió por siempre
en la arruga impiadosa de los días.

PoeMAR

(Fragmento)

alguien sobre el pico más alto del mundo toca una trompeta:
las criaturas más bellas y las más infames acuden al llamado

todas se miran en el agua y olvidan su rostro
***
voces que reclaman tu garganta. voces oscuras. voces que se enredan en tu lengua y en tus manos. voces que te atrapan
y te encadenan al mar
***
crean las voces las estatuas, en las faldas herméticas de las
montañas. en el fondo del mar

un día te crearon en mi garganta
***
las voces del mar tornan a morir
en mi garganta

voces que un día te crearon

hace ya tanta agua
***
crece un árbol de huesos desolados. tu pelo es un
enjambre de ángeles quemados.
el mar ya no será:

sólo el naufragio
***
tu voz ya es una con las roncas voces del océano
lejos muy lejos lo que fue tu agonía y tu placer
te vas. firme y voluptuosa y leve. ya otra. ya
tú misma. ya sólo deseo y agua.
divina sombra:
ya olvido
***
para entonces: sólo un canto amargo te despertará
por la noche y te llevará mi nombre

… ya podrida astilla de naufragio
***
el cortejo de lunas es ya un recuerdo en tus ojos

náufragos

la noche nos juntará en lo más hondo:
como un aullido
***
tu nombre ….. deja una cicatriz de naves incendiadas
aquí. en el océano de mi pecho

RETORNO

los pájaros han vuelto a mi ventana
oscuros libres ajenos
queman el aire cantan

pero no anidan

cruzan el desierto de mi nombre
beben de mi sed
los pájaros tardíos

mi casa es un enjambre de alas que se fueron.

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HABLAR DE SEXO [Mi poema]
Andrés Lewin [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Hablar de sexo estaba prohibido,
hacerlo y publicarlo era pecado,
preñar sin que existiera un buen marido,
muy propio de algún tipo pervertido
que a niña algo inocente le ha engañado.

Que el porno hoy ya se mama con la leche
quizás al terminar los biberones.
Hay niños que a los hombres dan lecciones
pues saben ya del sexo la releche
así que usar no puedan de condones.

Pues todo es muy distinto, las mujeres
si acaso hoy van con otros no son putas,
e incluso ni hay mujeres disolutas,
pues pueden disfrutar de sus placeres
sacando del armario sus virutas.

Tampoco ya los hombres son cornudos,
¿cornudo, y eso qué es, que significa?
¿acaso al que es marica se le aplica?
o a aquel que se le niegan los saludos
diciendo que a quien come ajos le pica.

Nosotros inocentes conejillos
jugando a imaginar una rodilla,
o un poco más allá, la pantorrilla.
Ingenuos, maliciosos y pardillos
soñando solo en ver tal maravilla.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Andrés Lewin

El perro

Aquel día en que saliste a buscarte
trepaste a la montaña
y anduviste entre senderos
de sauces y rocas.

Aquel día
en que el perro te seguía
no dejaba de seguirte
aún cuando le decías que no
mirá que es jodido
el lugar al que voy.

Pero el perro
con esa carita de perro
te miraba a lo profundo de tus ojos
y no podías dejarlo
porque al fin y al cabo
los perros son perros
y entienden de lugares.

El misterio

Una pelota
pasa bajo tres caños
y toca una red.

Un hombre
abraza a su hijo
y le seca las lágrimas.

La pelota
no conoce a ese hombre
ni tampoco a su hijo.

La batalla
En la esquina de Alberti y San Juan
un pibito limpia los vidrios
de todo auto que pasa.

El muchacho
conoce cada una de las caras
de hombres y mujeres
angustiados al volante
apurados
luchando contra el tiempo
en una difícil batalla
porque el pibito bien sabe
que los vidrios
pueden limpiarse
pero las caras
¿y las caras?

El vendedor de panchos

El vendedor de panchos
un día te ilumina
te dice que no hay forma
que ciertos insomnios y dolores
hay que atravesarlos
iluminarlos
si no querés
ser uno más
entre tanto pancho
con mostaza y mayonesa.

Ahicito nomás

donde el tiempo corre lento
o no corre
donde el aire
es poco pero alcanza
y el lago
le habla a las estrellas
que a veces responden
y a veces se olvidan.

El regalador de sonrisas

El regalador de sonrisas
camina por los bosques de eucaliptus
recoge unas frutillas del suelo
baila sobre hojas caídas
se trepa en un árbol muy alto
tan alto que toca una nube
la nube muy bien acolchada
la siesta que es linda en la tarde
la tarde en que baja del cielo
se acerca hacia el barrio
y hoy día, el regalador que anda por la plaza
sonriéndole a los niños que pasean.

La pausa

Una pausa en el tiempo
en el inexorable tiempo que no pausa
y los pausados
que salen de pesca
la pesca
que es siempre una excusa
para el fuego por la noche
y es la noche
la que envuelve a los pausados
que piden otro chori
que acompaña al vinito
que es un brindis por la vida
esta vida que se trata de las pausas
o como dice Damián
la vida suspendida
entre asado y asado.

El tiempo

Hoy mismo el tiempo se detiene
ya nada envejece
día tras día serás un hombre
de treinta y tres años
con un pájaro en la ventana
que será siempre el pájaro de tu ventana
y la palabra siempre
sinónimo de ahora
ahora
que Paola tiene veinticuatro
y es madre de Ignacio
(de cuatro)
cuatro veces por semana
que Manolo compra choclos
a Walter que los vende
a un precio que no sube
porque hoy no se fía.

Las banderas

En este solemne acto
en pleno uso de las responsabilidades que me han sido asignadas
y en custodia de los altos honores de la patria
declaro al pueblo movilizado:
a partir de las cero horas del próximo día
comienza lo que empieza
y disculpen la torpeza del discurso
pero basta, basta
ya no admitiré
bajo ningún punto de vista
que cuando un hombre de nuestro pueblo
mire a la cara a un hombre de otro pueblo
no haya una sonrisa
una mano tendida
porque todos sabemos
que las únicas banderas posibles
son la belleza, la alegría, la ternura.

Las cosquillas

Don Pascual,
¿le puedo hacer una pregunta?
¿conoce usted la razón
el motivo por el cual
de repente llega una tarde
en que perdemos las cosquillas?
¿Existe acaso un día tal, Don Pascual
en que nuestra piel
olvida la alegría?

El partido

Cuando el bien y el mal definen por penal
Federico se come las uñas
tanto nervio
no se puede sostener.

El partido es bravo en serio
se ha jugado con el cuchillo entre los dientes
pero como en toda definición por penales
la justicia es una cosa muy rara
por eso Federico
apaga la tele
duerme una siesta
y hace justicia
escuchando el latido
de los propios corazones.

El trashumante

Juan Ernesto se carga
la ropa al hombro
y sale a las vías.

Son días de mate
fogones, y dormir
en el hotel de mil estrellas.

Porque al fin y al cabo
somos animales
buscando lugares.

El beso

¿Y si de veras nos besamos?
¿Y si tu lengua se acerca a la mía
mis labios con tus labios
la carita hacia el costado
y de veras nos besamos?
¿Y si de veras nos besamos
en la mañana
cuando todo está por empezarse
los grillos comienzan su trabajo
y de veras
de veras nos besamos?

El aire

El airecito que hoy nos envuelve
no es el aire general
este airecito
tiene tus olores
tus silencios
tu mirar hacia la nada
como si en la nada hubiera algo
que explique este airecito.

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ZAZUAR [Mi poema]
Daniel Durand [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Sobre la parda estepa burgalesa,
un punto para mi dulce y querido,
se yergue entre  pinares presumido,
al tiempo que sus pies el Duero besa.

La iglesia vigilando va las vegas,
otea la cigüeña el campanario,
el río corre al lado solidario,
echadas reflexionan las bodegas.

Sus casas gris de adobe, arrebujadas,
sus plazas con sus fuentes adosadas,
sus gentes dedicadas con esmero.

Feliz pasé los años de mi infancia
gozando de inocencia y su fragancia,
y allí viví también mi amor primero.
©donaciano bueno

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Comentario: El municipio de Zazuar se ubica en la Ribera del Duero, a 12 km al noreste de Aranda de Duero (Burgos), al sur de la provincia de Burgos, a 86 km de la capital, en la comunidad autónoma de Castilla y León (España), de no más de 260 habitantes, lugar de nacimiento de este autor.

MI POETA SUGERIDO: Daniel Durand

Botella pequeña de vidrio

La rueda de un auto
que estaciona despacio marcha atrás
muerde una botella pequeña de vidrio,
tirada en la cuneta, que no aguanta
y sin que nadie se de cuenta,
sofocada por la goma, cede,
cruje y se quiebra en muchas partes.

Luz y oscuridad

Llego, entro, prendo la luz de la cocina
y sorprendo a las hormigas coloradas
puliendo los platos y cargando
todos los restos de comida.
No me molestan, pero mentalmente
las advierto sobre la superpoblación:
hasta ahora el ecosistema se mantiene.
Sin embargo, si consigo trabajo,
comeré más, vendrán amigos y mujeres,
habrá más restos, ustedes crecerán
y tendré que echar insecticida.
Sólo esta pobreza puede mantenernos
delicadamente unidos.

Caminando en el viento de Boedo

Todos los días al volver a casa
desde el trabajo gasto el dinero
que no tengo comprando libros inútiles.
Todos los días vuelvo borracho
desde el centro. La historia recuerda
pocos hombres que, así, hayan llegado
a los ochenta. Miro las membranas metálicas
de los techos destellar bajo la luna, escucho
los largos maullidos de los gatos reunidos
en terrazas. Grito bajo el viento del barrio,
ante la oscuridad y las horas que pasan,
y me pregunto porqué, los hombres,
sólo pensamos en las cosas que nos atormentan.
del libro «Ruta de la inversión»

CABEZA DE BUEY

A la calle baja el silencio de los cuartos,
el brillo de los muebles en una oscuridad
con detalles: los dígitos rojos de la hora,
los ambarinos que avanzan y se retraen
de los vúmetros que estallan en volumen cero.
De esos fosforescentes resplandores débiles
se cubren los cabellos húmedos, brillosos,
de una mujer dormida en celo improductivo.

Hasta la calle baja el silencio de las casas,
garajes, y de las avenidas a los edificios
se filtra el gran silencio de los autos guardados,
detenidos. Un patrullero cubierto de hojas húmedas
y secas. Triple halo blanco azul y rojo de la luna,
que estuvo llena hace tres días y ahora mengua,
liberando, se desimanta de su compacta redondez,
va por atrás de las construcciones hacia su pozo negro.

Al oído en los cuartos llega el zumbido del mosquito
que eleva la línea de vuelo y retorna luego ululando
una ambulancia blanca, una ráfaga de luz roja
resbala por las paredes interiores del cuarto
con ventanas abiertas. ¿Quién se debate en una idea
inmortal? ¿Quién, ahora pensando
en el momento que se detienen todos los derroches?
¿Guardarás tu cara juvenil para llevarte
el dorso, el animal extraño?

Y en las precisiones despojadas de ilusión… ¿quién vive?
A los cuartos amplios soleados absorbentes va el tronar
de los monstruos, vozarrones de paja quebradiza;
la bolsa de plástico rodando ante la mirada de los hombres.
Va y viene el polvo, el viento entra en corredores finos,
sube escaleras mojadas, mueve helechos aún verdes, y
en la extensión de las calles ablanda su frente y adelanta.
Una alarma estremece a todo el barrio, el pez
sigue solo, inmóvil en su pileta, bajo los ruidos,
en su cueva de agua la tortuga ve un siglo.

(Pero disculpen si esta languidez pareciera duradera,
es que ahora descubrí una zona impalpable
que libera su intrínseca ilusión, y estoy contento.)

Paño marrón, nutriente de las capacidades negativas,
a través de su agrietado seco he visto la alegría
de vivir, de pensar, de ir y venir por las calles,
el alborozo de estar sentado en trenes, el acto lúcido
de apagar todas las luces de la casa y quedar despierto.
Paño rojo verde y amarillo del pozo sin astros ni confines.

Las arboledas sedientas, luminosas copas de pasto seco
en la noche reciente, sobre la tierra polvorienta, fuera
de todo renacer, definitivo sentimiento de carne
en estado puro, blanco, lunar, impalpable, agotado;
sin gota de agua ni germen de semilla, lago inmoldeable.

Vagaría, iría a caminar dando rodeos a los parques…
¿pero para qué? trabajaría, amaría, obtendría…
¿pero para qué? si es imposible no hacer nada,
condenas del mejorar, empezar a amar, desear
un signo que se desenvuelve y muestra toda su familia
de esferas, ganchos, hojas y caballos, gente joven y vieja.

Un pequeño cinturón de castidad como una lente de contacto
colocado a la entrada, transformado en ojo atento
sin poder recibir más que luz e impresiones
a través de transparencias. Un rey que no vuelve,
un batero no despierta, una gordita encinta, un perro
se aparta de sus dueños y entra en la brillante heladería.

