A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

VENDO SUEÑOS DE PAPEL [Mi poema]
Rafael Saravia [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Vendo o cambio mis sueños de papel
que tengo ya a millares, de recambio,
repetidos, por eso que intercambio
aquellos que he parido en un burdel.

Se asoman rebosando en mis bolsillos
mostrando su mal fario y su tristeza,
que van de mala leche, su bajeza
se observa cuando enseñan sus colmillos.

Muchos tengo que son enrevesados
que echando van las pestes por sus poros,
surgidos de una pena y de sus lloros
reales o fingidos. Y hay tocados

por la gracia de dios, que tienen gracia,
gozosos de enfrentarse a valladares
bendecidos por mi y en mis altares
y otros hay que han caído ya en desgracia.

Con ellos a la espalda voy marchando
en tanto ven que yo sigo envejeciendo
y aunque nunca me quise ir despidiendo
!qué huérfanos, sin dios, se están quedando!
©donaciano bueno

Cada madrugada se observa como te van diciendo adiós? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Rafael Saravia

IRONÍA DEL CAUCE

En esencia, soy lo que me dejo ser;
soy rama en la mano que aprieta,
pongo el afán en mis intentos ofendiendo al amasijo con difíciles hábitos.

Todo ser se incrementa con el llanto,
invierte el género para rehacerse viendo la cima como un taburete, inofensivo,
aprisionado en sus cuatro perneras, confundido y azaroso en el mayor de los logros.

Todos queremos mitigar la sed olvidando que sin vaso
ríen igualmente las amígdalas del cauce.

GÉNESIS

En el comienzo fueron tus piernas.
Tus muslos generaron un firmamento afín
y el oxígeno se le concedió entonces a los hombres.

Y así se pudo suspirar,
construir caminos por los que tú pasases y hacer religión de tu presencia.

En el principio, fueron tus ojos.
Fue tu posibilidad de ver la que generó deseo de ser visto.

Y así surgimos, naturales y reos de tus pupilas,

generosos en la incertidumbre de alcanzar tu verdad colorida,
nerviosa señal de luz.

Ars longa, vita brevis.
Seas pues.

LINGUA PLICATA

Hay espacios por conjugar…

Somos antesala de nuestros deseos,
de nuestras predicciones más lastimeras y fúnebres,
antes de cualquier intento
ciertos hostales nos aguardaron,
nos convidaron al roce,
a unos labios hambrientos de pecado juvenil,
canal indeterminado,
prefacio de oquedades mejores.

Pero eras lengua y verbo…

Accésit de trapecista sobre mi incertidumbre.
Eras alimento sano y fresco,
estímulo imbatible,
hilaridad de mis sentidos bajos.

En estas ganas contenidas…

Ya poco importa el decoro,
poco importa ya la arrogancia venida a menos…
importa tu plica, tu escondite a mi alcance,
tus ganas y mis ganas si aún pueden encontrarse.

MÁRTIR EN VIDA

Sale cada mañana con su capa de estuco bien aplicada,
con su altiva menudencia,
rozando con sus pechos las tristes papeleras.

Sale con sus dolores bien abrochados,
con la urgencia del libro cerrado,
con la voz corrompida en el silencio,
sale con su dosis de impotencia,
sale presa de su noche mal zanjada.

Y entro yo,
recluso número once,
fiel paciente de sus tremendeces,
anacoreta de su arrogancia en el destierro.

Entro yo, de nuevo,
para cumplir sentencia,
para barrer los charcos fuera de las afueras,
para crecer subyugado al martirio del ignorante.

PETITE MORTE

Se fue sin prescindir de las bóvedas;
se las llevó todas puestas.
Sacó del extremo convulso una apetencia imposible.
Luego, llegó al presente:
Te asomo a mi boca,
te obligo y me obligas a reconocer lo inexacto.
Me bebo tus ángeles y sediento pido tu celo más abrupto.
Te tumbas sin sueños,
te agitas y brindas tu último gramo a mi tempestad.
Me vuelves aliento de ficus y baño de inusitada fe.
Te inclinas… me inclino…
lloramos lo alegre en nuestra piel.

CARTA DE BUENAS NOCHES

Me gustas entre otras cosas porque sabes alcanzar;
porque buscas huecos vacíos, abrazas,
porque aplastas tu magia
contra mi intento de magia
y el mundo sigue casi igual.

Me gustas, entre otras cosas,
por tu exceso de excesos.
Porque sabes no elegir y suave,
con las manos bien entendidas entre sí,
me recorres sin premura,
sin moldura aparente,
haciendo de mi cuerpo un sube y baja
a modo de carretera curva,
temiendo el decisivo impacto.

Es entonces cuando,
aplaudiendo el intento,
los párpados se bajan,
se besan las pieles y,
muy adentro y muy afuera,
se hace sábana cómplice el silencio.

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La poesía – Pablo Neruda

Llegó la poesía
a buscarme. No sé, no sé de dónde
salió, de invierno o río.
No sé cómo ni cuándo,
no, no eran voces, no eran
palabras, ni silencio,
pero desde una calle me llamaba,
desde las ramas de la noche,
de pronto entre los otros,
entre fuegos violentos
o regresando solo,
allí estaba sin rostro
y me tocaba.

Yo no sabía qué decir, mi boca
no sabía
nombrar,
mis ojos eran ciegos,
y algo golpeaba en mi alma,
fiebre o alas perdidas,
y me fui haciendo solo,
descifrando
aquella quemadura,
y escribí la primera línea vaga,
vaga, sin cuerpo, pura
tontería,
pura sabiduría
del que no sabe nada,
y vi de pronto
el cielo
desgranado
y abierto,
planetas,
plantaciones palpitantes,
la sombra perforada,
acribillada
por flechas, fuego y flores,
la noche arrolladora, el universo.

Y yo, mínimo ser,
ebrio del gran vacío
constelado,
a semejanza, a imagen
del misterio,
me sentí parte pura
del abismo,
rodé con las estrellas,
mi corazón se desató en el viento.

EL ANDARIEGO [Mi poema]
Andrés Szychowski [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Cansado de esperar el andariego
camina sin saber donde está el norte,
llevando a sus espaldas de consorte
el aura del que sabe que está ciego,
sin nadie que le importe.

Mandando de paseo a ese deporte
avanza lentamente hacia el olvido
por medio de un bastón que, resentido,
suplica que el camino al fin se acorte
y acabe allí dormido.

Recuerda cuando antaño él disfrutaba,
sin trampas ni cartón, tirando millas,
del dolo y del sofoco haciendo astillas
y cómo casi nunca se cansaba
ni echaba las papillas.

Inmerso en ese mar de confusiones
presiente que se debe de parar,
no puede ya seguir, que el caminar
es propio mucho más de campeones
y el ya no puede andar.

Cual sueño de una tarde de verano
se va difuminando en el ambiente
en medio de una niebla impertinente
a oscuras cual perdido trasmontano
sin nadie esté presente.
©donaciano bueno

Alguien conoce la media de pasos de una vida? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Andrés Szychowski

Honduras

Las cosas no están para nada bien
pero se murió la reina de Inglaterra

Mi amante, la única persona que me conoce de verdad,
se fue a vivir a Honduras
y no hay vuelo directo
Pero se murió la reina de Inglaterra

Hay que pasar por Perú,
quedarse seis horas en Lima
(y no fui nada feliz en Lima
a pesar de no haber estado nunca en Lima)
Pero hoy se murió la reina

Mi amante vive en Honduras
En realidad no me conoce del todo
Hacíamos el amor disfrazados
y en un silencio sepulcral
Nada de jadeos, estaba prohibido oler,
era insostenible (¿por eso se fue?)
Pero se murió la reina de Inglaterra

No puedo escribir
por más que chapotee en el teclado
Mi amante se fue sin despedirse
porque juramos no hablarnos nunca

La luna es perfecta
y eso me lacera los ojos
me hincha la tristeza
y emigra
como un globo de helio en la oscuridad
Pero se murió la reina de Inglaterra

No sé si el mundo será mejor
o peor ahora que cambié
(porque noto un cambio de piel:
hablo de la piel de las cosas)

Voy a adoptar un gato
Tiene que ser marrón y negro
Con ojos color té
(al lado de una planta de hoja ancha
en movimiento leve por la brisa lunar)

Se murió la reina de Inglaterra
Pero se murió la reina de Inglaterra

Buenos Aires

Amor mío, ¿podrías venir
más o menos rápido?
Ignoro la dirección
Aparecí en unos depósitos
con maquinarias, una avioneta, caballos de polo
Crucé un tejido electrificado
para llegar a una laguna artificial
Doblé en los eucaliptos
a la altura del estanque para incendio
Me detuve en una vertiente
antes de ingresar a una lomada
con dos Massey Ferguson en marcha
Ahora estoy en el medio
de un maizal con glifosato
(improvisé un hoyo
porque los perros me persiguen)
Ovillado
como protegiendo una duda
Adentro de un magnífico jabalí
(¿sabías que los jabalíes
adoptan el ritmo cardíaco
de un bebé de tres meses
cuando comprenden que se van a morir?)
A punto de ser alcanzado
por los dogos de la estancia
A esto de ser,
otra vez,
bautizado

Conejo

Teníamos la conciencia
alteradamente limpia
como la de un babuino
Trepamos hasta el último cajón
Agarramos el arma
–cosa fría si las hay–
que para nuestra sorpresa
no era negra sino cromada
Fuimos al final del terreno
(donde comienza el campo
y se termina la familia)
La apoyamos en un tronco
Con precisión quirúrgica,
nos apuntamos
y retiramos el seguro
Retrocedimos diez pasos
sin darle la espalda,
como no se le da la espalda
a los ojos de un ternero
cuando se iluminan en la noche
Y con toda la fuerza
de nuestros minúsculos brazos
le arrojamos,
sin piedad, el conejo

Cuervo

A esta altura, todo se repite
menos la repetición
El cuervo de Poe está en cualquier lado
Todos tenemos un cuervo
o una mancha de nacimiento
(una piedra que se vuela
un vuelo adentro de esa piedra)
Pero el tormento de Poe
es la corporización
más exquisita
del concepto de tormento
Un tatuaje mal hecho
y, por eso mismo, ominoso
El rictus de alguien
que vuelve de la muerte
y abre los ojos
en una habitación vacía

Árbitro

Penal, lo cobra, sé que es penal
Sin embargo, protesto airadamente
Le digo que es un ladrón
Agradece el improperio
porque disfruta de los informes
dirigidos al Tribunal de Disciplina
aunque no se esperaba el puñetazo
Cae, pero exagera el golpe
Rueda sobre la línea de cal
por los menos tres veces
manchándose la casaca negra
Con las manos en el rostro
como los futbolistas
Cuando se acercan las cámaras
y enfocan el chorro de sangre
(¿escondía una Gillette bajo la manga?)
entiendo que es el final de mi carrera
Mientras atravieso el túnel
que lleva a los vestuarios
escucho que ejecutan el penal.

Riachuelo

Tendrá demora el Roca
Cruzaré el Riachuelo
mordiendo el Capitán del Espacio
Conseguiré un buen lugar
en el homenaje a Charly
Tocará Charly
Nos miraremos con la chica
Cuando Charly haga su aparición
nos daremos un abrazo
La invitaré a cenar a las dos noches
Uno de los dos pedirá postre
Apuraremos las copas
Iremos a su casa
Me sorprenderá un detalle de su ropa interior
Tendrá libros de Hemingway
y de Idea Vilariño
Nos turbarán los tiros
que escucharemos
desde el quinto piso
y unos pasos alejándose por el pasillo
Sentiremos ternura
o asco por una torcaza
acicalando a otra torcaza
Nos dolerá la risa
a causa de una tercera torcaza
que se sumará al convite
con apetito sexual desenfrenado
Dirá algo incomprensible
al despedirnos para siempre
porque García
acaba de subir al escenario.

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ACORRALADOS [Mi poema]
Hasier Larretxea [Poeta sugerido]New

MI POEMA…de medio pelo

 

Vivimos rodeados de muchos chupatintas,
de fatuos saltimbanquis y de faranduleros,
melifluos y tipejos que asumen son floreros
cual huevos que están hueros mas tienen buenas pintas
pues fardan de toreros.

Buscando acorralarnos, que seamos sus sabuesos
y luego engatusarnos con flores de mentiras
colgando a sambenitos en comics con sus tiras
con su labia y palique, queriendo dar con quesos
y ver si tú deliras.

Nos tienen sometidos, lerdos y acorralados,
de sus falacias presos, reos de sus soflamas,
desean seducirnos, llevarnos a sus camas,
y luego como kleenex dejar allí tirados
si ven no les aclamas.

Y tú necio y yo bobo seguimos resistiendo
mas hay otros mas tontos que siguen escuchando,
borrachos con sus memes, sus proclamas besando.
Así sea que admitan que les vayan mintiendo
van siempre repicando.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Hasier Larretxea

ESCRIBIR

es el paisaje desde donde contemplar.

El mirador
desde donde ver
a través de la niebla,
a través de los límites del horizonte,
sorteando y volando sobre ermitas, pastos y portillos.

Escribir la visión
en lo alto del monte,
el sendero, el helecho recién pisado,
la bellota que lanzamos hasta el riachuelo.

Escribir es insuflar (el viento del norte),
acunarlo al sonido del cencerro
y a las gotas de lluvia que se ahogan
en el charco del prado,
el movimiento del tractor
y la soledad del perro.

Escribir,
la única manera de atravesar el valle
sin pisarlo.

A Cristina Iglesias

LA LUZ es el techo de hierro
que amordaza el paisaje.

Agujeros que emanan brillo
en la apertura del hormigón.

Fisura que equilibra su sombra en el horizonte
de ecos con significados cristalinos.

El recuerdo de las ausencias
y su distancia de cedros.

Vidas que penden de las sombras
que se alejan de la invocación de camposanto.

La inmortalidad de las ramas que saben
trepar al cielo y su laberinto
de pasos sobre lo eterno.

