A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

EL TREN DE LA DESESPERANZA [Mi poema]
Dimas Prychyslyy [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

El tren de la esperanza se adivina
y espera en el andén las ilusiones
ansioso por subirse a los vagones,
e inmerso en el olor a la resina
que impregna el despertar de sus pasiones.

El tiempo cada vez es más cansino
sufriendo pues parece que no llega,
se siente cual la mies en una siega,
borracho como está ciego de vino
así que no ha bajado a la bodega.

No acierta a comprender esa tardanza
y empieza hasta a dudar si está perdido,
no sabe, no recuerda a qué ha venido
consciente que no existe la esperanza,
posible al descubrirle es que haya huido.

Y vuelve a su pasado la mirada
haciendo de sus tripas corazón,
tratando hacerle caso a la razón.
Espera en los raíles la frenada
seguro que ha de ser su perdición.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Dimas Prychyslyy

EL CASSETTE DE LOS BEATLES

Una montaña de extremidades es nido de diminutas moscas.

Los dos cuerpos se agitan
como esa mariposa que mamá crucificó
en la cajetilla del cassette de los Beatles
aquel verano del 94.

PAPÁ

Allá por los noventa te envolvía una cascada
de labios rotos cayendo en las copas,
teléfonos descolgados,
peleas con saxofonistas,
una señora sin pechos que no paraba de aferrarse a tus hijos,
rumor de cartas de póker y navajas.

Te perseguía una nostalgia musical
y una depresión post-soviética
que ni los veteranos de guerra
– como la abuela –
lograban explicarse.

Por los noventa, recuerdo
que te codeabas con pastores protestantes,
sus mujeres putas y ateas,
y te ibas a Odesa en busca de complicaciones,
a humillar mujeres
y enseñar sueños de botella y puño
a dos chavales que compartían cama.

Allá por los noventa te ponía nervioso el ruido
del oleaje del Mar Negro,
la gente escupiendo los camarones en la arena,
las adolescentes universitarias que vendían mazorcas
de máiz y no hacía caso a tus ofertas.

Entonces eras un músico sin blanca,
guapo, agresivo…
Tus ojos no sabían de este temblor de ahora,
de este moqueo sobre el plato de sopa que no sabe.
Tus ojos tenían un misterio que gustaba a las mujeres
y que a mí siempre me dio asco.

Quizás lo único que guardo de ti ahora
es mi afición a las barbas que raspan
y al olor a tabaco
mezclado con el sudor de las camisas.

LAS DESPEDIDAS

Hacíamos cuencos con las palmas de las manos
para enterrar a nuestros hijos en caras desconocidas.

Bebíamos en ocasiones el silencio de los cuartos oscuros,
el chasquido de gastados mecheros,
la caída parcial de algún mito.

Ahí todos éramos iguales.

Llorábamos a nuestras madres cuando ya era tarde,
muy tarde ya,
para despedirnos de ellas.

APORÍA

Aprendí a ser perra enferma y puta
y a gustar solo con ropa.
Aprendí que mi desnudo daba risa después del sexo,
que me dolía la espalda
y las palabras,
y el llanto sin razón,
y las cogorzas;
con aquel primer hombre que fue de todos.

Y

Aprendo aún a no dormir,
a arrastrarme hacia la madrugada,
a ver pasar borracha mis vergüenzas con sonrisas,
a elevar la melancolía al nivel del arte.

Aprendo a seguir viviendo siendo tú,
a ser vacío,
maltratador,
producto,
violador
que se autopreña de sueños,
de ilusiones.

Aprendo que ambos somos nuestras nadas,
inmortales de esperanza,
resucitados para morir siempre el uno en el otro.

Condenados a satisfacernos
en el dolor ajeno.

MAMÁ

La casa es un lugar absurdo,
insano,
enorme,
solo hay 27 libros que realmente valgan la pena.
Flotan ladridos de perros
y monotonía de ventiladores.
Ruidos de la calle.
Niños.
Hace meses que nadie usa la cocina.

Mamá se asusta de nuevo al verme.
Por cuarta vez
me pregunta cómo me llamo
y si espero a alguien
y que encantada
y yo que sí
y que igualmente
y que no se preocupe, le digo,
que en esta casa
–repite casa–
no entran desconocidos
–repite desconocidos.

Camina unos pasos temblorosa,
unas gotas de zumo de naranja
se derraman de su vaso
y de repente vuelve a quedarse quieta
y se pierde.
Se gira de nuevo y vuelve a saludarme,
yo le indico con un gesto, que me duele,
la puerta que da al jardín.
Y me preocupo
de que no encuentre una silla donde sentarse,
de que se atragante con alguna pepita que pudo haberse colado en el zumo.

LA LLUVIA

Me tiré en la cama,
la torre de ropa recién planchada
se derrumbó sin hacer ruido.

Tenías los pezones fríos,
mi aliento buscaba tu principio bajo la sábana
(tú aún dormido).

Desde el primer instante
lo entendí como un regalo.
Hundí mis dedos entre tu pelo
(tú ya despierto, dejándote).

Sentí la barba en el cuello,
y callado, mientras te levantabas,
me arrodillé de pronto,
a modo de disculpa.

Entonces,
entendiendo que nunca se levantaría,
te intenté subir el pijama
más allá de la gris cintura.

De pronto, sentí
la lluvia en la cara.

MOLLY HOUSE

Ni era el Mother Clap ni estaba en Holborn.
Sonaba una música extraña
que no cabía en el recuerdo,
los hombres eran negras sombras
que se deslizaban por la puerta
al romper la noche las pocas esperanzas
que no se había cargado el día.

La primer vez que entré en ese Edén
de negros y metales,
a ese templo de camas
suspendidas entre gemidos,
me senté y observé el lento juego
de émbolos y muslos
dispersos entre la sorda bacanal
de las pantallas.

La primera vez que me adentré en esas espesuras
pensé en los héroes provenzales
y sus pruebas en los bosques,
en el éxtasis de Santa Teresa,
el presidio de San Juan,
en las galeras, en un espejismo fractal
de un Dios transfigurado en Charlton Heston.

Aquellos hospitales de ultramar,
aquellas tumbas que derramaban vida,
aquel ensueño de morada última
lo regentaba un transformista viejo,
mezcla de Sócrates y Carmen de Mairena,
índole de Celestina y Marco Aurelio.

Escuchaba en la barra a todo aquel que quisiera
rejuvenecerle el oído,
cantaba coplas, pedía churros cuando amanecía,
y aseguraba ser la mismísima Bizcocha
y arrepentirse de haber vendido a la Lirio
que era en realidad un bellísimo muchacho.

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DISCERNIR CONTRADICCIONES [Mi poema]
Anaclara Muro Chávez [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

No vale decir sí por compromiso,
no sirve decir no si eres consciente
que el agua es cristalina y transparente
se vaya de paseo con permiso.

Dudar, eso es muy propio de un humano,
soñar, es más común siendo indigente
que espera que algún día, de repente,
el sol salga y le agarre de la mano.

Subir y/o bajar nunca es lo mismo
parece mas bien fueran lo contrario,
¿subir al paraíso, ese escenario
o ascender por edad hacia el abismo?

Vivir un sin vivir es un engaño,
andar si es con dolor es un suplicio,
decir que recordar eso es un vicio,
querer llegar deprisa e ir despacio.

Pensar es discernir contradicciones,
huir de una mazmorra estando preso,
un loco ser de atar, comerse el seso,
matar la realidad o ver visiones.

Debemos de pensar, tener presente
que nada aquí es real, todo es ficticio,
que sufre algún conjuro maleficio,
y peca por demás de incongruente.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Anaclara Muro Chávez

Mami, el futuro

(fragmento)
Algo se me trabó
me avisaron
el doctorcito tiene razón
y ni modo
pero quién
los cajones archivos expedientes
ni modo que no se haga.

Como si me hubiera dormido sobre de ella
toda entumidita
entre el codo
como si algo se me quedara
atorado.

Pero ni un momento
me dormí
el sueño del futuro
regresa
o se estanca.

– – –

No sé por qué fue tan feo
pero nunca se quitó
toda la cara paralizada
y mira qué pronto pasa el tiempo.

Pero qué le estresa oiga
preocupaciones la casa a lo mejor hasta lo económico
como que se me hinchaba el músculo
se me hace que de repente está bueno un descansito.

Como cuando alguien se para sobre un escritorio y canta
no es de extrañar que el jefe no baile
más bien se le frunce la cara
y se tropieza.

– – –

El cabello humedad la maraña
las olitas que golpean las ventanas
para avisar que la hora del café
que se apure licenciado
y este día, no me mire las greñas
porque lo registro en los formatos y luego
para qué te cuento.

– – –

Que qué es extrañar
pero todos mis cajones mi escritorio
todo todo está empañado
disculpe usted que ahorita
le termino sus papeles.

Casi siempre lisito lisito
sin que nadie la vergüenza
una escurridera de cremas líquidos tónicos.

¡La peinada es una cosa!

– – –

El cabello chino
maldición
incontrolables
porque bonita
gracias licenciado
no que ahora
miles de miradas en una oficina vacía
no es gratuito que de pronto
un ay pero qué cabello
¿a poco te lo planchas diario?

El aceitito que el tratamiento
todos los jueves
porque el calor y las puntas
se le queman a una
las puntas de los pies pestañas pinceles
pero nunca nunca los cabellos
que vuelan por los aires
y la llevan a una lejos lejos.

Huevitos estrellados

Me pinto de rojo
para la guerra.
Soy una feminazi

Agárrate tus huevitos falsos
que esto apenas comienza

¿Qué diferencia existe
entre el huevo de una gallina y
la menstruación
que
se
nos
escurre?

Tenemos derechos ancestrales
la vida que chorreamos
cada mes

¿Quiere sus huevitos estrellados o revueltos?
Un desayuno nutritivo te hará vivir muchos años

El óvulo recorre las trompas de Falopio
realiza intuitivamente el ritual ancestral
como las mariposas monarcas
como las golondrinas

El óvulo regresa a la tierra al útero el óvulo viaja a través de miles de años y se reconstruye.

El óvulo es la heroína transformada que decide no ser madre
que decide
que decide

En este cuerpo
la vida se detiene cuando se me pegue la gana.

más muertos más muertos
más muertos más muertos
más muertos más muertos

¡Rápido!
Que si no, el sol se nos apaga

¿Qué
cuando un montón de óvulos fertilizados
porque
ya no
nos queda
de otra?

¿Cómo
cuando esto no es una película de Hollywood?

Que tú no eres el protagonista
Que a nadie le importa un carajo
Que tus genes qué
Que
no
eres
especial

Que tu hijo, tu libro y tu árbol
son intrascendentes

La vida no nos hace más fuertes.
Parir no nos hace especiales.
El milagro no es nuestro.

Yo no dejo de ser yo.

Yo soy una diferente cada día del mes.

Y si no te gusta

pues no me hables.

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POETA BUSCA NOVIA FORMAL [Mi poema]
Ricardo Castillo [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Poeta busca novia descocada
para hablar sobre Dios, del universo
trazar sobre su piel un lindo verso
después precipitarse hacia la nada.

Una especie de imán , una monada
de un halo rodeada, de misterio,
que destile el placer del climaterio
donde el alma se entregue enamorada.

Que le invite a subir hasta el parnaso
y ascendiendo a su altar, sea su musa,
e inspire sus estrofas sin excusa.

Que conduzca el poema a cada paso
tan bien como lo hiciera Garcilaso
convirtiendo a la mente en su reclusa.
©donaciano bueno

Qué imaginación! Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Ricardo Castillo

POEMAS DE EL POBRECITO SEÑOR X

AUTOGOL

Nací en Guadalajara.
Mis primeros padres fueron Mamá Lupe y Papá Guille.
Crecí como un trébol de jardín,
como moneda de cinco centavos, como tortilla.
Crecí con la realidad desmentida en los riñones,
con cursilerías en el camarote del amor.
Mi mamá lloraba en los resquicios
con el encabronamiento a oscuras, con la violencia a tientas.
Mi papá se moría mirándome a los ojos,
muriéndose en la cámara lenta de los años,
exigiéndole a la vida.
Y luego la ceguez de mi abuelo, los hermanos,
el desamparo sexual de mis primas,
el barrio en sombras
y luego yo, tan mirón, tan melodramático.
Jamás he servido para nada.
No he hecho sino cronometrar el aniquilamiento.
Como alguien me lo dijo alguna vez: Valgo Madre.

EL GRAN SIMPÁTICO

La realidad es una broma que ya me está poniendo nervioso.
Un armario con un payaso encerrado.
No hay tiempo para hacernos guiños con los ojos,
el asunto es grave, pesado:
Todo hombre come un plato diario de confusión,
las manos se desesperan en los cabellos,
el alma se vuelve espalda.
Huele a nocaut, a cuerpo amarrado al quirófano
y el dolor, cara de serio, es un charlatán.
La realidad es un teléfono timbrando,
un telegrama de certezas muy cortas.
¡Ojo picudo!
la risa nos puede traicionar.

EL BESO NEGRO

Acabo de darle el beso de la buena suerte a una mujer,
acabo de recordar con cariño a los paleteros y a los vendedores
de jícamas ambulantes,
y tengo ganas de ver lo que no puedo ver,
de caminar sobre la matriz del círculo,
quiero quitar los codos de la mesa
y romperle la ventana a mi retrato
porque soy un estúpido con las ojeras acentuadísimas,
porque soy demasiado tranquilo.
Ya no basta pisar el mosaico para estar en la tierra, no bastan
las piernas para estar vivo.
Uno es capaz de hacer cualquier cosa para librarse de la que-
madura de la realidad,
de hacer fintas, gambetas hasta con las orejas.
Hay que tenerlo en cuenta:
Besar una mujer
y recordar la infancia entrañan una responsabilidad.

ODA A LAS GANAS

Orinar es la mayor obra de ingeniería
por lo que a drenajes toca.
Además orinar es un placer,
qué decir cuando uno hace chis, chis,
en salud del amor y los amigos,
cuando uno se derrama largamente en la garganta del mundo
para recordarle que somos calientitos, para no desafinar.
Todo esto es importante
ahora que el mundo anda echando reparos,
hipos de intoxicado.
Porque es necesario orinarse, por puro amor a la vida,
en las vajillas de plata,
en los asientos de los coches deportivos,
en las piscinas con luz artificial
que valen, por cierto, 15 o 16 veces más que sus dueños.
Orinar hasta que nos duela la garganta,
hasta las últimas gotitas de sangre.
Orinarse en los que creen que la vida es un vals,
gritarles que viva la Cumbia, señores,
todos a menear la cola
hasta sacudirnos lo misterioso y lo pendejo.
Y que viva también el Jarabe Zapateado
porque la realidad está al fondo a la derecha
donde no se puede llegar de frac.
(La tuberculosis nunca se ha quitado con golpes de pecho.)
Yo orino desde el pesebre de la vida,
yo sólo quiero ser el meón más grande de la existencia,
ay mamá por dios, el meón más grande de la existencia.

El gran simpático

La realidad es una broma que ya me está poniendo
nervioso.
Un armario con un payaso encerrado.
No hay tiempo para hacernos guiños con los ojos,
el asunto es grave, pesado:
Todo hombre come un plato diario de confusión,
las manos se desesperan en los cabellos,
el alma se vuelve espalda.
Huele a nocaut, a cuerpo amarrado al quirófano
y el dolor, cara de serio, es un charlatán.
La realidad es un teléfono timbrando,
un telegrama de certezas muy cortas.
¡ Ojo picudo!
la risa nos puede traicionar.

“El que no es cabrón no es hombre”

La suerte le dio el martillazo a su cochinito, sacó sus ahorros y acabó
de mandarme a chingar a mi madre.
Si seré pendejo.
No son épocas de echar el rol con contemplaciones, de
jugar al buen amigo con el pellejo.
La ciudad no da la mano, no abre las piernas, tira patadas
como monito de futbolito.
(15 de abril, a la primavera le aprietan los choclos, trae la lengua
de corbata como si le hubieran robado
toda su crema, toda su nata)
Salgo a la calle y no me queda otra que rumiar, que chupar
calcio en la Avenida Alcalde.
Mi corazón echa vinagre, mi esqueleto se marea, el muy
puto se lleva las manos a la cabeza
y dice que la muerte es un puchero sentimentalón difícil
de tragar como el pinole.
Camino de a gallinita ciega.
La tranquilidad de las 6 de la tarde me pega en las
costillas seis campanazos en todo lo alto.
Esta tranquilidad es una macana lista para cualquier
mandado;
las moscas que atormenten la seguridad del sistema
tendrán que vérselas con el Borra-Manchas.
Caminen pajaritos, circulen por favor.
Y sigo, las mujeres están buenas y frías como sorbetes,
no quieren acostarse con uno, no se atreven siquiera a
meter la mano por la bragueta.
Oh, oh desolación (esta risa es de pendejo).
Y qué pinche embuste,
qué momento para estar chingando a mi madre.
Si seré pendejo, si me faltará muchísimo para cabrón.

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¡POBRES POBRES! [Mi poema]
Paula Abramo [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Pobres pobres que a otros pobres confiáis
esas ansias de cambiar vuestro destino,
que atendiendo a sus promesas os fiáis,
de pedruscos llenarán vuestro camino.

Pobres pobres que creéis, que reclamáis
que os retire del estado otro que es pobre
no engañéis, sólo os espera que veáis
que reparta las migajas que a él le sobre.

Pobres pobres que siguiendo sus soflamas,
conseguir aun esperáis el paraíso
y a los ricos calcinarles en las llamas
arrancando el corazón sin su permiso.

Pobres pobres tan ingenuos, tan ilusos
tan propensos a ser carne de cañón
de quien quiere trastornaros la razón
y meterse en los cerebros como intrusos.

Que ser pobre no es ninguna humillación
si es que en alma se mantiene la entereza,
quien presume sin ninguna explicación
o es que es fatuo o no sabe qué es riqueza.
©donaciano bueno

Los pobres además de serlo son carne de cañón de los populistas? Share on X

En mis ya larga trayectoria vital no he conocido a ningún pobre que por azar de la vida, sin tener que ganárselo a pulso,  se haya hecho rico, y se haya dedicado a repartir su fortuna entre los más pobres, antes bien, a muchos, políticos populistas, que invocando a los pobres han progresado adecuadamente.

MI POETA SUGERIDO:  Paula Abramo

ANGELINA

prende un cerillo
no me gusta esta falta esencial del pobre modo
préndelo
. como si uno a sí mismo nunca se imperara
como si para imperarse fuera necesaria
rutinaria y filosa la escisión
préndelo
lo prendo y qué hago luego

— Prende la estufa.
— Sí, señora.
Angelina es breve y requemada.
Las marcas de sol. No son de sol.
Sí son.
Son preludios del cáncer. Son herencia.
Sobre la hornilla, el aceite bulle en iras.
Esta cocina casi pasillo, casi tránsito a otro mundo mucho menos azul y más de orquídeas, de pereza, de flores más lentas que la tarde, humedades profundas, corruptoras, colibríes, cruás allá en lo alto, a contraluz.
Angelina va friendo camarones.
Guarda uno, come tres;
guarda uno, come tres.
Guarda uno.
. Come
tres.
Angelina tiene el hambre de su abuela;
más allá:
tiene el hambre de la abuela
de su abuela.
Y un historial de retirarse y retirarse bajo el crepitar de décadas de sol,
sobre el fulgor insano de una tierra
más quebrada
que sus pechos.
No es la lengua, es el Nordeste el que le lame los dedos a Angelina:
la seca esparce sal sobre su presa.
Y son tan buenos estos camarones.
Los subterráneos del hambre lloran –sí, pero no siempre– caldo de sopa.
Lloran también esta charola
tan abundante y gris de camarones.
Lloran la madurada tersura de los libros.
Y lloran las rosas –cómo no– las rosas.
Y llorarán siempre hasta que el fuego.

FULVIO. CAMINO DE CHIQUITOS, BOLICIA, 1935

y dicen las fuentes
“instrumento fungible”
dicen:
se requiere superficie rugosa
señalan
dos tipos de fósforos
ya sea integrales o seguros
según el grado en que deflagren
su propio cuerpo enjuto
y condenado

la clasificación no expresa pero implica
silenciosamente
los rudos efectos del fósforo
sobre el sistema óseo del trabajador
sobre el sistema
decimal de los cajeros
de la empresa
los pequeños accidentes de ignición
en los bolsillos
frotados por otro cuerpo
¿un cuerpo humano?
¿la barra del bar?
¿un balcón? ¿un llavero?
¿un puente?

pero faltan siempre
categorías
que expresen la florida gama de sus usos
las cosas que se encienden
que con el fósforo terminan
o principian

o sus modos de fallar
de absorber un poco el trópico
e hincharse avaros
de su propia semillita de fuego
en el pantano

Era, decía, paso tras paso un lodazal, decía, de cuatro
cientos kilómetros, o más, con todo y tmesis.
Decía que proninfas, que en la superficie del pantano,
nubes de proninfas salían de los capullos
y los tres compañeros tuberculosos en el carro
de bueyes
atascado.
Difícil el fluir del discurso en donde no caben muchos
adjetivos más que difícil,
tuberculosos,
y acrecentar que todo era huida
en el Camino de Chiquitos, en el Chaco
de Bolivia, mientras
ninguna noticia de lo que atrás
dejaban.