Las ranuras infectas mantienen al mundo en calma,
muerto, con el deseo de renacer, de infundirle un alma
al alma, de moldearle un cuerpo al cuerpo. Bajar en silencio
desde los cuartos hasta la calle, llegar al auto,
tantear las llaves y frotarse las manos antes de comenzar
a manejar: paso la lengua por el hueso frío de la calavera.

CONDENADO SIEMPRE A COMENZAR

Pienso en poesía y en poemas y mentalmente
construyo oraciones dentro de alguna elucubración
teórica del momento que enseguida se desarticula
y desaparece mutando en otra agitación diferente…

como

“crúzalo al mar al bies” es un prurito barroco
en una piel de observación común y descriptiva.

Mi pobre gran cactus de la entrada trata
de echar raíces en el escalón de mármol…

búsqueda del haiku de eso…

el cactus
busca entrarle
al mármol

Hacerle cosquillas ahí en las carnecitas de la entrada
con la lengua en puntín y poniendo en esa lanza la energía del toque
unas cosquillas apenas de ultrasuave contacto y deslizantes
que hacia el vagar eléctrico impulsen alaridos viboreos
zigzagueantes entre neuronas y tejidos y partes
rincones de hueso blanco y resbaloso.

La industria debe tender a producir objetos duraderos!
Es muy fácil producir un calzado eterno para una persona…
bueno… lo que es un zapato a medida
hechos por un experto.
A mis zapatos ortopédicos de niño deforme
los hizo un viejito de Colón,
hasta su casa viajamos para que me tome las medidas,
desde ahí usé zapatos ortopédicos pesados irrompibles,
de los 11 a los 16 y así me salvé de que me operaran los pies…

Unos golazos terroríficos, le daba con todo
de puntín con los zapatos
contra el arco pintado en la pared
del Ateneo Infantil de Concordia
reventaban los pelotazos contra el muro
de mis patadas ortopédicas,
mojábamos la pelota en la canilla
para que se vea bien dónde había pegado,
era divino dejar cimbrando
la columna de hierro del tablero de básquet.
Primero prohibieron patear de punta,
igual se las metía todas porque estaban asustados,
después prohibieron jugar con zapatos
y ahí sí quedé afuera…

Mi mamá fue a hablar con la directora del Ateneo,
a decirle que yo solo podía ponerme los zapatos ortopédicos
porque tenía los pies sin arco casi para operar…

Volví a la canchita y nadie me marcaba
los ortopédicos eran de hierro y quebraban
les quitaba la pelota y la estrellaba
adentro del arco pintado
sobre el paredón trasero de la iglesia capuchina.

Los otros chicos dejaron de ir al Ateneo
y yo nunca aprendí a jugar muy bien al fútbol.

Y AHORA RESULTA QUE ME DUELE LA CABEZA

Un dolorcito suave empezó temprano
después del desayuno y con él
anduve toda la mañana sin problemas,
en un momento me olvidé que me dolía.
El dolor de cabeza vuelve cuando me acuerdo
que me duele la cabeza, eso es un dolor leve.
Dolor no es nada, es solo una palabra
y de acuerdo con las leyes de la permutación
dolor solo es olor + D.
Después vino un siestín agradable
que me mantuvo suspendido en el aire
durante más de una hora y media
con el olor + D como colchón de mi dormir.
A la tarde comimos un delicioso guyabano frío
de un frasco que había en la heladera
y al terminar esta actividad el dolor
volvió con más ganas que antes,
por lo que tuve que clavarme una pastilla anaranjada
que mi señora me propuso como solución,
revolvió en la caja de los remedios hasta que encontró una
y me la presentó brillante en la palma de su mano,
el solo verla me desactivó el pensar en el dolor
y quedó relegado unos instantes, en suspenso, sin existencia,
quedó postergado por otros pensamientos,
por lo que pienso que mi mente no es multitareas,
si miro un cuervo volar de una palmera a otra
en ese momento no me duele la cabeza,
la cabeza me duele antes de ver volar el cuervo
y después de ver volar el cuervo.
El dolor de cabeza me duele en la mente
en el lugar del pensar.
A la noche el dolor se intensificó
y más después de coger,
el traqueteo y movimiento del cuerpo
enloqueció al dolor de cabeza
que rebotaba contra las paredes del cráneo
y después de acabar quedó pulsando furioso
hasta que se fue calmando
y quedó latiendo fijo y punzante.
Con esa idea de dolor me dormí,
pero al rato el dolor me despertó y decidí
recurrir a lo que vine evitando todo el día:
el migral.
Revuelvo en la caja de medicamentos
hasta que encuentro la mágica pastilla roja,
el solo verla redonda y de un rojo fuerte y seco
me calma y me alivia el dolor,
paladeo el dulzor colorado que tanto conozco,
me la trago y me vuelvo a acostar.
Ahora mi dolor de cabeza lucha contra el dolor,
el latido va mutando, se achica, se aleja,
reaparece desaparece vuelve se reduce
a un punto adentro de la mente, ahora
es hielo que se derrite, solo quedan
pedazos sueltos y rotos que van cayendo al vacío,
a la bolsa del olvido donde están, entre otras cosas,
todos los ex dolores de cabeza.
del libro «Cabeza de buey»

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EL CIEGO DE MI BARRIO [Mi poema]
Javier Payeras [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

El ciego de mi barrio vende cupones,
camina por la acera sin tropezones;
el puro lleva al borde siempre en los labios,
amarrado a sospechas mas sin resabios.

El ciego de mi barrio tiene el sentido
del espacio y el tiempo muy bien medido:
hay quien dice que él ve, que eso es mentira
para vender es treta de alguna tira.

El ciego de mi barrio, ¡qué inteligente!
aunque no ve, conoce mucho a la gente;
a su cerebro adorna un sexto sentido
dando gracias al cielo de haber nacido.

El ciego de mi barrio nunca da premios
no sabe de lisonjas y ni de apremios,
mas conoce al dedillo lo que les gusta
y la suerte reparte aunque sea injusta.

Su bastón es su vida, su compañero
siempre va por delante, siempre el primero,
a cualquier imprevisto lanza su alerta
y, sin saber por qué, siempre él acierta.

El ciego de mi barrio vende cupones
pues conoce al dedillo las ilusiones.
©donaciano bueno

El ciego de mi barrio es como el de otro barrio cualquiera que hay en España, de los muchos que se ganan la vida cada día con la venta de la lotería. Este es un humilde homenaje a todos ellos.

MI POETA SUGERIDO: Javier Payeras

A veces dudo

a veces dudo que pueda ver en technicolor
más bien
creo que el color no es más que una idea
y todo lo que veo
sufre mientras no sucede
una larga metamorfosis
el día menos pensado
la vida saldrá corriendo de mis ojos
y no podré alcanzarla.

Caín

amuleto de gente descalza
y sonriente
tengo pesada la presencia
por eso espanto
dejo sentado al que fui
con la multitud que he sido
¿hasta cuándo se agotará mi ceniza?

Cuantos sitios

cuántos sitios
llevamos dentro
somos muchas calles
muchas mentiras
muchas horas inútiles
tenemos dioses
dos siglos
y un litigio contra las cosas
hechas
¿acaso hay algo más
siniestro
que la noche llena de pensamientos
LA HORA DE LA RABIA (1999)

El muelle

sábana del sereno agujereada
por la luz
junto a conchas y alacranes
tu alma me dará asilo
sin la contusión letal del
recuerdo
dejaremos la placa
conmemorativa de nuestra alegría
para los futuros coleópteros
inadaptados
que conspiran contra la
tristeza.

Por la ciudad

por la ciudad
caminan vacíos y solos
sin eso que hicieron existir
a fuerza de silencios rotos
para apoderarse de una promesa quieta
un pájaro muerto
un pez
una palabra capaz de cerrar
este libro doloroso.

También existe

también existe
eso otro
largas temporadas en el infierno
sin saber dónde
se encuentra
me encuentro
nos encontramos
y allí soy asesino
jesucristo
judas iscariote
todos aparentemente reales.

Universo al negativo

universo al negativo
que estalla en algún océano
o en una pupila que se refleja
en sí misma
estrella líquida
que bebe la noche inmensa.

Altar de luna

altar de luna
penetración cervical
visión envejecida por mis
ojos
la luz celebra tus ceremonias
en este cuarto en ruinas.

Congratulaciones.

a todos los que no se
angustian desde temprano
no comen en media hora
y piensan que la felicidad
es un trabajo estable

congratulaciones.

Desempleado frente al espejo

no sé si darte
una pistola
o una coraza
afuera da igual

trajeate bien por si
te agarra tu funeral
llevá condones para no
quemarte con la calentura
(también un rosario por si
te sale virgen)

no te asoliés mucho
ni hablés muladas
y acordate que trabajos abundan.

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ENTRE EL CLAVEL Y LA ROSA… [Mi poema]
Carina Sedevich [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Mis padres esperaban a una rosa
y pronto descubrieron el pastel,
la rosa convirtióse en un clavel,
deduzco que la tarde era lloviosa
y aquella su esperanza dolorosa
trocando fue la lluvia en dura hiel.

Me pongo en su lugar. Y los comprendo.
Lamento que de mí no dependiera.
La vida hubiera dado si hoy pudiera
en una señorita convirtiendo.
Inútil fue tratar de ir escondiendo
la cosa que abultaba en mi pernera.

Que así es la vida, a veces tan injusta,
no siempre se ha de hallar lo que desea,
aquí la coincidencia está en el mea
la culpa se disipa o si se ajusta,
si sueltas al final ¡cómo me gusta!
no habiendo vencedor en la pelea.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Carina Sedevich

ENCIENDO LA LÁMPARA de sal de la montaña

junto a mi cama.
Me suelto el pelo
recordando las canas invisibles.
Me acuesto entre las sábanas de hilo
con la bata dorada de la China.
Debajo mi piel blanca no desea
ni en sus botones rosados
ni en sus lunares pálidos.
Sobre la almohada se escuchan mis anillos
porque está fresco, quizás,
y se afinaron mis dedos.
El oro, la plata, la amatista.
Afuera la noche se ha espesado
porque terminó la luna llena.
Empieza el mes que precede al invierno.

Qué ligera que soy sin tus deseos.

Qué dulce corre el alma
en mi esqueleto.
Qué cierta es esta cara y estos flancos
qué ciertos que son,
qué delicados.
Me admira mi gata, blanca y parda,
y yo la admiro a ella en su silencio.
Hasta el perfume rojo de las flores
tengo.

Qué ligera que soy sin mis deseos.
(De Escribió Dickinson)

Canción de cuna

[para Isabella]

Escuché los latidos en el vientre de mi hermana.
Fueron corcheas, apenas: do, do, do.

Afuera ya se dormían los tordos entre los álamos.
Dormía el calor de mayo. Pero nuestra sangre no.

Un silencio rodó lento, como ruedan los destinos.
Rodó como rueda un canto: sol, sol, sol.

Amor

De una materia turbia y demorada

son los días.

La ternura es posible
y la tristeza
un pan administrado con justicia.

Acuarela

Hay un ardor brevísimo, fatuo,
ante la pena.
La gota de vino se desliza,
enturbia el cristal.
Luego se seca.
De agua son los frutos
del invierno.
De agua
son los años por venir.

Esposos

En diez palabras nos decimos todo:
quince años de esta vida,
tres reencarnaciones.

También los pájaros
que habitan en la orilla
comprenden cómo el mar
ocurre en el océano.
(De Klimt)

UNAS LÁMINAS DE SARRO se desprenden

y golpean las paredes de mi jarra.

Pienso en brillantes filamentos de mica
ocultos en la arena de los ríos.

Pienso en las mangas mojadas
que los poetas chinos
prefieren nombrar para no hablar
de sus lágrimas.

MI HIJO LLAMA por la madrugada desde Gibraltar

donde hay mucha bruma sobre el mar, me dice.

Aquí se escuchan los teros sobre el campo.

El eco de la bomba de mi corazón
podría percibirse con las manos.
Quizás como una soga áspera y mojada
bajando la roldana de un aljibe.

¿Es posible el frío que sube desde el agua?
Tal vez el frío, hijo, nos perviva.

EL OLVIDO es un fruto que requiere trabajo.

Casi siempre tardío, pero rara vez dulce.
No es uva ni es la parra donde pende el racimo.

No es como la sombra que daría la parra
ni como sus raíces contraídas y bruscas.

Se parece a la piedra del cantero y la fuente
que apisona la parra, que la ordena y la ciñe.
*
Hay que hacer saltar el olvido de un golpe
como a una piedra caliza en la cantera.

Que se entibie en la mano que quiera tallarla.
Sea opaca a los ojos. Sea venérea y ajena.
*
Una piedra tan blanca es casi como un niño.
Casi un sacramento para mí.

Inclino mis huesos como panes ácimos
sobre cunas que guardan el amor ajeno.

Qué fue de la ternura que pude sentir.
La siento en la garganta bajar como una hostia.

EN LA VENTANA

con sus piernas rosadas
y sus ojos fijos
la paloma me acecha
tiernamente
como lo haría a un toro
su torero.
*
-Para desear un silencio perfecto
basta escuchar una paloma en celo.-
*
Un viento bravo
convierte en buitre
a la paloma macho.
Interrumpe su danza
alrededor de la hembra
que, por fin,
en silencio
se escapa.

