A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

HE VISTO A DIOS EN MI AZOTEA [Mi poema]
Beatriz Spiegel de Víquez [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

He visto. He visto a dios en mi azotea
y en mi mente febril a dios he visto,
lo mismo que yo he visto cuando mea
el niño que alargando se recrea
el pis que hace regar dándose el pisto.

Y yo he creído acertar a ver e insisto,
a un tal King Kong luchando en las peleas,
cual si fuera Mahoma o Buda o Cristo
y en sueño he visto a dios. no me resisto
allí donde yo voy aunque no creas.

Pues creo en él cual creo en los desiertos,
que existe el mal, tropel de calaveras,
muertos de hambre, de sed, de hechos inciertos
de niños que al nacer ya nacen muertos
y el cansancio que sigue a las esperas.

Y creo en esos seres que inventaron,
al tiempo que taparon sus miserias,
al mismo dios, Y es que necesitaron
creer ser ellos dios, que ellos lograron
dejar sólo de ser monos de ferias.

Comprendo, sin dudar, de ti me fío,
tristes que si no, no hay más remedio,
vivimos en constante escalofrío
soliloquios, lamentos, cieno impío
¡venga dios y nos libre de este asedio!
donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Beatriz Spiegel de Víquez

La receta

Amanece: un sol de plata
va llenando la pradera
de mil brillantes que tiemblan
de emoción entre la hierba.

Caminito del poblado;
se divisa una pareja;
al mirarla, se diría
que no camina, que vuela.

Ella lleva entre sus manos
una niñita pequeña;
él va mirando el camino
con ojos donde la pena
habla del dolor que siente
por llevar su niña enferma.

Llegan por fin al poblado,
todo en él denuncia fiesta:
las mujeres con sus galas,
los caballos, la barrera,
las cucañas desafiantes
que hacen volar las quimeras;
pero indiferente a todo
pasa veloz la pareja:
que la niña se les muere,
que no han venido a la fiesta
sino en busca de un remedio
para salvar a la nena.

Al llegar ante el doctor,
la colocan en la mesa,
con una angustia infinita
que sólo el rostro refleja.

Hay un silencio de muerte,
hay un silencio que pesa
como loza de granito,
sobre la pobre pareja.

De pronto el doctor se vuelve:
_“Está muy mala la nena,
si no la atienden ligero,
es posible que ella muera.
A mí me deben diez pesos,
preparen esta receta”.

Romance de la niña triste

Triste, muy triste, la niña
de la montaña bajaba;
sus dulces ojos tenían
el fulgor de la esperanza

Salió de casa solita
con el alma apretujada,
pues dejaba moribunda
a su madre que adoraba.

Tierno corazón de niña
gemía mientras caminaba:
“Salva, Dios mío, a mi madre;
Diosito, a mi madre salva”.

Nunca supo cuanto anduvo,
sus angustias eran tantas;
el cielo no la escuchó,
la niña agotó sus lágrimas.

La encontraron muertecita:
sus ojos ya no brillaban…
Tarde de luto en el pueblo.
A la pequeña amortajan.

¡Temblores de bronces roncos
y sollozar, de campanas!

La señora pata

¡Qué raro camina
la señora pata!
Parece que fuera
bailando una danza.

Se mueve de un lado,
la cola levanta. . .
¡Qué gorda y pesada
la señora pata!

Noche de alegría

Viene Nochebuena,
viene Navidad,
y con ella el Niño
que es luz y bondad.

Dicen que le trae
preciosos juguetes
al que ha sido bueno
en los doce meses.

Yo creo que lo he sido,
¿qué dices papá?
¡Sueño con la noche
de la Navidad!

Madre

Madrecita santa,
madrecita buena,
cuando tú me cantas
se duerme mi pena.

Dulce madrecita. . .
Madrecita buena. . .
Blanca margarita,
preciosa azucena.

El mar es pequeño,
grande mi cariño;
porque eres mi sueño,
mi sueño de niño.

Mi libro

Hoy tengo mamita,
un amigo nuevo.
Dice la maestra
que es bueno y sincero.
Que si yo lo cuido,
que si yo lo quiero
él ha de enseñarme
a ser siempre bueno.
Míralo: ¡es el libro
mi gran compañero.

Mi bandera

Banderita de mi Patria
con tus colores tan bellos,

yo te llevo banderita
en el fondo de mi pecho.

Cuando, graciosa, te miro
elevarte hacia los cielos,

me siento muy orgullosa
de haber nacido en tu suelo.

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Deidad – Amado Nervo

Como duerme la chispa en el guijarro
y la estatua en el barro,
en ti duerme la divinidad.
Tan sólo en un dolor constante y fuerte
al choque, brota de la piedra inerte
el relámpago de la deidad.

No te quejes, por tanto, del destino,
pues lo que en tu interior hay de divino
sólo surge merced a él.
Soporta, si es posible, sonriendo,
la vida que el artista va esculpiendo,
el duro choque del cincel.

¿Qué importan para ti las horas malas,
si cada hora en tus nacientes alas
pone una pluma bella más?
Ya verás al cóndor en plena altura,
ya verás concluida la escultura,
ya verás, alma, ya verás…

Comentario: Sobre mi……..Amado Nervo era el seudónimo de Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo, o en realidad, así trascendió en gran parte del mundo. La verdad es que su padre modíficó su apellido de Ruiz de Nervo a simplemente Nervo, y le dio su nombre a su hijo, Amado. El propio escritor ha bromeado con que parte de su éxito puede deberse a la sonoridad de su nombre. Se destacan en este poeta del movimiento modernista nacido en 1870 en Tepic, sus poemas La sombra del Ala, En paz, Orfertorio, Me besaba mucho, Una flor en el camino y Madrigal.

EL NUEVO TAIGETO [Mi poema]
Darío Herrera [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Cerca de donde hoy vivo hay una casa
en que van deshaciendo los tropiezos,
los hombres y mujeres que, traviesos,
juegan en el amor con su argamasa.

Se acercan hasta allí ya sin sus besos,
-yo paso con frecuencia ante su puerta-,
que siempre está cerrada, nunca abierta,
sospecho por motivos inconfesos.

A veces, cuando cruzo por la noche,
la luz del hall con su halo de tristeza
intenta confesarme que ella reza
al ver el padecer por tal derroche.

Gentes hay que comentan que la luna
al ver tanta maldad, pide clemencia,
que dejen de agraviar a la inocencia
pues vino a este lugar sin culpa alguna.

Quisiera descubrir si en la reyerta
se salen con la suya los despechos
¿por qué antes de nacer ya están desechos?
¡quizás la humanidad ya es que está muerta!
©donaciano bueno
Qué pena me da! Share on X

Taigeto es el nombre del monte donde según la historia trasmitida los espartanos tiraban a los niños que nacían con deformidades. Hoy no hay que tirarse al monte. Basta con ir a un clínica, ¡que contrasentido! de desechos humanos. Es que esta sociedad que se declara tan humanitaria, no es capaz de dar a esos futuros niños una oportunidad?

MI POETA SUGERIDO:  Darío Herrera

POEMA ARIO GRECO-LATINO

-I- Aquiles,

Frente a los muros de la Ilión de Homero,
sólo y distante de la griega flota,
cobrando de Patroclo la derrota,
a Héctor Aquiles acomete fiero.

Héctor ya cede: su temido acero
a cada golpe rápido rebota;
y ve aterrado que de Aquiles brota
la inmunidad del Júpiter guerrero.

Viene después la trágica carrera,
donde Aquiles, de planta más ligera,
venga a su amigo en el troyano fuerte…

Y en Troya lloran la feroz escena
los regios deudos, cómplices de Helena,
que allá aportó la destrucción y muerte.

Canción de otoño

Paúl Verlaine)

Los sollozos, largos lentos,
de los vientos
en las tardes otoñales,
van resonando en mi alma
con la monótona calma
de los toques funerales.

Todo lívido y convulso,
obedeciendo al impulso
del quebranto,
de mis antiguas historias
siento llegar las memorias
humedecidas de llanto.

Y a un viento malo, sin rumbo,
voy marchando tumbo a tumbo
por mi existencia desierta,
como al hálito glacial
de la ráfaga otoñal
la hoja muerta.

El pino y la palma

(De Enrique Heine)
A Ciro L. Urriola.

En el frío Norte y en desnuda cumbre
dormitando se halla pino solitario;
la nieve y el hielo le dan su vislumbre,
le exornan y envuelven en blanco sudario.

Y ante el cielo negro y en su cumbre helada,
tiritando piensa que en lejano Oriente
una palma sufre, silenciosa, aislada,
en ribera abrupta, bajo el sol ardiente.

Le Billet Doux

“El dulce billete promete
Alguna novela ejemplar…
Lo que dice el dulce billete
no es difícil de calcular”.
Leopoldo Lugones.

Quedó la “niña” del billete
en dulce ensueño sumergida
¡Cuántas delicias le promete
aquella carta tan leída!

En lo suntuoso del salón,
en vis-á-vis o en canapé,
ya están los dos… (En su ilusión
con él se mira en el parquet.)

Es un amor muy elegante
aquel noviazgo preambular:
De frac o smoking el amante;
ella en vestido “directoire”.

Allá en el “hall” hay un sonoro,
cáustico, fino parloteo:
“Mamá” y visitas forman coro
en el mundano discreteo.

Acá los novios … ¿Cuál su tema?
Los “Grandes Premios” ú otro sport
así el coloquio es fiel emblema
del modernismo del amor.

Después, la boda; el dulce viaje,
y de París les “nouveautés”…
“Smart”, muy “fine” es el miraje;
que la caricia es un ultraje
para el “Institut de Beauté”.

Marina

Tarde. En la arena con sordos rumores
tienden las olas sus crenchas de espuma;
húmeda brisa el ambiente perfuma
con salitrosos, sutiles olores.

Lento el ocaso sus ígneos colores
en una diáfana sombra defuma,
y sobre el agua, entre velos de bruma,
Héspero vierte sus blancos fulgores.

Crece la sombra. Su toque sonoro
dan las campanas al aire durmiente
brotan los astros cual lises de oro;

Y al extinguirse la luz vespertina,
entre las rojas pinturas de Oriente
muestra la luna su faz opalina.

Leda

…Y de Leda
nació Helena, funesta para
Troya…
D.H.

Divino es el cisne; la virgen es Leda.
El bosque simula paisaje de Edén.
La brisa los himnos de nupcias remeda;
es oro volátil el pelo en la sien.

El busto en las alas abiertas se enreda.
La hermosa palpita, y el cisne también.
Calor de caricias… El plumón de seda
a muslos y flancos les presta sostén.

Ya el cisne divino sus alas retira:
Efímera es siempre la dicha de amor.
Ella deslumbrada con asombro mira.

El cuerpo del ave tornarse fulgor;
Y Leda comprende, de orgullo suspira,
que Júpiter mismo fue su seductor!…

LIED

No sé por qué presiento que las tranquilas
sonrisas de tus labios son dolorosas;
que hay duelos ocultos en las radiosas
noches estelares de tus pupilas.

Que los dulces escorzos de tu estatuaria
tan sólo exteriorizan gestos escénicos;
y a través de sus ritmos, que son helénicos,
hay la actitud contrita de la plegaria.

Y pues son tus sonrisas tan dolorosas,
¿Por qué muestras en ellas dichas tranquilas?
¿E ignoras que esos duelos, en tus pupilas,
las harían más nobles por más radiosas?

¿Qué en vez de esos escorzos que son escénicos
y simulan los gestos de la estatuaria,
las actitudes tristes de la plegaria
serán triunfos más bellos, que los helénicos?

La verdad es sagrada, y el mundo finge;
la verdad, por divina, por buena, enorme,
con sus luces de soles hace ya informe
de los mitos la inerte, mentida esfinge…..

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A LA CAZUELA [Mi poema]
Emilio Celso Ferreiro [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Cuando como en la cazuela
a mi madre yo recuerdo,
a mis tías y a mi abuela,
a una vela y su candela
sin la cual ahora me pierdo.

Tan oronda, hecha de barro
cuando como en la cazuela
la acompaño con el jarro
y me curo así el catarro
y echo al mismo una cancela.

Cuando como en la cazuela
en mi mente resucita
el recuerdo de mi escuela,
los zapatos sin la suela,
los susurros en la ermita.

Cuando como en la cazuela
¡virgen santa vive dios!
en mi mente corre y vuela
una niña, una mozuela
y el tembleque entre los dos.

Que hoy comime unas lentejas
y subí al séptimo cielo.
Prisionero entre sus rejas
hurgué en barro a esas pendejas
y logré saciar mi anhelo.

La cazuela es el objeto
que me sirve a mi de excusa
y que acepto como un reto,
que marcando va un aprieto
animando así a mi musa.

Que por mucho que me insistas
no hago caso, que no cuela,
tiene las mejores vistas
y hace que no te resistas
si se emplata en la cazuela.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:   Emilio Celso Ferreiro

Larga noche de piedra

El techo es de piedra.
De piedra son los muros
y las tinieblas.
De piedra el suelo
y las rejas.
Las puertas,
las cadenas,
el aire,
las ventanas,
las miradas,
son de piedra.
Los corazones de los hombres
que a lo lejos acechan,
hechos están
también
de piedra.
Y yo, muriendo
en esta larga noche
de piedra.

Longa noite de pedra
O teito é de pedra.
De pedra son os muros
i as tebras.
De pedra o chan
i as reixas.
As portas,
as cadeas,
o aire,
as fenestras,
as olladas,
son de pedra.
Os corazós dos homes
que ao lonxe espreitan,
feitos están
tamén
de pedra.
I eu, morrendo
nesta longa noite
de pedra.

Deitado frente ao mar

Lingoa proletaria do meu pobo,
eu fáloa porque sí, porque me gosta,
porque me peta e quero e dame a gaña;
porque me sai de dentro, alá do fondo
dunha tristura aceda que me abrangue
ao ver tantos patufos desleigados,
pequenos mequetrefes sin raíces
que ao pór a garabata xa non saben
afirmarse no amor dos devanceiros,
falar a fala nai,
a fala dos abós que temos mortos,
e ser, co rostro erguido,
mariñeiros, labregos do lingoaxe,
remo i arado, proa e rella sempre.

Eu fáloa porque sí, porque me gosta
e quero estar cos meus, coa xente miña,
perto dos homes bos que sofren longo
unha historia contada noutra lingoa.

Non falo pra os soberbios,
non falo pra os ruís e poderosos
non falo pra os finchados,
non falo pra os estúpidos,
non falo pra os valeiros,
que falo pra os que agoantan rexamente
mentiras e inxusticias de cotío;
pra os que súan e choran
un pranto cotidián de volvoretas,
de lume e vento sobre os ollos núos.
Eu non podo arredar as miñas verbas
de tódolos que sofren neste mundo.

E ti vives no mundo, terra miña,
berce da miña estirpe,
Galicia, doce mágoa das Españas,
deitada rente ao mar, ise camiño…

Nunha foxa común

Aldraxados por séculos
mallados e feridos,
asoballados sempre,
decote desvividos,
pergunto qué fixeron,
contesto que fuxiron
da terra malpocada,
sin pelexar, vencidos,
abandonado o campo
á furia do nemigo.
Soio unhos cantos bravos
a proba resistiron.
Garda, matria, un loureiro
prá frente distes fillos.

Inverno

Chove, chove na casa do pobre
e no meu corazón tamén chove.

Dor da mau encallecida,
dor da xente aterecida
de frío polos camiños.
Dor dos vellos e meniños.
Dor dos homes desherdados
e dos que están aldraxados.

Mágoa da ferida allea.
Dor dos que están na cadea,
dos que sofren a inxustiza
e viven baixo a cobiza.

Mágoa e loito
por tanto pranto que escoito.
No meu peito, sulagado,
soturno, fondo, calado,
un río de amor se move.

Chove, chove na casa do pobre
e no meu corazón tamén chove.

Consellos

Si foses a xantar con poderosos
coida ben a carón de quén te sentas.
Pexa a túa gula e couta os teus degaros,
ponlle portas á fame si a tiveras,
pois é pan mintireiro o pan dos ricos,
dóce por fóra, por dentro amarguexa.
Afoga a túa cobiza,
non desacougues por xuntar facenda.
¿Non coidas que a riqueza non é nada,
que o vento a trai e o vento axiña a leva?
Non comas pan dun home deshonroso,
nin da fartura dil teñas envexa.
Dirache, come e bebe, meu amigo,
disfroita dos meus teres canto queiras;
mais o seu pensamento non concorda,
de boca afora serán as súas verbas,
pois o seu corazón, cativo e duro,
ten de cotío pechas
as fenestras do amor e da xusticia.
Non o esquezas.

A leución

Adeprender a vida é tan difícil
ou máis que resolver un crucigrama.
Tan difícil ou máis que unha pregunta
que houbera que facer na madrugada
cando tódolos arbres choran noite
i os galos cantan.

Adeprender a vida é moi difícil
i ademáis cansa.

Cando tes a leución medio sabida
non che sirve pra nada.

