A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

FANTASÍA [Mi poema]
Víctor Manuel Franceschi [Poeta sugerido]New

MI POEMA ...de medio pelo

 

Te imaginé primero y el cielo se nubló
sobrevolando fuiste sobre la lluvia fina,
tu imagen tan divina mis ojos les cegó
y tu estampa fundió como una luz divina.

Ya de la imagen bella sólo veo el perfil,
se evaporó en el aire sutil entre la brisa
fundiéndose en el cielo cargadito de añil,
tan grácil, tan gentil, tan presta y tan deprisa.

Y en esta ofuscación pensé en dudar de mi,
puesto que la visión no me era muy precisa,
los párpados cerré para palparte así

y a una sombra indecisa yo en cambio descubrí,
ni el cielo percibí, tampoco una caricia
y aun dudo, es la verdad, de aquello que sentí.
©donaciano bueno

Hay veces en que la #imaginación va más allá de la realidad? Share on X

Ocurre muchas veces que es difícil distinguir lo real de lo irreal.

MI POETA SUGERIDO: Víctor Manuel Franceschi

La semilla

VI UNA FRUTA TAN LOZANA,
y me la quise comer…
Algo me hizo retener
el apetito y la gana.

Fue una dulce vocecita
que de la pulpa salía
y con amor me decía
una estrofa muy bonita:

«Te diré esta leccioncilla
si me piensas devorar.
Antes me debes lavar,
Luego sembrar mi semilla.
Si siembras mi corazón
y lo cuidas con terneza
será la Naturaleza
jobo, caimito y melón!»

Del Libro: Recitando Instituto Nacional de Cultura Colección Medio Pollito, 1977.

Ritmo que Mueve y Mata

Clave, tumba y maracas,
Tumba, clave y bongó.
Ritmo que mueve y mata,
rumba que ya empezó.

Siqui-sisiqui-siqui
siqui-sisiqui-sás
van diciendo las maracas,
riendo, riendo en su compás…

Mueve tus senos mulata,
dale a tu cuerpo el son.
Quema tu sangre en ron:
quema tu esclavitud…

Sigan, plumeros verdes,
brisa dándole a este son…
(tanto que enciende el ron
riéndose entre las venas).

Siqui-sisiqui-siqui
siqui-sisiqui-sás
ritmo que mueve y mata,
rumba que ya empezó:
clave, tumba y maracas,
tumba, clave y bongó…
La Estrella de Panamá.

Tenía un Barquito

Tenía un barquito
de amor y papel.
Me lo hizo papito
y jugaba con el.

Nadaba y nadaba
mi bello bajel
y no se inundaba
viajaba con él!

Guardaba el barquito
de amor y papel,
así mojadito,
soñaba con él!

Soñé que papito
la Zona me dio:
que fue soldadito
que nos liberó!

Soñé que mi barco
cruzaba el Canal,
debajo de un arco
de flor y panal!
Del Libro: Semillitas
Lectura para niños No. 7
Edición: Red de Materiales Artesanales.

Patria

PATRIA, pequeña, de barro,
grano de arroz o maíz
que vives en la raíz
y cabes en un guijarro!

PATRIA de espuma, de llano
con su arado y su cereal;
PATRIA de sangre y Canal
desde Tugrí a Victoriano!

PATRIA alegre en el disgusto
que el destino te heredó:
por tu presencia alegó
el abuelito DON JUSTO!

PATRIA el futuro te brilla
y se levanta el presente:
cómo no, si no está ausente
tu soldado y tu semilla!

Del Libro: Recitando Instituto Nacional de Cultura Colección Medio Pollito, 1977.

Mi escuela

Es una jaula mi escuela
y yo no la quiero así…
Yo la quiero para mí,
por donde el viento se cuela!

Fresca, abierta la quisiera,
abierta como es el llano.
Aprender letras temprano
y avivar la sementera!

Quiero en el campo aprender
como aprende el pajarillo,
trabajar como armadillo,
como la araña a tejer!

Quiero sembrar un maíz
y luego leer poesía:
así me liberaría
liberando a mi país!

Del Libro: Recitando
Instituto Nacional de Cultura
Colección Medio Pollito, 1977.

Cholito Victoriano

Gallardo cholito
que fue sacristán,
después soldadito
valiente y titán!

Patriota su espada,
su puño y fusil
luchó en la llanada
fue llama viril!

Muy pronto en el llano
su nombre creció:
decían… Victoriano!
decían… Libertó!

Primer guerrillero
del siglo lo fue;
cholito de acero
nacido en Coclé!

Creyeron vencerle
en un paredón:
y vuelven a verle
en mi corazón!

Señor Guardia

Señor Guardia: fue tan fácil
que tú me dieras la mano,
como se tiende al hermano,
para cruzarme la calle…

Yo madrugando a la escuela
con mi uniforme escolar;
tú marchando, militar,
para cuidar a la patria!

Me enseñarás tu pericia,
yo mi sueño juvenil
y vestiremos de dril
en Trabajo Voluntario!

Dos Ejércitos tendremos
para avanzar y vencer:
uno que empieza a leer
y otro que sabe guerrear!

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SOLO BUSCO LA PAZ [Mi poema]
Sydia Candanedo de Zúñiga [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

No quiero oír nada, no quiero ver nada,
sólo deseo aislarme de este mundo,
sumiéndome en el sueño más profundo,
tirándome en la cama a la bartola,
dejar vagar la mente sola,
aislándome por fin de la manada.

Soñar no me interesa.
Quiero a un lado aparcar las ilusiones,
en casa sin ventanas ni balcones,
poner puerta blindada
para que a través no se pueda oír nada.

Sólo busco la paz,
detesto todo lo que la perturbe,
preciso cobijarme en una nube,
liviana, relajante, blanca y suave,
detesto la ciudad
soy polluelo que vaga montaraz
y esconde bajo el ala de su madre.

Todo lo que sucede cada día
en maldito planeta en el que habito
me incita a levantar la voz en grito,
cual profeta predica en el desierto,
mientras riendo van otros mi lamento.

Todo es una porquería.
No quiero causar dolor.
No quiero crear problemas.
No quiero a nadie mi vida le de pena.
Yo ya no pinto nada en este mundo.
Déjenme sumerja el sueño más profundo.
No me hagan pedir perdón.

Con poco me contento. Yo solo necesito
un pequeño habitáculo, un nicho,
con un colchón en el centro y en la pared una rendija
desde donde me puedan pasar el alimento como a una sabandija,
una vasija de agua, otra para defecar para este bicho.
Y todo queda dicho.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Sydia Candanedo de Zúñiga

Amor Materno

Cuando se tiene un hijo, no sé cómo decirlo,
se abren las compuertas del amor hecho sangre;
todo se contamina de una dulce ternura
y el horizonte claro se siente en las entrañas.

¿Por qué será que entonces todo se ve distinto:
la hormiga que murmura en su débil corola,
la blanca flor de armiño que estremece la aurora
y la pupila abierta que arrulla nuestro espíritu?

Tener un hijo cambia la vida de las vidas,
es como renacer y sentirse de nuevo
como un capullo blanco, inocente y eterno,
tal como niño sano corriendo en la llanura.

Y en esa idea fecunda de mareas y de ensueños,
en el alumbramiento de años y de días,
va la madre en silencio cubriendo los altares
de los nuevos retoños abiertos a la vida.

Segundo Premio del Concurso Nacional de Poesías a la Madre
Auspiciado por el Club de Leones de Panamá
Diciembre 8, de 1969

Verdes serán las ramas de este cielo

Tronco de árbol, dulce cuerpo,
estás calando mis venas
como la lluvia en el techo.

Trozo de carne caliente
como la tierra asoleada,
muestra el humo,
tu esencia,
en las tardes de relámpago.

Te palpo con toda el alma,
mirándote por los valles,
al igual que hace la lluvia
en esa noche invernada.

Fuerzas extrañas me inundan
al sentirte tibiamente,
y canto porque te siento
en tus luces y en la savia;
porque me siento en tu vida
como oración sin palabras.
Del libro Una Rosada Estrella en la Vendimia, 1969

Romance del Alba

Mi libro es un mar de luces
como los ojos del suelo
y en el agua de sus olas
se retrata el pensamiento.
Las hojas y las pestañas
del girasol marinero,
despiertan entre las páginas
numerosos los recuerdos.
Hay olas grandes y chicas
en cada gota de aliento,
cuchillos en las espumas,
gajos, en gajos muy tiernos,
pero además en mi libro
el polen sigue cubriendo
la calva de muchas piedras
a lo largo del sendero.
Así en mi redondo canto
cabalga en mis ojos lleno,
un sollozo de esperanza
orillando los anhelos.
Del libro El Girasol Caminante. 1975

Solo miro tu rostro

Me ofreciste la sangre que no estaba conmigo,
me brindaste lo claro del ensueño sin luna,
y estremeciste el aire en busca de la imagen
y una marina estrella llevaste a mi celda.

Grandezas y ternuras conquistaban la ofrenda
de triste mariposa a fruto bendecido;
hoy por doquiera vives con esperanza inerme
en alas y en horarios y en el aire sencillo.

Eres como el espejo de amorosos halagos
y saturas mis pasos de luces y de almíbares
cuando las ansias mueren
y el brazo se derrite.

Sólo así te concibo,
hijo de mi memoria,
en el lecho sin nombre de las edades viejas.

Abierta es la semilla en tu mirada

El agua clara brota confundida,
en manantial de cantos amorosos,
cuando en las redes del oleaje hermoso,
en misterios de amor surge la vida.

Es mi lucha ferviente, dolorida,
y es mi pecho fecundo, silencioso,
y en las ondas de viento rumoroso,
nace clara la voz amanecida.

Así febril, mi espíritu inocente,
cual cerrado botón en la mañana,
se convierte en clavel magnificente,

y en retazos de alma soberana,
torna rojo su verbo reluciente,
en amagos de luz por la ventana.

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HACE TIEMPO QUE ESTOY TRISTE [Mi poema]
Claudette Betancourt Cruz [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Hace tiempo que dicen que estoy triste,
lo siento pues no sé disimular,
es tan poco lo que hay que celebrar
que la vida a seguir se me resiste
y me afloran las ganas de llorar.

Miro al mundo y en él no me acomodo,
no sé ya navegar, no tengo mañas,
y los seres humanos son pirañas,
contaminan el mar soltando el lodo
igual que en mi cerebro las migrañas.

Me encuentro como el pájaro en el nido
sin alas, incapaz ya de volar,
remero que sus remos ha perdido
le pilla en alta mar desprevenido
dispuesto si dios quiere a naufragar.

Al fin ya de este túnel que es la vida
tan negro que no acierto a divisar
la luz donde se encuentra la salida,
y a espera que me den la bienvenida
a un sitio en que se pueda disfrutar.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Claudette Betancourt

La plácida timidez de los corderos

Es total apariencia
No es plácida
Y no es timidez
Adentro del pecho del cordero
Hay un retumbar de tambores infinitos
Una angustia caldeada a la intemperie
Y varios filos
Que desenvaina con su lengua
Varios filos que cortarían la piedra
Lamentablemente todo esto
Aún
No lo invalida como cordero.

Transporte público

Todo mezclado Guillén,
Todo mezclado,
yo, filóloga,
aquel médico,
aquel borracho,
el pajizo de más allá,
el marginal de la esquina,
todos, nos damos las manos en corro,
compartimos sudores, algazaras, fluidos,
olores,
que delicia Guillén, todo mezclado,
blancos y negros,
tengo lo que tenía que tener
estudio, trabajo, fusil,
aquel joven con acné me saca la lengua,
el negro de más allá tiene sables en los ojos
el otro negro me desabrocha la ropa
con los ojos
y me pasa la lengua con los ojos,
y me viola
con los ojos
y me preña
con los ojos
me retuercen, me exprimen, me asfixian,
nos asfixiamos,
nos morimos,
resucitamos,
nos cansamos,
nos cansamos,
me recontrarozan las nalgas,
manos mías en senos,
nalgas,
pingas
brazos, pelos,
de todas las partes del cuerpo,
manos de todos en mi
órgano sexual, qué fino,
en mi
cara
codos
en mi
cabeza
ojo,
peste a grajo,
báñate en el malecón,
le dicen,
pero seguimos mezclados
en este microcosmos
de diaria obligatoriedad.
Llega la parada, la mía
permiso, que me bajo, gritos, empellones,
me halan, halo, muerdo,
me desgarran, me despeinan, salgo
ahora, a trabajar, llena de fuerzas.
Comienza el día.

TENGO CARNET DE IDENTIDAD, luego existo

Pero si yo me veo, aunque no lo tuviera,
aquí están mis manos,
mis ojos
el viento me golpea la cara,
me despeina
yo me toco, y sí, estoy.
Tengo libreta de abastecimiento, luego como,
¿Es cierto?
Y luego, si no tengo,
¿Será que mi boca desaparece sin dejar rastro?,
¿Se esfuma, muerde la invisibilidad?
Será que sin ese documento, de mi cara desaparece la boca,
será.
Tengo historia clínica en el hospital, luego me curas, me inyectas,
me masajeas,
y si no, será que mis tumores desaparecen,
se ocultan, mueren, y soy ya una persona sana,
pero no,
si yo me toco y me duele.
Tengo pasaporte, luego viajo,
Y si no,
y aquel pedazo de tierra que creó Dios también para mí,
claro, ese pedazo de tierra, igual que yo,
tiene nombre, luego existe,
pertenece a alguien, luego existe,
aunque él mismo se toque, antes de que nadie le reconozca
y se note vivo,
y le corran los ríos por el cuerpo,
y los sembrados le germinen,
y la lluvia,
despreocupada,
organice el cieno
sobre ese pedazo de tierra,
que en el mapa tiene,
algún nombre,
algún dueño.

Categorías científicas

Me tienen hasta el orto
con las categorías científicas
y esas mierdas
por 80 pesos
mejor me voy
para Quinta Avenida
ahí donde se paran las putas de lujo
a hacer señas
y les digo
soy filóloga
y me dicen
a mí qué pinga me importa
y les digo lupus, stultos
que con pecunia no se compra todo
pero ellos no son mis amicus
e igual me bajan la cabeza para su entrepierna,
allá en mi pared
el manchón del título de oro
me dice
aguanta un poco más alba puella
otra señita
y te compras la tan ansiada casa.