PIENSO EN TU PENA, hermano,

y el corazón me pesa
como al viejo limonero
sus limones.
*
Te escribo para darte estas noticias:
el aguaribay ha florecido.
Los algodoneros eclosionan.
Las formas de las aves se dibujan
entre las altas ramas de los sauces.
*
Amanecí como una vaca.
Pacífica sobre el pasto.
Satisfecha bajo el sol.
Tan oscura y tan blanca
como otra vaca cualquiera.
Se humedecen mis ojos.
Son redondos y puros.

CON UNA GOTA de agua puede empezar el invierno.

Un hombre pasa a mi lado.
Se te parece.
Fuma.
Es de piedra mojada
el paño gris de su saco.
Huele a sombra de pino
su barba pura.
*
Sonrío en mi falaz evocación.
La escarcha vive cuando el sol la tornasola.

EN UNA PELÍCULA oriental
los muertos eligen un recuerdo
para vivir en él como un insecto
inmóvil en un ápice de ámbar.

Buscan momentos sin exaltaciones
en los que no pudieron vislumbrar
resabios de pasado o porvenir.

Al fin,
prefieren recordarse solos.

BEBÉ:

El sol se aleja como un globo de helio.

Siempre es de día en el invierno.
La luz es dura, vertical, probada,
como la herida de un puñal.

También son fuertes tus encías
aunque sean rosadas, todavía.
*
Bebé, esta mujer cruza la plaza
con una taza vieja en la cartera.
Piensa en usarla para alimentarte.
*
Bebé, esta mujer escribe
sentada a la vera de tu cuna
mientras la vida no deja de escurrirse.

Se acerca a la ventana
donde sólo ve techos y palomas
y piensa que eso es todo.

Y es bastante.
(De Un cardo ruso, inédito)

Víspera de Navidad, junto al río

No te merecí. Pero recuerdo tus brazos
como el viejo que evoca un paraje querido
en el que anduvo durante muchos años,
mudo, como transita uno las certezas.

No te merecí. Pero recuerdo tus brazos
tan pálidos, tus dulces vellos oscuros.

Palermo, Buenos Aires

El viento mueve las hojas de los árboles
como señales de luz intermitente
junto al sendero donde sé que vive
el hombre aquel, que yo quería tanto.

Vuelve su nombre, cada vez más raro,
como una caja que se quedó vacía.
*
No voy a verlo.

Cae la semilla de los plátanos.
Vuelan los pájaros,
demasiado bajo.

Mujeres hermosas
pasan muchas.
Más que los copos
que caen de las ramas
o la bandada
de palomas locas.
*
Yo envejezco.
*
Estoy lejos de todo.

De la Belleza,
de la Inmensidad.

Ahora que Comprendo
y Compadezco,

ahora que cualquier lugar
es bueno,

estoy arribando siempre tarde.
*
Pasan los hombres sin Misterio
sobre mi corazón sin Inquietud.
*
Sólo cuando lo olvido todo
el tiempo se mueve, intempestivo.
Profundamente,
como un atentado.
*
-Estas flores blancas que se abren
sobre los árboles, para Navidad,
parece que lo hicieran a propósito.-
(De Cuadernos de Lolog, inédito)

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SEGISMUNDO [Mi poema]
Jesús J. Barquet [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

En el planeta estoy, todo está roto,
jirones he dejado en la pelea,
no existe comunión con quien me lea,
solo queda un jamelgo de aquel potro.

La vida sin piedad quebró mi orgullo,
trocándole en un buen samaritano
que el tiempo convirtió ya en un anciano
jamás de mis labios saldrá un murmullo.

Mi alma pena al soñar, nada desea,
metido entre tinieblas, no recrea,
exigua de pensar, mirar profundo.

Chapoteando se halla en la marea
de las dudas, lo crea o no lo crea,
pues la vida es la muerte. Segismundo.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Jesús J. Barquet

DECIRES

Cuando hubo patria
el hombre dijo patria.
Juan Antonio Corretjer

Apenas había patria
y un hombre dijo patria
otros dijeron palma
un ciego dijo noche
un calvo dijo arena
un niño dijo madre
un padre dijo abrigo
un loco dijo isla
un poeta dijo fiesta
un viejo dijo tumba
un sordo dijo ruido
un mudo dijo cuba
y el hombre dijo entonces
ara y fue pedestal.

Coplas por la muerte de mi Patria

nacer es aquí una fiesta innombrable
José Lezama Lima

Ya la patria no es nada:

Ni un recuerdo, ni un anillo, ni los padres
aquellos
que alguna vez se amó
y que por compasión la tierra
acabó por tragárselos.

Ni la playa desde la cual venía a contemplarnos
el ideal,
pues otras playas del mundo se nos han interpuesto
y sus aguas enturbia malsanamente la memoria, esta
torpe insistencia
de la nostalgia en que no debemos confiar.

Ni aquellos callejones y azoteas desérticas donde hacerse al amor,
ahora que tantas calles del mundo nos han transitado.

Ni la cobriza turgencia de una piel cuya ausencia
disímiles pigmentaciones nos llevó a conciliar.

Ni la sorpresa que ahora dudamos si lo fue.

Ni aquel viento conforme y escaso, milagro
únicamente concedido al llegar junto al mar.

Ni siquiera la infancia, prematura vejez asumiendo
una falsa inocencia y ocultando su espanto.

Ni tampoco esas cuatro letras que podría
pronunciar aquí como un conjuro o un bálsamo
serán más nunca mi patria,
aunque consten en toda acta oficial y nacer
fuera allí
alguna vez, para alguien,
una fiesta innombrable.

Elogio de las cosas

I
No me preguntéis por las cosas.
No ven mis ojos sino lo blanco,
la hoja en que transcribo una turgencia.
No ven sino lo que adivino, una
cándida luz, una esperanza.
Y de nada de esto
me dan razón las cosas.

II
Sólo un silencio nos llega de las cosas
que una vez nos colmaron. Cuando
volvemos a contemplarlas,
allá en el tiempo claro de la memoria,
nos hablan en silencio del antiguo
calor de sus maderas: sus texturas susurran
sin palabras
— nos preñan —
el motivo que una vez las preñara.
Y es como un grito ese silencio
que nos llega de las cosas,
cuando nuestros ojos acarician
calladamente
el escondido estupor de sus materias brutas.

New México

Aquí vislumbro campo, y viviré.
José Martí

He venido a quedarme detenido,
fijo en el aire, que no pasa,
en un espacio donde no me reconozco
sino por negación.

Esas montañas
no serán nunca los Andes, esas arenas
nunca serán el Sahara, ese río
aunque sucio también y mal interpretado
jamás será el Almendares*, ni yo
– este lugar que constituye mi cuerpo –
podrá hacerme ser aquí
el que una vez era.

Algo
que hoy sólo puedo concebir como un viaje
por mares y ciudades e historias
me ha depositado aquí sin yo haberlo esperado,
en un aquí que únicamente me afirma
por negación.
*Río pequeño en La Habana

Destierro sin ángel

Ay, ángel, ¿dónde estás, cómo poder verte?
¿En qué arista del mundo tu recuerdo despidiéndome?
¿Qué largo adiós esta suerte de tierra desconocida?
¿Qué he hecho de mí o qué me han hecho?
¿Qué aún busco
que ya más nunca encontraré?
¿Quién como tú que en un recóndito
recodo del tiempo me aguarde todavía?
Si ya no puedo amar,
si ya no son mis brazos para abrazar sino
para ponerme el disfraz de cada día.
Si ya no sé quién soy ni dónde
se quedó detenida para siempre la vida.
Ay, ángel, ¿dónde estás, cómo poder verte?

Aquel sabor natal, aquellas gentes
que me enseñaron a amar:
las plantas, las calles, los amigos, la casa.
Ay de la patria, raro ventrículo de la razón
de vivir,
suerte de orgullo inmaterial,
de árbol enraizado en su paisaje,
de gaviota volando sobre su propio lar.
Pero, ¿cuál patria?
¿Aquel montón de tierra sobre el mar?
¿El azaroso lugar donde nací?
¿O un hambre del espíritu: una imperiosa
necesidad terrenal
de ese Ser único que todos anidamos?

Nada sé.

No sé ahora ni quién soy
tras este haberme vaciado tanto:
Adiós a las playas de infinitas holguras,
Adiós a las costumbres de familiares texturas,
Adiós a nuestras huellas inocentes y amantes
sobre la arena.
Para ahora de nuevo comenzar, de nuevo
cargarme de extrañas criaturas sin perseguir
ni siquiera una Forma.
Ay, ángel, ¿dónde estás, cómo poder verte?

Quizás también tú me hayas abandonado.

Pan dormido

No pausa ni exabrupto
sino sólo tu cuerpo, dormido, sobre una superficie
en que apenas distingo trazos,
en que únicamente te confirman mi ceguera
y mi fe.

No pausa, es suceder
donde nada se fija, como peces
cuando un extraño se asoma
(aguas de plenitud disolviendo una harina
amasada en la víspera, rápida fuga que expulsa
el mismo volumen líquido que atesora),
mucho menos estatua
que colocar en los altares o exhibir en un circo
de provincia, sino masa nocturna que crece, olorosa,
y corona.
Tampoco exabrupto, sino volver a buscar
en el placer cada mañana, en cotidiana
instalación o turgencia
que el propio olor delata
(otros pasan de largo, mi deseo
no alcanza su resurrección: te falta yo),
y la rutina dominguera convertida en ritual
de comunión no obstante los sabidos
saluditos cordiales.

No pausa ni exabrupto, sino tu lento
cocinar desde la noche y hacia el día.

Naturaleza muerta

(con mango, uvas, piña, mamey y plátano)

Hay sol, no maduro aún
pero desplegando seguro infinitudes
venideras. En la torpe mesa del hombre
el sol, con manchas tercas
presagiando su sabor.

Está el noble rosario vegetal aún no morado,
sola su hermosa hermandad en tanto ruego
humano por vivir. Están finísimas, perfectas,
similares en la virtud del bien, en la alegría
del Buen Degustador.

Está orgullosa en su trono la reina convencional.
Capa y espuelas le lucen siempre. Fuerte escozor
deja siempre en la voz del hombre que la pronuncia.
Descanse pues su grandeza solitaria,
nunca cariciosa.

Está también la sangre de los hombres más puros.
Oval parece porque ha ido ocultando
su negro mineral, su magro instinto.
Oscura parece porque allá se nos fue
la sangre del instinto, el instinto de la sangre.

Precisa la atención: dormido se despliega,
callado se enmudece su ternura. Le cubre
un caracol de tiempo irreversible, hasta que
estalla su sueño en la gruta compañera.
Ahora, ¡silencio!, reposa.

Sostiénelos un cristal nuevo, un arrebato
de la mejor transparencia
que el hombre haya padecido alguna vez.
Sobre la mesa, en flor o muerta,
alguien contempla su inmanencia.

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EN MI NUBE [Mi poema]
Néstor Groppa [Poeta sugerido]New

 MI POEMA... de medio pelo

 

Aquí estoy en el cielo, sentado en una nube
por la mirilla el tiempo mirando al infinito.
Me siento bien al ver como ella baja y sube
en medio entre la tierra y el mismo Dios bendito.

Miro hacia abajo y todo está nublado,
si observo arriba ese cielo ¡qué bonito!
Por el momento estoy a gusto aquí sentado,
ni subir o bajarme deseo ni un poquito.

Estoy solo es mi nube sin nadie que a mi lado
la calma de mi estancia y mi quietud perturbe,
de mi triste pasado ya todo está olvidado.

¿Ser más feliz que yo? me trae sin cuidado
pues que ya abandoné tan nauseabumda nube,
mi tiempo a padecer en ella ya ha pasado.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Néstor Groppa

ALGO DE ESTE NORTE

Este es el Norte, casi ausente, de mi patria.
Esta es la provincial heredad ensimismada;
el desdibujado imperio
que es preciso rastrear por las soledades
y en la memoria.
Aquí reposa la nostalgia del oro,
el halo de su renombre.
Aquí muchas cosas también fueron la poesía.
Desde siempre
prosperó más la soledad que el hombre,
mientras su corazón
soportaba inclemencias del cielo y de la tierra.

Como una hormiga
que oye repicar las desiertas torres de la cordillera,
vive el hombre.
Y entre bosques y ramas de bosques floridos,
cual una ofrenda que muda otoños y coronas
al pie de cumbres vacantes,
al pie de fabulosos pedestales sin nadie,
el hombre transita.
Recorre límites terrenales
-solitarios y litigados límites-
por los que tropieza con su don de pasado y descendencia
y con aquella tormenta de canciones
que no calmará la secreta sed de otras cosas.

Fue tejedor de lunas y de ríos;
ordenador de años y semillas;
arriero de luceros y estrellas dobles.
Acató la tierra
y obedeció devotamente sus mandatos, esas labranzas que lo perpetúan.
Cumplió las leyes contra él.
Rastreó los esquivos enigmas de los altos
y ensayó guiar las parameras
hacia un yacente surtidor de gracias:
fue héroe, traidor, y proscripto venerable:
tuvo los dones y la culpa que su tierra sabe.