No es el paisaje lo que reluce.
Es la proyección de su sombra.
De ‘De un nuevo paisaje’. Prólogo de Chus Pato. StendhalBooks. Barcelona, 2016. 148 páginas

Niebla fronteriza

Para cuando volvamos al paisaje húmedo
que se esconde tras la neblina,
los rostros alejados hallarán
a quien descansa en las rocas resbaladizas del puerto
y no consigue liberarse de la familiaridad disonante
de las campanas de la muerte.

Las ilusiones son crucificadas con el plumaje
del cisne blanco y sus alas heridas
al tropezar con la duda
del destierro en espacios difuminados
por la ceguera de las luces de los faros
en la redondez de la vida.

Los copos de nieve no absorben
la indecisión del empeine.

Siempre quedará suspendido algún guiño
en las despedidas amortizadas
por los desvíos regionales.

A las miradas surcadas por el rencor
siempre les quedará ondear la culpabilidad.

A nuestro paso, los restos de las huellas
que se borraron sin incinerar.

El compás del cancionero de los pájaros
dejó de secundar el dictamen
del pensamiento intransigente.

En el atardecer se acuestan
los afluentes espumosos de los sueños.

El amanecer no encuentra sus propias manos
con las que acariciarle a la vida sin féretro,
acunar las miradas sin significado.

Nada más que cementerios ensanchados
a la medida de nuestro temperamento celestial.
*Del libro «Niebla fronteriza», reedición de Harpo Libros (mayo de 2018)

Cada noche

Pulsábamos los interruptores
Que alumbraban los recovecos azotados
Por la intemperie de las marchas militares
que paralizaba la respiración entrecortada
por el acecho de las sombras en movimiento
hasta sumergirse desde el orificio
de la oreja derecha.

Cada noche
La luz de las bombillas nos despertaba
De los barrotes que insuflaba la amnesia
Propiciada por el subconsciente sometido
A interrogatorios deliberados.

Cada noche
Y durante décadas de desvelos
(tiritábamos con el simple sonido
Que emitían las agujas
Al irrumpir tras forcejeos
A través de las escaleras de madera)
Necesitábamos toda la luz
Que dejó de habitar y alumbrar
En nuestras memorias agujereadas
Por las balas que atravesaron
Las puertas que no volvieron a cerrarse más.

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Palabras para Julia-José Agustín Goytisolo

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Comentario José Agustín Goytisolo dedicó a su hija el que después sería su poema más conocido: Palabras para Julia, del que además hicieron versiones musicales Los Suaves y Paco Ibáñez. Un poema asombrosamente doloroso en su intento por dar a su hija un aliento que finalmente él no logró encontrar (se suicidó en 1999).

Fuente20minutos

EL ÚLTIMO TRAGO [Mi poema]
Mauricio Bacarisse [Poeta sugerido]New

MI POEMA…de medio pelo

 

He llegado hasta aquí. Y aquí me siento.
No insistan. No intenten levantarme.
Es mi sitio. Que aquí llegué contento.
Veloz hasta asentarme como el viento,
cual guerra que termina y su desarme
y no sirve de nada ya el lamento.

Feliz, tranquilo estoy. Sólo conmigo.
Poco fui, nada soy, nada deseo.
Un soplo de calor de algún amigo.
Los sueños del ayer con que me abrigo
y el hecho de escribir con que recreo
mi espíritu si el gozo lo consigo.

Me olvido de volar, que la esperanza
ha decidido echarse ya la siesta
y exige al que esto escribe una fianza.
Le impide disfrutar de la pitanza,
no acierta ya bailar ya en esta fiesta
ni encuentra su lugar en esta danza.

Good bye. Adiós. Yo sé que éste es el sino
del que un día el nacer tuvo por suerte
y hoy de golpe le espera su destino.
Anduvo por aquí como un cretino
y ahora ya sólo espera hacerse fuerte
ante el trago más fuerte en su camino.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Mauricio Bacarisse

Ruiseñor

La pálida luna en flor
y la fuente, en mil promesas,
son dos hermanas siamesas
unidas por un temblor.
Riela trinos, ruiseñor,
sobre agua de astros en calma,
tú, que humedeces la palma de Dios, y osas
probar a las lindas rosas
la inmortalidad del alma.

Fragilidad

Mi alma tierna y melancólica
se ha enamorado de ti,
Magdalena hecha en mayólica
por Bernardo Palissy.

Serás mi único tesoro
hasta que venga la Intrusa;
eres lo que más adoro
con mi madre y con mi musa.

Como un ópalo en mi dedo
turba mi felicidad
ese inexpresable miedo
a tu gran fragilidad.

Eres un alma perdida
del Infortunio en las fauces;
eres Ofelia subida
a las ramas de los sauces.

Eres de nieve y cristal,
y si te estrecho en mis brazos
la copa del Ideal
ha de quebrarse en pedazos.

Eres un astro de oros
en mi existencia confusa;
eres lo que más adoro
con mi madre y con mi musa.

Por si algún día estoy falto
de tu amor y tu bondad,
vivo en triste sobresalto
por tu gran fragilidad.

Musmé

Eres bella y elegante
y tu alma extravagante
en amar no se marchita;
gozas la dicha completa.
Dios no te hizo tan coqueta
al hacerte tan bonita.

Brotan lujuriosas luces
de tus ojos andaluces
y de tu pelo africano,
y eres como una musmé
cuyo diminuto pie
caber podría en mi mano.

Tienes los labios de fresa
y las manos de abadesa;
son tus mejillas de grana,
y hasta en tu voz argentina
eres la mujer divina
con alma de cortesana.

Tu maldad no se adivina,
tu roja boca fascina
para asesinar después,
y es una flor de granado
que al besar, ha envenenado
al que lloraba a tus pies.

Yo te amé por tu elegancia
y por la rara fragancia
de las rosas de tu ser;
por tu traje azul turquesa,
por tu sangre de duquesa
y tu crueldad de mujer.

Eres una triste rosa
cuya esencia ponzoñosa
marchitó mi corazón,
y hoy me queda la tristeza
de contemplar tu belleza
y recordar tu traición.

Quizás comprendas mañana,
princesa esquiva y liviana,
la agonía de emoción
de aquel ingenuo amor mío
que murió yerto de frío
debajo de tu balcón.

¡Qué grato sería amarte
y entre los labios besarte
si tu espíritu tirano
fuese bondad, luz y calma;
si tú tuvieses el alma
tan blanca como la mano!

Prodiga el amor mortal
que me hirió como un puñal
con tu gracia de musmé,
y al amante hazle traición,
pues tienes el corazón
tan pequeño como el pie.

Princesa

Tiene su pelo raros destellos
cuando de noche sueña en los bancos;
es la que tiene los ojos bellos;
es la que tiene los dientes blancos.

Es juglaresa de las aldeas;
sus danzas cínicas son turbadoras;
tiene el encanto de las napeas
cuando el sol bruñe sus crenchas moras.

Es la que canta las barcarolas
y de las rondas saca dinero;
es la que baila las farandolas
al son latino de su pandero.

Es la morena que jocoseria
mira la vida como una injuria;
es la princesa de la Miseria;
es la princesa de la Lujuria.

Tiene un perfume sublime y raro
su piel de raso tostada y blonda;
tiene los ojos de un verde claro,
de un verde claro color de fronda.

La más hambrienta de las hermosas
huele a un aroma de cien jardines;
en vez de hebillas, lleva dos rosas,
dos frescas rosas en los chapines.

Es mi gitana fiel y divina;
es mi pantera, mi defensora;
la que mis males siempre adivina,
es mi sultana y es mi señora.

Es la más bella de las mujeres;
es la que cura mis sinsabores;
es la princesa de mis placeres;
es la princesa de mis dolores.

Pero es la esclava de mis antojos…
Tiene por lechos quicios y bancos.
Es la que tiene bellos los ojos;
es la que tiene los dientes blancos.

Bebedor de ajenjo

Si siempre estoy ensayando
mi sonrisa amarga y triste,
es porque estoy esperando
a una mujer que no existe.

Víctima del desencanto
sufro martirios letales;
por eso adoro yo tanto
mis dichas artificiales.

Paraísos artificiales
que huyen del ruido y del sol…
¡Mis rimas son inmortales,
pues son hijas del alcohol!

Soy mísero y decadente;
en mi alma el Hastío muerde.
Por eso adora mi mente
los sueños del licor verde.

Licor venenoso y triste
que como un suave beleño,
un grato perfume diste
al cadáver de mi ensueño.

Licor que tiene el matiz
de unos ojos que yo amé,
y del tinte del tapiz
en que danzó Salomé.

(Ojos glaucos y perversos
que asesinasteis mi vida,
y le disteis a mis versos
fragancia de flor podrida.)

Turbio ajenjo sibilino
que tienes el sabor fuerte;
que harás de mi desatino
vestíbulo de la Muerte.

Cómplice de la locura,
mis hojas muertas no arranques,
licor que todo lo cura,
licor de color de estanques…

Si siempre estoy ensayando
mi sonrisa amarga y triste,
es porque estoy esperando
a una mujer que no existe.

La doncella raptada

Va a la grupa la doncella
sobre un corcel de oro y plata,
entre el alhelí y el plomo
del cielo y el campo en calma.
Va a la grupa la doncella
aunque ella sola cabalga.
Su rubia llama de pelo
ha de encender la borrasca
cuando se desasosiegue
la tarde en paz, gris y cárdena.
Aleteos del abril
asustan a la hoja plácida
y afilan sus acicates
en la hora desenfrenada
para hundirlos en la prisa
de las nubosas ijadas.
Por los llanos va el corcel,
con luces de oro y de plata,
y, en la grupa, la doncella
que en las tormentas se escapa.
El campo la ve correr
con su miopía entornada.
Un amor de río gentil
se criba entre las pestañas
de los chopos espigados,
y el verde mirar del agua
no sabe descifrar quién
es el raptor que la rapta.
Nadie se ve en la montura.
La niña va arrebatada.
Alhelíes de centellas
de olientes tormentas cárdenas
no aclararán la visión
de la llanura obcecada.
La tarde es perla siniestra;
el corcel es de oro y plata.
Como un eco del galope
se oye un trote de tronada.
No hará visible al galán
la encendida catarata.
Va a la grupa la doncella
aunque ella sola cabalga.

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MENTIRAS, MÁS QUE MENTIRAS [Mi poema]
Ignacio Vleming [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Dicen que el mundo avanza. Yo lo dudo.
Que somos cada vez más educados,
sensibles al amor, más reposados,
capaces de sufrir si un estornudo.
se ceba en los que son más desgraciados.

Y dicen somos menos primitivos,
más cuerdos, más sensibles, más humanos,
que el mundo es un planeta donde hermanos
disfrutan de la feria en los tiovivos
cual si fueran felices, como enanos.

Nadie crea soy ciego. No soy ciego.
así pudiera ser lo pareciera,
ni tengo por pupila una alambrera
aunque ingenuo pretendan darme el pego
penetrando a traición en mi tronera.

Que el deseo y honor van de la mano
y unos y otros se encuentran prisioneros
¡qué triste condición!. ambos rateros
apartando la paja van al grano
del dios que embriaga a su ego y sus dineros.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Ignacio Vleming

Cápsula del tiempo

Al guardar un tesoro con cuidado
Habitualmente se pierde:
Piensa en los dientes de leche,
En las primeras propinas
O en tus ceras de colores
Y también en el muñeco,
Que siempre te acompañaba,
Sin palabras y sumiso.
Dentro de una caja,
Dentro de un cajón,
En lo profundo de un armario que nunca abres,
Puede que encuentres el mapa del tesoro.

REFLEXIÓN

Las paredes del pasillo te empujan con la violencia
de una plaga de lagartos.
Sus ojos clarividentes reflejan el tálamo hueco
donde soñaron los padres.
No todo lo que te pasa estaba escrito en las manos.
Sabes de las efemérides que empiezan
cuando un temblor rompe el tejido adiposo del abdomen
y libera las vísceras
y los miedos.
A los cobardes les gusta la esperanza del destino.
Pero tú te has dado cuenta de ser causa del azar
y el azar es un milagro
y no tiene explicaciones.

ENCUENTROS FORTUITOS

En un cajón de la feria se venden por pocos euros
las viejas cartes de visite.
Las contemplas,
amontonadas sin nombre,
manoseadas, perdidas y ultrajadas,
del mismo modo que a ti
te observa un desconocido
cuando sin saber cruzas el plano último de una foto
del álbum de unos turistas japoneses.

LA ETERNIDAD GUARDADA EN UNA CAJA

La pequeña diosa duerme
lejos de la luz y el aire turbio de la Prehistoria.
Su piel de piedra contiene terremotos milenarios.
Ahora está en una caja de madera y de cristal
y respira el mismo oxígeno que nosotros.
Cuando das una vuelta en torno a ella,
ilumina las grietas de la vitrina
y el corazón de los guías del museo.
Si la venus de Lespugue se despertara de pronto,
vería solo la eterna noche de los almacenes
y el silencio de tus ojos asombrados.
Diosa antigua, hoy prisionera,
igual que tú,
una muñeca.

La belleza no está en el interior

Podría padecer la enfermedad más grave y
dolorosa,/
pero da igual porque está espléndido bajo los
rayos uva y todos nosotros coincidimos en esto:/
sus músculos de acero, su piel de seda./
Digamos que posee la apariencia de un cuerpo
hermoso, muy hermoso.

Que al despertar tome un batido de pastillas
azules, que su boca contenga tantas úlceras
como una erupción, o que navegue
por su sangre un enjambre de agujas oxidadas no nos importa,/
porque su cuerpo heroico es la promesa de la
felicidad.

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Mentira – César Vallejo

Mentira. Si lo hacía de engaños,
y nada más. Ya está. De otro modo,
también tú vas a ver
cuánto va a dolerme el haber sido así.

Mentira. Calla.
Ya está bien.
Como otras veces tú me haces esto mismo,
pero yo también he sido así.

A mí, que había tanto atisbado si de veras
llorabas,
ya que otras veces sólo te quedaste
en tus dulces pucheros,
a mí, que ni soñé que los creyeses,
me ganaron tus lágrimas.
Ya está.

Mas ya lo sabes: todo fue mentira.
Y si sigues llorando, bueno, pues!
Otra vez ni he de verte cuando juegues.