ELECCIONES Y BANDERAS

Elegir es un verbo difícil de combinar
sobre todo con el sustantivo bandera
Bandera es un sustantivo simbólico
que obliga a la gente
a elegir
entre aquello que ama
y aquello que ama
aquello que es
y aquello que es
el sintagma verbal elegir banderas por lo tanto
es solo comparable a la bomba atómica
hablábamos de eso un amigo y yo al otro día
él me decía: hay muchas banderas
una nacionalidad es una bandera
un género como femenino y masculino por ejemplo
es una bandera
me quedé pensando
un color es una bandera
un bando es una bandera
dos polos son dos piedras
si los frotas muy fuerte
puedes hacer fuego con ellos
eso lo saben aquellos que conocen el poder
y lo usan a su favor
dos polos son dos banderas
si las frotas muy fuerte
puedes hacer fuego con ellas
y quemar todo aquello que te estorbe
eso lo saben aquellos
que aprendieron el arte y la estrategia de la guerra
yo que conozco que la vida es redonda
yo que conozco que el afuera es adentro
yo que conozco y me duelen las banderas
a mí, como a ti, que me han obligado toda la vida
a usar el sintagma verbal elegir banderas
te digo que el mundo es redondo
que el espíritu es redondo
la redondez es perfecta
no hay contra qué chocarla
no hay cómo provocar fuego
no hay cómo promover la bomba atómica
eso lo saben también aquellos
que han leído a Maquiavelo
y es su mayor temor
por eso procuran que no nos enteremos
que no es obligatorio
usar el sintagma verbal: elegir banderas.

TRANSPORTE PÚBLICO

Todo mezclado Guillén,
Todo mezclado,
yo, filóloga,
aquel médico,
aquel borracho,
el pajizo de más allá,
el marginal de la esquina,
todos, nos damos las manos en corro,
compartimos sudores, algazaras, fluidos,
olores,
que delicia Guillén, todo mezclado,
blancos y negros,
tengo lo que tenía que tener
estudio, trabajo, fusil,
aquel joven con acné me saca la lengua,
el negro de más allá tiene sables en los ojos
el otro negro me desabrocha la ropa
con los ojos
y me pasa la lengua con los ojos,
y me viola
con los ojos
y me preña
con los ojos
me retuercen, me exprimen, me asfixian,
nos asfixiamos,
nos morimos,
resucitamos,
nos cansamos,
nos cansamos,
me recontrarozan las nalgas,
manos mías en senos,
nalgas,
pingas
brazos, pelos,
de todas las partes del cuerpo,
manos de todos en mi
órgano sexual, qué fino,
en mi
cara
codos
en mi
cabeza
ojo,
peste a grajo,
báñate en el malecón,
le dicen,
pero seguimos mezclados
en este microcosmos
de diaria obligatoriedad.
Llega la parada, la mía
permiso, que me bajo, gritos, empellones,
me halan, halo, muerdo,
me desgarran, me despeinan, salgo
ahora, a trabajar, llena de fuerzas.
Comienza el día.

CATEGORÍAS CIENTÍFICAS

Me tienen hasta el orto
con las categorías científicas y esas mierdas
por 80 pesos
mejor me voy para Quinta Avenida
ahí donde se paran las putas de lujo
a hacer señas
y les digo
soy filóloga
y me dicen
a mí qué pinga me importa
y les digo lupus, stultos
que con pecunia no se compra todo
pero ellos no son mis amicus
e igual me bajan la cabeza para su entrepierna,
allá en mi pared
el manchón del título de oro
me dice
aguanta un poco más alba puella
otra señita
y te compras la tan ansiada casa.

EN UN ZINC

cualquier cosa suena en un zinc, una piedra,
hasta la mullida pata de un gato,
pero mi cabeza rodando decapitada, no.

CANTO A LA TIERRA

Yo también voy a estar bajo la tierra
húmeda por sus granos
mezcla con las raíces.
Yo, quien hoy respira
y canta y huele y vibra
anclada a las raíces estaré,
aunque no haya nada ahí
tan telúrico como esas raíces
y un polvo que seré acomodado entre la tierra.
Un sismo brotará
de entre los labios azules de la tierra
apenas una grieta
que vendrá a recordar, mi nacimiento.
Sobre la dulce tierra paridora
terminaré semilla flor y árbol,
sobre la redención del polvo
será mi espíritu
un guardado relicario de raíces,
entremezclada con la tierra que recibe
con los brazos abiertos
a los dormidos pálpitos.
La recibidora tierra
la tierra pura
el pulcro campo
la piel del camino
arado recinto
ulterior morada,
la sedosa piel del polvo paridor
de rosas y de abetos y de palmas reales,
la guardadora de semillas
sin distinción
hará de mi cabeza un fruto inconcebible
una insólita flor
un parto de semilla rítmica
que dará a su vez de comer a las abejas
y a las aves
y refrescará al cansado labrador
al distraído transeúnte,
hará de mi corazón un polvo fértil
y yo seré ese campo germinal
donde sembrará el hombre
sus ajos y sus uvas
sus aceitunas y su trigo
y sobre mí se recostarán los jóvenes amantes
y mojarán de mí sus delicados vientres.
Y yo seré ese campo plagado de semillas
el polvo silencioso y vivo
donde sembrará el hombre
su alimento.

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UN BICHO RARO [Mi poema]
María Leach [Poeta sugerido]New

MI POEMA ...de medio pelo

Comprendo que yo soy un bicho raro
comprende hay muchas cosas que no entiendo,
la vida se me sigue resistiendo
y nadie a mi me ayuda. Pido amparo
y nada a mi me acaba convenciendo.

Que el mundo que nosotros habitamos
guiado por espúreos intereses
camina cual borracho haciendo eses.
E incluso aquí el pensar ya sale caro
en manos de unos pocos, los guardeses.

Se mueven como peces en el agua,
no hay nadie que les pueda discutir,
capaces de arrastrar hasta morir
con fuego cual herrero hace en la fragua
así que no lo puedas resistir.

La masa, los demás que hacemos bulto
seguimos sin saber ni a donde vamos,
si acaso algunas veces protestamos
pidiendo que haya paz, con el indulto,
perdón que eso es muy propio de cristianos.

Pues cuatro son que mandan y millones
siguiendo van sus santas enseñanzas.
Y en medio de esas loas y alabanzas
la vida va marchando a trompicones
desierta ya de anhelo y de esperanzas.
©donaciano bueno

La #democracia no deja de ser un #cuento chino Share on X

MI POETA SUGERIDO:  María Leach

MI MOCHILA

La llevo encima
donde quiera que voy,
se viene siempre conmigo,
tan contenta,
encaramada a mis hombros,
como si estuviera
de excursión.
Y ahora entiendo
la expresión
«pesar como un muerto».

COMO CADA TARDE

Como cada tarde
cruzamos el portal,
como cada tarde
te pones de puntillas
y estiras el dedo índice para,
como cada tarde,
intentar llamar
al ascensor.
Y por primera vez,
en tu vida
y en la mía,
no es como cada tarde
porque hoy llegas al botón.
¿Cómo has podido crecer tanto
sin que yo me diera cuenta?

MOTIVO DE PESO

¡Con la lejía no se juega!
¿Por qué?
¿Porque si me la bebo
me pondré enfermito,
iré al hospital,
los médicos no me podrán curar
y acabaré en el cielo
como papá?

ME GUSTAS

Me gustas cuando no puedo tenerte,
cuando podrías ser
de cualquier otra
y te observo de lejos,
rodeado de gente,
hablando, riendo,
y te veo seguro,
y te veo feliz.
Me gustas cuando me olvidas,
cuando no entro en tus planes
ni me escribes mensajes,
cuando borras mis fotos
de tu cuenta de Instagram.
Me gustas cuando te echo de menos
y noto tu hueco en mi cama,
el estante vacío,
el plato que falta,
la ausencia que prueba
que un día estuviste
pero que ya no.
Me gustas cuando te pierdo la pista
y tengo que hacer memoria
para saber si alguna vez
hubo un nosotros,
de si nos prometimos todo
o nos peleamos
por un plátano
como monos.
Me gustas mucho más sin mí
libre,
independiente,
así que vete,
haz el favor,
desaparece
y, sobre todo, no vuelvas
para que puedas seguir gustándome tanto
todo el tiempo que me queda.

QUERIDO HIJO

Solo
espero
que no te hagan falta
cuarenta años
como
a mí
para aprender
que
hablar
cura.
De La vida rima. Editorial: Espasa de poesía.

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MI POETA INVITADA:  Olga Ruiz

Pieles

En todas las pieles hay:
algo vivo,
algo sano,
algo herido
y algo muerto.
Sentir, ser consciente
de este bagaje de pieles y huesos
para disfrutar consciente de los
términos medios.
Toda piel tiene también líneas de viaje:
Cicatrices, se llaman.
Y suelen ser transparentes.

Bajas nupcias

He visto muertos casándose.
Y demonios aplaudiendo.
He mantenido la boca cerrada.
Y con el rostro lavado y el cuerpo purificado,
me he marchado sin bendecir esa unión.
Mi verbo amortajado ha conseguido huir
de esta tierra oscura de bajas nupcias,
mentiras y disfraces.
Inmune.
Y agradecida.
Hay otra vida…
Yo lo sé, la he vivido.
Nadie me va a anochecer.
Hay otra vida…

MI AMIGA ZOE [Mi poema]
Marta Navarro García [Poeta sugerido]New

MI POEMA ...de medio pelo

 

Mi amiga Zoe,
recelosa y esquiva,
siempre regando flores,
alzando va la patita por cada esquina.

Linda y coqueta,
escribe con rabito
un garabato bonito,
la vista al cielo enhiesta con su zoqueta.

Vigía al frente,
testa siempre al acecho,
gacha, sigilosa, impaciente,
va el asfalto husmeando de trecho en trecho.

En el paseo
¡guau, guau! ladra al vecino,
mira mohíno y le hace un feo,
mientras ella sigue rumiando por su camino.

¿Que un perro malo
le amenaza y provoca?
Zoe, sumisa, cierra la boca
y entre sus dos patitas esconde el rabo.

Con pajarillos
Zoe no tiene roces
¡mira a ver si me coges,
corre, que te corre, corre te pillo!

Y este estribillo
en que cuento esa treta,
se comió el paseillo
y la perrita Zoe va a su caseta.
©donaciano bueno

Hace tiempo que ella está ya en el cielo de los perros. Hoy la miro y la echo de menos.

MI POETA SUGERIDO:  Marta Navarro García

Ecosistemas (o El Evangelio según el FMI)

El día menos pensado el presidente del FMI
y algún organismo internacional culparán
a valles, bosques y montañas de socializar
oxígeno puro entre la población.
Dirán que son narcotraficantes de la naturaleza,
peligrosos ecoterroristas
y les declararán la guerra en nombre de la libertad.
Los culpables serán convertidos
en muebles de diseño
o en mercancía de tiendas suecas.
Nada es gratis y mucho menos vivir en paz.
Sirva la presente notificación como advertencia
para mujeres,
animales
hombres
y
bosques.
(Editorial La Vorágine, 2017) y en Casa de Zitas (Editorial Quadrivium, 2019).

Geometría de una tarde inhóspita

Rosas y lagartijas pasean su orgullo por mis venas.
El sol tendido sobre tu espalda nos sonríe.
Sabe que los pistoleros de la infancia
siempre disparan contra los guardianes de la memoria.
Abro mi estómago y decido limpiar su calendario.
Hay demasiados nervios escondidos en la guarida.
Demasiadas mariposas atrapadas en líquidos
poco románticos, nada semánticos.
En el hospital con nombre de culebra,
los cirujanos afilan sus espadas
para sacar de mis venas cientos de rosas y lagartijas.
Y yo aún no sé si quiero vivir con ellas o sin ellas.
Demasiadas dudas para una tarde inhóspita.
Última parada: Hotel Silencio.

Dirán

Dirán que no nos pertenece la lluvia,
ellos que ven una nube y ya están vendiendo ríos
a los náufragos.

Dirán que la historia ha terminado,
mientras cientos de huesos rotos siguen aullando
en las cunetas.

Dirán que los días tienen demasiada luz
y oscurecerán las horas
con sus ojos de cementerio.

Dirán que la comida es gratis
y llenarán tu plato
con la ceniza del último bosque.

Dirán que el dolor no existe,
mientras un rumor de vendas
muestra el mapa de todas nuestras heridas.

Dirán que dos y dos son cuatro,
cuando tú y yo sabemos
que dos y dos pueden ser cuatrocientos,
cuatro mil, cuatrocientos mil,
si nos lo proponemos.
Vietnam bajo la cama. Amargord Editorial.

Taormina: roja ciudad de sueños de seda

Regreso a Taormina,
a la intimidad de sus calles,
a su agitada respiración
de amante sorprendida,
y a esas acaloradas citas a ciegas
en el Wunderbar, tras largos vasos de martini,
con el sudor rubí en la cintura
y el deseo trenzado
sobre infiernos de seda.

Amo Sicilia,
amo ese aroma
a hierro candente
que se derrama por el valle,
prende los rastrojos del camino,
y aviva la lujuria del turista más gélido.
Mi cabello irlandés se enciende
hasta estallar en rizos febriles.

Cuando el Etna despierta,
deja un rastro de lava enfurecida
y sus venas abiertas nos muestran
un paisaje rebelde, extraño, enigmático.
Como una lengua en celo,
la isla gime pasiones y delirios.
Volcán de volcanes,
piedra tallada en noches sin máscaras.

Amo esas horas tórridas
en las que yo no soy yo,
y mi ausencia es locura a borbotones.
Ocho islas y un invierno. (El desembarco editorial)

Tarde de invierno

La cama revuelta,
dos copas vacías y un rastro de champán
sobre el sofá. Debió de ser allí
donde el sujetador se independizó de mi cuerpo
sin referéndum alguno.
La rapidez de tus manos rompió el vértigo
de nuestra primera cita
y de los corchetes del wonderbra.

En el hotel impartían una conferencia
sobre “las cien formas más rápidas
de conseguir la felicidad”.
Aquella tarde tu boca se perdió entre mis piernas.
Tengo que averiguar si alguna
de las sugerencias del conferenciante recomienda tu lengua…

El resto fue una suite de Bach rompiendo
la guitarra de Jimi Hendrix,
hasta que tu marido primero
y después el mío
llamarón al móvil pidiendo instrucciones y respuestas.
Que si el pequeño no quería cenar verdura
que si a la mayor se le había infectado el labio
con el nuevo piercing.

¿Dónde está la salsa de tomate?,
¿y la mercromina?,
¿a qué hora vuelves de la reunión?
Al escucharle,
se te cayó el mundo a los pies,
y a mí me dio risa verte así,
tan frágil y tan fuerte al mismo tiempo.
Tan cerca de mí,
pero tan lejos.

Un café, deprisa,
que nos suban un café, me dijiste.
Y nos subieron por error
otra botella de Moët Chandon que nos bebimos
entre sales de baño y confesiones.

Cuando desperté,
tu perfume seguía danzando por la habitación.
Sobre la mesa un café frío
y una nota cálida.
«No he querido despertarte.
¿Nos vemos el jueves?
Conduce con cuidado.
No sé si te amo,
pero sé que te necesito.»
La Victoria del Heno.

Amargord Editorial.

Il Vuoto

I
Soy el abismo que huye a tierra firme,
una isla perdida en busca de océanos y náufragos,
el tiempo que se observa en las heridas de un reloj.
Me transformo,
me disuelvo,
soy tigre,
soy agua,
soy el vacío.

