A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

PLEGARIA DE UN SUBDITO [Mi poema]
Orlando Mondragón [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Historias son de tiempos que se fueron,
sufridos, sin un halo de esperanza,
que hoy viene a colación con su tardanza,
de aquellos que no existen, se perdieron,
o en este devanar se entretuvieron
haciendo la mudanza.

Recuerdos de un aldeano que suspira
tratando de bailar en esta danza,
ajeno a que su vida es una chanza
sin nada que tragar mientras respira
y apenas comprender todo es mentira,
ni darse a la pitanza.

Buen rey, te salve Dios, que tengas un buen día,
escucha de este pobre su alabanza,
que lleve a nuestra casa la pujanza
dotando a sus hermanos de alegría,
que salga el sol en esta singlaría
preñado de esperanza.
©donaciano bueno

Por #pedir que no quede? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Orlando Mondragón

XXXIV Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe

Podía sentir cómo llevaba

su cuerpo
a la orilla de la cama.
Sentirlo negociar su peso con los resortes,
la escuadra de su codo empujándolo hacia adelante
poco a poco,
con trabajos
escuchar el crujido de huesos del colchón.

Sentir su quietud,
agua de un vaso imperturbable,
y sus ojos sosteniendo la pared blanca
como un niño regañado.

Quiero creer que me esperaba entonces,
resignado,
a que lo pusiera de pie y lo llevara al sillón de siempre.
No decía palabra ni antes ni después.
Mi padre podía sentir que se moría.

Podía quedarse horas sentado,

escuchando los ruidos que hacía la casa,
los perros del vecino caminando en el techo.
Se quedaba absorto, vigilante,
rumiando el hueso de algún pensamiento lejano
con los ojos ausentes.

Guardián de la tarde, centinela del mundo,
mi padre se quedaba sentado por horas
como un poste de luz ante la muerte.

En el momento exacto

de su muerte
pude llamar a una ambulancia y me detuve,
pude salir corriendo y me quedé,
pude acariciar su frente y preferí su mano,
pude llorar y permanecí serio,
pude decirlo todo y callé.

En el momento exacto en que mi padre murió
no pensé en nada más que en su muerte

sucediendo frente a mí.

I

Llegar con el labio partido
puede significar que tus compañeros
te hagan su presa con los ojos.
Puede significar también que tu padre
ha descubierto lo que dicen de ti en la escuela
y te ha dado una paliza
para que aprendas a defenderte.
Pero ¿cómo se defiende uno de las palabras?
¿Dónde se aprende a darles la vuelta,
a desoírlas
para que no te despierten en la noche
ladrando los mismos insultos?
¿Dónde se esconde uno de ellas?
Si te descubren hasta en las paredes de los baños,
en las butacas del salón,
saben pegar tu nombre a un dibujo de penes,
a un dibujo de culos penetrados.
Si te persiguen
como un enjambre de abejas alborotadas,
correteándote por todo el camino
y se meten hasta tu cuarto
y se oyen por encima de la televisión,
por encima de la voz de mamá
preguntando cómo te fue en colegio,
y zumban,
zumban,
zumban.
Uno termina por creerles,
por voltear a ver cuando alguien grita: ¡joto!
en la calle.
Cuando ya es inútil disimular
ante la mirada incrédula de tu padre
porque lo ha visto todo.

II
Se quedaba callado, mi padre,
cuando alguien contaba un chiste de maricas.
Se rascaba el pelo, pasaba su mano por el bigote
y se acomodaba en su asiento.
No soportaba tenerme junto a él, observándolo,
increpándolo en silencio.
Rogándole con los ojos que me defendiera.
Entonces la impotencia se juntaba en el puño,
me hacía sudar las manos
y apretar todo el llanto en la garganta.
Era como si mi padre estuviera dándole la razón
a todos los chistes de maricas,
mirando cómo los otros muchachos imitaban
la forma en que mis manos se desatan,
adelgazando la voz cuando pasaba cerca,
dejándolos empujarme en el patio del colegio
hasta hacerme correr y esconderme;
cazándome a su lado
como una jauría de perros,
salivando,
olfateándome
hasta encontrarme en una esquina del baño de las niñas
y él sólo estuviera ahí mirando, incómodo,
cómo los niños me jalan del pelo,
me escupen su ponzoña y me tumban al piso.
Y yo no quiero darles el placer de que me vean llorar,
quiero frustrarlos, que se den por vencidos
y se vayan,
y que aprendan que el niño marica no llora.
Pero no puedo
y lloro.
Y ellos se ríen más fuerte.
Me cantan canciones.
Es como si mi padre estuviera ahí,
cómplice con su silencio,
esperando a que se hartaran de reírse.

III
Desearía regalarle a mi padre
un hijo que no esté roto.
Un hijo
sin defectos de fábrica,
con piezas de repuesto para sus enojos,
hábil con los balones o las distancias.
Un hijo que pueda presentarles
una muchacha hermosa en la cena,
sin esta cruz de soledades en la espalda.
Un hijo pared
en el que pueda apoyarse sin miedo.
Un hijo bonsái
que crezca bajo su sombra.
Un hijo gato que no pierda el camino a casa.
Un hijo con todos los ladrillos que planeaste, papá.
No este hijo de papel,
no este hijo de vidrio
que se corta con sus propios bordes.

DISONANCIAS

Era
un animal dentro de un cuerpo
y cambié de voz.

La primera traición
de lo físico. El comienzo
de mis cacofonías.

Con sonidos metálicos y agudos
dejó de pertenecerme.
Alguien abrió la jaula en mi garganta
y durante meses
escaparon las aves con alboroto.

¿Siempre fui esta voz
debajo de mi voz?

Matroska de sonido.

En busca de mi centro
la palabra se volvió robusta
y el cuerpo se fue desgajando
sin que yo lo pidiera.
Tenía voluntad
y no era mía.
Tenía los hilos
pero otra mano los jalaba.

Bastó un cambio de frecuencia,
descenso en las escalas,
ampliación de ondas,
para rendirme.
Nunca tuve el derecho
de reclamar su territorio.
Siempre fui un ocupante.
Me lo hizo saber
despojándome del grito.
Caprichoso dictador,
cruel monarca de la biología.
Tuve que aceptar
sobre mí su sentencia.

Cuando empezaba
a conocerme
se me quebraron
las vocales.

Me quedé a solas
con el cuerpo.
Con su desobediencia.

MANOS

Al final del brazo
una navaja suiza
preparada para abrirse.
Hierros encendidos,
imprimen su marca
en lo que tocan.
Frascos sellados al vacío,
en su tacto guardan
por unas horas
el calor de un cuerpo.
Mapas abiertos
donde ningún río se repite.
Tarántulas mancas.
Peines de emergencia.
Termómetros.
Antenas de insecto
para mirar en la oscuridad.
Salvavidas. Armas.
Consoladores.
Estrellas amorfas.
Neuronas cuyas dendritas
hacen sinapsis con el mundo.

Muchas veces extendí mis manos
al desconocido
y las retiré
a veces demasiado pronto
o muy tarde.
Me quedé con un cuenco
que no sé llenar.

Si te gusta #Orlando_Mondragón... Share on X

OBSERVANDO EL TIEMPO [Mi poema]
María Palitachi [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Por la mañana observo cuando despierto,
miro desconfiado, verme no acierto
y mi semblante
se muestra displicente con su talante.

Después, cuando amanece, con la alborada
por más que curiosea no atisba nada,
que aunque despierto
parece que anduviera sin duda muerto.

Poco a poco espabila cuando oye ruido
y comprende que el sueño por fin ya ha huido
mas su ceguera
le enmaraña a sus ojos con su alambrera.

Por fin ya llega el día firme y radiante
mas sigue con sus dudas siempre expectante,
con sus problemas
que insistentes resurgen entre su flemas.

Sin que apenas se entere la tarde llega
como un pos-it del día que se despega
y el sol se apaga
y la luna aparece y al cielo amaga.

Y la noche ensombrece, todo está oscuro
salvo el candil que alumbra que es de carburo
y desafía
sin saber si mañana será otro día.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  María Palitachi

Antes de aterrizar en otra vida

Mi alma late late
de sed de no sé qué
Carlos Edmundo de Ory

A cuatro vientos y equinoccios
vive un eco campestre
que ha de calmar esta sombra.
He de abrir una Toña con la hebilla
del cinturón sin los olvidos
y los recuerdos rotos
para dejar de arrinconar los sueños
y vivir en ellos
antes de aterrizar en otra vida.

Escritorio

I
En cada ciudad del norte
existe un Downtown desgastado
de vedar ciudadanías para un sueño

empuja papeles de izquierda a derecha
hasta perderse en el aire de basura

(tus) ojos de lupa dedos de yeso
y carbón mojado

renegadas sean tus cuatro patas
y las credenciales que engavetas

escritorio, tus manos de abandono
recorren los alrededores de una taza
de café latte
huella que dejas al terminar el día

mientras el primo a la espera de su esposa
e hijos mi mujer sufre sin su familia
yo por ella

enjaulaste niños y parientes en código de área
sin recordar hacia donde los punteaste.

Escritorio arrebatas la esperanza
entre el polvo y la tinta seca
separas y aplastas familias sin compasión,

tus canturreos laceran almas
tus gavetas no tienen una pluma
que libere el nombre de Juana
de Pedrito Rosario, Esteban, Lucia
Carla, Brenda, Alberto José o María

(no estampas sellos para que brille tu madera)
estas asegurado contra la burocracia de la polilla
mientras nosotros los soñadores morimos en la demora.

II
El sueño americano queda en la desgracia
de los miles fallecidos sin ser sepultados

La migra nos descalabra
crea un llanto que en la noche
penetra como el coyote
que reclama al más allá
por los demás exiliados desaparecidos
sin epitafios en el desierto y en el río

mientras las ventanas panorámicas
te rodean los que no caen en la vía
y logran cruzar el Red Tape
tu democracia los detiene

escritorio tu reloj malgasta memes
mientras el dolor salta al pueblo

¿por qué no copias el modelo de Europa
sin fronteras?

escritorio tú solo alcanzas a garrapatear
y separar indocumentados,
pendiente los enjaulas como perros callejeros

nos juegas como peones de ajedrez
mientras el ICE y los federalis
nos desfiguran (a cuchilladas)

me citaste una vez
tomé prestado una corbata y sombrilla
no me dejaron pasar
argumentaron que le debo a un tal tío Sam,

denigrada sea la silla que te hace compañía,
espero la carcoma los devore a tiempo
y, que esa lámpara asentada en tus maderos,
ilumine los criterios.

Telón invernal

Serenata del silencio

migraciones forzadas
de un Kosovo desaparecido
una Armenia de niños huérfanos
una Palestina y la Ucrania
como el queso Suizo

lágrimas encapsuladas en las costas
maquilladas por Tsunamis
y por las injusticias del Haarp

residuos de huesos polvorientos
espantan los ojos
telas de araña sostienen las mentiras.

II
otra noche en silencio ronda

una compra venta sin dólares
desde aquel purgante del rio grande
que no es el río bravo

una hemorragia
ahoga las mejillas
de criaturas sin culpa

opaco el deseo
de los chocos Americanos

avecina un circo de Rusia

los malabares se repiten
se repiten desde la falsedad
del uso sin razón

presagio de catástrofes

sabemos que este largo metraje
tiene la cinta rota
tragamos su veneno con dolor

nos exterminan mientras le venden
al resto mentiras de paz

en el invento de estar perdidos
nos cambiaron oro por espejitos
desnudaron la alegría
de nuestros ojos

en el telón de Vietnam
del 9-11 los espantos en Ferguzon
en el ebola
en el teclado de guerra en el Boko Haram
sierra León Siria
y lo que avecina desde Asia

si no queman la venda
si no abren los ojos que escuchen
la verdadera serenata del nuevo orden

de a poco se creerán que existimos
en un lugar prestado
en un ave Maria
en un credo
en la ignorancia del Twitter
y home run de los Pokemones.

Hope

Mi país es una frontera derramada
a ella le muerden su foresta
(para hacer carbón)

en la bandera de mi país
ya no se ve el escudo

cansado de ser usado para limpiar
heces que defecan en las calles

mi país es una frontera rota
que no debió crecer pudriéndose

los cascos azules duermen
como los polis acostados

mi país hoy sombra del racismo
y enjambré usado de cañaverales

en mi país no sobra
lo que hoy nos hace falta
memoria

las flores son espinas de crematorios
las lechugas marchitas (contaminadas)
por el ejército sin jardinería

atados al reportaje sombra
en el nombre de la Hispañola
levantan el telón de mi país

el escenario se quiebra
los tambores suenan otros vientos

en otra burbuja clandestina
la hojalata de güiro se oxida
a la intemperie de la ignorancia

hay un pedazo de tierra
que flota sin rumbo como isla
adolorida sin brazos
pañales y campamentos

mienten que se van
mienten que están de paso

ya se quedan se quedan
sin haber llegado.

La bestia

Qué más quisiera yo que escribir
para el pueblo
Antonio Machado

Hay un maldito tren con un vagón
de ida hacia la muerte
donde suben los desafortunados
en busca de un mejor café

Para y roba sueños
que nunca existieron
sueños que ni siquiera durmieron
dejando la memoria virgen

En él suben las mulas de los narcos
los sin olores, los descarrilados
con el dolor de fósil podrido
y abandono como ‘La hojarasca’

Hay un maldito tren descalzo
lleno de voces apagadas
cobrándose el último aliento
entre los escombros hurgando
ojos al insomnio moribundo

En el vagón de la muerte
se empacan a despertar realidades
espejeando tristes verdades
suicidio colectivo, matanzas y delitos
sin un porque

Invasores de felicidad roban vidas
secuestros muertes que no desprenden
como una adicción devorante
amordazada al mal

Hay un maldito tren que regresa
a cobrarse muertes a la vasca
llevándolas a la basura de Occidente

Termina vidas que aún no nacen,
ronda niños asustados,
recién nacidos defecan sin mamar
cuando los bichos entre vagones
se los chupan

Los colgados viajan entre filas
hablando del allá que nunca han visto
historias de corrupción
se hacen realidades

¿Qué diablos pasa aquí?

La bestia de metal
desplaza pueblos fantasmas
mansos se dejan golpear
mutando prisioneros de su propia piel
cuando se salpican a mares extranjeros
en huellas del terror

Lugar de cruces desaparecidos
donde el viento hace correr lento
Las abuelas pasan fundas
de tortillas y agua

La patrulla fronteriza detiene mujeres
madres niñas, las viven las usan,
se adueñan de su miedo

Maldito el hombre que tira creencias
en el vagón de la muerte
calcinándose en la estepa del sondeo

No hay piedad ni palabras
todo partió a la caca de potrero
sin ganado

Estas vidas no tienen acúmulo
no pueden ni vivir
el momento del suicidio colectivo

¿cuantos caminos dejaron sin andar?

Centro América corre el camino
de los indocumentados
menos que muchos regresan
sin señal en bolsas negras
otros se pierden entre escombros
peor que el susurro del mercado

Ellos querían hacer otra cosa
con su vida infiltrarse a un mejor almuerzo

El Paso del Norte los escupe de regreso
con alfileres en los pelos tejiendo el dolor oculto

Vagón de sur a norte
con interés al centro
deshaciendo tejadas en mi país

Porque aquí a lo lejos se arma el viento
y las epifanías caminan sin luz
en busca de sus Chamanes

Hay un tren maldito
maldito tren con un vagón de vidas pendiente
sin pistas a seguir
violando las flores de nuestra primavera

Ocurre que a veces
somos ese maldito tren.

