A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

BREVE HISTORIA DE UN GUSANO CUALQUIERA [Mi poema]
Carlos Colón Ruiz [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Partamos de la infancia. El crío piensa
en bromas y en jugar,
amigos, que le incordia el estudiar,
si encuentra su alimento en la despensa
y para de contar.

Después cuando ya es joven y se entera
y empieza a presentir
de aquello que le cuelga en la pernera
que dicen que quizás la sangre altera,
no puede resistir.

Mas tarde cuando encuentra su pareja
empieza a ver el mundo
tratando deshilar esa madeja
y piensa, y de hacerlo nunca ceja
ni pierde ni un segundo.

Que así que no lo abarque con las manos
al menos él lo intenta,
e incluso va poniendo su alma en venta,
a tirios despreciando y a troyanos,
y el cuerpo se revienta.

Y es ahora que entrevé el atardecer
que entiende que el planeta
no debe de jugarse a la ruleta,
inútil ya querer retroceder
tan cerca de la meta.
©donaciano bueno

De las diversas etapas y del final? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Carlos Colón Ruiz

Ninguna persona merece un corazón de ciudad

ningún hombre merece un corazón de ciudad
un corazón de murallas, cemento
el aire triste que apenas se agarra
de los edificios abandonados
ninguna mujer merece un corazón de ciudad
un corazón que la amenace con estragos
el salitre como maquillaje
que les suda en la frente
esa es la tumba que he cavado
por tantos años de monte
ahora que veo cómo se hacen las escaleras al cielo
mi abuela sigue sin entender
las líneas blancas que dejan los aviones
en el cielo
Publicado en Hambre Nueva, Editorial Pulpo, 2019.

Las chicas Plath

en alguna lectura de poemas
en las tertulias mayagüezanas
una dulce chica acompañada de su vato
lee una oda a la poeta bostoniana Sylvia Plath
en tono triste, así como los de Plath
con un compañero poeta, así como Plath
esperando que alguien se sintiera
con la capacidad moral de ser humano
y buscar un suspiro de libertad
así como Plath, en mi sano juicio
ahora que escribo estos versos me pregunto
¿era Sylvia Plath fanática de las Medias Rojas de Boston?
eso fuese sido devastador para mí
pero supongo que no para la chica
que leía una oda a Sylvia Plath en Mayagüez
ni mucho menos para la misma Sylvia
creo que ella y Plath
no se preocupaban por tonterías

Ombligo de noche fría

“la luna le ladraba a algún ombligo
que temblaba en su gozne innecesario”
Angela María Dávila

y parecía devorar razones de fiesta
con las únicas dos ideas que me sobraban
pisar tierra con poemas
devorar pecho con nuestras sonrisas
que, por ende, se necesita reír y escribir
buenos versos y chistes
para llegar a estas alturas de tu cintura
por decir, que llegamos a un diámetro de cama
cuando nos mantenemos brillando en cielos distantes
de una manta azul pisada por macabros políticos
cuando realmente hablamos de un periodo frío
buscando que tan completas son
nuestras razones de intermitencia fugas

Rostro de cicatrices

¿qué no se encuentra en una cicatriz?
el pedido de cabeza
para la taza de café
o un descanso
donde es común no saber que es real
y encontrarte verdadera
todos somos sensibles
en el borde del abismo
así es la lucha
que nos cuentan los golpes en la cara
los malos sueños
y todo aquello que la poesía
no logra capturar en botellas
sobrevivir en la cuna de la bruma
en las peleas de gallos
entre criatura y amanecer
en eso que nos pica el cuerpo
como todo aquello que nos duele
pero es costumbre exponerlo
eso, sobrevivir a curadas
la cicatriz de pega caliente
el ardor del alma que nuestro cuerpo
se lleva a la tumba y un poco más abajo
ahí, donde está la ciudad
todo eso que baja con esperanza
es un negocio de supervivencia

Versión de personaje

Cómo ha traído el tiempo
una respuesta para las historias
que se me presentan
en libros, en videojuegos, en canciones
en las personas que atiendo
a diario en el supermercado
y apenas logro recordar,
una respuesta que, aunque presente,
se esconde en un pilar de versiones
que invento al azar
queriendo ser personaje de cosa tal digna
y no un lector, un jugador, un fanático
y no un chico que te cobra las frutas los domingos.

Isla

Llego a la costa más cercana,
me quedo paralizado por el miedo,
admiro y doy un paso adelante
quedándose los pies bajo el agua.

Ahora sé que vivo en una jaula.

Hogar

Y parece que la inocencia
se queda sin casa
cuando todo techo le da con flotar.

Ya la ciudad es grande
y como todo en la vida cae
como los labios a las lenguas,
como caigo en los brazos de mi madre,
como caigo en el monte
seguro y querido.

Street Fighter

Decidí asistir a una lectura de poesía
organizada por unos colegas que apenas había visto
en el último año y entre lo escuchado
sobre la paz, pagar deudas, perder peso,
la vida en Florida, la poesía y Street Fighter
no hubo un comentario coherente.

Ningún presente entendía el concepto político de la paz
cuando aconsejaban mantener activas las tarjetas de crédito
y lo irónico de hablar de dieta con cuatro cervezas en el sistema.
Lo que suele ser el asunto de ebullición es cuando
alguien comenta la poesía como coaching motivacional.
No era Street Fighter, era Tekken 4.

Tras unas horas y sin apenas dos cervezas tomadas
decidí retirarme del venue y escribir este poema
sin intensiones de herirle los sentimientos a mis colegas,
quienes tienen un buen conocimiento de la amistad
y cierto cariño por las impresiones del instante.
Les aseguro, no era Street Fighter.

Alejarse

Podría alejarme en pequeñas migajas
de multitudes cualesquiera
con apenas un bulto lleno de cuestionamientos
y un instrumento salvaje para cazar algún alimento para el alma.
La realidad es que mi escape
es un atuendo en donde corrijo
las verdades de mentira y las pongo a caminar
o algo así como quien danza sin apenas dar un paso.
Podría alejarme de a poco
sin importar la tierra anhelada
si no tuviese como pies las deudas
y como manos, el miedo.

Si te gusta #Carlos_Colón_Ruiz... Share on X

CABALLO PERDEDOR [Mi poema]
María Elena Muñoz [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Todo el mundo decía que perdía,
alegando los mismos que ese amor
recorrido, así fuera, no tendría
que en caballo no habría ganador.

Y hoy que siento que fuiste perdedor,
no creas lo lamento, me arrepiento,
pues pude disfrutar de su sabor
que fue y que se ausentó cual trajo el viento.

Y aún gozo el perfume, de su olor
tan fresco cual si fuera una sandía,
y siento que sin él me moriría
y excuso si aparece algún rencor.

Y así haya alguien se acerque poco a poco
y miren con recelo, no me importa.
El recuerdo a tu amor me reconforta
e ignoro si alguien dice que estoy loco.
©donaciano bueno

#Amor es lo que nos hace falta Share on X

Hay veces en las que eso de apostar a caballo ganador resulta un fiasco.

MI POETA SUGERIDO:  María Elena Muñoz

OYENDO A DEBUSSY

Pórtico de luz que se abre
a lejanías brumosas,
ríos cuajados de estrellas,
afluencia de ocultas ondas.

Desprendimientos humanos,
lastres que se van perdiendo.
Voces que tienen su fuente
más allá del Universo.

Luces que se desvanecen
en las orillas remotas,
aguas silenciosas que hunden
sus angustias en la sombra.

Lluvia en jardines difusos
que se derrama indolente
y pone su balbuceo
en las estatuas silentes.

Cristales de aguas ligeras
que las corrientes agitan.
A las distancias de nieblas
llegan lentas y perdidas.

Campanario submarino…
Alma gris de la campana
que apaga sus elegías
bajo el manto de las aguas.

Resurrecciones, torrentes,
fragua donde arde un anhelo,
irrupción de astros y llamas
que alumbran antros desiertos.

Secretos de altas regiones
en los ramajes del viento,
ascensión del alma errante
por los caminos del cielo.

Nieve que cae de la luna,
albas plumas de la nieve
suspensas en el espacio
por un hálito celeste.

Sordinas en los paisajes
donde cruzan con sigilo
visiones que en nebulosas
sueñan los astros dormidos.

La carta

Un sobre de cuatro horizontes, el cielo.
La luna,
Un sello de plata.
Adentro,
La clave que tanto buscamos
Y que no alcanzamos.
Una mano invisible nos muestra de lejos la carta.

Sólo pueden leerla las almas que emigran.
Para nuestros ojos
Es eterna la carta cerrada.

Si te gusta #María_Elena_Muñoz... Share on X

MI POETA INVITADO:  Antonio Carvajal

A veces el amor tiene caricias

A veces el amor tiene caricias
frías, como navajas de barbero.
Cierra los ojos. Das tu cuello entero
a un peligroso filo de delicias.

Otras veces se clava como aguja
irisada de sedas en el raso
del bastidor: raso del lento ocaso
donde un cisne precoz se somorguja.

En general, adopta una manera
belicosa, de horcas y cuchillos,
de lanza en ristre o de falcón en mano.

Pero es lo más frecuente que te hiera
con ojos tan serenos y sencillos
como un arroyo fresco en el verano.

ME FUI SIN DARME CUENTA [Mi poema]
Selva Márquez [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Me fui sin darme cuenta que me iba.
volví, me di la vuelta por si acaso,
dudé de estar despierto al cielo raso,
sentí llevar mi barco a la deriva,
soñé que eras mi cielo, mi parnaso.

Clamé no sé si al sol. quizás al viento,
tal vez ni tan supiera a quien clamaba,
pensé que era mi psiquis que me hablaba
y fue la misma copia de mi aliento
que henchida de tristeza allí volaba.

La luna no firmaba el firmamento
ni dios, el mar. no importa quien firmara,
la luz quiso que mi alma despertara
y fue por accidente, en un momento
que siendo aún tan joven se preñara.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Selva Márquez

UN NIÑO LLORA

Un niño está llorando! Ay, Dios!
Tú sabes, pero yo no sé.
Le he cantado las nanas que sabía
y otras que yo inventé.
He buscado angustiada,
y no sé nada.

Pero me enfrento a ti
y te grito:
Un niño llora!
Dios impasible y cruel:
UN NIÑO LLORA!
Y yo lloro con él!

NOCTURNO DE LOS DIABLOS

La noche es una frente negra
con dos sienes violetas;
y todo el universo va pasando
del principio hasta el fin la frente inmensa.

La noche es una frente
tan comba como un vientre
fecundado.

Pasa a veces San Jorge…
pero más a menudo paaa el diablo!

Entonces, vibratoda la noche con un grito sacro
de una y mil vírgenes sacrificadas
ante al ara del Triángulo.

Estremecida vibra
porque pasa la vida!

Los diablos desatados
corren montando sombras. Ah, los diablos!

Paso a Astaroth! La arena de Tebaida
se hace luego a su paso
y flagelan las carnes de la tierra
sus látigos!
Yo también siento un látigo.
Lo siento…
y encogida en el miedo, rezo…

Yo no sé lo que dicen mis palabras
(ay!, mi boca, molino de los lamas
con oraciones secas y tan áridas
como un pozo sin agua!)

Yo no sé lo qué rezo.
Pasa Astaroth, el Duque negro,
y a su paso responden en la sombra
aullidos y lamentos.

y la noche se arruga
como el barro en invierno.

Toda la noche grita!
Toda la noche llora en las yacijas
como un ojo en su cuenco!

Huellan caminos ríspidos
como tres esqueletos de murciélagos
el triste caballero, la muerte y el diablo
que vio Alberto Durero.
Pasan… Luego nada. Silencio.
Suspiro, amordazada por un miedo
de resbalar, hasta caer en manos
del hombre de Durero.

Después nada. Silencio…
Viene despacio el Angel, sonriendo,
con la paz en las manos.

Siento
el jadear de la casa vecina
donde amasan su pan los panaderos.

Me siento, como ungida por un óleo
santo. Dejo
que se vayan los diablos, espoleados
por la fatiga de mi sueño

y me dejo caer hacia la nada
asida al ruido de los panaderos
(única realidad que no es de diablos)
como un náufrago a un leño!

APÓSTROFE

Que Dios te olvide, mujer
escondida allí dentro!

Que Dios te olvide, cáscara de nuez!
Que Dios te olvide; pues no sabes estar
junto con los demás!

Cometa de papel que quieres ser estrella!
Sapo de Andersen en el balde del sol!
Álamo que sueñas deshacerte en el viento!

Mujer oscura, extraña:
tea, flor envenenada
mujer mala, mala, mala!
Aunque estés allá lejos
que mi apostrofe te llegue
con mi lengua de un palmo:

Toma! Rebelde, ocultadora de pecados,
culebra retorcida, frasco de veneno…!
(le estoy hablando a mi espejo…)

Si llegara la hora de pedir

Si llegara la hora de pedir
yo pediría…

Pediría una colcha de colores
con toros, con naranjas, con enigmas,
por donde anduve con mis quince años
canibalesca, astuta y escondida
comiendo corazones como soles
con mi boca recién amanecida.

Yo pediría
andar aquellas calles de colores
con nenúfares, rosas, rombos, listas,
hablar con el astrólogo y el cowboy
ser de nuevo la Virgen o la hormiga.

Yo pediría el codo de la calle
que pasa la navaja del tranvía,
o la canción, gastada en una punta
de la postal llorona,
o aquel día
insolente de sol y de domingo,
perfumado de viandas, mediodía,
agrandado en jocundo Gargantúa,
anillo de dublé para una boda
con camisa de flores y con misa.

Yo pediría un beso en sal y viento
conservado en oblea
desde la noche, el mar, la roca, agosto,
miedo a la delación y ni una estrella..

Yo pediría
¡No la rabiosa tarde rechinante,
carreta enmohecida
pasando cuatro ruedas por el lodo,
bamboleante y siniestra,
que se quedó rodando en mi recuerdo
igual que el gallo muerto en la veleta!

BARRO

Tarde de otoño. En la calle la lluvia
amasó el barro negro
para hacerle una estatua al invierno;
y ya tiene los ojos: los charcos
que copian el cielo;
y ya tiene los brazos:
los árboles
desnudos y escuetos.

Entre dos eucaliptus un rancho de latas
se encoge medroso
abatido por el latigazo del viento,
sintiendo en su lomo
la misma caricia que el hombre
prodiga a los perros.

El invierno ya está en la cocina
preparando un amargo;
y el abuelo que tose, ya lo está esperando
hundido en las sombras
cercado del ruido del viento,
sintiendo que el barro, donde duerme la forma divina,
lo llama al descanso. ,
Todo azota el viento
y todo lo llena la lluvia y el barro.
Hasta el alma se encoge
incapaz de inflamarse de ensueños;
y se manchan de barro: las paredes del rancho,
los puños de los hombres, las palabras del tango,
¡El pico de las aves,
las alas de Eros!

Barro, barro, barro . . .
Ojos verdosos de los charcos;
Alma turbia de la moza que pasa cantando;
canción canallesca que inicia la guitarra: Tango!

Nubes negras que pasan…
arrabal amasado con hambre,
con ansia de vuelo.
Arrabal hermano
de Carriego.
Todo lleno de barro que espera la Idea!
¡Todo lleno de barro!

LA PUERTA ABIERTA

Pensamos una vez
que no había nada mejor que nuestra puerta
con su cerrojo bien echado .
y su aldaba quieta.

La noche mordía como un ácido
el umbral y los clavos
y los pedidos de socorro se morían
de fatiga y de horror a su costado.

Alguna mano oscura nos llamaba
arañando y golpeando. . .
La moneda de luz en nuestra mesa,
sobre la placidez de nuestras manos.

Fue cuando aquella calle se nos vino
en oleadas de niños sin zapatos
cuando en el hombro nos tocó la Mano!

Abrimos nuestras puertas a la noche
y el dolor se hizo un hueco a nuestro lado.

Si te gusta #Selva_Márquez... Share on X

DE LA NOCHE [Mi poema]
Humberto Megget [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

La noche está perdida en el abismo,
contigo en esa lucha que sostiene,
la noche que no ignora vas, que tiene
de turbio un muy turgente cataclismo.

La noche que aunque llames no despierta
que vive su temor ensimismada,
que oscura está, detrás no existe puerta,
la noche ya se sabe que no es nada.

La vida nunca anduvo tan despacio,
tan negra fue su esencia, su espesura.
La noche tiene un rasgo de locura,
que anida y que dormita en el espacio.
©donaciano bueno

De noche todos los gatos son pardos? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Humberto Megget

«Ahora, demasiado tarde, como siempre, sólo podemos declarar el valor de sus versos, mostrar un poema, dejar constancia del paso del joven poeta que desoímos».
Idea Vilariño, después de la muy prematura muerte de Megget.