II
He aprendido a leer el lenguaje rizado del silencio.
Soy consciente del bosque que me habita,
de la noche que se esconde
entre los dedos.
A menudo nado por debajo de mí misma,
hacia zonas subterráneas
y oscuras.
Ocho islas y un invierno. (El desembarco editorial)

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ESPERA I [Mi poema]
Tomás Martín Feuillet [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

¿De qué sirven palabras si viven solas
y el viento de qué vale si no lleva aire,
si el citado no escucha ningún desaire,
si vacías ya de agua vuelan las olas?

¿Por qué de noche el cielo siempre es oscuro
o en su casco se esconden las caracolas?
Mis deseos tropiezan siempre ante un muro
y en ti pensando yo muero hora tras hora.

Acuérdate que un día no muy lejano
a mis curiosidades tus respondías
con un beso en la boca mientras tus manos
muy fuerte se enlazaban contra las mías.

Ahora pasado el tiempo ya las preguntas
del pozo de mi mente ya se han secado,
tus manos y las mías ya no están juntas
y aquellos lindos besos ya se han segado.

Quisiera cual cigüeña que al campanario
en el mes de febrero siempre volvieras.
Sueño y sigo cantando como el canario,
mis oídos atentos siempre a la espera.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Tomás Martín Feuillet

Mi Retrato

(Fragmento)

No necesito de espejo
ni cosa que lo parezca,
porque me sé de memoria
mi figura toda entera.
Ya me he visto muchas veces
de los pies a la cabeza
y como nadie conozco
lo que bueno o malo tenga.
Cinco pies y diez pulgadas
hacen mi altura completa:
no soy gordo ni soy flaco,
y es mi tez algo morena.
Mi pelo es castaño oscuro,
fino y crespo en tal manera
que varias ninfas me han dicho
que para sí lo quisieran.
Mi frente es ancha y cual dicen
manifiesta inteligencia;
aunque he visto muchos
burros con frente de a vara y media.
Son mis cejas algo arqueadas,
unidas, del todo negras,
bien pobladas y merecen
las califique de buenas.
No en verdad por la opinión
que yo mismo de ellas tenga
sino porque así me dijo
cierta ocasión cierta bella.
Mis ojos son algo grandes,
pestañas negras los velan,
y sin que en ello repare
todo cuanto pienso expresan.
No se ponerlos en blanco,
ni con ellos hago muecas,
ni ven para siempre al cielo
ni por siempre ven la tierra.
A la cara siempre miran
frente a frente en línea recta,
porque a nadie en este mundo
le tengo miedo o vergüenza.
Su color es casi negro
con muy poca diferencia,
y son, en fin, buenos ojos
cual cierta persona piensa.
Mi nariz, bastante roma
como lo sabes, es fea,
y da bien a conocer
no pende de gran nobleza.
Mi boca es bastante grande
de aquellas de oreja a oreja,
pero mientras no la abro
es un tanto pasajera.
Mi dentadura es ¡Dios mío!
mala por naturaleza;
pero aunque fumo cigarro
nunca está sucia ni negra.
Tengo la barba redonda
y un hoyuelo en medio de ella,
que me han dicho que es bonito
sin que a mi me lo parezca.
Ni patillas, ni bigote
uso jamás, ni chiveras,
porque soy aun más lampiño
que las ranas y culebras.
Mi cara por varias partes
está de picadas llenas,
que son constantes recuerdos
de las malditas viruelas.
Sólo una cosa del rostro
por retratarte me queda;
mas la pasaré por alto
porque no vale la pena.
Basta decirte que tengo
orejas como cualquiera,
y que son cual las de todos
sin notable diferencia.
Mi pescuezo es regular,
es cosa tal cual bien hecha,
mas no llama la atención
ni por mala ni por buena.
Mi pecho es algo elevado
y un gran corazón encierra,
que es ya casi un colador
según le han abierto brechas
con sus ojos seductores
las jóvenes panameñas,
cuyas miradas al alma
como agudos dardos llegan.
Tengo unas manos muy grandes,
tan grandes que me avergüenzan
y no son del todo largas,
sino muy anchas y gruesas.
Son malas como de encargo,
como a propósito hechas,
y más que de caballero
parecen manos de atleta.
Mi pie es chico y arqueado,
sin que por esto me crea
que por ello se enamore
de mí ninguna doncella.
Al caminar se me nota
que medio arrastro una pierna
lo que equivale a decir
que padezco de cojera.
Resultas de que sufrí
una fiebre tifoidea,
a la que grave parálisis
le siguió por consecuencia.
En fin, yo no soy buen mozo,
ni pienses que lo pretenda;
mas tampoco soy muy feo,
es regular mi presencia.
Ya no sé que más decir
y pienso que está ya hecha
mi pintura o mi retrato
(lo llamarás como quieras).
Al hacerlo yo no he usado
ni de orgullo ni modestia
y he dicho lo que he sentido
con mi natural franqueza.
Mi primer retrato es éste,
y para que tu lo veas,
aunque al público le pese
lo planto en “El Centinela”.

Los caracoles

A Josefa Herrera de Picón

Arrullado por las olas
y de la mar a la orilla
resplandece, luce y brilla
el hermoso caracol;
y sobre su bello esmalte
de caprichosos colores,
refleja sus resplandores
y su viva luz el sol.

Cuando ya la noche tiende
su negro y oscuro velo,
y la Luna desde el cielo
con sus rayos dora el mar,
en él reflejada mira
su pálida luz brillante
y se ve cual un diamante
el caracol resaltar.

De la cima de una peña
ve a lo lejos crecer flores,
y no envidia sus primores
ni matizado color;
que él también en la ribera
resaltar sabe hechicero,
como en el cielo el lucero,
como en el campo la flor.

Y al lucero el sol eclipsa
y la flor bella y lozana
luce hermosa en la mañana
y se marchita después;
y al caracol para siempre
su bello encanto le dura,
y por siempre su hermosura
conserva y su esplendidez.

Yo he visto caracoles
de formas peregrinas,
asidos a las rocas
en medio el arenal;
y en ellos dibujadas
vi nubes purpurinas
cual las que muestra el cielo
de nácar y coral.

Como esas nubes bellas
que miran nuestros ojos
cuando su frente oculta
en occidente el sol,
y sus postreros rayos,
vivísimos y rojos,
coloran los celajes
de límpido arrebol.

Yo he visto caracoles
cual nunca el pensamiento,
en sus delirios pudo
siquiera imaginar;
que fueran el orgullo
del rey más opulento
si en su diadema regla
llegáranse a ostentar.

Y al verlos ha quedado
estática mi mente,
en ellos contemplando
las obras del Señor;
y entonces ha bendecido
mi labio reverente
del cielo y de la tierra
al sabio creador.

Que sólo el Dios que pudo
formar el ancho mundo
pudiera esos objetos
bellísimos crear.
Como la perla ha creado
del mar en lo profundo;
cual pudo de la nada
al hombre fabricar.

¡Ah! ¡cuánto ha de ser grato
vagar por las riberas
oyendo de las olas
el dulce murmurar,
y a bellos caracoles,
y a conchas hechiceras,
al son de alegre cítara
un cántico entonar!

En El Álbum De La Sta. Dolores Hurtado

Hubo aquí en tiempos no muy remotos
un benemérito Coronel,
el cual decía que en esta tierra
no se hacen cinco con dos y tres.
La vez primera que esas palabras
a cierto amigo yo le escuché,
quedé admirado y al punto dije:
«¡Es un absurdo, no puede ser!»
Mas ya pasaron algunos años,
tal vez no miento si digo seis,
y la experiencia me ha demostrado
que aquel valiente pensaba bien.

De muchas pruebas que de ello tengo
hoy una sola yo te daré,
que es entre todas la más espléndida,
la que te puede más convencer.

En todas partes tienen las bellas
libros cual este que tienes hoy,
que son las urnas en donde guardan
las lindas flores de grato olor
que a regar llega, de sus altares
al pie, gustosa la admiración.
En ellos cantan los trovadores
tiernas endechas con dulce voz,
y los pintores con su paleta
allí trasladan el arrebol.

Allí el amigo su amistad jura,
allí el amante jura su amor,
y de esos álbums, en cada página
se ve un recuerdo, se ve una flor.

Y yo en mis manos tu libro tengo
y casi en blanco lo miro, sí,
aunque eres bella como un arcángel
y más hermosa que un serafín,
y aunque tus ojos son seductores
y eres dechado de gracias mil…
Dime, Dolores, si por acaso
tú en algún tiempo sales de aquí,
si se realizan tus dulces sueños
y tú mañana vas a París
y tus amigos miran tu álbum
y lo ven blanco, ¿qué han de decir?
Que aquí aún estamos muy atrasados
aunque tenemos ferrocarril,
que aquí no tienen ojos los jóvenes,
y otras mil cosas de tu país.

Cuando esto escuches, dí que es mentira,
que tus paisanos todos ven bien,
y que conocen lo que es hermoso
como cualquiera lo puede hacer;
que tus encantos ellos alaban,
que los fascinas cuando los ves,
y que te admiran como a las bellas
flores que tiene nuestro vergel.
Pero si quieren que tu les digas
por qué tu álbum en blanco ven,
diles, Dolores, lo que decía
en otros tiempos el Coronel;
y pues te juro que de tal cosa
no hay otra causa ni otro por qué,
dí que en tu tierra ni aun Arquímedes
hiciera cinco con dos y tres.

Pero con todo, como en el mundo
no hay una regla sin excepción,
yo te he ofrecido mis pobres versos
al son de mi arpa de ronca voz.
Si alguien extraña que por dos veces
haya hecho trovas en tu loor,
tú decir puedes que así lo hice
porque tu amigo sincero soy,
que en mis estrofas, aunque son malas,
no hay ni lisonja ni adulación;
que aunque en los álbums no se ven nunca
dos producciones de un mismo autor,
eso bien puede ser cosa fea
en otra parte, pero aquí no,
porque en tu tierra ni aún Arquímedes
hiciera cinco con dos y tres.

¿Cuánto Tiene?

En el siglo en que vivimos
de progreso,
y en que de nada servimos
si no tenemos un peso,
no hay labio que no repita,
ni oído en que no resuene,
esta frase favorita:
¿cuánto tiene?

Cuando un joven de una niña
se enamora,
ella al momento escudriña
sin tardanza, sin demora,
no quien es, cómo se llama,
ni el lugar de dónde viene,
y por saber sólo clama:
¿cuánto tiene?

Y si él por desgracia es pobre,
aunque honrado,
bien que la virtud le sobre,
habrá de ser despreciado;
y pronto herirá su oído
un terrible: «no conviene»,
desde que sea conocido cuánto tiene.

Es Zoraida hermosa y bella
por demás,
y locos de amor por ella
están Pedro y Diego y Blas;
y con sus tres amadores
aún soltera se mantiene,
porque ignoran los señores
cuánto tiene.

Si se enferma don Simón
por desgracia,
y pide la confesión
para estar de Dios en gracia,
el cura a quien han llamado
de irlo a confesar se abstiene,
interín no ha averiguado
cuánto tiene.

Si llega del extranjero
un cualquiera
con aires de caballero,
al cruzar de una a otra acera,
cada cual, desde su casa,
pregunta, aunque se condene:
ese fulano que pasa, ¿cuánto tiene?

Si un médico se presenta
de otra parte,
y los milagros nos cuenta
que realiza con su arte,
por saber nadie se apura
si conoce o no la higiene,
mas preguntan con premura:
¿cuánto tiene?

Si amores con Inocencia
tiene Antonio,
y al padre pide licencia
para unirse en matrimonio,
no anhela saber el tonto
de dónde el yerno proviene,
mas quiere le digan pronto
cuánto tiene.

El matrimonio es estado
que me gusta,
y aunque de él mal han hablado,
no me amedrenta ni asusta;
mas aunque casarme quiera
no hay mujer que me encadene
si es su pregunta primera:
¿cuánto tiene?

Poderoso caballero,
ya otro dijo,
que es el señor don Dinero,
y este es hecho cierto y fijo:
media en todo el interés,
en todo el oro interviene,
y hoy un hombre vale y es
cuánto tiene.

Ved aquí lo que decía
un letrado,
al dictar el otro día
la sentencia de un malvado;
«Yo le debo condenar;
mas, antes que así lo ordene
es preciso averiguar
cuánto tiene».

Es cosa atroz, criminal,
es pecado,
el no tener un real
en este siglo ilustrado…
Pero, de decir sandeces
es preciso me refrene:
yo también pregunto a veces:
¿cuánto tiene?

¡Quédate Así!

¡Quédate así! Con tu cabeza lánguida
apoyada en tu mano de jazmín,
no dejes nunca esa actitud romántica;
no te muevas, mi bien… ¡quédate así!

¡Quédate así! Para inspirar un cántico,
a tu tierno y amante trovador,
tipo de la belleza melancólica
con que siempre soñó mi corazón.

¡Quédate así! Para mirarte estático,
así inclinada la preciosa sien,
encarnación del ideal poético
que mi alma ardiente en sus delirios ve.

¡Quédate así! Sobre tu traje cándido
tus cabellos flotar deja, mi bien,
sueltos cayendo sobre el pecho nítido,
que envidiara la Diosa del Placer.

¡Quédate así! Con la mirada ignífera
fija del cielo en el hermoso tul,
Tú que eres, ¡ay! de irá existencia mísera
el solo encanto y la brillante luz.

¡Quédate así! Porque con ojos ávidos
quiero tus perfecciones contemplar,
tú que con solo una palabra mágica
feliz me has hecho para siempre ya.

¡Quédate así! Y que la parca lívida
ponga a mi vida en este instante fin;
que si viéndote así desciendo al túmulo,
yo moriré feliz, sí, muy feliz.

¡Quédate así! Como la flor que el céfiro
sobre el talle gentil hace inclinar;
¡Quédate así!, mi amor, así, ¡mi ídolo!
No te muevas, por Dios, ¡nunca jamás!

¡Quédate así! … Mas si tu frente inclínase
porque tu pecho encierra algún pesar,
no más tu mano en la mejilla pálida:
¡No te quedes así, no, por piedad!

El Centinela, Nº 105

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ESTE MUNDO ES UNA MIERDA? [Mi poema]
Ketty Blanco [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Admitamos que el mundo es una mierda
que anda envuelta en papel de celofán,
donde algunos comiendo un trozo van
en tanto otros, al verla que es tan cerda,
con asco ni siquiera la olerán.

Admitamos que a algunos la basura
les viene aquí mejor que anillo al dedo,
que agarran acogiéndose a algún credo,
lo mismo que un creyente a la tonsura,
olor que se desprende de algún pedo.

E igual que con el mal, es contagioso,
quien prueba esa bazofia la trasmite
al otro que hay al lado y que repite
haciendo que esa magia deje un poso
y acaba así invitándote al convite.

Mas puesto que hay que verla tal cual es
e inútil es volverla del revés,
del mundo hay que gozar, que es muy bonito
haciendo del eructo un requisito.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Ketty Blanco Zaldivar

Days like these

Tendida estoy en el piso
entre cajas, montones de cajas,
desaliñada, flaca y más vieja,
creyéndome la gran protagonista
a la que nadie predijo esta grandeza.
Ratones caminan por encima
y debajo de mi cuello.