Si te gusta #María_Palitachi... Share on X

TODAVÍA TE AÑORO… [Mi poema]
Circe Maia [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Todavía te añoro, todavía,
todavía te espero y te deseo,
todavía en mis sueños aún te veo
cuando saco a pasear mi fantasía.

Todavía te tengo entre mis rosas
y en mi altar sigues siendo sacrosanta
y aún se me hace un gran nudo en la garganta
cuando escucho palabras amorosas.

Que aunque quise tu imagen desdeñar
tan fuerte fue la huella que dejaste
que insistente aparece en el reflejo.

Hoy te vuelvo de nuevo a recordar
deseando pensar tú no olvidaste
y me arrastro hacia atrás como un cangrejo.
©donaciano bueno.

 La #esperanza es lo últimos que se pierde? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Circe Maia

Velocidad creciente

Hay una
sensación de que los días pasan
a más velocidad y que no hay tiempo
de muchas despedidas.

Suena una voz, como de insecto,
por detrás de los días
y detrás de las noches
pequeño picoteo, pero que no se para
cuando quieres ver, los días se desmoronan
como si hubieran sido devorados por dentro.

(Las fauces invisibles
dan cada vez más veloces
dentelladas.)

Breve sol

A la última hora del sol los rayos atraviesan
por el aire, eligiendo: «éste sí, éste no.»
Quedan en sombra
la mayoría; los elegidos brillan
con cortezas doradas. Ascendiendo
la luz alcanza otros follajes, deja éstos
y alumba uno lejano. Ya no hay tiempo
de llegar hasta allí.
¿Quién sabe? Vamos.

Raíces

Hoy de mañana
tuvimos que arrancar unas hierbas
que creían por todas las ranuras.
Se arrancaron las hierbas
y quedaron al sol temblando las raíces
como sorprendidísimas… ¿y esto?
¿De lo oscuro a lo claro en un instante?

Muerte invertida, rara:
de la tierra cerrada y ciega
al ojo azul, que todo lo traspasa.

Abrirse a todo aire: perderse.
Soltarse a toda luz: también perderse
dicen las raíces
temblando.

Opacidad

El ojo indiferente decolora
enfría y empareja.

Todo es igual para las miradas neutras
una cosa entre otras
un rostro entre los otros
un gesto entre otros gestos.

Por encima palabras y palabras
como una lluvia sorda.

Y nada sobresale: mar parejo
horizonte cerrado.

Sombra.

Vacío mar del tiempo.
Una hora se mira en otras horas
y todas son iguales.

El ojo las contempla ya sin verlas
y ya no es más mirada.

Es ojo seco. Piedra.
Dureza fría. Cosa.

De música inaudible

La que toca, de espaldas
el rostro en el espejo
las manos invisibles.

Y todo el amplio cuarto, desde el mármol veteado
del piso, hasta las vigas
del techo alto, vibra.

Sobre inmenso mantel de azules-rojos
dibujos laberínticos
el sonido resbala.

Alrededor –afuera-lejos otro sonido alumbra
-agria luz destemplada-
Holanda del seiscientos.
Afuera sangra Europa, tiempo en sombra.

Aquí dentro
el color crea música
un orden, una trama clarísima.

El profesor escucha
sobre un bastón la mano izquierda
la otra mano en el clave.

La jarra es un acorde blanco.

El ruido del mar

Hay un tejido, una red luminosa
que tiembla en la arena, por abajo del agua.
Se ve a través del verde transparente
como una temblorosa trama.

Cuando la ola rompe su espuma
quedan burbujas sueltas, chiquitas
sobre la piel del agua:
brillan intensa, nítidamente
en seguida se apagan.

Por la suerte curva de las olas
sobre su lento avance
sobre su amplio movimiento seguro
la luz resbala.
Se deslizan los resplandores
por los movedizos toboganes del agua.

Ruido del mar, qué golpe derramado
qué entreverada voz y qué sonido
tan confuso y oscuro
cuando todo en redor está tan claro

Todos los límites
firmes y recortados
todo con su color tan decidido
los colores tocándose
uno al lado del otro, sin mezclarse.

Y parece que cada uno: limpio
y liso azul, rojo tejado
verdor brillante
diera un sonido puro e inaudible
y todos un acorde fuerte y claro.
Pero el ruido del mar no se comprende,
se desploma continuamente, insiste
una y otra vez, con un cansancio
con una voz borrosa y desganada…

Y no se sabe
qué es qué quiere o qué pide
el turbio ruido oscuro
cuando todo en redor está tan claro.

Si te gusta #Circe_Maia... Share on X

IGNORANTES e IGNORANTAS [Mi poema]
Jesús García Calderón [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Me jode oír balar a los borregos,
-incluyo aquí a ignorantes e ignorantas-,
cantantes, cantautoras y cantantas,
que van con el lenguaje haciendo juegos
producto de sus mentes hilarantes
pues que ellos tienen mentes y no mentas
se llamen dirigentes, dirigentas
e incluyo yo a estudiantas o estudiantes.

Que van como farsantes o farsantas
ciscándose al lenguaje prepotentes
al género arrollando persistentes,
matando al diccionario. Sus gargantas
lanzando van esputos, quizá esputas
lo mismo el periodisto o los artistos,
pediatros, paisajistos o turistos
que finger de inocentes y son putas.

Que hablar o que escribir con precisión,
miembros, miembras, machistos o machistas,
machos, machas, arrivistos o arrivistas
no dependen de sexo o religión.
Que estos versos no tienen quien les llore
y ante tal corrupción sienten desprecio
al ver como pezuñas de algún necio
su brillo y su esplendor se descolore.
donaciano bueno.

¿Qué pretenden #añadir más confusión? Share on X

Acabo de escuchar en la radio que la Asociación de jueces por la democracia ha cambiado su denominación por la de Asociación de juezas y jueces por la democracia. Digo yo que sería más correcto la de Asociación de Juezas y jueces para la democracia y el democracio. Ni los jueces se salvan. El  neutro ha muerto. Hoy el corrector ortográfico se ha vuelto loco por culpa de unos bobos, bobas y bobes. Que aquí no se salvan ni los jueces.

MI POETA SUGERIDO:  Jesús García Calderón

ANTES DE OTOÑO

En sus ojos estaban
los ojos de mi hijo,
en sus manos la huella
de sus manos de niño,
todo su cuerpo era
tan feliz como el agua,
su corazón el mío,
nuestros eran los besos,
nuestros nuestros destinos,
nuestros, una vez, eran aquellos ríos.

Los tallos de la lluvia

Hoy han vuelto estas nubes
como negros veleros desolados
y empañan mis ventanas de nostalgia.
Vuelven desde un lugar que no comparte
mi ilusión por la tierra
y sin embargo vienen de los cielos,
vienen también de mí, de lo que cruza
cada noche mi frente de sospechas
como feroces brisas.
Una música tierna
se abruma con el tiempo de esta tarde
infeliz y trivial y entonces abren
su corazón los tallos
de la lluvia, tornaron
los rumores del cielo y han venido
templanzas, tengo un libro
abierto frente a mí como una vida
y las gotas se alzan
desde el cielo a nosotros.
Los tallos de la lluvia
limpian mi corazón, abren las horas,
son los tallos que trajo
este libro a mis días. Era un hombre,
quien lo escribió, que andaba
con luminosos ángeles de sombra
y unos ojos azules
con un agua frecuente
distinta de las lágrimas. No supe
decirle nunca aquello: Me han servido
para vivir sus versos. Tantas veces
vienen nubes oscuras y nos muestran
la patria desolada del olvido
que mis ojos recuerdan
al mirarlas un sueño
como la negra tierra de las aguas
de profundos abismos.
Nubes de la razón que siempre vuelven,
con su pesada carga de esperanza,
nubes de la razón, lento consuelo
que se alcanza en silencio
y es preciso guardar secretamente
en el lugar de atrás que nadie quiere
mirar, aquel que no promueve
el recuerdo siquiera,
allí donde responde
la soledad su canto interminable.
Los tallos de la lluvia todavía
limpian el corazón de sus heridas
con la justa nostalgia.

Me dijiste yo no tengo nostalgia
pero al mirarte supe
que tú solo sentías nostalgia,
que tú solo tenías nostalgia,
que tenías tanta y tanta nostalgia
que lo anegaba todo y confundía
el tiempo que vivías sin remedio.
Te rodeaba tanta nostalgia
que era casi imposible comprenderte
sin los ojos atentos del recuerdo.
Tú solo podías tener nostalgia,
tú solo querías sentir nostalgia
y aunque tú me dijeras sin mentirme
yo no tengo nostalgia, precisamente era
esa ingrata nostalgia que negabas
la que a ti te tenía.
El agua de los ríos
Me contaron qué fácil resultaba
conmover, que lo realmente difícil
es hacernos reír. Yo no quisiera
dudar pero este río,
pardo dios de la tarde
que cruza frente a mí como un regalo
bajo estos verdes prados de la vida,
que ha vestido de plata el sol de julio,
este caudal que marcha y que regresa,
que también permanece,
este río nos cuenta una verdad
que tampoco conmueve
ni nos hace reír, sólo devuelve
su cauce aquel silencio
sonoro que los años
hicieron más oscuro
hasta dejar de verlo en nuestros ojos,
cuenta el río un silencio sin nombre
de felices contornos y sencillos
ademanes y estas frescas riberas,
riberas como labios,
como maduros labios,
sé que son generosas
con muchachas que guardan
un montón de maldades en alcobas
ingenuas como ingenuas maldades;
riberas generosas con los hombres
recientes como el barro reciente
de alfareras vasijas,
con muchachos que tienen todavía
la infancia recogida entre sus manos
y no saben perderla
al mirarse en el agua.
Esas frescas riberas que me miran,
que me han mirado siempre,
que siempre mirarán mis esperanzas,
son una juventud que permanece
más allá de las cosas que perdimos.
Yo sé que estos caminos
cruzan el corazón, abren fronteras
que aunque llegan de lejos
estos caminos parten de nosotros
y es aquí, sobre el agua,
donde mejor sabemos lo que fuimos,
aquí puede sentirse claramente
el rumbo y el cansancio,
saber que perseguimos
lo mismo que las aguas caminantes
que cada noche llama el horizonte.

Cuando todo acabó, cuando se dijo
que esta ciudad mantuvo su promesa
de cumplir su desdén, de hacerse necia
o hasta trivial, altiva
y acogedora, adversa como pocas,
cuando nada llegaba con sorpresa
y el Invierno ceñía
al tiempo en los hogares,
como en postales falsas,
llegaron los bondadosos copos.
Otra vez, sin reparo, el mismo albor
de la nieve cayendo lentamente,
otra vez el albor, esa dulzura
de los pasos ahogándose en el parque.
Era imposible ver algo más limpio
y unas horas después
toda era sucia y gris como el olvido.
Los hombres. Los camiones
repartiendo las rectas mercancías.
Los precavidos coches. Vagabundos.
Hasta el Sol de los niños.
Todos pisotearon
sin querer a la voz de su blancura.
En las nieves del cielo
dicen que nunca calla su misterio.

Las aguas interiores

Al partir era un niño preocupado
viajando solitario hasta el verano
de aquellos quince años. Me acompañó
primero la inquietud, después la soledad
y al final un aplomo de esperanza
como una sabia calma que prendía
en aquella estación envejecida
de los años setenta. La inquietud
eran los ojos tristes de mi padre
mirándome en silencio desde el lecho
justo al borde del llanto
aquel amanecer que me marchaba.
Una luz en sus ojos me enseñaba
que no debía marcharme sin quererlo
algo más de lo mucho
más que lo quería.
De algún modo acabó la despedida
sin acabar del todo
y se quedó perdida sobre el aire
fugaz de la ordinaria
mañana como un eco interminable.
Lo deje tan vencido que no supe
decir más que aquel beso,
que aquel roce suave de sus labios
enfermos, yo ocultaba
mi dolor en las cosas
vulgares que encontraba a cada paso
pero el peso de sus labios en mi rostro
lo tuve todo el tiempo sostenido
en la memoria inerte
sin poder evitarlo. En el trasbordo
llegó la soledad sin avisarme
quizá por detenerme y verme allí
cansado, casi insomne, contemplando
una sala de espera como aquellas
salas de espera grises y abatidas
o acaso por los labios de mi padre
marchitos como ramas olvidadas
o acaso fue la fría
tendencia que mostraban mis sentidos.
En aquella mañana de verano
viajaba más allá de mi destino
buscando algunas lágrimas siquiera
que me explicaran todo. Y no venían.
Venía el atardecer y con su aroma
una sospecha abriendo dos mitades:
Una miraba al cielo de las cosas:
Otra sentía unos labios que me besan,
que me siguen besando y me despiden
después de arrebatarme la templanza.

El agua de los ríos

Me contaron qué fácil resultaba
conmover, que lo realmente difícil
es hacernos reír. Yo no quisiera
dudar pero este río,
pardo dios de la tarde
que cruza frente a mí como un regalo
bajo estos verdes prados de la vida,
que ha vestido de plata el sol de julio,
este caudal que marcha y que regresa,
que también permanece,
este río nos cuenta una verdad
que tampoco conmueve
ni nos hace reír, sólo devuelve
su cauce aquel silencio
sonoro que los años
hicieron más oscuro
hasta dejar de verlo en nuestros ojos,
cuenta el río un silencio sin nombre
de felices contornos y sencillos
ademanes y estas frescas riberas,
riberas como labios,
como maduros labios,
sé que son generosas
con muchachas que guardan
un montón de maldades en alcobas
ingenuas como ingenuas maldades;
riberas generosas con los hombres
recientes como el barro reciente
de alfareras vasijas,
con muchachos que tienen todavía
la infancia recogida entre sus manos
y no saben perderla
al mirarse en el agua.
Esas frescas riberas que me miran,
que me han mirado siempre,
que siempre mirarán mis esperanzas,
son una juventud que permanece
más allá de las cosas que perdimos.
Yo sé que estos caminos
cruzan el corazón, abren fronteras
que aunque llegan de lejos
estos caminos parten de nosotros
y es aquí, sobre el agua,
donde mejor sabemos lo que fuimos,
aquí puede sentirse claramente
el rumbo y el cansancio,
saber que perseguimos
lo mismo que las aguas caminantes
que cada noche llama el horizonte.

El agua de los días

Cuando todo acabó, cuando se dijo
que esta ciudad mantuvo su promesa
de cumplir su desdén, de hacerse necia
o hasta trivial, altiva
y acogedora, adversa como pocas,
cuando nada llegaba con sorpresa
y el Invierno ceñía
al tiempo en los hogares,
como en postales falsas,
llegaron los bondadosos copos.
Otra vez, sin reparo, el mismo albor
de la nieve cayendo lentamente,
otra vez el albor, esa dulzura
de los pasos ahogándose en el parque.
Era imposible ver algo más limpio
y unas horas después
toda era sucia y gris como el olvido.
Los hombres. Los camiones
repartiendo las rectas mercancías.
Los precavidos coches. Vagabundos.
Hasta el Sol de los niños.
Todos pisotearon
sin querer a la voz de su blancura.
En las nieves del cielo
dicen que nunca calla su misterio.