TENGO GANAS DE RISAS RAQUEL

tengo ganas de risas raquel
ganas de ir al cine a ver aquella película
ganas de ver las rosas y no ver las rosas
tengo ganás de tomar el café con leche
y beber
beber
beber
beber aquello y esto
y lo que tú das
y lo que yo ofrezco
ganas de ir y no ver aquella película
tengo ganas de ti y de aquél
pero más que de ti y de aquél
tengo ganas de coca y de raquel

VA A DORMIRSE UNA LUZ

Va a dormirse una luz sobre mi frente
una luz en el cuarto este que toco
en el cuarto este de aguas que no bebo
de hojas mal impresas
y de estufas calientes.
Va a dormirse una luz
una luz que se estira en varias líneas
que no tiene
ni boca
ni estornudos
ni dedos para pies
ni pies sin dedos
sobre mis dientes mordiendo una manzana.
Va a dormirse una luz
hasta mañana.

YO MI SOBRETODO VERDE

Yo mi sobretodo verde
yo mi cáscara de nuez
yo mi gota de agua
mi río
mi árbol
yo corcel galopando en una orilla
brazos del viento descansando en los árboles
me acostaré tal vez quién sabe en dónde
en el polvo o en un mosquito
para ser el grito de un cocodrilo
o las manos abrazadas al fondo de un ríoy
o en una hoja caído
en una gota de agua envuelto
para no volver nunca
puedo seguir mucho tiempo deambulando en los aires
tal vez tenga la forma invisible de un microbio
o quizá esté en el aletear del vuelo de una mosca
hay tanto
tanto espacio para volar mi cuerpo inútil
tanto manantial donde poner mis pies frágiles
tantos redondeles blancos en los ojos cerrados
que en mi inconsciente voluntad de estar, así
no estoy solo.

Cuando tú estés dispuesta

Cuando tú estés dispuesta
comeremos
un pedazo de manzana en automóvil
y cuando regresemos
de una higuera recogeremos higos
y alimentaremos a gorriones vagabundos
cuando tú estés dispuesta
se sobrentiende
nos entretendremos en aprender el idioma de lombrices
en dibujar con carbones caravanas de hormigas
y luego subiremos como por un tronco hacia la montaña
y plantaremos la primera flor para sonrisa de los aviadores.
Cuando tú estés dispuesta haremos tantas cosas
nos pondremos a descansar bajo las palmeras
y a descubrir cómo se hacen el amor los grillos
luego correremos con nuestras alforjas al mar
y las llenaremos de espumas
que agitaremos en el espacio para que formen sobre
nuestros cuerpos techos
que cobijarán el secreto de nuestras representaciones nocturnas
siempre
claro está
cuando tú estés dispuesta.

Tengo ganas de risas Raquel

Tengo ganas de risas raquel
ganas de ir al cine a ver aquella película
ganas de ver las rosas y no ver las rosas
tengo ganás de tomar el café con leche
y beber
beber
beber
beber aquello y esto
y lo que tú das
y lo que yo ofrezco
ganas de ir y no ver aquella película
tengo ganas de ti y de aquél
pero más que de ti y de aquél
tengo ganas de coca y de Raquel.

Va a dormirse una luz

Va a dormirse una luz sobre mi frente
una luz en el cuarto este que toco
en el cuarto este de aguas que no bebo
de hojas mal impresas
y de estufas calientes.
Va a dormirse una luz
una luz que se estira en varias líneas
que no tiene
ni boca
ni estornudos
ni dedos para pies
ni pies sin dedos
sobre mis dientes mordiendo una manzana.
Va a dormirse una luz
hasta mañana.

Si te gusta #Humberto_Megget... Share on X

CREER, POR QUÉ CREER? [Mi poema]
Susana Szwarc [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

¿Se debe de creer? no hay más remedio.
Acaso es necedad o es conveniencia.
¿Creer lo que nos dicta la conciencia
tratando de salvarnos de su asedio?

Creer lo que nos dicen los que saben
que gozan de algún gran predicamento,
creer porque nos sirve como ungüento
y así que nuestras dudas ya se acaben.

Creer es tener fe en lo que no vimos,
lo dice en catecismo el Padre Astete,
tirando así los miedos al retrete
pues solo sabe Dios por qué vinimos.

De todas las virtudes cardinales
la fe es la que en mi más se atraganta,
pues pienso y se hace un nudo en la garganta,
¿qué deben de opinar los animales?

La fe mueve montañas o eso dicen,
aquellos que se apoyan en la fe,
yo, lelo, lo lamento pues no sé
a qué viene que tanto la bendicen.

Prefiero la esperanza, a mi me gusta
soñar que Dios existe y que es muy bueno.
Así fuera mentira es más ameno,
no vengan con el diablo que me asusta.
©donaciano bueno

Pues puestos a #elegir? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Susana Szwarc

VANO

me da
una blanca
flor
que no huele

la dejo
en la sombra
del agua
del jarro
De “En lo separado” (Último Reino, 1988)

HORAS

Esa niña flaca, decimal con su flor
roja al ladito del borde: mira claramente al que
levanta la pala
un pie va a hundirse –con la pala –en el montón de barro.
Es la hora del entierro y la flor
por arte de magia será libro.
La niña –que no sabe-
lee “sobre el dolor inmensurable
los nietos no nacidos”.

Nos distraemos por el sonido de un saxo
que comienza a trepar –metálico –
hacia atrás y salen más niñitas de los ranchos.
Es la hora del pedido:
ejendú ché, omé é ché un pedacito de pan
-golpean, esos niños, sin padres
-otra vez, piden pan
-¿no les dan?

Ordenemos la historia ¿Evita había muerto?
¿Perón había caído? ¿Su estatua destruida en
la placita Sarmiento? ¿Yo tenía el sarampión?
¿Cantaba Ramona Galarza? ¿Tu perro
aquella noche era un lobisón? ¡Oh!, sí, tal vez tu perro
aquella noche, era. Lame la sal del cuerpo y
las tan estrellas caen, por mí.
El lobisón desvanece de cercanía. Apenas
alcanzamos los breteles. Maldito gallo, que se
calle. Y que nadie sepa nunca.

Otra hora: tu siesta, los mosquiteros hacen
marchas hexagonales sobre mi morena
piel más vieja que el sulki
verás la polvareda y en ella el surco
¿dónde aún me harías caer?
(la longitud del muro hace a la partida
de los perros)
Recordemos: la niñita –la de la flor roja-
detenida como en un recital infinito y el saxo:
único movimiento acompañado por el taburete
donde una madre oye:
-¿quién no ha leído a Nietzsche a los 17 años?
dirá él, ágil sus dedos arman cigarrillos
sus ojos alucinan patios y potras.
Dirá, es la hora de jugar: serás Yocasta
y juegan al día más perfecto de la historia.
Guardan azúcares aceites en el jarrón de lo indecible
juegan a encontrar los fierros para disparar: a los gatos
las alarmas al hueco del jarrón y a sacar al muerto
de su torpeza: su obstinación de muerto.
Arrancan flores hasta la niña decimal
jadean:
ningún patio es completo
ni siquiera el de la madre.

Recordemos: el saxo, las horas,
la niña que dice es la hora
y vuelve a leer.
De “En lo separado” (Último Reino, 1988)

INTERVALO

Vacilante
dejó de leer porque decía:
se ha quedado.

Alguien que amara
esa fotografía:
materna tierra de nieve
los torpes crímenes/ derroches /
espacio incierto de orín
en los vagones / humo

De este lado del paisaje
-sin importar lo que apetece-
el aire daría vuelta la página del libro.
De “En lo separado” (Último Reino, 1988)

DECLIVE

Por el ojo de la cerradura vemos
cómo deja la palangana en el suelo: tiene agua. Ahora
no se ve. Hasta que levanta la mano
blanca, la misma con que la prisionera (jovencita
en Siberia) llevaba maderos hacia el barco.

¿Y las niñas? en la escuela
atrás de la vía.

Tiene una gillette y el ojo apoyado en la cerradura mira
su negra axila de abeja-madre. Arrasa. Algo se corre.
En el encuadre, un ojo mira al otro.
Si me estiro veo
la palangana (llena) de estrellas y abedules
también blancos: habría nevado.
(El hermano, sobre la nieve, corre
a la muchachita y ahora los ojos ya no ven.)

Atrás de la vía:
campanas.

Va a salir.
Abre la puerta y desparrama
el agua (turbia) al gallinero. Nubes la alejan, hacen pasillos
hasta que tiende más ropa en puntas de pie. Los brazos en alto. Abrocha.

¿Cómo hallar ahí dónde posarse?
De “Bailen las estepas” (Ediciones de la Flor, 1999)

INVITACIÓN

I
Alguien, como un teorema, nos ha cercado
con una magia suave, todavía.
Casi nada sabemos
sólo el ruido -musical- que dejan los trapecios
y confunden.
Toda la historia entra en una copa,
suspendida por la ventana en su equilibrio.

Una tos aleja del ensueño.

Nos avisan: no leer ya tragedias,
evitar la inquietud.
Mi pura verdad vacila y la copa se mueve.
Caerá,
se hará trizas en la vereda de las grandes ciudades
donde nunca (nunca, que recuerde) he comido.
(-¿qué comíamos?
-letras.)
Se nos escapa la risa como un huevo
pasado por agua que evita el incendio
de la casa,
(a todos a veces se nos rompe).

II
Recordar. He mirado los árboles vacíos del invierno
y los he visto cumplidos otra vez.
También la otra
-niña- ajena, los ha visto.
Árboles nos permitían el saludo, el adentro y el afuera,
y la prohibición encubierta que separa
las toses.
Qué hace, en la luz de la mañana, el milagro
de la diferencia.
En esa luz alguien sueña con un padre que bendice,
que alimenta,
y que no sabe de la desmesura del sentido.
Porque alguien sueña
yo también.

Un país no es un solo lugar para el derroche de pasiones.
La vuelta al mundo recomienza su andar
y todo el pueblo
entra en nuestros ojos como un fruto maduro,
a punto de morder.
Justo en lo perdido, una migración.
De “Bailen las estepas” (Ediciones de la Flor, 1999)

ADORNOS

«y el ángel dirá: ¿sientes la vida?
y yo tendré que responder: la vida desgasta.»
R. M. Rilke
La jarra de loza en el instante precioso
del agua que hierve.
Los ojos cautivos en el movimiento
van hacia la carta
sobre la mesa.
(Hay Händel en la radio y el gas no alcanza para el frío).

Escrita esa carta
los ojos retornan.
Allá: el agua hierve.

Habrá que recortar (hermanita
de la caridad) otro trozo del trapo
rejilla. Enhebrar ahí
es sin sentido:
de tan roto el trapo se enreda con la jarra
y hay más trozos de loza
sobre el piso.
Cambiaríamos de trapos. Romperíamos
las cartas.

Habrás de sacar
de la boca tu comida
como si sólo nos dieran
lo que ya recibimos.
De “Bailen las estepas” (Ediciones de la Flor, 1999)

BILINGÜE

Mecerse en el cálido pozo
de las ficciones
hasta paladear el ritmo
(lentísimo) de la infancia.
El dolor (sólo) por sus tramas.

He bebido agua, (agua)
donde posaste tus remos.

Es envuelta en lo ausente
(amado)
que alardea la presencia perpetua.
Los cielos arriman (entretanto)
un pueblo al otro.

Y no hablo -esta vez- de la revolución.
Hablo de la juntura de las lenguas.
De “Bailen las estepas” (Ediciones de la Flor, 1999)

¿POR QUÉ SONREÍA?

Alguien arroja un huevo
crudo (podría ser también por agua),
hacia la zona de montañas, altísima,
justo en el lugar de las nieves eternas.

Ese gesto es trivial, tan cruel (casi)
como el gesto del asesino que arroja
cuerpos
al océano
pero que, por algún motivo del azar, se ve
en los ojos de la víctima, que le sonríe.
¡Ah!, cada día, cada noche,
la misma inconcebible pregunta:
¿por qué sonreía?
o aun: ¿por qué me sonreía?
Y cada vez
el verdugo cierra los ojos, aprieta los oídos
como esos niños atormentados por los gritos
de una madre todavía inexplorada, y se muerde
los labios.
-No hay que aceptar la pregunta- piensa.
No le dice a nadie lo que piensa.
Mientras la frase no le salga de la boca
nadie (nadie) contará el cuento.
Ahora (que alguna vez es siempre),
la dignidad de la montaña
resbala junto con la yema.

Hay manchas de luz.
La noche es negra y blanca:
como no saber si es de día
o se hizo pedazos la montaña.
Ninguna jarra para guardar un trazo
de la nieve, ni regazo.

Si algún tierno, tesoro,
deforme (¿yo, vos?)
mirara hacia allí diría,
entre lágrimas claro,
-¿cómo cuelga así? Cáscara, yema,
montaña.
La caída de qué letra, o paisaje
sin reparo.

¡Ah!, pero el tiempo no se queda quieto. Sopla.
De “Bailen las estepas” (Ediciones de la Flor, 1999)

LA TRASTIENDA

¿Qué vale más -me dije- en la memoria?.
Porque había pasado una noche completa,
como si se nombraran siglos,
pero la frase seguía
adentro y afuera de mis ojos:
se exponía en un letrero infatigable
solamente cínico
colgando de una tienda.

Mi cuerpo tambaleaba,
tropezaba a cada instante
mujer ebria
y sin embargo no había bebeido,
sino que se volcaron sobre mí,
en cada punto de los pequeños ejes,
esquirlas de esa frase.

Sonreí. Si el lenguaje desconfiaba
de sí mismo, ¿por qué creerle
hasta resbalarme en el asfalto,
mancharme las manos de rodillas,
como derribada
por el hedor a flores muertas?

Digamos: si hay quienes oyendo
la voz de alto
no perciben la traición, no caen,
no se lastiman, ¿por qué entonces no aceptar la frase,
lo que se considera correcto,
incluso en su gramática?
Acaso, ¿porque escribir un poema correcto
no le es suficiente al poema?
De “Bailen las estepas” (Ediciones de la Flor, 1999)

BÁRBARA

Ese cuerpo excesivo
aún después del strip-tease
es tan leve como el mejor
afiche ante mis ojos.
La estética del poster
me hace sonreír
y mecerme en la silla de mi casa
(al compás del ritmo ajeno).
¡Ah! es exactamente igual
que ofrezca Bárbara su carne
-de verdad, de mentira-
para mí.
Su nombre acerca a mi memoria
el poema de Prevert
aunque ella insista: “mirá, también me llamo Sonia
y no hay en mis manos ni crimen ni castigo”.

Pero ninguno de estos recuerdos
sirve esta noche,
ella está allí, quitándose siempre
su ropa dorada, justamente para llevarnos al olvido
y su cuerpo es un mapa perfecto,
un territorio para abrazar,
arrojar monedas,
atrasar relojes.

De pronto ya no sé qué sucede.
No hay ruido de pulseras en la habitación de al lado
y la música que sale de la radio,
la música que despierta a los vecinos,
me afecta el sentido del gusto, la clarividencia.

Un hombre, otro hombre,
abraza a Bárbara.
Bárbara tristeza la del hombre
que la abraza y no apaga así
sus lágrimas de carne.
Pero el llanto es de los dos
y valen nuestras monedas.
De “Bárbara dice:” (Ediciones Alción, 2004)

REGIONAL

Están sanos los cítricos del norte.
“Erradicada la enfermedad”, dicen los diarios
y eso (hoy) es lo único que importa.
Entonces mordamos los frutales
como si fueran pulpa de Las Gracias
o de Venus, su mismísima madre.
Que el jugo caiga desde mi boca
hasta tus pies
que se deslice (¿sin salpicar la suntuosidad
de los objetos: mosaicos, collares venecianos,
automóviles?)
y ascienda de tal modo que toque las estrellas.
Así la deuda mía, hermanas,
se hará inmensa como un cielo de provincias.
¿Pago demasiado para recibir la textura de tu voz
o es por el aliento de naranjas?

¿No es raro acaso que la geografía,
como otra Venus, como nuevas Gracias,
nos entregue sus tajadas?
De “Bárbara dice:” (Ediciones Alción, 2004)

QUISIERA ENTERARME

Quisiera enterarme de que nada
tiene forma, decías. Y acepté,
hasta el fondo de la copa del árbol,
de la copa del río.

Ninguna de las otras (creía)
se ahogaba como yo. (Me hundí.)

No hay placer, dijiste
mientras vaciabas al padre
en la botella y mi cuerpo te servía.

¿Te habías ido? ¿Y las otras?
Tuve vértigos
como si alguno más
se cayera del mundo.

Dormida, en la noche de fiesta,
alcancé a oír: ¿qué hay después?

Al despertar
había panes
en mi cama.
De “Bárbara dice:” (Ediciones Alción, 2004)

ENGAÚ

Estamos adentro del sueño.
Es bella la noche, tu partitura.
Sé que es mejor mantenernos
callados. Sin embargo
esa compulsión de llenar
me hace decir: “no me arrepiento de nada
ni siquiera de no haber probado cocaína”.
No sólo escucho sino que veo
cómo se ríen de mí.
Sobre la mesa, las sillas, la cama:
los libros apilados como “camisas
que no caben”.
Siempre esa misma dificultad
cuando alguno quiere sentarse,
porque se alejó de la ventana.
Entonces soy yo la que se ríe
y comienzo a cambiar las pilas de lugar.
Acomodo los libros en el suelo
con la misma delicadeza
con la que cambiaba los pañales.