Tras un vidrio oscuro

He visto el futuro
con ojos que pedí a los muertos.
Todo amarillo como la bilis,
como una densa niebla donde pintar la rabia.
De allí he surgido.

La milagrosa

Tu hijo, acaso trapecista, camina hasta ti por el
ombligo traspasando la bruma que eres.
Guiado por un seno de leche que no mana,
¿qué le darás entonces? ¿El gusano que se
enrosca en su garganta como un mal augurio,
y enturbia sus ojos de semilla? Di, Amelia,
¿qué sientes cuando él intenta abrir las manos
recién nacidas, y como un dedo atravesado en
el bostezo, se frustra el gesto por la piedra?
¿Tu corazón no se abre de ganas? ¿De dolor
por la leche, el aire que el sollozo pide. Sí, se
abre. Se abre tanto que al final estalla. Y
mujeres. No una, ni dos. Setenta veces siete.

Cebollas moradas

Él no puede dejar de sangrar,
entonces corre a la cocina y
corta cebollas.
Ella come dulces
hasta que el azúcar se vuelve vértigo,
se esconde para cortar
cebollas.
Ante estas ganas de matar,
corto los bulbos en trozos muy delgados.
Miro el filo del cuchillo. El agua corre.

Sábanas de la tarde

Esposadas al cordel, luchan contra los azotes
del viento, la burla de la lluvia. Confían
en que alguien las guardará en la gaveta,
las doblará con ternura al final del día.
No saben que se ha ido
y las ha dejado a merced del tiempo.

Cosmos

El gorrión había muerto.
Encontró la nostalgia.
Yo no pude.

Ser

El helado se derrite en mi mano.
Una gota cae sobre el vestido.
La dejo ser.
Las religiones se disputan el Ser.
Los filósofos discuten sobre el Ser.
Mientras,
una mancha oscura
es
en mi ropa.

Aquí los amaneceres no son tan apacibles

El día es tan bello que de un momento a otro
podría acabarse el mundo.
El rugido de un avión en el cielo pareciera anunciarlo
y la tinta que gotea del lapicero
es augurio de aniquilamiento.
Hace aquí una mañana apaciblemente bella.
Ya es hora, ya es hora. El teléfono suena.

Canto a mí misma

No soy Helena de Troya, pero soy bella,
le digo cada mañana al espejo.
No necesito una ciudad a mis pies,
o la ruina de una ciudad a mis pies
para saberme dichosa. Mi nombre es otro,
mi nombre clavado entre inútiles palabras.
No soy Helena, pero al barrer estas cenizas
algo habrá sido diferente.

La inocencia

Amo a Dios en sus designios fatales.
Y a la Virgen que es como aquellos
que la aclaman.
Igual amo a mi madre con sus cuerdas rotas.
Y me amo en el centro de todo
como amo al murciélago que duerme
debajo de mi cama.

Un árbol

Debo quedarme quieta mientras nace un árbol. No debo mover un ápice si el árbol procura estirar sus ramas dentro de mi cuerpo.
Cuerpo magro, frágil ante la abundancia de madera y hojas, y flores. Mi cuerpo que por momentos desea retorcerse, aullar frente a aquello que comienza a abrir sus manos.
Pues sabe que el espacio es exiguo, y las ramas pronto apuntarán sus dedos al cielo. Harán saltar ojos y rodillas, rasgando los poros de mi piel como a un vestido.
Y otra vez el instinto me implorará que corra, pájaro loco, sin dirección precisa.
Pero me han ordenado permanecer en calma, muda como la tierra antes de convertirse en bosque.

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FELIZ CUMPLE [Mi poema]
Rosa Elvira Álvarez [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

A Amira Herdoiza

Hoy cumple años una rosa,
desde que nació esa flor
la vida es de otro color
y sonríe ese rosal.

Eres linda y primorosa,
una flor muy pizpireta,
muy presumida y coqueta
sin igual.

Tu mirada es tan hermosa,
es tan limpia y transparente
como el agua de una fuente
de cristal.

La rosa más olorosa,
tu halo perfuma el ambiente
si apareces de repente
en un lugar.

Amiga de tus amigos,
en tu día te decimos
el orgullo que sentimos
al contar con tu amistad.

Aunque sólo tres personas
se arrogan ese derecho
de acogerse en tu regazo,
los que bien te conocemos,

los que mucho te apreciamos,
los que tanto te queremos,
te enviamos este abrazo
entre nubes de algodón

y al aproximar tu pecho
sientas nuestro corazón.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Rosa Elvira Álvarez

Tus manos

Tus manos, pienso en tus manos
desconocidas que un día,
me hicieron temblar de amor.
Tus ojos, pienso en tus ojos
–el azul de dos relámpagos
donde se apagó el dolor–.
Tu boca que es como un ala,
ala roja que se fue,
se fue sin decir adonde
ni por qué.
¡Como me asedian tus manos
y tus ojos y tu boca!
Aire que le da el rocío
del horizonte a mi calma.
Valle sembrado de luces
que ya no iluminan nada.
En ese paisaje veo,
tu ausencia a la mía atada
y un horizonte sin cielo,
todo llanura abrasada,
con cinco dedos abiertos,
los de tu mano enguantada
o los diez dedos desnudos
sobre mi cuerpo y mi alma.
Del libro: El alba perdurable.

Entrega

Devuelvo tu perfil adormecido
que ayer fuera mi afán y mi cuidado,
con pétalo de niebla fuiste herido
y por copos de espuma amenazado.

En tus labios un ¡ay! recién nacido.
En mi pecho tu nombre derramado.
Del ayer los mañanas del olvido,
te entrego para siempre rescatado.

Esto me queda, un sueño prisionero
en el topacio ahumado de tus ojos,
tus ojos –asequible ventisquero–

y un lamento obstinado que te llama,
una encendida soledad de hinojos,
una abrasada nieve que te ama.
Del libro: El alba perdurable.

Tríptico del velar

I
Para en los dobles encontrarte
de la mansión sellada por tu ausencia,
busco el olvido que imploré al dejarte
y en el olvido encuentro tu presencia.

Todo lo diera por volver a hallarte,
acariciar tu voz, gustosa urgencia,
y el dormido perfil desdibujarte
mientras en vela, vela mi inocencia.

¡Qué fatiga la lumbre de tu fuego
cuando exprimes la hez de mi quebranto
en esta dulce y esencial batalla!

Cal y canto tu lógica y mi encanto
nada valen, ni súplica, ni ruego,
si evasiva escapo de tu malla.

II
Arde tu hielo con la mordedura
de este amargor de ortigas que me habita
y en congelado fuego, angustia pura,
mi alma con voz a revivir invita.

Me deslumbra esta pena claroscura
en su fulgor vorazmente infinita,
que ilumina redonda la cintura
y el ritmo de la sangre precipita.

Savia, saliva intensa, locuciones
de este amor de mi ser, en ti perdido
hecho sustancia, tierra y pesadumbre

y este perpetuo arder en ilusiones
que me llevan por el amanecido
a las heladas nieves de tu cumbre.

III
Dora tu fuego el borde de mi alma
en esta orgía dulce, sin sentido,
y los difunde en la aromada calma
de los reversos del sobrentendido.

Contra el agraz racimo de la palma,
quiebra su luz un sol recién nacido
y su tibieza antigua nos ensalma
los pareceres del común latido.

¡Qué dulce eres amor! Hay tal encanto
desde tu pié ordenado a tu sombrero,
que suelo compartir tu geometría

y así, con ecuaciones me adelanto
al decir, sin decir, que te venero
en el umbral de la locura mía.

7 Sonetos al Escorial

Camino sobre siglos y peldaños,
alegorías y ventanas ciegas
y descubro en los mármoles huraños
voces latinas y sentencias griegas.

Voy descendiendo por los aledaños
de esa razón de ser que tú me niegas,
alma mía de ayer y entre los años
que nunca fueron me desasosiegas.

Hay en el marco de los ventanales
un silencio de siglos presidiendo
la majestad de los alrededores

y el alma entera vibra en los fanales
donde la noche eterna va esparciendo
una ilusión de piedras y rumores.

El Monasterio

Se vierte en el estanque la silueta
del monasterio adusto. Congelada
a lo lejos la sierra es balaustrada
que nos ofrece un éxtasis violeta.

Espejismo de Dios en la secreta
mística aspiración hacia la nada
o hacia el todo. De amores desmayada
el alma viste su sayal de asceta.

¿A dónde irá mi cuerpo que no vea
piedra labrada y verbo consagrado
entregado sin pausa a la tarea

de ver como los siglos han pasado
y en alto queda ardiendo aquella tea
donde se funde el bien con el pecado?

Cristo de Cellini

“No me mueve mi Dios para quererte…”
así dicen angélicos los versos
tu ofrecimiento de dejarte verte
más allá de los vastos universos.

Ni me mueve tampoco el conocerte
terrible y juzgador en los reversos
del bienaventurar y darme muerte
si formo en el tropel de los perversos

con mi fe boba. En tu presencia vaga
siento también un clavo en cada mano
sobre los leños de la providencia,

que escondido te llevo en esta llaga
del corazón y me hundo en el arcano
de tu mármol tallado y de tu esencia.

Panteón de Infantes

Hay una muerte niña y friolenta
y un gran silencio de infantilidades
que renueva en mi sangre la violenta
ley del amor y las maternidades.

¡Infantes míos que la vida afrenta
con su falsa ternura! En las edades
de un día eterno se me representa
la sinrazón de las calamidades,

y una ilusión de ayer enamorada,
que ya no sé quién soy con tus desvíos
ni a donde voy apenas caminando,

pero en la intimidad de mi morada
son los infantes muertos, hijos míos
que nacieron no sé porqué, ni cuando.

Felipe II

Rey de las tierras firmes y los mares,
esclavo de Caín por tus pasiones,
oficiaste en confusos avatares
y sometiste pueblos y naciones,

rezaste castellanas oraciones
y consagraste el orbe en los altares
de tus locos de Dios y tus legiones
y tus autos de fe plenilunares.

Rey de escorias, en la desconfianza
erigiste tus grises monumentos,
piedra y niebla y un poco de esperanza

en no sabías qué, por tus conventos
has hecho universal esa maestranza
de la crueldad y los remordimientos.

Soneto a Abel

–Caín, Caín ¿qué hiciste de tu hermano?
–El dolor es la llave de la vida,
la puerta del saber está en la herida
abierta siempre, aunque abierta en vano.

La dicha es como un éxtasis lejano,
una flor no del todo florecida
cerca, muy cerca y lejos escondida
detrás de un dios confusamente humano.

Me das la vida y me la das prestada,
me das la dicha y tú la necesitas
y amándome te amas a ti mismo.

Amándote yo a ti, yo soy tu amada
y en estas ecuaciones infinitas
por alturas de amor yo soy tu abismo.

7 Sonetos al Escorial

Sin embargo también crucificada
en los maderos de la mansedumbre
soy alba herida o alba enamorada
encendiendo mis fuegos en Tu lumbre.

Quiebro mis sueños todos, e inmolada
por mujer, por escueta, por costumbre,
te ofrezco esta ternura huracanada
y sus vaivenes y su mansedumbre.

¡Todo es nada y la nada maravilla!
Osario destinado a nuevos huesos
la espiga muerta, encinta la semilla.

Del cautivo de amor yo soy cautiva.
Va en mi alma también su rostro impreso
como una obsesionante siempreviva.

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EL ILUSTRADO [Mi poema]
Vanesa Pérez-Sauquillo [Poeta sugerido]New

MI POEMA... sugerido

 

Andante solitario, ansioso de experiencia,
repleto de vivencias, sucesos que contar,
tantas cosas sabías, era tanta tu ciencia
que no tuviste tiempo para en ella pensar.

Inquieto, sin descanso viajaste por el mundo
bebiendo de las fuentes que invitan a saciar
tus ansias de libar, crisol sabio y profundo,
como una rueda fuiste rodando sin parar.

Y es ahora que el ocaso te acecha sigiloso,
frente a tu alma enfrentado y harto de caminar,
tratando atemperar tu espíritu curioso,

te has parado a intimar con tu ser proceloso,
amarres recogiendo de tu alma en alta mar
y al fin puesto a soñar con rictus misterioso.
©donaciano bueno

Un hecho demasiado# frecuente, no pararse a #pensar? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Vanesa Pérez-Sauquillo

A BILLIE HOLIDAY

I

Quiero encontrar la escoba que favorezca
el viaje a tu proximidad
hechicera
a bordo de los nudos de esa garganta
seca y dolorida.
Cómo has llegado a aquí
vencedora de infiernos de juguete
que ni siquiera salen en los telediarios.
Algún día entenderé
por qué tu voz te arranca
del tiempo del gramófono,
y cruza océanos dictados
dejándome desnuda,
buscadora de ecos.
Tú, que siempre supiste
qué modulación
dar a cada momento,
te encuentras recortada por esta pobre oyente,
creyente de la vida de tus notas
sin que el puzzle me diga
dónde están sus orillas.

Parece mentira
que el cielo tenga hambre todavía
tras engullirte,
mujer de plata, a veces verde,
en la proa de ese barco.
Virgen del tiempo de la sangre,
meretriz de tu ego, mafiosa de las almas,
tarzán de tantas selvas.
Cierra los ojos y duerme, que yo velo
en penumbra
mientras canta tu sueño
donde acaban
las carreteras del deseo.

POEMAS

Escucho los ladridos, distintamente,
pero nada sé de ese perro que arde
ni del dibujo de su huella por la tierra abrasada.

Reconozco a los que lo han mirado
frente a frente. Escucho sus historias.
He pasado varias veces la mano
ante sus ojos blancos desde entonces
y he sentido una llama calentarme los dedos.

Pero yo sólo escucho los ladridos.
Incluso cuando salen de mi boca.

Nada sé de poesía.

– –

quisiera ser exacta,
hay días en que quisiera,
ciertos días,
ser exacta
como el reloj de la estación
quisiera, como la prisa, exacta,
del viajero
que no soy yo, quisiera, hay días
exactos, en que quisiera, exacta
como el reloj de la estación,
quisiera no esperarte, ser
inútilmente, quisiera en que quisiera
no estar desesperada, ser, días
ciertos días
mirando ese reloj
que con exactitud quisiera
aunque no sabe
dónde estás, dónde está
inexcusable mi razón
y en qué estación perdida
días
quisiera
ser
de qué pueblo o ciudad que yo no alcanzo,
cumplido ya el trayecto,
tu reloj habrá dado las nueve
y tú cierras un libro
como el que deposita
un bisturí.

– –

A enemigo que huye…
… puente de plata
(Anónimo)

no sé cómo no vi
que un río me nacía de los pies
desde hace tanto tiempo.
Ni cómo te mojabas los tobillos
y mirabas la tierra más allá.
Ni cómo poco a poco
habías ladrado el puente,
noche a noche,
en la monotonía de las noches
que pesan
hasta que se le rompen las asas al sentido
pero que sólo entonces, sólo muchos después,
revelan su desgarro o su creación.
No sé. No me di cuenta.
Sólo falta la plata.
Es fácil. Me dijiste. Llora un poco.
Tanto amor para acabar así,
orfebre de desdicha
brindándole un espejo a tu pisada.

