A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
NADIE SABE QUIEN SOY [Mi poema]
Albert Ribeiro [Poeta sugerido]New
MI POEMA... de medio pelo |
Nadie sabe quien soy, nadie me ha visto Nadie sabe de mí, de mis caprichos, Ni dios sabe de mí, que hay tantos hombres Y aun menos él sabrá que soy poeta Mas hoy ya me confieso, no me importa |
MI POETA SUGERIDO: Albert Ribeiro
Carta a mi mismo
No te ofrezco fulgor y regocijo
no dispongo de tiempo
y mucho menos energía
No te ofrezco los anhelos de la infancia
se extraviaron con mis sueños
por la senda de la realidad
Aunque quiera (pero no quiero)
no te ofrezco estabilidad y constancia
se me agotaron las ganas
se me acabaron las excusas…
No te ofrezco nada más que lo incierto
con la mirada desnuda
con los brazos abiertos
con la epifanía extraviada de mis letras vencidas
Te ofrezco la entereza de estas piernas rebeldes
que se niegan a ceder aunque caigan mil veces
Te ofrezco y entrego la verdad del espejo
(no del que cuelga del baño
sino el que llevas por dentro)
pues solo él refleja
nuestro fausto secreto.
INTENTOS DE OLVIDO
Memorias negadas en falsos intentos de olvido.
De olvidar tu pasado, de sacarte del mío.
Me miro al espejo y me caigo a mentiras;
que ya no te amo, que ya no te extraño…
frases desgastadas que carecen de sentido.
Recurro a los sueños porque en ellos soy libre
de amarte, de sentirte, de nombrarte…
y surco tus letras con mis labios,
y toco tu aliento con mis manos,
y soy tuyo mientras mis brazos
me aten a tu ombligo,
y eres mía mientras la luna
sea cómplice de mis fantasías.
Pero debo despertar,
y al despertar soy de nadie,
porque el mundo entero es nadie,
cuando tu no eres el alguien
que me hace compañía.
DESNUDA
Desnuda tu lujuria…
desnuda tu lujuria, mujer,
y fúndela con la mía.
Hoy devoro tu sexo,
mañana devoraré tu alma,
y después…
después nos amamos con locura.
OCASO
Fuimos solo dos tontos enamorados
al pensar que podríamos vencer
la tempestad de nuestras vidas.
Tu y nuestro amor Prohibido,
yo y mi densa rutina.
Fueron sueños inocentes
de un amor desesperado,
pequeños fragmentos
que se los llevó el viento.
Pensaste que el tiempo
abriría los espacios
que la vida nos negó.
Pensé que nuestras palabras
llegarían al ocaso.
Pero las palabras mueren,
y murieron en tus labios,
y murieron en los míos.
Y no hubo ocaso,
no hubo amor,
no para mí.
CELADORA
¿Quien te crees que eres,
que me encarcelas con tus palabras?
¿Quien? para colocar barrotes en mi alma.
Tomas los fragmentos de mis sueños rotos
para armar tus fantasías.
Poco a poco has tomado todo de mi,
pero te mantienes igual de vacía.
HABLÉMONOS CLARO
Hablemonos claro y dejémonos de rodeos,
de los juegos de poder, de seducción, de misterio.
Hablemonos claro y pongamos
las cartas sobre la mesa,
porque si yo te quiero y tu me quieres
¿para qué seguir esperando?
porque la vida pasa,
pero pasa mejor cuando estoy a tu lado.