As cousas son así: imos e vimos,
sin enterarnos nunca do que pasa.
Pra saber a leución dámoslle voltas,
cando acaso mellor era non darllas.

Unha mazá, un verme,
unha chuvia caíndo, terca e mansa,
un discurso do alcalde,
unha vinganza,
unha muller parindo, unha bomba de nápalm.

Dámoslle voltas
sin enterarnos nunca do que pasa.

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MACHADO, DON ANTONIO, QUÉ DIRÍA [Mi poema]
José Teruel [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Admito que soy lego, a nadie ofenda,
no tengo la verdad de sacristía,
mas pienso si es que un día volvería
aquí para mediar en la contienda
Machado, don Antonio, qué diría
de aquello que hoy se dice es poesía.

Que hay algo que me gusta, no lo niego,
mas mucho a qué mentir que olvidaría,
por eso en una tarde parda y fría
comienzo a meditar y lanzo un ruego,
Machado, don Antonio, qué diría
de aquello que hoy se dice es poesía.

Y puesto que las reglas ya no se usan,
ni el ritmo ni la rima y melodía,
ni el surco para arar que era su guía
y a veces de metáforas se abusan,
Machado, don Antonio, qué diría
de aquello que hoy se dice es poesía.

No entiendo a qué se debe tal barullo
si tanto a mi me gusta lo que hacía,
los versos con que tanto entretenía,
y en medio de esa bulla me aturullo
quisiera adivinar lo que diría
Machado, si tal vez se indignaría.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  José Teruel

NOCTURNO CON CONCIENCIA DE VUELTA

Sucede sin previo aviso
encontrar a alguien con quien dormir una noche,
para despertar después de amor incumplido
frente a un rostro
al que no terminamos por acostumbrarnos.

De vuelta a casa nos acogen presagios de mucha realidad
o de muerte amenazada con fatiga de seguir expresándola
poco a poco.
Me irrita saber si fue todo inútil o necesario,
si tuvo que pasar porque quise que pasara,
me irritan los lazos que revisan la trama, la manera, la culpa,
la pura vergüenza.

Y afirmo y borro que en esas redes,
en estas redes, he contado lo inexorable del fruto
y del mar que es mucho más amplio.
Afirmo y borro que en ellas caeré, quizá ilusión o nuevo lecho,
o simple error en la misma historia pareciéndonos nueva.
He aquí la voluntad del hijo: equivocarse, quererse sobremanera
y darse cuenta de que no todo tiene un modo de sentido.

En la leve inclinación del cuerpo,
con la suave laxitud del reposo,
hoy me inclino al lado del comienzo,
cuando de amor se tuvo un rostro,
cuando se sabe lo poco que sirve en estos casos.
***
Es Amor sentimiento de ausencia,
es también derrumbe,
morosa traducción de los sentidos.
Mas con asombro de mis ojos,
vuelvo a él en trucado esfuerzo,
suavemente la mano,
e impregna de luz lo que son centímetros,
segundos, época…
Y tras tonos cómplices
e irrealidad materna,
es Amor dudoso sueño de hacerse ser,
es Amor copiosa lluvia.
***
Mientras masticaba la hoja de laurel
fue visitada por palabras
que ella no decía,
pues nadie pudo oírla,
palabras por delante de sí misma.
El destino está en su voz,
en el reencuentro insomne
que luego olvidamos,
mientras melancólicas marinas
con olas que no terminan de estrellarse nunca,
recuerdan el silencio de Casandra
donde la memoria no encuentra su principio.
Como jamás cuerpo de amado (1992)

NAUTA MUNDO NÁUFRAGO

I
Atardece en Samos.
Inútil escudo
será la noche,
coged el laurel
y hablarán las piedras.

Atardece en la lápida,
escucha su silencio:
¡cómo gesta el muro
su alcance de luz,
cómo agota la luz
su miedo a la sombra!
¿Qué perfil oscuro,
qué gesto de piedra
conducen al ápice,
al orden del bautista?

Dispuesto al sacrificio
me dejo tras la estrella.
Viento sur remotísimo,
que no impone límites,
me baña en su deseo,
y allegado me inventa,
me hunde, me agota y huyo:
Nauta Mundo Náufrago.

Sólo quiero verlo.
El agua está fría:
corre, suspira, teme,
y sólo quiero verlo.
Me está amando
y no resucita.
No es resurrección
el balbuceo, en sombra,
voluptuoso ahogándose,
como todo lo divino.

Navega, asesina,
navega y deposita
siquiera el favor mínimo,
la cumbre que toque la moneda;
tan sólo la mejilla,
la palabra promiscua
de olvido y de amante;
tan sólo la seña,
la impávida seña,
tu exceso de apariencia,
y no resucitas.

¿Por qué hemos salido todos,
contra qué cruz,
contra qué limpia acometida,
contra qué dulces clavos?

Amanece en Samos
y no resucita.
Han cerrado las puertas,
repartirán el pan,
derramarán tu vino,
y huiré como huyen las fechas
tras la misma pasión
que roza lo soñado.

II
Que te apetezca a ti, mi dios,
que no haya sino una lámpara,
ardiendo en el altar de mis sentidos,
encendida con fuego de verdadero amor
que alimenta a cuanto siento y oigo
de la admirable perfección
de este cuerpo, aceite purísimo,
que hoy recobro y siempre mandas quemar
en mi santuario más íntimo.
La soledad de los nombres (2000)

Vertical de ausencia

Escuchaba tu silencio en mi boca
inundada de palabras de ti,
que no supe decirte

por celestes y hambrientas.

La estancia era un espejo ciego,
como blancura vertical de ausencia
sobre mi cuerpo inmóvil,
ardiendo en los oídos
por promesas de amor contra el olvido.

Suspensión

Recuerdo tu voz.
Entretuve tu palabra.
¡Qué quieto silencio!

La soledad de los nombres

Hay un verso abandonado que busco
en la luz ya vencida de la tarde.
Los nombres encerrados en la letra
se han quedado solos.
Las cosas que nombraban se han marchado,
extraviadas por el aire, me atañe buscarlas.

Privación

Que te apetezca a ti, mi dios,
que haya solo una lámpara,
ardiendo en el altar de mis sentidos,
encendida con fuego de verdadero amor
que alimenta a cuanto siento y oigo
de la admirable perfección
de este cuerpo, aceite purísimo,
que recobro y siempre mandas quemar
en mi más íntimo santuario.

Aire

Vacío está de todo ser el aire.
Regresa nocturno, mudo de ti,
ausente en huellas dactilares.
¡Aire de ausencia hueco!
Donde solo queda aire
tu voz empieza a oírse.

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A UN DISLATE [Mi poema]
Augusto Fábrega Donado [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

A esa puta viruta disoluta
que ignora que no es puta que es viruta,
preñada va a los topes de aguardiente
y finge cual si fuera un pretendiente
del arma, que no el alma de un recluta
y le obliga a tirarse en parapente,
se mete entre mis ojos de repente
y yo con mi dolor le grito ¡puta!

A esa hormiga boñiga con su miga
que arrastrando a la miga no fatiga,
y no cabe en su boca ni en su vientre,
se sabe que ella sólo es asistente
libando del manjar que allí consiga,
se mete por mi cuerpo, por mi frente
con sus patas de cieno repelente
esparciendo sus trazos de boñiga.

A ese tipo faltón que es fanfarrón
que se pasa mil pueblos de fardón,
que mira y que te ignora o te desprecia,
se esconde amilanado cuando arrecia
o empieza a predicar desde el balcón
cual fuera el que presume de vidente
aunque es impresentable, impertinente,
tonto el culo, del haba y un faltón.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Augusto Fábrega Donado

Promesas

Prometo amarte sin límites,
para siempre y por siempre.
Prometo que te querré sin condiciones ni dudas.
Prometo que recordaré cada instante contigo
compartido,
todas las caricias por ti dispensadas.
Prometo que jamás olvidaré
las palabras de amor
por tus dulces labios pronunciadas.

Será hoy

Confío
en que hoy será el día
de tu ansiado retorno.
intuyo que con tu regreso
volverá a mí
la felicidad plena.
sé que con tu vuelta
y tu presencia
vibrará mi ser de amor
y de emociones exquisitamente extasiantes.

El Capricho de las Musas

¡Oh qué pena!
¡qué dolor,
qué tristeza!
se lamentan
los Bardos:
las Musas
son caprichosas,
te visitan cuando
lo desean
y no cuando
las invitas.

Confesión

(Variación de un tema del autor)

Me sorprende admitirlo,
sin embargo reconozco
que es la impactante
y cruda realidad,
el otrora ardiente amor por ti,
se ha convertido hoy
en un ligeramente tibio recuerdo,
y la impronta en mi grabada,
por ese apasionado romance del ayer
es comparable con las huellas imperceptibles
que dejan los nómadas trashumantes
a su paso por los polvorientos caminos
azotados por los vientos
o con los rastros invisibles
de las salamandras cantoras,
sobre las desnudas paredes,
y esto en nombre de las antiguas ternuras,
creo que debes saberlo.

Las Palabras

¡Lo confieso!,
lo admito sin reticencias,
Me gusta
hacer de las palabras
un instrumento
para con ellas
construir sueños
y encantos.
¡Bendito sea
el don de la palabra!

A Ratos Breves

Qué dicha;
¡Oh prodigio!
He atrapado cada instante
a tu lado transcurrido,
la memoria
cual cascada de molino
de agua
retrotrae los fugaces
y felices momentos
que contigo he pasado,
gracias a este
maravilloso mecanismo
revivo repetidamente
la felicidad
disfrutada a ratos breves,
por ello prefiero tenerte a veces,
a no tenerte.

Detente Cronos

(Suplica al Dios del Tiempo)

Por Zeus,
te imploro Cronos, détente:
en nombre de los Dioses del Olimpo,
te conmino a que aminores
la velocidad de tu marcha
y con ello dilates
el fugaz instante
que se me ha concedido
al lado de mi amada.
Permíteme prolongar
cada momento del deleite
que me produce el rico néctar
excelente ambrosía
que de sus labios recibo y
me colma de bienestar y felicidad.

Contando las horas

Desesperado sufro
el transcurrir del tiempo
y tu distante retorno,
contando las horas
espero impaciente
el maravilloso instante de tu regreso,
tremulante anhelo
el momento en que he de escuchar
de tus labios carmesíes:
“Aquí estoy, tu espera terminó”,
desesperado aguardo
la vuelta a tus brazos
y la posibilidad de beber, nuevamente,
el néctar de tu cáliz precioso,
miel extasiante con la que habré de recuperar
la felicidad perdida.

Llamado vehemente a la mujer amada

Escucha mi llamado imperioso
y vuelve para que con tu regreso
restañes las profundas heridas
que me laceran desde tu partida,
vuelve para que con tu retorno
me rescates del mar profundo
de desesperanza en que tu
despedida me ha sumido,
vuelve para que yo recobre
la serenidad que me proporciona
tu presencia.
Vuelve y con tu retorno
tráeme la felicidad que
me produce oir tu dulce
cadenciosa y sensual voz.

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Poema en línea recta – Fernando Pessoa

Nunca conocí a nadie a quien le hubiesen roto la cara.
Todos mis conocidos fueron campeones en todo.
Y yo, que fui ordinario, inmundo, vil,
un parásito descarado,
un tipo imperdonablemente sucio
al que tantas veces le faltó paciencia para bañarse;
yo que fui ridículo, absurdo,
que me llevé por delante las alfombras de las formalidades,
que fui grotesco, mezquino, sumiso y arrogante,
que recibí insultos sin abrir la boca
y que fui todavía más ridículo cuando la abrí;
yo que resulté cómico a las mucamas de hotel,
yo que sentí los guiños de los changadores,
yo que estafé, que pedí prestado y no devolví nunca,
yo que aparté el cuerpo cuando hubo que enfrentarse a puñetazos.
Yo que sufrí la angustia de las pequeñas cosas ridículas,
me doy cuenta que no hay en este mundo otro como yo.

La gente que conozco y con la que hablo
nunca cayó en ridículo, nunca fue insultada,
nunca fue sino príncipe – todos ellos príncipes – en la vida…

¡Ah, quien pudiera oír una voz humana
confesando no un pecado sino una infamia;
contando no una violencia sino una cobardía!
Pero no, son todos la Maravilla si los escucho.
¿Es que no hay nadie en este ancho mundo capaz de confesar que una vez fue vil?
¡Oh príncipes, mis hermanos!

¡Basta, estoy harto de semidioses!
¿Dónde está la gente de este mundo?
¿Así que en esta tierra sólo yo soy vil y me equivoco?

Admitirán que las mujeres no los amaron,
aceptarán que fueron traicionados – ¡pero ridículos nunca!
Y yo que fui ridículo sin haber sido traicionado,
¿cómo puedo dirigirme a mis superiores sin titubear?
Yo que he sido vil, literalmente vil,
vil en el sentido mezquino e infame de la vileza.

EGO TE ABSOLVO [Mi poema]
Bertalicia Peralta [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Ego te absolvo a peccatis tuis, que hoy
te absuelvo, a peccatis ego absolvo,
¿mas quién puede inculparme si soy polvo
vagando a la deriva donde voy?
¡quién es dios para echarte un rapapolvo!

Yo te absuelvo si un día resbalaste
tirando tu control por la pendiente,
dejándote llevar por la corriente
y en brazos del dios eros naufragaste,
miedoso de mostraste displicente.

Y de paso también a mi me absuelvo
mandando a pasear a mis pecados
de tipos y colores tan variados,
tenaces pues que escupo y a ellos vuelvo
o intento que aparezcan amañados.

Y hete aquí, pecador, que me confieso,
que pelos he dejado en la gatera,
como tú, como aquel, como cualquiera
sucumbiendo al placer y a su embeleso
lidiando el corazón con la mollera.

Confieso que he vivido a mi albedrío,
que a veces mis principios he olvidado,
mas debo aquí decir que alicatado
no estuve bien. De allí mi desvarío.
Nadie podrá hoy culparme si he fallado.
©donaciano bueno

El que ande libre de #pecado, que tire la primera piedra? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Bertalicia Peralta

Cuando Seas Mayor

Cuando sea mayor padre
y entiendas
que las cosas son así de sencillas:
uno nace lleno de alegría
y vive
hasta los siete años con ella
luego
le presentan la familia
cuatro tíos once primos
el lugar donde vivió el abuelo
le enseñan qué es un hogar
le tienen la comida caliente
le dan hasta una cama y sábanas
navidades con juguetes
niño-dios
y uno conoce el nombre que eso tiene:
dicha
entonces se cumplen los quince años
y uno sigue creciendo
la madre es buena
la casa es buena
el silencio que va cubriendo los actos
cotidianos es bueno
uno lo cree así
se está seguro de algo
hasta se es capaz de reír a carcajadas

pero padre cuando sea mayor
comprenderás cuando llega la época de la desnudez
cuando no se tiene con qué cubrirse
y uno se da cuenta que las lecciones
de la escuela no le han servido de mucho
y que uno es más triste que un caracol abandonado
por el mar
que uno es más solitario que el árbol
primero se quedó sin hojas
que se ha estado tanto tiempo como un tonto
preguntando por un sitio increíble
que no existe que no ha sido creado
se está definitivamente
como un pichón de golondrina
queriendo entrar al huevo nuevamente.

A Una Mujer

Eres más fuerte que una máquina
hasta ahora has hecho el trabajo
tuyo y el de otros

eres más inteligente que el tiempo
has ganado más batallas que los
que las han provocado

eres más suave que el rocío
más ligera que el viento
y todavía preguntas ¿qué hacer?

pon tu corazón donde lo cubra la ternura
anida tus manos junto al fuego sin temor
no desanimes no cedas no des un paso atrás
no tires por la borda lo ganado
el futuro sólo guarda para tí
despejada la senda nueva vida

Fábula del Aguila que se Hizo Vieja/Viciosa/Ciega

Algún día
echaremos a los niños
el cuento del soldado Calley
que mató y mató
entre drogas tragos y chingongo
mascado
arriba y abajo de los dientes

algún día
echaremos a los niños
el cuento de Angela Davis
que se levantaba cada mañana
dudando
entre ponerse la armadura contra las balas
o llenarse los bolsillos

la carterita y la ropa interior
con glicerina
porque se dio cuenta que era negra
toda negra:
alma
cuerpo
futuro
y pensó en voz alta que era un lindo color

algún día
echaremos a los niños
el cuento aquel del águila
que se hizo vieja
viciosa

ciega
y no se enteró
sino muy muy tarde
que ya bajo sus garras
bajo sus patas bajo sus dos alas
momificadas
nadie
-porque ya no había locos criminales ni mafiosos-
esperó más
a que contáramos
esta historia.

Oh Mis Herederos

Oh mis herederos
oh mis heredades
oh mis oh bestiales que aún puedo nombrar
con nombre limpio de caballo nupcial

cuerpos como heliotropos antropófagos
tibios para el beso para el apareamiento
frentes para sembrar sólamente la paz

tierra mía tierra nuestra tierra
para caber y pernoctar

sembrada de gavilanes peces huracanes
que aguardan agigantándose arañando
el único hueco del reposo

agua de nuestra lengua agua de
nuestra casa agua luminosa de nuestras bajamares

sofocada estación que nos señala
ahora y después
el camino que viene.