OTRO ALELAO MÁS [Mi poema]
Alberto José Pérez [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

No sabe, ignora, duda, desconoce,
quizás, posiblemente sea cierto
que un día vino aquí a cuidar un huerto
tratando de ocuparse del desbroce.

Por mucho que reclame o que solloce
en este paraíso tan incierto
ya todo lo que encuentra suena a muerto
así que con los sueños se reboce.

No existe, no hay paraguas cuando llueve
ni lágrima que encuentre quien le arrope
y al corazón le pare si conmueve.

El viento a la alegría no la mueve
y aun menos cual caballo que al galope
debiera de pagar lo que no debe.
©donaciano bueno

Anda, hijo, no seas #alelao, me decía mi #madre de pequeño, y a ti? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Alberto José Pérez

el tiempo

de lluvias intensas me habló hace poco el tiempo
de sonidos estruendosos en las bajas nubes
de ríos temporales
no aptos para miradas distraídas

me habló el tiempo
de los cantos de guacharacas que han vuelto al bosque
cercano a mi reino

también me habló
de tu sigilo
cuando entrabas a la alcoba
para que en mi sueño sólo reinaras tú

el tiempo siempre me habla
y yo le escucho sin temor.

yo necesito recordarte

para aída del carmen godoy

el amor es frágil
tanto
que es el guiño de la vida
más fascinante de tu historia y la mía
la muerte no reparará en ese detalle
de eso estoy seguro
yo necesito recordarte
para respirar el universo
esa primavera cósmica
de ojos tan lindos como los tuyos.

apure ii

vengo de un país de veranos calcinantes
y de mares de agua dulce en el invierno
donde el ojo del hombre
fija la belleza de la lejanía
al trote de un caballo
que en un relincho
lo hace dueño del horizonte
de una brisa que nunca se detiene
y que no se sabe a dónde va

mi tierra tiene tantos caminos
que sólo en las cuerdas del arpa
se pueden conocer.

máscaras

el país de las máscaras
es este
el mío
no sé el tuyo

la verdad no ha sido su bandera
nos han mentido y hemos mentido

yo quiero que mi país se pegue un tiro en la cabeza
yo quiero ver una lanza atravesando
el corazón de la oscuridad

yo quiero que una risa bonita de mujer
me salve de los dolores del mundo
entre otras cosas.

Buenos días, enero

Buenos días, enero
Abro tu puerta con ánimo de escuchar
Los corridos de Antonio Aguilar
Sin dejar de pensar en Guatemala
En los misterios de su antigua edad
En los pueblos que desaparecieron
Para darle un corazón nuevo y multicolor
Como el del amor cuando nace

Aída

Aída es una flor misteriosa
Que vive en el aroma de los cafetales
En las hondonadas de las aguas de las montañas
Que llegan a los ríos
Y se pierden en las profundidades del mar
Para renacer en la memoria de un violín
Que algún arriero
Lleve para celebrar a san Isidro Labrador en Calderas
Donde Aída Godoy es una flor misteriosa y bella
Que vive en el aroma de los cafetales

Domingos

Los domingos no se debe trabajar
Eso dicen
A mí me aburren
Hasta el cansancio
Un domingo tiene el aire que queda
Después de sepultar a una persona de la cercanía
Qué más podría decir
Pues
Que no marcan
Como un amor perdido
Pasan lento y pesados como el dolor.

Ahora

Ahora que la muerte intimida al planeta
La poesía como el arcángel Gabriel
Los protege me protege
Los abraza me abraza
Con su belleza en alto
Con tapabocas y sin oscuros paisajes.

Un héroe nacional

Un héroe nacional
Debe ser un tipo como yo
No le deben gustar las medallas
Ni las fechas conmemorativas
De matazones en la comarca donde viva
Tampoco
Debe comer
Arroz y frijoles ajenos
No le debe gustar la mujer del vecino
Y si le gustara
Sólo ella lo debe saber
Y si lo sabe y sonríe
Está pidiendo a gritos
Que la salven
De un aburrimiento conyugal
Es su derecho y debe respetársele gloriosamente
Un héroe nacional
Debe tener la poesía
Como su incienso y mirra
Para que los demonios de la tierra
No lo conviertan en estatua
Que caguen las palomas
Que sea la contra que lo aparte
De los que se erigen en salvadores de la patria
Por unas monedas
Que no los salvarán de las enfermedades y la muerte.

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AMORES MUY DISTINTOS [Mi poema]
Concha Urquiza [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Que amores hay, amigo, de tipos muy distintos,
de acuerdo al sentimiento, según su procedencia,
que surge de improviso, son sólo de apariencia,
matices y pelajes de signos variopintos,
sujetos a obediencia.

Amores presuntuosos, que son muertos vivientes,
que van siguiendo sueños muy propios de Tenorios,
sujetos a hipotecas, dueños de sus emporios,
con amplios escenarios, los más bellos ambientes
y lindos dormitorios.

Los hay que se murieron antes de haber nacido,
preñados de intereses, que son de conveniencia,
que a impulsos obedecen, que exigen de paciencia,
no tienen consistencia, aunque han sobrevivido,
causantes de demencia.

Amores sin amores, falsos o retorcidos,
que son incompatibles, tal vez complementarios,
amores inocentes propios de parvularios,
amores sin sabores, amores relamidos
o propios de mal farios.

Pongamos, supongamos que tú eres también rico
con un buen patrimonio que debes de cuidar,
se acerca una chiquilla, te lleva hasta el altar
y empiezas a dudar si acaso eres borrico.
o estás loco de atar.
©donaciano bueno.

El amor goza de muy buena fama, o no? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Concha Urquiza

Miente Mi Corazón Cuando Te Ama

Miente mi corazón cuando te ama,
hecho intérprete fiel de mi sentido,
como el eco en abismo percibido
que el viento, no la voz, forma y derrama.

Este imperioso afán que te reclama
no en el centro del alma fue nutrido:
me ha turbado sin mí, como el sonido,
es ajeno a mi ser, como la llama.

Cuando la sangre el corazón satura
de sólo tu sabor -término medio
en loco silogismo de amargura-,

inaccesible al implacable asedio,
como trozo de plomo en agua obscura
húndese el alma en silencioso tedio.

Arrepentimiento

Por lo que te he ofendido, dulce cariño mío,
quiero ser a tu anhelo cual sería el rocío:
tierna, dócil y humilde como el agua que mana
y se ofrece a las llagas de la miseria humana.

Yo enseñaré a mis manos a ser mansas contigo,
tal como las entrañas sonrosadas del higo,
para que te acaricien con tan suave caricia
como la voz del ave de la blanca novicia.

Yo enseñaré a mis plantas a que pisen tan quedo
como el viento que mueve las hojas del viñedo,
ya mis claros cabellos a quebrarse en tus manos
como frágiles tallos de lirios franciscanos.

Apoyaré mis dedos sobre tu excelsa frente
y será mi caricia sosegada corriente
para que fertilice tu pensamiento bello
y haga brillar tus ojos con singular destello.

Seré quieta y humilde como la arena rubia
y rozaré tus labios como agua de la lluvia
para llenar las horas del dulzor de las vidas,
hasta que tú perdones y para siempre olvides.

Aunque tu nombre es tierno como un beso…

Aunque tu nombre es tierno como un beso
y trasciende como óleo derramado,
y tu recuerdo es dulce y deseado,
rica fiesta al sentido y embeleso;

y es gloria y luz, Amor, llevarlo impreso
como un sello en el alma dibujado,
no basta al corazón enamorado
para alcanzar la vida todo eso.

Ya sólo, Amor, perdido en tus abrazos,
cabe tu pecho detendrá su empeño:
no aflojará las redes y los lazos,

verá la paz ni gozará del sueño,
hasta que tenga paz entre tus brazos
y duerma en el regazo de su Dueño.
6 de julio, 1937

Caminos

Oh dulce canto de viaje,
mi alegría y mi caudal,
más que en las velas el viento
más que el surco en el mar!

Por los senderillos negros
nubes cargadas de afán,
por los senderillos rojos
alardes de tempestad,
por las llanuras inmensas,
soledad…,
pero una canción de viaje
me llena de oro el morral.

Cuán largo camino largo
desde esta noche a la aurora!
mas un cantarcillo alegre
los labios sedientos moja:
«¡Qué amor y qué amores tengo
allá en fronteras remotas!
¿qué camino será largo
siendo camino de bodas?»

La luna viaja de incógnito
tras las nubes borrascosas;
y galopa el duro viento
con el girón de su antorcha;
en la soledad vibrante
se adelgaza cada nota,
y siguiendo la carrera
de la senda voladora,
como una cinta de onix
la noche se desenrolla.

Negro camino impaciente
cárcel que vuela hacia el mar;
hilillo de oro lo enfrena
la música de un cantar:
«¿qué camino será triste
que a tus labios dulces va?»
Agosto, 1942

Cancioncilla

¿A quién contaré mis quejas,
mi lindo amor,
a quién contaré mis quejas
si a voz non?…
Canción popular del s. XV

Amor, corriente escondida
que pechos adentro va,
como un manantial que está
alimentando mi vida;
en turbias aguas perdida
abreva el alma dolor:
si no te la cuento, Amor,
¿a quién contaré mi herida?

Flauta y risa, pan y abrigo,
levanten gritos de guerra;
lágrimas brota la tierra
que amargan la vid y el trigo;
zumo de dardo enemigo
la dulce vida envenena:
¿cómo lloraré mi pena
si no la lloro contigo?

Negras alas han manchado
el claro cielo de estío;
se encrespa el seno del río
de recias olas turbado:

cómo pasaré este vado
sino en tus brazos, amor?
¿Cómo beberé el dolor
si no lo bebo a tu lado?
10 de junio, 1940

Canciones en el bosque

Variaciones de los Cantares

Yo cantaré mi amor contigo a solas
que escuchas en el viento sosegado
sobre los vastos campos de amapolas,

pasando por los montes y collado,
soplando en las corolas encendidas,
acariciando el brote malogrado;

contigo en las veredas escondidas
donde vagan arroyos silenciosos
y están las azucenas florecidas;

contigo en los parajes nemorosos,
donde el cansado corazón se entrega
por los espesos cedros rumorosos

y sombra de dolor el alma niega;
por los ardientes valles dilatados
que el sol calienta, que la lluvia riega,

donde suenan los vientos derramados;
en caminos que suben desde el suelo,
rodeando los montes levantados,

hasta la faz clarísima del cielo;
contigo, Amor, entre las hojas de oro
donde toda la luz detiene el vuelo.

Allí tendré mi canto, allí mi lloro,
allí podré contarte mi desvelo
donde todas las aves forman coro.
*
No más la soledad aborrecida
que el corazón henchía de amargura,
no más dolerse de la paz perdida,

no más el ruido de la turba impura;
ya no en las noches el gemido triste,
el falso amigo, la compaña oscura

El corazón do entero te vertiste
tu camino forzando entre despojos,
y el duro sello de tu amor pusiste,

¿qué puede ya buscar sino tus ojos?
¿qué desear, sino morir contigo
por los caminos de tu sangre rojos?

Si no en ti, ¿dónde gozará de abrigo?
¿ni en qué ricos manjares tendrá halagos
más que en la hartura de tu pan de trigo?

Él cruzará los ondeantes lagos,
y llevándote asido dulcemente
buscará el seno de los montes vagos:

allí estará contigo tiernamente;
allí sabrá decirte que te ama;
se abrazará de ti, como la fuente

por cuyo rostro el cielo se derrama,
se abraza de ese cielo transparente
sobre su asiento de flexible lama.
*
Volvámonos, Amor, y semejante
al cervato en los bosques esparcidos
sobre las altas cumbres, vaga errante

(como vagan los pájaros perdidos,
de sus tiernos hijuelos olvidados,
en tu vuelo suavísimo mecidos).

Huye, Amor, sobre montes y collados;
yo esperaré tu paso, y entre tanto
buscaré los parajes más callados,

en soledad, para ensayar mi canto.
y tendida en praderas deleitosas
donde brota el romero y amaranto,

veré los días de oro, las graciosas
tardes, donde ya brillan los luceros,
y el giro de las noches luminosas.

¡Que vuele la canción por los oteros
y escuchen a la siesta los pastores
los gritos del deseo lastimeros;

y el Austro, desatado entre las flores,
recoja el canto claro y armonía
que responde a la voz de los amores.

Yo desearé tus besos como el día
y diré que tus pechos son mejores
que el vino, dador nuestro de alegría.
18 de junio, 1937

David

¡Oh Betsabé, simbólica y vehemente!
Con doble sed mi corazón heriste
Cuando la llama de tu cuerpo hiciste
Duplicarse en la onda transparente.

Cerca el terrado y el marido ausente,
¿quién a la dicha de tu amor resiste?
No en vano fue la imagen que me diste
Acicate a los flancos y a la mente.

¡Ay de mí, Betsabé, tu brazo tierno,
traspasado de luz como las ondas,
lió mis carnes a dolor eterno!

¡Qué horrenda sangre salpicó mis frondas!
¡En qué negrura y qué pavor de invierno
se ahogó la luz de tus pupilas blondas!
Agosto, 1944

Comentario:
Nació en Morelia, Michoacán, en 1910. Publicó su primer poema a los trece años en Revista de revistas. De 1928 a 1933, trabajó para la Metro Goldwyn Mayer en Nueva York. No perteneció a ningún grupo literario. Sus Poemas, editados por Antonio Castro Leal y con prólogo de Antonio Méndez Plancarte, se publicaron en 1955. El párroco ideal según yo lo había soñado salió ese mismo año, Poesías y prosas en 1971 y una Antología en 1979. Concha Urquiza murió el 20 de junio de 1945 ahogada en Ensenada Baja, California.

VER o CREER.. [Mi poema]
David Refoyo [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Yo siempre supe que ver
y creer no eran lo mismo,
que la pila del bautismo,
sin la fe, se iba a perder
despeñada en el abismo.

Que aprender el catecismo
no me iba a servir de nada
si no fuera acompañada
de aquel acto de civismo
que es la iglesia y su manada.