Siempre esperó -espera siempre-
y pircando fechas en su tiempo baldío,
a la par de sus labores
veló por la dignidad amenazada de terruño.
Vigiló esta bandera cuando se habló de patria,
y así, desde las primeras galas de los árboles minerales,
-arroyo del aroma que se perdió en el aire-,
hoy los hijos de los hijos
llevan el subversivo y anónimo apellido de pueblo
bajo una avalancha de constelaciones y ofrendas.
De perennes ofrendas,
enclavadas en un suelo
que puede ser cielo increíble.

Esa mañana

Como un bien fregado piso de pinotea
huele la mañana
luego de la lluvia de anoche.
El cielo anegado, el paisaje sosegado
henchido de aromas
a barro, a aguas crecidas
botando su lecho.

Tal vez el mismo aroma haya tenido el aire
en aquel silencio
de luz,
anterior al mundo.

Lejos de aquel comienzo
paradas en el aljibe de la mediamañana
tersas, alegres
las pirinchas se interrogan
sobre los nidos de gorriones
en los altos del tipal.

Poeta, se ofrece (con referencias)

Hace versos sencillos.
Arregla versos deshechos, o corridos
y camperas (poesías).
También coloca adjetivos vidriados (con garantía).
Indica precisos y modestos sustantivos de uso natural.
Poeta se ofrece cama afuera
o mediodía, sin comida
Siempre a domicilio en lecciones personalizadas.
-prosistas sin ángel ni vuelo, abstenerse-

Poeta sin máster.
No confundir con otro Dr. en Literatura, ni licenciado,
ni filólogo, ni lingüista. Respeta la tecnocracia literaria
y la ornitológica (terrena o celestial),
además de la tensión semasiológica, la espacialidad
y el alma de la palabras (libro de Mallén Garzón).
Poeta solamente licenciado en “gramática de los
sentimientos”.

No enseña a leer

Pero está en contacto con “la empresa Takara
que interpreta las emociones de los perritos
usando un megáfono en el can
y una pantalla de computadora para perros japoneses”

Se respetan todas las creencias literarias. Se respetan
la ciencia literaria y demás profundos saberes

Cosmética del automotor

Master coiffeur, estilista
Marí José Colorista José Marí
depilación, manos, uñas
esculpidas, cama solar,
reflejos, nutriciones,
brushing, hidratación,
planchita, iluminación,
modelado, planchados

Unisex (toque timbre al lado)

lavandinas, desodorantes, detergente nacarado

Unos llegaban a hacerse las gomas.
Otros, las arrugas de los guardabarros o una planchita
al capot (no a la capota). Hidrataban el carburador,
acentuaban la iluminación. Depilaban de paisajes
el espejito retroscópico (los tiraban
con sus caminos y las malas palabras –tics–
del lenguaje dialecto-vocabulario del buen conductor).
El coiffeur o peinador estaba con impecable mameluco
engrasado y las uñas negras y rojas
de grasa y litio tenaz.
Los clientes entraban a la fosa
para hacerse la base y luego la tintura.
Salían a los días, al mes, al tiempo
o hasta que llegara un familiar enojado a reclamar.
Pasaban noches enteras
en la cama solar o en el secador
contándose cosas.
Prometían encontrarse y volver
a la COSMÉTICA DEL AUTOMOTOR
porque Marí José y José Marí
son de absoluta confianza.
No eran careros
y su taller de belleza unisex
(camionetas 4×4 y coches –todos los tamaños
y modelos–) recibían un toque inigualable
con detergente nacarado

pasado a cepillo cerda-anden o rastra-francés

y al final
la especialidad del shampoo siliconado.

SELECCIÓN DE POEMAS DEL LIBRO:
“LOS TIPROFI”
Títulos provinciales de financiamiento
San Salvador de Jujuy – años 1995 / 1996

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MI POETA INVITADO:  Juan Antonio Corretjer

A un almendro

Agua en la mano
Aparte
Boricua en la luna
Buque fantasma...
Caía un sol todo Borinquen sobre...
Calabozo
Caminando por el monte...
Camino
Camino de las fatigas trajinantes...
Con pluma de colibríes...
Con un hilo invisible...
Desde las ondas del mar...
Desde mi verdinegra serranía...
Dos veces florecida está la esposa...
El cafetal
El calabozo
El carro, lentamente, va saliendo de Ciales...
El centinela
El mundo es de otra manera
El paso
El río de Corozal, el de la leyenda dorada...
El último tren
El último tren ya silba...
En hojas de yerba bruja...
En la vida todo es ir
En un solo sentimiento...
Entraste por el ojo de la bruma...
Envuelta en un remolino...
Fragoso es el camino...
Grato almendro a la vera de mi casa...
Guanín
He aquí mi pie tan corto que no anda...
Inrirí Cahuvial
La esposa
La hamaca
La peor obra de Dios...
Madrigal
Mar Caribe
Marinero en tierra
Martiana
Mi amanecer campesino...
Mientras tu mano entre las flores hace...
Miraba yo una tarde, suculenta...
Muerte
Música
Nada
Otra garza
Otra garza es la yola...
Oubao-Moin
Pared de la Soledad
Pasó en la ausencia terrible...
Pictografía
¡Pitirra de ojos zarcos!...
Poema de mi instinto y de mi verso
Poema para otro aniversario
Porque me pusiste al pecho...
¿Que cuál es mi quijote predilecto?...
Quiero recordarles cuando nací, yo...
Quijote
Ruda pasión que avasalló mi alma...
Rumbo
Se mueve, como pez plateado...
Si quedara una súplica en mi vida...
Si quieres comprender
Si quieres comprender cómo te amo...
Soledad
Soledad -manojo de azahares...
Templas
Tendida fue la tierra al paso leve...
Último tren
Vida en la piedra
Ya
Yerba bruja
Yo soy el pulsador del Mundo...

Si quieres comprender

Si quieres comprender cómo te amo
pídeme de la Vida hasta la Muerte.
Por ti desafiaré los Elementos,
los Astros y la Suerte.

Y en pago de mi amor sólo te pido
tu mano en lazo con la mía unida.
Tu corazón mi corazón moviendo
para toda la vida.

Mírame con tus ojos amorosos.
Piénsame, pensamiento idolatrado.
Bésame, beso tuyo, beso mío.
Llévame en ti como un relicario.

Que hoy más que nunca soy como la hechura
de tu amor, de tu beso, tu caricia:
del encendido óleo de tus ojos,
del molde de tu arcilla.

Boricua en la luna

Desde las ondas del mar
que son besos a su orilla,
una mujer de Aguadilla
vino a New York a cantar
pero no sólo a llorar
un largo llanto y morir.
De ese llanto yo nací
como en la lluvia una fiera.
Y vivo en la larga espera
de cobrar lo que perdí.

Por un cielo que se hacia
más feo que mas más volaba
a Nueva York se acercaba
un peón de Las Marías.
Con la esperanza, decía,
de un largo día volver.
Pero antes me hizo nacer
y de tanto trabajar
se quedó sin regresar:
reventó en un taller.

De una lágrima soy hijo
y soy hijo del sudor
y fue mi abuelo el amor
único en mi regocijo
del recuerdo siempre fijo
en aquel cristal de llanto
como quimera en el canto
de un Puerto Rico de ensueño
y yo soy puertorriqueño,
sin ná, pero sin quebranto.

Y el echón que me desmienta
que se ande muy derecho
no sea en lo más estrecho
de un zaguán pagua la afrenta.
Pues según alguien me cuenta:
dicen que la luna es una
sea del mar o sea montuna.
Y así le grito al villano:
yo sería borincano
aunque naciera en la luna.
Enciclopedia de Puerto Rico

EL PERRO DE MI JARDÍN [Mi poema]
Patricia Guzmán [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

De niño yo soñaba en un jardín,
después cuando fui joven quise serlo,
más tarde ya aceptaba con tenerlo
y ahora que estoy próximo a mi fin,
me suelo conformar sólo con verlo.

Jardín es la palabra, es el concepto
que abarca de mi vida su existencia,
persiste de la infancia esa vivencia,
de joven y mayor, que fui un inepto,
de viejo, voy haciendo penitencia.

Meterme en tal jardín, ¿quién me mandara,
y quién vela me diera en este entierro?
Quien fuera ha de saber que no me aferro
ni importa quien fue el Dios que lo fundara,
pues solo en mi jardín yo he sido el perro.
©donaciano bueno.

Lo mismo que el #perro del hortelano? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Patricia Guzmán

SI LE TEMES A LAS ROSAS

Si le temes a las rosas
Llena de oraciones el jardín
(Será inútil, no podría salvarte)
¿Quién dijo que no tienen labios?
Nos besan de la cabeza a los pies sin sacar la lengua
Altas alturas
Altas alturas
Y un solo corazón: carne buena, carne mala
Las rosas son espadas
Llena de oraciones el jardín
Las rosas son buenas
(Cantan despacio, despacio)

¿POR QUÉ EL AIRE?

(Por qué el aire está lleno de almas)
Si no me responden voy arrastrar la flor de lis
Si no me responden voy arrastrar la flor de lis
Sé que son muchas las formas del enigma
Sé que debo cuidar de lo débil
Cierta vaguedad hay en la inocencia
Los inocentes apuran el sufrimiento
¿Quién les habrá dicho que las rosas crecen, no viven?
Las mentiras deben tener la arquitectura de lo sagrado
Así las flores pueden crecer hacia arriba
Así los ojos pueden crecer hacia arriba
Así nos soñamos a nosotros mismos
Canto, canto de augurio

***

El CIELO tiene el olor de un animal cansado
Cansado de mirarme y no salvarse besarme y no morir
Cansado de tanta vida intacta

Come y no mira
Tiene los ojos podridos
Un hambre honda su única pertenencia
Un hambre honda que le come el cuerpo el gesto de despedirse

SI ES ÁNGEL vive en el árbol

Me pide que no apague la luz
Me pide que lo mire desnudo
Dice que me ama con la boca cerrada (Yo lo quiero bañar en el río)
Si es ángel está nervioso
Se le cae la vida de las manos
No quiere venir a mi casa
Conoce la soledad de la belleza (No he podido quitar su olor de mi puerta)
Tiene cielo debajo de los párpados
Pierde peso encima de mí
Si es ángel está nervioso
Se le cae mi cuerpo de las manos

ESTOY segura de mis miserias (Son mías)

Lo más carne de mi corazón
Por lo bajo de esa carne aprendí a comer
Por lo bajo de esa carne aprendí a cantar (Mis ojos están acostumbrados a guardar a guardar a guardar)
He jurado no quitarme el collar de perlas
No vaya a ser que me quedé quieta cuando se abra el cielo
No vaya a ser que la flor sea perfecta
No vaya a ser que se me cierren los párpados
El corazón mío me devolverá
Estoy segura de mis miserias (Son mías)
Ave apurada
Ave de mí

YA SE SABE: hay formas y formas de locura

Cuerpos gloriosos atraviesan mi puerta (Sólo cuerpos gloriosos)
Aun con hambre no ensucian los labios
Están seguros de que sufrir no cuesta demasiado
Un solo soplo de cansancio está permitido
Lo demás es ser feliz sin escindirse
Uno cae sin descubrir el misterio de la caída
Ya se sabe: Amor no es hermoso, desea la hermosura

DEMÓRASE mi alma en florecer

Necesita un cielo más alto
Conservar el secreto en la claridad
Es posible que le falte prudencia
Acomodarse a lo que es sensato
No gozar de subir a tener este amor perfecto
Debo estar ocupada en cosa de provecho para el alma
Desasimiento grande el mío
No es fácil soportar la visión y el acontecer mismo del amor
Debo repetir una oración mental
Debo repetir una oración mental
Hago demasiado caso de mí misma

El cielo tiene un lado sordo

EL CIELO tiene un lado sordo
Conviene abrir las cajas
Empacar los ojos
Asentir en el vacío del vacío
Contemplarnos piadosamente
El cielo tiene un lado sordo
Quién alcanzará la luz de los oídos
Quién hará girar la caja
Y hallará morada la conciencia informe
Y hallará morada la respiración sorda
Y en la ventana encarnará la sombra
En ayuno
Para dar inicio
Ahora que el honor retumba en el cielo de sus bocas
Enormes, por el canto de lo que les falta
Enormes, por el rojo de su lengua
Cargando sus corazones como geranios mutilados?
Deseosos de plantarse aquí
Enterrar el alimento que no tuvieron tiempo de acercar a la lengua de los
pájaros
Fatigados del aire atigados de respirar
El cielo tiene un lado sordo
Asienten entre cajas
Y la espera pesa sobre sus párpados
Y la espera pesa debajo del viento
Debajo del lado sordo del cielo
Que les corona con plumajes encendidos
Encendidos como tulipanes enjaulados
En el lado sordo del cielo.

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LA FÁBULA DEL PASTOR Y LA LUNA [Mi poema]
Francisco Garamona [Poeta sugerido]New

MI POEMA ...de medio pelo

Mirando a las estrellas y a la luna
aquel pobre pastor se preguntaba,
si acaso era sujeto de fortuna
al ver tan alto el cielo como estaba
y así gratis total desde la cuna
a él y a su rebaño le alumbraba.

