TO ER MUNDO E GUENO [Mi poema]
Elder Silva [Poeta sugerido]

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MI POEMA… de medio pelo

 

¿Quién hizo el corazón, quién hace alarde
aireando sus más nobles sentimientos,
quién tiene en su poder los condimentos
que no haga que parezca que es cobarde?

¿Quién sabe de ternura y de tristeza,
y quién del patrimonio del dolor,
en dónde sigue escrito que el amor
es sólo propiedad de aquel que reza?

Que amar debamos no entiende ni razones
y nadie ha de apropiarse la patente,
amar lo que es amar, tenlo presente,
tampoco ha de entender de religiones.

Si alguno dice te ama no te fíes,
que amor solo se da con el ejemplo,
no existe algún altar ni existe un templo,
mejor será olvidarle, no porfíes.

La boca solo es fuente del relato,
frecuente este relato esté vacío,
habrán de demostrar con el rocío
qué existe por debajo del sustrato.
©donaciano bueno

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*Parodiando el título de la película del magnífico humorista Manuel Summers.

MI POETA SUGERIDO:  Elder Silva

No meio do caminho

Encontré un carro de un papelero
en medio de la cuadra.
Un muchacho negro,
con la camiseta del Botafogo en medio
de la cuadra.
Tirando de un carro, en medio de la cuadra.
Yo venía en bicicleta por el barrio
y el muchacho subía el repecho con papeles.

Encontré un carro de papelero
en medio de la cuadra.
Con colores del Botafogo
y esperando mejores noticias entre casas
derruidas, en medio de la cuadra.

Carlos Drumond de Andrade en la cantina,
vio al muchacho negro de Uruguay,
en medio de la cuadra,
empujando su carrito con papeles viejos.
Y vi en sus ojos,
una película antigua que solo vio Drumond
en medio de la cuadra.

Las mujeres de los boxeadores

Sentadas frente al boxing club,
mirando la vereda con sus niños,
las mujeres de los boxeadores
aprovechan las hilachas del sol
que aún lamen las baldosas.

Las novias y amantes de los boxeadores
juegan con sus niños flacos
y sueñan con un combate en Las Vegas,
sus maridos en andas,
y espían entre el nokaut técnico,
una corona ganada por puntos,
las mejillas rotas de un negro jamaiquino.

Las novias y amantes de los boxeadores
de este barrio,
poco saben de upercaps,
de la pera loca,
de la bolsa de arena
ni del salto a la cuerda:
ese regreso disimulado a juegos de la infancia,
que desentona bastante con la musculatura
de sus rudos amantes.

El ‘Pata’

Ha muerto el ‘Pata’,
un negro grande con la pierna de palo
que vivía en el tercero.
Sus hermanos lo han llorado hasta la madrugada.
Han traído cerveza por dos veces
y ha venido el repartidor de pizzas a ayudar al estómago
de los deudos.

Los bomberos salieron tres veces en la noche,
sin apuros,
siempre con el coro al bardo de los perros.

El “Pata” estaba lleno de deudas
y lo asediaban a diario los cobradores sin ventura,
primos hermanos de Shopenhauer.

Anoche, es posible que en el viaje de ida y sin retorno,
mi vecino haya recorrido todos los cajeros automáticos
sin recordar el número de su caja de ahorros.
Y en todas partes el mismo letrero imperativo:
‘insert coin’, ‘insert coin’.

Agenda

Tocan el timbre.
Es el delivery que trae pizza y cerveza
para el apartamento 311.

Me llaman de una radio para preguntarme
qué opino sobre la obra de Benedetti,
que acaba de morir.
No les digo nada
que parezca interesante para la prensa
carroñera.

A las dos de la mañana un poeta colombiano
me manda un archivo con la última canción de Gabo Ferro.

Han sonado balazos para el lado del bosque,
los perros respondieron.

Mañana compraré jugo de tomates, arvejas, habas.
(Lo anoto en la libreta)

Cosas que suceden fuera del tiempo,
más allá de la cronología del barrio y del planeta.

Súper Machado

Voy al market
y me salteo la zona de cosméticos
y de cremas para el pelo.
Paso de largo por la fila de jabones,
evito la pelea de los detergentes
y me voy donde están la escarolas y radichas.

No sé para qué entro a los supermercados
si lo único que compro es el vino
y algunas hortalizas que me alivian.

Sueño encontrarme con Antonio Machado
en estas grandes superficies:
saco raído,
ojos lastimados por el amor,
la desventura y su huella intacta
y con un pan francés
pasando el código de barras por la caja uno.

Tareas dominicales

Atender a los evangelistas.
Sintonizar una radio donde pasen canciones de Joao Do Vale.
Juntar los vasos y las copas. Limpiar los vasos y las copas.
Atender a los evangelistas y hablarles de Trosky y de Lenin
para que no vuelvan.

Tomar mate solo.

Esperar a que despiertes para llamarte
mientras miro a la reina de la primavera en jogging.

Seguir con la mirada a los mormones.

Ver cómo cambia el bosque en las mañanas.
Ver cómo el sol se lleva las mejores flores
y prepara un día sofocante.

Comprar cebollas y pimientos rojos.
Almorzar sin los niños y esperar
a que empiece a rodar la pelota
en la cancha de Rampla Juniors.

Crónica ligera

Desordeno tus cabellos en mi almohada
y agrego a esa acción algo de poesía.
(Innecesaria, como se sabe).
Pero desordeno tus cabellos en mi almohada
y le agrego algo de poesía.

El amanecer aún está lejos.
Ha pasado el último 113 a los tumbos
y tus cabellos en mi almohada
son pasos en la vereda,
el viento que no podremos descifrar nunca,
el maullido de ese gato en la terraza.

Cosas que suceden sin aliento
mientras te miro dormir a mi lado.

Diario de Salto

Para Atilio Duncan Pérez (Macunaíma)

09.02.- Hay demasiadas nubes sobre la parda espalda
del río, anoto.
Escribo ‘espalda’ y me sorprendo.
En este hotel estuviste hace un año,
anoto melancólico.
Cuando no tenías auto nuevo, ni las uñas rojas.

Nunca había visto la ciudad desde el cuarto piso.
Qué raras las barrancas del lado argentino,
anoto también.
(Remember Concordia y una poeta de ojos verdes.)

09.45.- Stoicovic, el golero serbio le ataja un penal
al cotizado Podolski.
Fiesta.
Me llaman de una radio
y hablo de poesía con el periodista
y de cómo se pone el sol en esta parte de la patria.

10.05.- Intentos alemanes como en ráfagas.
Frangollos en los puros centros al área.

10.10.- Día perfecto para los primos de Kusturika:
Serbia 1 – Alemania 0.
Me declaro serbio por un rato y salgo al supermercado
A comprar una botella de vodka.
Salú.

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MI POETA INVITADA: Laura García de Lucas

Jeremías 19:10

Racimo caído
del que solo comen
los forasteros
los frutos se enlazan
como letras en orden
el sonido de lo no escrito
entonces quebrarás la vasija
la primera cosecha
el peso de lo no nombrado
ante los ojos de los hombres.

2 Reyes 4:13

El calostro de este amanecer
su crueldad
encuentra los ojos abiertos
porque nada distingue
el sueño de la muerte
yo habito en medio de mi pueblo
los labios se secan
se varean los lechos
están vacías
las vasijas de la casa.

Del libro  ‘Vasija- Bilha” 

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Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

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