Y sin embargo, en la flora
del Chaco había,
no se sabe si por la poca carne seca
o por los bulbos de ingestión dudosa,
abundantes
reminiscencias de otra semántica.
Así, entre otras cosas, se contaban
entre recuerdos de lecturas y juguetes,
íktioi griegos que ramificaban en toboroche,
y el paraíso entero de Dante intruso en una pitahaya,
donde, imaginando mucho,
algunos círculos concéntricos
y flores, entre charcos,
como golpes.

Y eso por no decir los jejenes, los enjambres
de tábanos, los ríos
llenos de pirañas, tapires,
y esas lagartijas verdes,
de un brillo,
sólo visible en las auroras boreales, decía Fulvio,
que auroras así
nunca habría visto.

Pero era válido contar: maté dos, te hice una bolsa
mi Emilia de nombre fingido, mi
fosforera, pero el verde
murió pronto, aunque yo
te pienso siempre.

Y para distraer ampollas, y el gusano
alojado en el codo un mes entero,
entonces volverse transitivo,
verbalizar florituras
que aquí poco caben,
tintes para distraer a la mamma, a la hermana,
como de cromo con ricos ornamentos,
del tiempo en que pedía, a los once,
un libro de Salgari, plumines y breteles
para el viaje.

Y así, por eso, Fulvio,
vuelto todo afuera,
transmitía después, rememorando,
instructivos para ver garzas, consejos
para observar su vuelo:
hermosas en pequeñas escuadrillas,
mejores si solas, las garzas,
mais lindas que a Isadora Duncan.

Eso al menos dicen los golpes
de la Mercedes Selecta
más de sesenta años después,
imbuidos de paradoxográfica misión y promesas
de más mirabilia en el futuro.

Y por evitar al censor, los golpes
no dicen exilio, dicen:
“vine a estas tierras a cazar con mis amigos”.

MISMO RÍO. CHACO BOLIVIANO, 1945

¿un cerillo también sirve para
arrojar luz sobre un asunto
determinado?
y ¿si la luz son dudas
si no viene en forma de respuestas?
¿y si la luz chiquita del cerillo
sólo tiene efecto por contraste
evidenciando
la inmensa oscuridad que lo rodea?

¿Qué quedaría atrás
al abandonar el nombre?
¿En qué punto del trayecto
Emilia volvió a ser Anna Stefania
mientras volvía
paso tras paso remontando
las veredas del Chaco,
con marido e hijo,
pisoteando hierbas
verdísimas
en una especie de masticación
pero del camino?
Imposible saber si era tiempo de secas y entonces
la sed también acompañaba ese viaje
de transformación y regreso
a los viejos nombres a las viejas
extranjerías,
o si era tiempo de lluvias y entonces
los pies se hundían otra vez en el lodo
y la amenaza de larvas
dermatófagas y de proninfas
valía otra vez
en la superficie del pantano
revisitada.
No acusa estos detalles
la misiva
finamente caligrafiada en papel de arroz
en la década de setenta
y encaminada a México, donde el hijo,
sentado en un balcón de luz
y cactus
leyó el relato del viaje
de sus padres, de su hermano,
el relato de un exilio que se acaba,
dentro de otro exilio,
ya leve, de plantas nuevas, de pan
recién horneado, con una elocuencia de trigo
y cielos sin nubes
ni lluvia.

Nada de eso acusa la carta ni
en su fino entramado de bolígrafo azul
hay suficiente luz sobre las intenciones
de la presencia del relato mismo, quizá
prenunciando fines y reencuentros,
quizá discurriendo apenas.

Pero en cambio dice
la fina pluma de Anna Stefania
que las chozas
eran muchas, pobres, el relato
aquí tiene menos mirabilia
que la falsa y vieja partida de caza.
Y en las chozas, habitual el espectáculo
de la ictericia, presentísimo
el vómito negro,
y mujeres muriendo por racimos,
rojas de epistaxis,
gingivorragia,
a pesar de ser ya mil novecientos
cuarenta y cinco
y de Max Theiler,
que aquí no llegaban
sus inventos.
Y las mujeres muriendo por racimos
y la carta
como un cuadro destacando algunos casos:
la embarazada que pedía comida
y había que darle algo, una lata
de sopa, las últimas aspirinas
para ablandar la muerte
tan certera como el viaje
reiniciado al día siguiente.
Y así cierra la carta y no dice:
vine a cazar a estas tierras;
dice:
quisimos volver por el mismo camino
para reconocerlo
y comprobarlo, pero un camino
nunca es el mismo camino.

ANGELINA

— prende un cerillo
— sí señora

Angelina es breve y es ficticia
(las marcas de sol sí son de sol)
y vino aquí a hacer el favor de su presencia
porque existe el hambre, ese fantoche de mal gusto,
y existe la cocina, existe la orden
de encender un fósforo
y hay una riqueza enorme y mal distribuida
de crustáceos en el mundo, y de libros y de tiempo
para leerlos.
Angelina va friendo camarones:
. guarda uno y come tres,_
. porque la llama
. –los efectos de la llama–
. del cerillo
los hace suyos,
trabajan
para ella,
y en la frontera minúscula que media
entre la orden y el hecho de cumplirla,
caben los ciclos, las repeticiones,
las guerras, el juego de espejos
venecianos, donde gestas
y gestas
y exilios
y barrotes
sólo tienen sentido si trastornan
el fin de ese cerillo:
si segundos antes de encenderlo
se opta por el acato o el desacato
y la lux que fit,
aunque pequeña,
no es ya la luz de un fósforo.

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MI VIDA NO ES MI VIDA [Mi poema]
Alfonso Pascal Ros [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Mi vida no es mi vida que a mi me la robaron,
con saña y sin razones el día en que naciera,
con malas intenciones hurgando en mi sesera
de invierno a primavera, pues nunca ellos pararon.

Y así han seguido hurgando mi mente hasta el final
en busca de su esencia cual buitre que a carnaza
se apresta a disfrutar. Y aun siento su amenaza
con una daga al cuello sufriendo ese dogal.

De niño me arrancaron las entrañas,
después cuando ya quise reaccionar
cortado y sin un brazo que alargar
no pude protestar por tales sañas.

Acaso andaba escaso de alicientes,
posible es que quizás yo no quisiera,
no supe resistir o no pudiera
hacer como lo hicieran disidentes.

Y es que eso que eres libre tomando decisiones
es solo una soflama, que apela a la conciencia,
de algunos que lo aplican según su conveniencia
y así arrimar el agua siempre a sus cangilones.

Que hay unos los que siempre manejan la batuta
en base, no a principios, que a propios intereses,
por más que tu quisieras, respeto les pidieses,
harán oídos sordos no entrando en la disputa.

De adulto ya no pude resistir
al ver de los humanos tal falacia,
llevando a sucumbir en la desgracia,
quitándome las ganas de vivir.
©donaciano bueno

La #vida es un conjunto de #contradicciones? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Alfonso Pascal Ros

por boca de los osos

a padre y madre

por boca de los osos
los caballos de ekain
van de uñas contra el río
soy tristeza de isla
me oteizas y te escribo
por boca de los osos.

lenguados y rodaballos

de la patria de aníbal soy
de las termópilas
lucharemos a la sombra
soy de trilce
no fui navarro nunca
cernuda y otero del mismo sitio
oteiza me llamó
traía percutores blandos
tú con ana yo con itziar
fuimos con ellos a la sombra.

ana

desde lascaux no te escribo
como Dios manda
no sé
hablar de lo que amo
corresponder
con amaneceres tus ojos y tu cara
tu forma de poner los días los hilvanes
no sé decir tus manos
lanceoladas
y hablo de termópilas y aníbal
y placas mobiliares
y te despierto a medianoche
con el mismo verso cernuda goytisolo
que desvela
desde lascaux el mismo lunes.

si no los sueñas los elefantes verdes no existen

es lo que dicen
los doce o catorce apóstoles de aránzazu
lo que dicen
los cazadores-recolectores
lo que dicen
las puntadas del óxido del hierro
los raspadores de isturitz
lo que dicen
los que han desparramado dólmenes y estelas
hacedores de abrigos
lo que dicen hoplitas y cartagineses
no quejarse
de los ciclos hostiles
que a paso de ceniza
manchan el paleolítico
de retoques abruptos porque es lunes
miguel es lo que dicen.

Miguel

desde lascaux Miguel
son tus manos
lo que da sentido al mundo
los osos dibujados por los niños
manos nacidas del mismo Dios
sin intermediarios
un poeta
sólo un poeta enseña a ser poeta

haikus a un bonsái

dadme un poeta apodaca
y moveré el mundo
dadme un fonollosa
en las mejores condiciones
dadme.
Del poemario «Cuaderno para Miguel [Oteizas]»

Mañana de ocho a diez reunión urgente.

Mañana de ocho a diez reunión urgente,
negocios que no esperan y entrevista
con concejal de turno y diputados
y Consejo de Banco a mediodía.
Comer con inversores y a la tarde
tras los cafés mi cita clandestina.
Pasado un par de charlas y homenaje
a un actor destacado o un deportista,
confirmar hora en la Universidad
de las dos conferencias de rutina
y el viernes descansar, que me hace falta,
y comprarme otra agenda de mentiras.
(Un hombre ha terminado de escribir, Salamanca, CELYA, 2010)

Apenas da que hablar. en la mesilla

Apenas da que hablar. En la mesilla
de noche apunta buenas intenciones:
la buena acción de hacer para mañana,
no discutir con nadie aunque le rocen,
la muda del domingo y los zapatos
de no meterse en charcos, todo en orden.
Volver a mediodía ya comido,
saludados amigos y consortes,
entregarse a la tarde ante la tele,
uno de esos programas sin ficciones,
y volverse a la cama satisfecho
de otra semana gris sin romper moldes.
(Un hombre ha terminado de escribir, Salamanca, CELYA, 2010)

Pavana de chicago iv

Feliz romano 20
que primero en llegar hasta el rodaje,
espada corta a punto, pilum firme,
con el escudo oblongo bien sujeto
y la cota de malla bien brillante.
Hoy no hay aficionado que le birle,
la más fiera expresión bien estudiada,
un primer plano en la secuencia estrella
contra cartagineses y elefantes.

Se ha dejado el tabaco en el piano,
el reloj de pulsera, las lentillas
(no es la primera vez que alguno canta
y obliga a repetir, perder un día),
el móvil no se nota bajo el traje.

Feliz romano 20
contra cartagineses
y todo el que se ponga por delante
cuando a la voz de ¡Acción!
el 7º entra a tiempo
cargando por el fondo a por apaches.
(Principio de Pascal, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2013)

El huevo y la gallina

Puestos a dirimir,
si bien no quién fue antes,
al menos sí más rápido
(Colón de juez de silla),
disputan los cien metros
el huevo y la gallina.

Aquel, sobre el asfalto, casi frito,
poniendo esta hasta el caldo
en la contienda
(atento al juego limpio el almirante),
pusieron tanto empeño en vigilarse,
dosificar esfuerzo y sorprender
en el último metro al contrincante,
que no se percataron de que entraba
un nuevo contendiente en la carrera.

Sobre la línea el gallo les ganaba
(impugnaron más tarde el resultado),
dejándoles sin oro y a dos velas,
por una sola cresta de ventaja.
(Ana y Miguel en los Juegos Olímpicos, León, Everest, 2008)

Conducta sospechosa de monterroso en lima

Te cambio el dinosaurio por mis págalos
y delante de Pedro te lo digo
que ni las águilas de Esopo,
que anda que no le sacas tú partido
al juego que te ha dado el bicho ese
quedando como el listo de la clase
con eso de poder interpretarse
tu relato de marras, buscavidas,
no te rías, cabrón, palabras tuyas,
de modos infinitos,
igual que el universo.
Te ha faltado decir que el dinosaurio
memoria colectiva del pasado
o metafísica de un mito
a medias deontológico y estético,
georgiano.
Anda que no sabes tú nada
con tu guatemalteco melancólico
y esdrújulo
a la hora de ponerte al paraninfo
por montera, besando donde pisas
tirando la correa de tu amigo.
Cómo te gusta que les hable
de tu dialéctica con Dios
y tu cuaderna vía,
tu tributo, ocupar el lugar ese
y el otro, el de ponerme en tu lugar,
lo disonante
de tus verbales fantasías
y tu economía de medios
a incautos académicos de cupo
que ponen igual gesto boquiabierto
y tan bobalicón
que la de tu lagarto cavernícola
delante de mis págalos.
(Cuaderno para Pedro [Un día de estos se nos va a morir Juan Gelman], Madrid, Hiperión, 2014)

Piedra sin más

César Vallejo ha muerto…
César Vallejo

Te moriste en París con aguacero.
Temprano era el recuerdo que tenías
de aquel día cantado donde un hombre
acorta su presente humano y serio.

Te moriste en París con aguacero.
El verso era sencillo como un juego
que los niños componen en la calle
bajo los estribillos más ingenuos.

Te pegaban con palos y con sogas.
Los días jueves y los huesos húmeros
lo vieron todo y no dijeron nada.
La soledad, la lluvia y los caminos
fueron también testigos que callaban.
Tú nada les hacías, buen Vallejo,
pero aún así te daban y te daban.
(Modus faciendi, Pamplona, Medialuna, 1999)

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AL SOL QUE MÁS CALIENTA [Mi poema]
Flor Defelippe [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Al sol que más calienta me dijeron,
tú ponte siempre al sol que más calienta,
lo mismo hace la sal con la pimienta,
los rotos con el hilo se cosieron,
la luz que con el sol la luna inventa.

Yo, ingenuo, nunca supe qué decían
de modo que en la playa me tostaba
y allí cuanto más sol, crema me daba
mirando al ver las olas se fundían,
al tiempo que mi cuerpo más se ajaba.

Y un día cuando menos lo pensaba
las llagas ya llegaban al cogote,
pudiendo descubrir que yo era un zote,
debiendo investigar como curaba
poniendo a mi existencia en estrambote.

Cuando alguien que te anima dé consejos
nunca hasta el pie la letra has de tomar,
mejor será que empieces a pensar,
consulta, no seas burro, con los viejos
y evita que lo debas lamentar.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Flor Defelippe

Bombuchas

Trepo el tiempo
como una tarántula
la casa, el barro
tantas cosas detrás.
Las hamacas, los postes de luz
el sauce cortado
el ruido a bombuchas
la palabra c a r n a v a l…
Miro por fracciones
algunas fotos
idealizando muertos.
Lo que no está se vuelve sublime
y lo que está,
se pudre.

Nunca supe cómo cruzar el terreno baldío

Nunca supe cómo cruzar el terreno baldío
ni atravesar en skate las calles de tierra
ni hacer chistes visionarios y precisos
pero me trepaba a los árboles
y a los postes de luz
con la habilidad de un chimpancé.
Podía ver, entonces, la proyección diminuta de:

la casa los primos el lomo de un perro

el viento allá arriba era otro y el silencio
me pertenecía como
pocas cosas pueden pertenecer en la vida.

Después estaba el vértigo, y ese mareo
de hamacas
cuando se arrojan las piernas
como serpentinas al cielo
en un primer instinto de supervivencia.

Más que objetos que desaparecen en el aire

Estoy cansada y quiero un café
O algo que me fuerce a resistir.

Empiezo un cuaderno escribiendo
este poema y
ya no importa el tamaño de las cosas
ni los límites
que las desbordan.

Ahora
que las hojas se derrumban
y su perfume entra en el viento que las agita
entiendo que no pertenezco a este lugar
ni a ningún otro
que me despida amablemente.

Cuando era chica miraba
por la ventanilla el reflejo
de los árboles deformarse
hasta perderse para siempre

Un auto dobla la esquina y
por la ventana vuela la mano sola
de un niño
que no puede acariciar más que objetos
que desaparecen en el aire.

La orilla

Se disuelve la resaca de los días
a la luz del sol
duplicada en el oleaje.
Arriba, en el puente, los rayos, las bicicletas,
sus cortes limpios y su proyección
en el agua iluminada.

Un pez irrumpe el reflejo:
lleva a Urano en su ojo izquierdo,
el planeta que habito.
La imagen devuelve
una versión distorsionada de nosotros, donde
yo soy el pez
y viceversa.

Del otro lado de la orilla hay libros, amigos,
gente que conocí ayer y que ahora
se desenvuelve con temeraria hermandad.
No entienden que mi cuerpo quedó ahí,
en un planeta lejano, el ojo grisáceo de un pez
y puedo volver al sol y a su luz cálida
como un niño débil y enfermo
que ha dejado escapar
su única idea posible del mundo.

La vida tranquila

Poco llega de las fotos o su brillo real
sobre la mesa desprolijas parecen
parte de otro mundo, otra familia desprevenida
arrugando las caras por el sol.
Completamos de memoria algunos hechos
sin saber si fueron ciertos o nos inventamos esos años
cuando corríamos al mar, los padres en la orilla
gritando que no: la familia atada al cuello
como un tirón de cuerda ante el impulso de un cachorro
la voz, un látigo, un vuelo de pájaro
que pierde fuerza poco antes de llegar.
Corremos con los pies hundidos, dejamos huellas del tamaño
de una cucharada en la arena, respondemos
al efecto de la tracción, mientras manos dóciles
nos alimentan, nos abrigan, desenredan
las hebras gruesas de pelo mojado, con silencio y paciencia
entre toallas secas. Pienso en cómo haré
para regresar a la calma
propia del nido, cómo haré con esta furia
que viene desde el mar:
sería separar a dos amantes
que eligieron mal el tiempo de su amor.
Mientras tanto los padres están ahí
en la parte tibia de la foto
se resguardan en la casa, los hijos, la vida tranquila
dejan al curso de las cosas hacer
lo que tiene que hacer
sin preguntarse quiénes eran ellos antes
de conformar esta unidad
antes de ser los padres, quiénes eran
a qué otra cosa quisieron con el fervor
de lo que no se puede abandonar.

Un mecanismo de supervivencia

Una banda narco cayó hoy: escondía cocaína
en ositos de peluche, ahora destrozados
sobre una mesa, el algodón saliendo a borbotones
de la cabeza arrancada del animal y los ojos,
dos caramelos negros y duros
brillando en la oscuridad.
Al costado, la pared y la luz fluorescente, las espaldas
desnudas de los narcos, cubierta la cabeza
con su propia ropa, como si no fuera
humana sino de vaca o de león cansado. Afuera de la casa
la mañana permanece y es la hora en la que todo
está por suceder. Vivo al lado de una escuela
parecida a la escuela a la que fui y parecida
a la que irán mis hijas y mis hijos y los hijos
y las hijas de mis hijos y mis hijas. Mi cuerpo
ya muestra la señal del descontento
que habita en todos los cuerpos: las manos
algo ásperas, los brazos cansados
las comisuras y sus líneas suaves:
un camino trazado sobre el que ya
no es posible regresar y las cosas
que simplemente abandoné y dejaron
de ser mías para siempre. Un tender, el balde,
las macetas vacías y apiladas
desde el principio de los tiempos, van
tomando forma, fijando
un mecanismo de supervivencia.
No sucede mucho más: anuncian un decreto, picadas
mortales, cada vez más parejas se separan
entre los 35 y los 40, una edad que tendré
en poco tiempo y aún así nada puede retrasar el lunes,
las hojas barridas prolijamente a un costado de la calle, el sol que roza
un fragmento de pared y forma un cuadrado blanco
que se vuelve claro, cada vez
más claro hasta borrarse por completo.

Los días que pasamos encendiendo el fuego

Al principio era el río esa forma, el ritmo marcando
una dirección, el arrullo lento de las olas, lenguas
de agua dulce lamiendo nuestra orilla.

Los días inmersos en la calma irrevocable
no se distinguían de las noches y el sol
podía ser también la luna clara o roja o apenas
un gajito de luz débil en el cielo
surcado por su franja amontonada de estrellas.

Había más:
el silencio de la siesta, el aroma
de los eucaliptus, sus hojas crujientes y el grito
de la calandria partiendo en dos la tarde.

Veníamos cuidando de las cosas pequeñas del hogar
como el fuego que encendimos y creímos controlar y sin embargo
fue creciendo por dentro y fuera de nosotros. Hicimos todo
con el amor de quien hace las cosas para siempre, porque no hay
muerte en la naturaleza y lo que el fuego
se llevó sigue su curso, como las raíces irrumpen
abriéndose paso entre la tierra o la última respiración de un pájaro
que sigue latiendo en la palma de mi mano.