Es Toda la Soledad

Es toda la soledad quien está contigo
y te seduce
necesaria densa impávida como templo
al que aún no entras

recogida sangre la de tu vidamuerte
distraída tantas veces del horario sonoro
de la máquina que espera por tu sagacidad
crean números como serpientes
que comerán lentamente tu cráneo

y tu barrio de emociones se agolpa y milita
ojos han de salir a tus angustias
para llorar y barbas a tu corazón
para debilitar la esperanza que no morirá

y es que no muere esta vida inmortal
que te estoy heredando.

Piel de Gallina

A los gritos de un niño
que cae de un balcón
se me pone la
piel de gallina

y si leo en los diarios
la crónica de la tortura
se me pone la
piel de gallina

cuando conozco cuerpos
trenzados sin amor
se me pone la
piel de gallina

casi nunca ocurre algo
que deje de conmoverme
y me ponga la
piel de gallina.

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«Juicio Final” Blas de Otero

Yo, pecador, artista del pecado,
comido por el ansia hasta los tuétanos,
yo, tropel de esperanza y de fracasos,
estatua del dolor, firma del viento.

Yo, pecador, en fin, desesperado
de sombras y de sueños: me confieso
que soy un hombre en situación de hablaros
de la vida. Pequé. No me arrepiento.

Nací para narrar con estos labios
que barrera la muerte un día de éstos,
esplendidas caídas en picado
del bello avión aquel de carne y hueso.

Alas arriba disparó los brazos,
alardeando de tan alto invento;
plumas de níquel: escribid despacio.
Helas aquí, hincadas en el suelo.

Este es mi sitio. Mi terreno. Campo
de aterrizaje de mis ansias. Cielo
al revés. Es mi sitio y no lo cambio
por ninguno. Caí. No me arrepiento.

Ímpetus nuevos nacerán, mas altos.
Llegaré por mis pies, —¿para que os quiero?—
a la patria del hombre: al cielo raso
de sombras esas y de sueños esos.

Comentario: La obra poética de Blas de Otero es una síntesis de la poesía compuesta en España después de la Guerra Civil. Dejando al margen sus obras juveniles, su primera etapa corresponde a la poesía existencial. Ángel fieramente humano (1950) se caracteriza por una poesía desgarrada y la actitud atormentada del poeta ante la muerte y el silencio de Dios, de quien se siente abandonado. En cuanto a la métrica, predominan las formas clásicas, sonetos, sobre todo. En Redoble de conciencia (1951, Premio Boscán) se acentúa la rebelión contra el silencio de Dios, pero se advierte el acercamiento solidario del poeta a los demás seres humanos, adivinando, así, una salida a su conflicto existencial. Con ambos libros, en los que se intercalan poemas nuevos, se suprimen algunos del primero y se modifica el orden, forma Ancia (Premio de la Crítica 1958 y Premio Fastenrath de la RAE en 1961).

EL CIELO ESTABA TRISTE [Mi poema]
Eduardo Valverde [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

El cielo estaba triste, amenazando
con lluvia la quietud de la mañana,
en tanto que yo atento en mi ventana
pensaba en otro cielo meditando
buscando la Verdad, esa tirana.

Queriendo conocer la explicación
que existan en el mundo dioses tantos
cada uno con sus ritos y su santos
y cómo conjugar fe y la razón,
al tiempo que los duelos y quebrantos.

La lluvia poco a poco allí amainó
sin yo mientras pensaba darme cuenta
metido como estaba en mi tormenta,
de aquel cristal el vaho se evadió
echando a aquella duda que atormenta.

Salir ya conseguí de mi letargo,
por fin, dije, no debes de pensar.
En esto que empezaba a lloviznar
y el cielo a amenazar con su descargo
y, vuelta a las andadas, yo a dudar.
©donaciano bueno

El hombre como el burro siempre vuelve a las andadas? Share on X

MI POETA SUGERIDOEduardo Valverde

PÁJARO DE CAOS

“I’m the oldest son of a crazy man”
-B.Dylan

Colgaré de ahí el aire y el zumo amargo
del breve cigarrillo que lo encarna
ahí de ese labio de donde saldrá
un mínimo diluvio
y un pájaro de caos
o una ráfaga eléctrica de plumas
o un cristal precioso de saliva
que servirá para cortar el dogal
de los jóvenes ahorcados

ahí en tu boca
justo donde empiezan los vagos territorios
de los indios y vaqueros
de los policías y ladrones y las detonaciones de salvas
o donde se pierde el rastro del silbido
de una discreta jardinera
con su canastita de pétalos de muerte y frutos secos

y en tu boca pondré el aire y la bocanada
y desde ella preguntaremos cuántas bocas
alimenta la nada con sus ruinosas tetas
dónde pastan los caballos de la rabia y la ternura
y en qué llovizna remota se convierten sus galopes

seré yo quien saque un gallo enfurecido
de tu cuore y lo ponga a picotear el fuego
en la carne imaginada de tu labio bajo
y te daré una palabra rota para que en ella
guardes el gruñido o el silencio
que nos pedirán los primogénitos de los locos
cuando desfilen con sus velas apagadas
hacia las ciudades que persisten en la noche.

ÁNGELUS

“En el jardín de la noche
hay una rosa luminosa
que me mira fijamente a los ojos”
Silvio Rodríguez

“I hope my pony
knows the way back home”
-Tom waits
No regreso porque todo es bruma tras los días
que acumulan anaqueles y mariposas desmembradas,
bruma tras los autobuses que inventaron los barrios
y los abandonaron a su paso,
porque tengo la bondad de las paredes de alquiler
y café hervido en los breves incendios de las tardes.

Ya he relatado antes el ámbar
donde crecen las botellas y los jardines de la noche,
las plegarias rancias donde me colocan
mis madrastras junto al neceser y la cobija de los gatos
que son sus parientes más cercanos,
el gran caballo oscuro que recorre las ciudades
desangrándose, lisiado de muertes perezosas
y resfríos de multitud.

Ya he relatado antes el galeón en llamas
que me prometí con la sal del primer beso,
la humedad de las tibias soledades
en las que se empapan mis ensambles de palabras,
mi buena voluntad cocida con el humo
que bombea el corazón,
la extrañeza de saberme bueno
cuando compro lobos para que laman
las heridas de los ciervos de tu nombre.

No regreso porque ya no sos joven ni cruel
ni tenés las manos llenas de serpientes amorosas
ni hay árboles removiendo las cenizas
que deja el sol en el patio
ni te quedan radios viejas
con los pájaros del Ángelus en la cocina
a la hora en que las escuelas
abrían sus portones a la lluvia.
y yo debí quedarme junto a vos
a peinarle la tristeza que le crece al tiempo.

ESTÍMULOS

Imaginate el silencio.
Una habitación con hilos de humo
de los que cuelgan la boca o las manos
y una cortina que se infla desde fuera,
(un humo sin plegarias,
una cortina con ventana)
Especulás entonces que no has muerto.

Imaginate un acecho continuado de felinos ubicuos
relamiéndose el sigilo.

Tal vez para figurarte el silencio pensés en un avión lejano
un vuelo transoceánico donde las aeromozas
son pálidas y hablan sin mover el mentón
y sin memorizar los rostros de los que duermen
y sueñan sus sueños pírricos y anónimos.

Quizá los que sueñan suponen el cielo errante
o su reflejo mutilado conducido por los ríos hacia un abrazo de sal.
El Amazonas con su cielo turbio de rastros de pies
el Congo con su cielo turbio de piezas dentales y brazos
el Misisipi con su cielo turbio de lamentos y lenguas
el Bravo con su cielo turbio de vulvas y escrotos
el Ganges con su cielo turbio de saliva y estómagos
y así. Quizá en el intersticio del párpado alguno de los
que sueña
confunda la aeromoza con una enfermera y le dicte
un número telefónico o las primeras sílabas
de una palabra que creía haber olvidado.

Quizá pensés que el dibujo del silencio
sea un cetáceo colosal que aprende a morir de viejo
y de tristeza en lo profundo del gran ojo
o más bien las aguas que lo mecen y lo enfrían,
tal vez podás imaginarte todas las moscas del milenio
o del siglo o de la hora fingiendo dormir y agavilladas
sobre una pared o una columna o un elefante de piedra ennegrecidos
y tal vez querás adivinar cuál será la que desate el vuelo
multitudinario que te confirme que el silencio es indecible o que
ese era el ruido que te molestaba cuando leías un libro que hablaba
de una mujer sabia y vieja y pastora que llevaba sus rebaños
a morir de sed y de locura a un desierto.

Quizás para escenificarte el silencio
recordés un avanzar de neblina entre los faros
o algo visto oblicuamente en un espejo
o una lluvia de tergal como un mantra sobre el cinc,
y bajo el cinc una habitación con hilos de humo
y el silencio sea un llover cernido de siglos que se empoza
para que bestias y hombres abreven.

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ME BUSCO SIN SABER [Mi poema]
Adolfo Marino 'bebe' Ponti [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Me busco sin saber si es que me he ido,
si solo fui la imagen de un fracaso,
o acaso nunca estuve, nunca he sido,
quizás es que anduviera y me he perdido
posible a consecuencia de un mal paso.

Le tomo de la mano al desaliento
atento a una respuesta alguien me diera,
lanzando mi pregunta en un lamento,
el mismo que pisando va mi aliento,
cambiando cada día yo de acera.

Me busco en un camino a la deriva
al filo de la esquina de mi casa
atento a recibir una misiva,
-en ascuas-, que me llegue desde arriba
cual fuego es en la hoguera que se abrasa.

No espero nadie indique ya quien soy
me siento un renacuajo incomprendido,
dudando si hoy ya vengo o ya me voy,
si el mundo es este sueño en el que estoy
o el sueño es que no estoy pues no he venido.
©donaciano bueno

Acaso la vida no es un mar de dudas...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Adolfo Marino ‘bebe’ Ponti

VESTIGIOS DE LA SANGRE

(a Haroldo Conti pasajero de los álamos en el camino del regreso)

Vinieron a preguntarme por los árboles
y por los muertos
y por las muñecas
quemadas en primavera.
Un océano de lunas estalla sobre los ojos
de los espantapájaros
como una tormenta radioactiva
en el fondo lo la noche.
y en el horizonte:
Un mar abundante y melancólico
y una mujer descalza
perdida entre la sombra
y la neblina.
(El navío es algo mas
que un incendio en la memoria)
Dónde están los muertos
y los pasajeros de cristal
y la cabaña de lunas
donde Haroldo
fundaba guitarras y naufragios.
En esta ciudad
sólo escucho el vértigo de un motor
en la madrugada.
Debo juntar la sangre gota a gota
repartirla
por los muros y las calles.
No basta con morder el crepúsculo
y los penachos
amarrados a las sombras.
tengo que juntar los huesos uno a uno
arrinconarme
con fuegos y baladas
hasta que la noche caiga sobre los peces
como una herida torrencial.
Están cerradas las ventanas
y las chimeneas.
Hay que apretar fuerte los picaportes
y abrir
todas las puertas.
Desnudar el mundo con la sangre.
acaso la noche no tiene sabor a pólvora y a ojos arrancados.
Tengo que llegar hasta los bosques helados.
El mar está creciendo en las alondras
y en los ojos de mi amada.
Yo secaré tus lágrimas
con mi lengua.
Y después levantaremos el día hecho de fuegos y de astillas
y de maderas y de caracolas desnudas
y de madres blancas como las arenas.

AMOR Y PIEL

Solo por el tiempo voy
llevando tu color
otoño de silencio,
las hojas se caen de mí
y solo pienso en ti
cuando me toca el viento.
Brillas en la oscuridad
y por mi piel te vas
como una nube gris.

Danzas en mi corazón
las alas de tu amor
se parecen el fuego
y en tus piernas de cristal
la luna buscará
al ángel de mi sueño.
Soy un árbol sin hablar
mirando al resplandor
que dejas al pasar.

Cae la noche desde el alma
se partió una estrella en mil pedazos.
Ay amor, la soledad,
ay amor, que dueles tanto,
te dibuja mi canto
y la vida pintará
la estrella que al final
hoy no puedo tocar.

Sale un pájaro de mí
no sabe donde ir
se le ha perdido el cielo.
Hago trinos de papel
y siento que tu piel
se lleva mi recuerdo.
Lentas horas de metal
como agujas de sal
me hacen estremecer.

Parte al aire su rubí
y solo habita en mí
el aire de tus pasos.
yo no sé si volverás
pero te espero igual
herido en el ocaso.
Vuelve el mar cuando se va
y se convierta en luz
su lluvia de cristal.

SUFRIDA TIERRA

Sufrida tierra mía,
reliquia de los pobres.
Un diablo de cenizas
bautiza tus fogones.

De sabagasta al norte,
sacuden los vinales
sonámbulos hechizos
de viejos reza-bailes.

Tu corazón nativo
levanta polvaredas,
para espantar las penas
del hambre y la miseria.

Sollozan los crespines,
como rogando al cielo.
Que nunca se arrodille
mi pueblo santiagueño.

Cuando lunece el río
besando salitrales,
mi pago es un espejo
de luchas ancestrales.

Changos color de viento,
sepultan las estrellas,
para mirar el alma
de nuestra Raza muerta.

El monte se esperanza,
pintando sus dolores,
aunque lo tumbe el hombre,
semillarán sus flores.

I
Al galope de mis palabras
una mujer se desnuda en mis labios
abre las ventanas de mi piel
y deja que el otoño haga su milagro.

II
Hay una penitencia de seda
en tu cintura
una cinta de rocío
como si fuera un pez en la hierba.
No se qué hago descalzo tras de ti.

III
Donde un pájaro raya la luna
queda la cicatriz del milagro
como este poema que de tanto
sangrarme en las manos
lo escribo en la niebla
para que se borre en tu piel.

VII
Cuando la miré, le dije,
no tengo moral para la belleza.
soy el podador
de las corrientes eléctricas
que deja la primavera
en un cuerpo de mujer
y la desnudé en un parque de chatarras,
sobre nubes de plástico
y rosas carbonizadas;
con niños azules
como los cadáveres de los autos,
niños,
que suben por los violines de los árboles
para decapitarse.

IX
Si pudiera como él,
ponerte cenizas de relámpagos en el pelo
y las cintas que duermen en la lluvia,
juro que no te arrancaría
esa lágrima de agua de lujuria
que me siembra el corazón
de perlas estalladas;
pero es tarde en el poema
y le han puesto precio a mi palabra.

Sabrán de ti,
cuando un pájaro salga de tus huesos
y cante en otro idioma.

Amor y piel

Solo por el tiempo voy
llevando tu color
otoño de silencio,
las hojas se caen de mí
y solo pienso en ti
cuando me toca el viento.
Brillas en la oscuridad
y por mi piel te vas
como una nube gris.

Danzas en mi corazón
las alas de tu amor
se parecen el fuego
y en tus piernas de cristal
la luna buscará
al ángel de mi sueño.
Soy un árbol sin hablar
mirando al resplandor
que dejas al pasar.

Cae la noche desde el alma
se partió una estrella en mil pedazos.
Ay amor, la soledad,
ay amor, que dueles tanto,
te dibuja mi canto
y la vida pintará
la estrella que al final
hoy no puedo tocar.

Sale un pájaro de mí
no sabe donde ir
se le ha perdido el cielo.
Hago trinos de papel
y siento que tu piel
se lleva mi recuerdo.
Lentas horas de metal
como agujas de sal
me hacen estremecer.

Parte al aire su rubí
y solo habita en mí
el aire de tus pasos.
yo no sé si volverás
pero te espero igual
herido en el ocaso.
Vuelve el mar cuando se va
y se convierta en luz
su lluvia de cristal.

Para cantar he nacido

Para cantar he nacido
soy copla que el viento lleva,
a veces canto en el árbol
que se deshoja de pena,
a veces bebo del fuego
palabras de primavera.

Mi sangre canta por dentro
como la lluvia por fuera,
la noche canta y convierte
sus pájaros en estrellas,
pero cuando canta el pueblo
musicaliza mis venas.

Yo nunca miro a la rosa
por su color de quimera,
la miro porque ella tiene
la sangre de los que sueñan
porque en sus gajos florecen
las manos del que la siembra.

Si el canto no se levanta
como la hoguera del fuego,
si no libera las penas
de los que están en la tierra
de nada sirve que suene
la voz de la chacarera.

Así como canta el río
cuando la noche lo ciega
y sin mirar su camino
sigue su rumbo de piedra
yo le canto a los que vienen
caminando por la tierra.

Mi copla es azul y estrellas
y una guitarra encendida
en su corazón de pueblo
la vida sufre y agita
con el perfil de sus bombos
las esperanzas marchitas.

Por eso canto a las cosas
que me va dando la vida
a los changuitos de barro
hondeando lunas perdidas
al tallo con sus espinas
y al hombre con sus heridas.

Sufrida tierra

Sufrida tierra mía,
reliquia de los pobres.
Un diablo de cenizas
bautiza tus fogones.