Si te gusta #Jesús_García_Calderón... Share on X

A TÍ, IGNOTA MUJER [Mi poema]
Manuel Díaz Martínez [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Te busco mas no espero ya encontrarte
que ciego estoy. Quizás no me convienes.
No sé si eres real, si vas o vienes,
si sufres o enloqueces al besarte.

No sé nada de tí, si es que lo vales,
mujer desconocida y admirada,
si tienes retorcida la mirada
o debo de subirte a mis altares.

Tampoco un día sé si fuiste mía
o andaste en un camino equivocado,
si acaso te encontré en mi fantasía.

Si eres virgen, causante de pecado
¡oh, piadosa mujer, mujer impía!
descúbreme ¡por dios! si te he soñado.
©donaciano bueno

El #amor es una #lotería? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Manuel Díaz Martínez

ESOS ADIOSES BREVES

A Dulce María Loynaz

De las flores de ese vaso,
la más cautivadora
es esa rosa a punto ya de incorporarse
a la penumbra
como el humo
al viento.

Pétalos suyos
han ido cayendo en torno al vaso,
abandonando en ella
un vago ademán de despedida.

Y ahora que estamos solos,
enlazados por un mismo silencio,
le pregunto y me pregunto
sin son de ella, sólo
de ella,
esos adioses breves.

De “El carro de los mortales”, 1989

SUITE FRANCESA

Entre la mar y yo, las soledades
y ese sol distrital y abandonado
cayéndose de frío y de horizontes,
cayendo en mí, cayéndose a pedazos.

Entre la mar y yo, la fiel memoria
como una fortaleza, o como un grito;
memoria que convoco y se aborrasca,
verbo despavoridamente vivo.

Entre la mar y yo, las temblorosas
e inútiles distancias se desnudad
a tientas, como estrellas en la noche.

Entre la mar y yo, la noche sorda,
más fría que el olvido y más profunda,
donde mi voz, como la mar, se rompe.
De “Memorias para el invierno”, 1995.

ESCENA DE LA CONDESITA DE JARUCO

Para Severo Sardui

La condesita de Jaruco espera
que llegue con la nueva primavera
un barco de la Francia tumultuosa
y en él un caballero y una rosa.

El mediopunto con la tarde trama
una leyenda de color y llama
mientras la condesita se adormece
ante la mar que a su balcón se ofrece.

Ella sueña que el áureo caballero
llega al puerto y quitándose el sombrero
toma el camino de la Plaza Vieja

hacia la casa de su padre el conde
donde ella por amor se muere y donde
al caballero aguarda tras la reja.
De “Memorias para el invierno”, 1995.

DISCURSO DEL TÍTERE

Esa noche dijo el títere bajo la carpa:
-Señoras y señores,
hermanos y hermanas,
soy un títere que quiere dejar de ser usado
por la voz de su titiritero,
esa voz a la que sólo añado el guiño
de mis párpados mecánicos,
el aspaviento
y el manoteo.
Este número será mío y sólo mío
(letra, música y pirueta).
Esta noche será mía y nada más que mía:
con mi propia voz diré palabras
que andando por la vida
recogí en las plazas.
Señoras y señores,
hoy mi espectáculo es unipersonal:
sin hilos que me tiren de las manos
ni resortes que me obliguen a bailar
ni varillas que me pongan a dar saltos.
Hoy soy un títere que hace a su manera
su propio espectáculo.
Señores y señoras,
hermanas,
hermanos,
suplico, desde luego, un poco de paciencia
para mis torpezas y tartamudeos.
Necesito como nunca su paciencia:
no es fácil salir de pronto,
sin hilos,
a la escena
habiendo sido tanto tiempo títere
con titiritero.
De “Memorias para el invierno”, 1995.

¿QUÉ ES UN HOMBRE FRENTE…?

¿Quién es un hombre sentado
frente al mar?

Pues un hombre
sentado ante ese abismo
no es más que un solitario
ante sí mismo.

Y su único remedio
es olvidar.
De “En la Isleta”, 2017.

LA GISELLE DE ALICIA ALONSO

¿Qué limpio vuelo es éste que parece
liberado del aire y de la prisa,
que en su íntimo temblor se nos ofrece,
que en su estremecimiento se eterniza?

Es ala que al volar desaparece
para darnos su imagen más precisa:
ansia del viento que del viento crece
y que del viento, al fin, se independiza.

Este soplo de luz que resplandece
cuando la vida en torno se oscurece
y hacia la sombra el alma se desliza,

¿no es lo que en las mañanas amanece,
lo que en cada ramaje se estremece,
lo que, siendo mortal, nunca es ceniza?
De “El carro de los mortales”, 1989.

Si te gusta #Manuel_Díaz_Martínez... Share on X

Canción del amor lejano – José Angel Buesa

Ella no fue, entre todas, la más bella,
pero me dio el amor más hondo y largo.
Otras me amaron más; y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.

Acaso fue porque la amé de lejos,
como una estrella desde mi ventana…
Y la estrella que brilla más lejana
nos parece que tiene más reflejos.

Tuve su amor como una cosa ajena
como una playa cada vez más sola,
que únicamente guarda de la ola
una humedad de sal sobre la arena.

Ella estuvo en mis brazos sin ser mía,
como el agua en cántaro sediento,
como un perfume que se fue en el viento
y que vuelve en el viento todavía.

Me penetró su sed insatisfecha
como un arado sobre llanura,
abriendo en su fugaz desgarradura
la esperanza feliz de la cosecha.

Ella fue lo cercano en lo remoto,
pero llenaba todo lo vacío,
como el viento en las velas del navío,
como la luz en el espejo roto.

Por eso aún pienso en la mujer aquella,
la que me dio el amor más hondo y largo.
Nunca fue mía. No era la más bella.
Otras me amaron más… Y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.

 

NO SOMOS IGUALES [Mi poema]
Antonio Arroyo Silva [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Que no somos iguales por lo visto
y hay uno que es más alto o que es más bajo
y existe quien es tonto o es muy listo,
que adora a un sólo dios, Mahoma o Cristo
y va soltando pedos a destajo
o va engañando al fisco.

Forofos hay del Barca o del Madrid
y otros viven del mundo en una farsa
y otros hay no han pasado de aprendiz
que no ven más allá de su nariz
marionetas no más de una comparsa
torcidos sin matiz.

Que unos nacen muy pobres y otros ricos
cual ramas que son de árbol desgajados,
que van haciendo ruido cual borricos
o haciendo rebuznar con sus hocicos
creyendo que son dioses disfrazados,
tontos de los pericos.

Que aquí hay gente pa tó, dijo el torero
Guerrita, un cordobés para más señas,
algunos que son flores de un florero
que adoptan la pose del misionero
y van mostrando al mundo sus enseñas
de amor o de odio fiero.
©donaciano bueno

Tú #qué opinas? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Antonio Arroyo Silva

MAR DE NUBES

Habla de aceras y líquenes enquistados
en las baldosas como huellas de indómitas libélulas,
encabritados centauros, formas de insecto con voz metálica.
Blanca desazón de aleteo en el ojo.

Una esquina a la vuelta de otra esquina.
Y detrás el laberinto del habla.
Ese irse por la luz de la mirada.
No más que un temor, un presentimiento:
vacío de pensar llena la habitación.

Siempre un detrás, un afuera un ojo
que acecha en la sombra, una palabra radiante
como la rosa que marchita el crepúsculo.
Y después el desasosiego.
La luz que ya no está
(está dentro de ti pero no está).
El adentro
no tiene estalactitas.
Se acabó la iridiscencia:
Bienvenido al incendio blanco

No hay ojos que llenen la ausencia,
sino presencias que vacían el ojo.

QUINTO MOVIMIENTO

I
Hay demasiado abismo en la raíz,
no fulge
la ondulación abajo.
No cruje como el néctar
en la lengua del bosque.

Un ciprés invertido
hacia el dolor del tallo.
La aspersión de la rama
se retuerce hacia adentro.
La redondez del hoyo,
la vigilia del labio.

II
Demasiado temor
la sabina en su carne.
Un almíbar ajado por la acritud del hueco
se dispersa en los poros de la salvia,
se adhiere
a las manos que hablan
de su desasosiego
de verterse en la sed.

III
La torsión del alisio.
Discurre su aspereza
hacia arriba hacia abajo
en un río de hojas.

Transparencia del verde
sobre las manos frías.
La sabina le habla
al huracán dormido.

IV
Escucha a la sabina
raptando la conciencia
del mirlo allá en la cresta.

Anochece el plumaje
que eriza el desarraigo
en la cálida copa.

La raíz en el pico,
la fuga hacia lo denso.

V
Te dirán la sintaxis
de su respiración,
la negritud del hueco
en su fruto azulado,
la blancura de ser
huérfano del eclipse.

Te dirán las sabinas
su lenguaje de ondas
más allá del silencio.

VI
Hay demasiado abismo,
demasiado temor.
La torsión del alisio
escucha a la sabina.
Transite la corteza
su roja nervadura.

A vaciar la oquedad
de adorables cadáveres.

VII
Mas no la pesadumbre ni la danza fugaz
del viento huracanado.

No el vahído del búho en la pared mojada
de su desasosiego.

Redondez de sabinas: el hueco más allá
de la lámpara verde.

Estalactita en la tibia, la espora de los pasos fisgonea el fulgor
del bosque que trasvasa mi saliva de estar
en el vientre del bosque.
De: Poemas de Sísifo Sol (2013)

TRES SONETOS A ANTONIO GARCÍA YSÁBAL

1

Un rescoldo de luz, no en la ceniza,
hace llama de amor en la conciencia
Como sombra alumbrada de apariencia,
espejismo sin cuerpo se desliza.

Entrechocan los signos que hay en liza:
positivo se atasca en su creencia,
negativo desnuda su inmanencia.
Y al neófito deja en cortapisa.

La estrechez de mirar un lado, el otro
de un indicio de luz hace universos.
Pero cuando le llega a lo distinto

ya no queda rescoldo en fuego extinto.
Sólo un ancho maizal hay en nosotros
que ilumina en el puente a lo diverso.

2

¿Qué ilumina el puente a lo diverso
sino un ancho maizal desde nosotros
que se cruza en la luz que hay en los otros
y un puente de fulgor que llega al verso?

Viene azul y cercado en el reverso
por la sombra que late, por los potros
y grilletes del alma. Vienen otros
que no cejan ya nunca ante lo adverso.

Toma el millo, la lámpara, te doy
el fruto de una luz que tú me diste
conectada a la sed donde se posa

el caballo de ahora en donde voy.
Vigilante y trotando al sol embiste
y se enciende en su faz brisa sedosa.

3

Y se enciende en su faz sedosa brisa,
¿quién le dijo tu nombre a ese diluvio
donde la lluvia crece en cada efluvio
para vestirse al sol de una sonrisa?

Que caliente el ardor de otros veranos
y sueñe la ceniza de un Vesubio
bajo la brisa blanca del diluvio.
Todos juntos regresan a tus manos.

Para que me acompañes, dime el nombre,
el poeta, el país: Macaronesia
e Ysábal de la luz. Se queda en mí

la palabra veraz contra la amnesia.
Ha llegado a la piel terca del hombre
con el canto azulado que hay en ti.

Otra vez el mar

Por su pico encendido la gaviota
transparencia de un mar que me respira,
nave sola se aventura por la indemne.
El monólogo incierto del marasmo,

más allá de esta hambre que atraviesa,
en la lluvia de espuma del lenguaje.
No el reflejo del nómada arco iris
que lleva soledad a la escollera,

no la hondura cayendo del eclipse,
sólo un mar capturado, taciturno.
Del velamen que sueña con la isla,

sólo un mar intuyera el desafío
en el viejo noray del soliloquio,
más allá de las rosas de Morales.

El principio

I
¿De dónde viene el hábito mordaz
de morderte la lengua en el instante
del recuerdo? ¿De dónde la escollera
que le sigue al olvido cuando pisas
la evidencia de ser tu propio hálito?

No calles aunque duela decir lluvia
aunque caves la tumba del lenguaje,
llegará otro lenguaje de otra lluvia.
Y si cavas en ti saldrás tú mismo
a sembrar tu agujero de luciérnagas.

¿De dónde viene el hábito mordaz
de cegar tu mirada con palabras?

II
No mires hacia atrás
la ventana encendida
ya no espera.

Piérdete en el sendero
y no mires atrás,
que si miras la lluvia
serás la misma lluvia
de un lenguaje vacío.

Escarba un socavón
en tus palabras
donde yazgan mis huesos
de luciérnaga.

Las horas muertas

1
Irremediablemente, estar
cuando nada es preciso. Tomo
la carga de lo inútil, planto
algo irreconocible, le doy nombre
secreto a un día fuera de los siete
acostumbrados. No quería ser
el dedo ni la llaga bajo el palio
de luz de inmensas catedrales,
pero así son las cosas
de los iconoclastas de Bizancio.

6
Mejor que respirar, ser respirado
por la flor moribunda que traes en ofrenda
no sé por qué ni a quién, si por la muerte,
por el amor a un ser que resucita
o simplemente en aras de la belleza.
No sabes cuánto añoro lo imperfecto
del error. Esa química que trae
el poder de sentir de otro modo.
La cabeza de Yorik sobre el tallo
de la vida y una mano cortándola
solo por preguntar.

8
Crujen las articulaciones del
efímero animal que baja y nadie
ve, moviendo el rabo
entre la multitud que camina
o se sienta y extiende como un biombo
el diario. Crujen como si una avispa
se fuera a hospedar en el tembleque
de las taladradoras. Y nadie escucha
esa voz supurando
dentro de cada cual. Cada amargura
está servida: mucha azúcar
en tan poco café. Pero, a veces,
al fondo de la taza, se refleja
el viejo rostro de animal que somos.

9
La incierta insipidez de una papaya
en el frutero. Tarde calina, afuera
donde la calle cruza el paso
al infinito. Ves cada visillo
que cuelga de lo alto, ves
el silencio de un sol que no nos toca.
Imaginas el día anaranjado
que se pudre por dentro,
sobre la mesa. Un hilo verde
mana del esplendor
y tú respiras hondo no sea que
la noche te sorprenda.

12
Era un perro el que iba a ladrar,
pero la poesía ya tiene
demasiados ladridos y perros,
demasiadas presuntas metáforas
sobre fieles e infieles vagabundos
que llegan de las puertas del Hades
o que suben al cielo de la esquina.
Sin embargo, por fuera del poema
un perro no me quita el ojo,
levemente levanta una pata,
y me ofrece algo así como un hueso.

16
Se hace inmensa la calle, se mueve
por sí misma con alguien en su lomo.
La calle, en un lugar donde no hay ríos,
parece un río negro teñido de semáforos
que, ciertamente, llega al mar;
mas no muere, se esconde bajo el agua
y prosigue nadando al infinito.

Si te gusta #Antonio_Arroyo_Silva... Share on X

RUINAS DE VERDAD [Mi poema]
Santiago Gil [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Hay ruinas de verdad y de mentira
y ruinas cual reliquias del pasado,
que ramas son de un árbol desgajado,
y nacen condenadas ya a la pira.

Cascotes hay caídos en desgracia
y abocadas que están a bancarrota,
escombros de una cosa que está rota
cual fuera un esperpento que hace gracia.