Antes de partir abrasé los días que pasamos
encendiendo el fuego, esos días
que seguramente compusieron
la trama más feliz que conocimos:
ya no habría más
días como aquéllos.
Luego cayó el tiempo sobre el cuerpo:
una gota que deforma la superficie de la roca y destruye
todo lo que había de roca en ella. Fueron
lentamente removidas nuestras huellas y
las cosas que hasta entonces nos rodeaban se fueron clausurando
detrás del candado y de la puerta verde de la casa.

Los objetos

Hablamos y giramos
las cabezas en la almohada
la planta del pie en el frío y el frío
en cada rincón de la casa

miramos la ventana abierta, pensamos si será
ese punto de fuga en el cielo
lo único real entre nosotros

hacemos el amor
con movimientos blancos y pausados
crecemos valientes un instante y podríamos ir ahora:
decir al mundo sobre el miedo, esa mentira.

Pero ahí nos quedamos
contemplamos el espacio
ocupado poco a poco por la oscuridad,
las manchas negras, los objetos
que olvidamos y se cubren
abandonados al descuido.

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OTRO NADA MÁS [Mi poema]
Luciana Caamaño [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Yo sólo soy. no más, otro que pasa,
otro más, ni más más, ni más ni menos,
poco más que del cuerpo una carcasa
a ratos triste, a veces con su guasa
mirando de soslayo a los ajenos.

Hay otros, muchos más, hay muchos otros,
que a sus sombras arrastra la corriente
desbocados los hay que como potros
se dejan conducir como nosotros
sobre asfalto negruzco, deprimente.

Y de acá para allá todos sin norte,
-aquí no hay excepción-, vamos andando,
con la duda en el alma de consorte.
Esto es la vida real, nuestro deporte,
flirteando y a la muerte conquistando.
©donaciano bueno

Y tú, quién eres tú, acaso lo sabes...? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Luciana Caamaño

te escuché mal

y creí que habías dicho algo hermoso
hablamos mucho de plantas últimamente
en realidad
no te despertaste pensando en que
le estás haciendo un compañero al cáctus
que este mes, por suerte anda mucho mejor de salud
te despertaste pensando en que
le estás haciendo un cáctus a tu compañero
aún así
podría seguir teniendo algo de hermoso
no te apresures, no terminé
estabas hablando de tu compañero de laburo
y entonces todas las varitas y los magos y los best sellers del mundo al tacho
debería hablar menos de que veo poco
y más de que escucho poco
o simplemente
debería hablar menos de mis ojos
me gustaría que para mi cumpleaños me regales
una semana a puro espiarme
no me lo tenés que decir
sino a la gracia le pasa lo mismo que le pasó a la magia
a menos que me lo digas y yo te escuche mal
y entienda que estás diciendo
algo hermoso

no le digas que murió chabrol!

un ancla en la tapa
cuarenta y dos minutos de música durazna
encajan justo
el resto más o menos igual
el quiosco de la esquina cerrado a la hora de la siesta
todo cerrado a la hora de la siesta
el quiosco de la esquina sigue sin traer los puchos que yo fumo
todo lleno de carteles que prohíben fumar
ah
el portero está de vacaciones
el portero suplente no sale nunca del cuartucho de los productos de limpieza
ojo nunca entré ahí
quizá lo de cartucho es un prejuicio
me estoy basando en la imagen de unas escobas y una bolsa de bolsas de consorcio
en el piso pasa cada cosa
en el mejor de los casos
todavía resisto a la tentación
de pintarme las zapatillas con el acrílico que sobró
en el peor de los casos
más o menos lo mismo
estoy prendida fuego
eso
o las letras de las canciones nuevas me convencen rápido
me gustan las escaleras
y vos
en ese orden
tu cara me suena
o ya nos vimos
o verte la cara es como escuchar la voz de una mina que ya no me banco
cómo
estuvo todo?
hermoso
todo divino
chicos
que no se corte
sacale los cuchillos
rápido
no era que te gustaba esta banda?
no podés vivir diciendo “me re suena”
retenete algún nombre, corazón
decir cosas como
sufro de incontinencia nominal
como mínimo te entierra más
por más que se rían
se están riendo
miralos
todos juntos
se cruzan miraditas
se sirven postre
se buscan novia
cruzan sirven buscan
palabras que se usan en los carteles que
hace la gente
cuando quiere que su perro deje de cogerles las piernas a las visitas
y / o
cuando quieren recuperar la guita que les costaron los papeles del perro
miralos
no digas nada
miralos
se están riendo
tirate otro
tirate a otra
soy puta de corazón
mmm, eso no garpa che
arreglala rápido
reversionate algo si es necesario
miralos
se están riendo
no se te ocurra recurrir al chiste de las jirafas
de maricona nomás
tomá
te cagué el final
aunque no venía al caso
torta y se dice a sí misma maricona
vanguardia
revolución
resemantización
instauración de nuevos discursos
puta de corazón
el tiempo de este track es una mentira
usa palabras como mina, gramaje, pija, sugus,
estaría bueno que meches algún nombre propio
alguien que te caiga muy mal que te haya caí
do muy bien
o todo lo contrario
cosa de no quedar ni tan ortiva ni tan obsecuente
miralos
se ríen
elegiste el peor pañuelo de los tres pañuelos que quedaron finalistas
no da culpar siempre a la mala iluminación del lugar
ni al espejo
ni a la necesidad
de las nuevas gafas
ni a la pérdida de la receta con las indicaciones para la nueva graduación de las nuevas
gafas
en eso estoy de acuerdo
ojalá no hayan vendido esos marcos tan encantadores
dios no lo permita
por las dudas
cada mañana
ejercé esa nueva práctica que has dado en llamar
dios tenga en la gloria a quien haya traído a este mundo
el trastorno obsesivo compulsivo
mientras te laves los dientes diez veces,
cepillando al ritmo de música durazna,
durante tres minutos cada vez,
cambiándote las medias cada vez,
reduciendo al mínimo la cantidad de buches de enjuague bucal,
atendiendo el teléfono sólo si llega a al quinto ring,
pronunciando un máximo de tres palabras cada vez,
escribiendo luego el balance de la experiencia diaria,
en el cuaderno que publicita la droga de las pastillas gordas,
nadie puede haber comprado esos marcos que no tienen el precio escrito
cuando vuelvas
disimulá el entusiasmo que esos marcos te provocan
cuando te los vuelvas a probar
evitá que se te vea en la cara
el cartel de neón
que de tanto brillo
grita
me quedan pintadas
pasa como con los libros usados
cuyos precios fluctúan
de acuerdo al interés del comprador
la próxima vez que encuentres el tomo tres de los diarios de anaïs nin
hacés esto
1.
te vas a otro estante
2.
preguntás
si tienen alguna condorito
3.
no, mejor eso no, de una persona de veinticinco años que pregunta algo como
eso se puede esperar cualquier cosa, incluso que el hallazgo de el tomo tres de
los diarios de nin le genere un entusiasmo dispuesto a pagar un dineral
4.
preguntás la hora
5.
no agradecés, supuestamente no te interesa ni siquiera la saciedad de tu pregunta
6.
revolvés el estante de novela, ahí te distraés un poco del plan, pensás en la lista de las novelas que nunca faltan en una librería de usados y en eso que te
encanta decir: el único momento en que me encantaría que me gustase la literatura española contemporánea es a los tres minutos de haber entrado a una librería de usados y perez galdós 5 p
miralos
se están riendo
7.
pregunta la hora de nuevo, cosa que sea evidente que no le diste ni bola
8.
decile gracias esta vez, tampoco es cuestión de que te tome bronca
9.
decí algo ocurrente, si andás de suerte y son las cinco de la tarde, te calza un
lorca como pija hecha a medida
10.
lo que conviene hacer en un caso de pelotudez de tus características es
esconderte detrás de cierto gesto desconcertante, en un solo movimiento
disminuyen las posibilidades de que se den cuenta y aumentan las posibilidades de que te tilden de fresca
11.
no sólo te doy el truco, justo enganchaste la promo que incluye el primero de los novecientos treinta y tres tips del apartado “cómo comportarse en una librería de usados en zonas costeras”
12.
agarrás el primer libro de borges que encontrás y decís: justo el otro día estaba
por abrir una encuesta en mi blog que dice así: “cuando escucha la palabra
laberinto, qué es lo primero que se le viene a la cabeza?”
a.jorge luis borges
b. david bowie
c. a vos te hace falta menos paja mental y más paja genital
nota: si la puesta en práctica de este tip te otorga una conquista, no te pases, no abras esa encuesta en tu blog
13.
acá aparece una cuestión de vital importancia, si el vendedor es hombre
heterosexual te hacés la tonta y la linda, si el vendedor es puto, cuando se
produzca un silencio tararea una de madonna, algo bien obvio, le podés contar el chiste de las jirafas, no se te ocurra pedirle algo de lemebel, tampoco la pavada, si la vendedora es torta chongo, hacete la tonta y la linda, podés decirle soy puta de corazón, si la vendedora es torta leída, momento, pistas para descubrir a una torta leída: usa gafas a la moda, cuando te vio ver el libro de nin se le piantó un lagrimón, en el mostrador hay una pila de ejemplares de libros de su autoría con nombre que de seguro da tortilla, en este caso le nombrás a pizarnik, encontrás la manera de que se te asomen los tatuajes, usá palabras académicas, usá palabras que te hagan parecer sensible, manejá con cuidado la dosis de cinismo, si estás muy desesperada le podés tirar un señorita, muchacha, tratarla de usted, gesticulá mucho, dale manos, a ver si en algún momento aprendés a mantenerte el esmalte, hablale de violencia de género, de momento no nombres cosas como youtube o las torres gemelas, espero te hayas reforzado el perfume poco antes de entrar, hablale de lo caros
que están los libros, no le hables de lo caro que está el morrón, a menos que logres meter el tema de cuánto te gusta la cocina, la importancia de los condimentos y el callejón sin salida llegado a estos casos, la sal de la vida, no te copes mucho con el cine, no le digas que murió chabrol
14.
te acercás nuevamente al estante en donde está el tercer tomo de los diarios de nin
miralos
se ríen
15.
mirás a otro lado mientras agarrás el libro
16.
en medio de la pregunta, toses, “me dirías el (tosés tosés tosés) precio por
favor”
17.
no olvides que podés enfrentarte a otras variables con respecto al hacedor de
precios arbitrarios
18.
anotate cosas como esa, nada más cope que un epíteto rimbombante
19.
convendría en realidad que cuando te apropies de esta idea que acabo de darte, la
mo
dernices un poco,
en lugar de epíteto
podés tirar: apodo, alias, nick, también llamado,
en lugar de rimbombante
podés tirar: chic, pro,
acordate de que cool está demodé
acordate también de que demodé está demodé
en su lugar conviene optar por
está out
ahora en vez de grasa, mersa
viste cómo es la moda
todo vuelve
ya vas a ver lo mal que la va a pasar esa conchuda
es cuestión de tiempo
y una buena coartada
miralos
se ríen
20.
el hurto siempre es una opción posible
21.
me frega el resultado de esta empresa, sin
mi atado de puchos no entrás
22.
las cosas que una hace para ahorrar seis pesos
23.
miralos
se ríen
miralos un rato
hay cosas que conviene que no escuches
no por vos no, por mí
eso por ejemplo
si querés más ejemplos buscá,
es cuestión de segundos
la idea es que
dejes de escucharme
y la excusita esta del ejemplo
en algún momento se tiene que acabar
y qué casualidad
estamos asistiendo a ese momento
vivilo bien
es este
un momento histórico,
eso sí,
al final no cantamos el himno

excusas tontas para que vuelvas

1.
ni nylon ni un carajo
traete las manzanas en la mano
te digo más o menos de qué va
en la mesa hay pedazos de lo que iba a ser un libro
se terminó el día
no digo se terminó el día
como diciendo
“no lab
uro hasta mañana”
estoy siendo absolutamente literal
la pianista nueva
antes
no
antes sólo
la pianista vieja
ahora

te digo más
en este momento
un poco más la nueva que la vieja
la cosa es así
en la mesa
además
hay un cassette de esos de folk
no digo
cassette
como diciendo
“está el cassette adentro de la cáscara del cassette”
no estoy siendo literal
arriba de la mesa está la cáscara
la pianista nueva tira una palabra en español
sigo,
en la mesa
además
hay una receta
digo receta
como diciendo
“mañana
me tengo que ir a sacar sangre”
creo que eso no es una receta
sino más bien una orden
la pianista nueva tira una palabra en latín
y bueno
en la mesa
además
hay una bolsa vacía
digo bolsa vacía
como diciendo
“por eso te dije que llevaras las manzanas en la
mano”
como diciendo
“en una de esas te asustaban los tres kilos sueltos”
como diciendo
“tenía ganas de que llevar mi excusa al ridículo te diera ganas de traerte de vuelta”
como diciendo
“tenés razón, las dos tuvimos suficiente de las dos pianistas”
digo
pianistas
como diciendo
“no se trata de pianistas”
como diciendo
“no me atrevo a quitar a las pianistas de la frase”
como diciendo
“a mí también me parecen hermosas las extrañas”
como diciendo
“a mi tampoco me gustan las manzanas”

2.
te dije
“como quiera
s”
como quien dice
“sabés que no”
como quien dice
“no me preguntes”
como quien dice
“yo tampoco”
no es que no quiera ir
es como siempre te dije
nadie como vos
sabe elegir las arvejas,
a vos no te cagan,
cosas a tener en cuenta a la hora de comprar conserv
as:
la lata
(no tiene que estar abollada)
la marca
(tiene que tener trayectoria, en esto sos un poco conservadora, pedido de silencio,
película relativamente nueva)
el precio
(tiene que ser bajo pero tampoco una bicoca “lo barato sale caro” risas te sirvo
otra copa
de vino)
quedó claro que aprendí todas esas cosas
(ahora a ese tipo de cosas se les dice “tips”)
por último y no menos importante
la fecha de vencimiento
no hace falta que te diga que buscando, lo que sea, soy inútil
(no voy a llegar tarde, la
próxima vez no revolees la ropa tan lejos de la cama, tiene
que ser ese corpiño?)
incluso lo inútil
(acá está, no es muy grande el paquete como para no encontrar unos numeritos)
no hace falta que te diga que recordando, lo que sea, soy inútil
(no me diga
s que el tuyo es fácil porque está el pinito están las luces están los cohetes
está el pionono están las doce no me digas que no usas agenda no me digas que a mí
tampoco me importan esas cosas no me digas feliz cumpleaños ahora)
incluso lo inútil,
(te fi
jaste la fecha? con un te quiero no arreglamos nada, otra lata a la basura)
no hace falta que te diga que detesto las arvejas
(no es la lata lo que molesta, ya probamos con todas, las nacionales las importadas y las
sueltas)
no hace falta que te diga que
sin tus arvejas la alacena no es la misma

3.
y si mañana domingo
cuando llega la noche
y sigue lloviendo
sigo así de triste
y agarro la lista de las cosas que me ponen todavía más triste
y elijo volver ver una de las películas de la sublista
y me doy
cuenta de que me borraste de tus recuerdos
y voy a una oficina y pido que hagan lo mismo conmigo
y mientras te me están borrando
me doy cuenta de que en realidad no quiero
y ya es tarde
y aparecemos otra vez en otros lados
en veces que antes ya
en lados
que antes ya
y se terminó la película
y pongo el tema de beck
y no tiene caso
no hay final feliz posible
y se terminó el tema de beck
y se terminó el día

acá no

me encantó!
qué parte?
ay no sé, todo, me encantó completita!
se sube a la moto
oculta los auriculares
bajo el casco
ojalá que no se la ponga
claro, la importancia del cumplimiento en las reglas del tránsito
ya sé, te la dejé picando
no lo digas, no lo digas
no lo digas
tránsito lento
qué
onda?
causó?
se muestran chochos?
mamita, si lo que andás buscando son súbditos
estás perdiendo el tiempo
sacudí el culo
cómo venís de escote?
ya sé que estoy diciendo cosas
que pensás que tenés que pensar que son horribles
abandoná las infulas queer a la cuenta de
uno
dos
tres
tengo una teta más chica que la otra
dicho esto no quiero decir:
no importa el principio
en algún momento
o nos empezamos a entender
o derrapo del todo
total
hay pasto de sobra para mis futuros revuelques
las dos a la orilla del agua
en esta época del frío
denme luces
denme estufas
denme un pancho
denme un cenicero de chapa de la más berreta del mercado con corazón de oro macizo
lo que importa es lo de adentro
denme sexo cochino de lo más bajo presupuesto del mercado con corazón de
erotismo a la femme fatale parisina
lo que importa es lo de adentro
de no haber grabado los discos
todo estaría exactamente igual
cuatro años estuvieron de viaje
no tengo idea de cómo les fue
no los vi nunca más
a todo esto
cómo te explico
lo que me gusta
n las sorpresas?
en un local de ropa
venden un sweater con botones
que no conformes con
tener anclas
son dorados
lo podés creer?
yo perdí mi fe en todo el combo
cuando leí la etiquetita
la mosquita muerta rezaba un dineral!
traté de tranquilizarme
apagando mi angustia
con chorros de “el sweater no tiene la culpa, es sólo un producto del mercado, calmate, contené las lágrimas unos segundos, por favor!, no te largues a llorar delante de la empleada, un poco de compostura, por el amor de dios! escéptica pero digna, ya, ya, ya!”
sabés bien que incluso más acá
en un punto de la mañana
no hay persiana que frene la luz del sol
ahora ya no hay tanta luz afuera
hablemos de las cosas que no están:
en este momento
al lado mío
no hay una pantalla
no se está proyectando
una película de hace pocos años con una rubia en sweater que mira al marido sostener la copa que escucha al marido decir, con la copa en la mano:
“brindo porque no se nos acaben nunca los motivos para brindar”
que corre la mirada del marido para que no se
de cuenta de que a ver si la vamos cortando con el anhelo del mejor futuro del mercado, quiero reírme ahora y acá y que se te caiga la copa y eso no importe
en este momento
adelante mío
no hay una mesa
de haber una mesa
arriba no habría pan dulce, ni una miga
en los dedos no tengo anillos
en la mano derecha no tengo un hacha
en la izquierda
tampoco
acá no hay fantasmas
aunque creas en fantasmas
es como en la propaganda
está científicamente comprobado
acá tampoco hay monstruos
no tengo pruebas
pero te lo discuto a muerte
en este momento
acá no está sonando la canción que más se cae de onda de la banda más moderna del mercado que dice:
vos estás para el crimen / yo estoy para atrás
es una pena, pero, como ya he dicho
acá no hay ni una pulgada de pantalla
de haberla podríamos comprobar que en los canales de música no están pasando el video del hit con una vieja convulsionando vestida de oso polar fluo en tanga
acá no hay un tipo diciendo:
“esto es una obra conceptual, papá, si no entendés, todo bien, es natural, soy
más canchero que dios, chupámela en el ñoba que al telo no llego”
acá no hay bailarinas
y menos mal
de lo contrario
en este momento
no tendrían una coreo que las sostenga
acá no hay paso que siga este paso
acá no hay paso que valga
y por sobre todas las cosas
acá no hay tu tía
acá
algo
necesariamente
tiene que justificar la fiesta.

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MATAR NO ES DE RECIBO [Mi poema]
Fernando Palenzuela [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Matar para comer, no es de recibo,
matar para comer, qué mal ejemplo,
matar para comer a otro ser vivo
haciendo previamente sea cautivo
no puede benecirse en ningún templo.

Matar para comer, qué disparate,
matar para comer, qué sinsentido,
matar para comer, ese dislate
que tiende a dar al otro jaque mate
haciendo y malograr de haber vivido.

Si es cierto que fue Dios quien hizo al mundo
me niego aquí a aceptar tal crueldad
pudiéndolo evitar en un segundo.
Lo mío es aquí darle un no rotundo
que Dios fuera un dechado de maldad.

Recuerdo fue Jesús el que nos dijo
que aquel que a hierro mata a hierro muere,
por eso es que aquí clamo y que le exijo
postrado humildemente al crucifijo
que cumpla lo que dijo como fuere.
©donaciano bueno

Hay algo menos #humano que #matar para #comer? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Fernando Palenzuela

PASAJERO INVISIBLE

Cuando un perro que ha oído campanas sin saber dónde
Se lanza hacia otros mundos que no están en éste
Describiendo un arco de cicatrices en el aire
En el verano de dedos prohibidos
Sólo yo me atrevo a andar descalzo
Por ese camino sembrado de promesas
Por donde cabalgan los recuerdos
La memoria y sus máscaras
Las tenebrosas arenas movedizas en las que alguna vez hundí mis ojos.

Más allá de las cartas náuticas navegadas de insultos
Nace el canto leproso del olvido
Crece también un árbol condenado a cadena perpetua
El árbol de las miradas sin cerradura
Que aconseja no tocar el vientre de la quimera
Si la pasión insiste en quemar sus naves
Mi último recurso será poner proa a las sombras
Con la esperanza de volverme invisible
Pues mi regreso a la razón se ha vuelto peligroso.

