A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

SON RUMORES… [Mi poema]
Manlio Argueta [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Ha tañido la almirez
añadiendo favores a algún plato
haciendo un garabato
con la tiza, pintando en la pared
un cieno de acetato.

Y ha tocado ya lo ves
de las musas pasándose al teatro
besando cual beato
por delante, detrás y del revés
mirando su retrato.

Y es que él quiso ser francés
y de azul adornar a su zapato
y por su desacato
el sonido fue trocándose al inglés
a fuer de ser novato.

Y hoy ya dice treinta y tres
convertido al compás al tres por cuatro.
Maldito ese arrebato
que condujo a ese reo hacia un traspiés,
pagó por ello el pato.

Dignísimo marqués
buenas tardes, que pase usté un buen rato,
disfrute del fielato
y la niña que encuentre en la quermés
se ajuste a su boato.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Manlio Argueta

Birhte control

Esta noche no dormiremos juntos,
hay sarampión en la ciudad y podrías
quedar embarazada, cosa grave:
parirías un monstruo, una flor.
Morirías entonces de pesar
y yo de frustración me moriría.

Esta noche no dormiremos juntos,
no beses esta piel de perro en celo.
No me hagas caer en tentación.
Podrías concebir lo que no quiero.
Además, mejor vivir sin hijos
¡por Dios! con tanta mala muerte.

Promesa

Juro no alzar la voz. No sublevarme.
No decir la verdad cuando nos duela.
Ofrecer la mejilla cada vez
que me ofendan. A los pobres
daré limosnas. Comeré pan duro
para ser bueno con todos.
Sólo dinero (pues no tengo nada)
no habré de repartir… Después morir
tranquilamente libre de pecados,
de bronconeumonía o de un callo
en el pie
o de un catarro en el alma.

Los garrobos

Los garrobos crecían en los árboles
pero llegaron los venenos.
Las hojas amarillas
comenzaron a morir.
Cuelgan los frutos secos
suspendidos en las ramas altas.
Ríos sin agua. Tierra desolada.

Los garrobos crecían en los árboles
pero llegaron los venenos
a destruirlo todo. Llegaron
con ganas de matar. Los aviones
vuelan sobre los árboles.

De los garrobos sólo quedan
sus dientes,
sus huesecillos de madera.

Poema de amor

Un día que te amé inesperadamente
llegaste con tus aves, con tus rosas
más puras
y fue Marzo el camino más azul de tus llamas.
Porque tú fuiste, amor, quién más cantaba
o el fórforo más limpio de una estrella.
La cosecha más pródiga,
La estatura que conmemoraba el momento felíz,
el dulce abrazo que a la vida nos unía.

Para que tú llegaras
hube de multiplicarme
soportar largas noches
y luces que dolieron como piedras.

Pero aquí estás ahora,
suave amor en el aire son tus pasos.
Azúcar navegable eres, agua dulce que asalto
y colonizo, espacio que me ama,
zona donde recojo
mi venganza terrible para mientras tanto.

Voy a poblarte ahora
¡Nos llenaremos de hijos y banderas!

No estarán tus manos para cegar la tierra.
¡Nos llenaremos de hijos y banderas!

No bastará tu boca para cantar.
¡Nos llenaremos de hijos y banderas!

Nos llenaremos de hijos y banderas
y entonces, incluso,
podríamos rodearnos de planetas.

Porque nosotros, amada, ya no estaremos
solos en la vida.

Porque nosotros, amada,
ya no estaremos en el sueño.
Cantando las cosechas. (más que los dos
o nuestros hijos personales),
nos multiplicaremos buenos y guerreros.
….Y nos seguiremos amando.

Cárcel

¿Dónde estarán los otros? Dijeron que vendrían
pero nadie aparece. Nuestros ojos amarran
los últimos recuerdos pero nadie aparece.
Escribimos un nombre (las paredes son grises):
aquí estuvieron hombres como fieras en selva,
aquí se amaron otros como nunca se amaron.

¿Cuándo vendrán los otros para hablar,
para mirar a alguien, para sonreír
con las personas? A veces digo
que estoy triste y recuerdo las voces que recuerdo.

¿Dónde estarán los otros? Dijeron que vendrían.
Salgo a buscar a mis amigos
y me encuentran cercado por los muros.

Como las cartas a los niños

Qué lindo sería poder escribir
y que me saliera espuma. O que la noche
tiritase a lo lejos. Ladridos de perros
a lo lejos. Que alguien cantara.
Como los animales que florecen
el amor crece de noche.

Qué lindo desahogar el nudo en la garganta.
A escondidas.
Para que nadie advierta nuestros corazones.
Alguna vez sentirse inconmovible. Encontrarse
bebiendo leche bajo el sol, en atardeceres
de rosa de los vientos.
Te verías muy linda dentro de un cuarto oscuro
donde sólo estuvieras vos y mis circunstancias.
O acariciar tu pelo suelto
como manadas de lobos de ojos negros.
Y hacer dormir
sobre mis hombros el movimiento del mar.
Oscuridad en la puerta del odio.
Agua que siempre deja de correr,
cuando cerramos los ojos.

Y que nuestros pasos fueran abriendo
casa por casa las paredes.
Y que detrás de cada vidrio,
de cada cortina en la ventana del mundo,
estuvieran las ideas del poeta maldito
que le resulta terrible hacer una maldad.

O el vuelo de mi sangre. O una mañana
de canciones bellas.

¡Ah la felicidad como las cartas de los niños
que van y vienen y nadie las detiene!
O como los pericos que pasan volando.
Todo sera fuego aquí
donde caes despertándote.

Me encantaría beber el agua que canta
la misma canción, el invariable río.
Repartir la cosecha de flores
que producen las manos cuando dicen
adiós, nos vemos, hasta luego.

Me agradaría encontrar de nuevo y mirar
como tejes tus telarañas de araña benigna
al escribir poemas de amor con gotitas
de odio. O mejor
sin ir tan lejos
acopiar los papeles perfumados y verdes
llenos de mala ortografía y de recuerdos.
Quien canta como si nada.
Es la vida que fluye
o los hombres que despiertan.
Y afuera hay un frío inerte.

Pero no pasa nada. No pasa nada
en esta vida, mientras camino
mirando atrás, por las calles floridas
de la Colonia Centroamérica. Y suena
un ruido de fusiles.
Como si estuvieran tocando violentamente
las puertas de la vida.
O las catacumbas de la muerte.

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MI POETA INVITADO:  Rafael Alberti

Poemas de Punta del Este

I
Estos rumores…

Estos rumores, estos
leves susurros conocidos
de cielos, hojas, vientos y oleajes
son mis aires mejores, ya felices
o confesadamente melancólicos.
Vuelvo a encontrarlos, vuelvo
a sentirlos tan míos
después de tan alegres y cansados
recorridos por tierras veneradas
que eran mi vida antigua,
la clara vida cuando mis cabellos
al sol volaban libres, sin temores.

Aquí están prolongados
en lamentos que fueron mi lenguaje,
en onduladas sílabas o en largas
conversaciones o en subido llanto.

Nada como sentirse comprendido,
enlazado, mezclado, arrebatado
por este misterioso idioma de los bosques,
de la mar, de los vientos y las nubes.
Ya es una sola voz, una garganta
sola la que susurra,
la que viene y se va rumoreando.
Uno el sonido del total concierto.

Vuelve el poeta al aire de sus aires.

UNA PATADA A LA AMARGURA [Mi poema]
Abraham Valdelomar [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

(el final no tiene cura)

Mientras puedas, cantar, canta,
mientras puedas gritar, grita
así sientas que tirita
o hace un nudo en tu garganta.

Que el que canta al mal espanta
y el que grita resucita
a esa flor que ya marchita
toma un soplo y se levanta.

Y tú, si tú, que esto lees
que estás apesadumbrado
no te sientas humillado
así sepas que cojees.

Que esta vida son tres días
que debemos repartir
para llorar o reír,
resuelve el galimatías.

Hay quien elije los tres
para sufrir y llorar
y los pretende alargar
sin darles dos puntapiés.

En cambio otros más audaces,
más listos e inteligentes,
saben libar de otras fuentes
siendo feliz sin disfraces.

Que un puntapié a la amargura
será tu mejor legado,
lo mucho que has disfrutado,
que el final no tiene cura.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Abraham Valdelomar

«La danza de las horas»

Hoy, que está la mañana fresca, azul y lozana;
hoy, que parece un niño juguetón la mañana,
y el sol parece como que quisiera subir
corriendo por las nubes, en la extensión lejana,
hoy quisiera reír…

Hoy, que la tarde está dorada y encendida;
en que cantan los campos una canción de vida,
bajo el cóncavo cielo que se copia en el mar,
hoy, la muerte parece que estuviera dormida,
hoy quisiera besar…

Hoy, que la Luna tiene un color ceniciento;
hoy, que me dice cosas tan ambiguas el viento,
a cuyo paso eriza su cabellera el mar;
hoy, que las horas tienen un sonido más lento,
hoy quisiera llorar…

Hoy, que la noche tiene una trágica duda,
en que vaga en la sombra una pregunta muda;
en que se siente que algo siniestro va a venir,
que se baña en el pecho la Tristeza desnuda,
hoy quisiera morir…

«Tristita»

Mi infancia, que fue dulce, serena, triste y sola,
se deslizó en la paz de una aldea lejana,
entre el manso rumor con que muere una ola
y el tañer doloroso de una vieja campana.

Dábame el mar la nota de su melancolía;
el cielo, la serena quietud de su belleza;
los besos de mi madre, una dulce alegría,
y la muerte del sol, una vaga tristeza.

En la mañana azul, al despertar, sentía
el canto de las olas como una melodía
y luego el soplo denso, perfumado, del mar,
y lo que él me dijera, aún en mi alma persiste;
mi padre era callado y mi madre era triste
y la alegría nadie me la supo enseñar.

«Corazón, ponte de pie»

¡Corazón, ponte en pie! Cierra tu herida.
Seca tu llanto, alegra tu mansión,
olvida tu dolor, tu pena olvida,
cubre de flores, tu sutil guarida
y hoy que la Primavera te convida,
¡Corazón, ponte en pie, cierra tu herida
toma el tricornio y canta, Corazón!

No invoques a la musa, hoy que te implora
tu propio dueño una sutil canción,
para cantar un cielo que se adora,
para decirle a un pueblo que se llora,
cuando llega esta hora
de la separación,
para triste decir
¡tú eres la única musa, Corazón!

POEMA EL HERMANO AUSENTE EN LA CENA PASCUAL

La misma mesa antigua y holgada, de nogal,
Y sobre ella la misma blancura del mantel
Y los cuadros de caza de anónimo pincel
Y la oscura alacena, todo, todo está igual…

Hay un sitio vacío en la mesa hacia el cual
mi madre tiende a veces su mirada de miel
y se musita el nombre del ausente;
pero él hoy no vendrá a sentarse en la mesa pascual.

La misma criada pone, sin dejarse sentir,
la suculenta vianda y el plácido manjar;
pero no hay la alegría ni el afán de reir
que animaran antaño la cena familiar;

y mi madre que acaso algo quiere decir,
ve el lugar del ausente y se pone a llorar…

Elogio…

¡Poeta! tú naciste para reír bajo las vides
para cantar victorias y triunfar en las lides
y llevar el ensueño de canción en canción
orlarte con coronas del laurel de las Hadas
y llevar tus guedejas bajo el Sol coronadas
por las formas olímpicas donde ríe el amor.

Un haz de voluntades te llevó a otros vergeles
y cantaste a otras razas y bebiste otras mieles
junto a un río de plata donde se mira el Sol;
la Historia entre tus humos un perfume ha aspirado
y un susurro de voces en el bosque sagrado
anuncia el nuevo triunfo de un nuevo Anacreón.

Heraldo de tu raza diste el primer acorde
en la augusta trompeta y en la lira tricorde
donde las notas juguetearon como en un humo sideral
y hay en tu vieja estirpe, noble como el acero
guerrero en la gloria y en la tierra un trovero
fresco, joven y ardiente como una flor primaveral.

Vayan mis versos pálidos a orlar serenamente
junto a tantos laureles los rizos de tu frente
cual susurro lejano de un modesto vergel,
bajo la débil sombra de tu imperial corona
que el arte, el talento y el amor eslabona
con un simbólico laurel.

Hubo en tu raza un hombre, precursor de la Historia
que soñó tus canciones y presintió tu gloria
entre águilas heráldicas y entre campos de azur,
que imaginó algo grande digno de tus hazañas
y en el nido más alto de las altas montañas
hizo un pueblo, poeta, ¡donde nacieras tú!
Recuerdo vagamente de un lejano momento.

Fue un floreal. Tus canciones impregnaron el viento
y yo vi ante tus versos la brisa sonreír,
cantará las doradas espigas de la lira…
En el floreal de entonces cantaste a Primavera,
y hoy es la Primavera, ¡la que te canta a ti!

Ve por el mundo, bardo, y atraviesen tus rondas
entre frescos jardines y entre aromadas frondas
hacia el amplio sendero donde mora Ilusión
poeta que naciste para reír bajo las vides
para cantar victorias y triunfar en las lides
¡y llevar el Ensueño de canción en canción!

Abre el pozo…

Abre el pozo su boca, como vieja pupila
sin lágrimas. El ñorbo se envejeció trepando.
El horno que en la pascua cociera el bollo blando,
como una gran tortuga, silenciosa, vigila.

La araña en los rincones, nerviosa y pulcra, hila
la artera geometría de su malla enredando.
Las abejas no vienen de libar, como cuando
miel destilaba el pecho que ahora dolor destila.

Los restos de mi dulce niñez busco en la oscura
soledad de las salas, en el viejo granero,
y sólo encuentro la honda tristeza del pasado.

El corazón me lleva por el viejo granero
y encuentro en los despojos, viejo, decapitado
el caballo de pino del que fui caballero.

Desolatrix

Un álbum… Una dama que entre los folios tersos
ha de buscar inquieta la ofrenda primorosa…
La pluma está en mi mano vacilante y medrosa,
pero en mi corazón no florecen los versos.

Yo no creo que el lírico valor de mis esfuerzos
haga brotar en mi alma la ofrenda primorosa:
un secreto dolor, cual pétalos de rosa,
mis más amados ritmos se ha llevado dispersos.

Hoy quisiera, señora, cantar vuestros hermosos
prestigios, el divino don de vuestra belleza,
vuestro selecto espíritu elogiar en mi canto,

pero a mi derredor sólo escucho sollozos,
ya sólo me acompañan mi perenne tristeza
y este mi corazón que se deshace en llanto..

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MI POETA INVITADO:  Gustavo Adolfo Bécquer

Mi vida es un erial

LX
Mi vida es un erial,
flor que toco se deshoja;
que en mi camino fatal
alguien va sembrando el mal
para que yo lo recoja

YO NO CREO FUERA DIOS… [Mi poema]
Eusebio Ruvalcaba [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

No creo fuera dios quien hizo al hombre,
y aún menos que naciera de la nada,
ni creo que él lo hiciera a mano alzada,
y nunca yo creí, nadie se asombre,
que fue por un derecho de pernada.

Tampoco creo yo que el ser humano
sea tan alto, listo y tan fornido,
que más bien pareciera estar dormido
con electroencefalograma plano,
desde que al mundo llega está perdido.