De sabagasta al norte,
sacuden los vinales
sonámbulos hechizos
de viejos reza-bailes.

Tu corazón nativo
levanta polvaredas,
para espantar las penas
del hambre y la miseria.

Sollozan los crespines,
como rogando al cielo.
Que nunca se arrodille
mi pueblo santiagueño.

Cuando lunece el río
besando salitrales,
mi pago es un espejo
de luchas ancestrales.

Changos color de viento,
sepultan las estrellas,
para mirar el alma
de nuestra Raza muerta.

El monte se esperanza,
pintando sus dolores,
aunque lo tumbe el hombre,
semillarán sus flores.

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POEMA A LA CHISTORRA [Mi poema]
Rafael Guillén [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Jugosa, delicada y complaciente,
rezumando de amor todos tus poros,
si roza en las papilas con su diente
te muestras tan sedosa y tan crujiente
que suenan de los ángeles los coros
y allí te haces ferviente.

Que eres, nena, rojilla hasta rabiar
y a la vez tan melosa y consistente
que henchido de placer el paladar,
con la lengua comienza a platicar
así a algunos parezca irreverente
llevarte hasta su altar.

Quien no supo o no pudo en ti libar
no podrá más saber lo que se pierde,
no pudiendo al privarse disfrutar.
Así muchos te quieran agraviar
o de envidia a tu grasa, pongan verde
con ganas de enfadar.
©donaciano bueno

Todo lo que es rico dicen que es malo, como la grasa? Share on X

Chistorra o txistorra es un tipo de longaniza, más estrecha que el chorizo, de carne cruda de cerdo y vacuno, muy típica de Navarra pero en otros lugares despreciada por su alto contenido en grasas, lo que, a su vez, la hace muy sabrosa.

MI POETA SUGERIDO:  Rafael Guillén

Anclado en mi tristeza de profeta…

Anclado en mi tristeza de profeta
sé cuánto ha de valer lo que hoy recibo;
cuánto valdrá después esto que vivo
sujeto a este después que me sujeta.

Mi plenitud en ti quedó incompleta
y espera un no sé qué definitivo.
Mientras, cerca de ti, escribo y escribo,
poeta al fin, en tiempo de poeta.

Sé cuánto ha de valer; eso es lo triste.
Valdrá más de lo mucho que poseo
el recordar lo mucho que me diste.

Profetizado don, con que falseo
esta presente gracia que me asiste
y esa futura gracia que preveo.

Canto a la esposa II

Como un ángel en traje de faena
descompones la casa amanecida.
Las camas y las mesas se abandonan
sin recato, las faldas levantadas.
¡Sacude viejos pasos de la alfombra,
que tu amor no es posible sin nacer cada día!

El brillo soñoliento del barniz y del vidrio
despierta a la caricia puntual del plumero,
el reloj te presiente y acelera el latido.
La escoba te florece entre las manos.
¡Canta más alto y barre los recelos;
que quede el aire justo por los cuartos!

Hay una pausa siempre donde la sangre clama.
Es cuando se doblega tu maternal cintura
y un racimo de niños colgados de tu cuello,
pone a punto de risa la claridad del día.

Esposa del amor y la cocina,
de la sonrisa fácil y el pelo alborotado,
de las mangas subidas y la mirada casta.
Aún no sé si es mi paz ese diario
trajín, en el que envuelves
nuestro amor, o si es acaso
mi paz este mirarte atareada
como libando aquí y allá en lo nuestro.
O si es mi paz el vuelo de tu falda,
o el aire de domingo con que pones la mesa.

Dos pájaros te escoltan cuando sales al patio.
Las tapias encaladas te roban la limpieza.
¡Tiende alta tu blusa y mi pañuelo
para que puedan verse desde el mar!
¡Tiende al sol tu recato y tu blancura
y que se sequen pronto los recuerdos!

Esposa del amor y la costura,
del cesto y de la plancha, que apaciguas
constante mi inquietud, como serenas
el mar blanco y rizado de las sábanas.

Después, la mano umbrosa de la tarde vencida
apaga lentamente rendijas y ventanas;
mientras por una escala de palabras mimosas
se te suben los hijos a la altura del beso.
Pasa un silencio por la línea exacta
donde termina el día,
y la luz se deshace iluminando
pequeños universos interiores.
Es cuando tú, sentada y poderosa,
redondeas el día dando forma al sosiego.
Es cuando tú preparas los caminos
por donde el bien resbala hasta entrar en la casa.
Es cuando tú presides la alegría.
La amiga noche, esposa, no se acerca
hasta que tú le tienes mullida la almohada.

Cristal romano

Si este ungüentario de cristal romano
que veinte siglos irisaron, donde
la transparencia envejecida apenas
deja ya ver el soplo que le diera
forma de lágrima y que aún se esconde
en su interior como con miedo a verse
en otro tiempo; si este vaso leve
que otro soplo o milagro ha conservado
indemne entre los mármoles partidos
de la arrasada villa, resbalase
de mis manos y en un funesto instante
se estrellase en el suelo dulcemente,
consternación aparte, no sabría
apreciar las distintas magnitudes
de tamaño suceso, ni sabría
ponerle fecha; pero estoy seguro
de que en el tiempo aquel, que permanece
detenido entre togas y columnas,
se oirían los clamores del desastre.

Cristales empañados

Se fue, no tan despacio que no hubiera
un desajuste tenue en la calima
del asfalto, y su falda
parecía más triste en el andar y hubo
como una duda, o tal vez no, y la acera
se fue estrechando al alejarse y, luego,
pareció, quizás fuera
su delgadez, sus hombros, que no iba,
que volvía a la infancia, y en la calle
apenas cabía el sol y mi mirada
y una música urbana que, tan joven,
surgió de un bar con soledad y miedo.
¿Te veías tú, acaso, dime, como
si te pudieras ver, de espaldas, sola,
pegada a la pared, andando, yéndote?

Me fui. Recuerdo que el vacío
aquél era ya parte
de mí. Porque me estuve yendo
todo el tiempo que, arriba, la buhardilla,
cama deshecha, sábanas con restos
de calor, vasos, deja
ya de fumar, me estuve
dejando ir en no querer ser pasto
de ciudad, y las calles
y el ruido estaba en mí y tus ojos, habla,
¿por qué te vas?, estaban
alrededor de mí; ser pasto
de ventanas cerradas, un quejido
o una sirena a media noche, esquinas
donde comprar la nada, el estallido
de la nada, acompáñame, me estuve
yendo de mí todo aquel tiempo tan hermoso.

Se fue y era de noche
en torno a su cintura y sus vaqueros
gastados. La bufanda, con su historia
ella también, entretejida, daba
una vuelta a la tibia
cadencia de su cuello y la seguía
a través de la lluvia y algún perro
y la insolente luz de los semáforos
poniendo en orden el desierto y, lejos,
la otra oscuridad, la que está hecha
de violencia y portales y mugrientas
escaleras.

Me fui de tanta prisa
por conocer, de tanto estar contigo,
de tanta juventud, frío empañando
los cristales, de tanto amor, la estufa,
libros y discos en desorden, altas
madrugadas del beso, tus preguntas,
café para el cansancio, las paredes,
tu pelo, el desconcierto de estar vivo.

Toda esta vida me sostiene ahora.
Todo este tiempo aquél que es lo que tengo,
lo único que tengo. Tanto irse,
tanto perder, tal desapego,
tanta sinceridad, tan armoniosa
desventura, tan sabio desvarío,
tal desesperación, tanta belleza.

De nuevo te esperé en el desconsuelo…

De nuevo te esperé en el desconsuelo
de la esquina. Por el bullicio oscuro
iban, venían rojos autobuses,
acharolados taxis que, ocupados,
se detenían un segundo antes
del desencanto. La farola daba
entintado de comic a la espera.

Los taxis están hechos con materia
de soledad, de presurosos besos,
de palabras sin terminar, de rápidos
adioses, de cabezas que se vuelven
como pidiendo auxilio. Cada taxi
va tejiendo y tejiendo su capullo
de seda por las calles, va encerrando
su mariposa entre los hilos tensos
de la ciudad que gime y que lo envuelve.

¿Por qué querer es esperar?. La lluvia
tenaz parpadeaba en el cambiante
neón de Piccadilly y los neumáticos
por el asfalto húmedo sonaban
como el desuello de una piel inmensa.

Todo el desecho de la prisa iba
acumulado en los asientos turbios
de los taxis. Su tántalo destino
era llegar para volver de nuevo.

Los taxis se alimentan de colillas,
de tersos portafolios, de monturas
de gafas, de coronas funerarias,
de perfumados guantes, de pañuelos
inmundos, de paraguas olvidados.
El horizonte de los taxis nace
a espaldas de la luz, está poblado
de sanatorios y consultas, linda
con discos y semáforos, discurre
por negocios y apremios y legajos.

¿A dónde va el amor cuando no acude
a nuestra cita?. Una lenta hilera
de gotas resbalaban por el borde
de la farola anochecida. Un golpe
de tos quebrada restalló muy cerca
de mi bufanda. El viento me azuzaba
los mastines del frío. Y otros taxis
pasaban sin parar, como otras noches,
como todas las noches de mi vida.

Cuando al amanecer se quedan solos
los taxis, se acarician la gastada
tapicería, que conserva algunas
viejas huellas de semen o de lágrimas.

Donde sonó una risa, en el recinto…

Donde sonó una risa, en el recinto
del aire, en los pasillos transparentes
del aire donde, un día
sonó una risa azul, tal vez dorada,
queda por siempre un hueco, un lienzo triste,
un muro acribillado, un arco roto,
algo como el desgaire de una mano
cansada, como un trozo
de madera podrida en una playa.

Donde saltó la vida y luego nada
echó a rodar, y luego nada, queda
una cama deshecha,
un cuarto clausurado, un portón viejo
en el vacío, algo
como un andén cubierto por la arena;
queda por siempre el hueco
que deja un estampido por el bosque.

De bruces, husmeando, rastreando
unas huellas, tirando
del hilo de un perfume,
penetra el corazón por galerías
que un latido de sangre subterránea
horadó alguna vez y allí quedaron.
Y que allí permanecen con su húmeda
oscuridad de tigres en acecho.
Penetra el corazón a tientas, llama
y su misma llamada lo sepulta.

Donde sonó una risa, una vidriera,
una delgada lámina de espacio
estalló lentamente. Y no es posible
poner de nuevo en orden tanta ruina.

Un nuevo aliento merodea. Llegan
otros sonidos hasta el borde y piden
su momento para existir. Afluyen
nuevas formas de vida
que al final toman cuerpo y se acomodan.
Pero el tiempo ya es otro y el espacio
ya es otro y no es posible
revivir lo que el tiempo desordena.

En la cresta del agua o de la espuma
donde una risa naufragó, ya nada
podrá buscar, hundirse, hallar los restos,
nadie podrá decir: éste es el sitio.
El mar no tiene sitios y sus cimas
son instantes de brillo y se disuelven.

Pero quedan los huecos, queda el tiempo.
El tiempo es un conjunto
de irrellenables huecos sucesivos.
Donde sonó una risa queda un hueco,
un coágulo de nada, una lejana
polvareda que fue,
que ya no está, pero que sigue hablando,
diciendo al alma que, en alguna parte
algo cruzó al galope y se ha perdido.

El miedo, no. Tal vez, alta calina…

El miedo, no. Tal vez, alta calina,
la posibilidad del miedo, el muro
que puede derrumbarse, porque es cierto
que detrás está el mar.
El miedo, no. El miedo tiene rostro,
es exterior, concreto,
como un fusil, como una cerradura,
como un niño sufriendo,
como lo negro que se esconde en todas
las bocas de los hombres.
El miedo, no, Tal vez sólo el estigma
de los hijos del miedo.

Es una angosta calle interminable
con todas las ventanas apagadas.
Es una hilera de viscosas manos
amables, sí, no amigas.
Es una pesadilla
de espeluznantes y corteses ritos.
El miedo, no. El miedo es un portazo.
Estoy hablando aquí de un laberinto
de puertas entornadas, con supuestas
razones para ser, para no ser,
para clasificar la desventura,
o la ventura, el pan, o la mirada
-ternura y miedo y frío- por los hijos
que crecen. Y el silencio.
Y las ciudades rutilantes, huecas.
Y la mediocridad, como una lava
caliente, derramada
sobre el trigo, y la voz, y las ideas.

No es el miedo. Aún no ha llegado el miedo.
Pero vendrá. Es la conciencia doble
de que la paz también es movimiento.
Y lo digo en voz alta y receloso.
Y no es el miedo, no. Es la certeza
de que me estoy jugando, en una carta,
lo único que pude,
tallo a tallo, hacinar para los hombres.

Ella vendrá, saladamente húmeda…

Ella vendrá, saladamente húmeda,
tenuemente velada
por el polvo de agua que liberan
las olas al romper.

Uno por uno, intento
ir forzando los límites. Y espero.
No sé que espero, ni por qué. Es un modo
de reclamar mi parte de aventura.

Ella vendrá. Vendrá desde la noche.
Como un débil galope que se acerca.
Como el recuerdo de una risa. Como
el eco de las voces que, otros tiempos,
habitaron la casa abandonada.
Ella vendrá. Yo creo en el misterio.

La fe en lo transparente, en lo que existe
alrededor de la materia; el vago
presentimiento ilógico; el deseo
me salvará. Yo creo
en la otra mitad de lo visible.

Ella vendrá, saliendo del espejo.
Sonriendo desde un retrato antiguo.
Será un leve crujido en la escalera,
el ruido de unos pasos por el techo,
una cortina que se mueve, un vaso
de cristal que se rompe sin tocarlo.

Ella vendrá, como una paz lejana.
Vendrá como un aroma
de vaguadas y montes, cabalgando
a lomos de la tarde.
Ella vendrá al final, no sé por dónde;
tal vez por el atajo
de alguna dimensión desconocida.

Ser hombre es resistirse.
Ser hombre es cometer, conscientemente,
un pecado de lesa desmesura.
Ser hombre es ser testigo de lo absurdo.

Ella vendrá, engarzada en una chispa
de pedernal. Abriendo paso al rayo.
Deslumbrante en la proa
de una infinita luz que se aproxima.

Escultor

En mis manos tu barro, te moldeo
con ternura. Mi soplo y mi caricia
dieron ser a la curva que te inicia.
Si carne te pensé, viento te veo.

Vaciada ya tu forma, me recreo,
te atesoro. No culpes mi codicia.
Alta puse la mira: tu primicia
esculpida a cincel en mi deseo.

Yo, escultor, sólo pido por mi arte
el contemplar mi obra: contemplarte.
Pero tú ya eres tú, aunque eras mía,

y si una vez te arredra mi egoísmo,
puedes irte si quieres. Me es lo mismo.
Te crearé, de nuevo, cualquier día.

Gesto final

Un hombre está tumbado bajo el cielo.
Se le ha apagado el tacto. Las hormigas
pueden subir el trigo por su cuello.
Esto es lo más terrible de los muertos:
que la vida los cubre y los absorbe.

Porque un hombre está muerto, y en la plaza
siguen jugando al tute los de siempre,
y se espera que grane la cosecha,
y hay barcos en los puertos, preparados
para zarpar al despuntar el alba.
Un muerto es la esperanza boca abajo.

Porque un hombre está muerto y todavía
es posible que tiene en los bolsillos
un paquete empezado de tabaco.
Y esto es lo más terrible de los muertos:
que se paran de pronto entre las cosas.

Ha muerto un hombre cuando se desdobla
y se mira su cuerpo, desde enfrente,
y se tiende la mano, y se despide.
Ha muerto un hombre, irremisiblemente,
cuando mueren los que lo recordaban.

Los muertos se resisten a estar muertos
y se defienden con su peso inerte,
y es terrible su grito cuando luchan
porque sólo se oye con los ojos.

Hay que amar a los muertos, comprenderlos.
Son como niños buenos enfadados.
Les han robado el aro y la cometa
y se han quedado tristes para siempre.

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Poema de Nicolás Guillén a Rafael Alberti

El origen de la aludida correspondencia está en el hecho de que, primero, Guillén dedicó al poeta Rafael Alberti  un soneto en el que virtualmente le entregaba un jamón:

Este chancho en jamón, casi ternera
anca descomunal, a verte vino,
y a darte su romántico tocino
gloria de frigorífico y salmuera.

Quiera Dios, quiera Dios, quiera Dios, quiera
Dios, Rafael, que no nos falte el vino,
pues para lubricar el intestino,
cuando hay jamón, el vino es de primera.

Mas si el vino faltara y el porcino
manjar comerlo en seco urgente fuera,
adelante comámoslo sin vino,

que en una situación tan lastimera
como dijo un filósofo indochino
aún sin vino, el jamón es de primera.

Poema de Alberti a Nicolás Guillén

Por su parte, Alberti le contestó agradecido, y muy ingeniosamente, con otro soneto que incluye, además del vino, una botella de champaña y unos huevos fritos con patatas:

Hay vino, Nicolás, y por si fuera
poco para esta nalga de porcino,
con una champaña que del cielo vino
hay los huevos que el chancho no tuviera.