Aventurero menos del espíritu que de la vida
He recorrido la distancia incierta entre el hombre y sus sueños
Y he visto demasiada sangre correr entre los dedos
Del que dice sí queriendo decir no
Cuando inventa una mujer que araña el infinito
Mi alianza ha sido siempre con el vacío.

Las delicadas armas escondidas del llanto
Invitan a la degollación de las analogías.
(Del libro La voz por enterrar)

CAMINANDO SOLO

El poeta que sueña ver a un jinete dar
Una carrera a caballo sobre el filo de un cuchillo
La guillotina inválida detrás de la mentirosa memoria
Con fantasmas heridos de angustia casi mística
Almacenando atardeceres entre su dedo índice
Y los pergaminos que cierran las dudas
Avanza por el borde de las tinieblas
Antes de penetrar en el castillo de sus huesos
Un gavilán secuestra las condecoraciones militares
Inscritas en las páginas del silencio
La coma de los pobres en la escritura invisible
Es la señal esperada del otro lado del espejo
Para la embestida de la soberanía de los nombres
Que no permite el hábito ni la ilusión de las pequeñas verdades
Más crueles que el nacimiento escondido detrás del velo de las palabras
La fina arena de la muerte abdicando ante los manuscritos del vacío.

No hay que ayudar ni apelar a la vida
Si la indiferencia ante perder o ganar no abre puerta alguna
El encanto del juego resbala sobre las orejas del placer
Oh! la libertad de salir por cuenta propia
Con una maleta donde la muerte viaja de contrabando
La contrapartida al muro de las soñolientas espadas
El gusto por el riesgo acelera la eyaculación de la Nada.

Inmerso en las mezquinas trampas del amor y sus trajes
Abandonado como un gesto sin causa ni efecto
Los espejos se han olvidado de reflejarme
Y yo no quiero enmascarar los ceros
Encerrados en la cárcel de seda de los testimonios
Ni dejar mi cráneo abierto a los silogismos
A la inevitable ruptura con la verde llama que me une
Al círculo de las contradicciones de cabellos dorados.

El perro que pasa corriendo parece hecho de aire
O de una materia transparente similar al olvido
Después de todo hospedarse en la lógica conduce a la locura
A dientes aburridos bajo la lupa de los orígenes
Y el deseo es una de mis más queridas posesiones
Alejándome de todo ejercicio de simulación
Acepto que el solo hecho de escribir me acerca a los débiles
A esa arena vil de las confesiones
Pero continúo negando las cicatrices del lenguaje
Mi condena a muerte es un gran punto de partida
Hacia el final de las confusiones posibles.
(Del libro La voz por enterrar)

ALMA AUTOMÁTICA (fragmento)

1
Un palacio de hielo negro se ha formado en el aire
Multiplicando la algarabía de los relojes confusos
Las bellas piernas que salen de un hormiguero sin nombre
Se enroscan a la memoria del chivo expiatorio
De nada me sirve este color sin fusta
Para navegar en la pradera de tu espalda
El pan del mar acude a rescatarme
Un espacio mágico se abre en la ontología de tus muslos
De cara a las intuiciones apellidadas rosca de chocolate
Quisiera deslizarme hacia el abismo de terciopelo rojo
Que florece cada mañana en el parque donde las ardillas apuran
El juego de las almas en pena
Cuando
La tos de los minutos anula los vaticinios de los renglones torcidos.
(Del libro Esfera Inacabada, inédito)

AMULETOS DEL SUEÑO (fragmento)

1
La música de cabellos más blancos que el sol
Perfora el brazo los vitrales
Las mariposas que flotan en tus ojos
Se posa en tu mirada hacha
Como un reptil acude lentamente
Muriendo ante la flor azul de la mañana
Esa música de dientes que borran las palabras
Siempre será las venas del agua detenida
Ante la sombra de un Adán tenebroso
Luchando por avanzar hacia lo oscuro
La lentitud con que la piedra existe
Es enfrentar un resplandor incierto
Saltar sobre mi abismo en llamas
Tinieblas de amor besar entre papeles
Embalsamados tiernos que se van de viaje con las hojas
De mis antepasados menos crueles
Esa música es sombra de mi lengua
Para levantar el velo de Isis los dormidos
Bueyes de la verdad y del destino
Hasta las comarcas reales de la saliva
Y sus cabellos de locomotora infinita
Y flecha que siempre da en el blanco
Donde los fantasmas se disuelven en puños como flores
Cuando el hombre de lágrimas de hierro
Condenado
Al plomo de su sombra
A la conclusión de sus muslos
Siempre a la exacta medida de sus testículos
A la posteridad minuciosa de su naufragio
Extrae el hueso más reciente del verano
Un pez o sol se rompe hasta donde le alcanza su dinero
Independientemente que mis ojos siempre estarán abiertos o cerrados
Me alimento de un suelo sólido de llamas
De una realidad que me visita joya
Agua viva naciendo de lo alto
Y de palabras rompiéndose por dentro
Amando mintiendo deseando
La soledad caníbal de las guillotinas amputadas
Y la rosa tigre de ojos como la niebla
Que mi vida se funda con el sueño
Como la ventana con el aire
Y ya no haya más aire ni sueño ni vida ni ventana
Sino sólo una materia única
Del otro lado del ser y de las cosas
Una sola música sin moscas ni cenizas
Dando cuerda al tambor adiós del silencio
Como un amuleto de salvaje sueño
De frente de cristal de roca
Por donde empieza la palabra.
(Del libro Amuletos del sueño)

LIBERTAD COLOR DE HOMBRE

André Breton
(fragmento)

I
Mi mirada es un árbol mordido por los números
De un agua permanente que no me escucha
Como un río hecho para ocultar lo oscuro
O un lago de alondra viva que regresa
Al centro del círculo que se devora

Comprendo que lo que está arriba y lo que está abajo
Son una y la misma cosa
Y que en Toscana sea posible prever lo porvenir
Alojando un licántropo ciego en el espejo que la sangre bate
Pero mis dedos se hinchan como un sol líquido resonante
Para empuñar la eficacia inmediata de los cuchillos
Aunque todavía me incline ante la totalidad de la rosa

Estos ojos que se disuelven ahora con el fuego
Con el violento y subversivo nocturno cristal de las acciones
No añaden ni descifran ningún nuevo misterio a mis palabras
Ellos sólo son un viejo alcohol furioso en la botella
Donde mi lengua junto a mi corazón y mis entrañas late
Junto al color primero y último del hombre
¡Oh libertad! Como un oro solar en las arterias.
(Del libro Amuletos del sueño)

AZOGUE NEGRO (fragmento)

Esa impaciente ceniza que te aguarda
Como la mano derecha de un ahorcado
En los hoteles rayos de tus mejillas
Entre tu pelo de hormigas y la tarde
De cerraduras vírgenes golpea
Mi tambor bebe tu sangre
Sale por las calles se me pierde
Con las llaves que llevo
En el bolsillo para amarte
Como un huracán de flechas que nadie ve y levanta
Hacia el amor todos sus párpados en llamas.
(Del libro Amuletos del Sueño)

RITOS (fragmento)

Frente a la pared borrada
Como mis manos por un lápiz de fuego
Hiendo mis palabras mi lengua
En el fondo de flechas o lámparas
Para sentirlas como un acero fundido a las entrañas
Del gallo que escruta las profecías que se sueldan
Al horrendo bramido del candelabro
A ese hueco de sombras
Que el poeta ha dejado
Sobre el papel en blanco.
(Del libro Amuletos del Sueño)

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LOS VEINTE AÑOS [Mi poema]
Lorena Huitrón Vázquez [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

(canción)

Cuando todos te dicen que estás bien
y tú sientes que el cuerpo te abandona,
cuando quieren ponerte una corona
y te palpas y no encuentras la sien.

Cuando todos te miran de soslayo
y percibes que agachan la cabeza
y sus gestos delatan la nobleza
del que cree sentirse ante un lacayo.

Cuando pasan de ti, no te hacen caso,
ni consultan, ni escuchan ni comprenden,
te observan y remiran y se vuelven
y te sientes vacío como un vaso.

Cuando intentas hacerte ya el gracioso
a sabiendas que tú no tienes gracia,
y descubres la mueca, esa falacia
del torero que arrastra por el coso.

Si en la vida se pudiera uno parar
y un momento decir, aquí me planto,
sin tener que sufrir el desencanto
de ese punto que en la vida ha de llegar

cogería los veinte años sin dudar
donde todo el entorno era alegría
y en un halo de inconsciencia envolvería
y ya nunca pararía de soñar.
©donaciano bueno

En qué año tú te pararías? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Lorena Huitrón Vázquez

LENGUA GEOGRÁFICA

Las lesiones benignas
aparecen espontáneas.
La parte interior de la lengua dice:
sin importar a dónde
va, se retuerce y viaja mi boca,
no lastimo a nadie,
pero entre los dientes
arden los deseos del otro.

LITTLE MARY

A los tres años llevaron a María al templo de Jerusalén. Otras niñas alumbraban su camino, para mirar siempre hacia adelante y no distraerse. Esa niña promesa diminuta, novia pequeña, ofrendita a los viejos socarrones. Muñequita de aparador, calladita y obediente.
Entre hombres que huelen a especias guardadas en una alacena de cedro, la llevaron ante Baraquías, no es nombre de cantina, era un sacerdote avinagrado patriarcal que quién sabe quién le dijo que con las manos sucias se puede agarrar una bolita de algodón. La abrazó y la bendijo. Luego la muñequita se escurrió hacia el piso porque el sacerdote olía muy feo. Recordó una tonada y se puso a bailar en la tercera grada del altar. Se movió aquí y allá, los pies se deslizaban en los peldaños, danzarina. ofrendita móvil y viviente, mamá Ana y papá Joaquín lloraban de orgullo y emoción, tan pura y linda, tan bonita se ve la chiquitina, las niñas de la consorte querían bailar también pero sonreían y cada una se agarraba las manos para contener la nostalgia. Conmovidos, la consideraron digna y aplaudieron como focas.

RETICULUM

Cuánto vino escarlata bebí en una vasija
en cuyo fondo podía verse, como en el ojo, una mota.
Baššar ibn Burd

***
Es tan vasto el modo para calificar al invidente en árabe como sus poetas ciegos. Al-Safadi los compiló. En sus poemas, describen con suma precisión las percepciones lumínicas.
El color está en la mente, se sabe. Mi ojo escribe sus cuentos: érase que se enfadó tanto con un halo lavanda que terminó embelesado de sí mismo cuando le ofrecieron Riboflavina. El arcoíris giraba sobre él. Tras el dolor del legrado de la córnea se sintió artista visual.

(5)

Antes de surcar el epitelio, en lugar de poner cuidado y ser valiente, se pasa enseguida a la fotosensibilidad. El hombre no puede con la luz, recuérdese: es imposible rebasarla. En su lugar, hay que conformarse con llegar a un tope. La anestesia te regala un prisma y flotan (el ojo es una pecera) los colores de las ondas electromagnéticas perceptibles. Lo que mirará un pájaro cuando entra en barrena.

TAIWÁN, MEKONG

Los beta son como los peces del paraíso.
Dos no caben en el mismo acuario.
Vienen de Mekong y Taiwán.
Uno traza los afectos en diversas partes,
casi todas ellas lejanas a nuestro lugar de nacimiento.
Tan lejanas para ser capaces de abandonarlas
cuando molestan, cuando alguien nos traiciona,
o de reunirlas porque necesitamos sombras bruscas
para sacudir la suciedad que otros nos arrojan dentro.

De Erigir una fortaleza

Nadie nos devuelve al mar
ni a las olas que juegan.
Rehúyen nuestra sombra,
lanzan sus puños de sal y agua,
golpean nuestro perfil.
Nos llaman náufragos.

Para la arena, de nada
son nuestros pasos que la surcan;
ni las torres de los niños que la moldean
a mitad de su planicie.

Dónde queda entonces el gusto de los cuerpos,
la presencia que al sol se entrega.
Al silencio no le basta vaciarse en los caracoles.

SAURÓCTONOS

Los he visto afuera de las casas de Tlacotalpan,
inmóviles entre las ruinas;
se ofrecen como el cuerpo de la amante:
al habitarlo, hay respiros de palmera.

(Ahí reside el temor de los hombres,
en el deseo de apresar esa detención de viento sudoroso)

La desnudez del cocodrilo es insoportable:
Articula el deseo en exhalaciones inaudibles.

(El amor es un lagarto: se desliza por un impulso
desmesurado, muerde sin contratiempo; el consuelo
de la presa es recostar su herida en el río)

Chorrea el tiempo en las sienes:
la gente rehúye su quietud;
la mira desea esa quietud,
luego el disparo, la recompensa:
esa mitad será mía.

Para Lucrecio todo se compone de átomos y espacio vacío.
Me figuro el granizo acunado en las palmas de la mano
de mi madre, obsequiándolas como si fuesen perlas.
El atomista se equivocaba.
Nuestra materia es de acero que descarna en incesante tambor.
El corazón se ahúma fácilmente,
hincha a la piel de insomnio.
Necio murmura la talla de una altísima fe,
ciega por la necesidad de desdecirse y morir,
magra en mi hambre.

SAURÓCTONOS

El cocodrilo no enarca lo que lastima.
Su presencia es desbroce y mansedumbre del colmillo.

Confirman más capturas.
Los reptiles forcejean, cuerdas y palos conocen la unidad
cuyo empujón nos expulsa siempre de su historia
al remendarnos con rabia en la tierra.

Los reporteros recitan ya tienen a todos.
La mitad hubiese sido mía.

Del Una violencia sencilla

En la primaria nos pidieron hacer una muñeca de trapo
para aprender las partes del cuerpo.

Fue nuestro acercamiento a la cirugía.

Rellené a la mía de arroz,
la vestí a cuadros con su cabello de estambre café.
Mi madre le pintó unos labios pequeños,
trazó una v invertida de nariz respingadita,
ojos almendrados y pestañas largas.

Fui cirujana al coserla con hilo rojo,
mis puntadas fueron discontinuas,
la aguja era muy gruesa,
sin punta para no pincharme y llorar.

La presenté al día siguiente,
hablé poco, volví al pupitre,
la recosté mientras el resto de mis compañeras
presentaba a sus pacientes.

En el siglo XIX a una mujer le hicieron una mastectomía sin anestesia, se mostró hiératica durante la cirugía y al terminar pidió disculpas, se vistió, lloró. De esto nada sabíamos, mucho menos que esa mujer se llamaba Alie.

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Es esa edad en la que la vida está llena de sueños, los mismos a los que hoy quisiera agarrarme pero no encuentro. (Versión musicada gentileza del gran guitarrista Manuel Fernández)

CORTO DE VISTA [Mi poema]
Kevin Castro [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Si Dios fuera más cercano,
si no fuera tan esquivo
y estuviera donde vivo,
tendería hacia Él mi mano.
Si anduviera en los altares
a los cuales yo he subido
y me hubiera recibido
cantaría otros cantares.

Si se hubiera hecho presente
cuando débil le he llamado
no me hubiera abandonado
cual si fuera un indigente.
Si en la mar en que me encuentro
en un barco sin timón
regalando su atención,
evitara el desencuentro.

Pues que yo no soy patoso
ni ciego, corto de vista,
permite Dios que te insista
y dé el abrazo del oso.
Fue tanto lo que busqué
para nunca ya encontrarte,
tanto fue que llegué a amarte
y tanto tanto te odié

que hoy por fin ya abandoné
renunciando a ese objetivo
y aunque el cuerpo sigue vivo
a mi alma ya condené.
Pues no me dejaste ver
ni me diste alguna pista
por mucho que alguien me insista
ya en ti no puedo creer.
©donaciano bueno

Pues a qué viene eso de ponerlo tan difícil? Share on X

Fe es creer lo que no vimos, decía el famoso catecismo del Padre Astete.  ¿No es una falsa justificación ante algo para lo que no encontramos explicación?

MI POETA SUGERIDO:  Kevin Castro

Las flores no son accesorios de oficina
son mierda las canciones de amor
AEROPAJITAS

#uno
10,821 ratas muerden los dedos de mis pies
y yo te escribo un poema
no te he dicho que soy chamán sin magia
que tu mar frío y escombro
beso tus piernas / arranco mis ojos
porque el amor está hecho de carne

#dos
bajar por la escalera de la casa de mi abuelo
y encontrarte sentada
leyendo a Roberto Bolaño
bajo el árbol de higos que no ven los satélites de Mountain View, California
(después de 1993)
¿por qué se caen las flores de tu vestido?
mira conmigo el humo de las fábricas
podemos aprender a vivir bien en cautiverio
como animales en un zoológico
tortugas que nadan en un estanque de agua clorada y celeste
la temperatura ideal para mi corazón es 21° C
mi abuelo toma sus medicinas
y mira llover sobre sus manos arrugadas
mi corazón es un estanque con peces que se rebalsa y moja tus tobillos
encontrarte sentada
silbando
a los pies de la cruz que es mi abuelo con los brazos extendidos rezando
pero la cruz no es un símbolo
tus lunares no son constelaciones vistas en negativo
a 21° C puedo quitarme la ropa / dormir a tu lado
y despertar temblando

#tres
mira:
kin
me han vencido
antes de cumplir veinte

María Antonieta

Soñé que despertabas con un agujero enorme en el pecho
y tú y yo mirábamos la luna como perros con la lengua afuera
nos dábamos amor mutuamente porque de alguna manera era el fin de las cosas viejas
y era el amor más puro que la leche de María Antonieta
era un gesto propio de algunos mamíferos solitarios
que encuentran a sus pares de pronto y nadan felices en el río
una nube de humo salía de tu pecho y contaminaba la capa de ozono
cuando moríamos, nuestros cuerpos eran examinados por estudiantes de medicina con mascarillas
para no contraer el mal

A PESAR DE LOS INTENTOS DESESPERADOS DE LA CIENCIA NADIE PUEDE SER UN PERSONAJE DE SCI-FI

te he visto
sobre un edificio rosa pastel
arrojando cosas que se quedan suspendidas a centímetros del suelo
tú no me has visto
eres también algo que me gustaría arrojar desde un edificio verde
mirar
cómo tu cuerpo se estrella contra el pavimento
bajar las escaleras
y curar tus heridas
jurarte que no
que no ha sido mi intención que esto tenga que dolerte tanto
te he visto sobre el siglo xxi arrojando cosas que se quedan
suspendidas
a centímetros de algo que no sé que es
pero que nace de la rabia seguramente
como todo
y todo es como decir: ‘gracias’
pero diciendo: ‘triste’
sin saber por qué realmente
debajo de todas las cosas del mundo
no sé cómo hacer para que estos lentes nuevos disparen rayos láser en lugar de bloquear rayos ultravioleta

NORCOREA

hay moscas volando en mi cuarto mientras intento escribir un poema como un e-mail para mí mismo
o como una carta en la que le digo a mi hermana que no deje la carrera (no sé por qué le digo eso pero es como si una parte dentro de mí muriera al decirlo)
o como una canción que quiero escribir desde que tengo 16 años y que es lo más parecido a esa música que jamás confesaré que me gusta para que no me rechaces
hay moscas en mi cara y eso también puede ser señal de algo bueno
por ejemplo algo dentro mío se muere y eso que muere está enfermo
no sé si viviré lo suficiente para escribir un poema como un manual para montar caballos
no sé si viviré lo suficiente para montar un caballo y escribir:
‘he montado un caballo
con el pelo brillante
y los ojos brillantes.
yo mismo he brillado.’