De pronto, en la biblioteca, irrumpen las botellas:
vino, fernet, ginebra, anís, grapa.
Sé perfectamente que estamos adentro del sueño
y no creo que exista aquí, en la ciudad,
en ninguna ciudad,
algo como la grapa del pueblo de la infancia.
Tampoco la niña que pregunta
y revuelve en la pregunta:
¿por qué los cosecheros golondrinas toman grapa
hasta el hartazgo?
¿Por qué si estuvieron días bajo el sol,
ellos, sus mujeres, los hijos,
arrojaron las monedas –no a la fuente-
sino al paisaje de la zanja de la grapa?
Antes habían comprado una frazada con más colores
que el cielo. Más tarde, vacíos los bolsillos,
se acomodaron en mi umbral.
La frazada repartida entre sueños por los que también
caminé: algodonales, algodonales,
pero sólo mordíamos naranjas. ¡Ah!, cómo recuerdo
engaú, esa sed. Y después, mucho después –todavía-,
la frescura en las bocas.

Pero decía del sueño de esta noche. Es el momento justo
en que una ciudad se burla de mí.
No me arrepiento digo: he olido jazmines,
fresias, lirios. Si olí hasta las flores de loto
de una película vietnamita y presté –también- mis manos
cada vez que un amante pronunciaba palabras
y las dejaba caer, sueltas, en la madrugada.
Yo corría a buscar hojas, más hojas:

anotaba como los viejos copistas.
Me vi llorar dentro del sueño,
me vi desierta, decirte: si supiera escribir tu música,
las notas exactas de la fiesta de la angustia.

Brilla (mi amor) tu amor en el agua del jarro.
Afeitan tus manos de mis lágrimas lo amargo
y convidan al mendigo.
-Ni una gota más-, dije en el sueño.

Estiré los ojos para mirar el pájaro de cada mañana.
Insistía: pío, pío, pío.
Y ellas (Bárbara, Sheila, Luva, Patricia) dijeron:
-lo descolocado nos excita.
Pagaste. Pagamos. Pagaron.
¿Quién se atrevió a decirles prostitutas, sólo para poder
separarse cada vez sin dolor?
Cerraron los monederos azules, rojos,
amarillos. Cerraron la puerta del sueño.
Adentro, ¿quién se atrevió a decirme?:
“es hermoso estar así, solo, con alguien.”

Disimuladamente, arrojé mis monedas,
engaú.
De “Bárbara dice:” (Ediciones Alción, 2004)

EL DESORDEN DE LAS RELACIONES DE PROPIEDAD

a Guada y José Kózer

Y yo, volví al hospital.

En el largo pasillo repleto esperaba
-esperaba de pie y te leía-.

En un solo movimiento: girar la cabeza la página
un dedo de la mano izquierda,
los anteojos de leer cayeron
-sobre el mosaico-.
Cada pedacito de vidrio mostraba una garza
sin sombra, que empezó a recorrer el pasillo con sus zancos.
De lejos la vi apoyar su lomo
en el vendaje de una pierna. Despacio
me acerqué.
Es mi garza decía – un poco
a los tumbos- pero cada uno deseaba a la sanadora.
Es mía, insistí, riéndome
por las cosquillas que me hacía -garza- en su desorden.

Salieron los médicos al pasillo -salieron por el revuelo-
y llamaron: Garzas.
Nos hicimos
-sombra-.
Inédito

IR Y VENIR

Viene el hombre que me trae la comida
(me gusta pedirla, me gusta abrir el papel
en que la envuelven y dejarla enfriar.
Es otra mujer la que cocina y dos hombres
la reparten por las casas).

Pero este sábado
él me pregunta: ¿qué hacés en tus clases?,
quiero leer poesía de ahora y no entiendo,
me dice.

Entonces lo hago pasar.
Busco los anteojos, busco el cenicero,
y abro a Juárroz primero
y abro a Gianuzzi después.
Me gusta abrirlos así, al azar, en alguna página,
ver cómo saltan las letras.

Café y manzanas leo, mientras la comida
que me trajo este hombre
se enfría más sobre la mesa.

Nos enredamos en esa música ajena
que se nos hace propia y los ojos
del hombre que me trae la comida
se llenan de lágrimas. Entiendo, me dice,
eso que no entiendo.

¿Y Borges? , pregunta, ¿creés que podré
con Borges? Le acerco un pañuelo
de papel y se seca las lágrimas.
Porque cuando lo leo no sé, sigue diciendo, no sé qué me pasa.

Antes de irse él vuelve a preguntarme: ¿entonces
me hicieron creer que no entiendo?
No entendemos
y ni falta que nos hace. Basta con llevar esas frases a la boca.

El hombre que me trae la comida se va.
Y yo saboreo lenta los trocitos.
Inédito.

¿CÓMO?

Veamos lo real:
por ejemplo el río
-de acá hasta acá
podríamos inventar
una puerta para la casa
pero no-
veamos cómo
porque sí
un viento
tal vez provocado por el mismo río
no arrastra un sombrero hacia su centro
Veamos después
algo más:
la lluvia
que comienza por inundar el sombrero
hace crecer las aguas a tal punto
que nos es imposible seguir viendo
porque lo real salido de cauce
nos ahoga.
De “En lo separado” (Último Reino, 1988)

Si te gusta #Susana_Szwarc... Share on X

LA AUSENCIA INFINITA [Mi poema]
Pedro Flores [Poeta sugerido]New

MI POEMA…de medio pelo

 

La vida.
Cuando ésta se confunde con la muerte
y el cuerpo queda inerte,
no sangra por la herida.
El punto de partida
a un cielo edulcorado,
donde dicen que Dios está a tu lado,
nos sirve de guarida.

La muerte
que llega hasta tu mente y que la atrapa,
y de ella nadie escapa
pues sabe retenerte.
Acude así a su cita
y en nombre la verdad que es infinita
te dice hasta más verte.

El mundo
sin paisajes, ciudades y sin río,
que lleva hacia el vacío,
con un dolor profundo.
Que emana crueldad
inmersa en una inmensa soledad
en menos de un segundo.

La eternidad
se acerca con sigilo a nuestra puerta
de par en par abierta
mostrando la verdad.
Te alejas de este mundo
a veces tan ruidoso e hiracundo.
Por fin se hace la paz.
©donaciano bueno

Por los siglos de los siglos...? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Pedro Flores

LOS 80.000 ESPANTAPÁJAROS DE XINGCHENG

Había que mantenerlos en el aire, agotarlos
hasta que se desplomaran como Ícaros de bolsillo.
La gente de verdad hace ruido con cacharros y sartenes
mientras nosotros, los espantapájaros, debemos cumplir
con nuestro viejo, silencioso oficio de fingir.
Llevamos ropa y sombreros remendados,
retales de todos los parientes muertos.
Nos parecemos un poco a los poetas;
somos demasiados y ahí, solos en el campo,
lejos de las cocinas y de los niños,
parece que tal vez servimos para algo,
pero el ruido de verdad se produce en otra parte
y nadie viene a acompañarnos por la noche.

EL NIÑO ZEDONG SE PIERDE EN EL BOSQUE

Cuántos cuentos comienzan con un niño perdido…
Pero al poema no le interesan los cuentos.
El pequeño Mao ha huido a las montañas de Shaoshan,
huye de la estricta vara de bambú de su profesor;
al poema no ha de interesarle el cuándo ni el porqué.
Tres días estuvo perdido en el bosque el niño Mao
hasta ser encontrado tiritando, pero intacto;
al poema no ha de interesarle por quién o si dormía.
Al poema le interesa lo que a nadie le importa,
por ejemplo, si como en todos los cuentos
que no le interesan hay migas de pan señalando el regreso.
Y sobre todo, al poema le importan
los hambrientos gorriones que extravían los caminos.

EL RETRATO DE DORIANO GRIS

En algún lugar, sobre algún papel,
entre otros muchos poemas, todos olvidables,
debe haber uno inimitable y definitivo,
uno que se ríe de los renglones del tiempo,
un hermoso poema que no envejece.
Ese poema, por mi bien, ha de existir,
pues solo eso explicaría este rostro mío.
Solo eso excusaría
a este viejo mezquino y rencoroso del espejo.

FOTOGRAFÍA DE NIÑO CHINO CON TIRACHINAS

El hombre debe derrotar a la naturaleza.
MAO

El joven pionero apunta su arma;
todo es heroico y noble en su expresión.
Se palpa la tensión de la piedra en el disparadero,
nos compadecemos del parásito gorrión posado
al otro lado de su destreza.
El ojo izquierdo se cierra para afinar el blanco,
eso lo hemos hecho todos al disparar una piedra.
Lleva una cuerda en bandolera para sus trofeos;
cuatro pájaros ensartados o enhebrados
como en un ábaco para inventariar la muerte,
eso lo hemos hecho todos al atesorar cadáveres.
Pero una fotografía se parece a un poema,
ambos son un instante, hablan también
de lo que no hablan y detienen el tiempo
como una pierna que ha sido amputada pero aún duele.
Y tal vez el joven pionero en el último momento
destensa el arma, abre el ojo izquierdo,
mira volar al pájaro,
eso lo hemos hecho todos los sicarios
al sentir compasión alguna vez.

EL SEÑOR ZHENG, ORNITÓLOGO, EN EL CAMPO DE TRABAJO

Siempre fue un niño débil Zuoxin Zheng,
un huérfano más bien solitario
que recorría las montañas de Fujian
amparado por el canto de pájaros humildes.
Así que, años después, cuando fue preguntado al respecto,
el señor Zheng dudó, el señor Zheng sintió
que testificar contra sus viejos amigos los gorriones
sería un acto imperdonable de traición, no solo
hacia los pájaros, sino hacia un niño enfermizo
que escucha a los pájaros.
Ahora, aquí, tendría que terminar la verdad y comenzar el poema;
poetas y ornitólogos en realidad en algo se parecen:
ambos esperan una sombra asustadiza,
un trino fugaz que puede que nunca
se pose justo ahí, en la rama que observan.

De Los gorriones contrarrevolucionarios. Editorial: Visor.

Si te gusta #Pedro Flores... Share on X

MATAR PARA VIVIR [Mi poema]
Jorge Medina Vidal [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Matar para comer. Nunca entendí
por qué para vivir hay que matar,
si acaso no pudiera él inventar
otra forma mejor de subsistir.

Vivir, vivir, vivir, vivir, vivir,
y encima y sobretodo respetar,
amar y amar, amar, amar y amar
y nunca en ningún caso zaherir.

La sangre que hoy es roja desteñir
echándola en un barco a navegar
y aunque sepa el peligro de soñar,
que nada tenga nunca que morir.
©donaciano bueno

Pues no me parece bien por mucho que fuera Dios quien así lo hubiera decidido! Share on X

Siempre me he revelado contra esa forma que tenemos los seres de este mundo, carnívoros, de tener que matar para sobrevivir. Quien fuera que hizo este mundo, aquí no se lució.

MI POETA SUGERIDO:  Jorge Medina Vidal

Historia de amor

Para brillar con idéntica luz los amantes se encierran,
porque no saben si el mundo ha terminado
su destino de lluvias y de niños,
o si el mundo es un No opuesto a la integridad
de sus deseos,
o si el mundo no existe y entonces conviene
apartarse de la nada.

No son el hombre y la muchacha nocturna
que buscan sótanos húmedos y oscuros para entrar y salir
furiosamente. La fruta caída entre los desperdicios
es tan sólo el memento de un estío pasado,
y de una tierra fabulosa
como las entrañas de un toro.
Pero el amor hace que los amantes sean vicarios
de potencias altísimas,
que los mueve a la ira y a romper la pepita de los gameros
ávidos de unidad,
a pisarlos después con asco
porque abren la senda a los números infinitos.

Los amantes necesitan encerrarse,
y cada uno de ellos, que se aman tanto,
cuando se encuentran solos en una ola o en un palacio
-penetrado de silencio- donde ninguna mano
puede violar la intimidad fastuosa,
comienzan a descubrir el tórax, su cintura,
la risa, la cabellera criada entre delicias
y se lamentan.
Sí, pide la historia del amor
el llanto. La risa cumo un grito retorna
a la garganta
y el gracioso la escucha sobrecogido
y ríe, sigue riendo ante su noche.

Qué ver sino los labios unidos. Luces idénticas
que poco a poco dejan de ser lo totalmente otro,
y en el cabello, en la cintura, sienten
que allá infinito
arroyo bajo el valle
nada lo asible puro de la amada.

¿Adónde has visto luego que fueran los amantes?
¿Se apartan y mientras uno habla
el otro llora?
O se dedican a la muerte
en ese día en que pensaron: “Las mariposas vuelan para nosotros”.
¿Quieren burlarse del insigne fracaso?
Es por eso reconfortante saber que todavía se muere la juventud,
no llegados aquí, a la precisa madrugada,
preparada, en que el hastío los deja cínicos
o rompe el vuelo de su pensamiento.
Felices los necios y los sabios,
los engañados totalmente
que mueren en la fe primitiva
y los que arengan con la conciencia de un gran fraude,
mirando más, mirando más.

Noche transfigurada

Ni hablo ni escucho
como la dalia en el tintero.

Abiertas las ventanas de mi casa
en el campo
se sentían llegar cosas al mundo,
extrañísimas cosas,
cargamentos.
Y se sentía aquel drenaje oscuro
la emigración de lo que se moría
hacia todo el espacio
de las nubes.

Solo sé una palabra,
una pregunta
para ustedes señores ocultísimos
que parecen vivir todo en el campo
y despedís al borde de la noche
materias del olvido.

Pero no hablo.

Situación anómala

Amar es vivir despreocupado. Punto.
Es una posibilidad que debió ser jueves o explosión o sonido de una guitarra que el luthier nunca se atrevió a construir. Punto.
Situación anómala que todos confunden con Felicidad y se enorgullecen al descubrirla entre sus amistades.
Puede ser un gato que en las estrecheces de los hogares modernos repasa las masacres de sus abuelas ENTRE LOS HELECHOS GIGANTES Y LOS DINOSAURIOS.
Siempre está perdido en el sueño próximo al delta pantanoso.
Basta que toque un rayo de luz en su plumaje para que surja Amor, como una novia etíope de su blanca litera.
Los raquíticos no saben del amor. Entonces sí, corresponde: Punto.

La vida ya da su olor

No sé por qué destino moriré esta mañana
cuando todo esté virgen y el sol apenas llega.
La hiedra siente el rudo abanico del Este,
y el mar es todavía un posible misterio.

Ya no soy necesario. El día que mi infancia
fue un furor de aventuras
quedé mudo en la orilla.
Se han quebrado en la espuma
y los restos prosiguen su pálido reflejo
delante del abismo.

Llevo una mano roja para siempre en mi espalda
y entregado a las horas desando mi camino.
Puedo morir sin causas también esta mañana,
como ocurre en silencio la muerte del anciano,
debajo de un arbusto al borde de un camino,
mientras el río pasa.

Esta noche, más tarde,
cuando ya todo sea de nuevo un limo oscuro
que el tiempo arrastra al vasto refugio
de las sombras,
conoceré mi tumba:
las tres paredes negras y la otra brillante,
el techo sin estrellas ni pájaros
y el aire,
una forma nocturna caída sobre el piso.

Ni un deseo, ni un gesto, me moveré indeciso
por la frágil canoa donde ayer me detuve
para vivir de nuevo los aires que me rozan.
He de hacer las tinieblas en mi breve dominio,
yo el padre de mi carne reposaré a mi lado,
me reflejo en mis ojos,
y el viento en los jardines
recordará en silencio que muero,
y eso es todo.

Oración fúnebre para los héroes

Ahora no es posible descansar las fatigas,
ni secar las axilas ni arreglarse la frente,
ni dejar que la mano repose en las rodillas
hasta el último verso
como un solo naufragio.
Ahora que se inician sombrías procesiones
rompen el libro sus tapas y se esparce el poema,
ahora los caballos funerales renacen
y los últimos bronces de la torre olvidada
y cubren ya los cielos las crines del sollozo
como un mar encendido y escombros de montañas,
ahora es doble el mundo
las máscaras se irritan,
porque un sólo cadáver ha enlutado
la tierra silenciosa.
Pero puedo decirme que yo sólo persisto
que la muerte se nombra
detrás de los suspiros,
que estando entre la tierra bajo nubes de sangre
las armas y el acero tumbaron mis estrellas.
¿Acaso no es posible decir que eres la muerte?
tú y ella con los ojos se aplican al misterio,
¿acaso no comprendes tu palio de banderas
tus voces, tus caminos, tu misma sombra enferma?
La vida de los hombres quiso honrar esta muerte,
ceñirla de imposibles andanzas por la estepa
decir que se ha vencido la vida con su muerte
y andar sobre las rocas buscando el gran silencio.
Ahora mientras cruzan los enormes cortejos
la muerte se retrata besando a los mancebos
y en todo el universo la boca desdentada
repite las estrellas
Cadáver
el cadáver
tenaz y solitario
se arrastra lentamente con las fuerzas del pasmo.
La gloria lo cobija con sus telas de vidrio
debajo de las alas que alargan silenciosas
la lluvia azul de talco
que desprende el Olvido.