Que en casa si algo luz quiero tener
primero de un candil me he de agenciar,
aceite y un cordón para encender
cuidando venga el viento y no apagar
diciendo adios amigo hasta más ver,
y enciende otra cerilla sin parar.

Contar tantas ovejas que hoy yo tengo
sin luz hubiera sido ardua tarea
así que sé cuidar y las arengo,
los perros correteando en la pelea
a oscuras si desmandan no detengo
ni puedo sujetar con mi correa.

Ignora quien la luna hizo y la puso
tan alta que así nadie se apropiara
pudiendo disfrutar de ella haciendo uso.
Quien fuera que lo hiciera si pensara
que el hombre si pudiera haría abuso
y solo para si se la quedara.
©donaciano bueno

Los #nacionalistas creen que el sitio en que han nacido les #pertenece ¡qué ilusos! Share on X

MI POETA SUGERIDOFrancisco Garamona

La vieja lengua

Suena la vieja lengua,
la lengua de esos muchachos y muchachas
ahora que ya no puedo oírla más.
Suena la vieja lengua,
aquella de los chistes tontos y las frases,
la misma que contenía los rudimentos
de nuestro intenso aprendizaje.
Era el tiempo de las lilas,
de las violetas muriendo en nuestras manos…
Cuando todavía nos sentíamos juntos,
capaces de enfrentar cualquier destino.
Las lentas campanadas repartían la tarde,
y el atardecer prometía las premuras de la noche.
¿Qué pasó que ahora ya no puedo oírla más?
Era dulce y áspera. Era muy dulce, ¿pero qué decía?

Una mochila, pequeña, cuadrada,

hecha para que la lleve una chica siempre
subiendo y bajando de autos veloces
y muchos otros medios de transporte,
recorriendo las provincias, buscándose.
Un papel doblado en ocho pliegues,
indiferente a lo que le escriban encima.
Una capa hecha con un mantel de hule
que da calor pero que sirve
para cubrirse de la lluvia.
Yo te llamo, repito tu nombre entre mis labios…
Soledad del burro que se aplasta un rato
doblado sobre el sueño.
Tendrán un amigo tus ojos como niñas
aferradas de pie contra una valla,
detrás de la montaña inmóvil
cubierta por la nube transitiva,
tendiéndome sus manos simplemente
para que crucemos juntos esa calle.

A trescientos metros de acá,

sobre la calle Viel,
un rayo cayó de golpe
y dejó un árbol fulminado.
Ya no se sientan los hermanos
bajo su sombra fresca
donde movían las manos, los pies,
los hombros, torpemente,
hacían muecas, se arrastraban
y volvían a su casa sucios
para contarles a su madre una mentira
siempre tonta, incomprensible
mientras ella en la ventana
se sentía cerca y lejos.
Qué rompehuevos los hijos
tras los nidos de jilgueros
munidos con sus gomeras
apuntando entre las ramas
o cada noche en sus camas
abrigados o desnudos
según la estación que hiciera.
Los niños tienen huesos,
cartílagos, tendones,
pulmones llenos de aire inmóvil
y un pequeño corazón.
La madre en sus pensamientos
a veces se pregunta
qué es lo que debe pensar.
(Ahora, una nota del autor:
“Chicas no tengan hijos
salvo que estén muy seguras
y también llenas de coraje
para quedarse solas,
los hombres huyen
en un barco,
en una moto,
en un motivo.
Nunca dejan de ser niños.
Y sabemos que no hay nada más egoísta que ellos.”)
Mamá, mañana vamos juntos
pero vos cruzá sola
que te miramos de enfrente.
En la pianola del bar tocan tu tema favorito.
Estás tan vieja y chiquita
que cuando te mueras
meteremos tu cadáver
en un cajón de manzanas,
tus frutas predilectas siempre.
Mamá, mami, mamita,
¿que vamos a hacer cuando no estés?
Si nunca aprendimos a estar solos.
En una rajadura del cemento
crece un gladiolo,
¿es flor macho o es flor hembra?
Marcos, Federico, Jonás,
vuelvan a casa temprano,
que la tarde está re oscura.
Pongamos la mesa juntos
ya está la sopa cocida.
Y hay papas californianas,
y mucho puré chef.

La belleza de la vida igualará la de la muerte.

La belleza de la vida igualará la de la muerte.
Si volviera a nacer elegiría lo mismo.
Si volviera a nacer elegiría lo mismo.
Piensa el joven mongol en una frágil cocina
al aire libre, entre nubes de mosquitos
que lo pican en los brazos. Una noche de calor
se entrevé en las marismas de la tarde.
En los campos próximos hay historias
de esclavismo entremezcladas con historias
de obviedad. ¿Pero no serán casi lo mismo?
La lámpara que cuelga de un cable
se mueve bajo el agua y el viento.
Es una lluvia de verano y vos estás cansado.

Hay una chica que se duerme

envuelta en una manta rosa…
Ay, tantas cosas que olvidé,
pero igual me digo que recordarlas
es parte de lo mismo.
Porque muchas situaciones se entremezclan…
Estos meses pasan de costado,
se persiguen sin llegar a lo que son,
pura estación, pura semilla
que pronto plantaremos en un patio.
Siempre pienso en árboles que tiemblan
fijos en la vecindad de otras especies.
Hoy un amigo me hablaba de un caballo
que era suyo y él había criado
y que se murió en el campo, levemente
como un mueble que se pudre resistiendo su templanza.
Pienso en ese caballo, triste, amiga,
y creo que no hay otro animal ahora
que descifre con nosotros lo que quiera
porque el también fue abandonado
por una vieja tropa que no supo quererlo o valorarlo.
¿Y qué podemos decir de nosotros esta vez?
Que la manta era de seda y que por ella
corría un soplo inextingible de animal muy perezoso
que se mecía para hacerte perder lo que tenías,
lo que guardabas de un miedo original,
sí, suave y tremendo, invalidado
en la parte de sombra de esas ramas
que iban a señalar tu valentía.
Marcia tomó un vino barato que le pintó la boca
de morado. Se limpió con una servilleta imperial
que estaba sola como ella.
La vimos por la ventana siempre limpia del estío,
escuchamos su risa inolvidable.
Pero nos fuimos los dos imperturbables,
tratando de robar una pala
para enterrar nuestros secretos.
(El caballo desnudo se había plegado en un helecho).
Sí, ya sé amor, hace frío en el polvo
que pronto será del aire otra substancia
en los frentes de las casas que nunca habitaremos.
Ahora te digo que con la piel de ese caballo
yo podría si querés hacerte un buen sombrero,
para que me ocultes la mirada.
Porque no quiero ver cuando tus ojos
descubren todo lo que nos separa.
De Perdido en el nevado de Edit. Juan Malasuerte

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MI VIDA, ESE DISCO RAYADO [Mi poema]
Andrés Neuman [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Hoy he decidido ponerme a grabar el disco de mi vida.
¡Estoy nervioso,
no sé cómo empezar!
Decid ¿dónde he de colocar el punto de partida?
¿Será ese el día que comencé a pensar
o quizás mejor el de la ingenuidad perdida?
¿acaso debo hacer mención a mi primera comunión
o al día de mi perdición, mi boda?
ese evento que hoy no tiene sucesión
pues pasado está de moda.

Debo ser cauteloso.
Ahora mismo voy a ponerme a escribir la letra.
Pienso que deberá ser un tanto escueta,
empezando por contaros la fatiga,
mis carreras desaforadas como auriga,
continuando por las loas que he de hacer de alguna amiga
para terminar, como siempre, al final hablando de mis nietas.

Oye, chaval,
Tu no te rías, no creas que grabar un disco es tan sencillo,
aunque éste un sencillo sea.
Que este gallo de pelea
además de cantar, ritmo y rimar debe finalizar con estribillo.
Y has de saber que para realizar tarea tal,
que sea original,
no me está permitido utilizar ninguna treta,
pues el que esto escribe solo es un aprendiz de poeta
y no disfruta de ninguna cultura musical.

Mas, si escribir la letra difícil me resulta,
aún mucho más complicado será elegir la música.
Habré de incorporar un presto agitato para los momentos de euforia,
los pocos de ilusión, de gloria,
unos mínimos acordes para las vivencias cultas,
eso sí, que tengan buena acústica
y el cuerpo general
llena de notas que representen altibajos,
el clarinete haré sonar y el bajo,
repletos de emociones, de algún pequeño éxito y fracasos,
de éstos a destajo.

Y ya para el final
una marcha triunfal
¡arriba! haré que truenen los tambores, los timbales y trompetas
cual fuera el más bullicioso carnaval.
Para esta tan triunfante apoteosis
¡pondré de emoción una gran dosis
e introduciré mis dotes de poeta!
pues que éste es el momento en que al mundo mandar debo a hacer puñetas.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Andrés Neuman

Canción del insomne

Todo se vuelve oscuro
y es mentira la luz que nadie ve.
Nos deslumbran, nos ciegan.
Un café.
Es lo que necesito.
No es la sed.
Podré tocar la noche
y no temer su beso de una vez.
Que acudan otros héroes a los sueños:
yo prefiero quemar la lucidez
mientras duren mis párpados. Café.

La noche entre paréntesis

Para Bur

La noche entre paréntesis
y su adictivo roce
bastaron para hacerme conocer
el ansia elemental,
latidos de unas ropas,
la rápida tristeza de una vela,
música cómplice, un rincón,
el peso y la medida del olvido.

Monólogo a dos voces

-Como un lento jarabe
que calienta la bóveda celeste,
la luz trama su incendio
y vuelven los colores a mis ojos.
¡Amanece! Éste es el primer día.

-Pero, idiota, qué asombro va a quedarnos
siendo el día que es: el siglo de los siglos,
ya se sabe, final de un gran banquete.
Miro por la ventana
y desde mi sensata finitud
no veo más que el sol
reemplazando a la noche, como siempre.

-¡Esa inmensa naranja
será limón después en las alturas.’
Puedo oler el rocío evaporarse,
los pájaros lo absorben mientras vuelan.
Me parece que estoy viendo un milagro.
Ha llegado el momento de dejarse morir
para nacer.

-Tranquilo, por favor, no desvariemos.
A poco que se estudie el curso de las cosas
se entiende que el milagro es una farsa.
En cuanto a la belleza,
hay un amanecer-digamos que sin nubes-
y nada en absoluto. Salvo morirse, claro.
Mejor sigamos con los pajaritos.

-¿ No tiene el alba un gesto
de diosa empedernida, muda, virgen?
En cuanto se fecunden sus resquicios
el mundo quedará alumbrado
y un ritmo nuevo empezará a estirar
sus versos como músculos.

-¡Hay que soltar los cirios,
la luz es un asunto de la tierra!
y de paso templemos un poco ese lenguaje:
bastante nos costó vestido de paisano.

-Como un jarabe hirviendo,
como el milagro de un poema…

-En fin…

Ropajes

Decirte que te amo es una historia
de mustias obviedades.
Sería preferible que leyeses
amores novedosos,
canciones que mitiguen por las noches
tus raptos de inocencia.

Mis trajes de soldado no son más
que miedo a la batalla.
Y peores mis trajes de turista,
como si la aventura de las calles
pudiera seducirme.
Por si no lo sabías nunca logré emigrar,
sigo habitando en sábanas, las mismas
que humedecí de niño
cuando aún no te amaba y todavía
no había mojado tus sábanas.
Mi única destreza es protegerme.

Decirte que me ames es un pleito
de lenguajes más hábiles que el mío.
No sé nada de espejos,
no entiendo una sonata,
callar es la virtud que no merezco.
Ojalá te bastasen las delicias
de los mundos y las tardes
que no me pertenecen.

Decir te amo suele ser asunto
de obvias melancolías.
De «Métodos de la noche» 1997-1998

Claudia en la Biblioteca

Para Rafael Espejo

Rebuscas en los libros
con un extraño afán de jardinera.
Delicada y ansiosa, de perfil me pareces
distinta cuando curvas las rodillas
y se tensan tus muslos
debajo del vaquero. Muerte lenta
contemplar, sin tocado,
el pequeño tatuaje en tu cintura.
Será mejor sufrir que describir los pechos:
¿quién se atreve a cruzar los toboganes
que unen la palabra con su tema?

Así que huyo
y finjo distracción.
Si volvieras la vista a quien te escribe
desaparecerías, y es demasiado pronto.
Sigue leyendo, Claudia.
Haces bien en amarte.

Iluminación

El alma existe.
Y huele
a sales y calor,
lleva un silbido impuro,
arde como la menta
y se pliega y se ciñe
a tu vientre.

Las orillas

Para Leopoldo Brizuela

Me es hermoso el desgarro porque une las orillas,
nos concentra
en desdoblamos siempre para poder ser uno.
(Es un número, el uno, que traiciona
cuando finge ser punto de partida).
Necesario el desgarro,
porque renuncia a hundirse
pero ama los pozos
y nos tiende sus manos como dos hemisferios.