EL DÍA QUE ALMORZAMOS YOGURT Y CEREAL EN BARRA LA SENSACIÓN TÉRMICA ERA DE 21° C

estoy haciendo una lista larga de cosas que no tengo y que quiero regalarte de todas maneras
estoy ideando un plan para robar muchas de esas cosas, que incluyen una pelota de básquet, un libro de 1,000 páginas, un lapicero y tres pastillas de MDMA
he pasado los últimos 50 minutos de mi vida pensando en poner a prueba mis capacidades de buceo de aventura y tirarme al río de cabeza y aguantar todo lo posible la respiración
quiero que una ballena de río se coma mis riñones si hago eso
quiero llorar porque no tengo riñones sanos para donártelos si los necesitaras mañana
en mi vida las únicas cosas que tienen sentido empiezan con la palabra “mañana” o “el miércoles”
tu abuelo no le temía a las ballenas
mi abuelo calculó que las ballenas son sólo 16.5% peligrosas en épocas de cambios climáticos
nuestros abuelos se sentaban frente a la playa y miraban el agua con la mirada perdida hablando de tantas cosas en los años setenta
tú y yo hablamos de cosas tan recientes que aún no han sucedido y que sucederán justo antes del fin del mundo
quiero que escuchemos The Smiths y discutamos sobre la influencia de esa banda sobre otras bandas de indie que tenemos tatuadas en las pupilas
quiero que discutamos todo eso a partir del tacto, de la piel, del mutismo
si mi cuerpo es un auto viajando a 317 km/h y tu cuerpo es un auto viajando a la misma velocidad pero en dirección contraria te prometo que nos estrellaremos y yo llevaré la peor parte
le prometí a Morrisey que dejaría de escribir poemas cursis aquella vez que estuve en M
voy a visualizar a la manera de un gurú de autoayuda y proyectaré mentalmente tu imagen saltando como un conejo aquella vez que estuviste en M
tengo miedo de seguirte en Instagram ahora que sabes todas estas cosas
estoy haciendo una lista larga de cosas que me aterra decirte de frente y que te diré de todos modos en claves secretas y encriptadas
estoy buscando desesperadamente una manera de curar mis riñones para donártelos el miércoles
pensar en eso me hace feliz
tengo 33 razones nuevas para no suicidarme

MANUAL PARA SOBREVOLAR COSAS SIN IMPORTANCIA MIENTRAS ESCUCHAS ROCK ALTERNATIVO CON HEADPHONES DE SKULLCANDY

i = Todos estamos felices
Hacia diciembre de 2005 en Nebraska, EEUU, un hombre untó sus ojos y el resto de su cara con mantequilla
El mismo día una maestra de educación especial de Yan’an, China, aspiró profundo el olor de su desinfectante de baño y cagó
El mismo día un bombero de Ayacucho, Perú, se inyectó una dosis de Red Bull en la yugular mientras rescataba a una niña pequeña del incendio de una juguetería
El mismo día dos niños en un río en Sonora, México, lamieron la espalda de un sapo de colores y se tendieron sobre la hierba para ser felices y mirar las nubes
7 años después todos se toman de las manos sobre la Torre de la Libertad y sonríen sintiendo el viento despeinar sus cabellos larguísimos
ii = Todos somos una mierda, ¿ok?
somos pobres
y sucios
miramos el sol.

no tenemos dinero para comprar aparatos supermodernos que nos permitan mirar a las estrellas
qué miserables somos
oh dios
acaba ya con nuestras miserables vidas

iii = Todos somos el imperio
marchamos hacia allá
y vimos sobre la Torre de la Libertad a 5 personas empuñando 5 banderas rojas y que decían que eso era todo, amigos
y las patrullas de gringos les disparaban de todos lados a esas 5 personas
de helicópteros / tanques de guerra / buques de guerra / submarinos / aviones bombarderos
y ninguno de los 5 caía
y alguien de los que estábamos mirando todo dijo ‘oh, carajo’
los perros de todas las casas y calles de Manhattan ladraban desesperados
iv = No puedo comer en McDonald’s
Fui a McDonald’s a comer un desayuno porque tenía una vale de mierda que recogí del piso del Centro Cívico
y de pronto pensé en todas las personas del mundo que no podían comer en McDonald’s
que tenían que comer tierra o porquería o bichos
Pensé en todas aquellas personas que venderían a su alma o a sus hijos por un maldito pedazo de pan seco o BigMac
y me dije: ‘yo no puedo comer en McDonald’s’
Y junté tanta saliva en mi boca que cuando escupí hacia la entrada del establecimiento
era el Amazonas lo que salía
un Amazonas rojo y con mal aspecto lleno de pirañas gigantes
Entonces todas las personas del establecimiento se ahogaron y murieron
excepto la gerenta general
que me dijo que desde ese momento yo ya no podía comer nunca más en McDonald’s
v = Todos <3
mi amor está
a 10,000 m.s.n.m.
sobrevolando cientos de cosas
que importan poco / no tanto como
mi amor que sobrevuela
cosas
podría ser un cóndor-terodáctilo que escupe fuego sobre cosas sin importancia
o el sonido de algo como un explosivo
vi= Todos escuchábamos Breed de Nirvana
que sonaba desde el estéreo de un auto que había estacionado cerca
a todo volumen
cuando uno de los cinco sobre la Torre de la Libertad se comió una pastilla de LSD para que mirásemos a través de sus ojos
y vi que el cielo se abrió como un túnel inmenso
del cual bajó He-Man montado en su Battle Cat Gringer
con su poderosa Espada del Poder
Los militares gringos ordenaban a sus aviones de caza que disparen
pero todo era inútil
He-Man tampoco caía
vii = #Todos
Vi en Twitter que
el hashtag del momento era #Todos
cuando los militares gringos nos dispararon
y nosotros
tampoco caímos

AUNQUE SÉ QUE EL MEJOR CAFÉ LO SIRVEN EN LA AV. RISSO IRÉ A STARBUCKS CONTIGO Y PEDIRÉ MOCA

te enseñaré unos movimientos de kung fu que noquearán a tu rival en 3 segundos pese a que mides ~1.65 mts a cambio de que me enseñes a jugar básquet a nivel competitivo pese a que mido ~1.65 mts
luego podemos ir a Starbucks a tomar moca mientras comparamos la Guerra Fría con programas de Disne
aquella vez vimos un capítulo de Phineas y Ferb en el que Dr. Doofenshmirtz es un DJ y dice ‘tengo discos en mis manos, un ornitorrinco me controla, no es una metáfora’
si te beso hoy a las 2:35 am dirás que es una metáfora y yo estaré deprimido por culpa de la literatura
si te beso hoy a las 2:36 am me noquearás en 3 segundos
cuando estoy deprimido googleo sobre nosotros y me siento una mierda
te enseñaré a usar operadores de búsqueda de Google para que tengas muchas maneras de googlear sobre ti sobre mí sobre nosotros a cambio de que me enseñes a sentir el viento en mi piel y sembrar con los ojos flores sobre tu piel
quisiera vivir en los 90 y crear contigo un cómic sobre la Guerra Fría llamado ‘Doofenshmirtz’
en 1991 yo hubiera llorado cuando Gorbachov disolvió la Unión Soviética
sé que nada de esto tiene sentido
perdón por no poder escribir algo que valga la pena
perdón por no poder decir lo que en realidad quiero decir porque no soy inteligente
por favor no te vayas, podemos mirar series en Netflix y decir en Twitter que miramos el atardecer desde un globo aerostático
te enseñaré a disolver una potencia mundial (en Risk) a cambio de que me enseñes a no ser una mierda
luego dormiré con los audífonos puestos y despertaré con un dolor insoportable en las orejas y no sabré si es viernes
estoy escribiendo un poema para ti como un e-mail para mí mismo que me rompe el corazón todos los días
escribo: ‘Unión Soviética’ y ‘potencia mundial’ cuando quiero decir ‘jamás habrá un pájaro azul dentro de mi pecho’
por favor no trates de entender este poema
sólo ve a Starbucks sin mí y pide un moca y corrobora que el cielo esté lo suficientemente contaminado
en 300 años cuando la civilización se haya extinguido los extraterrestres encontrarán tu nombre escrito en un vaso
lloverá sobre mi casa.

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OLÉ, OLÉ Y OLÉ… [Mi poema]
Hebert Abimorad [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Tú has oído gritar diciendo olé,
olé por esta vida y por la muerte,
por la gracia de dios y por la suerte
por el tiempo te tuve y que te amé.

olé y olé, olé, olé y olé, olé y olé
por hacer sonreír cada mañana
abriendo el corazón en tu ventana
a un sueño. Y por más te digo que

si Dios en su misterio es infinito
y la luz forma parte de su esencia
tú ha venido a llenar con tu presencia
de ilusión nuestro humilde chiringuito.
©donaciano bueno

#Olé es una señal de aprobación universal que se refuerza a base de repetirse? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Hebert Abimorad

Poemas frugálicos

terrazas
enclavadas al borde de nuestras vidas
nos tientan
pero no tenemos tiempo

somos los destinados al silencio
utilizamos zapatos de goma
y rozamos la mediocridad que nos rodea

ciertas ventanas
son ojos indiferentes
al curso de la vida exterior

algunas cosas
tienen sólo contorno
y es difícil
llamarlas por su nombre

cobijar los pasos que doblan
una esquina
es conservar tibio
la esperanza de un pasado.

El grito

una pasarela, tres figuras y dos barcos
la primera figura adelantada

sus ojos y su boca
son órbitas sin contenido
que pueden ver y sorprenderse
pero qué ve
¿es un grito de horror?
¿es un grito de sorpresa?
es el grito
es el yo primitivo
o eres la transformación de sorpresa en horror
no es lamento
titubea una luz en el remolino de los barcos
dos sombras azuladas
preguntan por ti
para llevarte a algún lugar
al lugar de los barcos
allá a lo lejos
es otra luz
un remolino reluciente
te espera

descubriste sus intenciones
y ellos se acercan y tu cuerpo bambolea
y tus manos aprietan tu cara
qué horror
ausencia de exclamación

la humanidad ante tus ojos
una mujer contempla a lo lejos
pero no interviene
consternación
no te ayudará
se queda tiesa
fuera del cuadro

y ellos se aproximan
por la pasarela
sólo te separa el azul
que lentamente se oscurece
queriendo conquistar el verde

y a tu espalda la luz reluciente
roja de tu salvación
corre
libérate de tu rigidez
de tu cuerpo oscuro
moribundo
de tu rostro pálido alterado
tu soledad no infunde piedad
tú lo provocaste
y ellos se acercan
zambúllete en le verde
salva el resto

el del sombrero parece más decidido
le lleva un paso a su compañera

tres barandas te separan

no me mires
si es que me miras
estoy fuera de ti
no te puedo ayudar
estoy fuera
del lienzo

de adónde viene la pasarela
en la que tres figuras
son un destino

¿adónde va la pasarela?
¿al final qué encontrarás?

a lo lejos
la esperanza es rojiza
a lo lejos los barcos
esperan
pero ellos allí
siempre allí
obstaculizando el camino
obstaculizando la mirada

quieres cabalgar sobre un caballo
desbocado
y huir
pero no puedes
el terror paraliza
eres un S que quiere escapar
del lienzo
con dos brazos
y dos manos que soportan el peso
de una mirada que ya no es
tu cabeza es una sola imagen
que quieres triturar

son todos los gritos acumulados
es tu grito
gritas
tus ojos quieren ver
descubrir algún indicio de mentira
están vacíos
ondulaciones de colores
por doquier
tu cuerpo ondula
tu grito es la pesadilla
de todos
tu palidez
es la palidez de nuestras conciencias
vaga el mar
el anaranjado soleado a lo lejos
no oye el grito
no oye nuestro grito.

El viento

El viento golpea
Mi cara desnuda/ Una y otra vez
Encojo mis hombros/ Frunzo mi boca
El viento golpea/ Una y otra vez
A la distancia/ Una brisa
Cálida y sonora/ que se detiene
En el viento frío
Que golpea mi cara/ Una y otra vez.

Los míos

allí estaban
con la brisa de diciembre
entre manos y pañuelos
allí estaban
allí estaban los míos
un corto silencio
pedí disculpas por la demora
y retomamos la conversación.

Violencia

En la sombra de mi espejo
se oyen palabras lejanas
que suelo acallar
ellas se retiran avergonzadas
y corren
es entonces
que me arrepiento
y las persigo
pero nunca les doy alcance
y no me queda más
que el uso del silencio
como medio de expresión
que entonces guarda para sí
una explosión de palabras ininteligibles.

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Y UN DÍA DIRÁN QUE… [Mi poema]
Omar Pimienta [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Y un día dirán se fue
mas no crean fue contento
pues saber debieran que
se fue sin consentimiento.

Y un día dirán duró
lo que un rayo al firmamento
que vino, vivió y murió
fue un suspiro, en un momento.

Y un día cuando no esté
cuando el tiempo se deshaga
nadie sabrá de la llaga
de éste ser que un día fue.

Y ahora que esto escribo me
tiento y aun me lamento
si este escrito acabaré
o aquí se lo lleve el viento.

Y si quizás volveré
para darme un escarmiento
y así conocer, no sé,
como acabará este cuento.
©donaciano bueno

Cuando era pequeño mis padres me contaban el cuento de nunca acabar. Hay que ver qué fácil es engañar a los niños!

MI POETA SUGERIDO:   Omar Pimienta

Mi padre me recordó a mi padre

giró su mano incompleta en un saludo incompleto
siempre silbó mientras trabajaba
Marcos Ramírez López (Tecolotlán Jalisco 1928)

10 de cada 10 padres morirán en esta vida

catástrofes de un solo dígito
la media vida de un dedo
la huella digital y su fantasma

ayer cumplió 87 años
se encuentra sano

lo rasuré sin cortarlo
han muerto ya tres de sus barberos
varios de sus hermanos
ninguno de sus hijos
murió uno de sus nietos: Isaac (San Diego 1991-†2009)

hace algunos años murió su compadre
el Dr. Moreno (Jalisco 1931-† Tijuana 2013)
suyas fueron las primeras manos en tocarme
dentro del vientre de mi madre
Sara Pimienta (Jalisco 1933-†Tijuana 1994)

nunca aprendí a silbar fui la cuarta cesárea
no salí al mundo me sacaron
temo que no me iré hasta que me corran
mi nombre es Jorge Omar Ramírez Pimienta (Tijuana 1978).

A don Marcos y a mí nos mandaron a inspección secundaria

yo con mi cabello a corte de casquito tenía 6 años
don Marcos 56 y lo recuerdo como siempre con su gorra
azul marino
logotipo de algún barco de guerra o tienda de herramientas

habíamos cruzado la frontera muchas veces
en mi memoria ésta es la primera

me sentaron solo en un cuarto
de don Marcos no supe nada por varias horas

el tiempo se estira y se comprime en la memoria
de esa elasticidad depende este texto

ahora entiendo porque siempre entiendo
mucho tiempo después pero entiendo

las preguntas iniciaron ahí
las advertencias iniciaron ahí
la frontera inició ahí

don’t lie kid he is not your father
he can’t be your father who is he?

Hubo un corto eléctrico en la casa

nos quedamos en un cuarto oscuro

el electricista me preguntó por una línea de cables
del cuarto trasero que antes fue patio
y mucho antes de ese antes
las últimas tierras del destino manifiesto

así son las casas en las ciudades de paso:
se construyen como se va dando la vida

baño sala y cocina dos cuartos
con los años otro cuarto

la niña no puede estar con los niños
otro baño otro piso
una tiendita al frente para vender dulces
un taller de herrería
al final tenemos por casa una ciudad
un laberinto

esta casa es un poco ambas cosas

la línea iba a una toma olvidada del cuarto trasero
donde alguna vez se conectó una lavadora
junto a unos tendederos donde me colgaba de niño
pegada a un carrito de lavandería en que me paseaba
con murales de personajes de Disney pintados por Marcos
y una pera de boxear de la que tenemos algunas fotos
en que nos vemos fuertes

doña Sara antes de que su casa fuera una pequeña ciudad
tendía al sol la ropa de sus hijos
las sábanas de su cama
algún recuerdo de otra casa en otro pueblo
allí en su propio laberinto de paredes de tela húmeda

el electricista me preguntó hacia dónde iban los cables de
esa línea
estuve a punto de responderle que al pasado.

Tuve un papalote que volaba a ras de suelo

en la Libertad no hay aire
sólo un perpetuo suspiro que trepa por la espalda

alguna vez conocí el sabor de los pasteles de lodo
no me pidan más patriotismo

tuve una bicicleta que voló
un gatito que jugaba a la liga
un perro que cruzaba la frontera sin papeles

de esos días recuerdo bien unos soldaditos
americanos hechos en china que perdí
en una montaña de arena junto a la parra
el pelotón entero sucumbió ante una avalancha

con esa arena mezclaron el cemento
que convirtió mi patio en una explanada
si ahora lo pienso un poco más aunque no quiero
cada que visito a don Marcos
camino sobre los restos arqueológicos de mi infancia.

Un agente sospecha de ella

sospecha de él sospecha de mí
sospecha de sí mismo y sobretodo sospecha del bebé

su trabajo sospechar
todo lo tuyo es sospechoso: tus lentes son sospechosos
_ tus libros son sospechosos
_ tu auto es sospechoso
_ el día nublado es sospechoso
_ la foto en tus documentos es sospechosa
_ tu apellido es sospechoso
_ tus orejas son particularmente sospechosas
_ las huellas de tus dedos
_ más que nada son muy sospechosas

ella carga un recién nacido
él ve los documentos
no hay foto que sea fiel a un bebé
no hay papel que asegure
que tú eres tú a los 10 días de arrimado a la fiesta

no hay padre o madre que no sospeche
en los primeros 10 días
de la procedencia de ese hijo

la sospecha es parte del engrane
que cruje cuando el mundo se mueve

un sospechoso agente de inmigración
sospecha le pide a ella que saque su pecho
ella sospecha él sospecha de sus pechos
le pide que lacte
si ese hijo es de ella habrá leche
si no la sospecha será certeza

ella lo hace
él le pide que lo vuelva a hacer
en el primer intento la cantidad de leche
fue sospechosamente poca

ella lo hace de nuevo
él la deja pasar y la línea de sospechosos avanza.

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SI DIOS NO FUERA DIOS [Mi poema]
Alfonsa de la Torre [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Si dios no fuera Dios, sí una entelequia
que arrastra las consciencias de las gentes,
y un día los que son inteligentes
dijeran ya no hay agua en esa acequia,
ni en río y ni en ninguna sus vertientes.

Si un día se supiera que ese invento
que tanto ha emocionado a los creyentes,
no goza de sustentos suficientes
e incluso que no tiene fundamento
y falto es de argumentos y mordientes.

El hombre ya indefenso no tendría
un ser al que pudiera encomendarse,
ni un clavo que haya ardiendo al que agarrarse
y el mundo con su pena ya estaría
a punto de morir, de suicidarse.

Resulta que quizás nunca existiera
mas si es así preciso es inventarlo,
que el hombre, ese caballo en la carrera,
avanza desbocado en su quimera
precisa de algún dios para calmarlo.
©donaciano bueno

Y tú, qué opinas o no te atreves? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Alfonsa de la Torre

Sonetos

Estoy en el umbral del Laberinto
dejando a un lado mi jardín de lauro,
y, aunque escucho mugir al Minotauro,
no tiembla mi columna ni su plinto.

Espero que el valor no quede extinto
por un lapita más, por un centauro,
ya que se eleva mi Ascendente en Tauro
corona ganaré en azul jacinto.

Puso en la empresa velas desplegadas,
que las negras se fueron por la borda
porque no ocurra aquí lo que a Teseo.

¡Oh mis siete parejas consagradas!,
no temáis al amor, ni a quien lo aborda.
¡La máscara del monstruo por trofeo!
***
Como lluvia de marzo en el sotillo
oigo tu voz por pájaros herida,
el aire se la lleva, conmovida,
aromando de rosas el tomillo;

entre el trigo maduro, sólo un grillo
canta consciente su canción vencida,
y es en la noche una emoción perdida
la silueta intangible del castillo.

¿Por qué con tus acentos melodiosos,
abiertos a la tímida arrogancia,
no colmas mis sentidos ambiciosos?

Habla, que hasta en los párpados escrita
tengo tu voz, antigua resonancia
que mi cansada sangre necesita.
***
Ya siento que a mi lado no te siento
y sólo tu silencio me acompaña;
con tu ausencia la estrella me es extraña
y es la flor causa de mi desaliento;

en la clausura del remordimiento
la espina audaz, que sin descanso daña,
procura, firme, adolorar la entraña,
declarando la guerra al pensamiento.

¿Por qué es la noche como ayer, serena?,
¿por qué se besa el tilo con la acacia
y están los pies desnudos en la arena?,

¿por qué todo es igual y no acontece
que al faltar el influjo de tu gracia
el campo, todo, de dolor, perece?
***
Detrás del ventanal, codo con codo,
vemos caer la nieve sigilosa…
Tú dices: “—La mortaja de una rosa—”.
Rápida atajo yo: “—De ningún modo.

Son las canas del Estío. Sabio todo.
Las virutas del mármol de una fosa—”.
“—¡Oh mi culta doctora primorosa!,
el amor no le va, busque acomodo—”.

“—Está bien, mi señor. Y si profeso
el alto grado de los ruiseñores,
¿qué extraño es que lo ejerza con el pico?—”

“—¡Pequeño corazón de mis amores!,
pues deja que yo pique ese acerico—”.
… Y así nació entre nieve el primer beso.
***
Paloma de papel, carta primera,
ven a mí con tus picos impacientes,
te abriré con mis uñas, con mis dientes,
te besaré después de tanta espera.

Te anidaré, paloma mensajera,
entre mis manos suaves y calientes,
y candados pondré, pondré serpientes
que custodien tu buche y mi quimera.

Háblame de él, amiga silenciosa,
aunque por sangre me devuelvas tinta
y en lugar de su voz, patas de araña.

Viérteme el contenido de tu entraña,
y no críes, ¡por Dios!, pájara pinta,
que la ausencia de amor es dolorosa.

Irrumpieron los ángeles

Venían de las olas,
de las aguas primeras creadas con plegaria,
de los mares proféticos latiendo entre los montes,
de los ojos sagrados con pestañas de hierba.