Si te gusta #Jorge_Medina_Vidal... Share on X

ESTA VIDA ES UN CLUB [Mi poema]
Roberto Mascaró [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Amigo, éste es un club. Esto es la vida.
Para entrar se precisa de un permiso.
¡Interdit! en francés está el aviso,
y una puerta con solo una salida.

No se puede cantar que aquí las normas
las pone el director que es el que manda,
exclusivo, los miembros de la banda
podrán si en eso están romper las formas.

Hay quien cree ser más, mas todos somos
del rebaño de ovejas, nuevos socios
llegados para ver y hacer negocios,
lacayos sin llegar a mayordomos.

Del teatro simplemente figurantes.
Poco más de espectáculo el atrezzo.
La simple imitación, meros tunantes,
cual aceite y vinagre, el aderezo,
©donaciano bueno

Tú qué opinas, no es ésto lo que realmente pintamos aquí? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Roberto Mascaró

Es decir: conmigo, y, también, conmigo.

Nadie sino yo ha escuchado estas palabras,
nadie conoce la causa de estas razones,
nadie ha oído antes nada semejante,
nadie escuchará jamás nada acerca de esto
que no ha sido dicho, que jamás lo será.

Es una podrida verdad que se pierde,
que va a parar al tacho de desperdicios
sin que nadie la haya sospechado siquiera.

Lo cómico es que todos piensan que algo
de esta verdad ha sido al menos rozado
o que por lo menos un aroma se ha reconocido:
malentendido general.

Pero, sentémonos a esperar el día
que lindará con el día, con el otro
lindo día que vendrá a encontramos
sentados esperando un día lindo
en la linde precisa de ese día.

Individuación: pura
y antigua monstruosidad, chispas
de neojipismo que se pierden en el magma
con sonrisas lamentables de la multitud lejana.

Sólo lo que es drogo atenúa esta confusión
con su nirvana dudoso, con su falso
paraíso, que es único en su especie.

Una verdad que se queda entre casa.
Una sirena que nadie ba escuchado.
Un temblor imperceptible.

Agradable mal tiempo

Brusco se deshilacha el humo sobre las casas.

Licuación y cristales en toda la ciudad.

Es el fin del invierno.
……………………. Llamas
de primavera.
…………….Todo lo que no se dice,
¿adónde va? ¿Está dicho o no clicho?
¿Y el miedo o el coraje de decirlo o callarlo?
¿Y la transparencia? ¿Y la verdad?

¿Y la verdad tras la verdad?

Todo está dicho por las hojas viejas,
ese humus espeso que arderá este verano
en la ciudad que hoy lame
sus flancos y se enjuaga en neblina.

Se humaniza el cemento.

Todo es una conversación en calma.

El café da su aroma benigno.

Mas la pasión, que sube
del más oscuro fondo de linces y de pumas,
se adhiere a la sombra más pura y metálica
y brilla en un ángulo, por sí misma abrasada.

Razones no agita:
devora tiempo,
devora conversaciones,
devora fricciones de los cuerpos en la penumbra,
devora drogas que queman el alma
y agotan los sentidos.

La ciudad muestra su espalda oxidada.
Es como la espalda de una doncella
impura, impúdica, incendiaria.

El otoño está lejos. Y todos los otoños.

Vamos llegando a casa.

La ciudad arde por sus cuatro costados.

Cada día
es como una llamarada
en un cielo infinito.

Muchacha de Málaga

No es otra esta sino la chica prístina
que tendida en las leves arenas de Málaga
ocupa casi entera la península.

Allí está, como bello juguete mecánico
junto a las restallantes aguas del piélago
posando como un ícono.

Sus ojos: dos indianos ídolos
que nada tienen de mirar hierático.

Sus sentimientos son a veces nítidos;
casi nunca traslúcidos.
Por eso dejan esperanza sólida
cada vez que la veo y el monólogo
merecerla debiese para un día ser diálogo
y deseo magnífico.

Siempre he admirado a esta muchacha sólida
de manos grandes y rubóricas
que un día quisiera que llegasen beatíficas
para brindarse impávidas
como dos pavorreales que se abriesen benéficos
y se cerrasen como células ópticas
despertando al estímulo.

Con ella se apaga el sol de Málaga
y las estrellas se vuelven puntos cómicos
y me llega de pronto un terror cósmico
que me obliga a dormir.

Esto todo es, de acuerdo, esdrújulo
elemento, de a ratos feliz y a veces básico
ciclo que ha de cursar infante pálido
pero duro y salvaje como indígena
que poblar pudiese esta república
que la chica de Málaga
a formar va con mítica
indumentaria, con su alma que lúcida
es sin duda, porque fulge sin mácula
en la clara penumbra de mi cuarto poético.

Soliloquio sado-masoca de nosotros

En la soledad hablo solo, o conmigo mismo, en silencio o voz alta,
y no sé si otros hablan consigo mismo o solos
porque nunca lo cuentan, como yo no lo digo.

A menudo me aburro de mis propias manías,
me peleo conmigo mismo, me ataco y me defiendo
y me condeno y me hundo en el olvido
de mí mismo, me abandono, abro mi corazón
a mi propio corazón, lo cierro,
me muestro cara a cara, me comprendo,
me enfrento con mi propia sombra,
me pongo los tacones altos frente al tocador,
apoyo mis acciones, severo me condeno,
me malentiendo acaso,
me engaño y me oculto hasta ya no encontrarme,
me miento en las propias narices de mí mismo,
me resigno a ser mi yo falso frente a mi falso yo,
me exalto y glorifico,
me arrepiento de todo y de nada,
me chongueo a una morocha junto a la rambla Sur,
elaboro mi complicada emblemática,
mi toponimia,
mi pacotilla,
mi mineral ordeno sobre mesas rituales,
me encomiendo a los más altos mandos imaginables,
y termino precipitado en la angustia y la alegría
de la vida, el amor y la muerte.

Y yo conmigo, yo y yo, en la soledad
(como en la soledad de otros)
somos dos, mano a mano,
rostro frente a rostro,
como en el Gran Masturbador de Salvador Dalí
(que no es obra freudiana mas monumento místico).

Somos dos, la pareja
(que sombra ya te has vuelto, pareja,
monstruo prehistórico
tal vez nacido en húmedas cavernas)
inseparable.

Discutimos punto por punto cada tema,
desde distintos ángulos, profundizamos
y confrontamos toda verdad con lo real, es decir,
sometiendo toda prueba ante el juez implacable
que es cada Otro y también el Los Otros y también el Nosotros.

Si te gusta #Roberto_Mascaró Share on X

TODOS DIFERENTES [Mi poema]
Juan Pedro López [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

No es fácil encontrarse por la calle
a un ángel disfrazado de gusano
y menos que aparezca algún enano
alardeando adrede de su talle.

Que es distinto si tiene algún detalle
que llame la atención mas no se vea,
y aunque quiera que el ojo se recrea
después de rebuscar nadie lo halle.

Bien sabido es que somos diferentes,
nadie existe que sea igual que el otro,
que un caballo parece y no es un potro
veas, no veas, presumas de tus lentes.

Que aunque sea que mires poco o a poco
y destaques la forma, la colora,
todos vamos más tristes que una ñora,
todos somos más menos como un moco.
©donaciano bueno

Todos somos distintos? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Juan Pedro López

El rancho

Hay un pedazo en el mundo
de tierra que yo no olvido
es para mi tan querido
tan sagrado, tan profundo
Cuando en sus recuerdos hundo
mis nostalgias de cantor
hago versos del dolor
que mi corazón encierra
y se los canto a la tierra
que fuera un nido de amor.

Bajo el pasto que ha crecido
copioso y divinamente
se oculta para la gente
el hogar donde he nacido
¡cuántos recuerdos queridos!
duermen allí, yo diría
allí en esa tierra fría
tierra de mi corazón
oculta cada terrón
más de una lágrima mía.

Todos los hombres tenemos
del mundo en algún lugar
la tapera, el dulce hogar
el rancho donde nacemos
pero cuantos ni volvemos
a recordar tan siquiera
la humildísima tapera
donde una madre amorosa
besó la frente preciosa
del hijo por vez primera

Todo vive sepultado
del trébol bajo la alfombra
ni tan siquiera la sombra
sobre la tierra ha quedado;
el hombre con el arado
sus paredes hizo trizas
fuertes eran y macizas
pero al fin se doblegaron
y mis recuerdos quedaron
bajo un mundo de cenizas.

Cuantas veces he querido
dejar su memoria trunca
no recordarlo más nunca
echar todo en el olvido;
¡para que, si ya he perdido
lo mejor que allí tenía!
pero el alma, el alma mía
mira entre recuerdos muertos
como unos brazos abiertos
que me llaman todavía.

Masoller

Allá detrás de una sierra
se levantaba imponente
el sol, majestuosamente,
cubriendo de luz la tierra,
los pájaros como en guerra
lanzan al cielo su ruego
y en aquel desasosiego
de cantos a la natura
el sol… Tomaba la altura
como una mancha de fuego.

Treinta mil hombres ansiosos,
Bien armados y dispuestos,
Van ocupando sus puestos
Visiblemente nerviosos,
Los momentos espantosos
No tardarán en llegar
En los que han de realizar,
Con una furia estupenda,
La batalla más horrenda
Que se pueda imaginar.

Dos ejércitos reunidos,
Aunque en distintos parajes,
Esperan como salvajes
Del cañón los estampidos.
Los pajaritos heridos
Van el espacio buscando,
Ya no cantan, van llorando,
Porque alcanzaron a ver
Que ya están en Masoller
Los hombres malos peleando…

Son treinta mil los guerreros
Que a manera de espartanos
Están peleando entre hermanos
Como perros carniceros,
Todos blanden sus aceros
Con un ímpetu feroz,
Y de aquella lucha atroz
Quedaron en desconcierto
Sobre cada pasto un muerto
Como maldición de Dios…

El clarín vibra doliente
Como un quejido a deshoras;
Y las ametralladoras
Tiñen de rojo el ambiente
Y allá va un pueblo inocente,
Analfabeto y brutal,
A morir como animal,
Sin reflexionar… Tirano…
Que aquel que mata un hermano
Es mil veces criminal.

¡Vivan Los Blancos!… Grutaban
Los valientes de Aparicio,
Y camino al sacrificio…
¡Que mueran!… Les contestaban
Derrepente se alejaban,
Se volvían a entreverar
Y matando sin cesar
Ruedan los muertos y heridos,
Y los que no caen vencidos
Vuelven de nuevo a atacar.

La lucha va recobrando
Más fragor a cada instante,
Y sobre la sangre humeante
Van las víctimas quedando,
La muerte sigue diezmando
De ámbas partes por igual
Y al estépido infernal
De fusiles y cañones
Van rodando corazones
Y entre ellos… ¡Un General!…

Honda llaga abrió en el pecho
La caída del valiente,
Y su ejército imponente
Ya va sin rumbo y deshecho,
Saben que a morir, derecho
Marchaban como condenados
Y avanzan encarnizados,
Horriblemente sangrientos,
Como búfalos hambrientos
Los Blancos y Colorados.

Así perdieron la vida
Hijos que aún la madre llora
Y que la patria deplora
Tristemente arrepentida,
¡Pobre tierra bendecida
Por tus heroicos abuelos!
Y que hoy bastardos anhelos
Nos lleva al campo de acción
A morir sin más razón
Que el color de dos pañuelos.

Yo ya na soy partidario
De ninguno de los dos,
Quiero a mi patria y a Dios
Y a todo lo necesario,
Algún ser estrafalario
Con sus designios fatales
Condenó a los orientales,
A los hijos de mi tierra,
Para que vivan en guerra
como algunos animales

Después que todo termina
Reflexionan con espanto
Que todo es mentira, llanto
Desolación hambre y ruina,
La opinión nos asesina
Con su brutal puñalada.
¿Que importa que en la patriada
A unos el triunfo les cuadre,
Si después llora una madre
Sobre una tumba ignorada?

Y ese llanto derramado
Por las madres vale más
Que la guerra, que la paz,
Que todo cuanto han soñado,
Yo iré, sí, como un cruzado
A morir con hidalguía,
Pero esso será aquel día
Que insulten nuestro Pendón,
Por a una revolución…
No estoy loco todavía!

Doña Micaela

Cerca de aquel pueblo donde yó nací
De Canelones a una legua escasa
Bordeando un camino de «pitas» y «tunas»
Un rancho se alzaba
Era un rancho vlejo de ladrillo y zinc
Tan humilde y pobre, que hasta daba lástima
Y a pesar de todo soportaba el tiempo,
No se conmovía, ni se tambaleaba
Ese era mi rancho…
Allí nacimos todos…
Esa fué mi casa…
Bendito su recuerdo, aquí dentro de mi alma.

Había un pozo al trente
Al que un viejo sauce su sombra le daba
Era un pozo inmenso, obscuro y hondo;
¡pero tenía un agua!
Las má pura y sabrosa de aquellos lugares…
Según se contaba…
Todos los vecinos y los peregrinos
Tejían alabanzas
Para el agua pura de aquel noble pozo
de mi humilde casa.
Era tan famoso como era su dueña
Una pobre anciana…
Partera del pago hacía 50 años.
Tenía unas manos, decían las madres
Igual que una «santa».

Mi madre y el pozo eran en el pago
Dos cosas sagradas…

Parece que aun siento después de 30 años
Una voz que llama…
Para repetirle lo mismo de siempre…
Doña Micaela?, deme un vaso de agua
¡Oh que pura, ¡que linda… Que fresca!…
Que Dios se lo pague!
Que agua divina, parece filtrada…

Y mi pobre madre
A veces descalza
Porque en el apuro perdía una «alpargata»
tendíale la mano,
al que allí llagaba
Con un vaso lleno, desbordante de agua,
de aquel viejo pozo de mi pobre casa…

Doña Micaela?, deme un vaso de agua!
Y era para ella un placer profundo
Cuando aquellos mozos y esas mozas guapas
Que ayudó a nacer
De cientos de madres de aquella comarca
Le pedían sedientos al pasar allí…
Doña Micaela?, Deme un vaso de agua!

Pobre madre mía!…
A veces lloraba de puro contenta
Cuando tantos hijos, que eran casi suyos
Al pasar llamaban y le repetían;
Dona Micaela?, deme un vaso de agua!

Todo está muerto
ya no existe el rancho…
Ni tampoco el pozo, y menos la planta…
Aquel viejo sauce donde yo pasaba
Las horas benditas de dulce infancia…
Todo está muerto
Ya no queda nada…

Sobre esos recuerdos, ha nacido alfalfa,
Un hombre muy rico
Compró aquella chacra
Puso dos obreros, con tremendas palas,
Que en poquitas horas taparon la boca
del pozo querido que aún se conservaba
Cual un centinela sobre una montaña…

Así terminó todo
Ya no queda nada
Nada que recuerde a los caminantes
La noble figura, la cabeza blanca,
la sonrisa triste de la pobre anciana…
Pero para muchos seguirá, viviendo
Como una leyenda
Aquellas palabras;
Doña Micaela?, deme un vaso de agua!…

El pozo y mi madre eran para el pago
Dos cosas sagradas
Yá se acabó todo
yá no queda nada
Ni padre, ni rancho, ni pozo, ni sauce
nada, nada, nada…

Payador

Payador no puede ser
cualquiera que se disponga
por más que en una milonga
pueda, el mozo, florecer.
Primero debe tener
conciencia de lo que toca
y si algún recuerdo evoca
debe hacerlo penetrante
para que sea el consonante
un pensamiento en su boca.

Porque arrojar consonantes
con facilidad pasmosa
eso… Resulta una cosa
de mediocres e ignorantes.
Los pensamientos brillantes
no se hallan a la carrera,
ni aquélla expresión sincera
que lo hace gaucho al cantor,
cuando canta con amor
derramando el alma entera.

Que para ser payador
no hay estuDios, ni se aprende;
es el divino fulgor
de un rarísimo señor
que ni él mismo se comprende.

Quemá esas cartas

Quemá esas cartas donde yo he grabado
Sólo y enfermo, mi desgracia atroz
Que nadie sepa que te quise tanto,
Que nadie sepa solamente Dios.

Quémalas pronto y que el mundo ignore
la inmensa pena que sufriendo está
un hombre joven que mató el engaño
un hombre bueno que muriendo va.

Te amaba tanto, que a mi santa madre
casi la olvido por pensar en tí
y mira ingrata como terminaron
todos los sueños que vivían en mí.