Y con los huevos, lo que más quisiera
tan buen jamón de tan carnal cochino,
las papas fritas, un manjar divino
que a los huevos les vienen de primera.

Hay mucho más, el diente agudo y fino
que hincarlo ansiosamente en él espera
con huevo y papa, con champaña y vino.

Mas si tal cosa al fin no sucediera
no tendría, cual dijo un vate chino,
la más mínima gracia puñetera.

NIÑO, NI SE VE NI SE TOCA [Mi poema]
Belisario Porras [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

A todos cuando niños nos dijeron
mira bien qué es lo que haces, que está mal,
deberías presentarte al natural,
siguiendo los consejos que te dieron,
que fueras un buen chico y muy formal.

Que sabiondo no parezcas, ni holgazán,
y aun menos cual Vicente un repelente,
recuerda que es preciso que la gente
-que al suelo no se tira, coge el pan-
no tiene qué comer si es indigente.

No seas acusica ni repipi,
y tampoco un estirado ni empollón,
ni ese niño beato y resultón,
excusa que el beber pone piripi,
no seas como Pepe del montón.

No digas palabrotas, no se pega,
que todo aquí se ve mas no se toca,
no hagas ruido, no grites que sofoca,
a un señor di de usted, nunca colega,
si masticas, favor, no abras la boca.

No pises en los charcos que te ensucias,
sé ordenado, deja ya de preguntar,
si comes nunca debes de cantar,
¿fechorías? no vengas con argucias,
que el dedo en la nariz has de sacar.

Recuerda, lo decimos por tu bien,
se trata de mostrar que te queremos.
Fuimos niños, nosotros fuimos buenos,
pues debimos tragárnoslo también
y aún así comportarnos no sabemos.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Belisario Porras

El Desengaño

Caminaba en la senda de la vida,
al despertar, y de esperanzas llena,
audaz el Alma en la eternal faena,
buscando el Bien en la extensión perdida.

Más al seguir el rumbo dilatado,
el silbo de las penas poderoso
la arrastraba iracundo al engañoso
sendero do los vicios han vagado.

Allí, de todo matorral cercano
sentía ardiente la acerada espina;
y allá del monte densa la neblina
el paso la cerraba sobrehumano!

Ora la negra noche asaz impía,
con los temores que su manto lleva,
en mil congojas que el error renueva,
al Alma infortunada sumergía;

Ora el rugir de tempestad lejana,
la misma soledad del bosque umbroso
las horas inquietaban y el reposo
a la viajera excelsa soberana!
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Viajaba así, viajaba perseguida
sin encontrar las formas de su anhelo;
allá, rasgando de la sombra el velo,
cayendo aquí, por el dolor herida!

Empero al sucumbir a tanto daño
omnipotente JOVE a su criatura
el grito al escuchar de la amargura
le dio por compañero al Desengaño.

Entonces ¡Oh Virtud! Virtud deseada
te vio lucir gallarda el Alma ansiosa
a través de una lágrima ardorosa
que de sus ojos ¡ay! brotó callada…

Que el Desengaño ¡Juez de la Conciencia!
enseña misterioso al peregrino
de la Virtud el eternal camino
trazado por la augusta Providencia!

Favio

En estos campos del Istmo que circundan
colinas verdes que del llano brotan
y los cimientos en que bellos flotan
los lirios rojos que en el valle abundan;
Aún toca Pan la flauta seductora,
los mitos y ficciones evocando.
El eco infeliz la voces remedando
Encanta al pueblo que la ciencia ignora.
Y aquí no lejos Favio! de este muro
de las Nereidas en la mar cercana
aún se oye el canto melodioso y puro
que en dulces ritmos de la gruta emana
que su furor detiene el alto muro.
Allí en las fuentes mansas admiradas
que llevan su caudal al mar lejano
oigo a Nereidas y Ninfas jugueteando
levantando en los cauces de la espuma
sus blancos copos transformados en bruma
y escucho la candencia de aguas cristalinas
dó tu imagen, Oh!, Favio se refleja y se empina
al mágico clamor que en soledad me abruma…

El Nuevo Rosal

En la mañana de un abril florido,
al asomar del sol los resplandores,
una tras otra deshojar las flores
te vi gozosa del rosal querido.

Las hojas antes bellas, marchitadas,
envueltas por el aire en torbellino,
rodaron al recodo del camino
y en polvo allí quedaron sepultadas…

Llegó la noche. Al extender su manto,
la lluvia de los cielos regalada,
a la tierra del huerto afortunada,
cayó propicia, cual copioso llanto.

Y al fecundar el suelo del camino,
donde las hojas fueron sepultadas,
de aquellas lindas flores arrancadas
nuevo un rosal apareció divino.

Que nunca la semilla misteriosa
muere en la flor que deshojada fuere.
Cual la virtud proscrita, nunca muere,
y brota en nueva planta prodigiosa.

Sin un amigo

A Montesinos

Ha tiempo que vago sollozando
en pos de una ilusión,
buscando un ser que sepa consolarme,
con quien poder a solas desahogarme
y abrirle el corazón.

¡Y irá lento, después apresurado
ya alcanzo mi ilusión!

Y como aquel que corre al horizonte,
creyendo unido el cielo con el monte,
os sirvo de irrisión!

Y incansable prosigo tras mi dicha
y avanzo con ardor.

Ya la distingo… Vedla, ya me espera…
y engañosa, cual sombra pasajera,
Me deja en el dolor.

Y de tanto buscar, al fin encuentro
que es loca mi ambición;
que en este mundo de olas y vaivenes,
de amigos, ¡ay!, el hombre solo tiene
su propio corazón.

La Adultera

Tienes como Luzbel, formas tan bellas,
que el hombre olvida, al verte enamorado
que son tus ojos negros dos estrellas,
veladas por las sombras del pecado.

Y no turbes hipócrita, el reposo
del pobre hogar que con tu falta escudas,
porque a besar te atreves al esposo
como besaba a Jesucristo Judas.

¡Y aún sus flores te dan las primaveras,
y ya tienes el alma envilecida!
Ya llegarás a ver aunque no quieras
el horizonte obscuro de tu vida.

Desdeñas los sagrados embelesos
del casto hogar, de la mujer honrada
y audaz ostentas al vender tus besos,
las llamas del infierno en tu mirada.

Manchas el suelo que tu planta pisa,
tú manchas lo que tocas con tu mano;
Te dio Lucrecia Borgia su sonrisa
y Mesalina su perfil romano.

Brota el deleite de tus labios rojos,
se aparta la virtud de tu presencia
porque negros, más negros que tus ojos
tienes mujer, el alma y la conciencia.

Rosas de abril parecen tus mejillas,
mármol de Paros tu ondulante seno;
más ¡ay! que tan excelsas maravillas
son de barro no más, no más de cieno.

Reina del alma, tienes por diadema
la infancia que con nada se redime
¿El pudor?. Es un ascua que te quema.
¿El deber?. Es un yugo que te oprime.

Tienen las gracias con que al mundo halagas
precio vil en mercados repugnantes,
y te envaneces de cubrir tus llagas
¡con sedas recamadas de brillantes!

En este siglo en que el honor campea,
no te ha de perdonar ni el vulgo necio,
Hieren más que las piedras de Judea
los dardos de la burla y el desprecio.

Mañana, enferma, pobre, abandonada,
de la mundana compasión prescrita,
el honor, cuando mueras humillada,
sobre tu tumba escribirán: ¡MALDITA!

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Mosca y mosquito – Gloria Fuertes

Soy una mosca,
me quiero casar
con un mosquito
que sepa volar.

—Soy un mosquito,
me quiero casar
con una mosca
que sepa bailar.

—Soy una mosca
que sabe bailar,
y el violín también sé tocar.

—Ti—ri—ri—rí,

ti—ri—ri—rá;
con mis patitas
yo llevo el compás.

—Soy un mosquito,

ti—ti—ri—rí;
a nadie pico,
y vivo feliz.

Comentario:Sobre mi…….. Nací en Las Palmas de Gran Canaria, capital de una isla redondita hermana de otras seis bañadas por el Atlántico. He dado un montón de veces la vuelta al sol subida en un planeta azul bellísimo e inmenso del que tan solo he visto una ínfima parte, Poseo un milagro de 70 latidos por minuto y en la cabeza un universo de infinitas sinápticas estrellas que me permiten ver las que salpican el universo cada noche. Vivo vestida de piel para cubrir un alma que me ha acompañado desde el principio de los tiempos. Respiro y huelo la fragancia de la vida y me nutro de su esencia. Oigo y escucho las voces de los niños, de la gente, la música, saboreo cada segundo que me alimenta y me emocionan todas las miradas que me encuentro en este maravilloso viaje que construyo a cada instante. Cuando vuelva a mi otra casa me llevaré una mochila llena de cosas buenas, ya tengo 188 estaciones,17155 puestas y salidas de sol, las pupilas llenas de miradas, sonrisas, belleza. Se me han llenado los labios llenos besos, la piel de caricias, mi cuerpo de abrazos grandes y chiquitos, las orejas llenas de palabras, de susurros. En un bolsillo también me llevo mis lágrimas, mi dolor, mi tristeza, mi soledad, mi frío, lo amargo, lo áspero, lo estridente porque también me ayudarnos a ser la que hoy está escribiendo que la vida es bella,inmensamente bella, muy bella.

MI IMAGINACIÓN [Mi poema]
César Young Núñez [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Por mucho que te insista no me creas
aquello que aquí digo,
que luego me desdigo
o lanzo a publicar en las plateas.
Que siempre cuando escribo yo le dejo
a mi imaginación
dibuje ella el guión
mientras miro si frunce el entrecejo
o luce una sonrisa,
que a veces va despacio, va deprisa,
mas nunca la persigo ni me quejo,
que es libre como el viento
aunque yo la presiento,
que no le pongo trabas ni prohíbo
y así que lo quisiera no consigo
torcer su voluntad
sintiéndose callada o muy locuaz,
me tiene por mendaz, no soy su amigo.
Mi mente, esa alocada
que a veces aparenta estar chalada
y a veces me despista
bailándose un buen chotis por la pista.
Si alguna vez se atasca
le envío hasta una tasca
y allí con un buen vino la emborracho
y al fin si no está cuerda yo remacho.
Cuando ella está despierta
encuentro que es muy fácil escribir
y tengo que decir
la encuentro más amable, más abierta.
Y entonces voy, la beso,
me gusta, soy travieso,
la abrazo y hasta chupo los pezones,
la adorno de alegría y bendiciones
y calmo y me embeleso
al cielo venerando en sus balcones.
Bendita, seas bendita
cuando acudes solícita a mi cita,
te arrullas complaciente en mis renglones,
desciendes sin cesar por canalones,
sumisa y diligente,
e inmiscuyes gentil entre la gente
y el alma me levita.
afortunadamente.
dando gracias a dios por tu visita.
©donaciano bueno

Es cierto eso de que uno no debe fiarse ni de su sombra? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  César Young Núñez

Soneto para que lo escribas en tu diario

¿Quién te hablará de mí cuando te vayas
con tu diadema de hadas por el mundo?
¿Quién va a reconocer el mar profundo
si regresas al viento y te desmayas?

¿Quién me dirá si viajas por las nubes
y llevas una alondra de la mano?
-aun cuando el mar parece tan lejano
hay un cielo de amor por donde subes… –

No quisiera volar aunque volara
con recuerdos de amor y de tristeza
y un libro en el invierno retratado.

Ni acordarme sin ti aunque me acordara
de este tiempo de luz y de belleza
donde eres tú el espejo y lo soñado.

Soneto con pañuelo

Te dejaré mis versos y el encanto
del mismo mar en que se mira el cielo.
Y encontrarás impreso en tu pañuelo
este soneto que te quiere tanto.

Sabrás que no te escribo cuando escribo
toda la magia que el laurel inventa,
y la misma poesía se atormenta
si el fulgor de tus ojos no describo.

Te dejaré mis versos y al encontrarte
llenaré el dulce reino de tu nombre
con el juglar que evoco ilusionado.

No quisiera pensar que al celebrarte
con la fama de un poeta de renombre,
me olvidara que nunca te he olvidado.

Testamento por si las moscas

Desde el asilo de Charenton
les escribo estas líneas
Repartan mis calzoncillos entre los pobres
Donen mis libros al Club 20-30
Mi trabajo en la compañía de seguros
deberá ser ocupado por Ernest Hemingway
Un último y cariñoso recuerdo
a la mujer que más quise en este mundo
A madre y mis hermanos
que me envíen un par de medias
Quiero morir con las medias puestas….

Elogio del Zapato

1
Yo me dejo llevar por mis zapatos
y no permito que me siga el otro
(cuando quiero bailar en un solo pie).

Lo cortés no me quita los zapatos,
si me encuentro en la calle con mujeres,
como ven, les presento mis zapatos.

El zapato es un método de viaje.
(Le choco a mis amigos los zapatos).
Y yo no le doy cuerda a mis zapatos
y ellos se levantan a la misma hora.

Pensar que Eva andaba sin zapatos,
y hay muchos niños con los pies desnudos,
se me ponen de punta los zapatos.

Por eso yo me voy a los infiernos,
porque según ya sé de muchos siglos,
no se usan zapatos en el cielo.

2
Es increíble la vida del zapato,
si se pierde uno ya no existe el otro,
es como un matrimonio hasta la muerte.

No aguanto que me pisen los zapatos,
le declaro la guerra a quien lo haga,
y le pongo el zapato de sombrero.

(Y si hay algo que anda mal en este instante
-Yo no sé si estoy viendo las estrellas-
es que me han dado duro en la cabeza
con un zapato que vomita rabia).

Que me digo! Esto es un paréntesis.
Es que no sé por dónde voy pisando,
y se me están saliendo los zapatos.

Por demás hoy luzco zapatos nuevos,
oh ven maravillosa amiga mía,
puedo tomarme un trago en tu zapato,
puedo bailar con tu zapato un tango.

3
Mis mejores amigos los zapatos,
deben llevarme presto hasta mi casa,
que ya perdí contacto con la tierra,
y de un momento a otro sin pensarlo
voy a estar haciendo aguas en la luna.

Oh que se han hecho mis zapatos nuevos?
(Llamo a mis zapatos por teléfono).
Vengan a buscarme en helicóptero!
Y por favor, no olviden los cordones.
-Al fin han llegado mis dos zapatos!-
-Barman!, zapatos para todo el mundo!
YO PAGO!

La poesía tiene alas de papel

Solté el poema de mis manos
y el poema voló.
En una jaula de oro
pendiente de un balcón
estaba una calandria
cantando una canción
y el poema voló y voló y voló.

Calle de Salsipuedes

Calle de Salsipuedes
Calle con pulseras de vientos
y colinas y laberintos
Calle inclinada
como el delicado cuello de un cisne
Calle estrecha como el túnel de un bambú
tal como una jarra llena de monedas
crece tu música en mí
tus palabras que corren
como una llamarada de perros
el sol que llega y saluda con halago
los buhoneros y sus voces
rayadas con el amor a la vida
la billetera con anillos de sueños en las manos
la empleada que va al mercado
con un ojo colgado de la calle
y el otro del cielo
Calle que chupas aguardiente
y con mil piernas llegas a la casa
vamos a echarnos un trago
harto ya de hacer muecas
a la miseria que pasa
Heme aquí con mi corbata de lunas
y mi paraguas color de tiburón
Calle subdesarrollada
Calle donde la vida caminó descalza
con pregones en la madrugada
Calle donde le fabricamos
un ataúd a la amargura
y nos quedamos con sus hijas
para alimentarlas cada día
Calle orgullosa esplendor del mundo
bazar suelo mercado blanco
donde “Chorrera” el amigo de la infancia
vende pañuelos ganchos
peinillas con música de pájaros
y cordones espejos juguetes para la vida
y souvenirs y baratijas
Abandonado cielo dulce calle
que sin saber te quieren echar a la calle
quieren que te vayas
como una huérfana a ninguna parte
te quieren hundir y que te ahogues
destruir tus carretillas con naranjas
tus cintas de colores tu corazón de papel
tus chicharrones llenos de sol
y tu sonrisa con verduras y limones
te quieren echar a la calle
esos hijos con tripas de culebras
Calle deslumbrante
que paseas el domingo por la tarde
tan seria como un juego de bingo
que te dejas retratar
por un fotógrafo ambulante
con esas cámaras trípodes en cajas de madera
Oh nunca me olvidaré de esas fotos
donde luces un lazo rojo en la cabeza
ó una franela a rayas
y gorro de marino
Mi calle sin nubes mi biografía
Esta mañana estoy hablando de ti
en la panadería
con tus personajes famosos
Madindín
El Loco Tín
Capitán Velorio y Pata ‘e Loro
Oh debieran enrojecerse de vergüenza
si te alejaran de mí
decretando tu exilio. . .

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Sonatina – Rubén Darío

La princesa está triste… ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida.)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe,
(La princesa está pálida. La princesa está triste.)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!

-«Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-;
en caballo, con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con un beso de amor».