Venían de las ondas morosas sin rüido,
de las blancas corrientes de leches estelares,
de los fondos profundos de líquidas esencias,
de los abismos bíblicos donde callan las voces.

Venían de los líquenes de espuma nacarada,
de los esbeltos iris sin raíces de tierra,
de las alas de cisne no holladas por el aire,
de las diáfanas linfas sin sorpresa de riscos.

Venían de las claras cortinas de la lluvia,
de las áureas cascadas iluminando árboles,
de metales y hogueras, de resinas ardiendo,
de sahumerios perdidos ofrendados a dioses.

Venían de las gemas y del cristal de roca
y eran igual que flores con carne de diamante,
eran igual que estrellas con ojos de berilo,
frágiles e intocables rosáceas de los hielos.

Salían de las fraguas de volcanes bullentes,
del cáliz de los cráteres abiertos como bocas;
semejantes a espadas, a hojas de oro fundidas,
echando por los labios la lava de sus coros.

Se deslizaban suaves u la par que las nubes,
ascendiendo muy alto como huecas calandrias,
fontanas y torrentes les servían de túnica
y eran sus trenzas frescos chorros de surtidores.

Chocaron contra el mármol teñido de crepúsculo,
chocaron contra el cielo sus voces y tiórbas
y eran los instrumentos en sus brazos amantes
dóciles bestezuelas gimiendo de ternura.

Se escaparon las brisas cautivas en zampoñas,
la luz de primavera tintineó en los sistros,
el telar de las arpas desplegó sus praderas
y las cuerdas soltaron los triálogos secretos.

Al temblor de las cañas huyeron los faisanes,
galoparon corceles al retumbar tambores,
todas las sensitivas quejumbres de las dalias
revelaron sus ecos al besarse los címbalos.
La gracia se volcaba por míticos paisajes
como una cabellera caía con desmayo,
como una cabellera por los hombres del bosque.
esmaltando de fuego las colinas seráficas.

Todos los elementos dejaron la materia,
cesaron en sus cargos al sentir el concierto;
ni nubes, ni metales, ni gemas, ni amapolas
irrumpieron los ángeles.
Oratorio de San Bernardino.
(1952)

Apparebit Repentina Dies

¡Qué cansado está el cielo de ser cielo!,
de ser azul y negro,
de ser claro,
de ser cielo,
qué cansado está el cielo

¡Qué cansadas las olas de ser olas!,
de ser olas inquietas,
de ser olas serenas,
de soñar siempre solas,
¡qué cansadas las olas de ser olas

¡Qué cansados los astros de ser astros!,
de ser brillantes astros,
de observar y alumbrar;
qué cansados los astros de ser castos,
de ser puros y altos,
qué cansados los astros!

¡Qué cansada la tierra de ser tierra!,
de ser monte y ser piedra,
de ser cieno y ser niebla,
de ser dura y ser tierna,
¡qué cansada la tierra!

¡Qué cansados los ríos de seguir siendo ríos!,
qué cansados los ríos de ser bellos.
de correr sin descanso,
de saber sus remansos;
qué cansados los ríos de sus fríos.
¡qué cansados los ríos!

¡Qué cansada la luna de ser luna!,
de ser pálida y una,
de velarse con bruma,
de enjoyarse de estrellas,
de rielar en los lagos y en las dunas.
¡qué cansada la luna de ser luna!

¡Qué cansadas las flores de ser flores,
de sus tonos y olores,
de sorprender amores,
de sugerir imágenes,
¡qué cansadas las flores de sus trajes!

¡Qué cansado está el tiempo de ser tiempo!,
de ser tiempo y ser tanto,
de ser tiempo y ser largo,
de ser tiempo y ser viejo,
¡qué cansado está el tiempo!

¡Qué cansados los días de ser días!,
de volver a ser días,
de ver morir las yemas,
de ver nacer espinas,
de amontonar cenizas,
de acostarse entre ruinas.
qué cansados los días de ser días!

¡Qué cansados los hombres de seguir siendo
hombres!,
de mirarse en espejos,
de saberse esqueletos,
de esperar a ser muertos,
de temerse deformes,
de matar y engendrar,
¡qué cansados los hombres de ser hombres!

¡Qué cansados los muertos de ser muertos!,
de ser polvo y ser muertos,
de ser amores muertos,
de ser recuerdos muertos,
de ser olvidos muertos,
(le llevar cuerpos muertos,
de aguardar sin luchar,
¡qué cansados los muertos de ser muertos!

¡Qué cansado está todo de ser nada!,
de soñar con ser algo y no ser nada,
qué cansado está todo de ser todo!
¡qué cansado está todo!
Y qué ansias de alba tiene el polvo.
qué ansias de ser alba,
qué ardores de ser oro tiene todo,
qué instinto de ser vidrio y de ser gracia,
de ser colmo en su Dios;
de ser en Dios del todo,’
de ser árbol y brisa y arroyo en Dios,
de ser en Dios arroyo,
de ser fuente y ser mar.
de ser de veras algo,
de ser de cierto en Dios arroyo y luna,
pájaro y hombre en Dios,
nubes y tiempo,
fuego y eternidad,
ser en Dios todo,
alma y amor en Dios.
ser al fin algo.
ser al fin algo en Dios,
ser al fin todo.
Oratorio de San Bernardino.
(1952)

Cancioncilla de la Maestra Herbera

Yo soy la pastora
de la zarzamora.
La sacerdotisa
de la yerbaluisa.
La que por antojo
se come el hinojo
y mezcla verbena
con la hierbabuena.

Yo soy la zagala
de la hierba mala:
con rito pagano
arrojo el aciano
en medio del fuego
y parto el espliego…
Y trenzo el lentisco
con el malvavisco.

Yo soy la doncella
de hierba centella:
provoco los celos,
hirviendo napelos
consigo mimosas
de las escabiosas
o desato llantos
con los amarantos.

¡Ay, la mejorana!
¿Quién ciega a la rana?
¿quién sangra al cuclillo?
Por el culantrillo
o por el cantueso
sé atraer el beso
de la adolescente
con nardo caliente.

Yo seré una lamia.
Sembraré la infamia,
urdiré el estrago
con sangre de drágo.
Seré la lobezna
de la lechetrezna
cebando medusas
con leche de aethusas.

Seré la sanguina
de lengua cervina,
fulva sanguisorba
que la vida sorba.
Hilaré con ruecas
de tibias resecas
la nácar lunára
de la dulcamara.

Yo soy la hechicera
de la enredadera,
de la serpentaria,
de la pasionaria,
de la cannabin
a y de la sabina.
¡Y del estramonio
y engaño al demonio!
Plazuela de las obediencias.
(1969)

Las olas, las horas...

«Omnes vulnerant ultima necat.»

Las horas…
Las olas…
las que en el mar
lentamente se
mecen con placidez
de corriente;
las ondas
que entre los peces
van y vienen
suavemente.

Las horas…
transparentes
como toronjas
de naranjas
orondas.
Alondras
que pían
entre las frondas
de los meses,
casi redondas
como hojas
que el árbol
de vida tejen,
con corolas
que van rozándonos
verdes,
al aire de gracia
tenues.

Las otras:
las que nos pierden,
hojas de metal
las cobras
que más muerden,
colas de escorpión
las ondas
que a distancia
cual pedradas
hieren.

Las olas…
las del mar,
con largas colas
de alga
y de sal;
caracolas
o barcarolas
con sus vaivenes
y sus columpios
de desdenes;
con sus idas
y venidas,
sus bajadas
y subidas,
blancos bueyes
de acometida
con cornadas
de recaída.

Las horas…
las que nos doran:
las opulentas Pomonas,
las que se desgranan
en las eras
como semillas
de hermosas
sementeras;
las hormiguitas
de las grandes
Eras
de la Historia,
las del cuerno
de Amaltea,
las polícromas
y prolíferas
diosas
Floras.

Las Horas
que nos sostienen
amorosas
como a Afrodita
cuando sale
de las olas,
al emerger
de los sueños
alentando
cada empeño.

Las horas
que más nos quieren
al empaparnos
de mieles,
al festejarnos
de esquilas,
al coronarnos
las sienes
de siemprevivas
y de lises
y aureolas…

Las horas
que más prometen
cuando el alma
se enamora,
las que en un fanal
nos meten
forjándonos
a deshora
largos mantos
de esperanza
con oro
de sus esporas.

Las otras.
Las que se temen,
las que comprometen
a solas,
en esquifes
o arrecifes,
sobre acantilados
desolados,
o en istmos
con seísmos
en medio
de oscurantismos
sin posibles cabriolas…

Las horas
que nos delatan
cuando nos aprietan
y nos atan,
las que acusan
y rehusan
cuando afiladas
os alcanzan
y nos clavan
en lo oscuro
contra un muro
sin salida,
ya al acabarse
la vida,
cuando ya
no se dilatan,
cuando ya
no queda gota
de agua limpia
en la clepsidra…
las últimas,
las que matan.

Las olas
que van perdiéndose
a prisa
como notas
apagadas
en la cantata
sagrada
de una misa
al oficiarse
en altares
de altos mares.

Las olas…
las verdes olas
que refulgen
y esplenden
cuando cabrillean
y perlean;
cuando zumban
y retumban;
cuando braman…
cuando llaman
entre rocas
o entre tumbas;
cuando encantan
con sirenas
o con cornamusas.

Las olas…
tantas estolas
azules,
verdes
y malvas,
de Epifanías
y de Albas,
de Vísperas,
de Tinieblas,
de Pentecostés
de fuego
y de Réquiem
de sosiego,
de Cuaresmas
y Natales,
las de pilas
bautismales
y expectativas
de Adviento,
las de las Ferias
Pascuales
del contento.

Estolas
dobladas
sobre las olas,
cruzadas
sobre las horas,
como los brazos
y manos
de un muerto,
sosteniendo
las pequeñas
crucecitas
del tiempo;
como péndolas
paradas
de relojes
polvorientos;
estolas
pintadas
sobre negro
de catafalco
y de entierro
con cruces blancas
igual que tibias
resecas
y huecas
de Memento…

Las olas…
Las horas…
Plazuela de las obediencias.
(1969)

Cinemática evolucionista

Apresada
en el bálago bullente,
viscoso, cambiante,
movible, caliente,
brillante,
del extendido magma,
la ameba incipiente
con forma
todavía de hoja,
se alarga,
se inquieta,
se estira,
engulle,
digiere,
defeca,
asimila,
se transforma,
se engrandece,
ensaya con orgullo
sus múltiples colas,
se enamora,
acaricia con avaricia,
se agita,
dormita,
ajena a la Historia,
ajena a que es ella,
ella misma
previda,
ella sola,
ella única
levadura de vidas,
fermento inaudito
de alondras,
proyecto soñado
de corzas,
premonición divina
de gacelas,
de doncellas,
de almas.

En los mares
celestes,
verdialegres,
aurorales,
rojizos,
plomizos,
grisáceos, esfumantes,
perlados, boreales,
impregnados todavía
de leche de galaxias
luchan y se aman,
nadan y atrapan
agarrándose a rocas,
sosteniéndose en algas
cada vez más endurecidas
las blandas medusas pleistocenas,
cámbricas y jurásicas,
las ávidas acalefas
que anhelaban ser artrópodas,
de la inmensa paleontología de Malasia.
Nadan y trepan
las parejas más fuertes
esforzándose por emerger del agua,
por anidar en el dulce aroma
de las blancas nympheas
recién estrenadas.

Resbalándose
sobre la creta roja y ardiente
volcánica,
metálica,
antidiluviana,
reptan y ascienden
titubean,
se deslizan, retroceden,
a duras penas se elevan
con la fuerza en el pecho,
confundidas
con las hojas dentadas
de los helechos
las onicejádicas saurias:
las inquietantes y misteriosas
iguanas.

Por los árboles prefósiles
henchidos de jugo
de la alucinante
flora triásica
trepan y trepan
rumian en tropa y atrapan
nerviosas,
golosas,
curiosas,
los minúsculos kas de las ardillas
las musarañas de Malasia.

En las junglas ecuatoriales
aspirando todavía el sofocante vaho
de las lavas volcánicas
las australopitecas
corren y trepan por la corteza miocena
persiguiéndose entre feldespatos humeantes,
entre orquídeas lujuriantes,
entre ventalles
de gigantescas calas.

Saltan y trepan
las australopitecas
luchan y reptan y atrapan
delfines azules, palomas doradas
y garzas serpenteadas.
Coronando cúspides,
remontando roquedales,
refrescando constantemente su piel
en las prístinas cascadas
corren y trepan las australopitecas
como rápidos marsupiales
con sus hijos en las ancas.

Al oeste de Europa,
tras los renos,
por sus astas,
en las vastas
explanadas,
las descendientes
de las últimas neanderthalenses
las reflexivas, constantes y hacendosas
cromañonas,
se encaraman en los cerros,
se acurrucan junto al fuego
a las espaldas del hielo,
al agrego del aguacero
en monolíticas moradas
ya con sagradas pinturas
de animales
decoradas.
Se detienen,
se entretienen
en bosquecillos de laureles;
se mantienen
de moras,
de zarzamoras,
de zarzarrosas,
de panales azucarados,
de mirtilos cristalizados,
de alboradas aromadas
de manzanas sonrosadas;
y con caracalas,
y con corolas,
y con minerales,
y con corales,
y con cristales,
y con conchas,
y con rojas
cerezas
engarzan los primeros collares,
las primeras ajorcas
para sus danzas
y sus fiestas.
Y con pieles
y con lianas
y con cortezas
de abedules
instauran
para remotas modas futuras
los complicados cánones de las faldas,
los primores de los colores,
las telas sofisticadas,
el reverbero cabrilleante de las sedas,
la espuma florescente de los encajes,
la incandescencia constelada de los brocados,
la lluvia impalpable
e invisible
de las organzas y los tules.

En las playas de Miami,
de Acapulco,
de Capri,
de Río,
de Hawai,
de Australia,
las minibikini de piernas elásticas,
de pómulos salientes,
de narices achatadas,
suficientemente:
saunadas,
bronceadas,
maquilladas,
despeinadas,
perfumadas,
desde elegantes clubs náuticos,
sobre vertiginosos esquíes acuáticos
saltan,
salpican,
se enervan,
se curvan,
se adelantan,
se empujan,
caen, bracean,
se levantan,
ríen y gritan
sorteando
el mojado zarpazo
de las olas encrespadas.
O tendidas muellemente
en columpios y cinemascópicas hamacas
esperan ociosamente
con la mirada perdida bajo gafas
en el misterioso poniente,
la llegada de las noches melancólicas
para desconyuntarse
a los ritmos escalofriantes
de las músicas dodecafónicas.

Ya en las cápsulas espaciales
tras las vitrinas
de irrompibles cristales,
las valientes Valentinas
semejantes
a iconos de santinas
obrando milagros
bajo cúpulas de fanales,
iluminadas en atmósferas interlunares,
entrenadas,
ayunadas,
dictadas,
controladas,
atentas hasta el paroxismo
a las mortales señales
de escondidos micrófonos,
de advertidores magnetófonos
de asustantes megáfonos,
de temibles semáforos,
respiran amarradas
en incómodas escafandras,
jugando a la comba
de la muerte y la vida,
saltando a los records
de las órbitas planetarias.
Todo ello con la esperanza
de soltar algún día
definitivamente y para siempre
ancestrales amarras.
Se adiestran,
se entrenan,
se inquietan,
se angustian,
unas a otras se retan
se esfuerzan
ascienden,
trepan y trepan
como sus perdidas y remotas
tátara tátara tátarabuelas
aquellas insignificantes amebas,
como sus casi vegetales bisabuelas
aquellas medusas-algas,
como sus primigenias madres
las pequeñas tupaias de Malasia,
como sus primogénitas hermanas
las australopitecas
que correteaban gozosas
entre las calas,
sin apenas percibirse de nada,
sin como éstas, darse cuenta,
que poco a poco
y para siempre
van dejando de ser grávidas,
que poco a poco y para siempre
van dejando de ser eso
que hasta ahora se ha llamado mujeres
para empezar a ser otra cosa,
para pertenecer a otra
muy distinta fauna.

Canción de la muchacha que caminaba a través del viento

Miradme, soy de barro,
mi base es media esfera
dos alas me sostienen
erguidas en el aire:
las puntas de mi velo.
Pudiera ser tanagra,
la gracia me circunda,
con los brazos cruzados
y el pelo en breve moño
decoraría, acaso,
un hogar apacible
perdido entre la nieve.
Soy más que forma grata,
más que perfil en sombra:
un canto de promesa
que camina hacia el cielo.
Alguien hizo mi carne,
alfarero de espacios
perdido entre planetas
sin gesto y sin facciones.
El formó mi esqueleto
con las cañas cortadas
en pálidas orillas
y me surcó de ríos
azules y calientes
como un mapa de voces
y soplando en las ramas
de mi esqueleto blanco
donde anidaban aves,
encendióme esta hoguera
de suave movimiento.
Así noté la vida.
Así prendió mis alas.
En su taller lejano
de vasos quebradizos
fuí ánfora de sangre,
capullo de doncella
envuelta en linos tenues.
No recuerdo la aurora
en que abriendo su mano
me escapé de sus dedos,
paloma impetuosa
de un Noé sin riberas
sobre un mundo en naufragio.
Me esperaban las redes
de todos los caminos
tendidas en paisajes.
Me esperaban montañas
de deseos sin logro
mantenidas de espuma,
y ese panal difícil
del amor que nos tienta
y nos pierde en sus andas.
Y yo inicié mis pasos
limitada por nubes,
trascendida de helechos,
entre frescos rumores
de fuentes y cascadas.
Y salían gacelas
de poemas antiguos
a esconderse en mis pliegues,
y jacintos rizados
de idilios luminosos
requerían mi talle.
Mas yo andaba de prisa
como hoguera de monte
en noche solitaria,
perdiéndome en la fronda
como nube en el cielo
cuando el sol se despide.
«¡Aguarda!», me gritaban
los manzanos silvestres,
la avena estremecida,
oropéndolas suaves
de receles pintados
y perdices en celo.
«¡Aguarda! Los caminos
serán lagos de niebla,
las sendas serán dunas,
el destino, borrasca.»
No importa, soy de arcilla,
de barro son mis ojos;
no transparentan miedo,
no transparentan frío,
sólo filtran colores,
alas de mariposa.
De estrellas y paisajes
son espejos de agua;
en su lecho de vidrio
yacen adormecidas
las bellezas más puras.
¡Qué alegría de triunfo
mis contornos perfila!
¡Qué soledad sin tiempo
los dioses no gustaron!
Atrás quedan los montes,
los hollados caminos,
el pan y la guadaña,
el tálamo y la esteva.
A travieso las lindes
de ensenadas radiantes
florecidas de trébol,
benditas de rocío;
pájaros me recuerdan
mi ingravidez de rosa
cuando me apresa el lazo
del hondero invisible.
¡Oh dolor! ¡Cómo aprietan
las venas estiradas!
¡Cómo hieren los hilos
afilados del aire
en la mimada pulpa!
Intento desasirme,
conquistar las espiras
concéntricas del viento.
Todo esfuerzo es amargo,
no conozco las leyes
que regulan la danza
de la araña en su tela,
Me entregaré al capricho
del bóreas implacable,
sufriré sus caricias,
cargaré con los odres
repletos de su nada.
Ya me cercan los galgos
ululantes del hielo,
me acosan sus mastines,
ánsares y palomas
de polvorientas plumas
hinchan mis velos puros.
¡Qué sensación de nave
encallada en escollos
languidece mis velas!
Soy acacia rendida
al huracán potente
que desgaja las ramas.
¡Si mis brazos cruzados
libraran ligaduras!
¡Si pudieran abrirse
en abrazo marino
hasta remar la brisa!
Serían los turbiones
cefirillos de espuma
jugando en mis cabellos,
y no iracundos potros,
no toros embriagados.
En mallas de coraje
me debato sin tino,
muerdo la tierra prieta,
arrastrándome busco
las guijas aceradas
que besará la luna.
Ya no encuentro mi fuego;
he perdido las llaves
del amor en la liza.
No acierto a enderezarme,
si levanto la frente
me ciega el coletazo
de la temida cobra.
He de sorber racimos
de escarcha en los pinares.
trenzar ramos de lluvia,
domesticar los cuarzos
del granizo en la noche.
¡Si lograra encenderme!
;Erguir la enredadera
de mi cuerpo tendido!
¡Florecer como yuca
en las noches de mayo
hecha tirso de velos!
La ciudad está cerca,
me llegan sus campanas;
coronas de colinas
apagarán el viento
y habrá tibiezas dulces;
habrá puertas y olores
de hogar y de membrillos
perfumando manteles
y sábanas de boda.
Llegaré a los umbrales
de las puertas abiertas
donde me esperan besos.
Cenaré en las bandejas
que guardarán mi imagen,
y dormiré en almohadas
de espumosos vellones
escuchando los caños
de las fuentes queridas,
las olvidadas horas.
He de llegar. El ansia
ahuyentará mi miedo,
será una mano fuerte
que arranque la impotencia,
un puente generoso
que del cepo me pase
a lograr mi destino.
Miradme, ya me yergo,
soy de frágil arcilla,
me romperé si caigo,
me anegaré si escucho
las voces que -me siguen.
Recupero mi ruta
con los brazos ceñidos.
Zumbidos de colmena
se adentran por las conchas
de mis oídos sordos.
No puedo detenerme,
he de andar contra el viento.
¡Qué oleaje me azota!
¡Qué látigo me ciñe
incoloro y constante!
Los árboles me miran
con sus raíces ciegas
proyectando en el suelo
movedizas distancias
de animales manchados.
¡Ser espiga en la noche,
junto a la acequia verde,
marta resbaladiza
entre cañas y juncos
o liebre infatigable,
pero no liebre eterna
mordida por el hielo,
sacudida de lluvia,
flagelada de escarcha
aullada por los canes
de este viento sin tregua!