Que sienten de hundimiento ser causantes
y acaban a debacle conduciendo;
nadando en la insolvencia, van muriendo
en una quiebra cruel. Y sus variantes,

destrozos que nos causan depresión,
que van lanzando al viento sus miserias
haciendo crack y crack. Monos de ferias
que llevan a este circo a perdición.

Sujetos a un desastre, de una inquina
que no encuentra en el mundo un parangón,
preciso es preguntarse quienes son,
aciertas, son humanos, esa ruina.
©donaciano bueno

Y muchas formas más? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Santiago Gil

LA EXTRAÑA SUERTE

TE soñé mucho tiempo antes,
tu sonrisa, la sombra de tus manos,
pisaba sin rumbo por las calles,
lo saben las aceras y las madrugadas,
pero yo ya te había soñado
mucho antes de que tú llegaras,
estaba seguro entre tus abrazos,
en esa quimera de presentimientos
que siempre nos termina salvando.
Y da lo mismo el tiempo,
todos esos años, la extraña suerte,
lo que haya tardado en encontrarte.

LAS SOMBRAS DE GIACOMETTI

A lo lejos nunca sabes si alguien regresa.
Puede que esté a punto de huir para siempre,
o que se dé la vuelta y vuelva de nuevo.
No lo sabes, tampoco puedes ver su cara,
solo atisbas una sombra lejana al final de la avenida,
tú también eres una sombra lejana que él está viendo.
Tampoco sabe si te marchas o si regresas.
Nunca lo sabes hasta que no caminas de nuevo.

NUMEROLOGÍA

ESCRIBE letras como si fueran números,
así duelen menos las palabras.
Dale un significado al dos o al cinco.
También los matemáticos utilizan las letras
cuando ya no encuentran números para contarnos.
Tú podrías ser X y yo podría ser Y.
Si no escribo tu nombre y te pongo un número,
el siete, el doce, el treinta y cuatro,
todavía sería capaz de nombrarte.

LA INASIBLE

LA belleza es siempre libre.
No pretendas nunca aplomar lo que vuela.
Ama con la suerte del afortunado.
Acaricia su espacio y su presencia,
pero no te empeñes en buscar promesas.
Aprende de otros amores y de otros sueños.
Recorre a conciencia cada pliegue de su cuerpo.
Brinda por la fortuna de encontrarla.
Mañana es otro día y a lo mejor ya estarás lejos.

ALAS ROTAS

Hay vientos que en la noche
Arrastran viejas fotografías.
No solo caen las hojas secas.
Se llevan todo lo que encuentran.
Hoy vi a un hombre en la plaza
recogiendo pájaros muertos.
El viento también quiebra las alas
de casi todo lo que vuela.

OLVIDOS

Siempre llega el día del olvido.
Jamás lo anotas en ninguna agenda.
No hay desengaño que no sea pasajero.
Tu propia memoria lo entierra en el tiempo.

PUNTO Y APARTE

Te delata tu propia letra,
ese espejo de vocales y consonantes
en el que tratas de esconderte a diario
como los niños cuando cierran los ojos.
Tú crees que estás cerrando tus ojos cuando escribes
y nosotros encontramos tu alma desnuda entre tus trazos,
ese espacio en blanco que queda siempre entre dos palabras
o que se suicida en silencio desde cualquier punto y aparte.

(Guía de Gran Canaria, 1967). Los poemas seleccionados pertenecen al libro “La extraña suerte”

[ bctt tweet=»Si te gusta #Santiago_Gil « nombre de usuario=»131553521″]

ABANDONO, LO SIENTO. [Mi poema]
Antonio Justel [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Abandono. Lo siento. En el desierto
no quiero predicar, ya no lo aguanto.
Que mi alma se ha fugado al camposanto
cansada ya de tal remordimiento.

Se deja amordazar. Que vuele el viento.
No tiene a qué agarrarse. A su albedrío
ignora ya el dolor, que éste no es mío,
y el miedo le ha tornado ceniciento.

No puede comprender cosas que pasan
que vienen impregnadas de un mal fario
para posarse en él. Y el calendario
se muestra displicente. Y es que arrasan

a un paso acelerado lo que pisan
gozando avariciosos lo que amasan
sin ver que los instantes raudos pasan
mostrándose orgullosos y no avisan.

Pues soy como la mosca cojonera
que andando va sin ala a ras del suelo
dando tumbos sin rumbo al desconsuelo
y expuesta a que al pasar pise cualquiera.
©donaciano bueno.

MI POETA SUGERIDO:  Antonio Justel

Pálpiti e pálpiti

… mientras las gentes se aman y odian, y mientras ríen y lloran, y mientras se divierten y matan,
pálpiti e pálpiti, consciente, y sin descanso, prosigue latiendo y sustentándonos el mundo;
y ah, ah la ternura inmemorial e indescriptible que trasciende el velo u oquedad-sombra del aire,
[fuego escondido y vivo, oro puro de intensa e inmensísima luz] ah la protección divina, ah esa dulce espera ante el error con su inefable piedad:
el ser humano cuidado, arrullado, inmensamente amado, besado y mimado,
pues que corre el agua, y, su sonido, impregna la hierba e inundando va de esplendores la vida;
… mas, sin embargo, y a veces, de repente, en el profundísimo altar y fulgor de una fiesta,
bajo el frenesí o aplauso de su deslumbrante brillo, por un instante, digo,
– por completo desolados y sin consuelo posible –
nos oímos gemir y llorar, llorar y llorar;
¿ … somos acaso Orfeo, Tristán o Tannhäuser ? ¿ … somos Eurídice ? ¿ Isolda ? ¿ tal vez Elisabet ?
¿ …y uno u otro, dónde, dónde estamos en ese instante real de tal llanto terrestre, dónde…?
¿ en qué dolor sublime y en qué, en qué acto o pasaje de la obra,
quiénes somos, pues, y dónde, dónde estamos…?
pero las óperas, con sus excelsas músicas, llevándonos dentro y evocándonos,
avivarán la densidad del fuego oscuro, hasta lograr entrar en nuestro propio corazón
y descubrir el estigma-hiel de la indiferencia, la traición o el olvido;
… poética y cuánticamente, hoy, y aquí, es y está cualquier hálito, soplo o día por la tierra,
pues que aquí está el poema y su espíritu,
y de igual modo, presentes son y están todos los cuerpos, todas las almas,
y el multiverso lo ve, lo intuye, lo acoge y cuida, lo conoce y sabe;
por tanto, no, ya no se teman ni nos temamos entre nosotros más:
pendiente de mi fiesta y esperándome siempre, siempre, y aunque roto y loco volviese,
aún recuerdo los infinitos y amorosísimos brazos de compasión de mi madre.

Guerra entre luz y oscuridad

¡ … soy, soy tan joven … !
¡ … hace tan poco que he llegado a esta excelsa,
pero ingente y primigenia guerra entre luz y oscuridad, blasón, atributo y esencia del XXI…!
ah sus Campos de Marte con sus ilustraciones, sanaciones repentinas o epidemias de alma,
y ah, ah las rosas con que intuir la altísima dulzura del espíritu-amor para este mismo invierno;
… en inviolables y fortísimas cajas de pálpito oscuro,
– impregnadas y cerradas con candados de miedo u odio.de venganza o rencores por dentro –
rugen lo ancestral e inhumano,
lo violento y cruel, lo atroz y terrible con que armar e instruir el futuro;
tal, tal es el fragor de esta ira y furia al salir y herir por campos de futbol,
o arrasar parlamentos e instituciones, Tvv. y radios, calles, cines, escuelas, discotecas,
donde, por el mar de la herida, van cayendo y huyendo la fe, la compasión y el cariño,
la paz, la amistad, nuestros soles divinos, los manjares del mundo;
… hay momentos en que parece que sólo llorar y volver a llorar,
pudiera calmar las segures u hoces de esta ingente adversidad,
justo cuando tocas tus venas, y el corazón,
– cual esclarecido loco –
te asalta gritándote y diciéndote:
¡ ah, desgraciado o desgraciada de ti, toma tu Excálibur viva y lucha,
lucha con tu fuego y su fuego puro y triunfa, sálvate y sálvanos…!
… estos días – y estos años por los que estamos cruzando,
– y por los que hemos de cruzar aún –
ah lectores queridos, y ah poetas amados,
os pido que, quien tenga un resplandor íntimo, por su honor lo vierta,
lo dé y comparta, que lo agigante y expanda, y que su ámbito de oro,
impregne la deidad que enarbolando va en este instante la vileza y la muerte;
… en este día, en esta hora se os ruega y pide,
en este instante, ,digo, en que asumo mi propio emblema de ser y sentirme tan joven aún,
tan enorme y terriblemente joven para esta ingente pasión del ser, que es la lucha;
… tengo 76 años, la Lumbar-2 rota y en mis venas hondas siento un flash de oscuridad,
pero yo la documentaré, y con vosotros, y junto a vosotros,
me vestiré y saldré al campo del honor – y aunque haya de caer y morir- ganaré esta guerra.

Otoño: realidad y canto

… alguna vez, al pasear entre el tedio y la soledad, cuando la brisa
y el rumor de las hojas caídas vayan contigo rodando y acompañándote,
sentirás de pronto un murmullo de voces y te sobresaltarás deteniendo un instante la sangre,
su raudal de memoria y el calor que tiene;
[… y no, nada habrás de temer, pues obviarás la nostalgia excitada y de nuevo elevarás el vuelo
y aletearás en lo alto hasta quemar la piel] … hay, y queda, efectivamente, un largo fulgor por los otoños: rosas, días varados
en templos hermosos de ceniza y cal, miedo también, y duda, y fuego puro,
mares helados con que la mente vigila y cerca los atronadores vendavales de la pasión sin fin;
[pero un golpe de juventud termina siempre con nosotros] … es la rebelión del cisne íntimo, el último estertor contra la sombras,
contra ese tedio final y el implacable ruido de la soledad;
… nadie, nadie puede impedir esta derrota, ni siquiera la bulla de estos pájaros míos
picoteando hambrientos mis ciénagas, los lodazales, las irreductibles hogueras del corazón.

Si te gusta #Antonio_Justel... Share on X

MI POETA INVITADO:  Jorge Riechmann

Blues del racionalista finisecurar

Predicando la razón
como una puta pobre
a quien acaban de violar y tirar de un coche en marcha
y se ha quedado muerta
hablando sola
Predicando la razón
como un enfermo terminal de sida
a quien van a retirar los fármacos
por razones más bien presupuestarias
Predicando la razón
como un borracho viejo que masculla
suplica impreca regaña gorgotea
antes de caer abatido por disparos accidentales
de la policía
Predicando la razón
como res que en el matadero
segundos antes de que el mazazo le reviente la testuz
suda y orina su pánico
Predicando
predicando
predicando la razón
a los felices inquilinos
del mejor de los mundos posibles.

Amantes embrollados, 1995

Amar puede ser
un aperitivo con sifón
en una mañana de colores ácidos

o puede ser zambullirse en un lago de montaña
nadar equidistante entre el cielo y el fondo
suspendido de un sol de extrema desnudez

Las buenas chicas no piden
la cabeza del Bautista sobre una bandeja

Ya sé que no eres una buena chica
pero piensa que la cabeza
de cualquier fantasma sobre bandeja de plata
desequilibraría a cualquier bailarina

Las cabezas parlantes
prometen la vida eterna con sifón
pero yo he elegido cocinar contigo
crear contigo follar contigo dormir
en el país que delimita
el aroma de tu cuerpo desnudo

Amor mío
olvídate de decapitamientos con sifón
Ven a nadar al lago donde ya estamos

Rechazar el sueño de la ingravidez
no implica renunciar a la caricia de la piel azul del cielo
ni del dulce légamo suavísimo del fondo
De «El día que dejé de leer EL PAÍS» 1997

Comentario Jorge Riechmann nació en Madrid en 1962. Poeta, ensayista, traductor y profesor universitario (profesor titular de filosofía moral en la Universidad de Barcelona; profesor invitado en la universidad Carlos III de Madrid). Investigador en el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) de Comisiones Obreras (CC.OO.). Responsable de biotecnologías y agroalimentación en el Departamento Confederal de Medio Ambiente de CC.OO. Redactor de la revista mientras tanto. Autor de una extensa obra ensayística sobre cuestiones ecológicas. Ha reunido ensayos de poética y reflexión estética en Poesía practicable (Hiperión, Madrid, 1990), Canciones allende lo humano (Hiperión, 1998) y Resistencia de materiales (en prensa). Desde 1998 codirige –con José Mª Parreño– la colección de poesía HOJA POR OJO en la editorial Germanía de Alzira (Valencia). Ha traducido a poetas y dramaturgos como Heiner Müller, Henri Michaux, Volker Braun, Heinrich von Kleist, Erich Fried o Christoph Hein. Ha dedicado, en particular, mucha atención a la poesía de René Char, traduciendo La palabra en archipiélago (Hiperión, Madrid, 1986); Antología esencial (Pamiela, Pamplona, 1992); El desnudo perdido (Hiperión, Madrid, 1995); Indagación de la base y de la cima (Árdora, Madrid, 1999); Furor y misterio (Visor, Madrid, 2002)

YO DESCONFÍO [Mi poema]
José Aureliano de la Guía [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Desconfío de ti, de mi, de todos,
de todo lo que fluye desconfió,
que siento al respirar escalofrío
por todas las esquinas y recodos,
de tanto sospechar ya me resfrío.

De cuerdos que fumando a su albedrío.
Recelo de borrachos y beodos
de los que van hablando por los codos
y echando van sus lágrimas al río
ladrando sin cesar con malos modos.

Que soy gato escaldado. Yo sospecho
de aquel que se me acerca con halagos,
y me habla sin mirar. Que los tornados
se encuentran siempre atentos, al acecho
y fingen comportarse como magos.

Y temo y en el magma me malicio,
inmerso entre neblina y nubarrones,
no puedo soportar las disecciones
que vienen a sacarme a mi de quicio
y acierto sólo a ver camaleones.
©donaciano bueno

Confiar, en qué, en quién? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  José Aureliano de la Guía

CANTO FRATERNO

A veces me pregunto si vale esto la pena;
escribir un poema al final del milenio;
si no es un ejercicio, una prueba de ingenio
que unos días nos salva y otros días condena.

A veces me pregunto si existe la azucena
que canta nuestra pluma o exalta nuestro genio;
si es posible a los hombres firmar ese convenio
que una nuestras almas y rompa la cadena

de la que estamos presos. Así, tal vez mañana,
abramos bien temprano, al orto, la ventana
para que el sol inunde nuestra estancia a raudales.

y seamos, acaso, otra vez como hermanos;
como espigas que esperan, ya doradas, las manos;
como ríos que aúnan, en.el mar, sus caudales

EL VERANO EN CRIPTANA

-I-
Te fuiste una mañana de septiembre
en aquel tren larguísimo y terrible
y yo quedé temblando en la estación
muerto de espanto amor con este frío
que a veces me decías por las noches
cuando tú y yo mirábamos el cielo
ese es el camino de santiago
esa la osa mayor ese es un can
y tú te estremecías de emoción
o nada era imposible amor amor
pide un deseo ¡cierra bien los ojos!
pide que nunca acabe este verano
que nada nos separe ni ese tren
que ahora te lleva lejos de Criptana
o ya nunca sabré si fuiste un sueño

-II-
Te recuerdo tan frágil y tan pálida
aquel día primero del estío
cuando llegaste azul a la pandilla
hola! qué tal? dijiste y tu voz
acariciaba suave mis oídos
y supe que eras reina de una estirpe
cuando te vi bellísima entre todas
un poco fatigada aún del viaje
Madrid quedaba tan lejos tú tan niña

me parece que te he visto algún día

no creo sólo vengo los veranos

he soñado contigo alguna vez
yo nunca olvido un rostro tan divino

adivina mi edad mi curso todo
no pienso hablar de mí en todo el rato

es igual contemplarte ya es un gozo
y puedo ser feliz con solo verte.