– –

el lazo roto que atraviesa las ciudades
la boca hambrienta lámpara de desierto
tierra quemada donde ya no palpita
la voz de ningún jugo
las antenas de la melancolía
a veces enredadas como puños
contra las azoteas
las horas de la noche
que se desnudan para los ancianos
lo que abrasa periódico a través
y que es herida nueva
por el roce apagado de la tinta
los ceniceros los supermercados
la venta del deseo
siempre pequeña fruta roja
y encerrada en la mano
la tempestad sin hueso
que cogiste del árbol para mí
el rastro de la suerte por la arcilla
la luna que se desprende y rompe los azulejos
como si proviniera de un recuerdo
o las palabras que han nacido del daño
y es que nunca palabra fue inocente
los poemas los poemas los poemas
todo lo que desconocido vuelve a mí
cuando despierto y me despertenezco.

– –

Caía fatalmente en la trampa del teléfono
que como un abismo atrae los objetos que lo rodean
(Nicanor Parra)

éste es mi contestador automático.
Para herir, simplemente, marque 1.
Para contar mentiras que me crea, marque 2.
Para las confesiones trasnochadas, maque 4.
Para interpretaciones literarias
producto del alcohol, marque 6.
Para poemas, marque almohadilla.
Para cortar definitivamente la comunicación,
no marque nada, pero tampoco cuelgue,
titubee en el teléfono
(a ser posible durante varios meses)
hasta que note que voy abandonando el aparato
a intervalos de tiempo cada vez más largos.
No desespere. Aguante.
Espere a que sea yo la que se rinda.
Le evitará cualquier remordimiento.
Gracias.

– –

Dentro todo es leyenda
pero bajo la arena
hay un cuarto escondido
con sus cuatro paredes.
Un cuarto en el que cuesta respirar
porque el aire en él vive
y a él, ancla de cuatro brazos,
se aferra cada vida amenazada,
chispas de luz pujando por entrar
a una farola oscura.

A ciertas horas de la madrugada
cuando parece que la casa cae,
como un jabalí muerto
en la húmeda carretera de la noche
-como lo hicieron los colchones
ventana abajo, los muebles
pared abajo, zapato de charol
peldaño abajo,
tantos suelos abajo,
como lo hizo ya la propia casa
en un doce de agosto, mediodía
de derribo-,
a ciertas horas de la madrugada
en que lo doloroso se repite,
el cuarto la recoge, la mece
y, cuando está dormida,
le envuelve suavamente sus retales
para volver a desplegarlos luego,
cuando lo oscuro esté memoria adentro
y los fantasmas vuelvan a ser manchas
y el gato cierre un ojo
y haga frío.

– –

Esta mañana supe
mi extraña rendición a tus palabras,
mi irrevocable voluntad de naúfrago
de sílabas,
de filóloga ahorcada en complementos
directos o indirectos
pero tuyos.

Esta mañana supe
que me visto en tus verbos,
desayuno tu nombre
y me quedo perdida, como tonta,
si me encuentro algún «no»
camino de la tarde,
camino de la noche.

Esta mañana supe
que muy frecuentemente
me vuelvo monosílabo
de sombra
agarrado al tobillo de tus frases,
que muy frecuentemente
quisiera ser prendida en tu nevera
como «nota importante».

Esta mañana comprendí, aturdida.
Esta mañana supe, por fin vi
que me confundo en viento
cuando gritas mi nombre
y que basta un susurro,
un susurro de nada,
para dormirme en ti.

– –

Me hablaron de un lugar
donde la vida juega bajo un toldo
a no enseñar los dientes.
Creía que no existía.

Pensé que no había puentes
sin peaje
para llegar a nadie.

Que todas las ventanas
tienen hierros
o se cubren de párpados.

Que a la luna
o la miras a solas
o se transforma en queso.

Entonces me llamasteis.
Os miré,
salté
y supe
que en la otra orilla
del espejo
corre el viento.

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ER GITANO [Mi poema]
Tobías Díaz Blaitry [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Juana, di a tu pare
que no vo a la ercuela,
no quió que me pegue
como er otro día,
dile que er domingo
cuando vaya a misa
si s’arrepentío
qu’ a mi me lo iga.

Y escucha, si no s'arrepiente, morena,
que no he de dir nunca por Dió te lo juro,
que soy un gitano con arma mu guena,
junque a tu pare no le de ni un duro.

Ma tu me conose,
tu sabe mi Juana
que soy probesico,
que si yo pudiera…
que si fuera rico…
to Habana le diera.
Y me peá por eso,
porque no soy rico.

Y ar gueso muchacho que van bien vestío,
ma enreaores, que gastan un pico,
ar gueso, mi Juana, le dise, reío
y a mi no me dise siquiá probesico.

Cómo quié que guerva!
Pa que mi se rían?
pa qu'igan ar verme
ya viene er gitano,
vamo a reirnos?
¡No Juana, que no,
que der mirmo porvo
son eyo que yo!
©donaciano bueno

El intento de un poema entre caló y gitano.

MI POETA SUGERIDO:  Tobías Díaz Blaitry

Un pájaro de papel

Un pájaro hecho de papel
una pelota hecha de trapo.
Un golpe en la barbilla
El galope del mar sobre mi pecho.
La arena entre chocolate y negra
sobre mi pecho.

Cabeceo la pelota y caigo
Me sangra la rodilla.
¿De dónde saco estos recuerdos,
estas miserables ausencias?
Despierta, cabeza hueca,
es el día, no la noche.

Si solamente despertaras de estos sueños,
o los dejaras abandonados entre los tamarindos o en la playa,
como el cangrejo deja su caparazón, para siempre.
Con estas memorias deben construirse nuevos mundos,
hay que romper los viejos espejos
El pájaro de papel.

La amada perdida

¡Oh, cuánto quiero ahora tu pálida sonrisa,
tu delgadez de cierva que odiaba inútilmente,
tus gestos y canciones tan llenos de tristeza,
tus locas ansiedades girando hacia la muerte!

¡Oh, cuán lejana estás ahora que te quiero!…
Lejana como estrella que brilla levemente
en el oscuro fondo de las cosas perdidas,
perdidas para siempre…
Del libro: La Luna en la Mano. 1944.

Romance

Mi corazón va alcanzando
sonoridades completas,
suena su acorde en la tarde
y vence al aire que vuela.

¡Oh mi amado corazón
con suavidades de seda…
dame una almohada sencilla
donde acostar mi cabeza;
dame luz en la mirada
y un oído tan alerta
que pueda oír los acentos
del odio, el ansia y la espera…
y dame también la calma
de tener una serena
actitud frente al sonido
que se escuche cuando mueras!

La luna en la mano

La tengo entre las manos la luna de este sueño.
Va destruyendo sombras, abriendo mil canales.
Opaca los faroles de las aceras pardas.
Ya tengo entre las manos su bosque de ramajes.

Su ojo sideral las cosas ilumina.
Las agrias sombras huyen y nadie les da alcance.
Ya tengo entre las manos la luna de este sueño.
Cabellos que se enredan en viejos ventanales.

¡Ay ojos que se empañan y corren hacia el sueño!
¡Ay larga luz silente de flores que se abren!
Senderos escondidos la luna va encontrando.
¡Oh manos de la luna! ¡Oh júbilo que cae!

Adolescencia

Tus flores misteriosas, tus miradas,
todo aventura a giro delicado.
Como ganadas al hastío,
heridas como reinos;
cálida brisa que en pasar demora
un pie primero y luego el peso,
eco o masa del alma temblorosa,
a rosas o lilas o blanquísimas manos semejantes
que se acercan o alejan vivamente
hacia el amor llamando,
la aventura conduciendo
a la redondez vivísima del mundo
que en torno a nosotros gira.

Y de repente sin prisa y sin pausa nos paramos.
Los matices golpeados,
las manos mezcladas,
la voluntad transitoria,
de rosa o lila los proyectos,
todo sorpresas
y, sin embargo, un orden heredado,
algo que viene con nosotros
en la sangre, en la hiel y el corazón,
como la piel pegada al ser que somos.
Relámpago y enlaces
de grises delicados
ocupan las ramas silenciosas. Libertad y ensueño
es la vida que se vive entonces.
Emociones, azar y regla,
tibias transparencias
entre nubes y cielos distraídos.
Y el mundo como un pozo
donde estirar la mano hambrienta.
La soledad a veces
con raídos espejos para la faz solemne;
y a veces, también, nos mira un niño
a través del rostro.
Y también hay tardes
en que todo fluye en borbotones de granates terciopelo
y escenario de carne en suspenso cantan.

Adolescencia, adolescencia . . .
esto es verdad y sin embargo,
la memoria y la distancia nos traicionan. . .
Del libro: Imágenes del Tiempo. 1968.

Enigmas

Yo soy quien vive;
yo soy quien ama;
yo soy quien odia;
yo soy quien muere.

Y todo es cambio
y todo es permanencia.
Sale el verano,
entra el invierno.

Los árboles florecen.
Pero mi amor no florece.
Más tumbas se van abriendo,
nuestros amigos mueren.

Pero la tarde es bella.
Así, día a día
recorremos las salas
del mundo.

Desde esta ventana
vemos pasar las cosas:
sonidos y trébedes y harapos.
Y un loco tropel de mariposas.

En medio de todo, sin embargo,
a veces me detengo.
Y los enigmas pasan.

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VUELTA COMO EL BURRO A LAS ANDADAS [Mi poema]
Antonio Trujillo [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Que ya voy a ser bueno,
decía yo a mi madre,
por fa no me castigues,
prometo no arrastrarme por el heno,
no cuentes ni le digas nada a padre,
verás como ser bueno lo consigues.

Mi madre consecuente
de mi no se fiaba
de tanto repetirlo,
y así que lo dijera yo insistente
sabía de verdad que la engañaba
y a fe que no podía consentirlo.

Pues todo yo lo hacía del revés,
ignoro hoy el por qué de no hacer caso,
sabiendo algún sopapo me ganaba.
Mi madre con mi padre y yo, los tres
formábamos un tándem del fracaso
a fuerza los disgustos que les daba.

Diríase que fui un reincidente,
mas sepan que lo hacía sin querer,
creando o inventando mil excusas,
pues que era un renacuajo, un inconsciente
con ansias de al vecino de joder
sufriendo de visiones tan confusas.

Mis padres, yo les quiero, les quería,
y aquí pido perdón por mis trastadas,
se fueron a otro barrio sin saber
por qué fue que yo hacía lo que hacía
tornando como el burro a las andadas
así que no me echaran de comer.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Antonio Trujillo

Gulima *

Aquí el agua
es más alta

casi conversa
en el cielo

también es un río sagrado
hacia la casa del hombre

aquí la niebla

es una hoguera blanca
que no incendia los árboles

es una tribu antigua
que regresa a la tierra
* Nombre indígena de San Antonio de los Altos
*
Un pájaro antes de morir
insiste a pico y sonido

cruzar no la fronda
sino el árbol que lo sostiene

esta obsesión
lo vuela a otra verdad

y su nervio

ya no mira los campos
ni espera el oro
de aquellos árboles

un pájaro antes de morir
vuela por dentro

hasta la rama
de su propio destello

a Armando Hernández

Mientras el mar golpea
y devora la isla

he vuelto
a soñar la casa

muy cerca
alguien riega las matas

y brillan como
si hubiera llovido

insiste el sueño y el mar
sobre la ciudad que nombro

de nada el vino servido

la luz de algún mes
y sus duraznos negros

sólo en sueños
esquivamos la muerte
*
Señor
no alumbres

sobre mi mesa
palabra mal habida

si nunca fue dolida
en alma misma

no permitas
lo infame

sobre el deseo
de tu misterio

borra la sombra
y dame la rama

que guarda el cedro
amargo del universo

el ave hundida
en tu sagrado ramaje.
*
Si la niebla
se mudara a esta hoja

a vivir
con yerbas y árboles

incluyendo a los que
no le sabemos el nombre

ni el uso

y soplara
viento de aquellas palabras

nacidas
mientras cruzamos el valle

si una rama
una brizna

algo de lo inmenso

si lo invisible
hiciera el bien

sobre estos riscos blancos
*
En las aguas del sueño
viajan los muertos

son ellos sus ropas
limpias intacta la carne

y los botones de nácar
aún sostienen el ser

puedo ver el río
donde viajan

ninguno nada
todos flotan

de espaldas
a la tierra

amable es el agua
y la zarza

que los protege
*
Una mesa
de trabajo

siempre es
algo ruda

le esperan
demasiados golpes

vive arisca

y suele hablar
mal del gobierno

del rey
y los suyos

sobre esta mesa
se inclina el hombre

nunca el alma.
*
De cedro
es Dios

cuando impide
y ofrece

la palabra
de su reino

cuando
tu hoja en blanco

no tiene oficio

y te obliga
descalzo

a mirar
tanta niebla
*
En la imprenta
un árbol

ese instinto
de Dios

vacía
su savia

más palabra
era antes
*
¿Quién oye a un ser
como si fuera otro bosque

y tala una palabra y otra
hasta ver el desierto?

¿Dónde se aprende
a vaciar un espíritu

a colmarse
en los despojos

como si Dios no existiera?
*
Vuelve el nudo
ese quinto mandamiento

y el taller
muestra lo herido

son años con esta astilla
dentro de una república

no puede
salir de ella

y corta

esos muertos
los paga alguien

una guerra
nunca muere

a Juan Sánchez Peláez

Corté la rama
sesgada hacia la tierra

eso impide lo fatal
protege el tejido

y las hojas
regresan de la muerte

para lo nuevo
la luna hace lo suyo

y Dios
guarda el misterio

A Patricia Guzmán

Somos de otro tiempo
del reino del lino blanco

cuando Dios
era más alto que estos bucares

y el Nazareno
en la semana Mayor

trabajaba con nosotros
en el corte de la yerba

moviendo el estiércol

guardando los animales
y ajuntando la leña

el Jueves y el Viernes Santo
imposible mover una espiga

el sábado era
cantar el aleluya

y en la luz de las ramas
se vencía a la muerte

sin dejar de pensar
que alguien no pueda morir

bañando unos caballos
o mirando unas aves

cualquier cosa ocurre
en la muerte de abajo

hablamos de la otra muerte
la que nunca llega
pues para ella
no tenemos cuerpo

somos de la niebla
y Dios lo sabe

de allí

que nuestras vidas
sean tan relucientes

Al mirlo
de esta hondonada

le tumbaron su país

un pomarroso
en la espuma

ahora
habla solo

unos árboles
después

baja a los valles
y el nombre de un río

es su frontera
*
Lava tus palabras
habla con ellas

déjalas
en el aire

y olvida el brillo
de andar en su luz

son cuerpo
del misterio

huyen y presienten

cuando el hombre
desea su lugar

lava tus palabras

siempre el agua
es más profunda

que nosotros.