Yo ya no espero que tu amor retorne
al dulce nido donde ayer nació;
yo ya no creo que tu blanca mano
cierre la llaga que en mi pecho abrió.

Y te perdono… Porque aquel que quiso
nunca maldice lo que ayer besó;
gime y se arrastra sin tomar venganza
muere… En silencio… Como muero yo.

Más cuando en brazos de otro ser dichoso
caigas rendida de placer y amor
recuerda al menos que has dejado trunca
una existencia que mató el dolor.

Si te gusta #Juan_Pedro_López... Share on X

ESO ES UN MILAGRO [Mi poema]
Natalia Litvinova [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

El día en que la tierra estremeció
la iglesia de ese pueblo quedó entera,
se ignora, la verdad, lo que pasó,
a qué se debe que a ella no afectó,
por qué siguió allí erguida y altanera.

Atónitas se fueron acercando
las gentes del lugar alrededor
haciéndose preguntas, murmurando,
y alguna explicación allí esperando
que obrara y no aumentara su temor.

Queriendo descifrar ese misterio,
razón porque la iglesia quedó en pie
y en cambio todo el resto era un tiberio,
incluso que hasta el mismo cementerio
se fuera cual la mierda en el bidé.

Debieron esperar al señor cura
quien quiso sentenciar, es un milagro,
del diablo y del demonio una conjura
causado por los hombres, su locura,
esperen un momento y lo consagro.
©donaciano bueno

Lo que aun es un #milagro es que alguien todavía crea en ellos? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Natalia Litvinova

FLORES DE CHERNÓBIL

Nuestros hombres comienzan a extinguirse,
nadie sabe por qué las mujeres resisten más.
Mi padre llora al sacrificar a un animal
mientras mi madre cambia el empapelado de las paredes.
No nos dejan exponernos al sol, empalidecemos
como flores que crecen bajo la nieve.
Huimos al bosque, lejos de este edificio,
yo con mi blusa infantil y mi hermano con su remera lisa.
Qué ganas de volver al lugar donde nacimos
y correr con los brazos extendidos,
limpiar el aire como uno de esos aviones
que arrojan espuma
sobre el sarcófago humeante.

DISPARO

El tiempo se rompe como un vaso.
Puedo juntarlo con las manos y admirar
el mundo en sus cristales rotos.
O juntar las manos como quien reza.
No juntar más que mis manos.
Apuntar con los dedos a mi pecho
disparando sin darme muerte.
Tan sólo acomodarlas allí
como a dos palomas débiles y frías
después de una vida de lluvia.

MANO

acariciá a tu hija
que pide una docena de guerras
como rosas tachadas
para recomponer su cuerpo.

EL MAR DE NOCHE ES UN ABISMO SI LA LUNA NO LO TOCA

Los poemas tristes
son un secreto homenaje a la alegría.
De ser posible, yo pediría nacer barco,
uno que va hacia su naufragio
y sabe que hay un iceberg para él.
Mi vida consistiría en aprender
a nadar tranquila.
***
Rezo, pero ¿acaso
alguien escucha
este relincho?
Hay algo magnífico
en la espera,
el murmullo
hacia el oído
de nadie.

NADEZHDA

Mi marido cuenta en voz baja
las naves del insomnio,
el empapelado puede oírnos,
las lámparas de queroseno s
ueltan chispas de advertencia.
No tenemos distracciones,
el miedo invade San Petesburgo.
Osip, mi pelo se volvió cano
de oírte recitar en esta habitación.
Cuando estás en la cama, quieto,
en silencio y con el rostro
entre tus manos,
percibo los pasos de tus poemas,
no tenemos a donde huir,
en este tiempo que no admite la belleza,
soy tu cinturón,
el revolver que no usarías.
*Osip Mandelstam (1891 -1938) poeta ruso, arrestado por escribir un poema contra Stalin. Nadezhda Mandelstam, esposa de O. Mandelstam, memorizó la mayor parte de la obra poética de su marido.

AJMÁTOVA A BORIS ANREP

Anochece
y el canto de los grillos
me recuerda la frescura del bosque,
caminábamos en silencio
entre los pinos,
no había mejor poema
que el crujido de la pinocha
bajo tus pies.
Usaba un anillo
en la mano izquierda
que pasaba a la derecha
y decidí regalártelo.
Me contaron que lo llevás
colgado del cuello
como un amuleto.
A veces lloro la intimidad
que perdimos
y qué vergüenza sentir esto
en un siglo que rechaza la vida.
Boris, ¿cómo es vivir en Inglaterra
mientras Rusia se cae a pedazos?
*Boris Anrep, artista de mosaicos y amante de Anna Ajmátova, se radicó en Londres en 1917.
(poemas inéditos)

Anarquía

El libro Los exiliados románticos
quedó atrapado en mi sueño.

Pienso que antes de cortar el pasto
del jardín hay que caer en él.

El libro dice: “En nuestro seno Bakunin se recuperó
de nueve años de silencio y soledad.
Discutía, predicaba, daba órdenes, chillaba, decidía,
componía, organizaba, exhortaba,

el día entero, la noche entera,
las veinticuatro horas…”.

Juntar el pasto alto y hacer coronas
para las muchachas
de mi pueblo,

invitarlas al bosque, bailar alrededor del arce.
Trazar un círculo de alegría con movimientos.

Vuelvo al libro: “María, que vivía con bastante
felicidad en el adulterio, no tenía deseo alguno
de casarse con su amante
y deseaba aún menos
complacer a su marido”.

La lluvia empieza en la tiara que decora la frente,
después baja a los ojos
y se llora.
Los exiliados románticos: es una novela de Edward Hallet Carr, considerado uno de los mayores especialistas en la historia de Rusia.

Los silencios de Casandra

Hay belleza en el castigo, ese arrecife
contra el que rompe nuestra vergüenza.
Arrastrada hacia el fondo del establo
me empujan contra las ortigas
y no permiten que me levante.
Pero el orgullo no se arrebata.
Permanezco en silencio,
mi mayor esfuerzo es no gritar,
la voz contenida rasga la garganta.
Frotan mi cara con la nieve,
yo no grito, a los agresores
también les duele.
No se ruega ni se pide,
el dolor se va
y esa voz atragantada
podría ser tu don.

La suelta

Me retoco los labios en el tren
al lado de un hombre
que mira hacia otro lado,
animo la suelta de perfumes,
deshago la trenza,
enfurezco el color de mi boca
después de haberlo atormentado.
Una parte mía se escapa en este instante.
Como un caballo negro,
cabalgo velada por mi propia oscuridad,
montada por jinetes
que conducen a la guerra.
(de Siguiente vitalidad)

Si te gusta #Natalia_Litvinova... Share on X

LA DICTADURA DEL QUÉ DIRÁN [Mi poema]
Daniela Camacho [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

¿Qué he de hacer, qué dirán? Me da vergüenza.
Si no consigo hacerlo, ¿él que diría?
¿Me mirará la gente todo el día?
quizás me tacharán de sinvergüenza.

¿Y si fallo, no sé, no doy la talla,
no veo el escalón, ¡virgen maría!
imagina pensar que pasaría
si me diera de bruces con la valla?

Las risas a el entorno abrasarían
ardiendo mi cabeza en esa llama.
El mundo me echaría mala fama,
los que nunca ven bien me zurcirían.

Ansiedad, te ruego hoy te detengas
ten compasión de mi. Pido amnistía.
No me importa saber de donde vengas
ayúdame a sanar esta sangría.
©donaciano bueno

Esto es especialmente a destacar entre los #españoles? Share on X

La dictadura de la vergüenza. el temor a el «qué dirán» esta demasiado presente en nuestras vidas. 

MI POETA SUGERIDO:  Daniela Camacho

Poema para Ágata

para encenderte los párpados, Ágata,
y hablarle al leopardo que duerme a mitad de tu sangre
para escuchar el bramido de lilas a mitad de tu sangre
hay que ser ángel o violeta degollada
ceniza de uvas negras
vino ardiendo en la lengua de las animalas

hay que sacarse de los ojos la nieve
decir aguamarina
clavar una libélula en el pecho de los recién nacidos

para apagar la niebla hay que morir despacio
mientras los árboles arrullan a los astros

hay que morir despacio
y para siempre

Nada

te digo que vivir
es una mala noticia
nos abandonan en el mundo
con el cuerpo impregnado de otras soledades
y no tenemos nada

una casa enorme y vacía
nada
niños de ojos nublados
manos que envejecen
sin escribir una sola palabra
nada

despertamos sin saber qué día moriremos
ni de qué manera
caminamos con las piernas rotas
porque no sabemos nada
y te lo digo
no tenemos nada
sólo hambre
y fe
y miedo

MORIR DE PARAÍSO

III
Lavarás tu cuerpo poseída por la sombra. Al primer golpe de agua, la piel arrancará de tajo un nombre a la memoria. Querrás decir Leteo, canción del tenebroso, diamela, pero estarás muda de espanto. En la espera del que tañe mirlos en el aire, te descubrirás distinta a las demás hijas de Eva y hablarás por los desnudos.

Soy la que flota en el río, la despojada. Polvo de la madre extraída a su niña en trance.

La desnuda
dicen ellos
la bestia descarriada.

¿A qué tanto ropaje si en la piel se me calcina un nombre?
¿Para qué vestir de nube, aturquesada, si de arder me estoy muriendo?

Busco acordes en la niebla que apacigüen mi silencio. Me abandono en el lenguaje de las barcas. Del ciprés soñado por amantes solos nace una canción de cuna para las muchachas tristes.

En las ramas del almendro, madura el corazón del oboísta.

LUZ DE AZUL ENSUEÑO

I
Un bramar de clavicordios ensordece el valle de los muertos. Yo lo escucho con mi sed de noche en un vaso sin estrellas.

II
Estoy azuleciendo de sin palabras. El silencio es algo muy hermoso y muy terrible.

III
La niña que olvidó sus ojos marrones junto a la noche soy yo. La ciegamente sola, amadora del silencio, de la luz.

IV
Atardecí como la ahogada en un río de pája¬ros. La noche me resucitó las alas, pero alguien dijo que las muertas no saben volar.

V
Una horda de azafranes y su lluvia de semi¬llas herrumbraron mi lenguar. Ahora espero, con los ojos muy abiertos, que un caballito del diablo venga y me lama la nuca.

VI
La más sanguínea hembra tiene hoy venas vacías. Y es otramente ella, tan cantando como siempre en su apátrida lengua.

AVE MUDA

I
el corazón del náufrago lo sabe
lo presiente:
hay una campana bajo el mar
que espera ser tañida por las manos del ahogado

II
este puerto que se incendia
a golpe de guitarra y amapolas
baña con su luz marina
los retratos de mi infancia
en las barcas de nocturnos pescadores
la bahía se desordena
niños de ojos inundados
cantan en silencio
para sus hermanas ebrias

ellas danzan en el muelle
con melancolía de estatuas
ceden su blancura a las gaviotas
y el aroma de sus cuerpos
humedece la madera

es de noche en el verano de mi infancia
alguien canta una canción de cuna
y el ardor de la bahía se desordena

III
isla de pájaros:
caja musical donde la bailarina se desnuda
y tiende el corazón sobre las rocas

lavada por la sal y el viento
ella olvida lo que sabe del silencio
de la sed de su garganta
emigra para siempre un ave muda.

Si te gusta #Daniela_Camacho... Share on X

VIVAMOS Y VIVAMOS [Mi poema]
Clara Muschuetti [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Copiemos de las flores su hermosura,
plagiemos de los pájaros su canto,
de los niños, ingenuos, su ternura
huyendo de los rasgos de locura
viviendo cual vivir hiciera un santo.

Saquemos a lucir los corazones,
airemos nuestros buenos sentimientos,
colguemos la emoción de los balcones,
dejemos la razón y sin razones
obviando publicar nuestros lamentos.

Vivamos como quiera que vivamos,
lancemos nuestras dádivas al viento
probando a disfrutar lo que soñamos,
prestando la atención a lo que amamos,
dos hojas son la vida en este cuento.

Cual bello es ese pétalo encendido
o triste la del pez asesinado,
hagamos hoy de todo lo vivido
un punto equilibrado, sea un nido
de azul y de perfume barnizado.
©donaciano bueno

#Vivir no es suficiente sin el adjetivo #bien o #mal? Share on X

Entre un pesimista y un optimista sólo hay un realista mal informado.

MI POETA SUGERIDO:  Clara Muschuetti

Del libro La campeona de nado (iROJO, 2007)

Como una paracaidista sin ideales
caigo en el pasto
o jardín de la casa de alguien
los perros ladran no entienden
los jardines son más ciertos en verano
que yo sea muy feliz y esté convencida de vivir
es más o menos cierto este invierno
que no tenga ideales no es cierto
que los quiera dejar caer para que no perturben
mi vida de chica
es cierto
esta temporada soy la chica feliz que soñaron mis padres
pienso que quizás sea furor este verano.
*****
este no es el tiempo de las grandes ligas
los pies contra la alfombra
escucho algo sobre los vientos huracanados que azotan
la Florida
ni siquiera puedo imaginar
la Florida
un viento huracanado sí
algo parecido a la conciencia

dicen que el huracán se llevó
no sé cuántas casas y personas
y qué horror
y cuántos perros y autos
y escuelas
y qué horror
ahora parece que soy alérgica
tres días sin dormir

venía en ese taxi y la radio
y el tipo que le disparó al amigo
¿quién es?
y lo de la Florida
¿y la Florida qué es?
y no sé por qué pero
en estos días de tanta neblina
y a esta hora me parezco mucho más
a mí
pero a mí antes
me veo todo el tiempo en el reflejo
de la ventana
la bajaría
pero el frío
cierro los ojos pero tengo miedo de dormir
el taxista adelante tararea esa canción
o hace un sonido con la nariz
¿qué hace?

este momento es de cambio
camino sin contar las baldosas
la palabra lago es una palabra inútil
en mi estilo de mi vida
camino sola porque estoy sola
pero todo el tiempo no
o sí
no hay acuerdo

entonces una casa con lago
o un lago
eventualmente un lago
o soy todas o no soy ninguna
*****
Acepto hablar de los campos de polo
pero no de ese caballo que no ve más que el césped
en esta tarde típica mi aspecto engaña
no escucho el ruido pero veo el caballo alejarse
espero en el auto
las ventanas bajas para el sol
tiempo para confirmar que las cosas son las cosas
y mi hebilla roja perdida está sobre el asiento
toda la atención puesta en el caballo sordo
el animal corre por la cancha
está esa escena
y la escena en la que mis ojos brillan debajo de los anteojos prestados
caballo marrón con mancha negra justo arriba del ojo
no te puedo ver
esta mueca que hago con la boca
esta mueca es perfecta
este segundo es alusivo
a los grandes segundos.

Del libro Karateka (El fin de la noche, 2009)

El paso se interrumpe
un camión descarga lácteos en un mercadito
los hombres hacen fuerza
el chino del mercado da instrucciones
yo pienso en la cadena,
en la cadena alimentaria de las cosas,
lo mejor que puede pasar es que se vendan todas las leches.

En qué franja del mundo estoy
en la que hace qué
en la que cree en qué
en la que jamás piensa en qué

qué soy exactamente

qué virtudes tengo
en qué franja de la bondad entro.

En el medio de la calle hay un auto dado vuelta
lo custodia una mujer policía
ya no hay personas
no hay accidentados
queda un auto dado vuelta
un auto que ya no sirve tanto
me preocupo por la vida de las personas que iban adentro
cuántos eran
si había niños, una mujer embarazada
un anciano o alguien feliz.

No tengo idea de mi coeficiente mental
cuánto es, qué número tiene
en qué franja estoy

tengo una enfermedad crónica
me pregunto cuánta gente habrá
en la franja de los enfermos crónicos.

Mi vecina está recién operada de la garganta
tiene un hilito de voz
ella está en esa franja
su hija está en la franja de los niños con problemas de peso
yo estuve en la franja de los niños fóbicos
de las nenas a las que le comieron la lengua los ratones.

En qué franja cabe mi felicidad de hoy
en qué segmento va
no sé nadar
estoy en una franja que no me queda bien
a mí dejame en el agua que no me voy a morir
estoy en esa franja.

Nadie sabe en qué franja horaria está mi hermana
ese continente no está en esta franja
mi hermana está en la franja de las mujeres altas
yo estoy en la franja de las bajas
y la miro como cuando era chica
hay una franja que nos unirá siempre
la franja de los hijos de Mónica y de Ulises.

Se bifurcan las franjas de la identidad
tanto
que dan ganas de correr
hacia la preexistencia.

En el bebé diminuto que vi en el subte
iba la gracia
la vida
frágil
nueva
en la madre del bebé diminuto que vi en el subte
iba el miedo a lo inmanejable.

La franja de los recién nacidos
es la franja efímera.