Y que ver y que esperar
eran como el pan y aceite
o la tierra y la simiente
tan dispuesta a germinar
misteriosa, de repente.

Y supe que el hombre espera
que alguien juzgue a la injusticia
y compense en la pericia
a quienes hacen bandera
de malicia y de impudicia.

Que ambos polos son opuestos
del que sabe que es creyente
y el que no cree y se siente
que es flor sin tierra y sin tiestos,
sin alma que lo sustente.
©donaciano bueno.

MI POETA SUGERIDO:  David Refoyo

PHILAE O LA SONDA DE NEIL YOUNG

Los objetos se anidan dentro de un espacio indefinido
atraídos por una extraña fuerza centrípeta.

Tal vez el amor –dije.

Philae fue diseñada según tus parámetros:
una década a contracorriente,
un sesudo análisis de los entes gravitatorios
o las circunstancias.

Datos de carga/ baterías
para, finalmente, alcanzar el estado líquido en el aterrizaje

. /en el reposo.

Los periódicos no ocultaron la problemática
y el pequeño paso para el hombre permaneció activo,
latente en las conversaciones,
ya leyendas.

Si yo muriese harías de mí un surco.

Neil Young compone otro disco en su casa de Sanabria,
otro álbum basado en la longitud de onda,
en el cableado interestelar,
en un retiro dorado en Alabama/ Castilla.

Fuiste sonda y cometa,
tardamos toda una carrera espacial en lograrlo
y, por fin, nos hicimos la foto
-nunca selfie- incluso en los automatismos.

Acoplados en un mágico viaje a través del cosmos.

Una década de estudio, de convergencia,
de descensos sin apenas ensayos.

Voy a dejar aquí estas zapatillas –dije.
No olvides también un cepillo de dientes –respondiste.

300.000 kilómetros por segundo en una sola dirección.

TRÍPTICO DEL CONTRABANDO

La noche cierra temprano
al calor de las factorías abandonadas.

Un zorro abatido en el arcén es el fracaso de un dios.

Lo que antes era exacto ahora no encuentra
su sitio.

Una disléxica parábola del antiguo testamento.

No hay mordiscos en su piel
apenas sangre alrededor de un cuello sin orificios.

Hace diecisiete años que no utilizo reloj [2] y el tiempo permanece estable.

Aún vivían el Abuelo y la Tía: sana y fuerte
y las calles conservaban su nombre intacto

lejos de las células confabuladas.

Creíamos en un futuro apacible,
paseos por las avenidas de Buenos Aires
y exposiciones colectivas para honrar a Rafael.

Las manecillas transformaron su código genético
y dieron la función por terminada.

No busqué pilas nuevas
ni cargadores con transformador incorporado
y su tiempo se apagó.

Alguien gritó Ángel frente a la luz opaca del granito.

No hubo alas o magia. Y su tiempo se apagó.

Te miro y sondeo un futuro dudoso
que dignifique nuestro ardor:
corremos en una cinta mecanizada
. el no avance
. la quietud.

Ningún militar quiere saltarse el paso el día del desfile.

Los hijos, la sintaxis o las emociones,
. perduran.

La única palabra desterrada es tarde.

Siempre hay espacio para nuevos satélites,
para fichajes de última hora,
para recuperar los puntos perdidos,
la maledicencia contra la autoridad
. vigente.

La noche es tópica y joven.

Tópica.
. Y joven.

Resaltaremos los festivos en rojo.
. Y olvidaremos todos los funerales.

CANTO DECIMOQUINTO

No soy de aquí: me tiñe una mudanza

Willy Mickey

Perdimos la fe
entre acordes perfectamente reconocibles:
. un coro de proxenetas entonaba el Réquiem.

La cerveza dejó de ser una excusa razonable.

Cercados por lo extraño,
por una melodía que abarcaba desde la enfermedad
a los últimos nacimientos.

Es semiótica, pensé.

Cuántos litros son necesarios para dinamitar una estructura,
para soterrar la secuencia del ADN.

Para la devastación de los cultivos veraniegos.

Nos hablan los mitos desde el otro lado del póster,
por qué nunca el fotógrafo o mamá desde el cuarto de estar.

Nunca dicen dolor. O tristeza.
Nunca dicen.
. Nunca.

Han asfaltado la vieja carretera del embarcadero.

Hombres enviados por las administraciones
te invitan a estrenar el firme
como si nunca antes hubiera sido.

Como si la mezcla no cargara con recursos anteriores
en un específico ejercicio a favor del reciclaje.

Materia y piedrecitas minúsculas que ya fueron camino,
brea, alquitrán:
. carreteras de lejanos puntos del mapa
reconvertidas en senda nueva y constante
hasta el litoral.

No volveremos enteros.

Crecimos mirando al agua, pero no paso a la página siguiente sin haber comprendido bien esta.
Leo despacio. Voy despacio.

Avanzo como septiembre: caluroso y despistado
y de repente enero,
un mes cruel para los mirlos.

Hace tiempo que busco un surco impío,
una semilla arrocera que germine en la humedad,
en el alcohol siberiano que nos protege.

En la poesía que sólo tú comprendes.
. Que sólo tú eres.

No maté a las musas: maté a García Montero.

Tres disparos sobre su pecho yermo,
camino de Víznar.

amor.txt

La era de la comunicación no garantiza el contacto.

Nos aficionamos a las máquinas expendedoras
porque alimentaban nuestras acciones urgentes
y confundimos la comida rápida con el amor lento,
cultivado al fuego de la década y del rock & roll.

Tú conducías y las luces de la ciudad
se hacían más pequeñas,
se olvidaban en resacas de olas y ron,
de guitarras electroacústicas
que desgarraban el regreso.
**
Hemos perdido al tendero del barrio,
pero hemos ganado el Whatsapp,
la nostálgica amistad con amigos del colegio
y con aquellos rollos de una noche
que parecieron un siglo interminable.
**
Crecí en un barrio humilde,
no me molestan ni el ruido ni el bullicio,
es el silencio,
el periódico que no llega
o el wi-fi desconectado
lo que realmente me pone nervioso.
**
Google no puede mostrar la página
o el servidor ha dejado de funcionar
es, para nosotros,
la imagen más cercana
de lo que supondría una guerra,

la devastación:
incomunicados en una sociedad
que nos exige señales de vida constantes
a modo de tributo.
**
¿Alguien nos vio haciendo el amor?
¿Qué clase de intimidad compartimos en tu muro de Facebook?

Acaso los robots nos nutren de #megusta
y somos felices por un instante.

Un rastro de gráficos y repuntes exagerados,
como análisis del desempleo nacional.

[Nota: amor.txt es un extenso y único poema de amor, viajes y nuevas tecnologías; de modo que los versos sueltos que he copiado arriba deben entenderse como partes desgajadas de un todo, sin el que quizá el sentido se pierda; aunque, en mi opinión, esos versos funcionan muy bien de manera independiente, se pueden leer aislados] [La Bella Varsovia]

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Quiero creer que estoy volviendo Mario Benedetti

Vuelvo / quiero creer que estoy volviendo
con mi peor y mi mejor historia
conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo
hay tanto siempre que no llega nunca
tanta osadía tanta paz dispersa
tanta luz que era sombra y viceversa
y tanta vida trunca
vuelvo y pido perdón por la tardanza
se debe a que hice muchos borradores
me quedan dos o tres viejos rencores
y sólo una confianza
reparto mi experiencia a domicilio
y cada abrazo es una recompensa
pero me queda / y no siento vergüenza /
nostalgia del exilio
en qué momento consiguió la gente
abrir de nuevo lo que no se olvida
la madriguera linda que es la vida
culpable o inocente
vuelvo y se distribuyen mi jornada
las manos que recobro y las que dejo
vuelvo a tener un rostro en el espejo
y encuentro mi mirada
propios y ajenos vienen en mi ayuda
preguntan las preguntas que uno sueña
cruzo silbando por el santo y seña
y el puente de la duda
me fui menos mortal de lo que vengo
ustedes estuvieron / yo no estuve
por eso en este cielo hay una nube
y es todo lo que tengo
tira y afloja entre lo que se añora
y el fuego propio y la ceniza ajena
y el entusiasmo pobre y la condena
que no nos sirve ahora
vuelvo de buen talante y buena gana
se fueron las arrugas de mi ceño
por fin puedo creer en lo que sueño
estoy en mi ventana
nosotros mantuvimos nuestras voces
ustedes van curando sus heridas
empiezo a comprender las bienvenidas
mejor que los adioses
vuelvo con la esperanza abrumadora
y los fantasmas que llevé conmigo
y el arrabal de todos y el amigo
que estaba y no está ahora
todos estamos rotos pero enteros
diezmados por perdones y resabios
un poco más gastados y más sabios
más viejos y sinceros
vuelvo sin duelo y ha llovido tanto
en mi ausencia en mis calles en mi mundo
que me pierdo en los nombres y confundo
la lluvia con el llanto
vuelvo / quiero creer que estoy volviendo
con mi peor y mi mejor historia
conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo.

ALMA REPICADA [Mi poema]
Juan José Domenchina [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Amo las noches que al albur fenecen
dando a luz y encumbrando a nuevos días,
que animan a soñar mientras decrecen
y esconden en sus vientres melodías.

Amo lo oscuro de las noches frías,
me gusta navegar en anchos mares
y en ellos enfrentarme a pasantías
sin miedos, sus temores y avatares.

Sé que vivo en la nube, fantasía
de un barco que me arrastra a mar incierto,
allí donde he plantado nuestro huerto
sembrándole de amor y de alegría.

Ese huerto repleto de amapolas
plantado, santo y seña, un limonero,
y ramas en que exhiben un te quiero
para envidia y pelusa de las olas.

Así pasen mil días y mil noches
y el mundo en un tris-trás se venga abajo
que suenen las campanas sin badajo
y rujan y amenacen mil fantoches,

si no puedo observarte en el espejo,
habrán días y noches, no habrá nada.
Que hoy amo, así sea difuminada,
ver mi alma repicada en tu reflejo.
©donaciano bueno.

MI POETA SUGERIDO:  Juan José Domenchina

Destierro

Es la noche sin fin, la desvelada
noche, que con sus filos de cuchilla
implacable recorta en amarilla
muerte, nuestra silueta enajenada.

Vivir, cuando vivir no vale nada,
equivale a sembrar, con la semilla
infecunda, el dolor, que tanto humilla;
de una existencia rota y postergada.

Y el insomnio repite inexorable
el paso de la vida irrevocable,
que, sin dejarse de sentir, se aleja.

¿Dónde nos llevará, tan sin camino,
tan juguete irrisorio del destino,
nuestra razón destartalada y vieja?

Distancias.

Distancias.
En la vida hay distancias.

El hombre emite su aliento,
el limpio cristal se empaña.

El hombre acerca sus labios
al espejo…
pero se le hiela el alma.

(…Pero se le hiela el alma.)

Distancias.
En la vida hay distancias.

Doncel póstumo

Caliente amarillo: luto
de la faz desencajada;
contraluz que atributo
y auge de presunta nada,
¡muerte! Por la hundida ojera
se asoma la calavera,
ojo avizor de un secreto
que estudia bajo la piel
su salida de doncel
póstumo: don de esqueleto.

La corporeidad de lo abstracto (Mujer…)

Mujer. Palabra rubia,
de miel. Vaso de oro.
Persistencia monótona, de lluvia.
Silencio puro. Balbucir sonoro.
Mármol o bronce. Simulacro.
Corporeidad rotunda. Lanza
de emoción. Fuego sacro.
Cumbre de todos los instintos. Danza.
Médula de lo ignoto. Áurea vedija
inoercible. Vientre de los nombres.
Arca de la eternidad. Hija
del Hombre. Madre de los hombres.

Hastío

Hastío -pajarraco
de mis horas-. ¡Hastío!
Te ofrendo mi futuro.

A trueque de los ocios
turbios que me regalas,
mi porvenir es tuyo.

No aguzaré las ramas
de mi intelecto, grave.
No forzaré mis músculos.

¡Como un dios, a la sombra
de mis actos -en germen,
sin realidad-, desnudo!

¡Como un dios-indolencia
comprensiva-, en la cumbre
rosada de mi orgullo!

¡Como un dios, solo y triste!
¡Como un dios, triste y solo!
¡Como un dios, solo y único!

Mis plantas, estas plantas… (18 de diciembre)

Mis plantas, estas plantas de impreciso
paso sin huella, errantes por el suelo…
Ayer anduve firme, y hoy no suelo
sentirme las pisadas cuando piso.

Anduve firme cuando Dios lo quiso.
En mi solar dejaba sin recelo
bien asentado el pie que ?en vilo, en vuelo?
hoy va, entre dos azares, indeciso.

Triste levitación de exasperado
?y en revuelo pueril de ala partida?
que cruza por la tierra, desterrado.

Tras su sombra, y sin huella, en una ardida
fuga de corto alcance alicortado,
sobre otra tierra ya, también perdida.

Una vez más tu piel… (31 de diciembre/1 de enero de 1944)

…camisa de culebra en el camino…
J. J. D.

Una vez más tu piel, tu desprendida
piel de reptil, se pudre en el sendero,
junto al descamisado pordiosero
que nos viene a vender la nueva vida.

Con plantas sin raíces, mal prendida
a la derrota de su derrotero,
va el paso peregrino del romero
extático en su punto de partida.

El curso ?intemporal, intempestivo?
de este tiempo que pierde su andadura
queda absorto en instantes sin motivo.

…Tu amanecer difuso nos augura
otro permanecer, otro cautivo
tiempo en espera, por la noche oscura.

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PIRAÑAS [Mi poema]
Rafael Laffón [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Sin bloques ni balizas rompeolas,
en este remolino que es España,
tan llena y tapizada de amapolas,
va arrastrando sus devenir a solas
mientras siente el cincel de la guadaña

de algunos que se dicen pretendientes
mas llenos de miseria y de patrañas
despeñando el pasado en las pendientes
cual fueran desperdicios malolientes
infectas como un campo de alimañas

-lagartos, renacuajos y serpientes-
sacando a pasear sus artimañas
gozando al extraerle las entrañas
o impidiendo germinen las simientes
por mor de salamandras y pirañas..
©donaciano bueno

La #patria es un argumento muy manido? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Rafael Laffón

EL PIE LIGERO

Salvar tiempo y distancia
-moroso empeño siempre a la fatiga-,
milagro es en vosotros de elegancia,
¡oh, pies alados de la dulce amiga!