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TORERO EN UNA PLAZA [Mi poema]
José Luis Rivas [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

El quiso ser torero en una plaza
brindando al respetable el mejor toro,
el cofre en que se encierra el buen tesoro,
del arte de comer, vino y la hogaza,
de amor, fuertes, los brazos con que abraza,
de todos los metales rey, el oro.

Del arte de escribir la tinta china,
del hecho de pensar ser las ideas,
la cresta de un gallito en las peleas,
olor que se desprende en la resina,
misterio se percibe en una mina
la luz que se desprende de las teas.

Y quiso un día ser la luna llena
quedándose en no más cuarto menguante,
un tipo pretencioso y petulante,
reloj que andando anduvo sin cadena,
sin música tocando en la verbena,
un triste y simplemente un figurante.
©donaciano bueno

Que una cosa es lo que se persigue y otra muy distinta lo que se consigue? Share on X

MI POETA SUGERIDO: José Luis Rivas

RÍO

Invente. Il n’est fête perdue
Au fond de la memoire
Robert Ganzo

I
Y entonces veíamos desde la palmera el cerro, desde
el tejado del más alto tendejón, desde la quebrada
con bultos de cactus donde anidan los patos buzos,

desde la arena de una sirte, que en mayo se descotaba
a medio río,
el trazo dulce de los veleros en el agua azul pizarra…

Era un atardecer en la ribera. Los galerones se apagaban
a la sombra de un enorme guayo, que rebullía con
tordos ya de vuelta de las milpas.

‘Tus correrías, niño, forman con sudor y talco alrededor
de tu cuello esos grumos, ese collar de grumos que haría
pensar a cualquiera que uno no te baña nunca…’

II
Y la abuela, siempre tendida en una cama de doblar, era
sentada entonces en su sillón, delante de la vidriera,
para que contemplara el paso limpio de un velero
entre dos bancos de arena, los saltos de las toninas
y, en un recodo de la anochecida orilla,

el pescador aquel que valiéndose de su único brazo
lanzaba con tal vigor el sedal de su caña

que peinaba por el medio las anchurosas aguas…

ENTRE DOS PIEDRAS

Para Manuel y Lourdes

Entre dos piedras
la salamandra
espía
en el jardín cerrado

Pasan dos aves por la fuente
casi rasándola
Se inclina la cabeza
el cielo
para beber

La claridad escancia
el agua de las mesas
al pie de los icacos
florecidos.

Con vuelo ligero

Con vuelo ligero,
grácil,
va sorteando
espinas de rosal por el codillo
de una rama,

y como prendedor
se posa,
nuncio de mayo
una libélula morada.

BRAZOS DE MAR

Todo enmudece. Tal vez sólo aprestándose a rayar… La
mar sin una arruga semeja un cuévano del que colgaran
mondas lucientes de piel de niño…

Delante de los bohíos hay una hilera de atarrayas que
escurren todavía cuando un anciano sin dientes,
ayudado de una hueca brizna de papayo, se alista
a beber en su hamaca el agua de un coco.

Sólo destellos en viaje por la arena… Mueve el viento la
mar rizando menudas olas mientras el vuelo abismado
de un águila marina apunta el latir imperceptible
del alba.

Todo enmudece. Tal vez sólo aprestándose a nombrar… La
mar es lisa otra vez, como guijas centelleando al pie
de una escarpa en las treguas del rompiente.

Preeminencia del milagro para sí mismo, porque a nosotros
sólo nos es dable vivirlo como emanación de algo
que a cielo abierto nos rehuye.

Tal vez la dicha de vivir llega siempre con eso que sabemos
a hurto de nuestro anhelo.

¿Cómo prestar al sueño
alas
que no sean las tuyas,
mar
de mis brazos abiertos en el aire?

MI MADRE

Mi madre
algo tiene de maga y de palmera
Se arrodilla ante mí
Me unge los párpados

Entre los senos
Asoma su amuleto

Gotas de púrpura
Deslíe
Por un doble desfiladero
Hacia el fragante valle

Con su fuente de espíritus
Su corza herida
Y su lecho de malva
Entre dos sauces.

Estanque

Para asumir un gesto
vas ante aquel espejo
que guarda tu primera dicha.

Aún es claro. Y puedes
ver entra las monedas
que lanzaste a sus aguas
la que muestra su rostro adverso.

Una mujer de ti ya se retira
paso a paso
como la niebla
de un trópico desierto.

Planto de dársenas (I)

…Plaintes de femme sur l?arène, rales de femme dans
la nuit ne sont que reucoulements d´orage en fuite
sur les eaux. Ramier d?orage et de falaises, et coeur
que brise sur les sables, qu?il est de mer encore dans
le bonheur en larmes de l?Amante!…
Saint-Jonh Perse

Con alborozo de puerto tu frente explaya
un lienzo de cal viva donde manos menudas
mudan, a contraluz de un quinqué,
movedizas criaturas de la sombra.

A lo largo de tu visión, gruta de sal que exhibe
sus entrañas, vastos y silentes ventisqueros
van rodando poco a poco su
molicie, dócil rebaño que acude al primer
reclamo del sol.

La aurora cala, contra dársenas y tajamares,
su piel de níspola madura.

Una gaviota agita sus alas sobre los esquifes
adocenados al pie del muelle; lanza
un chirrido y dobla hacia el río precipitando
sobre las aguas su silueta.

De la otra orilla arranca, con enorme estrépito
de rampas y cadenas, la panga que
transporta camiones de redilas.
¡Y los parabrisas relumbran al roce
del estilete solar!

En los alambres de la luz, sobre malecones
paralelos, hileras de cuervos copian el
azulcachalote del mar varado en la bahía.

Los lanchones arriman al muelle su alboroto
y una opulenta carga de oro verde,
arrebatada un día antes a las plantaciones
de río arriba.

Si los racimos lucen tímidas palideces, o
manchas de un franco amarillor, la
muchedumbre vendrá puntual, a recoger
fruiciosa dádiva, pues no hará
ya el viaje por mar para el que las
chalanas la abocaran.

…Es la hora en que los chacones y las
salamanquesas nocturnas se escurren entre
las grietas de los muros.

Planto de dársenas (II)

Esteros y canales mezclan su cenagosa sanguaza
a la linfa que fluye de los rastros mientras
la chema y los lagartos de la bocana
se espabilan lentamente…

Y el viejo Capitán, como un osario zarandeado
a dos manos, busca el ademán preciso
con que hará frente a la loada convención
que se dice vida…

Tieso en su rictus, al despertar hace
esfuerzos de megaterio preso en un
iceberg de las grandes glaciaciones… ¡hasta
que consigue cuartear aquel hialino capullo!

El río sin mácula corre entonces… Su fondo
de lama y musgo es un tapiz al sol
que enseña largos dedos de pianista
y se da maña para tan bien hacer el amor.

El mar sañudo parle en dos el bloque de la
escollera y se oye al punto un mugido
en desbandada.

El agua bambolea los pilotes que antes
emborrachara, y las juncias se quiebran
por el talle como doncellas a mitad del espasmo…

Planto de dársenas (V)

…Hela aquí con nosotros, noche que entreabre
con delicadeza la corola del convólvulo
violáceo y las puertas del lupanar.

Las rameras son sordas como chacones
escurriéndose entre las grietas de la tapia,
pero llevan entrañados como canteras
un gesto y una belleza de estatua.

‘Ah, nosotras éramos suaves y lozanas como
un navío cuya carga es toda de azahares,
pero nos ha tocado dar de frente en los
puertos tras una deriva ineluctable.’

‘Ah, nosotras creíamos antaño en el beso
de ámbar bajo la luna, cuando dos cuerpos
adolescentes se reclinan en la barda donde
una vez estampara su silueta un tupido
jazminero en flor.’

‘Hoy su reliquia es sombra. Mírala, tócala.
Está escarchada todavía.’

‘Y henos ahora, harapientas, haraganas,
halando por las costas nuestra pena
como cornudas o tintoreras rampantes.’

‘A cada giro de los faros nuestra desnudez
;relumbra como un soplo en los
oídos del ascua.’

‘Fuimos náyades combatientes, hijas del ardor
y el arrebato. Sólo sabíamos halagar
con gozo y con ventura a quien ávido
osaba con nosotras…’

‘Ah, nuestra verdadera madre es la
desdicha…’

las ninfas y las náyades que fueron movidas
a invocar el concurso de las gracias y nada
más labraron uno de sus flancos,
las aguas y las noches que se aparean oscuras
y amargosas como un jarabe de hierbas,
sólo de hierbas,
la noche lerda, las potrancas raudas, las-
aguas en desliz, el aluvión que despeña y
abre carcavones en la cordillera, el aluvión
que arranca de cuajo los guayabos
y los guayos,
las aguas alazanas por la noche más retinta,
las mujeres más prietas señaladas como yeguas
tordillas por el hombre de botines que visita
los potreros y compra caballería, recentales,
cerdos y ternera aún sin herrar,
las mujeres que bajan de lo alto de la escalera
rechinante con un lunar muy negro en la
mejilla o un mechón en la frente,

ah esas potrancas con lucero…

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A UNA TARJETA DE CRÉDITO [Mi poema]
Francisco Caro Sierra [Poeta sugerido]New

MI POEMA ...de medio pelo

 

De crédito, la tarjeta,
sí, una “card” es el motivo
del poema que ahora escribo,
¡siempre humilde, tan discreta!

Algo tan simple y sencillo,
-una foto y unas letras-,
como un plástico con brillo,
chip y banda magnética.

Conmigo va en el bolsillo
o tal vez en la cartera,
me abre puertas y el pestillo
¡sin ella yo me muriera!

Cuando me acerco a comprar
de mi tarjeta yo tiro
y es que hasta la fecha actual
no tengo ningún motivo
que me permita dudar
¡siempre acude ella en mi auxilio!

Sin pedirme a cambio nada,
-cuadradita y alargada-
tan amable y servicial,
me ofreces satisfacciones,
me generas emociones
y alegría sin igual.

Contigo yo voy seguro,
acrecientas mi autoestima,
y por ello yo te juro
¡eres mi diva, mi prima
o algo mucho más formal!

¡Oh mi tarjeta, mi amiga!
hoy te declaro mi amor,
¡tu quedarás siempre viva
hasta el final de mis días
dentro de mi corazón!
©donaciano bueno

¿Alguien se acuerda si había vida antes de la llegada de las tarjetas de crédito?

MI POETA SUGERIDO: Francisco Caro Sierra

Son blancas aves

Sin ninguna
urgencia caen, como losas
ingraves caen, son blancas
aves tristes,
pedazos de la piel que me creciera
en los días de espuma
y caen,
calmada como está
al fin su rebeldía
son el vuelo,
son lo ceremonioso, caen
y en su liturgia fingen
la verticalidad
o la desidia fingen.

Quiero decir que nievo
desordenadamente
que desde una habitada
leprosería, nieva
este nueve de enero.

Hay un pecado inmóvil,
una mujer oculta tras columnas,
y una casa de vientos junto a un río
que lo contemplan todo,
todo
todo lo que creció ya roto,
todo lo que vivió ya roto,
y que sólo al caer, en el suelo posado,
busca recomponerse.

Quiero decir que nieva
solamente de mí, de cuanto fui inocencia
que nievo
desde este cuerpo azul
que todavía escribe.

Desde mi tiempo hoy,
sobre un tiempo que busca o que persigo,
nieva:
verdad que me deshace.

Copos, copos, copos, copos,…

Comme une orange (Atenas)

La terre est bleue comme une orange
P. Éluard

Próximas a la luz que permanece
intacta en esas piedras, en los mármoles
blancos donde tocaran
las nobles manos
de Ictino, el sueño
noble de Fidias,
con su realidad acosan
con su quietud violenta,
de testigos,
con que ocupan el aire en la espesura ática,
son el gesto pictórico de la putrefacción,
y redondas acosan
con el enmohecido
silencio que me gritan desde el cuenco de barro,
en esta mesa pobre de terraza
y de hotel en olvido, dejadas a su estar,
calladas junto
a su pereza y frente
al templo que resiste,
sin mirarlas acosan
me acosan porque sé que nunca mienten
su cansancio proclaman y me acosan
tres naranjas azules: podredumbre
insaciada del mundo,
de mi cuerpo y su asfixia, y el aviso
del futuro en el verso
de Paul Éluard.

Líquenes en la casa recobrada

De no usar el tiempo,
han nacido en las losas
que forman la escalera
mares de líquenes.

Contemplo la sorpresa,
su menudo decir y su sosiego
atrevidos, tenaces, han logrado
crecer en la humildad de la caliza,
viven.

Un caracol de sombras
los vela compasivo,
tal vez su voz recorra cada tarde
tanto existir sereno, el minúsculo
amparo que la piedra
parece permitirles.

Me he negado a pisarlos
no seré yo quien hiera su miniada
levedad de colores,
su luz raíz, en donde no distingo
ni baldíos reclamos
ni renuncias.

Mi casa recobrada,
mis hierbas minerales, la conciencia.

Como la playa

Como la playa ociosa
a final de septiembre, allí
donde la luz asume que su vigor caduca
ajeno a la existencia de los otros,
así contempla el hombre
mansa y leve su mano, la herramienta
con la que atesorara
el esplendor azul de cada instante.

De Paisaje (en tercera persona)

Bosque

Las desgajadas, secas.
El hombre mira
bien que estén secas.
El haz crece, su brazo. Sólo busca
calor y las recoge. No todas,
él las prefiere
primero débiles,
han de
prender la lumbre, el temblor
de la llama que inicie, bien lo sabe
luego, las recias.

Su cuidado procura, cada noche,
sostén al fuego. Aún
ignora si las brasas
que pudieran salvarle
llegarán. Al final, cuando los hielos fuertes,
con los odios más fuertes.

Con paciencia recoge
-igual que hiciera ayer,
lo mismo que mañana- como si fueran leña
palabras en el bosque. Tiene frío y está
despidiendo la vida.
De Paisaje (en tercera persona)

Así quisiera

Salvo de ti
de todo tengo celos
tu voz
de sal
la luz
y el mar
el mar es la memoria
la frontera
salvo de ti
de todo tengo celos
desnuda tú
desnudo
tierra y cielo
así quisiera.
(del libro Salvo de ti)
De la acción y del verbo
Pensad la poesía
como el ansia perfecta
de un instante, como si un absoluto
-proponía Boccaccio
de Certaldo-
pensad después
hacedor al poeta,
pensadlo como el hombre
que contempla, fugaz, aquel momento,
que procura fijarlo y su palabra
dilucida o traiciona
pensaos en poema como fruto
imperfecto, mortal, matriz en esperanza
entendedlos así:
trinidad y conflicto
permanente y acción, hacedlo verbo

esperad tiempo y modo, conjugadlo.
(del libro Cuaderno de Boccaccio)
Es ahora su norma:
cada día
destruye lo que escribe, luego traza
dos senos diminutos
sobre nuevo papel.
O recita
islandesas historias, de los ciclos antiguos,
de aún antes que existiesen las palabras.
Su mirada -le miro- mide el tiempo
que las nubes le ocultan.
(del libro Mientras la luz)

El cazador

A Lucía Comba

Hay un blanco animal,
larga la crin, que cruza
alguna vez delante
de tu refugio,
sin temor a amenazas
ni a lo oscuro del bosque

y estás tú,
el cazador, tan solo como
salvaje y libre
parece el animal al que pretendes
cercar sin daño, someter

piensas
que para hacerlo tuyo,
para apresarlo debes
servirte de la trampa del poema

(el poema es la red
si el poema es exacta geometría)

y la construyes
sagaz, con cien astucias,
porque tú has decidido
capturar,
poseerlo, custodiado entre rejas

entre versos
al animal rebelde,
al vagabundo andar del unicornio
al que los dioses llaman Poesía.