Con el pulso ambidiestro
navego celebrando los puntos cardinales
que mudarán mi origen,
y sucede el naufragio porque debe
y la vida es el barco
y yo soy el ahogado y el mismo que me salva.

Líneas aéreas

Igual que cada vez al tocar tierra
confirmamos la vida
así, cuando te toco,
recomienza el amor.

Y así, tocando un lápiz, me son nuevos
el amar, la existencia,
las líneas en el cielo de una página,
el suave aterrizaje sobre un nombre.
De «El tobogán» 1998-2001

Casa fugaz

Para Delia, mi madre
Para Erika, mi suelo

Somos iguales, tienes
la exacta fortaleza
que me hace en parte débil.
Sigue siendo difícil
en la casa terrena desnudarse.
¿Trascender? Eso intentan los solemnes,
como si dominasen el misterio
de habitar hasta el fondo este lugar
sin cederle terreno a las alturas.

Si te toco, artesana,
¿querrás estar aquí enteramente?
Durando en lo fugaz,
así transcurriría nuestra entrega.
Desconociendo cómo,
así nos buscaríamos.
Iguales en la duda. Enamorados
de la fragilidad de estas paredes.

Elogio del minuto

Aquí
por fin
descanso,
mi atención
no debe disiparse.
Un poco de distancia
tal vez la estiraría,
pero si apreso el pasmo
y fuerzo demasiado las poleas
la emoción dejará de trasladar
estas pequeñas cajas con visiones.

Miro el pájaro próximo a la casa:
tembloroso en la fuente recomienda
beber con él sin vuelo.

Principio de la carne

Necesito la carne para amarte,
la carne enamorada, pero no
más allá de la tumba sino contra la tumba.
Tendido entre nosotros el temor
ha vencido su insomnio y se remansa.
¿Qué pensará la muerte ante la fiesta?
¿Pierde la compostura, suspende sus trabajos?

¡Antídoto, entusiasmo, derríbale las leyes,
ofrécele estos pechos de artesana
que señalan el norte y piden viaje!
Es lógico perderse, los guías se equivocan.
A veces el destino es blando y tibio y mueve
dos remos terrenales
que remontan la risa hasta el principio,
hasta el punto final de los comienzos.
De «Mística abajo» 2001-2007

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ME DIERON UN RELOJ [Mi poema]
Baltasar del Alcázar [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Me dieron un reloj y me dijeron
tu tiempo empieza aquí,
procura aprovecharlo pues que así
después no has de acusar que te jodieron,
ni habrás de al fin decir me arrepentí.

Me dieron el reloj y me enseñaron
el tiempo a valorar,
diciéndome hoy debieras de empezar
mirando siempre aquellos que lograron
labrando su camino al caminar.

Me dieron un reloj y me avisaron
prepara para andar
que un día este reloj se ha de parar.
No importa si fue mucho lo cuidaron
que la hora no se puede retrasar.

Me dieron un reloj, lo estoy mirando,
¡a qué voy a engañar!,
que el tiempo me ha impedido ya soñar.
Le observo a cada paso sospechando
que el mismo ya está viejo y va a cascar.
©donaciano bueno

El mismo #reloj que nos dan a todos Share on X

MI POETA SUGERIDO: Baltasar del Alcázar

PRESO DE AMORES

Tres cosas me tienen preso
de amores el corazón,
la bella Inés, el jamón
y berenjenas con queso.

Esta Inés (amantes) es
quien tuvo en mí tal poder,
que me hizo aborrecer
todo lo que no era Inés.

Trájome un año sin seso,
hasta que en una ocasión
me dio a merendar jamón
y berenjenas con queso.

Fue de Inés la primer palma,
pero ya júzgase mal
entre todos ellos cuál
tiene más parte en mi alma.

En gusto, medida y peso
no le hallo distinción,
ya quiero Inés, ya jamón,
ya berenjenas con queso.

Alega Inés su beldad,
el jamón que es de Aracena,
el queso y berenjena
la española antigüedad.

Y está tan fiel en el peso
que juzgado sin pasión
todo es uno, Inés, jamón,
y berenjenas con queso.

A lo menos este trato
de estos mis nuevos amores,
hará que Inés sus favores,
me los venda más barato.

Pues tendrá por contrapeso
si no hiciere razón,
una lonja de jamón
y berenjenas con queso.

A UN GIBOSO DE DELANTE

Un socarrón mesonero
dijo a un giboso al revés:
– No me neguéis esta vez
que cargasteis delantero.
El gibado, a estas razones
replicó: – Es muy importante
llevar la carga delante
quien se halla entre ladrones.

A UNA MUJER ESCUÁLIDA

Yace en esta losa dura
una mujer tan delgada
que en la vaina de una espada
se trajo a la sepultura.
Aquí el huésped notifique
dura punta o polvo leve,
que al pasar no se la lleve,
o al pisarla, no se pique.

AL AMOR

Di, rapaz mentiroso, ¿es esto cuanto
me prometiste presto y a pie quedo?
¿Andar mirlado entre esperanza y miedo,
cercado de respetos, hecho un tanto?

Sustos, celos, favores, risa y llanto
dalos, Amor, a quien se lame el dedo;
los que me diste a mí te vuelvo y cedo,
no quiero tomar más cosa de espanto.

Bien siento las heridas y que salgo
de tu poder para ponerme en cura,
porque tengo aún abiertas las primeras.

Y juro por la fe de hijodalgo
de si mi buen propósito me dura
de no partir de hoy más contigo peras.

CONSTANZA

Dos galanes pelearon
sobre Constanza una tarde:
Mirad, así Dios nos guarde,
para donde lo guardaron.
Si nació la enemistad
de verse un poco apretados,
dos pueden caber holgados
y aún tres a necesidad.

YO ACUERDO

Yo acuerdo revelaros un secreto
en un soneto, Inés, bella enemiga;
mas, por buen orden que yo en éste siga,
no podrá ser en el primer cuarteto.

Venidos al segundo, yo os prometo
que no se ha de pasar sin que os lo diga;
mas estoy hecho, Inés, una hormiga,
que van fuera ocho versos del soneto.

Pues ved, Inés, qué ordena el duro hado,
que teniendo el soneto ya en la boca
y el orden de decillo ya estudiado,

conté los versos todos y he hallado
que, por la cuenta que a un soneto toca,
ya este soneto, Inés, es acabado.

UNA CENA

En Jaén, donde resido,
vive don Lope de Sosa
y diréte, Inés, la cosa
más brava de él que has oído.

Tenía este caballero
un criado portugués…
Pero cenemos, Inés
si te parece primero.

La mesa tenemos puesta,
lo que se ha de cenar junto,
las tazas del vino a punto:
falta comenzar la fiesta.

Comience el vinillo nuevo
y échole la bendición;
yo tengo por devoción
de santiguar lo que bebo.

Franco, fue, Inés, este toque,
pero arrójame la bota;
vale un florín cada gota
de aqueste vinillo aloque.

¿De qué taberna se traxo?
Mas ya…, de la del Castillo
diez y seis vale el cuartillo,
no tiene vino más baxo.

Por nuestro Señor, que es mina
la taberna de Alcocer;
grande consuelo es tener
la taberna por vecina.

Si es o no invención moderna,
vive Dios que no lo sé,
pero delicada fue
la invención de la taberna.

Porque allí llego sediento,
pido vino de lo nuevo,
mídenlo, dánmelo, bebo,
págolo y voyme contento.

Esto, Inés, ello se alaba,
no es menester alaballo;
sólo una falta le hallo
que con la priesa se acaba.

La ensalada y salpicón
hizo fin: ¿qué viene ahora?
La morcilla, ¡oh gran señora,
digna de veneración!

¡Qué oronda viene y qué bella!
¡Qué través y enjundia tiene!
Paréceme, Inés, que viene
para que demos en ella.

Pues, sus, encójase y entre
que es algo estrecho el camino.
No eches agua, Inés, al vino,
no se escandalice el vientre.

Echa de lo tras añejo,
porque con más gusto comas,
Dios te guarde, que así tomas,
como sabia mi consejo.

Mas di, ¿no adoras y aprecias
la morcilla ilustre y rica?
¡Cómo la traidora pica;
tal debe tener de especias!

¡Qué llena está de piñones!
Morcilla de cortesanos,
y asada por esas manos
hechas a cebar lechones.

El corazón me revienta
de placer; no sé de ti.
¿Cómo te va? Yo, por mí,
sospecho que estás contenta.

Alegre estoy, vive Dios:
mas oye un punto sutil:
¿no pusiste allí un candil?
¿Cómo me parecen dos?

Pero son preguntas viles;
ya sé lo que puede ser:
con este negro beber
se acrecientan los candiles.

Probemos lo delPichel
alto licor celestial;
no es el aloquillo tal,
no tiene que ver con el.

¡Qué suavidad! ¡Qué clareza!
¡Qué rancio gusto y olor!
¡Qué paladar! ¡Qué color!
¡Todo con tanta fineza!

Mas el queso sale a plaza
la moradilla va entrando,
y ambos vienen preguntando
por el pichel y la taza.

Prueba el queso, que es extremo,
el de Pinto no le iguala;
pues la aceituna no es mala
bien puedes bogar su remo.

Haz, pues, Inés, lo que sueles,
daca de la bota llena
seis tragos; hecha es la cena,
levántese los manteles.

Ya que, Inés, hemos cenado
tan bien y con tanto gusto,
parece que será justo
volver al cuento pasado.

Pues sabrás, Inés hermana,
que el portugués cayó enfermo…
Las once dan, yo me duermo;
quédese para mañana.

RECETA PARA ENCORNAR

Si el enviudar os conviene,
compadre, no es tan barato
como pensáis ese rato,
porque la rapaza tiene
más almas que tiene un gato;
pero dejadla vivir
a sus anchas, y no dudo
que os veréis presto cornudo;
no acerté: quise decir
que os veréis presto viudo.

SONETO

Cercada está mi alma de contrarios;
la fuerza, flaca; el castellano, loco;
el presidio, infiel, bisoño y poco,
ningunos los pertrechos necesarios.

Los socorros que espero, voluntarios,
porque ni los merezco ni provoco;
tan desvalido, que aun a Dios no invoco
porque mis consejeros andan varios.

Los combates, continuos, y la ofensa;
los enemigos, de ánimo indomable;
rota por todas partes la muralla.

Nadie quiere acudir a la defensa…
¿qué hará el castellano miserable
que en tanto estrecho y confusión se halla?

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YO, MI, ME… [Mi poema]
Arnaldo Calveyra [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

YO he sido afortunado, un ganador
que en vida obtuvo premios a raudales,
un vivo aventurero, un soñador,
de activo caminar, trabajador
luchando en buena lid con el amor,
pudiera haber mejor pero no iguales.

MI vida ha trascurrido sobre ruedas,
de la misma he cogido lo mejor,
ni muros me han parado, ni veredas,
que ufano yo he ido haciendo entre roquedas
al sol soñando, el río y alamedas,
lo querido lo guardo en alcanfor.

ME gusta más querer a que me quieran
y más oír gritar: ¡tú si que vales!
Pues que hemos de gozar en primavera,
nuestra estancia ha de hacerse placentera
debido a que evitar no habrá manera:
la siega siempre llega a los trigales.
©donaciano bueno

Todos a veces hemos #ganado y otras #perdido, o no? Share on X

Siempre el burro por delante para que no se espante me decían de pequeño. Después traté de corregirme. Hasta hoy.

MI POETA SUGERIDO: Arnaldo Calveyra

Costumbres en casa

La primera estrella
traspasa la ventana
y descansa del viaje
en el centro de mesa.
Jarra fresquita
olorosa a primavera,
ropero
de la pieza de al lado,
un traje persiste
en el olor de la muerta,
silla que mira al campo.
Campo.
Colonias de malvones
golpean a las puertas.
Si Virgilio viviera
diría
lo rosadas que parecen esas nubes.
El alma ya pronta
a la muerte por sueño.
Te llevaré la mañana temprano
en un vaso de agua.

De Diario de Eleusis (2006)

Palabra en el tiempo, palabra cielo toldado, a mitad de camino se
desvía, en un sesgo de sílaba se te acerca al oído –te parece que la
oyes-, te llega en redondo el tañido de la campana bajando por lo
mismo de tarde, tarde de ayer tarde, tarde de esta tarde, la rima de
sombra y acacia, nada se mueve, nada se mueve.
……………
Palabra en trance de esperarte, en su compañía nace la palabra cielo
toldado. Una mitad es silencio que destinas al verso, palabra en
espera de la lluvia, se lleva bien con tu esperar que llueva, en un
verso te muestra la grandilocuencia del patio, una mitad es silencio.
………………
Corazón bajo tierra, la palabra escrita se borra, hace como que se
borra. Y al llegar la madrugada ya estará pronta su mitad de
barrilete.

De El hombre del Luxemburgo (1997)

A lo largo, a lo ancho de

espejo de la fuente alivianado por nubes, la mancha de aceite, la
palabra. Cunde, es página –precipicio en blanco y negro-, encierra
el arrojo, encierra la intrepidez de significar, ser agua que corre,
agua de una fuente, pasión imposible de contener, acuñando en su
huida una imagen en los pocos que pasan, música que se destruye ni
bien oída, ocasiona praderas.
Gratitud para con esas

historias que lo ayudan a vivir y, llegado el caso

se deja investir por la

canción
improbable.