Ignoro, más quisiera, quién lo hizo,
igual que tú, que yo, nadie lo sabe,
y aquel, el que alardée de su llave,
o es un tonto o muy listo. Un primerizo
que espera en internet hallar la clave.

Comprendo que haya muchos que se ofendan
y ante tal opinión peguen un grito,
que afirmen pues que existe un manuscrito
donde se habla de dios. Y otros defiendan
que todo en esta vida ya está escrito.

Que una cosa es saber y otra distinta
lo que en tantos momentos deseamos.
Y es ésta la razón por la que andamos
a quien quiera pidiendo explicaciones
y en tantas ocasiones naufragamos.

Tanto tiempo indagando, tantos años
sin que nadie descifre ese misterio,
tantos siglos viviendo en cautiverio
ignorando del agua de los caños
el origen y el fin, su climaterio.

De la vida buscar es la constante
aun sabiendo que nunca ha de encontrar,
tan inútil y tan arduo caminar
dando pasos mirando hacia a delante
para al fin ya del trayecto tropezar.
donaciano bueno

La vida de los #humanos sería más fácil si no existiera el #deseo de saber? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Eusebio Ruvalcaba

Delirio

Quisiera morirme ya mismo.
A la hora en que esté hablando de música.
Luego de la audición de una sonata
de Brahms, o de un cuarteto de Beethoven.
O al momento de charlar con un amigo.
Enfrente de él. Podría ser
en una mesa cantinera.
O después de haber mirado
los ojos verdes de una mujer.
De cierta mujer.
O, por qué no, luego de acariciar
la mano de mi hija.
También disfrutaría morir
a la mitad de un cuento de José Revueltas.
O de un poema de Pessoa.
O acaso dando mi taller de creación literaria.
Pero también podría morir
mientras reverbera en mis oídos
el violín de mi padre.
O el piano de mi madre
cuando tocaba Chopin para mí.
En cualquiera de estas circunstancias
me gustaría morir.
Si acaso no le parecen excesivas a Dios.
Que él decida. Yo me adapto.
Y desde ahora le doy las gracias.
Con tal de que no se tarde.
O no más de la cuenta.

Las canicas

Yo era bueno, muy bueno.
Le enseñé a jugar a Pablo,
que fue mi mejor amigo.
Se me hizo costumbre
traer las bolsas llenas de canicas.
Tenía mis favoritas,
con las que había vencido a terribles
enemigos.
Ésas no las cambiaba por nada.
Había otras muy lindas,
que intercambiaba por otras aún mejores.
No tenía chiste comprarlas.
En la esquina
había una viejita
que las vendía muy baratas.
Pero comprarlas equivalía
a hacer trampa.
Los tréboles eran
las más hermosas.
Siempre me pregunté
cómo habían metido esos pétalos
dentro del vidrio.
Y por qué nunca se marchitaban.

El viagra en un soneto sin rima

Para Rafael Ríos

Yo no lo uso; nomás lo recomiendo.
El viagra te abre las puertas del deseo.
Es como la música tropical
cuando la baila una mujer cachonda.

El viagra se desparrama en tu sangre
tan velozmente como la lectura
del Decamerón. Bocaccio lo habría
usado a espaldas de su querida.

Sin que se le mencione, el viagra está
al servicio del talismán erótico.
El viagra supera cualquier sesión

de psicoanálisis. Y es más barato
que la más módica de las consultas.
Quizás porque su efecto es inmediato.

Anoche lloramos juntos

No sé exactamente cómo aconteció.
Estábamos en la cama. Yo dentro de ti.
De pronto me di cuenta que la belleza
era mi ángel guardián.
Te dije que te amaba.
Como nunca había amado a nadie.
Me dijiste lo mismo.
Y sobrevino el llanto al mismo tiempo
que el semen.
Lloraste aún con mayor intensidad.
Nos juramos amor.
Las almohadas quedaron empapadas
de lágrimas.

El Mezcal

Para Guillermo Quijas

I
Más allá del mezcal está
la confección de la escritura,
el perfume de la lencería —cuando
aquella mujer
se desnuda frente al espejo—,
la mirada triste de los perros.

Pero todo esto es irreal,
y sólo existe en los jirones
que pueblan nuestros sueños.

Lo que existe en estado áspero
es la escritura,
la lencería, los perros.
Lo que hace el mezcal
es restregarte la belleza
de esta actitud en tu dulce cara.
Quitarte la venda de los ojos.

II
Ordenas el mezcal
y lo que estás ordenando
es una mujer que te traiga
la noche
en aquel vasito que en sus ratos libres
es veladora.

Destapas el mezcal
y lo que estás destapando
es la cloaca
de tu vida.
Sin contemplaciones
el mezcal
te va a conducir por los atajos
que te avergüenzan.
Territorio inhóspito y letal.
campo minado,
donde el tequila y el whisky
son niños de brazos.

III
El mezcal nació en cuna de oro,
pero la vida lo obligó a renunciar.
El mezcal es de sangre azul,
pero las decepciones —no
los fracasos, los fracasos no cuentan—
lo obligaron a rezumar alcohol.

IV
El mezcal nunca te decepcionará.
Es la prueba
de que has caído más bajo que él.

V
Se recomienda rociar mezcal
en el sexo
que has de beber.

VI
Hasta en los libros que hablan
sobre Oaxaca
llega el olor del mezcal.

VII
El mezcal nunca se debe beber solo;
siempre con tristeza.

VIII
El mezcal ayuda.
Hay un punto en que los hombres
se funden.
Hay un punto en que cada hombre entrega
lo mejor de sí mismo.
En el que por fin decide llamar a las cosas
por su nombre.
Ese punto no tiene nombre,
aunque algunos lo llamen muerte,
y otros vida.
Tampoco importa más de la cuenta nombrarlo.
Más bien hacer el viaje
y asumirlo.
Porque es irrepetible.
En el fondo es un tramo doloroso y miserable.
Los perros aúllan cuando un hombre
se aproxima
a este punto.
El mezcal ayuda
si te dejas llevar por él.

IX
El mezcal es un arte.
La vida es un aprendizaje.

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MI POETA INVITADO:  Juan Ramón Jiménez

El Dios final

Partimos de Dios
en busca de Dios,
sin saber qué buscamos.

El dios con minúscula,
el dios bajo cielo,
el cielo que es mar,
sobre aire que es cielo,
¡entre aire y marcielo,
y que es pleamar, y que es pleacielo!

El dios deseante,
el dios deseado,
—¡el dios deseado y deseante!—
me trae este Dios,
un dios Dios tan DIOS,
¡un dios: DIOS DIOS DIOS!
… que al cabo de todos los cabos,
que al borde de todos los bordes
un día encontramos.

Cada vez más suelto, y más desasido;
cada vez más libre, más ¡y más! ¡y más!
a una libertad de puertas de Dios.
Y entonces la puerta se abre… y ¡más libertad!

Estoy pasando la cuerda,
cuerda que tú me has tendido,
Dios mío, mi dios, ¡Dios mío!
¡Dios mío, no soples, Dios!

Siento la inminencia del dios Dios,
del Dios con mayúscula,
—el que nos enseñaron cuando niños
y no aprendimos—.
¡Dios se me cierne en apretura de aire!

¡Se me está viniendo Dios
en inminencia de alma!
¡Se me está acercando Dios
en inminencia de amor!
¡Se me está llegando Dios
en inminencia de Dios!

NOSTALGIA DE LOS PINARES [Mi poema]
Vicente Luy [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

¡Oh, aquellos resecos pinos
y polvorientas encinas!
En el corral las gallinas
y en las bodegas los tinos.
Y ese rito en la matanza
donde los pobres cochinos
oficiaban de padrinos
y reyes de la pitanza.

Los molestos sabañones
que atrofiaban nuestros dedos,
de la iglesia algunos credos,
de los quintos sus canciones.
La vendimia y los colgajos,
los mozos, sus lagarejos*
y en el río los cangrejos
y el crujido de los grajos.

¡Oh, aquellas tardes de estío
con la escarcha en primavera!
En los que la sementera
sembrando iba su albedrío.
Los segadores cortando
la testa a la mies dorada
y al terminar la jornada
a la misa y repicando.

Y del colegio, ¡oh, la escuela,
los pupitres, los maestros!
Los castigos siempre prestos
para clavarnos la espuela.
Y en el monte a por las piñas,
los cándalos para leña,
de conejos, santo y seña
de los amigos, las riñas.

Y esos juegos en la plaza
y en Santa Isabel, la fiesta,
los gaiteros. Y a la fresca
rosas con papel de estraza.
Y aquel brasero, el candil,
los rebaños, las ovejas
los chuzos desde la tejas
cual si fueran de marfil.

La cocina castellana
con sus perniles oreando,
los sarmientos tiritando
en la parrilla galana.
Las chuletas, bien regado
de vino fino el gaznate
para darle el jaque mate
del porrón empitonado.

Y otros mil recuerdos, mil,
que ahora hasta mi mente afloran,
disuelven y decoloran
como al blanco hace el añil.
De aquello, ¡ay amigo mío!,
la nostalgia es lo que queda
la poda, escarda y la veda,
con mi adiós, su escalofrío.
©donaciano bueno

La #nostalgia es el #olvido pero el monte nunca se olvida...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Vicente Luy

Llueve y alguien está diciendo “llueve”.

Si me equivoco contradíganme con amor, porque con amor digo.
Si erro pónganme maestros, que luego yo les enseño,
porque con amor hago.
O ustedes, ¿Por qué creen que llueve; porque hace falta?
¿creen que llueve porque sí? ¿por qué carajo creen que
llueve?
Llueve; y no sólo eso; la verdad es que hay un montón
de gente diciendo “llueve”.
De a uno empiezan a notarlo, y no lo pueden evitar;
simplemente dicen “llueve”.
Porque llueve.
Si me equivoco contradíganme con amor, porque
con amor digo.

En la cocina de la casa de su madre Melissa Sue Anderson
aprendió a mirar, a ser inocente.
El pibe Ingalls fue más lejos. Hizo un cáncer y en distintos
programas de lucha contra el cáncer se fue despidiendo
de a poco.
Yo, en la grava antes de la escalera que da a los salones,
voy gestando una voz tibia y rota, aunque hiriente; la de
alguien –un desconocido- que te pueda entender, que te va
a escuchar.
La puerta está abierta, y paso. Hay muchísima gente.
Toman Felipe Rutini, las velas están encendidas, los manteles
son blancos. Me llama la atención un florero. 6’ después,
tropiezo y lo rompo. La mayoría me mira.
Yo sonrío y trato de explicar lo azaroso del hecho.
Igual me echan.
De acuerdo. De acuerdo. Me voy.
Pero por lo menos lo intenté.

Entre 2 tablitas de la persiana de la habitación de la casa que alquilo en Argañaraz y Murguia y San Carlos no cabe un marlo de choclo, pero sí una mirada asesina.
Por eso estoy paranoico.
Subo a besos por su sangre,
cuento los días.
Ella abre un paquete de Merengadas;
ella comemos.
El sur vuelve lleno de camarones
y aire de los Aguirre.
Y todos sudan:
la madre, el padre y el pingüino.
Ella suda.
Ella se vuelve clítoris,
y yo también.

Eso es una pollera; eso es una mujer. Una mujer con un cigarrillo
en la mano. Tiene las uñas pintadas y toma un té. Parece bonita.
No me interesa ninguna otra cosa en este mundo.

Si fuera Dios me haría hombre, pero no otro.
Apostaría todo a la transformación.
Mi desesperación y mi miseria
son la plataforma desde donde me intuyo.
Sólo soy tuyo siendo yo.

¿Por qué los secuestradores prosperan?
¿Por qué sonríen los diputados?
Tienen plan.
Vos no tenés plan.

Por romper las reglas a Adán lo echaron del paraíso.
Yo reivindico eso.
¿Qué clase de Edén es ese
que hay cosas que no se pueden hacer?

¿Tus palabras no atraviesan las paredes?
Modifica tus palabras.

¿Venderle el alma al diablo? Sí, pero cara.
Y si se puede, venderle también otras cosas.
Y vender a Dios lo que el diablo no compre.

Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Si no lo leíste las 10 veces leelo de nuevo y después saltate este renglón.
Pero el miedo no siempre se ve.
Ahora miralo.

Relacionado: Orfebres en Cadena: otra de las iniciativas que surgió con la revuelta

Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Si no lo leíste las 10 veces leelo de nuevo y después saltate este renglón.
Pero el miedo no siempre se ve.
Ahora miralo.-

Antes pedimos que se vayan.
Antes, pedimos justicia.
Ahora pedimos que no se rían de nosotros.
Después, ¿qué pediremos; piedad?
Usá tu odio para el bien común.
Poné tu odio al servicio del bien común.

No se si asumir que estoy enfermo
y si lo estoy, ¿qué debiera hacer?
¿Estoy enfermo?
¿O es simple depresión?
Porque si soy un enfermo debiera
pedir primero por mi salud.
Y yo pido alegría
o mejora en mis ingresos
jamás salud.
Ya uso lentes.-

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Llueve, y alguien está diciendo «llueve». Si me equivoco
contradíganme con amor, porque con amor digo.
Si erro pónganme maestros, que luego yo les enseño,
porque con amor hago.
O ustedes, ¿por qué creen que llueve; porque hace falta?
¿creen que llueve porque sí? ¿Por qué carajo creen que llueve?
Llueve; y no sólo eso; la verdad es que hay un montón
de gente diciendo «llueve».
De a uno empiezan a notarlo, y no lo pueden evitar,
simplemente dicen «llueve».
Porque llueve.
Si me equivoco contradíganme con amor, porque
con amor digo.-

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MI POETA INVITADO:  Manuel Machado

Castilla

A Manuel Reina. Gran poeta

El ciego sol se estrella
en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamea en las puntas de las lanzas.

El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos,
¿polvo, sudor y hierro? el Cid cabalga.

Cerrado está el mesón a piedra y lodo…
Nadie responde. Al pomo de la espada
y al cuento de las picas, el postigo
va a ceder… ¡Quema el sol, el aire abrasa!

A los terribles golpes,
de eco ronco, una voz pura, de plata
y de cristal, responde… Hay una niña
muy débil y muy blanca,
en el umbral. Es toda
ojos azules; y en los ojos, lágrimas.
Oro pálido nimba
su carita curiosa y asustada.

«¡Buen Cid! Pasad… El rey nos dará muerte,
arruinará la casa
y sembrará de sal el pobre campo
que mi padre trabaja…
Idos. El Cielo os colme de venturas…
En nuestro mal, ioh Cid!, no ganáis nada».

Calla la niña y llora sin gemido…
Un sollozo infantil cruza la escuadra
de feroces guerreros,
y una voz inflexible grita: «¡En marcha!»

El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
¿polvo, sudor y hierro? el Cid cabalga.

UNA CUALQUIERA [Mi poema]
Suso Sudón [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Señor, tú que desnudo a mí me hiciste
mostrando mis vergüenzas sin complejo
hoy ya presto a partir aquí te dejo
la parte de este cuerpo que resiste
y, como es natural, algo más viejo.

Te dejo mi legado en sacrificio
por si acaso sirviera de eximente,
que siempre yo intenté ser consecuente
ajustando principios a mi oficio
sembrando a los que llegan la simiente.

Me iré sin conocerte. Te he buscado.
Jugaste con mi tiempo al escondite
siendo yo el perdedor en este envite.
Espero no pensar que te has vengado.
Que nunca fui invitado a tu convite.