Pies alados, pies breves,
aquí de mis querellas:
¿cómo pisáis tan frágiles y breves
si dejáis al pisar tan hondas huellas?

GRILLO

A R. Porlán y Merlo

Molinillo de café
-del café puro de la noche-:
grillo.

Grillo,
buen menestral que mueles la sombra
que es café puro de Sur y estío;
y es el sorbo neumático
de gravedad que acerca a los amigos;
e infusión de emboscada
del calamar del infinito;
y vaho ciego
de caer de espaldas al abismo…

¡Este café que mueles, grillo!
Café puro, con gotas de estrellas,
que desvela a los niños…

INVITACIÓN A LA VIDA

Pasan las aguas por el cauce
y no terminan de pasar;
mas si de un agua no bebimos
nunca aquel agua tornará.

Y mientras corre el tiempo y llega
la hora feliz que imaginamos,
se va la vida, huyendo siempre,
cual se va el agua entre las manos…

Gocemos hasta marchitarlas
todas las flores del camino,
ya que el dolor jamás perdona
ni un paso de nuestro destino.

Gocemos la vida, gocemos…
¿Quién del mañana gozará?
Gocemos hasta embriagarnos
con una absurda saciedad.

Y aunque de luz se abrase el alma,
presto vayamos a la luz…
¡No hay más que al fin de los caminos,
sobre una lápida, la cruz!

LA CICATRIZ Y EL REINO

I
Yo no sé si ella está dentro o afuera, por el mundo…
O si asoma a mi carne a la intemperie.
Esta cicatriz mía, la que me adjudicaron,
igual, irreversible.
No tiene vuelta, como le sucede
a un viejísimo traje que se arrodilla él solo…
Que se arrodilla cuando está en la percha,
a fuerza nada más que de costumbre triste.

Pero os hablaba
de una tremenda cicatriz, la mía,
que se reactiva siempre
con la humedad, pero humedad de lágrimas.
Que disimulo yo en alguna parte.
Tan vergonzante, pero que me abrasa
igual que un mal zurcido en la camisa.
Aquel zurcido que en cualquier prenda
llevaba yo al colegio.
(Este Laffón, tan buen alumno siempre
pese a ser un torpón en matemáticas.)

O cuando me atrapaban, sorprendiéndome,
por merienda tres nueces, más o menos.
Y yo, sonriendo, con rubor
-qué fácil niño
para el rubor-, tan sólo les decía:
¿No queréis de mi postre?

O cuando un tiempo tuve
mujer muriente,
y aquel contrabandista de aquella medicina,
tras de agotarme me arrojó a la calle…
Cuando a las malas violencias frías
opuse mi silencio y me acordé del Cristo.

Cuando después y antes, cuando siempre,
cuando ayer y mañana
hay que optar con el pan en una mano
y en la otra mano un ídolo.

II
Quiero yo a esta pequeña vida porque es la mía;
y aun en mi dispersión
y diáspora final en propia carne
lo sigue siendo.
Pero un miedo total se me hizo carne
y me asalta hasta en sueños
a las doce del día.
Y tiemblo, Señor, tiemblo
frente a aquello o lo otro,
que tengo la lección bien aprendida.
Y hasta cuando esta mano
remueve el aire en un saludo,
me acongoja, no sea
que se me desintegre un transeúnte.

III
Yo soy el incapaz de la ironía. Ese crimen
impune… Va de veras.
Sí, sí, yo tengo que dar gracias.
Sí, yo supe de cosas -¿las felices?-,
que, pudiendo, no fueron…
¡Y el no poder fue luego mi alegría!
Tantas veces he visto al Padre en una resta.
Dios está en una resta.
Dios es la resta, amigos.
La prueba de restar, ¿no es una suma?
(Teología sospechosa
de un espejo de orgullo o de ternura
donde en la oscuridad de muchos vientres
tanto he temblado, tanto…
¡Qué saben los espesos y redondos!)

¿Pero sabéis vosotros? ¿Lo sabéis?
Es ésta la cuestión… Es ésta.
No, no busquéis la llave del secreto,
ni cambiéis al enfermo de postura.
La llave aquella se perdió hace mucho.
Buscad humildemente:
la llave no, la cerradura.
Encontradla, palpadla como ciegos.
Permitiréis que os abran. Que alguien abra,
aunque meta la llave en vuestra herida.

RESURRECCIÓN

Cuando Dios diga ¡Alzaos! y truenen las trompetas,
sonarán nuestros gritos de ansiedad emergente;
nuestros gritos de tierra tantos siglos sin nombre;
nuestros gritos que estaban aguardando en las órbitas
heladas de los cuerpos celestes que se aman;
nuestros gritos de niños ciegos que se perdieron,
al recobrar el tacto concorde de otras venas.

¡Temblor de asidas manos tras del naufragio inmenso!
Romperemos las aguas y las duras raíces
y el cristal de las sales telúricas absortas.
Estas tus manos y este el color de tus ojos,
irisado en las luces del novísimo día.
Y esta ya la medida de nuestros corazones…
¡Otra vez nuestro gozo confinado en fronteras!

Allí una carne hermosa proclamaré por mía:
Mirad -diré-, las huellas antiguas de mis brazos.

OCTUBRE

Octubre acuña en oro
redondo su moneda…
La luz es como un toro
retinto en la arboleda.

Qué próvida hermosura
de este pecho opulento.
Tal que una fruta madura,
sabroso, el pensamiento.

Boga octubre en su barca
por un mar de delicia.
La sangre, ¿es roja o zarca?
¿Es latido? ¿Es caricia?

Cómo, Señor, se ufana
desde el cenit la vida.
Su gloria se desgrana
por el aire cernida.

Piel fragante, piel suave,
tersa piel de aire y cielo.
El tacto es miel que sabe,
y el sabor, terciopelo.

Plenitud, sí, de octubre
para el gusto y la mano.
Mas la pulpa, ay, ¿no esconde
ya en su dulce el gusano?

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POEMA DEL AMOR QUE PUDO SER [Mi poema]
Eugenio D'Ors [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Hoy quisiera decírtelo al oído
igual que si te amara, susurrando,
al filo del camino, promulgando
la suerte de yo haberte conocido,

la lumbre que alumbraste con tu tea
y el miedo a lo ignorado que yo tengo.
Pon tú las condiciones, yo me avengo,
mas pido haz un receso en la pelea.

Que un día yo te tuve y no lo supe
y fui como ese ciego que tropieza
alzando hasta ese cielo su cabeza,
sintiendo con dolor como le escupe.

Y es que es hoy, después de tanto tiempo,
el deseo aun se enciende en mis pupilas
pues quedan sus rescoldos y pabilas
que sirven nada más de pasatiempo.

Ahora sé, dudar es de cobardes,
mas quiero susurrar, cual si te amara,
que el ritmo en el amor nunca se para
así se haya escondido y no haga alardes.
©donaciano bueno.

En verdad hay #amores que son #eternos? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Eugenio D’Ors

As time goes by

Decir pestes de él tiene, sin duda,
un sólido prestigio literario
-tacharlo de asesino, por ejemplo,
o compararlo con
uno de esos ciclones con nombre de corista
que pasan y que dejan en los telediarios
un paisaje de grandes palmeras derrocadas
y uralitas errantes,
o simplemente lamentarlo a base
de tardes y de otoños en pálidos jardines-,
pero ahora, con la mano en el poema,
os lo confieso: he sido siempre yo
el que salió ganando de todos nuestros tratos.
A cambio de esta luz sabia y serena
con la que la experiencia ilumina las cosas
a mí se me ha llevado
sólo la juventud, ese divino
tesoro que no sirve para nada
-ya lo dijo Mark Twain- puesto en las manos
insensatas de un joven.

Caballos en la nieve

Que esta página salve aquel momento:
la senda de hojarasca
que sonaba encharcada a nuestro paso
bajo la rumorosa cúpula del hayedo
{ahora aspiro ese aroma fecundo del otoño),
y el remoto fulgor de la nieve temprana:
Okolín y Sayoa. Arriba campas frías
-aquel áspero viento que llegaba de Francia-
con bordas en ruinas. Bajo el gris invernizo,
por un alto helechal con nieve polvorosa
-todo como una foto en blanco y negro-,
repentino, al trote,
unos caballos de greñudas crines.
Símbolo de otra cosa lejana (y de muy dentro)
que yo desconocía, y desconozco,
los dejo en estos versos. Aunque nunca consiga
saber qué significa un trote de caballos
sacudiendo la nieve de unos helechos negros.

En el tren

Hoy la luna persiste y se viste
de un oro que el día le envía.
Alba equívoca, yo no diría
lo que tiene de agudo y de triste.
Mi alma hace un alto en el salto
que proyectan, esquivos, los chivos,
desde el gris de unos vagos olivos
sobre el cielo de tenue cobalto.
Y duele pasar sin saber
el secreto que en la hora indecisa
dice, acaso, con risa, la brisa.

Ágil brisa del amanecer:
ni despiertas ni dejas dormir,
no consientes soñar ni vivir.

À une passante:

Mira que es ordinaria y gorda. ¡Y esa falda!
seguro que se llama Encarni o Chary
(no serás tan cenizo de suponerla Yénifer).
Seguro que se sabe todos los culebrones.
Seguro que habla azín —y con el chicle
asomando por medio de cada tontería—.
Peluquera o cajera, muy sincera,
moderna con su pircin,
chismosa, con un punto rociero
y loca por «salir»: todos los requisitos
de la mujer que tú siempre has soñado
en tus más negras pesadillas.

Y,
sin embargo —confiésalo—, por un instante, sólo
el tiempo de un destello,
algo dentro de ti la ha envidiado: esa mano
apoyada en su hombro,
la mano de ese novio de barriada,
también vulgar y chata, hecha al ladrillo,
y el soplete, esa mano que, pese a todo, tú
sabes que, a su manera, es el Amor.

Made in Pakistan

Manos pakistaníes
que en un insospechado rincón del tiempo, anónimas
y remotas, pasasteis sobre este mismo pliegue
en que ahora están las mías; que por unos momentos
dejasteis vuestra áspera tibieza
sobre este colorido que ahora mismo,
aquí en mi casa de Granada, España,
acaba de salir de su paquete,
como el pollo del huevo,
hacia la luz de un mundo con que muchos
sueñan en Pakistán
y luego os alejasteis para siempre,
al fondo de una oscura cadena de trabajo.

(…)

Manos
que ahora mismo las mías adivinan y sienten
ligadas a una vida
desconocida pero que misteriosamente
es la mía también, y estrechan, en un gesto
de secreta unidad,
por encima del tiempo y la distancia.

Canción, por donde vayas
proclama que entre todas mis horas hubo una
en que una camisa comprada en las rebajas
vi que todas las vidas son una misma Vida.

Carretera

(Homenaje a A. T.)

Invierno gris sobre las sementeras
hurañas de Castilla. Atrás quedaron
-niebla harapienta y hielo- los peñascos
de Pancorbo, y la tarde palidece
tras este parabrisas de mosquitos
estrellados. La carretera, eterna
-en la cuneta, un repentino vuelo
de urracas-, va esfumándose a lo lejos,
en el futuro. Por la radio insisten
los políticos. Pasan camiones
porcinos hacia Burgos. (Y algún tiempo
después pasa su olor). Villamartín,
Villarramiel, Frechilla, Villalón
de Campos, tantos fantasmales pueblos
de adobe -una bombilla solitaria
ya encendida (¿por quién?)- de los que aún
no se borró la antigua bienvenida
de yugos y de flechas, espadañas
con olvidados nidos de cigüeña,
andrajos de carteles de algún circo…

Tras este parabrisas de mosquitos
estrellados -el día ya apagándose-,
postes y postes. Postes que sostienen
pentagramas de pájaros sombríos.
Postes como de un sueño.
Pero mira
esos cables y anímate, muchacho:
acaso por alguno de ellos va
ahora mismo -la vida no es tan negra,
al fin y al cabo-, tembloroso de
pura belleza, hacia cualquier oído
perdido en la espaciosa y triste España,
uno de esos poemas que recita
tu amigo Andrés Trapiello por teléfono.

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SOBRE LA TIERRA DE CASTILLA [Mi poema]
Adriano del Valle [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Sobre la tierra amarga de Castilla
el Duero va y dibuja su esqueleto
a veces reposado, otras inquieto
del chopo que hay al lado haciendo astilla.

En el alma sedienta del camino
quebrado va trazando un solitario,
las cuentas repasando del rosario
una a una sabiendo que es su sino.

Amor, recuerda, dime, ¡cuántos sueños
quedaron por su cauce rezagados!
¡maldita soledad y ojos cegados
que un día resultaban halagüeños!.

Borrachera, bendita borrachera
llena de luz, de sol, de sueño y vino
que pudo definir nuestro destino
quedándose aparcado en la ribera.

Hoy queda ese recuerdo en la mirada
henchido de nostalgia y de emoción,
que pudo ser de amor su transición
y fuese diluyendo en la andanada.
©donaciano bueno.

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MI POETA SUGERIDO:  Adriano del Valle

Al lago Mayor

El reino mineral, vítreo, derrama
u doblado país, cúbico apenas,
eslabonando peces y, azucenas
oga el reloj, el pétalo y la escama.
La luna, deshojándose, embalsama
aíces de balizas y cadenas.
alafatean lagartos y sirenas.
arpa el trino al socaire de la rama.
Se abre de par en par al embeleso
l agua sosegada entre las flores,
on goznes de suspiros y amapolas.
Dulce molusco, al aire se abre el beso
derrumban los peces voladores
us castillos de escamas en las olas.

A Fiésole

Esparce su dorada agrimensura,
riego templado en sol, la luz celeste,
a Fiésole, al jardín, al soto agreste,
al ave, al ruiseñor de la espesura.

