LA FÁBULA DEL MONO Y EL PEZ [Mi poema]
Ricardo Paseyro [Poeta sugerido]
Ricardo Paseyro [Poeta sugerido]
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MI POEMA …de medio pelo |
Era un mono que observaba ¡Vive dios!, se preguntaba, Pues si al agua yo metiera Y fue así que su alma buena Que hay que siempre meditar, |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Ricardo Paseyro
POESÍA
Inútilmente peregrino, viajero
de los infiernos, voy en llanto, en niebla,
busco la lumbre de la tierra, el signo
del infinito, el sortilegio, y siento
que una luz embrujada me traspasa,
lumbre de perfección, luz absoluta,
torbellino más bello que la muerte.
Cerrado círculo de fuego,
inasible frontera fulminante
que me llama y me tiende su alto abismo
devorador, su tenebrosa
belleza que destruye las palabras
y los cantos y todo espejo humano,
cerrado círculo de fuego,
¿por qué tentar mi inanimada arcilla,
hipnotizar mi soledad, llamarme
al último horizonte,
por qué hacer estallar mi corazón
en pedazos del sol, en ciegas chispas
y en temblorosos rayos dividirme?
Mortal imán sagrado
que me quema los ojos y la vida,
Dios poderoso que arrebata el alma,
voy en llanto y en niebla hacia su límite,
hacia el límite ardiente en que fulgura
inasible y callada, Poesía.
POÉTICA
Si la palabra se descuida
el adjetivo no da vida,
mata. Regla de la poética
determinada por la ética:
nuestra dotación, al nacer,
fue la entidad, no el parecer.
“Insondable, inmutable, eterno,
absoluto”: con tal infierno
de voces que retumban, Hugo
rinde homenaje a Dios. Le plugo
cederle ciertas propiedades:
tal vez las otras facultades
las reservaba para sí.
El Todo no se mide así…
ARTE POÉTICA
Para Juan Rafael Cortés
Artífice sin artificio,
artesana del arte sano,
mi mente transmite a la mano
las arduas reglas del oficio.
El corazón sangra en la mente
a quien no alcanza la razón
pues necesita la pasión
para subir a inteligente.
Trabajarán juntas las dos
mas ningún poema es perfecto:
cada cual encierra un defecto.
Tal es la ley que dictó Dios.
Ajedrez, 1998.
Poema del sueño
El sueño con su fondo de algas,
de violentos islotes, de anguilas luminosas,
de pesados oscuros esqueletos,
me retiene en su limo, en su arenal hundido.Fauna de gelatina
—pulpo, estrella de mar, caracol, agua viva
me guarda entre mus alas, estrangula mis ojos.
Espanto las figuras, la cintura
de barro, el apretado mar
nocturno. Mi pie se mueve apenas
como una raíz moribunda.
Abro el agua. Las respiraciones
marinas me rechazan. Oscila
como un ancla perdida.
Busco la luz. La onda
sombría me golpea. Estoy inerte.
Respiro hielo,
incendio
mi boca con el aire ya quemado,
vienen a mí los buzos del vacío
viscoso, hipnotizandome:
pulpos, corales séricos, medusas
de suave y blanco labio alucinante.
El sueño con su océano de monstruos.
Soy
un arbusto marino que dormita
en un valle sin tiempo
En Viena. — 12-XI-49.
Desaforado
Mi corazón no puede más conmigo.
De pronto, a todo escape,
se va, suelta la brida, en huracanes.
Desaforado y loco
no piensa en mí, no atina que me deja
sin compás, malherido.
Yo no alcanzo a seguirle,
no acierto el paso justo en la intemperie,
siento pesadamente el alma, estoy
fuera de la cadencia fiel del mundo.
Y de pronto regresa. Hasta que un día…
Dios de los impacientes
El esplendor de Dios es su vacío.
Sin luz, en el reverso de la estrella
reside el paraíso.
¡Estar solo en la sombra poderosa!
señora del silencio y del olvido!
Jugaré el alma por llegar más pronto
a ese lugar tan lejos de mí mismo:
me volveré a la luna
o más allá si hubiera otro camino
guíame tú, Dios de los impacientes!—
donde morir sin nunca haber vivido.