Si un día nada fui y ahora la nada,
-pido no seas cruel- está a la espera
evita, por favor, de pena muera.
Impide mi alma sea condenada
cual fuera una fulana, una cualquiera.
©donaciano bueno

Siempre #jugando al #escondite Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Suso Sudón

Valiente

Valiente es aquel que siente miedo.

Valiente es quien enarbola
la verdad más dolorosa
hasta la cumbre final
y la diluye con el viento,
el de los ojos ardientes de libertad
que deforesta de cadenas
las miradas que atraviesa,
es aquel
capaz de reutilizar las lágrimas,
reciclar la rabia
y retomar el mando de la nave.

Valiente
es quien planta enredaderas
a los pies del grueso muro,
riega, observa, espera y trepa
sólo cuando la hora llega.

No se puede no ser valiente

Es valiente
quien se autorretrata sin retoque
para poder sanar las taras,
quien cabalga contra la estampida
de conformismo y parches,
de no conflicto y yugos,
de pusilánimes búfalos embistiendo
a la pureza que no saben alcanzar.

Sólo hay dos opciones.

Ser valiente es simplemente
ser fiel a uno mismo
a pesar de los pesares de quien sea,
atreverse a soltar lastres
que no te pertenezcan.

Ser valiente es movimiento,
acción activa, voluntad, anhelo,
ilusión, principios, horizonte, medios,
velas, remos en las manos, viento.

No se puede ser valiente
si no se tiene nada que perder.

Valiente es quien todo lo pierde,
se agarra a sus propias asas,
aprende que nada tiene
y todo lo gana.

No se puede no ser valiente
si tienes un antes, un después
y sobre todo un durante,
si estás sencillamente vivo.

No se puede no ser valiente:
sólo hay dos opciones.

Valiente es aquel que siente miedo,
no se paraliza y lo utiliza
como combustible del valor.

Valiente es aquel que siente miedo.

Agujeros negros
Me aspiras el aire y la respiración
con los agujeros negros,
me irradias tu color oxidado y crema,
tu olor a cemento natural fermentado con cereza,
me inyectas tu sangre del ártico en la piel
y a la vez,
tu volcán más cálido eyacula en mi retina.

Se me cuelan el alma y la reencarnación
por tus agujeros negros,
me saben a leche tus curvas girando,
a cigüeña tus pilares agitando su quietud inerte.
Me apasiono con la conexión cósmica,
las cosquillas de electrones reencontrándose,
y permito mi estampida de pilotos suicidas enamorados.

Caracoleas en la arena del futuro,
sirenesca, saborida y socarrona,
dibujando mandalas perecederos.
Saboreo el panal lejano alojado en la rama más alta
intento trepar por tu cuello,
y me deslizo en el primer peldaño,
pierdo el tempo,
nos imagino danzando,
le lanzo un anzuelo a la hoguera que seremos
y sólo pica la ceniza que será si tiro.

Me precipito y me desincronizo contigo,
quiero acelerar el ritmo,
articulo palabras elaboradas por la muralla,
quiero acelerar el ritmo,
desprendes un desprecio precioso y ocre,
una catarata hormonal, helada y hogareña,
tu abrazo es seda lavada sin suavizante,
infinito amor amordazado en el vientre,
centrifugando,
y no puedo parar de percibirlo,
sólo eres sonoridad entre mis dedos,
y me precipito y no mido,
solamente quiero acelerar el ritmo
y no dejar escapar el vapor de la locomotora,
quiero apaciguar el fuego con queroseno,
enterrar el hacha de guerra en tus tetas,
sólo sé expresar así lo exacto,
sólo así diseminar mi pensamiento.

Quisiera hacer del poema supernova
que devorase tus agujeros negros,
pero ya sin aire ni respiración ni ritmo,
ya sin tempo ni cordura,
ni métrica ni rima ni estructura,
sólo alcanzo a esbozar estrellas negras
en el lienzo blanco de tu boca,
se me cuelan el alma y la reencarnación
por la cloaca de mi loca luz de cuásar
y desaparezco con el brillo testarudo y bruto
de nuestra rota sombra astral.

Domadores

“Las palabras no me van a devorar
como un león a un domador”.
Andrés Sudón.

Al final, las palabras
sí que te devorarán si no las domas.

Son un ecosistema dentro,
se retroalimentan entre ellas,
copulan con los verbos
y conciben oraciones que rebotan
en los templos internos eternamente y,
si no caben más,
se pega su eco a los cimientos
y acaban por romper el cielo raso,
el techo y el cielo luego.

Las palabras cazan en manada
domadores únicos rebeldes
que abandonan sus látigos de tinta
en el estante de los grandes clásicos.

Qué más da la melodía,
qué más da la literatura,
qué más da, en todos sus sentidos,
el acto de dar más de sí.

Me da igual el regocijo,
me dan igual los conceptos concretos,
las monedas y los taxis,
me da igual la cantidad de ojos
depositada en estos versos ya.

Las palabras depredadoras
salen a comerte un martes
mientras alimentas a un pez
obeso y luminoso
con tus minutos muertos.
Te rodean entre doce
formando dos versos mediocres
con posibilidades reales.
Y tú, con el cadáver del próximo minuto
colgando de los labios,
no alcanzas a lanzar el látigo
y te mastican las entrañas crudas.

Es por eso que todo.

Nos da igual
el programa de la lavadora,
nos da igual el éxito
en el sentido de salir,
somos domadores de palabras,
coreógrafos de estrofas,
cómo no se nos iban a secar los rostros.

Al final sí que nos devorarán.

Estrenaré un cuaderno tras otro
hasta no dejar hueco para el látigo
ni para los clásicos,
sólo miles de volúmenes
del soliloquio de este chalado
elegante y chabacano
hasta que se acaben los ecos
y saque de mis tímpanos
a las fieras ávidas
de ser vida en celulosa.

Al final sí que me devorarán las palabras
si no las domo.

Me fagocitan la calma,
me engullen el brillo,
digieren lentamente mi ligereza
y la gravedad se agrava.
Sí,
la naturaleza lo es todo,
menos aquello que no es nada.
La naturaleza es sí.
Ésta no puede no tener forma,
peso, altura, astralidad o nombre.

Toma nuestra libertad universal
y dámela.
Lame lento cada verso
sin motivo aparente ni importancia.

Nos deleitaremos
en cada voltereta de león
de las palabras mansas
mientras muere de inanición
el pez repleto de notificaciones.

Dejaré de lado el no y la nada
y dormiré al sueño del todo
para despertar porque sí
el sentido de la vida.

Gritos a un papel

Me veo reflejado en mis ojos
ante el espejo
y me quejo de mí.

Porque soy uno más de esos
que tiñen de azul las estrellas,
de gris las praderas,
y de tristeza las aceras de gente que ya no comparte la mía.

¡Qué ironía la vida!
Te da cien millones de besos
en la mejilla
y luego los tapa de un solo golpe
en la rabadilla.

Me quejo.
Porque tengo en la mano
un regalo valioso
y lo guardo en el bolso
pensando que puedo disfrutarlo
más tarde
sin cuidarlo primero
y llevarlo siempre a mi lado
agarrado de la mano.
¡Qué torpe he besado los labios que me han amado!

Me quejo
y no dejo de odiar las caricias
que le he dado al odio.

Me quejo
de que cada mañana
me quejo de no tener más
al mirar al vacío tras subir la persiana
mientras otros no tienen siquiera ventana.

Me quejo
y me quejaré mañana
de no haber cambiado nada.

Blog Pedido Libro
El mundo
ni siquiera
necesita poetas.
El mundo
necesita
poesía.

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MI POETA INVITADO:  Blas de Otero

Hombre

Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.

Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.

Alzo la mano, y tú me la cercenas.
Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.

Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser ?y no ser? eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!

SOÑAR, ESE ANTÍDOTO [Mi poema]
Daniel Rodríguez Moya [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Yo no sé si soy, no soy, o es verdad lo que ahora veo
que al vacío me he lanzado sin conocer mi destino,
ni sé si aquí estoy, no estoy o estoy borracho de vino
pues que en este desatino sólo sé que me mareo.

Ni sé si creo o no creo a el que dicen ser divino
pues no he sido un adivino, no lo he visto y no sé nada,
sólo quisiera pensar no soy parte en la manada,
no hay derecho de pernada pues yo siempre desafino.

Quisiera pensar que soy, aunque a veces ya lo dude
un lindo y simple galán de una alegre mariposa,
un zorzal con sus polluelos, su nido, su humilde choza
y si soy y acaso fui, saber si hice lo que pude.

Que a veces yo me he sentido un tipejo incompetente
que engañándole a su mente, a sí mismo se ha mentido
que ha inventado mil patrañas o en las mismas se ha escondido
para acabar confundido o sentirse un indigente.

Y el tiempo que he consumido no he parado de dudar
con el miedo a naufragar y enfrentándome al ocaso
sin poderme yo aclarar. Y es por eso y por si acaso
que he seguido paso a paso no dejando de soñar.
©donaciano bueno

La propia #existencia es un conjunto de #dudas? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Daniel Rodríguez Moya

Epitafio de la tumba del poeta desconocido

Nunca salvó su patria.
Tampoco en gesto heroico
dio su vida por ella.
Bajo esta tierra yace,
acaso algunos metros más al sur,
un hombre perseguido
por sus propios fantasmas.

Los periódicos

Los periódicos son papeles lentos.
Nos cuentan que mañana
habremos enterrado un nuevo día
que no va a repetirse.

Así pasan sus páginas,
como briznas, un agua que emborrona
titulares, esquelas, anuncios por palabras.

No sé cuál es su magia,
si el olor de la tinta, sus manchas en los dedos
o tal vez sean sus fotos, nunca claras del todo
como el amanecer en un puerto con bruma.

Los periódicos nunca se recuerdan
pero llenan estantes de memoria imperfecta.
Es algo que aprendí poco después
del día en que murió el abuelo Tomás.
Él me enseñó a hojearlos, a leer entre líneas,
también a que se hicieran necesarios.
Esos lentos papeles de los que desconfío.

Pintas peces y pájaros

Con Ibis Palacios, alumna del taller de poesía de
Ernesto Cardenal en el Hospital La Mascota.

Pintas los peces del Río San Juan
con ojos tristes
pero aprietas el lápiz a la vez que tu gesto
con tanta fuerza.

Ignoro si será la rabia contenida
que explota al dibujar un sábalo real
azul intenso sobre un fondo viejo,
libreta de hospital llena de sueños.

Perfilas también pájaros y espantas
el vuelo amenazante de un negro zopilote
que aguarda como el cáncer
a comerse tu cuerpo que juega junto al agua.

Las páginas se llenan de trazos de colores.
La quebrada en el río,
dentro nadan los peces: un guapote,
también un roncador.
Y te quedas muy fija,
shhhhhhhh
hay que guardar silencio
para no despertar a los jaguares
que has pintado durmiendo
tendidos en la hierba.

Escribes un poema
como dice un señor de barba blanca,
–igual que su cotona– y boina negra:
Se tiene que escribir como se habla.
No tienes que rimar, el verso ha de ser libre,
y es mejor emplear los nombres propios,
de pueblos y personas, de ríos y montañas.

Por eso de tu lápiz
se escapan como el agua las palabras,
que son los mismos peces que dibujas.

Trazas versos tan libres
que vuelan del papel como los zanatillos
y los guardabarrancos,
tan sinceros, que escribes sin temor:
Me gustan los poemas
y me gusta la vida.

Mail delivery failed

Cuánto vale el acierto de una palabra justa.
Dónde van los tahúres cuando se sienten solos.
Quién deambula en las calles por las noches desiertas.
Cómo crece el asombro, la sorpresa de un niño.
Por qué algunos espejos son ojos entreabiertos.
Qué cura la resaca de la melancolía.
A qué correo electrónico envío estas preguntas
para que no regresen al buzón,
extraño el remitente y el mensaje:
“Mail delivery failed,
returning message to sender”.

Caracolas

Para asomarse al mar y conocer
el nombre de los barcos arruinados
y el rostro de marinos
que acabaron sus días convertidos en algas,
Neruda fue guardando caracolas,
fragmentos de memoria en espiral,
un silbido de tiempo sin relojes,
un susurro de sal
y voz de arena.

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Jorge Luis Borges

Descartes

Soy el único hombre en la tierra y acaso no hay tierra ni hombre.
Acaso un dios me engaña.
Acaso un dios me ha condenado al tiempo, esa larga ilusión.
Sueño la luna y sueño mis ojos que perciben la luna.
He soñado la tarde y la mañana del primer día.
He soñado a Cartago y a las legiones que desolaron Cartago.
He soñado a Lucano.
He soñado la colina del Gólgota y las cruces de Roma.
He soñado la geometría.
He soñado el punto, la línea, el plano y el volumen.
He soñado el amarillo, el azul y el rojo.
He soñado mi enfermiza niñez.
He soñado los mapas y los reinos y aquel duelo del alba.
He soñado el inconcebible dolor.
He soñado mi espada.
He soñado a Elizabeth de Bohemia.
He soñado la duda y la certidumbre.
He soñado el día de ayer.
Quizá no tuve ayer, quizá no he nacido.
Acaso sueño haber soñado.
Siento un poco de frío, un poco de miedo.
Sobre el Danubio está la noche.
Seguiré soñado a Descartes y a la fe de sus padres.

PURA ENVIDIA [Mi poema]
Ismael León Almeida [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Ya sé. Que te conozco. Eres la envidia.
No puedes disfrazarte ni ocultarlo.
Se nota por tu rictus al jurarlo,
rodeado como estás siempre de insidia
y no podrás negarlo.

Pues sepas te he sufrido muchas veces.
Ya sé, tú me dirás que eres la buena,
por tanto que no es justa una condena.
Me alegro si te dan lo que mereces.
No creas me das pena.

Te chinchas. Te fastidias si molesta.
Comprendo cuando a alguno le carcomes,
y espero que esto a broma no lo tomes.
E igual que el que disfruta de esa fiesta
tendrás de lo que comes.

Y amén de ser defecto eres cochina,
más mala que la sarna y perniciosa,
lo tomas cual si fuera cualquier cosa,
lo mismo al que inocente contamina
fingiendo eres graciosa.

Lo malo es que tu amor no tiene cura
y sea cuanto más tú más te creces.
Olvida de insistir con tus memeces,
que a mi me libre dios de la tortura
de ver lo que tú escueces.
©donaciano bueno

¿Envidia? Que sea de la buena, o no? Share on X

La envidia es el dolor que causa la prosperidad de los otros. Aristóteles

MI POETA SUGERIDO:  Ismael León Almeida

Alternativas

Sopla las velas,
corta el pastel.
A falta de cosechas
hay un tiempo de regocijos:
bastará con las palabras
desgastadas
levantadas en piedras soberbias
desgastadas
en acostumbrados brindis
concertados
mientras el tiempo plácido transcurre
ladera abajo
sin siquiera ese siseo de aguas públicas
en dirección a los tragantes,
a un mar de olvidos y justificaciones.

El hombre y su jabita de nailon
marca en la cola del pan
¿Quién es el último?
Y aguarda otro minuto a que le escuchen.

El ferry

Por una vez, quién sabe,
alguno de los dos
hará memoria
de ciertas viejas dudas
…………a la entrada de un bar
de cómplice penumbra,
accesible por siempre
para ciertos ensayos.

Después del daiquirí
la noche habría caído
sobre viejas estatuas.
La avenida
sería una extensión de las
palabras dichas,
supongo que las manos
¿tal vez se buscarían?