Rubén Darío explicaba que había escrito el poema con la intención de retratar la espera del amor por parte de una joven, y que, en este sentido, el poema era una alegoría de las ansias amorosas de las jóvenes.

El título, “Sonatina”, por su parte, alude a una forma musical parecida a la sonata, pero más breve y fácil de ejecutar, puesto que la musicalidad es un aspecto muy importante en la poesía de Rubén Darío y en la estética modernista. El poema está compuesto por versos de catorce sílabas, también conocidos como alejandrinos. Tiene ocho estrofas, de seis versos cada una, llamadas también sextinas. Emplea rima consonante en un patrón AABCCB.

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DECISIÓN SALOMÓNICA [Mi poema]
Carlos Francisco Chang Marín [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

He pensado meterme en la nevera,
de una vez congelar mis pensamientos
evitando sufrir. Y es que hay momentos
que la duda se vuelve traicionera
no hallando ni razón ni fundamentos.

Y he subido al desván de mi tronera
donde un día guardé resentimientos
encontrando a suspiros y lamentos
que oxidados estaban a la espera
de poder reforzarles los cimientos.

Que hoy no sé ni tan siquiera qué es pensar,
qué actitud mantener ante la duda,
si es correcto decir que a mi me suda*
o inmiscuirme en el magna y divagar
hasta ver si el recelo se desnuda.

Qué decir de mi postura ante el sentir,
si he de darme a gozar a tumba abierta
aun sabiendo la puerta no esta abierta
o debiera aguantarme y reprimir
ante esa incertidumbre tan incierta.

Que hoy lo siento, no encuentro a este dilema
silogismo que le dé una explicación,
conjugar el corazón con la razón,
que pudiera salvarme de la quema
o aceptar que no tiene solución.
©donaciano bueno

  • a mi me suda o me la suda: que yo paso o que me da igual.

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MI POETA SUGERIDO:  Carlos Francisco Chang Marín

Aquí Mí Lengua Suave Para el Verbo

Aquí mi lengua suave para el verbo
que ha de sembrar de espigas los caminos.
Para mentir, jamás; gloriarse, nunca;
ni adular, ni callar cuando otros callan.

Mudos deben quedar los que traicionan,
los que dejan hacer y los que engañan.

Lengua para el combate, para el himno
que entonarán las voces oprimidas.
Lengua para lamer las esperanzas,
la miel de los rosales venideros.
Lengua, para la vida yo te quiero
y no para gemir y enmudecerte
cuando a tu lado el restallar del látigo
vaticine la hora de la muerte.

Quiero Sembrar un Maíz

A René González Barahona

Quiero sembrar un maíz
en la Zona del Canal.
Y sobre el verde arrozal,
la saloma más feliz.
He de escuchar la perdiz,
allá en la curva lejana,
y encima de la montaña,
clavaré la enseña mía,
Ay, flor de soberanía,
que rescataré mañana.

De Colón a Panamá,
cuánta tierra tiene el gringo,
mientras yo pobre «chingo»
no tengo en la vida «na».
Me voy donde el pueblo
con su daga y su sombrero,
hacia el Canal, compañeros,
de Los Santos y de Herrera,
de la República entera,
¡a ver quien llega primero!

Que bonita agricultura
a la falda del Ancón.
La amarilla floración
entre la verde espesura.
Tendré maíz y verdura
desde Curundú a Gatún,
y trabajaré a según
me lo permita la vida,
en bien de la Patria herida,
y por la dicha común.

Arroz de soberanía
cultivaré en Miraflores.
Y el Chagres de mis dolores,
me entregará su agua fría.
Ya nada se prohibiría,
porque el cañón militar,
en arado he de cambiar
para acabar con la guerra,
y se cubrirá la tierra
de flores de mar, a mar.

Sueño de la Luna

La luna cayó en el río.
El río la llevó a la mar.
En el mar, unos marinos
la quisieron devorar.

Nadando, la luna vino
por el río hasta el manglar
y en el manglar unos duendes
la quisieron maltratar.

Entonces quedó la luna
entre el manglar y la mar.
De tanto huir, se ha partido:
muy pronto se va a gastar.

Si se va al mar, se la comen.
Si se queda, va a llorar.
¡Despierta, luna, lunita,
no te dejes apresar!…

La Muñeca de Tusa

Yo recogí una tusa
que vestí de muñeca.
Le arreglé un corpiñito
y una falda de seda.
De algodón amarillo
le fabriqué las trenzas.
Dos lazos de organdí
le puse en la cabeza,
y en sus pies chiquititos,
zapatitos de cera…

Tan tusa como estaba
y, mírala…
tan muñeca!

Después de tanto lío
de tanta morisqueta,
me ha salido malcriada
la muy pizpireta.
Ya no quiere chupón;
no quiere mamadera;
nada más quiere helado,
«bolonchón» y paleta.

Oigala usted llorar!..
«Ñoé, ñoé…qué treta!
Qué vida estoy pasado
tan cansada y molesta.

«Mentilla, ay corochón…
dórmache mi cuqueta,
en chu hamaquita de oro,
como una princhecha.

Tome un bechito,
tome una paleta…
Ay, no llolle, no llolle
dórmache mi muñeca.

Shiiit…
Cállese todo mundo
la «chigarra y la estrella…
Que en su hamaquita de oro
dormida está la nena…

Tan tusa como estaba…
y, mírala
tan muñeca!»

Las Normalistas son Blancas

Las normalistas son blancas como un pueblo de azucenas,
como un pueblo de palomas y una cúpula de estrellas.

Los caballos de la luna dejaron sobre la arena
sudor de nácar y plata con lagunitas de higueras,

y seiscientas niñas niñas, como seiscientas muñecas,
tomaron agua de luna para vestirse de estrellas.

Las normalistas son blancas,
blancas de risas ligeras.

Cuando van subiendo el llano
van sembrando una quimera.

La tarde se va poniendo
detrás de las cabelleras,

con anillos de sardinas
y con nubes de cadenas.

La tarde se va llorando.
La tarde no quiere verlas.

Cuando van bajando el llano
van quitando las linternas.

El llano queda gimiendo.
El llano quisiera verlas.

Cuando van subiendo el aire,
aire de luz, luz de idea…

¡Cómo va quedando el cielo
tupido de madreselvas!

Y la voz se va quedando
música dentro la Escuela,

cuando las seiscientas niñas
sus cansados ojos cierran.

La noche las hizo blancas como blancas lunas nuevas,
como los sueños del monte se hicieron agua en las tejas.

La noche de manos suaves con madrugadas de seda,
las hizo de caras blancas y de negras cabelleras.

Las normalistas son blancas como un pueblo de azucenas,
como un pueblo de palomas y una cúpula de estrellas.

Charco de Agua

La lluvia dejó un charco de agua,
como un anteojo
en la mitad de la plaza.

¡Charco de agua!

En el piso están las nubes,
por abajo pasa el cielo…
Y en el cielo está la torre de cemento.

Las casas son acordeones.
Los carros pasan y pringan.

Y cuando pasan las niñas…
nube,
cielo,
torre,
casas de acordeones tiemblan…
cuando van ya muy arriba
de las piernas.

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Dice la razón -Antonio Machado

« Dice la razón: Busquemos
la verdad.
Y el corazón: Vanidad.
La verdad ya la tenemos.
La razón: ¡Ay, quién alcanza
…la verdad!
El corazón: Vanidad.
La verdad es la esperanza.
Dice la razón: Tú mientes.
Y contesta el corazón:
Quien miente eres tú, razón.
que dices lo que no sientes.
La razón: Jamás podremos
entendernos, corazón.
El corazón: Lo veremos.

Moneda que está en la mano
quizá se deba guardar:
la monedita del alma
se pierde si no se da.

Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
…se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar…

Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar. »

Comentario Cuando Machado escribía sus rimas, dialogaba consigo mismo (o con la fuente o con la tarde, fantasmas de su conciencia solitaria). Cuando escribía sus cuadros, trasfundía su alma en cosas o personas, correlatos con los que no dialogaba o a los que invocaba sin poder comunicarse con ellos. Cuando escribía sus proverbios, iniciaba y armonizaba la relación al tú esencial. Mediante los apócrifos, crea personajes de ficción por conducto de los cuales habla y entre los cuales urde por fin el anhelado coloquio. El proceso expresivo va así de la lírica pura, pasando por cierta épica descriptiva y cierta ética enunciativa, de seguros valores, hacia una novela dramática que tiene por asunto no ya la verdad buscada sino la búsqueda y el ensaye de verdades. Es un proceso de la soledad a la compañía. Yo no voy a llegar a la prosa de la novela. Me detengo a examinar, mediante algunos ejemplos, el paso de la verdad en la rima a la verdad en el proverbio, haciéndolo así por creer que la fase de poesía sentenciosa es la más crítica en el aludido proceso y aquella que menos atención ha suscitado.

NUESTRO MAR DE CASTILLA [Mi poema]
Consuelo Tomás Fitzgerald [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Mancharon nuestra honra, robaron nuestros barcos
en una tarde infausta preñada de emociones,
la sangre succionando brotando a borbotones,
piratas sin clemencia dejándonos los charcos.

¡Qué pena, mar del norte, ya no eres de los nuestros!
¡maldito hoy te diría, qué pronto te olvidaste!
no sabes ya de aperos a los que antaño amaste
ni lloras, pues que ignoras de un día a tus ancestros.

Feliz mar de Castilla, Cantabria hoy te llamaron,
que desmembrado fuiste, y al árbol le hizo astilla,
y hoy veo en la mirilla tus olas que lloraron.

Guardian hoy en el puerto de un faro que no existe,
al que un fuerte aguacero le convirtió en arcilla
dejar debo constancia que un día nuestra fuiste.
©donaciano bueno

#Políticos! Lo que unos consiguen con la lucha, otros lo deshacen de un plumazo? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Consuelo Tomás Fitzgerald

El Campeón de Boxeo

El gesto fue reventado a golpes
(ahora no podría saberse si te ríes
o es el dolor que te contrae el rostro)

pero luces jubiloso tu músculo invencible

tu cerebro es ataúd de células y cuna de neuralgias

pero elevas jubiloso tu corona de violencia

la fanaticada delira de gozo por el triunfo
y te prepara la mortaja y un dispositivo de olvido
a la primera derrota.

Dicen que has matado al contrincante.

La Actriz en el Camerino

Con el lápiz labial
borra el último beso del hombre que amó.

Delinea el ojo que retuvo la lágrima
hasta el último momento
con lentejuelas viste el cuerpo
abandonado.

El polvo de las mejillas
cubre la palidez de tristeza
y el espejo se burla mostrando con descaro
a la que en un momento
cantará agonizando
sonreirá agonizando
hará la venia agonizando
y finalmente
recibirá flores
no para la actriz que triunfa
sino
para la mujer que acaba de morirle
al sentimiento.

El Mendigo en la Plaza

Ya no tiene cuerpo
solo mirada con legañas
párpado y odio rancio.

Ya no tiene ropa que le cubra
solo pedazos de historia recortada
que nadie supo nunca y al fin y al cabo
a nadie le importa.

No será invitado al banquete
ni irá al cielo.

Ya no tiene cuerpo
sólo una mano extendida
en la que no caen monedas
sino
gotas del último aguacero.

El Payaso

Detrás de su cara de colores
está el hombre
para producir la risa
porque la risa reivindica

Detrás de sus gestos inventados
está el hombre
enredando hilos e historietas
enhebrando pájaros globos piruetas
asombros inverosímiles
planetas.

Encima de sus zapatos enormes
está el hombre
y sus caídas de mentira
para construir catedrales
con sonrisas infantiles
está
el hombre.

El Beso Del Leproso

Un beso llagoso
lleno de pus
enrojecido.

Un beso doloroso
maloliente duro.

Un beso asustado
sin labio apenas sostenido.

Un beso desangrado
roto carcomido.

Un beso desigual
mordido ansioso desteñido.

Un beso desahuciado
el beso del leproso
pero apasionado
humanamente
vivo.

La Novia Plantada

Las lágrimas se han secado en la mejilla
antes de caer con el hábito fatal del
desencanto
naturaleza muerta pareces ahí sentada
con la burla de la gente sobre ti
y tu pobre dolor apenas comprendido
estás cayendo al abismo de tu asombro

estás cayendo
blanca oscuridad de posible monasterio
derrota de mujer al pie del mito.

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(El Poder de la Palabra) Azorín

» No puede ver el mar la solitaria y melancólica Castilla. Está muy lejos el mar de estas campiñas llanas, rasas, yermas, polvorientas; de estos barrancales pedregosos; de estos terrazgos rojizos, en que los aluviones torrenciales han abierto hondas mellas; mansos alcores y terreros, desde donde se divisa un caminito que va en zigzag hasta un riachuelo. Las auras marinas no llegan hasta esos poblados pardos de casuchas deleznables, que tienen un bosquecillo de chopos junto al ejido. Desde la ventana de este sobrado, en lo alto de la casa, no se ve la extensión azul y vagarosa; se columbra allá en una colina con los cipreses rígidos, negros, a los lados, que destacan sobre el cielo límpido. A esta olmeda que se abre a la salida de la vieja ciudad no llega el rumor rítmico y ronco del oleaje; llega en el silencio de la mañana, en la paz azul del mediodía, el cacareo metálico, largo, de un gallo, el golpear sobre el yunque de una herrería. Estos labriegos secos, de faces polvorientas, cetrinas, no contemplan el mar; ven la llanada de las mieses, miran sin verla la largura monótona de los surcos en los bancales. Estas viejecitas de luto, con sus manos pajizas, sarmentosas, no encienden cuando llega el crepúsculo una luz ante la imagen de una Virgen que vela por los que salen en las barcas; van por las callejas pinas y tortuosas a las novenas, miran al cielo en los días borrascosos y piden, juntando sus manos, no que se aplaquen las olas, sino que las nubes no despidan granizos asoladores.»

Comentario (Monóvar, Alicante, 1873 – Madrid, 1967) Escritor español adscrito a la Generación del 98. Sus inicios estuvieron muy marcados por una sensibilidad de carácter anarquista y sus primeros títulos respondían a esa ideología: Notas sociales (1896), Pecuchet demagogo (1898). Durante esos años viajó intensamente por tierras de la meseta castellana, con el propósito de conocer tanto su paisaje como la situación social de sus gentes, que entonces era de extrema miseria. Compartió, junto a R. de Maeztu y P. Baroja, una viva admiración por la obra de Nietzsche, así como doctrinas de carácter revolucionario.En ese momento, su prosa despunta ya con fuerza por una extraordinaria valoración del objeto en sus mínimos detalles, claridad y precisión expositivas, frase breve y riqueza de léxico. Todo ello, en su tiempo, hizo que su obra supusiera una auténtica revolución estética, si se la compara con el grueso de la producción decimonónica.

FuenteBiografías y vidas – Azorín

A UN ZOQUETE [Mi poema]
Xitlalitl Rodríguez Mendoza [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

Un átomo es, molécula, una brizna,
la cosa diminuta y esmirriada
de un hombre pastoreando en la manada,
pavesa de una lumbre en que se tizna.

Si acaso es un placebo, que es mentira,
lo mismo que una mota inconsistente
cual gota que le arrastra la corriente
y debe de acabar en una pira.

Soneto que carece de estrambote
un globo que al volar ya se desinfla,
la mugre de un muñeco, un monigote

que intenta así vivir dando el pegote
diciendo que todo a él le refanfinfla
pues piensa es ilustrado y es un zote.
©donaciano bueno

Poco más que una #pavesa...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Xitlalitl Rodríguez Mendoza

Hotel Universo

Fuimos a veces.
Casi siempre llegábamos
luego del Caudillos
y su promoción de los miércoles:
tres cervezas por dieciocho pesos.

Al hotel no le han cambiado
ni una toalla.
Los pasillos, oxidados de las esquinas,
con el tapiz como pañal del tiempo
todavía amortiguan el sonido
del elevador
cuando desova pasajeros
sobre la suave espuma de la alfombra.

Pero esta vez en la habitación
no hay nadie
sólo el sarro que da calidez
a la tina
y el fiel murmullo
de la tele.

El chico habrá salido de madrugada
medio borracho y tibio todavía,
angustiado por la posibilidad de perder el camión
rumbo a Flextronics, donde cortará micas
hasta las tres de la tarde
(el mismo horario
que le prometieron a Jesucristo
y ya vimos lo que le pasó).