Estoy en la franja de los que le deben al psiquiatra
de las chicas con mucho corazón
y muchos lunares
en la franja de los que a veces
duermen mal de noche.
*****
Hace meses que veo
un cartel de remate judicial
en el departamento más alto del edificio que ocupa
toda la esquina.
La familia amenazada, aturdida, espantada,
condenada por un error
o por la falta de algo.

Hay zonas en mí
que tendrían que tener un cartel así
con letras un poco más grandes,
hay gente que no ve bien.

Un remate judicial de mi parte cansada
de la que repite el mecanismo que traba.
La neurona asfixiada, el corazón diabético,
la palabra que nombra lo que no estoy pensando.

Es imposible ser sano todo el tiempo,
ser colorido, ser buenísimo, ser genial,
ser feliz todo el tiempo, estar comprometido con la vida,
es imposible decir el nombre completo de alguien
cada vez que se lo nombra.
*****
te presento mi noche de paz
sin amor
sin fuegos de artificio
es de tarde pero la noche
los secretos del invierno que dije
mi secreto tiene vena
soy primera en un torneo
que no le importa a nadie,
como hija de padres recientemente separados
me dejo acariciar la cabeza por cualquiera
es que un corazón así
en esas circunstancias
es un corazón mareado
golpeado
tengo adentro un órgano golpeado
cagado a palos
soy grosera por necesidad
como es la vida conmigo
me rapa literalmente hablando
no.
te presento la vida amable
que me hubiera gustado
nací, prácticamente
viví
vivo, prácticamente
tirito
el reflejo del agua
me tiñe esta parte del alma
de acá
y me daña eso que llamo “ser adecuado”
o estilo de vida que corresponde con la idiosincrasia
de otra gente
adentro de cada persona hay otra persona
que piensa más o menos lo mismo
pero en otro idioma.
*****
Parecía insostenible tanta natación
las cabezas de silicona
los brazos sincronizados la respiración justa
el cloro hiere
parecía especial que nadara preciso
alguien dijo lo que importaba
no tenía que hundirme pero me hundí
una pulserita perdida
siempre me gustaron las misiones imposibles
alguien
un superior me dijo que me retirara
me fui chorreando agua a buscar mi toalla
la que tenía mi nombre en una tirita blanca
pero agarré la de otro y caminé hasta el vestuario
con los ojos rojos la piel levemente arrugada
no quise saber qué nombre tenía impreso la tirita blanca
qué identidad qué paradero qué trauma me envolvía
verde suave con ese perfume a limpio
no quise saber a quién le había dejado
mi toalla azul
mi discusión con llanto de esta mañana.

Si te gusta #Clara_Muschuetti... Share on X

YO SÉ QUE ME IGNORAS [Mi poema]
Matías Behety [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Ya sé que tú me ignoras, no me importa
que el agua ya no bebas de mi fuente,
que escuches los reclamos de otra gente,
que otro árbol a ti hoy más te reconforta
pues piensas que es mejor y es diferente.

Ya sé desde hace tiempo que el olvido
forma parte de ti, de tus regates,
que admiras los poemas de otros vates,
quisieras no mentar ya lo vivido,
sus tretas, sus torturas, sus dislates.

No te guardo rencor. Cada uno tiene
en su vida el derecho a decidir
lo que quiere pensar o ha de sentir,
aquello que a su espíritu conviene,
que es libre elucubrar y aún el mentir.
©donaciano bueno

Cada uno es cada cual, no? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Matías Behety

María

A mi amigo Antonino Lamberti

Hacia tu hogar encaminé mi paso
Y me detuve trémulo en su puerta!
El sol se sepultaba en el ocaso,
Y al abrazarme me dijiste: ¡muerta!

La sombra me inundó. El alma entera
En un sollozo se agotó doliente,
Al mirar esa hermosa primavera
Desmayada en el rayo de su oriente.

¡Muerta!, exclamé, y respondiste: ¡muerta!
Delante su ataúd caí postrado…
Cerré los ojos y la vi despierta,
Su angelical semblante iluminado!

Me hablaba, y sonriendo enternecida,
Envuelta en nubes de flotantes velos,
¡Ah! no lloréis, me dijo, mi partida:
Yo era la desposada de los cielos!

Las dos almas

Del triste cementerio en la capilla
En su blanco ataúd tendida estaba,
En cruz las manos, y la casta frente
De rosas coronada.

La incierta luz de amarillento cirio
Su pálido cadáver alumbraba;
Era joven y hermosa; y muerto había
De un hombre por la infamia.

* * *

Del triste cementerio tras el muro
Sobre la fría tierra muerto estaba;
Las negras sombras de la oscura noche
Su cadáver velaban.

Era joven y hermoso; y muerto había
En desafío del que fueron causa
El vicio, el desenfreno y el desorden
De una vida agitada.

* * *

Allá del infinito en el espacio
Cruzáronse dos almas:
Era la una cual la noche negra
Y era la otra cual el día, blanca.

Se miraron, y alzóse de una de ellas
Compasiva plegaria.
Después bajó la negra, hondo, muy hondo,
Y la blanca subió, alta, muy alta!

40 MIL ALMAS

“Ilusiones:
Venid a mí sonriendo placenteras
visiones que en la infancia he idolatrado.
Oh recuerdos! Mentiras del pasado.
Oh esperanzas! Mentiras venideras.”

Si te gusta #Matías_Behety... Share on X

MI POETA INVITADO: Jonatan Lépiz Vega

leonard recuerda a janis

tenemos la música dijiste
y ahí nos atrapamos
por esa noche en el elevador
de un viejo hotel donde nos olvidamos de las sombras
una canción de tres minutos
que le dio la vuelta al mundo
una loca historia de dos cuerpos
que se toman por asalto
y miran la ciudad y la gente
desde el cristal de la habitación
junto a una botella de southern comfort
abajo una lenta marea que deambula
y se mueve aquí allá
sin llegar a ningún sitio
autos buses y taxis
un paisaje amarillo
en el que se refracta la luz y la sangre

en esta ciudad enloqueció lorca
entre el espanto y el insomnio
enloquecimos nosotros
sellados al vacío de la música
y de un sudor de diez pisos en caída libre
como si alguien hubiera cortado los cables del elevador
en el que viajamos
y todo el ruido de afuera
las armas el hormigón que se desploma
los flashes de las cámaras
las personas
cuyo único testimonio es que mueren y han muerto
y ese crujir
donde se filtra el humo de las cosas
no pudiera contra nosotros

estábamos y estamos de lleno en el camino
vos te bajaste antes
nos arrebataste tu loco ronroneo alucinado
en el cual creímos encontrar
la respuesta a los secretos
—estoy seguro que ahí está—

tenemos la música dijiste
antes de marcharte
aún espero mi turno
y es también
lo único
que tengo

confesiones de una máscara

soy un velo
y otro velo
que tiendo sobre el juego de sombras de la noche
de lo que parecen sombras
y no es más que el desamparo que habita en todo lo que vive
y en él
nadie logra verme
ni osa respirar mi aroma de sándalo
aspiro el humo
en el que regresan y se repliegan
vapor oscuro que anida en los pulmones
como un pez como el frío

escribo como una locomotora
como mailer sentado frente a su máquina
en pleno trance de los desnudos y los muertos
aún
en los minutos
en que las palabras desaparecen
en medio de la danza de tinta sobre el papel
salgo a cazar a las malditas
envuelto en el silencio
y el sudor
con los que cincelo mi cuerpo

busco la poesía
arrodillado
bajo las hojas
las palabras burbujean
y vierten sobre el mundo
su amenaza
soy su amenaza
su redención
el filo de la espada
el último invisible

—los cerezos envejecen
sus pétalos
sobre las calles de tokio
son el testimonio
de nuestra derrota—

busco la manera de vencer el polvo
derretir las cadenas
volver al Tiempo
soy
la última gran sombra
el último suspiro
la distancia que media
entre el ojo de la noche
y su presa

me marcharé
como una flor de sombras
me extenderé sobre la infamia
él repetirá mi nombre
y entrará en lo eterno

EL TITO BERNI [Mi poema]
José María Espinasa [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

¿Alguien hay que conozca a Berni, el tío,
quien fuera Diputado por Canarias,
el mismo, el que garante de los parias,
luchara contra ricos con gran brío
colgado de las grándulas mamarias?

¿Alguien hay le conozca? Nadie sabe,
ninguno en el Congreso nunca ha visto,
ni el mismo Presidente, yo aquí insisto,
que fue quien puso allí y le dio la llave
que hiciera lo que Judas hizo a Cristo.

Nadie núnca le vio en un lupanar,
fumándose a muchachas de colores,
sacadas de un catálogo de flores
haciendo a una traición al verbo amar
gozando de las pobres de favores.

Se dice que ese menda se esfumó,
así que le haya visto no me acuerdo,
soy un desmemoriao o no estoy cuerdo,
perdone que le insista, mire yo
sobre esto que comenta ya me pierdo.
©donaciano bueno

Tito Berni es el seudónimo de Juan Bernardo Fuentes Cubelo, ex-diputado por el PSOE por Canarias, denunciado por el empresario Antonio Navarro Tacoronte, el Mediador, supuestamente en una trama de corrupción en la que se mezclaban tráfico de influencias, prostitución y drogas…En el Partido todos huyen ahora como el gato del agua escaldada.

MI POETA SUGERIDO: José María Espinasa

ASUNTOS DEL DICCIONARIO

Cuando digo que estoy crudo
no quiero decir que no estoy cocido
ni que me siento mal
por haber bebido tanto.
Estoy pálido como un pollo crudo
o como una papa a la espera del hervor.

(Antes de seguir adelante
explíqueme por favor
la doble negación de mi crudeza).

Estar crudo es no creer en Dios.
Pero no, yo no soy un descreído
ni pongo a hervir las piedras
y hacer un caldo propio para la ocasión.
Estoy crudo porque mi madre,
alfarera inexperta,
no me metió al horno.
Dice que se le olvido.
Por eso estoy crudo y no cocido.

Antónimo, me dice usted,
de crudo no es cocido sino quemado.
Como indica la metáfora
todo se basa en el contraste del color.
Pero ni el negro del quemado es negro
ni el blanco de la cruda es blanco,
sino colores percudidos de la piel.

Y si a eso le sumamos el artículo,
-el crudo, lo crudo, la cruda-
acabamos en asuntos de moral.

“Se me puso la piel de gallina”
quiere decir que sentimos vergüenza
de no haber sido ángeles
sino aves de corral.

IMPROVISACIÓN SOBRE LOS ÁRBOLES

La ceiba es columna griega
de un templo nunca edificado,
más gruesa que griega
su ascensión va en busca del cielo.
¿Qué tan alto crece un árbol?
Tanto como decida el pájaro
que construya en él su nido.

Imagino un ejercicio de simetría,
El alto del cielo equivale
a la profundidad de sus raíces.

DIBUJO DE UNA CARICIA

RASPA CON las uñas la pared,
araña en el aire una ausencia.
En los dedos queda huellas
de ese gesto inútil en el muro,
cicatrices en la piel son testimonio
de una ausencia más cruel
y de un silencio que se vuelve distancia.
El hueso y la sangre enamoran
y la carne -oscura alcahueta-
nos va dejando sin su ausencia.
Huella de huellas sigilosas:
se mueve mi cuerpo por el cauce
que al moverse su cuerpo me regala,
me rehuye sin saberlo y me enamora
y en su silencio se rompe mi silencio.
Me enamoro
de su cuerpo y sus ojos y su pelo,
busco en el muro dibujar su mano
y que con un soplo acuda a mi llamado.
Piélagos, 1990

Si te gusta #José_María_Espinasa... Share on X

MI POETA INVITADA:  Ana Luisa Mora

PLAYA CHIQUITA

Se quitó las chancletas y metió un dedo en el agua estancada.
¿Es en serio?, preguntó.
Treinta segundos antes vieron un perro,
un zaguate largo de pata corta,
orinar en esa misma agua.

Pero este era el único trillo
para llegar a la playa,
el paso estaba interrumpido por ese «estanque»
(el río desbordado por la hora y la lluvia caribeña);
y la verdad es que nunca habían ido a la playa juntos.

Sabían
por el sonido violento que los alcanzaba
que la marea estaba alta y picada:
estaban en medio de la jungla,
detrás de un manto de árboles,
y tan cerca de ver el mar juntos por primera vez
que ya recibían la brisa distintiva
con iones negativos.

¡QUÉ MÁS QUISIERA! [Mi poema]
Berta García Faet [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Yo soy poeta ¡qué más quisiera!
vivo del arte, ¡anda ya, tú!
soy caballero de la quimera
y me desnudo ante cualquiera
por la tronera de un curucú.

Yo soy más terco que un rocinante
soy un tratante de belcebú,
soy verso libre, soy un pedante,
el homo sapiens de algún farsante
como una vaca, digo ni mu.

Junto las letras, hago palabras,
con sus bisagras, pernios, fonemas,
unas alegres y otras macabras
como a un rebaño cuido las cabras
con sus esputos y con sus flemas.

No uso disfraces, que doy la cara,
como en la pira lanzo pavesas.
Con una de esas que me fumara
sería el cielo al que insultara
y provocara palabras gruesas.

Yo me lo guiso, yo me lo como,
yo me lo escribo, yo me lo leo,
aunque panceta creo que es lomo,
y aunque no crean con mucho aplomo
si alguien no aprecia mando a paseo.
©donaciano bueno

#Sobre gustos no hay nada escrito? Share on X

MI POETA SUGERIDO: Berta García Faet

Daño Nº 8

a los ocho años llegó el peligro
de poder reproducirme
empieza la cuenta atrás de los 400
óvulos símbolo
del tiempo
y la gomorresina
se filtraba
por la mínima boca del reloj de arena

la madre de mi madre enfática y dorada
me regaló un crucifijo el hijo de Dios
esbelto y entregado brotaba de la trenza
cuidado con el amor a partir de
ahora dijo ella
ahora ya eres toda una mujer
y el endometrio
imitaba a un pez anciano en su
descamación

el espanto de poder portar un bebé plegado
en mi intestino
por haberme besado ya con 3 o 4
primates comenzó a expandirse
como una epidemia imaginaria inauguré
la hipocondría emprendí
el mal hábito de escribir poemas a todos los muchachos
y muchachas
con estrías suaves
y ojos suaves
que me manoseaban el corazón en el recreo

qué significa exactamente útero y qué significa exactamente
formar una familia

enid blyton implantaba el canon del verano en mi tímpano
y yo quería ser como jorge o como jorgina

en los aplausos de mis manos caían gotas
de sangre de delfín
aunque yo me fingía plenamente indiferente ante tanta
lluvia

a los 8 años a los 150 centímetros de hueso
alegre y músculo alegre
llegó el peligro de poder reproducirme
y de poder multiplicarme
sin literatura
y un sol azul
manchaba de estrógenos y progesterona
los geranios y un sol azul
manchaba de vello recién nacido
las tímidas
axilas
***

Daño Nº 18

Creer que estás embarazada

Querer sexo (querer que quieran sexo
contigo) pero pasar el viernes sola

Ponerte en el pellejo de la hermana de Celan
que nunca apareció

Ver llorar a un anciano
que ha visto un reportaje en la televisión pública
sobre el abandono de ancianos; su triste párpado
de repente
chasquea

Ir al ginecólogo y decir
creo que estoy embarazada

Desmayarte de nervios y dolor; el doctor te hipnotiza
con su insulto feroz “no sé por qué, querida,
te duele tanto este dilatador: es
para vírgenes”

Decirle a tu madre
he ido al ginecólogo
porque creía que estaba embarazada

Ah, ¿ya mantenéis relaciones sexuales completas?
Y sin precauciones, estoy decepcionada

Ver que tu madre está decepcionada, tu
madre está
decepcionada

Ponerte en el pellejo de Celan
que jamás encontró a su hermana
imaginaria

Ponerte en el pellejo de Giséle porque
Celan intentó estrangularla porque
jamás encontró a su hermana
imaginaria

Querer gustarle pero él te dice
si quieres vamos a mi cuarto o a tu cuarto

Lleváis apenas 10 minutos
con los besos no te fías
de él

Querer sexo pero no fiarse

Ah, ¿pero querías algo auténtico?
Y sin precauciones, estoy decepcionado

Me dijiste que tenías el corazón atado
al tobillo

Lo siento lo solté un momento me dormí
y se me escapó

Es un desobediente
Muy mal muy mal pídele perdón al chico

Perdón

chico

Autorretrato religioso

Para Alberto Acerete de la Corte y Unai Velasco

I.
yo, flor de algodón, desmigajada,
o infalible glicina que se abolla con aire,
o vieja rosa terca piadosa romántica
nunca abandoné
la esperanza escatológica

da vergüenza admitirlo, pero Dios no se destruye solo
se transforma de ahí el socialismo
yo, muslos ardientes
de balcón soleado lilium
antirium anastasias
lloro de belleza cuando abrazo a los perros

y solo intento decir (y la nube y el blanco)
que la idea de la Felicidad se manchó con 1.000 pétalos
humillados por un platón
de atenas o de egina

da vergüenza admitirlo, pero las ideas son
solo un residuo
nocivo indestructible cenizas
de la infancia

y sin embargo nada me salva, porque no quiero salvarme
solo besar lo juro pero tú nunca juras
pero tú
nunca juras

es
cierto

II.
confieso
que, en cada amante, planté semillas pepitas de cobre
de árboles que necesitan ser salvados
con incendios o al revés y viceversa

un tintineo de mutismos ante el incomprensible atardecer
anunciaba el apocalipsis
yo abandoné a jesús de nazaret
en la buhardilla cambié
su amor incondicional por torpe amor
condicionado

los padrastros de los nogales tenían forma de hoja y yo
me mordía las pezuñas

los niños católicos que fuimos católicos y, un buen día,

saltamos
al desierto de un egipto peligroso inclemente
somos felices o semi-felices
en las tierras agridulces de la
apostasía sin jesús de nazareth
sin
su desnutrición sin sus milagros
sin
embargo

la nostalgia,
la nostalgia, querido george
steiner

III.
muslos ardientes
de balcón soleado tenazmente abierta
a la ternura, a la luz piernas
exógenas

tiendo al arquetipo de ventana
tiendo al arquetipo de ventana y el viento cruza por mi
pecho porque mi pecho
es un túnel limpísimo mana
el vino el ciervo
lo lame está
escrito

lilium, antirium, anastasias
colegiala que sigue el discurso del sacerdote con precisión exaltada

yo quería ser profeta y gemía de pasión con el cantar de los cantares

da vergüenza admitirlo, pero no encontrarás en el mundo a nadie
que crea en el amor
con más intensidad con más fe con más fervor
que yo

yo
dije
tu nombre es como ungüento derramado

y creí unir idioma y corazón
creí ser mejor que un buey qué

tonta.