Habría, probablemente,
copas ya repetidas
y un lenguaje de ojos
(singular, femenino: un servidor
inhábil es sólo vuestra víctima).

Para no hacer tan largo
el cuento de esa noche:
habríamos cambiado
la historia, mi señora,
por una buena vez.

Uno sería al cabo
tan impuro y corriente
como quiso la vida;
usted tan perfecta y feliz
como un cuadro famoso
de Leonardo da Vinci.

Y habríamos cortado,
para siempre, este fino
y cordial,
tan distante y metálico
método de admirarnos,
corteses, precavidos
como aislados viajeros
en la estación del ferry
hacia ninguna parte.

Suceso

Súbito el día alárgase
una cuerda de nudos
trabazones
tramos que el perro ha
masticado,
y va y se quiebra ahí mismo
cuando tensa justo
en la hora de levantar la
carga
ceden las fibras
o suele ser otra armazón
tentada de razones,
y adviene desastre que termina
en polvo, y perdonen
el modo harto tan pésimo
de cerrar esa puerta.

Hubiera preferido arcángeles,
un encargado tal vez
de decir es esto
háganlo y ya,
que tomara cualquiera la
útil provisión (el riesgo,
al fin se entiende)
y allá venga el desastre
o en su caso la inusual
epifanía
(suceso del cual noticias
no alcanzamos)

Pero no. Que ya se obstina todo en
el teñirse
de colores ardientes
y la cuerda, es sabido…

La culpa fue de Dios
que mandó al más estúpido
de sus fieles sargentos.

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LAS IDEAS/LA SANGRE [Mi poema]
Jorge Galán [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Las ideas trozos son de pensamiento
y de imaginación
cortados de raíz a cuchilladas
para después despanzurrar
en un muro de lamentaciones
con sus vísceras saltando hechos trizas por los aires
para uso y disfrute de insaciables vampiros
que desde las múltiples Transilvanias
han de venir a chupar la sangre
y si así fuera
en sus flemas ahogarse de placer.

O lo que sería peor,
devuelvan sus esencias a la nada,
sus esfuerzos, a la nada,
su consciencia a la nada,
al vacío, que es la nada
sin retorno,
porque anduvieran estreñidas, secas
y la sangre brillara por su ausencia
y por tanto,
no habría nadie que la chupe
condenándole a vagar
como alma en pena.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Jorge Galán

Toque de queda

A las seis las calles se vaciaban y aún antes de la noche
venía el murmullo de la sombra,
y no sé ya si era verano o invierno, pero el frío
venía desde todos los sitios y se metía en las gargantas
y nos hacía hablar más bajo, con temor,
como lo haríamos solo para nosotros mismos.
En la tarde jugábamos al fútbol o al béisbol.
Por la noche lo único que podíamos hacer era jugar al escondite,
en la penumbra, buscando en el silencio la salvación.
El cerro en esos años era un sitio de cuevas:
alguien o algo se escondía ahí. Cerca de medianoche
me levantaba y caminaba entre los cuerpos que dormían
tirados en el piso, salía hasta la sala, abría la ventana,
y asomaba mi único ojo con valor hacia la oscuridad,
entonces podía ver lo que había bajado desde el cerro,
esa niebla donde habitaban hombres.
El brillo de sus fusiles y sus cuchillos era solo un murmullo.
El sonido de su respiración era el eco del mar que apenas recordaba
y lo que murmuraban los árboles era también una plegaria.
Nadie podía verme, pero no me atrevía a estar de pie.
Arrodillado, miraba mucho tiempo, hasta que volvía una mentira
todo aquello que pasaba ante mí, algo irreal como el recuerdo
de un sueño despiadado sucedido hacía mucho.

Gracia

Viniste como el rayo
un instante de Dios entre dos noches,
por eso no te has ido, por eso no te marchas a pesar de esta hora
de columnas hostiles que rodean mi cuerpo destrozado entre fangos.

Es viento, viento muerto lo que tiembla en los árboles,
son voces, voces muertas, las que hablan en la sombra,
son dedos, dedos largos los que limpian los labios
de ese rastro brioso de amapolas oscuras.

Pero tú permaneces intacta en tu hermosura,
en tu belleza intrínseca que te recoge el pelo con pañuelos de humo.
Viuda de los claveles, gaviota de la noche, luz más alta del día,
vas volando por mares que existirán mañana,
iluminas los puertos que nadie ha construido,
das un brillo dorado a las crines del viento
y recoges el cuerpo donde me hallo tendido
y repites mi nombre…

Yo escucho algo muy lejos
un susurro venido de un cielo más distante,
una oración levísima de palabras enormes
pronunciadas con una dulzura interminable,
con un amor terrible que casi me da miedo.

Nuestros días oscuros nos llevan de la mano,
nos abrigan con sábanas que desollan el pecho más llano de la nieve,
pero no te has marchado, permaneces haciéndote más grande
iluminando el día
desde mi oscuridad.

El holgazán

Acostado en la cama miro por la ventana
el cielo no es celeste ni azul
es verde oscuro. Las hojas no son verdes
las hojas son doradas. Las ramas donde penden están rojas.
No hay nubes esta tarde ni brisa ni esa música
que en el silencio habita sin que nadie la note.
Allá afuera está el mundo que observo sin mirarlo.
Y me pregunto, ingenuo: ¿se asomará a mirarme?
Siempre divide, un hombre, la humanidad en dos mitades,
así como el interminable nuevo instante presente
divide la eternidad en lo que fue y lo que será.

¿Posee olor esta habitación?

Supongo que huele como mi cuerpo, pero no lo distingo.
Si me tendiera sobre un campo de jazmines olería a jazmines
pero estoy tendido sobre la cama y la cama esta tendida a su vez sobre el mundo.
¿Cuál es el aroma del mundo?
¿A qué huele la noche? ¿Es el alba un perfume?
Me siento hijo este instante cuando soy el inicio y el final
de todas las distancias y todos los caminos,
porque un hombre siempre es el inicio y el final
de todos los caminos y todas las distancias:
si cierro mis ojos el cielo tiene el tamaño de unos párpados cerrados,
si los abro, el cielo se extiende hasta volverse oscuro y llenar una inmensidad
que solo es posible si me doy cuenta que es posible.
Si me levanto, no estaré parado sobre el piso de ladrillos sino sobre el mundo
y el mundo me sostendrá aunque no me de cuenta que me sostiene
y girará y se destruirá y restituirá, todo bajo mi pie, bajo mi sombra de esta tarde
y otras tardes iguales que esta, donde nada parece suceder,
donde no quedan pájaros y los rocíos invisibles alimentan pistilos que no veo
y el viento se ha alejado a unos árboles demasiado lejanos,
cuyas siluetas, que no observo tampoco, son solo hombres oscuros de alguna lejanía,
inmóviles e incapaces de producir algo más que temor o sospecha
pero jamás asombro.

Miro por la ventana. La cama está mullida. El cielo no es celeste ni azul
es verde oscuro. Las hojas no son verdes, son doradas, no caen, se mantienen asidas
a las ramas de un árbol que en la tierra se hunde como un rayo perenne.

La adivinanza

Mi capa es la tiniebla pero mi sombra es luz.
Se haya en mi mano una moneda dispuesta a la limosna
pero mi voz es lo terrible, cuando así lo desea.
Si dijera esto a un niño le preguntaría ¿Quién soy?
Y sería solo una adivinanza y no un enigma y una proclamación.
Mi espalda es el invierno que oscurece a los árboles
pero mi rostro es la blancura de la nieve más fría.
Si hundo mi pie en el fango es tan solo en la hierba que aparece una huella.
Veo, escalones abajo, los insipientes actos de los magos,
y escucho, por encima de mí, las palabras de Dios
en la lengua monumental de sus profetas.
Veo a los ángeles en un palacio interminable
jugando como ínfimos infantes en interminables jardines
y escucho la confesión del viento en los antiguos árboles
y la profecía del mundo en la boca del mar
y revelo la edad de las estrellas a los hombres
y el corazón del hombre a la desolación de los abismos.
El beso de Dios arde en mi frente.
Soy hijo y no puedo ser otra cosa más que hijo.
Los trigales se inclinan a mi paso
y el rey pide consejo y ejecuta conforme lo que digo.
Mi mano es pesada como el hacha de piedra.
Para mis ojos no hay distancia ni tiempo
ni lugar ni cortina ni pared ni secreto.
Sobre mi cabeza los gorriones y las ramas altísimas
y las antiguas torres y el universo mismo.
Bajo mis pies el mundo
y bajo el mundo, los nombres de los muertos.
Si le hablara a los niños, podría preguntarles, fingiendo ser astuto,
¿Saben los nombres de los muertos?
Mi capa es la tiniebla pero mi sombra es luz
y al revelar aquello que en mí se ha revelado me vuelvo yo el misterio.
Mi destino es la hora más postrera del hombre:
La claridad penúltima…
El último silencio.

que se hundiera en la noche.

EL TESTIGO

Al final, estaba solo. La oscuridad siempre nos halla solos.

Salí del fuego como un profeta sale de la muerte.
Mi espalda fue la última oscuridad que miraron del mundo
los que se quedaron atrás, atrapados
de los talones y las manos por lo definitivo.

Al despertar yacía bajo una sábana como un mar blanco.
A mi alrededor la muerte era un perfume oscuro
y las ventanas atrapaban al día y lo echaban encima de mi´.

No podía olvidar que éramos nueve pero al final estaba solo.

El microbús iba a través de la penumbra.
A ambos lados había grandes árboles y todo parecía apacible.
Luego sonó un disparo, el primero, y su sonido
fue exactamente como el último. Y todo se detuvo. El autobús,
la noche, los otros autos, los días venideros.

Entonces vinieron esas voces ininteligibles y aún así´ humanas.
Maldiciones dichas en lenguajes vulgares.
Y la gasolina rociada como aceite sobre una cabeza,
un acto de fe convertido en terror.

Fue tan difícil comprender que habían sido capaces.

Todos estábamos adentro cuando empezó
Un bautizo de fuego en plena carretera, bajo la sombra
de los árboles, al inicio de una noche que ya no tuvo límites.

Y al final, estaba solo. Y aún no comprendo cómo me levante´
y salí de la selva de luz envilecida,
erguido como un hombre pero siendo menos que un hombre:

un recordatorio, una carta sombría, un vestigio
donde los que se asomen podrán sentir el peso de la luz estos días.

Premio Adonáis de Poesía. Ediciones Rialp. Madrid. España. Año 2006.

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Jorge Guillén

Llegó la sangre al río

Todos los ríos eran una sangre,
Y por las carreteras
De soleado polvo
¿O de luna olivácea?
Corría en río sangre ya fangosa
Y en las alcantarillas invisibles
El sangriento caudal era humillado
Por las heces de todos.

Entre las sangres todos siempre juntos,
Juntos formaban una red de miedo.
También demacra el miedo al que asesina,
Y el aterrado rostro palidece,
Frente a la cal de la pared postrera,
Como el semblante de quien es tan puro
Que mata.

Encrespándose en viento el crimen sopla.
Lo sienten las espigas de los trigos,
Lo barruntan los pájaros,
No deja respirar al transeúnte
Ni al todavía oculto,
No hay pecho que no ahogue:
Blanco posible de posible bala.

Innúmeros, los muertos,
Crujen triunfantes odios
De los aún, aún supervivientes.
A través de las llamas
Se ven fulgir quimeras,
Y hacia un mortal vacío
Clamando van dolores tras dolores.
Convencidos, solemnes si son jueces
Según terror con cara de justicia,
En baraúnda de misión y crimen
Se arrojan muchos a la gran hoguera
Que aviva con tal saña el mismo viento,
Y arde por fin el viento bajo un humo
Sin sentido quizá para las nubes.
¿Sin sentido? Jamás.

No es absurdo jamás horror tan grave.
Por entre los vaivenes de sucesos
¿Abnegados, sublimes, tenebrosos,
Feroces?
La crisis vocifera su palabra
De mentira o verdad,
Y su ruta va abriéndose la Historia,
Allí mayor, hacia el futuro ignoto,
Que aguardan la esperanza, la conciencia
De tantas, tantas vidas.

UNA GATO MERODEA EN MI JARDÍN [Mi poema]
Adrián Chaurán [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Un gato se ha colado en mi jardín
con gran nocturnidad y alevosía,
y a todo lo que halló, lo que allí había
se puso con descaro a poner fin.

Los tiestos, las macetas, mis plantitas,
aquellas que con mimo yo cuidaba,
el gato con fruidez debarataba
tirando por el suelo. Las risitas

que hacían tanta gracia al susodicho,
un jeta, un caradura y mal hablao,
el mismo que en mis plantas se ha cagao,
mejor, debo decir que era un mal bicho.

Prometo, si lo cojo lo espanzurro
¡qué falta a mi trabajo de respeto!
pues sepa yo en su vida no me meto
no me gusta me trate como un burro.

Pobrecito jardin y pobre huerto
por culpa de las pifias de ese gato
haciendo cochinadas al substrato,
pareciera que le ha mirado un tuerto.
©donaciano bueno

#Qué falta de consideración del dichoso gato...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Adrián Chaurán

I

En el anochecer o irse de las horas
donde traen ecos guardados
en las esquinas de los labios
mis manos asen la bruma
de los sueños y de tus sueños
no hay que llorar por las raíces que crecen
en tu habitación o por mis sombra
tan apartada de las paredes
en donde se muerde una voz
tan similar a la mía y tan lejana a su vez
tan triste en el recuerdo
donde se riegan las nuevas hojas
y una huella se duerme en mi regazo
soy solo hombre de metales que hieren
donde el mineral es parte sangre
donde las calles llevan a la lluvia
y está mi rostro tan caído
tan lejano tan hecho de pasado
tan inventado por el vacío
o por
……un vaso de licor y con lirios
……………………y ríos de sangre.

II

Aquí se agolpa tu eco,
desfallece entre las arenas o el ansia
de mi boca, rumiadora de la llaga,
rumiadora de tu voz y su clavo,
sintiendo en la brisa tu retrato invisible,
eternamente invisible
por un alambre destruido, ay amor.
Alzó el grito su eterna daga
por mis vetas, por las señales
desdibujadas en la mirada,
para descender en el canal escondido
por una sábana que no te nombra,
que nos desconoce en la ribera
de la muerte y su cruz,
en donde se arrinconan tus manos
con las mías y su pregonar de oraciones.
Ay, una flecha de tu boca
atraviesa mi pecho, ay.

Bajo el espejo de las caricias
se estremece en ahogo un beso
ahora lejano. Ahora de nadie.

III

Cuántos desaires hasta tus brazos,
amor, qué raudo fui por el horizonte
con el cuerpo de intensa lejanía

amor de mis venas, tú, antes;
mucho antes de los primeros atardeceres,
mucho antes de la sangre y sus navajas,
ya mi cuerpo se abrazaba a ti,

ya era mi alba en tus ojos
un murmullo de ciegas luciérnagas, amor mío,
que cruzaba por las olas buscándome,
el dolor de mi alma en tu espejo;

aquí estaba, aquí estoy, amor mío,
con el sabor de la herrumbre, con las horas,
con la piel, amor mío, aquí,
tan próximo a tus labios.