De Libro de las mariposas (2001)

Olía triste. Nos llegaba la voz antes que el cuerpo, su voz
cansada por el bajo. Y en la callecita, esa voz se callaba, los
paraísos, para que la hilacha del cuerpo se detuviera atónita, se
quedara mirándonos esperarla, su renguera se llevaba bien con el
mentón.

Era tan triste esa llegada.

Y entonces no era una voz sino un velorio, un velorio con

inacabables migas de pan sobre la falda.

2001-Libro de las mariposas

De Maizal del gregoriano (2005)

Acudimos al espectáculo en derredor de un plato incandescente y de
una danza, y yo, entrerriano recién llegado a la abadía de Solesmes
en busca de retiro y de silencio, me siento en un lugar apartado de la
iglesia a oír el gregoriano que cunde a lo maizal de nave a nave en
procura de los techos entibiados por la luz de las velas, oigo al
monje a mano derecha, de pie junto a la columna, en busca de notas
que se amen.
……………
Noche cuerdas adentro. Con noche afinan. Cuerdas en lo desierto
del patio, con él afinan. En este invierno que dura siglos.

La rata lazarilla

A mi lado, que es el este, hay un hombre que es el este, está
mirando, tiene la cara inclinada, espera de ese lado,
solo espera de ese lado, de todos los modos de espera de ese lado.

En algunos rincones del muelle crecen abandonados los yuyos, los
yuyos que no se dan con nadie, no se apasionan por casi nada.
Aunque tal vez no lo sepa, el hombre de la cara inclinada, de
alguna manera está dedicado a ese pastizal hirsuto.

El ciego de la rata pasa con una cuerda de pescar objetos, el
ciego es el sur.

La rata que lo acompaña se le apersonó una vez y se quedó a
vivir con él para siempre.

Trabajos que cumplir:

fotografía al desconocido que avanza a tientas por el muelle, es
tu pensamiento;

entrar de nuevo en las cabinas de la derecha, las moscas siguen
golpeando enloquecidas contra los vidrios, vivas. Abrir los
ojos de buey clausurados con papel de diario engomado, no mirar
lo que no está, lo que no entró contigo;

ir con la Medida de Aquel patio Que Sabes una ESE Lugar desconocido de Diario del fumigador de guardia

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A UN AMIGO DE JUVENTUD [Mi poema]
Tamara Kamenszain [Poeta sugerido]New

MI POEMA ...de medio pelo

 

Ave fénix que al cielo aplaudiera,
lino, prado sembrado de estrellas,
caminante que has hecho el camino
disfrutando de las cosas bellas.

De tu Galiza, origen divino,
al destete ¡feliz primavera!
embriagado por ansias de vino
a labrar fuiste a la sementera.

Combinando las noches de farra
de morriña que agrava la pena,
cual racimo que abraza la parra
ilustraste tu luna serena.

Siempre el norte marcó tu destino,
tus afectos llevaron al norte,
compartiendo tu amor, Avelino,
libre fuiste sin un pasaporte.

¿Dónde quedan los sueños perdidos
que pensaste acoger en tu almena?
el otoño ya te ha sorprendido
mas ya tienes la vasija llena.

Y una vez que has subido al altar
y el futuro que a ti no te aterra,
nunca debes jamás olvidar
do partiste que es la túa terra.
©donaciano bueno

A Avelino Silva, gallego de Pro, un amigo de la juventud, de cuando ambos nos comíamos el mundo, dos foráneos, dos referentes de esa época tan gloriosa de nuestra historia que hoy me sirve para rememorar algunos hitos tan álgidos. El escenario, Madrid. En la foto el Arco de cuchilleros.

MI POETA SUGERIDO: Tamara Kamenszain

No puedo narrar

No puedo narrar.
¿Qué pretérito me serviría
si mi madre ya no me teje más?
Desmadrada entonces me detengo
ante un estado de cosas demasiado presente:
ser la descuidada que la cuida
mientras otros la descuidan por mí.
Son personas que me sobran
y la gramática se torna un escándalo
cuando ella que olvidó las palabras
adelanta su bebé furioso
con el fin de decirlo todo
aunque no se entienda nada.

El padre de Lucy copiaba un libro ajeno

Se inclina sobre el cuaderno y con esfuerzo
va copiando una a una las palabras
del libro que tiene al lado.
Lucía Laragione

El padre de Lucy copiaba un libro ajeno
mientras decía que lo estaba escribiendo.
En ese gesto senil la desmemoria del escritor
fuerza un homenaje doméstico
a lo que letra por letra tuvo para su vida
la trascendencia del asunto impreso.
Mi madre también se copia de lo que era
mientras yo plagiando al plagiario
trato de pasar en limpio ese diario de vida
que la autora de mis días escribe como puede.

Como la torcaza que de transparencia en transparencia

Como la torcaza que de transparencia en transparencia
anuncia muy claro lo que no sabe decir
mi madre voló llevándose con ella todo el repertorio
duplicó lo que no dijo puso en eco el viejo acento familiar
y me dejó sin oído buscando sonidos reconocibles
indicios de letra viva bajo la campana fónica del tiempo
porque si es cierto que la voz se escucha desde lejos
aunque nos tomen por locos tenemos que atrapar
en el espiritismo de esa garganta profunda
un idioma para hablar con los muertos.
El eco de mi madre, Ediciones Bajo la Luna, Buenos Aires, 2010

Soñé con Arturo Carrera

es un amigo de mi generación literaria
me susurraba en italiano palabras al oído
era excitante.
Usted puede viajar a Italia a ver si ahí encuentra el amor
interpreta la analista buscando que acabe
la novela de mi vida para que por fin empiece
su realidad.
Arturo no era Arturo porque nunca
en los sueños los que vemos son los que vimos
y de mi generación literaria el pasado me impone
complicidades guiños contraseñas
que los que no estuvieron ahí
nunca entenderán.
Eso me obliga a hacer siempre el mismo recorrido:
psicoanálisis, literatura, teoría, política…
y aunque muchos jóvenes se fascinen con nuestra época
es un hecho que nosotros
tenemos la cabeza quemada.

Tal vez sea esta:

con un gesto doméstico de camisetas impresas -YO ESTUVE AHÍ-
132 estudiantes mexicanos en YouTube
desafían a un candidato a presidente que los ninguneó
lanzando esa fuerza de choque inesperada
que hace decir a Margo Glantz desde su Twitter:
«Yo soy 133».
En primera persona también me sumo
quiero salvar con ellos algo de mi propia juventud
algo que el pasado escanee para mí
un entusiasmo de grupo un nosotros naíf o salvaje
que me permita creer que alguna vez me colé
por los agujeros de las voces ajenas
para encontrarme feliz y contenta
con el eco de la mía.

Esto no lo conté nunca a ninguno de los analistas:

en el colegio primario judío veíamos todos los años
la misma película de los campos de concentración nazi
esa donde unos cadáveres vivos cavan la fosa
después tiran adentro los huesitos de sus muertos
y después todavía son obligados
a empujarse a sí mismos suicidados por otros
que los fusilan para que de tan livianos caigan
sin comerla ni beberla.
No sé pero todavía hoy cuando un taxista dice
algo sobre los judíos me callo
no vaya a ser que por el espejo retrovisor descubra
que yo también estoy al borde de esa fosa.
Por eso no opino por eso me escondo
detrás de la primera persona.

Pero la fiesta engaña porque hay otra línea que sin embargo

de nuevo es la misma:
veinticuatro horas y ya pasamos al 2013.
Varios cambiaron hoy su foto de perfil y eso le gusta a Facebook
porque es bueno contestar a la pregunta íntima
con una imagen pública.
Si pudiera escribir como quien cambia su perfil subiría
unos versos de mi primer libro y los haría pasar como actuales.
Eso contestaría a la pregunta de cómo me siento:
«una piba», diría mi mamá.
Pero mis hijos me privan de hacerlo
si digito la contraseña las iniciales de ellos
me dejan entrar sólo a mi propia edad y eso me devuelve
a los límites del poema-libro.

«Escupamos quieres realmente/ sobre aquello que/ hemos amado»

dicen unos versos de Louis Aragon
que repetíamos a los 20 como un mantra.
Usted se desenamoró del amor repite ahora mi analista
como diciendo vuelva a ilusionarse vuelva a creer
que el asma tiene cura porque si no
no va a poder curarse de la poesía no va a poder lograr por fin
alguna inspiración.

Yo a esta altura de mi vida

me siento obligada a ser clara
aunque nada ni nadie me lo pida.
En un poema de 1986 me puse oscura
para decir algo que ahora
diría de otra manera.
Transcribo parte de ese poema con el único fin
de poder usar de nuevo sin avergonzarme
la palabra sujeta:
«Se interna sigilosa la sujeta
en su revés, y una ficción fabrica
cuando se sueña».
Para mí lo urgente a esa edad era
graduarme de mí misma retener
como diploma de adulta mi nombre propio
en una celda impersonal.
Para eso tuve que recurrir a la tercera persona
como si en verdad los sueños de la otra
los pudiera descifrar Tamara.
El libro de los divanes Adriana Hidalgo, 2014.

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ESOS CHOPOS [Mi poema]
Diana Bellessi [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Los chopos, esos árboles erguidos
que firmes van mirando al firmamento,
se mecen y sollozan si hace viento
y en calma fingirán adormecidos.

De espasmos en otoño doloridos
sus cuerpos van soltando los despojos,
cual aves que volaran sin anteojos,
lanzando sobre el aire sus quejidos.

Mi mente encierra siempre una chopera
con chopos parecidos, bien plantados,
y senda que bordea la ribera.

A quitar vengo ahora los abrojos,
quiero sigan muy firmes, bien armados,
y a podar de las ramas los enojos.
©donaciano bueno

Bien nos vendría a los humanos podar algunos de nuestros actos? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Diana Bellessi

He construido un jardín…

He construido un jardín como quien hace
los gestos correctos en el lugar errado.
Errado, no de error, sino de lugar otro,
como hablar con el reflejo del espejo
y no con quien se mira en él.
He construido un jardín para dialogar
allí, codo a codo en la belleza, con la siempre
muda pero activa muerte trabajando el corazón.
Deja el equipaje repetía, ahora que tu cuerpo
atisba las dos orillas, no hay nada, más
que los gestos precisos
dejarse ir para cuidarlo
y ser, el jardín.
Atesora lo que pierdes, decía, esta muerte
hablando en perfecto y distanciado castellano.
Lo que pierdes, mientras tienes, es la sola compañía
que te allega, a la orilla lejana de la muerte.

Ahora la lengua puede desatarse para hablar.
Ella que nunca pudo el escalpelo del horror
provista de herramientas para hacer, maravilloso
de ominoso. Sólo digerible al ojo el terror
si la belleza lo sostiene. Mira el agujero
ciego: los gestos precisos y amorosos sin reflejo
en el espejo frente al cual, la operatoria carece
de sentido.

Tener un jardín, es dejarse tener por él y su
eterno movimiento de partida. Flores, semillas y
plantas mueren para siempre o se renuevan. Hay
poda y hay momentos, en el ocaso dulce de una
tarde de verano, para verlo excediéndose de sí,
mientras la sombra de su caída anuncia
en el macizo fulgor de marzo, o en el dormir
sin sueño del sujeto cuando muere, mientras
la especie que lo contiene no cesa de forjarse.
El jardín exige, a su jardinera verlo morir.
Demanda su mano que recorte y modifique
la tierra desnuda, dada vuelta en los canteros
bajo la noche helada. El jardín mata
y pide ser muerto para ser jardín. Pero hacer
gestos correctos en el lugar errado,
disuelve la ecuación, descubre páramo.
Amor reclamado en diferencia como
cielo azul oscuro contra la pena. Gota
regia de la tormenta en cuyo abrazo llegas
a la orilla más lejana. I wish you
were here amor, pero sos, jardinera y no
jardín. Desenterraste mi corazón de tu cantero.

