A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
MIS DOS ALMAS [Mi poema]
Begoña M. Bermejo [Poeta sugerido]
MI POEMA... de medio pelo |
Tengo un alma que dice, que me dice, Tengo un alma torcida, puñetera, Tengo una alma que mira, que me observa, Yo critico si estimo se ha pasado Dos almas tengo yo, dos almas tengo, |
En el lenguaje freudiano el YO y el SuperYO. Para simplificar, los impulsos y la razón.
MI POETA SUGERIDO: Begoña M. Bermejo
Allá donde estés
No hay mar,
las olas se han reducido
a espuma, que el viento
zarandea como barco
a la deriva
Oh, capitán!!! Te llevas la estrella
que iluminaba nuestra senda,
como guía de tu viaje,
y a oscuras, dejas nuestra vida.
A mi amigo, compañero y padre poético
José Valle Valdés (Pichy)
Ojalá no hubiese llegado nunca este día…
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Te echaré de menos amigo… Ya lo hago. Un beso allá donde estés. Tu amiga Bego.
Palabras
Intento que las palabras
lleven un sonido peculiar:
un aumento de la voz muda
o un susurro ensordecedor.
Pero, no lo logro. Sólo,
se amontonan en el cerebro,
formando sudokus lingüísticos,
para resolverse en sopa de letras.
Y es que voy mucho al cine
donde no me dejan hablar.
Y si lo intento escribir,
la oscuridad me ciega.
Así que, he decidido
ir al teatro. Puede que allí,
entre sus luces, consiga un papel
para mis palabras.
En esta pecera no se nada
No logro ataviar el léxico con morfemas
que modifiquen el dolor humano
cuando indago en el sueño y el alma
Dejarlo en manos del abandono
suscita los temores a desaparecer,
como un mal truco de escapismo
que se atraganta con las llaves.
Siempre he tenido fobia
a cerrar las puertas: el oxígeno
está condicionado.
¿Qué es eso de que la poesía salva?
SIN DESCANSO
Continúan saliendo del almohadón
hojas caducas del otoño pasado.
Mi bolsillo de sueños elípticos.
Es hora de encuadernar
antes de que lleguen con la primavera
las aves que baten bisoñas plumas
sobre el musgo que crece
en los viejos versos.
Desvelos
Tengo esa necesidad
imperterrita,
inaplacable,
longeva
de acrecentar el verbo
sin florituras
ya se con el recuerdo
de tus labios entreabiertos
cuando tiritan de frio
o de tus caricias, arrancando las heridas
de mis manos.
Pero con los desvelos que me acechan
crece toda la flora
inhospita,
intransitable,
maloliente…
que envenena los poemas.