-III-
Podía ser feliz con solo verte
nadar en la piscina tal sirena
aquellos días rojos del verano

saber que eras de sal o poco menos
bellísima nereida ninfa ondina
de sal azul delfín alga que baila
en las corrientes frías o silangas
una estrella de mar verdesalobre
que emerge del cantil de los sargazos
con bronce por la piel con plata escamas
que brillaban al sol la sal un sel
inmenso y azulino donde pacen
caracolas rosadas y que rugen
el amor que te tengo de neptuno
mi querida anfitrite en la piscina

-IV-
Sólo éramos dos niños entonces
y Criptana una ergástula terrible
en la noche estival un blanco dédalo
en donde nos perdíamos aposta
de la mano tan juntos no te acuerdas!
tú eras muy niña y yo te protegía
de las sombras inmensas
de alacranes
letales que ascendían por la cal

de aquella luz ambigua de las lámparas
en que iban a morir miles de insectos
insólitos y hermosos me decías

sólo éramos dos niños entonces
pero yo te quería como a nadie
y estrechaba tu mano con vigor
y dulzura si estábamos perdidos
u oíamos gritar a nuestras madres
el nombre de sus hijos qui per umbras
ya volvían contentos a la casa

-V-
Compartir una bolsa de maíz
un helado
un secreto
acaso un sueño
contigo este verano ha sido breve
igual que un cigarrillo americano
para dos
toma
yo no fumo gracias
será como aspirar tu voz tu olor
ere aroma a jabón cuando te acercas
una voluntad dulce de humo rubio
de tus labios rojísimos o fuego
recuerdas aquel cine de verano?
mirar el firmamento la pantalla
escuchar a los grillos oír tu voz
la sensación de vértigo y grandeza
que se diluye al tiempo de encender
las luces otra vez somos tú y yo
y el cine es sólo cine nada más

-VI-
Paseábamos juntos por el campo
aquellos días azules no te acuerdas?
y el tiempo era dulcísimo o jalea
estaba quedo el tiempo o era imposible
no morirse de amor
sentir tu mano
saber que este verano acabaría
igual que el estertor de aquellos grillos
igual que las espigas cabizbajas

saberte tan fugaz en mi memoria
que unas gotas de lluvia fresca y limpia
me hicieron ver muy claro en un segundo
que el verano acababa y tú te irías

-VII-
Jamás sabré si sólo fuiste un sueño
una hermosa ilusión que se marchaba
en aquel tren larguísimo y terrible
una mañana triste de septiembre
con el cielo plomizo el sol oculto
la luz que se quebraba en el cristal
tras el que me mirabas del vagón

pide un deseo! pide que sea eterno
este momento!
adiós me insinuaba
lentamente tu mano o ya no supe
si tendría vivir algún sentido.

Si te gusta #José_Aureliano_de_la_Guía... Share on X

LOS PUEBLOS TIENEN ALMA DE POETA [Mi poema]
Carlos Julià Braun [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Los pueblos tienen alma de poeta,
sus míseros lugares, sus rincones,
trastocan holocausto en oraciones
de santos del ayer y sus profetas
sujetos a traiciones.

Los pueblos nunca cantan las cuarenta
que saben adaptarse y ser sumisos,
contentos con su altar, y aunque sus guisos
carezcan del manjar que los sustenta,
de sueños imprecisos.

Los pueblos componiendo van estrofas
al ritmo que les marca el diapasón,
que saben y suponen, siempre son
objetos de repulsas y de mofas,
de juegos de frontón.

Los pueblos son alegres, divertidos,
mirando cuando van hacia otro lado,
no intentando saber lo que ha pasado
demuestran que ellos son agradecidos
y libres de pecado.

Los pueblos son el alma de la tierra
la que engulle a un millar de advenedizos
que vienen a embarrarse allí en sus vicios,
queriendo seccionarles con su sierra
cual simples desperdicios.

Los pueblos están llenos de inhumanos
que suelen tropezar más de mil veces
estando algunos hueros cual las nueces,
sin nada que ofrecer, de sueños vanos
de vinos y de peces.
©donaciano bueno.

Los pueblos, pura poesía Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Carlos Julià Braun

SONETO

¡Que me place esta sarta de improperios,
nostálgicos elogios del pasado,
argumentos a cuál más enojado
y versos enojosos más que serios…!

Mucho más os valdría, celenterios,
dedicaros a oficio contrastado
y no a intentar fingir que no han dañado
a vuestro ingenio vuestros climaterios.

No me importa el dativo o el ablativo,
ni si Abascal es conde o condesa,
ni si Portas y Marcos secuestran vivos;

con san Benito os digo -él bien lo explica-
que quien ora y labora a Dios confiesa
y al Diablo el haragán que versifica.

Y os lo resumo sólo en dos plumazos:
¡poneos a cavar, so poltronazos!

OCTAVAS REALES MISÓGINAS

No hace falta que tú nos corrobores
«que se embotó el cerebro hace ya rato»,
que de tus versos muestran los horrores
que el tuyo, al tú nacer, quedó nonato.

Ocupa tu ocurrencia en las labores
más propias de tu condición y trato,
y no hagas como aquella sor Juaneja
que confunda el Señor: no seas hereja.

Llámaste damisela, cacho impúdica,
mas apestan tus sílabas a aldeana;
créeste, tan ilusa, musa lúdica
y tienes menos gracia que Zaplana;
a los pantanos debe la palúdica
lo que a tu estro infecto mi almorrana:
condenaraste al fuego de la hoguera
por impía, por fea y por hortera.

SONETO

Encontrome el Marqués dando en la sierra
la bienaventuranza al fiel serrrano;
agora me difama a salva mano
y a defenderme oblígame en vil guerra.

¡Jamás gasté florete, pues me aterra;
que mi daga es bastante a cortar sano!
¡Jamás rocé doncella, mal cristiano;
pues quien doncella juzga, fijo yerra!

Quién sabe con qué infiel me ha confundido
(quizá el que hollaba de su madre el nido),
y en público hame dado por rijudo;

mas si no se disculpa por su parte,
por mi fe en el Señor, que es mi baluarte,
que aquese bujarrón me como crudo.

POEMA DEL CONFESIONARIO

A mi Protectora,
Su Alteza Serenísima la Excelente Dama Fidelísima
Sra. Dª Norma Cecilia Acosta Manzanares,
princesa del Monte Parnaso
y duquesa de Santiago de León de Caracas

Bajada del altar de tu hermosura
pediste consolase tus desvelos;
mas eras tú, Princesa, quien podía
cuidar de quien ya solo cuida en celos.

La Virgen presidía nuestro encuentro
y en torno a nuestro diálogo extendía
su manto protector, pero sus ojos
con rubor de doncella retraía.

Oh, Princesa que tanto echo de menos:
cuál fuera la virtud de tu belleza
que, queriendo consuelo de mi parte,
a mí me lo prestabas con destreza.

Oh, Princesa lejana y tan cercana:
tus secretos me abriste, confesando,
y yo acabé, para tu penitencia,
mis aguas más benditas asperjando.

Si te gusta #Carlos_Julià_Braun... Share on X

TODOS LOS DÍAS POR LA MISMA PUERTA [Mi poema]
Hipólito García Fernández -Bolo [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Todos días paso por la misma puerta,
todos días cruzo con la misma gente,
los hay que van raudos con la boca abierta
y otros despistados siguen la corriente.

Y unos van alegres y otros silenciosos
los hay que van tristes y otros ni se sabe,
repaso sus gestos, les miro a los ojos
algunos son dulces, de mirada grave.

Todos van cargando con su vida a cuestas
algunos no tienen nadie que les ladre
se sienten seguros con las botas puestas
no tienen familia ni madre ni padre.

Autómatas marcan el tiempo y espacio
así cada día soltando su lastre
nadie a pensar para si el tiempo es reacio
y el lapso del viento lo evitan que arrastre.

Quizás todos tengan algo que les unan
deseo, ilusión, esperanzas y sueños,
antídotos esos con los que vacunan
sus miedos rellenos de halagos pastueños.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Hipólito García Fernández -Bolo

EL SOFÁ DE LOS VALIENTES

La ventana eligió el suicidio.
No ensayo mis errores,
pura narrativa.
La papelera perdió los papeles.
La humanidad con la que beben los caballos.
No te entiendo casi todo.
Brilla más mi soledad cuando regalo interrogantes.
Dos desgracias seguidas, alivio inminente.
La verdad a partir de tres personas cambia.
En esta vida pasas de no tener nada a perderlo todo.
Me obsesiono con la idea de no dejar rastro.

Me sorprendió masturbándome.
¡No sabía que fumabas!, dijo.

El sueño nunca vuelva al punto de partida.

Ya no necesito tu daño,
disfruto sólo del mío.

Un día decides, bueno predispones,
simplemente caminar más despacio.

Llegué al lugar donde la luz no era ella.

A Él, mi PADRE

A Hipólito
mi Padre,
una
especie
de
Fernando
Fernán
Gómez
venido
a más.
Sentado
en
el
sofá
de
los
valientes,
soldado
a
sus
recuerdos.

Si te gusta #Hipólito_García_Fernández -Bolo... Share on X

Adelina de paseo – García Lorca

La mar no tiene naranjas.
ni Sevilla tiene amor.
Morena, qué luz de fuego.
Préstame tu quitasol.

Me pondrá la cara verde,
zumo de lima y limón,
tus palabras, pececillos,
nadarán alrededor.

La mar no tiene naranjas.
Ay, amor.
Ni Sevilla tiene amor!

Canciones andaluzas(Canciones 1921-1924)

VENID TODOS A VER [Mi poema]
Matilde Ladrón de Guevara [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Venid todos a ver que hoy es mi día,
que quiero celebrar todos los santos,
dejad ya de acudir a camposantos
guardando para mí vuestra energía,
que es fiesta y es motivo de alegría
y deben desterrarse ya los llantos.

Venid a disfrutar sin los problemas
echando las penurias al olvido,
no importa si creyente o descreído,
anegado te encuentres con tus flemas
no sepas resolver tus teoremas
o sientas que de ti ya se han reído.

Despojaos de vicios y fantasmas,
poner la fantasía en ejercicio
amando la belleza de algún vicio,
que nunca han de ponerse cataplasmas
la vida ha de fundirse con sus plasmas
trocando al maleficio en beneficio.
©donaciano bueno

Que la #vida sea muy #bonita depende de ti Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Matilde Ladrón de Guevara

El crepúsculo

a mi esposo Marcial Arredondo Lillo

Fuego dormido, pausa del ocaso.
Dorada miel del trabajo vuelo.
Vencida sangre, enternecido celo,
vino de abismo en el profundo vaso.

Sabia desesperanza en el fracaso,
pupila firme en el activo cielo,
frente a la noche, desprendido vuelo
que hacia la muerte nos incita el paso.

Y esperanza también o despedida
que se prende a los soles de la vida
con garras de naufragio y de delirio.

Besas en el crepúsculo la rosa.
Quemas la frente en la ebriedad fogosa,
y alzas en llama el último martirio.

A PABLO NERUDA

(a mi amigo Pablo Neruda)

Día a día cuando la sangre zarpa
del corazón –su puerto- desatada,
avanza entre la espuma, lastimada
en mi carne morena. Como un arpa

amarilla de luz, el sol que asoma
hunde sus rayos cada vez que vivo
y cada vez mis sueños fugitivo
asciende más tu vuelo hasta la loma.

Y hacia un rincón del alma sola y mía
me voy intimidando de agonía
con un llanto que afrenta mis mejillas,

Con humo y con ceniza entre mis huesos;
por ti, Pablo Neruda y los anhelos,
cayendo hasta la muerte de rodillas.

A WALTER GIESEKING

(a mi amigo Walter Gieseking)

Nunca igual luna y sol, y sentimiento.
Nunca en dolor tan cruel más melodía,
ni en sorda tempestad, más alegría
ni en más fiel voluntad, más ardimiento.

Río de soledad y pensamiento,
ternura desbordada en la armonía,
todo su corazón se le vertía
en amor, en abismo y en tormento.

Humano incendio y fuegos sobrehumanos,
naturaleza entera en ígnea fuente
de profundas creaciones desgarradas.

Canto de amor y música en sus manos
quemaron las laderas de su frente
y sus inmensas alas desatadas.

LA NOCHE

(a mi amiga Gabriela Mistral)

Todo vivir, en trance de la muerte,
nocturno linde y hora indefinible,
notas de luna en el temblor sensible
y en alto sueño, pensamiento inerte.

¿Cómo podré en la niebla sostenerte
con igual devoción, vuelo indecible,
si vierto lo posible en lo imposible
y mueren todo azar y toda suerte?.

Quiero en igual silencio, igual destino.
Muerta en lo humano, toca lo divino;
tras lo que fue de amor en tierra yace.

¡Noche profunda, dale ese reposo!.
un caer en la sombra, cadencioso,
y una dormida sed que al sueño abrace.

LA AURORA

(a mi hija Sybila Arredondo)

Viertes, aurora, al múltiple horizonte
dorados lirios y encendidas rosas,
emanan luz tus alas bulliciosas
y labras en color el arduo monte.

Joven y alegre ante mis ojos, ponte
sobre un puente de estrellas laboriosas
y con lanzas y flechas victoriosas
quema la nube que tu rueda monte.

Irradias en la noche, casto mito,
y quiebras su silencio con un grito
de amor y sed en la brumosa entraña.

El universo virgen te enamora.
¡Apura tus corceles, vencedora,
la creación del hombre te acompaña!.

EL DÍA

(a mi hijo Marcial Arredondo)

Niño del alto día que floreces,
rubia de luz la crencha enmarañada;
alado el pie, la sien alada, alada
la voluntad de fuego con que creces.

Con la aurora de fiestas amaneces,
sigues al sol y el sol es tu mirada,
siembras la luz sobre la tierra arada
y el cenit de los valles estremeces.

Niñez y juventud, y fuerza plena.
De trigo mozo van tus manos llenas,
y vital enardeces tu estructura.

Niño de sol, que la mañana orea.
Niño de sol, que sobre el mar procreas
y escultor de la frágil escultura.

Si te gusta #Matilde_Ladrón_de_Guevara... Share on X

Don Dinero – Francisco de Quevedo

Poderoso caballero
es don Dinero.

Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Nace en las Indias honrado
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España
y es en Génova enterrado;
y pues quien le trae al lado
es hermoso aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Es galán y es como un oro;
tiene quebrado el color,
persona de gran valor,
tan cristiano como moro;
pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Son sus padres principales,
y es de noble descendiente,
porque en las venas de oriente
todas las sangres son reales;
y pues es quien hace iguales
al duque y al ganadero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Mas ¿a quién no maravilla
ver en su gloria sin tasa
que es lo menos de su casa
doña Blanca de Castilla?
Pero pues da al bajo silla,
y al cobarde hace guerrero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Sus escudos de armas nobles
son siempre tan principales,
que sin sus escudos reales
no hay escudos de armas dobles;
y pues a los mismos robles
da codicia su minero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Por importar en los tratos
y dar tan buenos consejos,
en las casas de los viejos
gatos le guardan de gatos;
y pues él rompe recatos
y ablanda al jüez más severo,
poderoso caballero
es don Dinero.

Y es tanta su majestad,
aunque son sus duelos hartos,
que con haberle hecho cuartos,
no pierde su autoridad;
pero, pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Nunca vi damas ingratas
a su gusto y afición,
que a las caras de un doblón
hacen sus caras baratas;
y pues hace las bravatas
desde una bolsa de cuero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
mirad si es harto sagaz,
sus escudos en la paz,
que rodelas en la guerra;
y pues al pobre le entierra
y hace propio al forastero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Comentario Para Francisco de Quevedo la crítica social es importante y la denuncia de los males de la sociedad es un hecho. Esta temática ha sido la base de varios de sus poemas, entre los que se incluye este que a continuación comentaremos. Sólo el título ya nos dice claramente la intención del mismo. Se personifica el concepto del dinero y se le da un estatus social alto, el de caballero, muy importante en esa época.

En la primera estrofa del poema, el poeta nos sitúa un personaje que ama al dinero más que a sí mismo, lo adora como aquellos que adoraban al becerro de oro.

La segunda estrofa es una descripción perfecta de cómo el dinero viene, llega y desaparece de España.

En la tercera estrofa se habla de un cambio social en el que los nobles tienen muchos menos recursos económicos y los nuevos ricos, los que manejan realmente dinero, quieren subir socialmente y, para ello, compran títulos nobiliarios.

En la cuarta estrofa, mediante una pregunta, el protagonista del poema nos quiere convencer de que, para él, aunque sea algo malo o ruin, prefiere tener dinero y para ello hace una referencia al reinado de doña Blanca de Castilla.

En la quinta estrofa se indica que el dinero, aunque sea en monedas de menor valor, continúa siendo dinero y su valor sigue siendo importante, siendo capaz de hacer trabajar al holgazán y al jornalero por igual.

Fuente https://www.poemas.de/poderoso-caballero-es-don-dinero/

¿QUÉ ME HA PASADO? [Mi poema]
Ana María Navales [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Ya sé, tengo un problema, mi cerebro
no para de dar vueltas. Que analiza
todo lo que se mueve. ¡Qué paliza!
Me trae a mal traer. Con él celebro
los triunfos que la gente se merece
según su proceder. Y es que saber,
es tanto lo que tiene que aprender,
que cuanto más avanza, más decrece.

No acierta a despertar ni a comprender
por qué si Dios existe él sigue ausente
en una decisión inconsistente,
y exige que debamos de creer.
Y a niños los echemos a perder
sin su anuencia. Y no teniendo en cuenta
la forma de extirparles tan cruenta
que viene el desarrollo a entorpecer.

Es verdad ¿quién yo soy para juzgar
a fatuos, presuntuosos y engreídos.
que van haciendo el mal? Que mal nacidos,
se vienen de nosotros a mofar.
Ni entiende a los que son nacionalistas
que apelan al derecho de pernada,
a obsesos de fumar, a esa calada,
igual que a radicales feministas.

A aquellos que sabiendo sometidos
se sienten muy feliz con su acomodo,
resignados, que van cual Quasimodo
nadando entre sus flemas divertidos.
Se dejan seducir por emociones
haciendo a la razón un lado aparte,
de tendencia sexual hacen un arte
saliendo a pregonarlo en los balcones.

Me joden los mendigos que, rumanos,
de la mendicidad hagan oficio,
los otros que con fuegos de artificio
mostrando van pezuñas son sus manos
Día a día más pelma, más pesado,
disconforme y aun más intransigente
cada vez más, reniego de la gente,
quisiera al fin saber qué me ha pasado.
©donaciano bueno

Pensar es un problema...? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Ana María Navales

MI PALABRA, DESORDEN DE HUMO Y VIGILIA…

Mi palabra, desorden de humo y vigilia,
interroga al tiempo a quien se entrega
como un débil junco frente al río.
Se hiere en la vida, dulce y violenta,
y llora y ríe en su huerto cerrado,
con los pies en el rescoldo de la calma.

Del fuego secreto, 1978.

ESCRIBES SOBRE LA RAMA SECA QUE CABALGA EL AIRE…

Escribes sobre la rama seca que cabalga el aire
con bramidos de amor hacia el vacío.
Pluma de águila o cometa en guerra contra el fuego.
Sombra bajo el palacio y amarga serpiente de ira
rastrean tu silueta por las almenas de la noche.
Qué dioses han caído como nieve destrozando las
túnicas que cubren tu muerte en la palabra…
Ven a la tierra donde arde con humo de misterio
el árbol y sostiene un mundo en cada herida.
Pero nadie llega hasta el silencio de tu espanto.
Todo los hombres se hunden en un solo cadáver
de lluvia caliente sobre el océano que el sol abrasa.
Otra vez penetras en la alcoba del verso
y te nacen espinas en los dedos.
Poeta, estás condenado a la mentira de tu espejo.

Los labios de la luna, 1989.

ESTA MAÑANA DE ABANDONO…

Esta mañana de abandono
he perdido un poema.
Voló como un viento frío,
como una hoja quemada
por el otoño. Los versos
temblaban de muerte y olvido.
Con angustia pisé la calle
buscando la vieja imagen
que el tiempo dibujó en la lluvia;
el oro de un pasado ya borroso.
Pero todo estaba en aquel papel
extraviado que envolvía la llave
de mi casa y las palabras.
Ahora ya es inútil buscar
entre cenizas y libros
el único poema que he escrito
y alguien habrá roto en una esquina.

Escrito en el silencio, 1999.

BUSCO UN POEMA SIN TIEMPO…

Busco un poema sin tiempo,
sin amores y sin muerte,
sin noches ni amaneceres,
sin infancia y sin gaviotas;
en el que no haya lugar
para los sueños, y el sol
se burle de las palabras.
Busco un poema desnudo,
sin murmullos ni testigos,
un poema, sólo uno,
como un ángel de la guarda
que me salve de la vida.

Escrito en el silencio, 1999.

ANTES DE ESCRIBIR EL POEMA…

Antes de escribir el poema,
con el lápiz en la mano
y el silencio hecho palabra
me pregunto a quién demonios
interesa si este mar
ya no es azul ni si mi vida
de hoy es la que antes era.
Y si es lamento
o violín lo que suena
ahora en mi casa.
O a quién irán estos versos
y quién se aventurará conmigo
buscando esa luz inútil
que conduzca a una salida.
Este es un viaje
sin más brújula que el viento
ni más compañía
que este miedo y esta noche.

Contra las palabras, 2000.

ALGUNA VEZ SE CANSAN LAS PALABRAS…

Alguna vez se cansan las palabras
y nos piden una tregua,
audaces vuelan del nido
en busca de otras manos y otro tiempo.
Y se ve el poeta al borde de la nada,
sobre el papel una luz mortecina
que no alumbra la espera ni la noche.
Cuando los siete círculos
se alejan del fuego y de los pájaros,
vuelven, como golondrinas sin alas,
el ayer y los verbos y los nombres.
Y hay que quitarles el miedo,
vigilar los cuadernos del otoño,
tomar el camino por otro lado
y convencerse de nuevo
de que siempre hay un mañana
con las palabras desnudas,
al sol tendidas en la blanca arena.

Contra las palabras, 2000.

Si te gusta #Ana_María_Navales... Share on X

MADRID ME GUSTA [Mi poema]
Sofía Casanova [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Que me gusta Madrid, Madrid me gusta,
me gustan Recoletos, la Gran Vía,
su eterno acontecer. La algarabía
del ruido que me azuza con su fusta.

Me divierten sus parques y sus calles,
fisgando el divagar de tanta gente
que pasa sin mirarte, indiferente,
esperando de ti no le avasalles.

Admiro sus estatuas, la Cibeles,
y aprendo a disfrutar en sus museos
el ritmo que acompaña a mis paseos,
sus,rosas, sus petunias, sus claveles.

El encanto de Sol tan variopinto,
que allí hasta los distintos son iguales.
Y esa Plaza Mayor ¡tú si que vales!
que goza de un ambiente tan distinto.

Sus típicos lugares y rincones,
el barrio de los Austrias, La Latina,
la puerta de Alcalá. Y en cada esquina
detalles que me inspiran sensaciones.

El barrio de las Letras, Malasaña,
restaurantes, sus tascas y sus bares,
mis ansias por subirme a sus altares
o el simple degustar de alguna caña.

A Deodato escucho, a Zaratustra,
que salgo a pasear, escribo y leo,
la vida es para mí como un recreo.
que me gusta Madrid, Madrid me gusta.
©donaciano bueno

Y a quién no? Que en #Madrid nunca eres un extraño Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Sofía Casanova

Anhelo

Seguid la carretera que tendida
entre prados está
como inmenso reptil de fina escama
parado a descansar,
y una plaza, antesala de una aldea,
por fin encontraréis
donde la vieja iglesia está orgullosa
de su misma vejez.
Y allí donde agrupadas las acacias
al declinar el sol
parecen los guardianes que se estrechan
para velar mejor;
allí donde las brumas misteriosas
flotan entre la luz;
donde corta el escueto campanario
el horizonte azul;
allí donde las negras cordilleras
parecen a mi afán
negras perlas formando de los valles
el sombrío collar,
está la pobre aldea que idolatro
porque en ella nací,
cuando el otoño descolora impío
de la selva el matiz.
Mi hogar perdido en la olvidada aldea
contemplad con amor
y en su iglesia rezad, que allí he rezado
mi primera oración.
¡Mi aldea! Quiero verla, quiero sola
sus playas recorrer
y aspirar en sus auras nueva vida,
la vida de la fe.
¡Llevádme, por favor! Busco armonías
que sólo encuentro allí,
secreto de sus noches y sus olas
que cantan al gemir.
Quiero, Galicia, en tu adorado seno
mi tristeza cantar,
tú, que vives, cual yo, desventurada,
tú me comprenderás.
Quiero en tus soledades dar al mundo
mi postrimer adiós?
y en tu iglesia rezar entre mis lágrimas
mi postrera oración.

El búho

Del juvenil ramaje de la huerta
las palomas su vuelo han levantado,
un búho en el pinar se ha recatado
ciego, que ya el crepúsculo despierta.

El caballejo con mirada alerta
para la noria, el cuco se ha callado,
una gata se esconde en el tejado
y un can aúlla tras cerrada puerta.

Silencio. Pasa un hombre lentamente
baja la testa, el capuchón caído
cual si buscara en torno algo perdido.

Y el búho se lanzó del hombre enfrente
el disco de sus ojos encendido…
Y está la luna de la noche ausente.

Poesía del destierro

Cuando dejé mi Patria llevaba la quimera
del amor y del triunfo cual musa compañera
y allá en las soledades de la nieve murió…
Pero de su alba forma vi surgir florecida
La verdad —la experiencia— que es la voz de la vida,
Y ella fue quien a España viva me reveló.

Varsovia

I
Es para mí una gracia inesperada
que tu optimismo no pusiera veto
al pesimismo audaz de mi soneto,
chispa en el aire de mi pluma espada.

Es tu optimismo tradición forjada
con libertades y al honor respeto
mas tú y yo conocemos el secreto
de decir: «por aquí no pasó nada».

De una guerra infernal las ondas rojas
de una revolución, que huyas o acojas
nos arrastran, nos llevan al abismo.

Hay que saber perder, solo quien sabe
mirando al cielo conducir su nave,
la salvará quizás, del cataclismo.

II
Hay que saber perder y hemos perdido
una generación de tal grandeza
que es un milagro porque en ella empieza
del profeta el milagro prometido.

Sin armas, pan ni luz han combatido,
fue hospital cada hogar y fortaleza
y nación en fuego y sangre la proeza
que el pasado jamás ha conocido.

La palabra no puede definirla,
hay que sangrar con ella, hay que sentirla
vivir, luchar, morir, vencer en vano

y ver que en cada tumba cada aurora
la Madre que con tantas madres llora
pone una cruz, de luz, su triste mano.

III
Gloria al hecho inmortal de esas legiones
que a Polonia en Varsovia defendieron,
que las cadenas bárbaras rompieron
cantando al pelear sus oraciones.

Nuestras son sus divinas ilusiones,
nuestro cuanto ganaron y perdieron,
mártires, que al partir nos ofrecieron
su corazón a nuestros corazones.

Hoy el triunfo de al ayer es diferente.
Hay que virilizar y unir el frente
y desarmar la pérfida anarquía,

forjar con nuevos hombres nuestra historia
y en paz o por la fuerza, la victoria
la inviolable, ancestral Soberanía.

Quiero, Galicia, en tu adorado seno

Quiero, Galicia, en tu adorado seno
mi tristeza cantar,
tú que vives cual yo desventurada,
tú me comprenderás.

Si te gusta #Sofía_Casanova... Share on X

[/su_spoiler]

Por amiga, por amiga.
Sólo por amiga.

Por amante, por querida.
Sólo por querida.

Por esposa, no.
Sólo por amiga.

MORIR DE AMOR ES UNA TONTERÍA [Mi poema]
Arcadio López Casanova [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Morir de amor es una tontería
como es finar fajándose en el frente,
pecados confesar en sacristía
salvando cual si fueras penitente.

Creyer que eres el centro de una orgía,
o inocente cuando eres indecente,
ver que el cielo a tu paso se te abría,
soñar ser rico y ser triste indigente.

Sentirse santo habiendo un alma impía,
que inútil es, resulta improcedente,
avanzar si es que vas contracorriente
siguiendo alguna insulsa melodía.

¿Morir por qué, por quién, morir por nada?
No se debe aceptar valga la pena.
Subir loco al altar, sacar la espada,
no es eso amarse a sí. Que es su condena.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:   Arcadio López Casanova

LA OSCURA POTESTAD

“La puerta de la Casa está ya abierta
y alguien vela tus pasos más allá de la Noche”

Miras y sabes. Ya no sabes nada.
Y no miras: tus ojos están ciegos.
Oscura sombra mineral de juegos
de muerte. Oscura sombra sobre nada.

Existes tú, no existes. Nada es nada.
El mar desde la mar —¡Oh monasterio
funeral!— tañe acordes de salterio
tuyo, y tú ya no ves. ¿La vista? Nada

existe. Y tú no sabes. Y tú miras
el mar, la mar oscura, oscuras liras
de soledad, de soledad… Ya es tarde

para vivir, para vivir. No tienes
nada, no tienes nada. ¿Luz sostienes…?
En silo de templanza arde la tarde.

ELEXÍA POLA INFANCIA PRESENTIDA

Dixéronme: «Sé puro, nunca creas
o pranto nin na dór» e por min ía
derrubándose un mundo en ferventía
de metralla e furor, a maus ben cheas.
«Eres ceibe», escoitei, e con cadeas
atáronme a nenez, mais eu seguía
con todo na ledicia … (Ouh, lonxanía
do neno que viviu ñas miñas veas).
Neno que fun —dil quédame a lembranza—
aberto de cotío cara a espranza,
cara o tempo do amor tan desexado.
Home que son agora, xa vencido
na tristeza sin mais, home afundido
e no tempo da dór acoitelado.