Emma

Para Emma

I.
Emma, por ti traduje un libro feo
de castellano a inglés quedó
ridículo

ceñí caligrafía pasional e informativa
en las páginas medrosas de la fricativa SHE

bebí un brebaje celta dispuse versos ralos
te espié desde lejos pero fue inútil:

ni te besé el perfil ni agité tu colcha tú
te fuiste yo lloré nadie me vio lo
típico

II.
Emma, temí tu estatura
de cerilla o ave
huí
del muslo blanco quemé
un roble joven

me asustó el libre albedrío de las frutas prohibidas
por el Estado
deserté del surco entreabierto por la boca del amor
postgénero

confieso mi desliz: no soy valiente
apolilla mi corazón un ratón agrio

sigo el ritmo de la formación de montañas
tengo el sexo del nenúfar gigante del amazonas
soy
torpe
bien, ahora lo sabes: sigo el ritmo
del pecado capital
de la melancolía escribo

poemas con 3 años de retraso esto mejor
por favor no
lo leas

III.
Emma, por ti canturreé afónica cerca del muelle

y tú contradecías
mis juicios sintéticos a priori (pobrecitos)
invocando el desencanto final de bertrand russell
(decir ELLA fue como extender un líquido rojo como la
sangre de orca asesina
pero no era sangre era vino feliz era una rosa
irregular
sin gramática)
un día
para convencerme
recitaste una canción de Shiny Love: Platt Fiction
ahora te imagino en un escenario
con tu pelo rubio y tu voz rubia qué amor
desafinado
con qué agilidad
me escapé
de ti me callé todo
deserté sí así

de fácil

IV.
Emma: Nantes engarzaba colinas en raíles
de tranvía
y un río
imitaba a la espina dorsal de una mujer de California

El arte no es mímesis Si este poema fuera mímesis
tendría que retratarnos a ti y a mi aquella noche
en la parábola
del ventanal, todos
en huelga

la nuca al aire y
un lazo azul (dádiva y feudo),
proclamando que el oxímoron es parte de tu sex
appeal

ahora te imagino en un escenario
con tu pelo rubio y tu voz rubia por ejemplo me arrepiento
de correr

ahora te imagino por ejemplo me arrepiento de no apretar
tu mano
en un escenario por ejemplo sácame en una canción
si

te atreves
La edad de merecer (La Bella Varsovia, 2015).

DESEO

Y mujeres que sólo se alimentan de pétalos de rosa
OLIVERIO GIRONDO

and the lovers
pass by, pass by
SYLVIA PLATH

Padres, hermanos, amigos, profesores:
soy un ser de deseo.
No es suficiente el contexto
-yo en el salón, en la bañera, en el cine, en el despacho:
ocupada en las tareas que desubican el deseo-
para lograr acallar este hecho sin espacio:
que, especialmente,
soy un ser de deseo.
En el reino de la astenia y sus panfletos,
en el milenio de la saturación y los cuerpos bellísimos
encerrados en patéticos frasquitos de fobias,
sin tocarse,
yo soy un ser de deseo: bocas entreabiertas,
corazón-voluta.
En el mundo de los helados estanques
de unidades inconmensurables y aisladas del contacto
(cuerpos bellísimos agarrados a maderas,
miedosos de rozar un tobillo,
por si al final se enamoran),
os tan-solemne-y-tierna-y-felizmente anuncio
una pulpa de deseo: no puedo salir de Shostakovitch
y me alimento de trompetas y de amores de la infancia
que me encuentro en el metro y de señores-frutas.
Soy un ser de deseo:
1. Sé lo que es una revuelta de hormigas rojas
africanas
por entre las piernas.
2. Sé lo que es llegar a morderse los labios.
3. Sé lo que es decirle, por ejemplo
oh qué interesante
mientras pienso
oh Dios lo que te haría
oh Dios oh Dios en cuanto te descuides
te planto un beso que te mueres de colores;
y,
luego,
impondré mi disciplina -y una cierta dulzura-
en tu cuarto ex-templo-de-ver-castamente-películas;
y,
luego,
montaré una fiesta con los que un día fueron míos,
y os haréis buenos amigos, y volveremos todos
a un cierto París básicamente de cuellos.
Porque,
sobre todo,
soy un ser de deseo;
y si me muevo por el mundo
es para que engorde, que engorde, que engorde
a mis expensas.
Constantemente paso hambre.
Soy un ser de deseo, caminamos juntos
por mi diagonal de cosas:
algún prodigio, alguna ventana.
Y sólo cuando mi deseo
se ha convertido en una inmensa bola
o en un pichón o conejo obeso y planetario,
lleno de estrías por seguir creciendo
hasta llegar al límite abismal de su volumen posible,
sólo entonces,
cuando su tamaño ya nos resulta plenamente asqueroso,
socialmente nocivo, sentimentalmente molesto,
lo mato
y me lo como.

CUESTIONARIO PRE-MATRIMONIAL

¿Nos vamos a vivir a un falansterio?
¿Has perdido mucho el tiempo?
¿Escribir libros tristes es adaptativo?

¿No hay cuerpo que no sea, a largo plazo, música?
¿Te drogas? ¿Crees en algo? ¿Eres salvaje? ¿Eres anarquista?
¿Teísmo, flechas, ritos, pasos?
¿Estrías, ascuas, teína, ateísmo?

¿Has resbalado por el páramo con una décima de fiebre?
¿Ríes a carcajadas por el páramo con una décima de fiebre?

¿Escuchas el silencio histriónico de la palabra harpa?
¿Escuchas el silencio histriónico de todas las palabras?
¿Escuchas el silencio histriónico del imperativo abrázame y,
verbalizándolo, me abrazas?

¿Plagian, pero mal, las palabras a los grajos?
¿Los textos de los cuervos? ¿Los cloqueos-contraseña?
¿Y el vapor, y el pespunte? ¿La diástole, el párpado?

¿Es una herida fresca?
¿Tienes mucho calor?
¿Nihilismo o pétalo?
¿Nihilismo o pétalo?

ÁBACO & INDÍGENA & CÉSAR VALLEJO

ay del ábaco, ay del cuadragésimo
clérigo pálido y
celíaco

ay del vértice, ay del último

tubérculo hambriento
o psicológico

qué haréis vosotros con el antílope triste,
con la píldora onírica de las fiestas
pletóricas

qué haréis vosotros con mi amor tan fanático,
vándalo unánime de la estadística
tétrica

yo quisiera viajar en un relámpago agrio
románico y bífido como una

herida

a lomos de un lobo o un pelícano ciego

sincero o demócrata o castillo

lejano

hacia el júbilo puro de la histeria
mesiánica

hacia el íntimo glúteo de la fístula
bélica

a la derecha del padre de césar vallejo
oh fúnebre, oh cómplice, oh espasmódico
tigre

pero ay del indígena, ay del herbívoro
y cómico esqueleto
económico

ay del pírrico y febrífugo beso
de la muerte marítima o

minúscula

qué haréis vosotros con mi cónyuge líquido
y su pestaña azul y su córnea
geodésica,

qué haréis vosotros con el pájaro sánscrito

y con los niños felinos

o sordo-cojos

yo quisiera comer ubérrimos músculos
de gárgola o uva o

diáspora

cabalgando un isósceles humilde y mozárabe

y un sulfúrico haz de

explosiones

en la selva excéntrica de la cópula
mística,

en la guerra utópica contra la náusea
inalámbrica

y limpiar el dulce vómito de césar vallejo,
oh pirámide, oh página, oh metalingüístico
miércoles.

Si te gusta #Berta_García_Faet... Share on X

TU CORAZÓN Y EL MÍO [Mi poema]
Pedro Leandro Ipuche [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Que hoy el río sin agua ya no es río
y hasta el puente muy triste se ha quedado,
sus afluentes, tu corazón y el mío,
sin consuelo, no saben qué ha pasado
¿por qué están apenados, sienten frío?

No tienen quien les mire, quien les llore,
quien ose aposentarse en su ribera,
no sirve ya de nada les implore,
que espere a la florida primavera
soñando con nostalgia que desflore.

Las hojas de los chopos se han caído
no hay cangrejos, no hay peces y no hay ranas,
ni hay cieno, nada ya ha sobrevivido,
ni tan siquiera hay ya esperanzas vanas
que al viento dispersadas se han perdido.
©donaciano bueno

Cuando un amor #muere todo es #desolación? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Pedro Leandro Ipuche

Pienso tres cosas lindas

Pienso tres cosas lindas y las digo:

Nadie conoce la dulzura
Como la pata de la mariposa.

Una invisible sombra, sutil, ebria …
La sombra de la luna sobre el aire.

Perforemos un pozo,
Y saquemos la luz, quedando el día.
El ojo iluminado verá el pozo,
Porque la luz no es el color del día.

Me gusta

Me gusta el dorso de las barajas nuevas.
Las corbatas flamantes.
Los pañuelos de seda que, en la caja, se miran
Y no se tocan…

El iris seco de los biseles
(¿Y los caireles?)
El olor de los libros escolares.
La eléctrica naranja de la pelota variopinta…
La piel pintada de los lápices.

Las bolitas con íntimos colores
Que en la infancia poníamos
Contra la lámpara casera
Y derramaban, tembloroso, el iris …

¡Feliz el que conserve la cosquilla
Simpática del niño en sus rarezas!
Será la llave de la maravilla
Abriendo el ojo de las sutilezas.

El Guarda puentes

Se jubiló para mudar de vida
Y de lugar y… divertirse el resto.
Más de una cincuentena repetida
Sobre las viejas aguas de su puesto.

-Me voy a una ciudad desconocida
Donde pueda vivir con otro gesto.
Ya tengo el alma dura y desabrida
Y el brazo setentón poco dispuesto.

Lo engañó -como suele- la costumbre:
Creyó muy fácil desprender herrumbre
Y separar el corazón ligero.

Un día los atónitos pasantes
Lo vieron con los ojos vigilantes
Pescando bajo el puente compañero.

El Circo

¡Brava infantilidad del circo!

Vivo en mi casa el circo amoroso.
Soy el acróbata curtido
De los trapecios y pistas del alma.

¡Qué de saltos mortales
Y cambotes fatales!
¡Ah mis cabriolas sentimentales!

A veces muestro la patética
Rigidez del «patrón».
(¡Ese patrón!)

Pero…
Soy para mis dos hijos el payaso
Intimo, solo y sin color.

El cielo líquido

El sol ha vuelto el cielo esta mañana
Tan líquido y corrido
Que mis ojos se tejen en las aguas celestes

No es el agua que salta o resalta:
Es el agua fluida,
Visible y escondida,
Como presencia de esencia.

En el otoño he visto
Un cielo tan marino sobre mí,
Que aquello era el abismo vertido sobre el día.

El abismo asomado que marea de arriba;
Donde se pierde el ojo de anegarse y beber.

Tierra honda

Y yo que he visto el río no puedo ver el lago,
yo que he estado en la selva me río del jardín;
enlacé toros chúcaros en la luz de mi pago,
y me crié con carne, con leche y macachín.

Ya veis que soy un gaucho. Conozco la aspereza
de ¡a sierra más dura, y larga y primitiva.
He sentido mi cuerpo gozoso en la fiereza
de los caballos rápidos de mirada más viva.

No siento la mecánica. Un potro es la energía
caliente de la vida. Y un auto es un cacharro.
Me entusiasman los pájaros alborotando el día
y los cuatro caballos que sacuden un carro.

Son los sagrados vínculos de mi emoción, sencillos:
los árboles, las aguas, el sol, el horizonte
y las estrellas fieles de cósmicos anillos,
y el animal y el pájaro de la tierra y el monte.

La amistad de los hombres es una herida hermosa,
inevitable y húmeda:—lo saben mis amigos!
Por ellos la frescura del corazón retoza,
y en las horas del cáliz, sé la ley de los trigos.

En la Naturaleza me encuentro llanamente:
late en la ramazón de mi cuerpo violento
su fuerza oculta y viva que se achica en mi frente,
y grita en la palabra de mi estremecimiento.

Pude haberme afinado hasta hacerme una onda,
traslúcida y volátil, pero no puede ser:
el oleaje es flotante, y la raíz es honda,
y de la hondura fresca me gusta florecer.

Pero qué delicado es todo lo maduro!
De la entraña se alza la palabra más fuerte;
la emanación lozana del fondo más oscuro.
sale a la luz para vencer la muerte.

Hay artistas que ajustan las gemas afinadas
a los nervios vencidos en una engarzadura;
pero el poeta engasta sus gemas invioladas
en los anillos íntimos de la sangre más pura.

No se puede jugar con la Naturaleza
ni con el santo espíritu que la sien ilumina.
Adentro está la vida y toda fortaleza,
y la armonía ciega de la estrofa divina.

Si me afino me pierdo. El vigor de mi verso
está en la más profunda grieta de mi interior.
Esta grieta es la herida que me une al universo
por un anhelo erguido y un místico temblor!

Si te gusta #Pedro_Leandro_Ipuche... Share on X

MI POETA INVITADA: María Luisa Mora Alameda

Hay que salir un poco,

ponerse el poncho grande
que cubre el continente de la pena,
levantar la persiana,
hacer un flan de huevo y de vainilla
y mezclarlo con pasas
y con ron.
Que esté tan bueno
que dé pena dejarlo mucho tiempo
sobre el plato.
Hay que ponerse rimel
en el borde superior de las pestañas,
sombra azul más bien suave
y colorete rosa
en lo más elevado de los pómulos,
perfilar bien esos labios asimétricos
para que no se note
y usar luego carmín que disimule
ese rictus que cae
sobre la comisura de la boca.
No se puede quedar una tan quieta
que llegue el corazón a vernos y se asuste,
y que un jilguero pálido nos cante
al tiempo que se va por donde vino
sin dejar en nosotros
su regalo de alegría.
Así que me levanto.
Me peino un poco. Bebo
mi café con galletas.
Y me pongo los besos
que me da mi marido entre los ojos
como si fuera
una hermosa bufanda.
Me abrigo de esperanza.
Y la ilusión se torna en mi vestido.
Me perfumo con sueños.
Con los versos que escribo
me hago unos pendientes preciosísimos.
Y me torno valiente.
Me torno esperanzada.
Y soy maravillosa.
Como siempre lo he sido.

JUVENTUD

Entonces qué inocencia,
qué mañana
de inmensos olivares,
de luz que enciende
los ríos de la sangre caudalosa.

Con tus manos
ponías caminos anchos
en nuestro corazón,
que conducían
a destinos numerosos,
a cabañas que acogían estudiantes,
a amantes bellos,
a alondras delicadas que no entienden
la sed del conformismo
y vuelan
sobre una tierra preñada de emociones.

Nosotros
sentíamos, por entonces, que llegaban
los verdes rododendros,
esas frescas lagunas
en las que podían dibujarse
las delirantes líneas
de las más sutiles emociones.

Qué hermosa era entonces
la entregada sed sin condiciones,
el cansancio rendido
ante el vitalista reino de la lucha.

No moríamos jamás.
No éramos ninguno
la carne de cañón que se esperaba.
La muerte no solía
atormentar la lenta longitud de la arterias.

Poseíamos la infinita magia
que las reciente manos acumulan:
el poder de la vida,
el poderoso imán de la belleza.