El gótico ciprés, y en su verdura
los céfiros y arpegios del Oeste
que Florencia le envía. Su entorno es éste
y el Arno es longitud y el Domo altura.

Aquí tiene el silencio voz de hormiga
y soledad el agua restaurada
y el arco tiene en Dios su excelsa clave.

Su ¡Ave, César! entona ya la espiga,
gladiando con la hoz su rubia espada,
y reza en el ciprés, cantando, el ave.

A Nápoles

Nápoles apareja sus jardines
y ofrece al pez, virgíneas, sus corolas,
sus anclas de azahar, sus amapolas,
su pulso en flor, su anzuelo, a los delfines.

Toman baños de sol los bergantines.
La lava baja al mar en rompeolas.
Pompeyas de coral cuajan las olas.
La sal sabe a limón, sabe a jazmines.

Y en náutico cristal, la alegoría
del foque y el jardín… Mesa revuelta
que congrega al balandro y al tranvía

con el Vesubio, allí, casi en la puerta…
Y Capri en la azulada lejanía
de un sueño organizado a pierna suelta.

El secreto

A orillas de la fábula, secretamente mía,
desde el árbol de sangre donde nace el latido
que se asoma a tu pulso, tu lengua, flor mojada,
era un sésamo oculto para el paisaje mórbido
de tu floral desnudo, desgajado en pudores
y amorosas laderas silvestres, en la sombra
de tus senos en vilo, colmenas del enjambre
cuyo vuelo guiaba el beso más antiguo.

Sempiternas colinas con pétalos y zumos,
el sí y el no acertaban, dudoso de tu aroma;
áureo botín de besos, acosadas axilas,
fugacísima imagen traída en tus relámpagos,
abriéndome entre lirios palomas y moluscos.
Y tú, ya casi un claro de luna en tus pestañas,
arcángel sin edad eras sencillamente.

Y acueducto sin lluvia, la luz del arco iris
nos volcaba el secreto flamígero del beso,
la soledad abriendo a nuestras almas juntas
donde las aves urden sus alcobas de trinos.
¡Oh amada mía! Siempre tu inaccesible cumbre;
y ya en ti, me despeño virgíneamente tuyo,
cuando el aire y el río te huelen desde cerca
el tatuaje invisible de la piel de tu aroma.

Y entonces, voy bajando por la rampa del grito,
del fulgor y la piedra, del viento y de la nieve;
ave soy rubricando con el vuelo las cumbres;
Ángel Caído soy recluido en tus ojos,
mordiendo en tu cabello sus pendulares frutos,
desplegando en mi torso su funeral bandera,
tu ardiente cordillera midiendo con mis brazos…

Con mi equinoccio envuelvo tus claros hemisferios
de antípodas caricias, cuando exploran mis besos
la tibia sangre nómada de tus venas azules.
La luna era el ex-libris del éxtasis nocturno,
tallo de flor nacido de tu propia semilla,
soledad sin los árboles que sostienen el cielo,
la delicia ignorando de beber en tu lengua,
como la piedra ignora el lenguaje del pájaro.

Si el beso no era un símbolo creado en tu homenaje,
su corola en tu hálito tuvo pétalos dulces
para impregnar la tierra con mieles suficientes
cuyo dulzor brotaba de la raíz del mundo.
Te conocí en el lecho mineral del planeta,
mientras tú apaciguabas la luz en la montaña…
Cósmicamente mía… Norte, Sur, Este, Oeste,
nupciales, cuatro vientos te velaban el sueño.

FÁBULA DE LA ROSA Y EL VELOCÍPEDO

-Cuidado, Doña Perfecta,
-dijo a la rosa el biciclo-.
¿Por qué me sales al paso?
Si no te apartas, te piso….

-Pasa ya, tonto de acero;
no tienes miedo al ridículo.

-El jaramago te adora.

-¡Mentiroso!

-Yo lo he visto.

-Yo nací con la manzana;
vi a Eva en el Paraíso
y habrá rosas de mi estirpe
en el Día del Juicio.

-No sigas, rosa perfecta,
de eso a mí me da lo mismo;
tienes una vida efímera.

-Todo en la vida es efímero…

HORARIO SENTIMENTAL

ASTURIAS. Mi adolescencia. Había en la rada un velero
que estaba cargando sidra, fletado por un sidrero;
yo soñaba con mi novia, la hija del estanciero;
mi novia, flor de los trópicos, luna azul del ecuador.
Sonaba un dejo de gaita y un redoble de tambor…

Todas las noches leía «El crimen del padre Amaro»;
por las páginas del libro cruzaba la luz de faro
de vez en vez…De luceros se llenaba mi ventana,
flora estelar del jardín que regará la mañana
con su manguera de luz. Yo soñaba, yo leía…
Mi adolescencia bogaba, soñando, por la bahía…

Mi abuelo Manuel del Valle, fue capitán de un velero
como aquél que en la bahía carga sidra de un sidrero.
Dan las doce de la noche. El reloj, sobre el testero,
con su péndulo – tic tac- junta horario y minutero.
Canta el cuco – cu cu cu cu…-en su idioma relojero.

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Miguel de Unamuno

Dorium-Duero-Douro  

Arlanzón, Carrión, Pisuerga,
Tormes, Agüeda, mi Duero.
Lígrimos, lánguidos, íntimos,
espejando claros cielos,
abrevando pardos campos,
susurrando romanceros.

Valladolid; le flanqueas,
de niebla le das tus besos;
le cunabas a Felipe
consejas de comuneros.

Tordesillas; de la loca
de amor vas bizmando el duelo
a que dan sombra piadosa
los amores de Don Pedro.

Toro, erguido en atalaya,
sus leyes no más recuerdo,
hace con tus aguas vino
al sol de León, brasero.

Zamora de Doña Urraca,
Zamora del Cid mancebo,
sueñan tus torres con ojos
siglos en corriente espejo.

Arribes de Fermoselle,
por pingorotas berruecos,
temblando el Tormes acuesta
en tu cauce sus ensueños.

Code de Mieza, que cuelga
sobe la sima del lecho.
Escombrera de Laverde,
donde se escombraron rezos.

Frejeneda fronteriza,
con sus viñedos de fresnos,
Barda d´Alva del abrazo
del Agüeda con tu estero.

Douro, que bordando viñas
vas a la mar prisionero,
de paso cojes al Támega,
de hondas saudades cuévano.

En su Foz Oporto sueña
con el Urbión altanero;
Soria en su sobremeseta
con la mar toda sendero.

Árbol de fuertes raíces
aferrado al patrio suelo,
beben tus hojas las aguas,
la eternidad del ensueño.

De: Cien años de Poesía
Poetas contemporáneos en sus versos.

Comentario: 

Para el Nuevo Mester de Juglaría este disco pretende llamar la atención sobre «la identidad geográfica» del río y cuenta también con temas portugueses. Consideran que durante mucho tiempo se dio la espalda a Portugal con el que compartimos algo tan importante como es el Duero. la inspiración de este disco procede de los textos de Antonio Machado. También de Gerardo Diego y Unamuno, entre otros autores, recoge textos en algunos de los 15 temas con títulos referentes a este elemento que une distintos puntos de la geografía como ‘Nace el Duero’ o ‘Cuna de agua’.

Dorium-Duero-Douro – Miguel de Unamuno

ESE IMPULSO, EL DE ESCRIBIR [Mi poema]
Juan Rodolfo Wilcock [Poeta sugerido]New

MI POEMA…de medio pelo

 

Si alguno por qué escribo se interesa,
habré de ser sincero y responder,
que escribo lo que escribo sin saber
por qué ni para qué, que es mi  sorpresa,
consciente que muy pronto ha de perder.

Si alguno me pregunta por qué escribo,
por qué mis versos son de medio pelo,
por qué recurro a Dios y cito al cielo,
escribo que así sé yo sigo vivo
y al tiempo a mi me sirve de consuelo.

Que escribo para olvidar
que un día debo morir
y así prefiero seguir
y del tiempo disfrutar,
soy como aquel calamar
que se oculta tras la tinta,
cada día hago una finta
mientras la pueda estirar,
que ese ya es otro cantar,
otra canción muy distinta.

¿Bailar? Yo no sé bailar.
Pues si bailar yo supiera
antes que mi cuerpo ardiera
ya no habría de parar.
Entre tanto, caminar
y escribir algún poema
forman parte de mi esquema,
los que ocupan mi lugar.
Después ya vendrá el penar
aunque aquí ese es otro tema.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Juan Rodolfo Wilcock

Cuando tú, mi poesía, lees poesía

Cuando tú, mi poesía, lees poesía,
el cielo se oscurece con una luz verde,
la gente huye de la orilla del mar
por un presentimiento remoto de tormenta
o de contraste entre los elementos,
se enarbolan chispas en los cables del tranvía,
y un gran silencio cae sobre la ciudad:
es la poesía que se contempla a sí misma.
Lees palabras de un tiempo olvidado,
de un presente que se derrumba sin tregua,
velozmente, en un pasado informe,
lees acerca de un rey y de coronas, jardines y guerras,
tú, que eres la corona de cada imperio
y el jardín del mundo conocido
y la guerra de los sentidos de la naturaleza,
lees: «¿quién profesará mis versos en el futuro
si digo ahora todo lo que vales?».
Y sucede en aquel momento que esos versos,
como una flecha arrojada a los siglos,
llegan un día a quien los inspiró.
Y entonces la oscuridad verde se hace total,
la gente se oculta, abrumada,
y en un silencio, como de terremoto,
se alza la luna sobre los castillos romanos
y todo vira lentamente al azul,
mientras tú, mi poesía, lees poesía.

¡Cómo enriqueces, cómo me enriqueces!

¡Cómo enriqueces, cómo me enriqueces!
Estaban algunos de los más ricos de Italia
y yo dije: «estoy a su servicio»,
y pensaron: «es más rico que nosotros».
Olimpia albergó el más grande de los dioses,
Éfeso a Artemisa criselefantina,
yo tengo un teléfono y llamo a este número
y tú contestas y dices: «soy yo».

Sea como sea, este mundo es para ti.

Sea como sea, este mundo es para ti.
Me he preguntado muchas veces
para qué servía, y no servía para nada,
pero ahora, gracias a ti, se vuelve útil.
Haz la cuenta de la mercadería abandonada
por Dios y tómala, la han hecho para ti
milenios de hombres que no te conocían,
pero que trataban de prefigurar
en templos y tumbas de roca y bibliotecas
un estupor, como aquél que infundes
cuando sonríes y haces que el tiempo se detenga,
y todos enmudecen poseídos
y te levantas y dices: «yo me voy a la cama».
Duerme, al despertarte estará allí tu herencia:
una ciudad que fue harto famosa,
un río sucio cantado por los poetas,
el cine donde asesinaron a Julio César,
y en torno valles, montañas, mares, océanos,
y capitales, continentes, selvas,
y pirámides, versos, adoradores
de tu forma externa o interna,
y en lo alto el cielo y el sol, las estrellas y la luna
y sobre la tierra los animales obedientes
a ti que a fin de cuentas vienes a justificar
su extraordinaria variedad.
Todo esto te pertenece y no termina nunca.

Me rindo, soy tuyo, puedes tasarme

Me rindo, soy tuyo, puedes tasarme
y venderme en el mercado en un canasto
si quieres, de todas formas de la cesta
volveré a ti como un perrito
a hacerme vender de nuevo, pintado
a rayas o a cuadros, una cosa es segura:
este perro no cambia más de dueño.
¿Cómo es que yo que gozaba al poseer
gozo ahora siendo poseído?
¡Patas arriba, perro, panza al aire,
cola movida en tu paraíso!
¡La divinidad ha dicho tu nombre
y su voz te ha alcanzado la médula!
Ladra, corre, baila: ¡qué victoria
absoluta esta rendición incondicional!.

No digo ven conmigo, digo llévame

No digo ven conmigo, digo llévame.
Delante de un santo o de una virgen ¿quién
diría: «ven ¿vamos a Túnez?».
Y si la imagen saliera a dar vueltas
¿quién no querría acompañarla, quién?.
A treinta metros veo muy bien,
quisiera seguirte siempre a treinta metros,
y a veces, cerca de un río o de una fuente,
acercarme a ese fabuloso fulgor,
cuando duermes, reposas o sonríes,
para después a la noche recluirme en la oscuridad
y comprobar que brillo también por mí mismo
y que más allá del grabador
con tu voz registrada en la cinta
se condensan apariencias luminosas
que en otros tiempos se llamaban ángeles,
formas suspendidas, espíritus aprendices
que de ti quieren en aquellos extraños parajes
aprender pureza y ternura,
recato, verdad y otras artes angelicales
jamás vistas juntas, ni en aquellos lugares ni en otros,
o cómo se rinde una nación entera
bajando los párpados simplemente.

Déjate ver en tu desnudez

Déjate ver en tu desnudez
el mundo tiene necesidad de tu belleza
para alejar los malos pensamientos
que son siempre pensamientos vestidos,
haz visible lo sublime
sin importarte si provoca escándalo:
no caerá el firmamento cuando caiga
tu ropa interior y tu blusa,
sólo en los países fríos los dioses
llevaban tales indumentos. Después,
en este Olimpo elegido por ti como morada
con las nueve colinas de la Urbe a tus pies
será erigido un palacio lleno de espejos
y en cada espejo una imagen tuya reflejada,
y allí tendrán lugar las ceremonias de Estado,
los congresos, los exámenes finales,
en presencia de la verdad desnuda.

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MI BENDITA FUENTE [Mi poema]
Miguel Valdivieso [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

CALMA
Salgo a la calle, mi fuente
reza en silencio, rebota
con su repique insistente
sobre el pretil gota a gota.

Muestra un susurro ferviente
sembrando paz nota a nota
al ritmo que la simiente
en el surco cae y trota.

Allí el entorno levita
adornando a un sol fulgente
junto a la fuente bendita
siempre amable y sonriente.

Todo es calma. Y es que ausente
la tarde ya en su derrota
dormita plácidamente,
da un estertor y se agota.