IV

(Poema de amor)
La noche declina con tus ojos
como sentir tu voz
de tu cuerpo en sosiego,
suave, ciega, de ascuas
ahondando en mi pecho;
misteriosa, en mis manos
te han sostenido
errante, como la bravía del pasto.
En tus besos;
en tus brazos que ciñen
el temor de la madrugada,
reposo, en mis huellas
aún intactas hacia la lontananza.
Sentí tu espacio,
ocupando la extensión de mis deseos,
ahí, sin deseo o anhelo.
Olor de lirios marchitos,
el mañana del amor
renace de las raíces
con nuestros nombres.

V

“Beso soy, sombra con sombra.
Beso soy, dolor con dolor”.
Miguel Hernández.
Dolor soy o esperanza de esperarte
caída de tus labios,
mis manos se estrellan con la mar
de volver a los espejos,

sombra del aliento, decirse adiós,
para siempre vuelve, consumiendo silencio.
Amor de los vestigios,
renace en mi pecho
el ansia ahora perdida del tiempo;

soy las hojas de los ojos
con el consumirse de las lunas,
exhausto de temores,
a donde cae mi cuerpo
florecen los amaneceres de mis heridas
……………………………………con tu sonrisa.

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LOS NUEVOS BANDOLEROS [Mi poema]
Rafael Góchez Sosa [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

He oído decir, hackers les llaman.
Son tipos que van dando por el culo
sin recato, piedad, ni disimulo,
y al que encuentran si pueden se la clavan
cual putas pignoradas por un chulo.

Si el ser malo tenía pocos nichos
otros hay que han nacido pa’ jodernos,
no usan rabos, tridentes mi usan cuernos,
que acechan a distancia como bichos
para hundirnos y enviar a los infiernos.

Son esos que descifran algoritmos
sin ojos ni caras, son anónimos,
–de malas personas son homónimos-,
los mismos hijo-putas, esos mismos
de falsos perfiles con seudónimos.

Cual meros malhechores tras los setos
al acecho bordeando los caminos,
van a aldeanos robándoles los tinos,
gozando de ponerles en aprietos,
tratando sin piedad como gorrinos,

Son autores del verbo hackear,
se mueven en el agua como peces,
cuidado con sus heces, no tropieces
contaminan el tufo allende el mar
ni dios te ha de librar así le reces.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Rafael Góchez Sosa

Medio camino

Y sea indulgente con los hombres
Que envejecen
Rilke

Cuando el llanto mojó las amapolas,
Cuando el invierno me tendió su mano,
Voz y trueno movieron un verano:
Verano antiguo de las piedras solas.

Y fue la soledad música en olas,
Delgado silbo, nocturnal, cercano;
Desde entonces me siento más anciano,
Más amigo de musgos y corolas.

Estoy a medio andar, medio camino.
Mi anciana juventud —ave del trino;
Pide concordia, comprensión, colmenas.

Estoy a media cruz, medio sustento.
Reclamo, compañeros, un momento
Para explicar esta vejez de penas.

La lluvia

La lluvia tiene duendes y sonidos.
Tiene voces, cristal, arquitectura
De asombro desmayado, presentidos
Alfabetos de llanto y de ternura.

Porque en la lluvia los recuerdos crecen.
Y la escuela y Toñín y el barrilete;
Los barcos de papel, ¡Cómo se mecen!
Y aquel domingo que robé un juguete.

(Lejos. Siempre que llueve estoy de viaje.
Me voy con mi palmera y mi lenguaje
A los dominios de la hierba amada)

La lluvia tiene ramazón de infancia,
Cabellera de ríos, sol, distancia,
Y un perfume de tierra liberada.

Oración

Oro por todos los que sufren. Pido
Por aquellos que llevan la agonía
De ser más tristes que la luz del día
Cuando llega el minuto del despido.

Ruego por el injusto perseguido,
Por el que halló la muerte en la porfía,
Por la mujer que abandonó su cría,
Por el que sueña auroras, oprimido.

Oro por el dolor del campesino,
Por la negada mesa del obrero,
Por los necios que nunca se enamoran.

Imploro por la paz. Por el camino
Del himno sin fronteras, verdadero.
Pido por todos los que nunca lloran.

Mi patria es este mundo

El que canta soy yo. Que no te asombre:
Viajo en horas de fuego, sin partido,
No pertenezco a sectas. Soy olvido,
Presencia. Mi desvelo es por el hombre.

Están mis huesos indios saturados
De universalidad. Llevo en la frente
Estrellas y caminos, refulgente
Vegetación de los ilusionados.

Mi patria es este mundo a veces lleno
De maldades, a veces bueno, bueno,
Pero siempre dispuesto a la porfía.

Mi cielo están en el suelo donde habito,
Donde la noche enciende su infinito
Para causar la anunciación del día.

Luz y sombra

(Poema a la sombra de la luz)
Preguntad
qué es la luz y veréis que nadie sabe.
Es tan difícil llegar a los conceptos.
Por ejemplo, luz
puede ser el instante que pronuncio
sin mencionar razones.
luz el ámbito cruel del perseguido. Luz
la búsqueda, el surco,
los desvelos.
Luz la sombra del árbol contra el hacha.
Preguntad a las piedras
y su rostro de siglos encenderá silencios.
La luz
en ellas
tiene más sentido
que en los rótulos de neón.
Preguntad al niño, y el niño
reirá.
Preguntad al ciego, y el ciego
alumbrará vuestras
tinieblas.
Preguntad a cuanta cosa habite,
gire y calle.
(Hay luz hasta en el moho,
la pátina,
en oquedades de olvidados nombres).
Preguntad, por ejemplo, a mis deformes huesos,
y mis huesos os dirán
que hay luz en ellos,
aunque esa luz -a veces-
me duela
como llaga irrenunciable.

De la palabra al fuego

Ahí está la palabra.
Recogedla.
Haced con ella
el agua poderosa, establecida
desde el rocío anunciador
de la esperanza, hasta el brazo de los mares
o del llanto.
La palabra era. Ha sido siempre.
Estuvo con el hombre
primitivo
y está en el primitivo anhelo de entendernos.
Está en las vértebras del frío, derrotada,
pero está.
Vedla en el silencio
volcánico del pueblo. Miradla
historiando el barro
en el muslo de nuestra
raza y viento.
La palabra vive, conduce.
Prologa las edades.
Se toca en la herida del desvelo
lo mismo que en la luna
jubilosa de los sueños.
Se intuye la raíz de su distancia
en el puerto
de la sangre.
En todo.
Aquí.
En el ángulo inexacto de los cementerios;
en el sexo tropical
del vientre
púber;
en suelos agotados, sin emblemas;
en simientes de paz, guerra o cansancio;
en la pátina cruel
de los olvidos; en las islas
del loco; en el pecado;
en la sed; en las uñas del miedo;
en los escapularios del invierno,
en esto, en aquello, en todo: ¡la palabra!
¡Recogedla, señores de la siesta,
y haced con ella las sandalias
para llegar al fuego!

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POETAS INVITADOS:  Nicanor Parra

Discurso del buen ladrón

Acuérdate de mí cuando estés en tu reino
Nómbrame Presidente del Senado
Nómbrame Director del Presupuesto
Nómbrame Contralor General de la República.

Acuérdate de la corona de espinas
Hazme Cónsul de Chile en Estocolmo
Nómbrame Director de Ferrocarriles
Nómbrame Comandante en Jefe del Ejército.

Acepto cualquier cargo
Conservador de Bienes Raíces
Director General de Bibliotecas
Director de Correos y Telégrafos.

Jefe de Vialidad
Visitador de Parques y Jardines
Intendente de la Provincia de Ñuble.

Nómbrame Director del Zoológico.

Gloria al Padre
………………… Gloria al Hijo
…………………………………. Gloria al Espíritu Santo
Nómbrame Embajador en cualquier parte
Nómbrame Capitán del Colo-Colo
Nómbrame si te place
Presidente del Cuerpo de Bomberos.

Hazme rector del Liceo de Ancud.

En el peor de los casos
Nómbrame Director del Cementerio.

LA VIDA SIN …VIDA [Mi poema]
Francisco Antonio Gamboa [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

¿Qué hay vida sin amor? una putada.
¿La vida con amor? una faena.
El arte es de aunar gloria y condena.
Mientras dura está el alma obnubilada
siempre expuesta a morirse de gangrena.

¿El sexo sin amor? es puro vicio.
¿El amor sin el sexo? es una excusa,
una idea sutil, algo confusa
que amenaza lanzarte al precipicio
pues convierte a la amante en una musa.

Yo, poeta que soy del siglo veinte
que apenas he aprendido a escribir versos,
la musa no he de hallar aunque lo intente
y el amor dudo acuda de repente
conmigo a degustar mis universos.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Francisco Antonio Gamboa

¿Por Qué?

Si sabes lo que pienso cuando escondo
tu recuerdo en mi mente soñadora,
si sabes lo que busca mi alma ardiente
cuando la invaden del amor las olas;

si tú has soñado lo que yo he soñado,
si tú has oído–como yo- esas notas,
resonancias de músicas lejanas
que vibran en regiones misteriosas;

si tú has sentido como yo he sentido
volcarse el corazón hora tras hora,
si sientes en tu pecho los oleajes
de un océano de amor que se desborda…

¿Por qué no estalla la pasión ferviente
-tempestad de las almas que se adoran-
por qué calla ¡cobarde! el labio trémulo
y las manos, convulsas, no se tocan?

Sueños

A mi maestro el señor don Alcides Isaacs

¿En dónde, en dónde encontré la ignota,
resplandeciente, luminosa idea;
la que en la mente de los genios brota
cuando la mente de los genios crea?
¿En qué región del éter encendido
Homero halló la inspiración gigante?

¿En dónde tienen su ignorado nido
las tempestades del terrible Dante?
¿Dónde de Albión el trágico sublime
bebió la hiel de todos los dolores:
desde el que oculto en la conciencia gime

hasta el que grita blasfemando horrores?
¿Por qué tener la aspiración ardiente,
la sed de gloria, el incesante anhelo,
si faltan alas para alzar, potente,
al infinito el majestuoso vuelo?
¿Por qué la chispa que el cerebro enciende,
la chispa excelsa que la mente inflama,
en mi cabeza con su luz no prende
de la divina inspiración la llama?

***
Ah! yo he soñado con mis regios cantos.
mis áureos himnos y valientes odas,
llenos de fuego, majestad y encantos,
y admiración de las edades todas!
Que de los Andes en la enhiesta cumbre,
donde la lava entre la nieve brota,
envuelto en rayos de celeste lumbre,
mientras Atlante el continente azota,
¡he hecho temblar el Universo entero
al estallido de mi voz potente,
mientras el mar, con su rugido fiero,
se alzaba en olas a besar mi frente!
¡Y endiosábanme en himno altisonoro
los pueblos todos, de entusiasmo ciegos,
y me ensalzaban en su lengua de oro
resucitados los poetas griegos!

***
Rasgóse el velo en que fulgura el astro,
testigo eterno de la eterna Historia,
y, atrás dejando luminoso rastro,
sus áureas alas desplegó la Gloria.
……………………………………….
Beso de fuego calcinó mi frente,
y entusiasmada, con sus manos bellas,
puso la Diosa en mi cabeza ardiente
su corona de fúlgidas estrellas.
Los umbrales remotos y sagrados
salvé de lo ideal, con planta inquieta:
ya no hubo para mí mundos vedados:
¡se amaban ya la Diosa y el poeta!

***
¡Y yo le daba mis excelsos cantos,
mis regios himnos y brillantes odas,
llenos de fuego, de vigor y encantos,
y admiración de las edades todas!

Heces

I
Si yo, que ya no tengo ni una sola,
¡ni una sola ilusión!
y que miro al través de un velo negro
todo cuanto subsiste bajo el sol;
si yo, que cuando siento
dentro el pecho latir mi corazón
me asusto, cual si oyera que algún muerto
golpeara de su tumba en lo interior;
si siendo como soy, a cada instante
sufro una decepción,
¡cuántas no sufrirán las pobres gentes
de quienes sin piedad se burla Dios,
llenándoles el alma de quimeras
y cándidos ensueños de dichas y de amor!

II
¡Ah mujeres! mujeres! qué adorables
son todos vuestros locos desvaríos!
¡Oh! cómo tiembla el alma estremecida
al vivo ardor de vuestros besos íntimos!
***
¡Ah mujeres! mujeres! quién creyera
que si no son mentira o son capricho,
vuestros más fervorosos entusiasmos
sólo son histerismo!

III
No arranques de mi pecho la saeta
que tu mano, temblando, me clavó;
quiero gozar sintiendo en mis entrañas
el veneno terrible de tu amor.
¡Ah, qué dulce saber que emponzoñado
se lleva el corazón,
saber que allí las ilusiones mueren,
insectos viles en nociva flor!

IV
Yo soy nuevo Prometeo
encadenado en la roca
de esta vida miserable
que me fastidia y me sobra.
Y el buitre de corvo pico
que mis entrañas devora,
es este mundo insensato
que en mis tormentos se goza.
……………………………………..
¡Si se extinguiera la entraña!
¡Si se rompiera la roca!
Pero ay! … ser larga la vida
cuando debiera ser corta!

En Secreto

Voy a leer con dulce arrobamiento
lo que su mano trémula
ha confiado a ese libro en que ha vertido
sus íntimas, preciosas confidencias.
He visto allí mi nombre;
he visto el nombre de ella,
y he adivinado ya muchos idilios
al ver junto a esos nombres ciertas fechas.

Y siento en cada página el perfume
que en todo lo que toca siempre deja;
y siento en cada hoja
el terciopelo de su mano inquieta.
Allí están los renglones:
la huella misteriosa y duradera
que, al pasar, han dejado
el corazón y el pensamiento de ella.

¡Cuántas veces, tal vez -en esas horas
en que la virgen candorosa sueña;
cuando se duerme el sol, y los luceros
enamoran, brillando, a las estrellas-,
la que escribió estas páginas hermosas
habrá puesto su lánguida cabeza
sobre este libro, que dichoso guarda
sus emociones hondas y secretas!

¡Tal vez se borrarán muchas palabras;
tal vez, frases enteras…
cuando llanto de gozo
sobre este libro vierta,
y deposite, loco de entusiasmo,
un beso en cada letra!

Paráfrasis

(De Paul Bourget)

La luz de una tibia mañana de estío
inunda los campos con áureo esplendor:
el aire está lleno de dulces aromas:
arrullan sus hijos las blancas palomas
y un salmo de vida se eleva hasta el sol.

Y desde la inquieta, fugaz mariposa,
que tiende sus alas al aire sutil,
al ciervo garrido, que alegre devora
el tierno retoño nacido a la aurora…
ay! todo a mis ojos se muestra feliz!

Y yo que transito por esta campiña,
sintiendo del pecho la sangre correr,
abierta una herida que nunca se cierra,
perdido en las sombras, sin nadie en la tierra,
¿ ya nunca en mi alma la aurora veré?

Los males pasados, los crueles tormentos,
las viles traiciones de pérfido amor,
¿no puedo olvidarlos? ¿La tierra no olvida
en estas mañanas de luz y de vida
el soplo de muerte del negro aquilón?

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POETAS INVITADOS:  Charles Baudelaire (1821-1867)

La muse malade

Ma pauvre muse, hélas! qu’as-tu donc ce matin?
Tes yeux creux sont peuplés de visions nocturnes,
Et je vois tour à tour réfléchis sur ton teint
La folie et l’horreur, froides et taciturnes.

