A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
RECONCILIACIÓN [Mi poema]
Mar Benegas [Poeta sugerido]
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MI POEMA... de medio pelo |
Vi la puerta de mi prisión abierta Sin aliento detuve ante la puerta Ciego, mi mano tendí hacia el parnaso, Allí estaba mi vida al cielo raso. |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Mar Benegas
Nueve edades
La maldición pulverizada
o polen enfermo
entrando sin resistencia
nueve edades penetran en los pulmones
la matrona intensificó los movimientos
la huida hacia el futuro no era posible
podía barruntarlo
belfo contra polvo de odio
Luperca fue su exilio
pelo roído
madriguera
obstinados turpiales
al aviso la señal
desde la rama o la brizna
los cinco mil pájaros
levantan el vuelo
en un sacrificio inútil
el reino de la razón abre su cuerpo
inmenso y poderoso.
De lodo a lodo
I
La luz crecía en otros parajes
Tu viaje de esperanza
alimentó al gran cadáver
tienes un país azul
apuntándote a la sien
pero sufres
y tus hijos se llenan de ira
al otro lado del mundo
II
Trino desconocido
desatinan entenderse
el extranjero cruje
bajo el peso del sol
-no es suyo-
y embosca su lengua
III
Del Sur
un eco de ánsares
migración periódica
cíclico intervalo
impregna el Norte
dos veces
ni siquiera
su plúmeo testimonio
turba sueño
los mercenarios dictan sus leyes, la ciudad
mugiendo como una vaca herida
tenemos algo dentro, asoman por las comisuras
de nuestros labios plumas negras, no queremos
darnos cuenta de que ya olemos a muerto.
VII
Tierra
y
cielo
copularon
noche
y
día
de su cópula infinita
iban pariendo
materia de dioses fuimos
por eso soñar
y avanzar contra el viento
generosos los dedos
abiertas las palmas de las manos
como alas
algunos hombres-nido
justos como raíces
crecer y cobijar, permanecer
que lo humano viene del pájaro
es lo primero que ha de aprender un niño.
– –
de La ciudad o la palabra pájaro
me significo a través de esta plegaria
custodio el fuego que aviva el vientre
el amor incipiente y el vértigo
ofrezco mis pezones al talud de la revuelta
me apoyo en la palabra hembra
en el canto ignoto
larva de luz que irá creciendo
me ofrezco íntegramente a la esperanza.
-31 de diciembre de 2001-
Acunarte sin embargo
en ese hijo árbol
que crece luminoso,
terco en su alegría.
Esa algarabía de ramas
que sujeta el hemisferio
invisible de tus huellas.
Pajarilla mía,
acunarte a ti,
temblor de abandono.
Madre migaja
como semilla triste.
Y cierro los ojos.
Os veo: madre y nieto.
Y sus manos te suben
y te hace rodar.
Rodáis, como norias felices.
Con tanta claridad, tan así
os veo reír.
No tienes miedo,
madre.
Y ríes, pajarilla mía,
como una niña
tú ríes,
y parece tan verdad.
Y aquel bebé que quedó
en mis brazos, madre,
es ahora este árbol,
que nos hace cantar
de alegría. Pajarilla,
pajarilla mía.
/murmullo/
murmullan las puertas una vez al día
murmullan los árboles y sus ramas depositadas en la memoria
murmulla el pasar de las hormigas sobre la tierra, como una apisonadora
murmulla aquella manta que lo cubre y las chinches que la habitan
murmullan los muelles, y sus músculos, y los huesos, y también los pensamientos
murmullan los meses, y los años, y los recuerdos de las golpizas y el mearse de miedo
y cada segundo también murmulla
y la ausencia de sol que palidece la piel
y la mente murmulla
murmulla todo, en este cubículo
hasta que
la herrumbre del candado cede
y se abre la puerta
o la nada.