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PASTOREANDO [Mi poema]
Elisa Toledo [Poeta sugerido]New

MI POEMA... sugerido

 

Al ritmo de las esquilas
en el monte las ovejas
platicando van sus quejas
mientras el pastor vigila,
rondo dando andan los canes
entretanto que edecanes
con vestidos de algodón
balando bailan al son,
ni son todas las que son
ni tampoco son iguales.

Percibo crudos pardales
sobre las sombras de pinos
y entre medias los bovinos
escarpados matorrales
y debajo de sus chales
fontanas cuelgan de vino
¡qué líquido, qué divino!
néctar blanco ¡voto a dios!
yo me descubro ante vos
tan fértiles manantiales.

Destaca entre la manada
el recio macho cabrío,
el más valiente y bravío
con su cornamenta astada.
Con su cencerro y badajo
aunque parezca el más viejo
va husmeando por debajo
-a su agudeza les dejo-
dejando a todas preñadas
¡qué suertudo, qué pendejo!

Algunos aún en pañales,
los pequeños corderitos
se aupan a pechos marchitos
de sus fuentes maternales.
¡qué prácticos los dedales!
¡qué preñados van de vida!
Los caños nunca se oxidan
prestos para amamantar
la vida a otros traspasar
con la gratitud debida.

Al sol, tumbado el pastor,
dormita contando estrellas
en tanto que algunas de ellas
le van declarando amor.
Por estos campos en flor
la reses rumiando van
esparciendo la semilla.
Déjalas que coman, Juan
que ellas bien pastando están
por los montes de Castilla.
©donaciano bueno

Lamentablemente por estas tierras de España, los rebaños y sus pastores, y no olvidemos a los canes, ya forman parte de la historia. Aquel que no lo ha vivido no puede hacerse a esa estampa.

MI POETA SUGERIDO: Elisa Toledo

TE MUERES CADA NOCHE

Te mueres cada noche
arrastrando tu condena,
entre llantos y pena
te quejas de tu dolor.
Te conformas como
ave de paso,
que en la noche
rellena, tu vacío espacio.
Te seduce y halaga
aunque no te conozca
de nada.
Llega de lejos
ignora tu nombre
pero, por un rato
calienta tu fría cama.
Alma solitaria
buscas cualquier amor,
que te haga vibrar
que te llene de emoción.
Tu dinero
no puede comprar
el amor, ni la felicidad
ni el tiempo
puede retrasar
para hacerte, reflexionar.
El amor no se busca
aparece, de pronto llega,
cuando no se espera
cuando llega, de la nada.
Cuando un verso dedicado
te llena de admiración,
cuando una mirada
desinteresada
te hace saltar de ilusión,
cuando una canción
te hace estremecer el corazón.
Cuando frente a alguien
sientes derretirte sin remisión,
cuando sientes escalofríos
en tu interior.
Solo entonces
te sentirás acompañado,
y morirás cada noche,
envuelto en las llamas del amor.

ESCRIBIR UN POEMA

Comienzo a corregir,
algo que acabo
de escribir.

Es composición,
de algo que
por ti siento.

Se supone es,
un poema, una
declaración de amor.

Solo son sentimientos,
que no quiero
se te olviden,
con el tiempo.

No quiero que
pierda su esencia.
Ni que destruya el
objetivo,
del supuesto poema mío.

Solo son palabras,
que se unen entre sí.
Y como siempre,
van dedicadas a ti.

Lleno de tachones,
pues tiene poca precisión.
Solo son letras al viento,
declarándote mi amor.

Solo es un mensaje,
un momento de fervor.
Algo que pasa por mi mente,
sin premeditación.

Son pequeños versos,
muy alocados.
Como siempre,
a ti van dedicados.

Es una urgencia,
una necesidad,
de mi mente.
Pensar y escribirte,
diariamente.

Quisiera en realidad,
versos poder formar.
Inspiración ya la tengo,
solo en ti pienso.

No entiendo de rima,
ni métrica.
Solo dependo
de, lo que por ti siento.

No está en segunda,
ni tercera persona.
Es mi alma, en singular,
que destrozando
poemas,
te llama sin parar.

De tanto ir el cántaro a la fuente al final se rompió,

fragmentos llenos de aristas por el suelo
rompen mi corazón,
de nada sirve un cántaro roto.
Eras mi medida exacta
o eso pensaba yo,
amarte fue tiempo perdido
nunca fui correspondida.
Amor loco
yo por vos, y vos por otra.
Nuestra historia crecía torcida
y ese tronco no ayudabas a enderezar,
mi amor y mis celos
me causaron tantos desvelos.
Arrieros somos
y en el largo camino nos encontraremos.
No es más rico el que más amoríos tiene
si no el que solo uno necesita,
y tú eres infinitamente infeliz,
pobre de ti
no te conformas con nada.
Se coge antes a un mentiroso que a un cojo.
Fue un amor mal correspondido
lleno de ausencia y olvido,
se te veía el plumero
a Dios rogando con el mazo dando.
Amar y no ser amada
es tiempo mal gastado.
Hacia ti mi corazón se inclinaba
de ti solo recibía puñaladas,
amor que como entra sale
nada vale.
Te saltaste todo a la torera,
te amé a un grado elevado,
amé a quien no me amaba,
con las cosas del querer no se bromea.
De enamorado a loco hay muy poco
y agua que no has de beber déjala correr.
De mi te llevas todo
solo mentira dejas,
pero no dejaré que muera el sol
sin que haya muerto mi rencor,
hasta el ladrón tiene cien años de perdón.
Donde hay amor hay dolor
con creces lo he aprendido yo.
A buen entendedor pocas palabras bastan,
las tuyas eran de lisonjero
muchas y sin provecho.
Ni abril sin flores
ni juventud sin amores,
ya me lo decía mi amiga
aquí hay gato encerrado,
pon ojo de buen cubero
a este se le ve el plumero.
Amor sin sacrificio
más que amor es puro fornicio,
ama perdona y olvida
son consejos de sabios,
un clavo saca otro clavo
hoy te lo dice una amiga
mañana te lo dirá la vida.
A la cama no te irás, sin saber una cosa más.

Caballero de brillante armadura

hacia ti voy en tu búsqueda,
tenerte ansio desbordada
rozando la locura,
por cobardía te deje escapar
y ahora tu figura anhelo encontrar.
Recorro infinitos lugares
sorteando calor y tempestades,
me enfrento a no encontrarte
al emprender este largo viaje.
Fatigante camino
lleno de obstáculos,
frustrada sigo
buscando mi destino,
como el sol a la luna
te persigo,
con tristeza de no hallarte
entre los verdes trigos.
En las altas montañas
te busqué,
bajo la sombra de los pinos
descanse,
los molinos de viento
me contaron
que mi dulce caballero
por allí había pasado.
El viento que mueve las aspas
de los gigantes molinos
susurran secretos al oído,
que en un cercano manantial
de agua fresca
descansa mi fiel caballero
esperando su Dulcinea.

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EL TIEMPO SE PASEA [Mi poema]
Lorenzo Pérez Tuells [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

El tiempo firme siempre se pasea
siguiéndole al destino inexorable,
tratando de evitar que alguien le vea,
el viento anda metido en la pelea
a veces violento, otrora afable.

Ajeno como está al resentimiento
no atiende a los reproches ni aun halagos,
ni pide al que es su dios consentimiento,
ni existe que convenza un argumento,
ni incluso a quien le tiente con sus tragos.

El tiempo va en su bici a piñón fijo,
lo mismo que un robot que es programado,
y nadie ha de acusar que se desdijo,
ni incluso de tildarle de acertijo
y aun menos de culpar se ha equivocado.

Que el mismo pasa y mira y no ve nada,
diríase, señor, que él anda ausente.
Si un día se ha parado de repente
no creas que es verdad, que es tu presente
aquel que en realidad se quedó anclado.

Que el tiempo nunca para, nunca muere,
podríase decir que él es eterno.
De tanto como el tiempo a si se quiere
y debe de elegir siempre prefiere
ser otro, el que se sepa que está enfermo.

Que el tiempo se pasea tan tranquilo
y a mí cuando le llamo no hace caso,
no importa si él me tiene siempre en vilo,
pues sigue caminando con sigilo,
la culpa tengo yo de mi fracaso.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Lorenzo Pérez Tuells

INTIMA

A ISIDRO MARFORI

No importa que la vida traidoramente hiera
nuestras huérfanas almas con su terso puñal
mientras haya en el mundo rosas de primavera
y brille en los espacios el sol de un ideal.

Si hay bárbaros de bronce que ignoran la preciosa
tarea del poeta que parte su alma en dos,
dejadlos que devoren la paja de su prosa:
no se hicieron para ellos los reinados de Dios.

Yo seguiré regando mis dulces pasionarias,
a tiempo que musite las místicas plegarias
que son como incensarios de mi azul religión;

y en las horas de tedio que una a una desfibro
reposaré en las hojas de tu mágico libro
donde pone un latido vital tu corazón.
1917.

EN LA HUELLA LUNAR…

En la huella lunar de sus encajes
puso, al pasar su sombra bizantina,
un perfume de rosa alejandrina
el extasis azul de los celajes.

Languidecer de sedas y plumajes,
en un vuelo de ciega golondrina,
fué su marcha, de muerta y peregrina,
hacia un sueño de místicos paisajes.

Envanecidos sus gloriosos velos,
cayó la noche tras su blanca sombra,
con un dolor de exhaustos terciopelos;

Y desde entonces–inconsciente y mudo–
busca mi labio en la enlutada alfombra
el tibio rastro de su pié desnudo…
Octubre, 1921

SALMOS – LAS ÁGUILAS BLANCAS

I
¡Son las águilas blancas! Son las águilas blancas y fuertes,
cuyo vuelo se expande bajo el palio divino del cielo,
y en el largo vibrar de sus alas rampantes
se adivinan las notas que componen los himnos de gloria.

Un deshoje de soles heraldiza la aurora que llega
para hacer que germinen las semillas dispersas en un polvo de siglos,
las semillas dispersas con la sangre y la carne de los Conquistadores
que sirvieron de abono a la idea suprema de fundir continentes.

Son las águilas blancas que decoran sus picos con el ramo de oliva,
las libérrimas águilas que con un aletazo desafían al trueno,
pero que al presentir el deshielo constante de las nieves del Norte,
abandonan los Andes por el nido que España les conserva caliente
en la cumbre soberbia del natal Pirineo.

II
Ha caido Cartago. Ha caido la Roma de los cónsules, Grecia
se anquilosa en la vida de sus piedras heladas.
Toda gloria mundana se sepulta en la sima del Espacio infinito
por la acción corrosiva de las Horas en pos de las Horas.
Pese al Tiempo que roe y a la Envidia que seca,
y a los odios terrenos que al olvido condenan fraternales abrazos,
en el noble plumón de las águilas blancas
hay el sello latino de una estirpe por algo elegida,
que ni es Roma ni es Grecia; ni es Cartago ni es Nínive,
es Iberia… y es Dios!

III
Es el tiempo propicio de segar las espigas doradas
que en ya próximos días, formarán las hogazas del mortal sacrificio.
En la áurea patena, y formado con trigos de América,
yazga el pan de la Misa sobre el cáliz teñido con la sangre de España.

Pueblos fuertes, robustos, hincarán las rodillas en tierra,
ante el hondo milagro del amor que las almas auna
en la elíptica curva de la breve existencia.
Es el tiempo oportuno de coger y exprimir los racimos
cosechados enmedio del fragor de sociales contiendas,
en el dulce sosiego de la huerta nativa,
al amparo solícito de la madre Esperanza.

Esto anuncian las águilas con su ramo de paz en el pico
y la Muerte–su presa–en las garras.

IV
Nítidas cláusulas épicas: fúlgidas ondas triunfales,
todo un himno glorioso van trazando las águilas,
a golpes de huracán, al cruzar los espacios suspensos
en un éxtasis único. Viejas trompas se limpian de su herrumbre de siglos,
viejas arcas se abren, donde el tiempo juntara en revueltas marañas,
con provectos armiños las guedejas doradas de infantiles cabezas;
los aceros de guerra, en el ignoto crisol del Amor, hoy se funden
para hacer los arados que abrirán las entrañas de la fértil llanura,
y al llover el sudor de las frentes hermanas,
granarán las espigas de los trigos del Mundo
que serán los de Hispania…!

V
¡Salve fraternas repúblicas! ¡Pueblos de América, Salve!
porque cerca está el tiempo en que el sol no se ponga en los vastos dominios
que a través de milenios aún perciben la voz del gentil Romancero
y muelen su grano de ensueños e ideas en los rudos Molinos de Cervantes.
Porque cerca está el día de borrar horizontes, la Distancia y el Tiempo,
y el espíritu libre de opresores cadenas y ergástulas,
ya podrá remontarse en idéntico azul bajo todos los cielos,
que serán uno solo para todo el Imperio y los mares,
y los pechos unidos en un grito que escuchen las edades remotas
harán a Don Quijote, Emperador…

VI
¡Y tu, la hija menor, oh, Filipinas!
Vive alerta en el seno de tu actual nodriza,
fórmate exhuberante, potente y democrática,
y si algún día libre te ves de la tutela,
y falta luz a España para alumbrar sus mundos,
puedes brindarle, entonces, el sol de tu bandera…!
1921.

NEURÓTICA

Una nostalgia azul de primaveras
teje en el cielo su ilusión de encaje,
y languidece el alma del paisaje
asomada al balcón de sus ojeras.

Los bandos de palomas mensajeras
esponjan blandamente su plumaje
en la tarde, que pliega el varillaje
de un fúlgido abanico de quimeras.

Su rostro se retrata en los cristales
del lago, donde un cisne hecho de espuma
el cuello enarca ante los pavos reales;

y ella, que sabe del amor de Leda,
mientras alisa la nevada pluma,
hunde los dientes en su chal de seda…
Marzo, 1922.

EN HORA DE ILUSIONES

Sueña la luz crepuscular del cielo
en la difusa paz de sus salones,
y es su mano en los rojos almohadones
una magnolia astral de terciopelo.