O POETA CANTA O MAR CA SUA AMADA O FONDO

Para Mary Carmen

Devalabas ca tarde que se ía
no sonó do solpor esmorecendo;
soia ante as ondas fucheste perdendo,
-longo segredo meu que se esvaía-.
Preso eu tamen no ollar da lonxanía
nun algures fiquei mais non entendo
que mar perto de min foime traendo
dende aquela maná que nos cobría.
¡Outo segredo meu por tí levado!…
¿En que Tempo ancrarás?… (O mar calado
pérdese fondo en min e se silencia).
Tí sigues polas ondas mainamente
cara o albor i eu na tarde transparente
deixome ir enviso pra tua ausencia.

RECORDATORIO PARA LUIS PIMENTEL

Que antergo mar de noite en tí silencia
ise fondo rumor da sua longura;
por qué aberto ronsel a tarde pura
lenemente se esvai cara a tua ausencia.
Qué tempo te levou, viva presencia
alcendida de Deus, arboladura,
pra ise certo Non Ser ou pra isa escura
craridade mortal da sua eisistencia.
Qué velamios de sombra, silenciosos,
por lonxanos albores lumiosos,
rachan agora a mar desarbolada.
Todo te abranque, Luis, e te coroa
i un barco ergueito en luces longo ecoa
ala na onda de Deus, por tí abismada.
(Sonetos de Espranza presentida, 1965)

LUÍS PIMENTEL NA PRAZA MAIOR DE LUGO

Toda a vida fun deste velar
o Tempo na miña vila.

Día a día, ano
tras ano,
dende este balcón
que dá á Praza,
vin pasar de vagariño as horas
coma se badaladas fosen de sombra
caendo, e mancando
no meu sempre, ai!, sempre
canso corazón.

Todo, a cada intre, tiña
a súa melodía de acendidos silencios.
Os pasos quedos
sobre a pedra luída das rúas,
o espello de luces baixo os soportais,
o murmurio mollado
das fontes,
e aló embaixo, no milagre
verde da paisaxe,
a ponte de negros ollos
e o río de ondas grisallas
co seu devalo eterno…

No marmañar da fría mañá
do inverno,
na luz tépeda que viste
de primavera floral á Alameda,
no veludo de ouro e cinza
do outono sobre o Parque,
na cúpula do verán
acendida de azul e altas
coroas de paxaros,
así, case que nun abalo lene,
foise debullando o meu vivir
e naceron – tremecentes –
os meus pobres versos
(oh, este acougo, o tan doce acougo
do pequeño lugar de provincias!).

Pasiño a paso, pasiño
a paso,
esvaecíanse calmos os días
nas visitas de mañá ó Hospital,
nas delongadas charlas do café,
nos paseos á tardiña cos amigos
arredor da Muralla (un ir
que á vez é retornar)
e logo,
xa coas portas pechadas do meu refuxio,
a iluminada presenza da Amada,
as miñas pequenas cousas
– a lámpada, o retrato,
o reloxe -,
e velar, sempre un velar
no altar da Noite…
E agora, Señor, que queda xa, que queda

Praza Maior de Lugo
xa?

Canso, moi canso
sinto o meu corazón,
e rendidas están as miñas armas.
Dende este balcón que dá á Praza
oio o escuro silencio
da pedra nas rúas,
o apagado murmurio das fontes,
e pola Ponte, aló embaixo,
o quedo devalo do río que me vai
levando,
mentres nos arcos dos soportais
abre os seus ollos dee medo a Noite
e durme calada a miña vila
baixo un pano de loito.

Si te gusta #Arcadio_López_Casanova... Share on X

Joaquín Sabina

Contigo…

MI PASEO DIARIO [Mi poema]
Lorenzo Gomis [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Hoy como cada mañana
siempre entorno de las diez
cojo a mi nieto ¡pardiez!
y lo saco de jarana.
Recorro la Castellana
y en una tahona amiga
me paro, de nombre Miga,
-una tostada, un café
y un zumo, y a saber qué-
hago un lapsus a mi andana.

Después tomamos Orense
o quizás Capitán Haya
que vaya por donde vaya
respira un aire circense.
Que está lleno de suspense
transpirando por sus poros
sonidos que son canoros
o de toques de trompetas
de esas niñas pizpiretas
que destripo cual forense.

A medida voy andando
al ambiente tomo el pulso,
a veces éste es convulso
o es que al cielo está bramando,
otros, en cambio, silbando
a mi alrededor rebotan
y a mi nieto le alborotan
respondiendo el muy tunante
que le empuje hacia adelante
y que a mí me vayan dando.
©donaciano bueno.

MI POETA SUGERIDO:  Lorenzo Gomis

LA EDAD

A veces pienso que algo se prepara.
Cada mañana veo en el espejo
un hombre que me mira, un hombre viejo,
un viejo que me mira cara a cara.

No le conozco, pero –cosa rara-
me mira con sonrisa de conejo
y me coge el cepillo, si le dejo,
y se afeita en mis barbas, y no para.

Y no para y no para de imitarme.
No sé si es un actor o es un abuelo,
un viejo actor que estudia bien mis gestos

o un abuelo que viene a consolarme.
Es más viejo que yo, ya es un consuelo,
mi compañero de los ratos estos.

Lo humano no es el hombre, es lo que deja

Lo humano no es el hombre, es lo que deja:

es la muñeca que olvidó la niña,
la vasija de aceite con que aliña
la mujer la comida, es la madeja
en la sillita baja de la vieja;
lo humano no es el gesto, no es la riña,
el jadeo en la torpe arrebatiña
o la sombra que agranda candileja.

Lo humano es el objeto, la casita,
el menudo instrumento, lo que emplee
el tipo en su trabajo. Más humano

que el hombre -lo que afirma, lo que grita-
es el objeto -toma, mira, lee-
que un día él mismo hizo con la mano.

La otra vida

SI hay otra vida es vida, pero es otra,
y si es otra el mortal no la imagina,
una vida sin sexo ni cocina
tiene que ser sencillamente otra.

qué haremos en la vida si es tan otra
y si ya no hay taller ni oficina
y si ya elmismo cuerpo no declina
(si declinara no sería otra)?

Si hay otra vida, es otra pero es vida
y si es vida es noticia y es sorpresa,
sin que la muerte acabe la partida,

vida que canta, vuela, abraza y besa.
Es la vida de Dios la otra vida
y si es de Dios nos basta su promesa.

Lo humano no es el hombre…

Lo humano no es el hombre, es lo que deja:
es la muñeca que olvidó la niña,
la vasija de aceite con que aliña
la mujer la comida, es la madeja

en la sillita baja de la vieja;
lo humano no es el gesto, no es la riña,
el jadeo en la torpe arrebatiña
o la sombra que agranda candileja.

Lo humano es el objeto, la casita,
el menudo instrumento, lo que emplee
el tipo en su trabajo. Más humano

que el hombre _lo que afirma, lo que grita_
es el objeto _toma, mira, lee_
que un día él mismo hizo con la mano.

EMPRESA DE LAVADO

Aquí se lava todo, todo queda borrado,
la mancha y el zurcido, el crimen y el pecado.
Aquí se lava todo. Empresa de lavado
abierta el año 30 por un ajusticiado.

Era un hombre de pueblo, carpintero de oficio.
No llevaba corona, ni espada, ni cilicio.
A los hombres piadosos les sacaba de quicio.
Comía con los malos. No tenía otro vicio..

Predicó por los pueblos algo más de dos años.
Hablaba de la siembra, de pesca y de rebaños.
Curaba al paralítico, veía sus engaños.

Era Dios en persona y murió como un hombre.
Se levantó de nuevo _que ninguno se asombre_
y a uno de sus amigos, Pedro de sobrenombre,
le encargó que lavara, que lavara en su nombre.

EL HORROR ES UN MOMENTO

El horror es un momento
Ya no siento lo que siento

El horror visto por dentro
Va de la nada al encuentro

Cuando estalla el explosivo
Queda muerto el que era vivo

Pon horror en la memoria
Y pasarás a la historia

El horror es el vacío
Que traga lo que era mío

Es la boca de la muerte
Que te sorbe sin morderte

Oh Rorr oh Rorr Cuánta erre
Ya no cierra ningún cierre

El horror es ese grito
Que traspasa el infinito.

UN CARDENAL LLEGA AL CIELO

El señor cardenal, de púrpura encendida,
subía del abismo buscando mejor vida.

Traigo cánones nuevos en perfecto latín,
confiaba jovial a un monseñor pillín.

Pero había en el cielo cola de costureras,
de peones, maestros y chicas casaderas.

En el cielo es domingo ¡cuánta gente, Señor!
San Pedro está ocupado, atiende a un pescador.

Tendrá usted que esperar. Tome asiento, Eminencia.
Es el cielo. Es domingo. Hay que tener paciencia.

Y pasaban las horas y venía la noche.
El cardenal dudaba si reclamar el coche.

El señor cardenal decía para sí:
¿Y ahora dónde iré? ¿Qué haré, pobre de mí?

Y entonces vio una cola que avanzaba de prisa.
No pedían siquiera que hubieran ido a misa.

Los pequeños mostraban la señal en la frente
y entraban en seguida por la puerta adyacente.

Y el cardenal probó, rebuscó en la memoria.
Poco a poco llegó al fondo de su historia.

No siempre he sido anciano. Hace tiempo fui niño.
Yo tenía una abuela. Yo tenía cariño.

Muchos años atrás yo fui niño pequeño.
Rezaba de rodillas. Me caía de sueño.

Ahora que recuerdo, veo luz en mi infancia.
Prefiero ser pequeño que cardenal de Francia.

Beatísimo Padre Pedrito, por favor,
búscame algún rincón en casa del Señor.

Si te gusta #Lorenzo_Gomis... Share on X

Adelina del paseo – García Lorca

La mar no tiene naranjas.
ni Sevilla tiene amor.
Morena, qué luz de fuego.
Préstame tu quitasol.

Me pondrá la cara verde,
—zumo de lima y limón—,
tus palabras, —pececillos—
nadarán alrededor.

La mar no tiene naranjas.
Ay, amor.
¡Ni Sevilla tiene amor!

(De Canciones)

 

COMO PUTA POR RASTROJO [Mi poema]
Roberto García de Mesa [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

El día en que me muera ya verás
que el mundo seguirá como si nada
haciendo lo que dicta a la manada
aquel, el que en tu entorno pinta más
que piensa es superior a los demás
así que en realidad no sepa nada.

La luna los planetas, firmamento,
lo mismo han de seguir como hoy están
arriba, por encima del desván,
y hay unos que dirán que eso es un cuento,
que es una conjetura sin cimiento
y en cambio otros habrá que lo verán.

Y el día en que te llegue y tú te mueras
-espero que lo vivas si disfrutas-,
los hombres seguirán como las putas
andando por rastrojos, prisioneras
del magma de verdades puñeteras,
zanjando con las guerras sus disputas.

Que el hombre por encima el bien y el mal,
sujeto es de egoísmos y emociones,
y en esto es que no existen soluciones
ni música que suene a celestial
que venga aquí a trocar al carnaval
llenándole de santas bendiciones.
©donaciano bueno

El #hombre, qué es y qué cree él que es? Share on X

«Como puta por rastrojo» es una de esas expresión que actualmente está bastante en desuso (al menos por la gente más joven), pero que era habitual escucharla decir a nuestras abuelas para referirse a alguna persona que estaba pasando por un momento incomodo y/o andaba por una mala situación.
Bien es sabido y conocido el significado de ‘puta’, a lo que vamos a centrarnos en el de ‘rastrojo’, que, entre otras cosas, es el residuo de cañas que ha quedado en el campo tras la siega de los cereales.

MI POETA SUGERIDO:  Roberto García de Mesa

Herencia

Aquí, el costado del mar,
el muro indeciso y misterioso
que posee dos caras:
la que desciende y la que se eleva.
Revelación de sal o algo menos.
Aquí, la herencia o la página indecisa,
el costado sagrado donde hundió sus puños.

Fuego

El fuego no espera.
No hay héroe sin estigmas.
No hay salvación sin misterio.

El fuego es una clase de holocausto,
dibuja con sangre sus tentáculos.
Sus marcas anuncian las pulsiones.

Escritura de fondo, de cuerda quemada.
Las leyes se olvidan.
En la calle permanece.

Por eso

Parecen cosas ciertas
aquellas que se olvidan pronto.
Solo por eso
vale la pena no recordarlas.

La noche es una habitación de hotel.

Verano

1
Si no estás, te esperan. La razón por la que lo hacen es dudosa. Los detalles lastiman demasiado. El viento suele barrerlo todo.

2
En la salida se desprenden cachitos de cielo. La soberbia es barata, a veces. Que te empujen al desierto y no te encuentres. Respirar y qué.

3
Un paseo sin fin. El asfalto arde y tú con él. Hay un leve contacto entre lo brutal y el silencio.

4
El verano apunta al pecho. Tal vez una visión de la luz solar quemándolo todo. No saber o esperar sin saber. El juego es infinito.

Canción

Bajo tierra permanece el principio de todo.
Intenta germinar desde la misma fuente.
El arco expulsa la duda
y el ser se transforma en cada disparo.
¡Cuántos han buscado la semilla!
Agotados estamos,
sumergidos en el sueño y en el desastre.
Decir que la tensión golpea el aire con insistencia
no es otra cosa que perder el sentido,
que recuperar la voz más antigua.
La ciudad no germina, no.
La ciudad gana esclavos.
Se sufre en medio de los enjambres.
Demasiados cortes y deseos.
Todas las leyes contienen el dolor:
suena la misma canción bajo tierra.

HÉROE

Cuando la vida te golpea sin límites y crees que al resistir la has vencido,
algo ha muerto ya dentro de ti.
No eres el mismo,
pero vuelves a ser el margen de algo,
la ruptura de algo.
Quedas en tablas porque nadie gana esta lucha.
Te mantienes siempre ahí, esperando a que llegue un sueño irrealizable,
y crees que todo puede cumplirse, que la vida es un regalo y no una pesadilla.
Despiertas y mucha gente te rodea.
Estás vivo, pero has muerto ya tantas veces que no recuerdas tu nombre.
Ni siquiera ves el destino… cómo te desborda, cómo te muerde las suelas de los zapatos.
Y sigues andando hasta llegar a otra música equivocada.
Y la vida continúa, sin reparar en gastos, sin hacer preguntas, sin responder.
La oscuridad es un nido de besos.
La oscuridad es un nido de gritos.
La oscuridad es un nido de miedos.
Vivirás para contarlo.
Vivirás entre los restos de todos los naufragios, reunidos únicamente para ti, para que los veas y pienses en los dioses.
En los dioses conduciéndote hacia una luz que no quieres ver.
Esa luz ya no te dice nada.
Porque nadie ha podido resolver tu problema.
Porque si existes ya has dejado de estar solo.
Porque si mueres te habrás convertido en un ángel caído o en un gusano de seda.

SENTIDO TRÁGICO

Todos guardamos celosamente el sentido trágico de la vida,
pero es nuestro secreto.
Así que nadie debe enterarse.