El cielo azul cubría
el infinito techo de la Aurora
y todo
se asemejaba al triunfo.

Todavía
podemos recordar
sutilmente
aquella historia
y parece que todo vuelve a resurgir
para nosotros:
El cielo azul,
la hermosa primavera.

DE APLAUSOS Y MENTIRAS [Mi poema]
Roberto López Belloso [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Mentiras, más mentiras y mentiras,
señuelos, más señuelos y señuelos,
farsantes que tirando van anzuelos
buscando que te quemes en sus piras.

Tratantes de ganado. Tú hoy suspiras.
Intenta no te atrapen en sus redes.
No aceptes sus mensajes. Si tú puedes,
no te importe si dicen que deliras.

Todos deben saber: sólo tú admiras
tu empuje y tu constancia hacia adelante,
tus ganas de crecer. Con tu talante
el éxito tendrás al que tú aspiras.

Presta mucha atención. No desperdicies
ni prestes tus aplausos sin mesura.
Aquí el mito eres tú, lo otro es basura,
aplaudete a rabiar hasta que envicies.
©donaciano bueno

Anda, #aplaúdete..., aplaúdete! Share on X

En mi modesta opinión los humanos nos dividimos en dos clases: los aplaudidores y los aplaudidos. Los primeros somos la mayoría, los tontos útiles. Cada vez que les prestamos nuestros aplausos. ellos, políticos, predicadores, artistas, futbolistas…etc…hacen caja. Y en muchos casos desprecian a sus aplaudidores.

MI POETA SUGERIDO:  Roberto López Belloso

1909

la mañana tiene la neutra expresión de las llanuras de normandía
pero se va mojando
en la profanación que hace la memoria

el vértigo
de la noche de la revelación
todavía puede verse en la ventana iluminada

ha estado lloviendo
y lloverá de nuevo

(evocado por describir el efecto que tiene sobre lo evocable
una magdalena
mojada en té/
y por haber luego trazado al detalle
la angustia
que provoca
demorar más de la cuenta un espejo con venecia/ marcel proust
comenzaba una noche de este año a erigir su catedral en normandía/
como si la voz de la gruta de poros hubiera estado esperando
su oído
para volver a dictar sentencia/
catedral en siete tomos que debería darse cada día/ en entregas/
con el periódico de la tarde/ o aparecer
troquelada
en las cajas de cereales/
y algún gobierno/
entre tantos / obligar a dos de cada tres familias a nombrar a sus hijas albertina)
(Marcel Proust comienza a erigir En busca del tiempo perdido)

1911

es domingo en praga cuando la metálica silueta de los pabellones de la
exposición universal reciben a noviembre con el frío esplendor de
bohemia
devoradora de almas una canoa deriva sin remero en el vltava
se ha ido
aunque parezca ser suya esa silueta que rema
más tarde el remero
no estará tampoco en el café de mala strana
ni en la academia de comercio
aunque se esté viendo ahora mismo en esos sitios
el paño oscuro de su traje de abogado litigante
el esferado sombrero
el arrugado escudo de la camisa blanca/
es domingo en praga
y en toda praga no es posible encontrar
al que nunca la había dejado ningún otro domingo

lejos
sentado en la oscuridad de la sala
sediento y quieto como un murciélago
escucha y mira el turquesa del empapado río
espera por ella
no deja
que nadie la toque
parece que también ella está en donde parecen verla
aparenta llevar con gracia los vestidos
el maquillaje de klimt como una máscara que disimula lo ausente
sin embargo
la vidriosa mirada debería delatarla
revelar
que viaja
recostada en su hombro
canoa mecida por el movimiento de los trenes que llevan al norte
mordida en donde más duele
agrietada por el penetrante aire del vltava
(Kafka rema en Praga)

1913

1
retrato sensual de muchacha con vestido ligero podría llamarse lo ocurrido
en san petersburgo si fuera
un cuadro de briullov pero no es más
que una sucia mancha de sangre en medio de la calle y la sien
destrozada
de vsevold kniazev/ una bala
era
al final de cuentas
la rosa negra de blok en la copa de la sala repleta del elegante restorán
al final de cuentas
era
una bala de vsevold kniazev
destrozada la sien
en medio de la calle
una sucia mancha de sangre que no sería más
que un cuadro de briullov
si fuera
un retrato sensual de muchacha con vestido ligero
lo ocurrido
en san petersburgo

2
una muerte siempre es una muerte y encierra
su cuota de misterio/ incluso
para el oficial a cargo/
estaba claro
en este caso
la mano el arma la ocasión y el móvil/
recordaba
el oficial a cargo
haber visto cierta vez en el perro que fuma la espalda
desnuda
de olga sudeikina
“como en un cuadro de briullov” hubiera pensado
incluso
de no haber estado de servicio
fue sólo un flash
que lo cegó
mientras volteaba el cuerpo sin vida de vsevold kniazev
poeta y soldado
del regimiento de los husares
fue sólo un flash
el desfigurado rostro “otra muerte
en la que todo comentario está de más”
pensó
incluso
en la espalda desnuda de olga sudeikina
en la que todo comentario está de más
incluso
el desfigurado rostro
pensó
el oficial a cargo

3
hay algo de ausente
en la primera noche de olga sudeikina y alexandr blok
después del balazo de vsevold kniazev
un cierto juego de fantasmas y máscaras
una incapacidad de la carne para asirse a sí misma
una vacuidad
un poema sin héroe
una mirada
que no se pierde un solo detalle pero no sirve
no revela
no muestra
se queda ciega
abstraída
muda
pero es sólo uno el instante de la culpa
después de eso
comienzan a delinearse los contornos/ ayudados
por el contraste de la piel de los amantes en las sábanas oscuras
después de eso
lo ocurrido en san petersburgo
-la espalda desnuda
la rosa negra
la bala y la sangre-
podría llamarse
apenas
un caso cerrado
(Vsevold Kniazev, héroe del Poema sin héroe, de Anna Ajmatová, se quita la vida por amor cuando comprende que era de Alexandr Blok la propiedad incuestionable de Olga Sudeikina, a quien pensaba suya)

1914

aunque recién nacida
ya tiene
la barbarie
un cierto eco del fin de los tiempos

en sarajevo espera
tras la pechera de lentejuelas de gavrilo princip
el tejido amanerado de la carnicería
el gas
el barro
el frío
la interpretación controvertida

un eco
cierto
de la sombra de un gato
que se desliza
azul y frágil
expiación imperfecta
de un verso de trakl
(El magnicidio de Sarajevo desata la Gran Guerra. Gavrilo Princip encendió la mecha. Cerca, en Cracovia, se suicida Trakl)

1916

entre dos amores crucificados
van su instante
su hora
su siglo
su culto desmedido a napoleón
su rusia blanca

acaricia la cabeza del muchacho de varsovia
después de los largos paseos por el neva
espera
en el oficio del insomnio
el vagón del tren que la llevará a crimea
los seis dramas en verso
los indicios de la nudez que mejor viste
la experimentación de una actriz de provincia
despiadada
en el placer del texto

como aquella otra herida de los incoloros ojos del diablo
-dogo azulado en los años de la infancia-
sonieshka lastima
el borde que muerde
en el dormitorio de antes del exilio
(Marina Tsvietaieva escribe sus poemas a Mandelstam)

1921

¿hay tinieblas donde ella está?
franz kafka

la doble cinta de metal que recorren los tranvías lo aleja
de la tienda de encajes del palacio kinsky / parece empujarlo
con los ojos vendados
por el húmedo sendero de la selva de misiones
es la fiebre que le muestra el cerco imantado del imán rojizo de la fábula
al otro lado del sueño
el enajenado prisionero lo provoca y llama
con el perfil de su rostro lo perfila
limando los barrotes
borrando el margen
quiere llamarlo a engaño
trocar de sitio
calzar
el traje atormentado del pequeño alemán de praga
dejarle a cambio la deriva de la locura y la mordedura de todas las serpientes
para que ya no vuelva

si pudiera ocupar su lugar
no ambiciona la casa del lucio de oro
ni el tranquilo empleo en la assecurazzione nazionale
sólo quiere una chance
para tomarla por una vez del talle
poner el cuerpo en juego
cobrarse la sangre
dejar de fingir que todo es un inocente intercambio de estampillas

borracho de aguardiente barato
echa el aliento en el espejo picado de la cantina del aserradero
escribe
con un dedo:

verdadero riesgo de una imagen el reflejo
(Kafka empieza su correspondencia con Mílena Jesenka. Quiroga publica Anaconda. Ambos se cruzan en territorio desconocido. Quiroga quiere quedarse con Mílena. Kafka teme lo peor, y regresa a casa)

1926

boris, nunca iremos a ver a rilke
marina tsvietáieva
1
no es en absoluto un marinero pero se deshace en palabras
en las cartas del verano del veintiséis
con arcos quejumbrosos en la sangre abstinente le habla
de las cien cegadoras fotografías
que se difuminan en las extensiones ilimitadas del azul de blok
del puente en que el amanecer partía
la copa desbordada
su pasada fe en el encanto
árida
en las dos orillas/ la tristeza
navega las páginas en blanco de la libreta de tapas de cuero
la ansiada caligrafía de la que languidece entre los expatriados
la pulsión disciplinada
en la supuesta cercanía de la correspondencia:
-esta noche la pasaré contigo/ hoy he comenzado cinco cartas para ti/

2
del otro lado ella construye su propio vacío:
-no me opongo/ no respondo/ no tengo nada que ofrecerle:
todo ha sido tomado
le escribe
con la condescendencia de los caracteres cirílicos
lo absuelve de su sed de francia
y de otros lugares inexistentes
oculta su foto con el brazo
para no mirarlo tan de cerca
ruega
por un puñado de brisa del moscova

después llama al silencio por su nombre
(Marina Tsvietáieva y Boris Pasternak se inundan de cartas)

Si te gusta #Roberto_López_Belloso... Share on X

MI POETA INVITADO: Juanjo Muñoz Knudsen

Sin título

Con la premisa de estar más tranqui
y liberarme de las ataduras
de la rueda de reencarnación,
que tritura y renueva lo mejor
y lo peor de la humanidad,
hace 5 años dejé de escribir poesía
Poesía así como en
afectaciones del cora
dudas existenciales
infatuaciones fugaces
Tantos años
de ver como trascendente lo que tenía que decir
se transformaron en años
de ver como trascendente
no decir nada.
Hoy, después de muchas horas
sentado en silencio
rodeado de incienso
figurillas de madera
y arcilla
retomo un gesto absurdo
ridículo e irrisorio:
Escribo callado
algo escaso y pequeño.

Hirviendo,

como cuando más ocupamos un pedazo de sandía,
reviso qué poemas puedo leer
en Berlín.
No llego a nada.

¿De qué forma
paro de enviarle sonrisas
a la que ya no está?

Tal vez el problema
es no entender que ahora
la poesía es un lenguaje prohibido,
inacabable o inacabado,
por eso duele.

Tal vez el problema es no entender.

Entonces quizá mejor escribir un cuento.
Que empiece con una fecha cualquiera,
de años lejanos.
4 de marzo, casi cuando cumple Ali.

Y contar sobre ese día alienígena
donde alguien obtendrá su primer carro,
un mitsubishi o un nissan,
donde alguien cerrará un negocio
de frutas y verduras,
donde alguien superará el miedo
a cosas.

Al del carro, pídanle, que lo trate con cariño,
que no pise el acelerador saliendo de la casa
como si ya estuviera en la autopista,
en una de esas alemanas
tan bonitas que vemos
todos los días.

Al de las verduras pídanle
que regale más tiempo
a esos objetos que al día de hoy
todavía están vivos.

Y a mí, pídanme
alguien que se alegre
cuando llegue a Berlín
y ya sepan de ella.

PROGRE, PROGRE… [Mi poema]
Antonino Lamberti [Poeta sugerido]New

MI POEMA… demedio pelo

 

Yo soy muy bueno, yo abro mi casa
para el que es pobre, para el hambriento,
para el que llega, para el que pasa,
que me suplica con otro acento,
el que no paga o el que se atrasa.

Cuando me entero de algún lamento
sufro en silencio, mi alma se abrasa.

Yo me revelo a las injusticias
que me producen sabor amargo,
los atropellos, las inmundicias,
de la miseria yo me hago cargo.

Vivo la pena de aquel que sufre
como si fuera yo el que sufriera
el fuego amigo donde el azufre
se regodea que alguno ardiera.

Y si me piden un donativo
respondo raudo que yo quisiera,
hago bastante que aun sigo vivo,
no llevo nada en la faltriquera.

Yo soy muy bueno, yo abro mi casa
para el que sufre. Y esto no es guasa.
Espero entiendan que yo a mi hacienda
cuide con mimo, que la defienda.
©donaciano bueno

No es lo mismo predicar que dar trigo Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Antonino Lamberti

Roma

Antonio Lamberti, el peristilo
de! sacro templo se alza en la colina,
y llega una fragancia tibustina
que acaricia a Horacio y a Camilo.

Es la reina de Pafos y de Milo
que dió la aurora de la luz latina,
en donde halló por la virtud divina
gesto la estatua, la palabra estilo.

Amemos, Antonino, de tu Roma
la armonía sagrada, q<ue aún subsiste
de la gloria fugaz que el tiempo doma

y que el verso, o piedra, que resiste,
rosa del mármol, lirio del idioma,
da la fragancia eterna de lo triste.

LA TOCADORA DE ARPA

I
En tí escuché el murmurio
Del sauce con las auras,
La queja de las olas
Besando las arenas de la playa;

Esa armonía incierta
Del mar dormido, encalma,
En la hora que la sombra
Con el silencio sobre el mundo avanza;

Ecos tiernos, lejanos,
Que en el espacio vagan,
Y vienen al espíritu
Con el lamento de una voz hermana;

El rumor del desierto;
La silbadora ráfaga
De los vientos que cruzan
Su llanura salvaje y desolada;

Los cantos que saludan
Al asomar el alba;
Rugidos de torrente;
El toque de oración en la montaña;

El acento, el suspiro
Del corazón que se ama,
Vibrando en el recuerdo
Los himnos de la vida en su mañana;

Del labio amante, trémulo,
La promesa jurada;
En la noche serena
El acorde gentil que al amor llama;

Allá, como un ensueño,
Onda doliente y rápida
En el torreón sombrío,
Endechas de cautiva solitaria;

La voz de la inocencia
Que á la ternura encanta;
El ruego de la madre
Por el hijo que corre á la batalla;

Del infeliz proscripto
La despedida amarga,
Dejando cuanto adora
Para morir ausente de la patria.

Tristezas y dulzuras,
Sollozos y plegarias,
En confusión sublime
Cruzaron como nubes por mi alma.

Y en mi delirio plácido,
Me pareciste un hada,
El genio de las musas
Arrullando al poeta en la desgracia.

Y un rayo de consuelo
Sentí que me inundaba, .
Como entre ruinas tristes
La suave lumbre de la luna pálida.

Y el mundo do recuerdos,
De muertas esperanzas,
Historia de la vida
Que el corazón en su sagrado guarda;

Todo se estremecía
Al sonido de tu arpa,
Y te aclamé llorando,
¡ Yo que creía no tener más lágrimas !

Si te gusta #Antonino_Lamberti Share on X

MI POETA INVITADA:  Esperanza Clavera

SONETO 1:

Va mi vivir anclado en tu cintura
y en mi cuello engarzado va tu aliento,
presente ausencia, vivo encantamiento,
manantial que sustenta mi ventura.

No tengo más verdad que esta locura
de darte y serte, y cuanto más te siento,
más el placer se torna en el tormento
que el largo tiempo del amor procura.

Cubres el cuerpo de la amada, ardiente,
con el violento arrebatar del fuego.
Penetramos la senda iluminada,

y en un fluir de luz incandescente
prendes el alma que encadenas luego
al constante retorno convocada.

Soneto2:

Enciendes el insomnio. Te recibo
con el rigor que el maleficio ordena.
La oscura pertenencia me encadena
y entre los ritos de la noche arribo.

Desde mi sueño y tu memoria escribo
esta crónica ungida con la plena
claridad delirante con que llena
tu aparición de luz este derribo.

Llegas hasta el umbral de la clausura
desde musgos y claustros de abandono
y el laberinto de la sombra agitas.

Cercas la posesión de la ternura,
busco tu tacto, tu decir entono
y, unísono el latir, dueño me habitas.

Soneto3:

Al alba, penetrada en la deshora
del desamor y el pánico, aterida,
se hizo el silencio punto de partida
hacia la soledad desoladora.

Noviembre funeral. El llanto en hora,
noticia de un adiós sin despedida.
Todo el solsticio se tornó en herida,
súbito daño en terminal aurora.

Sin orillas dejaste mi naufragio,
sin los astros de luz mi firmamento,
y el giro de mis aves sin presagio.

La lejanía fue tu testamento
y abrazada a los ecos de tu adagio
habité en la esperanza en que te siento.
Poesía completa