Los tiempos del mundo

Para Weinrich tú y yo
usamos dos tipos
de tiempos
y ambos se desenvuelven
mientras
escribes esto
conforme avanzas
hacia abajo
arrastrando la voz
en mis ojos
adivinando lo que sigue:
El mundo ha comenzado.
El mundo tendrá un fin.
Esos son sus ejemplos.
Pero vives dentro de la oración
donde el significado se ensancha
y las acciones palpitan
como un sembradío de luciérnagas
bajo la noche arrodillada:
El mundo había comenzado.
El mundo tendría un fin.
De lo que pasa en el tiempo
del mundo narrado
no podemos estar seguras. Así,
estas líneas de voz seguirían girando
hasta disolverse entre
nada y entre todo
hasta que tú o yo o alguna otra
pusiera un punto y seguido
antes de tomar aire
y apurar el trago de café
porque ya para entonces
el sol estaría alto y replicarían
las campanas del templo
o de la basura

Tremors

la nuestra es una casa muy larga
como un túnel
con sol al fondo.
cuando mi papá se ponía a ver la tele
me gritaba:
“¡Córrele, ¡la bruja! Veeeen”.
Y yo rebotaba a toda velocidad
entre el adobe y las matas,
desde mis cinco, seis
o siete años,
para alcanzar a ver un poquito
de terror y luego celebrarlo:
de estar acostado en el sofá,
él se levantaba con el impulso
de una patada voladora
y encendía una carcajada al cielo.
Yo aullaba de terror,
y me enjuagaba el miedo
con los comerciales.
A veces no había una bruja en la pantalla
sino un monstruo
junto a Kevin Bacon
y los tentáculos de su mullet invertida
esperando a que el suelo se levante
y ruja como nosotros.

Terror bajo la tierra era uno de nuestros clásicos.
Ahora que acaban de agregarla a netflix
volví a verla y sentí cómo el monstruo
de la nostalgia
me atravesó el vientre y el pecho
estranguló mis arterias.
El pueblo llamado Perfection
tembló dentro de mí
y mi sangre floreció
rosita magma
de imágenes
como cabezas de gusano
asolaron mi memoria.

Mi papá sigue estando muerto.
Pero a veces vendrá a saludarme
bajo nuestro sol ficticio de Arizona
(¿o es en Nevada?)
frente a una televisión
al inicio de nuevas casas
de nuevos túneles
que nos conducen siempre
al mismo final.

Mamá dice

que la ventana
es peligrosa.

Pero un ave zigzaguea
en la visión certera
de mi dedo, inalcanzable.

El aire canta
y se enciende entre las hojas
con su burla gravitacional
colgada en los cabellos del viento.

La pared se ahueca
a todas cortinas
segura de que el mundo
le cabe entero.

Y me dispongo
a volar el jardín
en una caja de zapatos.

la gata Leda, de Deniz, dice nga

los gatos coreanos dicen yaow
los japoneses, nyan
los sajones, meow
los griegos, niáu
los letones, nau
los checos, mnau
los rusos, mjáu
los alemanes, miauw
los islandeses, mjá
los vietnamitas, ngoao
los malayos, ngeong
los gaélicos, miamha
los chinos, miâo
los franceses, miaou
los italianos, miao
los hispanoamericanos dicen miau
pero dentro
aquí dentro
se dice mío
***
Un avestruz está a mi lado.
Inyecta su carita al fondo
de un cojín
en cabal cumplimiento
de sus obligaciones
fiscales
y laborales consistentes en
cobrar y administrar
croquetas o chupar alguna
prenda imprevista.
Chai mastica
palomas
lanzas oníricas
duerme
para esconderse
del perro que ladra
a quemarropa
desde el edificio
que nos tapó el sol
donde éste, antes gato, vivía
columpiándose,
sin esconderse de
depredadores
salvo por algún recuerdo
extraviado de su vida en la calle
que le devuelve el terror
como una sonaja
y lo regresa
a la vigilia.
El olvido para Chai
sería
la más valiosa
prestación.

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POEMA A LA GLUCOSA [Mi poema]
David González [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Sube y baja y baja y sube
se mueve cual la veleta,
no puede quedarse quieta
si me descuido en la nube,
se relaja o es que se agrieta.
Y aunque quiera apaciguarla
y me acostumbre a gritarla
es como una pandereta
que suena y suena al tocarla,
¡creo que está turuleta!

No es que yo la trate mal
pues que sigo los consejos
del doctor y otros pendejos
que encuentro en el hospital
Y no acudo a los festejos
y a los dulces no me apunto.
Sólo me queda a este punto
gimotear en los espejos.
Y si no como, barrunto
que estoy seco, en los pellejos.

Y es que es tanta mi tortura
por culpa de esta sustancia
que pensé escaparme a Francia
a ver si allí se me cura.
Pues me hablan de tolerancia
y encuentro tal confusión
que siento es mi perdición.
Si me doy a la vagancia
me gritan que estoy fondón,
no me arriendan la ganancia,

¡Maldita la tal señora
que se arrimó sin permiso
viendo que estaba remiso,
maldita esa mala hora!
La glucosa rondadora
es tan mala y traicionera
que ni a un malaje cualquiera
ni a la mayor pecadora
hacer su amante quisiera
por ser falsa e impostora.
©donaciano bueno

Buceando por la red á la caza de poetas que hayan publicado escritos, y especialmente poemas, relacionados con la diabetes, solamente he encontrados algunas muestras, escasas, que vengo recogiendo en mi página de facebook «poetas diabéticos«. 

MI POETA SUGERIDO:  David González

Conducta fuera de lo normal 

la hipoglucemia está al caer.
siempre anuncia su llegada con antelación:
hambre,
temblores,
sudor frío,
palpitaciones,
dolor de cabeza,
sensación de mareo,
sensación de pinchazos alrededor de la boca.
y si no la agasajas como ella cree que se merece:
conducta fuera de lo habitual,
confusión,
doble visión o visión borrosa,
convulsiones,

Metamorfosis

sobre la almohada,
en su lado de la cama,
lo que a primera vista
parece ser
el pétalo de una rosa
se revela, luego,
como un simple trozo
de cinta aislante.
De su libro Reza lo que sepas (Editorial Eclipsados, Zaragoza, 2006).

El Rompeolas

mi padre
se levanta temprano cada mañana
para ir a nadar
para ir a nadar
a la piscina municipal en invierno
y a la mar del cantábrico en verano

él se cree que así
me comenta mi madre, escéptica
no se va a morir nunca

desde la ventana del estudio
donde me encierro a escribir
desde por la mañana temprano
y durante las cuatro estaciones
puedo ver la playa de mi padre
la arena que está pisando
y si tuviese a mano unos prismáticos
y forzara un poco la vista
podría, incluso, verle a él

hace tiempo, años, que no le veo
ni hablo con él
ni siquiera por teléfono

pero cuando luego
retiro mi frente del cristal
y acerco la silla
apoyo los codos sobre la mesa
y empiezo a escribir
lo hago con la confianza
y seguridad
del que se sabe
con las espaldas protegidas:

su padre está ahí afuera,
nadando
y no se va a morir nunca
De su libro Algo que declarar (Bartleby Editores, Madrid, 2007).

La Autopista

ya que tanto insistes
en que me lo corte
voy a explicarte
y será la primera y última vez que lo haga
por qué llevo el pelo largo

llevo el pelo largo
porque el ejército estadounidense
ofrecía una recompensa
de dos dólares
por cada cabellera de indio
que se le entregara
y los que la cobraron
así como los soldados
y mandos superiores
del ejército estadounidense
llevaban el pelo corto
o muy corto

llevo el pelo largo
porque el ejército franquista
en el patio de la casa en la que nací
le rapó la cabeza
a una de las mujeres de mi familia
cuyo hombre
acababa de ser fusilado
por negarse a defenestrar
niños de pecho republicanos
y los soldados que le raparon la cabeza
así como el resto de las tropas
y mandos superiores
del ejército franquista
incluido el puto francisco franco
llevaban el pelo corto
o muy corto

llevo el pelo largo
porque en el campo de concentración de mauthausen
a los deportados españoles
como ramiro santisteban
el superviviente octogenario que me lo contó
a los deportados españoles
una vez a la semana
los sábados
les hacían lo que entre ellos se conocía
como La autopista
esto es
les rapaban el pelo al cero
desde la frente hacia atrás

la autopista

y más adelante
cuando hitler estaba perdiendo la guerra
con ese pelo
se forraban las botas de los soldados alemanes

con ese pelo

y todos esos soldados alemanes
como también los que los sábados colaboraban
en el mantenimiento de la autopista
junto con sus respectivos mandos superiores
el hijo de la gran puta del fuhrer a la cabeza
y junto con el resto del pueblo alemán
llevaban el pelo corto
o muy corto

llevo el pelo largo por otra razón también:

muchas de las mujeres que conozco
me aseguran que con él así de largo
estoy mucho más guapo
y aparento muchos menos años
de los que en realidad tengo

así que en vez de estar dándome la gaita a todas horas
con que a ver cuando voy a que me corten el pelo
mejor te callabas la puta boca
eh
y te dejabas
crecer el tuyo
De su libro En las tierra de Goliat (Ediciones Baile del Sol, Tenerife, 2008).

Jaque

mientras jugamos estas partidas de ajedrez
mientras matamos el tiempo
el tiempo sigue su curso inexorablemente

sin acordarse de nosotros

olvidados en esta puta celda
olvidando la palabra tiempo
De su libro El demonio te coma las orejas [1997-2008] (Glayiu Editorial, Asturias, 2008)

Los buenos tiempos

bailemos por los que no pueden

le escribí en un correo electrónico
a violeta pérez
brillante actriz
que interpreta en una película1
el mismo papel
que interpreté yo en la vida real

bailemos por los que no pueden

y con esta oración en la cabeza
violeta pérez2
actriz de raza
metiéndose en la tristeza
que requiere su personaje
se encuentra en la plaza de santa ana
con un matrimonio ya mayor
unos de esos que
pasados los años
continúan queriéndose de verdad

pero a lo que vamos

me comenta violeta

los dos eran
inválidos
paralíticos
minusválidos físicos
llámalos como quieras
e iban en silla de ruedas
de esas que se manejan con un mandito
porque en sus brazos también sufrían
parálisis
y bueno
me quedé frente a ellos
paralizada
porque tu frase me dio en toda la cabeza:

bailemos por los que no pueden


violeta
guapísima
bailemos por los que no pueden

bailemos por los que no pueden

como estos dos ancianos
que a pesar de su parálisis
bailan con sus dedos
mientras se buscan
las manos.

Tinta

mi otro abuelo
estuvo preso en vetusta
en la cárcel provincial
después de la guerra:

todas las mañanas
colgaban una lista
en la puerta de entrada en la cárcel:
en esa lista estaban escritos
los nombres y los apellidos
de todas las personas
a las que el día anterior
habían puesto contra el paredón
o dado muerte
mediante garrote vil:

imagínate a tu abuela
me decía mi padre
conmigo en brazos
preguntando a gritos

a las otras mujeres
si tu abuelo
se había convertido

en tinta:

gritando su nombre:

charles reznikoff:

Berlín

hay dos bares
y enfrente de cada bar
un muro:

en uno se apalancan
estudiantes que piran clase
delincuentes comunes
jóvenes radicales
algún que otro yonqui:

en el otro se sientan
estudiantes universitarios
licenciados deportistas
y matrimonios con sus hijos:

a veces paso por allí
pero nunca me quedo
a tomar nada:
aún no he decidido
en cuál de los dos muros

me tengo
que sentar:

haciendo equilibrios:

pedro juan Gutiérrez:

Desconcierto

presumo de tatuajes:

pero la estrella
de david ha desaparecido
de los campos
de auschwitz

Coleta ya no está

y el revólver

no tiene
munición:

nunca
sabemos el final:

ha sido una hermosa
pelea

y aún

lo es:

charles bukowski:

Hilo

una mujer agitaba
un pañuelo blanco
el once de septiembre

en nueva york

desde una ventana

mientras las llamas
como espadas corsarias
empujaban al vacío
a sus hermanos gemelos:

¿pero por qué lo agitaba?

quiero decir:

¿estaba pidiendo auxilio?
¿estaba saludando a la cámara?
¿estaba simplemente despidiéndose?

¿por qué? ¿por qué lo agitaría?

no tengo la respuesta
pero aquella tarde

mientras le prestaba
mi atención a esa mujer

por un momento
llegué a pensar
quise pensar
que tan solo estaba
sacudiendo
el polvo:

no podemos salvar a todos aquellos que queremos:

mohamed chukri:

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YO PROMETO [Mi poema]
Magaly Salazar Sanabria [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Yo soy un liberal de convicción,
que a todo aquel que piensa lo respeto,
e incluso en lo que hiciera no me meto,
con una condición,
conmigo hagan igual. Y aquí prometo,

de aquello que percibo y no comparto
ponerme en su lugar. Y aquí hoy admito
que nunca he de poner la voz en grito
si escucho, así esté harto,
de ver tanta cabeza de chorlito.

Cuando oiga algo me choque o que no entienda,
no encaje con mi estética y razón,
coliga que no admite explicación,
desisto de meterme en la contienda
haciendo un buen regate a la sazón.

Prometo no juzgar a mis ancestros,
prometo no enjuiciar a los distintos
y nunca ya meterme en laberintos,
buscando comprender a los cabestros
y a aquellos que se mueven por instintos.

Prometo si me encuentro un animal
hacer al contemplar la vista gorda.
¿Político si fuera? no es normal.
No pidan que me tire por la borda,
prefiero antes me claven un puñal.
©donaciano bueno.

Que Dios nos libre de los #políticos? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Magaly Salazar Sanabria

I

El candor intenta ser el bosque
y todo el palpito del bosque,
es la encarnación de los milagros.
Con el candor me asomo a la existencia,
mientras el goce va colmando el fruto
que acaba en mordisco.

Lo sabroso, rebelde en la manzana,
para que Adán se decidiera
cuando apareció una Eva amotinada,
cuando Dios se vino con la noche
y el aguzado piar de la mañana
y algo que llegó con su sino mordiente.

Desde entonces digo, por si me atrapa el sueño:
Prodigio es que el hombre sea turpial y zorro
y juegue detrás de las matas.
y no se repitan fábulas de desencuentro y trampa.

Prodigio es extender las manos y encontrarte
tiernamente ungido,
como si fueras un país sin rejas
o una tierra sin mendicidad.

Al alba se estrellan setecientas setenta y siete plumas
y un pájaro se resuelve en canto,
como resistencia al susto de lo incierto,
como la esperanza.

IV

Entreabierta la puerta,
tu alma se disputa una salida
con la vacilación.

Contrastar la sombra con la claridad
hace del adentro miedo y del dolor afuera.
Se trata de armonizarnos para luchar,
se trata de resistir, de trasegar la fe,
pero sé que has dispuesto tu asilo,
lo veo venir desde mis lentes
ahumados de sol
donde se reflejan terror y evasión.

Has perdido tu habitación y sus aceras
por eso, la libertad se pudre en tu calzón,
y la imagen de la tierra se muere en tu cabeza:

¡Cuidado, puedes estropearte el sombrero!

V

El humo del café parece alcanzar algún sentido:
Espera.
Estos días padecen lo triste,
la rabia y también el fulgor.
En este país todo es posible
mientras tengamos la oportunidad
de encontrarnos.

No traduciré a otra lengua las palabras,
sus enigmas son recados divinos.
Alguien eructa sobre la vida
y un oficiante devoto recuerda que el café se enfría.
Una rosa en la mesa hace a la compasión inevitable.

La supuesta conversa se torna más lejana.
No sé por qué crees sentir la vida por esa ventana,
si no te inspira pasión, la tecnología es sólo una
pesquisa.
Nadie le pregunta nada a la ternura,
a la mirada, a los gestos.
Entretanto, la flor, intacta.

De una ciudad sagrada

No fui para que me contaran esas cosas
quería estar
haciéndole el centro a la dura memoria,
por eso pensé jugarle cartas
y me preguntaba

Sin voluntad había crecido el misterio
recostado a las piedras venidas de algún sitio.
Estuve con ellas para no enmudecer,
eran señas,
muecas de mujeres de senos apretados.
……………………………………….¿Entre qué nieblas se inmoló a la víctima?
……………………………………….¿Quién suspendió el tiempo en la casa del sol?

Ninguna tumba les aprobó su muerte
………………………………Ningún río los vio pasar
(del libro No apto para los ritos de la sacralización; Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, Celarg; Caracas, 1978).

Ardentía

Llámame
con aquello de andar por lo alto.
Llámame
con eso de jadear dentro
…………………y me devolveré
con mis fotografías
………………….que no caben en la muerte.

Llámame con mis amores y heridas.
Cítame sobre el mar
y será de noche
cuando alumbre el cardumen
y te contaré de la ardentía,
………………………….lo que ella sabe de mí.
(del libro Ardentía; Fondo Editorial del Caribe; Barcelona, Anzoátegui, 1992).

VII

Centrípeta es la bienandanza,
casa nuestra.
………………..Tienes los ojos
………………..más grandes que tus cimientos
………………..y eres capaz de amaitinar el mar
………………..desde la celosía
y robar los azules y verdes
que tapizan mis muebles
y mis sueños.
(del libro La casa del vigía; Fondene; Pampatar, Nueva Esparta, 1993).