Si sospechan de ti estás perdido.
Te abandonarán, primero, tus amigos y, luego, tu familia.
Todos lo entenderán, pero nadie se atreverá a admitirlo.
Y, claro, te tocará la responsabilidad de estar visible,
de ser la diana de sus deseos.

Debes protegerte.
Debes cuidar tus emociones.

Debes vigilar a quien le muestras tus sentimientos.
Todos conocemos la melancolía, pero está prohibido practicarla.
Es un deporte de riesgo.

No debes dejar que lo noten.
Ellos y ellas, los perfectos,
los que te leen,
los que saben dónde tienen que estar.
Tan solo desean desprenderse de estos ecos molestos del pasado,

de otras vidas no vividas.

Así que procura callar si no quieres que te descubran.
Si lo hacen, te cerrarán todas las puertas.
Sentirás que huyen de ti, pero ellos te verán desde las sombras
y tendrán miedo de la emoción de tus palabras.

En los momentos nocturnos vivirán una experiencia sórdida con ellas.
Encontrarán un placer oculto en estas emociones que tampoco se atreverán a confesar.
Sí. Lo saben.

Todos han conocido el sentido trágico de la vida en algún lugar recóndito de sus almas.
Llegarán a pensarlo, aunque no lo admitan.
En los instantes más íntimos temblarán de angustia,
pero también sonreirán al ver la gigantesca imagen de su propio cinismo.

EL CANON

Yo hablo de síntomas, de estados, de pliegues, de pensamientos que ciegan, de puños repetidos que se pierden en el océano de los fracasos.

Yo hablo de la diferencia y de los mundos irregulares que se encuentran en el interior de nuestras sombras.

Yo hablo de la mecánica celeste y de las utopías pretéritas.

Por eso disfruto con esperar a los cometas y con los diálogos oblicuos del amor,
con un espacio repleto de orificios, de vueltas, de idas y venidas, de repeticiones,

de repeticiones barrocas, de círculos infernales,
con otro retorno, con otro interrogante que defina los temblores del cuerpo.

PUÑOS

Te dejas engañar.
El tiempo palpita dentro de ti como un ocaso permanente, sin dar explicaciones.
La gloria del mundo no consiste en saber, sino en ignorar lo que sucede realmente.

Esos puños de luz, los que se ejercitan contra todo pronóstico…
—eres la parte más débil, siempre—,
ese combate íntimo, sin tregua…
te recuerda una y otra vez que has perdido.

Sí.

Pero alguna vez tomarás los brazos del tiempo y lo mirarás a los ojos,
escucharás los cánticos eternos y, entonces, de nuevo te expulsará del paraíso.

Si te gusta #Roberto_García_de_Mesa... Share on X

YO SOY UN APRENDIZ [Mi poema]
María Rosa Gálvez de Cabrera [Poeta sugerido]New

MI POEMA …de medio pelo

 

Solo soy yo un aprendiz,
un buen hombre que a la vida
la ha seguido en la partida
como un pollo a una perdiz.
Que hoy se encuentra aquí en Madrid
y mañana dios lo sabe
donde empiece, donde acabe,
ni si acabe tan siquiera
degustando esta quimera
como un niño a un regaliz.

Que ha seguido la corriente
a pesar de sus pesares
y ha nadado por mil mares
y ha caído en la pendiente
embriagado de aguardiente
preguntando por que ha sido
y respuesta no ha obtenido
ni una dada por callada,
y siguió sin saber nada
pues tampoco lo presiente.

Poco más que un tonto el haba
al que dios le plantó un reto
y uso haciendo de un respeto
de alabarle no cesaba.
Dedicó a pelar la pava
aceptando que es un rito
sin saber que él fue maldito
y que leche no meaba.
Que al final todo se acaba
y que pasa rapidito.

Que hasta ayer su chiringuito
de un talante deficiente
se ha tenido consistente
en los versos que hoy recito.
Que ya escaso de palmito
se ha tirado a la bartola
en la cola de la cola
del ciprés del cementerio
demostrando que es muy serio
pues le importa todo un pito.
©donaciano bueno

Todos somos, #aprendices? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  María Rosa Gálvez de Cabrera

A DON MANUEL QUINTANA EN ELOGIO DE SU ODA AL OCÉANO

Quise atrevida del sonoro Pindo
hollar la falda, y el orgullo necio
hasta la cumbre del celeste monte
con vano aplauso mi ambición conduce.

Admiro el brillo de castalio coro,
de Apolo el carro, de su luz el giro,
y más admiro, que el silencio reine,
donde reinaba su divino canto.

El dios me anima, y en su bello rostro
dulce sonrisa plácido me muestra,
y así me dice con afable acento:

“En vano, Amira, con tu lira quieres
en el Parnaso colocar tu nombre;
busca modelo que tu genio guíe;
oye a Quintana, que en su canto pinta
el ancho Ponto las bullentes ondas.
Las nueve musas en su metro vieron
el incesante vividor tumulto,
que el austro agita con airado soplo:
y todas callan, y su voz escuchan,
cuando en la orilla contempló la inmensa
mole argentada, que rugiendo bate
la dura roca y el soberbio escollo.

Ora en la arena deslizada corre,
ciñendo el globo, para ser su tumba;
y antes del plazo sepultó en su seno
vastas regiones de ambición henchidas.

Después al metro dando nuevo giro
celebra al hombre, que en el cielo arranca
el rumbo al polo, y a la ignota gente
lleva el comercio con fecunda mano.

Mas ¡ay!, que luego de furor cubierto
el fiero Marte por las naves gira;
odio y codicia, por do quier le siguen,
estrago y guerra siempre le acompañan.

¡Ah! Vieras como se horroriza y tiembla
oyendo guerra de Quintana el genio;
y como invoca las sañudas olas,
porque en su seno puedan sepultarla.

Vieras Neptuno, cuando oyó su canto
hundir medroso la arrugada frente
en el abismo de su inmenso golfo:
solicitando que Plutón le ceda
el negro cetro que el averno rige,
por el tridente que las aguas manda.

Amira, deja a tu orgulloso intento:
con nuevo estudio mejorar procura
el canto antiguo de tu humilde lira;
y elogia entonces de Quintana el numen,
honor y gloria de la musa hispana.”

En vano, Apolo; mi obediencia quiso
con alabanzas celebrar su metro.
Tú hacerlo puedes, y el festivo coro:
pero yo en tanto tu favor imploro.

A LICIO

Deja, Licio, que el necio maldiciente,
de la envidia inflamado,
con lenguaje insolente
descubra su rencor: nunca el malvado
miró la dicha ajena
con semblante sereno;
y la maledicencia es el veneno,
mísero fruto de su infame pena.

Tu ancianidad dichosa
siempre amó la virtud; tú has procurado
en tu feliz estado
sofocar de la envidia maliciosa
la ponzoñosa lengua,
que al hombre honrado quiere poner mengua.

Tu noble empeño es vano:
son del necio perpetuas, compañeras
la envidia y la malicia:
así el orgullo insano
acompaña las almas altaneras,
y sus virtudes vicia:

sírvales de castigo a su delito
vivir abominados,
y aun de sus semejantes detestados:
si en la pobre morada, donde habito,
sus voces penetraron,
compasión y desprecio sólo hallaron.

Sale de la montaña el agua pura,
y lleva su corriente por el prado;
bebe de ella el ganado;
y el animal inmundo antes procura,
que beber, enturbiarla,
y en sus hediondas cerdas empaparla.

Después el pasajero
en busca del cristal llega cansado,
y aunque desanimado
mira turbio su curso lisonjero,
bebe, y se satisface
buscando la corriente donde nace.

Así el hombre sensato
de la envidia el rumor sabio desprecia;
y aunque sienta el infame desacato,
perdón concede a la malicia necia,
y compasivo dice:

¡Oh cuánto es infelice
el mortal, que ocupado
en la mordaz censura,
de sí mismo olvidado,
mira el ajeno bien con amargura!

Bien sabes, Licio tú, cuánto granjea
un corazón sensible y bondadoso,
que su piedad recrea
viendo a su semejante más dichoso:
y aunque sin más riqueza,
que este don que le dio naturaleza,
por sí solo es amado,
feliz en cualquier clase y respetado.

Por esta prenda la amistad sencilla,
el placer, los amores,
a tu mansión llevaron sus favores;
y a tu vista se humilla
temblando el envidioso,
respetando tu asilo venturoso.

Con insensible vuelo
va la tierra girando en torno al día;
y aunque la niebla y hielo
empañen de la esfera la alegría,
nosotros no dudamos,
que siempre alumbra el sol cual deseamos.

Compadécete, pues, del envidioso,
que mira despechado
sus rayos fecundar el monte y prado;
y siempre generoso,
si mi amistad aprecias,
no merezcan tu enojo almas tan necias.

Despedida real del Sitio de Aranjuez

Fértiles bosques de Aranjuez florido,
por donde se desliza el Tajo undoso;
prado de mil colores guarnecido,
do siempre halló mi corazón reposo;
felices avecillas, que a mi oído
halagabais con canto melodioso,
voy a dejaros ya; pero mi acento
antes os mostrará mi sentimiento.

En vuestras agradables espesuras
a mi voz inspiró naturaleza;
en ellas olvidé las amarguras
de mi suerte cruel; vuestra belleza,
mi corazón llenando de dulzuras,
ha cambiado en placeres mi tristeza;
y en vuestro mudo y plácido sosiego
desprecié altiva el amoroso fuego.

Esta tranquilidad, que ha recobrado
en vuestra soledad el alma mía;
la razón, que mi espíritu ha elevado,
para lograr vencer la suerte impía;
y en fin, el tierno metro que ha inspirado
a mi genio la dulce poesía;
a ti lo debo, sitio delicioso,
donde mi corazón fue venturoso.

A Dios quedad, llanuras agradables,
montes, jardines, selvas y cascadas;
mientras respire, me seréis amables,
pues me dieron alivio estas moradas:
el sosiego y la paz, inestimables
tesoros de las horas ya pasadas,
vivan siempre y habiten vuestro seno,
de mil placeres y hermosura lleno.

Quédate a Dios, oh gruta deliciosa,
donde su curso unió Tajo y Jarama;
nunca el verdor de tu arboleda hermosa
destruya el sol con ardorosa llama:
vuestra corriente bañe silenciosa
del verde prado la naciente grama;
y en su llanura las pintadas flores
den al suelo esplendor y al viento olores.

En tu elogio, Aranjuez, se oirán en tanto
los olvidados ecos de mi lira,
sin que la vanidad mueva mi canto,
pues es la gratitud la que me inspira:
aquí cesó la causa de mi llanto;
de mi persecución calmó la ira;
y pues del hado aquí logré victoria,
siempre me será grata tu memoria.

LA VANIDAD DE LOS PLACERES

Oigo del mundo el eco lisonjero
sonar gozoso en torno de mi mente,
y la insensata gente
veo correr en vano
sin poder halagar ningún sentido:
¿será, que la fortuna a los mortales
jamás otorgue algún placer cumplido;
o que el fastidio siga a las pasiones,
que no pueden saciar sus corazones?

Genio, que inspiras sin cesar mi canto,
yo me abandono a ti; guía mi acento;
vuela en pos del contento
que el hombre te presenta en su grandeza,
cuando engañado su vivir fatiga,
y sus tesoros por gozar prodiga.

Jamás el espectáculo pomposo
vio del sol al nacer, ni sus oídos
el canto de las aves melodioso
gozaron, cuando el orbe se ilumina;
sumido en ocio, de velar cansado,
la noche se avecina
cuando el lecho dejando lentamente,
torna de los placeres al bullicio,
con que el mundo le encubre el precipicio.

Piensa que puede amar, y ser amado;
y los deleites del amor siguiendo,
un instante engañado
vivió de su ilusión encantadora;
pero nunca gozó: desconfianzas,
ingratitud, traiciones le atormentan;
celos devoradores
le acosan sin cesar con sus furores;
y si en la variedad busca delicias,
el interés le vende sus caricias.

El lujo le previene los banquetes
que la gula inventó; soberbio en ellos
adula su deseo caprichoso
con viandas exquisitas:
naturaleza de su seno hermoso,
los dones le presenta, que cultiva
bañado de sudor el desvalido,
allí desvanecido,
de falaces amigos rodeado,
con extraños licores lisonjea
su apetito estragado,
hasta que en el desorden ya beodo
pierde con la razón el placer todo.

Envilecido entonces, degradado
del nombre racional corre aturdido
del circo al espectáculo sangriento,
en él, igual a las sañudas fieras,
del hombre perseguidas,
tranquilo goza el bárbaro contento
de ver los inocentes animales
rabiando de perecer; y si la suerte
no protege los diestros lidiadores
también sin susto ve llegar su muerte.

Si asiste del teatro a las delicias,
sólo es por vanidad; su entendimiento
desconoce del arte los encantos:
el vano lucimiento
ocupa su atención; no las pasiones
que ve representar; no las desgracias,
ni el castigo, que alcanza el vicio impío,
su corazón movieron,
de sentimientos y virtud vacío.

Alguna vez de estruendo venatorio
seguido al campo sale;
y en el placer de muerte embebecido
las libres aves su rigor destruye;
que el privilegio de volar no vale
contra el ronco estallido
de la pólvora atroz; ni el manso ciervo,
ni la tímida liebre,
ni el veloz gamo su vivir libraron;
todos perecen: ¡ay!, cuando se aleja,
rastros de sangre por el valle deja.

Corre luego al festín; el atractivo
de la danza le ofrece sus deleites;
allí en tropel festivo
los mortales alegres se abandonan:
quien, en vueltas acá y allá girando,
en sus brazos conduce la doncella;
quien, rápido saltando,
del bello sexo la pasión excita;
quien, por danzar se agita,
y a los espectadores atropella:
los ojos se deleitan, los oídos;
y el tacto encanta los demás sentidos.

En vano este delirio pasajero
su languidez desvela,
mas poderoso objeto necesita,
para gozar placer; al juego vuela,
al juego destructor; en él consume
su tiempo y su riqueza:
en sus falaces suertes pierde el oro,
que socorrer pudiera cien familias,
deja entre las manos de un malvado,
lo que aliviar debiera al desdichado.

Si honoríficos puestos solicita,
¡cuánto a su orgullo que sufrir le espera!
La brillante carrera
de los premios emprende,
sin merecer ninguno; en ella ansioso
teme desaires, humillado ruega,
lisonjea, importuna,
y si acaso concede la fortuna
a su anhelar la injusta recompensa,
llega la senectud, y en pos la muerte
se presenta, seguida
del atormentador remordimiento,
de dolencia y terror; en vano entonces
remedios busca, por alivio clama;
el sepulcro lo llama;
baja a su seno, y su memoria en tanto
de nadie logra compasión ni llanto.

¿Y qué placer gozó? Todos huyeron
fugaces, del destino a la inconstancia;
todos en aflicción se convirtieron
cuando llegó su fin. ¿Acaso existe
algún placer durable cual la vida?
¿Acaso el mundo los consuelos niega
de recordar la dicha, aunque perdida?

No, débiles mortales;
la sagrada virtud en nuestros males
brilla, como la luz en las tinieblas;
ella conforta el corazón humano
contra la adversidad; y el poderoso,
que al triste socorrió con larga mano,
consigue venturoso
el supremo placer de hacer felices:
este es solo el deleite duradero
hasta el instante de vivir postrero.

Si te gusta #María_Rosa_Gálvez_de_Cabrera... Share on X