Le succube verdâtre et le rose lutin;
T’ont-ils versé la peur et l’amour de leurs urnes?
Le cauchemar, d’un poing despotique et mutin
T’a-t-il noyée au fond d’un fabuleux Minturnes?

Je voudrais qu’exhalant l’odeur de la santé
Ton sein de pensers forts fût toujours fréquenté,
Et que ton sang chrétien coulât à flots rythmiques.

Comme les sons nombreux des syllabes antiques,
Où règnent tour à tour le père des chansons,
Phoebus, et le grand Pan, le seigneur des moissons.

SE FUE AQUEL HOMBRE [Mi poema]
Carlos Ernesto García [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Se fue aquel hombre que todo lo sabía,
que asesoraba él mismo al ignorante,
el que era ingenuo y el que era un petulante,
agnóstico, el ateo, el que creía
de la verdad supina un fiel marchante.

Y un día se fue, se fue, ¡quién lo diría!
el tonto el haba, el listo, el Presidente,
y el que allí asó la manteca, el indigente
mutis haciendo en la misma cañería,
entre lamentos y gritos de la gente.

Y esta mañana se fueron un montón,
un barrendero y un cura, un empresario,
y algunos más que vivieron del erario
con sus vergüenzas al aire, sin calzón,
y hasta es posible se fuera algún Notario.

Se fue el que vino a ser un dependiente
y al que el destino forjara un maleante,
el bueno, el justo duraron un instante,
todos unidos rodando en la pendiente
el que era honesto o fuera un traficante.

Todos marcharon en tanto que otro vino
desconociendo que el mismo toma el guante
así que sueñe que aquí vino triunfante
para ahogarse en su soplo en su camino
o en el requiebro de algún sueño menguante.

Uno tras otro, que aquí nadie se queda
cual pasajero que embarca sin destino
cada uno a cuestas que es reo de su sino,
todos se secan cual seca la arboleda
así parezca que fuera un desatino.

Conozco alguno que mira hacia otro lado
y se hace el longis* porque no ver quisiera
pasa en silencio sabiendo qué le espera
y es que su tiempo muy pronto habrá acabado
esté de acuerdo, lo dude o así no quiera.
©donaciano bueno

* darse por no enterado 

MI POETA SUGERIDO:  Carlos Ernesto García

YO NO TENGO CASA

La mitad de lo que amaba ya no está conmigo
Unos (casi todos) se han quedado
Otros simplemente partieron

Mi hermano urgentemente me escribe de México:
La casa se derrumba
hay que venderla
y pienso:
es qué aún tenemos casa?

Mi padre se quedó sin comprarse aquella camisa
o aquél pantalón que tanto le gustaba
sin ir al cine los domingos
sin viajar con el que tanto soñó
y se conformó con visitar un parque
en donde mirarle el rostro al caballo
y al general que lo montaba en una estatua
Todo por comprarnos una casa
Una pequeña y modesta casa donde vivir
y a la que hoy solamente se le ocurre derrumbarse

Por mí
que se derrumbe si quiere
Si la mitad de lo que amaba ya no está conmigo
si los niños no se amelcochan frente a la ventana
y si a mi hermana se le quebró la sonrisa frente al espejo
aquella terrible noche de junio
antes de la tormenta y el canto del gallo
si el llanto metálico de un niño
no me provoca una tremenda ternura
que haga nacer una canción de amor entre mis manos
por mí que se derrumbe;
y que vuelvan a construir un día si quieren
pero será sobre cenizas

Mi voz
no vibrará más en sus paredes
Tus cartas de amor Mariana
no llegarán con su olor a perfume hasta mis manos
Al caer la Navidad estaré siempre lejos
y solitarias habitaciones poblarán la casa
que según cuenta mi hermano en su carta:
ya perdió sus primeros cristales

Está bien
que se derrumbe si quiere
si es así
olvidarla será mi venganza
porque yo hace tiempo
mucho tiempo
que no tengo casa.

BREVE POEMA DE AMOR

Vos sabés que yo
vengo de la melancolía a la melancolía
que confundo todos los lugares
la Plaza del Zócalo
con el Parque Ula Ula
el Danubio con el Lempa
a los niños andaluces con los de Panchimalco
la torre de París
con las de electricidad que daban frente a mi casa
allá en San Martín
cerca de Suchitoto


la verdad es que lo confundo todo
hasta el color de tu pelo
con la espesa oscuridad de los cafetales.

CON MALA LETRA EN LA PARED

Las calles tomadas
por el espectro de los ausentes

Apenas sí hay tiempo de leer al paso
unos versos escritos con mala letra en la pared
Pero… ¿Dónde está el poeta?

Camino entre las esquinas sigiloso
mientras por una cuneta
avanza con desgano (como no queriendo llegar)
un hilito de sangre
que se perderá en la cloaca.

PRIMER BESO

A una muchacha cuyo nombre no recuerdo.

Cuando te besé
(Fue en casa de una amiga tuya
que me gustaba)
era la primera vez que te besaban

Sentí tu cuerpo temblar contra la tierra

Nunca más volví a verte ni besarte
pero cuando te recuerdo
no sé por qué
aún siento tu cuerpo temblar contra la tierra.

ANACAPRI

Apoyo ligeramente mi cuerpo
en una esfinge de granito.
Una joya más
colocada en los jardines
de la excéntrica Villa de San Michele
desde donde se contempla a lo lejos
entre la bruma de la mañana:
el Golfo de Nápoles.

Murmuran los lugareños
que en Anacapri Alex Munthe
fue un refinado anfitrión
del viejo Nietzsche
de Gorki y de Lenin.
Tres caballeros
como Emiliano Zapata
como Pancho Villa
de mirada felina
de atusado bigote.

A QUEMARROPA EL AMOR

Guardo como pequeñas piedra de mar
días de nieve
regiones habitadas por el miedo
incendios de miradas devastando las calles
reinos de abejas y de hormigas
silvestres floraciones de palabras
atardeceres bajo oscuras arboledas
lápidas polvorientas
sobre historias personales
mesas de café
desde donde controlábamos las piernas
de una mujer que no nos hizo ni caso.

Alojo recuerdos como piedras de mar
y ninguno termina de hacer daño
en la palma de la mano
donde los aprieto con indecente esperanza.

Son recuerdos
como los de un gato en el jardín
con una bala entre las patas
¿O será alguien cargando su revólver?
De un gato que llora en el jardín
¿O será mi madre
que no está en casa desde ayer?
El recuerdo de un hombre que salta la verja
y yo no tengo tiempo
ni ganas para recibirlo.

Los impactos rompen la puerta
mientras irrazonablemente
la luna se aburre allá arriba
y saltando el muro
caigo en un estanque dorado
a salvo de la ballena que arrasa.

POR EL LENTO RENCOR DEL AGUA

A Rigoberto Paredes
Amenaza la memoria.
Camina entre manoseados papeles
con los pies prestados.
Peligrosa la memoria.
Se desnuda y combate en plena calle.

Alta suena la voz del que reclama
y los constructores del verso
ya no son volcán inactivo
tierra baldía
machete sin filo.

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Blas de Otero

Juicio final

Yo, pecador, artista del pecado,
comido por el ansia hasta los tuétanos,
yo, tropel de esperanza y de fracasos,
estatua del dolor, firma del viento.

Yo, pecador, en fin, desesperado
de sombras y de suenos: me confieso
que soy un hombre en situación de hablaros
de la vida. Peque. No me arrepiento.

Nací para narrar con estos labios
que barrera la muerte un día de éstos,
esplendidas caídas en picado
del bello avión aquel de carne y hueso.

Alas arriba disparo los brazos,
alardeando de tan alto invento;
plumas de níquel. escribid despacio.
Helas aquí, hincadas en el suelo.

Este es mi sitio. Mi terreno. Campo
de aterrizaje de mis ansias. Cielo
al revés. Es mi sitio y no lo cambio
por ninguno. Cai. No me arrepiento.

Ímpetus nuevos nacerán, mas altos.
Llegaré por mis pies, para que os quiero?
a la patria del hombre: al cielo raso
de sombras esas y de suenos esos.

DOSCIENTAS VEINTICINCO MIL CAMPANAS [Mi poema]
Carlos Barbarito [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

El año que ha venido ya se ha ido
mas otro que es intruso seguirá,
pues sepas nunca el mundo parará
así puedas pensar que está dormido.

Doscientas veinticinco mil campanas
esperan la llegada de ese día,
motivo de conflicto y de alegría,
posible de tocar no tengan ganas.

Que ha muerto, ¡si se ha muerto que se vaya!
pues pronto llegará otra Navidad,
y cuides no te pases de la raya.

Yo espero la verdad con ansiedad
de un virus no más sirva de cobaya
reinando en este mundo al fin la paz.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Carlos Barbarito

Respira. Apenas eso

Respira. Apenas eso. En la veloz
evaporación del milagro, de ceniza a ceniza.
Del bromo, algo que roba poco a poco el aire.
No hay testigos; en lo que queda de mundo,
los perros se disputan pedazos de cartón,
algún hueso torcido, los restos de un disfraz de marino.
Respira. Nada más. En un aire que se agota
y la vida que se hunde
como se hunden la piedra en el agua, los imperios.

Tal vez en una idea madre…

A Reynaldo Jiménez

Tal vez en una idea madre, capaz
de encender una luz en la larga noche;
en una ardua destilación, como un urgido deseo
de amar y que la escena se refleje
en sucesivos espejos; en el fruto
colgado del extremo de una rama,
que alguien comerá mañana
antes de reemprender el viaje hacia la costa;
en la repetición de cierta palabra,
penúltimo acto, bajo la luna, de un poseso;
en un anhelo de equilibrio, supuesto paraíso,
mientras en redor cada ser y cosa se desbandan;
en un camino abierto, con las manos,
entre hierbas duras, hasta lastimarse;
en una vara cromada por la belleza
y en una seda traída desde lejos;
tal vez en una reverberación, en un agua
que aun de día se obstina en reflejar a las estrellas…

Hablo de una existencia…

Hablo de una existencia
que, al no encontrar conversación,
se sumerge por entero en una cerrada medianoche.
Hablo de una inútil meditación
en un polo sin magnetismo,
donde se sitúa el peor temor del cartógrafo.
Ahora es, de pronto, arena.
Lo que, a cada hora, envejece un poco más.
El doble de la muerte.
Lo que sin tardanza se acumula.
Lo que no halla asistencia, un coro en la ceniza.
¿Qué veremos cuando ya no tengamos ojos?
Porque se agita en el fondo una cifra sin cábala.
Porque no es lluvia lo que golpea los aleros.
Porque es falsa la perspectiva
y entonces la conclusión es un naufragio
en un mar improbable, a bordo de una nave inexistente.

Adiós a un sueño…

Adiós a un sueño, no se hace
en la piedra el Paraíso, no hay espacio para el fruto;
quién almorzará ahora si lo que irrumpe
es la noche, manteles sucios de ceniza.
Adiós al pan, al sabor de otra boca
en la boca propia, al deseo de cebada y centeno,
plano que se inclina para que rueden,
esposados, palabra y cosa, hacia el abismo.
En qué dialecto, por qué gracia,
a través de que mecánica:
si ahora viera tu rostro, cualquier rostro,
lo creería mancha, error de un supuesto Plan
que debiera ser blanco sobre blanco.
Hay sangre, verdín, torpeza,
crimen que no se oculta,
vulgar locura de marino ebrio,
Fuego de San Telmo visto por un instante
desde alguna dársena a la que abandonaron,
hace mucho, los pájaros. Adiós
a la topografía, al número primo,
a la balanza, a la señal en el cielo o la tierra;
ya no vendré, no vendrás,
no lloverá ni hará buen tiempo,
todo será imposible, la voz dirá no ha lugar,
y no habrá lugar alguno.

Todo comienza cuando…

Todo comienza cuando no hay perdón,
ni salida hacia una claridad
al final del pasillo, con una mano débil
que apenas puede aferrarse al pasamanos,
cuando es tarde y nadie riega
el jardín olvidado por la lluvia,
las palabras arden sin humo
en los invernaderos vacíos,
todo se desata cuando el porvenir
se disipa, el presente se disipa,
las caras, aún las más amadas, se esfuman,
cuando la exploración acaba en el desierto,
todo se inicia cuando no queda follaje,
ni vuelo de ave, ni panes,
en el más crudo invierno,
en la más cerrada castidad,
en las ruedas hundidas en el barro,
en el desmayo de la invención,
en el fracaso del cálculo,
en la ceguera, en el exilio,
cuando sólo nos miran los animales, las estrellas.

Y de mí qué se embarca, qué ruta emprende…

…It looked as if a night of dark intent
Was coming, and not only a night, an age…
Robert Frost, Once by the Pacific.

Y de mí qué se embarca, qué ruta emprende;
de mi mano, torpe música ciega
y una herida en el aire que exhalo.
Ignoro el pasado y el porvenir de la estrella,
qué se oculta bajo la tierra que piso,
por qué lo que se busca queda siempre del otro lado.
Estoy solo. Estás sola.
El perro acude y nos lame las manos.
¿Acude o se trata de un sueño?
Dejo una marca en la madera.
Ésta, con la punta del cuchillo.
¿Dejo una marca o lo sueño?
Sí, hablábamos de remotas constelaciones,
de súbitos prodigios, de lluvias extrañas;
pero sobrevino el silencio y fue espeso,
se hizo la tiniebla en pleno día
y ya no hubo razón para rarezas y milagros.
Y no pudimos vestirnos.
Y no pudimos desnudarnos.
De Falla en el instante puro (Botella al mar, Buenos Aires, 2016).

¿Una eterna disputa por las sobras..?

¿Una eterna disputa por las sobras,
el residuo postrero, lo último que queda?
A mano desnuda, la mirada roja.
¿Es esto todo, es esto de verdad todo?
¿No hay más? ¿No hay nada más?
¿Para qué, entonces, en la piedra dura,
grabada a cincel, la promesa:
la rama que resistirá el fuego,
el unánime canto de los grillos,
el viento disipador de temores y cenizas?
Una vez anduve desnudo y descalzo.
Al menos eso creo.
¿Alguna vez anduve desnudo y descalzo?
¿Realmente anduve desnudo y descalzo?
¿O es un engaño, otro engaño más,
como un ungüento contra la muerte,
un himno ante un gran alud,
un sextante en medio del mar
bajo un cielo nocturno sin estrellas?
Roja la mirada, a mano desnuda.
¿Una eterna disputa por las sobras,
el residuo postrero, lo último que queda?

Hoy escribo un poema…

Hoy escribo un poema cansado.
Son muchos los pasos para cruzar el desierto.
Hay un pez aquí cuando ser pez parece imposible.
No hay peces aquí, aunque mi verso anterior lo contradiga.
Lo que propongo se vuelve huida, fantasma.
Lo que propongo no enciende una luz, no cierra los puños.
¿Qué otras cosas devorará el sol antes de que sea de noche?
Debo resistir –me digo–, pero para ello debo tener un cuerpo.
Digo: algo más allá de presunción, una conjetura.
Porque si existo es todavía por una idea difusa, una supuesta marca en el éter.

¿Qué será de nosotros…?