TORMENTA
De repente, es de repente
que ruge, el cielo alborota
con sus llamas el ambiente,
la lluvia baila una jota

y hunde el cuchillo. La gente
va saltando cual pelota,
resbalando en la pendiente,
da un estallido y explota

con furia asaz estridente.
Surge el viento y su fiereza
hincando el diablo el tridente
con su malsana crudeza.

En el río la corriente
un juramento barbota.
Yo pido a dios que, clemente,
repare a mi fuente hoy rota.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Miguel Valdivieso

La poesía

Sobre un motivo de Paul Eluard.

Te digo, amigo,
Que la poesía no es lo que se dice,
Sino lo que se toca como el agua.

Recorre ese soneto,
Con sus senos de luz,
Y sus caderas fijas en la nieve.

Contempla ese romance,
Árbol de pie,
Construido de labios y de hojas.

Ahonda en esa selva, ese poema.
Restallando de sílabas precoces
En boca de los muertos.

Y tócales.
Son de cristal o de mujer
O de llama en cintura igual al vino.

Toca el poema
Y quédate en la puerta de la casa
Sin saber qué decir.

Llevas creciendo entre los dedos,
Como una última noche,
La explicación del mundo.
(Ediciones El Toro de Barro, Carboneras del Guadazaón, Cuenca 1968)

Hortelano de Orihuela

Yo también soy Miguel, pero no Hernández.
Ni hortelano de mieles y de abejas.

Soy Miguel fatigado de mi traje
y el peso de la tierra.
Tuve lo que tuviste, lo que tiene
el aire de Levante de promesa.
Dije que sí a la vida y a la muerte,
sin pedirles respuestas.
Hice lo que se hace cuando el mundo
no es una cosa eternamente nuestra.
He bebido en tu luz, mordí tu fruto,
y he plantado en tu huerta.
Tú caíste ligero de tus alas,
llevando entre las manos la cabeza
herida por el techo de la casa
y los muebles de arena.
Dios te ampare, Miguel, Dios nos ampare
al calcular la suma del planeta:
Tú, más Dios, más el toro, más el ángel.
He perdido la cuenta.
Sueña por fin divinamente solo,
claro Miguel del libro y la palmera.
Miguel de la hortaliza sobre el hombro
y en las manos la idea.

Lectura

ArribaAbajo Vamos contando los días,
que los años ya se fueron.
Los ojos leen en la tierra
como sobre un libro abierto.

Sus páginas nos alumbran
el camino que corremos,
lo que alrededor se queda
y pasa alrededor nuestro.

Nos dicen que en otros siglos
lucharon persas y griegos,
que Nerón hizo un alegre
espectáculo de fuego.

Que se descubrieron mundos,
con su dulce almendra dentro,
donde si pecaba el hombre
era un pecado soberbio.

Que hubo una voz sin malicia
predicando en el desierto
y nos hablaba de amores
que no salieron al ruedo.

Pero ahora nada se sabe,
si el árbol da un fruto nuevo,
si nos saluda el vecino,
si somos vivos o muertos.

El otro día

El otro día
ya no ha de ser el mismo
en que ahora escribo y leo.
Tendrá un color de hierba
que éste no tiene.
Tendrá una ola
donde nos ahogaremos
para ceder el paso
a los que han de seguirnos,
cuando el viento no sople para nadie.

El otro día
ya no verá aquel niño por la tierra,
que fue tuyo
y fue mío,
que hicimos del amor en una noche,
mientras el fuego
rugía -sucia cólera-
sobre el techo infantil de nuestra casa.
Y los muertos volaban por el aire,
pero nadie les pudo ver el rostro.

El otro día
ya no tendrá zapatos que ponerse
ni luz para la flor
ni una camisa blanca.
Ni una pluma en la mano
para decirle al mundo
su ciega desventura.
No sabremos la puerta
por donde el asesino, sin ser visto,
huye a comerse el polvo y las raíces.

El otro día
no encontrará su asa el cántaro
ni su mujer el hombre
ni el manantial su agua.

En el desierto
se acabará la arena,
luchará el sol
por calentar una hoja verde
y ascenderán los huesos al espacio
pidiendo corazones en su sitio.

El otro día
no verá cada humano
a su pie o a su ala,
que le ayuden a andar sobre cristales.
A levantar la roca
por encima del hombro
y buscar su ascendencia
en la rama encendida,
para saber si llueve o aún es tiempo
de amar a los que nacen y estar triste.

Las calles

Las calles andan, corren a la cita
Que les dieran los cielos y los montes.
Gozan la intimidad de un laberinto.
Se calientan al sol como los pobres.

El tiempo se despide de los muros
Demorando el placer de los adioses.
Por las aceras picotean pasos
De mujeres delante de los hombres.

La muerte habla en latín de eternidades.
Un sueño más a hombros de su noche.
La calle se interrumpe, ahonda el pecho,
Mira el reloj y el gesto se compone.

Se refugian los mil enamorados
En la espesura de un secreto a voces.
Eva y Adán sus árboles se inventan,
Van por su nube, salen de su bosque.

Por las rectas de orugas velocísimas,
El tiempo va sin tiempo que le sobre.
Al atropello avisa, hace señales
Con vislumbres solícitos de escotes.

En la ciudad sin puertas entra el río.
Se asoman a mirarlo los balcones
Desde sus cuadriláteros de ángeles.
Empieza un nuevo amor hoy a las doce.

Pórtico de Junio

Puerta que gira y se abre,
Arco dorado de Junio.
Es más joven la mujer
Y van los pasos más juntos.

Las alamedas ocultan
Un proyecto aún no maduro
De amar, de sentir los ojos
Tan cerca de lo absoluto

Que la piel no cubre apenas
El ardor de un doble nudo,
Bien trabajado en los dedos
Y vencido en un segundo.

Revuelan alborotados
Otra vez ángeles turbios,
Que navegan por las aguas
Donde Adán perdió su rumbo.

Vuelve a la sangre una ola
Que pone la tierra a punto
De condenarse y morir
Sin que la hiera ninguno.

Nace la espuma, se acerca,
Nos da a preferir su jugo,
Asomándose entre nubes
A los límites del mundo,

Para situar la noche
Donde la mañana estuvo
Y siga quemando el fuego,
Ahora convertido en humo.

Se entregan al mar las fuentes.
Sube la raíz al fruto.
Qué gran muchedumbre tierna
Los manantiales de Junio.

Los sucesos

Sucede que hay un pez vivo en el aire
y las damas lo ven y se pasean
sin mirarse en sus aguas, pero sienten
un fuego alucinado en la cadera.

Sucede que del muerto nace un árbol
con la hoja ofrecida y de sus frutos
se alimentan las líneas y los pesos
que mañana serán ángeles mudos.

Sucede que a la calle sale un río
de invencible caudal sobre el asfalto
y se sube a la torre de la iglesia,
saludando a la muerte en los tejados.

Sucede que la luz no tiene prisa
y se acerca midiendo las palabras,
a la sombra que a tientas la persigue
para crear el mundo de la nada.

Sucede que el amor cuenta los pasos
del grano de la arena en dulce apuro
y el cielo desemboca en la inocencia
aún desconocida del desnudo.

Sucede que el espejo se nos rompe
sin que nadie lo mueva de su sitio
y el techo le pregunta a las paredes
por el húmedo espacio que se ha ido.

Sucede que el cristal de la ventana
copia un cuerpo desierto, exacto y solo,
que vacila en el quicio de la puerta
y la tierra lo pide por esposo.

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EN UN PERIQUETE [Mi poema]
Alejandro Casona [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Y aunque sé que no sé, que yo quisiera
vestirme de esperpento cada día
sacando a pasear a mi tronera
y a este mundo ponerme por montera
mofándome de dios cual dios lo haría.

Haciéndole al futuro un garabato,
fingiendo que al hablar pasa palabra,
volviéndose a mirar en el retrato
donde pueda apreciar a aquel niñato
que, ingenuo, mira al cielo y se escalabra.

Pues la vida no pasa de una misa,
un minuto de gloria en el retrete,
el arte de burlarla a una sonrisa
que esconde el disimulo, va y te pisa
y debes de fingir que es un sainete.

Salimos a bailar cual petimetre
con paso a contrapié, raudo, deprisa,
a coro, siempre igual como un motete,
y hay otro que entre medio se entromete
y aireando el malestar va y televisa.

Y quedas como hiciera el tal Cadancho
haciendo con su fusta un buen boquete.
y sigues resistiendo allí tan pancho,
y se arma de combate un zafarrancho
y todo ya acabó. Fue un periquete.
©donaciano bueno

Tan solo un #periquete...? Share on X

Un periquete: Palabra que se utiliza en la locución adverbial en un periquete, que significa ‘en un momento, en un tiempo muy breve’.

MI POETA SUGERIDO:  Alejandro Casona

El milagro pequeño

Aquella pobre niña
que aún no tenía senos…

Y la niña lloraba:
—Yo quiero tener senos.
—Señor, haz un milagro:
un milagro pequeño.

Pero Dios no la oía,
allá arriba, tan lejos…

Y cogió dos palomas,
se las puso en el pecho…
Pero las dos palomas
levantaron el vuelo.

Y cogió dos estrellas,
se la puso en el pecho…
Las estrellas temblaron
y se apagaron luego.

Y cogió dos magnolias,
se las puso en el pecho…
Las dos magnolias blancas
deshojaron sus pétalos.

Y cogió dos panales,
se los puso en el pecho…
Y la miel y la cera
se helaron en el viento.

¡Un milagro, Señor,
un milagro pequeño!

Pero Dios no la oía,
allá arriba, tan lejos.

Y un día fue el amor;
se le entró pecho adentro
¡y se sintió florida!
Le nacieron dos senos
con pico de paloma,
con temblor de luceros,
como magnolias, blancos;
como panales, llenos.

¡Igual que dos milagros…
pequeños!

ENCANTO DE LUNA Y AGUA

La luna pesca en el charco
con sus anzuelos de plata.
El sapo canta en la yerba.
La rana sueña en el agua.
Y el cuco afila la voz
y el pico contra las ramas.

Con su gesto de esmeralda,
la rana, soltera y sola,
desnuda al borde del agua.
La luna, quieta y redonda.

Cucú, cuclillo,
rabiquín de escoba.
¿Cuántos años faltan
para tu boda?

Habló el cuco desde el árbol:
Rana pelona,
chata y fondona,
si quieres maridar,
rana y pelona,
fofa y buchona,
habrás de saber cantar…
Cantar y bailar
y llevar la luna
del agua en tu ajuar.

Estaba la rana
con la boca abierta;
le cayó la luna
como una moneda.
Chapuzón y al charco…
¡Hoy cantó la rana
un cantar tan blanco!

Dijo la rana: ¡Qué linda canción!
Dijo el sapo: De luna y amor.
Dijo la rana: De amor sin marido.
Dijo el sapo: Yo caso contigo.
Dijo la rana: Prendada me quedo.
Dijo el sapo: De gran caballero.

La rana tuvo un lucero…
¡Mi Dios, cómo lo besaba!
Todas las mañanas viene
a verlo la luz del alba.
-¿Cuánto me das, lucerito,
por que te saque del agua?

-Yo no quiero que me saques,
ni ser estrella de plata,
que yo tengo sangre verde
de yerbas y de espadañas.

¡Ay, mi casita de juncos,
ay, mi casita de agua,
ay, con macetas de luna,
ay, con barandales de algas!

La rana tiende pañales
y el sapo toca la flauta.

Garona español

Bebedor de nieves altas
Garona de mis recuerdos,
verde sangría de España
desde Salardú a Burdeos.

Tres años te vi, Garona,
paciendo orilla en mi huerto
y traduciendo al francés
tu doble hilera de cielos.

Garona de la frontera,
tres años te vi pasando
de noche un mugir de vacas
y estrellas de contrabando.

Te vi nacer en el monte
acuchillado de fresnos
y desangrado entre mástiles
te vi morir en Burdeos…

“Y a la mar tengo que ir…”
¡A la mar de los franceses,
a buscar en el azul
la flor de tu sangre verde!

El pájaro pinto

“Estando la pájara pinta
sentadita en el verde limón
con el pico picaba la hoja
con la hoja picaba la flor.
Ay, mi amor.
Me arrodillo a los pies de mi amada
porque me da la gana,
me arrodillo a los pies de mi amante
me arrodillo porque es fiel y constante.
Dame la mano,
dame la otra,
dame un besito salada
en la boca.
Dése media vuelta,
dése vuelta entera,
daré unos pasitos atrás
con toda reverencia
que no, que no, que no
que no me da vergüenza
que sí, que sí que sí
que resalada te quiero yo a ti”.

Prohibido suicidarse en primavera

Ven muerte tan escondida
que no te sienta venir
que el placer de morir
no me devuelva la vida.

Bienvenidos al hogar del suicida,
entre cicutas y sogas
disponemos de todo
para acabar con tu vida.

Sumérgete en el lago de los ahogados,
cuélgate en el bosque de las suspensiones.
Te espero en la sala de gas perfumado.

Primavera… la estación predilecta de los suicidas.
Se suicidan más triunfadores que perdedores.
El verdadero suicida no necesita de este sanatorio de las almas
en el que está… Prohibido suicidarse en primavera.

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MI POETA INVITADO:  Ricardo León

DE PROFUNDIS

De lo profundo de mi pecho clamo
plañendo en las tinieblas mis gemidos.
Oye, Señor, no cierres tus oídos,
que con angustia y con pavor te llamo.

Ve el dolor, la vergüenza en que me inflamo,
no mis maldades; oye mis quejidos
como avecicas nuevas que en sus nidos
hoy ya saben piar a tu reclamo.

Si sólo a nuestras culpas atendieres,
¿quién podría aguardar que le asistieres?
Mas la efusión de tu piedad nos salva.

Y, así, esperando en ti, mi pecho vela
como espera en la noche el centinela,
con miedo y con afán que rompe el alba.

SI EL SOL TUVIERA UNA AMANTE [Mi poema]
Martha Luisa Hernandez Cadenas [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Si un día el sol gozara de una amante
la luna sin el sol no sé qué haría,
quizás que ella de pena moriría.
La luz es el amor del caminante
que intenta no salirse de la vía.