Oratorio de San Bernardino.
(1949)

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LAS MOSCAS, LAS HORMIGAS [Mi poema]
Luis Natera Mayor [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Aquí, donde ahora habito no hay conejos,
ni hay chopos, ni hay trigales, ni hay ovejas,
tampoco he percibido a comadrejas
no hay río y por lo tanto no hay cangrejos.

Ni hay níscalos, tamuja, ni hay bellotas,
y no juegan ni al mus ni al subastado,
hablando hasta un lenguaje deformado
que hasta dudas si putas son las sotas*.

Y no hay plaza mayor, casas de adobe,
ni hay montes ni hay frondosas arboledas,
tampoco los lagares ni hay bodegas
ni hay nada que le arriende y que le arrobe.

La iglesia del lugar no es una iglesia,
parecen campanarios adosados
sin nidos de cigüeña encaramados
que muertas padecieran ser de amnesia.

Y no hay campos de trigo, ni hay espigas,
ni siquiera pinares ni viñedos
y hasta huyeron del campo los hayedos
pues sólo unen las moscas, las hormigas.
©donaciano bueno

Tan #cerca y tan distinto Share on X

En estos versos trato de destacar la diferencia dentro de España de dos Comunidades Autónomas, Castilla la Vieja, en la que nací, y la de Valencia, en la que ahora vivo, sin pretender anteponer la una a la otra. *Allí se decía puta a la sota  de la baraja.

MI POETA SUGERIDO:  Luis Natera Mayor

INVOCACIÓN

Dadme la sombra de la luz
para borrar del mapa
los extraños indicios
de tanta desmemoria.
Dadme los ojos necesarios
para mirar de cerca
la herida de los ríos
que sangran de dolor.

CAPRARIA

Unamuno en Fuerteventura

Solo Don Miguel zurció tu ropa,
cosió tu arenal al viento
y te hizo madre
de los exilios y de los desiertos.
Sólo te llaman hija de desventuras
los coroneles,
los ingratos,
los obcecados siervos
de la fertilidad sin aire.
Sólo el anacoreta
bebe en el malpaís
y se sacia con poco
como el mar y el dromedario.

TE DEBO UNA PALABRA

Te debo una palabra
donde quepa mi sangre,
donde quepa el temblor
que me sostiene
en aparente calma.
Te debo el pan robado
a tu hambre de siglos,
a tus hornos cerrados
a la labor del día.
Aquí tienes la luna que te falta
y todos los geranios
de mis jardines rotos.
Te debo más que el agua
reclusa en una lágrima
y más que las mareas
de todas mis tristezas.
Acepta cuando menos
la corona de espinas
de mi cuerpo sin habla.
Lo doy todo por dicho.
No me queda siquiera
la última palabra.

OBSTINACIÓN DEL CANTO

Si algo queda en el humo de los días
que no se desvanezca
y pueda ser soporte
del vuelo de los pájaros
no es una catedral, sino una rama
o el milagro del nido
que en su cuerpo se tiene.
Si algo puede fundar
la voz del hombre
que respira y padece
con moderado alivio cuanto vive
no es la música etérea
que compone su pecho y se hace aire,
sino el canto obstinado de la vida,
que insiste en alumbrar
la noche y el silencio.

OTRO DÍA SIN TI

Otro día sin ti
sosteniendo la noche
con el rostro mojado y la tristeza
desatada de súbito.
Otro día en el mar
que me negó el acoso de las olas
cuando más deseaba
naufragaren la espuma.
Otro día sin límites
en el ocaso bronco
de las gaviotas ágiles de antaño.
Otro día soñando en el hechizo
del azar de tus alas
buscando el pan del beso
acercándome vana, inútilmente
a la orilla encantada de un otoño
que escribe en cada hoja
mi soledad sin ti.

¿HACIA DÓNDE?

¿Cómo escoger la flor,
la página vivida,
la mejor luna, el salmo,
la mirada, la voz…?
¿Cómo morir así de oscurecido
sin que el fragor del mar
me abra, por lo menos,
la puerta del silencio?

#Luis_Natera_Mayor Share on X

POBRE ESPAÑA! [Mi poema]
José Joaquín Pérez [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Cuídate de los buitres carroñeros
que huelen la carnaza,
presumen de ellos ser los pioneros
en tanto van haciendo prisioneros,
de aquellos disidentes a la caza.

Y cuida de las fobias, quienes hacen
del odio el late motiv,
que ocultan su maldad bajo un barniz,
de antaño lo que hicieron lo deshacen
con fauces que te dejan cicatriz.

Rompiendo con pedruscos van tejados
a quienes precedieron,
sin ver ni respetar que ya murieron,
haciéndoles penar por sus pecados
y siempre maldiciendo lo que hicieron.

Recurso apelación a desvalidos
para ellos vivir bien,
gozando del fragor de ese vayven
fingiendo, que en verdad son resentidos
que sueñan con ser dueños de otro edén.

De aquellos que denigran el pasado
sin nada que ofrecer,
después verás no saben ya qué hacer
mas ellos de ser pobres se han curado,
diciendo mucho gusto, hasta más ver.

Que van tirando tiros contra todo
que suene eso a pasado,
excepto si es a ellos que ha gustado,
no importa si después queda allí el lodo,
que es eso que engañando habrán dejado.

Vacúnate y protégete de quienes
metiendo en la maraña,
te quieren destruir con odio y saña
negando los valores que tú tienes,
dejando tus despojos, pobre España.
©donaciano bueno

#Huye de los que se declaran #salvadores Share on X

La historia se repite. Hubo un día en que unos tipos que no tenían donde caerse muertos, aprovechando el descontento de una crisis económica, movilizaron a las masas en nombre de los pobres desfavorecidos prometiendo el oro y el moro. Poco tiempo tuvo que pasar para que tocaran gobierno. Como no saben construir hoy solamente se dedican a destruir el pasado, aliándose con independentistas, terroristas y toda esa patulea de la izquierda marginal. Su nombre: Podemos.

MI POETA SUGERIDO:  José Joaquín Pérez

La vuelta al hogar

Ondas y brisas, bruma, rumores,
suspiros y ecos del ancho mar,
¡adiós! que aromas de puras flores,
¡adiós! que todo cuanto se alcanza,
dicha, esperanza,
y amor me llaman allá en mi hogar.

¡Ya ve el proscrito sus patrios lares!
Ve azules cumbres lejos sombrear
grupos de nieblas crepusculares,
y el ansia siente del paraíso
que darle quiso
Dios en el seno del dulce hogar…!

Si peregrino, si solitario,
otras regiones se fue a cruzar
la ley temiendo de un victimario,
¿el caos qué importa si un sol luciente
brilla en su frente
y hoy sonriendo vuelve al hogar?

¡No más torturas en su alma libre!
¡No más memoria de su pesar!
¡No el odio estéril sus rayos vibre,
que el patriotismo ya sólo espera
por vez primera
calma y consuelo bajo el hogar!

Virgen de América, suspiradora
cautiva indiana, vuelve a gozar;
si atrás hay sangre, luz hay ahora…
Ayer el hierro y hoy es la idea…
¡Tu gloria sea
ver a tus hijos junto al hogar!

¡Cuán bella eres acariciando
todos unidos los que al vagar,
-errantes unos y otros luchando-
sufrieron ruda la tiranía
que hacer quería
huérfanos tristes sin pan ni hogar…!

¡Ya no hay festines patibularios!
¡Ya no hay venganzas con que saciar
su vil conciencia crueles sicarios!
¡Ya no hay vencidos ni vencedores!
¡Sólo hay de flores
castas coronas en el hogar…!

¡Mi dulce Ozama! Tu bardo amante
a tus riberas torna a cantar,
y tras él deja, por ti anhelante,
lejanos climas y humilde historia,
tierna memoria
¡del peregrino vuelta al hogar…!

Bajo tus ceibas y tus palmares,
sobre tu césped y entre el manglar
aún se oye el eco de los cantares
de aquella infancia, fugaz, que en horas
engañadoras
llenó sus sueños de amor y hogar!

Y, ¡ven! le dice cada paloma
tímida y mansa que ve cruzar
desde la cumbre de enhiesta loma,
cuando las alas tiende y su arrullo
mezcla al murmullo
del río que baña su dulce hogar!

Y, ¡ven! le dice ronco el estruendo
que hace en las rocas lejos el mar…
¡El mar!, que un día su adios oyendo
fue de ola en ola su adios llevando,
luego tornado
con hondos ayes del pobre hogar!

Y todo cuanto su ser le diera!
¡Ven! dice el polvo que va a besar
donde mañana como postrera
ráfaga cruce su vida breve,
donde se eleve
su tumba humilde junto al hogar!

Así, -suspiros, brisas, rumores,
lánguidas ondas y ecos del mar-,
adios decidme, que todo: amores,
gloria, esperanza, paz bendecida,
tiene hoy la vida
del pobre bardo vuelto al hogar…!

Ecos del destierro

¿A dónde vas, humilde trova mía,
así cruzando los extensos mares,
con el eco fatal de la agonía
que lanzo lejos de mis patrios lares?…

¡Ay! dime si a mi triste afán perenne
darás, volviendo, plácida esperanza,
o si rudo el destino su solemne
sentencia contra el bardo errante lanza.

Di si una pobre, triste, solitaria
madre que llora sin cesar, me augura,
dirigiendo hacia el cielo su plegaria,
penas amargas o eternal ventura.

Di si aún resuena lúgubre en su oído
aquel adiós del alma que le diera,
o si en su seno casto, bendecido,
mañana reclinado verme espera.

¡Ay! Dime, dime! En tan funesto día
dispersas vi mis ilusiones bella;
campos de flores, do el reflejo ardía
de un cielo azul de nítidas estrellas.

Y hoy… la experanza en abandono llora
en los escombros y cenizas yertas
de tantas dichas que aún el alma adora,
de tantas dulces ilusiones muertas…

Ve, ráfaga fugaz, del alma aliento,
cruzando abismos a la patria mía,
¡que a ti no puede un sátrapa violento
imponerte su ruda tiranía!

Juega en las linfas de Ozama undoso,
besa los muros do Colón cautivo,
de negra y vil ingratitud quejoso,
el peso enorme soportara altivo.

Y si en la ceiba centenaria miras
muda ya el arpa que pulsé inspirado,
con los trenos de amor con que suspiras
haz que vibre mi nombre ya olvidado.

Yo soy aquel cantor que entre su seno
la alondra cariñosa comprimía,
mientras en el nido, de hojas secas lleno,
verdes guirnaldas con afán ponía.

Yo soy el trovador de esas colinas,
que de Galindo en la feraz altura,
velado por las sombras vespertinas,
rindió culto al amor y a la hermosura…

Vé, ráfaga, suspira, gime y canta;
a mi ángel puro con tu incienso aroma;
«ella» el santuario de mi vida encanta
cuando su imagen en mi mente asoma.

Vé y si junto a mi madre, mi inocente
dulce huérfana implora por mí al cielo,
estampa un beso en su virgínea frente,
signo de amor y paternal desvelo.

Y a todo lleva, humilde trova mía,
así cruzando los extensos mares,
el eco de la angustia y la agonía
que lanzo lejos de los patrios lares…

Caudal

Caudal es cantidad
de agua que transita en un segundo,
que viene al punto dado en la corriente.

Si no se especifica el sitio en el que mides,
si es el litoral, si es el meandro,
si hay un lugar de agua que te ignora,
pongamos que el lugar en el que mides
se acerca a lo que resta, te resta de la boca.

Así el caudal varía, según tú lo alimentes,
según la infiltración de afluentes que reciba.

El agua se evapora, se merma así el caudal
que viene a reponer el hombre en su trabajo,
la nieve si se funde, la lluvia en su estación
que mide y que se crece en el final.

Las piernas que se abren,
el agua que al abrirse desemboca.

Duración

Mis alas te las dejo.
Agítalas con fuerza, toma impulso.
Yo prefiero quedarme entre los hombres,
volver a hundir mis pies en tierra blanda.

Qué si hasta el misterio se derrumba.
Me puedes encontrar detrás del árbol.
Quién ha dicho que el tiempo verdadero
nos tiene que durar más que la vida.

El Laberinto

Ella estaba detrás del laberinto.
Lo supe al conocerla.
Aunque al principio, al relumbrar su cuello
en la puerta fugaz de aquel hotel
(creo que podía ser el Miguel Ángel,
y había un piano-bar), jamás me habría creído
que era posible entrar con tanta suerte
ni en ningún otro hotel, ni en cualquier otra parte.
Tenías que haberla visto. Tenías que habernos visto.
Era casi imposible imaginar
a dos seres tan frágiles,
con un fulgor tan raramente humano.
Y el brillo se quedó dentro del pecho,
como un tibio dolor del corazón.
Poco después moriste, pero ya pude ver
que había una hebra invisible, un deseo capilar,
en ti y en ella,
de no tener más freno que la muerte.
Y se lo dije entonces, quizá hasta un poco antes:
eres como un cachorro de león asustada.
Tú sólo tienes miedo de tener
ese miedo más grande que la vida.
Eres como un cachorro de león asustada,
porque un león no se rinde,
no cesa ni claudica,
se encrespa en la batalla,
apenas retrocede
y muere de un impulso o ruge y toma aliento
y vence a dentelladas.
Me gustaría decirte que fue fácil.
Me gustaría decirte que aún es fácil.
Pero ella está detrás del laberinto
y no hay salida fuera de sí misma:
es un hotel costero abandonado
donde todas las puertas nos llevan hasta el mar.

El junco verde

«Jueves 11 de Octubre… Vieron pardelas y un
junco verde junto a la nao…
Con estas señales respiraron y alegráronse todos».
(Diario de navegación del Almirante).

I
Fugaz sobre el cerúleo Mar Caribe,
al soplo inquieto de la brisa, vuela,
y el dulce rayo matinal recibe
del inmortal Colón la carabela.

Él, de pie y en la proa, absorto mira
en lontananza vago punto verde,
que, cual juguete de las ondas, gira,
y en la vasta extensión del mar se pierde.

-«¡A virar!», grita trémulo, agitado,
con la emoción del que, temiendo, espera,
y ve en el porvenir ya realizado
lo que un sueño falaz tan sólo era.

Dócil cede la nave; en pos se lanza
de eso que informe en el abismo vuela;
¡dulce y vago vislumbre de esperanza
con que el alma del nauta se consuela!

En febril ansiedad Colón suspira,
sus ojos el espacio devorando;
y ya, a la luz crepuscular, se mira
cerca el objeto ante la proa flotando…

-«¡Hosanna! ¡Gloria!» -de rodilla entona.
«Oh, bendito el Señor por siempre sea!»
Y a un éxtasis de dicha se abandona
aquel genio inmortal que un mundo crea.

Agrúpase la turba que, insolente,
sacrificarlo a su furor quería
y dobla humilde, con fervor, la frente
ante el noble coloso que la guía…

Pero… ¿qué ha despertado así el delirio
de esos hijos del mar? ¿Cuál es el bello
talismán de esa fe, cuando el martirio
graba en sus almas tan horrible sello?…

-«¡Mirad -dice Colón- he aquí mi gloria!»
Y del océano su potente mano
recoge un junco verde cuya historia
guarda un profundo y misterioso arcano.

Aquel junco, viajero solitario
en la vasta extensión del mar,
encierra el fíat fecundo, poderoso y vario:
la esperanza inmortal de luz -¡la Tierra!

Reliquia del amor que la ígnea zona
ofreciera al intrépido marino;
rico florón de la primer corona
que sonriendo le ciñe ya el destino.

Por eso él a su seno lo comprime,
y en él sus labios afanoso sella;
pues ese junco el corazón redime,
donde el pesar profundizó su huella.

II
Mientras la brisa nocturnal soplando
rauda empuja la frágil carabela,
el extenso horizonte contemplando
en dulce insomnio, el Almirante vela.

¡Noche de sombras, de perenne anhelo,
en que cada celaje que fulgura
-débil reflejo de la luz del cielo-
el nuevo mundo que soñó le augura!

La sutil, vaporosa y áurea niebla,
nuncio del alba, en el espacio gira,
y el mar y el aire y los confines puebla
y todo aliento de placer respira.

Del tope de La Pinta, que se avanza,
«¡tierra!», dice una voz; y el eco vibra;
y ese grito sublime de esperanza
conmueve el corazón en cada fibra…

Allá -entre la infinita muchedumbre
de las galas que espléndida atesora,
tras la bruma lejana-, enhiesta cumbre
surge el beso del rayo de la aurora.

«¡Mundo de amor, risueño paraíso,
verde oasis de luz en mi desierto
yo te bendigo, porque en ti Dios quiso
brindarme al fin de salvación el puerto!»

Así exclama Colón; y en la ribera
de esa ignota región de maravilla,
en el nombre de Dios, con fe sincera,
tremola el estandarte de Castilla.

La hermosa Guanahaní, donde el lucayo
en su cabaña, que ceñía de flores,
viera pasar en lánguido desmayo
una vida de paz, dicha y amores,

fue la primera do la ruda planta
estampó esa falange triunfadora
que -al dulce amparo de la fe- levanta
suplicio vil junto a la cruz que adora.

III
Después que de Colón y de Castilla
la fama el triunfo por doquier pregona,
y ya Quisqueya, conquistada, brilla
cual joya de la ibérica corona;

Colón regresa a sus antiguos lares,
y al pie de los monarcas protectores,
de sus conquistas en lejanos mares
depone los magníficos primores.

Pero en su pecho, y recamado de oro,
de ricas perlas y coral, se mira
portentoso y espléndido tesoro,
reliquia santa que entusiasmo inspira.

Es un pedazo de aquel junco verde
que en las aguas del mar vió confundido,
y que allí guarda, porque allí recuerde
que está su corazón agradecido.

Con él lleva doquiera vinculado
un mundo de esperanzas y delirio;
con él la adversidad ha consolado
cuando la ingratitud le dió el martirio.

En la prisión, en el fatal camino
de su infortunio, lo llevó a sus labios;
con él lloró su singular destino:
la gloria que a la envidia causó agravios.

Y cuando aquella frente victoriosa,
donde un mundo encerró la Omnipotencia,
al rudo peso de calumnia odiosa,
sobre un lecho de mísera indigencia,

el reposo encontró que nunca hallara
en el seno radiante de su gloria,
fue su tumba del junco verde el ara
donde el mundo hoy venera su memoria.

El perfume de las nubes

He leído las palabras que aquel día
grabaste en unas hojas frente a un río.

Dejaste atrás la puerta
de madera tan gruesa como el cosmos,
subiste los peldaños de la entrada
y encaraste el ascenso de su Torre.

Pasaste dentro,
te sorprendió el aire acristalado,
llenos tus ojos blancos del rumor
de la hierba brotando en cada piedra.

Recordaste el murmullo último entre las carnes.

Pensaste que aquel sitio
podría gustarle a ella,
tu Torre construida sobre el mundo;
pero ella era del mundo sobre todo,
y tu mundo una Torre de silencio.

Saltaste más de cien
escalones de pensarlo
y el viento se volvió dulce al llegar;
el vino se acercaba a tus mejillas
borrachas del calor del que está solo.

Vindicaste tu orgullo de perdido
en la tierra vencida por los fuertes;
tu padre te observaba en un peldaño.

Tú sabías lo que sus ojos blancos
susurraban: -Nunca olvides cantar
a las estrellas del alba. -Tú olvidas
-contestaste-
que las empiezo a rozar.

He leído las palabras que aquel día
grabaste en unas hojas frente a un río
y he soñado tu Torre por el mundo;
dime, William ¿dónde marcháis los hombres
que habéis de cruzar el cielo
para hallar el sentido de las cosas?

¿Dónde ha quedado tu casa, tu mesa,
la tumba de tus hijos y tu amada?

Nos miras desde lo alto de tu Torre.

¿Y ahora qué?, canta el fantasma de Platón.
¿Y ahora qué?

¿Respiras el perfume de las nubes?