LI

Cuando tu cuerpo busca entre el mío
una razón
para hacer de él una copa de vino o de flores,
Ese amoroso deleite
………………………de tu mano sobre mis superficies
………………………………………………….me desaparece
pero logras vencer la codicia
para contemplarme
olorosa a mujer recién amada
y descubres que el cerebro corre
apenas llegado el corazón
y que un temblor celado en la proximidad
orienta los sentidos y se abren espacios
……………………………….y la lógica hace equilibrios para no caer
……………………………….y vienen hacia nosotros, desde alguna parte,
……………………………………….palabras en libertad
y de repente, las campanas decretan
una pausa para que nos oigamos
y se recoge en la juntura perfecta
………………………………………………el espíritu.
(del libro Bajío de sal: Publicaciones de la Universidad Pedagógica Experimental Libertad; Caracas, 1996).

XVIII

Aire
Soy el vuelo,
placentero gravito sobre el aire,
me elevo
………de lugar entrecortado a cielo,
………trasciendo el crecimiento.
…………………………………………Estoy con la felicidad
(del libro Levar fuegos y sietes; Sociedad de Amigos del Círculo de Escritores de Venezuela; Caracas, 1998).

LIV

Juntémonos amor
y hagamos gentío.
Me reclama tu herida
y la plegaria por todas las heridas.

Somos la espiga que nace entre la roca,
cuerpos de resistencia
y la esperanza como subversión.
Somos la fe de los abrazos,
presencia de vela en la sombra
el espacio para la libertad
(del libro Cuerpos de resistencia; Círculo de Escritores de Venezuela; Caracas, 2006).

Sepia

Un desamor empañó de sepia la memoria
y borró tu imagen del espejo
pero hoy interrogo a tu fotografía,
después del suspiro…
y la triste humedad
del pañuelo.
(del libro Caudalía; Publicarte; Caracas, 2010)

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LAMENTO BALDÍO [Mi poema]
Clementina Suárez [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Un viejo muy reviejo se quejaba
haciendo en el espacio un aspaviento,
verán, yo les confieso, no lamento
que ahora mi apariencia ya esté ajada,
no es eso lo que sufro, lo que siento.

Ser un burro. Que no aprendí a volar,
del ansia de vivir no estar sediento,
andar por un camino ceniciento
sin banco al que enfrentarme al que atracar,
ni un sueño en que acercarme a su aposento.

Ser marino de un barco en alta mar
sin remos y luchando a barlovento,
ni enfrentarme a los fuegos de un sarmiento
con riesgo de poderme achicharrar
saliendo sin asar en ese intento.

Y saber que aunque yo pude saber
nunca supe mirar ni al que es mi aliento
creyéndome ser dios. Y en un momento
llegar hasta el final sin comprender
que anduve tan escaso de talento.
©donaciano bueno

El #hombre, ese ser #sobrevalorado? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Clementina Suárez

Combate

Yo soy un poeta,
un ejército de poetas.
Y hoy quiero escribir un poema,
un poema silbatos
un poema fusiles.
Para pegarlos en las puertas,
en las celdas de las prisiones
en los muros de las escuelas.

Hoy quiero construir y destruir,
levantar en andamios la esperanza.
Despertar al niño,
arcángel de las espadas,
ser relámpago, trueno,
con estatura de héroe
para talar, arrasar,
las podridas raíces de mi pueblo.

Amor salvaje.

Amor salvaje.

¡Qué bien estás,
desgarrándome toda!

Amor salvaje.

¡Qué bien estás,
amenazando mi vida!

Amor salvaje.

Qué bien estás,
contenido en lo inexplicable.

El regalo

Quisiera regalarte un pedazo de mi falda,
hoy florecida como la primavera.

Un relámpago de color que detuviera tus ojos en mi talle
– brazo de mar de olas inasibles –

la ebriedad de mis pies frutales
con sus pasos sin tiempo.

La raíz de mi tobillo con su
eterno verdor,

el testimonio de una mirada que te dejara en el espejo
como arquetipo de lo eterno.

La voluble belleza de mi rostro, tan cerca de morir a cada instante
a fuerza de vivir apresurada.

La sombra de mi errante cuerpo
detenida en la propia esquina de tu casa.

El abejeante sueño de mis pupilas
cuando resbalan hasta tu frente.

La hermosura de mi cara
en una doncellez de celajes.

La ribera de mi aniñada voz con tu sombra de increíble tamaño,
y el ileso lenguaje que no maltrata la palabra.

Mi alborozo de niña que vive el desabrigo
para que tú la cubras con la armadura de tu pecho.

O con la mano aérea del que va de viaje
porque su sangre submarina jamás se detiene.

La fiebre de mis noches con duendes y fantasmas
y la virginal lluvia del río más oculto.

Que a nivel del aire, de la tierra y el fuego,
el vientre como abanico despliega.

La espalda donde bordas tus manos
hinchadas de oleaje, de nubes y de dicha.

La pasión con que desgarras
en el lecho del mismo torrente inabarcable

como si el mismo corazón se te hiciera líquido
y escapara de tu boca como un mar sediento.

El manojo de mis pies
despiertos andando sobre el césped.

Como si trémulos esperaran la inexpresada cita
donde sólo por el silencio quedaron las cadenas rotas.

Y en tus dedos apresado el apremio de la vida
que en libertad dejó tu sangre,

aunque con su cascada, con su racha,
los árboles del deshielo, algo de ti mismo destrozaran.

La cabellera que brota del aire
en líquidas miniaturas irrompibles

para que tus manos indemnes hagan nido
como en el sexo mismo de una rosa estremecida.

La entraña donde te sumerges como buscando estrellas enterradas
o el sabor a polvo que hará fértiles nuestros huesos.

La boca que te muerde
como si paladeara ríos de aromas;

o hincándote los dientes
matizara la vida con la muerte.

El tálamo en que mides mi cintura
en suave supervivencia intransitiva,

en viaje por la espuma difundido
o por la sangre encendida humanizado

el mundo en que vivo
estremecida de gestaciones inagotables.

El minuto que me unge de auroras
o de iridiscencias indescriptibles.

Como si a ritmo de tu efluvio soberano
salvaras el instante de miel inadvertida;

O dejaras en el mágico horizonte de luces apagadas
el tiempo desmedido y remedido.

En que apresados quedaran los sentidos
y al fin ya sin idioma, desnudos totalmente.

Como si ensayando el vuelo se quemaran las alas
o por tener cicatrices se extenuaran los brazos.

La piel que me viste, me contiene y resuma,
la que ata y desata mis ramajes.

La que te abre la blanca residencia de mi cuerpo
y te entrega su más íntimo secreto.

Mi vena, llaga viva, casi quemadura,
huella del fuego que me devora.

El nombre con que te llamo
para que seas el bienvenido.

El rostro que nace con la aurora
y se custodia de ángeles en la noche.

El pecho con que suspiro, el latido,
el tic-tac entrañable que ilumina tu llegada.

La sábana que te envuelve en tus horas de vigilia
y te deja cautivo en él, duerme, sueño del amor.

Árbol de mi esqueleto
hasta con sus mínimas bisagras.

El recinto sombrío
de mis fémures extendidos.

La morada de mi cráneo, desgarrado lamento,
pequeña molécula de carne jamás humillada.

El orgullo sostenido de mis huesos
al que hasta con las uñas me aferro.

Mi canto perenne y obstinado
que en morada de lucha y esperanza defiendo.

La intemporal casa
que mi polvo amoroso te va ofreciendo.

El nivel del quebranto
o la herida que conmigo pudo haber terminado.

El llanto que me ha lavado
y que este pequeño cuerpo ha trascendido.

Mi sombra tendida
a merced de tu recuerdo.

La aguja imantada
con su impensable polen y sus rojas brasas.

Mi gris existencia
con su primera mortaja

Mi muerte
con su pequeña eternidad.

Lamentos en el espacio

Afuera ruge el viento. Tu cabeza está
en mis piernas.
la noche se entretiene en ronda de fantasmas.
Aguas desbarrancadas cortan narcisos y nieblas,
para adornar la tumba de tanto pájaro muerto.

Tú peinas y despeinas mi cabello
mientras el mar arrastra sangre y lodo.

La sombra parece que esculpiera cadáveres.
¿Quién llora y se desespera en el aire?
Amor. Tú estás dormido,
-sin darte prisa por salir de la noche-
mientras yo atajo lamentos
de madres y de niños.

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LO IRREMEDIABLE

Charles Baudelaire (De Las flores del mal, 1857)
I
Una Idea, una Forma, un Ser,
salido del azul y caído
en un Estigio cenagoso y plomizo
donde no penetra ninguna mirada del Cielo;
un Ángel, imprudente viajero
que ha intentado amar a lo deforme
en el fondo de una pesadilla enorme
debatiéndose como un nadador,y luchando, ¡con fúnebres angustias!,
contra un gigantesco remolino
que va cantando como los locos
y haciendo piruetas en las tinieblas;un infeliz embrujado
en sus inútiles intentos
por huir de un lugar lleno de reptiles,
que busca la luz y la llave;un condenado que desciende sin lámpara,
al borde de un abismo cuyo olor
traiciona la húmeda profundidad,
de eternas escaleras sin barandilla,

donde velan unos monstruos viscosos
cuyos grandes ojos de fósforo
hacen la noche más negra todavía
y no dejan visibles más que a ellos;

un navío atrapado en el polo,
como en una trampa de cristal,
buscando por qué estrecho fatal
ha caído en esta prisión;

–símbolos claros, cuadro perfecto
de una suerte irremediable
que hace pensar que el Diablo
¡siempre hace bien todo lo que hace!

II
¡Conversación a solas límpida y sombría
en la que un corazón se ha convertido en su espejo!
Pozo de Verdad, claro y negro,
donde tiembla una lívida estrella,

un faro irónico, infernal,
antorcha de gracias satánicas,
únicos alivio y gloria,
–¡la conciencia en el Mal!

Charles Baudelaire (París, 1821 – 1867).

Comentario

Poeta, crítico de arte y traductor francés. Fue uno de los llamados poetas malditos, debido a su vida de bohemia y excesos. Considerado como modelo y padre de la poesía moderna, publicó en 1857 su máxima obra, «Las flores del mal», desatando una gran polémica por considerarse una ofensa contra la moral pública. La sífilis, que contrajo debido a su vida desordenada, le produjo afasia y una parálisis parcial que lo condujo a la muerte en 1867.

SI BACO LEVANTARA LA CABEZA I [Mi poema]
Juan Ramón Molina [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Si Baco levantase la cabeza
sería muy feliz al ver que el vino
sustento sigue siendo en el camino,
motivo de prestigio y de fineza.

A mí me gusta más cuando es clarete,
rosada la colora y tan fresquito,
mimando a mi gaznate suavecito.
¡Qué lindo de la bota su chupete!

Confieso. A celebrar estoy dispuesto
que acudo diligente a carnavales,
haciendo de uva o cuba siempre presto.

Y aquel que piense mal yo me despacho,
si quieren les presento mis avales,
que soy muy parlanchín… si me emborracho.
©donaciano bueno

Que viva el #vino y las mujeres! Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Juan Ramón Molina

La araña

Ved con qué natural sabiduría
las finas hebras a las hojas ata,
y una red teje de fulgor de plata
que la infeliz Aracné envidiaría.

Mas si el viento soplante con porfía
la prodigiosa tela desbarata,
vuelve otra vez a su labor ingrata,
y una malla más tenue alumbra el día.

Hombre, que tus empresas no coronas
porque al primer fracaso o desperfecto
a un esteril desmayo te abandonas;

ten de tu vida y tu vigor conciencia,
y aprende al ver el triunfo de ese insecto
una lección sublime de paciencia.

Pesca de sirenas

Péscame una sirena, pescador sin fortuna,
que yaces pensativo del mar junto a la orilla.
Propicio es el momento, porque la vieja luna
como un mágico espejo entre las olas brilla.

Han de venir hasta esta ribera, una tras una,
mostrando a flor de agua el seno sin mancilla,
y cantarán en coro, no lejos de la duna,
su canto, que a los pobres marinos maravilla.

Penetra al mar entonces y coge la más bella,
con tu red envolviéndola. No escuches su querella,
que es como el aleve de la mujer. El sol

la mirará mañana entre mis brazos loca
—morir bajo el divino martirio de mi boca—
moviendo entre mis piernas su cola tornasol.

A Rubén Darío

I
Amo tu clara gloria como si fuera mía,
de Anadiomena engendro y Apolo Musageta,
nacido en una Lesbos de luz y poesía
donde las nueve musas ungiéronte poeta.

Grecia en los astros de oro tu nombre grabaría;
en ti, el pagano numen renace y se completa;
mas —con los ojos fijos de Jesús en la meta—
gozas el pan y el vino de tu melancolía.

El águila de Esquilo te regaló su pluma,
el pájaro de Poe lo vago de su bruma,
el ave columbina su corazón de miel.

Anacreón sus mirthos, azucenas y rosas,
Ovidio el misterioso secreto de las cosas,
Pitágoras su ritmo y Scopas su cincel.

II
Liróforo de triste mirada penetrante
que al son órfico ajustas la gama de los seres,
que sabes los secretos pristinos del diamante
y conoces el alma sutil de las mujeres.

Délfico augur, hermético y sacro hierofante
que oficias en el culto prolífico de Ceres,
que azuzas de tus metros la tropa galopante
sobre la playa lírica y argéntea de Citeres;

tu grey bala en las églogas del inmortal idilio,
tu pífano melódico fue el que tocó Virgilio
en la mañana antigua, de alondras y de luz;

tu azur es el radioso zafir del mito heleno,
tu trueno wagneriano el olímpico trueno
¡y tu congoja lúgubre la que gritó en la cruz!

III
Es hora ya que suenen tus líricos clarines
saludando el venir de la futura aurora
de paz. A los cruzados y nobles paladines
que hacen temblar la tierra; es la propicia hora.

Tu lira pon al cuello de la pujante prora,
para que así nos sigan sirenas y delfines;
y que tus versos muestren su espada vengadora
asida por los dedos de airados serafines.

Verbo de anunciaciones de nuestro Continente,
vate proteico, noble, magnífico y vidente,
que tiene de paloma, de abeja y de león;

la gloria te reserva su más ilustre lauro:
humillar la soberbia del rubio minotauro
como el divino Jorge la testa del dragón.

El jardín

Cuelgan racimos de odorables pomas,
negras uvas en gajos tentadores,
fingiendo los alegres surtidores
un murmullo de besos y de bromas.

Dormitan en las ramas las palomas
los buches esponjando arrulladores,
y el capitoso aliento de las flores
unge el follaje y el parral de aromas.

Un sol ardiente esparce sus madejas
de luz, sobre el jardín; y las abejas
un vals preludian, áspero y sonoro.

Bailan las mariposas deslumbrantes,
y picotean pájaros brillantes
unas naranjas que parecen de oro.

Después de que muera

Tal vez moriré joven… Los amigos
me vestirán de negro,
y entre dolientes y llorosos cirios
de pálidos reflejos,
colocarán con cuidadosas manos
mi ya rígido cuerpo,
poniendo mi cabeza en la almohada,
mis manos sobre el pecho.

Anhelo nocturno

La lluvia su monótona charla dice afuera.
La puerta de mi cuarto por fin está cerrada.
Quizás en esta noche no grite mi quimera
y goce del olvido profundo de la almohada.

¡Hace ya tanto tiempo que en reposar me empeño,
como si me turbara la fiebre del delito,
que mis ojos enclavo —de los que huyera el sueño—
en la siniestra esfinge del lúgubre infinito!

Mas hoy todos los seres me han parecido buenos,
el cielo azul brindome su calma vespertina,
y —libre de pecados y libre de venenos—
purifiqué mi cuerpo en agua cristalina.

Quiero la paz aquella de la primer mañana
cuando, en el seno de Eva, tranquilo e inocente,
Adán durmió, al arrullo de amor de la fontana,
ajeno a las promesas de la sutil serpiente.

Un nirvana sin término, letárgico y profundo,
en el que olvide todas mis dichas y mis males,
la secreta congoja de haber venido al mundo
a resolver enigmas y problemas fatales.

Ser del todo insensible como la dura piedra,
y no tallado en una doliente carne viva
de nervios y de músculos. O ser como la hiedra
que extiende sus tentáculos de manera instintiva.

No como el pobre bruto del llano y de la cumbre
sujeto a la ley ciega de inexorable sino,
que en sus miradas tiene la enorme pesadumbre
de todo aquel que encuentra muy bajo su destino.

Así gozar quisiera de imperturbable sueño
cuando la noche baja de los cielos lejanos.
Estrellas: derramadme vuestro letal beleño.
Arcángeles: mecedme con vuestras leves manos.

Para que mi mañana florezca como rosa
de mayo, exuberante de vida y de fragancia,
y la tierra contemple, jocunda y luminosa,
con los tranquilos ojos con que la ví en la infancia.

Soneto

Esquivando miradas indiscretas,
por oscuros y negros callejones,
al fin logré llegar a tus balcones
cargados de oloríferas macetas.

¡Cuántas pláticas dulces y secretas
llenas de juramentos e ilusiones,
tuvimos en aquellas ocasiones
al voluptuoso olor de las violetas!

¿En dónde estás, oh casta Margarita,
que en mi azarosa juventud lejana
me concediste la primera cita?

Te evaporaste como sombra vana,
y hoy, hecha polvo tu feliz casita,
se ignora dónde estuvo tu ventana.

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