La tierra, la tercera en la discordia
tendría un sucedaneo que encontrar
pudiendo a todo el globo que alumbrar.
buscabdo hacer la paz. Que la concordia
empiece esa disputa apaciguar.

El sol, ese candil con cien mil mechas
chupando de un aceite interminable
que asombra por su fuerza al respetable.
Sin él, nada serían las cosechas,
e incluso ni la vida ya agradable.

Si un día ves la luna no aparece
no debes preocuparte ni acalores,
quizás es que padezca mal de amores,
que allí donde hay amor germina y crece
la yerba del dolor entre las flores.
©donaciano bueno

El sol es el macho y la luna la hembra...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Martha Luisa Hernandez Cadenas

Golosinas, sean

El niño goloso parpadea,
tiene párpados,
conserva sus párpados.
Chicles, caramelos, lo que sea.
Golosinas, chambelonas, pirulís.
Los turistas, un saludo a los infantes.
Dejan caer las limosnas:
“Las ganas trucadas y tratadas,
queremos siempre más, amigo,
a los diez años,
ambicionamos azúcar para crecer”.
Las vidrieras son escapes de ganas.
¿Son esféricas las ganas?,
¿serán cóncavas y adictivas?,
anuncian “lo que sea”,
desnutren “lo que sea”,
musitan “lo que sea”.
Vi-drie-ra
sa-bor su-gar
sa-bor fre-sa
sa-bor ca-lo-rías
Vi-drie-ra
par-pa-dea
a-cho-co-la-ta-da.
¡Qué ganas!
¿Qué ganas?
¡Qué has visto!
¿Qué has visto?
Un niño goloso se calla
aún casi todo lo ve,
da saltos babeándose,
lo ha visto,
conserva siempre lo que has visto,
consérvalo para ti.
Mastícalo,
alarga la goma dulce,
toda esa cutícula,
mastícala también.
Mastica tu sueño,
pártelo contra el cristal,
mánchate dientes y encías,
no se los enseñes a nadie,
los empastes y las marcas
se guardan para uno.
Aprende a estirar los brazos bien alto,
con el llanto, las caries y la melcocha,
carne derretida elevándose
donde masticaste,
como debe ser,
el vidrio blandísimo
rodeándote el pescuezo,
niño,
aprende,
por tu carne desmembrada,
reconoce a quien masticó la vidriera
con tus ojos,
posees otra mirada,
búscala,
muérdela.
Los historiadores mofándose:
¿Halloween?, amiguito,
¿Ha-Ha-Ha?,
¿no tienes?,
lo que sea que tengas,
sueña y parpadea,
sea,
un cuento de hadas,
qué es,
me darás ojos, calcio, cambio,
me darás lo que sea.
Sube y baja la cabeza,
la lengua a la altura del pecho,
los ojos paralelos a las caderas
y a trotar en el lugar
sobre la estatua marmórea
que es un gigante de algodón pegajoso,
saltos, brincos, pujos,
no te fijes en la tarja,
la ca-du-ci-dad,
métetelo por los ojos,
sa-tis-fá-ce-te,
y sea,
golosinas, niño,
no hay nada malo en ellas.
El niño goloso,
ya sin párpados,
parpadea,
agarrado de mi mano,
sorteamos el estío,
sorteamos la con-ser-va-ción.
“No quiero, no quiero nada,
que no aparezcan
unas ganas grandísimas
de escacharme la lengua
o aplastarme los dientes,
no sea que aprenda a mirar
sin ojos,
no sea que quiera decir
ya he visto,
no lo deseo”.

OJOS DE HORMIGAS

Mi amiga y yo llegábamos al bar,
escuché lo que él esperaba cuando me vio:
“No quiero hablarte más, no quiero verte más”,
la muchacha y el son amigos desde antes,
antes del proposito de las hormigas,
y él, que parecía amarme o desearme,
esa noche pensó ignorarme y no quererme un poco.
Hasta entonces
yo habia querido a la muchacha de un modo extraño,
ella, con su sentido del humor rarísimo,
siempre saludaba con una sonrisa,
yo, con mi necesidad de quererlos a todos,
siempre la saludaba con una sonrisa.
Ella y yo nos conocemos tan poco que asusta,
porque conocer a alguien realmente
es un valor en desuso
para mi romanticismo,
para mi necesidad de el,
para mi necesidad de la muchacha,
para mi necesidad de las hormigas,
practico el eufemismo de conocer a alguien realmente,
lo practico siempre.
Mi amiga me dijo:
“Amantes de paso que no tienen estirpe de amante”,
y salimos juntas a fumar con las cervezas,
y la muchacha queria decirme algo,
pero no hablaba,
no hablaba,
y me miró asustada.
Hasta entonces ella no me había querido de ningún modo,
y ahora queria situar su nariz en mis labios,
y ahora queria situar su nariz en mi nuca,
y ahora queria servirme su nariz en la mesa,
y ahora quería proponer su nariz
para cumplir todas mis fantasías,
y ahora quería atravesar mi ombligo con su nariz.
Hasta entonces ella no me había querido de ningún modo,
porque no me vio doblar la esquina para seguirla,
y me vislumbraron del abandono sufrido por todas nosotras
a causa de todos los muchachos y muchachas de La Habana,
incapaces todos de amar o ser amados,
y quería contarme de sus decepciones a los veintitrés años.
Hasta entonces yo solo habia querido a la muchacha
como una tarjeta de colección,
mientras que a él lo quería por parecerse a James Franco,
y ahora queria tener el don de las hormigas,
amar sobre todas las cosas, sobrevivir,
era ese mi unico deseo a las once y media.
Apagué el cigarro, mi amiga dijo:
“Sigamos el son del bandolín en la noche más negra y sola”,
y el ya no estaba
y desde lejos vi a la muchacha desaparecer.

BIOPSIA DE LA PICADURA

(culpa de las hormigas)

un JM

Sigue a las hormigas para reencontrarte,
caminaba tras ellas,
perdida en ellas,
a su ritmo,
con las ganas de carga,
con el hambre,
la salida.
Muchacha, quise encontrarte, muchacha,
y para qué escribir JM si no hay hormigas,
y puedo decir José Martí o Jim Morrison o Julianne Moore
o Joanna Montero o Jamila Medina,
y puedo nombrar todos los lugares
a los que las hormigas no me llevan.
Muchacha, sigue a las hormigas,
quizás más desenamorada que antes de la misma gente,
si, de la misma peste de cuerpo y sudor,
sí, del mismo rastro.
Quedé con el deseo muerto de siempre,
el deseo muerto de ojos de madre.
Tú sabes de ese dolor, muchacha, tú sabes.
Y quiero darte un personaje para dramatizaciones inocuas,
es esta la razon de la persecucion:
inventar una obra,
es esta la razon de la persecucion:
inventar una mujer,
es esta la razon de la persecucion:
inventarme en la muchacha.
Hormigas paralizadas,
callejones,
violaciones,
grabaciones,
revoluciones,
abrir los ojos en el auto de un hombre,
abrir los ojos en la habitacion de un hombre,
abrir los ojos en el estomago de un hombre.
La muchacha frente al cristal,
la muchacha del boton,
la muchacha triste,
la muchacha alegre,
la muchacha inquieta,
la muchacha hermosa,
la muchacha poeta,
la muchacha tatuada,
la muchacha actriz
la muchacha amiga.
Sí, existe la muchacha, muy a pesar de las hormigas.

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LA INÚTIL VUELTA AL PASADO [Mi poema]
José María Romero Martínez [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Dicen que fue ayer, no lo recuerdo,
tampoco si es verdad que sucediera,
no quiero sospechar que no estoy cuerdo,
que en hechos del ayer hoy ya me pierdo
ni reo, en cobardía me perdiera.

Ni siquiera hoy ya sé si la memoria
debiera bucearse en el pasado
¿a qué sirve volver atrás la historia?
Si uno el signo ha de hacer de la victoria
mientras otro de escoria renegado.

Cada cual va arrimando a su sardina
las ascuas y explicará los hechos.
A más lejanos son, más se adivina,
se corre o se descorre esa cortina
dejando socorridos o maltrechos.

Que la historia, manida, es argumento
de las filias y fobias del que escribe
que finge es la verdad, como en un cuento
donde se echa a volar al pensamiento
y asido a sus renglones sobrevive.
©donaciano bueno

El #pasado ya es pasado y de nada sirve querer #volver? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  José María Romero Martínez

A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD

Desde esta noble tierra de la Gracia
donde reluce el agua del gran río
bajo la paz de los olivos verdes,
elevemos a Dios una plegaria
por que concluya pronto esta tragedia
que ha destrozado el corazón de Europa.

A LA REINA DE LOS JUEGOS FLORALES

[Envío a la reina de los juegos florales]

«Señora, que sois rosa y sois lucero
y en la Ciudad gloriosa de la Gracia
sois entre todas las mujeres reina;
pedid a Dios que para siempre acabe
este triste reinado de la Muerte.
Que al inundarse vuestros claros ojos
con el trémulo brillo de las lágrimas,
el corazón airado de los hombres
se llenará de nobles pensamientos;
y volverá de nuevo a ser el mundo
aquel reino de buenas voluntades
que anunciaron los coros del Empíreo
en el milagro de la Noche-Buena»

LAMENTACIONES

Han talado los árboles del bosque;
arrasaron las mieses coronadas
con el rubio esplendor de las espigas;
encendieron el agua de los ríos
con el tono siniestro de la sangre;
en la noche, con trágicos incendios
ocultaron la luz de las estrellas,
y entre roncos lamentos de agonía
una gloriosa juventud fecunda
ha descendido al polvo de la muerte.

INVOCACIÓN A LA PAZ

¡Oh fruto del divino Paracleto!
ven a apagar el fuego que ha encendido
en el alma del hombre la locura.
Hermana del amor y la armonía,
que renazca la dicha en el espíritu
y el corazón airado ame de nuevo
las serenas palabras fraternales;
que tu ramo de oliva dulcifique
esta inquietud mortal de la discordia
y que triunfe en el alma el pensamiento
de que todos los hombres son hermanos.

EVOCACION DE LA DICHA PERDIDA

En el valle florido parecía
la blancura de nieve de la aldea
un plumaje de cándidas palomas.
¡Oh los días de fiesta, por la tarde!
Pasaban por las calles las muchachas
coronados de flores sus cabellos
y llevando en sus ojos luminosos
el corazón radiante de ventura.
Bajo el beso del sol, en primavera,
los ancianos humildes recordaban
el vigor de sus años juveniles,
y mirando las fértiles campiñas
pensaban en los báquicos lagares
cuando en el suelo vierten sus topacios
los racimos maduros de las vides.
El Angelus rasgaba el rojo cielo;
al són de las campanas vesperales
los hombres regresaban del trabajo
buscando calma en el hogar tranquilo,
y erraba por el aire el eco alegre
de una dulce canción, donde latía
el corazón ingenuo de la infancia.

CARTA A ROGELIO BUENDÍA (Fragmento)

Rogelio, esta mañana de otoño he deseado
recordar las mañanas del otoño pasado
cuando fuimos, glosando una misma harmonía
con el ritmo y la luz de nuestra poesías
por este luminoso parque primaveral
donde nunca se pone amarillo el rosal […]

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Todo el pasado – Gloria Fuertes

Todo el pasado se quiere apoderar de mí
y yo me quiero apoderar del futuro,
me dislocan la cabeza para que mire atrás
y yo quiero mirar adelante.

No me asustan la soledad y el silencio,
son los lugares preferidos de Dios
para manifestarse.

Mi eterna gratitud a los que me quieren,
siempre les recordaré a la hora del sol.

No puedo detenerme,
perdonad, tengo prisa,
soy un río de fuerza, si me detengo
moriré ahogada en mi propio remanso.

DICEN…¡HABLADURÍAS! [Mi poema]
Alejandro Collantes de Terán [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Y un día apareció, sin saber cómo,
y otro día se fue, no importa cuando,
mas dicen que alguien vio que iba paseando
por ese palomar como un palomo
con las alas cortadas musitando.

Dicen, los que aseguran que le vieron
que andaba dando tumbos su alma en pena,
prisionero arrastrando una cadena
y ese traje de rayas que zurcieron
con hiel y que produjo su gangrena.

Dicen, lo digo yo que fui su amigo,
que nunca pudo ser lo que él quisiera
que el tiempo vino a hacer que se pudriera
durmiendo al cielo raso cual mendigo
pues no encontró en la vida una asidera.
©donaciano bueno.

Dicen...que esas son #habladurías? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Alejandro Collantes de Terán

RONDEL DE DON PRESUMIDO

Sí. Si tuviera naranjos
de hoja larga, verdeviva,
sí, si tuviera naranjos
la calle te rondaría.

Si tuviera olor de patios,
surtidores de agua fina,
arroyo de piedras bajas,
y estrellas de celosías,
si tuviera olor de dulces
la calle te rondaría.

Balcones de resolana,
ventana de anochecida,
y en una quiebra del suelo
una cadena de hormigas
que se me llevará el tiempo
que la espera muy deprisa,
si tu calle fuera así,
la calle te rondaría,
como no es así tu calle
no he de rondarla en la vida.

LA HUERTA DEL REY (Fragmento)
[….]En medio se ve la casa,
la noria en su terraplén,
una alberca de tres fondos
y un merendero chinés
– Begonia, Yerbaluísa –
y un merendero chinés [….]
Las siete y las ocho

Por entre la noche
no se ven las horas,
se duermen los números,
las manos se borran.

De un aguijonazo,
el minuterillo
las VII alborota
y a las VII y media,
el frío, la ropa
fría, el agua y
el recuerdo, toman
por el cuerpo triste,
por el alma sola.

Dios. Labor. Arriba,
las VIII, con sol,
la mañana borda.

LA OFRENDA DE LAS DOS ALAS

No le mires de ese modo,
déjale beber su vino
sobre la rosa y el lodo;
porque hay tiempo para todo
y para todos, camino.

II
No le dispares tu flecha,
que será flecha perdida
y vuelve a rimar la endecha
de la vereda derecha,
luminosa y florecida
de tu vida.

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