Areíto de las Vírgenes de Marién

Coro

Bellas hijas de Elim y del Turey,
el arieto de amor al viento dad,
y al son del tamboril y del magüey
aéreas en torno del Zemí danzad.

I
El momento feliz en que la vida
Louquo potente e invisible creó
la raza de Quisqueya, ennoblecida,
del caos confuso, ante la luz surgió.

Cacibajagua, la caverna ardiente
que guarda en su región Maniatibel
fue la cuna inmortal de Elim luciente,
padre fecundo de la indiana grey.

En ella el germen de la tierra indiana
inmóvil, mudo, mírase flotar,
y un beso de la luz de la mañana
hizo un ser amoroso palpitar.

Convertido fue en árbol, donde el viento
llegó en torno sus alas a batir,
y las hojas nacieron de su aliento
y los campos se vieron sonreir.

Del Turey derramó vaso de aromas
sobre el árbol de vida el Gran Zemí,
y montañas, erial, valles y lomas,
todo se adorna en la naciente Haití.

Coro

Bellas hijas de Elim y del Turey,
el arieto de amor al viento dad,
y al son del tamboril y del magüey
aéreas en torno del Zemí danzad.

II
Nació de ese árbol, en tan bella hora,
fecunda, esbelta, misteriosa flor,
castísima gemela de la aurora,
hija inocente del primer amor.

Y, a la sombra del árbol, dulce arrullo
alzaron las palomas de Marién
cuando el naciente, virginal capullo,
abrió la flor para esparcir el bien.

Pobláronse las vastas soledades
de seres mil en infinito amor,
que el inmenso confín de las edades
llenan de gloria, de virtud y honor.

El santuario del bosque, las cabañas,
que sombrean las palmeras y el bambú,
las pampas que circundan las montañas,
las vegas que regando va el Camú,

del culto de Marién ya propagado
repiten el sonoro yaraví,
mientras el perfume del aloe sagrado
lanza al aire el luciente canaí.

Coro

Bellas hijas de Elim y del Turey,
el arieto de amor al viento dad,
y al son del tamboril y del magüey
aéreas en torno del Zemí danzad.

III
Con flores de la ígnea índica zona,
con raras conchas del caribe mar,
llevad tejida la inmortal corona
que vais a los Zemís a consagrar.

Bulliciosas, ceñidas con la pompa
del misterioso rústico jardín,
el aire vago vuesto areito rompa
y llegue al trono en que se asienta Elim.

Deslizaos, como en medio de las hojas
la tierna madre, la primera flor,
cuando sintáis vuestras mejillas rojas
al beso ardiente del primer amor.

Dejad henchirse vuestro seno altivo
cual la fruta sagrada del mamey
cuando el dardo os arroje fugitivo
el dios fecundo de la indiana grey.

El Gran Zemí es el padre de la vida;
de él nos viene la luz del corazón,
el aire puro que al placer convida,
el principio inmortal de la creación.

¡Feliz momento en que al amor se dieron
todos los hijos del Supremo Ser!
¡Felices los que -amando- se rindieron
unidos a su omnímodo poder!

Coro

Bellas hijas de Elim y del Turey,
el arieto de amor al viento dad,
y al son del tamboril y del magüey
aéreas en torno del Zemí danzad.

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PRESENTACIÓN [Mi poema]
Luis Mizar [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Yo soy Manolo y, amigos,
un humilde guitarrista
que no aparece en la lista
de los discos más vendidos.
Yo canto por afición
y en agradarles me esmero,
si lo consigo prefiero
su aplauso de corazón
antes que me den dinero.
Mas si dinero me dan
no crean que lo desprecio,
no me importa el qué dirán
ni piensen que soy un necio.
Y ya, para terminar
esta breve alocución
doy comienzo a mi actuación
implorando su clemencia.
Pido su benevolencia,
que al final pueda lograr
gozar de su aprobación
y me den su complacencia.
Yo sólo soy un juglar
¡Va por la mejor audiencia!
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Luis Mizar

Salmo del viejo truco

Señor
Al pie de la letra he seguido tu consejo.
De mi rostro he arrojado la máscara.
Amigos y enemigos han visto
con acusador espanto mi verdadero rostro.

Señor
Fuiste audaz y te funcionó el viejo truco.
Tu sugerencia me trajo una camionada de repudio.
Mis amigos (alimañas pedigüeñas de tu lluvia)
niegan la franca sequía de mi Huerto.
Mis enemigos (pálidos mercenarios de tu fuego)
festejan el incendio de mi bohío.

Oh, Dios de mi desgraciado barro,
ahora que me miras convertido en vivaz antorcha
suelta las amarras de tu risa
pues, una vez más he sido víctima de tus trampas.

Salmo de la cuerda

Señor
En noches que son hondos abismos y desacuerdos
me despierta el apretón (no sé si justo o injusto)
de una cuerda rodeando mi cuello.
Otras veces he visto mi cuerpo
Colgando de un árbol
columpiándose
ante el soplo de un viento escandalizado.
Señor
¿Permitirás que una noche lluviosa
huérfana de luna y palabras
se vuelvan realidad mis sueños?

Salmo de la inocencia

Señor
soy inocente como un grano de trigo,
un tigre enjaulado o una gota de miel.
Señor,
Acuérdate que desde mi primer grito
procuro eludir tus senderos,
pero tus tercos senderos
siempre solicitan mis pasos.
Señor,
no te oculto nada; a tus ojos soy visible
como el reposo del agua en el cántaro dormido;
mis actos te huyen como un ciervo asustado,
pero solo y rodeado de tristes bejucos
en horas vulneradas, tu resplandor me encuentra.
Señor, soy inocente
como la voz del manantial,
soñada por los desiertos.
Desdeñoso y audaz me alejo de tu perdón,
y alejado de tu perdón, comprendo
que también del desvarío de mi fuga soy inocente.

Salmo de la primera piedra

Señor
puesto que yo soy todos los hombres
es justo que sea condenado
por haber arrojado la piedra
que golpeó el rostro del ángel
y volvió añicos el cielo
creyéndome
(en un peregrino arrebato de santidad)
libre de la renga sombra de los pecados.

Rogativa por el néctar de ébano
o Salmo de la cobija esquiva

Permite señor
que me cobije su tibieza
que mis manos se asomen a sus manos
que mis pies se enreden con sus pies
que el olor de su piel se aposente en mi piel.

Permite señor
que cese mi sana angustia
y yo pueda beber por siempre
el néctar de ébano
de los pechos de mi amada.

Salmo de la náusea

Señor
hace tiempo te lo quería decir
pero la timidez (que siempre me ha jodido)
me amordazaba la boca.
Después de mi perorata
sé que dirás:
“Mizar es mancha de plátano
para el blanco vestido de mis ángeles.
Es más fácil que entre un elefante
por el ojal de una camisa
a que entre Mizar a mi paraíso”.

Señor
no me importa tu retórica
pues, hace tiempo que agonizo por decirte
que tu paraíso y tus mandamientos
me producen náusea.

Salmo de los lunares
o centellas elocuentes

Oh, tú omnipotente
que dominas el filo de las tempestades
que apaciguas la furia de los volcanes
que conviertes en girasol a la centella
que el mar lo viertes en una totuma.

Oh, tú milagroso
permite que mis labios ganen el paraíso
viajando a los lunares prohibidos
de esa trigueña que alucina
los setenta kilos de barro clamoroso que soy.

Salmo de las heridas

Señor
ahora que soy sol eclipsado
en el paréntesis
de las piernas de una mujer
liberaré el mentol de mis palabras
para que tu paladar
comprenda mi súplica.

Señor
venga a mí tu reino de heridas
porque en el mapa de cicatrices
que representa a mi esencia
aún hay comarcas baldías.

Salmo de la estación fenecida

Señor
Si me descubro ciego bajo un resplandor de luna
Si halagados por una sinfonía de Vivaldi
mis oídos se niegan a gozar el misterio musical.
Si mi olfato no percibe
el olor sufrido del baúl de mamá.
Si lenguas de fuego lamen mis piernas
y no libero lamentos.
Si mi boca es una porción cerrada de silencio
entonces, oh todopoderoso,
¿Debo conjeturar que soy tiempo en reposo
o estación fenecida propicia para los gusanos?

Salmo del insensato

Señor
Mírame frente a este río
que brota de mi costado menos contaminado.
Mírame sentado en esta piedra
que conoce el peso exacto
de mis rencores, desamores y angustia.

Señor
Que hoy, tu benevolencia me sea propicia
y se vuelva amiga de mi petición.

Señor
Aleja el yugo de la sabiduría de mi sombra
aleja la infernal lucidez de mi esencia
hazme insensato
porque más vale un torpe feliz que un sabio infeliz.

Salmo de la locura

Señor
Desde siempre has sabido
cuántos kilogramos de inocencia
tengo en salmuera.

Tú has visto lo abarrotada
que está mi alacena de ironía.

Tu mano derecha desgranó compasión
cuando apareció
la séptima flor de locura en mi huerto.

Desde siempre has sabido
que yo soy tu broma más amarga.
Entonces, bendito señor, no permitas
que mi risa sea vestida
por la túnica inconsútil de la razón.

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LOS ÁNGELES CAÍDOS [Mi poema]
José Corredor-Matheos [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

No me pidas que mire hacia otro lado,
ni incites a taparme los oídos,
ni quieras que aunque sean desconocidos
me olvide de pensar que, acongojado,
no sufra por los ángeles caídos.

No me pidas que sea complaciente
con quien sangre no lleva en las entrañas,
que blanden en el aire sus guadañas
y lanzan sin dudar sobre la gente
plagados sus ojos de telarañas.

No me pidan, les ruego no me pidan,
que sea ni pacato ni indulgente
con aguas putrefactas de esa fuente
que del arte de amor siempre se olvidan
y lanzan la piedad por la pendiente.

Que vine a condenar aquí las penas
que causan a inocentes, mal nacidos,
no puedo soportar más los ladridos
de esos perros rabiosos y de hienas
y menos sus malditos alaridos.

Y hoy me siento indigente, desvalido,
¡líbrame ya señor de esta condena!
pues no puedo entender por qué haya sido
por qué todo en el mundo está podrido,
quiero huir de París. Tirarme al Sena.
©donaciano bueno.

Al escribir estos versos estoy pensando en el último atentado en la Sala Bataclan, París, en los que matan en nombre de Dios, los que lo hacen por placer, en los sensibles insensibles, en los que se apiadan ante el sufrimiento de un animal y hacen la vista gorda al ser humano, en los fariseos, en los presos de sus obsesiones, en los que se creen predestinados, superiores, en los prepotentes, en los que odian, que desprecian, que van dejando cadáveres por el camino, sátrapas, malajes, pendencieros, de lágrima floja pero de corazón de piedra, egoístas de salón, en los que no tienen cerebro o, si lo tienen, está lleno de gusanos, y, en definitiva, de los que vienen a este mundo a joder a los demás. (Incluyo aquí a políticos de medio pelo, a falsos predicadores que lo hacen a beneficio de inventario)

MI POETA SUGERIDO:  José Corredor-Matheos

De Ahora mismo (1953)

Los pájaros ya vuelven
con la ceniza en las alas,
pero el aire te oculta,
sin abrazos ni cárceles.
Te endureces de pronto
como una torre sola
en la quietud del campo.
Y escuchas en silencio
una voz sin sonido
que rueda por la arena,
como señal o nombre
o puñado de sombras
donde se acabe el tiempo.

De Poema para un nuevo libro (1960-61)

Ya comienza a llover.
Llega, por mi ventana
el secreto mensaje
de la lluvia.
Demasiadas promesas
para morir ahora.

– – –

Qué maravilla
la de haber nacido.
Qué maravilla, sí:
haber nacido ciegos.

– – –

Esta noche, velemos.
Realidad o sueño,
todo vale, esta noche.
La mano está segura.
El alma tiembla.

******

Meditemos ahora
en torno a este silencio:
nuestra callada patria.

– – –
Amigos:
esta vida
nos oculta algo.

De Libro provisional (1961-64):

Algo no se resigna
a morir como todo.
Ahora estás a mi lado.
Contemplas: ¿qué contemplas?
Algo no se resigna
a vivir como todo.

De Pequeña anábasis (1962-1964):

MONTSERRAT

Con esta paz
¿se olvida lo que importa?
Se oye crecer la hierba,
si se afina el oído.
Algo, acaso olvidado,
vuelve a crecer también
y a echar raíces.
Sólo una voz se oye.
Todo olvida su nombre.
Un árbol habla.

– – –

Cuando encuentre el silencio
y la palabra
callaré para siempre.
(Quizás entonces hable
lo que hoy calla)
He de callar,
si encuentro una palabra
que baste no decir.

– – –

Voy a marcharme
lejos.
Algo
ya ha madurado.
Voy a marcharme
lejos:
donde se cumplan
todas las promesas.

De La patria que buscábamos (1965-1971):

Todo está solo,
y todo no está solo.
Todo está muerto,
y todo no está muerto,
Todo está lejos,
todo, si lo toco.
Todo perdido, todo,
si lo encuentro.

– – –

Yo me vuelvo a mi verso
Y dejo este triste
campo sin nada, yermo,
las espigas sin grano,
estos ríos sin agua,
palabras sin sentido.
Vuelvo al trabajo solo
del huerto solitario
poblado de cizaña,
con los dos pies hundidos
y las manos vacías.

– – –
Pasan trigos;
luego un hombre.
¿Hacia dónde?

De Ahora mismo (1953)

Los pájaros ya vuelven
con la ceniza en las alas,
pero el aire te oculta,
sin abrazos ni cárceles.
Te endureces de pronto
como una torre sola
en la quietud del campo.
Y escuchas en silencio
una voz sin sonido
que rueda por la arena,
como señal o nombre
o puñado de sombras
donde se acabe el tiempo.

De Poema para un nuevo libro (1960-61)

Ya comienza a llover.
Llega, por mi ventana
el secreto mensaje
de la lluvia.
Demasiadas promesas
para morir ahora.

– – –

Qué maravilla
la de haber nacido.
Qué maravilla, sí:
haber nacido ciegos.

– – –

Esta noche, velemos.
Realidad o sueño,
todo vale, esta noche.
La mano está segura.
El alma tiembla.

– – –

Meditemos ahora
en torno a este silencio:
nuestra callada patria.

– – –
Amigos:
esta vida
nos oculta algo.

De Libro provisional (1961-64):

Algo no se resigna
a morir como todo.
Ahora estás a mi lado.
Contemplas: ¿qué contemplas?
Algo no se resigna
a vivir como todo.

De Pequeña anábasis (1962-1964):

MONTSERRAT

Con esta paz
¿se olvida lo que importa?
Se oye crecer la hierba,
si se afina el oído.
Algo, acaso olvidado,
vuelve a crecer también
y a echar raíces.
Sólo una voz se oye.
Todo olvida su nombre.
Un árbol habla.

– – –

Cuando encuentre el silencio
y la palabra
callaré para siempre.
(Quizás entonces hable
lo que hoy calla)
He de callar,
si encuentro una palabra
que baste no decir.

– – –

Voy a marcharme
lejos.
Algo
ya ha madurado.
Voy a marcharme
lejos:
donde se cumplan
todas las promesas.

De La patria que buscábamos (1965-1971):

Todo está solo,
y todo no está solo.
Todo está muerto,
y todo no está muerto,
Todo está lejos,
todo, si lo toco.
Todo perdido, todo,
si lo encuentro.

– – –

Yo me vuelvo a mi verso
Y dejo este triste
campo sin nada, yermo,
las espigas sin grano,
estos ríos sin agua,
palabras sin sentido.
Vuelvo al trabajo solo
del huerto solitario
poblado de cizaña,
con los dos pies hundidos
y las manos vacías.

– – –
Pasan trigos;
luego un hombre.
¿Hacia dónde?

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NO SÉ LO QUE ES LA VIDA [Mi poema]
Jalisco González [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

La vida es un compendio de remiendos,
desde nace ya empieza a envejecer
para nunca pararse de coser
poniendo punto en blanco los atuendos,
la vida es un coser y descoser.

La vida es una herida que sutura
parece que se cura y que te engaña,
que cuidas, que se te abre y se restaña,
compruebas que al final no tiene cura;
la vida se asemeja a una castaña.

Hay quien dice la vida es alegría,
otros en cambio opinan que es de pena,
acto es de contrición, una condena
a soportar paciente cada día,
de una prisión la vida es su cadena.

¿Mas qué es vivir. Mirar con disimulo
sin ver lo que se cuece a cada lado
o ser un egoísta redomado
y darle a los vecinos por el culo?
No sé lo que es la vida. He acabado.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Jalisco González

Y son dos ríos

Y son dos ríos
dos aguas de comportamiento diferente,
de donde soy,
de donde vengo,
de donde traigo los recuerdos
para este gran trago del ayer
que aquí me bebo.
Son dos brazos largos
que no tienen fin ni regreso
los que abrazan a mi pueblo:
y romántico canto fluvial
lo duermen.
Paraíso natural,
corazón generoso de Esmeraldas,
dime si no es cierto
que la lombriz,
por bondadosa,
se quedó sin huesos,
y nos quedamos como mico en pampa.
Ni más ni menos
parecido a un camello abandonado
en el desierto,
rumiando sus recuerdos:
y fue así,
de la noche a la mañana,
en la ceniza humeante
de su purado cigarro,
el negro miraba
su pasado y su bonanza
igual a una huaca,
que por la mala fe del huaquero
se les hizo agua.
Nosotros somos el juan bobo
de este cuento,
y nos tocó bailar
con la más fea del camino,
que en cuanto nos vio,
de sopetón se nos vino encima.
Y tun pa acá, explotación.
Y tun pa allá, salario de hambre.
Bubas y parásitos por todas partes
invadieron a mi pueblo.
Y tun pa acá, y tun pa allá,
el baile va pa largo.
Nosotros quisimos poner
el último paso de la salsa
queriendo enderezar el ritmo,
pero nos dijo: ¡anarquistas!
¡subversivos!
¡Nadie cambia las reglas del juego!
¡Yo soy el dueño de aquí, y de acullá!
Y escupió un fuerte hedor a infierno.
Dime ahora si no es cierto
que la lombriz,
por bondadosa
se quedó sin huesos.
Y como dice el dicho
que lagarto que traga no vomita,
ahora ya no hay remedio:
nos dejaron como mico en pampa.

Carta al vacío o a cualquiera que la encuentre

Si en cada Enero
me crecen amapolas,
una aurora distante,
“A”, palabra muerta
que no volvió a la vida,
19 puntos subrayando los días
de un Enero nacido de mujer
y encantos.

No estoy triste,
estoy feliz con mis recuerdos,
y con este Enero
tengo una copa alzada
en el más oculto secreto.
¡Salud por ti!

DICIEMBRE

El sueño dotado de los niños
llega con diciembre canturreando,
silbando
con boca de niños,
llorando
con lágrimas de niños,
desnudos de pan,
vestidos de frio.

LA ÚLTIMA ESTOCADA

Quién hubiera creído
que la aurora
se fuera contra el aire
a puñaladas,
para que se seque la vida,
y se derrumbe el canto.
Le puso un mil de bombas
a la ilusión de la mañana.
Quien lo hubiera creído,
y sin embargo,
guardo aquí los días muertos,
el paso de las horas enlutadas,
mi ausencia triste,
sin nombre ni consuelo,
el laberinto de voces y campanas
acusando de falsas las verdades,
riendo y condenando
a un amor puro, inocente.
Quien hubiera creído,
que después del juramento
surgiera dela cruz,
su última estocada.

UNA CANCIÓN, UNA VICTORIA

Las sombras
se escurren lentamente a tu llegada,
la soledad me brinda tintes de alegrías,
y yo te llamo, mujer,
novia o esposa,
en la mitad de la nostalgia que me abate,
siento tu cuerpo virgen, llenándole de luz a mi existencia.
Con los versos marcados con tu nombre,
vuelvo a saludar la vida,
a plantar tu corazón junto a mi alma,
a sanar mis heridas lastimadas;
vuelvo
desde el fondo de la muerte,
desde atras de la esperanza masacrada.
De más alla
estoy aquí,
con ansias de beber en tu aliento
las poesías,
que llene mi voz para cantarte,
que impulse mi canción
cuando me calle.

CARTA A MARUSIS

Marusis,
ahora te hablo en estos versos de amor,
del paisaje florecido,
de mis sueños de pájaros errantes,
de silencio y soledad,
recordación,
dolor y llantos;
así como quien cae y se levanta,
como quien quiere gritar y no hay palabras,
así trastavillando.
Se sale la esperanza y va al encuentro,
se apuntala en el sol de tus miradas,
en el recuerdo feliz de tus sonrisas.
En esta carta,
renacen las estrellas
y mis tristes días toman vidas,
aquí quedan mis manos esperando
otras manos que se junten a mis manos,
el color decisivo de tu ternura,
ahora canto, Marusis,
canto y grito, Marusis, desde el fondo,
de un nuevo mar de amor
que se descubre.

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