Leve se agita en el temblor de un vuelo
la rosa que agoniza en los jarrones.
Es la hora santa de las ilusiones,
que llega y pasa sin rozar el suelo…

En un ambiente a nardos evangélicos
deshojan los llorosos surtidores
su inspiración de bardos arcangélicos,

bajo la luna que nostalgias llueve,
bordando en sus azules bastidores
el arabesco de su nombre en nieve…
Marzo, 1922.

RECUERDO ARQUEOLOGICO

En la paz de los viejos parques ducales,
junto al lago que irradia verdes reflejos,
el alma pensativa de los rosales
flota en un azulado temblor de espejos.

El gemido del agua se pierde en una
vaguedad por la senda de las acacias;
y las ruinas adquieren, bajo la luna,
esplendor de remotas aristocracias.

Estas grises estátuas han visto acaso
la pareja, de rosas engalanada,
esfumarse en túpidos fondos de raso;

y lucir como un dardo de amor y celo,
en la noche de estrellas, embalsamada,
el puñal veneciano de algún Otelo…
Abril, 1922.

MEDIEVAL

Atruenan el patio ligeros corceles,
sus locas fanfárrias la trompa sonora
une al argentino ladrar de lebreles
en la cristalina quietud de la aurora.

Los hierros del puente desatan sus nudos,
invade los bosques alegres el coro:
ellos, como heráldos de nobles escudos,
ellas, como un vuelo de alondras de oro.

De súbito, un grito mortal se derrama;
se apercibe el ruido de una lucha breve…
Todos enmudecen de espanto ante el drama

del que Benvenuto forjara un esmalte:
la garza, una rubia marquesa de nieve,
ha muerto en las garras de un vil gerifalte…
Abril, 1922.

PASIONARIA

Con una lenta ondulación de raso,
después de largo y febricente asedio,
veo tu sombra deslizarse en medio
de una esfumada claridad de ocaso.

El leve aroma de tu carne acaso
sea el que impregna de tu parque el predio;
como la rosa que al morir de tedio
deja su esencia en el marfil del vaso.

El sol que copia tu mirada ambigua,
sobre tu negra cabellera undosa,
irisa el tul de la vestal antigua.

Y entre los oros de la tarde incierta
vuela al capullo de tus labios rosa
la mariposa de mi alma muerta…

PIEDRAS PRECIOSAS

Cual átomos de raras pedrerías
los pensamientos de la luz circulan
en las templadas brisas que modulan
un desplegar de ténues sederías.

Salta en collar de rotas melodías,
que en musicales ópalos ondulan,
la risa entre sus dientes que simulan
un éxtasis de esclavas perlerías.

Un sueño de nevadas morbideces
oculta su dorada cabellera
en un flotar de vagas palideces.

Cuando en mi rostro sus pupilas fija,
en vez de corazón tener quisiera
el infernal rubí de su sortija…!

A RIZAL

El ave de recuerdo bate sus alas reales,
–¡oh, apóstol!,¡oh, profeta!–sobre tu blanca tumba
Tu nombre, entre una música de liras celestiales,
en el eco profundo de la historia retumba.
A pesar de la insidia del Tiempo del Olvido,
te yergues soberano–¡oh, apóstol!, ¡oh, profeta!–
en la mano una palma, pues que mártir has sido,
y un laurel en la frente, pues que fuiste poeta.
………
Y la Patria, esa madre de todos tus afanes,
que se envuelve en el oro lustral de sus Estíos,
te invoca con el rudo vibrar de sus volcanes,
te reza con el dulce sollozo de sus ríos…
Y es que guarda en el fondo de su pecho, latente,
la llama de tu noble, libertadora, tea.
¡Puede un trozo de plomo destrozar una frente,
pero no puede nunca destrozar una idea…!

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RECONCILIACIÓN [Mi poema]
Mar Benegas [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Vi la puerta de mi prisión abierta
tras de un paseo por la noche oscura,
triste condena llena de amargura,
de ilusión y satisfacción desierta.

Sin aliento detuve ante la puerta
dudando al iniciar su travesía,
percibiendo que al fondo me decía
despierta joven, por piedad despierta.

Ciego, mi mano tendí hacia el parnaso,
mirando a su interior cerré los ojos,
creí reconciliarme con la muerte.

Allí estaba mi vida al cielo raso.
Su imagen divisé y en mis sonrojos
la esperanza ya nunca de perderte.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Mar Benegas

Nueve edades

La maldición pulverizada
o polen enfermo
entrando sin resistencia

nueve edades penetran en los pulmones
la matrona intensificó los movimientos
la huida hacia el futuro no era posible

podía barruntarlo
belfo contra polvo de odio
Luperca fue su exilio
pelo roído
madriguera

obstinados turpiales
al aviso la señal
desde la rama o la brizna

los cinco mil pájaros
levantan el vuelo
en un sacrificio inútil
el reino de la razón abre su cuerpo
inmenso y poderoso.

De lodo a lodo

I
La luz crecía en otros parajes

Tu viaje de esperanza
alimentó al gran cadáver

tienes un país azul
apuntándote a la sien

pero sufres
y tus hijos se llenan de ira
al otro lado del mundo

II
Trino desconocido
desatinan entenderse
el extranjero cruje
bajo el peso del sol

-no es suyo-

y embosca su lengua

III
Del Sur
un eco de ánsares

migración periódica
cíclico intervalo
impregna el Norte

dos veces

ni siquiera
su plúmeo testimonio
turba sueño

los mercenarios dictan sus leyes, la ciudad
mugiendo como una vaca herida

tenemos algo dentro, asoman por las comisuras
de nuestros labios plumas negras, no queremos
darnos cuenta de que ya olemos a muerto.

VII

Tierra
y
cielo
copularon
noche
y
día

de su cópula infinita
iban pariendo

materia de dioses fuimos
por eso soñar
y avanzar contra el viento
generosos los dedos
abiertas las palmas de las manos
como alas

algunos hombres-nido
justos como raíces
crecer y cobijar, permanecer

que lo humano viene del pájaro
es lo primero que ha de aprender un niño.

– –

de La ciudad o la palabra pájaro

me significo a través de esta plegaria
custodio el fuego que aviva el vientre
el amor incipiente y el vértigo
ofrezco mis pezones al talud de la revuelta
me apoyo en la palabra hembra
en el canto ignoto
larva de luz que irá creciendo
me ofrezco íntegramente a la esperanza.

-31 de diciembre de 2001-

Acunarte sin embargo
en ese hijo árbol
que crece luminoso,
terco en su alegría.
Esa algarabía de ramas
que sujeta el hemisferio
invisible de tus huellas.

Pajarilla mía,
acunarte a ti,
temblor de abandono.
Madre migaja
como semilla triste.

Y cierro los ojos.
Os veo: madre y nieto.
Y sus manos te suben
y te hace rodar.
Rodáis, como norias felices.
Con tanta claridad, tan así
os veo reír.

No tienes miedo,
madre.
Y ríes, pajarilla mía,
como una niña
tú ríes,
y parece tan verdad.

Y aquel bebé que quedó
en mis brazos, madre,
es ahora este árbol,
que nos hace cantar
de alegría. Pajarilla,
pajarilla mía.

/murmullo/

murmullan las puertas una vez al día
murmullan los árboles y sus ramas depositadas en la memoria
murmulla el pasar de las hormigas sobre la tierra, como una apisonadora
murmulla aquella manta que lo cubre y las chinches que la habitan
murmullan los muelles, y sus músculos, y los huesos, y también los pensamientos
murmullan los meses, y los años, y los recuerdos de las golpizas y el mearse de miedo

y cada segundo también murmulla
y la ausencia de sol que palidece la piel
y la mente murmulla

murmulla todo, en este cubículo

hasta que
la herrumbre del candado cede
y se abre la puerta

o la nada.

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DE NIÑA A MUJER [Mi poema]
Clemencia Laborda [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

Tan joven, que ignoraba si era niña,
jugando con la comba y la ajedrez,
y en esto que estudiaba, ella soñaba
y en largo devaneo horas pasaba,
con ambas esas dudas a la vez.

Absorta se encontraba en esa riña,
dudando en decidir si ha de crecer.
Y en esa dilación, algo insumisa
pensaba meditando de esa guisa
cegada al ver que no podía ver.

Mas hete aquí un suspiro apareció
volando entremezclada entre la brisa.
La niña ya mujer, linda Artemisa,
su rostro cambió alegre y se durmió
saliendo de su boca una sonrisa.

Muchacha, ya hoy de labios de carmín,
andar tú deberás, no has de temer,
lo tuyo es madurar para crecer,
y así dudar para alcanzar al fin
el día en que ya puedas florecer.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Clemencia Laborda

Casa

Ventanas azules
verdes escaleras,
muros amarillos
con enredaderas,
y en el tejadillo
palomas caseras.

Las ventanas de mi casa
han pillado un resfriado
y estornudan como locas
cada vez que yo las abro.

Mariposa en escapada

¡Flor en vuelo!; Mariposa,
avión de alas floridas,
por tus idas y venidas,
¡cómo te envidia la rosa!

Ella en inercia reposa
y tú en alturas de audacias
prodigas mil acrobacias
sobre campos de jardines
y aterrizas en jazmines,
bajo bóvedas de acacias.

Bazar de juguetes

¡Ay, qué infantil este olor
a caballo de cartón,
y a «pepona»
relumbrona,
cabezona,
gordinflona
con las botas de tacón!

¡Ay qué infantil este olor
de la pelota de goma
y del muñeco llorón,
y qué lindo de colores
el Guiñol,
y la casa de muñecas
con balcón y mirador,
y la tienda,
con la trastienda
y el dueño en el mostrador,
y en el colegio la monja
enseñando la lección,
y la muñeca triste
con vestido rococó!

¡La mejor!,
porque tiene…
¡porque tiene
corazón!

Y en el cielo del bazar
toda una constelación
la pelota y el balcón
y los globos de colores
como pompas de jabón.

BRINDIS DE LA AZUCENA

Alza su copa y se mece
blanca sobre su cintura,
en un brindis de agua pura
que el aire dormido ofrece.
Cáliz nevado parece
y su aroma al cielo sube,
enajenando a un querube
que en el cielo vesperal,
como alado mayoral,
está ordeñando una nube.

TENORIO EL SOL

Escala el sol las tapias del convento,
calzando fuego y arrastrando cola
y en éxtasis de amores arrebola
una magnolia que se mece al viento.

¡Bravo, don Juan!, se encuentra en su elemento;
la soledad enajenada viola
y gana una flor más por carambola,
que se consume al fuego de su aliento.

Presto alcanza la torre, huye al ocaso…
Con piel de perla y corazón de raso
queda la flor llorando glorias vanas;

tiembla en la rama, desmayada y yerta
y muere sobre el céspeds de la huerta
mientras doblan por ella las campanas.

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VENDER LA PIEL DEL OSO… [Mi poema]
Gudrun Palomino [Poeta sugerido]New

MI POEMA ...de medio pelo

 

Vender la piel del oso es natural
mucho antes de cazarle,
el hombre por defecto, ese animal
confunde lo virtual con lo real,
dispuesto con su anhelo hasta abrazarle.

Tan fuerte es el deseo y la pasión
que impide ver más claro,
tan pronto se presente la ocasión
hará que se incremente la emoción
mandando a esparragar la duda al paro.

Después de todo es sueño que alimenta
el ansia y la esperanza
queriendo así gozar de la pitanza.
Después vendrá quizás pagar la cuenta
mas quiten lo bailao ya en esta danza.

Y al fin de que se deje engatusar
se queda tan campante
siguiendo sin mirar hacia adelante,
es tanta la ansiedad por mejorar
que impide ver la luz y que él se achante.
©donaciano bueno

El hombre como el burro siempre vuelve a las andadas? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Gudrun Palomino

GUARDARÍA MIL RESTOS DE TU CUERPO

Guardaría mil restos de tu cuerpo
por si me hicieses falta en un futuro.

Los guardaría para reparar
esas piezas que nunca funcionaron,
recompondría la cansada vista
que en días tristes parecía que me entendía,
cosería trocitos de tus manos
como si tu ternura desease volver,
daría golpecitos en tu piel
para asegurarme de que vuelves a sentirme,
comprobaría que hablas otra vez
para preguntarte qué fallaba entre nosotros,
si no tenías piezas de repuesto,
o si tuve la culpa del desastre que fuimos.

Pero fue tu silencio el que me confirmó que
aunque las necesitase, aunque te desmembrase
para reconstruirte, mi esfuerzo sería en vano.

CORRESPONDENCIA (II)

I don’t know what to do with it,
with all the love I have for her.
I don’t know where to put it now.
Fleabag

Solo han pasado unos tres meses
y tu recuerdo es ya una sombra
que en mi mente resuena como un eco.
En tu último mensaje me pedías
que fuera más paciente, más privada.
Pero ahora que no estás, que te has ido,
dime qué puedo hacer con la ternura
que no sabe hacia quién, hacia dónde encaminarse.

GRABADO DE GOYA

Es, como todas las últimas noches de pólvora,
mi rostro un grabado de Goya:
el grito escondido bajo dibujos oscuros
que no son capaces de cordura ni moral.
Mis ojos desencajados pierden en los raptos
cada señal de mis aliados desorientados,
mis ideas son una boca descolocada,
me rodean cuerpos desfigurados y rotos
de los que cuelgan ramas secas de una guerra
con hedor a sangre recién nacida y azufre.

Al conseguir salir del boceto, me pregunto
de qué me sirven la sensatez y la prudencia
si todo aquello que la existencia me presenta
no sigue ninguna regla lógica que explique
el temblor de un cuerpo, los latidos de la fe.

LA TARDE EN LA QUE LA LLUVIA DESHIZO PROMESAS

Abracé los ojos de mi madre
cuando la vi llorar por primera vez.
Afuera llovía
y se deshacía la promesa
que sus labios habían firmado:
ya nada nos hará daño.

Mis manos,
en vez de sujetar las suyas,
se deshicieron con las paredes de la casa.

OJOS CERRADOS

Tú hiciste que cerrara los ojos, Andrea.
Conseguiste que los cerrara cuando apenas era capaz de hacerlo.
No necesitaba ver para asegurarme
de que el camino no tenía imperfecciones,
no me tropezaría con ninguna piedra, estaba segura;
sabía que me mirarías a los ojos
si los tuviera abiertos,
sabía que tú me mirabas a los ojos
aunque estuvieran cerrados.
Y no hacía falta más,
en la oscuridad había luz suficiente
para nuestra amistad,
apenas necesitábamos nada
que mi imaginación no pudiera proyectar
en la piel de mis párpados.
Pero los mantuve cerrados tanto, tanto tiempo:
meses, puede que años; sí, muchos años
que pasaron como si fueran meses,
con la velocidad con que el sueño atraviesa los días.
Cuando los abrí
ya te habías ido
y tampoco volverías para calmarme otra vez,
para que pudiera cerrar los ojos
con la certeza —la única certeza—
de que nada podría hacerme daño
si estabas a mi lado.

De La lejanía de nuestros cuerpos. Editorial: Isla Elefante.

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