(Rómulo Macció, La mueca en el espejo. 1973)

¿Qué será de nosotros dentro de un rato, mañana?
¿Qué será de las horas, de los días con sus noches,
del paso de la luz solar a la luz lunar,
del que ahora mismo se para en mitad de una avenida
para anunciar la inminencia de otro diluvio?
¿Qué será del cabo del pincel una y otra vez mordido,
de la casa cimentada en roca, en niebla,
del amanecer que interrumpe el sueño,
del anochecer que trae el sueño pero, también, el insomnio?
¿Qué será en un instante, cuando esta pintura concluya,
y quedemos solos y desnudos, sin ayuda alguna?
DE Radiación de fondo (Primera edición: Abrace Cultura, Montevideo, 2018; segunda edición corregida y aumentada: clinamen, Buenos Aires, 2018).
De Cenizas del mediodía (Praxis, México D.F., 2010).

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LA HUERTA VALENCIANA [Mi poema]
Vicente Ribelles Salvador [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Estas tierras que hurgando al mar le arañan,
-y nunca he percibido como propias-,
parecen unas de otras xerocopias
suspirando al pasar mientras se bañan
fumando cornucopias.

Esos campos tendidos que a secar
disfrutando el placer del sol naciente
en llano y rectilíneo recipiente
propensas con el líquido a soñar
borrachas de aguardiente.

Esos mismos que ignoran que el nevar
son gotas de un glaciar que se fundiera
y, hete aquí, que al llegar la primavera
lucen mantos con flores de azahar
que adornan su mollera.

Y un día para unir sus diferencias
ella misma se inventó a un Tribunal
que marca sobre el agua el bien y el mal
y además de regar lava conciencias
a el que es más animal.

Han pasado los tiempos y aún pervives
con tus joyas vestidas que engalana,
quien visita y se asombra lo recibes,
huerta, el mundo conoce que tú vives
y que eres valenciana.
©donaciano bueno

Esos campos son la #huerta de #Valencia Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Vicente Ribelles Salvador

La paella valenciana

 Acercándose un labrador
al lado de una paella
quiso ponerle todo el amor
de Valencia en ella.

Y pensó la manera
de hacer un guiso tan bueno
que toda la huerta entera
sacara los pañuelos
cuando el guiso conociera.

Primero pensó poner aceite
y troceo dos conejos
y en compañía de un pollo
con ello hizo un sofrito.

Después puso el tomate
para darle buen sabor
alcachofa y «baxoqueta»
y de la huerta «garrofo».

Y con agua de Valencia
hasta un dedo del borde
en la paella puso.

Después le puso la sal,
y unas briznas de azafrán.

Y cuando hirvió tal cual
le dió el toque final
esas perlitas que son
nuestro arroz de la marjal.

Y se cocía poco a poco,
templándose, como debe ser
repartiendo muy bien el fuego
y con leña de naranjo.

Y mientras el arroz se cocía
en un color tan dorado
parecía que le decía
¡voy a ser el primer plato!

Porque has puesto dentro de mi
de esta tierra la esencia
yo pregonare como un clarín
¡lo que se cria en Valencia!

Y tendré el mejor sabor
porque todo en mi, con gusto como,
en bodas, en comuniones,
y sobre todo en domingo.

Y en mi se celebrarán
las fiestas más señaladas
y se dispararán cohetes
y se cantarán «albades»

¡Y en mi estará la alegría!
¡y en mi estará el buen humor!
y tantas cosas le decía
¡que enamoró al labrador!

Y cuando la sacó dorada
temblando de alegría
¡con todos sus pulmones exclamó!
¡eres mi Valencia viva!

Veo en ti al «Micalet»
y a las Torres de Serranos
veo, a la mujer, a los niños.

¡Veo a todos los Valencianos!

Eres un racimo de oro
eres lo que el cuerpo pide
¡eres la esencia y la flor
de la tierra valenciana!.

Y como en Valencia las hacen tan buenas
que digo buenas, superiores,
¡la enhorabuena para las mujeres!
y para los buenos guisadores.

(VALENCIÁ)

LA PAELLA VALENCIANA
Arrimanse un llaurador
al costat d´una paella
volgué ficar tot l´amor
de Valencia dins de ella.
I cabilá la manera
de fer un guiso tant bó
que tota l´horta sansera
se traguera els mocadors
quant el guiso coneguera.
Primer pensá ficar oli
i trosetja dos conills
i en compañia d´un pollastre
d´allo feu un sofrexit.
Després ficá tomateta
per donarli un bon sabor,
carxofa i baxoqueta
i de l´horta garrofó.
I con l´aigua de València
hasta un dit de la boreta
en la paella ficá.
Després li ficá la sal,
i una rameta de safrá.
I quant va bullir tal cual
li doná el toc final
eixes perletes que són
nostre arrós de la marchal.
I sé coia poc a poc,
templanse, com a de ser,
repartint molt bé el foc
y en ñeña de tarontger.
I mentres l´arrós bullia
en un color tan dorat
pareixia que li dia
¡vaig a ser el primer plat!
Perque has ficat dins de mi
d´esta terreta l´esencia
jo pregonaré com un clarí
¡lo que es cria en València!
I tindré el millor sabor
perque tot en mi, agust menge,
en bodes, en comunions,
y sobre tot en dumenche.
I en mi es celebrarán
les festes mes señalades
y se tiraran cohets
y se cantaran albades.
¡I en mi estará l´alegria!
¡i en mi estará el bon humor!
i tantes coses li dia
¡que enamorá al llaurador!
I quant la va traure dorá,
tremolanse d´alegria
¡en tot lo lleu exclamá!
¡eres ma Valencia viva!
Veig en tú al Micalet,
i a les Torres de Serrans,
veig; a la dona, als xiquets,
¡Veig, a tots els Valencians!
Eres un pomellet d´or,
eres lo que el cos demana,
¡eres l´esensia i la flor,
de la terra valenciana!
I com en Valéncia es fan tant bones
que dic bones, superiors,
l´en hora bona per les dones!
i per el bons guisadors!

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¿MAYOR o VIEJO? [Mi poema]
Jorge Ismael García Corleto [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Ya sabe que es mayor, mejor, que es viejo,
pisando va la muerte a sus talones,
que escaso anda de vicios y pasiones,
de cerca ya precisa un catalejo
para trazar renglones.

Le frunce con frecuencia el entrecejo
y dando va al andar mil trompicones,
que afloran a su faz las emociones,
de molestias frecuente yo me quejo
en mis conversaciones.

Mas quisiera insistir no me repitan,
pues que el vino es mejor si éste es añejo
incluso si el envase es un pellejo,
así existan algunos que levitan
soltando algún consejo.

Mejor si eres amable y complaciente
y evitas recordarme mis pecados
que a todos los conozco, demasiados,
e intento no se asomen al presente,
los tengo ya curados.

Que yo quisiera ser como esa rama
que a obedecer al tiempo se resiste.
La brisa suave, amable, nunca enviste
al agua que de amor va y se derrama
jugando así al despiste.

De acuerdo, no me invites a tus fiestas,
que yo piano no soy que soy gramola.
Evita así inventarte alguna trola,
las malas digestiones tan funestas
o hacerme allí la ola.

Mas quiero sin embargo recordarte
que un día tú también serás mayor.
Observa con frecuencia en tu interior,
del hecho en que los dos formando parte
soy tu predecesor.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Jorge Ismael García Corleto

ORÍGENES

Tú tuviste la culpa, Arturo.
Tú, el devorador de libros
que quería ser poeta.
Yo soy astilla de tu árbol,
heredero de tus sueños.
¡Al pie de tu tumba!
Queriendo ser sabroso fruto
de tus extendidas ramas.

Tú tuviste la culpa, Adelina.
Hacías de cada anécdota una aventura
mientras echabas a volar tu imaginación
al ritmo de tus pies
hilo sobre la tela,
hilvanando los designios de Dios.
Yo dejaba volar mis imágenes
de niño- soñador-adolescente.

Vosotros, progenitores,
tuvisteis la culpa
de echar a la vida
a este aprendiz de poeta
que nunca sabrá lo suficiente.

Pero os agradezco sin medida
este don de crear y recrear vidas
este loco afán de inmiscuirme
en el alma del mono humanizado
en esta tierra de hechizos y presagios.

LAS MEMORIAS

Las memorias no son exactas
son un recuento subjetivo
de aquello que nos marcó
para siempre las neuronas

Las memorias retienen
aquellos hermosos tiempos
que fueron derribados en cadena
y cayeron al pie del presente.

El futuro está tan reducido
y las memorias son tan largas
tan vagamente confusas
pero allí están todos ellos.

Aquellos que me quisieron,
aquellos que quise
entre el zaguán bazar
y el cuarto misterioso.

El mundo corría enfrente
y los muertos revivían
al final del patio
donde la muerte murmuraba.

Allí se quedaron mis juguetes
mis experimentos,
mis enemigos invisibles
y el velorio de mamá.

En la Santa Marina
se quedó el rostro de papá
esentado en las gradas
y el guapo en la ventana.

Me tenía que ir
y ellos se fueron
pero aquí se quedaron
en retazos de memoria.

A MIS PADRES

Papá y mamá
Esos seres tan buenos nunca se olvidan
Papá y mamá
Cada quien con su manera de ser
Cada uno diferente
Cada uno complemento del otro
Para siempre en mi memoria
Para siempre en mi recuerdo
No dejo de recordarlos
No dejo de llorarlos
Me alegra haberlos tenido
Y lamento no haberlos disfrutado más
Pero salí así
Un loco creador
Que se escapa un momento
En la realidad misma
Sin drogas sin alcohol
Pero con este sentimiento
que me echa a volar solo
ustedes pudieron procrearme
y soportarme
Yo el vago de tres días
que se desaparecía de la casa
para conocer mundo
Los extraño tanto
Y los veo en mis sueños
cuando más los necesito
Siempre los necesité tanto
Pero mi libertad
La anarquía que me acompaña
Sigue como siempre
Soy más maduro
Soy un ejemplo
Pero en el fondo
Solo soy un loco soñador
Un gato aventurero
Intentando caminar
desde el patio de mi casa
sobre el tejado del mundo.

SIEMPRE TE NECESITAMOS MAMÁ

Mamá era una persona tan especial
Tan cálida y buena con el necesitado
Y se fue cuando más la necesitábamos
Hay quien cree equivocadamente
que solo se les necesita cuando niños.

Pero el amor de mamá es algo tan especial,
a veces no pregunta y espera que se le diga
a veces lo sabe sin decírselo
como los ojos escrutadores de papá
que parecen saberlo todo.

Mamá era así con su señorío
desarrollado a través del trabajo
Sin cuna noble como no la tuvo papá
Pero tenían ese deseo de ser
Y de ser a través de sus hijos

Eran tan especiales uno para el otro
Con sus disgustos momentáneos
Y sus reconciliaciones.
Mamá se ponía bonita cada tarde.
para esperar a papá

Y sólo cocinaba especial
cuando él ya iba a llegar.
Por eso cuando mamá murió
papá le reclamó hasta al cielo
la pérdida de una pareja tan especial.

Y así seguimos unos años sin ella.
Y después sin él.

AL COMANDANTE ETERNO

Hace un año… consternación,
pesadumbre, dolor.
Una sola nación de hombres y mujeres,
de niñas y niños
de América Latina y el Caribe
haciendo valla de honor,
rindiendo homenaje
al paladín unionista,
el hijo de Bolívar
que cerró el siglo XX
y nos encaminó hacia el humanismo
hacia el socialismo del siglo XXI
desde la visión vernácula
y el rostro vuelto al Sur.
Hugo Rafael Chávez Frías se llamó.
Nos dejó su vida, su ejemplo, su llama, su amor.
Desde su comandancia eterna
por un mundo mejor.
Haciendo esperar a la muerte
soportando mucho dolor
para no truncar el proyecto
que a todo latinoamericano,
centroamericano y caribeño
en un fuerte abrazo nos unió.
Los enemigos de la democracia
quieren mancillar nuestro suelo,
nuestra soberanía, nuestro honor
y muertos de rabia
al ver que no cedemos
golpe suave van
golpe traicionero vienen,
pero al pueblo unido,
aguerrido, decidido,
ni su odio, ni sus armas, ni su labia,
ni sus dólares, ni sus euros, ni sus trampas,
ni sus medios lo detienen.
¡Chávez Vive!
¡La lucha sigue!

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Antonio Machado

A un viejo y distinguido señor 

Te he visto, por el parque ceniciento
que los poetas aman
para llorar, como una noble sombra
vagar, envuelto en tu levita larga.
El talante cortés, ha tantos años
compuesto de una fiesta en la antesala,
¿¡qué bien tus pobres huesos
ceremoniosos guardan!?
Yo te he visto, aspirando distraído,
con el aliento que la tierra exhala
¿hoy, tibia tarde en que las mustias hojas
húmedo viento arranca?,
del eucalipto verde
el frescor de las hojas perfumadas.
Y te he visto llevar la seca mano
a la perla que brilla en tu corbata.

INCRÉDULO A LA FUERZA [Mi poema]
Angelina Muñiz-Huberman [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Así es él, creyente, un descreído
que un día al terminarse la jornada
contempla con rubor no cree en nada
e ignora incluso aquí a qué ha venido,
si acaso es que se encuentra confundido
al ver su candidez le fue robada.

No cree en dios ni cree en los humanos
y duda de si mismo, que existiera,
e intuye, en el supuesto que intuyera,
que el mundo está plagado de gusanos,
de virus maliciosos y malsanos
que llenan de ruindad nuestra mollera.

Que aquí todo es maldad, nada inocente,
quien diga lo contrario mentiría,
y en este cenagal si algo extravía
¡cuidado! se lo lleva la corriente
dejando algún tufillo maloliente
de luchas intestinas en la vía.

Pues nada es de fiar, todo es oscuro,
y hay piedras que te han puesto al caminar
dispuestas a que puedas tropezar,
soñando y renegando del futuro
lugar donde al final se encuentra el muro
allí donde se acaba el divagar.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Angelina Muñiz-Huberman

Pájaros en el silencio

En el reino de la corona
los pájaros en el silencio
fundaron el canto perdido.
Las calles desoladas
rompieron el pavimento
ni un sonido, ni un eco.
Ni una miga
ni una gota
ni el resquicio de una ventana.
Cuchillos afilados
no sonaron
vértebras entrechocaron.
Dueños del silencio
los pájaros volaron.
Y cantaron, cantaron como nunca
ensayaron trinos y más trinos
se deleitaron unos a otros.
Eran los dueños del silencio.
Los humanos callaron y
por primera vez entendieron
para qué llegó la corona.
La corona de la creación
derramó sus perlas
y los humanos cayeron a sus pies.
Mientras los pájaros cantaron y cantaron
no una vez
sino miles de veces
al son de la campana del entierro final.

Los cuatro jinetes de la corona

Se abrió el pergamino de los siete sellos
no ayer sino hoy.
Cuatro jinetes saltaron de las páginas
cuatro caballos
blanco, rojo, negro y amarillo
no ayer sino hoy.
Salpicaron a su paso el aliento de la muerte
gotas de rocío, espuma, saliva
trasparentes, de cristal.
Diamantes de la corona extraviados
signo de todo mal envuelto en dolor
el Invisible recoge su manto y los caballos
al galope no pueden ser detenidos.
Blanco sin principio ni fin, niega su luz
rojo de sangre en éxtasis derramada
negro de hambre desmaya los trigales
amarillo de muerte acecha en las esquinas.
No ayer sino hoy.
La corona de la creación se desmorona
no el Invisible
sino los invisibles
todopoderosos.
Entran y salen de uno a otro confín
espuma entre las manos batida
saliva que se esconde humillada
sola la esperanza del rocío baila
máscara de otros tiempos cubre
deseos de no ser reconocidos.
Como si así se ahuyentara
la corona de todos los tiempos
en este nuestro tiempo renacida
al galope de los cuatro caballos
enloquecidos.
No ayer sino hoy.

