PONGAMOS QUE SOY…TRUMP [Mi poema]
Alice Lardé de Venturino [Poeta sugerido]

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MI POEMA… de medio pelo

 

Pongamos que yo soy un comediante,
que gozo fabricando mil enredos,
un tipo inaguantable, petulante,
de mal genio, carácter mal talante,
que va tomando el pelo con sus credos.

Pongamos que este tipo está vendido,
incorrecto, político, un farsante,
fatuo, maloliente y presumido,
y aunque no lo aparente, está podrido
del centro, por detrás y por delante.

Pongamos que es un lerdo empedernido
o un listo que aparenta ser un lerdo
que lanza el argumento consabido,
que él sabe razonar, no está bebido
y «si algo lo hice mal ya no me acuerdo».

Pongamos que soy Trump. ¡virgen maría!
¿has dicho Trump? por dios, no me lo creo,
si fuera eso verdad, me moriría.
Excuse, que eso dios nunca lo haría
ni así fuera se vuelva un fariseo.

¡Y a mi qué más me da! Quien le ha votado
habrá pensado bien por qué lo ha hecho,
pues no quiero pensar que la han cagado.
En tanto atento espero en mi tejado,
la próxima a pensar y a lo hecho pecho.
©donaciano bueno

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La tradicional representación del diablo en la forma de un ser verdoso con tridente, cuernos y rabo es sustituida por la de un tipo rubio con pinta de peleón y pelo amarillo oxigenado.

MI POETA SUGERIDO:  Alice Lardé de Venturino

Los lirios

«Los lirios, sus corolas abrieron, perfumando
con su embriagante aroma mi túnica violeta,
y de mi cuerpo cálido se iba posesionando,
haciéndome sentir una ansiedad secreta…»

«De sólo imaginarme…»
De sólo imaginarme que tu boca
pueda juntarse con la mía, siento
que una angustia secreta me sofoca,
y en ansias de ternura me atormento…

El alma se me vuelve toda oído;
el cuerpo se me torna todo llama
y se me agita de amores encendido,
mientras todo mi espíritu te llama.

Y después no comprendo, en la locura,
de este sueño de amor a que me entrego;
si es que corre en mis venas sangre pura,
o si en vez de la sangre corre fuego…

LA ORACIÓN DE LA MADRE

Que sea este hijo mío fuerte y bueno;
que sea sano y franco como el buen campesino
que no tiene en el alma ni hieles ni veneno;
que su palabra tenga la propiedad de un vino
generoso y divino
que embriague y fortalezca
al espíritu débil, y que por él florezca
la energía en los seres de trágico destino…

Que sea un luchador;
que nunca se acobarde su espíritu sereno
ante las asechanzas de que el mundo está lleno;
quiero que sea un férreo domador de las cosas
y que bajo su planta de hábil dominador
se dobleguen las fieras, los astros y las rosas…

Que sea enérgico y valiente,
templado en el acero de un elevado ideal;
que siempre lleve erguida su magnífica frente
luchando por el bien y desafiando al mal,
y que al fulgor que emane de sus profundos ojos
plenos de ensoñación,
se recubran de flores los punzantes abrojos
y que cada guijarro se torne un corazón…

Que ame la Justicia sobre todo,
y, aunque no la practiquen los demás,
él la ejerza sin esperar jamás
ninguna recompensa, de la misma manera
que la tierra
brinda sus frutos sanos y sabrosos:
que ayude al débil y reprima al poderoso
que al pobre quiere convertir en lodo,
que encarrile al caído, y al mendigo
tienda la mano como un buen amigo…

Que ame el trabajo que a los seres
eleva y dignifica;
y que rebelde huya de los zafios placeres
que al individuo nulifican;
que sea un orgulloso defensor de su nombre
y de su dignidad;
y que sobre los hombres
que le traten ejerza su superioridad,
una influencia benéfica que a todos los envuelva
en una fuerza viva de energía y bondad.

¿Cuándo vendrás?

¡Cuándo vendrás, amor, que tanto espero!
¡Cuándo vendrás, amor, a darme vida!
¡Desfallezco esperándote….! ¡Ya muero
entre mis propias llamas consumida!

Soy una antorcha humana que fulgura
encendida de amor, en el camino,
y busco de otra antorcha la hermosura
para hacer, de dos fuegos un destino….

¡Soy una antorcha humana que fulgura
eternamente viva y crepitante!…
¡Cuándo vendrás, amor!….¡Fuego y ternura,
ya saltan de mis poros desbordantes!….

¡Cuándo vendrás, amor, que tanto espero!
¡Cuándo vendrás, amor, a darme vida!
¡Desfallezco esperándote….! ¡Ya muero!
entre mis propias llamas consumida…!

SED

¡Tengo un hondo deseo de estar hoy en el campo
por ver cómo se mecen los dorados trigales;
acostarme en la grama y escuchar ese canto
rumoroso, del viento, entre los carrizales!

Sumergirme en las ondas de la fuente armoniosa
y correr como cierva por la verde pradera,
mientras cae la tarde simulando una rosa
que ya mustia se dobla en plena primavera.

Y después ¡oh mi sueño! escuchar de natura,
mientras lenta me duermo, la sonata divina,
y soñar que en tus brazos de infinita ternura
estoy aprisionada como una golondrina.

ALAS…

Según como las utilices
las manos pueden servirte de alas:
Ponlas al servicio de tu pensamiento
y verás cómo, ennoblecido, te elevas
sobre las miserias humanas…
Si los ríos son la sangre generosa
de la montaña inconmensurable,
el pensamiento del hombre es la sangre
más noble de la humanidad…
Empínate sobre las cumbres:
¡las cumbres incitan al vuelo…!
Un golpe de ala hace flexible y dócil
el movimiento;
varios golpes seguros y persistentes acumulan
todas las energías necesarias al vuelo…
Escucha, amigo:
¡según como utilices
las manos pueden servirte de alas!

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Mario Benedetti

¡A la muerte de un canalla!

(un tributo al Dictador Fidel Castro)

Los canallas viven mucho, pero algún día se mueren
Obituario con hurras
Vamos a festejarlo
vengan todos
los inocentes
los damnificados los que gritan de noche
los que sueñan de día
los que sufren el cuerpo
los que alojan fantasmas
los que pisan descalzos
los que blasfeman y arden
los pobres congelados
los que quieren a alguien
los que nunca se olvidan
vamos a festejarlo
vengan todos
el crápula se ha muerto
se acabó el alma negra
el ladrón
el cochino
se acabó para siempre
hurra
que vengan todos
vamos a festejarlo
a no decir
la muerte
siempre lo borra todo
todo lo purifica
cualquier día
la muerte
no borra nada
quedan
siempre las cicatrices
hurra
murió el cretino
vamos a festejarlo
a no llorar de vicio
que lloren sus iguales
y se traguen sus lágrimas
se acabó el monstruo prócer
se acabó para siempre
vamos a festejarlo
a no ponernos tibios
a no creer que éste
es un muerto cualquiera
vamos a festejarlo
a no volvernos flojos
a no olvidar que éste
es un muerto de mierda.

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Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

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