Marea de mi corazón …

Marea de mi corazón
déjame ir
en las ligustrinas
como un insecto o como la
misma ligustrina en el rumor
en el rasante
vuelo de las
golondrinas alrededor
de los aleros en la música
minimal donde se hunde
mi vecino mientras tapiza
con golpecitos los respaldos
de las sillas en el sol
rasgado por la brisa
no ser lo otro
lo que mira. Desligarme
del ser hacia aquel
estar mayestático de
la dicha. Alfombra
de orquídeas diminutas
sobre el pasto florecen
antes que la máquina
cortadora de césped
las arrase ¿aprendieron?
Corolas violáceas
enjoyadas que emergen
en cinco días de sus tallos
aprendieron la brevedad?
de la vida sin ser
lo otro que del origen
nos aparta

Robin Hood

¿Lleva cerrojo la boca del sueño?
Seguir es fatigoso, voluntad
vuelta deseo no es lo mismo, creo,
que el aire incandescente donde ver
vuelve al deseo anhelo, compromiso
solamente de no caer, grosera
gravedad del pensamiento que empuja
a tierra la manzana, ¿la ves allí?,
en la punta de su rama, cintila
la sustancia plena y modelada
en su peso justo orlada del brillo
que le da la pertenencia. Decir:
copa del manzano, brazos donde ir
sin transición del sueño a la página,
abolida intemperie de la imagen
que reclama, siempre, una coherencia
como precio del peaje, soñar
en vigilia es tejer el hilo roto,
ver la boca del hambre, el mordisco,
la manzana y trasladar el abrazo
a nuestro brazos, compromiso en
despertar temprano. Pertenencia

La canción resuena siempre

El destino común
es aquello que vuelve,
a veces es la fe
quien va adelante o es
filo de la razón
que hiere pero otorga
un soberbio estado
de claridad que aquieta,
controla horror y sueño
mas su destino es caer
tocada por su propio
filo y el desorden
que nunca es presa, es
trampa el orden, su ingenua
intención de encerrar
en un vaso el oceáno
Si se dieran lugar
cediendo como la voz
a la lengua y ésta
al misterio aunque alce
ladrillitos, casa o
nido de intimidad
donde se entienden, uno
a otro así debidos
lo pequeño y lo infinito
La balanza siempre está
a la vista, allí,
en la risa de un niño
o en el llanto o trino
de lo que muere y nace
y sobre todo ¡buen
día! aquí, en la mano
tendida. Intentamos
con la ley poner coto,
afán desmesurado
de ser donde perdemos
nuestro ser por jerarquía
Está bien, si imantada
por la fe nos uniera
la vara de esta ley
que separa y ordena,
sostenidos por otro
nos ponemos de pie,
no es la propia boca
aquello que queremos,
sino la intuición
de que lo propio vuelve
sólo desde lo ajeno
La mañana de invierno
acuna, la palabra
saciada en el silencio
habla, pero no si antes
no pasa por el trueque:
¡lindo el día!, ¿un mate?,
hasta la vuelta, siempre

Un archipiélago de islas hendido…

Un archipiélago de islas hendido
por pequeños ríos y arroyuelos
Acequias donde las tortugas
las almejas negras hacen su casa
Reverberar de verde sin interrupción
y el eco espejeante de los pájaros
sostienen la trama. Tigre le pusieron
Los nativos le dicen La Isla
simplemente
Un aura de pumas y ciervos en retirada
De junqueros delgados
taciturnos como estelas en el agua
La barca sin patrón, las plantaciones
arruinadas y un puñado de isleños
en tareas de «mantenimiento»
No era necesario partir tan lejos
a fundar Leyenda
Profundo en este cuarto cuando todo
se deshace deslizando
fuera del sueño. Despierto y sigue viva
Leyenda. Como mi sombra. Y la Sombra grave
de la muerte alerta en las tramas del deseo

Corre paradigma de miel…

Corre paradigma de miel
Yo me quedo en el jardín viendo
abrir las semillas de gingo
un árbol sabio por antiguo
y simple como el brote de un
poroto

Ríos de la mente sabrán porqué
elrevés de la trama te lleva hacia
Leyenda
Un alma sola enfrenta su pasado
para luego dar la cara a la muerte

Aquí, no hay poder del
pensamiento ni saber
que al mundo modifique
Paciencia solamente
que busca sentimiento,
sentido en la astillada
totalidad del puma
cruzando el tiempo como
a un tapiz. El bosque
se transforma en jardín
a medias modelado
por la conciencia humana

como si una mujer hablara a otra en
un cruce de aguas profundas y claras.

Pasos de baile

Hoy la muerte se hizo presente
de un modo nuevo, no en las cosas
sino en mí, cuerpo y mente ya lo saben
aunque yo, no lo sé

sube a mi hombre la muerte
y a medio metro alea
una tacuarita, los caseros
se cortejan sólo a tres

las pavitas caminan
sobre el pasto y picotean
a dos como si acaso
fueran pasos de baile,

nueva cae la vida sobre ellos
como nueva la muerte sobre mí

En el umbral

¿Por qué no viene
el lenguaje leve
rompiendo su capullo
y en la música pueda
yo confiar
seguirlo a ciegas
en el tam-tam
del corazón que lo vuelve
ligero hacia el mar del tiempo
como ese polluelo
que a las pavas de monte
sigue detrás
y rehace la gracia
del interior sombrío
con la luz pequeña
para así confiar,
confiar…?

Tan breve y tan eterno

Rápido anochece
y una gallineta
le canta a otra

en la orilla opuesta
del río como
cuidandosé

de la oscuridad
que llega
mientras Talita

como la noche
enfila rápido
hacia la casa

y los últimos
zorzales lanzan
su lamento

en esta hora
suave
donde apenas

cae una hoja
de los robles
y luego otra

con el sonido
misterioso
del instante

antes de la noche
sin luna

Veranito de Santa Rosa

Vamos por el Gambado y de pronto
al alzar los ojos veo
la desnudez preñada de agosto
en las finísimas ramas
de un gris de humo con sus yemas a punto
de reventar, y mansamente lloro
de alegría nomás
mientras el cielo gira
en su celeste claro
como si acaso me sonriera

o yo no sé será mi corazón
saliendo de la jaula
el que se ríe de mis ojitos
bobos mientras aplaude
a todo lo que va a nacer

y es de bellaza nomás que lloro
por volver a casa en la desnudez
preñada de agosto bajo las nubes
blancas de los ciruelos
y primicias del verde en filigrana
que aún cobija las altas
y finas ramas de los árboles
color del humo. Al fin… me dice todo,
vení, despertá, dormí dulcemente
con nosotros…

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AL SABROSO COCHINILLO [Mi poema]
Jorge de Montemayor [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Al sabroso y regordete cochinillo,
con su hocico y con su rabo y tan sumiso,
tan gustoso es ese plato, es ese guiso
que en mis versos me he propuesto sacar brillo.

A ese autista, tan simplón, tan inocente,
patizambo, culocaído y bonachón,
-diz marrano, guarro, cocho y tan gruñón-
con su pinta bondadosa e indecente.

Hoy le voy a suplicar a San Antón
no permita nunca se haga rectilíneo,
que en sus curvas es donde hallo yo el aliño
que transforma tan sabroso en un lechón.

Mas no creas que guisarlo es tan sencillo
si deseas que te salga bien sabroso,
a tu lengua le parezca muy gustoso
a la hora de aplicar bien tu colmillo.

Finalmente le agradezco al dios bendito,
que aunque seas tan marrano y maloliente
¡rico, rico bien tostado y en caliente!
¡de pensarlo sólo se abre mi apetito!.

Pues galán tú eres de versos que hoy recito,
los torreznos, tocinillos y el tostón
un capricho de los dioses, el jamón
¡ay limón si lo hacemos cuchifrito!.
©donaciano bueno.

Dice un refrán, del cerdo hasta los andares.

MI POETA SUGERIDO: Jorge de Montemayor

LOS QUE DE AMOR ESTÁYS TAN LASTIMADOS…

Los que de amor estáys tan lastimados,
que el remedio buscáys en causa agena
y con ver mayor mal curáys la pena
a que os da causa amor y sus cuydados,

venid a leer mis versos, do pintados
veréys tormentos tristes más que arena,
que están vivos en mí, do amor ordena
que estén para este effecto diputados.

Y aunque suffrido ayáys pena y tormento,
y nunca podáys lo que esperastes,
o con ausencia estéys siempre lidiando,

en viendo la passión que amando siento,
todos confessaréys que nunca amastes,
o si algún tiempo amastes, fue burlando.
Cancionero, 1554

VILLANCICO AJENO

Véante mis ojos,
y muérame yo luego,
dulce amor mío
y lo que yo más quiero.

GLOSA DE MONTEMAYOR

A trueque de verte
la muerte me es vida;
si fueres servida,
mejora mi suerte,
que no será muerte
si en viéndote muero,
dulce amor mío
y lo que yo más quiero.

¿Do está tu presencia?
¿Por qué no te veo?
¡Oh cuánto un deseo
fatiga en ausencia!

Socorre, paciencia,
que yo desespero
por el amor mío
y lo que yo más quiero.

QUÉ PUEDE SER. SEÑORA

¿Qué puede ser, señora, antes que os viese,
pues viéndoos cobré el ser que no tenía?
¿Qué pudo ver sin vos el alma mía,
o que sería de mí si así no fuese?

Según ahora me siento, aunque viviese,
no era el alma, no, por quien vivía,
que un natural instinto me regía,
hasta que vuestro rostro ver puediese.

Y viendo el resplandor y hermosura
del rostro transparente y delicado
do tanta perfición pintó natura.

de vos recebí un ser tan extremado,
que no pudiendo haber en mí mal cura
lo sufro y me sustento en mi cuidado.

DEL TIEMPO SE HARÍA LARGA HISTORIA

Del tiempo se haría larga historia,
considerando bien su movimiento.
El tiempo da tristeza y da contento;
abre la puerta y cierra a cualquier gloria.

El tiempo quita y pone en la memoria
amor y desamor, gloria y tormento.
El tiempo abaja y alza el pensamiento;
al que es vencido ayer, da hoy la victoria.

Si el tiempo enoja hoy, mañana aplace.
Sigue su vía incierta y presurosa,
y lo que hizo ayer, hoy es deshecho.

En toda parte el tiempo hace y deshace,
y nunca veo que en mí deshizo cosa,
mas, ¿cómo deshará donde no ha hecho?

Los siete libros de la Diana

«Ojos que ya no veis quien os miraba
(cuando erais espejo en que se veía)
¿qué cosa podréis ver que os dé contento?
Prado florido y verde, do algún día
por el mi dulce amigo yo esperaba,
llorad conmigo el grave mal que siento.
Aquí me declaró su pensamiento,
oíle yo cuitada
más que serpiente airada,
llamándole mil veces atrevido;
y el triste allí rendido,
parece que es ahora, y que lo veo,
y aun ese es mi deseo.
¡Ay si le viese yo, ay tiempo bueno!
Ribera umbrosa, ¿qué es del mi Sireno?

Aquella es la ribera, este es el prado,
de allí parece el soto, y valle umbroso,
que yo con mi rebaño repastaba;
veis el arroyo dulce y sonoroso,
a do pacía la siesta mi ganado
cuando el mi dulce amigo aquí moraba;
debajo aquella haya verde estaba,
y veis allí el otero
a do le vi primero,
y a do me vio: dichoso fue aquel día,
si la desdicha mía
un tiempo tan dichoso no acabara.
¡Oh haya, oh fuente clara!,
todo está aquí, mas no por quien yo peno;
ribera umbrosa, ¿qué es del mi Sireno?

Aquí tengo un retrato que me engaña,
pues veo a mi pastor cuando lo veo,
aunque en mi alma está mejor sacado.
Cuando de verle llega el gran deseo,
de quien el tiempo luego desengaña,
a aquella fuente voy, que está en el prado.
Arrímolo a aquel sauce, y a su lado
me asiento, ¡ay amor ciego!;
al agua miro luego,
y veo a mí, y a él, como le veía,
cuando él aquí vivía.
Esta invención un rato me sustenta,
después caigo en la cuenta,
y dice el corazón de ansias lleno:
Ribera umbrosa, ¿qué es del mi Sireno?

Otras veces le hablo, y no responde,
y pienso que de mí se está vengando,
porque algún tiempo no le respondía;
mas dígole yo triste así llorando:
Hablad, Sireno, pues estáis adonde
jamás imaginó mi fantasía.
No veis, decí, ¿que estáis en el alma mía?
Y él todavía callado,
y estarse allí a mi lado,
en mi seso le ruego que me hable;
¡qué engaño tan notable,
pedir a una pintura lengua o seso!
¡Ay tiempo, que en un peso
está mi alma y en poder ajeno!
Ribera umbrosa, ¿qué es del mi Sireno?

No puedo jamás ir con mi ganado,
cuando se pone el sol a nuestra aldea,
ni desde allá venir a la majada,
sino por donde aunque quiera vea,
la choza de mi bien tan deseado,
ya por el suelo toda derribada.
Allí me asiento un poco, y descuidada
de ovejas y corderos,
hasta que los vaqueros
me dan voces diciendo: «Ah pastora,
¿en qué piensas ahora?
¿Y el ganado paciendo por los trigos?»
Mis ojos son testigos,
por quien la hierba crece al valle ameno.
Ribera umbrosa, ¿qué es del mi Sireno?

Razón fuera, Sireno, que hicieras
a tu opinión más fuerza en la partida,
pues que sin ella te entregué la mía;
¿mas yo de quién me quejo? ¡Ay perdida!,
¿pudiera alguno hacer que no partieras,
si el hado, la fortuna lo quería?
No fue la culpa tuya, ni podría
creer que tú hicieses
cosa, con que ofendieses
a este amor tan llano y tan sencillo,
ni quiero presumirlo,
aunque haya muchas muestras y señales;
los hados desiguales
me han anublado un cielo muy sereno.
Ribera umbrosa, ¿qué es del mi Sireno?

Canción, mira que vayas donde digo,
mas quédate conmigo,
que puede ser te lleve la fortuna
a parte do te llamen importuna.»

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