VILANO AL VIENTO

Como no tengo raíces
no me entierro.

Ser errante,
ser sin polvo,
ser que no es ser.

Quien no tiene casa
no tiene muro.
Quien no tiene muro
no tiene yedra.
Tal vez hojas de árbol
y plumas de ave.

¿Dónde escribir entonces?

Si no tengo raíces
es que no tengo tierra.
Porque toda la tierra no es nada.
Si no tengo tierra
es que no tengo país.

No tengo país,
no tengo tierra,
no tengo nada.

A veces, en el camino, me siento a descansar.
Y amo el árbol que me apoya.
Y las hojas de cristal titilante.

A donde llego
soy extranjera
de pie leve
y mirada en tránsito.
Rodando de grano en grano,
piedra de río no pulida,
agua que no vuelve a pasar,
sol de cada amanecer.

Como he callado tanto
he olvidado el hablar.
Mis palabras nadie las entiende.
No hay eco que las repita.
De un silencio en otro silencio,
de una soledad en otra soledad.

Mis huellas desnudas sienten la tierra,
y la tierra es la misma en todas partes.
Pero yo no reconozco el tacto de la mía.

Desterrada aún sin haber nacido
ni siquiera me queda el recuerdo,
ni siquiera puedo rebuscar en mi memoria
ni un olor, ni un sabor,
ni un murmullo de no sé qué aguas cadenciosas,
ni un color, ni una forma,
ni paisajes, ni ciudades, ni calles.

Todo lo invento,
todo lo sueño,
todo lo presiento.
Como amante sin amado,
conozco el amor y no sé lo que es.

El viento, la lluvia y el sol
han golpeado mi piel
cada día del año sin herirme.

Pude escoger alguna tierra
y decir que era la mía,
pero no pude aprender a mentir.
Pude haber olvidado
lo que ya era un olvido
para sólo despertar mi memoria.
Me esforcé porque no muriera
lo que no había nacido.
Tuve entre mis manos
criatura sin forma
de sangre que yo perdía.

Creí que el mundo era redondo,
caminé, caminé, caminé,
pero no llegué.

Creí que el tiempo purificaba
y mis temores espesaron.
Los años corrieron.
Cuando volví la vista atrás,
era más el camino andado
que el por andar
y ni un signo,
ni un polvo,
ni un resquicio
en el mundo derruido.

Como siempre,
el invento de cada día,
la mirada que no se ve,
espejo roto, sin soplo.

Vilano al viento
es vilano en busca
de una tierra donde caer.

UNICORNIO DE ORO

Eslabón de los últimos días:
Cae una gota de oro
en forma de unicornio
Extiendo la mano
sin saber lo que recibo
La herencia viene de lejos
—espacio y tiempo, absortos—
lenguaje que no se pierde:
las señas son claras
los grados se confunden
El óvalo del Eterno
señala cada cápsula
envuelta en querencia
Cuerno espiralado
entre las crines revueltas
Su trote retumba
ecos no habitados
paisajes no inventados
Ritmo a ritmo la vida fluye
en una mano que da
y en una mano que recibe.

LOS CABALISTAS

Recibieron de lo alto la voz divina,
la chispa que incendia el corazón.
La palabra sólo la tradujeron de boca a oído.
Nada quedó escrito.
Sobre el agua o sobre el río sí.
Con los nueve atributos del innombrable
Más la esfera sin fin
dibujaron el árbol de la sabiduría.
La escala de la luz
El entorno en exégesis
Fuego negro en fuego blanco:
La página no dice lo que dice
sino lo que hay más allá de lo que dice.
Detenidos frente al lago,
las altas espigas en la orilla,
lanzan una piedra al punto equidistante
y los círculos concéntricos
van expurgando las vías del conocimiento.
Cada uno acoge la enseñanza que cuidadosamente bruñe
entre diamantes tallados
para el iniciado que quiera adiestrar su sonido y su memoria
y el sueño de todas las cosas

LOS ALQUIMISTAS

Dejan correr el agua de la fuente del rosel
húmeda sombra pétrea
frescor no repetido en curva inesperada
mancha salpicada
luz interpretada.
Cristales líquidos y aire lúcido
como reflejo del atanor:
al atardecer suaves llamas
al anochecer fuego pleno.
Dejan crepitar la madera dividida
apuntalan las columnas y envuelven
frágilmente los resquicios.
Que nadie sepa.
Que el buho no interrogue
Que el águila repose
Que el perro dormite.
Sólo el batir de las alas del ángel
el pulir de la fórmula incandescente
el raspar de la espátula,
la burbuja en el alambique.
Dejan sellada la puerta del cónclave
Los elementos fragmentan su unidad: el átomo se ha escindido.
¿Lo difundirán o no lo difundirán?
Bajo siete capas de tierra hunden el huevo filosofal
las esquirlas casi resbalan y el azufre se derrama
pero bajo siete capas de tierra nadie lo descubrirá.
Recogen sus pertenencias, su sabiduría la restringan.
su ciencia la doblan.
Vuelven a los caminos y a fatigar los polvos
Lo que empiezan a expresar no es el conocimiento
sino su leyenda.
Son perseguidos
Son incrustados
Son desangrados.
La gota de mercurio disuelve la tierra

EL CENTRO MISMO

La maraña del árbol circunscribe el espacio
enredando equívocos
sombreando azules
El calor del plomo derrite con lentitud
larvas de pensamiento
entrañas de alquimista.
La selva medianera asfixia los sonidos
intuye los campos
oculta los atajos.
Cómo llegar al centro mismo del centro mismo
si el muro si la piel
obstruyen la semilla
La garza de la neblina levantará el vuelo
cortando con el pico
la opacidad del alma
Salpicará la espuma
apartará la nieve.
En el centro del gran hueco.

LOS ILUMINADOS

a Alberto

Pocos iban quedando, muy pocos,
Se extinguían melancólicamente.
Absortos en la flor blanca del pico de la montaña
Heridos por el aire frío de amaneceres intuidos
Consolados por la luz bendita que parte las nubes.
Al fondo del la cueva, el tabernáculo esperado:
siete brazos con velas encendidas
y el prisma de colores en cada reflejo de llama.
Sus rostros iluminados
Su interior revertido:
sentidos que todo lo han sentido
lucidez que rota la sabiduría.
Callan los himnos extraños
Prorrumpen los silencios obstinados
Con el dedo van siguiendo la lectura de la página sagrada
para que el proceso de la creación
siga siendo el proceso del cristal inusitado.
Al fondo de la cueva, el nacimiento dibujado.

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TOCAR DE OÍDAS [Mi poema]
Miguel Huezo Mixco [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Ayer me encontré en el bar
a un tipo muy desgarbado
que sentóse allí a mi lado
y se puso a conversar.

Yo, como soy educado,
no me quise levantar
y después de presentar
le saludé con agrado.

Me dijo gustaba hablar
pues que él era un ilustrado,
y en mi se había fijado
para poder platicar.

Yo le escuché atentamente
mientras él me repetía
la cultura que tenía
y acumulaba en su mente.

Me habló de sí, de sus viajes,
tesis de filosofía,
de la fama que él tenía
y otros temas sin ambages.

Y llegado a este momento
vi que de oídas tocaba,
los vapores que exhalaba
que salían de su aliento.

Le dije, gracias Usía,
levanté y alcé el sombrero
soportando el aguacero
esperando su amnistía.

Nunca más desde ese día
por allí le he vuelto a ver.
Si llega me echo a correr
o llamo a la policía.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Miguel Huezo Mixco

SI LA MUERTE

Si la muerte viene y pregunta por mi
haga el favor
de decirle que vuelva mañana
que todavía no he cancelado mis deudas
ni he terminado un poema
ni me he despedido de nadie
ni he ordenado mi ropa para el viaje
ni he llevado a su destino el encargo ajeno
ni he echado llave en mis gavetas
ni he dicho lo que debía decir a los amigos
ni he sentido el olor de la rosa que no ha nacido
ni he desenterrado mis raíces
ni he escrito una carta pendiente
que si siquiera me he lavado las manos
ni he conocido un hijo
ni he emprendido caminatas en países desconocidos
ni conozco los siete velos del mar
ni la canción del marino
Si la muerte viniera
diga por favor que estoy entendido
y que me haga una espera
que no he dado a mi novia ni un beso de despedida
que no he repartido mi mano con las de mi familia
ni he desempolvado los libros
ni he silbado la canción preferida
ni me he reconciliado con los enemigos
dígale que no he probado el suicidio
ni he visto libre a mi gente
dígale si viene que vuelva mañana
que no es que le tema pero ni siquiera
he empezado a andar el camino

CLIENTES

Qué hay debajo de una ciudad
sino cloacas
Qué hay sobre una ciudad
sino basura
Qué hay por encima de las cloacas
la ciudad y la basura;
Nada en absoluto.
Total se desvanece,
la vida es corta, la muerte ingrata
un ojo opaco la existencia
el universo un plato
y tras el camino de encima la enorme fatiga.
Por el contrario el burdel es un panal:
intensa bocaza abierta
con risa sensual;
pelucas muruchas enriquecidas con champú
caderas flacas o rellenas
muslos de goma repletos de moscas
sin ropa interior.
Además jamás hemos amado
y ese montón de silencio apuñado
nos ha cambiado las palabras.

EL HILO DE ARIADNA

La historia ha sido mal contada
No soy Teseo
el héroe
mi nombre es otro
Después de la guerra de los centauros
bajé a los infiernos
pero conseguí huir a los turbiones salobres
ultramarinos
Yo traía un casco reluciente
como el de un motociclista
Sin medallas ni condecoraciones
Sólo una madeja de hilo
Y mi espada rota
Como mi suerte
La dilatada sombra azul que crece.

Las víctimas

Comieron su última cena
El clic del interruptor de la última lámpara
Viaja hasta los cuartos de los hombres
La oscuridad besa sus ojos
La muerte está llamando por sus nombres
Los cartuchos de los asesinos
Traen escritos sus nombres.

La ablusión del presidente

El Presidente vuelve a la alcoba
Después de firmar
La pluma del Presidente
En el bolsillo
De la camina:
Un hacha
Su corbata: una soga
Vuelve a la cama
Se pone su pijama
Cepilla sus dientes
Escupe en el lavabo
Manchas de sangre.

Viajero

Dije a toda voz el nombre de la amada
Y el océano replicó
Pero era eco quien así me engañaba
Abismo de polvo y moho
Página 303 de la enciclopedia ilustrada
Grité otra vez
Y el viento enredó la melena de los bosques submarinos
Y aspiré el aire el hollín y el oro blanco
Lanzándome al trueno
Como un pez volador
Pero no había nada
Mi amada
Ni sus pezones de niña
Ni el deshabitado hijo
Sólo mi nave de plata
Sus anclas de piedra

Del diario de a bordo

Marzo 24
El mar
Barcos y velas
Y una dudosa serenidad
El mar
Arponeado
La bella isla
Sandorini
Besada por las aguas
La caricia del remo
El chasquido de una lengua
Y la tormenta mar adentro.

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MI POETA INVITADO:  Joaquín Sabina

¿Auténtico decís? 

Para Nito y Mayang

¿Auténtico decís? ¿la parte? ¿el todo?
¿el pródigo, el sonámbulo, el bocazas?
¿el doble de su doble? ¿el que me apodo?
¿caldo queréis? aquí tenéis cien tazas.
No miro lo que veis, os lo juro,
aunque pise adoquines parecidos,
los comodines en un cuarto oscuro
se ocultan al final de los envidos.
Soy uno prescindible, otro insensato,
seis cara, cinco cruz, trece dependen,
nueve que no se venden tan barato,
siete que ignoran más de lo que aprenden,
ocho que cuando atacan se defienden
y dos que escriben por pasar el rato.

SI YO TUVIERA ESE DON… [Mi poema]
José Luis Gómez Toré [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Si gozara del don de esa palabra
que al alma con fervor enardeciera
haciéndole sentir es primavera
gracias dando al labriego que la labra.

Si fuera yo tan sabio y elocuente
cual lluvia es que repica en el cemento
y envuelve de plegaria a su lamento
trucando en alabanza su estridente.

Si fuera que yo fuera un orador
y nunca como ahora un comediante
viviera con placer a cada instante
gozando de esta estancia el resplandor.

Si al púlpito subiera en la mañana
lanzando mi proclama al universo
aupándome a los lomos de algún verso
o haciendo de badajo en la campana.

Haría de mi entorno alrededor
con la fuerza inflexible del converso
el eco del anverso y el reverso
del ansia de ese sueño que es amor.
©donaciano bueno

Y si tú, tuvieras qué harías? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  José Luis Gómez Toré

BLANCO DE CINC

Ve lo poco que somos,
una impaciencia habitada por los símbolos.
Pero te roba marzo y te confunde
con el vigía impúdico de un sueño.

DE INVIERNO

Invierno tiene márgenes extraños
y dobles de ceniza en los espejos
y estandartes de nieve inhabitable
como emblemas secretos del exilio.

Invierno es un país de márgenes extraños:
una calle que linda con la muerte,
la orilla de una gesta en una página,
una costa donde termina el mundo.

DEFINICIÓN DEL MAR

El mar es un afán
y un cansancio infinito,
vida secreta y muerte
a cambio de una música.
La mar, una doncella ciega
y la madre del mundo
y pájaros de espuma
que fecundan la noche.

PAISAJE

Una sábana azotada por la lluvia
nombra la sed sufrida por el agua,
el río que perturba los ojos del caballo.

PÁJARO DEL VERANO

Torpe aleteo,
feraz, enloquecido
contra los finos alambres de la muerte.

Dos años

Aún sabe que yo es tú.
El niño aprende (tú, yo, luz, abuelo, coche, pájaro) poco a poco nuestras palabras, las que no son de nadie.
Deja caer lentamente la arena sobre tus manos limpiándolas de tiempo.
Sus manos tan pequeñas palpan toda la música del mundo.
Es enigmático y transparente como el agua.

La vocación del vértigo

Donde hay profundidad hay vértigo.

La rama que recorta su altiva desnudez
contra un cielo sin nubes
sabe de lejanías,
como sabe la sangre y saben los espejos,
como la luz elige en qué cuerpos sumirse.

Si entre unos muslos buscas
el silencio del cauce,
si en la piedra tallada hay vetas de memoria,
si el tacto de este fruto
ya ha calmado tu sed,
si disputas
la aspereza de un tronco a las hormigas,
rozas la piel del mundo.
Es suficiente riesgo.
Sobre la superficie
no hay líneas que separen el miedo del asombro.

Pasos en el borde del agua.
Un zumbido de insectos
y ese rumor de sangre bajo el párpado.

Arte de cetrería

Si el ojo puede
retener en el aire el vuelo del vencejo,
que no olvide su forma,
la curva de sus alas, la certeza
de ser flecha y ser arco.

Cetrero insobornable,
cazador de sí mismo, no reclama
otro estandarte que el verano.

Destejen,
tejen el aire los vencejos.
Mira
su gesta en desbandada,
en el centro vacío,
donde un instante se cruzan
con un grito de guerra,

la quietud.

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Blas de Otero

En el principio

Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.

Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.